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DICTAMEN DE MINORIA

Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires

Visto:
El Expediente Nº 1790-J-2018 de autoría del Jefe de Gobierno en el que
solicita la modificación del Código Procesal Penal, y;

Considerando:
Que el proyecto de ley en consideración tiene por objeto la modificación
parcial de la Ley 2303 -Código Procesal Penal de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires-.
Que dicho cuerpo normativo fue sancionado en el año 2007 y de su
aplicación en esta década de vigencia resulta la necesidad de actualizarlo, especialmente a la
luz de las transferencias de competencias que la Justicia de la Ciudad va recibiendo respecto
de nuevos delitos, lo que nos obliga a una readecuación normativa que dote de herramientas
al Poder Judicial para hacer frente a estas nuevas competencias.
Que en tal sentido, se coincide en cuanto a la necesidad cierta de propiciar
el aumento de la oralidad, la agilidad en el trámite procesal, ordenar y dotar de mayor
claridad los plazos procesales en relación a su efectos sobre la caducidad y la prescripción
de la acción.
Que asimismo, se han realizado algunas modificaciones positivas respecto
del proyecto original, tal como conservar el servicio de mediadores en la esfera del Poder
Judicial Local, lo que no puede dejar de señalarse.
Que a su vez, se dispuso respecto de las medidas de investigación que se
incorporan que serán sólo aplicables para la investigación de delitos, a diferencia de la
propuesta original, que por su amplitud permitía su alcance a las contravenciones por vía de
supletoriedad, lo que muestra otro avance respecto del trabajo realizado en el plenario de las
Comisiones.
Que sin perjuicio de ello, el proyecto en cuestión presenta diversos
artículos cuya sanción constituirían graves restricciones a la libertad personal, al derecho a la
asistencia y defensa en juicio, y un claro retroceso en garantías vigentes en el Código actual.
Que como ejemplo de ello, pueden mencionarse en particular los siguientes
cuestionamientos:
- la injustificada extensión de los plazos de detención, que duplica el
tiempo previsto para la intimación del hecho conforme Art. 161, que quedaría asociado a lo
establecido en el Art. 172. Precisamente, con la modificación al art. 172 que regula la
detención por peligro de fuga, se pretende duplicar irrazonablemente el plazo en cuestión, ya
que el Fiscal pasaría a tener 24 horas para intimar al hecho y luego otras 24 horas para
resolver sobre la libertad. Pero además, la situación se agrava con la propuesta de
modificación al art. 173 que duplica el plazo que tiene el Tribunal para resolver sobre la
prisión o libertad que pasaría de 24 a 48 horas. Todo ello, bajo un claro carácter regresivo
que vulnera injustificadamente las garantías integradas en nuestro bloque de
constitucionalidad y las disposiciones legales vigentes vinculadas a la libertad personal.
- en el mismo sentido, la propuesta de modificación del Art. 152,
significaría para los casos de flagrancia, la detención por un plazo de 24 horas en casos cuyos
hechos podrían considerarse atípicos. Asimismo, la modificación propuesta limitaría las
facultades del fiscal de hacer cesar una medida de detención.
- en el caso del art. 170, el aumento irrazonable de supuestos que podrían
interpretarse como causales presuntivas de peligro de fuga, resulta regresivo, viola los
principios de inocencia e imparcialidad. Además, conforme a la redacción, no se prevé que
esas causales deban conjugarse en forma conjunta como sí lo vienen exigiendo la doctrina y
la jurisprudencia.
- la propuesta de incorporación del artículo 37 bis de Patrocinio jurídico
bajo la reglamentación que establezca el Ministerio de Justicia y Seguridad, se encuentra en
línea con la modificación del art. 28 del Derecho de Defensa, que propone modificar la
actual de “ser asistido” por “proponer” la defensa. Para ambos casos, la pretendida
sustitución implica el desconocimiento de la normativa internacional de los derechos
humanos consagrada en la Constitución Nacional que conforma un nuevo paradigma de
obligaciones del Estado y límites al poder penal. Por ello no encaja en ese marco la propuesta
que dejaría en el Ejecutivo el patrocinio de víctimas -incluso en casos de violencia
institucional del propio Estado-, y en todo caso se deberían volver a evaluar antecedentes
como el proyecto de la Diputada Muiños Expte. N° 2779-D-2017 que propone la creación
del cargo de Defensor de la Víctima dentro del ámbito del Ministerio Público de la Defensa.
- igualmente preocupante resulta la nueva propuesta de modificar el art.
117 de intervención de comunicaciones, que prevé suprimir el límite de oportunidades en
que pueden ser dispuestas en el proceso, suprimiendo del texto vigente que ello pueda ocurrir
solo una vez.
-la modificación del art. 158, referente a la suspensión del plazo de
duración de la investigación penal preparatoria en caso de rebeldía del imputado, tiene como
consecuencia la extensión temporal de la persecución penal en violación al derecho de ser
juzgado en un plazo razonable.
-la propuesta de modificación del art. 204 refiere a las vías alternativas, incorporando
las restricciones de procedencia en caso de que el imputado registrase antecedente penal
condenatorio y en caso de que el máximo de la pena excediese los seis años en abstracto.
Dichas restricciones resultarían contrarias al objetivo de promover las vías alternativas de
resolución de conflictos, a la vez que refieren a la doctrina del derecho penal de autor,
valorando en forma negativa una condena anterior ya cumplida.
-pero sin duda, una de las mayores preocupaciones y discrepancias con el proyecto en
cuestión, recae en la pretendida incorporación del Capítulo 8 sobre Medidas especiales de
investigación, puesto que como allí se reconoce, implican una posible intromisión a la
intimidad del imputado, y de terceros. Los principales argumentos utilizados por el Poder
Ejecutivo para fundamentar la incorporación de las nuevas medidas especiales de
investigación residen, por un lado en que éstas serían imprescindibles para la investigación
de delitos que implican la organización criminal compleja. Por el otro, sería necesario
incorporar estas medidas ya que las mismas, aún si no forman parte de nuestro Código
Procesal, ya están siendo utilizadas en las investigaciones y –por lo tanto– su reglamentación
sería el único modo de controlar su efectividad.
-atendiendo las dos razones mencionadas precedentemente, el articulado propuesto
por el Expte. 1790-J-2018 se limita a incorporar y reconocer ampliamente la utilización de
estas medidas. Empero, el texto no establece límites claros respecto de los delitos en los que
pueden utilizarse, no define plazos respecto de la duración de las medidas ni define límites
respecto de la cantidad de veces que pueden ser utilizadas. Todo esto bajo el argumento de
que los hechos encuadrados en cualquier delito pueden complejizarse y por lo tanto, esta
posibilidad sería razón suficiente para no acotar su utilización a través de la delimitación
taxativa de los delitos pasibles de ser investigados mediante estas técnicas. Así, como única
garantía genérica que protegería a la ciudadanía de posibles abusos en la utilización de estas
técnicas de investigación, sería la razonabilidad de la autoridad judicial. De esta forma, la
Legislatura renunciaría a su mandato constitucional de delimitar la competencia judicial y de
establecer pautas procesales precisas que permitan resguardar los derechos fundamentales de
las personas imputadas.
Que por otra parte, debe destacarse que el proyecto en cuestión, no recoge en
modo alguno, ni siquiera en su última versión distribuida por las Comisiones, las principales
observaciones y críticas ampliamente fundamentadas por funcionarios del Poder Judicial, del
Consejo de la Magistratura, como por ejemplo la Dra. Silvina Manes -presidenta de la
Cámara de Apelaciones en lo Penal, Contravencional y de Faltas-, los Dres. Horacio Corti y
Luis Duacastella -Defensor General y Defensor General Adjunto respectivamente-; y de
destacadas Organizaciones de la Sociedad Civil de la Ciudad tales como CELS, INECIP,
ADC y APP, entre otras, quienes han concurrido a las reuniones de Diputados.
Que estos no solo han expuesto verbalmente en tales instancias, sino que han
presentado a las Comisiones documentos escritos donde desarrollan sus objeciones y
proponen modificaciones concretas al texto.
Que en este sentido, el Coordinador del Anteproyecto de reforma del Código
Adjetivo del Consejo de la Magistratura de esta Ciudad (mediante Res. CM N°103/2017), el
Magistrado Gonzalo Rua, solicitó ante el plenario de las comisiones la continuidad del
tratamiento del proyecto de ley.
Que a modo de ejemplo, se han sugerido como modificaciones: a) Facultar a
la defensa a recolectar durante la investigación sus propias evidencias, logrando así una
igualdad de armas; b) Regular de manera más detallada los supuestos de admisibilidad de
prueba, adicionando reglas de exclusión probatoria para supuestos de prueba prejuiciosa o de
baja calidad de información; c) Regular de manera más detallada la producción de prueba en
juicio (destrezas de litigación y reglas de evidencia).
Que ninguna de estas sugerencias que son enunciadas a modo ejemplificativo
fueron tenidas en cuenta al momento de dictaminar por parte del plenario de las Comisiones.
Que sin perjuicio de coincidir en la necesidad de actualizar nuestro Código
Adjetivo, las objeciones mencionadas, que en muchos casos violentan compromisos
asumidos en nuestro bloque de constitucionalidad conllevan a una necesaria revisión de esos
puntos lo que hace menester profundizar el debate para adecuar el proyecto a los estándares
constitucionales y legales que no violenten las libertades individuales.

Por todo lo expuesto, las Comisiones de Justicia y de Asuntos


Constitucionales, aconsejan la sanción de la siguiente:

RESOLUCION

Artículo Único: Vuelva el Expediente Nº 1790-J-2018 de modificación del Código Procesal


Penal a la Comisión de tratamiento para continuar su discusión.

Sala de las Comisiones: 28 de septiembre de 2018

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