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ar

CAPITULO 46

FARMACOS ANTIMICROBIANOS
(Continuación)

Aminoglucósidos

Henry F. Chambers y Merle A. Sande

r
Los aminoglucósidos, que son aminociclitoles aminoglucósidos, inhiben la síntesis proteíni­

.a
ca de los microorganismos en valores bactericidas. Son relativamente tóxicos en compara­
ción con otras clases de antibióticos pero siguen siendo útiles, más bien para tratar infec­

om
ciones causadas par bacterias gramnegativas aerobias. La estreptomicina y kanamicina son
medicamentos importantes de segunda elección para tratar la tuberculosis, sobre todo en
casos en que se sospecha resistencia a múltiples fármacos. El capítulo presente se ocupa del

s.c
espectro antibacteriano, la farmacocinética y toxicidad de esta clase general de medica­
mentos y los usos terapéuticos de compuestos individuales como gentamicina, tobramicina,
amikacina, netilmicina, kanamicina, estreptomicina y neomicina.
ico
ed

Todos los aminoglucósidos, como su nombre genérico lo que afectan a las porciones auditiva y vestibular del VlII
seflala, contienen aminoazúcares ligados a un anillo de par (ototoxicidad).
m

aminociclitol por enlaces glucosídicos. Todos son polica­


tiones y su polaridad en parte es la que explica las propie­ Historia y fuentes.
es

La obtención de la estreptomicina fue con·


dades farmacocinéticas compartidas con todos los miem­ secuencia de una búsqueda cientffica de sustancias antibacteria·
bros del grupo. Por ejemplo, ninguno se absorbe después nas perfectamente planeada. Waksman y colaboradores, estimu­
nt

de ingestión adecuada y no se detectan en liquido cefalo­ lados por el descubrimiento de la penicilina, analizaron muy
rraquídeo concentraciones adecuadas y todos son excreta­ diversos actinomicetos de la tierra entre 1939 y 1943. En 1943
pu

dos con relativa rapidez por el riflón normal. aislaron una cepa de Streptomyces griseus que elaboraba una
Los aminoglucósidos se usan más bien para tratar in­ sustancia antimicrobiana potente. Schatz, Bugie y Waksman, en
los comienzos de 1944, anunciaron públicamente por primera
a

fecciones causadas por bacterias gramnegativas aerobias,


e interfieren en la síntesis proteínica de microorganis­ vez el descubrimiento del nuevo antibiótico estreptomicina y
w.

muy pronto se demostró que éste inhibía la proliferación del


mos sensibles. A pesar de que casi todos los inhibidores
bacilo tuberculoso y a diversos microorganismos aerobios gram­
de la síntesís proteíníca de los microbios son bacteriostá­
ww

positivos y grarnnegativos. En menos de dos aftos, se habían


ticos, los aminoglucósidos son bactericidas. Las muta­
realizado investigaciones bacteriológicas, quimicas y farmaco­
ciones afectan proteínas del ribosoma bacteriano que es lógicas extensas con la estreptomicina y se definió su utilidad
el "blanco de acción" de estos fármacos y ello confiere cliniea (Waksman, 1949). Sin embargo, surgieron bacilos gram­
notable resistencia a su acción. La resistencia también negativos y cocos grampositivos (enterococos) resistentes a di­
puede surgir por la adquisición de plásmidos que conten­ cho antibiótico, y eUo limitó su utilidad clínica. En la actuali­
gan genes que codifiquen enzimas metabolizantes de dad, se le utiliza muy pocas veces, excepto en el tratamiento de
aminoglucósidos o por deficiencia en el transporte del algunos tipos de endocarditis estreptocócica o enterocócica, tu­
medicamento al interior de la bacteria. Los microorga­ laremia y peste y para tratar tuberculosis, en particular, si se sabe
nismos que adquieren resistencia a un aminoglucósido o sospecha que es causada por cepas resistentes a múltiples fár­
macos.
también la pueden mostrar a otros aunque no es frecuen­
En 1949, Waksman y Lechevalier aislaron otro microorganis­
te dicha situación.
mo de la tierra, Slreplomyces fradiae, que produjo un grupo de
Los aminoglucósidos son utilizados ampliamente y son
sustancias antibacterianas calificadas como neomicina. Todavía
se utiliza un componente que es la neomicina B. Sin embargo, se
medicamentos importantes, pero una limitación grave es
su toxicidad notable y todos los miembros del grupo com­ usa solamente en forma local u oral por su efecto in situ en la
parten el mismo espectro de este fenómeno. Entre las con­ flora intestinal, ya que ocasiona notable toxicidad renal y ototo­
secuencias más graves están la nefrotoxicidad y toxicidad xicidad cuando se administra por via parentera!.

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microbianas

La kanamicina, antibiótico elaborado por Streptomyces kana­ y Kastners, 1967); su actividad antimicrobiana y toxicidad son
myceticus, fue producida y aislada por primera vez por Umezawa muy semejantes a las de la gentamicina. A diferencia de otros
y colaboradores en los Institutos Nacionales Japoneses de Salud aminoglucósidos, amikacina y netilmicina son productos semi­
en 1957. Se demostró que era activa contra diversos microorga­ sintéticos. La amikacina derivada de la kanamicina fue descrita
nismos y durante varios años constituyó un antibiótico impor­ por Kawaguchi y colaboradores (1972); la netilmicina es un de­
tante en el tratamiento de infecciones graves por bacilos gram­ rivado de la sisomicina. No ha cesado la obtención de nuevos
negativos aerobios. Ha sido sustituida casi completamente por antibióticos aminoglucósidos (Price, 1986), pero quizá no sean
los aminoglucósidos más nuevos debido a la toxicidad que pro­ probados en la práctica clínica porque existen otros menos tóxi­
dujo y a la aparición de microorganismos resistentes a ella. cos y potentes (p. ej., los antibióticos f3-lactámicos de amplio
La gentamicina y netilmicina son antibióticos de amplio es­ espectro y las quinolonas).
pectro obtenidos de especies del actinomiceto Micromonospora.
La gentamicina fue estudiada y descrita originalmente por Weins­ Propiedades químicas. Los aminoglucósidos consisten en dos
tein y colaboradores, en 1963, y, aislada, purificada y caracteri­ o más aminoazúcares unidos por enlaces glucosídicos a un nú­
zada por Rosselot y colaboradores (1964). Posee espectro de cleo de hexosa que, por 16 común, está en una posición central
actividad más amplio que la kanamicina y todavía se le usa en (fig. 46-1). La hexosa o aminociclitol es una estreptidina (como

r
forma extensa. La tobramicina y amikacina fueron introducidas en la estreptomicina) o una 2-desoxiestreptamina (característica

.a
en la práctica clínica en el decenio de 1970. La tobramicina es de todos los demás aminoglucósidos disponibles). Por esa ra­
uno de los componentes del complejo de aminoglucósidos zón, dichos compuestos son aminociclitoles aminoglucósidos

om
(nebramicina) producidos por Streptomyces tenebrarius (Higgins aunque el término aminoglucósido es más sencillo y así se les

s.c
- - --
icoI "f/
ed
m
t es
un

Tobramicina
ap

- - --
w.

I "f/
�C9H(CH2hNH2
O
ww

NH2 11

O � OH
CH20H O O
H�(--""" I
OH�_
Amikacina

Fig. 46-1. Sitios de actividad de varias enzimas mediadas por plásmidos, capaces de inactivar aminoglucósidos.
El símbolo"X" señala regiones de las moléculas protegidas de la enzima designada. En la gentamicina e" R,=R2=eH3; en la gentamicina e2,
R,=eH3, R2=H; en la gentamicina e,., R,=R2=H (con autorización de Moellering, 1977 y cortesía del Medical Journal 01Australia).
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Capitulo 46 Fármacos antimicrobianos: aminoglucósidos 1175

describe. La espectinomicina, un fármaco adicional, es un ami­ La subfamilia de la gentamicina, que incluye las gentaOlicinas
nociclitol que no contiene aminoazúcares y sus propiedades se e" e1a y el' sisomicina y netilmici na (derivado I-N-etil de
exponen en el capítulo 47. sisomicina), contiene un 3-aminoazúcar diferente (garosamina).
La familia de los aminoglucósidos se diferencia por los Las variaciones en la metilación del otro arninoazúcar genera
aminoazúcares· unidos al aminociclitoL En la subfamilia de componentes diferentes de la gentamicina (fig. 46- \); dichas
la neomicina, se incluye la neomicina B y paromomicina, un modificaciones al parecer tienen poco efecto en la actividad bio­
aminoglucósido oral que se utiliza para tratar amibiasis y crip­ lógica.
tosporidiosis en sujetos con SIDA (Sullam y col., 1986; cap. 41); La estreptomicina y dihidroestreptomicina (la segunda no se
éstos son tres aminoazúcares unidos a la 2-desoxiestreptamina usa más, por su ototoxicidad excesiva) difieren de los otros anti­
central, lo cual es diferente en las subfamHias de la kanamicina bióticos aminoglucósidos en que contienen estreptidina y no 2-
y gentamicina que poseen solamente dos aminoazúcares de desoxiestreptamina, y su aminociclitol no está en posición cen­
esa índole. La neomicina S posee la siguiente fórmula estruc­ tral. La fórmula estructural de la estreptomicina es:
tural:
NH
11
H NHCNHz

r
H

.a
(estreptidina)

om

HO H

O
H

s.c
H3C
H : H
H
o


ico HO

H
H
0 0
H
ed

HzOH
H ,
H H
m

NEOMICINAB OH H
es

ESTREPTOMICINA
En la subfarniHa de la kanamicina, que incluye las kanamicinas
A y S, la amikacina y la tobramicina, dos aminoazúcares están
nt

Mecanismo de acción. Los antibióticos aminoglucósi­


unidos a una fracción central de 2-desoxiestreptamina; uno de
dos son bactericidas rápidos. La destrucción de la bacteria
ellos es una 3-aminohexosa (fig. 46-1). La fórmula estructural
pu

de la kanamicina A, componente principal del producto comer­ depende de la concentración, y cuanto más alta es ésta,
cial es: mayor es la rapidez con que destruye a los microorganis­
mos (Kapusnik y col., 1988; Blaser, 1991 l. Un efecto
a

posantibiótico, es decir, una actividad bactericida residual


w.

que persiste después de que disminuye la concentración


sérica a menos de la concentración inhibidora mínima tam­
ww

bién es característica de los antibióticos aminoglucósidos,


y la duración de dicho efecto depende de la concentra­
HO ción. Las propiedades en cuestión quizás expliquen la efi­
cacia de regímenes de una sola dosis al día de estos pro­
ductos, a pesar de periodos largos durante los cuales na
está presente el antibiótico. Se han acumulado amplios co­
OH nocimientos de su capacidad de bloquear la síntesis de pro­

NH,
teínas y disminuir la fidelidad de la traducción de mRNA
en el ribosoma (Shannon y Phillips, 1982), pero dichos
NH,
efectos no aportan una explicación neta de la acción letal

KANAMICINA A
a muy corto plazo de los aminoglucósidos en las bacterias.
Los aminoglucósidos difunden por medio de canales
acuosos formados por porinas, proteínas que se encuen­
La amikacina es un derivado semisintético preparado a par­
tir de la kanamicina A por aclla ción del grupo l-amino de la tran en la membrana externa de bacterias gramnegativas y
fracción 2-desoxiestreptamina con ácido 2-hidroxi-4-amino­ de este modo penetran en el espacio periplásmico (Nakae
butírico. y Nakae, 1982). El transporte ulterior de aminoglucósidos
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por la membrana citoplásmica (interna) depende del trans­ su muerte, inducida por el aminoglucósido. Esta altera­
porte de electrones, en parte por la necesidad de que haya ción progresiva de la "cubierta" celular, así como otros
un potencial de membrana (negativo interior) para impul­ procesos vitales pueden explicar la acción letal de los ami­
sar el paso de dichos antibióticos al interior de la bacteria noglucósidos (Bryan, 1989).
(Bryan y Kwan, 1981, 1983; Mates y col., 1983); esta fase
de transporte ha sido llamada fase 1 que depende de ener­ El sitio de acción primaria de los aminoglucósidos en el in­
gía. Es cineticolimitante y puede ser bloqueada por cationes terior de las células es la subunidad ribosómica 30 8 que con­
divalentes como los de calcio y magnesio, hiperosmolari­ siste en 21 proteínas y una sola molécula de RNA de 16 8
dad, disminución en pH y anaerobiosis. Los dos últimos (Mitsuhashi, 1975). Cuando menos tres de estas proteínas y qui­
factores -educen la capacidad de la bacteria para conser­ zá el RNA ribosómico 16 8 contribuyen adecuadamente al sitio
var la fuerza impulsora necesaria para el transporte (po­ de unión con estreptomicina y las alteraciones de estas molécu­
tencial de membrana). De este modo, por ejemplo, dismi­ las afectan en grado sumo la unión y la acción ulterior de dicho
antibiótico (8t6ffier y Tischendorf, 1975; Cundlieffe, 1989). Por
nuye extraordinariamente la actividad antimicrobiana de
ejemplo, la sustitución de la sola lisina por asparagina en posi­
los aminoglucósidos en el entorno anaerobio de un absce­
ción 42 de una proteína ribosómica (812) evita la unión del fár­

r
so; en orina ácida hiperosmolar y en otros medios (Bryan
maco y el mutante que resulta es por completo resistente a la

.a
y Kwan, 1981). Los aminoglucósidos después de penetrar
estreptomicina. Otro mutante en que la glutamina es el amino­
por la membrana citoplásmica se ligan a polisomas e in­ ácido en dicha posición depende de la estreptomicina. Los mi­

om
terfieren en la síntesis proteínica al causar una "lectura croorganismos mencionados en realidad necesitan del antibióti­
errónea" y terminación prematura de la traducción de co para sobrevivir. Los demás aminoglucósidos también se ligan
mRNA (fig. 46-2). Las proteínas aberrantes producidas a la subunidad ribosómica 30 8; sin embargo, al parecer también

s.c
pueden ser insertadas en la membrana bacteriana, con lo se unen a varios sitios en la subunidad ribosómica 50 8 (Davies,
cual se altera su permeabilidad y se estimula el paso de 1988).
1992). Los aminoglucósidos perturban el ciclo normal de la función
más aminoglucósido (Busse y col.,
transporte de aminoglucósidos, llamadafase JI que
Esta fase del
depen­ ico
ribosómica al interferir (cuando menos de modo parcial) en el
inicio de la síntesis proteínica, y así se acumulan complejos anor­
de de energía (EDP2), no se conoce a fondo pero se ha
males de "inicio" o "monosomas de estreptomicina" que se se­
ed
sugerido que en alguna forma está vinculada con la per­
ñalan esquemáticamente en la figura 46-2, B (Luzzatto y col.,
turbación de la estructura de la membrana citoplásmica
1969). Otro efecto de los aminoglucósidos es su capacidad de
quizá por proteínas aberrantés. El concepto anterior es
m

inducir "lectura errónea" de la plantilla de mRNA, y con ello se


congruente con la progresión observada del "derrame" o incorporan aminoácidos "incorrectos" en las cadenas de poli­
es

fuga de iones pequeños seguida por moléculas de mayor péptido en crecimiento (Tai y col., 1978). Los compuestos de
tamaño y, al final, por proteínas desde la bacteria, antes de esta categoría varían en su capacidad de ocasionar "lectura erró-
t
un

A
ap

proteína madura

A '

� .--
5 3' bloquea el comienzo
w.

de la síntesis de proteína
/1
polipéptido en crecimiento

�II
ww

B 5
bloquea la traducción
3' ulterior y ocasiona
'
G!>
.

<..... terminación prematura

dirección de la e
incorporación del
traducción de mRNA + aminoglucósido • aminoácido incorrecto

Fig. 46-2. Efectos de los aminoglucósidos en la slntesis de prolelna.

A. El aminoglucósido (representado por círculos cerrados) se liga a la subunidad ribosómica 30 S e interfiere en el comienzo de la síntesis
proteínica al fijar el complejo ribosómico 30 S-50 S al codón de comienzo (AUG) de mRNA. Al completar los complejos 30 S-50 S "corriente
abajo" la traducción del mRNA y su desprendimiento, se acumulan los complejos de comienzo o inicio anormales, llamados monosomas de
estreptomicina, y bloquean cualquier traducción ulterior del mensaje. El aminoglucósido que .se liga a la subunidad 30 S también ocasiona
lectura errónea de mRNA, lo cual hace que surja (B), terminación prematura de la traducción, con separación del complejo ribosómico y
producción de una proteína sintetizada en forma incompleta o (C), incorporación de los aminoácidos "incorrectos" (señalados por la "X") que
culmina en la producción de proteínas anormales o no funcionales.
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Capítulo 46 Fármacos antimicrobianos: aminoglucósidos 1177

nea", y esta propiedad quizá depende de diferencias en su afini· cina. La resistencia a la gentamicina denota el mismo fe­
dad por proteínas ribosómícas especificas. Existe una correla­ nómeno hacia tobramicina, amikacina, kanamicina y ne­
ción importante entre la actividad bactericida y la capacidad de tilmicina porque la enzima inactivante es bifuncional y
inducir lecturas.erróneas (Hummel y Bock, 1989), pero no se ha
modifica a todos estos aminoglucósidos (Murray, 1991).
dilucidado que sea el mecanismo primario de la muerte bacte­
Se pierde el efecto bactericida sinérgico de algunos anti­
riana inducida por aminoglucósidos.
bióticos ¡'I-lactámicos y la vancomicina en combinación
con los aminoglucósidos, en los enterococos. Otro factor
Resistencia microbiana a los aminoglucósidos. Cono­ adicional de complicación es la capacidad de los enteroco­
cer los mecanismos de resistencia a estos fármacos es un cos para "adquirir" plásmidos que codifican ¡'I-lactamasas
elemento esencial para entender su espectro de actividad (Murray y Mederski-Samaroj, 1983) y la resistencia a la
antibacteriana (Bryan, 1988). Las bacterias pueden ser re­ vancomicina (Leclercq y col., 1988). Los factores en cues­
sistentes a la actividad antimicrobiana de los aminoglucó­ tión pueden dificultar en grado sumo el tratamiento de in­
sidos porque no penetran al interior de la bacteria, por la fecciones graves por enterococos, como la endocarditis.
escasa afinidad del compuesto por el ribosoma bacteriano

r
De hecho han surgido gérmenes patógenos letales en uni­

.a
o debido a que el medicamento es inactivado por enzimas dades de vigilancia intensiva en hospitales estadouniden­
del microbio. Este último mecanismo es con mucho la ex­ ses, los cuales incluyen cepas de E. faecium resistentes a

om
plicación más importante de la resistencia adquirida de los todos los antibióticos conocidos.
microorganismos a los aminoglucósidos, en la práctica cli­ Otra forma frecuente de resistencia natural a los ami­
niea. noglucósidos es causada por la incapacidad del fármaco

s.c
La penetración del fármaco por los poros, en la mem­ para penetrar en la membrana citoplásmica(interna). Como
brana externa de los gramnegativos y de ahí al espacio se dijo, el transporte de dichos fármacos por la estructura
periplásmico puede retardarse; la resistencia de este tipo mencionada es un proceso activo que depende de oxí­
ico
tiene muy poca importancia clinica. Una vez que el ami­ geno. Por esa razón, las bacterias anaerobias estrictas
noglucósido llega al espacio periplásmico, puede ser alte­ son resistentes a estos compuestos porque no poseen
rado por enzimas del microorganismo que fosforilan, el sistema de transporte necesario. En forma similar,
ed

adenilan o acetilan grupos hidroxilo O aminoespecíficos casi siempre las bacterias facultativas son mucho más
(fig. 46-1). La información genética de estas enzimas se resistentes cuando proliferan en medios anaerobios
m

obtiene más bien por conjugación y transferencia de DNA (Mates y col., 1983). Se desconoce la importancia de esta
en la forma de plásmidos y de factores de transferencia de "barrera a la permeabilidad" como explicación de la resis­
es

resistencia(Davies, 1994; cap. 43). Los plásmidos en cues­ tencia de bacilos gramnegativos aerobios a los aminoglu­
tión están ampliamente distribuidos en la naturaleza (en cósidos. Al parecer tiene una base semejante la resistencia
nt

particular, en entornos nosocomiales) y codifican un nú­ natural de Pseudomonas maltophilia y otros microor­
mero impor)ante de enzimas (más de 20) que disminuyen ganismos a la amikacina, y también el bajo nivel de re­
pu

en grado sumo la utilidad clinica de la kanamicina y, en sistencia de algunos cocos gramnegativos a los aminoglu­
fecha más reciente, de la gentamicina y tobramicina. La cósidos.
a

amikacina es menos vulnerable a estas enzimas inactivantes La resistencia, que es consecuencia de alteraciones en
por poseer cadenas laterales moleculares protectoras (fig. la estructura del ribosoma, es menos importante en clinica
w.

46-1); de este modo, el fármaco en cuestión tiene una uti­ en casi todas las infecciones bacterianas. Las mutaciones
lidad particularmente grande en algunos medios hospita­ monofásicas en Eseheriehia eoli, que culminan en la sus­
ww

larios. Los metabolitos de los aminoglucósidos pueden titución de un solo aminoácido en una proteína ribosómica
establecer competencia con el fármaco "no alterado", para crucial, pueden impedir la unión del fármaco al microor­
transporte intracelular, pero son incapaces de ligarse efi­ ganismo. Las cepas de E. eoli mencionadas son altamente
cazmente a los ribosomas y de interferir en la síntesis pro­ resistentes a la estreptomicina (StOffier y Tischendorf,
teínica. 1975), pero no están distribuidas ampliamente en la natu­
Un aspecto preocupante en el tratamiento de las infec­ raleza. En forma semejante, sólo 5% de las cepas de
ciones por enterococos es la elaboración de enzimas inac­ Pseudomonas aeruginosa muestran la resistencia ribosó­
tivadoras de aminoglucósidos mediada por plásmidos. En mica comentada, a la estreptomicina. Se ha calculado que
algunos centros, un porcentaje importante de cepas clini­ en promedio la mitad de las cepas resistentes a estrepto­
cas de dichos microorganismos (Enteroeoeeus faeealis y micina tienen resistencia de origen ribosómico(Eliopoulos
faecium) son fuertemente resistentes a todos los amino­ y col., ;1984). No existe efecto sinérgico entre penicilina y
glucósidos por el mecanismo comentado (Spera y Farber, estreptomicina contra dichas cepas in vitro. La resistencia
1992; Vemuri y Zervos, 1993). Enzimas diferentes son las ribosómica suele ser específica de la estreptomicina, ra­
encargadas de inactivar gentamicina y estrep10micina y, zón por la que la mayor parte de estas cepas de enteroco­
por ello, una proporción pequeña de cepas de enterococos cos son sensibles in vitro a una combinación de penicilina
resistentes a gentamicina serán sensibles a la estreptomi- y gentamicina.
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1178 .)'ccción IX Quimiotcrapia de las e'!(amedades microhiallas

Actividad antibacteriana de los aminoglncósidos. La feribles por mecanismos de conjugación que codifican
actividad antibacteriana de gentamicina, tobramicina, enzimas modificadoras de aminoglucósidos (Kucers y
kanamicina, netilmicina y amikacina se orienta fundamen­ Bennett, 1987).
talmente contra bacilos gramnegativos aerobios. La kana­ Los bacilos gramnegativos aerobios varian en su sensi­
micina, a semejanza de la estreptomicina, tiene un espectro bilidad a los aminoglucósidos, tal como se señala en el
más limitado en comparación con otros aminoglucósidos cuadro 46-1. Los microorganismos "sensibles" se definen
y no debe utilizarse en particular para tratar infecciones como los inhibidos por concentraciones que se logran clí­
por Serratia o Pseudomonas aeruginosa. Como se desta­ nicamente en el plasma sin una alta incidencia de toxici­
có en párrafos anteriores, los antibióticos en cuestión tie­ dad; cuando se administran a intervalos de 8 a 12 h, dichos
nen poca utilidad contra microorganismos anaerobios o valores terapéuticos máximos varian de 4 a 12 ,ug/ml para
bacterias facultativas en medios anaerobios. Su acción gentamicina, tobramicina y netilmicina, y de 20 a 35 ,ug/
contra casi todas las bacterias grampositivas es limitada. mI para amikacina y kanamicina. La tobramicina y genta­
Streptococcus pneumoniae y Streptococcus pyogenes son micina muestran actividad similar contra casi todos los
fuertemente resistentes y, de hecho, la gentamicina se ha bacilos gramnegativos, si bien la tobramicina suele ser más

r
.a
agregado a las placas de sangre-agar para facilitar el aisla­ activa contraPseudomonas aeruginosa y contra algunas
miento de estos microorganismos del esputo y de secre­ cepas de especies de
Proteus. Casi todos los bacilos gram­

om
ciones faríngeas. La estreptomicina o la gentamicina solas negativos (excepto Pseudomonas aeruginosa), que son
no son activas, pero en combinación con un compuesto resistentes a la gentamicina por enzimas inactivadoras
con actividad en la pared bacteriana, como la penicilina o mediadas por plásmidos, también inactivan a la tobrami­

s.c
la vancomicina, muestran acción contra cepas "sensibles" cina. Sin embargo, en promedio, 50% de las cepas de
de enterococos y estreptococos en las concentraciones que Pseudomonas aeruginosa resistentes a gentamicina sigue
se alcanzan en clínica. Las combinaciones comentadas siendo sensible a tobramicina (Sy mposium, 1976b). En al­
ico
poseen un efecto bactericida más rápido que el uso de uno gunos hospitales, la flora nosocomial ha presentado ex­
u otro fármacos solos (presentan sinergismo en su acción). traordinarias alteraciones en su sensibilidad a los antibió­
La gentamicina y tobramicina son activas in vitro contra ticos en los últimos 20 años, con un incremento gradual de
ed

más de 90% de las cepas de Staphylococcus aureus y 75% la resistencia a gentamicina y tobramicina. La frecuencia
de las de Staphylococcus epidermidis. La eficacia clínica relativa de estos cambios varía en forma impresionante
m

de los aminoglucósidos solos en el tratamiento de infec­ incluso en diferentes unidades dentro de un mismo hospi­
ciones estafilocócicas graves no se ha corroborado y es tal (Cross y col., 1983). Por fortuna, la amikacina (Betts y
es

mejor no utilizarlos. Durante la exposición a los fármacos col., 1984) y, en algunos casos, la netilmicina han retenido
surgen rápidamente cepas de estafilococos mutantes re­ su actividad en este medio, fenómeno atribuido a la resis­
nt

sistentes a la gentamicina. Todavía más, va en aumento la tencia de los fármacos a muchas de las enzimas inactiva­
resistencia de estafilococos mediada por plásmidos trans- doras de aminoglucósidos. Por tal razón, los medicamen-
a pu

Cuadro 46-1. Concentraciones inhibidoras mfnimas caracterfsticas de aminoglucósidos que bloquean a 90% de los microorganismos
w.

cUnicos (MJC",) de varias especies

Concentración inhibidora mínima (AIICm)


ww

/ l
jig m

Especies Kanamicina Gentamicina Netilmicina Tobramicina Amikacina

Citrobacter freundii 8 0.5 0.25 0.5


Especies de Enterobacter 4 0.5 0.25 0.5
Escherichia coli 16 0.5 0.25 0.5
Klebsiella pneumoniae 32 0.5 0.25 1
Proteus mirabilis 8 4 4 0.5 2
Providencia stuartii 128 8 16 4 2
Pseudomonas aeruginosa >128 8 32 4 2
Especies de Serratia >64 4 16 16 8

Enlerococcus faeca/is 32 2 32 ,,64


Staphylococcus aureus . 2 0.5 0.25 0.25 16

• Con autorización de Wiedemann, 8., and Atkinson, B.A., 1991.


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Capítulo 46 Fúrmacos antimicrobianos: aminoglucósidos 1179

tos en particular tienen un amplio espectro de acción y son de las correspondientes al plasma en ausencia de inflamación;
particularmente eficaces en el tratamiento de infecciones dicha cifra puede llegar a 25% en casos de meningitis (Straus­

oosocomiales. baugh y col., 1977). Por tal motivo, las cifras alcanzadas son
inadecuadas en el tratamiento de meningitis por bacilos gram­
negativos en adultos. Se ha recurrido a la administración intrarra­

ABSORCION, OISTRIBUCION y ELlMINACION


qufdea o intraventricular de aminoglucósidos para lograr valo­
res terapéuticos, pero tal medida es innecesaria en casi todos los
OE LOS AMINOGLVCOSIOOS
pacientes por el advenimiento de las cefalosporinas de tercera
Absorción. Los aminoglucósidos son cationes fuertemente po­ generación. Los resultados terapéuticos de la administración sis­
lares y de este modo, en las vías gastrointestinales. su absorción témica de aminoglucósidos en neonatos con meningitis no indi­
es muy pequeña. Menos de 1% de las veces se absorbe después can beneficio adicional con el uso de las vías intrarraqufdea o
de la ingestión o de la aplicación rectal. Los fármacos no son intraarticular, tal vez por la inmadurez de la barrera hernatoen­
¡nactivados en el intestino y se les elimina cuantitativamente en cefálica (McCracken y col., 1980; McCracken, 1985). La pene­
las heces. Sin embargo, la ingestión por tiempo duradero o la tración de aminoglucósidos en Ifquidos del ojo es tan insignifi­
administración rectal pueden hacer que se acumulen los amiDa­ cante que la terapéutica eficaz de la endoftalmitis bacteriana

r
glucósidos hasta llegar a concentraciones tóxicas en personas obliga a la inyección periocular e intraocular de los fármacos

.a
con insuficiencia renal. La absorción de gentamicina en tubo (Barza, 1978).
digestivo aumenta en casos de enfermedad de dicho órgano (úl­ La administración' de aminoglucósidos a mujeres a finales del

om
ceras, enteropada inflamatoria; Cox, 1970; Breen y col., 1972). embarazo puede hacer que se acumulen los compuestos en plas­
La instilación de estos fánnacos en cavidades corporales con ma fetal y líquido amniótico. La estreptomicina causa pérdida
superficies serosas puede estimular su absorción rápida y toxi­ auditiva en hijos de mujeres que la recibieron durante el emba­

s.c
cidad inesperada, como seria bloqueo neuromuscular. En forma razo (Warkany, 1979). No se cuenta con datos suficientes res­
semejante, la intoxicación puede aparecer si se aplican en forma pecto a los demás aminoglucósidos y por ello se recomienda
local los aminoglucósidos por periodos largos, en grandes heri­ utilizarlos con cautela en el embarazo y sólo por indicaciones
das, quemaduras o úlceras cutáneas, en particular si hay insufi­
ico
clínicas de gran importancia, al no contar con otras alternativas
ciencia renal. idóneas (Sanford y col., 1994).
Todos los aminoglucósidos se absorben con rapidez de los
ed
sitios de inyección intramuscular. Las concentraciones máximas Eliminación. Los aminogluc6sidos se excretan casi por com­
en plasma se alcanzan después de 30 a 90 mio, y son semejantes pleto mediante filtración glomerular y se alcanzan concentra­
a las observadas 30 min después de haber terminado el goteo ciones de 50 a 200 I'g/ml en la orina. Una fracción grande de la
m

intravenoso de una dosis igual en un lapso de 30 mino En sujetos dosis parenteral se excreta intacta en las primeras 24 h, Y la ma­
en estado crítico y, sobre todo, en quienes se encuentran en cho­ yor parte de ella aparece en las primeras 12 h. Las vidas medias
es

que, puede disminuir la absorción del compuesto desde sitios de de los aminoglucósidos del plasma son semejantes y varían de·
aplicación intramuscular por el riego sanguíneo deficiente. dos a tres horas en individuos con función renal normal. La ex­
nt

creción de estos fármacos por el rifión es de 66% de la cifra de


Distribución. Los aminoglucósidos, por su naturaleza polar, depuración de creatinina, simultánea aproximadamente; dicha
pu

son excluidos en gran medida de casi todas las células de siste­ observación sugiere moderada resorción tubular de los fármacos.
ma nervioso central y ojo. Excepto la estreptomicina, estos fár­ Después de administrar una sola dosis de un aminoglucósido,
macos apenas si se unen a la albúmina plasmática. El volumen la desaparición desde el plasma excede en !O a 20% de la excre­
a

aparente de distribución de ellos es de 25% del peso corporal ción renal; sin embargo,después de uno o dos días de tratamien­
w.

magro, cifra cercana a la del volumen de liquido extracelular to, prácticamente el total de las dosis ulteriores termina por re­
(Barza y col., 1975). cuperarse de la orina. Este "retraso" quizá manifieste saturación
Como cabría esperar, las concentraciones de aminoglucósi­ de los sitios de unión en los tejidos. La eliminación del com­
ww

dos en secreciones y tejidos son pequeftas. Se detectan cifras puesto a partir de dichos sitios dura mucho más que la que se
altas únicamente en la corteza renal, y en la endolinfa y l'erilinfa produce desde el plasma; la vida media del aminoglucósido li­
del oído interno; ello puede contribuir a su nefrotoxicidad y gado a tejidos según algunos cálculos varía de 30 a 700 h
ototoxicidad (Davis y col., 1984). Las concentraciones en bilis (Schentag y Jusko, 1977). Por tal razón, en la orina se detectan
se acercan a 30% de las detectadas en plasma, como consecuen­ cantidades pequeftas de los aminoglucósidos 10 a 20 días des­
cia de secreción hepática activa pero ésta constituye una vía pe­ pués de terminar su administración. Los fármacos unidos al teji­
quefta de eliminación de tales fármacos. Es poca la penetración do renal muestran actividad antibacteriana y protegen a anima­
en las secreciones respiratorias (Levy, 1986). La difusión en los les de experimentación de infecciones bacterianas del riñón
líquidos pleural y sinovial es relativamente lenta, pero después incluso cuando no se les detecta en plasma (Bergeron y col.,
de administración repetida se pueden alcanzar concentraciones 1982).
próximas a las del plasma. La inflahlación incrementa la pene­ La concentración de aminoglucósido en plasma producida por
tración de los aminoglucósidos eo cavidades peritoneal y peri­ la dosis inicial depende únicamente del volumen de distribución
cárdica. del medicamento. La eliminación de estos fármacos depende casi
Las cifras de aminoglucósidos en Ifquido cefalorraquídeo por completo del riñón y, por ello, existe una relación lineal en­
(LCR) que se obtienen con su administración parenteral por lo tre la cifra de creatinina en plasma y la vida media de todos los
regular son subterapéuticas. En animales de experimentación y aminoglucósidos en personas con moderada deficiencia de la
seres humanos,las concentraciones en LCR son menores de 10% función renal. En individuos anéfricos, la vida media varía y es
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1180 Sección IX Quimioterapia de las enfermedades microbianas

20 a 40 veces mayor de la correspondiente a sujetos normales. goria, pero son muy variables (Appel y Neu, 1977). Si la perso­
Dado que la incidencia de nefrotoxicidad y ototoxicidad depen­ na que necesita diálisis sufre peritonitis bacteriana, quizá no se
de de la concentración en la que se acumule un aminoglucósi­ alcance en el líquido peritoneal una concentración terapéutica
do, es de máxima importancia disminuir la dosis de sostén de del aminoglucósido porque la razón entre la cifra plasmática y
éste en individuos con deficientefunción renal. La magnitud de la que se observa en líquido peritoneal puede ser de 10: 1 (Smi­
la dosis individual, el intervalo entre una y otra dosis, o ambos thivas y col., 1971). Por tal causa, se recomienda agregar el an­
factores pueden alterarse. No hay datos concluyentes del mejor tibiótico a la solución de diálisis para alcanzar concentraciones
procedimiento e incluso se han cuestionado los márgenes tera­ iguales a las deseadas en plasma (p. ej., 4 a 10 "g/mI de genta­
péuticos aceptados en la actualidad (McConnack y Jewesson, micina, tobramicina y netilmicina; 15 a 30 ,Uglml de amikacina
1992). En las publicaciones se han seftalado muy diversas reco­ y kanamicina); todo lo anterior debe ser antecedido por la admi­
mendaciones y nomogramas especificos (p. ej., Hull y Sarubbi, nistración parenteral de una dosis de saturación.
1976). Las concentraciones plasmáticas más constantes se al­ La excreción de aminoglucósidos es semejante en adultos y
canzan cuando la dosis inicial se calcula en miligramos por ki­ niflos mayores de seis meses de edad, pero en el neonato la vida
logramo de peso corporal. y dado que los aminoglucósidos se media de los fármacos puede prolongarse significativamente. Los
distribuyen mínimamente en tejido graso, habrá que utilizar el recién nacidos que pesan menos de 2 kg tienen vida media de
peso corporal magro o esperado. En el apéndice 11, se incluyen

r
aminoglucósidos de 8 a 11 h en la primera semana de vida, en

.a
métodos para calcular las dosis. tanto que los que pesan más, los eliminan en unas cinco horas
A pesar de lo comentado, surgen dificultades netas para utili­ como término medio (Yow, 1977). De este modo, es de impor­

om
zar cualesquiera de estos métodos en individuos graves con fluc­ tancia critica medir en forma seriada las concentraciones de
tuaciones rápidas en su función renal (Lesar y col., 1982). Ade­ aminoglucósidos en el tratamiento de neonatos (Phillips y col.,
más, incluso si se toman en consideración factores conocidos, 1982).

s.c
las concentraciones de aminoglucósidos que se acumulan en el Los aminoglucósidos son inactivados por varias penicilinas
plasma después de una dosis particular varían enormemente en­ in vitro (Konishi y col., 1983) y en personas con insuficiencia
tre uno y otro pacientes (Barza y col., 1975). Si se expande el renal en fase terminal (Blair y col., 1982), de manera que se
volumen extracelular, disminuirán las concentraciones. Por ra­
ico
dificultan aún más las recomendaciones posológicas. Se tendrá
zones desconocidas, aumenta la depuración y aminora la vida enonne cuidado cuando se obtenga suero para medir las con­
media de los aminoglucósidos en sujetos con fibrosis qufstica; centraciones de estos fármacos porque la ¡nactivación de ellos
ed
en personas con leucemia, aumenta el volumen de distribución puede continuar in vitro, salvo que se haya inactivado la penici­
(Rosenthal y col., 1977; Spyker y col., 1978). Los anémicos con lina con p-lactamasa o se haya congelado la muestra (Pickering
un hematócrito menor de 25% muestran una concentración plas­ y Gearhart, 1979). Al parecer la amikacina es la menos afectada
m

mática mayor de la prevista, tal vez por la disminución en el por la interacción comentada.
número de sitios de unión en los eritrocitos (Siber y col., 1975).
es

La medición de la concentración de fármacos en plasma es


una pauta esencial para administrar de manera apropiada los
EFECTOS ADVERSOS DE LOS
nt

aminoglucósidos. En circunst3fJ.cias ideales, hay que medir la


cifra plasmática mínima en la cUrva fluctuante de material obte­ AMINOGLUCOSIDOS
nido poco antes de administrar ulla dosis, y cuantificar una con­
pu

centración máxima en el plasma obtenido 30 min después de la Todos los aminoglucósidos tienen la capacidad de produ­
administración intravenosa lenta de dicha dosis para conocer la cir toxicidad reversible e irreversible de tipo vestibular,
a

adecuación de la actividad antibacteriana (máxima) y detectar la coclear y renal; estos efectos adversos complican el em­
acumulación del medicamento (valor mínimo). En individuos
w.

pleo de tales compuestos y dificultan en grado sumo su


con infecciones sistémicas que pueden ser letales, hay que me­
administración precisa (Appel y Neu, 1977).
dir varias veces por semanas las concentraciones del aminoglu­
ww

cósido (con mayor frecuencia si la función renal es fluctuante) y


debe cuantificarse siempre 24 h después de cambiar las dosis. Ototoxicidad. Después de administrar cualesquiera de
Los aminoglucósidos son eliminados del organismo por he­ los aminoglucósidos, puede haber disfunción vestibular y
modiálisis o diálisis peritoneal. En promedio, la mitad de la do­ auditiva. Los estudios en animales y seres humanos han
sis administrada se excreta en 12 h en la hemodiálisis, técnica corroborado la acumulación progresiva de estos fármacos
que se ha utilizado para corregir el exceso de dosis (Alexander y en la perilinfa y endolinfa del oído interno (Huy y col.,
Gambertoglio, 1985). Por regla general, con una dosis que equi­ 1983). La acumulación surge sobre todo cuando son altas
valga a la mitad de la inicial, administrada después de cada he­ sus concentraciones en plasma. Es lenta la difusión retró­
modiálisis, debe conservarse la concentración plasmática den­
grada hacía la corriente sanguínea; las vidas media de los
tro de los límites previstos; sin embargo, diversas variables hacen
aminoglucósidos son cinco a seis veces mayores en los
que con el cálculo anterior sólo se logre una aproximación del
liquidos del oído que en plasma. La difusión retrógrada
valor de la dosis, en el mejor de los casos. Tiene enonne impor­
tancia en estas situaciones la medición frecuente de las cifras
depende de la concentración y es facilitada cullndo la can­
plasmáticas de esta familia de fármacos. tidad del medicamento en plasma llega a un mínimo. De
La diálisis peritoneal es menos eficaz que la hemodiálisis para este modo, la ototoxicidad es más manifiesta en indivi­
eliminar los aminoglucósidos. Las velocidades de excreción son duos con cifras siempre elevadas del medicamento en plas­
de 5 a 10 ml/min con respecto a los medicamentos de esta cate- ma. Sin embargo, se ha señalado que incluso una sola do-
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CapÍluio46 Fármacos anrimicrobianos: aminoglucósidos 1181

sis de tobramicina produce leve disfunción temporal del males (Brummett, 1983); los datos que han achacado tales
caracol durante periodos en que llega al máximo su con­ efectos a la furosemida son menos convincentes en seres
centración en plasma (Wilson y Ramsden, 1977). Se des­ humanos (Moore y col., 1 984a). También es más probable
conoce la rélación de esta observación con la hipoacusia que surja la hipoacusia en individuos con �eficiencias au­
permanente. ditivas preexistentes antes de entrar en contacto con estos
La ototoxicidad es reversible en gran medida y es con­ fármacos.
secuencia de la destrucción progresiva de las neuronas Todos los aminoglucósidos son capaces de afectar las
sensitivas vestibulares o cocleares, que son muy sensibles funciones coclear y vestibular, pero es evidente que hay
a sufrir daño por amínoglucósidos (Brummett y Fax, 1982). alguna toxicidad "preferente". La estreptomicina y genta­
Los estudios en cobayos expuestos a grandes dosis de gen­ micina originan más bien efectos vestibulares, en tanto que
tamicina indicaron degeneración de las células ciliadas la amikacina, kanamicina y neomicina afectan más bien la
sensitivas tipo 1 en la porción central de la cresta ampollar función del nervio auditivo; la tobramicina genera efectos
(órgano vestibular), y fusión de cilios sensitivos indivi­ por igual a ambas funciones. La incidencia de ototoxicidad

r
duales en cilios gigantes (Wersllll y col., 1973). Investiga­ es muy dificil de valorar. Los datos de audiometria sugie­

.a
ciones semejantes con gentamicina y tobramicina también ren que puede llegar a 25% (Moore y col., 1 984a). La in­
muestran la pérdida de las células ciliadas en el caracol cid.ncia relativa al parecer es igual con tobramicina, gen­

om
del órgano de Corti (Theopold, 1977). Al aumentar la do­ tamicina y amikacina. Los estudios iniciales en animales
sis y prolongar la exposición, el daño evoluciona desde la de laboratorio y seres humanos sugirieron que la netilmi­
base del caracol en que se procesan los sonidos de alta cina es menos tóxica que otros aminoglucósidos (Brummett

s.c
frecuencia hasta la punta, sitio que es necesario para la y Fax, 1982; Lerner y col., 1983); sin embargo, la inciden­
percepción de frecuencias bajas. Los cambios histológi­ cia de tal complicación por dicho antibiótico no es insigni­
cos mencionados guardan relación con la capacidad del ico
ficante pues se sabe que en un estudio clínico, las compli­
caracol para generar un potencial de acción en respuesta caciones mencionadas surgieron en 10% de los enfermos
al sonido, pero no se conocen en detalle los mecanismos (Trestman y col., 1978). Se necesitan más estudios clini­
ed
bioquímicos de la ototoxicidad. Se ha demostrado, en ca­ cos para hacer una afirmación definitiva en cuanto a la
sos de ototoxicidad experimental, que los cambios inci­ ototoxicidad relativa de dicho fármaco.
pientes inducidos por aminoglucósidos son reversibles por La incidencia de toxicidad vestibular es particularmen­
m

acción del calcio. Sin embargo, una vez que se pierden las te grande en personas que reciben estreptomicina, y se sabe
es

neuronas sensitivas, no hay regeneración; como consecuen­ que casi 20% de quienes reciben 500 mg dos veces al día,
cia, ocurre degeneración retrógrada del nervio auditivo y durante cuatro semanas, en endocarditis enterocócica, ter­
la pérdida auditiva es irreversible (Lietman, 1990). Se ha mina por mostrar lesión vestibular irreversible detectada
nt

sugerido que los aminoglucósidos interfieren en el siste­ clínicamente (Wilson y col., 1984). Además, incluso 75%
ma de transporte activo que es esencial para la conser­ de enfermos que recibieron 2 g de estreptomicina por más
pu

vación del equilibrio iónico de la endolinfa (Neu y de 60 días presentó signos de nistagmo o desequilibrio
Bendush, 1976); ello podría alterar las concentraciones postural.
a

normales de iones en los líquidos laberínticos con dismi­ Se recomienda la vigilancia seriada y cuidadosa en bus­
w.

nución de la actividad eléctrica y de la conducción nervio­ ca de ototoxicidad en individuos que reciben altas dosis
sa. Al final, los cambios de electrólitos o tal vez los pro­ de aminoglucósidos, ciclos prolongados o que están ex­
ww

pios fármacos lesionan de modo irreversible a las neuronas puestos a ambas situaciones porque los síntomas iniciales
ciliadas. Se ha prestado gran atención también a la inte­ son reversibles; sin embargo, la sordera puede surgir va­
racción de aminoglucósidos con fosfolípidos de la membra­ rias semanas después de interrumpir el tratamiento.
na y, en particular, al fosfatidilinositol y sus derivados
fosforilados que son precursores de los segundos mensaje­ Sin/omas clinicos de toxicidad coclear. El primer síntoma de
ros intracelulares 1,4,5-trifosfato de inositol y diacilglicerol futuros problemas suele ser el tinnitus de tono agudo. Si no se
(cap. 2). interrumpe el uso del fármaco, después de unos cuantos días
El grado de disfunción permanente guarda relación con puede haber deficiencia de la audición. El tinnitus a veces per­
el número de neuronas ciliadas sensitivas destruidas o al­ siste de algunos días a dos semanas luego de interrumpir el tra­

teradas y, según se piensa, depende de la exposición soste­ tamiento. En primer lugar, se pierde la percepción del sonido en
el espectro de alta frecuencia (fuera del margen de la conversa­
nida al fármaco. Los ciclos repetidos de aminoglucósidos,
ción); por esto la persona afectada no se percata de dicho dete­
de los cuales resulte en la pérdida de más neuronas de ese
rioro, y éste no se detectará salvo que se realice un examen
tipo, puede ocasionar sordera. Al parecer, con la edad hay
audiométrico cuidadoso. Si evoluciona la pérdida de audición,
habrá menor percepción de sonidos en el margen inferior y se
una disminución en el número de dichas células y, por ello,
los ancianos pueden ser más sensibles a la ototoxicidad. dificultará la conversación.
Los fármacos como ácido etacrínico y furosemida poten­ Sintomas cllnicos de toxicidad vestibular. Uno o dos días an­
cian los efectos ototóxicos de los aminoglucósidos en ani- tes de que comience la disfunción laberíntica, puede haber cefa-
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1 1 82 Sección IX Quimioterapia de las enfermedades microbianas

lea moderadamente intensa y, después de ella, tal vez surja una Algunas variables al parecer influyen en la nefrotoxicidad por
etapa aguda en que aparecen náusea, vómito y dificultad para aminoglucósidos. La toxicidad guarda relación con la cantidad
conservar el equilibrio, cuadro que persiste durante una a dos total del fármaco administrado y, por consecuencia, tal fenóme­
semanas. El vértigo en la posición erecta, la imposibilidad de no muy probablemente surja con ciclos terapéuticos más largos.
percibir cuándo termina un movimiento ("desviación psíquica") La venoclisis continua es más nefrotóxica en perros y ratas que
y dificultad para sentarse o estar de pie sin ayudas visuales son la aplicación intermitente (Reiner y col., 1978; Powell y col.,
síntomas notables. Otras manifestaciones importantes compren­ 1983), y las concentraciones constantes del fármaco en plasma
den el "arrastrar" los ojos al final de un movimiento, de modo superiores al nivel crítico, que se manifiesta por incremento de
que es dificil enfocar la vista y leer, así como una prueba positi­ las cifras séricas mínimas, guardan relación con la toxicidad en
va de Romberg y. en raras ocasiones, movimiento pendular del seres humanos (Keating y col., 1 979). Los estudios en animales
tronco. y nistagmo espontáneo. La etapa aguda termina en for­ indican que hay menor nefrotoxicidad sin disminución en la efi­
ma repentina, y luego ocurren manifestaciones congruentes con cacia cuando los fármacos de esta categoría se administran una
laberintitis crónica, en la que la persona está asintomática en el vez al día (Kapusnik y col., 1988; Wood y col., 1988). Se han
decúbito. pero manifiesta dificultad cuando intenta caminar o publicado datos de algunos estudios clínicos que comparan efi­

r
hacer movimientos repentinos; el signo más notable es la ataxia. cacia y toxicidad de un régimen de administración una vez al

.a
La fase crónica persiste durante unos dos meses y poco a poco día, con múltiples dosis diarias de diversos aminoglucósidos,
es rebasada por la etapa compensatoria, en la que los síntomas incluidos gentami dna, amikacina, netilmicina y tobramicina

om
son latentes y aparecen sólo cuando el sujeto cierra los párpa­ (Gilbert, 1991; ter Braak y col., 1990; Prins y col., 1993; deVries
dos. La adaptación a la deficiencia de la función laberíntica se y col., 1990). Un dato constante es que la administración de una
logra por medio de apoyos visuales y sensación propioceptiva sola dosis diaria no es más tóxica y, en algunos estudios, es menos

s.c
profunda para precisar movimiento y posición. Dicha adapta­ tóxica que múltiples dosis, sin pérdida de la eficacia.
ción es más adecuada en el joven que en el anciano, pero quizá El potencial nefrotóxico varia entre aminoglucósidos indivi­
sea insuficiente para permitir el alto grado de coordinación ne­ duales. En animales de experimentación, la toxicidad relativa se
cesario en muchas actividades especiales. Se necesita a veces el
transcurso de 12 a 18 meses para que el sujeto se restablezca de
ico
relaciona con la concentración del fármaco que se halla en la cor­
teza renal; sin embargo, no siempre los estudios en seres huma­
esta fase, y muchos individuos presentan moderada lesión resi­ nos han corroborado este dato. La neomicina, que muestra con­
dual permanente. No existe un tratamiento específico de la defi­
ed
centración en máximo grado, es fuertemente nefrotóxica en seres
ciencia vestibular, pero la interrupción temprana del uso del fár­ humanos y no debe administrarse por vía sistémica. La estrepto­
maco permite a veces la recuperación antes de que surja daño micina no se concentra en la corteza renal y por ello es la menos
m

irreversible de las neuronas ciliadas. nefrotÓxica. Gran parte de la controversia ha girado alrededor de
las toxicidades relativas de gentamicina y tobramicina. La genta­
es

micina es concentrada en el rinón a un grado mayor que la


Nefrotoxicidad. Se sabe que 8 a 26% de individuos que tobramicina, pero varias investigaciones clínicas con sujetos tes­
reciben un aminoglucósido por más de varios días mostra­ tigo han generado diversas cifras y estimaciones de su nefrotoxi­
nt

rán trastorno renal leve, que casi siempre es reversible cidad relativa (Smith y col., 1977, 1 980; Fong y col., 1 98 1 ; Keys
(Smith y col., 1977, 1 980). La toxicidad al parecer es re­ y col., 1981). En caso de que en seres humanos existan diferen­
pu

sultado de acumulación notable y de retención ávida del cias entre la toxicidad renal de uno y otro aminoglucósidos, al
aminoglucósido en las células tubulares proximales (Aro­ parecer éstas son mínimas. No son concluyentes los datos de es­
a

noff y col., 1 983; Lietman y Smith, 1983). El daño inicial tudios comparativos de amikacina, sisomicina y netilmicina. Otros
fármacos como anfotericina B, vancomicina, cisplatino y ciclos­
w.

en este sitio se manifiesta por la excreción de enzimas en


porina pueden potenciar la nefrotoxicidad inducida por amino­
el borde "en cepillo" del túbulo renal (Patel y col., 1975).
glucósidos (Wood y col., 1986). Varios estudios han sugerido que
ww

Después de varios días surge un defecto en la capacidad de


la cefalotina agrava la nefrotoxicidad causada por aminoglucósi­
concentración del riñón, así como proteinuria leve y tam­ dos (Klastersky y col., 1975; Wade y col., 1978). La furosemida
bién cilindros hialinos y granulosos. La filtración glome­ intensifica la nefrotoxicidad de aminoglucósidos en ratas si no se
rular disminuye después de unos días más (Schentag y col., corrige la depleción concomitante de Hquidos (Mitchell y col.,
1979). Se ha dicho que la fase no oligúrica de la insuficien­ 1977), y se ha sugerido que dicha toxicidad puede depender de la
cia renal puede ser causada por los efectos que ejercen los pérdida de potasio inducida por los diuréticos. Los estudios cHni­
aminoglucósidos en la porción distal de la netrona. Algu­ cos no han aportado datos concluyentes de que la furosemida
nos investigadores piensan que tales acciones disminuyen agrave la nefrotoxicidad (Smith y Lietman, 1983); sin embargo,
la sensibilidad del epitelio de los conductos colectores a la se ha dicho que en el cuadro en cuestión intervienen la depleción
hormona antidiurética endógena (Appel, 1 982). En raras volumétrica y la pérdida de potasio.
Entre los factores de riesgo de que surja nefrotoxicidad por
ocasiones, aparece necrosis tubular aguda y grave, pero el
arninoglucósido se han sugerido senectud, hepatopatía y choque
dato importante más frecuente es el aumento leve de la crea­
séptico pero los datos no son convincentes (Moore'y col., 1984b).
tinina plasmática (0.5 a 2.0 mg/dl; 40 a l 75 I'M); y en muy
No obstante, cabe destacar que se ha "sobreestimado" la fun­
contadas ocasiones aparecen hipopotasemia, hipocalcemia ción renal en ancianos a partir de mediciones de la concentra­
e hipofosfatemia. La insuficiencia de la función renal casi ción de creatinina plasmática, y se producirá "sobredosificación"
siempre es reversible porque las células tubulares proxi­ si se utiliza dicha cifra como única guía en esta población de
males poseen capacidad de regeneración. pacientes.
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Capítulo 46 Fármacos untimicrobianos: aminoglucósidus 1183

Los aminoglucósidos alteran siempre la estructura y fun­ (Pittinger y col., 1 970). El orden decreciente de capacidad
ción de las células de la porción proximal de túbulos rena­ para producir bloqueo es: neomicina, kanamicina, amika­
les, pero tales efectos suelen ser reversibles. El resultado cina, gentamicina y tobramicina.
más importante de dicha toxicidad tal vez sea la menor En seres humanos, casi siempre ha aparecido el bloqueo
excreción del fánnaco, lo cual a su vez podría ocasionar neuromuscular después de instilación intrapleural o intra­
ototoxicidad. Es útil medir de manera seriada las concen­ peritoneal de grandes dosis de un aminoglucósido; sin
traciones plasmáticas de estos productos, en particular, embargo, tal reacción ha aparecido después de la admi­
durante su uso duradero, con dosis altas, o cuando concu­ nistración intravenosa, intramuscular e incluso oral de
rren ambos factores. Sin embargo, nunca se ha comproba­ dichos compuestos (Holtzman, 1 976). Casi todos los epi­
do que se pueda evitar la toxicidad al impedir las concen­ sodios surgieron junto con anestesia o con la administra­
traciones máxima o mínima excesivas de aminoglucósidos. ción de otros medicamentos de bloqueo neuromuscular.
De hecho, la experiencia con regímenes de una sola dosis Las personas con miastenia grave son particularmente sen­
diaria sugieren netamente que los picos máximos, es de­ sibles al bloqueo neuromuscular mediante aminoglucó­
cir, 1 5 a 25 ,ug/ml no íncrementan la toxicidad. sidos.

r
No se conocen en detalle los fenómenos bíoquímicos Los estudios en animales señalan que los aminoglucósi­

.a
que culminan en daño de células tubulares y disfunción dos inhiben la liberación presináptica de acetilcolina, en

om
glomerular, pero quizás incluyan perturbaciones de la es­ tanto que también aminoran la sensibilidad posináptica a
tructura de las membranas celulares. Los aminoglucósi­ dicho transmisor (Pittinger y Adamson, 1 972; Sokoll y
dos inhíben a fosfolipasas, esfingomielinasas y ATPasas y Gergis, 1981). El calcio rebasa el efecto del aminoglucó­

s.c
también alteran la función de mítocondrias y ribosomas sido en la unión neuromuscular y por ello el tratamiento
(Silverblatt, 1 982; Queener y col., 1983; Humes y col., preferido de este trastorno es la administración intraveno­
1 984). Dada la capacidad de los aminoglucósidos catió­ sa de una sal de calcio (Singh y col., 1978). Se han utiliza­
ico
nicos para interactuar con fosfolípidos aniónicos, los fár­ do con resultados variables inhibidores de colinesterasa
macos en cuestión pueden impedir la generación de auta­ (edrofonio, neostigmina). Los médicos han tenido una con­
coides derivados de la membrana y segundos mensajeros ciencia cada vez mayor de esta complicación y por ello es
ed

intracelulares como prostaglandinas, inositolfosfato y ahora relativamente infrecuente.


diacilglicerol. Las anormalidades del metabolismo de pros­
m

taglandinas explicaría la relación entre daño tubular y dis­ Otros efectos en el sistema lIervioso. En particular la
minución de la filtración glomerular. Otros investigadores administración de estreptomicina puede producir disfun­
es

han observado cambios morfológicos en células del endo­ ción del nervio óptico. Se ha mencionado que con dicho
telio glomerular (un número menor de fenestraciones en­ fánnaco surgen escotomas que asumen la forma de agran­
nt

doteliales) en animales que recibieron aminoglucósidos damiento del punto ciego.


(Luft y Evans, 1 980), y decremento en el coeficiente de Entre las reacciones tóxicas a estreptomicina menos
pu

ultrafiltración del capilar glomerular inducido por tales comunes está la neuritis periférica; esto puede depender
fármacos (Baylis y col., 1 977). de la inyección accidental de un nervio en el curso de
Se ha demostrado que el calcio bloquea la captación la terapéutica parenteral o de toxicidad que afectó nervios
a

y unión de los aminoglucósidos a la membrana luminal en un sitio remoto al de la administración del antibió­
w.

del "borde en cepillo" renal in vitro, y que la adición de tico. Después de utilizar el medicamento, surgen pareste­
calcio de los alimentos atempera la nefrotoxicidad experi­ sias que con gran frecuencia son peribucales pero pueden
ww

mental (Bennett y col., 1 982; Humes y col., 1984; Quarum aparecer en otras áreas de la cara o incluso en las manos
y col., 1 984). Al final, los aminoglucósidos son interna­ y, por lo común, se manifiestan 30 a 60 min después de
Iizados por pinocitosis. Desde el punto de vista morfológi­ la inyección del medicamento, y a veces persisten varias
co, hay pruebas netas de acumulación de ellos en los horas.
liposomas, un mecanismo por el cual son atrapados (con­
centrados hasta llegar a 50 veces la concentración corres­ Otros efectos adversos. En términos generales, los ami­
pondiente al plasma; Aronoff y col., 1 983), y preparados noglucósidos poseen escaso potencial alergénico y son in­
para excreción en la orina en la forma de estructuras frecuentes la anafilaxia y las erupciones. Se han señalado
fosfolípidas multilaminares llamadas cuerpos mieloides reacciones ocasionales de hipersensibilidad que incluyen
(Silverblatt, 1 982). erupciones cutáneas, eosinofilia, fiebre, discrasias sanguí­
neas, angioedema, dermatitis exfoliativa, estomatitis y cho­
Bloqueo neuromuscular. Se ha atribuido a los amino­ que anafiláctico. Los aminoglucósidos por administración
glucósidos una reacción tóxica infrecuente que incluye blo­ parenteral no ocasionan colitis seudomembranosa tal vez
queo neuromuscular agudo y apnea. En una revisión de 83 porque no alteran la flora anaerobia normal. Otras reac­
publicaciones de parálisis muscular duradera, se señaló que ciones que se han atribuido a fánnacos individuales se
una de las causas más frecuentes era el uso de neomicina exponen en los párrafos siguientes.
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1184 Sección IX Quimioterapia de las enfermedades microbianas

ESTREPTOMICINA plo, el anciano con endocarditis estreptocócica por una cepa


sensible a la penicilina quizá deba recibir penicilina sola
La estreptomicina se utiliza hoy para tratar algunas infec­ durante cuatro semanas, debido a la mayor toxicidad cau­
ciones poco comunes, por lo regular en combinación con sada por estreptomicina en dicho sujeto. Un ciclo breve de
otros antimicrobianos. En ténninos generales, es menos dos semanas de tratamiento está indicado en casos no com­
activa que otros miembros de esta clase de fánnacos con­ plicados (Bisno y col., 1989). Sin embargo, si la infección
tra bacilos gramnegativos aerobios. Por tal razón, se le usa afecta a una válvula protética del corazón y es causada
poco y durante un tiempo no se le distribuyó comercial­ por una cepa relativamente resistente (MIC de la penicili­
mente en Estados Unidos. También a veces se utiliza con­ na mayor de 0.2 ,ug/ml), o es producida por estreptococos
tra la tuberculosis (cap. 48). Se administra en inyección con deficiencias nutricias (que necesitan piridoxal) es pru­
intramuscular profunda e intermitente. Las inyecciones dente prolongar la terapéutica (Sande, 1983).
suelen ser dolorosas y, a veces, se fonnan masas calientes Tularemia. Las personas con este padecimiento se be­
y molestas en el sitio de aplicación. nefician de modo impresionante con la administración de
estreptomicina (Evans y col., 1985). Los mejores resulta­

r
Aplicaciones terapéuticas. Endocarditis bacteriana. dos se obtienen si se emprende tempranamente el trata­

.a
La estreptomicina y la penicilina producen un efecto bac­ miento; sin embargo, el hecho de que sea crónica la enfer­

om
tericida sinérgico in vitro y en modelos animales de infec­ medad no descarta la posibilidad de conseguir la curación
ción contra cepas de enterococos, estreptococos del grupo completa. Casi todos los enfennos mejoran con la admi­
O y los estreptococos orales del grupo viridans. Muchas nistración de I a 2 g ( 1 5 a 25 mglkg) de estreptomicina al

s.c
autoridades recomiendan una combinación de ambos anti­ día (durante siete a l O días). Las tetraciclinas son también
bióticos (aunque la gentamicina ha sustituido casi por muy eficaces en la tularemia, y algunos médicos las pre­
completo a la estreptomicina) para tratar la endocarditis fieren en las fonnas más benignas de la enfermedad.
originada por los microorganismos mencionados. La sola
ico
Peste. La estreptomicina es uno de los compuestos más
penicilina G es ineficaz en la terapéutica de la endocardi­ eficaces en el tratamiento de todas las fonnas de la peste.
tis por enterococos; también hay que administrar estrepto­ También son beneficiosas en estos casos las tetraciclinas y
ed

micina (500 mg dos veces al día) o gentamicina ( 1 mglkg el cloranfenicol. Si se utiliza estreptomicina puede admi­
de peso corporal, tres veces al día) para asegurar la cura­ nistrarse una dosis de I a 4 g/día, en dos a cuatro fraccio­
m

ción. Se prefiere la gentamicina cuando la cepa es resis­ nes durante siete a 10 días.
tente a estreptomicina (concentración inhibidora mínima Tuberculosis. La estreptomicina quizá sea uno de los po­
es

[MIC] mayor de 2 OOO,ug/ml). La penicilina G y el amino­ cos medicamentos al que sean sensibles cepas de Myco­
glucósido se proporcionan durante cuatro a seis semanas. bacterium tuberculosis resistentes a múltiples fármacos.
nt

El tratamiento de cuatro semanas ha generado resultados En el tratamiento de esta enfennedad, debe utilizarse siem­
satisfactorios en personas que mostraron síntomas en los pre la estreptomicina en combinación con uno o dos com­
pu

tres meses anteriores a la terapéutica (Wilson y col., 1984). puestos antifimicos más aquéllos a los que sea sensible la
Algunas autoridades recomiendan la gentamicina en to­ cepa patógena. La dosis es de 15 mglkg/día en una sola
dos los casos de endocarditis por enterococos porque su inyección intramuscular durante dos a tres meses, y luego
a

toxicidad es más bien renal y reversible, en tanto que la de se continúa dos a tres veces por semana después de ese
w.

la estreptomicina es vestibular e irreversible. Por desgra­ plazo.


cia, han surgido cepas de enterococos resistentes a genta­
ww

micina (Eliopoulos y col., 1988). Las enzimas que inactivan


a gentamicina y estreptomicina son diferentes y por ello GENTAMICINA
una proporción pequeña de cepas resistentes a la primera
será sensible a la segunda. La gentamicina es un compuesto importante para tratar
La endocarditis causada por estreptococos sensibles a muchas infecciones graves por bacilos gramnegativos. Es
penicilina (MIC menor de 0.1 ,ug/ml) ha sido combatida el aminoglucósido de primera elección por su bajo costo y
de manera satisfactoria con la sola penicilina G durante su actividad fiable contra casi todos los aerobios gramne­
cuatro semanas (cifras de recidivas de I a 2%; Karchmer gativos, excepto los más resistentes. Sin embargo, la apa­
y col., 1979); la penicilina G con estreptomicina (0.5 g dos rición de microorganismos resistentes en algunos hospita­
veces al día) durante dos semanas (índice de recidivas de les han constituido un problema grave y puede limitar el
I a 2%; Wilson y col., 1978) o penicilina G durante cuatro uso futuro de este medicamento.
semanas en combinación con estreptomicina las primeras
dos semanas de la terapéutica (índice de recidivas, 0%; Aplicaciones terapéuticas de la gentamicina y otros
Wolfe y Johnson, 1974). Por todo lo expuesto, el clínico aminoglucósidos. Es posible utilizar indistintamente gen­
posee varias opciones y puede escoger alguna de ellas con tamicina, tobramicina, amikacina y netilmicina en el tra­
base en las necesidades del paciente individual. Por ejem- tamiento de casi todas las infecciones siguientes y, por ello,
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Capítulo46 Fármacos antimicrobianos: aminoglucósidos 1 1 85

serán analizadas en un solo apartado. En lo que toca a to­ los aminoglucósidos disminuye extraordinariamente a pH bajo
das las indicaciones, la gentamicina es el compuesto pre­ (Strausbaugh y Sande, 1978) y en estado de hiperosmolaridad
ferido por la larga experiencia en su empleo y su costo (Papapetropoulou y col., 1983); sin embargo, las concentracio­

relativamente. bajo. nes muy altas que se alcanzan en orina en sujetos con función
renal normal por lo regular bastan para erradicar microorganis­
mos sensibles. La liberación duradera de la gentamicina de la
La dosis intramuscular o intravenosa recomendada de sulfato corteza renal, después de interrumpir su administración, produ­
de gentamicina (GARAMYCIN) en adultos es de 2 rng/kg de peso ce un efecto terapéutico durante varios meses en la pielonefritis
para la primera aplicación (o de saturación), y luego se sigue experimental en ratas (Bergeron y col., 1982).
con 3 a 5 mg/kgldía, y una tercera parte se administra cada ocho Neumonia. Va en aumento la frecuencia de neumonía causada
horas. En lactantes, se han sugerido diversos planes posológicos: por bacilos gramnegativos, especialmente en personas hospita­
según algunos autores, 2 a 2.5 mglkg de peso cada ocho horas es lizadas, individuos unidos a respiradores y en quienes tienen
un esquema innocuo en niños incluso de dos aftos de edad; 5 disminución de las defensas (granulocitopenia, en particular).
mg!kg/día en dos inyecciones a intervalos iguales ha sido el es­ La selección de un antibiótico depende de la sensibilidad del
quema recomendado para neonatos con infecciones graves. Tam­ microorganismo. La mayor parte de los microorganismos que

r
bién cabe utilizar un régimen de una sola dosis diaria, en que la causan neumonía de origen comunitario son sensibles a antibió­

.a
cantidad diaria total se aplique en una sola sesión de venoclisis ticos f3-lactámicos de amplio espectro, y casi nunca es necesario
durante 30 a 60 mino A pesar de que la concentración máxima en agregar un aminoglucósido. La administración de un aminoglu­

om
plasma es de 2 a 3 1'glml después de la administración intramus­ cósido solo no es muy eficaz porque es dificil lograr concentra­
cular de 1 mg/kg de peso, datos de estudios cuidadosos hechos ciones terapéuticas a causa de la penetración relativamente
por diversos investigadores han destacado que las dosis reco­ escasa del fármaco en los tejidos inflamados y a situaciones co­

s.c
mendadas de gentamicina no siempre alcanzan las concentra­ existentes, como baja presión de oxígeno y pH bajo (ácido), fac­
ciones deseadas en plasma. Se recomienda decididamente tores que interfieren en la actividad antibacteriana del amino­
medir de manera periódica las cifras de aminoglucósidos en plas­ glucósido. Un fármaco de esta índole en combinación con un
ma, sobre todo en individuos en estado muy grave, para confir­
ico
antibiótico {1-lactámico están indicados como tratamiento empí­
mar que se encuentran en los limites terapéuticos. No se ha defi­ rico de neumonía de origen nosocomial. en que los agentes cau­
nido con exactitud qué concentración plasmática es tó�ica, pero sales tal vez sean aerobios gramnegativos con resistencia a múl­
ed

se han relacionado con toxicidad concentraciones ��mínimas" tiples medicamentos. También se recomienda la terapéutica por
(predosis) que rebasan 2 ¡'glml por más de 1 0 dias. combinación para tratar neumonía causada por Pseudomonas
Muy diversas infecciones han sido tratadas con buenos resul­ aeruginosa.
m

tados por medio de aminoglucósidos; sin embargo, por la toxici­ En muchos hospitales, han surgido cepas de Klebsiella, Ente­
dad de estos fármacos el empleo duradero debe limitarse a la robacter, Serratia, Prote�s y Pseudomonas resistentes a genta­
es

terapéutica de infecciones que pueden ser letales, y aquéllas en micina y tobramicina. Los ��reservorios" principales de dichos
que son menos eficaces los antimicrobianos menos tóxicos. microorganismos son las unidades de quemados y de vigilancia
nt

Los antibióticos mencionados a menudo se utilizan (en com­ intensiva, sitios en los que se utilizan ampliamente ambos fár­
binación con una penicilina o una cefalosporina) en la terapéuti­ macos. A menudo son colonizados e infectados por bacterias
pu

ca de infecciones microbianas graves, probadas o que se sospe­ resistentes sujetos en estado crítico con traqueostomía o con dis­
cha son generadas por gramnegativos y. en particular, las causadas minución de sus defensas inmunitarias, asi como aquellos que
por Pseudomonas aeruginosa, Enterobacter, Klebsiella, Serratia portan catéteres intravenosos y sondas vesicales a pennanencia.
a

y otras especies resistentes a antibióticos menos tóxicos; infec­ Los aminoglucósidos son ineficaces para tratar la neumonía
w.

ciones de vías urinarias, bacteriemia, quemaduras infectadas, os­ por anaerobios o por Streptococcus pneumoniae, que son causas
teomielitis, neumonía, peritonitis y otitis. comunes de neumonía de origen comunitario; conviene no
A pesar de lo expuesto, es mejor no mezclar nunca penicilinas
ww

considerar su empleo como fármacos únicos y eficaces contra


y aminoglucósidos en el mismo recipiente porque las primeras cualesquiera de los cocos grampositivos aerobios (que incluyen
inactivan a los segundos en grado importante. Existen in vitro Staphylococcus aureus o estreptococos), que son los micro­
incompatibilidades similares de diverso grado entre gentamicina organismos que a menudo causan la neumonía supurada o los
y heparina, anfotericina B y diversas cefalosporinas. abscesos pulmonares. Sobre tal base, nunca se administrará gen­
Infecciones de v[as urinarias. Los aminoglucósidos casi nunca tamicina (u otros aminoglucósidos) como medicamento único para
están indicados en el tratamiento de infecciones no complicadas combatir la neumonía adquirida en la comunidad o como trata­
de vías urinarias, aunque ha sido eficaz una sola dosis intramus­ miento inicial de la neumonía de origen nosocomial (Kunin, 1977).
cular de gentamicina (5 mglkg de peso) o kanamicina (500 mg) Meningitis. La meningitis generada por microorganismos
para curar más de 90% de las infecciones no complicadas de gramnegativos constituye un grave problema terapéutico. La dis­
vias urinarias inferiores (Ronald y col., 1976; Varese y col., 1980). ponibilidad de las cefalosporinas de tercera generación y, en par­
En individuos en muy grave estado con pielonefritis, el uso de ticular, cefotaxima y ceftriaxona, ha disminuido la necesidad de
un aminoglucósido solo o en combinación con un antibiótico f3- utilizar aminoglucósidos en casi todos los casos, excepto en ce­
lactámico permite un ataque o protección inicial amplio y efi­ pas infrecuentes y resistentes a antibióticos ¡J-Iactámicos (p. ej.,
caz. Una vez aislado el microorganismo e identificada su sensi­ especies de Pseudomonas y Acinelobacter). Si se necesita usar
bilidad a los antibióticos, habrá que interrumpir el uso del un aminoglucósido, se ha sugerido la aplicación directa de gen­
aminoglucósido si el germen patógeno infectante es sensible a tamicina u otros fánnacos de esta familia en los ventrículos ce­
otros productos menos tóxicos. La actividad antibacteriana de rebrales, y para ello se utilizan 0.03 mg de gentamicina o tobra-
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t 186 Sección IX Quimioterapia de las enfermedades microbianas

micina por mililitro de líquido cefalorraquídeo, o 0.1 mg de muscular dosis de 1.5 mg/kg de peso cada ocho horas, las
amikacina por mililitro de dicho líquido cada 24 h (McGee y concentraciones máximas caracteristicas en plasma son de
Barenger, 1 990). Sin embargo, en una investigación no se advir­ 5 a 8 mg/ml, y las mínimas, de 1 a 2 ,ug/ml. La toxicidad es
tió efecto beneficioso de la administración directa de gentamici­
más frecuente con cifras mínimas que rebasen Z ,ug/ml
na en los ventrfculos cerebrales de niños con meningitis bacilar
por un lapso duradero. Esta última observación suele su­
por gérmenes gramnegativos.
gerir deficiencia de la función renal y obliga a disminuir
Peritonitis. Las personas que muestran peritonitis como con­
la dosis.
secuencia de diálisis peritoneal pueden beneficiarse de la admi­
nistración de un aminoglucósido. Después de aplicación intra­ La tobramicina (TOBREX) también se distribuye en for­
muscular o intravenosa en personas a quienes se realizará diálisis, ma de pomadas y soluciones oftálmicas.
se alcanzan concentraciones intraperitoneales sobóptimas del
antibiótico y, por tal razón, ha de continuarse el método con so­ Aplicaciones terapéuticas. Las indicaciones para utilizar
luciones que contengan una concentración apropiada del ami­ tobramicina son esencialmente iguales a las que privan para la
noglucósido. gentamicina. La actividad superior de la tobramicina contra
Infecciones por microorganismos grampositivos. Existen po­ Pseudomonas aeruginosa tal vez la vuelvan conveniente en el

r
qufsimas indicaciones para utilizar aminoglucósidos en infec­ tratamiento de bacteriemia, osteomielitis y neumonía debidas a

.a
ciones por bacterias grampositivas, pero a veces su uso es nece­ especies de Pseudomonas. Casi siempre ha de utilizarse, junto
sario y decisivo, es decir, puede salvar la vida. En sujetos con con una penicilina antiseudomónica, aztreonam o ceftazidima.

om
endocarditis por enterococos, incluso la mitad de las cepas de A diferencia de la gentamicina, la tobramicina posee escasa
estos microorganismos no es destruida por la combinación de actividad en combinación con la penicilina contra enterococos;
penicilina y estreptomicina; sin embargo, dichas cepas casi siem­ un gran porcentaje de cepas de E. faecium son altamente resistentes

s.c
pre son sensibles a la penicilina administrada con gentamicina; (Moellering y col., 1 979). La tobramicina es ineficaz contra mico­
tal dato no lo revelan los antibioticogramas o pruebas de sensi­ bacterias aunque casi todos los demás aminoglucósidos son acti·
bilidad a una dosis estándar de gentamicina, y se ha definido el vos contra dichos microorganismos (Gangadharam y col., 1977).
"punto final" en 1 500 ,ug/ml. La gentamicina o la tobramicina
ico
también pueden utilizarse en regímenes de dos semanas en com­ Efectos adversos. La tobramicina, a semejanza de otros ami­
binación con nafcilina para tratar casos escogidos de endocardi­ noglucósidos, causa nefrotoxicidad y ototoxicidad como se ex­
ed

tis de válvula tricúspide debida a estafilococos, en quienes abu­ puso en párrafos anteriores. Los estudios en animales de experi­
san de sustancias intravenosas (Chambers y col., 1988). mentación sugieren que dicho fármaco puede ser menos tóxico
Sepsis. Cuando una persona sufre granulocitopenia e infección para las neuronas ciliadas de los órganos terminales coclear y
m

(sepsis) y se sospecha de Pseudomonas aeruginosa, se recomienda vestibular, y que causa menor daño tubular renal que la gentami­
administrar una penicilina contra Pseudomonas en combinación cina (Symposium, 1 976b), pero los datos clínicos no son tan
es

con gentamicina, tobramicina, amikacina o netilmicina. Ha me­ convincentes.


jorado el tratamiento de la sepsis causada por bacilos gramnega­
nt

tivos, sobre todo en sujetos neutropénicos con la utilización de


las combinaciones de fármacos sinérgicos (Klastersky, 1 987). AMIKACINA
pu

Aplicaciones locales. La absorción de la gentamicina es muy


lenta si se aplica en pomada, pero puede acelerarse si se emplea El espectro de actividad antimicrobiana de la amikacina
una crema local. Cuando se administra un antibiótico en gran­ (AMIKIN) es el más amplio de todo el grupo y, por su resis­
a

des zonas de superficie corporal cruenta, como en los quema­


tencia peculiar a las enzimas que inactivan aminoglucósi­
w.

dos, las concentraciones plasmáticas pueden llegar a 1 ,ug/ml, y


dos, es especialmente útil en hospitales en que prevalecen
quizás aparezca en la orina 2 a 5% del fármaco usado.
microorganismos resistentes a gentamicina y tobramicina.
ww

Efectos adversos. Los efectos indeseables de la gentamicina


La amikacina es semejante a la kan'llll icina en relación
son semejantes a los de otros aminoglucósidos. Las acciones co­ con sus dosis y propiedades farmacocinéticas.
laterales más graves e importantes generadas por la gentamicina La dosis recomendada de amikacina es de 15 mglkg/día
incluyen nefrotoxicidad y ototoxicidad irreversible. La adminis­ en una sola dosis o en dos o tres fracciones iguales. En
tración intrarraqufdea o intraventricular (cerebral) puede causar sujetos con insuficiencia renal, es importante modificar la
inflamación local y culminar en radiculitis y otras complicaciones, dosis individual o el intervalo que media entre una y otra.
razón por la cual rara vez se la utiliza (véase antes). El fármaco se absorbe con rapidez después de aplicación
intramuscular, y luego de inyectar 7.5 mglkg de peso, las
concentraciones máximas en plasma se acercan a 20 ¡.tg/
TOBRAMICINA mI. El goteo intravenoso de la misma dosis en un lapso de
30 min produce una concentración máxima en plasma cer­
La actividad antimicrobiana y las propiedades farrnacociné­ cana a 40 ¡.tg/ml al finalizar la venoclisis; 'tal cifra dis­
ticas de la tobramicina (NEBCIN) son muy semejantes a las minuye a 20 ¡.tg/ml aproximadamente 30 min más tarde.
de la gentamicina. La tobramicina puede aplicarse por vía
intramuscular o intravenosa, y sus dosis son idénticas a las Aplicaciones terapéuticas. La amikacina se ha vuelto el com­
de la gentamicina. Si se aplican por vía intravenosa o intra- puesto preferido en el tratamiento inicial de infecciones nosoco-
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Capítulo -16 Fármacos anlimicrobionos: aminoglucósidos 1 1 87

miales graves por bacilos gramnegativos, en hospitales en que ceae y otros bacilos gramnegativos aerobios, sensibles. Se ha
la resistencia a gentamicina y tobramicina se ha vuelto un pro­ demostrado que es eficaz contra algunos gérmenes patógenos
blema importante. Algunas instituciones de ese tipo han limita­ resistentes a gentamicina, excepto los enterococos (Panwalker y
do su emplecfpara evitar la aparición de cepas resistentes, aun­ col., 1978).
que algunos sugieren que no es un fenómeno probable (Betts y
col., 1984). Efectos adversos. A semejanza de otros aminoglucósidos, la
La amikacina, por su resistencia peculiar a enzimas inactiva­ netilmicina también puede producir ototoxicidad y nefrotoxici­
doras de aminoglucósidos, es activa contra muchos de los baci­ dad. Investigaciones en animales han sugerido que este fármaco
los gramnegativos aerobios de origen comunitario y nosocomial puede ser menos tóxico (Luft y col., 1 976). pero tal situación no
(Symposium, 1976a), los cuales incluyen casi todas las cepas de ha sido corroborada en seres humanos (Trestman y co1., 1 978;
Serralia, Proteus y Pseudomonas aeruginosa. El fármaco es Bock y col., 1 980).
activo contra casi todas las cepas de Klebsiella, Enterobacter y
E. eoli, que son resistentes a gentamicina y tobramicina. En ce­
pas de Acinetobaeter, Providencia y Flavobacter y otras de KANAMICINA
Pseudomonas diferentes de Pseudomonas aeruginosa, se advierte

r
.a
la máxima resistencia a dicho antibiótico. Todos los anteriores El empleo de este antibiótico ha disminuido extraordina­
son gérmenes patógenos poco comunes. A semejanza de la riamente porque su espectro de actividad es escaso o limi­

om
tobramicina, la amikacina es menos activa que la gentamicina tado en comparación con otros aminoglucÓsidos.
contra enterococos y no debe utilizarse. No genera efectos con­
tra la mayor parte de las bacterias anaerobias grampositivas. Es
El sulfato de kanamicina (KANTRAX) se distribuye en presen­
eficaz contra M. tuberculosis (99% de las cepas fue inhibida por

s.c
taciones inyectable y oral. La dosis parenteral para adultos es de
4 ¡¡g/mI) y algunas micobacterias a({picas (Gangadharam y col., 1 5 mglkg/día (dos a cuatro fracciones iguales y dosis espacia­
1977), y se ha utilizado en el tratamiento de infecciones sistémi­ das) con un máximo de 1 .5 g/dia. Los niños pueden recibir in­
cas por micobacterias atípicas en sujetos con síndrome de inmu­ ico
cluso 1 5 mg/kg/día.
nodeficiencia adquirida.

Aplicaciones terapéuticas. Son pocas las indicaciones para


Efectos adversos. La amikacina, a semejanza de otros amino­
ed
el uso parenteral de la kanamicina; se la ha utiJizado para tratar
glucósidos, causa ototoxicidad y nefrotoxicidad. Los déficit audi­
la tuberculosis en combinación con otros fármacos eficaces. La
tivos son los que con mayor frecuencia surgen como se expuso
terapéutica antlfimica dura largo tiempo y entrafta la administra­
m

en párrafos anteriores. ción de grandes dosis totales del fármaco, y con ello surge el
peligro de ototoxicidad y nefrotoxicidad; por tal razón, la kana­
es

micina debe administrarse sólo en la terapéutica de pacientes


NETlLMICINA
con microorganismos resistentes a los medicamentos de uso más
nt

común (cap. 48).


La netilmicina (NETROMYCIN) es el último aminoglucósido
que se ha distribuido en el mercado. Es semejante a la gen­ Aplicaciones profilácticas. La kanamicina se ingiere como tra­
pu

tamicina y a la tobramicina en sus propiedades farmacoci­ tamiento coadyuvante en casos de coma hepático. La base de tal
néticas y posología. Su actividad es amplia contra bacilos medida se describe en el apartado de la neomicina (véase adelan­
a

gramnegativos aerobios. A semejanza de la amikacina, no te). La dosis que a menudo se utiliza para tales fines es de 4 a 6 g/
w.

es metabolizada por la mayor parte de las enzimas inacti­ día durante 36 a 72 h; se han administrado incluso 12 g/día. El
efecto en las bacterias intestinales quizá no sea sostenido a pesar
vadoras de aminoglucósidos y puede tener acción contra
de que se proporcionen dosis de kanamicina de esa magnitud.
ww

bacterias que son resistentes a l a gentamicina.


La dosis recomendada de dicho antibiótico en infeccio­
Efectos adversos. Los efectos de esta índole después de la
nes complicadas en vías urinadas en adultos es de 1.5 a 2
ingestión de aminogluc6sidos se consideran en el apartado de
mgikg de peso cada 12 h. En otras infecciones sistémicas neomicina.
graves, se utiliza una dosis diaria total de 4 a 6.5 mgikg de
peso en una sola dosis o en dos o tres fracciones. Los niños
deben recibir 3.0 a 7.5 mgikg/día en dos o tres fracciones; NEOMICINA
los neonatos recibirán 4 a 6.5 mgikg/día en dos porciones.
La distribución y eliminación de netilmicina, gentamicina y La neomicina es un ant ibiótico de amplio espectro. Los
tobramicina son muy semejantes. El goteo intravenoso de microorganismos sensibles suelen ser inhibidos por con­
netilmicina de 2 mgikg de peso en un lapso de 60 min pro­ centraciones de 5 a 1 0 ¡tg/ml o menores. Entre las especies
duce una concentración plasmática máxima de l 1 .ug/ml, de gramnegativos muy sensibles a neomicina están E. eoli,
aproximadamente (Luft y col., 1978). La vida media es de Enterobaeter aerogenes, Klebsiella pneumoniae y Proteus
2.0 a 2.5 h en adultos y se prolonga en la insuficiencia renal. vulgaris. Los microorganismos grampositivos inhibidos por
ella incluyen Staphyloeoeeus aureus y E. faeealis. M tu­
Aplicaciones terapéuticas. La netilmicina es un antibiótico berculosis es también sensible a neomicina. Cepas de
útil en el tratamiento de infecciones graves por Enterobacteria- Pseudomonas aeruginosa son resistentes a ella.
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1188 Sección IX Quimioterapia de las enftrmedades microhianas

El sulfato de neomicina (MVCIFRADIN, MVCIGUENT) se dis­ Absorción y excreción. La neomicina apenas si se absorbe de
tribuye en el comercio en sus presentaciones local y oral. las vías gastrointestinales y es excretada por los riñones, como
La neomicina y la polimixina B se han utilizado para lava­ ocurre con los otros aminoglucósidos. Tres gramos orales pro­

do vesical en soluciones que contienen 40 mg de la prime­ ducen una concentración plasmática máxima sólo de I a 4 p.g/
mi; 1 0 g por vía oral diariamente como dosis total durante tres
ra y 200 000 U/ml de la segunda (NEOSPORIN G.U. IRRIGANT).
días generan una concentración sanguínea menor de la que oca­
Se agrega I mI de este preparado a I 000 mI de solución
siona toxicidad sistémica si la función renal es normal. Las per­
de cloruro de sodio al 0.9% y se utiliza para lavado conti­
sonas con insuficiencia renal pueden acumular el fármaco. En
nuo de la vejiga a través de sistemas de sondas adecuadas. promedio. 97% de una dosis oral de neomicina no es absorbida
Con el procedimiento anterior se busca evitar la bacteriu­ y se elimina en su forma original en las heces. La neomicina
ria y la bacteriemia propias del empleo de sondas a per­ puede administrarse por via oral a niHos de muy corta edad in­
manencia. La vejiga suele ser irrigada a razón de I 000 mI cluso en dosis de 100 mglkgldía. pero es mejor no utilizarla en
cada 24 h. ellos por más de tres semanas debido a su absorción parcial en
En la actualidad, se dispone de neomicina en muchas el intestino, en particular, si es el sitio de la enfermedad.
marcas de cremas, pomadas y otros productos, sola y en

r
.a
combinación con polimixina, bacitracina, otros antibióti­ Efectos adversos. Surgen en 6 a 8% de los enfermos,
cos y diversos corticosteroides. No hay pruebas de que después de aplicar neomicina localmente, reacciones de

om
dichos preparados locales acorten el lapso necesario para hipersensibilidad y en particular erupciones cutáneas. Las
la cicatrización de heridas o que los productos que inclu­ personas sensibles a dicho medicamento pueden mostrar
yan un esteroide sean más eficaces. reacciones cruzadas cuando entran en contacto con otros

s.c
aminoglucósidos. Los efectos tóxicos más importantes de
Aplicaciones terapéuticas. La neomicina se ha utiliza­ la neomicina son daño renal y sordera por ataque del VIlI
do ampliamente en aplicación local en diversas infeccio­ par; los dos cuadros son más frecuentes cuando se utilizan
ico
nes de piel y mucosas causadas por microorganismos sen­ cantidades relativamente grandes del antibiótico por vía
sibles a ella; éstas comprenden infecciones en quemaduras, parenteral, y ésta es la explicación de que se le haya deja­
heridas, úlceras y dermatosis. Sin embargo, dicho tratamien­ do de utilizar por estas vías. La toxicidad también ha ocu­
ed

to no erradica a las bacterias de las lesiones. rrido en sujetos con función normal renal después de apli­
La neomicina oral (por lo común, en combinación con cación local o lavado de heridas con una solución de
m

eritromicina base) se ha utilizado más bien en la "prepara­ neomicina al 0.5%. Se ha sabido de casos de bloqueo neu­
ción" o desinfección del intestino para intervención qui­ romuscular y parálisis respiratoria después de lavado de
es

rúrgica. Como complemento del tratamiento del coma he­ heridas o cavidades serosas.
pático, puede administrarse sin problemas una dosis diaria Los efectos adversos más importantes después de inge­
nt

de 4 a 12 g por vía oral, a los pacientes, a condición de que rir neomicina son mal absorción intestinal e infecciones
la función renal sea normal. Puede surgir insuficiencia re­ sobreañadidas. Las personas que ingieren 4 a 6 g del fár­
pu

nal grave en etapas finales de la insuficiencia hepática y, maco al día a veces presentan un síndrome similar al del
por tal razón, el tratamiento con neomicina debe ser vigi­ esprue que incluye diarrea, esteatorrea y azotorrea. Se
a

lado con el máximo cuidado y se le interrumpirá en caso observa a veces proliferación excesiva de levaduras en el
de surgir signos de ototoxicidad o mayor daño a los riño­ intestino; en muchos casos, no se acompaña de diarrea o
w.

nes. La lactulosa es un compuesto m ucho menos tóxico de otros síntomas. La ingestíón de dosis todavía mayores
para tratar el coma hepático y, en este último, rara vez se de neomicina casi nunca tiene efecto alguno en los valores
ww

utiliza la neomicina. sanguíneos de protrombina.

Si se desea mayor información acerca de infecciones particulares en que sean útiles los antimicrobianos expuestos en
este capítulo, conviene que el lector consulte los siguientes capítulos: 115 y 1 1 6, enfermedades por bacilos entéricos
gramnegativos y Pseudomonas aeruginosa; 122, tularemia; 123, peste, y 130, tuberculosis, en: Harrison: Principios de
Medicina Interna. 13' ed., McGraw-Hill lnteramericana de España, 1994.

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