Вы находитесь на странице: 1из 13

El Hombre y la Máquina

ISSN: 0121-0777
maquina@uao.edu.co
Universidad Autónoma de Occidente
Colombia

Valencia, Mary Luz; González, William


Etología del apego y del reconocimiento en el ser humano
El Hombre y la Máquina, núm. 31, julio-diciembre, 2008, pp. 40-51
Universidad Autónoma de Occidente
Cali, Colombia

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=47803104

Cómo citar el artículo


Número completo
Sistema de Información Científica
Más información del artículo Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal
Página de la revista en redalyc.org Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto
Etología del apego
y del reconocimiento
en el ser humano

Mary Luz Valencia*


William González**

Resumen
El presente artículo trata de pre-
sentar los principales elementos que el
hombre utiliza para construir las bases
afectivas y el reconocimiento de sí y
de los demás, que le permiten ir a la
aventura de la vida social, engendran-
do así el imaginario como institución a
partir del concepto de verdad.
Palabras clave: Etología, apego,
reconocimiento, verdad, institución.

Résumé
Ce texte cherche à présenter les
Apego. Cali ciudad visible, Memorias visuales de una ciudad principaux éléments que l’homme uti-
lise pour construire les bases affectives
et la reconnaissance de soi et d’autrui
que lui permettent d’aller à l’aventure
de la vie sociale, engendrant ainsi
l’imaginaire comme institution a partir
du concept de vérité.
Mots clés: Ethologie, attachement,
reconnaissance, vérité, institution.

* Miembro del Grupo de Investigación “Etología y Filosofía”, Estudiante de Maestría en Filosofía. Universidad del Valle. maluva@hotmail.com
** Postdoctor en Filosofía, Universidad París 8 – Francia. Director del Grupo de Investigación “Etología y Filosofía” (Colciencias). Profesor, Departamento de Filosofía,
Universidad del Valle.wiligon@hotmail.com
Fecha de recepción: marzo 13 de 2008 Fecha de aceptación: agosto 28 de 2008

40 El Hombre y la Máquina No. 31 • Julio-Diciembre de 2008


Mary Luz Valencia • William González Etología del apego y del reconocimiento en el ser humano

Un nacimiento más allá


de la concepción
Hoy en día sigue siendo confuso
indicar cuándo nace una persona,
puesto que “la aparición del sen-
timiento de persona se construye
lentamente: el bebé es imaginado
antes de ser percibido, hablado an-
tes de ser oído”. Según el etólogo
Boris Cyrulnik, el nacimiento sólo
indica el día en que el bebé cae en
la mirada de los otros, siendo nom-
brado y confirmada su identidad en
relación con lo que los otros dicen.
Esto no siempre fue así. Durante
muchos años el bautismo ratificaba
la inclusión del bebé en el mundo Cali ciudad visible, Memorias visuales de una ciudad

humano y el sentimiento de persona frecuente el retrato de fetos con ca-


que éste le otorgaba. La vida era tan racterísticas propias de ángeles. En
frágil en esta etapa del desarrollo 1964 las imágenes obtenidas por la
que los métodos utilizados para ecografía cambiaron radicalmente
bautizar a los fetos antes de su naci- la concepción del feto, difiriendo
miento fueron numerosos: parteras esta vez según la idea que cada
habían intentado, en la Edad Media, sociedad se forme de dicho estadio
ir a su encuentro introduciendo ca- del desarrollo. La imagen del niño
ñas o drenajes; en el siglo XIX se con aureola en el vientre nunca más
inventaron embudos muy finos que fue defendida. La ecografía permi-
facilitaban esparcir agua bendita en tió elaborar un tipo de observación
el vientre materno, lo que permitía denominada experimental, en la que
dar al bebé cristiana sepultura en el observador elige dirigir su mirada
caso de muerte. a lugares específicos del compor-
En el arte, la transformación de tamiento, registrarlo según ciertas
la noción de feto fue muy evidente. condiciones definidas y describir
En el arte cristiano era recurrente su forma y desarrollo.
aquella pintura en la cual la vir- Sin embargo, dicho aconte-
gen María llevaba en su vientre al cimiento no fue definitivo en el
niño Jesús de rodillas en actitud de acercamiento al desarrollo del bebé.
oración. Giotto, en el siglo XVI, La pregunta ¿a partir de cuándo
acudió igualmente a la figura en el feto se convierte en persona?,
la que el recién nacido de mirada siguió siendo resuelta a la luz de
intensa, cabeza erguida y piernas otros problemas; a saber, de ciertos
estiradas combatía la animalidad indicadores de su estructura externa,
que podría haberlo hecho caminar su fisiología y morfología, y de su
en cuatro patas. Leonardo da Vinci estructura interna, sus movimientos
dibujó bebés de cabeza grande y en motores y verbales. La preponde-
posición fetal. La idea de este autor rancia dada a la palabra condenó
es un poco más realista según los durante mucho tiempo al feto. No
datos obtenidos en la actualidad; sin era posible pensar la sensorialidad
embargo, para la época aún era muy de este como un mecanismo apto de

1 Tomatis, A., L´oreille et le langage, París, Seuil, 1991.

El Hombre y la Máquina No. 31 • Julio-Diciembre de 2008 41


Mary Luz Valencia • William González Etología del apego y del reconocimiento en el ser humano

oído interno, siendo capaz de dis-


tinguir las diferentes sonoridades
del habla. Esto es registrado en la
manera como el bebé transforma
sus emociones en la medida en que
su madre habla: aceleración del
ritmo cardiaco, cambio de postura,
succión de su pulgar o del cordón
umbilical. Diferentes estudios es-
tablecen cómo, ante el discurso de
su madre, el bebé modifica todo su
sistema emocional: cuando la madre
repite una misma frase, ya se nota
un acostumbramiento y reacciona
con menos avidez.
Las respuestas intrauterinas al
mundo exterior observadas en las
Cali ciudad visible, Memorias visuales de una ciudad
ecografías, representan desde este
comunicación e interrelación entre momento la adaptación del bebé a
el feto y el mundo externo, es decir, la vida aérea. Algunos reaccionan
la manera como el bebé da origen dando brincos, otros mueven sus
y organiza, en su relación con la manos apretándolas contra su pecho
madre, su psiquismo mucho antes o rostro. Algunos responden suc-
del nacimiento. cionando su pulgar, y una minoría,
Desde los años cincuenta con que correspondería a los menos
el fonoaudiólogo Alfred Tomatis,1 interesados por estímulos externos,
los canales sensoriales de comuni- aceleran el corazón y permanecen
cación en la vida intrauterina han con los brazos y las piernas cruza-
sido establecidos. Ya en el vientre dos. Al final del embarazo algunas
materno el bebé puede ver; aun- de las respuestas producidas por los
que utiliza poco sus ojos, puede bebés demuestran que ya sabe tratar
distinguir el desplazamiento y el ciertos problemas perceptivos, lo
brillo de los objetos. El tacto, en su que permite explicar los primeros
séptima semana, constituye un canal aprendizajes y la construcción
primordial. Su olfato, igualmente de una memoria sensorial. Por
desarrollado, le permite acercarse al ejemplo, retira sus manos ante la
mundo de su madre a partir de los presencia de algún cuerpo extraño
olores que ella olfatea, puesto que en el vientre, o se adhiere contra la
el líquido amniótico se impregna pared uterina cuando el vientre es
de estos. El agua es un excelente sujetado suavemente. De allí que al-
conductor: reduce la intensidad de gunos etólogos piensen que antes de
las transmisiones sonoras, vuelve nacer el bebé no solo está dentro de
los sonidos más graves y menos la madre, sino con ella. Comienza
intensos; el bebé puede escuchar a establecer algunas interacciones.
el corazón materno y el ruido del Responde a sus demandas de com-
mundo externo alrededor del útero portamiento, a sus sobresaltos, a
y de la madre; sobre todo la voz sus gritos o a su sosiego mediante
materna, que es la que mejor se cambios de postura y aceleraciones
del ritmo cardíaco.
distingue entre el universo de soni-
dos recibidos. Todos estos sonidos La inclusión del bebé en el
los recoge de manera organizada, mundo exterior mucho antes de
traducidos en presiones contra su su nacimiento, permite dilucidar
cuerpo y contra el líquido de su algunos aspectos. En primer lugar,
42 El Hombre y la Máquina No. 31 • Julio-Diciembre de 2008
Mary Luz Valencia • William González Etología del apego y del reconocimiento en el ser humano

el cambio de perspectiva acerca de que muchas veces, cuando los cer-


la vida intrauterina permitió dejar dos son transportados al matadero,
de considerarlo como una simple mueren de estrés y su carne se ma-
asociación de regulaciones biológi- logra debido a las toxinas que libera.
cas. En segundo lugar, considerarlo La solución, en un comienzo, fue
como un ser activo y no pasivo en aplicar valium® a estos animales.
la construcción de su psiquismo, Luego se descubrió que era suficien-
es decir, de su mundo interno e te con enviar al cerdo al matadero
interpersonal. En tercer lugar, la con un objeto que le fuese familiar:
disposición, por parte del adulto, el recipiente en que come o simple-
de diversos circuitos sensoriales y mente con otro de sus compañeros
de sentido, le servirán al bebé como para que se calmara. Aquí se ven
guías de desarrollo. El aspecto inte- claramente las dos vías terapéuticas:
resante que, desde esta perspectiva el valium® y el objeto de apego.
queremos señalar aquí, es el que Pero en el caso del hombre hay
tiene que ver con aquellos elemen- un valor agregado: la palabra. De
tos constitutivos brindados por los tal manera que a un niño que llora
“tutores de desarrollo” responsables y está estresado, puedo calmarlo
de la construcción del mundo ínti- diciéndole: “No te preocupes, te
mo y relacional del individuo, que voy a ayudar a buscar a tu mami”.
han sido estudiados profundamente Esto, sin embargo, no puedo hacerlo
por J. Bowlby a partir de la noción con el cerdo. No decimos que la
de apego, aplicando métodos eto- palabra sea el valium®, pero sí un
lógicos.2 Un “tutor de desarrollo” euforizante o un calmante.
pueden ser, en general, los padres, El apego son relaciones parti-
los familiares o las instituciones culares que sostienen numerosos
sociales. animales con elementos de su
entorno social y no social. En el
El apego como forma caso no social se conocen apegos
de desarrollo realizados frente a un objeto, a un
El apego es un trazo impregnado biotipo particular, a un territorio
en la memoria que da un sentimien- geográfico. Sobre el plano social,
to de familiaridad, es un conjunto de el apego es una dependencia entre
informaciones repetidas, una confi- individuos necesaria para su desa-
guración de estímulos organizados rrollo: hay apegos generados por
que constituyen una forma sensorial el lazo conyugal, apegos fruto de
estable que guía a la percepción del la relación madre-niño o apegos
medio. Lo importante a retener es entre los miembros de un grupo
que el intercambio sensorial crea que generan cohesión social. Se
un lazo afectivo privilegiado entre habla de apego cuando un animal
la figura de apego o el objeto de reserva ciertas conductas particula- Cali ciudad visible, Memorias visuales de una ciudad

apego y la persona. res a otro, inhibiendo por ejemplo


su agresividad. El comportamiento
Dantzer puede aclararnos un de apego madre-niño se observa
poco más el asunto, si nos aproxi- en casi todos los mamíferos pero
mamos al mundo animal. Él mostró es evidente en los primates, ya que

2 La etología se define como una biología del comportamiento. Surge como una extensión del estudio comparado del comportamiento. Ella estudia las secuencias
motrices y psíquicas del comportamiento y su significado psicobiológico. Existe una etología aplicada que se refiere a las condiciones prácticas de aclimatación de
un individuo o especie, trata sobre todo con animales domésticos y con animales de zoológico. La etología comparada da una prioridad a la comparación entre las
especies (K. Lorenz/N. Tinbergen) en una perspectiva evolutiva o filogenética y sirviéndose del estudio de los contextos ecológicos. Esta corriente de la etología
aclaró conceptos fundamentales del desarrollo como el de coordinaciones motrices hereditarias, demostrando que ellas eran tan importantes como los caracteres
específicos morfológicos o fisiológicos. La etología humana se interesa en el nexo biología-comportamiento humano. Ella retoma el comportamiento desde el “ex-
terior” recurriendo a fuentes de análisis diferentes a la discusión y a la interrogación. Analiza a los individuos en su interacción con el entorno y con los otros, como
siendo una parte constituyente y fundamental de sí mismo (desarrollo del comportamiento u ontogénesis).

El Hombre y la Máquina No. 31 • Julio-Diciembre de 2008 43


Mary Luz Valencia • William González Etología del apego y del reconocimiento en el ser humano

la comida y el acto de alimentarse


sólo cumplen un papel de menor
importancia en su desarrollo”.3 Para
Bowlby la proximidad con la madre
es una meta prefijada, que tiene
cinco pautas de conducta que con-
tribuyen a forjar el apego: succión,
aferramiento, seguimiento, llanto y
sonrisas. Entre 9 y 18 meses estas
pautas se incorporan al niño como
metas corregidas más complejas. El
niño las activa para estar cerca de su
madre. No se trata tanto de instintos,
sino de control de la conducta de
apego. En una gran parte de los ani-
males (vacas, potros, ovejas) la cría
nace lo suficientemente desarrollada
Cali ciudad visible, Memorias visuales de una ciudad
para moverse por su propia cuenta
el contacto corporal juega un papel en pocas horas. De allí que perma-
importante. Este contacto con la nezca junto a su rebaño. Cuando la
madre favorece la transmisión de madre se desplaza a cierto lugar,
comportamientos adquiridos. La la cría la sigue. En otras especies,
perturbación del apego produce el como los carnívoros, roedores y el
síndrome del aislamiento. hombre mismo, el grado de desa-
Para John Bowlby el vínculo rrollo que alcanza el recién nacido
que une a la madre con el niño es es muy inferior. En estas especies
el producto de una serie de sistemas deben transcurrir semanas, e incluso
de conducta en donde se busca prin- meses, antes de que la cría adquiera
cipalmente aproximarse a la madre. cierta movilidad. Pero, una vez
Dado que la ontogénesis del bebé adquirida, también se pone de ma-
humano es muy lenta debido a la nifiesto una tendencia a mantenerse
neotenia, es muy difícil describir los cerca de la madre.
mecanismos de apego en el primer En monos y primates superiores
año de vida. A partir del segundo se produce igualmente una conducta
año es más fácil lograrlo. Bowlby de apego bastante fuerte, que se va
piensa que “hasta los tres años, los debilitando durante la adolescen-
sistemas siguen activándose con cia, sin que haya ruptura total en la
suma rapidez. De allí en adelante adultez. J. Bowlby intuye efectiva-
su activación se vuelve más difícil mente el problema de la retardación
en la mayoría de los niños. Estos humana: “como el humano nace
experimentan otros cambios que en estado de gran inmadurez y su
hacen menos imprescindible la desarrollo es tan lento, en ninguna
proximidad de la madre […] cree- otra especie tarda tanto en aparecer
mos que tales sistemas de conducta la conducta de apego. Probablemen-
se desarrollan en el bebé como te esto explique por qué, hasta no
resultado de su interacción con el hace muchos años, se consideraba
ambiente de adaptación evolutiva, que la conducta del bebé humano
y en especial, con la principal fi- hacia la madre no era de la misma
gura de ese ambiente, es decir, la naturaleza que la manifestada en
madre. De acuerdo con esta teoría, tantas otras especies animales”.4

3 Bowlby J., El apego, Barcelona, Paidós, 1993, p. 250.


4 Ibíd.,p. 254.

44 El Hombre y la Máquina No. 31 • Julio-Diciembre de 2008


Mary Luz Valencia • William González Etología del apego y del reconocimiento en el ser humano

En realidad puede establecerse una ritmo del sueño y pierden incluso


explicación continua que va desde el acceso simbólico a la palabra.
los miembros menos avanzados del Cuando estos niños son colocados
orden de los primates inferiores, en una familia estable que los aco-
como lémures y titíes hasta el hom- ge, inmediatamente la secreción
bre, y observar cómo la cría desde de hormonas del crecimiento se
el nacimiento mismo se aferra a retoma, el sueño se organiza y las
la madre sin recibir ayuda de ésta. relaciones sociales comienzan a
Mandriles y monos rhesus lo hacen restablecerse. Esto muestra que los
igualmente, aunque con ayuda de la hechos son inversos a lo que se nos
madre. Y el gorila y el hombre tratan dice: “las moléculas son de una
de hacerlo pero no tienen fuerzas plasticidad aterradora en el hom-
para sostenerse, dando como con- bre, mientras que para cambiar una
secuencia que las propias acciones ley, una mirada social, se necesitan
de la madre aseguren la proximidad libros y más libros, conflictos y el
del hijo. Los datos experimentales pasar de los siglos. Es más fácil
muestran que a los tres meses, la cambiar un metabolismo que una
mayoría de los bebés humanos ya ley cultural”.6
reaccionan de manera diferenciada
frente a la madre. El bebé le sonríe Ahora bien, si todo apego re-
y vocaliza, la sigue con su mirada quiere de una interacción con los
durante un tiempo mayor que al padres, eso quiere decir que esta
resto de las otras personas. Mary interacción está mediada al mismo
Ainsworth mostró en 1967 cómo tiempo por la historia vivida por
niños de la tribu Ganda en Uganda ellos. Por eso puede afirmarse con
de entre 15 y 17 semanas de nacidos B. Cyrulnik que “todo bebé es ima-
rompían en llanto al ver a su madre ginado antes de ser concebido.” De
alejarse. A los seis meses, la con- tal forma que la propia historia de
ducta de seguimiento ocular de la los padres termina por definir las
madre y del llanto al verla alejarse formas de interacción con el bebé,
se observan con mayor regularidad que a su vez definen su comporta-
e intensidad. Lo que indica que el miento. Tenemos una historia inclu-
vínculo de apego es más sólido. El so antes de nacer, que se transmite
apego es una afectividad, hace parte biológicamente por primera vez al Cali ciudad visible, Memorias visuales de una ciudad

de los afectos (H. Harlow). Para que feto durante su vida intrauterina.
exista afecto es necesaria la copre- Hay una interacción entre madre
sencia, posturas, gestos, memorias y feto que se da desde el vientre. El
que construyan una impronta.5 feto recibe estímulos del entorno
Cuando los niños están en un mediados por la madre. El contenido
medio donde la carencia afectiva psíquico de la madre actúa sobre
reina y no hay vínculos de apego, el estado de comportamiento del
la secreción de las hormonas del niño. Una madre estresada genera
crecimiento se frena, pierden el inmunoglobulinas que pasan al bebé

5 Impronta: se utiliza en dos sentidos desde los estudios realizados por K. Lorenz. La primera tiene cuatro características: 1.Tiene lugar únicamente durante el periodo
crítico y breve del ciclo vital. 2. Es irreversible. 3. Se trata de un aprendizaje supraindividual. 4. Afecta a pautas del organismo de conducta aun no desarrolladas en
el repertorio del organismo, como por ejemplo, la elección de un compañero sexual. Desde hace 30 años, los científicos han modificado dicha noción de Lorenz.
Hoy se ha demostrado que ni el periodo crítico ni la reversibilidad son factores decisivos. Incluso algunas improntas se consideran hoy mecanismos de aprendizaje.
Hoy se tiene una definición más amplia: “son todos los procesos puestos en marcha para dirigir la conducta filial de la cría –sea ave o mamífero- con preferencia y
de manera estable hacia una (o más) figura (s) discriminada (s). Por extensión también puede utilizarse con referencia a los procesos que hacen que otras formas de
conducta se dirijan -preferentemente- hacia un objeto en particular. Por ejemplo la conducta materna hacia un hijo concreto o la conducta sexual hacia un compañero
(s) concreto (s). (Bowlby J., El apego, Barcelona Paidós, 1993, p. 236) “en un sentido genérico el término implica siempre: a)el desarrollo de una preferencia clara-
mente definida; b)una preferencia que se desarrolla con bastante rapidez y, por lo general, durante una fase limitada del ciclo vital; y c) una preferencia que una vez
adquirida, se mantiene relativamente fija. En tanto que las respuestas provocadas específicamente por la figura preferida pueden ser de muchos tipos y modificarse a
medida que madura el individuo, todas tienen que ver con la cercanía (incluyendo, a veces, acercarse para atacar).” (Bowlby J., El apego, Barcelona Paidós, 1993,
p. 237)
6 Cyrulnik, B., De la parole comme d’une molécule, Paris, Édition Eshel, 1995, p. 50.

El Hombre y la Máquina No. 31 • Julio-Diciembre de 2008 45


Mary Luz Valencia • William González Etología del apego y del reconocimiento en el ser humano

a través de la placenta y terminan desarrollan con facilidad la capaci-


por estresarlo. El silencio o el tono dad para ser felices). El apego evi-
en que se le habla al bebé modifica tante está constituido por individuos
igualmente su comportamiento, esta fríos, indisponibles e indiferentes
es la biología periférica. El bebé que viven en la imposibilidad de
también participa en esta interac- compartir sus afectos, negándolos
ción: atrapa el cordón umbilical, lo de manera defensiva rechazan
chupa, se agarra una mano, succiona amar a otro (se observó que estos
el pulgar, se mueve, da pataditas, individuos tuvieron en su infancia
deglute de tres a cuatro litros de padres incapaces de tener en cuenta
líquido amniótico por día. Cuando el estado emocional del niño. Así,
nace, el bebé reconocerá las bajas una joven se expresaba diciendo:
frecuencias de la voz de la madre. “Solo puedo acostarme con hombres
Este psiquismo naciente seguramen- que no ame, porque el amor me
te no tiene pensamiento abstracto, angustia”). El apego ambivalente se
pero tiene ya representaciones sen- encuentra en sujetos inconstantes en
soriales. Cuando nace el lactante se sus formas afectivas, con padres in-
Cali ciudad visible, Memorias visuales de una ciudad
impregna con las características más trusos o exageradamente afectuosos.
destacadas de su entorno, dominado Cuando ellos mismos se convierten
regularmente por su madre, y las en padres esperan ser satisfechos
incorpora como improntas de este por sus hijos (aquí encontramos a
apego. Según Mary Ainsworth, esta los padres denominados “prisión
figura de apego actúa como una base afectiva”, que aman de forma exa-
que proporciona al niño seguridad gerada a sus hijos, hasta el punto
para la exploración del mundo físico de agotarlos y generarles odio). El
apego desorganizado, está represen-
y social. Se distinguen, dependiendo
tado por sujetos maltratados por sus
de los autores, diferentes tipos de
padres que no tuvieron a su servicio
vínculos de apego: protector, de
factores de protección y resilien-
evitación, ambivalente y desorga-
cia7 que les permitieran repararse;
nizado que serán una guía del com-
padecen de miedos inexplicados y
portamiento posterior en términos
una aptitud a la infelicidad. Como,
de afectividad. por ejemplo, el psiquiatra austríaco
Estudios longitudinales que han Tellenbach, que tiene horror de su
seguido a personas durante veinte propio placer. Él tiene lo que se
años muestran que los niños con denomina un “equilibrio patológi-
apego seguro aceptan la separación co”, dice nunca estar depresivo, ser
con la madre o con otro objeto de feliz, irreprochable y trabajador.
apego en la juventud o en la adul- Él se siente calmado y tranquilo
tez sin demasiado inconformismo. cuando arregla su oficina, cuando
Son sujetos que experimentan con todo está impecable, sus archivos
facilidad y de forma autónoma el organizados, su biblioteca limpia y
mundo, sin caer en la erotización del acomodada, su ropa bien arreglada
peligro (estos individuos tuvieron y planchada. Él dice que él mismo
en su infancia padres seguros que plancha, sobre todo los domingos,
interpretaron bien a su niño. Ellos cuando su familia se va a la playa.

7 Por resiliencia podemos comprender un proceso diacrónico y sincrónico en el que fuerzas biológicas, históricas, afectivas y sociales se articulan para metamorfo-
sear un golpe recibido en algo soportable. “Resiliencia”, es un termino traído de la física, pero que en ciencias sociales ya no designa solamente la resistencia de
un material o su capacidad para deformarse y retomar su forma, sino que designa el conjunto de estrategias que emplea un individuo para hacer de una situación
amarga algo soportable. Más que diacrónico y sincrónico, la resiliencia es un proceso psicobiológico tanto intensivo como estratégico. Es la oposición de fuerzas y
tensiones que hacen que un individuo, aun sin poseer una armonía o un equilibrio perfecto, pueda vivir su vida de manera intensa y feliz. La resiliencia atañe a lo
secreto y a lo críptico que hay en todo individuo, pero también al golpe del poder presente. Si bien es cierto que el punto máximo de manifestación de la resiliencia
es el oxímoron y la poesía, ella también puede ser gesto, postura, acción. La resiliencia no tiene nada que ver con la invulnerabilidad, es la capacidad de transformar
un acontecimiento insoportable en algo vivible, no es borrarlo (autismo), es manipularlo.

46 El Hombre y la Máquina No. 31 • Julio-Diciembre de 2008


Mary Luz Valencia • William González Etología del apego y del reconocimiento en el ser humano

El orden y la estabilidad lo seducen


profundamente, él planifica sus días
y años futuros. Es buen padre, buen
hijo, buen amigo, arregla los domin-
gos el jardín de su vecino, sus jefes
lo aprecian, siempre está a la hora,
presto, impecable, solidario. “Este
hombre trabajador y alegre exige de
sí mismo más de lo que se le pediría.
El entorno termina aprovechándose
de este hombre que aspira de manera
desmedida a la felicidad de los otros.
Este equilibrio es patológico. Un
análisis de su mundo íntimo nos
permitirá descubrir su dificultad
para ser feliz. Para él, todo placer es
culpable. Él no osa gozar de la vida
más que por persona interpuesta. Cali ciudad visible, Memorias visuales de una ciudad

Ama a los demás, puesto que no se el individuo vuelve a su melancolía


ama a sí mismo. Y desde el momen- ya que los otros lo vuelven culpable.
to en que ama, él da. Da su tiempo, El individuo deja de tomar sus medi-
sus esfuerzos, su dinero. Cubre a camentos, “olvida” las citas con su
los otros de regalos porque hace analista y vuelve al lugar patológico
de su objeto de apego un delegado del que provino.
del goce. Sus niños, su familia o el
En suma, podemos decir que el
mundo que sufre constituyen para
tipo de apego que se genera en la
él perfectos delegados del goce.
infancia cuenta en numerosas de las
Él dice: sólo el placer de los otros
decisiones que se toman en la juven-
cuenta. El mío no tiene ningún valor.
Muchas veces mi placer me angustia tud. Existe una memoria corporal
y me culpabiliza”.8 Estos indivi- o impronta, que a diferencia del
duos que terminaban con historias aprendizaje, no puede ser olvidada.
trágicas de suicidio, son tratados Esta impronta determina en buena
hoy con medicamentos especiales parte los modos de relación afectiva
para melancólicos que estimulan el de la juventud y la adultez. No hay
humor y con psicoterapias que tratan amor a primera vista y aun menos
de influir sobre su propia represen- amor fruto del azar. La manera
tación. Pero curiosamente cuando como se han establecido las relacio-
estos individuos comienzan a cu- nes entre el bebé y sus parientes son
rarse la familia lo vive mal, puesto nuestro pasado más futuro.
que están acostumbrados desde la
Transmisión de emociones
infancia a que él sea su sirviente.
madre-niño
Entonces se escuchan reproches
como este: “Desde que él se ha sa- Los experimentos en etología
nado se ha vuelto más irresponsable, con neonatos, muestran que el
ya que ha descuidado la casa y el sentimiento que el infante provoca
jardín”. O, “Después que pasa por en la madre, es el que construirá la
su psicoterapia él está peor, se ha emoción que la madre le expresará
vuelto un haragán, va a la playa en al niño desde antes de su naci-
lugar de planchar la ropa”. Con un miento, el imaginario de la madre
discurso social y familiar semejante, colmado de comportamientos di-

8 Cyrulnik B., Sous le signe du lien, París, Hachette, 1989, p. 88-89.

El Hombre y la Máquina No. 31 • Julio-Diciembre de 2008 47


Mary Luz Valencia • William González Etología del apego y del reconocimiento en el ser humano

rigidos al infante, le dará forma mantenimiento y la modulación de


al mundo sensorial y afectivo. Lo una relación en marcha requiere la
que un bebé percibe en un primer sonrisa y la expresión de interés. 3.
momento, según B. Cyrulnik, es Para producir el final de la relación,
a un “gigante sensorial”, al que se se utiliza el fruncimiento del ceño
le denominará madre, en torno del con separación de la cara y desvío de
cual gravita otra base denominada la mirada como señal de detención.
padre. Ambos jugarán el papel de 4. El rechazo de la relación necesita
bases de seguridad responsables un rostro neutro o inexpresivo, sobre
del entorno sensorial del infante. todo con desviación de la mirada.9
Para Cyrulnik, los escenarios son
El ambiente sensorial es decisi-
infinitos. La escena familiar está
vo en la constitución del psiquismo:
compuesta por los relatos de cada
ya que no posee palabras para orga-
uno, por las historias que prece-
nizar su mundo, encuentra su orien-
dieron al encuentro, y, más tarde,
por el contrato inconsciente de la tación en los estímulos sensoriales
pareja y las modificaciones que se que le sobrevienen del exterior a
Cali ciudad visible, Memorias visuales de una ciudad introducen en él con la llegada del través de gestos, vocalizaciones,
bebé. Este conjunto de narraciones, sonrisas, caricias, olores, patrones
no siempre armoniosas, constituye visuales, etc. De ahí el interés por
el campo de presiones gestuales y evaluar, ordenar, discriminar y ca-
verbales que moldea al niño. tegorizar las diferentes sensaciones
y percepciones que recibe. El bebé
Los dispositivos que procurarán logrará descubrir qué rasgos de su
la materialidad de las emociones experiencia son variantes e inva-
encarnadas en movimientos mo- riantes (cambiantes o inmóviles), y
trices y verbales que construyen el aplicará este mismo procedimiento
mundo de significaciones sociales a todas las percepciones y sensacio-
e imaginarias, deben correspon- nes. Estos procesos cognitivos no
derse entre el niño y su madre. El pueden separarse de los procesos
caminar, el hablar o el juego así lo afectivos. El aprendizaje siempre
prueban. En el juego, por ejemplo, es motivado y cargado de afecto,
los comportamientos que provoca tal como se expuso en el ejemplo
el lactante en la madre se ejecutan anterior.
de un modo natural y objetivo.
Estos comportamientos son vistos, El bebé recibe estos múltiples
oídos y sentidos por el lactante de estímulos transmodalmente. Esta
tal manera que provocan en él una capacidad le sirve al infante para
emoción necesaria y placentera. Las transferir la experiencia recibida
expresiones faciales adoptadas por en una modalidad sensorial y poder
la madre son exageradas y su des- traducirla a otra modalidad. Daniel
pliegue puede variar desde un leve Stern advierte que la información
desplazamiento de zonas faciales en no es experimentada como perte-
el espacio, hasta la participación de neciendo a alguna modalidad en
todo el rostro. Se encuentran algunas particular. Los estudios en este cam-
expresiones de particular importan- po sugieren que los bebés parecen
cia en el repertorio de gestos provo- experimentar un modo de unidad
cados por el lactante: 1. Para iniciar perceptual, en el que las situaciones
o señalar una disposición o invitar son percibidas en cualquier moda-
a la relación, la expresión que se lidad, representándolas de manera
realiza es de sorpresa burlona. 2. El abstracta y después transponién-

9. Ver Stein, D., La primera realción madre-hijo, Madrid, Morata, 1981.

48 El Hombre y la Máquina No. 31 • Julio-Diciembre de 2008


Mary Luz Valencia • William González Etología del apego y del reconocimiento en el ser humano

dolas a otras modalidades. Estas sensorial de gestos, mímicas, gritos,


representaciones no son sensaciones y de palabras que conforman el ali-
visuales, táctiles, auditivas u objetos mento afectivo diario que organiza
nombrables, sino más bien formas, el desarrollo y el estilo afectivo del
intensidades y pautas temporales: niño.
cualidades más globales de la ex-
El problema central produci-
periencia. La necesidad y la capa-
do en el momento de establecer
cidad para formar representaciones
interacciones externas a la familia
abstractas sobre estas cualidades
remite siempre a la aceptación. Lo
aparecen desde el principio de la
importante aquí es la representación
vida psíquica.
que se construye de sí mismo a lo
En este punto del desarrollo, la largo de la infancia, dependiendo de
objetivación de las cosas pasa irre- esta el tipo de vínculo que se logrará
mediablemente por la percepción establecer en la aventura social. Así,
de estas y la emoción que producen, un adolescente que se represente en
de ahí que el mundo sensorial que su memoria un pasado de pérdidas
el adulto teje en torno al bebé sea afectivas, tenderá a temerle al futuro
indispensable. Un bebé responde a amoroso y social, pero al mismo
parámetros presentes en la realidad tiempo lo deseará desesperadamen-
del entorno; a partir de los cinco te. La adolescencia constituye, por
meses de vida responde a modelos lo tanto, un período en el que los
mentales que han quedado cimen- compromisos que se logren esta-
tados en su memoria. Tan pronto blecer dependerán de la idea que el
como se establece esta forma, se im- individuo se formó de sí mismo. En
pregna en el infante un sentimiento este período se invierten todos los
de sí mismo como lo explica D. recursos históricos, intelectuales y
Stein: si la madre maltrata al bebé afectivos hasta ahora conseguidos.
o lo manipula de forma brutal, el Pero al mismo tiempo es un espacio
niño aprende a percibir de modo de reorientación y reorganización de
más agudo las mímicas, los sonidos la imagen de sí mismo en función
y los gestos que anuncian el acto de las personas y los medios que se
brutal y responde a él mediante encuentren, en este caso, por fuera
Cali ciudad visible, Memorias visuales de una ciudad

reacciones de retraimiento, de evi-


de la familia. Un vínculo afectivo
tación de la mirada y de mímicas
estable o protector, modela al in-
tristes que expresan el humor som-
dividuo para establecer relaciones
brío que se desarrolla en él. En un
sociales y parejas estables; un
ambiente afectivo inerte como, por
vínculo afectivo tejido de manera
ejemplo, la sala de un hospital, es
evitante, le procurará al individuo
normal ver cómo los niños emiten
dificultades para expresar sus emo-
gritos o gruñidos sin mirarse unos
ciones, debido a la inhibición de su
a otros, algunos pueden permanecer
deseo interior; un vínculo afectivo
inmóviles, otros balancearse, otros
de carácter ambivalente, llevará
lamer los objetos cercanos. Hasta
hace poco esta imagen era muy al individuo a agredir a quienes
común, y se debía a que aquellos desesperadamente ama, incapaces
niños abandonados por sus padres de dominar su afectividad, no con-
o dejados por cualquier otra situa- formarán vínculos relacionales; un
ción no les era permitido establecer vínculo afectivo desorganizado,
ningún tipo de vínculo con las per- establece las relaciones sociales de
sonas que los cuidaban. Gracias a manera dispar y poco comunes.
observaciones etológicas se verificó El entorno sensorial frío le im-
hasta qué punto el afecto constituye pide al niño contar con la alteridad y
una biología periférica, un conjunto se convierte así en el único referente
El Hombre y la Máquina No. 31 • Julio-Diciembre de 2008 49
Mary Luz Valencia • William González Etología del apego y del reconocimiento en el ser humano

externo de sí mismo. No existe para de los otros: el mundo deja de ser


él ni interior, ni exterior y se desa- mundo en una experiencia percepti-
rrolla centrándose en sí mismo, por va constante, para ganar objetividad
esta razón amar a otro contiene una a través de la elaboración de signi-
carga tan angustiante, ya que el otro ficaciones imaginarias.
significa para él “lo desconocido”. La adquisición de nuevos ele-
Igualmente, cuando se encuentra mentos como la palabra, permite
sumergido en una prisión afectiva, experimentar el mundo otorgándole
aprende a convertirse en el centro una re-significación. A través de la
del mundo y puesto que no tiene palabra se construye una identidad
que descubrir el mundo interior narrativa, pasada o futura, con
del otro, su desarrollo es igual: no respecto a sí mismo y a los otros,
hay alteridad, el otro es también lo lo cual permite atribuirle una re-
desconocido. significación a las cosas. Para la
El desarrollo afectivo participa realización de un relato que exprese
directamente en la manera como son una identidad individual y de los
La adolescencia constituye, percibidas las señales de este tipo.
Por ejemplo, un maníaco depresivo
otros, hay que dominar el tiempo,
recordar algunas imágenes pasadas
y confeccionar un relato con ellas.
por lo tanto, un período en el en su fase de euforia logra conquis-
tar muchas mujeres, mientras que Pero para que sea posible construir
en su fase depresiva es incapaz de una representación del tiempo
que los compromisos que se percibir las señales que le envían. pasado, presente y futuro, es pre-
Así mismo, las mujeres que hayan ciso que, anteriormente, se hayan
logren establecer dependerán adquirido un vínculo afectivo segu- elaborado relaciones afectivas que
ro, enviarán señales a hombres ale- destaquen esos objetos, gestos y
de la idea que el individuo se gres y confiados, mientras que las palabras que habrían de construir
mujeres con vínculo de evitación se un acontecimiento, instalándose
formó de sí mismo. pondrán tensas y lanzarán miradas dispositivos capaces de dar sentido
frías a esos mismos hombres. Una al mundo percibido. Por esta razón
explicación a este hecho es que el el sentido se encuentra en constante
encuentro amoroso descansa sobre reorganización. La atribución de
las bases construidas en la infancia, re-significación a un objeto o a una
durante el aprendizaje de los estilos persona, permite al individuo crear
afectivos. Cada individuo construye significados diferentes en situacio-
por separado su estilo, y es este nes diferentes.
tipo de estilo lo que permitirá que La entrada al universo de la
después del encuentro el vínculo
palabra y el símbolo permite esca-
se instaure.
par a la percepción sensorial de las
Serán aquellos individuos los cosas, pero el enfrentamiento con
que dispondrán de menos elementos el mundo y con los otros se realiza
para construir una significación de igualmente de manera práctica.
lo que él es, con respecto a la ma- Este nuevo esquema le permite al
nera como se reconoce en los otros. hombre ahorrarse el desplazamiento
El mecanismo no es simple. Debe para conocer los objetos, trabajando
organizarse un esquema en el cual, paralelamente su aparato motor,
en un primer momento se instaure perceptual y verbal. La orientación
un entorno sensorial que materialice conseguida a través del símbolo
en emociones, la experimentación puede entenderse perfectamente
con el mundo. La impregnación de dentro de su estructura biológica, ya
este entorno constituye lo que se que tiene una función clara dentro
denominará memoria sensorial, que de esta: nos ahorra entregarnos a
moldeará, posteriormente, la repre- toda plenitud posible de las cosas.
sentación que se teje de sí mismo y No es un fin de la percepción que el
50 El Hombre y la Máquina No. 31 • Julio-Diciembre de 2008
Mary Luz Valencia • William González Etología del apego y del reconocimiento en el ser humano

organismo tenga una excitabilidad lo que es su mundo en el momento Bibliografía


lo más dispar posible. Precisa- en que lo piensa como verdad. Castoriadis, Cornelius. Figuras de lo pen-
mente en ese caso no podría ser ya Dicha estructura compromete la sable. Fondo de Cultura Económica,
puramente simbólica. La actividad disposición en términos antropo- Buenos Aires, 2001.
simbólica debe entenderse en la biológicos de la creación como _________________. El ascenso de la
dinámica de un proceso comuni- actividad permanente y necesaria insignificancia. Ediciones Cátedra,
cativo, orientador y objetivo, en el en el hombre de este tipo de organi- Madrid, 1998.
que se experimenta la realidad en- zaciones imaginarias. Así mismo, la Cyrulnik, Boris. Los patitos feos. Gedisa,
frentándose de manera práctica en propuesta de las instituciones como Barcelona, 2002.
una transposición de movimientos lugares de identificación y recono- ___________. Bajo el signo del vínculo.
y percepciones. cimiento a partir de los cuales el Gedisa, Barcelona, 2005.
hombre se descarga y se orienta en ___________. El amor que nos cura.
Institución y verdad un proceso físico y simbólico de Gedisa, Barcelona, 2005.
Lo anterior deja en claro varias autogratificación con referencia a
Gehlen, Arnold. El hombre, su naturaleza
ideas. En primer lugar, la concep- lo que le produce mayor goce: él y su lugar en el mundo. Sígueme,
ción ya conocida de la indetermina- goza no sólo de la posibilidad de Salamanca, 1987.
ción del ser humano, que lo obliga a enunciar y de estar en acuerdo con Poulain, Jacques. La apuesta por la ver-
estar siempre en constante construc- su enunciación, sino que goza de un dad. Crítica de la razón pragmática.
ción. En segundo lugar, que sólo en proceso de socialización en donde Extremo Occidente, Cali, 2002.
la medida en que estos mecanismos siempre es actor y autor de lo que Stern, Daniel. El mundo interpersonal
afectivos se tejan en el hombre, construye en común. del infante. Paidos, Buenos Aires,
es posible el reconocimiento de sí 1991.
El acuerdo imaginario, que
mismo y el reconocimiento de otros, permite el reconocimiento entre _________. La primera relación: madre-
como actores y constructores de individuos en la esfera política y so- hijo. Morata, Madrid, 1981.
una realidad posible. Igualmente, cial, sólo es posible engendrarse en _________Bowlby, John. El apogeo,
que no es el lenguaje verbal el que el individuo, en la medida en que se Paidos, barcelona, 1998.
otorga significación a la realidad, organiza y dispone en relación con _________Harlow, Henry. “the develop-
es más bien el que procura la re- él, dispositivos sensoriales y simbó- ment off affectinal Patterns in infant
significación y la posibilidad de licos tejidos únicamente mediante la monkey”, en: Determinants of Infant
engendrar un sentido del mundo que Behavior, Vol. I, Londres Methuen,
interrelación que genera la copre- Nueva York, 1961.
se confirma en la objetividad de la sencia y el establecimiento de redes
palabra. El mecanismo de verdad _________Ainsworth, Mary. Infancy in
afectivas. Cuando la aventura de la
inscrito en la vida simbólica, la Uganda: Infant Care and the Growth
autonomía es cada vez más difícil, of Attachmnent, the Johns Hopkins
posibilidad de juzgar en común y la pertenencia a un grupo le otorga press, Baltimore, 1967.
reconocerse en un juicio común, se seguridad al individuo. Un contexto
realizan a través de la construcción social que otorgue las herramientas
de acuerdos imaginarios conocidos suficientes para esto, promueve la
como instituciones. expansión del contexto social del
La institución responde a la joven y la búsqueda de vínculos
consideración hecha sobre lo huma- y mecanismos de reconocimiento
no, en cuanto a su creación propia, por fuera de su hogar. Este entorno
proponiendo la consolidación de un no entra en contradicción con el
entorno que responda a las necesi- familiar, ya que sólo en la medida
dades sensoriales, de comunicación en que la familia se constituye como
y de orientación, como constructor base de seguridad para el joven, este
de la trama de significaciones en puede tener la fuerza suficiente para
las cuales el hombre le da sentido a querer ir a la aventura social.

El Hombre y la Máquina No. 31 • Julio-Diciembre de 2008 51

Вам также может понравиться