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TAREA 1

LOPEZ ORTEGA LAZARO IGNACIO


D. PROCESAL PENAL II

ORIGEN Y EVOLUCION DEL DERECHO PENAL

Tras la caída del Imperio Romano, el proceso se vuelve acusatorio,


confundiéndose en las primeras jurisdicciones con los ritos de las ordalías y los
duelos judiciales. Es originario de Grecia y fue adoptado y desarrollado por
los romanos. En un principio corresponde a la concepción privada del derecho
penal, en cuanto el castigo del culpable es un derecho del ofendido, quien puede
ejercitar su derecho o abandonarlo; si lo ejercita, el castigo y el resarcimiento del
daño se tramitan en un mismo procedimiento, sin que haya distinción entre
procedimiento penal y procedimiento civil.
Se basaba en los siguientes principios básicos:
- Facultad de acusar de todo ciudadano
- Necesidad de que alguien distinto al juez formule acusación para que pueda
existir un juicio. El juez no procede.
- El juez no es un representante del Estado ni un juez elegido por el pueblo. El
juez es el pueblo mismo, o una parte de él, si este es muy numeroso para
intervenir en el juicio. La acción corresponde a la sociedad, mediante la acusación
que es libre y cuyo ejercicio se confiere no sólo al ofendido y a los parientes, sino
a cada ciudadano.
- Quien juzga es una asamblea o jurado popular, por lo que las sentencias no son
apelables, sino que rige el principio de instancia única.
- El de libertad personal del acusado hasta que exista sentencia condenatoria
- El de igualdad absoluta de derechos y deberes entre acusador y acusado
- El de que el Juzgador limite su juicio a los hechos alegados y probados

Sistema acusatorio formal o mixto


El sistema acusatorio implica la repartición de tareas en el proceso penal puesto
que el juzgamiento y la acusación recaen en diferentes sujetos procesos es por
eso que el Juez no puede efectuar investigaciones por cuenta propia ni siquiera
cuando se cometa un delito durante el juicio entiéndase delante de él, en este
caso deberá comunicarlo al fiscal de turno; sin embargo, el Sistema Acusatorio no
solo implica la separación de funciones entre juzgador, acusador y defensor sino
también que trae consigo otras exigencias fundamentales tales como que
necesariamente deben existir indicios suficientes de que un individuo haya
cometido un hecho constitutivo de delito y no solo meras sospechas para poder
realizar una imputación o iniciar un proceso afectando de esta manera la dignidad
del sujeto imputado.
Fruto de las nuevas ideas filosóficas, como reacción ante las denuncias secretas,
las confesiones forzadas y la tortura, surge en Francia un nuevo sistema procesal
penal que respeta el derecho de todo ciudadano a ser juzgado públicamente en un
proceso contradictorio, pero conservando un elemento del sistema anterior, el de
la acusación oficial, encargada a funcionarios que de modo permanente suplan la
carencia de acusadores particulares, con lo que nace el Ministerio Fiscal, que es
órgano independiente de los juzgadores y representante de la ley y de la sociedad.
Además, se conserva una fase de investigación secreta, escrita y no
contradictoria, que a diferencia del sistema inquisitivo no sirve de base a la
sentencia, sino a la acusación. La sentencia sólo puede basarse en las pruebas
practicadas en el juicio.
Tanto el código termidoriano de 1795 como el código napoleónico de 1808 dieron
vida al procedimiento mixto, en el cual predominaba el sistema inquisitivo en la
primera fase, escrita, secreta, dominada por la acusación publica exenta de la
participación del inculpado, privado de la libertad durante la misma;
tendencialmente acusatorio en la fase sucesiva del enjuiciamiento, caracterizada
por el juicio contradictorio, oral y publico con intervención de la acusación y la
defensa, pero destinado a convertirse en mera repetición o escenificación de la
primera fase.
Los principios en que descansa este sistema son:
- La separación de la función de investigación y acusación y la función de juzgar.
Para que haya juicio es preciso que exista acusación y la función de acusar
corresponde, no siempre en exclusiva, a órganos públicos especiales.
- Del resultado de la instrucción depende que haya acusación y juicio, pero el
juzgador ha de basarse en las pruebas del juicio oral.
- El acto del juicio es oral, público y confrontativo, y se rige por el principio de
inmediación, dependiendo la sentencia de la apreciación por el Juez, no sometida
a regla alguna.
- Según el modelo francés, la sentencia se da mediante una cooperación
de magistrados y jurados. La combinación de ambos elementos en la
Administración de Justicia varía según los distintos países. Puede excluirse la
participación del jurado y conservarse todas las demás notas esenciales.
El proceso mixto, también denominado Napoleónico (1808), espredominantemente
inquisitivo en la primera fase, o sea escrito, secreto, dominado por la acusación
publica y exenta de la participación del imputado privado de libertad durante la
misma. Es aparentemente acusatorio en la segunda fase del enjuiciamiento,
caracterizada por el juicio contradictorio, por ser oral y público con intervención de
la acusación y la defensa, pero destinado a convertirse en mera repetición o
escenificación de la primera fase. El proceso mixto presenta una acentuación de la
etapa de investigación y una progresiva pérdida de contenido de la fase de
enjuiciamiento reducida a mera y prejuzgada duplicación de la primera.
EVOLUCION DEL DERECHO PROCESAL EN MEXICO

Esta participación tiene por objeto examinar la evolución histórica de los sistemas
penales occidentales, a efecto de sentar las bases para una adecuada
comprensión del tránsito procesal que implica, para México, la reforma
constitucional de junio de 2008 y que deberá estar en vigor en todo el país a más
tardar en junio de 2016. Para alcanzar tal propósito, es pertinente invocar en este
momento la tesis de Finnis (1980) según la cual la distinción entre los distintos
ámbitos de la acción humana, es decir, el político, el ético o moral y el jurídico,
sólo es viable para efectos académicos, dada la complejidad de la realidad en la
que los tres aspectos de referencia se encuentran indisolublemente mezclados.
Por eso, si un estudio jurídico pretende dar cuenta de una realidad, no puede
prescindirse de la conexión de su objeto con cuestiones de carácter político y
ético. Sólo así puede lograrse, a nuestro juicio, una suficiente profundidad en la
comprensión de las normas que regulan el proceso que constituye el objeto de
examen de este trabajo. También conviene precisar, desde ahora, que la
reconstrucción histórica de que se trata prescindirá de los detalles que
caracterizan o caracterizaron la manera en la que un sistema penal se concretó en
un espacio y momento históricos determinados. Porque la tarea que ahora
realizamos se limita a extraer las grandes líneas de una evolución tan solo en la
medida en que sea necesario para atribuir sentido a las instituciones que
conforman lo que, en lenguaje contemporáneo, denominamos proceso penal.
Además el énfasis de la reflexión recaerá en la audiencia de juicio como elemento
central del sistema acusatorio, sin prescindir, por el motivo ya anticipado, de los
juicios de valor que, con elementos éticos y políticos, son indispensables para
comprender la evolución del proceso penal. Ello, en el entendido de que una
comprensión cabal de la centralidad del juicio oral es necesaria para el
entendimiento adecuado de lo que ocurre antes de la audiencia de juicio (etapas
preliminares) y después de ella (medios de impugnación).

LA EVOLUCIÓN DE LOS SISTEMAS PENALES

Es necesario dejar constancia desde ahora de que, por sistema penal,


entendemos el conjunto de instituciones normativas que regulan el trámite de un
juicio para establecer la responsabilidad de una persona en la comisión de un
hecho que, por atentar gravemente contra los principios básicos de la convivencia
humana, compromete la viabilidad de esa misma convivencia. Por ello, para los
efectos de este trabajo, hablar de sistema penal es hablar de una teoría del
proceso penal. Como todo modelo teórico, su valor depende de su capacidad para
dar cuenta suficiente de la realidad que pretende explicar. Se trata, por tanto, de
un uso del término teoría no en el sentido de algo que se encuentra divorciado de
la práctica, sino como una reflexión que permite entender el sentido de esa
práctica. En este orden de ideas, es un lugar común afirmar que la división de la
historia en etapas tiene por objeto facilitar la comprensión de la sucesión de los
fenómenos que constituyen el objeto de estudio de tal ciencia, como también lo es
reconocer que la separación entre las distintas etapas suele ocurrir durante
períodos de transición en los que no existen soluciones de continuidad. Y esto, por
supuesto, es verdad cuando se habla de la historia de los sistemas penales. De
hecho, como veremos, el modelo acusatorio puro fue más puro en una etapa
tardía de su propia historia, en la que incluso en otras latitudes ya se habían
sentado las bases del sistema inquisitivo. Teniendo esto en cuenta, la reflexión
sobre el modo en el que una comunidad humana resuelve conflictos que, en clave
moderna, calificamos como penales, puede ubicarse, en perspectiva histórica, a
través de la aparición más o menos sucesiva de los tres grandes sistemas que
Maier (2002) identifica: el sistema acusatorio puro o antiguo, el sistema inquisitivo
y el sistema mixto (en el que teóricamente pueden encontrar cabida modelos tan
disímbolos como el llamado inquisitivo reformado en su versión latinoamericana,
es decir, el modelo escrito del que vamos saliendo, así como el que contiene, en
sus grandes líneas, la Constitución Política de México después de la reforma de
2008). Desde ahora, es posible afirmar, como una verdad empíricamente
verificable, que existe una correlación entre sistemas políticos y sistemas penales,
pues a regímenes de gobierno autoritarios se corresponden modelos procesales
inquisitivos. En tanto que, a sistemas políticos democráticos o cuando menos
liberales, corresponden sistemas penales acusatorios. Por ello, no resulta una
exageración decir que, aunque los estudiosos del derecho constitucional
seguramente no estarán de acuerdo, el derecho penal es el más político de todos
los derechos. Y no debe sorprender que así sea, pues la imposición de la pena
constituye la expresión más intensa del poder del Estado frente a los gobernados.

El Sistema Acusatorio Puro o Antiguo Aunque algunos autores suelen ubicar este
sistema en la democracia griega y en la República romana, Maier (2002, pp.
264ss) hace notar, a nuestro juicio con razón, que el sistema acusatorio se
manifestó, con sus contornos más completos, en los pueblos germánicos antes de
su entrada en contacto con la cultura romana. Esto genera una ironía de la
historia, porque entonces resulta que, como ya lo sugeríamos, el sistema
acusatorio antiguo es, en su expresión más pura, posterior a sistemas que,
aunque también acusatorios, no se ajustan de manera exacta a la descripción
teórica del modelo, como también resulta que la expresión histórica de ese
sistema acusatorio puro llegó a ser contemporánea con las primeras
manifestaciones del sistema inquisitivo. Ahora bien, en el sistema acusatorio puro,
la idea central del proceso que, anacrónicamente, podríamos identificar como
penal, consiste en que las agresiones graves de los individuos en contra de otros
individuos y que además ponen en riesgo la viabilidad de la propia comunidad,
constituyen cuestiones que son resueltas por el propio grupo social sin
intervención de la corona. Así, si por ejemplo un miembro de la comunidad robaba
a otro, entonces la víctima, y sólo ella (principio de acusación privada), tenía el
derecho de acusar al autor del hecho. Si ello ocurría, entonces se constituía un
tribunal popular, formado por miembros de la propia comunidad. El acusador y el
acusado se encontraban en un plano de igualdad y tenían, ambos, el carácter de
sujetos de derecho. Existe, por tanto, una estructura triangular, con separación de
funciones, entre un acusador privado, el acusado y el tribunal que resuelve el
conflicto. Como segundo rasgo, cabe hacer notar que el fin fundamental del
proceso que como ya se dijo iniciaba sólo a instancia de parte directamente.
TAREA 3
LOPEZ ORTEGA LAZARO IGNACIO
D. PROCESAL PENAL II

ETAPAS DEL PROCESO TRADICIONAL

En años recientes, el modelo de justicia en México cambió de manera significativa:


en 2008 se aprobó una reforma constitucional al Sistema Penal Acusatorio y en
2016 el nuevo sistema se terminó de implementar a nivel nacional. Pero, como
ciudadanos mexicanos, ¿entendemos bien en qué consisten estos cambios? En
Ambulante decidimos preguntarle a una experta para obtener un panorama más
claro.
Entrevistamos a Bertha Alcalde, licenciada en Derecho por la UNAM y maestra en
Derecho Internacional por la Universidad de Nueva York, que ha trabajado en
torno a la reforma del sistema de justicia penal en México desde 2006 (puedes
leer más sobre su trayectoria al final de este artículo). Ella nos explicó lo siguiente:

1. Pasamos de una metodología de expedientes a una metodología de audiencias.


Este es un cambio en relación a cómo los jueces toman las decisiones a lo largo
del proceso. En el sistema anterior, el proceso era en base a los expedientes: se
iba armando un expediente en donde se recopilaban las pruebas, los testigos, etc.

¿Cómo decidía el juez si una persona era culpable o inocente? Se le hacía un


proyecto de sentencia, leía el expediente y, en base a eso, decidía.
En cambio, en el nuevo sistema tenemos una metodología en base a audiencias.
Esto quiere decir que el juez no decide sobre un expediente, sino que decide
sobre lo que le exponen las partes en una audiencia. El juez tiene que escuchar
directamente a dos partes contrarias, escucha al Ministerio Público (MP), escucha
a la defensa, y luego decide.
Son audiencia públicas, a las que cualquier persona puede entrar y son audiencias
en donde siempre tiene que estar el juez presente. Existe el principio de
inmediación, que quiere decir que el juez no puede delegar sus funciones a otra
persona (esto pasaba antes), sino que siempre tiene que estar ahí escuchando
directamente a los testigos y a las partes. Además, son audiencias que se tienen
que dar de forma continua. De ser posible, en el juicio todas las pruebas se tienen
que presentar en un mismo día y, si son muchas pruebas, tiene que ser un día tras
otro, es decir, tiene que haber concentración. Las pruebas se deben desahogar lo
más rápido posible para que el juez tenga un panorama completo de lo que pasó.
Los juicios orales son la última parte del proceso. El proceso penal tiene distintas
etapas: una etapa de investigación, donde las partes investigan para ir armando
su caso; una etapa intermedia en donde las partes se preparan y ofrecen pruebas
para ir al juicio; y una etapa final, que es lo que conocemos como juicio oral. En
esta etapa final hay un tribunal y un juez distinto al que llevo el proceso en las
etapas previas (este es otro de los cambios al sistema). En esa última audiencia,
que es la más importante del proceso, se desahogan las pruebas, es dedir, se
interrogan los testigos, se presentan las pruebas materiales, y se da la sentencia.

2. Ahora existen mecanismos alternativos de solución de controversias.


Estos ofrecen una solución distinta a la cárcel y que no involucra necesariamente
un proceso penal ante un juez. Específicamente, se trata de:

Acuerdo reparatorio: Se brinda la oportunidad a las partes involucradas a llegar


a un acuerdo. Por ejemplo: Fulanito le robó un celular a Perenganito, y en lugar de
procesar a Fulanito y que éste tenga que enfrentar una pena de prisión, Fulanito y
Perenganito se van a poner de acuerdo. Perenganito le va a decir cuánto fue del
celular y cómo se vio afectado por el robo, Fulanito va a exponer las razones por
las que robó el celular y entre los dos llegarán a una solución que no
necesariamente involucre un proceso penal. Para que la víctima y el imputado se
puedan poner de acuerdo habrá personal especializado, o facilitadores, que los
apoyen.

Suspension condicional del proceso: Este mecanismo busca solucionar de


fondo los conflictos, al igual que el anterior. En este caso, no se trata
necesariamente de que la víctima y el imputado se pongan de acuerdo, sino de
darle una segunda oportunidad al imputado imponiéndole una condición que no
necesariamente es la prisión. Por ejemplo, Pedrito se peleó con Juanito y le
rompió la nariz, en lugar de llevar un proceso largo que le cuesta mucho al Estado
para que Pedrito vaya a prisión, Pedrito va a tener una segunda oportunidad
porque se ve que su problema es de alcoholismo. Entonces, Pedrito se tiene que
someter a un tratamiento para alcohólicos durante un año y, si soluciona su
problema de alcoholismo, ya no será a procesado penalmente. Así, existe una
solución que realmente ataca el problema.
Estos mecanismos son muy importantes porque se aplican a delitos menos graves
y ofrecen soluciones que no necesariamente son la prisión porque, como hemos
observado a lo largo de los años, la prisión no está solucionando de fondo los
problemas, es muy costosa para el estado y no está reduciendo la criminalidad.

3. Ahora se respeta el principio de presunción de inocencia.


Este es el principio que indica que tú siempre serás considerado como inocente
hasta que el ministerio público pruebe lo contrario y el juez dicte una sentencia
que así lo establezca.
Si bien antes este principio ya estaba contemplado en tratados internacionales que
obligan a México la regla general era que en cuanto te señalaran por cometer un
delito tu ibas a prisión en lo que durara el proceso. Existía algo que se llamaba la
libertad bajo caución, pero eso implicaba pagar fianza para poder enfrentar el
proceso en libertad, además, sólo aplicaba para los delitos menores.
Ahora la prisión preventiva es excepcional. La nueva regla general es: yo te estoy
acusando de un delito, como tú eres inocente porque aún no se ha comprobado
que eres culpable, vas a enfrentar el proceso en libertad. Esto no quiere decir que
ha desaparecido la prisión preventiva; cuando se prueba que el imputado es un
peligro para la sociedad o que existe riesgo de evación de la justicia, entonces sí
se puede aplicar la prisión preventiva, pero ésta es excepcional y el MP tiene que
comprobar que existe ese riesgo.

4. Ahora existe la figura del juez de control.


Antes, un solo juez decidía si te habían detenido legalmente, decidía si había
pruebas suficientes para iniciar un proceso, revisaba el expediente y decidía si
eras culpable o inocente. El mismo juez decidía sobre todo. Ahora existen dos
jueces distintos: existe un juez de control, que toma decisiones durante todo el
proceso; y un juez de juicio oral, que sólo está presente en la audiencia del juicio.
Este cambio es importante porque así el juez que decide si una persona es
culpable o inocente únicamente puede hacerlo en base a lo que sucede en la
audiencia, no en lo que pasó antes. Este juez debe llegar como una página en
blanco a la audiencia, esto es respetar el principio de imparcialidad. De lo
contrario, el juez que llevó todo el proceso se fue formando una idea de lo que
pasó o no pasó, y valorando cosas que no necesariamente tendría que valorar. La
solución es tener dos jueces distintos: un juez de control que decide sobre lo que
pasa durante las etapas previas del proceso y cuida que se respeten los derechos
tanto de la víctima como del imputado; y un juez que lleva el juicio oral.

5. En el nuevo sistema se busca que la minoría de los casos lleguen a juicio oral,
por eso además de las soluciones alternas (expuestas anteriormente), existen los
mecanismos de decongestión.
Si todos los casos llegaran a juicio oral sería imposible resolver todo, se colapsaría
el sistema, por eso necesita ser selectivo. Para lograrlo, existen los siguientes
mecanismos:
El procedimiento abreviado: Ahora, una persona a la que se le acusa de un
delito pueda aceptar su culpabilidad antes de ir a juicio oral y, a cambio, se le
reduce la pena por la cual va a ser sancionada. Esto permite que el proceso
termine mucho antes.

Criterio de oportunidad: Esta es la decisión exclusiva del MP sobre cuando sí y


cuando no iniciar un proceso. El MP no siempre puede tomar esta decisión, sólo
en condiciones muy específicas, por ejemplo, cuando los delitos son realmente
menores. En este último caso el MP puede decidir que no va a gastar sus recursos
en ir a juicio, aunque el imputado siempre estará obligado a pagarle a la víctima la
reparación del daño.

Otro ejemplo importante del criterio de oportunidad es cuando el imputado acepta


cooperar con el MP sobre otra investigación más importante. Por ejemplo, arrestan
a Sutanito por vender marihuana en la calle y en lugar de iniciar todo un proceso
penal en su contra (que va a costar muchísimo al Estado), le ofrecen a Sutanito la
posibilidad de no procesarlo a cambio de información sobre su proveedor de
marihuana. Esto ayuda a combatir la delincuencia organizada.

6. Hay cinco principios que rigen al nuevo sistema.

PUBLICIDAD: Ahora las audiencias son públicas. Antes, aunque en papel eran
públicas, como el juicio era en base a un expediente, nadie se enteraba de lo que
pasaba, ni siquiera las partes involucradas. Ahora todo el mundo puede saber, ir a
las audiencias y entender por qué los jueces toman las decisiones que toman.

INMEDIACIÓN: Ahora el juez siempre tiene que estar presente en las audiencias
y cuando se desahogan las pruebas.
CONTRADICCIÓN: Ahora las partes pueden controvertir lo que dice la otra parte.
Es decir, si yo soy defensa y el MP aporta una prueba, yo puedo presentar
pruebas contrarias a ésta y argumentar en contra de lo que está planteando el MP.

CONCENTRACIÓN: Ahora se tienen que desahogar el mayor número de pruebas


en una misma audiencia.

CONTINUIDAD: Las audiencias tienen que suceder un día tras otro. Es decir, si
hoy al juez sólo le dio tiempo de escuchar cinco testigos, los siguientes cinco
testigos los tiene que escuchar mañana.

En este sistema se respetan mejor los derechos humanos del imputado y de la


víctima. En el caso del imputado, antes no se respetaba el derecho de presunción
de inocencia, el derecho a ser juzgado en una audiencia imparcial y el derecho a
tener un abogado defensor en el proceso y de tener la posibilidad de réplica. En el
caso de la víctima, el nuevo sistema también respeta derechos que antes estaban
olvidados, como el derecho a la reparación del daño, el derecho de protección y el
derecho de participación en el proceso.
Uno nunca sabe cuándo pueda estar involucrado en un proceso, cualquier
conflicto de la vida cotidiana se puede convertir en un conflicto penal, por ejemplo,
un accidente de tránsito. Por eso es fundamental saber cuáles son los derechos
con los que contamos para saber qué hacer en esa situación. Además, es
importante que la gente conozca y confíe en los nuevos mecanismos y que sepa
que si no hay prisión, esto no significa que hay impunidad. La prisión no siempre
es la solución, la gente tiene tiene que entender por qué también a la víctima le
conviene que existan otro tipo de soluciones.
TAREA 2
LOPEZ ORTEGA LAZARO IGNACIO
D. PROCESAL PENAL II

MINISTERIO PUBLICO ANTECEDENTES, ORGANIZACIÓN Y FUNCIONES

El Ministerio Público surge como instrumento para la persecución del delito ante
los tribunales, en calidad de agente del interés social. De ahí que se le denomine
“representante social”. Las sociedades aspiran a una adecuada impartición de
justicia a través de instituciones especiales dedicadas a la solución de conflictos.
En el caso de conductas delictuosas, se busca que la persecución del responsable
esté a cargo de personas ajenas a la infracción, es decir, de especialistas que
actúen en representación de todos aquellos que en forma directa o indirecta
resultan lesionados. A tal efecto se instituye el Ministerio Público, conquista del
Derecho moderno. Al asumir el Estado la acción penal, establece los órganos
facultados para ejercerla: Objeto de severas críticas y de encontradas opiniones,
el Ministerio Público se ha instaurado en la mayor parte de los pueblos cultos,
considerándosele como una magistratura independiente. Su misión implícita es la
de velar por el estricto cumplimiento de la Ley, depositaria de los más sagrados
intereses de la sociedad. En una etapa anterior, el Estado optó por delegar en el
juez la labor persecutoria de los delitos, lo que concentraba dos funciones (juez y
parte) en un solo órgano. Ello generó un tipo de proceso inquisitorio que ha
tendido a desaparecer. Lo ha desplazado la creación de un “órgano público
encargado de la acusación ante el poder jurisdiccional.

Es un hecho que el Ministerio Público responde actualmente a un imperativo


social. Su funcionamiento como organismo especializado resulta imprescindible
para la buena administración de la justicia. A su importancia natural se agregan la
de la equidad y la de la más elemental conveniencia, esto es: la separación radical
de las atribuciones del solicitante, por un lado; y las de quien debe resolver la
procedencia de dicha solicitud, por otro. De quien acusa; y de quien falla. Así se
evita la parcialidad en el ejercicio de la jurisdicción. “La importancia y
trascendencia de las funciones actuales de esta institución son esenciales para la
vida de la sociedad, toda vez que comprende la dirección y/o defensa de los
intereses del Poder Ejecutivo, de la sociedad y también los derechos individuales.

Para comprender el actual Ministerio Público mexicano conviene observar cuál ha


sido su origen y evolución. José Ángel Ceniceros afirma: 3 “Tres elementos han
concurrido en la formación del Ministerio Público mexicano: la Procuraduría o
Promotoría Fiscal de España; el Ministerio Público francés y un conjunto de
elementos propios ...” Algunos autores añaden un cuarto elemento, constituido por
el Attorney General norteamericano.
a) El Ministerio Público francés. En 1303 Felipe IV el Hermoso (de Francia) dictó
una ordenanza por la que se creaban los procuradores del rey, para que lo
representaran ante los tribunales. Posteriormente se agregó un abogado del rey,
dedicado a atender los asuntos jurídicos de los cortesanos favorecidos por la
protección monárquica. A consecuencia de la Revolución Francesa se
transformaron las instituciones. Apareció entonces el acusador público -cargo,
desde luego, de elección popular, con el solo fin de sostener la acusación ante los
tribunales penales. Hacia 1808 se expide el Código de Instrucción Criminal y en
1810 la Ley de Organización Judicial. Con ellos surge propiamente el Ministerio
Público francés. Sus funciones abarcan tanto la magistratura judicial (su actividad
procesal connotando protección de la ley) como la gestoría administrativa, en
cuanto se ocupa de representar al gobierno ante los tribunales. Se le considera
integrante del Poder Ejecutivo.
b) El Attorney General angloamericano. Su creación data de 1277 en Inglaterra.
Elegido y nombrado por el rey entre los juristas más notables del reino, el Attorney
General era el funcionario responsable de los asuntos legales de la Corona.
Asimismo, le correspondía fungir como asesor jurídico del gobierno; ejercer la
acción penal en aquellos delitos que afectaran la seguridad del Estado; y perseguir
los delitos de carácter fiscal. En los Estados Unidos el Attorney General aparece
por primera vez en la Ley de Organización Judicial de 1789. Poco después, en
1792, se le da jerarquía de miembro integrante del gabinete. No tarda en crearse,
dada la importancia de su labor y número creciente de asuntos sometidos a su
atención, el Departamento de Justicia, siempre bajo su dirección. Aun cuando en
la actualidad es por demás complejo su esquema de responsabilidades, sigue
destacando en forma especial la de asesoría jurídica y la coordinación de las
oficinas más importantes del ramo. También asume la representación del
Gobierno de los Estados Unidos ante los organismos judiciales. Y si bien es el
Solicitor General (Procurador General) quien representa al Gobierno Federal ante
la Suprema Corte, lo hace bajo la dirección del Attorney General. Por otra parte,
tratándose de delitos federales que ponen en peligro la seguridad del Estado,
compete al Attorney General delegar en un sector de su despacho la acción de
órgano acusador.
c) El Ministerio Fiscal español. El tratadista Isidro Montiel y Duarte declara que en
España una ley del Fuero Juzgo marca el origen del Ministerio Público Fiscal en
este país la cual dice: que non traten ellos (el Rey y los Obispos) el pleito por sí,
más por sus mandaderos.

CON LA IMPLEMENTACIÓN DEL SISTEMA PROCESAL PENAL ACUSATORIO


EN MEXICO
se encomendaron al Ministerio Público nuevas tareas, como la investigación de los
delitos en sus dos fases, su intervención en la judicialización de los asuntos ante
el Juez de Control, definir la estrategia procesal, intervenir en la impugnación, en
el litigio del procedimiento abreviado, en procesos de extinción de dominio, en
justicia alternativa y en las inconformidades ante dicho juez, contra el no ejercicio
de la acción penal, reserva, abstención de investigar y la aplicación de criterios de
oportunidad.
Dichas tareas provocaron una reorganización en áreas de la Procuraduría General
de Justicia capitalina, a fin de cumplir con estas nuevas exigencias.
El ministerio público de investigación, se encarga de realizar los actos de
indagación, tendentes a obtener los datos de prueba que permitan ejercer la
acción penal y, en su momento, complementar la investigación.
El ministerio público de judicialización, interviene ante el juez de control en la
audiencia de control de detención, en la audiencia inicial formulando la imputación,
solicitando la vinculación a proceso y pidiendo medidas cautelares.
El Ministerio Público de estrategias procesales, formula la acusación, ofrece
medios de prueba e interviene en su desahogo ante el juez o tribunal de
enjuiciamiento.
Los agentes del Ministerio Público de impugnación, justicia alternativa y litigación,
intervienen en la tramitación del recurso de apelación, la aprobación de acuerdos
reparatorios y en la substanciación del procedimiento abreviado, respectivamente.
La Procuraduría refrenda su compromiso de hacer frente, a las exigencias del
Sistema Procesal Acusatorio, mediante una procuración de justicia eficaz,
eficiente, apegada a los principios de legalidad, objetividad, eficiencia,
profesionalismo, honradez, lealtad y respeto a los derechos humanos.
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SISTEMA ACUSATORIO ADVERSARIAL


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LOPEZ ORTEGA LAZARO IGNACIO
D. PROCESAL PENAL II

ARTÍCULOS CONSTITUCIONALES DESDE EL PUNTO DE VISTA PENAL

Buen día a todos, les ruego una disculpa ya que hasta el día de hoy eh podido
publicar lo que eh prometido en mi blog, espero que mi siguiente post sea de gran
utilidad y este perfectamente comentado, transcrito de la ley en unas partes y
explicado por un servidor a lo que su poca experiencia le da a entender de estos
artículos constitucionales en materia penal. Si existe alguna duda,
sugerencia/corrección o comentario son bienvenidos.

Un saludo a todos y de antemano gracias por tomarse su tiempo en leer este blog.

De los siguiente artículos constitucionales 14, 16, 17, 18, 19, 20, 21, 22, 23, 102 y
104, veremos cuales aplican al procedimiento, en otros a juicio, al proceso o la
instancia aplicable en materia penal.

ARTICULO 14 CONSTITUCIONAL.

Daremos mención a los tres primeros párrafos del artículo, ya que en este consta
el procedimiento penal “Garantías de seguridad jurídica”.

-Garantía de irretroactividad de la ley.- Nos da a entender que la ley es


completamente irretroactiva cuando en su aplicación no se autoriza a hechos o
derechos adquiridos en el pasado, sin embargo de acuerdo al precepto jurídico, la
ley se aplicara de manera retroactiva cuando sea en beneficio del Inculpado.

-Garantía de audiencia.- En esta garantía se plasma el derecho de ser oído y


vencido en juicio a su defensa y aportando pruebas para ello, por lo que nos da a
conocer el precepto legal, el cual dice: “nadie podrá ser privado de la libertad o de
sus propiedades, posesiones o derechos, sino mediante juicio ante los tribunales”.

-Garantía de exacta aplicación de la ley penal.- En los juicios del orden criminal
queda prohibido imponer, por simple analogía, y aún por mayoría de razón, pena
alguna que no esté decretada por una ley exactamente aplicable al delito de que
se trata. El principio fundamental NULLUM CRIMEN SINE PREVIA LEGE
POENALE SCRIPTA ET STRICTA (no hay delito sin previa ley penal escrita y
estricta) establece como la única fuente directa, inmediata y suficiente del mismo,
a la ley, y este principio es válido sólo en tanto que está establecido legalmente.
ARTICULO 16 CONSTITUCIONAL.

-Garantía de libertad personal.- Ningún ciudadano mexicano puede ser molestado


en su persona, familia, domicilio, papeles o posesiones, salvo algún mandamiento
judicial donde contenga los requisitos necesarios como: exista una denuncia o
querella y que los hechos se actualicen con forme a la ley descrita como delito
(fondo y forma).

- Fondo = Derecho sustantivo, ejemplo: código penal

- Forma = Derecho adjetivo, ejemplo: código de procedimientos penales.

-Garantía de inviolabilidad del domicilio.- En este párrafo podemos ver que se


establece que las comunicaciones privadas son inviolables excepto cuando sean
aportadas de forma voluntaria por algunos de los particulares que este involucrada
en ella, por lo que la ley sanciona penalmente a cualquier que atente contra esta
garantía. La excepción a esta garantía la posee la autoridad judicial federal, a
petición de la representación social, siempre y cuando contenga información
relacionada con la comisión de algún delito descrito en la ley y para ello deberá
fundar y motivar las causas legales a dicha solicitud.

ARTICULO 17 CONSTITUCIONAL.

-Nadie podrá hacer justa por propia mano y señala al estado para proveer de
pronta, completa, exacta e imparcial justicia y su servicio será de manera gratuita
y prohibiendo las costas judiciales “Mordidas”.

- También señala que en materia penal se debe de asegurar la reparación del


daño y establecer los casos en los que se requiera la supervisión judicial para su
total cumplimiento en los mandamientos judiciales.

- Señala también que se otorgara una defensoría de calidad al probable


responsable.

- Nadie puede ser aprisionado por deudas de carácter puramente civil “nuestras
leyes penales Mexicanas no consideran delitos las deudas de carácter civil,
aunque la excepción recae en el fraude o la expedición de un cheque sin fondos,
lo cual originan la pena de prisión, no por deuda de dinero, sino por la conducta
encaminada a procurarse una cosa mediante engaños”.

ARTICULO 18 CONSTITUCIONAL.

-Se establece que solamente por delito que merezca pena privativa de libertad
habrá lugar a prisión preventiva así como también se establece las reglas básicas
del sistema penitenciario con el objetivo de la reintegración del sujeto a la
sociedad.

ARTICULO 19 CONSTITUCIONAL.

- Este articulo hace mención a que ninguna detención ante autoridad judicial podrá
exceder del plazo de setenta y dos horas (prisión preventiva), a partir de que el
indiciado sea puesto a su disposición, sin que se justifique con un auto de
vinculación a proceso en el que se expresará: el delito que se impute al acusado;
el lugar, tiempo y circunstancias de ejecución, así como los datos que establezcan
que se ha cometido un hecho que la ley señale como delito y que exista la
probabilidad de que el indiciado lo cometió o participó en su comisión, a esto nos
referimos con la “Garantía” Litis cerrada (Por el contrario, una Litis cerrada implica
que una vez determinada la materia de la controversia, con la demanda y la
contestación, el objeto de debate no puede modificarse en forma alguna).

- La excepción se encuentra cuando el Ministerio Publico solicite al juez la prisión


preventiva cuando otras medidas cautelares no sean suficientes para garantizar la
comparecencia del imputado en el juicio.

ARTICULO 20 CONSTITUCIONAL.

-En este artículo nos señala las principales garantías procesales de las partes,
donde especifica que los juicios en materia penal siempre deberán ser regidos por
los principios de publicidad, contradicción, concentración, continuidad e
inmediación, por lo que el proceso penal será acusatorio y oral.

Del apartado A correspondiente a este artículo nos hace la mención a los


principios generales de los juicios orales por lo que transcribiré ya que resulta
interesante como debe llevarse este proceso ante el juzgado penal.

A) De los principios generales:

I. El proceso penal tendrá por objeto el esclarecimiento de los hechos, proteger al


inocente, procurar que el culpable no quede impune y que los daños causados por
el delito se reparen;

II. Toda audiencia se desarrollará en presencia del juez, sin que pueda delegar en
ninguna persona el desahogo y la valoración de las pruebas, la cual deberá
realizarse de manera libre y lógica;

III. Para los efectos de la sentencia sólo se considerarán como prueba aquellas
que hayan sido desahogadas en la audiencia de juicio. La ley establecerá las
excepciones y los requisitos para admitir en juicio la prueba anticipada, que por su
naturaleza requiera desahogo previo;

IV. El juicio se celebrará ante un juez que no haya conocido del caso previamente.
La presentación de los argumentos y los elementos probatorios se desarrollará de
manera pública, contradictoria y oral;

V. La carga de la prueba para demostrar la culpabilidad corresponde a la parte


acusadora, conforme lo establezca el tipo penal. Las partes tendrán igualdad
procesal para sostener la acusación o la defensa, respectivamente;

VI. Ningún juzgador podrá tratar asuntos que estén sujetos a proceso con
cualquiera de las partes sin que esté presente la otra, respetando en todo
momento el principio de contradicción, salvo las excepciones que establece esta
Constitución;

VII. Una vez iniciado el proceso penal, siempre y cuando no exista oposición del
inculpado, se podrá decretar su terminación anticipada en los supuestos y bajo las
modalidades que determine la ley. Si el imputado reconoce ante la autoridad
judicial, voluntariamente y con conocimiento de las consecuencias, su
participación en el delito y existen medios de convicción suficientes para
corroborar la imputación, el juez citará a audiencia de sentencia. La ley
establecerá los beneficios que se podrán otorgar al inculpado cuando acepte su
responsabilidad;

VIII. El juez sólo condenará cuando exista convicción de la culpabilidad del


procesado;

IX. Cualquier prueba obtenida con violación de derechos fundamentales será nula,
y

X. Los principios previstos en este artículo, se observarán también en las


audiencias preliminares al juicio.”

B) De los de la persona imputada.

-Presunción de inocencia.- El órgano acusatorio presumirá su inocencia mientras


no se declare su responsabilidad mediante sentencia emitida por el juez de la
causa.

-Garantía de no auto incriminarse.- El imputado tiene el derecho de declarar o a


guardar silencio.

-Garantía de seguridad jurídica.- Desde el momento de su detención se le harán


saber los motivos de la misma y su derecho a guardar silencio, el cual no podrá
ser utilizado en su perjuicio. Por lo que queda prohibida y será sancionada por la
ley penal, toda incomunicación, intimidación o tortura. La confesión rendida sin la
asistencia del defensor carecerá de todo valor probatorio.

- Garantía de defensa.- A que se le informe, tanto en el momento de su detención


como en su comparecencia ante el Ministerio Público o el juez, los hechos que se
le imputan y los derechos que le asisten para poder formar su defensa.
Tratándose de delincuencia organizada, la autoridad judicial podrá autorizar que
se mantenga en reserva el nombre y datos del acusador.

- La ley establecerá beneficios a favor del inculpado, procesado o sentenciado que


preste ayuda eficaz para la investigación y persecución de delitos en materia de
delincuencia organizada.

- Garantía de audiencia pública.- Será juzgado en audiencia pública por un juez o


tribunal. -La publicidad sólo podrá restringirse en los casos de excepción que
determine la ley: Por razones de seguridad nacional, seguridad pública, protección
de las víctimas, testigos y menores, cuando se ponga en riesgo la revelación de
datos legalmente protegidos, o cuando el tribunal estime que existen razones
fundadas para justificarlo.

- Garantía de defensoría adecuada.- Tendrá derecho a una defensa adecuada por


abogado, al cual elegirá libremente incluso desde el momento de su detención, por
lo que queda a su completo arbitraje decidir si esta siendo o no recibiendo una
correcta y concreta asesoría legal y complementa con el artículo 17 constitucional,
donde da la base para una defensa de calidad.

C) Derechos de la(s) victima(s) u ofendido(s).

I.- Derecho a recibir asesoría jurídica.

II.- Proporcionar todos los elementos o pruebas para ayudar al representante


social con el propósito de coadyuvar a que se desahoguen las diligencias y a
intervenir en el juicio e interponer recursos en términos que la ley señala.

III.- Recibir atención medica y/o psicológica de urgencia cuando lo requiera.

IV.- Derecho a que se le repare el daño causado en su patrimonio (La ley fijará
procedimientos ágiles para ejecutar las sentencias en materia de reparación del
daño).

V.- Derecho al resguardo de su identidad y otros datos personales en los


siguientes casos:
Cuando sean menores de edad; cuando se trate de delitos de violación, secuestro
o delincuencia organizada; y cuando a juicio del juzgador sea necesario para su
protección, salvaguardando en todo caso los derechos de la defensa.

ARTICULO 21 CONSTITUCIONAL.

– Este artículo corresponde a la intervención del representante social en todas las


etapas procesales de la investigación de los delitos. “El ejercicio de la acción penal
ante los tribunales corresponde al Ministerio Público”

ARTICULO 22 CONSTITUCIONAL.

-Garantía de seguridad jurídica.- Esta garantía nos habla sobre el derecho que
tiene el inculpado en cuanto a su integridad física y sobre sus bienes, ya que hace
mención a que toda pena deberá ser proporcional al delito que sancione y al bien
jurídico afectado.

-Garantía de seguridad jurídica.- Quedan prohibidas las penas de muerte, de


mutilación, de infamia, la marca, los azotes, los palos, el tormento de cualquier
especie, la multa excesiva, la confiscación de bienes y cualesquiera otras penas
inusitadas y trascendentales.

ARTICULO 23 CONSTITUCIONAL.

–Garantía de seguridad jurídica.- Nadie puede ser juzgado dos veces por el mismo
delito.

-El juicio de amparo no es la tercera instancia, ya que no tiene los mismos


elementos subjetivos y objetivos, por lo que estamos ante un juicio nuevo, distinto
y autónomo de la Litis original.

-Prohíbe la práctica de absolver instancia, La excepción a que se dicte una


sentencia condenatoria o absolutoria, es cuando el reo muere durante el juicio o
que el ministerio público se desista de la acción penal, en estos casos el proceso
se sobresee.

ARTICULO 102 CONSTITUCIONAL.

En este artículo describe los derechos, obligaciones y estructura orgánica del


representante social (Ministerio Público).

ARTICULO 104 CONSTITUCIONAL.

Hace mención al alcance de los Tribunales Federales, en cuanto a materia de


competencia.
TAREA 6
LOPEZ ORTEGA LAZARO IGNACIO
D. PROCESAL PENAL II

TIPOS DE DETENCION, CON FUNDAMENTO EN EL ARTÍCULO 16


CONSTITUCIONAL.

La detención de una persona, en cualquier ámbito jurídico de cualquier Estado,


constituye por sí mismo un acto procesal que implica una restricción a la libertad
personal. En el caso del Estado Mexicano, dicha restricción implica forzosamente,
de conformidad con el artículo 16 de la Ley Fundamental, la operatividad en los
siguientes supuestos:

a) Que cualquier persona la realice en estrictos casos de flagrancia en la comisión


del delito.

b) Que provenga de autoridad judicial (orden de aprehensión).

c) Que provenga de autoridad administrativa (ministerio público).

En cualquiera de los tres supuestos anteriores, la condición sine quan non dicha
privación de la libertad se diera con estricto apego a la constitucionalidad,
consiste en que se debe presentar tratándose de delito grave y, por ende, que
traiga a consecuencia una pena corporal al sujeto activo del delito. Cuando se
dejare de cumplir cualquiera de los requisitos establecidos por la Carta Magna en
dicho acto de autoridad, o bien, en contra de la ley reglamentaria del precepto
constitucional, el acto de autoridad en virtud del cual se decrete u ordene la
detención de un individuo sería arbitrario.

CASO URGENTE

En atención a lo dispuesto por el artículo 16 dieciséis constitucional No podrá


librarse orden de aprehensión sino por la autoridad judicial. Sin embargo dicho
precepto constitucional prevé una excepción tratándose de casos Urgentes en los
cuales faculta al ministerio público para ordenar la detención de una persona.
Siempre y cuando se trate de delito grave así calificado por la ley y ante el riesgo
fundado de que el indiciado pueda sustraerse a la acción de la justicia, siempre y
cuando no se pueda acudir ante la autoridad judicial por razón de la hora, lugar o
circunstancia el ministerio público podrá bajo su responsabilidad, ordenar su
detención fundando y expresando los indicios que motiven su detención.

En cuanto a este Proyecto de Código se nos establece que se podrá ordenar la


detención de una persona, siempre y cuando concurran los siguientes supuestos:
El imputado haya intervenido en la comisión de alguno de los delitos señalados
como graves en los ordenamientos legales siguientes:

Del Código Penal Federal, nos menciona aquellos artículos en los que la pena
establecida como mínima es la de 5 años hasta 40 años de prisión y con multas
de hasta mil doscientos días multa incluidos los delitos de Homicidio por culpa
grave, traición a la patria, Espionaje, Terrorismo, Sabotaje, previsto en el artículo
140, párrafo primero excluyendo el párrafo segundo en el cual se establece pena
de seis meses a cinco años de prisión y multa hasta de cinco mil pesos, y que al
igual que al que teniendo conocimiento de las actividades de un saboteador y de
su identidad, no lo haga saber a las autoridades, el delito de uso ilícito de
instalaciones destinadas al tránsito aéreo, previsto en el artículo 172 Bis párrafo
tercero ya que aunque establece en el párrafo primero que se impondrá prisión de
dos o seis años y de cien a trescientos días multa, estas aumentarán cuando se
relacionen con delitos contra la salud, y en los establecidos como tales previstos
en los artículos 194, 195, excepto del 196 Bis, el cual ya se encuentra derogado,
196 Ter, 197, párrafo primero y 198, parte primera del párrafo tercero, Corrupción
de personas menores de dieciocho años de edad o de personas que no tienen
capacidad para comprender el significado del hecho o de personas que no tienen
capacidad para resistirlo, Pornografía de personas menores de dieciocho años de
edad o de personas que no tienen capacidad para comprender el significado del
hecho o de personas que no tienen capacidad para resistirlo, Turismo sexual en
contra de personas menores de dieciocho años de edad o de personas que no
tienen capacidad para comprender el significado del hecho o de personas que no
tienen capacidad para resistirlo, Lenocinio de personas menores de dieciocho
años de edad o de personas que no tienen capacidad para comprender el
significado del hecho o de personas que no tienen capacidad para resistirlo, el de
desvío u obstaculización de las investigaciones, el de Falsificación, alteración y
uso de moneda, Contra el consumo y riqueza nacionales, el de Violación, Asalto
en carreteras o caminos, el de Lesiones, Homicidio, Robo calificado,
Comercialización habitual de objetos robados y el de desaparición forzada de
personas entre otros.

De la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos, los delitos que tengan de


cuatro hasta quince años de prisión y de un máximo de quinientos días de multa.

Portación de armas de uso exclusivo del Ejército, Armada o Fuerza Aérea, en este
artículo se excluye del artículo 83 Bis el inciso i) , a) o b) que nos remite al artículo
11 de esta misma ley ya que la pena comienza con el mínimo de un año de
prisión, también está el de posesión de armas de uso exclusivo del Ejército,
Armada o Fuerza Aérea, los previstos en el artículo 84, e introducción clandestina
de armas de fuego que no están reservadas al uso exclusivo del Ejército, Armada
o Fuerza Aérea.

De la Ley Federal para Prevenir y Sancionar la Tortura, el delito de tortura, lo


previsto en el artículo tercero el cual solo nos establece que estará entendido
como tortura y el artículo quinto que de igual manera nos describe aquellos actos
de tortura y este mismo nos remonta contemplando al artículo tercero al cuarto en
el cual se nos indica la pena de prisión de tres a doce años, de doscientos a
quinientos días multa e inhabilitación para el desempeño de cualquier cargo,
empleo o comisión públicos hasta por dos tantos del lapso de privación de libertad
impuesta. Esta vez podemos ver que se contempla ya un delito que tiene tres
años como pena mínima de prisión.

De la Ley General de Población, se contempla el delito de tráfico de


indocumentados, previsto en el artículo 138, el cual a la fecha se encuentra ya
derogado.

Del Código Fiscal de la Federación, los delitos siguientes:


Contrabando y su equiparable al igual que el delito de defraudación fiscal y su
equiparable, exclusivamente cuando sean calificados. De la Ley de la Propiedad
Industrial, los delitos previstos en el artículo 223, fracciones II y III.

De la Ley de Instituciones de Crédito, los previstos en los artículos 111; 112, en el


supuesto del cuarto párrafo que es el que nos establece como el mínimo ocho a
quince años y multa de doscientos cincuenta mil a trescientos cincuenta mil días
de salario, excepto la fracción V; 112 Bis; 112 Ter; 112 Quáter, y 113 Bis, en el
supuesto del cuarto párrafo del artículo 112 donde se nos indica que el mínimo de
igual manera serán 8 años de prisión.

De la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito, los previstos en los


artículos 432, 433 y 434; teniendo de tres a nueve años de prisión como la pena
establecida.

De la Ley General de Organizaciones y Actividades Auxiliares del Crédito, los


previstos en los artículos 98, en el supuesto del quinto párrafo, excepto las
fracciones IV y V, y 101;De la Ley Federal de Instituciones de Fianzas, los
previstos en los artículos 112 Bis; 112 Bis 2, en el supuesto del cuarto párrafo; 112
Bis 3, fracciones I y IV, en el supuesto del cuarto párrafo; 112 Bis 4, fracción I, en
el supuesto del cuarto párrafo del artículo 112 Bis 3, y 112 Bis 6, fracciones II, IV y
VII, en el supuesto del cuarto párrafo;

De la Ley General de Instituciones y Sociedades Mutualistas de Seguros, los


previstos en los artículos 141, fracción I; 145, en el supuesto del cuarto párrafo,
excepto las fracciones II, IV y V; 146 fracciones II, IV y VII, en el supuesto del
cuarto párrafo, y 147, fracción II inciso b), en el supuesto del cuarto párrafo del
artículo 146.

De la Ley de los Sistemas de Ahorro para el Retiro, los previstos en los artículos
103, y 104 cuando el monto de la disposición de los fondos, valores o documentos
que manejen de los trabajadores con motivo de su objeto, exceda de trescientos
cincuenta mil días de salario mínimo general vigente en el Distrito Federal;
De la Ley General de Salud, los previstos en las fracciones I, II y III del artículo
464 Ter, 475 y 476.

De la Ley para Prevenir y Sancionar la Trata de Personas, los previstos en los


artículos 5 y 6 en el cual en el primero nos establece cuáles serán las acciones
que son tomadas como trata de personas y en el siguiente las penas que se
establecerán.

De la Ley General para Prevenir y Sancionar los Delitos en Materia de Secuestro,


Reglamentaria de la fracción XXI, del artículo 73 de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, los previstos en los artículos 9, 10, 11, 17 y 18
teniendo un mínimo de 20 años de prisión como la pena establecida.

De la Ley Federal para el Control de Sustancias Químicas Susceptibles de Desvío


para la Fabricación de Armas Química el articulo 49 ya que se establece de quince
a cuarenta años de prisión y de cuatrocientos a mil doscientos días multa.

La tentativa punible de los ilícitos penales mencionados en las fracciones


anteriores, también se califica como delito grave.

II. Exista riesgo fundado de que el imputado pueda sustraerse a la acción de la


justicia, y

III. Por razón de la hora, lugar o cualquier otra circunstancia, no pueda ocurrir ante
la autoridad judicial.
La violación de esta disposición será sancionada conforme a las disposiciones
penales aplicables y la persona detenida será puesta en inmediata libertad.

Como podemos apreciar por la extensa lista de delitos antes mencionada es


grande el catálogo de delitos graves que se contemplan para la detención de una
persona intentando no dejar fuera alguno del ejercicio de la ley.

TIPOS DE FLAGRANCIA

Antes de la reforma constitucional del sistema de justicia penal se modificará, el


párrafo cuarto del artículo 16 constitucional indicaba: En los casos de delito
flagrante, cualquier persona puede detener al indiciado poniéndolo sin demora a
disposición de la autoridad inmediata y ésta, con la misma prontitud, a la del
Ministerio Público.

A partir de junio de este año dicho párrafo cuarto establece: “Cualquier persona
puede detener al indiciado en el momento en que esté cometiendo un delito o
inmediatamente después de haberlo cometido, poniéndolo sin demora a
disposición de la autoridad más cercana y ésta, con la misma prontitud, a la del
Ministerio Público. Existirá un registro inmediato de la detención”

Cualquiera podrá detener a una persona:

I.- En el momento de estar cometiendo el delito;

II.- Cuando sea perseguido material e inmediatamente después de cometer el


delito.

II.- Inmediatamente después de cometer el delito, cuando la persona sea señalada


por la víctima u ofendido, algún testigo presencial de los hechos o quien hubiere
intervenido con ella en la comisión del delito, o cuando tenga en su poder
instrumentos, objetos, productos del delito o indicios que hagan presumir
fundadamente que intervino en el mismo.

En estos casos, el imputado deberá ser puesto sin demora a disposición de la


autoridad más cercana y ésta con la misma prontitud a la del ministerio público.

La flagrancia puede ser percibida de manera directa por los sentidos o con auxilio
de medios tecnológicos.

Ahora bien en cuanto a los momentos en que se podrá detener a una persona se
confunde la “consecuencia” con la “causa” que la genera; en otras palabras,
confunde la detención con aquello que motiva la misma. Es que, como se sabe, la
facultad de detener sin orden judicial a un individuo deriva del supuesto normativo
de flagrancia. Dicho con un ejemplo: a veces el sujeto es sorprendido en el
momento mismo en que está cometiendo un delito (robo de mercancías en un
almacén) o inmediatamente después; a esto normativamente lo denominamos
“flagrancia”. Ahora bien, siendo ello así y por esta razón, es decir, por haber sido
encontrado en dichas circunstancias, el sujeto puede ser detenido en ese instante
y sin orden judicial; recién entonces estaremos en un supuesto de detención por
caso de flagrancia.

Por lo tanto, constituye un error el identificar de manera necesaria el concepto de


“detención” con el de “flagrancia”. Así pues, no es correcto definir la flagrancia
como aquella situación en la que alguien “es detenido en el momento de estar
cometiendo el delito”; lo propio sería decir que habrá fragancia cuando alguien es
sorprendido en el momento de estar cometiendo un hecho aparentemente
delictivo.

También se habla de “delito” y no de hecho aparentemente delictivo. Esto, en sí,


es un error. En primer lugar porque al momento de constatarse la flagrancia no se
puede saber a ciencia cierta (es decir, desde la perspectiva penal) si lo que
acontece es o no un delito, en la justa expresión de su sentido. Por ello, incorporar
a la descripción de flagrancia dicho concepto (delito) importa no sólo un error, sino
una exigencia de constatación tan alta que resulta imposible de cumplimentar, y
por ende, vuelve letra muerta la expresión referida, dando vigencia a la expresión
que proponemos. En otras palabras, lo que puede y debe constarse es si en el
momento se está llevando adelante un acto aparentemente delictivo, o si éste se
acaba de cometer.

Por otro lado, establecer que el indiciado se encuentra “cometiendo un delito”


presenta la idea de que sólo se puede realizar un delito en modo de acción –lo
que supone la eliminación de las posibilidades de omisión-.

El Proyecto de Código nos señala en cuanto al plazo de detención ministerial que


en estos casos y en los casos urgentes, ningún imputado podrá ser detenido por el
ministerio público por más de cuarenta y ocho horas, salvo la excepción prevista
en el artículo 16 décimo párrafo de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos. Transcurrido dicho plazo, el ministerio público deberá ordenar su
inmediata libertad o ponerlo a disposición de la autoridad judicial.

Además de establecernos que en cuanto a la investigación de los delitos, la


policía podrá realizar la revisión sobre una persona y sus pertenencias, en caso de
flagrancia o cuando existan indicios de que oculta entre sus ropas o que lleva
adheridos a su cuerpo, instrumentos, objetos o productos relacionados con el
hecho considerado como delito que se investiga, respetando en todo momento su
dignidad; para proceder a la revisión se requerirá la autorización de la persona que
ha de ser objeto del examen.

Así pues la revisión consistirá en una exploración externa de la persona y sus


pertenencias, en la que no se ausculten intimidades naturales de la misma y
deberá realizarse en un recinto que resguarde la dignidad de la persona en forma
adecuada, por personas del mismo sexo que la persona objeto de la revisión y
quedará constancia de lo actuado, además de una videograbación de la diligencia.

En este caso de la flagrancia, cuando la persona se niegue a la revisión, la policía


podrá trasladarla al ministerio público para que éste, con base en los indicios
presentados, valore la procedencia o no, de solicitar al juez de control la
autorización para la revisión respectiva.

Cuando se tengan indicios de que la persona oculte entre sus ropas, pertenencias
o lleva adherida a su cuerpo algún arma, sustancia tóxica o explosivo, la policía no
requerirá la autorización de la persona para su revisión y, salvo que las
circunstancias lo impidan, la diligencia podrá ser video-grabada con estricto
respeto a la dignidad de la persona.

Por último es la obligación del Juez de la causa para calificar la detención del
inculpado que le es puesto a su disposición por el agente del Ministerio Público,
deriva de una reforma al artículo 16 de la Constitución General de la República,
según decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación, el tres de
septiembre de mil novecientos noventa y tres, el cual entró en vigor al día
siguiente, que entre otras cosas señala:

En casos de urgencia o flagrancia, el Juez que reciba la consignación del


detenido deberá inmediatamente ratificar la detención o decretar la libertad con
las reservas de ley”.

De lo anterior, se colige que el juzgador, al recibir la consignación respectiva, debe


apreciar si la detención de la persona fue de manera flagrante o dentro de los
casos de urgencia que la ley establece y de ser así, tendrá que precisar a qué
indiciado o indiciados se refiere, qué ilícito o ilícitos se imputan, en qué consistió
la flagrancia, o en su caso la urgencia, así como las pruebas con las que se
acredite lo anterior, para estar en aptitud de ratificar la detención, toda vez que
será esta decisión la que restringirá la libertad personal del indiciado hasta en
tanto se resuelva su situación jurídica.

De esta manera se insiste, que de conformidad con lo dispuesto por el artículo


16 dieciséis constitucional el juez tiene la obligación de calificar la detención del
inculpado puesto a su disposición, ya que el juzgador, al recibir la consignación
respectiva, debe apreciar si la detención de la persona ordenada por el
ministerio público reúne los requisitos que prevé la ley como casos de
Urgencia debiendo analizar las pruebas que acredite los requisitos para el caso
de Urgencia y de esta manera estar en aptitud de ratificar la detención, toda vez
que será esta decisión la que restringirá la libertad personal del indiciado hasta en
tanto se resuelva su situación jurídica.

En caso que la detención se efectúe en cumplimiento de una orden judicial, con


independencia de que se ponga a la persona a la disposición del órgano
jurisdiccional deberá informar de manera inmediata al agente del Ministerio
Público de la Federación adscrito al órgano jurisdiccional emisor del ordenamiento,
con la finalidad de que instruya lo que en Derecho proceda, dejando constancia de
tales circunstancias en el registro de la detención.

Asimismo, se deberá presentar al detenido en el centro de reclusión


correspondiente con la orden de aprehensión respectiva.
TAREA 7
LOPEZ ORTEGA LAZARO IGNACIO
D. PROCESAL PENAL II

LA PRUEBA EN EL SISTEMA DE JUSTICIA PENAL ACUSATORIO ORAL

La prueba es sin duda el método más eficaz para llegar a la verdad, es una
especie de garantía para el gobierno de que la autoridad encargada de administrar
la justicia no tomara una determinación injusta.

La reforma constitucional en materia de seguridad pública y justicia penal de 18 de


junio de 2008 contiene dos cambios importantes en materia de prueba penal. Por
una parte, se redujeron los parámetros probatorios que deberá cubrir el Ministerio
Público para poder obtener la vinculación a proceso y, por otra parte se determina
que solo será prueba lo que se desahogue durante la audiencia de juicio oral, la
que servirá de base al juez para dictar su sentencia.

En su sentido más amplio, se puede afirmar que prueba es todo aquel indicio que
nos sirve para demostrar determinado hecho, para sustentar una mentira o una
verdad. En un sentido más legal, la prueba es todo aquello que nos permite dentro
de un proceso, descubrir la verdad procesal; es decir, es todo aquello que permite
a los litigantes verificar las proposiciones de hecho que hacen. Entonces se podría
concordar que es toda actividad procesal encaminada a la demostración de la
existencia de un hecho o acto de su inexistencia.

Por otra parte el artículo 374 del Código Procesal Penal nos define a la prueba
como: todo conocimiento cierto o probable sobre un hecho, que ingrese a un
proceso en una audiencia prevista en este Código, conforme a las reglas que
regulen esa audiencia.

Puede entonces pues para establecer la naturaleza de la prueba como tal en el


proceso penal acusatorio, que su base en la primera etapa del mismo en los
actos de investigación que son aquellos que realizan tanto las partes
intervinientes como la policía misma como auxiliadora del Ministerio Público en la
indagación de todo hecho puesto a su conocimiento. Estos tendrán como fin el
obtener elementos de prueba que el ministerio Público podrá utilizar para realizar
algunas pretensiones antes el juez y que se utilizaran en la resolución de las
mismas pretensiones, estas pretensiones podrían ser una resolución de termino
constitucional, una medida cautelar, etc. Los representantes del Ministerio Público
promoverán y dirigirán la investigación, y podrán realizar por sí mismos o
encomendar a la policía todas las diligencias de investigación que consideren
conducentes al esclarecimiento de los hechos. Dentro de las veinticuatro horas
siguientes el Ministerio Público procederá a realizar aquellas diligencias útiles y
pertinentes para llegar al esclarecimiento de los hechos. Entonces pues puede
decirse que los actos de investigación serán la antesala de las pruebas que serán
rendidas de manera formal y publica ante el Tribunal de Juicio oral para así lograr
una sentencia favorable para la parte que las oferta.

Principios Rectores de la Prueba, los principios de la prueba establecen las bases


rectoras del debate dentro del nuevo Proceso Penal Acusatorio Adversarial, De su
contenido y alcance definidos constitucional y legalmente depende la satisfacción
plena de las garantías del defendido y la realización del derecho sustancial.

Para referirnos a dichos principios que rigen a la Prueba Penal es de vital


importancia dar una referencia sobre lo que se refiere cada uno de estos
principios.

a) Principio Acusatorio.

Es sin lugar a dudas el Principio mas importante y trascendente del Procedimiento


Adversarial, desde el punto de vista probatorio, este principio nos indica de
manera mas que clara la obligación que tiene el Ministerio Publico, de demostrar
tanto la existencia de la comisión de un hecho tipificado por la ley penal como
delito, así como la probable participación del imputado en relación con el hecho
aludido.

Cabe mencionar que la carga de la prueba estará siempre a cargo del Ministerio
Público ya que el imputado durante todo el proceso deberá de ser considerado y
tratado como inocente en relación a las acusaciones manifestadas por el
Ministerio Público, siendo de esta manera que el imputado no será quien deba de
probar su inocencia como lo era en el Procedimiento antecesor al ahora
implementado por la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en su
artículo 20, permitiendo de igual manera tanto a la defensa como al imputado
conocer e intervenir en la investigación de los hechos.

b) Principio de Contradicción.

Este principio se encuentra adherido al derecho que tienen las partes de defender
sus pretensiones e intereses y que consiste básicamente en poder contradecir
cualquier prueba u alegato ofrecido por la parte contraria, siendo que si alguna de
las partes no esta de acuerdo con las manifestaciones expresadas por la
contraparte puede evidenciar dicha situación y de esta manera restar credibilidad
probatoria a dichas manifestaciones.

c) Oralidad e inmediación.

Este Principio se refiere esencialmente, en cuanto a la Oralidad, a que todo lo que


las partes hagan en una audiencia, así como todas las decisiones que sean
tomadas por el juez deberán de ser externadas de manera verbal[9], puesto que la
palabra hablada es la manifestación natural y originaria del pensamiento
humano. Cabe destacar que como en toda regla existe la excepción, existen
pruebas que podrán ser incorporadas mediante la lectura, o en el caso de los
testigos que no hablen el idioma español, será el traductor quien mediante la
lectura de las traducciones realizadas del idioma hablado por el testigo,
incorporara las preguntas realizadas o los testimonios rendidos.

En los sistemas acusatorios, la prueba suele producirse por medio de la


inmediación, lo que consiste, en que los sujetos procesales y primordialmente el
órgano jurisdiccional tengan un conocimiento inmediato, directo y simultaneo de la
prueba, para su debate. Este principio regirá toda la actividad probatoria ya que es
vital para la relación entre la prueba y el Tribunal de Juicio Oral.

d) Concentración.

Este principio permite llevar a cabo el desahogo, debate y contradicción de las


pruebas tanto de cargo como de descargo en una sola audiencia, misma que solo
podrá ser suspendida en los casos a los que se refiere el artículo 365 del Código
Procesal Penal.

Este principio es tan importante que si la audiencia llegara a suspenderse por un


plazo mayor l marcado por el Código de Procedimientos Penales, que consta de
diez días corridos, el proceso se considerara interrumpido y se deberá de realizar
desde el principio, declarándose como nulo todo lo actuado. El fin de que se
realice el mayor desahogo de pruebas y actuaciones en general en un menor
número de audiencias a parte de la economía procesal es el mantener presente
en las mentes de los intervinientes las pruebas desahogadas para así poder
realizar mejores alegato y poder convencer al juez.
e) Principio de Libre Valoración de La Prueba

La libertad de la prueba se sustenta en la regla de que todo se puede probar y por


cualquier medio, salvo las prohibiciones y limitaciones que nacen de la
Constitución, y el respeto de los derechos de las personas que se consagran. En
el sistema acusatorio adversarial el juez que conozca de la causa, tendrá la
libertad de dar valor probatorio a la pruebas que le sean desahogadas siempre y
cuando esto sea de acuerdo a la ley, esto se realizara en una audiencia en la que
se dictara una resolución. Esto es, en mi opinión la mejor manera para la
valoración de una prueba, pues es solamente el juez quien una vez que a tenido
ante sus sentidos las pruebas ofertadas por las partes, decidirá el sentido que
cada prueba tendrá dentro de sus resolución.

f) Principio in dubio pro reo.

En un principio, en virtud del cual, el tribunal si tiene duda no puede condenar


al acusado por un hecho criminal. Pertenece al momento de la valoración
probatoria y a la duda racional sobre los elementos objetivos y subjetivos que
integran el tipo. Como tiene dicho la jurisprudencia, este principio sólo entra en
juego cuando, efectivamente practicada la prueba, ésta no ha desvirtuado
la presunción de inocencia o, dicho de otra manera la aplicación del referido
principio se excluye cuando el órgano judicial no ha tenido duda alguna sobre el
carácter incriminatorio de las pruebas practicadas.

Objeto de la Prueba

El objeto de la prueba es aquello que puede ser probado, aquello sobre lo cual
puede o debe recaer la prueba.

En el proceso penal, la prueba debe de recaer sobre los hechos que son objeto de
la imputación, sobre la posible participación del imputado, y demás circunstancias
relevantes, ya sea para justificarlas o desvirtuarlas.

Por el contrario no son objeto de prueba las máximas de la experiencia, las leyes
naturales, las normas jurídicas vigentes, la cosa juzgada, lo imposible y lo notorio.
Por lo que se consideraran como medios de prueba inadmisibles los siguientes:

- Los impertinentes, o sea aquellos que pretenden debatir hechos que no son
objetos de proceso.
- Los que giren en torno a hechos públicos: por lo que se consideraran como
hechos públicos aquellos publicados por los medios de comunicación.

- Los que giren en torno a hechos notorios: serán hechos notorios los hechos cuyo
conocimiento forma parte de la cultura normal de determinado grupo social, estos
serán ciertos e indiscutibles ya que forman parte de la historia, las leyes naturales,
la ciencia o la vida pública actual.

- Los obtenidos por medios ilícitos.

Todo delito, tiene que sustentarse en pruebas, sea de la naturaleza que sean, ya
que de no existir, jurídica y técnicamente, no existe razón para formular una
imputación penal; esto salvo raras excepciones, en que no se requiere más que la
declaración de las víctimas, caso concreto, los delitos relativos a la libertad sexual,
como por ejemplo, violación.

LA ACTIVIDAD PROBATORIA

La actividad probatoria corresponde al conjunto de actos destinados a obtener


la incorporación de los elementos de prueba al proceso, que se desarrolla en
cuatro momentos denominados proposición, admisión, rendición y valoración.

a) Proposición.

La fase de Proposición de la Prueba se da por regla general durante la fase


intermedia del Procedimiento Penal, ya que durante esta fase el Ministerio Público
presentara su escrito de acusación y así mismo señalara los medios de prueba de
los que se valdrá durante el juicio.

La fase de proposición es sumamente importante, porque a través de ella se


garantiza adecuadamente el derecho de defensa, en cuanto éste comprende el
derecho a conocer el contenido de la imputación y los antecedentes que la
fundan. Esto se ve reafirmado con la obligación que tiene el Ministerio Público de
dejar los antecedentes de Investigación al alcance de las partes, al dejar todos los
antecedentes de investigación recabados en el juzgado. Esta fase de proposición
es muy importante puesto que de esa manera de evitara la oferta de pruebas
sorpresa durante la audiencia de juicio, asegurando equidad y juego limpio
durante el juicio.
b) Admisión

La fase de admisión de pruebas se realizara en la audiencia de preparación de


juicio oral ante el juez de garantías, misma que iniciara con un debate sobre la
admisibilidad de las pruebas ofertadas, lo cual concluirá con la resolución de
apertura a juicio oral, que dará pie al inicio de la etapa de juicio.

c) Rendición

Por regla general en cuanto a la rendición de pruebas que servirán como base a la
sentencia, aunque suele darse la excepción a esta regla por medio de la Prueba
anticipada. Existen excepciones en las que es necesaria la producción de prueba
antes de la celebración de la audiencia de juicio oral, como cuando exista
imposibilidad física o psíquica de quien deba declarar.

d) Valoración

En esta fase se lleva a acabo la valoración crítica por parte del Tribunal de las
pruebas rendidas durante la audiencia de Juicio Oral, tanto por parte del Ministerio
Público como por parte de la defensa, y que le servirá para tomar una
determinación sobre los hechos controvertidos.

Cabe destacar que solo se valoraran las pruebas ofrecidas durante la audiencia de
juicio oral así como los acuerdos probatorios tomados por las partes durante la
audiencia intermedia, lo cual asegurara una resolución justa de acuerdo al
carácter adversarial del proceso.

VALORACION DE LA PRUEBA

Este es el momento culminante del desarrollo procesal, en el cual el órgano


jurisdiccional debe hacer un análisis crítico, razonado, sobre el valor acreditarte
que los elementos probatorios introducidos tengan. Sin embargo en el nuevo
proceso penal también son las partes quienes tendrán la posibilidad de valorar la
prueba durante la secuela del procedimiento para tomar la decisión sobre si la
misma será producida o no.

Al contrario del sistema procesal anterior, el juzgador cuenta con la libertad


probatoria otorgada por el legislador en el artículo 22 y 378. La valoración
probatoria se puede realizar, conforme a las reglas de la sana critica que son:
a) La lógica. Es la concepción a la que llega el juez por concepción natural.

b) Conocimientos Científicos. son los avances que en materia de conocimiento a


logrado el hombre y que sirven para ayudar a entender al juez ciertos hechos.

c) Las Máximas de la Experiencia. son los conocimientos o razonamientos del


juez, y que son producto de su madurez como profesionista o como persona.

El juez siempre sebe de estar atento durante la realización del juicio a fin de que al
momento de valorar las pruebas pueda utilizar la sana critica ya que el juez puede
valorar la prueba con total libertad usando su raciocinio, siempre y cuando sus
resoluciones sean coherentes, no debe de dejar pasar por alto que deben de estar
debidamente fundadas y motivadas.

EFECTOS DE LA PRUEBA.

Las pruebas rendidas en un juicio van dirigidas a descubrir y fundamentar las


peticiones del oferente

Conforme se va desarrollando el juicio la prueba va teniendo diferentes efectos


sobre el ánimo del juez que podrían sintetizar de la manera siguiente:

a) Verdad. Las pruebas nos debe arrojar la verdad procesal, sino que también
sirven para fundamentar la verdad que servirá al juez para fundamentar la
determinación que dará fin al litigio presentado.

b) La Certeza. La verdad es algo que se encuentra fuera del conocimiento del juez
por lo que cuando el juzgador a llegado a ella por medio del juicio oral se dice que
el mismo a llegado a una certeza jurídica.

De igual manera el juez puede llegar a algunos pensamientos distintos a la verdad


y a la certeza, cuando se encuentra frente a Procesos de gran dificultad, o de gran
importancia social, estos son:

a) La Duda. Es un momento en el que el juez se encuentra indeciso sobre la


verdad que revelan las pruebas por lo que no se encuentra en una lucidez total
para poder tomar una decisión final.

b) Probabilidad. Que se dará cuando los hechos positivos prevalecen por sobre de
los negativos.
Las pruebas también suelen tener diferentes efectos dependiendo de la etapa del
procedimiento en el que se encuentren.

a) En el inicio. Cuando se recibe la noticia criminal se requerirá solo la afirmación


de los hechos solo por parte de los interesados.

b) Al momento de resolver la situación jurídica del imputado. El juzgador tiene que


llegar a cierto grado de conocimiento de los hechos para de esta manera si llega a
un grado de improbabilidad de los hechos dicta un auto de no sujeción a proceso y
si llega a tener una mayor probabilidad de los hechos vincular al activo a proceso.

c) En la etapa de juicio oral. El juzgador debe tener una claridad sobre los hechos
para así poder dictar ya sea una sentencia condenatoria u absolutoria.

LOS MEDIOS DE LA PRUEBA

Los medios probatorios son los elementos que en un sistema jurídico se


consideran idóneos para producir certeza en el juzgador. Cabe señalar que los
medios de prueba en el sistema acusatorio adversarial solo van dirigidos a
persuadir la decisión del juez, el fin de los medios de prueba es ingresar al juicio
para ser conocidos por el juez y fundar su sentencia en contra o en favor del
imputado, estos deben de seguir ciertas pautas que se encuentran dentro del
artículo 374 del Código Procesal Penal, que a la letra dice:

Los elementos de prueba sólo tendrán valor si han sido obtenidos por un medio
lícito e incorporados al proceso conforme a las disposiciones de este Código.

El Código Procesal Penal marca algunas pruebas que pueden ser producidas solo
por algunas partes intervinientes en especial, mas sin embargo, podrán probarse
los hechos y circunstancias de interés para la solución correcta del caso, por
cualquier medio de prueba permitido, salvo prohibición expresa de la ley. Así
serán pruebas: la testimonial, pericial, material, inspección , reconstrucción de
hechos.
TAREA 8
LOPEZ ORTEGA LAZARO IGNACIO
D. PROCESAL PENAL II

RECURSO DE APELACION

Manifiesta el autor Barragán Salvatierra, en relación con el recurso de apelación,


que el significado de este concepto es:
Apelar deriva del latín appelare, cuyo significado es invocar, referirse a cierta cosa
particular, para predisponerle a conceder algo que se le pide; y de la
Palabra apellatio, que significa llamamiento o reclamación.
Colín Sánchez opina que es un medio de impugnación ordinario a través del cual
el Ministerio Público, procesado, acusado o sentenciado, defensor, víctima u
ofendido manifiestan su inconformidad con la resolución judicial que se les ha
dado a conocer, con ello origina que un tribunal distinto y de superior jerarquía,
previo estudio de los que se consideran agravios, dicte nueva resolución judicial.
Para a Rivera Silva es un recurso ordinario y devolutivo en virtud del cual un
tribunal de segunda instancia confirma, revoca o modifica una resolución
impugnada.
Hernández Pliego señala que el recurso de apelación es un recurso ordinario que
otorga la ley en contra de las resoluciones que expresamente establece, tramitado
y resuelto por el superior jerárquico de la autoridad que emitió la resolución
recurrida y cuyo objeto es examinar la legalidad de ella, con el propósito de
determinar si no se aplicó la ley correspondiente o se aplicó de manera inexacta;
si se violaron los principios reguladores de la valoración de la prueba; si se
alteraron los hechos o no se fundó o motivó correctamente, para en su caso
confirmarla, modificarla o revocarla.
Atendiendo a los criterios de los diversos autores señalados por Barragán
Salvatierra, éste hace referencia a los diferentes elementos que conforman la
definición de Rivera Silva como sigue:
En primer lugar, se visualiza en la resolución impugnada la existencia de dos
autoridades (judex a quo y judex ad quem): la presencia de estas dos
autoridades, la que dictó la resolución recurrida y la que resolverá el recurso, ésta
ha de ser una nueva autoridad o superior al a quo, a fin de que el estudio pueda
ser más imparcial y correcto, lo que hace pensar que es necesario un criterio
nuevo, para que sin prejuicio revise la resolución impugnada y pueda aplicar
adecuadamente la ley al resolver.
En segundo lugar, se observa que la resolución recurrida debe ser revisada: en
este punto existen tres tendencias respecto a que en la segunda instancia se debe
revisar en su totalidad la resolución recurrida (doctrina de la irrestricción), o bien,
únicamente la revisión debe restringirse al estudio de los agravios señalados y no
debe exigirse una revisión oficiosa de toda la resolución (sistema de
encuadramiento estricto). Por último, una mixta que consiste en adoptar el sistema
de irrestricción en todo lo que favorezca al reo, y el encuadramiento estricto en lo
que atañe a la apelación interpuesta por el Ministerio Público.
La tercera tendencia es, la determinación en la que se confirma, revoca o modifica
la resolución recurrida: en el estudio de las características generales del recurso
de apelación, cabe señalar que no constituye otro proceso. En todo caso es una
prolongación o continuación del mismo proceso, en el cual existe una relación
entre el juez a quo, que dictó la resolución impugnada y el juez ad quem, que
resolverá el recurso; lo cual impide o descarta por inútil toda repetición de las
actuaciones practicadas. No hay ninguna necesidad de una fase instructora en la
apelación. Todas las determinaciones y pruebas, aun del procedimiento de juicio
acumulados por el anterior, pasan a ser, ipso facto, sin necesidad de promoción o
reproducción, pruebas de la segunda instancia para la resolución del recurso
referido.
Así lo anterior, el recurso de apelación, solamente puede interponerse en contra
de resoluciones que no admitan ulterior recurso dictadas en la etapa inicial o
intermedia por el juez de control o en resoluciones definitivas dictadas como
resultado de la audiencia de debate, siempre y que las mismas causen al
recurrente un agravio a sus intereses jurídicos o patrimoniales, lo cual se hará en
los términos y con las formalidades que establece la ley.
Resoluciones apelables dictadas por un juez de control
El CODIGO NACIONAL DE PROCEDIMIENTOS PENALES, en su dispositivo 467,
establece específicamente las resoluciones del juez de control que se consideran
de mero trámite, mismas que pueden ser apelables, a saber:
I.- Las que nieguen el anticipo de prueba;
II.- Las que nieguen la posibilidad de celebrar acuerdos reparatorios o no los
ratifiquen;
III.- La negativa o cancelación de orden de aprehensión;
IV.- La negativa de orden de cateo;
V.- Las que se pronuncien sobre las providencias precautorias o medidas
cautelares;
VI.- Las que pongan término al procedimiento o lo suspendan;
VII.- El auto que resuelve la vinculación del imputado a proceso;
VIII.- Las que concedan, nieguen o revoquen la suspensión condicional del
proceso;
IX.- La negativa de abrir el procedimiento abreviado;
X.- La sentencia definitiva dictada en el procedimiento abreviado, o
XI.- Las que excluyan algún medio de prueba.
Resoluciones apelables dictadas por un juez o tribunal de juicio oral
Las resoluciones que pueden ser impugnadas con el recurso de apelación,
dictadas en la audiencia de debate o con motivo de ésta, son las que tienen
carácter definitivo, siendo las siguientes:
I.-Que versen sobre el desistimiento de la acción penal emitida por el Ministerio
Público;
II.-Que la sentencia definitiva en relación a aquellas consideraciones contenidas
en la misma, distintas a la valoración de la prueba siempre y cuando no
comprometan el principio de inmediación, o bien, aquellos actos que impliquen
una violación grave del debido proceso.
Término para interponer el recurso de apelación
En vista de que es obligación de las partes, sobre todo del defensor del imputado
y del Ministerio Público, el estar presente en las audiencias del proceso, si a
alguno de ellos causa agravio una resolución dictada, de inmediato deberán
interponer el recurso de apelación en contra de la resolución judicial que desean
impugnar, de esta manera, las partes podrán solicitar copia del registro de audio y
video de la audiencia, en la que se haya dictado la resolución, sin perjuicio de
obtener una copia de la versión escrita que se emita en los términos establecidos
en la ley.
Casos de inadmisibilidad del recurso
Los casos en que se debe declarar la inadmisibilidad del recurso de apelación,
están tasados por la ley, ordenando que el Tribunal ad quem, declare inadmisible
el recurso cuando:
I.- Haya sido interpuesto fuera del plazo;
II.- Se deduzca en contra de resolución que no sea impugnable por medio de
apelación;
III.- Lo interponga persona no legitimada para ello, o
IV.- El escrito de interposición carezca de fundamentos de agravio o de peticiones
concretas.
Trámite ante el a quo del recurso de apelación
Cuando se trate del recurso de apelación contra las resoluciones del Juez de
control, el mismo se interpondrá por escrito ante el propio Juez que dictó la
resolución, lo cual se hará dentro de los tres días siguientes, contados a partir del
en que surta efectos la notificación, si la actuación judicial fuere auto o de
cualquiera otra providencia, y será dentro de cinco días si la resolución dictada
fuere sentencia definitiva.
Si la apelación se tratare en casos sobre desistimiento de la acción penal por el
Ministerio Público, aquella se interpondrá ante el Tribunal de enjuiciamiento que
dictó la resolución, lo cual se hará, dentro de los tres días siguientes contados a
partir del en que surta efectos la notificación. Las apelaciones en contra de las
sentencias definitivas dictadas por el Tribunal de enjuiciamiento, se interpondrán
ante el Tribunal que conoció del juicio, dentro de los diez días siguientes a la
notificación de la resolución impugnada, lo que se hará por escrito en el que se
precise las disposiciones violadas y los motivos de agravio que le hubiere causado
al recurrente.
En ocurso mediante el cual se interponga el recurso de apelación, deberá indicar
el domicilio que autoriza para oír y recibir notificaciones o autorizar el medio para
ser notificado; en el supuesto de que el Tribunal de alzada competente, para
conocer de la apelación, tenga su sede en un lugar distinto al del proceso, las
partes deberán señalar un nuevo domicilio dentro de la jurisdicción de aquél, a fin
de que en él reciban las notificaciones o en su caso indicarán el medio para
recibirlas.
Los agravios que la resolución impugnada le haya infligido al apelante, deberán
expresarse en el referido escrito de interposición del recurso; el recurrente,
exhibirá una copia del libelo de interposición de la apelación para el registro, más
una copia para cada una de las demás partes. En el supuesto de faltar copias del
escrito de apelación, todas o sólo algunas, se ordenará al recurrente para que
presente las omitidas dentro del término de veinticuatro horas. Si no lo hiciere, el
Órgano jurisdiccional las tramitará en su lugar y le impondrá al promovente, una
multa de diez a ciento cincuenta días de salario, excepto cuando éste sea el
imputado o la víctima u ofendido.
Admitido el recurso, por el tribunal ad quem, éste ordenará se corra traslado con el
mismo a las partes, a fin de que manifiesten lo que a su derecho convenga dentro
del plazo de tres días, en relación con los agravios expuestos y señalen domicilio
para oír y recibir notificaciones o los medios para recibirlas.
La nueva ley autoriza a las partes para que al interponer el recurso de apelación,
al contestarlo o al adherirse a él, los interesados puedan manifestar en su escrito
su deseo de exponer oralmente alegatos aclaratorios sobre los agravios ante el
Tribunal de alzada.
Efectos producidos con la interposición del recurso de apelación
Por regla general la interposición del recurso de apelación no suspende la
ejecución de la resolución judicial impugnada, sin embargo, como excepción a la
regla, en los casos de apelación contra la exclusión de pruebas, la interposición
del recurso, surte el efecto inmediato de suspender el plazo para el envío del auto
de apertura de juicio, al juez o Tribunal de enjuiciamiento, en espera de la
resolución que emita el Tribunal de alzada correspondiente.
Derecho de adhesión al recurso interpuesto
Quien tenga derecho a recurrir podrá adherirse, dentro del término de tres días
contados a partir de recibido el traslado, al recurso interpuesto por cualquiera de
las otras partes, siempre que cumpla con los demás requisitos formales de
interposición. Quien se adhiera podrá formular agravios. Sobre la adhesión se
correrá traslado a las demás partes en un término de tres días.
Trámite ante el ad quem del recurso de apelación
Una vez concluidos los plazos que la ley otorga a las partes para la sustanciación
del recurso de apelación, el a quo debe remitir al ad quem los registros
correspondientes sobre los que deba conocer y resolver.
Tan pronto como reciba el tribunal de alzada los registros con el recurso de
apelación, el mismo se pronunciará de plano sobre la admisión o inadmisibilidad
del recurso.
En los casos en los que al interponerse el recurso de apelación, o al contestarlo o
al adherirse a él, alguno de los interesados manifiesta en su escrito el deseo para
exponer oralmente alegatos aclaratorios sobre los agravios, o bien, cuando el
Tribunal de alzada así lo estime pertinente, éste señalará lugar y fecha para la
celebración de la audiencia, la cual tendrá verificativo dentro de los cinco y quince
días después de concluido el término para la adhesión.
El Tribunal Superior, en caso de que las partes soliciten exponer oralmente
alegatos aclaratorios o en caso de considerarlo pertinente, citará a audiencia de
alegatos para la celebración de la audiencia para que las partes expongan
oralmente sus alegatos aclaratorios sobre agravios, la que deberá tener lugar
dentro de los cinco días después de admitido el recurso. Artículos 474, 475 y 476
del CODIGO NACIONAL DE PREOCEDIMIENTOS PENALES
El día y hora señalados para que tenga verificativo la audiencia a la que fueron
citadas las partes, el ad quem la declarará abierta y concederá la palabra a la
parte recurrente para que exponga sus alegatos aclaratorios sobre los agravios
manifestados por escrito, sin que se le permita plantear nuevos conceptos de
agravio.
El Tribunal de alzada, durante la audiencia, tiene la facultad de solicitar cuantas
aclaraciones sean necesarias a las partes, relacionadas con las cuestiones
planteadas en sus escritos.
El órgano jurisdiccional ad quem, al concluir la audiencia podrá dictar oralmente
sentencia que resuelva de plano el recurso de apelación, o bien, podrá hacerlo por
escrito dentro de los tres días siguientes a la celebración de la misma.
La resolución que dicte el tribunal de alzada, confirmará, modificará o revocará la
resolución impugnada, o bien ordenará la reposición del acto que dio lugar a la
impugnación.
Si fuere el caso de que la apelación verse sobre la exclusión de pruebas, el
Tribunal de alzada requerirá el auto de apertura al Juez de control, para que en su
caso se incluya el medio o medios de prueba indebidamente excluidos, y hecho lo
anterior lo remita al Tribunal de enjuiciamiento competente.
Efectos de la apelación
En los casos en que el recurrente haya interpuesto el recurso de apelación,
alegando en sus agravios violaciones graves al debido proceso, la finalidad del
recurso, será la de examinar que la sentencia se haya emitido en base a un
proceso sin violaciones a los derechos de las partes y el Tribunal de alzada,
determinará, ordenar la reposición de actos procesales en los que se hayan
violado derechos fundamentales, de ser procedente y si resulta estrictamente
necesario.
En el supuesto de que la interposición del recurso de apelación haya sido por
violaciones graves al debido proceso, el recurrente no podrá después invocar
nuevas causales de reposición del procedimiento; sin embargo, si se tratare de
violaciones a derechos fundamentales del sentenciado, el Tribunal de alzada,
podrá hacer valer y repararlos de oficio, en beneficio del mismo.
El Código Nacional de Procedimientos Penales, establece específicamente las
causas por las que procede la reposición del procedimiento como sigue:
I.- Cuando en la tramitación de la audiencia de juicio oral o en el dictado de la
sentencia se hubieren infringido derechos fundamentales asegurados por la
Constitución, las leyes que de ella emanen y los Tratados;
II.- Cuando no se desahoguen las pruebas que fueron admitidas legalmente, o no
se desahoguen conforme a las disposiciones previstas en este Código;
III.- Cuando si se hubiere violado el derecho de defensa adecuada o de
contradicción siempre y cuando trascienda en la valoración del Tribunal de
enjuiciamiento y que cause perjuicio;
IV.- Cuando la audiencia del juicio hubiere tenido lugar en ausencia de alguna de
las personas cuya presencia continuada se exija bajo sanción de nulidad;
V.- Cuando en el juicio oral hubieren sido violadas las disposiciones establecidas
por este Código sobre publicidad, oralidad y concentración del juicio, siempre que
se vulneren derechos de las partes, o
VI.- Cuando la sentencia hubiere sido pronunciada por un Tribunal de
enjuiciamiento incompetente o que, en los términos de este Código, no garantice
su imparcialidad.
En dichas hipótesis, el Tribunal de alzada deberá resolver conforme a las
particularidades de cada caso, de ser procedente, ordenar la reposición total o
parcial del juicio.
En su caso, de haberse ordenado la reposición total de la audiencia de debate de
juicio oral, ésta deberá realizarse íntegramente ante un Tribunal de enjuiciamiento
distinto, a fin de conservar el imperativo constitucional – Artículo 20 Apartado A,
fracción IV- de que el juicio se celebrará ante un juez o tribunal que no haya
conocido del caso previamente.
Si el tribunal de alzada, en su caso ordenó solamente la reposición parcial, el
mismo determinará de ser posible su realización ante el mismo Órgano
jurisdiccional u otro distinto, siempre tomando como base la garantía de la
inmediación y el principio de objetividad del Órgano jurisdiccional, establecidos en
las fracciones II y IV del Apartado A del dispositivo constitucional citado y
el ARTICULO 9 DE CNPP.
Como un imperativo legal para el Tribunal de alzada, lo es las disposiciones de ley
en materia de nulidades, ya que los actos judiciales o del Ministerio Público,
realizados con violación de los derechos fundamentales son nulos de pleno
derecho, por ello, el órgano jurisdiccional tiene la obligación de declarar su nulidad
de oficio o a petición de parte en cualquier momento del procedimiento, ya que los
mismos no son susceptibles de ser saneados ni convalidados, como si lo serían si
fueren de diferente naturaleza.
La ley ordena que en ningún caso haya reposición del procedimiento, cuando la
lesión o el agravio se fundamenten solamente en la inobservancia de derechos
procesales, pero que no vulneren derechos fundamentales o que no trasciendan a
la sentencia.
Modificación o revocación de la rentencia y pruebas ante el ad quem
Por imperativo de ley, si será causa de nulidad de la sentencia, si en la misma se
prevé transgresión a una norma de fondo, que implique una violación a un derecho
fundamental.
En esos casos, el Tribunal de alzada podrá modificar o revocar la resolución
impugnada. Sin embargo, si con ello se compromete el principio de inmediación
que menciona la referida ART. 20 CPEUM APARTADO A
Cuando el recurrente interponga un recurso de apelación, el cual tenga por
fundamento defectos en el proceso y haya de discutirse en el tribunal de alzada, la
forma en que fue llevado a cabo un acto, en el mismo escrito de impugnación
podrá ofrecer medios de prueba, en contraposición a lo señalado en las
actuaciones, en el acta o registros del debate, o en la sentencia.
Igualmente se le admitirá la prueba propuesta por el imputado o en su favor,
incluso relacionada con la determinación de los hechos que se discuten, cuando
sea indispensable para sustentar el agravio que se formula.
Asimismo, las partes podrán ofrecer medios de prueba esenciales para resolver el
fondo del reclamo, cuando los citados medios tengan el carácter de superveniente.
Reconocimiento de inocencia del sentenciado
Uno de los beneficios de las reformas constitucionales en materia penal de 2008,
con motivo del nuevo sistema de justicia procesal penal, es el reconocimiento de
que una persona que en un proceso fue encontrada culpable y sentenciada a
determinado tiempo en prisión, sobre la cual se detecta posteriormente su
inocencia real, establece la nueva ley procesal penal, el reconocimiento de su
inocencia a fin de que la misma sea puesta en libertad.
Como litigantes podemos dar testimonio de casos de sentenciados que han
resultado inocentes a la postre, con el agravante de que las leyes nada indicaban
en relación con el tratamiento que se les debía dar en esos reos, de manera que
los mismos pasaban todavía varios meses privados de su libertad, hasta que el
órgano jurisdiccional encontraba algún subterfugio legal para ponerlos en libertad.
Dispone el reconocimiento de inocencia del sentenciado o anulación de la
sentencia; en la fracción IV y VIII, del citado ordenamiento legal, el perdón de la
persona ofendida en los delitos de querella o por cualquier otro acto equivalente y
la supresión del tipo penal respectivamente.

Se observa, en la especie, que en supuestos casos de encontrarse inocente al reo


sentenciado, para ser puesto en libertad solamente pasarán horas o días, puesto
que incluso el beneficio se le extiende a su favor en las hipótesis de que al estar
purgando una sentencia, el tipo penal por el cual fue condenado, al quedar
suprimido por una nueva ley, se ordene ponerlo en libertad, o bien, en el caso de
obtener del ofendido por el delito, el perdón o por cualquier otro acto equivalente,
condicionado a que se trate de los delitos que se tramitan por querella.
Dispone la ley, que el reconocimiento de inocencia de un sentenciado, procede
cuando después de dictada la sentencia aparezcan pruebas con las cuales se
justifique en forma plena, que no existió el delito por el que se le dictó la condena,
o que existiendo este, el sentenciado no participó en su comisión, o bien cuando
se desacrediten formalmente, en sentencia irrevocable, las pruebas que
fundamentaron la condena.
Anulación de sentencia ejecutoria
El numeral 487 del CNPP, establece que la anulación de la sentencia ejecutoria
procederá en los casos siguientes:
I.- Cuando el sentenciado hubiere sido condenado por los mismos hechos en
juicios diversos, en cuyo caso se anulará la segunda sentencia, y
II.- Cuando una ley se derogue, o se modifique el tipo penal o en su caso, la pena
por la que se dictó sentencia o la sanción impuesta, procediendo a aplicar la más
favorable al sentenciado.
En el primer caso, es evidente la medida, puesto que un acusado no debería ser
sentenciado dos veces por el mismo delito, refiriéndonos a los hechos que le
dieron sustento, en cambio en el segundo caso, se observa la supresión o
modificación del tipo penal.
Solicitud y trámite de inocencia y anulación de sentencia
Una vez que un sentenciado considere tener derecho a obtener su libertad con
motivo de un reconocimiento de su inocencia, o bien, modificación o anulación de
su sentencia, y cuenta con elementos suficientes para ello, por si o por conducto
de un profesional del derecho, podrá concurrir por escrito al Tribunal de alzada
competente para conocer del recurso de apelación; donde le expondrá
detalladamente los motivos en que funda su petición, acompañando a su solicitud
las pruebas con que cuente para justificar su dicho u ofrecerá exhibirlas en la
audiencia que para tal efecto habrá de celebrarse.
En el supuesto que las pruebas con las que el sentenciado pretende justificar la
solicitud, no las tenga en su poder, pero existen en determinados archivos, que
por el lugar el mismo ni sus allegados puedan obtener, deberá indicar el lugar
donde se encuentren y solicitar al Tribunal de alzada que por su conducto sean
recabadas.
El profesional del derecho, que el sentenciado designará desde que presente su
solicitud, deberá estar titulado y con cédula profesional, a fin de que se le declare
su defensor en ese procedimiento; de no hacerlo así el sentenciado, o si no puede
pagar un defensor de su peculio, conforme a la ley, el Tribunal de alzada le
nombrará un Defensor público.
Cuando el tribunal de alzada ha recibido de un sentenciado, una solicitud de
reconocimiento de inocencia, modificación o anulación de sentencia, ordenará que
se le envíen de inmediato, los registros del proceso al juzgado de origen o a la
oficina en que se encuentren y, en el supuesto de que el promovente se haya
comprometido a exhibir las pruebas, se le otorgará un plazo no mayor de diez días
para su recepción.
Recibidos los registros y, en su caso las pruebas del promovente, el Tribunal de
alzada citará al órgano de procuración de justicia, al sentenciado y a su Defensor
designado, también lo hará a la víctima u ofendido por el delito conjuntamente con
su Asesor jurídico si lo tuviere o se le designare, a una audiencia que se celebrará
dentro de los cinco días siguientes al recibo de los registros y de las pruebas. En
dicha audiencia, se desahogarán las pruebas ofrecidas por el solicitante y se
escuchará a éste y al Ministerio Público, para que cada uno produzca sus alegatos
de ley.
Concluida la audiencia, el Tribunal de alzada, dentro de los siguientes cinco días
después de formulados los alegatos dictará sentencia. En caso de que se declare
acreditada la solicitud de reconocimiento de inocencia o modificación de
sentencia, el Tribunal de alzada resolverá anular la sentencia impugnada y dará
aviso al Tribunal de enjuiciamiento que condenó, para que haga la anotación
correspondiente en resolución que conserva y ordenará que publique una síntesis
del fallo en los estrados del Tribunal; asimismo, informará de esta resolución a la
autoridad competente encargada de la ejecución de penas, para que en su caso
sin más trámite, ponga en libertad absoluta al sentenciado y haga cesar todos los
efectos de la sentencia anulada.

Indemnización en casos de reconocimiento de inocencia


En el supuesto de que a un sentenciado previa su solicitud conforme a la ley, el
tribunal de alzada resuelva el reconocimiento de su inocencia, en dicha resolución
se resolverá también de oficio, la indemnización que le corresponda al declarado
inocente, en términos de las disposiciones legales aplicables. La indemnización
sólo de manera exclusiva podrá decretarse a favor del beneficiario o de sus
herederos, según el caso.

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