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249 175 pías
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Indice
LA CONQUISTA ARABE DE LA PENINSULA
LA CONQUISTA Y SUS ITINERARIOS .......... 4
Por Joaquín Vallvé
Catedrático de la Universidad Complutense de Madrid
ULTIMAS TEORIAS 21
Por Manuela Marín
Del Consejo Superior de Investigaciones Científicas
EL DOMINIO ISLAMICO DEL TERRITORIO
PENINSULAR ".. 26
Por MaríaJ. Viguera
Catedrática de Filología Arabe
Universidad Complutense de Madrid
Bibliografía 31
Textos , I-VIII
L OS problemas relacionados con la invasión y la conquista de la Península Ibérica por los
musulmanes han sido objeto de numerosas controversias entre los historiadores, que se
han interrogado sobre sus causas y su significado para la historia de España. Basándose en
fuentesárabes,en esteCuaderno,Joaquín Vallvéofrece una nueva interpretación de la ruta
de los invasores, Manuel Grau Montserrat analiza los conflictos suscitados entre los distintos
grupos ocupantes en tiempos del emirato dependiente, Juan Vemetestudia las características
del proceso de islamización de los pueblos hispánicos, Manuela Marín comenta las más re-
cientesteoríassobreel conjuntode eseprocesohistórico,y María Jesús Vigueraconsidera el
establecimiento del dominio islámico en las nuevas tierras conquistadas.
L A conquistaárabede la PenínsulaIbéricasigue
apasionandoa los investigadorespor los múl-
tiplesproblemasqueplanteaelanálisisde lasfuen-
Andalus.Ese eslabónpodríaencontrarseen los
textossiriacoso coptos.
Despuésde la definitivaconquistaárabede Ale-
tes árabesde la EdadMedia.Esosproblemasson jandríahacia el año 646, los musulmanesinician
de índolecronológica,topográficay onomásticay decididamentela expansiónpor el nortede Africé¡..
el primerode elloses averiguarporquélos árabes VeinteañosmástardeUqbaben Nafi,trasrecorrer
dieronel nombrede al-Andalusa la Españamusul- el AfricaNegra,llegóa Túnez,dondefundóla ciu-
mana,nombrequese perpetuóen elactualdeAn- dad de Qayrawany la primeramezquitadel Occi-
dalucíatras la prolongadaresistenciade los reyes dentemusulmán.Enesterelatoencontramoseleco
musulmanesde Granada. de unatradicióncristianasobreSanCipriano,obis-
El nombrede al-Andalusapareceya en tradicio- po de Cartagoy que muriómártiren el año 258.
nesatribuidasa Mahoma,en poesíaárabepreislá- Uqba llegó hastalas costasdel Atlántico,donde
micao de la primeraépocadel Islamo en relación conocióal famosocondedon Juliánsin dejarde
con los primeroscalifasque sucedieronal Profeta. combatira losbereberes,peroa suregresofueper-
Todasestasfuentesson anterioresal año 711 y, seguidoy muertoen Tahuda,un lugarde Argelia
por tanto,apuntana un origenorientalque no tie- donde, curiosamente,se ha encontradouna ins-
ne nadaque vercon la teoríaque sostieneque el cripciónfechadaenel359,quehacemencióna las
nombrede al-Andalusderivaríade los vándalos, reliquiasde SanCipriano. .
porqueestos bárbarosatravesaronlas tierrasdel Elhechohistóricoindiscutibleeslaconquistade-
sur de la Penínsulacaminode Africahaciael año finitivade Cartagopor Musaben Nusayrhaciael
429. año698.DesdeCartagolaflotamusulmanarecorre
El nombrede al-Andalusapareceen estasfuen- el Mediterráneooccidental,pueslasfuentesárabes
tes orientalesy en las primerasque narranla con- citan incursionesmarítimasa Sicilia,Cerdeña,Ba-
quista de Hispaniacomo el nombrede una isla, learesy, por supuesto,al-Andalus.Mientrastanto,
Chaziratal-Andalus,o de un mar,Bahral-Andalus. la decadentemonarquíavisigodadeToledosede-
Tras un análisisde diversasfuentes,grecolatinas, bate en la anarquíatras la muertede Witiza(710)
árabesy romances,yo creo que la denominación y la usurpaciónde la coronapor el reyRodrigo.
de Chaziratal-Andalus(islade al-Andalus)es una
traducciónpuray simplede IsladelAtlánticoo At-
lántida,resultadode una transmisiónliterariadel La versióntradicional
mito de Platónque se puederastrearininterrumpi-
damenteen muchosautoresclásicos,tanto grie- Lacronologíade la conquistaárabede Hispania
gos comolatinos. es muycontradictoriay confusa.Porel ladomusul-
Juntoa estatransmisióndel mitode la Atlántida mánhaycuatroprotagonistassegúnrelatosdedis-
debió existiren los pueblosmarinerosdel Medi- cutibleautenticidad:MusabenNusayr,emirdeAfri-
terráneoorientalla creenciamuyextendidade una ca del nortenombradopor el califade Damasco;
isla o restosde ellamás alláde las Columnasde Tarif;Táriq,gobernadorde Mauritania,y Mugital-
Hérculeso del Estrechode Gibraltar,apartede la Rumi.Porel lado cristianohay otroscuatroprota-
traducciónal capto,siriacoy árabede esasmis- gonistas:Rodriga,el rey;Julian,gobernadorde la
mas noticias.Lasfuentesárabesdel nortede Afri- zona del Estrecho;Teodomiro,gobernadorde la
ca y muchashispanoárabes identificanclaramente Cartaginense, y los hijosde Witiza.
el Barhal-Andaluso Mardeal-Andalusconelocéa- Segúnlas fuentesárabes,el conde don Julián
no Atlántico.Mefalta el eslabónque puedaexpli- entablónegociacionescon Musaparademostrarla
carel pasodeAtlántidao unavozequivalentea al- debilidadde la monarquíavisigodae invitarlea de-
4/LA CONQUISTA
ARASEDELAPENINSULA
sembarcaren la Península.De pasovengaríasu no mencionan a este personaje e incluso algún au-
honormanchadopor la violaciónde su hija por el tor hispanoárabe asegura que Tarifa debe su nom-
rey.ElcondedonJuliánerade estirpegoda,como bre al fundador de una herejía musulmana poste-
lo demuestrala existenciade descendientessuyos rior y que el hereje se llamaba también Tarif. Yo
afincadosen la Córdobacalifal. creo que historiadores y tradicionalistas musulma-
EntoncesMusaenvióa un bereberllamadoTa- nes se han inventado la figura de Tarif para expli-
rif,que desembarcóen unaislacon cuatrobarcos, car la etimología de Tarifa.
400 hombresy 100caballos.A partirde entonces Después de ese supuesto desembarco de Ta-
recibiósu nombrey se llamóTarifa.Lostextosára- rif, Musa ben Nusayr envió a su lugarteniente Tá-
bes norteafricanosy, por supuesto,los orientales riq, quien desembarcó con 1.700 hombres,7.000
~ .~.~~
=:;;¡¡ .. Chazira al-Jadra es una simple arabización de Isla
, ' ,..,.,'. . . de Gadeira, es decir, isla de Cádiz, y famosa en
e' mundo anHguo por ser e' conHn occidenta' del
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mundo conocido.
\-.)... \
Unanneva temía
Según algunas fuentes árabes, Táriq se di-
rigióhaciaCórdobay consiguipunagranvic-
? ;'.J. ' toria en Ecija al quzar el río Genil junto a
~.
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~:
~J .
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Ices
una fuente o monte que a partir de enton-
recibió su nombre. Tal vez hayaque re-
lacionar este lugar con la villa de Montur-
que en la provincia de Córdoba y como un
~ ) intento más para explicar la etimología de
.
este lugar. Desde allí envió escuadrones ha-
cia el sur y el este que ocuparon las coras de
Málaga o Rayya, /lbira o Granada y Tudmir, re-
gión del sudeste gobernada por el conde Teo-
domiro, pero otras versiones señalan un itinera-
rio inverso, es decir, las tropas árabes conquista-
ron primero Tudmir y después /lbira y Rayya.
Esta noticia contradictoria es de capital impor-
tancia y replantea el problema de la invasión De-
terminados nombres de lugares citados en las
fuentes árabes pueden corresponder a topónimos
murcianos. La al-Buhayra o al-Lakk podría identi-
ficarse con la Albufera o Mar Menor, o mejor aún,
embarco, ni en la cronología, ni en el lugar exacto con la laguna o albufera que rodeaba la misma
donde ocurrió, ni en el itinerario seguido: la mayo- ciudad de Cartagena por el noroeste, origen del
ría de ellas afirma que los musulmanes arribaron a Almarjal medieval y moderno. El Wadi-I- Tin pue-
tierra en varias oleadas con tiempo suficiente para de sE)rel río Guadalentín o Sangonera. Resulta cu-
que el último rey de los visigodos acudiera con sus rioso constatar en la Primera Crónica General de
tropas desde el norte de la Península, donde com- España que mandó componer Alfonso X el Sabio,
batía a los vascos. basándose en la Crónica del Moro Rasís, geógra-
Los combates duraron una semana, desde el fo e historiador hispanoárabe del siglo x, la si-
19 de julio del 711 hasta el día 26 del mismo mes guiente noticia sobre la derrota de don Rodrigo:
y año y terminó con la derrota y muerte de Rodri- pero algunos dicen que fue esta batalla en el cam-
go. El lugar de encuentro aparece en las fuentes po de Sangonera, que es entre Murcia y Larca.
árabes con varias denominaciones: Wadi Lakk o También el lugar de al-Sawaqi, Las Acequias, ci-
Río del Lago, identificado tradicionalmente con el tado por el poeta del siglo XIIIal-Oartachanni, po-
Guadalete; Wadi-I-Buhayra o Río de la Albufera, dría corresponder a las acequias que regaban y
que puede corresponder al río Barbate o a la La- riegan la famosa Huerta de Murcia. Y la Oarta-
guna de la Janda; Wadi Siduna, Río de Sidonia, channa conquistada por los árabes pOdía referir-
que puede ser el mismo Barbate; Wadi Umm Ha- se a la ciudad de Cartagena y no a la antigua Car-
kim, Río de Umm Hakim, nombre de una esclava teya de la bahía de Algeciras. Pienso, pues, que
que acompañaba a Táriq y que éste dejó en una el desembarco tuvo lugar en las costas murcia-
isla que también recibió su nombre; Wadi Bakka, nas y que la primera ciudad ocupada por los ára-
Río de Beca o Meca, que puede tratarse del Bar- bes fue Cartagena. Por conocer ambigua y con-
bate o de una mala lectura de Wadi Lakka o Gua- tradictoriamente los geógrafos e historiadores
dalete; Wadi-/- Tin, Río del Barro, donde pereció árabes la situación de las Columnas de Hércules,
ahogado el rey Rodrigo, y Wadi-/-Sawaqi, Río de asignaron a la zona del Estrecho de Gibraltar ellu-
las Acequias. gar idóneo del desembarco.
Antes de su victoria, Táriq había ocupado la al- Según la versión tradicional, Táriq encargó a
6/LACONOUISTAARASEDE LA PENINSULA
Izquierda, retrato Mugit al-Rumi la conquista de Córdoba y él pro-
decímonónico de Don siguió su avance hacia Toledo, capital del reino vi-
Rodriga, el último rey godo. sigodo. La ciudad no ofreció resistencia y Táriq
Abajo, toma de Mérida por los cruzó Somosierra por un puerto que a partir de en-
árabes (detalle de una
litografía de Serra para la
tonces recibió el nombre de Bab Táriq, es decir,
Historia de España Ilustrada, de Buitrago. Creo que la etimología también es falsa
Rafael del Castillo, finales del y que ésta, como otras, se forjaron en el siglo x,
siglo XIX) cuando se intentó en la Córdoba califal redactar
la crónica de la España musulmana. Según la tra-
dición árabe, Táriq encontró en este recorrido por
el centro de la Península fabulosos tesoros, entre
los cuales sobresalía la Mesa de Salomón del
Templo de Jerusalén.
La expedicióndeMusa
Simultáneamente a estos hechos interviene el
emir del norte de Africa, Musa ben Nusayr. Según
unos,fue avisadodesde el primer momento por
el propio Táriq para que le enviara tropas de re-
fuerzo para consolidar la cabeza de puente esta-
blecida en la Península. Según otros, Musa mani-
festó una gran irritación cuando se enteró del de-
sembarco y ordenó a su subalterno que no se
adentrara en el interior del país hasta su llegada.
Al frente de unos 18.000 hombres concentró sus
fuerzas en un puerto cercano a Ceuta, llamado
Marsa Musa, Puerto de Musa, en las faldas del
Chabal Musa, Monte de Musa. Tanto el puerto
como la montaña recibieron, según ciertas tradi-
ciones, su nombre por haber embarcado allí. Sin
embargo, otras tradiciones religiosas los relacio-
nan con el viaje de Moisés y Josué a la Confluen-
cia de los dos Mares o Estrecho de Gibraltar de
acuerdo con la azora XVIII del Corán.
Musa y sus tropas arribaron a al-Chazira al-Ja-
dra (Cádizmás bien que Algeciras) en junio del 712
y quiso seguir un itinerariodistinto del de Táriq con-
tando con el asesoramiento del conde don Julián.
Después de ocupar las plazas fuertes de Medina-
Sidonia y Carmona, Musa ben Nusayr sitió Sevilla,
que se rindió tras débil resistencia. Atravesó las
tierras de Huelvay cruzó un desfiladero o valle que
recibió su nombre Fach Musa, actual Valdela-
musa, cuyos habitantes se convirtieron en clientes
de Musa. Como es de suponer, la noticia es in-
aceptable.El emir árabe prosiguió hacia el nortey si-
tió la ciudad de Mérida, que resistióvariosmeses
hasta que capituló el 30 de junio del 713. Las ca-
pitulaciones de Mérida en las que se indica que los
bienes de los muertos el día de la batalla, de los
que habían huido a Galicia y los bienes de las igle-
sias pasarían a poder de los musulmanes, se pue-
den considerar apócrifas.
Aunque la mayoría de las fuentes árabesdicen
que Musaben Nusayrenvió a su hijo Abd al-Aziz
a Sevilla para sofocar una rebelión, sin embargo,
otros textos árabessitúan al hijodel emirfirmando
con el conde Teodomiro las capitulaciones de la
antigua Cartaginensey que en árabe recibió el
nombre de Tudmir.Este tratado permitía a los cris-
tianos conservar cierta autonomía en siete ciuda-
des a cambio del pago de ciertos tributos a favor
LA CONQUISTAARABE DE LA PENINSULA/7
de los combatientesárabes,tanto hombreslibres
comoesclavos.Se conseNancuatroversionesde
este interesantísimo documento,fechadoen abril
del año713.Enlasversionescitadascoincidenlos
nombresde seisciudades:Orihuela,Mula,Lorca,
Alicante,Hellíny Valencia.Laséptimavaríay para
unostransmisoressetratade Elchey paraotrosde
Villenao Bigastro.
El pactode Teodomirorecuerdael de Damasco
de septiembrede635o diciembredel añosiguien-
te. En estepactode Teodomirono aparecemen- o
cionadala ciudadde Cartagenay la razónparece O
¡::::
obvia:porquefueconquistadapor lasarmasy, por <
tanto,quedabaincluidaenel régimende capitula- <:¡::
ción incondicionalo forzosa.Elpactode Teodomi- f::!
<:¡::
ro, de indiscutibleautenticidad,es el primerdocu-
mentohispanoárabedel que se tienenoticiay su
análisisy estudioson esencialespara tener una
ideaclaradel régimencivily militaren la Península
Ibéricaduranteel sigloVIII.Teodomirocasóunahija
suyaconnoblesirioy susdescendientes de lamás
ranciay ricanoblezahispanoárabese perpetuaron
en el reinode Murciahastael sigloXIII,cuandofue
ocupadopor Fernando111 el Santo.
Tampocose ponende acuerdolos autoresára-
bes de la EdadMediaen fijarel puntode encuen- o
<
troentreMusabenNusayry Táriq.CitanToledo,Ta- US
laveray Córdoba,que puedecorrespondera Qar- O
tachanna(Carteyao Cartagena).Segúnesosmis- O
mos autoresla entrevistano fue nadacordiale in-
clusoMusase atrevióa golpearcon unlátigoa Tá-
riq exigiéndolela entregade los tesorosencontra-
dos.AmbosatravesaronelSistemaCentraly Musa '1
benNusayrlo cruzóporotrovalleo desfiladeroque
tambiénse llamóFachMusa.Setratadel valledel Cádi'l
Río8art ,
río Valmuzaque nace en las estribacionesde la I
sierrade Peñade Francia,en la provinciade Sala- I
manca.Otraetimologíafalsa.ConquistóAstorgay I
llegóhastaLugo,desdedondeemprendióel regre- I
Itinerario de la conquista
so repasandoel SistemaCentralpor el mismova- árabe de la Península
lle de Valmuza.
Táriq,en cambio,se dirigió a Zaragozatras la
ocupaciónde Medinaceli,la antiguaOcilis, aun- posesiónárabe de la Penínsulay considerarel
que los geógrafosárabesdiganque fue fundada nuevoemiratocomo herederodirecto de la mo-
por Salim,un compañerode Táriq.Enel valledel narquíavisigoda.Consolidólas conquistasde su
Ebroconsiguió,al parecer,la sumisióndel conde padre y la tradición le atribuyela conquistade
Fortún,hijo de Casio.Se convirtióal Islamy fue Evora,Santarem,Coimbray otras ciudadespor-
cabezade una familiao dinastíaque se enseño- tuguesas.Fue acusado de abandonarlas tradi-
reó de la comarca durante tres siglos y desde cionesárabespor instigaciónde su esposa,que
aquí,enfechaulterior,se procedióa la conquista le animóa ceñirunacoronay obligara los nobles
de Cataluña. árabes a inclinarseante su presencia,aunque
otros autoresafirmanque no quiso reconoceral
nuevo califa de Damasco,Sulaymán,por haber
Los primeros emires ordenadola prisióny torturade su padrey la eje-
cuciónde un hermanosuyo. Lo ciertoes que fue
Llamadopara rendir cuentasal califa de Da- asesinadoen marzodel 716en la iglesiade San-
masco,Musaben Nusayrabandonócon Táriqla ta Rufina,consagradacomo mezquita.
PenínsulaIbéricaen el veranodel 714. Le suce- Fuenombradosucesorsu primoAyyub,hijo de
dió en el gobiernode al-Andalussu hijo Abd al- una hermanade Musa ben Nusayr.Su gobierno
Aziz,que se establecióen Sevillay tuvo comovi- duró seismeses,hastala llegadadel nuevodele-
sir a Habib ben Abi Abda, nieto del fundadorde gadodel emirde Oayrawan.AI-Hurrllegóconcua-
Oayrawan,UqbabenNafi.Segúnparece,secasó trocientosnotablesy decidiótrasladarla capitalde
con la viudadel reyRodrigoo con una hija suya, Sevillaa Córdoba.Estosgobernadoresde al-Anda-
llamadaEgilona,para legitimaren ciertomodo la lus oficialmentedependíandel emir del nortede
8/LA CONQUISTAARABEDE LA PENINSULA
MAR
--.
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ISLAS BALEARES
(De Bizancio)
MEDITERRANEO
18
Posibles
de AI-Gafiqi
rutas alternativas
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Africa con sede en Oayrawano directamentedel del Saona hasta penetrar en Borgoña en agosto del
califa omeya de Damasco, como al-Samh, que re- 725. Tal vez haya que situar en esta época el co-
cibió, según parece, órdenes precisas del califa mienzo de la resistencia asturiana después de la
Umar ben Abd al-Azizpara informarlecon detalle batalla de Covadonga, aunque la tradición y mu-
sobre la situación de al-Andalus y si merecía la chos historiadoresmodernos la fijanen el año 718.
pena evacuar la Península por razones de seguri- Otro emir de Córdoba, al-Gafiqi,atravesó los Piri-
dad de los musulmanes asentados en ella. El nue- neos por Roncesvalles, saqueó Burdeos y se diri-
vo gobernador aplicó estrictamente las leyes dells- gió a Saint-Martinde Tours. A veinte kilómetrosde
lam, reconstruyó el puente romano utilizando las Poitiers, Carlos Martel derrotó completamente al
piedras de las murallas de la ciudad y construyó ejécito musulmán. En esta importante batalla que
un recinto de tapial. tuvo lugar en octubre del 732 murióal-Gafiqiy mu-
Con el quinto conseguido en las aceifas reservó chos de los suyos. Los supervivientesse replega-
al otro lado del río un terreno como cementerio de ron a Narbona, que siguió en poder de los musul-
los musulmanes. Según algunos autores, murió el manes hasta el 751.
10 de junio del 721 en un combate contra los cris- Hacia el año 740 estalló en el norte de Africauna
tianos de Tarazona, pero otras fuentes afirmanque revuelta general de los bereberes contra los ára-
cayó en una expedición a la Galia cuando sitiaba bes, revuelta que se extendió a al-Andalus.El cali-
Toulouse. fa de Damasco envió un ejército de tropas sirias,
Cuatro años más tarde, Anbasa consolidó las pero fue deshecho cerca de Fez. Los supervivien-
conquistas de sus predecesores y se apoderó de tes se refugiaronen Ceuta y poco después pasa-
Carcasona y Nimes. Desde esta ciudad organizó ron a la Penínsulapara ayudar al emir de Córdoba,
una rápida campaña por los valles del Ródano y Abd al-Malikben Oatan. Fueron unos diez mil al
LACONQUISTA ARASE DE LA PENINSULA/9
mando del Balch, que finalmente se hizo con el po- propiedades donde se establecieron, de acuerdo
der. Gracias al asesoramiento del conde Artobás, con la hospitalitas visigoda. El hecho de aplicarse
hijo de Witiza,y para terminar con las guerras civi- la denominación de provincias militarizadas a de-
les entre los árabes baladíes, que llegaron a la Pe- terminadas comarcas o regiones -Andalucía, el
nínsula después del 711, Y los sirios, el emir Abu- Algarve portugués y Murcia-, en las que se esta-
I-Jattar hacia el 743 asentó a los sirios en las pro- blecieron los sirios, parece indicar que en el año
vincias del sur ya cambio de la prestación del ser- 743 la administración árabe se había consolidado
vicio militar recibieron dos terceras partes de las solamente en el sur de al-Andalus.
El problematribal en al-Andalus
Manuel Grau'Montserrat
Universidad de Barcelona
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las diferencias envenenadas por uno de los ma- pasaron a al-Andalus estallara, haciendo tamba-
yores errores de la política omeya. Esta, siempre learse la estructuración de la nueva provincia ome-
atenta a apoyarse alternativamente en uno u otro ya. Pero, además, a todos estos problemas habrá
grupo, en una política de balanceo, se prestó así que sumar los que trajeron consigo los bereberes
a las querellas tribales, ansiosos ambos grupos magrebíes, poco dados a someterse a una autori-
de usufructuar la protección del soberano en be- dad supratribal. Todo ello desembocó en una su-
neficio propio de su asabiyya. cesión de luchas y enfrentamientosentre los distin-
LA CONQUISTAARABE DE LA PENINSULA/11
I
1-
MAR
..,.
. ...
ISLAS BALEARES
(Soberania nominal .blzanlina.
Ocupaciones esporadlcas de los
cordobesesdesdecomienzos
delsigloIX)
MEOITERRANEO
EL EMIRATO DE CORDOBA
le Máxima expansión
en el sigloVIII 1::1
-
LImitesdel Imperiocarolingio
hasta812
..
Núcleoscristianos Límite de la reconquista leonesa
hacia750 al finaldel Emirato
Territorio musulmán
al final del Emirato TUDMIR Coras del Emirato
Cuando la gran revuelta bereber en la Península comprensión, dentro del marco de las estructuras
del año 740, iniciada propiamente en el Magreb, lle- tribales y clánicas de los árabes, tanto baladíes
garon para sofocar la los contingentes de tropas si- como samiyyun. En el centro del conflicto, el in-
rias, samiyyun, dirigidas por Balch b. Bisr, que no tento fracasado de Yusuf al-Fihrí de constituir un
sólo pudo acabar con ella, sino que aportó un nue- Estado propiamente andalusí apoyándose en el
vo elemento de política proqaysí por parte de los funcionamiento de la asabiyya o espíritu de tribu,
árabes recién llegados, motivo por el cual se formó puso de manifiesto que este medio social pudo
contra ellos una coalición. Pero triunfante Balch, en actuar como caldo de cultivo.
Aqua Portara, 742, inicióse una serie de incautacio-
nes de tierras en favor de los sirios en detrimento
de los árabes baladíes. Cuando el walí Abu-I-Jattar Qaysíesy kalbíesfrentea frente
(743-745) consiguió imponerse a los sirios, en lu-
gar de expulsarles prefirió establecerles en territo- La primera chispa de esta gran revuelta social
rios del sur y sureste peninsular, según la siguiente iba a estallar en el sur de al-Andalus cuando Abu-
distribución: el chund de Oinnasrin, en Jaén; el de I-Jattar, motivado por la asabiyya yemení, atizada a
Egipto, en Beja y Tudmir; el de Palestina, en Sido- su vez por la hostilidad de un jefe qaysí, al-Sumayl,
na; el de Hims, en Sevilla; el del Jordán, en Rayya, acabó con unos comienzos tranquilos que tuvieron
y el de Damasco, en Ilbira-Granada. la virtud de apaciguar y disimular las querellas en-
Los sucesos de orden socio-político y aún mili- tre baladíes y sirios.
tar que tuvieron lugar en al-Andalus entre las re- Al Sumayl, llegado con el chund de Oinnasrin y
formas de Abu-I-Jattar y la llegada del marwaní con un rico patrimonio en la zona de Jaén, pasó a
Abd al-Rahman hay que contemplarlos, para su ser el jefe reconocido de los árabes del norte, no
LA CONQUISTAARABE DE LA PENINSULA/13
dudando en sellar una alianza con algunos grupos clientes y los yemeníes le acogieron con alborozo.
descontentos de yemeníes,con ayuda de los cua- Después de diferentes episodios los dos ejércitos l
~
les combatió e hizo prisionero a Abu-I-Jattar. Se se enfrentaron en al-Musara, cerca de Córdoba; la
nombró nuevo gobernador en la persona de Tuwa- victoria fue de los yemeníes;era la venganza por la
ba b. Salam (745-746),bajo la tutela de al-Sumayl, derrota de Saqunda.
que lo era de hecho. Del asentamiento de los grupos bereberes en
El gobierno pro-qaysí se vio prolongado a la la Península podemos deducir que al-Andalus,
muerte de Tuwaba al proponer al-Sumayl como grosso modo, estuvo dividido en cuatro amplias
nuevo gobernador a Yusuf al-Fihrí (746-756), des- zonas: Andalucía, Marca Media, Marca Superior y
cendiente del conquistador del norte de Africa, Sarq al-Andalus. Hay que partir de la base de que
Uqba ibn Nafi, y aureolado de cierta fama, que fue las tropas que llegaron con Táriq eran, en su ma-
el último walí dependiente de Damasco. Pero libe- yoría, bereberes, como lo fueron otros grupos lle-
rado Abu-I-Jattar,consiguió formar una gran coali- gados a lo largo de los años siguientes a la con-
ción yemení contra la autoridad de Yusuf al-Fihríy quista; que estos bereberes eran fundamental-
su cerebro gris; al-Sumayl,con la consiguiente rea- mente magrebíes y que, según los estudiosos del
grupación de los clanes en torno a los dos gran- tema, los primeros siete mil llegados pertenecían,
des grupos tribales. en su mayoría, a tribus matagara, no sólo de los
El enfrentamiento directo se produjo a las puer- Banu Ifran, sino también de los grupos Gumara,
tas de Córdoba, cabe a la alquería de Saqunda Hawwara, Madchuna y Nafza, fundamentalmente
(747), obteniendo el triunfo el grupo pro-qaysí de Se establecieron en:
Yusuf al-Fihríy al-Sumayly los yemeníespuesto en Andalucía. Sierra Morena, valle del Guadalquivir,
fuga. sur del Guadalquivir y Andalucía oriental.
Quiso entonces el wali desembarazarsede la in- En las estribaciones de Sierra Morena, al norte
fluencia de al-Sumayly le envió (750)a la Marca Su- de Córdoba y hacia el oeste, en dirección a Fahs
perior, a Zaragoza, zona de población preferente- al-Ballut fueron muy importantes los elementos tri-
mente yemení, como gobernador, en un momento bales bereberes, donde claramente superaron a
en que un grave problemade subsistencias, la gran los árabes. La Sierra de Almadén -Chabal al-Ba-
crisis de los años 746 al 753, causaba verdaderos ranis- recuerda a uno de los grandes grupos ét-
estragos entre la población del territorio.AI-Sumayl nicos magrebíes: Butr y Baranis. Parece que des-
mostróse como un excelentegobernante, acudien- de el Campo de Calatrava hasta la Sierra de Ara-
do, con su propio peculio, en ayuda de todos los cena la alta clase bereber dominaba incluso en
musulmanes sin tener en cuenta su adscripción a los núcleos urbanos. En el valle del Guadalquivir
uno u otro grupo. estuvieron mezclados con la población árabe. Se
Sin embargo, pasada la crisis, los yemeníes han señalado, sobre todo, en las zonas de Marón
reaccionaroncontra al-Sumayly el gobierno central y Marchena (Hawwara), de Osuna (Sinhacha y
de Córdoba y, coaligados con los bereberes, les Masmuda) y, en general, por todo el territorio de
atacaron y sitiaron en Zaragoza. AI-Sumayl viose Carmona y Ecija. En el sur del Guadalquivir, en el
obligado a invocar de nuevo la asabiyya, a pedir extremo occidental de las cordilleras béticas la
ayuda a los qaysíes de Jaén e IIbira, quienes mar- población africana debía ser importante si tene-
charon a levantarel bloqueo de la ciudad. Es de no- mos presente la abundancia de topónimos que
tar que a este grupo se sumaron algunos clientes delatan su origen, sobre todo en la cara de taku-
omeyas con la intenciónde negociar con al-Sumayl runna. El distrito Magila estaría situado en la serra-
los derechos del príncipe Abd al-Rahman,dispues- nía de ronda y el mar, siendo su capital de actual
to a desembarcar en al-Andalus y reconstruir aquí, Benahavis (Málaga); otro distrito de poblamiento
para su familia, el Estado perdido en Oriente. bereber, el de Saddina, se identifica actualmente
con Grazalema (Cádiz); otros topónimos indican
igualmente zonas pobladas por bereberes: Alca-
Las tribus bereberes:zonas de poblamiento lá de los Gazules (Cádiz), Algatocín (Málaga) y
Bornos (Cádiz). Como se puede observar, en ge-
Indudablemente,Abd al-Rahman se había dado neral fueron muy abundantes en las zonas mon-
cuenta de que quien ostentaba de hecho el poder tañosas de Sidonia, Ronda, Málaga y Algeciras,
en al-Andalus era al-Sumayly deseaba contar con donde existía un chuz al-barbar o distrito de los
él; por eso sus clientesacompañaron al grupo qay- bereberes (Manuel Sánchez). Parece ser que la
sí en su viaje a Zaragoza,pero tras una buena aco- población bereber fue más bien escasa en la par-
gida inicial, no sólo por parte de al-Sumayl, sino te muy arabizada de la Andalucía oriental, sobre
también por la de Yusuf al-Fihrí, su actitloldno de- todo Jaén e IIbira; no obstante, en Jaén se señala
masiado clara tornóse definitivamente contra el la presencia de algunos grupos pertenecientes a
príncipe omeya, empujándole hacia los yemeníes, los Banu Ifran, Banu Birzal y Banu Rachid.
con los que de nuevo volvieron a enfrentarse los Marca Media o región central. Dejando de lado
árabes del norte a los del sur: qaysíes en favor de lo que se ha dado en llamar el paréntesis indígena
Yusuf al-Fihríy al-Sumayly yemeníesen el de Abd de Toledo, podemos considerar la Marca Media
al-Rahman.
como profundamente berberizada. En Guadalajara,
El príncipe omeya supo manejar el factor tribal y Medinaceli, Ateca y Soria, no faltaron, como no fal-
cuando, el 755, desembarcó en Almuñécar, sus taron más al norte de la sierra de Guadarrama, qui-
14/LACONQUISTA
ARASEDELAPENINSULA
Abd al-Rahman desembarcó como Oseja, situado al norte de Ateca, indicaría
en Almuñécar el año 755 y fue que fue habitada por los Awsacha; Fabara, por los
entusiásticamente recibido
Hawwara; Mequinenza, por los Miknasa. Ella mis-
por la reacción yemení, con la ma señala cómo rodeando la cuenca del Ebro, for-
que llegó a la victoria y a la
fundación de un nuevo mando un conjunto aparte, aparecen poblamientos
esplendor omeya bereberes, que dominaron unos enclaves, incluso
de la Marca Media, como en Ateca (Tihalt),la Sah-
la (Albarracín),Teruely Villel de los Gazlun, los Sa-
lim, de Medinaceli; los Awsacha de Santaver y los
Zannun, luego arabizados Du-I-Nun, en castillos
conquenses en cuya serraníase instalarontambién
zá, como dice J. Oliver Asín, llamada Castilla por los Hawwara.
los bereberesdel norte de Africa allí establecidos y Sarq al-Andalus o Levante.Desde un principio es
en recuerdo de su Qastilyanatal, de parecida geo- muy importante la población bereber y si atende-
grafía. Al sur de Toledo vuelve a ser importante la mos a su distribución, son, como prueba Ibn Hazm,
masa bereber, en este caso concreto del grupo los grupos nafzíes los que abundaron más en un
Nafza. territorio situado entre Toledo y el Mar Mediterrá-
Marca Superior o valle del Ebro. Como señala neo, aunque los datos que se poseen para el siglo
María J. Viguera, los datos principales que nos ha- VIIIy hasta la primera mitad del IXson más bien es-
blan de grupos bereberesen la Marca Superiorson casos, siendo el grupo madchuma sin duda uno de
los topónimos que han llegado hasta nosotros, los mejor conocidos.
LACONOUISTA
ARABEDELAPENINSULA/15
La islamización
Juan Vernet
De la Real Academia de la Historia
18/LACONQUISTAARASEDE LA PENINSULA
Batalla de Covadonga (litografíade
Serra en la Historia de España de
Rafael del Castillo, finales del
siglo XIX)
El cadí escucha los alegatos
de los litigantes en un juicio
(miniatura de época califal,
Bagdad). El éxito del Islam se
explica, en primer lugar,
porque la situación en algunos
estamentos de la sociedad
visigótica era sumamente
desagradable; gran parte de la
población no se sentía
representada en el proyecto
de unidad peninsular llevada a
cabo por godos e
hispanoamericanos.. .
Ultimas teorías
Manuela Marín
Del Consejo Superior de Investigaciones Científicas
LA CONQUISTAARABE DE LA PENINSULA/21
este apartado han contribuido tanto arabistas como ta del rey don Rodriga. En cuanto a las causas de
medievalistas españoles y extranjeros. Los prime- la fulminante desaparición del Estado visigodo y la
ros han consagrado sus esfuerzos, en mayor me- nula oposición encontrada por el ejército musulmán
dida, a un segundo grupo de estudios, en los que tras esta derrota, Lévi-Provengal, que no se extien-
se analizan cuestiones más específicas vinculadas de demasiado sobre este punto.
sobre todo a los itinerarios de los ejércitos invaso-
res, el examen de los relatos árabes sobre la con-
quista o los problemas de identificación topono- Invasiónpolémica
mástica que ellos plantean.
Tras los primeros estudios científicos sobre el Más cercano a nuestros días, otro historiador
tema, escritos en el siglo pasado por autores como francés, Pierre Guichard, ha dedicado su atención
R. Dozy, E. Saavedra o F. Codera, la primera ver- al tema de la conquista (dentro de su obra sobre 1
sión moderna de los hechos corresponde al ara- la estructura tribal de al-Andalus, traducida al es-
bista francés E. Lévi-Provengal. La traducción es- pañol con el título AI-Andalus. Estructura antropo-
pañola de su obra (que se debe a Ernilio García Gó- lógica de una sociedad islámica en Occidente, Bar-
rnez) apareció en 1950, dentro de la Historia de Es- celona, 1986), Aunque el propósito de Guichard no
paña dirigida por don Ramon Menéndez Pidal, bajo es replantearse el hecho mismo de la conquista,
el título España musulmana hasta la caída del ca- sino estudiar los componentes y las estructuras de
/ifato de Córdoba. la población andalusí, las páginas que dedica a las
causas que facilitaron la invasión suponen un con-
siderable avance sobre todo lo anterior, debido, en
Primeraversiónmoderna gran parte, a la aparición de nuevos estudios so-
bre la época visigoda. Matiza, por tanto, mucho
Lévi-Provengal acepta básicamente el relato de más que Lévi-Provengal la situación de crisis que
las fuentes árabes, aunque señala en ocasiones su atraviesan la sociedad y el Estado visigodos con
posible carácter legendario. Recoge, por tanto, la anterioridad a la conquista y, sobre todo, insiste en
intervención del conde don Julián y las razones de la sucesión de catástrofes naturales (sequías, pes-
su petición de ayuda a Musa b. Nusayr, así como tes, carestías) que debilitaron, durante el siglo VII,
la llegada del primer conquistador, Tarif, y las su- tanto la demografía del país como sus recursos de
cesivas expediciones de Táriq b. Ziyad y el propio todo tipo y que, unidas a la decadencia interna del
Musa, los problemas surgidos entre ellos y la derro- sistema, jugaron un papel semejante al que puede
LA CONQUISTAARABE DE LA PENINSULA/23
El botín de los vencedores: masas de población y sus ~
ganados, en poder de los soldados musulmanes
(miniatura de Las Cantigas de Alfonso X, siglo XIII;
Biblioteca de El Escorial)
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res, emires o valíes dependientes, que desde Abd debía representar, cuidar y reproducir el poder es-
al-Aziz, 713-715, hijo y sucesor del conquistador tatal islámico-por encima de las estructuras triba-
Musa b. Nusayr, hasta la llegada del primer emir in- les, de un lado, y de las estructuras feudalizantes
dependiente, el omeya Abd al-Rahman 1, en 756, autóctonas, de otro-. Tal poder estatal lo ponía de
se sucedieron. Cada 90bernador provincial, así de- manifiestocada gobernador encabezando las ora-
pendiente del Califa unico de todo el Islam, como ciones oficiales,dirigiendoel ejército,sobre todo en
fueron los Omeyas de Damasco, hasta el año 750, las preceptivas campañas de Guerra Santa, rigien-
LA CONQUISTAARABE DE LA PENINSULA/27
Carlos Martel, Apuntemos cómo adquirían dominio
al frente de las territorial.
tropas francas, Los musulmanes se extendieron con ce-
vence a los
árabes en la leridad por la Penínsulay rebasaron los Pi-
batalla de rineos, quizás ya en 715, pues Ch. Pellat
Poitiers (detalle acepta la fecha como primera llegada de
de una pintura estos conquistadores a Narbona. Llegaban
romántica comoauxiliaresen unaluchadinástica,ha
francesa) escrito J. M. Lacarra, para explicar en par-
te su celeridad, aludiendo al apoyo de la
facción vitizana. Ofrecían además una al-
do el orden económico, con la percepción ternativa: conversión al Islam o pago de un
de tributos, pagos y gastos, y controlando tributo a cambio de mantener, los autócto-
la administración de subgobernadores y nos, sus autoridades directas, religión y
otros funcionarios menores. bienes, aunque sobre ellos estuvieseel po-
Notemos que este poder estatal islámi- der musulmán. Este poder musulmán se
co está ejercido y representado por una mi- ejerció de dos maneras: en unas zonas,
noría, frente a la mayoría de la población con la instalación directa de los árabes y
autóctona de la Península Ibérica, y frente bereberes, ocupantes allí del territorio, en
al número intermedio de árabes y berebe- el que permanecía además la gran mayo-
res venidos con las conquistas. Notemos ría de la población autóctona. En otras zo-
también que, pese a todo, este poder es- nas, el poder musulmán se ejerció indirec-
tatal islámico prevaleció frente a la estruc- tamente; eran las más septentrionales y
tura feudalizante de los autóctonos y cláni- montuosas, y respecto a ellas, por medio
ca de los conquistadores árabes y bere- de guarniciones o controles musulmanes
beres; y que a unos y a otros acabará por más o menos permanentes,se mantuvo un
desestructurar. relativo dominio, a distancia, materializado
en tributos, a veces garantizados con rehe-
nes. Las fuentes reflejan esta doble y dife-
En tomo a la ocupacióndelterritorio rente situación entre tierras ocupadas y
tierras sometidas a distancia. Al respecto,
Recordemos que es imposible cuantifi- un pasaje de Ibn Muzayn señala cómo al
car con exactitud esas referencias de ma- resto de los cristianos del norte que esta-
yoría, intermedio o minoría de población. ban en fuertes castillos y altos montes se
J. Bosch, que evaluó las posibles cifras, les dejó en paz, a cambio de que pagaran
calculó de forma relativa, en 40.000 ó tributos.
50.000 el número de árabes llegados con Dentro de la zona mayoritaria ocupada
las primeras oleadas del siglo VIII,y en inicialmente por el Islam, la instalacion de
350.000 los bereberes de esa misma eta- su Estado podía ser consecuencia de una
pa, y que sometieron por armas o pacto a acción bélica, y resultar por la fuerza -an-
unos cuatro millones de autóctonos. Por watan-, o de forma pactada, por un
su parte, P. Guichard calculaba entre acuerdo de paz -sulhan-. Parece ser
150.000 y 200.000 el número de comba- que, aparte de muy concretas batallas y re-
tientes musulmanes en su conjunto. Por sistencias contra los ejércitos musulmanes,
otro lado, las cifras que ofrecen las Cróni- la mayoríade las tierras peninsularescapi-
cas árabes aparecen muy reducidas, por tularon o acabaron por capitular. Así, el re-
afán de magnificar la hazaña, y así suelen copilador Maqqari, en una especie de ba-
indicar que con Táriq desembarcaron, en lance global, afirma: Dios había infundido
711, 12.000 bereberes; con Musa, un año el temor en el corazón de los infielesy nin-
después, 18.000 árabes; con Balch, en guno les salía al encuentro [a los musulma-
740, 8.000 árabes más, aparte de 2.000 nes] sino en demanda de paz, lo cual coin-
clientes; y que la inmigración fue, en ge- cide con la apreciación de la ya menciona-
neral, un goteo incesante, cuya magnitud da Crónica mozárabe de 754: de esta for-
sólo tardíamente alguna fuente se aviene ma, sembrado en todas el pánico, las po-
a ponderar, como Maqqari, o como Luis cas ciudades restantes se ven obligadas a
del Mármol Carvajal, quien con soltura pedir la paz, e inmediatamente, compla-
describía: Sabidasestas victorias[de los cientesy sonriendo, con cierta astucia con-
primeros musulmanes en la PenínsulaIbé- ceden las condiciones pedidas.
rica] enAffrica,fuetantoelnúmerodeAla- En caso de capitulación, los autóctonos
rabes y de Africanos que creció en Espa- conservaban sus propiedades, a cambio
ña, que todas las ciudades y vil/as se hin- de cumplir las condiciones estipuladas,
charon del/os, porque ya no pasauan como ocurrió con el Pacto de Teodomiro,
como guerreros, si no como pobladores reproducido en estas páginas, en el artícu-
con sus mugeres y hijos. lo de J. Vernel. Si por el contrario los mu-
LA CONQUISTAARASE DE LA PENINSULA/29
I
!1
Izquierda portada
~
de la Crónica del
rey Don Rodriga
(edición de
Toledo, 1549).
Derecha: Don
Pelayo arenga a
sus tropas antes
.. j
..-.
de la batalla de
Covadonga (grabado del siglo XIX)
Lospactosprincipales
Todo parece indicar que por medio
de pactos, mayoritariamente,domina-
ron los musulmanes la PenínsulaIbé-
rica. Estos pactos son de dos géne-
ros diferentes: los acordados entre se-
~&<---=- -'- --=~ _Y<F---~-~~""1I! ñalados personajes cristianos y los
musulmanes, de forma voluntaria pro-
puestos y aceptados por ambas par-
la lat)(ftm~nt)t
con
1!fo1ÚCa OdRe?0ó1\OO~í50i ErpQñaI ~comoloe mo~
tes, beneficiadas ambas; y otros pac-
tos que siguieron a enfrentamientos
guerreros, terminados en capitula-
fO91a ganaron. "Rum1rntnCtCO:ftgída¡CÓ l' ción.
daitt)(Jna9 t)da bífto:fa/mucbaebúJas Del primer tipo tenemos noticias de
dos: 1.°,el establecido entre el señor
ra;ont9~auí(oe mupP:OU«bO(Q0. de Ceuta, Julián, y los musulmanes;
varias fuentes hablan de ello, y algu-
~En To'Jedoencafade - luan ferrerlr49.~,--~: , na indica que ocurrió antes de no-
viembre de 709; Ibn Jaldun dice que
suImanes se imponían por las armas, la jurispru- Julián capituló al aproximarse Musa, dándole re-
dencia islámica distinguía entre bienes muebles e galos y pagándole tributo, y que Musa a cambio
inmuebles; los primeros se repartían como botín le confirmó como gobernador de Ceuta, tras to-
entre los componentes del ejército, según catego- marle rehenes, 2,°, el tratado entre los hijos de Vi-
rías, reservándoseuna quinta parte para el Estado, tiza y Táriq. Un descendiente de Vitiza, llamado Ibn
mientras que los bienes inmuebles debían pasar a al-Qutiyya, que murió en Córdoba a finales del si-
propiedad indivisa e inalienable de la comunidad glo x, y que transmitió muchas noticias históricas,
musulmana. Ahora bien, no siempre se cumple la acaso escritas por él mismo, precisa que este tra-
ley, y en al-Andalusel propio Musa b. Nusayrquin- tado se concluyó, por medio de mensajeros, el
teó las tierras, como si se tratase de un botín mue- 18-19 de julio de 711, es decir, la víspera de la ba-
ble, y el resto lo repartió entre los conquistadores, talla decisiva entre el rey visigodo don Rodriga y
ampliando el reparto los siguientes gobernadores, el ejército de musulmanes, a los cuales apoyaron
como hizo al-Samh por orden del Califa Umar 11,lo en aquel encuentro los vitizanos, a cambio de
cual no es óbice para que los mismos guerreros mantener posesiones y privilegios en el nuevo Es-
árabes y bereberes se apropiaran de la tierra que tado de al-Andalus.
pudieran, sin más, Así se queja el legalista Ibn Del segundo tipo poseemos también más o me-
Hazm, ya en el siglo XI: [En] al-Andalusjamás [se] nos referencias acerca de tres: 1.°, el establecido
reservó el quinto [de las tierras conquistadas para en abril-mayo de 713 entre un importante señor del
el~E.$tado]ni [se] dividió el botín [conforme a las Levante peninsular llamado Teodomiro, y Abd al-
'ngrYdas legales del Corán]... antes bien, la norma Aziz, hijo del general conquistador Musa b. Nu-
déqtlp en esta materia se practicó fue la de apro- sayr; este tratado es un testimonio histórico impor-
30/LA CONQUISTAARASEDE LA PENINSULA
tantísimo, pues documenta con autenticidad una propiedades y entregar a los musulmanes los bie-
fecha segura, unos lugares precisos, unos prota- nes de las iglesias, los de aquellos que había huí-
gonistas concretos, y un sistema de dominio territo- do a Galicia y los de quienes habían muerto, en
rial por capitulación, conservando los autóctonos una emboscada que ocurrió durante el asedio; el
sus tierras y religión a cambio de tributos en dine- tratado 3.0 se decidió entre el gobernador Anbasa
ro y especie, entre otras condiciones; algunas y los habitantes de Carcasona, en 725: la ciudad
fuentes nos informan que antes de pactarlo así, acordó con los musulmanes someterse al estatuto
h6Jboluchas entre Teodomiro y los conquistadores de los protegidos, conservando su religión, a cam-
musulmanes. bio de entregarles la mitad de su territorio, pagar-
Cronológicamente, el 2.0 tratado de este tipo se les tributo y otras condiciones típicas.
fecha en junio de 713, y fue establecido entre Musa De otras varias capitulaciones se han conserva-
b. Nusayr y los habitantes de Mérida, tras un ase- do meras menciones, pero en conjunto podemos
dio de varios meses, al final del cual los emeriten- estimar como mayoritario el dominio pactado por
ses solicitaron la paz, acordando conservar sus los musulmanes sobre las tierras peninsulares.
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t)'y,vz.
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a
(2 d ) ~ "4~;
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. e . .~~. ., ,~,~~~ ~1
.~ '@."", li;J
.-, .,') ~...,
LA CONOUISTAARASE DE LA PENINSULA/31'!~
----
Los árabes
invadenEspaña
Textos
Seleccifm de textos: María J. Viguera. Catedrática de
Arabe. Universidad Complutense. Madrid
Las«maldades»delrey
visigododonRodrigo S E cuenta que Rodrigo, cuando se aseguró el reino [visigodo],
abandonó la senda de los reyes que le habían precedido y ol-
vidó su conducta, pues tiranizó y oprimió a sus súbditos, lle-
gando a abrir la casa cerrada que había en Toledo [...]. Cada rey
que gobernaba en al-Andalus ponía un candado en esa casa de
modo que ya había veinticuatro, que cerraban una puerta de sán- 'r
dalo con adornos de oro. Los reyes nunca habían dejado de engran-
decerla y respetarla hasta que subió al trono Rodrigo, quien se llegó I
hasta ella y pretendió abrirla [...].
Ese mismo año en el que Rodrigo había abierto la casa mencio- '+
I
DonRodrigoseducea
la hija delcondedon S UCEDIOque Julian, gobernador de Rodrigo en Ceuta, que en-
tónces pertenecia al Rey de España, y cuyos habitantes eran
cristianos, tomó el camino con una hija que tenía, de extraor-
Juliány éstepactacon dinaria hermosura y á quien estimaba sobremanera, de la cual Ro-
losmusubnanes la drigo, apénas la vió, quedó prendado con pasion tan violenta, que
conquista no siendo dueño de sí mismo, la forzó [...]. Este enojo que recibió
por el insulto hecho á su hija fué la causa de la conquista de Espa-
ña, ademas del decreto de Dios [...] Julian, llegado que hubo á su
gobierno de Ceuta, tardó poco en disponer su viaje para ir á ver al
emir Musa ben Nosair, que estaba en Ifriqiya,Hablóle de la conquis-
ta de España, cuya hermosura y excelencias le describió, así como
sus muchas clases de riqueza y productos, sus buenos frutos y su
abundancia de agua dulce. Al mismo tiempo le representó á sus ha-
bitantes como gente por demas fácil de dominar, endeble y poco
aventajada. Musa entró en deseos de acometer aquella empresa, é
hizo con él un pacto con tal que se volviese á favor de los musli-
mes, y ademas procuró asegurarse de él, imponiéndole la condicion
de que manifestase claramente su hostilidad contra los cristianos,
sus correligionarios, haciendo una correría por el país. Asílo hizo Ju-
lian, quien, reuniendo gente de su distrito, en dos barcos pasó con
ellos á la costa de Algeciras y comenzó á correr el país y á mátar,
cautivar y robar, y permaneció allí algunos dias, regresando sano y
salvo con los suyos. Cuando los árabes lo supieron, confiaron en él
y lo recibieron como amigo. Aconteció esta á fines del año 90 [oto-
ño de 709]. (MAQQARI,«Nafh», trad. E. Lafuente en apéndice al «Aj-
bar Machmúa», Madrid, 1867, ed. facsímil, 1984,págs. 173-174).
Actividadesen
al-Andalusdelos A
BDELAZIZ[713-715Jhabía impuesto la paz por toda España du-
rante tres años, sometiéndola al yugo del censo. Vanaglorián-
dose en Sevillacon sus riquezas y honores que compartía con
gobernadores la reina de España [Egilón], a la que se había unido en matrimonio,
dependientes delos o con las hijas de los reyes y príncipes con las que se amancebaba
omeyasdeDamasco y después abandonaba imprudentemente, promovida una conjura-
ción de los suyos, fue asesinado por consejo de Ayub, cuando se de-
dicaba a la oración. Este gobierna España durante un mes, y por or-
den del príncipe le sustituye en el trono de Hesperia Alaor, a quien
se le informa de la muerte de Abdelaziz en el sentido de que por
consejo de la reina Egilón, anterior esposa del rey Rodrigo, con la
que aquél se había casado, intentaba alejar de su cabeza el yugo ára-
be y asumir individualmente el conquistado reino ibérico [...].
Durante su reinado Alaor [715-718Jenvía los brazos de la justicia
por España, y entre guerras y pactos trata de llegar en casi tres años
a la Galia Narbonense. Así, organiza poco a poco la España ulterior
obligándola a pagar impuestos y se mantiene en !a Iberia citerior
conservando el trono los años ya indicados [...J.
Zama [718-720J que ocupaba el puesto de gobernador en Espa-
ña, hacía poco menos de tres años, hace el censo de la Iberia cite-
rior y ulterior con su propia pluma para cargar los impuestos. Sortea
entre sus aliados campos y ganados, así como cualquier otra cosa
que los árabes conservasen en España aun sin repartir, fruto de los
anteriores botines. AlTesoro Público entrega parte de todos los bie-
nes muebles e inmuebles [...J.
Finalmente conquista la Galia Narbonense y atormenta con fre-
cuentes guerras al pueblo de los francos; para proteger convenien-
temente sus defensas deja una guarnición de sarracenos en la ya
mencionada ciudad de Narbona y, con el ejército que le acompa- ~-
ñaba, el ya nombrado general, llegó en su lucha hasta Tolosa, y, ase-
diándola, intenta asaltarla con hondas y otras máquinas de diverso
tipo. Entonces los francos, seguros de tal noticia, se reúnen a las ór-
denes de su duque Eudo. Cuando en las inmediaciones de Tolosa,
uno y otro ejército se encuentran en dura batalla, matan a Zauma,
general del ejército sarraceno, y a parte de la tropa allí reunida. Al
resto del ejército que escapa le persiguen en su huida.
Toma el mando de éste Abderraman lo conservó un mes, has-
ta que por orden del Califa llega [en 721r su jefe Ambiza [...J.
Ambiza mantiene altivamente el principado de España durante
cuatro años y medio.
También él, proyectando guerras contra los francos y llevándo-
las a cabo por medio de sátrapas enviados al efecto, lucha con suer-
te adversa. Pero haciendo algaradas, con formación en cuña de sus
fuerzas, ataca algunas ciudades y castillos, y así, duplicando los im-
puestos a los cristianos, los reprime duramente y, cargado de hono-
res, gobierna triunfalmente España [...J.
VI/Textos LA CONQUISTA ARASE DE LA PENINSULA
[En el año] centésimo séptimo de los árabes [= 725 d. 1. e] su-
cede a Ambiza, por orden de los príncipes [ = el Califa], un sarrace-
no llamado Yahía, dictador terrible, que arde en ira cruel durante
casi tres años y, llevado de su duro carácter, persigue a los sarrace-
nos y a los moros de España por haber usurpado lo anteriormente
pagado para obtener la paz y devuelve muchas cosas a los cristia-
nos ['00]'
[En el año] centésimo décimo noveno de los árabes [= 734
d. 1. e], el, décimo quinto de Iseam, vino a sucederle Aucupa
[ = Mqba]. Este, mientras toda España temía su poder político, su
ilustre ascendencia y su apego a la ley, encarcela a su predecesor
y castiga duramente a los jueces que había nombrado.
En efecto, al mismo tiempo que obliga a cumplir la ley, manda
hacer un censo del pueblo y promueve arduamente la exacción de
tributos. Pasa al otro lado del mar a los que habían arruinado Espa-
ña y a los implicados en corrupciones diversas, poniendo naves a
su disposición. Enriquece rápidamente al Fisco por cauces varios y
se mantiene en una gran austeridad y con donaciones totalmente se-
cretas. No castiga a nadie, a no ser de acuerdo con la justicia; y em-
prende una expedición contra los francos con un multitudinario ejér-
cito [oo.].
Empezando el [año] centésimo trigésimo [= 746 d. J. e], el Se-
nado de palacio [de al-Andalus] en pleno, en una extraordinaria
aclamación, elige para el trono de la nación a Yuzifpor ser noble y
de avanzada edad.
No muchos días después, promoviendo los árabes diversas lu-
chas en España contra él, fueron entregando sus almas a los infier-
nos sin haber obtenido éxito alguno. Manda hacer' un censo para in-
cluir la población superviviente, y afanosamente, aun a costa de ha-
cerse reo de peculio, ordena que los archiveros borren del libro pú-
blico aquellos contribuyentes cristianos que la espada había dego-
llado a lo largo de tantas persecuciones. «<CrónicaMozárabe de
754», trad. J. E.López Pereira, Zaragoza, 1980,págs. 77, 79, 81, 85,
89, 91, 105 Y 123).
Conflictosentrelos
clanesárabes S E cuenta que, cuando Baly entró en Córdoba [como goberna-
dor, en7 41], Abdarrahman b. 'Uqba, que era gobernador de
la Marca Superior. a las órdenes de Abdalmalik b. Qatan, se
declaró solidario de éste y reunió a la gente de la Marca, a los ára-
bes de al-Andalus y a los beréberes y marchó hacia Córdoba para
vengarlo. Baly salió de la ciudad al mando de diez mil omeyas y si-
rios, mientras que Ibn 'Uqba contaba con cuarenta mil hombres. En-
tablado el combate, el fin de la claridad diurna mostró mil cadáve-
res de partidarios de Baly y tres mil de los de Ibn 'Uqba, pero éste
disparó una flecha que hirió de muerte en la garganta a Baly.Ta'la-
ba b. Salama lo sustituyó en Córdoba mientras que Ibn 'Uqba con-
tinuaba combatiendo durante algún tiempo; incluso se dice que fue-
ron setenta y dos los encuentros que tuvieron, cada uno de los cua-
les dejaba un saldo de mil o dos mil muertos. «<DescripciónAnóni-
ma de al-Andalus», trad. L. Molina, Madrid, 1983, 11,pág. 110).