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Diagnóstico Kinésico

Nombre: Ignacio Cifuentes


Diagnostico Kinésico

El uso del diagnóstico kinésico comenzó en los años 80, donde La Asociación Americana de Terapia
Física (APTA), en 1984, legalizó el uso del diagnóstico Fisioterapéutico como una actividad
pertinente de la práctica profesional; indicando que los fisioterapeutas pueden establecer un
diagnóstico dentro de su campo de conocimiento, experiencia y práctica. (Lesmes, 2007)

Los Kinesiólogos deben tener de manera clara el significado del diagnóstico kinésico y el contexto
en el cual harán uso responsable y legal de esté, en lo que han surgido diversas definiciones a lo
largo de los años, de distintos profesionales, países o instituciones, por lo que, en el año 1988, se
propuso la primera definición, hecha por la Dra. Shirley Sahrmann, quien es profesora de fisioterapia
en la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington. Su definición para el Diagnostico
Kinésico, fue la siguiente: “El diagnóstico es el término que nombra la disfunción primaria hacia el
cual el fisioterapeuta dirige el tratamiento. La disfunción es identificada por el fisioterapeuta basado
en la información obtenida de la historia, signos, síntomas, examen y pruebas que el terapeuta
realiza o solicita” (Sahrmann, 1988).

Según Eric viel, una definición más completa fue entregada por La Asociación Francesa para la
Investigación y la Evaluación en Fisioterapia (AFREK) en 1996, que señala lo siguiente: “El diagnóstico
fisioterápico es un proceso de análisis de las deficiencias y discapacidades observadas y/o
estudiadas. Es un proceso de evaluación del pronóstico funcional cuyas deducciones permiten
establecer un programa de tratamiento en función de las necesidades observadas y escoger la
actuación de fisioterapia que se va a realizar.” (Viel, 1999).

El diagnóstico kinésico no debe entrar en competencia con el diagnóstico médico, que le precede
obligatoriamente. El médico aclara la situación que se investiga y denomina la patología. El
especialista en medicina física lleva a cabo un examen completo de la persona, considerando todos
los sistemas vitales y todas las funciones, para finalizar con la prescripción. Determina las soluciones
funcionales aplicables a pacientes cuya vida cotidiana se encuentra alterada por una anomalía de
movimientos. El Kinesiólogo se sitúa en otro terreno, el de la identificación del movimiento
patológico. Definir los límites del diagnóstico kinésico constituye un requisito indispensable. (Viel,
1999)

Todo diagnostico ha de seguir un orden especifico, en el cual intervienen 3 aspectos importantes,


en el siguiente orden: Problemas, Causas y manifestaciones. El problema corresponde a la respuesta
integral de la persona ante un cambio en su estado de salud o situación de salud, la causa indica la
raíz del problema, es el eje central del que se deriva el Programa de Kinesiología, desde el cual el
kinesiólogo va a orientar su plan de actuación, y las manifestaciones es aquello que se pone a la
vista y por tanto se puede ver y valorar, donde se puede tratar de síntomas o de signos. Los síntomas
son manifestaciones subjetivas ante el problema, son expresadas por las personas en forma verbal
o no verbal, a través de la conducta como angustia, desgana, tristeza, inquietud, irritabilidad,
lamento, dolor, etc. Los signos son manifestaciones objetivas medibles ante la presencia de un
problema, como cianosis, contractura, atrofia muscular, rigidez, inflamación, cifosis, escoliosis,
limitación para subir escaleras, etc. La elaboración de un diagnóstico corresponde a un proceso a la
vez reflexionado y planificado. Una o varias evaluaciones situadas en un contexto permiten
establecer un balance teniendo en cuenta la personalidad del paciente. (Izquierdo, 2007).
Dadas las características que se deben considerar a la hora de realizar el diagnostico kinésico, es
posible destacar que se debe realizar una evaluación completa del paciente, incluyendo en ella una
anamnesis, rescatando información detallada de éste, abarcando de manera general el estado de
salud del paciente. Además, se debe considerar que no solo basta la evaluación del paciente para
un buen diagnóstico, sino que es necesario tener un buen manejo teórico patológico, para así
optimizar la evaluación, desarrollando un diagnóstico con mayor eficacia a la hora de realizar los
objetivos del tratamiento que se llevaran a cabo, ya que, si existe un buen manejo de conceptos
patológicos, la evaluación y diagnostico será un camino más guiado.

A pesar de las características del diagnóstico realizado por el kinesiólogo, existen algunos
inconvenientes que no favorece mucho el trabajo de la kinesiología a la hora de diagnosticar, ya que
un punto importante a considerar es que cuando se habla de diagnóstico, la mayoría de la población
relaciona el termino con el diagnóstico realizado por el medico como única opción, desconociendo
la participación del kinesiólogo en cuanto a su propio diagnóstico, pero es comprensible dado que
en el caso de chile, se sufre una desventaja ante el propio diagnostico kinésico, ya que a diferencia
de algunos países, el kinesiólogo en chile no posee atribuciones legales para poder realizar un
diagnóstico, pero aun así esto no deja en menos al diagnóstico propio del kinesiólogo, tampoco se
intenta competir con el diagnóstico médico, sino que se busca trabajar de manera complementaria
y profesional, para una mejor evaluación del paciente a tratar.

El diagnóstico realizado por el kinesiólogo en sí, busca ir un poco más allá de lo general, muchas
veces se puede presentar por ejemplo un paciente indicando dolor en la parte baja de la espalda,
en donde sería prácticamente dolor lumbar o lumbalgia el diagnóstico médico, sin causa
relacionada, y aquí es en donde se puede considerar que la participación del kinesiólogo en cuanto
al diagnóstico es un poco más completa, ya que puede proporcionar una causa e ir más allá del dolor
que indica el paciente, en la consulta al kinesiólogo se busca valorar las consecuencias o el impacto
que genera dicho dolor sobre funciones importantes, además de analizar y observar las
discapacidades que existen sobre las actividades diarias del paciente.

En conclusión, la llegada de un diagnostico propio al área kinésica, permite una mejor comunicación
en cuanto al ámbito profesional entre kinesiólogos, es de gran ayuda de comunicación, ya que a
través de esté, se puede proporcionar hacia otro profesional, información sobre el estado del
paciente para así dar una vista más rápida en cuanto a los datos y salud de éste, además agregar
que al realizar el diagnostico kinésico se obtiene una visión más completa del paciente, involucrando
no solo el motivo de consulta, sino limitaciones, funciones deterioradas, disfunciones, etc.

Bibliografía
Izquierdo, T. G. (2007). Bases Teóricas y Fundamentos de la Fisioterapia. Editorial Médica
Panamericana.

Lesmes, J. D. (2007). Evaluación clínico-funcional del movimiento corporal humano. Editorial


Médica Panamericana.

Sahrmann, S. (1988). Diagnosis by the Physical Therapist. Physical Therapy.

Viel, É. (1999). Diagnóstico Fisioterápico. Barcelona: MASSON.

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