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RESUMEN
Se evalúa las curvas de interacción P-M usadas en el diseño de columnas de concreto reforzado. Se
analiza el modelo bloque rectangular de esfuerzos de: ACI 318-05, Ozbakkaloglu y Saatcioglu (2004),
Tan y Nguyen (2004), Bae y Bayrak (2003), Ibrahim y MacGregor (1997), Li et al. (1994), Azizinamini
et al. (1994), CAN 3-A23.3-M94 (Código Canadiense 1994) y NZS 3101-1994 (estándar Nueva Zelandés
1995), también los modelos no lineales de esfuerzo-deformación de Hognestad (1964), Collins (1993), y
el modelo unificado de esfuerzo-deformación para el núcleo confinado de Mander et al. (1984), para
columnas circulares y rectangulares, reforzadas con espiral y estribos. Se evalúa también el método
unificado de reducción de ACI 318-05 comparando con el método de reducción de resistencia de ACI
318-99.
ABSTRACT
An evaluation of the P-M interaction diagrams for reinforced concrete columns is presented. The
rectangular stress block proposed by ACI 318-05 is contrasted with models by Ozbakkaloglu and
Saatcioglu (2004), Tan and Nguyen (2004), Bae and Bayrak (2003), Ibrahim and MacGregor (1997), Li
et al. (1994), Azizinamini et al. (1994), CAN 3-A23.3-M94 (Canadian Code 1994) y NZS 3101-1994
(New Zealand Standard 1995), as well as no linear stress-strain models by Hognestad Hognestad (1964),
Collins et al. (1993), and the unified model for stress-strain for confined concrete proponed by Mander et
al. (1984) for rectangular and spirally reinforced circular columns. A comparison is also made of the
unified design method proposed by ACI 318-05 with ACI 318-99.
INTRODUCCIÓN
La intención del presente proyecto es comprobar contra datos experimentales, la exactitud en la
estimación de la capacidad de la columna que provee el modelo del ACI 318-05, partiendo desde
concretos de resistencia normal hasta de alta resistencia; también verificar y comparar entre los diversos
modelos de diseño y de cálculo que se ha propuesto a nivel internacional para este mismo fin,
permitiéndose tener un mejor conocimiento sobre las características y la exactitud de predicción que
provee estos modelos para el concreto reforzado sometido a esfuerzos de flexo-compresión. Se evalúan
las curvas de interacción P-M construidas con base en el modelo de bloque rectangular equivalente de
esfuerzos, y con modelos propuestos por otros investigadores contra datos experimentales. Se evalúa
desde la resistencia normal hasta la alta resistencia, para secciones transversales circulares y
rectangulares, para refuerzos transversales en espiral y en aros, y para distintas razones de refuerzo; para
1
Escuela de Ingeniería Civil, Universidad de Costa Rica
al final hacer una síntesis respecto a todos los modelos, y dar recomendaciones sobre las posibles mejoras
o modificaciones que podrían ser implementados en los modelos
MARCO TEÓRICO
El concreto es muy resistente a la compresión pero muy débil a la tracción. Como resultado, la aplicación
de cargas, los cambios de temperatura o la contracción restringida en el concreto simple pueden dar paso
a esfuerzos de tracción que sobrepasan su resistencia, produciéndose grietas. Al añadir refuerzos de acero
distribuidos geométricamente dentro de la matriz de concreto simple, lo convierte en “concreto
reforzado” y las barras de acero serán los responsables para sobrellevar los esfuerzos de tracción que el
concreto no es capaz de resistir. Por ejemplo, en una viga de concreto reforzado (Figura 2-1), se colocan
barras de acero dentro del concreto de tal forma que las fuerzas de tracción necesarias para lograr el
equilibrio de momento después del agrietamiento del concreto es provisto por las barras.
Figura 2-2. Curvas típicas esfuerzo-deformación unitarias para barras de refuerzo de acero, ref. 1.
Las dos características numéricas diagrama esfuerzo-deformación de acero que son de principal interés
para el diseño son su esfuerzo de cedencia σy, y su módulo de elasticidad Es. Este último es prácticamente
el mismo para todos los aceros de refuerzo y según lo que especifica en el artículo 8.5.2 del ACI 318-05,
el módulo de elasticidad para el acero de refuerzo no preesforzado se considera como 200 GPa
mucho más brusca que el concreto de resistencia normal, y por lo tanto, es aún más frágil el concreto de
alta resistencia.
Figura 2-3. Curvas de esfuerzo-deformación típicas para concreto cargado en compresión uniaxial, ref. 9.
La parte de concreto de las columnas o las vigas que está siendo sometido al esfuerzo de compresión
generalmente están envueltas dentro de aros o espirales. Las columnas con aros pueden ser cuadradas,
rectangulares, en forma de L, o circulares, etc; y al tipo de columna en el cual los aros son reemplazados
por una barra doblada en forma de espiral y con un paso de 3,5 cm a 8,5 cm, se le denomina columna
helicoidal.
Para regiones sísmicas, estos refuerzos transversales están distribuidos de una forma muy densa en las
columnas. Cuando el elemento es cargado y la sección de éste expande radialmente debido al efecto de
Poisson y al microagrietamiento, hace que los aros o espirales se elongan en tracción y ejerzan un
esfuerzo de compresión o de confinamiento sobre el núcleo de concreto confinado, esto es, la parte de
concreto que se encuentra dentro del refuerzo transversal.
Figura 2-4. Curvas de esfuerzo-deformación axial de pruebas de compresión triaxial sobre cilindros de concreto,
resistencia no confinada del concreto f’c = 25,2 MPa, ref. 9.
En una columna helicoidal, el núcleo de concreto se encuentra en un estado triaxial de esfuerzos debido
al confinamiento que genera la espiral, y la capacidad del concreto en este caso es justamente lo que
predice la ecuación (2.2), lo que implica un gran incremento de ductilidad y su resistencia. Sin embargo,
para columnas en regiones no-sísmicas, el espaciamiento entre aros es aproximadamente igual al ancho
de la columna, y como resultado de esto, los aros no proveen casi ningún confinamiento lateral al
concreto del núcelo.
constante k del criterio de falla de Mohr-Coulomb, para CAR con niveles de confinamientos bajos (σ3/f’c
< 0,2) se acerca a 5 en vez del valor convencional de 4.1.
Sin embargo, este incremento del valor de k no puede ser extrapolado para altos niveles de confinamiento
ya que Ansari y Li (1998) encontraron que para nivles de confinamiento muy altos (confinamiento σ3/f’c
hasta 1,0), el valor de mejor ajuste de k ha llegado a ser tan bajo como 2,6.
Figura 2-6. Curvas de esfuerzo-deformación axial de pruebas de compresión triaxial.Resistencia no confinada del
concreto, f’c = 41,9 MPa, ref. 6.
Se ha demostrado también que la deformación axial en el esfuerzo pico tiene una fuerte relación lineal
con el nivel de confinamiento. Este resultado se puede apreciar en la figura 2-7.
Figura 2-7. Regresión de la deformación axial en el esfuerzo pico contra el nivel de confinamiento.Donde εlu es la
deformación axial en el esfuerzo pico en la compresión triaxial y εcu es la deformación axial en el esfuerzo pico pero
en la compresión uniaxial, ref. 6.
de la pasta, reduciendo así su módulo de elasticidad y su resistencia. Este factor es tomado en cuenta en el
cálculo de Ec a través de expresarlo como una función de f’c. Pero también existe otros factores que afecta
al Ec tales como el tamaño y la forma del especímen de prueba, el grado de humedad del concreto en el
momento de la prueba, la velocidad de carga y el método empleado para la obtención de las
deformaciones.
El módulo de elasticidad del concreto se calcula según la indicación en el código ACI 318-05, artículo
8.5.1:
Para concretos de peso normal, con una densidad de w = 2 400 kg/m3, en el artículo 8.5.1 de ACI 318-05
recomienda calcular el módulo de elasticidad según:
Las dos ecuaciones usan el sistema internacional de unidades SI y por lo tanto, el valor calculado de Ec
tiene unidad de MPa. Sin embargo, ACI no especifica para qué rango de f’c esta ecuación da una
estimación aceptable.
Respecto al módulo de elasticidad para CAR, Freyne, Russell, Bush y Hale en un trabajo de investigación
de comparación de diferentes cementos de concreto de alto desempeño publicado en el año 2004 señala
que la ecuación (2.4) es válida sólo para concreto con f’c hasta 41 MPa (6000 psi), para resistencias
mayores la ecuación subestima el módulo de elasticidad del concreto.
Rashid et al. (2002) han publicado una nueva ecuación para la estimación del módulo de elasticidad
tomando en cuenta el efecto del tamaño del especímen y también el efecto del tipo de agregado grueso el
cual tiene un efecto relevante sobre Ec. La ecuación es lo siguiente:
Los valores de β para cada tipo de agregado son calculados según la información proporcionada en la
Cuadro 2-1.
Figura 2-8. Curvas de esfuerzo-deformación para concreto normal y la determinación del módulo de elasticidad Ec
según ACI, ref. 25.
Cuadro 2-1 Coeficientes de agregado grueso para la predicción de Ec, ref. 11.
Coeficiente β para agregado grueso
Agregado Grueso
Valor Medio Desviación estándar
Diabasa 0,92 0,033
Dolomita 1,11 0,041
Granito 1,07 0,060
Grava 0,89 0,140
Caliza 1,00 0,114
Cuarcita 1,06 0,074
Arenisca 0,78 0,052
El factor k1 es la razón de la media del esfuerzo sobre el área de la compresión, respecto al máximo
esfuerzo de compresivo. k2 es la razón de, la distancia entre la fibra extrema de compresión y la resultante
de la fuerza del bloque de esfuerzos, respecto a la distancia entre esa fibra extrema y el eje neutro. k3 es la
razón del máximo esfuerzo compresivo a la resistencia a compresión del cilindro. Estos parámetros son
ilustrados en la figura 2-11.
Figura 2-11. Parámetros del bloque de esfuerzos del concreto, ref. 21.
Estas tres relaciones del bloque de esfuerzos k1, k2 y k3 pueden ser expresados por medio de las siguientes
ecuaciones a los dos parámetros del bloque de esfuerzos rectangular equivalente α1 y β1:
β1 = 2 k2 (2.7)
α1 β1 = k1 k3 (2.8)
Estos dos parámetros α1 y β1 fueron derivados por Mattock, Kriz y Hognestad basados en pruebas de
especimenes en forma “C” con resistencias de concreto hasta un máximo de 52,5 MPa. El parámetro
α1=0,85 ha sido incorporado al código ACI desde 1963, y el parámetro β1 fue revisado y definido
posteriormente para estar conforme con los resultados experimentales de CAR. Los valores para estos dos
parámetro α1 y β1 pueden ser expresados en las siguientes expresiones:
De esta forma, la multiplicación de α1·f’c da el esfuerzo (la altura) de un bloque equivalente de esfuerzos.
La profundidad de este bloque (a lo largo de la altura de la sección) es β1·c, donde c es la profundidad del
eje neutro desde la fibra extrema de compresión. Y por lo tanto, para una sección rectangular, la fuerza
sería C =α1·β1·f’C·b·c, y el brazo de palanca estaría ubicado a la mitad de la altura del bloque.
Para cargas concéntricas, ACI propone la siguiente ecuación:
Sin embargo, esta resistencia expresada en la ecuación (2.11) normalmente no puede ser alcanzada en una
estructura porque casi siempre habrá momentos presentes, y esto llevará a una reducción en la capacidad
de carga axial. Además, cualquier desalineación de columnas de piso a piso, o del refuerzo de acero
también trae como resultado momentos no balanceados.
Por lo tanto, Ozbakkaloglu y Saatcioglu (2004) propusieron un nuevo modelo de bloque rectangular de
esfuerzos para CAR con resistencia máxima hasta 120 MPa basándose en un modelo analítico para la
relación esfuerzo-deformación del concreto y una base de datos experimentales de 145 columnas de CAR
probados bajo diferentes niveles de carga axial.
Primer factor a tomar en cuenta es el desprendimiento prematuro del recubrimiento antes de que se
llegara a desarrollar la deformación esperada para el aplastamiento de la fibra extrema de compresión. Y
este desprendimiento prematuro de recubrimiento resulta en una pérdida de la capacidad de la sección,
especialmente cuando el núcleo no cuenta con suficiente confinamiento como para compensar esa
pérdida.
La razón de área del núcleo (área encerrada dentro de la línea centro del refuerzo transversal) entre el área
bruta (Ac/Ag) es introducido para tomar en cuenta este hecho, y es de esperar que la pérdida de resistencia
en CAR es función tanto de f’c como de la razón Ac/Ag. Así que un multiplicador k4 es creado y se calcula
de la siguiente forma:
AC
k4 = γ + (1 − γ ) ≤ 0,95 (2.12)
Ag
γ = 1,1 − 0,007 f 'C ≤ 0.8 (2.13)
f’CO = k3 k4 f’C ,
donde k3 = 0,90 y (2.14)
f’CO = la resistencia in situ de concreto en el elemento.
Sin embargo, una limitación para este modelo es que, el fenómeno de desprendimiento de recubrimiento
también está en función del espesor del recubrimiento, mientras más espesor tenga el recubrimiento,
mayor será su estabilidad. Esta es la razón por la cual el efecto de desprendimiento prematuro de
recubrimiento ha llegado a una situación tan alarmante para pruebas de columnas de pequeña escala.
Puesto que resulta muy difícil fallar columnas a escala real fabricadas con un concreto de ultra alta
resistencia y bajo cargas concéntricas. Según los investigadores, no existe datos disponible de este tipo de
prueba. Por lo tanto, pareciera que estas columnas con recubrimiento de gran espesor no va a
experimentar el desprendimiento prematuro de recubrimiento como ocurre en aquellos casos de columnas
a escala reducida. En este caso, con el factor introducido por la ecuación (2.12) resultaría en valores muy
conservadores. Por lo tanto, como recomendación de los investigadores, hasta que los datos
experimentales llegaran a estar disponibles, estas ecuaciones pueden ser usadas, pero la razón Ac/Ag
nunca debe ser menor que 0,6.
Las columnas sometidas a esfuerzos de compresión y tracción pueden desarrollar doble curvatura o
curvatura simple. En cualquiera de estos dos casos, el lado susceptible al desprendimiento de
recubrimiento es el lado cóncavo; la curvatura del recubrimiento tiende a pandearse hacia el núcleo y será
restringido por este último, como consecuencia de esto, es muy poco probable que el desprendimiento o
el pandeo del recubrimiento ocurra en columnas bajo flexión. Por lo tanto, el factor k4 especificado en la
ecuación (2.12) llegará a ser 1,0 para columnas cargadas excéntricamente.
Luego, la relación esfuerzo-deformación propuesta por Popovics (1973) y modificado por Razvi y
Saatcioglu fue usado para resistencias entre 30 MPa hasta 120 MPa para encontrar la deformación última
en la fibra extrema de compresión εcu. El resultado puede ser resumido en la figura 2-12 y en la ecuación
(2.16):
0,0036 ≤ ε u = 0,0036 − ( f 'C −30 ) × 10 −5 ≤ 0,0027 (2.16)
Figura 2-12. Deformación última en la fibra extrema de compresión para flexión, afectada por la resistencia del
concreto, ref. 22.
Lo que esta ecuación toma en cuenta es la naturaleza frágil del CAR después de haber alcanzado el
esfuerzo pico, y por lo tanto, el εcu cambia desde 0,0036 para concretos de 30 MPa hasta 0,0027 para
concretos de 120 MPa. Sin embargo, los investigadores han encontrado que el uso de esta variación de εcu
in fluye muy poco en el cálculo de la capacidad de la sección, por lo tanto, un εcu = 0,003 igualmente
puede ser usado para cualquier resistencia de concreto.
Por último, para los valores de α1 y β1 fueron derivados por Ozbakkaloglu y Saatcioglu:
Para las ecuaciones (2.17) y (2.18), las unidades de f’c son en MPa.
concreto simple o concreto reforzado con bajos niveles de razón de refuerzo transversal. Según los
autores, de los datos existentes, solo hay 4 columnas bien confinadas con una razón volumétrica de
refuerzo lateral mayor que 0,012. Además, a pesar de que fueron bastantes columnas falladas con una
excentricidad constante, sólo se tuvo una columna fallada concéntricamente de Ibrahim y MacGregor
para proveer los parámetros de bloque de esfuerzos para CAR, todo esto se suma a las limitaciones de
este trabajo.
La falla de las columnas cargadas concéntricamente es muy frágil, muy poca deformación se presentó
después del esfuerzo máximo. Al contrario, los especímenes bien confinados muestran un
comportamiento bastante dúctil. En general, la parte ascendente es similar para el concreto simple y para
el concreto reforzado, pero el gradiente de esta parte para especímenes de CAR son más escarpados que
los especímenes de concreto normal.
Los investigadores observaron que todos los especímenes probados con una excentricidad constante
fallaron en el modo de compresión, es decir, el aplastamiento del concreto en el lado de compresión antes
de que el acero llegara a fluir. El aplastamiento del recubrimiento de concreto produce un descenso corto
pero brusco en el inicio de la parte descendente del diagrama σ-ε tal como se puede observar en la figura
2-14; sin embargo, aún teniendo una razón volumétrica de refuerzo transversal de 0,024, no se presentó el
segundo máximo de esfuerzos en la curva σ-ε en ningún especímen.
Figura 2-14. Carga normalizada contra máxima deformación en compresión para columnas bajo cargas excéntricas,
ref. 21.
Tan y Nguyen verificaron la validez del modelo del código de ACI usando los 354 columnas de concreto
simple y reforzado. Resultó que ACI sobreestimó la capacidad de 155 columnas, es decir, un 44% del
número total de las columnas. Los porcentajes de diferencia entre datos experimentales y los estimados
por ACI se presenta en la figura 2-15. Así que los investigadores propusieron un nuevo modelo de diseño
tomando en cuenta que si se definiera un valor de β1 menor, aumentaría el brazo de palanca del bloque en
compresión y por lo tanto, tiende a sobreestimar la capacidad de momento. Por lo tanto, se decidieron que
el parámetro β1 debe ser lo más ajustado posible a los valores experimentales y no escoger límites
inferiores o superiores.
Teniendo como base un análisis de regresión de los datos experimentales con una resistencia hasta 102
MPa, esto debido a que datos con resistencia mayor muestra otra tendencia, los autores sugieren una
única ecuación lineal suficientemente representativa para α1 y β1:
Para concretos con resistencia a la compresión mayor que 100 MPa, los valores de α1 y β1 deben ser
tomados igual a 0,7. Pero se recomienda más estudios para concretos con resistencia superior a este valor.
Figura 2-15. Comparación entre las capacidades experimentales y las que predice el modelo bloque rectangular de
esfuerzos de ACI, ref. 21.
Los porcentajes de error usando el nuevo modelo se muestra en la figura 2-16. Con el uso de este nuevo
modelo, de las 155 columnas se pasó a 90 columnas (25% de todas las columnas) con el valor de
resistencia menor a lo predicho por el modelo.
Figura 2-16. Comparación entre las capacidades experimentales y las que predice el modelo bloque rectangular de
esfuerzos de Tan y Nguyen, ref. 21.
conservadores para columnas de CAR, y esto se atribuye principalmente al desprendimiento temprano del
recubrimiento en columnas de CAR.
Bayrak (1999) también reportó que la deformación en la que ocurre el desprendimiento del recubrimiento
se da entre 0,0022 y 0,0032 para las 24 columnas de CAR bien confinadas (56 MPa < f’c < 112 MPa)
probadas. Inclusive, este reporte señaló que este fenómeno de desprendimiento de recubrimiento ocurrió
en deformaciones menores que 0,003 en 21 de los 24 columnas probadas. Esta es la razón por la cual Bae
y Bayrak se enfocaron totalmente a estudiar el efecto de este fenómeno en la reducción de resistencia de
CAR.
Según la investigación realizada por los autores, la pérdida del recubrimiento de concreto antes de
alcanzar la capacidad teórica de la columna es un problema muy peculiar que ocurre sólo con columnas
de CAR. Lo anterior porque, a pesar de que se pueden apreciar ciertos daños en el recubrimiento de
concreto de resistencia normal en deformaciones cercanas a la deformación correspondiente a la carga
máxima, ya sea con carga concéntrica o con carga excéntrica, el recubrimiento no se separa
inmediatamente del núcleo. Investigadores como Sheikh y Uzumeri (1980) sugerieron que el
recubrimiento sigue tomando cargas después de que el esfuerzo pico de compresión ha sido alcanzado.
Este hecho puede ser debido a que el recubrimiento en concretos de resistencia normal soporta poca carga
comparado con el recubrimiento de CAR.
Las investigaciones señalan que la pérdida repentina del recubrimiento resulta en una pérdida de 10% a
15% de la capacidad, en este punto, investigaciones experimentales han señalado que para resistencia de
concreto mayor que 80 MPa, el segundo pico alcanzado debido al esfuerzo de confinamiento es
aproximadamente igual o ligeramente menor que el primer pico alcanzado, y debido a esta observación,
se recomienda que la capacidad máxima de una columna debe ser calculada en el punto A mostrado en la
figura 2-17. En este punto, el esfuerzo de confinamiento que actúa sobre el núcleo de concreto aún es
muy bajo, así que, éste puede ser omitido sin incurrir en gran error, y por lo tanto, la resistencia de la
columna en el justo momento en que ocurre el desprendimiento del recubrimiento puede ser determinado
usando la curva σ-ε del concreto inconfinado.
Bae y Bayrak introdujeron dos parámetros de reducción para tomar en cuenta la disminución en la fuerza
axial o en el momento flector debido al desprendimiento prematuro del recubrimiento:
donde P2,5 es la resistencia máxima axial hasta εdesprendimiento = 0,0025 (Ver figura 2-17); y M2,5 es el
momento máximo hasta εdesprendimiento = 0,0025. P y M son las fuerzas correspondientes a la capacidad sin
considerar el desprendimiento prematuro del recubrimiento.
Se realizaron estudios paramétricos basados en columnas cuadradas para evaluar la influencia del espesor
del recubrimiento, el tamaño de la sección, la cantidad y la distribución del refuerzo longitudinal, la
resistencia del concreto y el nivel de carga axial en los parámetros γ1 y γ2.
Respecto al efecto del espesor de recubrimiento se concluyó que para espesores muy pequeños de
recubrimiento, los dos parámetros de reducción tienden a disminuir conforme el espesor del
recubrimiento aumenta. Sin embargo, en el rango práctico de espesor de recubrimiento (t/H = 0,05 –
0,15), tanto γ1 como γ2 son casi constantes. Es importante señalar que γ1 y γ2 disminuyen conforme se
incrementa la resistencia del concreto, también es un hecho que para columnas de CAR con cargas
axiales mayores, la reducción en la capacidad de momento debido al desprendimiento del recubrimiento
es más significativo que aquellas con cargas axiales menores.
Por otro lado, tanto el tamaño de la sección, como la cantidad y la distribución del refuerzo longitudinal
mostraron influencias insignificantes sobre los parámetros de reducción, así que al final, se concluye que
γ1 y γ2 están sólo en función de la resistencia del concreto, y por lo tanto, las ecuaciones de reducción
quedaron en la siguiente forma:
1
γ1 = 1− ( f 'C −80) para f’C ≥ 80 MPa
300 (2.20)
γ 1 = 1 para f’C < 80 MPa
1 ⎛ P*⎞
γ 2 = 1− ⎜ ⎟( f 'C −55) , y por lo tanto,
106 ⎜⎝ PO ⎟⎠
1 ⎛ P ⎞ (2.21)
γ 2 = 1− γ 1 ⎜⎜ ⎟⎟( f ' C −55) para f’C ≥ 55 MPa
106 ⎝ PO ⎠
γ 2 = 1 para f’C < 55 MPa
De las ecuaciones se puede observar que la resistencia del concreto es el factor principal que afecta al
parámetro de reducción de fuerza axial; mientras que el parámetro reductor en el momento es una función
tanto de la resistencia de concreto como de la fuerza axial.
Tanto la fuerza axial P como el momento flector M pueden ser calculados usando la especificación del
ACI 318-05, y la capacidad nominal se obtiene aplicando parámetros de reducción sobre P y M en la
siguiente forma:
P* = γ 1 × P (2.22)
M* = γ 2 ×M (2.23)
Figura 2-18. Curva de interacción P-M generado por el código ACI y el método propuesto por Bae y Bayrak, ref.
20.
Las modificaciones propuestas por los investigadores se evaluaron contra 224 datos experimentales
reportados en la literatura, y todas las columnas en su mayoría son de sección rectangular y de tamaño
normal. Los resultados son resumidos en la figura 2-19.
Observando la figura 2-19 se puede notar que, usando ACI 318-05, hay un incremento en la
sobreestimación progresiva de la capacidad de momento conforme la resistencia de concreto aumenta.
Este resultado que no ocurre en el concreto de resistencia normal pero sí para CAR se atribuye al
fenómeno de desprendimiento prematuro del recubrimiento. Con las modificaciones propuestas por los
investigadores, se logra una estimación más exacta de la capacidad de las columnas.
Figura 2-19. Exactitud en la predicción de la capacidad de momento basado en el código ACI, Ibrahim y
MacGregor, y el modelo de Bae y Bayrak, ref. 20.
Ibrahim y MacGregor seleccionaron el valor de β1 como un valor promedio de los datos experimentales
en vez de tomar el límite inferior de los datos como lo que se hizo en el ACI. Esto debido a que para
valores de β1 muy pequeños, el brazo de palanca del bloque de compresión respecto a la sección es
excesivamente largo lo que tiende a sobreestimar la capacidad de momento. Esto se mostró especialmente
significativo para columnas falladas con una razón de excentricidad de la carga aplicada respecto a la
altura de la sección transversal menor que 0,3, según los investigadores. Por lo tanto, Ibrahim y
MacGregor propusieron para β1 lo siguiente:
Por otro lado, el parámetro α1 es derivado para proveer un límite inferior conservador para los datos
experimentales sobre k3. Los investigadores recomendaron lo siguiente para α1:
α1 = 0,85 − f 'C / 800 ≥ 0,725 (2.25)
En el trabajo de investigación que realizaron Bae y Bayrak (2003), el modelo de Ibrahim y MacGregor
también fue evaluado, y los resultados son resumidos en la figura 2-19.
CAN 3-A23.3-M94 (Código Canadiense 1994) 0,85 − 0,0015 f 'C ≥ 0,67 0,95 − 0,0025 f 'C ≥ 0,67
Los parámetros del bloque rectangular de esfuezos sugeridos por Ibrahim y MacGregor (1997) es
bastante similar al del Código Canadiense CAN 3-A23.3-M94 (Asociación de Estándares Canadiense
1994), sólo difieren en el valor mínimo especificado para α1 y β1.
Aunque las recomendaciones dadas por los diferentes investigadores son considerablemente diferentes,
sus influencias en el diagrama de interacción P-M para niveles de carga axial bajo (P < Pbalanceada), en
realidad, es sumamente bajo. Este hecho es ilustrado en la figura 2-20, en que se muestra la influencia de
los parámetros del bloque de esfuerzos en la curva de interacción P-M de una sección cuadrada con
refuerzos longitudinales uniformemente distribuidos a lo largo de los cuatro lados de la sección.
En la figura 2-20, la curva de interacción para α1=0,75 también es mostrado para propósitos de
comparación, y el cambio en el parámetro α1 tiene mayor influencia en la curva de interacción que el
cambio en β1. Se puede apreciar en la figura que el cambio del β1 resulta en la reducción de la resistencia
en el rango desde P = 0,3Po a 0,7Po.
Figura 2-20. Influencia de los parámetros del bloque rectangular de esfuerzos en la curva de interacción, ref. 20.
εc n
σ c = k 3 f 'c (2.26)
ε ' c n − 1 + (ε c / ε ' c ) nk
donde
10
k 3 = 0,6 + ≤ 0,85 (2.27)
f 'c
f' n
ε 'c = c (2.28)
Ec n − 1
f'
n = 0,8 + c (2.29)
17
k = 0,67 +
f 'c
62
(
k = 1 para ε c / ε 'c ≤ 1 ) (2.30)
Es importante señalar que la ecuación (2.26) fue propuesto originalmente por Tomaszewicz (1984) y
Thorenfeldt et al. (1987), modificada por Collins et al. (1993), y la ecuación (2.31) fue propuesta por
Carrasquillo et al. (1981). Este modelo es aplicable a un amplio rango de resistencia de concreto. Para
resistencias hasta 112 MPa, este modelo ofrece una muy buena aproximación al comportamiento
experimental medido sobre cilindros de CAR probados por Bayrak (1999). Un ejemplo de este modelo se
muestra en la figura 2-21, donde f’c es igual a 21 MPa.
Figura 2-21. Curva esfuerzo-deformación del modelo de Collins con f’c = 21 MPa.
Para usar este modelo en la generación de la curva de interacción, se pueden usar las suposiciones del
artículo 10.2 del código ACI, y definiendo la máxima deformación unitaria en la fibra extrema de
compresión. Si se utilizara la suposición del artículo 10.2.3. de ACI (εcu = 0,003), el diagrama σ-ε y el
área para ser tomado en cuenta en los cálculos correspondería a la parte sombreada limitada por la línea
vertical (lo que representa εcu = 0,003) mostrada en la figura 2-21.
Aunque son muchas ecuaciones las que componen este modelo, en realidad, f’c es el único dato de
entrada para alimentar el modelo. Una particularidad de este modelo, es que conforme f’c aumenta, la
deformación correspondiente al esfuerzo pico también se desplaza hacia la derecha del gráfico, esto
implica que para el concreto inconfinado, a mayores resistencias de concreto, la deformación alcanzada
también es mayor, acompañada de un incremento en el módulo elástico y el esfuerzo pico alcanzado.
Para f’c = 105 MPa, el esfuerzo pico corresponde justamente a la deformación unitaria de 0,003, y para f’c
≥ 105 MPa, la relación σ-ε se convertiría prácticamente en una distribución triangular de esfuerzos, tal
como se muestra en la figura 2-22.
80
70
60
Esfuerzo (MPa)
50
40
30
20
10
0
0.000 0.001 0.002 0.003 0.004 0.005 0.006 0.007
Deformacion (mm/mm)
Figura 2-22. Curva esfuerzo-deformación del modelo de Collins et al. (1993) con f’c = 110 MPa.
Un buen confinamiento en el núcleo de concreto es esencial para que una columna tenga una razonable
capacidad rotacional plástica, esto para que una columna pueda mantener su resistencia a flexión aún en
grandes curvaturas. Este principio es la consideración más importante en el diseño sísmico, y las
normativas sísmicas exigen que las columnas de concreto reforzado tengan suficiente refuerzo transversal
para permitir la formación de la rótula plástica y por lo tanto, asegurar que la redistribución de momentos
pueda ocurrir evitando el colapso de la estructura.
En general, mientras más alta sea la carga axial en la columna, mayor es la cantidad de refuerzo de
confinamiento necesario para alcanzar la ductilidad deseada. Esto es debido a que una mayor carga axial
implica un eje neutro de mayor profundidad, lo cual implica que la capacidad en flexión de la columna,
en este caso, tiene una dependencia mayor sobre la contribución de la distribución de esfuerzos de
compresión en el concreto.
Por supuesto que, al carecer de una información completa concerniente a la curva esfuerzo-deformación
del concreto confinado, no es posible realizar el análisis de momento-curvatura para determinar la
ductilidad disponible de las columnas con diferentes densidades de refuerzos transversales y distribuidos
de diferentes formas.
Dado esta necesidad, Mander et al. (1984) propuso un modelo unificado de esfuerzo-deformación para el
concreto confinado aplicable tanto para sección circular como para sección rectangular; para
configuraciones de refuerzo transversal de aros o espirales; bajo cargas estáticas o dinámicas, y que sean
cargadas monotónicamente o cíclicamente. El modelo está apoyado sobre 40 pruebas experimentales de
columnas de concreto reforzado de tamaño real, circular y rectangular, y de diferentes formas de refuerzo
transversal, bajo cargas axiales concéntricas cíclicas o monotónicas, y con diferentes velocidades de
carga. En la referencia 23 se presentan las ecuaciones de referentes a la curva σ-ε del concreto confinado
para cargas de compresión monotónica que son las que se evaluarán en este trabajo.
MARCO METODOLÓGICO
El método de cálculo numérico para obtener la fuerza de compresión del concreto y su correspondiente
momento respecto al centroide de la sección, es muy similar a los cálculos para las capas i de acero
explicado anteriormente, la diferencia única consta de que, ahora es la parte de concreto en compresión la
que se divide en n franjas, cada franja con una altura Δh lo suficientemente pequeña como para dar una
buena aproximación al integral. Esto es ilustrado en la figura 3-6. Así que, teniendo definido εcu
correspondiente a cada modelo, se procede de la misma forma, a calcular primero la profundidad del eje
neutro usando la ecuación (3.1); y luego, usando la ecuación (3.2) pero variándole un poco la
nomenclatura usada para referirse a las franjas de concreto, se obtiene que:
⎛ c − d ci ⎞
ε ci = ⎜ ⎟ε cu (3.19)
⎝ c ⎠
donde εci y dci son, respectivamente, las deformaciones de la franja i-ésima de concreto, y la
“profundidad” de la franja, que se mide a la mitad de Δh.
Figura 3-6. Método numérico para el cálculo de la fuerza y el momento de compresión del concreto.
Una vez que se conoce el valor de εci de la franja de concreto, se puede evaluar el valor del esfuerzo
correspondiente usando las funciones matemáticas que expresan la relación σ-ε:
f ci = f (ε ci ) (3.20)
donde f (ε ci ) es la función de la curva σ-ε según lo que se define en los diferentes modelos.
Teniendo el valor del esfuerzo ubicado a la mitad de la franja, la fuerza que corresponde a la franja puede
ser calculada simplemente multiplicando el esfuerzo por el área; para una sección rectangular, esto es:
Fci = f ci Δh b (3.21)
En cambio, para una sección cicular, el ancho bi de las franjas varía a lo largo de la altura h tal como se
ilustra en la figura 3-7, por lo tanto, la fuerza debe ser calculada como:
⎡ ⎛ ⎛ 2d ⎞ ⎞⎤
Fci = f ci Δh ⎢h ⋅ sen⎜⎜ cos −1 ⎜1 − ci ⎟ ⎟⎟⎥ (3.22)
⎣ ⎝ ⎝ h ⎠ ⎠⎦
donde el término de la paréntisis cuadrada es la función del ancho bi que depende de la profundidad de la
franja dci.
Figura 3-7. Método numérico para el cálculo del ancho de la franja bi de la sección circular.
Mientras tanto, todos los cálculos relativos a la fuerza y el momento resultante de las capas acero se
mantienen iguales, exceptuando la ecuación (3.7b). Tal como lo que se ilustra en la figura 3-8, ahora los
esfuerzos de compresión ya no es un bloque rectangular de esfuerzos, sino es una función no lineal
dependiente de εc. Así que, la ecuación (3.7b) debe ser modificada de forma que, si c (la profundidad del
eje neutro) es mayor que di para una capa de acero en particular, La fuerza de esa capa i de acero sería:
Fsi = [ f si − f c (ε si )]Asi (3.23)
donde fc(εsi) es la función del esfuerzo del concreto evaluado con el valor de la deformación de la capa de
acero i, dado que las deformaciones son compatibles entre el acero y el concreto.
Figura 3-8. La función de esfuerzos del bloque de compresión y la fuerza en las capas de acero.
Finalmente, la capacidad de carga axial, Pn, se obtiene sumando las fuerzas correspondientes de todas las
franja de concreto desde el eje neutro hasta la fibra extrema de compresión, y las fuerzas resultantes de
las capas de acero:
Pn = ∑ Fci + ∑ Fsi (3.24)
La capacidad de momento, Mn, se obtiene sumando la multiplicación de todas las franjas de concreto por
sus respectivos brazos de palanca, más la sumatoria de los momentos de las capas de acero, respecto al
centroide de la sección:
M n = ∑ Fci (h / 2 − d ci ) + ∑ Fsi (h / 2 − d i ) (3.25)
ANÁLISIS DE RESULTADOS
Comparaciones cualitativas entre las curvas de interacción P-M de los modelos de bloque
rectangular de esfuerzos.
Para comparar cualitativamente las curvas de interacción generadas por cada modelo, se escogió como
ejemplo una sección transversal rectangular de 30cm x 30cm, con refuerzo longitudinal varillas número 6
en las cuatro esquinas de la columna, con una razón de refuerzo ρ=0,013 y refuerzo transversal con aros
varilla número 5. En total, se ha evaluado nueve modelos de bloque rectangular de esfuerzos encontrados
en las fuentes bibliográficas, los cuales son: el modelo de ACI 318-05, CAN 3-A23.3-M94 (Código
Canadiense 1994), NZS 3101-95 (Estándar de Nueva Zelanda 1995), Modelo de Ozbakkaloglu y
Saatcioglu (2004), Modelo de Tan y Nguyen (2005), Modelo de Ibrahim y MacGregor (1997), Modelo de
Li et al. (1994), Modelo de Azizinamini et al. (1994), y el modelo de Bae y Bayrak (2003).
Empezando la comparación entre estos modelos para concretos de resistencia normal, con un f’c igual a
20 MPa, los resultados se muestran en la figura A-1 del apéndice. Se puede apreciar que con un f’c igual a
20 MPa, las curvas de interacción son casi iguales teniendo al modelo de Ibrahim y MacGregor y el de
código Canadiense CSA A23.3-94 como los más conservadores del grupo. En realidad, el modelo de
Ibrahim y MacGregor tiene los mismos parámetros de α1 y β1 que el modelo CAN A23.3-94, sólo difieren
en los límites inferiores para estos parámetros, y como f’c es apenas 20 MPa, α1 y β1 son iguales para
estos dos modelos, y la razón por la cual la curva del modelo CAN A23.3-94 se extendió más hacia la
derecha en la zona anterior a la falla balanceada (donde se presenta un cambio brusco en la curva), igual
que el modelo de Ozbakkaloglu y Saatcioglu, se debe a la definición de εcu, ya que todos los modelos
exceptuando estos dos tienen a εcu definida como 0,003, mientras que CAN A23.3-94 la definió como
0,0035 y para el modelo de Ozbakkaloglu y Saatcioglu, εcu = 0,0036 para f’c < 30 MPa, así que, de esta
observación se nota que la definición del valor de εcu tiene una influencia directa en zonas de la curva
antes de la falla balanceada para concretos de resistencia normal.
Por otro lado, hay que destacar que para concretos normales, los modelos ACI 318-05, el modelo NZS
3101-95 del estándar de Nueva Zelanda, el modelo Li et al., Azizinamini et al. y el modelo de Bae y
Bayrak son prácticamente idénticos hasta un f’c aproximadamente igual a 50 MPa dependiendo del
modelo, ya que la variación en los parámetros α1 y β1 de estos modelos empiezan a trabajar hasta que f’c
supere este valor.
Si se incrementa la resistencia del concreto f’c a 40 MPa, el resultado es lo que se observa en la figura A-
2. Ya la parte sobresaliente del modelo de CSA A23.3-94 y del modelo de Ozbakkaloglu y Saatcioglu se
volvió un poco más similar a los demás debido al incremento en la resistencia del concreto. Los modelos
ACI 318-05, el modelo NZS 3101-95 del estándar de Nueva Zelanda, el modelo Li et al., Azizinamini et
al. y el modelo de Bae y Bayrak siguen dando una misma curva de interacción, el modelo CAN A23.3-94
es el modelo más conservador junto con el modelo de Ibrahim y MacGregor, pero aproximando a la falla
balanceada, Ibrahim y MacGregor sigue siendo el más conservador.
Hasta un f’c igual a 60 MPa (figura A-3), ya casi todas las curvas de los modelos se encuentran en el lado
interior del modelo de ACI 318-05; el modelo de CAN A23.3-94, junto con los modelos NZS 3101-95,
Ibrahim y MacGregor, y Tan y Nguyen son los más conservadores para este nivel de resistencia de
concreto, pero el modelo de Azizinamini et al., sigue permaneciendo en la misma curva que el modelo de
ACI 318-05. Y se puede apreciar que para la mayoría de los modelos, el punto de falla balanceada ya no
es el punto que corresponde a la máxima capacidad de momento de una columna.
Teniendo ya un f’c = 80 MPa (figura A-4), ahora el modelo de ACI 318-05 se ha alejado un poco del
“grupo” de curvas de los otros ocho modelos; y elevando f’c hasta 120 MPa (figura A-5), se observa que
el modelo de Azizinamini, el que cuando f’c=60 MPa aún es una misma curva que el modelo de ACI 318-
05, ahora se ha convertido en el modelo más conservador de todos.
Otro aspecto que se observa en las figuras, es que las curvas de los diferentes modelos difieren más en la
zona donde las cargas axiales son mayores, y en la que está próxima a la falla balanceada, y de hecho,
para un f’c menor de 60 MPa, la predicción del punto de falla balanceada de los modelos es muy similar
uno al otro; y para el nivel de carga axial menor que la carga de falla balanceada, las curvas son
prácticamente una sola. Cuando f’c llega a 80 MPa o inclusive 120 MPa, el punto de falla balanceada que
predice los modelos se desplaza hacia el interior y un poco hacia abajo, alejándose un poco respecto al
modelo de ACI 318-05, sin embargo, inmediatamente después de pasar por el punto de falla balanceada
de cada una de las curvas, rápidamente las curvas volvieron a hacerse una sola, hasta converger todas en
un mismo punto cuando la carga axial es cero. Esto es consistente con lo que se ha expuesto en el marco
teórico, las columnas de alta resistencia muestran incompatibilidad con el modelo de diseño de ACI 318-
05 sólo para cargas axiales muy altas, esto es, cargas con muy poca excentricidad, ya que para cargas
axiales bajas y momentos muy altos, el fenómeno de desprendimiento del recubrimiento no se presenta
por el efecto que ejerce la curvatura de la columna presionando al recubrimiento hacia el núcleo evitando
que éste se desprenda.
Comparaciones cualitativas entre el método de reducción de resistencia del ACI 318-99 y el método
unificado del ACI 318-05
Variando los valores de f’c, fy y razón de refuerzo ρ, se puede comparar cualitativamente el método de
reducción de resistencia del ACI 318-99 con el método unificado del ACI 318-05, y se logra visualizar
las diferencias principales que existen entre estos dos métodos cuando estos tres parámetros cambian. El
tipo de refuerzo usado como ejemplo son los aros, lo cual define un factor de reducción Φ mínimo de
0,65, según ACI 318-05; y 0,70 según ACI 318-99. Las propiedades relevantes de la sección y de los
materiales se muestran en las tablas que anteceden a los gráficos.
El segmento de la curva que va desde la falla balanceada hasta el punto de carga axial igual a cero es la
zona donde se presenta dos comportamientos completamente distintos. La curva del ACI 318-05 sigue
extendiendo hacia la derecha y luego se devuelve formando un pico, por otro lado, el pico de la curva del
ACI 318-99 más bien se forma justamente en el punto de la falla balanceada. Esta diferencia se debe
básicamente a que el factor de reducción del ACI 318-05 empieza a incrementarse una vez que la
deformación de la fibra extrema de tracción εt haya sobrepasado a εy (falla balanceada), esto significa que
el incremento se da inmediatamente desupés del punto de falla balanceada, esta es la razón por la cual la
curva del ACI 318-05 sigue extendiendo hacia la derecha. Mientras el incremento del factor de reducción
del ACI 318-99 inicia hasta que la fuerza axial sea igual a 0,10 f’cAg, punto que está muy por debajo de la
falla balanceada para este caso (f’c = 28 MPa, fy = 420 MPa, y ρ = 0,0105).
Basándose en este ejemplo, se llega a una conclusión de que, para concretos de resistencia normal y para
razones de refuerzo longitudinal bajos, el método unificado de reducción de resistencia del ACI 318-05
es menos conservador que el ACI 318-99 para cargas axiales menores que la carga de falla balanceada.
Por lo tanto, es importante poder verificar este hecho contra datos experimentales, para ver si esta nueva
forma de reducción del ACI 318-05 hace caer a los diseños en el lado inseguro o no.
Si se incrementa f’c hasta 50 MPa, o inclusive hasta 90 MPa (las figuras A-8, A-9, A-10 y A-11)
manteniendo los demás constantes, se observa que el patrón de las curvas sigue igual, sólo que con el
incremento de f’c, la distancia que hay entre el modelo ACI 318-05 y ACI 318-99 después del punto de
falla balanceada también se ve cada vez más cercana. Y este patrón de comportamiento es el mismo para
la sección circular y rectangular, sólo que la curva de interacción de sección circular comporta de una
forma más suave que la curva para la sección rectangular.
debe ser 0,9; mientras que el método del ACI 318-05 no necesariamente tiene que ser 0,9 cuando P = 0,
puesto que el factor de reducción del ACI 318-05 depende sólo del valor de εt.
La razón por la cual para ρ = 0,0413, el método de reducción de ACI 318-99 para sección circular se hizo
menos conservador es debido a que cuando la carga axial es cero, aún el factor de reducción del ACI 318-
05 aún está muy lejos de 0,9 mientras que para la versión del 99, el factor ya debe ser 0,9. Y esto no pasa
en la sección rectangular ya que ambos factores llegaron a ser 0,9 cuando la carga axial es
aproximadamente cero. Cuando ρ = 0,0601, una razón de refuerzo máximo permitido por ACI para las
columnas (6%), el método del ACI 318-05 ya es evidentemente más conservador que el del 99 tanto para
la sección circular como rectangular. Por lo tanto, aquí se demuestra que la razón de refuerzo es el único
factor que influye directamente en los métodos de reducción de resistencia, lo que queda por realizar es
verificar contra datos experimentales si estos métodos de reducción están en el lado seguro.
REFERENCIAS
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3. Comisión Permanente de Estudio y Revisión del Código Sísmico de Costa Rica 2002. Código
Sísmico de Costa Rica 2002. Editorial Tecnológica de Costa Rica. Cartago Costa Rica, 2003.
4. Comité ACI 318, Requisitos De Reglamento Para Concreto Estructural y Comentario del año 1999
(ACI 318R-99). American Concrete Institute. 1999.
5. Comité ACI 318, Requisitos De Reglamento Para Concreto Estructural y Comentario del año 2005
(ACI 318R-05). American Concrete Institute. 2005.
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strength concrete”. Journal of Materials In Civil Engineering, ASCE. Vol. 13, No. 3, Mayo-Junio
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11. Rashid, M.A., Mansur, M.A., y Paramasivam P., “Correlations between mechanical properties of
high-strength concrete”. Journal of Materials In Civil Engineering, ASCE. Vol. 14, No. 3, Mayo-
Junio 2002, pp. 230-237.
12. Mander, Priestley, N. y Park, R., “Theoretical Stress-Strain Model For Confined Concrete”. Journal
of Structural Engineering, ASCE. Vol. 114, No. 8, Agosto, 1988. pp. 1804-1826.
13. Mander, Priestley, N. y Park, R., “Observed Stress-Strain Behavior Of Confined Concrete”. Journal
of Structural Engineering, ASCE. Vol. 114, No. 8, Agosto, 1988. pp. 1827-1849.
14. Carvajal C., Marco, Estudio paramétrico del comportamiento estructural del concreto de alta
ressitencia. Trabajo Final de Graduación. Universidad de Costa Rica, 1986.
15. Jenkins Coronas, Mauricio, Resistencia y ductilidad de secciones de concreto de alta resistencia.
Trabajo Final de Graduación, Universidad de Costa Rica, 1986.
16. Miller, Johnson y Freund, Probabilidad y Estadística para Ingenieros. Prentice Hall, 1992.
18. Freyne, Seamus F., Russell, Bruce W., Bush, Thomas D., Jr., y Hale, Micah W., “Comparing
different cements in high-performance concrete”. ACI Materials Journal, Vol. 101, No. 6,
Noviembre-Diciembre 2004, pp. 435-441
19. Aragón Masís, Sergio, “Determinación del módulo de elasticidad de concretos normales y de alto
desempeño en Costa Rica”. Trabajo Final de Graduación. Universidad de Costa Rica, 2004.
20. Base, Sungjin y Bayrak, Oguzhan, “Early cover spalling in high-strength concrete columns”. Journal
of Structural Engineering, ASCE. Vol. 129, No. 3, Marzo 2003, pp. 314-323.
21. Tan, Teng-Hooi y Nguyen, Ngoc-Ba, “Flexural behavior of confined high-strength concrete
columns”. ACI Structural Journal, Vol. 102, No. 2, Marzo-Abril 2005, pp. 198-205.
22. Ozbakkaloglu, Togay y Saatcioglu, Murat, “Rectangular stress block for high-strength concrete”.
ACI Structural Journal, Vol. 101, No. 4, Julio-Agosto 2004, pp.475-482.
23. Liu, Yi-Cheng, Evaluación de curvas de interacción P-M para concretos de alta resistencia, Trabajo
Final de Graduación, Universidad de Costa Rica, 2007.
APÉNDICE
Comparaciones Cualitativas entre las curvas de interacción P-M de los modelos de bloque
rectangular de esfuerzos.
Modelo ACI 318-05
Resumen de Todos los Modelos
Modelo CSA A23.3-94
Modelo NZS 3101-95
2000 Modelo Ozbakkaloglu y Saatcioglu
Modelo Tan y Nguyen
Modelo Ibrahim y MacGregor 97
Modelo Li et al. 94
Modelo Azizinamini et al. 94
1500 Modelo Bae y Bayrak
Fuerza Axial (kN)
1000
500
0
0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100
Momento (kN-m)
Figura A-1. Comparación cualitativa de los modelos de bloque rectangular de esfuerzos para f’c = 20
MPa.
Modelo ACI 318-05
Resumen de Todos los Modelos
Modelo CSA A23.3-94
Modelo NZS 3101-95
3500 Modelo Ozbakkaloglu y Saatcioglu
Modelo Tan y Nguyen
Modelo Ibrahim y MacGregor 97
3000
Modelo Li et al. 94
Modelo Azizinamini et al. 94
Modelo Bae y Bayrak
2500
Fuerza Axial (kN)
2000
1500
1000
500
0
0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100 110 120 130 140 150
Momento (kN-m)
Figura A-2. Comparación cualitativa de los modelos de bloque rectangular de esfuerzos para f’c = 40
MPa.
3000
2000
1000
0
0 20 40 60 80 100 120 140 160 180 200 220
Momento (kN-m)
Figura A-3. Comparación cualitativa de los modelos de bloque rectangular de esfuerzos para f’c = 60
MPa.
Modelo ACI 318-05
Resumen de Todos los Modelos
Modelo CSA A23.3-94
Modelo NZS 3101-95
7000 Modelo Ozbakkaloglu y Saatcioglu
Modelo Tan y Nguyen
Modelo Ibrahim y MacGregor 97
6000
Modelo Li et al. 94
Modelo Azizinamini et al. 94
Modelo Bae y Bayrak
5000
Fuerza Axial (kN)
4000
3000
2000
1000
0
0 50 100 150 200 250
Momento (kN-m)
Figura A-4. Comparación cualitativa de los modelos de bloque rectangular de esfuerzos para f’c = 80
MPa.
6000
5000
4000
3000
2000
1000
0
0 50 100 150 200 250 300 350 400
Momento (kN-m)
Figura A-5. Comparación cualitativa de los modelos de bloque rectangular de esfuerzos para f’c = 120
MPa.
Comparaciones Cualitativas entre el método de reducción de ACI 318-99 y el método unificado del ACI
318-05
3000
2500
2000
Fuerza axial reducido (kN)
1500
ACI 318-05
1000
ACI 318-99
500
-500
-1000
0 20 40 60 80 100 120
Momento reducido (kN-m)
Figura A-6. Comparación del método de reducción de ACI 318-99 con el de ACI 318-05, teniendo como variable f’c
= 28 MPa, sección circular
2000
1500
Fuerza axial reducido (kN)
1000
ACI 318-05
ACI 318-99
500
-500
0 10 20 30 40 50 60 70 80
Momento reducido (kN-m)
Figura A-7. Comparación del método de reducción de ACI 318-99 con el de ACI 318-05, teniendo como variable f’c
= 28 MPa, sección rectangular
5000
4000
Fuerza axial reducido (kN)
3000
ACI 318-05
2000
ACI 318-99
1000
-1000
0 20 40 60 80 100 120 140 160 180 200
Momento reducido (kN-m)
Figura A-8. Comparación del método de reducción de ACI 318-99 con el de ACI 318-05, teniendo como variable f’c
= 50 MPa, sección circular
3500
3000
2500
Fuerza axial reducido (kN)
2000
1500
ACI 318-05
ACI 318-99
1000
500
-500
-1000
0 20 40 60 80 100 120
Momento reducido (kN-m)
Figura A-9. Comparación del método de reducción de ACI 318-99 con el de ACI 318-05, teniendo como variable f’c
= 50 MPa, sección rectangular
8000
7000
6000
Fuerzaaxial reducido (kN)
5000
4000
ACI 318-05
ACI 318-99
3000
2000
1000
-1000
0 50 100 150 200 250 300 350
Momento reducido (kN-m)
Figura A-10. Comparación del método de ACI 318-99 con el de ACI 318-05, f’c = 90 MPa, sección circular
6000
5000
4000
Fuerza axial reducido (kN)
3000
ACI 318-05
ACI 318-99
2000
1000
-1000
0 50 100 150 200 250
Momento reducido (kN-m)
Figura A-11. Comparación del método de ACI 318-99 con el de ACI 318-05, f’c = 90 MPa, sección rectangular
3000
2500
2000
Fuerza axial reducido (kN)
1500
500
-500
-1000
0 20 40 60 80 100 120
Momento reducido (kN-m)
Figura A-12. Comparación del método de ACI 318-99 con el de ACI 318-05, fy = 315 MPa, sección circular
2000
1500
Fuerza axial reducido (kN)
1000
ACI 318-05
ACI 318-99
500
-500
0 10 20 30 40 50 60 70 80
Momento reducido (kN-m)
Figura A-13. Comparación del método de ACI 318-99 con el de ACI 318-05, fy = 315 MPa, sección rectangular
2500
2000
1500
Fuerza axial reducido (kN)
1000
ACI 318-05
ACI 318-99
500
-500
-1000
0 20 40 60 80 100 120
Momento reducido (kN-m)
Figura A-14. Comparación del método de ACI 318-99 con el de ACI 318-05, fy = 280 MPa, sección circular
2000
1500
Fuerza axial reducido (kN)
1000
ACI 318-05
ACI 318-99
500
-500
0 10 20 30 40 50 60 70 80
Momento reducido (kN-m)
Figura A-15. Comparación del método de ACI 318-99 con el de ACI 318-05, fy = 280 MPa, sección rectangular
3000
2500
2000
Fuerza axial reducido (kN)
1500
500
-500
-1000
0 20 40 60 80 100 120 140 160
Momento reducido (kN-m)
Figura A-16. Comparación del método de ACI 318-99 con el de ACI 318-05, ρ = 0,0201, sección circular
2500
2000
1500
Fuerza axial reducido (kN)
1000
ACI 318-05
ACI 318-99
500
-500
-1000
0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100
Momento reducido (kN-m)
Figura A-17. Comparación del método de ACI 318-99 con el de ACI 318-05, ρ = 0,0201, sección rectangular
4000
3000
Fuerza axial reducido (kN)
2000
-1000
0 50 100 150 200 250
-2000
Momento reducido (kN-m)
Figura A-18. Comparación del método de ACI 318-99 con el de ACI 318-05, ρ = 0,0413, sección circular
3000
2500
2000
1500
Fuerza axial reducido (kN)
1000
-500
-1000
0 20 40 60 80 100 120 140
-1500
-2000
Momento reducido (kN-m)
Figura A-19. Comparación del método de ACI 318-99 con el de ACI 318-05, ρ = 0,0413, sección rectangular
5000
4000
3000
Fuerza axial reducido (kN)
2000
-1000
0 50 100 150 200 250 300
-2000
-3000
Momento reducido (kN-m)
Figura A-20. Comparación del método de ACI 318-99 con el de ACI 318-05, ρ = 0,0601, sección circular
5000
4000
3000
Fuerza axial reducido (kN)
2000
-1000
0 50 100 150 200 250 300
-2000
-3000
Momento reducido (kN-m)
Figura A-21. Comparación del método de ACI 318-99 con el de ACI 318-05, ρ = 0,0601, sección rectangular
Subtítulo secundario
Escriba el texto inmediatamente bajo el subtítulo secundario.
Cuadro No. 1. Título del Cuadro.
Encabezado Encabezado
Datos Datos
Datos Datos