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Eduardo A.

Padilla Mendoza Historia del Arte III

Artes Visuales, 5503 Profra. Irma Leticia Escobar Rodríguez

Arte Mixteco.

La historia de los mixtecos es una serie de adaptaciones múltiples a su entorno, a


otras regiones de Mesoamérica. Los orígenes de la cultura en la Mixteca Alta se dieron
alrededor de 1350 años a.C. Empezaron su largo viaje cultural en la Mixteca Alta, pero
afectaron las culturas de los Valles Centrales de Oaxaca, Puebla-Tlaxcala, el valle de
México, el norte de Mesoamérica, Tehuantepec, Quintana Roo, Belice y Honduras.

Arte Preclásico en la Mixteca.

La fecha más antigua que tenemos de La Mixteca corresponde a una casa de la


fase Cruz de Yucuita, 1350 años a.C. En el sitio de San Mateo Etlatongo del valle de
Nochixtlán, el arqueólogo Jeffrey Blomster encontró muchas figuras estilo "olmeca" y
cerámica en pozos estratigráficos que pertenecieron a la misma época, o un poco más
tarde. El arte de la región es el arte de Mesoamérica central y sur. No se puede
distinguir un estilo autóctono mixteco. Conocemos la época por sus figurillas y
cerámica decorada. Los mixtecos formaron aldeas o pueblos agrícolas pequeños en
varias regiones mesoamericanas, como en los Valles Centrales de Oaxaca, el de
México, Puebla, Veracruz y Morelos. Aquí los mixtecos no produjeron algo notable,
dramático o innovador que mereciera nuestra atención. Las formas de figuras y
cerámica son casi idénticas a las de las fases San José, Guadalupe y Monte Albán 1
del valle de Oaxaca, y de sitios como Titilco o Zacatenco del valle de México o el de
Tehuacán.

Arte del Clásico Temprano.

La gran innovación cultural de la época, Clásico temprano (300 años a.C. a 400
años d.C.), fue la evolución del estado y centros urbanos; surgía un sistema jerárquico
de asentamientos humanos: centros cívico-ceremoniales de carácter social, político y
económico, pueblos homogéneos y aldeas, así como terrenos agrícolas y áreas de
recolección de recursos naturales. Esos sistemas políticos se encuentran en Yucuita,
Monte Negro de Tilantongo, Diquiyuu, Huameluoan y Yucunama y en otros lugares
todavía no bien conocidos o estudiados. Esta fue la época de la verdadera revolución
urbana y estatal en La Mixteca. Durante el Clásico temprano observamos la
emergencia de una nueva forma de labrar piedra con motivos diferentes a los de
Monte Albán, Teotihuacan o la zona maya. En sus textos utilizaron grecas,
ensortijados, flores y un sistema de glifos de lugar y fecha con las varas y puntas del
sistema calendárico de Monte Albán, también usaron figuras zoomórficas o botánicas.
Una manifestación de este estilo se encuentra en la Lápida de Yucuita, situada en la
plaza municipal del pueblo. En el municipio de Tepelmeme, Coixtlahuaca, existe un
texto pintado en la cueva de dos entradas del puente natural de Ndaxagua; Carlos
Rincón Mautner lo compara con otras representaciones mesoamericanas y piensa que
pertenece al periodo Clásico temprano (200 años a.C. a 300 d.C.) en la Mixteca Alta.
Hay representaciones pictográficas y calendáricas en blanco, negro y rojo alineadas
horizontalmente. Hay dos glifos acompañados por fechas del sistema vara y punta (de
Monte Albán), con representaciones gráficas de humo, una mariposa, una figura
acostada con el glifo del lenguaje, escudos, flores y otras plantas, serpientes, un glifo
de lugar con representación de un palacio, un búho, huellas de pie, caracoles, una
lanza y un disco rodeado por ocho puntos. Además, en otro estilo, hay una pintura
muy rústica de un hombre sacrificado con sangre en el miembro masculino. La
interpretación de Rincón Mautner es que la asamblea Ndaxagua es antecedente del
estilo ñuiñe de la Mixteca Baja (época Clásica) y representa una serie de eventos
mítico-históricos de los orígenes y peregrinaciones de grupos mesoamericanos. El arte
portátil mixteco no es muy notable durante el Clásico temprano. Se sigue con figuras
poco evolucionadas del Preclásico. Son figuras femeninas y masculinas en varias
posiciones. Son menos expresivas y de inferior calidad que las del periodo anterior,
pero todavía son individualistas y realistas. Muchas figuras son retorcidas, con vientres
extendidos, "embarazadas", o mutiladas con indicaciones de sacrificio o tortura. Otras
están en posturas naturales, con o sin decoración. En los entierros del Preclásico
tardío en Yucunama se encontraron cuentas de piedra verde, blanca, gris-negra lisas,
huesos pulidos de animales con punta y un anillo con dedo de piedra, todos sin
decoración notable. Estos artefactos aparecen aún en el Clásico temprano. La
cerámica de este momento es poco notable. Son formas de cajetes cónicas,
cilíndricas, de siluetas compuestas y hemisféricas. A veces tienen decoración por
incisión o pintura roja o negra en algunas zonas, pero la gran mayoría de estas formas
abiertas son planas y sin decoración. Abundan las ollas grandes de varias formas, de
colores bayo o café, frecuentemente con pintura roja o negra en algunas partes. Se
podría decir que las formas son muy "artísticas", sin embargo, sería irreal tratar la
cerámica del Clásico temprano como "arte mixteco".
Arte del Periodo Clásico Tardío.

El Clásico medio y tardío (fase Las Flores, 300 a 950 años d.C.) es la época del
apogeo de Monte Albán, Teotihuacan, El Tajín y los grandes centros de la zona maya.
También es un periodo de enorme crecimiento demográfico en La Mixteca. El número,
tamaño y complejidad de varios sitios crecieron dramáticamente. Hay relaciones
obvias con Monte Albán y Teotihuacan, pero La Mixteca tenía una vitalidad intensa,
una vida propia y evolución dinámica. El cambio más impresionante es la construcción
de docenas de grandes ciudades y centros cívico-ceremoniales encima de los cerros,
lomas altas y montañas. Su plantación es monumental con grandes plazas, terrazas
residenciales y agrícolas, pirámides, palacios, juegos de pelota y sistemas
complicados de drenaje. Sitios tipo "Monte Albán" o "Xochicalco" aparecieron
profusamente en La Mixteca: San Pedro y San Pablo Tequixtepec, Santiago
Huajolotitlán, Cerro de Minas de Huajuapan, El Mirador de Tamazulapan, San Pedro
Yucunama, San Vicente Nuñu, Cerro Encantado, El Tambor y Yucunitaca de Tlaxiaco,
San Pedro Yucuxaco, Santa María Cuquila, Yucuyahue de El Rosario, San Miguel el
Grande, Chalcatongo, Yucuañe, Yosondua, Yucuñudahui y Cerro Jazmín del valle de
Nochixtlán, Silacayopan-Patlanala y muchos otros sitios no mencionados o
explorados. Vemos un avance impresionante en el arte de las vasijas funerarias, los
braseros y otras formas relacionadas. Sucedió una co-evolución entre la religión
mixteca y su arte plástico. Evoluciona el complejo de la lluvia en la forma de Dzahui y
sus transformaciones. Aparecieron grandes cantidades de cerámica: cajetes
cilíndricos, cónicos y hemisféricos con bases, anillos de cerámica naranja fina y
delgada relacionada con Teotihuacan y, la cerámica gris, con Monte Albán. Casi toda
la cerámica se encontró lisa y plana, sin decoración notable. También aparecieron las
urnas grandes, monumentales, muy similares a las de Monte Albán, y figuritas con
brazos y piernas movibles estilo Teotihuacan. En 1995, durante los trabajos
comunitarios o tequios, en el camino vecinal de San Pedro Jaltepetongo los
trabajadores encontraron una fosa excavada en el dique, una capa de caliche que
forma la base para el pueblo. Excavaciones hechas por Raúl Matadamas Díaz, del
Instituto Nacional de Antropología e Historia, revelaron una tumba en forma
rectangular que mide unos 4 m2 y 1. 5 m de altura. En paredes y techo está pintado de
rojo un fascinante complejo de textos pictográficos y otros elementos relacionados con
dos individuos enterrados en la tumba y con otros conceptos y rituales. Estas
imágenes representan una serie de ritos mortuorios, creativos-recreativos con
símbolos de fertilidad y calendáricos, lo que da mucha importancia al complejo Dzahui.
El hallazgo del arqueólogo Matadamas es probablemente el más importante en La
Mixteca en los últimos sesenta años, desde las investigaciones de Caso y su grupo en
Monte Negro de Tilantongo y Yucu-ñudahui de Chachoapan-Coyotepec. Muy
claramente, hay una mezcla de tres estilos "literarios-artísticos": el zapoteco del
periodo Clásico, que recuerda al estilo Posclásico mixteco, y un nuevo complejo de
elementos no encontrados y no bien definidos en Oaxaca. Aunque constituya una
ocurrencia aislada, el descubrimiento aclara, más que cualquier otro, las relaciones
entre la escritura y el arte zapoteco y el arte y la escritura posclásica mixteca.
Hacia el final del Clásico tardío, el arte mixteco adoptó un estilo distintivo en la región
de la Mixteca Baja, es decir, alrededor de Huajuapan, San Pedro y San Pablo
Tequixtepec y Chazumba, el estilo nombrado por Wigberto Jiménez Moreno y John
Paddock: el ñuiñe. Este sistema artístico, aunque relacionado con las tradiciones de la
Mixteca Alta, la región zapoteca y los valles centrales de México, se desvía en sus
detalles. Comparte temas religiosos y sociales con las otras tradiciones, pero la línea,
"el dibujo' y las proporciones son diferentes. Indudablemente el arte Ñuiñe es una
representación de la cultura mixteca, es decir, es "arte mixteco", pero una variación
notable y no bien aclarada. La sensibilidad artística, la orientación hacia la naturaleza,
las fuerzas del universo que sostienen, soportan y enriquecen la vida y la belleza, se
reflejan no sólo en su cultura y su arte sino también en sus formas de asentamiento.
En el periodo Clásico, la ubicación más favorable para sus centros cívico-ceremoniales
y residenciales fueron las montañas y cerros altos de La Mixteca. Éstos son los
miradores, lugares de belleza trascendente, que comunican con localidades sagradas:
los cielos, los vórtices del aire, las nubes, el trueno, el relámpago, la lluvia y las ánimas
de los antepasados. Desde esa posición tan favorable, el mixteco contemplaba las
cumbres, las nubes sobresalientes, los valles y caídas profundas, los verdes y azules
increíbles y el colorado que difunden el universo visible. De allí fue muy fácil ver la
integración del cielo, monte, cerro, llano, bosque, nube, lluvia y la circularidad de la
vida. ¿Cómo sería posible que el observador no fuese afectado, impresionado y
encantado con todo lo que veía y sentía? Allí empieza la vida emocional y estética del
mixteco. El arte mixteco es un arte de lugar, de respuesta y adaptación humana de
tres mil años.

El Posclásico en la Mixteca y la Formación del Arte Mixteco.

Sucedió una revolución cultural y artística en la época Posclásica en La Mixteca.


Es la edad dorada de los señoríos-estados de 8 Venado, de la gran convergencia de la
filosofía, la religión, la política, la tecnología y un sentido estético que produjo el arte
mixteco en códices, cerámica policromada, lapidario, y la orfebrería más impresionante
de Mesoamérica. En este periodo también surgió el todavía no bien conocido arte
mural mixteco. Es una época con mucho movimiento e interacción social, política y
económica, entre los pueblos, valles y subregiones de La Mixteca, y con otras
regiones y grupos étnicos de Mesoamérica. Más que nunca la cultura y "nación"
mixteca son verdaderamente internacionales. Los pobladores abandonaron la mayoría
de sus grandes centros encima de los cerros altos y ocuparon las laderas, las lomas
bajas y las orillas de los llanos. Allí formaron sus pueblos, menos monumentales que
en el Clásico. La gente común vivía en agrupaciones de casas de uno o dos
aposentos hechos de adobe, piedra, dique, estuco, caña o varas cubiertas con lodo
mezclado con cal. Los antigüos "barrios mixtecos" se encuentran en grandes
cantidades en las lomas de Yucuita, Yanhuitlán, Nochixtlán, Chochoapan y Tlaxiaco y
en los pueblos viejos de Teposcolula, Tamazulapan, Coixtlahuaca, San Pedro
Cántaros, Coxcaltepec o Santiago Huajolotitlán. Los nobles y los señores naturales
vivían en casas de múltiples aposentos y patios construidos con cal y canto, con pisos
y paredes de estuco rojo o blanco, techado con piedra y yeso, con palma o, como la
gente común, con paja. Las casas de la nobleza mixteca fueron bien decoradas por
fuera, como revelan los manuscritos de la ¿poca, pero todavía faltan manifestaciones
arqueológicas por analizar. Encontramos muestras del arte mural posclásico en los
preciosos textos horizontales de estilo mixteco en los palacios de Mitla. Estos textos
aparecen en los dinteles de los edificios del grupo de la iglesia, al oeste, y están en
forma de códices con dibujos de color blanco sobre un fondo rojo. En el sitio de
Tehuacán Viejo, Puebla, en el muro de un edificio hay unos dibujos estilo mixteco
postclásico, de escudos de guerra con representaciones gráficas y simbólicas y, atrás
de los escudos, lanzas cruzadas. Desgraciadamente, por falta de investigaciones o
excavaciones sistemáticas en construcciones postclásicas mixtecas, no se han
encontrado pinturas murales en la región.
En La Mixteca se encuentran muros pintados en rojo y blanco sin decoración o lápidas
líticas aisladas o fragmentarias, como en Tilantongo, Yanhuitlán o San Pedro y San
Pablo Tequixtepec. En unos muros de roca madre, al sureste de Tonalá, hay unas
pinturas de animales, figuras humanas pequeñas, manos en silueta negativa en
pintura blanca y roja. El texto de Tonalá mide unos 5 o 6 m de largo por 2 o 3 m de
altura; el arqueólogo Matadamas Díaz opina que son del estilo mixteco postclásico. En
la frontera entre Oaxaca y Puebla (Mixteca Baja, cerca del km. 88 de la autopista
Oaxaca-Cuacnoalpan) hay dos cuevas: la cueva del Músico y la cueva del Murciélago,
que contienen pinturas en blanco, negro, rojo, naranja, café y amarillo. La primera
muestra escenas de un grupo de soldados con armas, escudos, flechas e
instrumentos musicales. La segunda tiene muchas figuras de murciélagos, animales y
manos humanas. Todas las representaciones, según Matadamas Díaz, son estilo
mixteco postclásico. Otras representaciones postclásicas de líneas, figuras humanas y
zoomórficas, humano-zoomórfica, círculos concéntricos y manos en pintura roja,
aparecen en dos cuevas de San Miguel Tequixtepec, en la Mixteca Alta. El arte más
expresivo, más desarrollado y "más mixteco" es el arte portátil, el arte en miniatura.
Una panoplia de formas y colores apareció en infinidad de productos. La riqueza y
abundancia del arte mixteco se manifiesta más en la cerámica policroma, en los
códices y los entierros o tumbas, como en la Tumba 7 de Monte Albán -la más
opulenta de Mesoamérica- y la Tumba 1 de Zaachila. El "arte clásico mixteco" es el
arte en miniatura; crearon sus joyas de oro, plata, cobre, jade, obsidiana, concha,
perla, coral, cristal, hueso y turquesa. Utilizaron los mismos temas y técnicas de
representación en su cerámica policroma y bicromada, en sus manuscritos pictóricos
(los códices), en piedras labradas, murales, casas, tumbas y construcciones
ceremoniales. Hoy, algunos autores o editoriales que escogen ilustrar sus obras sobre
el arte y la cultura mesoamericana, con frecuencia emplean representaciones de las
joyas doradas de la Tumba 7 de Monte Albán, cerámica policroma mixteca, figuras o
escenas de los códices Bodley, Nuttall, Vindobonemis, Colombino o Borgia. No
importa que trate de los aztecas, totonacas, mayas, purépechas, otomíes, huastecos o
temas similares, el arte postclásico mesoamericano más representativo, más
expresivo y más dramático es el de los mixtecos. ¿Cuáles son los temas del arte
mixteco posclásico prehispánico? Los artesanos representaron los sentimientos y
pensamientos de su gente: figuras humanas, indumentaria, lugares, edificios, casas,
localidades sagradas o ceremoniales y asentamientos: animales, plantas, ríos,
montes, milpas; caminos; formas celestiales, nubes, la lluvia, el aire, representaciones
de sus creencias y las fuerzas del universo; los artefactos y actividades cotidianas,
movimientos de gente, la guerra, entidades políticas, ofrenda y sacrificio, la muerte,
fechas calendáricas y otros. El arte mixteco es un arte de vida, de sus actividades
cotidianas, interacciones sociales, políticas, comerciales, bélicas y religiosas, con sus
representaciones múltiples de la cultura material: ollas, petates, macanas, coas,
mecate, navajas, ropa, sandalias, muebles de casa, tocados. Además, el arte mixteco
es un arte espiritual, religioso y filosófico con la expresión repetida de ideas, relaciones
sobrenaturales, actividades celestiales y los nexos circulares entre la naturaleza y la
existencia divina. Hay que recordar que el arte mixteco es un arte práctico. Esta
observación es más aparente en la escritura. Su arte fue una forma de escribir para
comunicarse. También la escritura fue un arte. Para muchas sociedades,
especialmente las del oeste, existe el concepto de "el arte por el arte", esto es foráneo
para los mixtecos. Todo su arte es muy expresivo, comunica una serie de mensajes
con su sintaxis y gramática. Los textos en piedra grabada, hueso, pintura, cerámica,
murales o en los códices comunican su concepción del mundo. Hay temas repetidos:
actividades y artefactos de la vida cotidiana, rituales, mitología, toponimias, nombres
personales, historia, genealogía, relaciones sociales y políticas, la vida ideal y los
valores de los responsables de la producción artística mixteca, es decir, de la
aristocracia y los sacerdotes. No deformamos la realidad cultural cuando relatamos
que el arte mixteco era el arte de los verdaderos patrones del arte: la clase alta
mixteca, la nobleza. Los mixtecos produjeron su arte para reforzar su posición social y
política y perpetuar su sistema de generación en generación. Lo más conocido
mundialmente del arte mixteco es su escritura pictográfica. La escritura mixteca
constituye uno de los cuatro sistemas principales gráficos encontrados en
Mesoamérica, los otros son el zapoteco, el maya y el culhuamexica o náhuatl. La
escritura mixteca es conocida esencialmente por sus códices, los Tonindeye o
Naandeye. Los códices contienen representaciones de individuos haciendo varios
actos, lugares y objetos, así como el reino espiritual-celestial con sus acompañantes;
glifos simbolizando nombres personales, lugares y fechas. Los códices combinan
historia dinástica, historia personal, genealogía aristocrática, registros de alianzas
matrimoniales y políticas, conquista militar, cartografía, mito, rituales, astrología y, sin
duda, también sirvieron como textos de prestigio. Usualmente los textos combinan
acontecimientos reales, individuos, objetos y lugares con elementos mitológicos o
sobrenaturales, así unen lo celestial y lo espiritual a la tierra, a la vida cotidiana, lo que
unifica al mundo sobrenatural con el natural.
Por todo esto, el arte mixteco antiguo era un sistema para embellecer la vida
práctica, material y espiritual. Los mixtecos entendían bien su simbología, el complejo
artístico tenía una significación muy especial en su vida y pensamiento. De cualquier
modo, el hecho de que no entendamos muy bien esa significación no impide el goce
de esta gran y única tradición artística, pero vale mucho más cuando entendemos
sobre las ideas, las actividades y la forma gráfica de comunicarse de los herederos de
esta cultura, los mixtecos.
Bibliografía:
"Arte Antiguo en la Mixteca",
Ronald Spores
Historia del Arte de Oaxaca. Arte Prehispánico,
Gobierno del Estado de Oaxaca.
Volúmen I. 1997.

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