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Museum

No 171 (Vol XLIII, n° 3, 1991)

Los museos y la mujer


.............
Citas cítables
Museum es una revista publicada por la
Organización de las Naciones Unidas para la “Estoy un poco harta y hasta puede
Educación, la Ciencia y la Cultura. Esta que abandone la profesión de
publicación trimestral constituye una tribuna museóloga. Gano muy poco y todos
internacional de información y opinión sobre los puestos importantes de mi
todo tipo de museos, destinada a impulsar a los sección los tienen los hombres”.
muscos en todas partes. Una participante en el Congreso de
Las ediciones en español, francés e inglés se
publican en París, la edición en árabe se la Federación Mundial de Amigos de
publica en El Cairo y la edición en ruso en los Museos, Córdoba, abril de 1990
Moscú.
“Odio las flores. Las pinto porque
N. 171 (ri. 3, 1991)
salen más baratas que un modelo.
Además, jno se mueven!”
La pintora estadounidense

............. Georgia O’Keeffe

iUna sorpresa? He aquí cuatro mujeres


cuyas profesiones aparecen ilustradas
en iluminaciones de manuscritos
franceses del siglo xv que hoy posee la
Biblioteca Nacional, París.
La escritora. La minera. La pintora, y el La professora.
(G. Boccaccio, Le (Montferrant, Les aprendiz. (G. Boccaccio, Le
liwe desjnzmes nobles doi~ejnzmesde fa (G. Boccaccio, Le livre desjmmes nobles
et renonimies.) rhéthoripe.) livre des clercs et renommées.)
et nobZes.)

Directora: Anne Raid1 Los artículos firmados expresan la opinión de


Jefe de redacción: Arthur Gillette sus autores y no necesariamente la de la
Asistente de redacción: Christine Wilkinson UNESCO.
Diseño gráfico: George Ducret Las denominaciones empleadas en Mr4serm y la
Redactor de la edición árabe: Mahmoud El- presentación de los datos que en él figuran no
Sheniti implican, de la parte de la Secretaría de la
Redactora de la edición rusa: Irina Pantykina UNESCO, ninguna toma de posición respecto al
estatuto jurídico de los países, territorios,
COMITE CONSULTIVO D E ciudades o zonas, o de sus autoridades, ni
REDACCI~N respecto al trazado de sus fronteras o límites.
Se pueden reproducir y traducir los textos
Om Prakash Agrawal, India publicados (excepto cuando esté reservado el
Azedine Bachaouch, Túnez derecho de reproducción o de traducción y
Craig C. Black, Estados Unidos de América señalado con la mención “0autor(es)”),
Gaë1 de Guichen, ICCROM siempre que se indique el autor y la fuente.
Yani Herreman, México
Nancy Hushion, Canadá CORRESPONDENCIA
Jean-Pierre Mohen, Francia
Luis Monreal, España Sobre ciiestiotresreiatiim a los artictlos:
Syeung-gil Paik, República de Corea Jefe de redacción, Mnseilm
Stelios Papadopoulos, Grecia Unesco, 7 place de Fontenoy
Elisabeth des Portes, secretaria general interina 77700 París, Francia
del ICOM, ex-uficiu Tel: [33] [I] 45.68.43 .SI
Roland de Silva, presidente del ICOMOS, ex- Fax: 1331 [I] 47.67.16.90
uficio
Lise Ski@, Dinamarca SUSCRIPCIONES:
Tomislav Sola, Yugoslavia
Vitali Souslov, Unión de Repúblicas Socialistas Editorial de la UNESCO
Soviéticas Servicio de Ventas
Shaie Tshiluila, Zaire 7 place de Fontenoy
75700 París, Francia
Composición tipográfica: UNESCO Precio del ejemplar: 48 francos franceses.
Impresión: MRS, Maubeuge, Francia Suscripción anual (4 números o números
0 UNESCO 1991 dobles correspondientes): 156 francos franceses.
Los museosy lu mujer

Editorial 123

Lise Skipith Primicia. Itfroduccióne s d a por la coordinadora del presente


mimera 124

A Y E R Y HOY

Magdalena Braz Texeira Cada vez mhy mejor: l a p a ~ ~ ~ a c i ó n ~ m e ?eni ìlos


i z amuseos de
Porizgal 126

Elisabeth des Portes y


Anne RaEin A propósito de las miíjeres en el ICOM 129

CU A D R OS hl US EÍ S T I c OS FEhf E N I N OS

Yani Herreman A&nos mitosy realidades de Mixico 133


&tiiht pintó este cuadm? 135

Titus Grab El hombrey la mzíjer en Alemania 13 6


Alissandra Cummins L a jinción de la mnjer en los mtiseos del Caribe 140
Tomoko Matsushita Japón: las volnntarias del iMlseo Nacional de Ciencias 144
Gilma Suárez Semejanzas museisticas 145
Margaret Anderson y
Kylie Winkworth Una miica aiistralìana 147

Amita Ray E n la India, nuevos caminos entre las arenas movedizas 152

Irina Pantykina URSS: tres retratos 155


Una exposición en Berlin 158

Las mzíjeres, el patrimonioy los mimos 159

i R E P R E S E N T A R ES T R A I C I O N A R ?

Gaby Porter iCómo se representa a la miíjer en los museos


de historia brifánìcos? 159
Flora S. Kaplan Nigeria: ahglenfando una presencia fafitasmal 163

MUSEOS DEDICADOS A MUJERES


ISSN 0304-3002
Ahseiiim (Unesco, Paris)
N.’ 171 (vol. XLIII, n.’ 3, 1991)
Lucía Astudillo de Parra Ecidador: mirando al inferlocufora los ojos 167
Raja Fuziah Bte Raja
Tun Uda p
Sharifa Zuriah Al-Jeffri Elpresente-)$eljitum en Malaria 170

Jette Sandahl L a palabra a un utziuerso silenciado: elhfuseo de la Mujer de


Dinamarca 172

iY E L P O R V E N I R ?
Doreen N.Nteta Botswaua: un programa para elfuturo 175
Shaje Tshiluila Entre la tradìcìóti-y el i~zodernìsnzo:"el morral de los inqores" 178

Jane R. Glaser L a inJueucìa de la mujer en los museos: uti senzina~oen los Estados
Unidos 180
Biblìgrajla parcial 183

Lista parcial de museos dedicados a la mujer 184


Ante todo, una confesión: cuando decidimos dedicar este número de Musem a
“la mujer y los museos” no imaginamos, ni remotamente, el enorme entusiasmo
que suscitaría, el gran trabajo que tendríamos y la alta calidad de las
colaboraciones que recibiríamos.
Debido a esto, hemos decidido suprimir, en esta ocasión, las secciones que
habitualmente publicamos al final de cada número. Así pues, lo que el lector
tiene ahora en sus manos es un informe (el primero de su especie) dedicado al
estudio internacional de la amplia variedad de problemas y posibilidades que
derivan de las muchas interacciones de la mujer con los museos.
El estado actual y la evolución de estas interacciones son, a la vez,
inquietantes y alentadoras. Una autora poco complaciente nos dijo al respecto:
“El trabajo de investigación y la redacción de mi artículo me han causado una
verdadera conmoción: punca pensé que las cosas estuvieran tan mal!”. No
obstante, otra colaboradora manifesto “Una vez concluido mi artículo, y
después de hablar con otros colaboradores de este número, comienza a
parecerme posible que tal vez un día se aborde el problema de la relación de la
mujer con los museos”.
Queremos expresar, en primer lugar, nuestra gratitud a Lise Skjrat por haber
aceptado y llevado a cabo la difícil tarea de coordinar este número.
Agradecemos igualmente al Museo Nacional de Dinamarca, a la Comisión
Nacional Danesa para la Unesco y al Organismo Danés de Desarrollo
Internacional (DANIDA) por la inestimable ayuda que nos prestaron; a los
pasantes de Museum, especialmente a Natalina Bertoli y Judith Panitch, por la
inteligencia con que han realizado su trabajo; y, por supuesto, a cada uno de los
colaboradores por haberse sumado a nuestra empresa y por haber sabido resumir
sus artículos cuando la extensión del material presentado excedía el espacio de
que disponemos.
Los lectores que deseen ponerse en contacto con los autores pueden
escribirles a la dirección que figura al final de cada artículo.
<YMuseum qué? Aunque los indices cuantitativos son insuficientes para que
tengamos una idea exacta de la situación, al menos sirven para que sepamos cuál
es la tendencia. En 1987-1988, el 24,5% de nuestros colaboradores fueron de
sexo femenino, mientras que la cifra correspondiente a 1989-1990 es del 33,5%.
A. G.

In Memoriam
Todos los que le conocieron y le amaron han recibido con profunda
tristeza la noticia del fallecimiento de Conrad Wise, acaecido en París el 28
de octubre de 1990, a los 65 años de edad.
Conrad Wise nació en California y era aún muy joven cuando, atraído por
el viejo continente, decidió a principios del decenio de los cincuenta
completar su formación universitaria en Italia y Francia, en esa Europa
donde iba a pasar el resto de su vida.
Experimentado lingüista y conocedor a fondo de todas las sutilezas del
.4

e inglés y del francés, Conrad ingresó en la Unesco como traductor, pasando


c-( después a trabajar, gracias a su cultura y su curiosidad universal, en la
2
d
Campaña para la Salvaguardia de los Monumentos de Nubia, y más tarde
en la División del Patrimonio Cultural, carrera que culminó en el puesto
de redactor jefe de Museum, de 1973 a 1975.
Sus amigos no olvidarán nunca su gran corazón, su entusiasmo, su sed de
conocimientos y su modestia extremada como lo era a veces su
sensibilidad.
Jean Millérioux
Ex funcionario de la Unesco
Introducción escrita por
la coordinadora del presente

bellas artes de Din


I

1704 Copenhague V
(Dinamarca).

Este número de Maseam constituye una Una vìsìón global


primicia en dos sentidos: por primera
vez se ha reunido a un grupo de autores

en este contexto que Maseam decidió 10s.


La imagen que las exposiciones de dedicar un número al tema de la mujer. En primer término, se comprobó
los museos reflejan de la mujer. Se me pidió que efectuara el “trabajo de con cierta sorpresa que las mujeres vie-
Cómo se desenvuelven las mujeres base”, que a veces no se desarrolló sólo nen participando en el quehacer de los m
en las profesiones relacionadas con los “en la base” y me obligó a alcanzar cier- museos desde hace siglos, y muchas
museos. tas alturas. veces en forma decisiva. Se observó od

Qué se puede hacer para mejorar Después de las actividades prepara- también que su labor rara vez recibe el d
Y

las perspectivas de las mujeres en esas torias, que duraron un año y medio, los reconocimiento que merece en térmi- d
profesiones. autores se reunieron en Copenhague nos cuantitativos o cualitativos. En $
*De qué modo podrían ayudar los para intercambiar impresiones y dar algunos países, las mujeres constituyen
museos en el mejoramiento de la con- forma final a los textos, acerca de los la mayoría de los profesionales de los 6
dición de la mujer en general. cuales se llegó a un consenso. Pero no museos. El quid de la cuestión es que $
En la reunión de trabajo que los auto- procedieron a efectuar una homoge- los salarios y las condiciones de empleo ‘5
&
res celebraron en Copenhague del 21 al neización total, ni mucho menos una son considerados insuficientes por los
27 de junio de 1990, se esclarecieron reducción al mínimo común denomi- hombres, que prefieren por lo tanto 8
éstas y otras cuestiones. Por ejemplo, se nador, ya que probablemente no todos otras profesiones para obtener los 2
indicó que, contrariamente a lo que los estarían de acuerdo con todas las opi- medios de sustentar a sus familias y $”
escépticos podrían haber sospechado, niones que los demás sustentan. resuelven dejar los museos a las muje- $j
Infroduccìón escrita por la coordinadora delpresenfe nimero “Y

res, donde reciben estipendios tenidos categorías de empleados y lograr que Hacia una estrategia
generalmente como un complemento éstos trabajen en equipo, pero tropie-
del ingreso familiar. Cuando las leyes zan con dificultades para resolver las Los contactos personales y epistolares
nacionales intervienen para establecer situaciones donde “el poder” es sinó- que tuve la ocasión de establecer
la igualdad salarial, el sentido del pro- nimo de “hombres”, por ejemplo en los durante la preparación de este número
ceso se invierte, ya que a igualdad de consejos de dirección y la toma de de- me permitieron medir el entusiasmo
calificaciones se prefiere a los hombres, cisiones. En opinión de Maria do Ceu que anima a las profesionales de los
con el argumento de que “las mujeres Baptista, del Centro Gulbenkian de museos. Por su modesta dimensión, la
se casan, tienen hijos y dejan el tra- Arte Moderno de Lisboa, las mujeres reunión no pudo colmar las expectati-
bajo”, siendo consideradas de una deben aprender a tratar con el poder y vas de las numerosas personas que de-
manera general como personal “inesta- a utilizar el lenguaje que abre las puer- seaban participar en ella. Ponemos así
ble”. Sin embargo, si el trabajo compar- tas tanto de ese poder como de las nuestra mirada en el futuro, esperando
tido o a tiempo parcial constituye una finanzas. que el presente número promueva
solución, este no ayuda a la evolución En cuanto a la presencia femenina ideas nuevas que permitan aprovechar
natural de una carrera. En los museos en las colecciones y exposiciones de los ese entusiasmo. En tal sentido se soli-
que dependen de la Smithsonian Insti- museos, en algunos artículos se subraya citó al Director General de la Unesco,
tution de Washington, en los Estados que la historia de las mujeres está Sr. Federico Mayor, durante su visita a
Unidos de América, se observa una dis- ausente en muchos de los museos con- Copenhague, que auspiciara una nueva
minución del número de mujeres que siderados. En la reunión de Copenha- reunión sobre este tema.
permanecen más de diez años en el em- gue se hizo notar que hay casos en que Al término de su labor, los partici-
pleo. los rótulos que identifican las obras pantes en la reunión de Copenhague
A juzgar por las tendencias observa- sólo indican el sexo del artista si se aprobaron las siguientes conclusiones,
das recientemente en el Reino Unido, trata de una mujer, lo que supone que, elementos constituyentes de una estra-
existe en los museos un conjunto de salvo excepciones, los pintores son tegia de acción:
quehaceres a los que las mujeres se ven hombres. <Esque los museos no deben “Estamos de acuerdo
atraídas, o relegadas, como son los de documentar acaso la historia y la crea- en la importancia de las actividades
secretaria y los relacionados con la lim- tividad de todos los grupos sociales? que se están realizando para mejo-
pieza; en los puestos profesionales, los <Cómoes posible desalienar a las muje- rar la imagen y la condición de la
dedicados a la conservación de tejidos y res si se excluye su historia y si se mujer en los museos, y en la utili-
la enseñanza en el mismo museo. $e encuentran privadas de tener contacto dad de mantener y desarrollar las
puede decir que las mujeres evitan los con el patrimonio cultural de su sexo? redes nacionales, regionales e in-
cargos de dirección o que se sienten Cabe plantear ahora una pregunta ternacionales;
incómodas si se desempeñan en la importante: ?qué puede decirse de los en la necesidad de contar con
administración? $e considera que museos específicamente femeninos? nidad femenina de los mu
infringen las normas establecidas si se Al inaugurar la reunión, Olaf
organizan para conseguir una mejor Olsen, director del Museo Nacional de
remuneración por la tarea cultural que Dinamarca, preguntó si convenía
realizan cuando no disponen de for- seguir ese camino o, por el contrario, si
tuna personal? ?Qué especificidad, en cabría incluir en los museos “co- en promover una
función del sexo, supone el hecho de rrientes”, en su merecida extensión, la
ser mujer en un museo? dimensión femenina, teniendo en
Según Maria Teresa Gomes Ferrei- cuenta que las mujeres constituyen la
ra, directora del Museo Gulbenkian de mitad de la humanidad. Para progresar
Lisboa, que cuenta con una plantilla de hacia la igualdad y la integración se
personal que en su integridad es feme- necesitan estructuras específicas de
nino, “las mujeres aprecian y cuidan cada sexo. En el Reino Unido. las Dro-
los objetos en sí, los hombres los utili- fesionales agrupadas en el Wome
zan para elaborar teorías y documentar Heritage and Museums (WHAM!)
sus tesis“. Esin Atil, conservadora de la mueven la causa de la muier t)or m
I I
siciones: estructurar
Galería Freer and Sackler de Washing- de reuniones, contactos y b pxogramas relativos ujer en
ton, coincidió con esa afirmación: “las Los museos femeninos
mujeres se interesan por los objetos y nan en este número
tienen tan buen ojo para disponerlos en ghettos, sino puntas d
una exposición como para arreglar nen modificar 1
hermosamente una mesa”; añadió que
sus asistentes técnicos preferían traba-
jar con conservadores del sexo feme-
nino por esa razón.
En la reunión de Copenhague se
indicó que, en su función de directoras
de museo, las mujeres tien
especial para entenderse con todas
vez más y mejor: la participación
a en los museos de Portugal
a Braz Texeira

ón entre el mmeo Los ochocientos años de historia de han transformado actualmente. Pero
Portugal revelan la presencia de mu- fueron asimismo importantes centros
jeres que se dedicaron al arte como de creación: algunos de ellos encarga-
creadoras y, en algunos casos, como ron obras de arte y otros las ejecutaron
coleccionistas; con las colecciones a petición de la corona, la nobleza y la
comienza, como es evidente, la historia jerarquía eclesiástica. En 1772 se fundó
de los museos. el primer museo de Portugal, destinado
La primera coleccionista impor- a estudiantes de la Universidad de
tante fue la reina Leonor (1458-1525) Coimbra. También se crearon algunos
que vivió en la edad de oro de Portu- museos más pequeños durante la Ilus-
mt/seos de gal, vale decir la época de los descubri- tración, bajola influencia del enciclo-
M~~~~ mientos y de los navegantes, y se de- pedismo. En la misma época, animada
dicó tanto a las obras sociales como al por esos ideales, la reina María I se de-
mecenazgo cultural. En el convento dicó al fomento de la ciencia y la ense-
Madre de Deus, en Lisboa, donde fue a ñanza, constituyendo en 1779 la Aca-
enviudó, se rodeó de demia Real de Ciencias en Lisboa.
raje, obras de arte. En la actualidad, ese con- María I solicitó a los gobernadores de
rgo vento es el Museu Nacional do Azulejo las colonias que coleccionaran espe-
ho, (Museo Nacional del Azulejo') que címenes botánicos y zoológicos pro-
contiene parte de su colección. El resto pios de sus territorios y ordenó que se
1).
puede hallarse en el Museu de Arte adquirieran para el museo del Palacio
Antiga (Museo Nacional de Arte Anti- Real de Ajuda, donde se instruían sus
guo) que comprende, entre otras cosas, hijos, especímenes geológicos proce-
obras realizadas por encargo, como un dentes de lugares tan distantes como
relicario, pinturas de artistas portugue- Rusia.
ses y extranjeros y la Cmtodia de Belén, Las invasiones napoleónicas obliga-
obra mayor de orfebrería diseñada por ron a la familia real a radicarse en el
Gil Vicente, también escritor, a quien Brasil. Doña Leopoldina de Austria
la reina Leonor encargó obras muy a llegó a Río de Janerio en 1817, para
menudo, del mismo modo en que lo contraer matrimonio con el príncipe
hizo con otros científicos, músicos y Don Pedro. La acompañó una expedi-
ción de científicos, entre los cuales se
En Portugal era muy común que las contaban zoólogos, botánicos, natura-
an los hábitos por múl- listas y un pintor que ilustró a la acua-
razones: pobreza, desengaños rela la vida, las costumbres, los paisajes m"
osos, el deseo de librarse de matri- y los especímenes tropicales del Brasil. "d
tados contra su volun- En 1818 se fundó el Museo Real de Río
otras presiones familiares, o por de Janeiro con las colecciones de esa x
es de verdadera vocación reli- misión de científicos y otros materiales 3 v
has viudas se retiraban a los etnográficos. *
2
d
conventos lograron constituir La segunda etapa, de 1833 3
s colecciones de objetos de arte a 1910 2
c4
articular cuando aquellos ö
aban los hábitos eran de sangre La segunda etapa de la historia de los 2-P
real; de esa manera, al conser- museos de Portugal se inició en 1833
,pasaron a ser los precur- con la creación del primer museo bajo
s museos en que muchos se el nuevo régimen constitucional. Co-
mo se habían abolido los conventos,
las mujeres que recibían algún tipo de
instrucción tenían que hacerlo en el
propio hogar. De conformidad con las
estrictas costumbres de la sociedad de
la época, la meta de esa instrucción se
limitaba casi exclusivamente a trans-
formarlas en buenas madres y amas de
casa, norma a la que no escapó la reina
Maria II, que murió durante el parto de
su undécimo hijo. A ella se debe la
creación de la Academia Real de Bellas
Artes de Oporto (1835) y de la de Lis-
boa (1836), destinadas a recibir todas
las colecciones de los conventos y
monasterios. En 1839, María II ordenó
que se encomendara el patrimonio cul-
tural del país a la Academia de Lisboa y
que ésta se transformara en galería
nacional.
La condesa de Edla (1836-1929),
anteriormente cantante de ópera, ejer-
ció una gran influencia en el arte y la
música. Tras un matrimonio morganá-
tic0 con el rey Fernando II, se cons-
truyó en su época el famoso Palacio
Pena en Sintra, cuyas còlecciones de-
ben mucho a su gusto e influjo. Poco
después, en 1905, la Reina Amelia creó
el Museu dos Coches (Museo de
Carruajes2), en el Picadero del Palacio
Real de Belem, uno de los museos más
visitados del país y el que alberga la
mayor colección de carruajes y coches
del mundo.
La implantación de la República en
1910 señaló el comienzo de la tercera Jubón bordado que llevaba el Rey João I debajo de la
fase de la historia de los museos de Por- armadura, durante la batalla de Aljubarrota, en 1385. Obra
tugal. Por decreto, los bienes pertene- anónima de una mujer ( o mujeres), restaurada
cientes a la Iglesia fueron transferidos aproximadamente siete siglos más tarde por Maria José
al Estado y prácticamente todos los Taxinha y Mana Emilia Amara1 Teixeira, conservadora del
palacios de los arzobispos se transfor- Museo Alberto Sampaio Guimarães, bajo la supervisión de
Maria José de Mendonsa.
maron en museos regionales. En uno
de ellos se encuentran las colchas bor-
dadas procedentes de Castelo Bianco, Nacional de Arte Antiguo, o sea que Nacional del Vestido. Muchos de los
ejemplo excepcional de obras anóni- ocupó el puesto más importante a que que hoy ocupan puestos de directores y
mas realizadas por mujeres. un conservador puede tener acceso en conservadores de museos, fueron sus
En 1928, con Salazar, comenzó un el país, debido a la importancia de sus alumnos. En materia de conservación
nuevo régimen autoritario de derecha. colecciones. Toda su vida se dedicó a se le debe la creación del Departa-
Durante el mismo, Maria José de Men- fomentar y modernizar los museos que mento de Conservación Textil en el
donça (1903-1983) fue nombrada con- tuvo a su cargo; a ella se deben las pri- Instituto José de Figueiredo, el insti-
servadora del Museo Nacional de Arte meras reservas organizadas como gale- tuto nacional de conservación.
Antiguo. Era la primera vez en la his- rías de estudio; reestructuró también la Maria José de Mendonça también
toria del país que se designaba a una formación de los conservadores y fue se interesó por el arte contemporáneo
mujer para cumplir esas funciones. autora de varias publicaciones. y organizó en la Sociedade Nacional
Dejó ese puesto para ocuparse de la pla- Mientras fue directora del Museo de Belas Artes la primera exposición
nificación y la organización del famoso Nacional de Arte Antiguo, Maria José de obras de artistas de su época, pros-
Museo Gulbenkian de Lisboa y, más de Mendonça organizó un gran nú- critos por razones políticas. Además,
adelante, pasó a ser directora del Mu- mero de actividades culturales, tales estuvo en relación con el movimiento
seo de Carruajes, donde creó una sec- como cursos, conferencias, seminarios MRAR, dedicado a la creación de dise-
ción especial destinada a la enseñanza. y exposiciones. Gracias en buena parte ños modernos para imágenes sagradas,
Posteriormente dirigió el Museo a sus esfuerzos, se fundó el Museo vestimentas y otros objetos religiosos,
I28 Mudalem B r a Texiera

y presidió el Comité Nacional del mente para ellos. Se reformó el Insti-


ICOM. Maria José de Mendonsa fue tuto de Conservación y comenzó a
una personalidad bien conocida en la impartirse un curso con distintos nive-
comunidad museológica mundial. les de capacitación. Aproximadamente
Durante esta tercera etapa de la his- el 80% de las personas afectadas por
toria de los museos, muchos hombres todas estas modificaciones eran muje-
cesaron en sus funciones de directores res.
y conservadores, debido principal- Como es lógico, resulta imposible
mente a los bajos sueldos, aunque tam- referirse a todas las mujeres que ocupan
bién, en ciertos casos, por razones polí- puestos importantes en los museos del
ticas. En gran número de los puestos país. Sin embargo, cabe mencionar a
que quedaron vacantes fueron nom- Maria Teresa Gomes Ferreira, direc-
bradas mujeres, lo que explica la predo- tora del Museo Gulbenkian y presi-
minancia femenina en el personal de denta del Comité Internacional de
los museos de Portugal. Artes Aplicadas, así como a Madalena
Perdigão, fallecida en 1990. Aunque no
La revolución de 1974 era conservadora, se encargó de crear
ACARTE, un departamento de “ani-
La revolución de 1974 puso fin al régi- mación” estrechamente vinculado al
men autoritario de derecha e instituyó k h e o Gulbenkian. Aunque se inte-
el actual orden democrático, cambio de resaba principalmente por la música,
envergadura que repercutió en todos estuvo a menudo a la vanguardia de los
;Moda? :Broma? :Tortura? Corsé y los planos de la sociedad portuguesa. movimientos estéticos y culturales.
emballenado expuestos en el Museo En 1979, por vez primera en la historia
Nacional del Vestido, Lisboa, civcu del país, una mujer -Maria Lourdes Elpersonal de los museos
1875. Obra anónima de una o vanas Pintasilgo- fue nombrada primera en la actualidad
mujeres. ministra. La secretaria de Estado de
Asuntos Culturales, también una Existen unos trescientos museos en
mujer, designó a una conservadora, Portugal, de los cuales treinta y tres son
Natalia Correia Guedes, como presi- instituciones estatales dependientes del
denta del Instituto Portugués de Patri- secretario de Estado de Asuntos Cultu-
monio Cultural. Con anterioridad rales. Junto con otros veinticinco mu-
había sido directora de un museo; gra- seos pertenecientes a otras entidades
cias a su actuación, los profesionales de oficiales, universidades, municipalida-
los museos fueron equiparados a los des o fundaciones, son los que más
demás especialistas de la función pú- prestigio tienen en el país. Más del 50%
blica y, a partir de 1980, el personal de de estos museos está dirigido por muje-
los museos de todos los niveles del res. Si se exceptúan el Zoológico, el
escalafón comenzó a percibir el mismo Acuario, los museos militares y los mu-
sueldo que los demás funcionarios seos de ciencia y tecnología, dirigidos
públicos de grado equivalente. La todos por hombres, el porcentaje
administración de los museos comenzó ascendería al 70%. Si se consideran los
a regirse por nuevas leyes y se crearon museos de arte, historia y etnología
nuevas estructuras profesionales, con solamente, el 72% está dirigido por
las cuales mejoraron las condiciones de mujeres. El 94% de los directores de
empleo de todo el personal. museos con sede en palacios, son muje-
Se inició un nuevo curso de pos- res.
grado destinado a la formación de los En los museos nacionales, el 90% de
profesionales de los museos; del mismo los conservadores son mujeres, las cua-
modo se aplicó un plan en el que se les constituyen, igualmente, la mayoría
establecieron diferentes categorías de del personal docente de los cursos des-
museos y se especificaron sus sectores tinados a los conservadores. En con-
de actividad. Se creó un servicio des- traste tenemos que aproximadamente
tinado a crear un método uniforme el 50% de los instructores en los cursos
para establecer inventarios y formar el de ayudantes de conservador y de guar-
personal especializado, con el fin de dias son hombres. En los departamen-
catalogar las colecciones de los museos tos de enseñanza de los museos, el per-
de todo el país. Empezaron a recono- sonal femenino asciende casi al 100%.
cerse oficialmente los departamentos Tanto la Asociación Portuguesa de
de enseñanza de los museos y, por pri- hluseos como el Comité Nacional del
mera vez, se impartió a los guardias un ICOM están presididos por mujeres. H
2. Vtase Mmwz, n.“ 161. curso de seguridad concebido especial-
Aprt~pósitode Zas
mujeres en eZICOM
Elisabeth des Portes y Anne Raffin Creado en 1946 dentro del gran movi- Grace Morley (1900-1985), esta-
miento internacionalista que dio tam- dounidense, conservadora jefa del Mu-
bién origen a la Unesco, el Consejo seo de Arte de Cincinnati en 1930,pasó
Internacional de Museos es una asocia- a ser en 1934 directora del Museo de
El presente articulo zitilìza un etzjòque ción mundial de profesionales de mu- Arte de San Francisco. En 1947 fue
que a&unos poddati carificar de seos en el sentido más amplio que se nombrada directora de la División de
ìmpresìonìsta. Trespinceladas dgerentes puede dar a estas palabras. Museos de la Unesco y participó estre-
(cz$ras, seth'anws, palabras) dibz~anel chamente con Chauncey Hamlin
Senablanxas (Estados Unidos) y Georges Salles
paisaje de una realidad a la p i e sin (Francia), tanto en la creación del
duda convendda dedicar un estudìo más Consideramos justo rendir homenaje a ICOM como en la aparición de la
detenido. Sus autoras son, dos personalidades excepcionales, pro- revista Musem. En 1958, el Gobierno
respectìvamente, secretaraa general fesionales de gran calidad, mujeres de de la India la nombró directora del
a+" y doczimetitalìsta de la convicción y de corazón que, junto con Museo Nacional de Nueva Delhi,
Secretartiz Internacìonal del Consejo pioneros como Chauncey Hamlin, puesto que desempeñó de 1960 a 1966.
Internacìonal de Museos (ICOM). Georges Salles, Georges Henri Rivière En 1967 fue nombrada jefa de la
y otros, han contribuido en gran Agencia Regional del ICOM en Asia,
Dirección de las autoras:
medida a establecer la competencia que dirigió hasta 1978 y cuya sede ins-
ICOM, científica y el renombre del ICOM. Se taló en Nueva Delhi. Como señalara
Unesco, trata de Grace Morley e Yvonne Paul Perrot, director del Museo de
1 rue Miollis, 75015 París (Francia). Oddon. Bellas Artes de Virginia, en el home-
. - .- -" - ...

c
h
I-

Grace Morley
Elisabeib des Pnrtes-y Anne &$in

I naje que le rindió con motivo del pre- el ICOM, que supone un trabajo volun-
mio que le otorgó la American Asso- tario fuera de las horas estrictamente
ciation of Museums en 1984’, Grace dedicadas a la labor profesional y la
Morley encontró en esta función la eventualidad de desplazamientos al
posibilidad de aplicar todos los princi- extranjero, habría podido traducirse
pios que habían inspirado la creación en una menor participación femenina.
del ICOM veinte años antes. De 1972 a Sin embargo, el enriquecimiento pro-
1977, organizó una serie de reuniones fesional que aporta esta actividad,
profesionales en la región. En 1978 junto con la convicción de que los
abandonó sus actividades oficiales en la objetivos de ayuda mutua y de coopera-
Agencia, de la que siguió siendo conse- ción que persigue la organización están
jera hasta su fallecimiento. bien fundamentados, prevalecen sobre
Yvonne Oddon (1902-1982), fran- las dificultades derivadas de un exceso
cesa, fue nombrada en 1929 biblioteca- de trabajo o las de orden material o
ria del Museo de Etnografía de Troca- financiero.
dero de París, en el que organizó la A continuación se reproducen seis
Biblioteca del Museo, al mismo tiempo cuadros que indican la proporción de
que administraba la biblioteca personal hombres y mujeres que trabajan en los
del coleccionista David Weill. Esta diversos órganos del ICOM.
mujer de ideas claras que luchó en la En el cuadro 1 se expone la distribu-
resistencia y que luego fue deportada, ción por sexos en los comités naciona-
al terminar la guerra puso sus compe- les reagrupados por regiones, lo que
tencias al servicio de la Unesco y rea- permite aquilatar, en función de los
lizó varias misiones en Haití, Nigeria y factores locales, las observaciones
Chile. Posteriomente ormnizó el Cen- anteriores. En efecto, las cifras suma-
mente equilibradas de la representa-
ción femenina y masculina en el con-
junto de la organización no muestran el
mismo equilibrio en cada región, ya
que se obtiene a costa de grandes dis-
torsiones. Se puede comprobar que las
cifras por regiones corresponden a las
de la contratación de profesionales
nacionales en los museos. En Africa,
por ejemplo, las mujeres son minorita-
rias en el ICOM, al igual que en los
museos africanos (véase más adelante
la entrevista con Alpha Oumar
Konaré); en América Latina, por el
contrario, son ampliamente mayorita-
rias, como lo son en los museos de esta
región. Lo mismo cabe decir de las
cifras relativas a América del Norte,
Europa o Asia. Cabe pues estimar que
la representación femenina en el
ICOM se ajusta a las cifras de la repre-
sentación femenina en los museos en el
plano nacional.
Los cuadros 2 , 3 y 4 muestran que el
acceso de las mujeres a los puestos de
conferencias generales de la Organiza- responsabilidad en los órganos del
ción, participando en la redacción de ICOM sigue siendo escaso, fenómeno
sus actas4. que se observa con frecuencia no sólo
l 1. Paul N. Perrot, “A Citizen of the World: The en el conjunto de la profesión museo-
Museum Profession Honors Grace McCann
Morley“, 12ftlxtlmNrws, febrero de 1985. CiJCras lógica, sino también en lo que respecta
2. G. H. Rivit-re, Hommage i Yvonne Oddon, a la participación en general de las
i 1982. El ICOM cuenta en la actualidad con mujeres en la vida activa5.
3. Jan B. Cuypers, b memoriam Yi~onneOddox,
una biografia de Y . Oddon. 8.124 miembros distribuidos casi por El anilisis del cuadro 5 confirma las
! 4. Française Weil e Yvonne Oddon, “Ohjets et igual entre uno y otro sexo. Nos parece observaciones que anteceden y permite
mondes“, R e w h ibfitsée de I’Hrimme, tomo 22, justificado dar una interpretación po- al mismo tiempo afinar el análisis. El
fidSCfCUl0 1, 1982.
5. “Les femmes dans la population active“, Le sitiva a estas cifras en la medida en “desinterés” de las mujeres por los
frac9aiLdans /c monde, capítulo 13, Ginebra, Oficina que afiliarse a una asociación como puestos de responsabilidad es más per-
I Internacional del Trabajo, 1986.
A propósìto de lac mujeres en el ICOM

CUADRO 1. Distribución de los miembros del


ICOM por sexo y por región

Región Mujeres Hombres Total

Africa 60 201 261


América Latina/Caribe 353 145 498
América del Norte 692 520 1.212
AsidOceania 459 477 936
Europa 2.528 2.689 5.217

Totales 4.092 4.032 8.124

CUADRO 2. Presidentes y presidentas del ICOM


desde 1946

Región Mujeres Hombres Total

Africa O 1 1
América Latina/Caribe O O 0
América del Norte O 1 1
Asia/Oceanía O O 0
Europa O 6 6
Yvonne Oddon
Totales O 8 8

ceptible en el plano de las presidencias constituyen una excepción: América


de los comités internacionales de la del Norte, donde el número de hom-
organización (en los que ocupan apro- bres es igual al de mujeres, y América
CUADRO 3. Presidentes y presidentas del Comité ximadamente el 25% de las presiden- Latina, donde el fenómeno está total-
Consultivo desde 1962 cias) que en el nivel de las presidencias mente invertido, ya que la proporción
de los comités nacionales (donde ocu- de mujeres que ha accedido a la presi-
Región Mujeres Hombres Total pan más de un 30% de las mismas). dencia es más importante que el por-
Quizá se explique este fenómeno por la centaje de su representación en los
Africa O O 0 dificultad mayor del trabajo de un comités nacionales, lo que corres-
America Latina/Caribe O O 0 comité internacional, lo que supone ponde, aunque en sentido inverso, al
América del Norte O 1 1 viajar con más frecuencia al extranjero. fenómeno que se observa sobre todo en
Asia/Oceanía O O 0
Cabe observar que si el examen de Europa. Es interesante comprobar que
Europa O 5 5 este fenómeno sólo se reproduce par-
las presidencias de los comités nacio-
Totales O 6 6 nales confirma en general las deduccio- cialmente en el caso de la presidencia
nes de los cuadros 2 , 3 y 4 (poco acceso de los comités internacionales, en los
a los puestos de responsabilidad en que “la excepción” mencionada sólo se
relación con el número proporcional da en América del Norte y no en Amé-
de mujeres que trabajan), dos regiones rica Latina, lo que se explica sin duda
CUADRO4. Miembros del Consejo Ejecutivo del
ICOM desde 1972 a 1992

5. Presidentes y presidentas de los comités nacionales e internacionales del ICOM en 1990’


CUADRO
Años Total de miembros Mujeres

1972-1974 26 4 ComitCs nacionales Comitks internacionales Organos afiliados


1974-1977 10 1
1977-1980 10 1 Región Hombres Mujeres Hombres Mujeres Hombres Mujeres
+2 por cooptación
1980-1983 10 2 Africa 13 2 O O O O
1983-1986 10 2 América LatindCaribe 2 13 O 1 O O
1986- 1989 10 2 America del Norte 1 1 4 4 1 O
1989-1992 10 3 Asia/Oceanía 11 1 O O O O
Europa 19 10 12 10 7 O

Totales 46 27 16 7 8 O

1. No se han contabilizado diez comités nacionales por encontrarse en plena reorganización.


Elisabeth des Portesy Anne Rajin

CUADRO
6. Miembros honorarios del ICOM en la escuela, mientras que el indice de sexism0 y de solucionar el problema de
I989 escolarización de las mujeres es muy las mujeres, si es que existe. Personal-
bajo. Esto explica el número reducido mente, nunca me ha importado saber si
Region Hrimhres Mujeres de mujeres que participan en la vida con quien debo tratar es un hombre o
profesional y, por lo tanto, en el una mujer. Que gane el mejor es la
Africa 1 o TCOM. A este respecto, la situación en única regla. Las mujeres tienen una
AmCrica Latina ’Caribe u 1 el ICOM es perfectamente reveladora enorme capacidad de asimilación y de
AmCrica del Norte o o de la situación africana. trabajo. Suelen ser estudiantes brillan-
Asia ,’Oceania I O
Personalmente, cuando hablo con tes, pero no siempre transforman su
Europa 9 2 vida activa en resultados positivos. No
un profesional de museo, no me plan-
teo si se trata de un hombre o de una siempre se consideran ‘capaces de’ y les
Totales 11 3
mujer, ni establezco ninguna diferen- cuesta vencer sus propias barreras psi-
cia. Quizás esa sea la razón por la que cológicas, lo que quizás explique el
nunca sentí, como presidente, la nece- hecho de que no ocupen los cargos de
sidad de hacer algo específico al res- responsabilidad que merecerían. Ob-
pecto. ?Inconsciencia? ?Se martiriza a servo, no obstante, una evolución:
por las razones antes mencionadas las mujeres a espaldas nuestras? No hace treinta años no se habría nom-
(dificultades de desplazamiento y gas- creo que este tipo de problemas se brado a una mujer para la dirección del
tos). planteen en el TCOM. Pienso en cam- Museo de Orsay, e incluso algunas per-
Hay que señalar también que el aná- bio que, en lo que se refiere a los pues- sonas resultaron favorecidas porque
lisis del cuadro 6 plantea, en lo que se tos de responsabilidad en el ICOM, las eran mujeres. Poco a poco, la situación
refiere a las presidencias de los comités mujeres deberían ocupar lugares muy se equilibra. Creo, en todo caso, que si
internacionales, problemas distintos de destacados. No creo que se haya pen- el ICOM llegara a practicar tal o cual
los que atañen únicamente a la repre- sado nunca en proponer a una mujer la política de promoción de la categoría
sentación femenina, y llevan necesaria- presidencia de la organización. Sin profesional de las mujeres, debería
mente a preguntarse acerca de la repre- embargo, ha habido candidatas al hacerlo a petición expresa de los países
sentación en la organización de los puesto de secretaria general. Observo interesados, sobre todo de los países en
profesionales de los países en desarro- que las responsables de las conferen- desarrollo, y procurar no imponer un
llo. cias generales del ICOM son a menudo ‘trasplante’ artificial inoportuno.”
Los comités internacionales presi- mujeres, como sucedió en Moscú, en
didos por mujeres son los siguientes: Buenos Aires y en Quebec. Las mujeres
Comité Internacional de Museos de que trabajan en los órganos del ICOM
Artes Aplicadas, Comité Internacional representan con frecuencia a los círcu-
de Museos de Arqueología e Historia, los dirigentes de sus países: han triun-
Comité Internacional de Conserva- fado en su país y participan luego en el
ción, Comité Internacional de Museos ICOM. Para los hombres, por el con-
del Traje, Comité Internacional de trario, la organización puede represen-
Museos de Arte Moderno, Comité In- tar un complemento de carrera. Para
ternacional de Museos de Instrumen- mí, no hay defectos típicamente mas-
tos de Música y Comité Internacional culinos o femeninos. Distinguir entre
de Relaciones Públicas en los hhseos. hombres y mujeres dentro de la profe-
Teniendo en cuenta la evolución de las sión es algo que no me parece, en abso-
presidencias en los años anteriores, no luto, pertinente en el plano internacio-
I
parece muy convincente establecer, nal. En cambio, se justifica plenamente
basándose en éstas, un esquema que en el plano regional africano. Deseo
generalice la tendencia manifiesta de que en el futuro se insista en la forma-
las mujeres por una u otra de esas presi- ción de las mujeres, lo que permitirá su
dencias. promoción profesional. Esto me
El cuadro 6 constituye una especie parece fundamental por la función de
de conclusión lógica de los anteriores: primer orden que ellas cumplen en la
de catorce miembros honorarios, tres preservación de nuestro patrimonio,
son mujeres. sobre todo con los hijos, a quienes des-
de la primera infancia transmiten
Opiniones de dos nuestra tradición oral, alimentaria y
presidentes educativa”.
Hubert Landais (Francia), presi-
Alpha Oumar Konaré (Malí), presi- dente del ICOM de 1977 a 1983, dice:
dente del ICOM desde 1989, expresa lo “La única actitud acertada consiste,
siguiente: para mí, en no plantear el problema de
“Por regla general, la profesión mu- la diferencia entre hombres y mujeres
seológica está muy poco desarrollada en el plano profesional. Considero que
en Africa. Los hombres han asistido a &te es el mejor medio de evitar el
Algunos mitos
y redidades de México
Yani Herreman

Aparentemente el macbzimo BO es m y En México, como en el resto de Amé- parte todavía en manos de los hom-
frecuente nì vìrulento en las profesiones rica Latina, el papel de la mujer sigue bres, el hecho de contratar a una mujer,
que en México guardan a&na redacìón asociado más con la vida familiar que sobre todo para un puesto de poder,
con los museos. Quizás ello se deba a que con una función económica de impor- sigue representando un riesgo.
tancia decisiva para el desarrollo. Este
las mujeres han ocupado los puestos m h enfoque incluye también la disociación La mujer y Za cuZura en
altos, y tambìén los de menor tradicional entre el trabajo remune- México
importancia. $&n$ca pues qtte las rado, fuera de casa, y el doméstico.
profesionales que trabajn en los museos Ahora bien, distintos factores socia- “La cultura forma parte del desarro-
gown de plena &ualdad con respecto a les y económicos, como los cambios llo”. <Es cierto? <Cuán seriamente se
los que ocupan puestos en otros campos demográficos, el control de la natali- toma en cuenta la cultura en los países
del ámbìto cz/ltt/ral:y en otras dad, el mejor nivel de educación, la en desarrollo? <Recibela misma consi-
legislación social, la diversificación de deración y el apoyo que el adelanto
projkìones en general? En este artículo
los empleos de carácter científico y tec- industrial y tecnológico? Para noso-
se consideran akunos de los temar nológico, así como las crecientes pre- tras, estas preguntas son de suma
inlportantes redacìonados con el trabajo siones económicas, han provocado
femenìno en los museosy, de un modo cambios que se reflejan en las estadísti-
más amplìo, en la socìedad. L a autora cas regionales de la fuerza laboral. A
es dipomada en arquìtectura, nzuseologa continuación damos como ejemplo
e hìstoria delarte, dìnge el Museo de algunos porcentajes del empleo feme-
nino con respecto al total: Uruguay,
Hìstoria Natural de la Cììvdad de
42,1%; Colombia, 37,4%; Argentina,
Méxìco, es la coordinadora de los ”tos 32,6%; Venezuela, 37,1%; Perú, 37,2%;
munìc+ales de la Ciudad de Méxìco Panamá, 39,2%; Costa Rica, 41,5%;
y partìc$a actìvamente en el Proyecto Brasil, 41,3%; México, 29,0%
Museológìco delInstìtuto de Ecología. En la actualidad puede decirse que,
Además, es nzìembro de/ Comité por lo común, entre más educación
Consudtìvo de Redaccìón de Mkmm. recibe una mujer, mayores son sus
Dirección de la autora: posibilidades de participar activamente
como individuo en la vida socioeconó-
Museo de Historia Natural de la mica. La educación sigue siendo el
Ciudad de México principal factor de modificación de su
Instituto de Ecología papel. Una característica interesante es
Apartado Postal 18-845 que gran número de mujeres trabajan
Miguel Hidalgo en el ámbito cultural en general y en
11-800 México D.F. (México) las ciencias humanas en particular. No
obstante, el triple papel de madre,
esposa y trabajadora que desempeña la
mujer hace que le sea mucho más difí-
cil que al hombre acceder a los niveles
de decisión y dirección. Dentro de una
economía monetaria, en su mayor
134 Yani Herremati

importantes porque, como ya lo he industrial, no se consideran aún ade- siete mujeres (el 61% del total). El Ins-
señalado, las mujeres se concentran en cuados para la mujer. Parece que las tituto Nacional de Bellas Artes coor-
lo que podría denominarse actividades mujeres siguen siendo vistas como tra- dina el trabajo del 90% de los museos
femeninas preferenciales y alguna bajadoras de “segunda” en los niveles de arte del país, incluidos los de la Ciu-
razón debe existir para ello. de decisión del sector de la producción dad de México, todos los cuales tienen
Creo que todavía hay profesiones “de primera clase”, aunque se les reco- una directora. La misma situación pre-
que tanto hombres como mujeres con- nozca su excelente preparación y de- domina entre los museos que pertene-
sideran más “adecuadas” para ellas, en dicación en sectores “de segunda” cen a Socicultur (Consejo Nacional
varios planos. En el primer plano se como la cultura y los museos. para la Cultura y las Artes): sus cuatro
encuentra el grupo profesional con Por otra parte, el conocido antropó- museos están dirigidos por mujeres y
ingresos de medios a altos y formado logo mexicano Guillermo Bonfil, un la coordinación de estos está a cargo
principalmente por maestras diplo- experto en cultura, ha demostrado, a de otra mujer. El otro pilar de nuestra
madas. El segundo plano, con grado través de su trabajo sobre la cultura cultura, que coordina los museos de
universitario, comprende médicas, popular y la antropología social, el antropología, de historia y de arqueo-
arquitectas, biólogas, psicólogas, histo- papel que desempeña la mujer en la logía, es el Instituto Nacional de
riadoras, antropólogas y otras profesio- sociedad transmitiendo la cultura a las Antropología e Historia (INAH). En
nales que trabajan en la empresa pri- nuevas generaciones. Estoy plena- la Ciudad de México este instituto
vada, en forma independiente o bien mente de acuerdo con él y agrego que, posee siete museos de primera catego-
en organismos gubernamentales. En encargadas de perpetuar las estructuras ría, de los cuales dos solamente tienen
México, estos dos grupos representan familiares y las tradiciones, cometido un director. Todos los museos antes
el 30% del total de mujeres que desem- que cumplen a través de la maternidad mencionados dependen del Estado.
peñan una actividad laboral. De y la educación de la familia, t a d & Cabe anotar también que los tres mu-
hecho, en hféxico, como en toda Amé- provocan cambios sociales. Así pues, seos privados más importantes están
rica Latina, se considera que el ámbito las mujeres realizan una función doble, dirigidos por hombres. <Es una coin-
cultural es el medio laboral “natural” y a veces conflictiva, preservando las cidencia? De ningún modo, como
de la mujer, y por lo tanto el más acep- tradiciones y los valores del grupo y veremos a continuación. Los sueldos
tado por ella. Debido a esto represen- fomentando los cambios en las actitu- varían considerablemente entre los
tan un porcentaje abrumador de la des sociales, incluida la discriminación museos de propiedad privada y los
fuerza laboral en este sector. por razones de sexo. administrados por el gobierno, y lo
&uá1 es la razón? $e trata de una Estos dos enfoques teóricos que mismo ocurre con las políticas que
capacidad innata o es el reflejo de acabamos de mencionar se comple- aplican.
estructuras históricas y sociales? Ulti- mentan mutuamente y sustentan la Uno de los mitos sobre los museos
mamente se han elaborado dos teorías afirmación de que la cultura como sec- que ha resultado tener fundamento,
respecto al papel de la mujer en la cul- tor de segunda categoría es un mito que principalmente en los museos dedica-
tura. En el primer Simposio sobre la debemos destruir. dos al arte, es el que sostiene que cons-
Mujer en México, el psiquiatra Alejan- tituyen lugares de trabajo socialmente
dro Hernández declaró que la inclina- Una encuesta en Za aceptados por las mujeres de clase
ción femenina por la cultura es ficticia, Ciudad de México media y media alta. El 51,7% de las
puesto que se induce falsamente a la entrevistadas durante nuestra encuesta
mujer a creer en un estereotipo feme- Si la cultura en sentido lato atrae a la se autoclasificó como clase media alta,
nino. Esta figura “imaginaria” es inca- mujer debido a factores socioeconómi- el 35% como clase media y sólo el 3%
paz de competir con el hombre y, por cos, los museos, en su calidad de insti- como clase trabajadora.
lo tanto, permanece en sectores secun- tuciones culturales específicas, no son Esta situación tiene mucho que ver,
darios, que en una sociedad moderna, una excepción a la regla. Hace poco se por motivos más que evidentes, con el
marcada por una economía de con- pusieron a prueba varios supuestos aspecto económico. Sin duda la cultura
sumo, no son “importantes7’o, en todo acerca de las mujeres y de los museos no está tan bien pagada como otros
caso, son menos “importantes”. A los en una encuesta reducida y sencilla. Si sectores. Según nuestra investigación,
hombres, en cambio, se los alienta a bien no fue tan extensiva como se pre- la diferencia entre los sueldos del sec-
seguir carreras “decisivas” para el lla- tendía al principio, dio importantes tor comercial privado y los del cultural
mado desarrollo económico. De esa indicios sobre la verdadera situación de fluctúa, para un puesto de trabajo de
forma se relega a la mujer al trabajo los museos mexicanos en la actualidad, nivel más o menos similar, entre el 30
intelectual. en tanto que lugares de trabajo de la y el 50% en favor del primero. Tam-
El hecho de que muchísimas muje- mujer. Es la primera vez que este tipo bién con respecto a los niveles univer-
res con formación en distintos ámbitos de encuesta se realiza en mi país. sitarios, el trabajo en los museos está
terminen trabajando en sectores cul- La muestra abarcó solamente la peor remunerado, aunque actualmente
turales o relacionados con la cultura Ciudad de México. De los noventa y los profesores del tercer ciclo se han
podría hacernos pensar que la apre- seis museos registrados por nosotros, visto afectados por el congelamiento
ciación de Alejandro Hernández es cincuenta y dos están dirigidos por de sus sueldos. Las mujeres son cons-
correcta. Los sectores que tienen una mujeres o sea el 54,1%. La Comisión cientes de esta situación: el 95% del
repercusión directa en la productivi- Nacional Mexicana para el ICOM grupo entrevistado respondió que creía
dad y en lo que se conoce como desa- cuenta con noventa y tres miembros, ganar menos en su empleo en un mu-
rrollo económico, técnico, científico e treinta y seis hombres y cincuenta y seo que en otros sectores, pero que lo
A&os mifosy Tealidadeesde México 135

había escogido simplemente porque le en los últimos veinte años, aún más
gustaba trabajar allí y no por tener una que en la mayor parte de los países
satisfacción económica. industrializados, pero me parece que
Las mujeres todavía se pueden “per- nosotras, las mujeres que trabajamos en
mitir” recibir sueldos más bajos y tra- los museos, no hemos cobrado verda-
bajar en lo que les place porque en su dera conciencia de lo que podemos
mayoría están casadas, o tienen padres hacer. Esta es nuestra tarea inmediata.
dispuestos a ayudarlas económica-
mente. En ningún caso depende de
ellas la principal fuente de ingresos de
su familia. Entre las mujeres entrevis-
tadas, el 61% respondió que su sueldo
era sólo un complemento y considera-
ron que lo que ganaban en los museos
representaba entre el 10% y el 30% de
la renta familiar total.
Otro hecho que nuestra pequeña
encuesta puso de manifiesto es la ine-
xistencia de un diploma universitario
en museología o de estudios museoló-
gicos realizados en México. Como con-
secuencia de ello, los museos dan una
imagen menos profesional de lo que
deberían y quienes trabajan en ellos,
sean hombres o mujeres, se encuentran
en inferioridad de condiciones con res-
pecto a profesionales de otros sectores.
Esto hace que los hombres busquen
empleos más prestigiosos, dejando a las
mujeres los puestos de los museos.
Nuestra encuesta reveló que el 65% de
las empleadas de museos poseía títulos
universitarios aunque no en museolo-
gía, evidentemente, puesto que no
existe ninguna de este tipo en nuestro
país. Los títulos en cuestión correspon-
dían a historia del arte, antropología,
relaciones industriales, economia,
arquitectura, diseño, sociologia y
comunicación.
?Qué ocurre con las mujeres que
ingresan en el mundo de los museos?
Muchas permanecen poco tiempo.
Entre las encuestadas, un 32% ocupaba
su puesto desde hacía sólo un año o
menos y no tenía intención de conti-
nuar en él. Un 26% eran profesionales
desde hacía mucho tiempo y estaban
decididas a permanecer en sus trabajos.
8 ?El trabajo del museo es realmente

tan fácil y poco exigente como para


permitir una saludable combinación de
familia y empleo? Este parece ser otro
mito puesto que el 56,6% de las entre-
vistadas contestó que trabajaba más de
ocho horas al día.
En RGxico, como hemos visto, los
museos constituyen un sector recono-
cido donde la mujer desempeña un
papel importante dentro de la sociedad
y en favor de ella. Muchas han conse-
guido ocupar posiciones de liderazgo
€1 hombre
y la mujer
en Alemania
D.* . ..

Titus Grab

Un niño y una niña con un gato y una


anguila.

Contrariamente a lo que creyó y afirmó IPodenzos lograr que las mqeres vengan
el Louvre hasta 1893, este óleo en a los museos sìn reproducìr antigzras
madera de roble, titulado Un nif7oji zllza pautas que redundan en condiciones
iziña con un gatoy m a anguila, no fue pin-
tado por Frans Hals ni por ningún otro deskuales de contratacìóny en técnicas
varón, ya que se trata de una obra de de presentacìón desequìlìbradas? E n el
Judith Leyster, pintora conocida en su presente artículo se pasa revista a los
tpoca (1609-1660) cuyos cuadros fue- numerosos cambìos que ha producido el
ron atribuidos a menudo, posterior- movimiento>miniSta en los " r o s
mente, a su marido o al propio Hals, su alemanesy se propone, para elfuturo,
profesor.
@ una orientación aún poco explorada. El
aufor es etn@rafoy obtuvo un dìploma
de nzaestrfa con un estgdìo de las
Ùnciones de ambos sexos en los museos de
la Repzíblica Federal de Alemania.
Actualhzente trabda en una tesis
doctoral sobre la condicìón " d i n a en
Alemania.
Dirección del autor: A fines de los años setenta, la socióloga
alemana Helge Pross afirmó que "las
Langenta1strasse l3 preocupaciones de las mujeres son las
D-6500 preocupaciones de los hombres". En el
Alemania presente ensayo, escrito por un hom-
bre, se intenta examinar de manera
general la forma en que las preocupa-
ciones de las mujeres, y las de los hom-
bres, influyen en los museos de Alema-
nia, tanto en las salas de exposición
como en lo que sucede detrás de ellas.
EL honzbreg la mujer en Alematiria I37

La histovia de Zos museos treinta y seis puestos son mujeres, o sea


aZemanes, una historia de el 47%. Ahora bien, si analizamos la
hombres cuestión con mayor detalle, vemos
que, aunque los pedagogos museográfi-
Si bien el movimiento de emancipa- cos suelen.facilitar información acerca
ción burguesa que tuvo lugar en los de lo que se expone, la mayoría de las
albores del siglo XIX luchó por los de- veces no participan en el montaje de las
rechos civiles y humanos, desde un exposiciones. La profesión se caracte-
principio pasó por alto completa- riza por su indole mediadora, que
mente, aunque de modo tácito, a las reproduce una distribución de funcio-
mujeres. Los hombres hablaban enton- nes sexista: los hombres dependen de
ces de “ciudadanosy’,término con el las mujeres. No hay que olvidar, por
cual se excluía a la mujer y se le impe- último, el llamado personal no cientí-
día, de antemano, participar en los fico, es decir las secretarias, el personal
movimientos de liberación de Alema- de limpieza y las encargadas de los ser-
nia y aun de toda Europa. La esfera vicios; no debe sorprender que no
pública se transformó en dominio mas- figure en las estadísticas ya que no tiene
culino al tiempo en que las mujeres que hacer frente a la competencia mas-
quedaban relegadas a la esfera hoga- cu 1ina.
reña, los oficios domésticos v el cui- Característica de la división del tra-
I38 Titus Grab

Histórico de Francfort emprendió un en Bonn un museo de arte de mujeres A mediados de los ochenta, las ini-
proyecto de reforma y empezó a exami- que fue el primero en su tipo en la ciativas museográficas relativas a las
nar cuestiones sociales importantes del República Federal de Alemania y que funciones sociales de ambos sexos
pasado y del presente. Pero incluso en sigue gozando de gran prestigio en los habían cobrado enorme impulso. En
este caso, el tema de la mujer quedó medios artísticos femeninos del país. 1986 el Gobierno de Hamburgo pro-
olvidado hasta 1978, cuando los em- Hacia fines de los setenta y principios puso un ambicioso proyecto aún sin
pleados de ambos sexos, incluido el de los ochenta, el nuevo movimiento realizar, un museo del trabajo en el que
hombre que lo dirigía, procedieron a de liberación femenina había cobrado la “presentación de la contribución y la
rectificar una imagen patriarcal de la conciencia de la importancia de los condición de la mujer será el tema cen-
historia. museos, no sólo como vehículos de tral de algunas de sus secciones’. En
transmisión de tradiciones androcén- 1985, dos de las pocas mujeres que ocu-
Primeros cambios tricas, sino también como posibles paban puestos de importancia en un
medios de enunciar sus propias cues- gran museo organizaron en Colonia
El Museo Histórico de Francfort es el tiones críticas. Al documentar su pro- una exposición espectacular con el
primero, y hasta ahora el único, que ha pia historia, las mujeres comenzaron a título de L a novia. Amada, vendida, tro-
intentado integrar en su colección per- transformar los museos; la creación de cada, robada. El papel social de la maer en
manente la dimensión social de los una infraestructura feminista aparte distintas culturas. Esta presentación
sexos. En este sentido hay que referirse llenó a muchas de ellas de esperanza y sobre la mujer y el matrimonio en todo
a la exposición que organizó con el optimismo en el empeño de superar las el mundo atrajo a unos cien mil visi-
título de L a vida cotidiana de la mzjery el estructuras sexistas. tantes y fue una de las primeras exposi-
movimiento de liberación j%menina, 1890- ciones rentables de la etnología ale-
1980, que fue una réplica a las seccio- La mujer en Zapemyeria mana, como demuestra el hecho de que
nes de su colección permanente que su catálogo se convirtiera en un gran
omitían las ocupaciones de las mujeres Se han hecho varios intentos de fundar éxito de ventas.
y los hombres. Las secciones dedicadas museos de mujeres. En Wiesbaden se En cuanto al arte mundial, cabe
al amor, la belleza, la educación, la inauguró en 1984 un museo de este tipo destacar Eva y el futuro, muestra de
vida doméstica, las profesiones, el con una exposición sobre la evolución retratos de mujeres de todos los estilos,
esparcimiento de la vida urbana de la mujer. Aunque épocas y temas celebrada en la Kunst-
y el movimiento feminista se comple- en Francfort fracasó una iniciativa halle de Hamburgo. En los textos
mentaron con una sección sin título análoga, es probable que en Stutgart se explicativos se subrayaron los aspectos
que abarcaba los acontecimientos acae- inaugure próximamente un museo de sociales del arte en lugar del concepto
cidos recientemente en la esfera de la la mujer. del arte por el arte. En 1987, las artistas
liberación de la mujer. En varios museos se han iniciado plásticas aportaron su propia contribu-
Es preciso señalar que ni el método también proyectos sobre el papel social ción al 750.” aniversario de la ciudad
de presentación ni la didáctica de la de ambos sexos, con frecuencia por ini- de Berlín. Tras varios años de investi-
exposición se ajustaban a los esquemas ciativa de las funcionarias. En la pri- gación, se presentaron en esa ocasión
tradicionales. Los objetos, en muchos mera exposición que siguió a la de unos cien cuadros y esculturas muy
casos corrientes (paquetes de polvo de Francfort, inaugurada en el Museo de notables, de autoras en su mayoría des-
hornear, ropas de trabajo, etc.), proce- Historia de Hamburgo en 1985, se exa- conocidas. En esa muestra, titulada El
dían principalmente del “mercado de minaron ciertos aspectos de la vida de mmeo ocdto y que podría, por cierto, ser-
las pulgas” y de donaciones privadas. las mujeres desde la Edad Media hasta vir de programa en otros ámbitos, se
Como complemento de la presenta- nuestros días. Las mujeres encargadas trató de poner al descubierto la manera
ción se usaron videos y grabaciones de de organizarla tropezaron con dos difi- androcéntrica que se aplica en la admi-
entrevistas realizadas durante la fase de cultades: en primer lugar, el director nistración de los Archivos de Arte de
preparación. Se concedió espacio al del museo, un hombre, trató de valerse Berlín.
movimiento de liberación femenina de su influencia en relación con afir- La cuestión de la mujer está cada vez
para presentar materiales y hablar con maciones “demasiado críticas”; en más presente en los proyectos de nue-
los visitantes. Con motivo de las “tar- segundo lugar, no se remuneró la vos museos. Por ejemplo, en el futuro
des públicas”, las mujeres (y los hom- mitad del tiempo empleado en la Museo de Etnología de Francfort se ha
bres) interesados pudieron participar investigación y la organización. pensado dedicar una sección perma-
en todas las etapas preliminares y hacer Una segunda exposición, celebrada nente al tema de las esferas de crea-
que sus puntos de vista quedaran reco- en Hamburgo, tuvo resultados más tividad de la mujer y del hombre en
gidos en las presentaciones. La exposi- alentadores. Obra de dos mujeres y un Africa occidental3.Con todo, y a pesar
ción se inauguró en 1980 y fue clausu- pequeño comité de apoyo, Modesta J’ de tantos progresos, iniciativas y pro-
rada en 1983 en circunstancias muy resignada versaba sobre la vida de las puestas, en Alemania se sigue mante-
lamentables, debido a que cierto par- mujeres en el siglo XIX. En ella se ponía niendo a las mujeres en la periferia de
tido político estimó la cuestión deli- de relieve que la experiencia vital de las la labor museográfica.
cada y se valió de ella con fines electo- mujeres de diferentes clases sociales es
rales. muy distinta; por lo demás, quedó de- 2Y los hombres?
En la misma época, algunas artistas mostrado fehacientemente que la
empezaron a buscar la manera de pre- mujer contemporánea ya no es En 1987, ocho años después de la
sentar sus obras. En 1981 se inauguró “modesta y resignada”. primera exposición de mujeres en la
El homhrey la mzzjer en Alemania I39

República Federal de Alemania, se nia, es de lamentar que no haya encon- ocupación exclusiva de las mujeres e
inauguró en Hamburgo la primera trado acogida en ella ni el nuevo incluso a negar que existan preocupa-
exposición dedicada a los hombres. movimiento de hombres ni el movi- ciones propias de los hombres. De
Llevaba por título Cuestiones nzasculinm: miento homosexual. Quizá los organi- hecho, “debería interesar a los hom-
imágenes, mundos y objetos y presentaba zadores temieron despertar demasiadas bres poner en tela de juicio el papel que
modelos de conductas masculinas, controversias, aunque equiparar las corresponde a su propio sexo y la ima-
tales como héroes y aventureros, fre- culturas europeas con las culturas no gen que ellos tienen de sí mismos,
cuentadores de espectáculos pornográ- europeas podría ser, de por sí, provoca- abriendo así nuevas perspectiva^"^,
ficos, hombres interesados en la tec- tivo. En todo caso, esta segunda expo- tanto en la vida diaria como en los mu-
nología y soldados. Se expusieron, sición sobre los hombres no es más que seos.
además, los nuevos ideales de belleza la presentación, mediante técnicas A mi juicio, habría que considerar
masculina, así como imágenes homo- etnográficas clásicas, de un tema aún dos medidas para modificar la estruc-
sexuales, y se examinó a la mujer como no corriente. tura sexista de los museos de Alemania.
objeto de la mirada de los hombres. En ambas exposiciones sobre la En primer lugar, los hombres deben
Otro aspecto interesante era que la condición masculina, las mujeres asu- percatarse de lo importante que es
exposición consistía en un collage de mieron funciones de responsabilidad y especificar el sexo. En segundo lugar,
imágenes, con las cuales se pretendía constituyeron, además, la mayoría den- es preciso que empecemos a reflexio-
impugnar la noción de que los hom- tro del equipo que las preparó. En nar sobre nuestra propia historia mas-
bres son el sexo “fuerte”. En lugar de cuanto a las exposiciones relativas a la culina. Cierto es que tales cambios
dar las respuestas, se inducía al visi- condición femenina, fueron produci- podrían acarrear la pérdida de ciertos
tante a reconsiderar el papel que la das casi exclusivamente por mujeres. privilegios, pero también nos brinda-
sociedad le ha asignado al hombre. Al No sólo es obra de mujeres la con- rían la posibilidad de descubrir cuali-
suscitar preguntas, no sólo se reseíía- cepción de las exposiciones que, acerca dades que tuvimos que negar y repri-
ban los cambios que habían tenido de las funciones de ambos sexos, se han mir durante largo tiempo. Tendríamos
lugar en el pasado sino que se asumía, celebrado en los museos de Alemania, que tomar como punto de partida el
al mismo tiempo, un papel activo en el sino que la mayor parte del público ha creciente número de iniciativas que
propio proceso de cambio. sido de sexo femenino. De los visitan- han emprendido las mujeres, tras lo
La muestra de Hamburgo fue mon- tes del Museo de la Mujer de Wiesba- cual, si hombres y mujeres se llegan a
tada en una vieja fábrica por empleados den, sólo el 20% son hombres y otro conocer de igual manera, sería posible
contratados temporalmente. Nexos tanto ha sucedido en varias otras expo- entablar el diálogo que garantizaría la
~~iaculinos,gmpos de hombres: la fumión del siciones dedicadas a la mujer. Pero incorporación permanente, en los mu-
hombre etj distinta cultzms pasaba revista, tampoco las exposiciones dedicadas a seos, del tema de la división social
en distintas culturas y épocas, al com- su propio sexo consiguieron atraerlos, según el sexo.
portamiento de aquellos grupos de ya que los hombres representaron úni-
hombres (los indios patagones, los clu- camente la tercera parte de los visitan-
bes de oficiales en la Alemania del tes.
emperador Guillermo, los comandos Cabe preguntarse entonces por qué
de exterminio fascistas -SS, SA-, el las mujeres no tienen reparos a la hora
clero católico de Colonia en la actuali- de pensar, actuar y expresarse en rela- 2. Gutachten Museum der Arbeit, Inhaltliche
Planung und Errichtung. Vorgelegt von der
dad) cuya característica común es la ción con la condición de ambos sexos, Planungskommission Museum der Arbeit,
exclusión de las mujeres, y a las normas mientras que la cuestión no sólo no in- Hamburgo, 1986.
3. Para obtener mayor información sobre la
estrictas y con frecuencia secretas que teresa a los hombres, sino que éstos exposición prevista, sírvase dirigirse a: J. Rajkoric,
los rigen. Pese a que la exposición de prefieren evitarla. Cierto es que experi- antropólogo social, Leibnizstrasse 12, D-6500
Colonia fue una de las manifestaciones mentan un recelo indefinible cuando Maim (Alemania)
4. Hans-Hermann Groppe y Herber Hôtte,
de antropología cultural más comple- se trata de discutir estos problemas y Mannersache: Mannerobjekte, -welten, -bilder.
tas que se han organizado en Alema- tienden a considerarlos como una pre- Hamburgo: manuscrito, 1986.
L a fiincìón de Za mger
en Zos miiseos
Alissandra CumminsdeZ Caribe

E n el Caribe, las mujeres dominan el Tras la emancipación de 1834, el sis- competencia oficios auxiliares y subal-
sector de los museos al menos tema educativo del Caribe se desarrolló ternos. Para las mujeres negras de clase
numérìcamente. No obstaizte, el impulso rápidamente para preparar a la pobla- media, la enseñanza y el oficio de
ción negra, compuesta de antiguos enfermería eran las únicas ocupaciones
que se está dando actuahnente al esclavos, a sobrevivir en un nuevo sis- que una “señora” podía ejercer honora-
desarrollo económico amenaza con dejar tema económico. “La influencia civili- blemente, mientras que para las muje-
de lado tanto a las mujeres como a los zadora y moral de la educación”, pro- res de la clase trabajadora, que tenían la
museos. L a directora del Museoji de la clamaba el informe que en 1835 rindió pretensión de ocupar una posición
Sociedad de Historia de Barbados Comisión Sterling sobre la condición social superior y obtener una seguridad
expone aqui la necesidad de que los de los antiguos esclavos, “mitigaría su económica, estos trabajos representa-
gobiernos carìbeZos reconozcan la origen bárbaro y condición servil”. Se ban la cumbre del éxito. La enseñanza
consideraba que la educación era el secundaria para las muchachas tenía
contrìbución de este sectory de qrde las
mejor medio de ejercer un control un marcado carácter profesional e
mqeres que trabajan en los museos social y de inculcar lealtad a la madre insistía en la necesidad de adquirir bue-
asuman su destino en la medida de lo patria. Con este objeto, desde 1834 nos modales y un comportamiento
posìble. L a axtora es asimismo secretarìa hasta fines del siglo XIX se contrataban recatado. En el Caribe, la educación de
de /a Sociedad de Consemlacìón del nuevos maestros entre la población las mujeres reforzó los estereotipos vic-
Carìbe, presidenta del Comìté Nacional negra, principalmente varones. Sin torianos del papel de cada sexo, y esta
del ICOM de Barbadosy Presidenta de embargo, la tendencia a excluir al otro situación se perpetuó hasta bien
la Asociación de Museos del Caribe. sexo cambió a principios de siglo, a entrado el decenio de 1960.
medida que se creaban mis escuelas Estos valores se conservaron escru-
Dirección de la autora: para niñas.
d

pulosamente en el ámbito de los mu- g


The Barbados Museum and En esta época, todos los hombres y seos. Desde su fundación en la segunda m“
Historical Society mujeres de raza negra cuya subsistencia mitad del siglo XIX, los museos del “d
St. Ann’s Garrison dependía de unos recursos mínimos Caribe eran casi exclusivamente un ci

Barbados, W.I. trabajaban sobre todo como jornaleros coto reservado a los hombres. Natural-
3x
tel.: 427-0201, 436-1956 agrícolas y sus condiciones de trabajo mente, las costumbres sociales de la
fax: 809-429-5946 no eran muy diferentes de las anterio- época imponían que los puestos de los 5
res. La escasez de material historic0 pocos museos existentes no fuesen ocu- od
nos impide efectuar un análisis deta- pados sino por hombres blancos de 3
..
llado de la evolución que experimenta- clase media. z
al
ron posteriormente las funciones y la Esta restricción se debía tanto a los 6
condición de la mujer en el Caribe. No orígenes de los museos como a la esca- 3
obstante, por lo que se refiere a la pri- sez de personal capacitado. En Ber-
mera mitad del siglo , hay pruebas de muda y Trinidad, los museos se crea-
que las mujeres desempeñaban con ron para albergar las colecciones de las 5
La j m ì h de la nqier et1 los nmseos del Caribe w
sociedades locales de historia natural.
En Guyana, el museo fue fundado por
la Royal Agricultural and Commercial
Society (RACS), un grupo de hombres
de negocios locales llenos de entu-
siasmo por fomentar el desarrollo agrí-
cola y tecnológico y la expansión eco-
nómica de su colonia. El Instituto de
Jamaica, creado expresamente para “el
fomento de la literatura, la ciencia y el
arte”, estaba administrado por un
comité de médicos, abogados, empre-
sarios y sacerdotes. Por ello, al estarles
vedadas todas estas profesiones, las
mujeres quedaban excluidas tácita-
mente de la administración de los mu-
seos.
Incluso el privilegio de ser miembro
del Instituto era selectivo. Algunos
ejemplos típicos demuestran la persis-
tencia de ciertas normas sociales.
Todavía en 1931, los estatutos del Tnsti-
tuto de Jamaica estipulaban que “los
miembros [...I pueden ser elegidos
entre los hombres que se hayan distin-
guido en la literatura, las ciencias o el
arte, o por servicios especiales presta-
dos’’. En Guyana, los estatutos de la
RACS estipulan benévolamente que
“se permitirá a las señoras utilizar la
Bibliotecayy,pero esta generosidad no
pasó de ahí hasta bien entrado el siglo
xx.

@Tingun obstáculo para carácter, no habría ningún inconve- Funcionario de educación con
niente en que una mujer ocupe el escolares de ambos sexos en la Galería
Zas mujeres? de Africa del Museo de Barbados.
puesto”. Cabe suponer que con la alu-
Además de no reunir las condiciones sión al “buen físico” se quería indicar
necesarias para estar representadas en la necesidad de que la persona en cues-
el Consejo, o ser miembros del mismo, tión poseyese una considerable energía
las mujeres tampoco podían desempe- física. Para ocupar el puesto fue nom-
ñarse como conservadoras. Los pues- brada finalmente una tal señora Beers.
tos vacantes se cubrían con botánicos, La Sociedad Real Agrícola y
biólogos, arqueólogos y geólogos pro- Comercial sufría las mismas dificulta-
cedentes de instituciones profesionales des por falta de personal capacitado en
europeas. Cuando el museo no podía Guyana, pero en sus actas de 1887 de-
pagar un sueldo lo suficientemente ele- cidió adoptar medidas para “crear el
vado, el vacío se llenaba con los servi- puesto de conservador del Museo [..I y
cios voluntarios de historiadores afi- nombrar a un funcionario oficial o
cionados o de bibliotecarios locales. público como el mejor medio de conse-
Estos puestos estuvieron también guir un hombre con la máxima compe-
dominados por los hombres hasta tencia” (el subrayado es de la autora).
mediados de este siglo. El mismo informe señalaba de paso
Los testimonios de participación que, “gracias a la amabilidad de una
femenina registrados en los primeros señora [la señora Jenman] que había
archivos de museo son vejatorios. En pasado últimamente tres semanas en el
las actas del Comité del Museo del Ins- río Demerara, al Museo le habían
tituto de Jamaica correspondientes al donado una colección de unos doscien-
29 de abril de 1896 se alude a la contra- tos insectos de varias clases”. El autor
tación de una nueva auxiliar de museo del informe agrega con tono admira-
y se admite que “siempre que se trate de tivo que ‘‘los insectos rlo fueron Fotos cortesía del Museo y la Sociedad HistBrica de
alguien con buen físico y suficiente regalados, sino también cazados por la Barbados
propia señora que los donó, lo cual, si sonas entusiastas” son vagas. Bather y
se tiene en cuenta el esfuerzo muscular Sheppard elogian este esfuerzo, ya que
necesario para atraparlos con la red “eleva a los museos [...I muy por
[...I, es tan encomiable por parte de la encima del nivel general”, pero es evi-
donante como apreciado por el Mu- dente que no sienten la necesidad de
seo7,. analizar el trabajo voluntario de estas
Salvo estos ejemplos, las mujeres personas, por lo general mujeres. Es
brillan por su ausencia en la documen- significativo que los únicos puestos ofi-
tación de los museos. Un artículo ciales accesibles a las mujeres en un
escrito en 1920 acerca del Museo de museo fueran los de limpiadora o vigi-
Guyana rinde un cálido homenaje al lante y a veces los de auxiliar de museo,
difunto W. H. Campbell, declarando o bien otros puestos subalternos.
que “ha dejado en todo la huella de su La primera mujer profesional de
obra”, y afirma sin miramientos que museo conocida, Helen Adelaide
“sus subordinadas, las primeras biblio- Wood, entró en 1912 a formar parte del
tecarias y secretarias auxiliares, tuvie- personal del Instituto de Jamaica. Fue
ron poca importancia. En su cargo, W. nombrada auxiliar de museo con un
H. Campbell hacía o mandaba hacer sueldo inicial de setenta libras al año.
todo”. Después de haber trabajado quince
Una forma análoga de tratar el tema años en el Departamento de Botánica
se observa en el informe de Bather y del Ministerio de Agricultura, se le
Sheppard de 1933 sobre “Los museos asignó la tarea de realizar acuarelas de
de las Indias Occidentales”. Su princi- diversas especies con el fin de exponer-
pal preocupación era “el problema de las y publicarlas. No tardó en organizar
los conservadores”, la terrible escasez y dirigir visitas. Posteriormente pasó a
de conservadores capacitados en los ser la responsable de la División de
museos del Caribe. Aunque la mayor Historia Natural del Instituto (com-
parte de los museos se reducían a “algu- prendido el zoológico), así como de la
nas vitrinas en las bibliotecas públi- teneduría de libros. Cuando falleció en
cas’,, los expertos estimaban que “el 1927, Helen Wood había llegado a ocu-
bibliotecario no presta prácticamente par el cargo de inspectora de museos,
atención alguna a las colecciones y que con un sueldo anual de doscientas
el trabajo de conservación se deja en libras. Frank Cundall, secretario del
manos de entusiastas externos. Cuando Instituto y su superior inmediato,
se necesita ayuda voluntaria y un ganaba aproximadamente 700 libras al
bibliotecario demasiado ocupado no la año.
fomenta, el museo se abandona gene-
ralmente a su suerte”. Las referencias al
“trabajo voluntario realizado por per-

Cursillistas con la
conservadores del
Lajmcióa de la nztier en los museos del Caribe r43

Los museos del Caribe fuerza de trabajo del Caribe. En esta hace que los hombres con grandes
hoy: balance de la desigualdad han influido hasta cierto ambiciones profesionales no se intere-
situación punto las ideas negativas de los órga- sen por esa actividad. Las mujeres que
nos directivos de la profesión museoló- trabajan en los museos suelen estar
En las últimas décadas se ha observado gica y de los propios empleados de los “subvencionadas” por un cónyuge que
en el Caribe un aumento considerable museos. percibe otros ingresos o bien, si son
de los niveles de salud y educación de jóvenes, por sus padres, en cuyo hogar
la mujer. La labor que varias comisio- Perspectivas futuras siguen viviendo. Esta circunstancia
nes nacionales han realizado en el de- resta aún más seriedad a la imagen de
cenio de 1970 sobre la condición jurí- Estas actitudes revisten principal- su trabajo. Si a estos factores se añade
dica y social de la mujer, ha tenido mente tres formas. En primer lugar, las que se trata de una actividad que de-
grandes repercusiones: la legislación funciones y capacidades administrati- pende de un personal voluntario, gene-
actual garantiza los derechos jurídicos vas del personal de los museos se tie- ralmente femenino y con frecuencia
y políticos de las mujeres, la igualdad nen en poca estima por considerarse jubilado, ello basta para que el público
de oportunidades y de condiciones de que el papel de los museos es ante todo la considere como la actividad de “una
empleo y el libre acceso a puestos de la cultural y, como persiste la idea de que madre de familia” o como un pasa-
administración pública. Estos factores las actividades culturales son poco tiempo que es casi igual al de la per-
han contribuido evidentemente a que metódicas, no mensurables y poco sona que se dedica a pintar con el Único
el número de mujeres que ocupan pues- serias, pues siguen siendo relegadas al fin de distraerse.
tos en el sector de los museos haya margen de la corriente principal del Es cierto que las mujeres empleadas
aumentado. desarrollo. Los planificadores econó- en los museos del Caribe pueden ganar
La mayor parte de los museos cari- micos no saben cómo cuantificar estos el mismo sueldo que los hombres por
beños, creados a finales del decenio de factores que se suelen expresar en tér- un trabajo igual, pero se trata de un
1970 y en los años ochenta, después de minos cualitativos. Por ello, los gobier- sueldo tan bajo que a los hombres no
la independencia de la Gran Bretaña, nos siguen desatendiendo la producti- les interesa.
se basaron en el escalafón administra- vidad de este sector. El hecho de que la No obstante, el obstáculo más
tivo de la educación, las.bibliotecas y mayoría de los museos del Caribe sean importante es la imagen que las pro-
los archivos para establecer las escalas organismos no gubernamentales con- pias mujeres tienen de sí mismas. Si
de sueldos y las condiciones del perso- tribuye a reforzar su imagen de institu- queremos que se reconozca y fomente
nal de lo que constituía entonces una ciones no profesionales y ello desa- el papel de las mujeres en la evolución
nueva profesión. lienta aún más la participación de los de los museos caribeños, no podemos
Hay infinitas pruebas de la partici- gobiernos. contentarnos con los últimos avances
pación de las mujeres en el desarrollo Un segundo obstáculo es la rémora que se han hecho. Las mujeres del
de los museos del Caribe y de su contri- que supone la imagen tradicional que Caribe deben cobrar conciencia de lo
bución a este sector, especialmente en se tiene de la mujer en el Caribe. Como que significa la “profesión” museoló-
los últimos veinte años. Las mujeres dijo Roberta Clarke refiriéndose a las gica al servicio de la comunidad y
han aceptado las responsabilidades y mujeres en la vida pública: “A las muje- fomentar esa toma de conciencia. La
los problemas que conlleva la adminis- res se les sigue considerando en gran incapacidad de los órganos directivos y
tración de los museos, así como la ges- parte como sustentadoras de la socie- de los propios museos para definir un
tión e interpretación de las coleccio- dad y no como planificadoras y miem- objetivo público y fijar criterios de cali-
nes, y han salido airosas de esta prueba bros activos. Su participación en el dad ha obstaculizado sin duda el desa-
de un modo ejemplar. Algunos podrían nivel directivo no es aún representa- rrollo de los museos. La “feminiza-
afirmar incluso que las mujeres del tiva de su peso en la sociedad. Este es ción” de la labor museológica ha
Caribe que trabajan en los museos han un indice fundamental para definir la contribuido a la tergiversación y a la
alcanzado ya la cumbre del éxito, que condición de la mujer y la importancia falta de interés. Las mujeres que traba-

ya no hay barreras que impidan su relativa que se le atribuye a su contri- jan en los museos deben empezar a
acceso a los puestos superiores, que el bución al desarrollo nacional”. Las considerar que su trabajo es equiva-
camino está allanado y despejado en mujeres siguen estando marginadas en lente al de la actividad administrativa y
cualquier dirección que decidan seguir. el proceso de desarrollo. A limitar su de desarrollo, tanto en el sector
Aunque las autoridades caribeñas participación han contribuido tanto las público como en el privado, y mostrar
proclamen ruidosa y orgullosamente estructuras socioeconómicas vigentes una actitud más combativa en el pro-
que las mujeres están plenamente inte- como la actitud ambivalente del varón ceso de adopción de decisiones de su
gradas en el proceso de desarrollo y que dominante. país.
su condición se ha regulado jurídica- Dicho de otro modo, cuando las

mente, los hechos y las cifras ponen de mujeres empiezan a dominar numéri-
manifiesto una desproporción innega- camente una actividad, ésta empieza a
ble. Como en otros campos afines, las ser considerada como un “trabajo
escalas de sueldos de las mujeres no han femenino” y no es calificada como una
aumentado al mismo ritmo que el de la “verdadera” profesión. Esta descalifi-
sociedad en general, con lo que en rea- cación justifica a su vez los sueldos
lidad quedan marginadas con respecto bajos y las malas condiciones.detrabajo
a esa esfera, más amplia, que es la y, según la lógica del círculo vicioso,
44

J A P Ó N :

L A S V O L U N T A R I A S D E L M U S E O

N A C I O N ADLE C I E N C I A S
Tomoko Matsushita Después de la segunda guerra mundial,
la vida en el Japón experimentó pro-
fundos cambios, como resultado de la
nueva Constitución, las consiguientes
reformas institucionales, el rápido cre-
&ué iy’luencia puede ejercer la mujer cimiento de la economía japonesa y el obstáculo, ofrecieron sus servicios al
en un niuseo si no ocupa puestos desarrollo de la ciencia y la tecnología. museo en calidad de voluntarias.
projèsiotzales de alto nivel? Una posible Estos cambios, sumados a las activida- Fue el actual Director del Museo
des del Decenio Internacional de la Nacional de Ciencias quien tuvo la
respuesta la ofrece elprogra??ia del Mujer (1976-1985) de las Naciones idea de organizar un servicio de volun-
Museo Nacional de Ciencìas de Japótz, Unidas, han contribuido a mejorar par- tarios. Cuando las voluntarias se con-
de resultados altamente sati$actorios y ticularmente la condición jurídica y tratan por primera vez, se les propor-
ciyo personal Voluntario, en su nigoda social de la mujer japonesa, que goza ciona formación a cargo del personal
mqeres, sìwe de manera esencìal al hoy día de una esperanza de vida profesional del museo y de otras orga-
museoji a la comunìdad. L a inspectora mayor, un menor indice de natalidad, nizaciones exteriores. Los cursos oca-
de educación del Mìmsterio de una mejor planificación familiar, un sionales de perfeccionamiento contri-
nivel cada vez más alto de educación, buyen a mantener un nivel uniforme.
Educación, Cìenciaq’ Cidt.wa de Japón,
nuevos estilos de vida doméstica y más Salvo los subsidios de transporte, las
ant&ua prDfesora de psicologia, nos tiempo libre. voluntarias no perciben ninguna re-
describe la funcih que desempeian esas Estos cambios no han creado toda- muneración.
mujeres. vía, sin embargo, un ambiente social No hay duda de que los servicios de
Dirección de la autora: favorable a la plena utilización de las las voluntarias son muy importantes
Ministry of Education, Science and capacidades femeninas, ni han conse- para el desarrollo del Museo de Cien-
Culture guido que la sociedad en general reco- cias. De nueve que eran en un princi-
3-2-2 Kasumigasaki nozca las capacidades de la mujer. No pio, su número ha subido a doscientos.
obstante, la mujer trabaja hoy en ámbi- Esta cifra representa un aumento del
Chiyoda-Ku tos que antes le estaban vedados, tales 45% en los cinco últimos años. Estas
Tokyo 100 como el administrativo, el profesional, voluntarias prestan importantes servi-
Japón el universitario y el político. El nivel cios en el Museo y con su participación
de la educación general y técnica ha despiertan el interés de otras mujeres
mejorado, abriendo nuevas oportuni- en el trabajo museístico.
dades de trabajo. Un sector particular- Es importante observar a este res-
mente atractivo y prometedor para la pecto que si bien las mujeres represen-
mujer es el de los museos, donde traba- tan el 79% del personal voluntario de
jan sobre todo como voluntarias. los museos en el Japón, sólo el 20% del
El Japón es un país excepcional- personal profesional es femenino y no
mente rico en museos. En las 2.321 hay sino diez directoras de museos (el
0,4%). Podría temerse que el extraordi-
nario éxito de los servicios voluntarios
del Museo Nacional de Ciencias
induzca a las autoridades de los museos
a dificultar aún más el acceso profesio-
nal de las mujeres a este sector. Por
otro lado, el servicio voluntario puede
constituir un primer paso hacia la crea-
ción de un cuerpo eficaz de mujeres
profesionales. En efecto, los servicios
voluntarios deberían verse como una
expresión del amor propio de las muje-
res y de su aceptación de las obligacio-
nes sociales, pero también como un
ejemplo para los otros sectores profe-
sionales del país. 4
Semejanzas museisticas

Instantáneas captadas en Francia


y en los Estados Unidos por la fotógrafa
colombiana Gilma Suarez.
r47

Una

El trabdo doméstico no dejd que, sin embargo, pueden compartir


monumentos. Tal es el dìleRia que algunos aspectos de una cultura nacio-
nal, diferenciarse de ella o quedar
afrontan los a~rtralianosque tratan de excluidos de manera importante. Hasta
equìlìbrar, en los museos bistÓrìcos de SI/ ser más o menos patentes según los hace poco, los excluidos (o en el mejor
país, la representacìón de los dos géneros proyectos. Lo más evidente es que los de los casos, marginados) de los mu-
de la especie humana. Las autora museos reflejan al menos algunos seos australianos, eran los aborígenes
examìnan las raíces de la exclusìón de la aspectos de sus culturas nacionales. australianos (que pocas veces encuen-
mqery sus posibles solucìones. Margaret Además, se generaliza la idea de que los tran su propia versión de la historia en
Anderson, fandadora de un museo de la museos participan en la construcción las exposiciones), una gran parte de los
de la cultura, proceso en el que algunas australianos no anglosajones (aproxi-
m&ración en Australia meridional, es
instituciones pueden ser más o menos madamente el 25% de la población),
profesora de estudìos australianosy de conscientes que otras, lo que es el caso muchos trabajadores y casi todas las
historiapziblìca en la Universidad de incluso cuando se trata de diferentes mujeres.
Monasb. Kylìe Winkworth es consultora exposiciones dentro de una misma Raras veces se ha intentado inter-
independiente de museos, conferenciante institución. A veces, los museos se pro- pretar la vida de las mujeres, en tanto
sobre el tema de la política de los museos ponen analizar la cultura que los ha que el género, como categoría especí-
y directora de Mh-ezr..sAzzsfrakà. producido, pero en los museos austra- fica de análisis, está generalmente
Dirección de las autoras: lianos es más común el análisis de cul- ausente de las exposiciones. Con pocas
turas distintas de la propia. La misma excepciones, la cultura que se expresa
Departamento de Historia en los museos australianos es de
institución que se siente satisfecha con
Universidad de Monash los textos que destacan la estructura manera predominante la cultura pú-
Clayton jerárquica de una aldea de Papúa o las blica de los hombres anglosajones de la
Victoria, 3168 (Australia). divisiones entre los sexos en las socie- clase media: su trabajo, su tecnología,
dades de cazadores y recolectores, su política y su tiempo libre.
observará con cautela y sospecha una
exposición que proponga examinar las La colección del axar
cuestiones de clase o de sexo en la
c
0 sociedad contemporánea. Este acento tiene su origen en las pri-
s Los museos australianos siguen meras etapas de la historia de los mu-
m-
d
siendo, en gran parte, instituciones de seos y las exposiciones. En el siglo XIX,
afirmación de la cultura, que presentan los australianos crearon dos clases de
una visión del pasado y el presente que museos: los museos de historia natural
raras veces difiere de lo que, en el (que también recogieron la cultura
ámbito público, se denomina “la opi- material aborigen) y los museos de
2 nión mayoritaria”. Pero, <quiénconsti- ciencia y tecnología. Como las exposi-
d ciones internacionales que las engen-
tuye esta “mayoría”? Y, lo que es más
importante para este artículo, <quién draron, estas instituciones reflejan el
no forma parte de ella? Uno de los optimismo tecnológico de la época,
resultados de esta preocupación por con su incuestionable fe en el progreso
una historia “común”, “nacional” o científico y la consiguiente glorifica-
”.
“mayoritaria” ha sido la virtual exclu- ción de los logros masculinos.
4fi sión de grupos culturales completos Ninguno de estos museos ha inten-
tado, sistemáticamente, preservar las
pruebas materiales de la colonización
europea. En cambio se filtraron al azar,
en las colecciones que albergan los mu-
seos públicos, las galerías de arte y las
bibliotecas, objetos “históricos” aisla-
dos, generalmente vinculados a los pri-
meros pioneros, los exploradores y
otros héroes de la historia australiana.
Las asociaciones históricas locales
también conservaron las reliquias de
los primeros colonos, en su mayor
parte de familias destacadas, pero sólo
en la época de la primera guerra mun-
dial los hombres australianos sintieron
la necesidad de construir una identidad
específicamente australiana mediante
una institución de acopio.
En un singular ejercicio de creación
de mitos nacionales, establecieron el
Memorial de la Guerra Australiana en
Canberra’, el Único museo histórico
que hasta el decenio pasado organizó el
gobierno central australiano. Se trata
de un museo histórico de guerra y al
mismo tiempo de un memorial de
guerra, una combinación que desde
entonces ha limitado el alcance de sus
exposiciones. Desafortunadamente no
existe todavía un museo de Australia
que tenga un alcance histórico más
general.
Cuando otros museos australianos
comenzaron a interesarse por las expo-
siciones históricas, se tornaron natu-
ralmente hacia las colecciones amorfas
que habían acumulado en sus depósitos
subterráneos. Estas colecciones, con
sus evidentes sesgos, determinaron los
parámetros del contenido de la exposi-
ción. Desde luego, la presencia de las
Maggie Arnott y su hija, de Gippsland, mujeres en estas exposiciones se limi-
Victoria, a k a 1876-1878. Algunas taba a menudo a muestras de trajes o a
exposiciones temporales destacan
actualmente la importancia y la acción
imágenes de la vida hogareña, casi
de la mujer, pero las grandes siempre plácidas y generalmente agru-
exposiciones permanentes aún la padas con los niños. Las exposiciones
muestran en papeles pasivos. interpretativas más amplias, que a
menudo comenzaban con la llegada de
los europeos (lo que en sí mismo es un
programa) y que funcionaron sin inte-
rrupción hasta poco después de la
segunda guerra mundial, siguieron
reflejando los jalones tradicionales de
la historia masculina. A comienzos de
los años ochenta se impusieron los per-
sistentes reclamos en favor de la histo-
ria de las mujeres, de la historia abori-
gen y de la historia de las comunidades
migrantes de Australia, que fueron
añadidas a la mezcla. Aquí resultó útil
el sufragio femenino, que se podía
incorporar fácilmente en un contexto
L a representación del hombre y la nmjer en los iniiseos: una crítica ausfraliana 49

político masculino, siempre que no se clóricos de cultura vernácula es la red


examinara muy de cerca el problema de unos mil museos locales e históri-
global de la ciudadanía y la democracia cos. Sin embargo, éstos no transmiten
participativa2. Sin embargo, no se hizo ningún sentido de cultura nacional
ninguna tentativa de reevaluar las basada en el hogar y expresada
estrategias generales de exposición. mediante éste. En estos museos, las
mujeres, representadas mediante colec-
&Un museo del hogar? ciones domésticas aleatorias, consi-
guen en el mejor de los casos un lugar
Las exposiciones en Australia pocas marginal. Los artefactos exhibidos no
veces han intentado aprehender, pese a expresan la complejidad y el valor del
la riqueza de material idóneo disperso trabajo de la mujer. Muchos de estos
en las colecciones, la importancia fun- pequeños museos reflejan el pasado
damental del hogar y de la vida fami- centrándose en los pioneros. Se trata
liar en la conciencia nacional austra- de una idea que tiene fuertes connota-
liana. El cambio de los conceptos de ciones masculinas, ya que no reconoce
hogar y familia ha sido crucial en la la contribución activa de las mujeres ni
conciencia social y política de Austra- las relaciones de trabajo cooperativo
lia y en la experiencia del australiano entre hombres y mujeres en el monte.
medio. En el siglo XIX, en Australia al
igual que en el Reino Unido y en los
Estados Unidos, los conceptos de la
ciudadanía política giraban en torno al Si bien las mujeres han logrado progre-
hombre como sustento del hogar y la sos en numerosos ámbitos de la vida
familia. El movimiento sindical orga- pública, aún permanecen en la perife-
nizado se inspiró en una visión del tra- ria de la cultura museológica austra-
bajador independiente mediante su tra- liana. La política cultural de nuestros
bajo que mantenía solo a “su” familia, museos no aborda las cuestiones funda-
idea que todavía predomina en las de- mentales de equilibrio, igualdad o
cisiones sobre el salario familiar de los acceso a los recursos. En 1975, el
tribunales de arbitraje laboral. La retó- informe Pigott sobre los museos aus-
rica australiana del siglo XIX retrataba a traliano~~,que orientó la política
las mujeres y a la familia como las bases nacional de museos en el decenio
inseparables del orden social, una ima- siguiente a su publicación, estaba
gen que ha resultado notablemente basado en intereses de colección de-
resistente. En Australia, después de la finidos de antemano. En el informe se
segunda guerra mundial, el concepto analizaba con cierto detalle algunos de
vago pero penetrante del “modo de los problemas de los museos nacionales
vida australiano”, giró en torno a las marítimos, de aviación y ferroviarios,
poderosas imágenes de la vida subur- pero no se mencionaba a las mujeres, ni
bana y de la propiedad del hogar. el hogar, ni la vida doméstica. Resulta
Esta difundida experiencia domés- una ironía que el informe haya sido
tica, y el aún más difundido anhelo de preprado durante el Año Internacional
ella, podrían haber inspirado una de la Mujer.
manera totalmente diferente de pre- Aunque el informe Pigott ya está
sentar la sociedad en las exposiciones anticuado, continúa orientando la
(la sociedad tal como es por dentro, política australiana. Los valores y
antes que mirada desde el exterior), modelos de acopio del pasado influyen
pero no fue así. Sin embargo, este inexorablemente en el trabajo del pre-
modelo descartado se ajustaba fácil- sente y ejerce una gran presión sobre
mente a la experiencia de los hombres las prioridades de exhibición, particu-
y las mujeres; en este sentido, considera larmente en las grandes colecciones de
la esfera doméstica como el punto cen- transporte y tecnología. Las estructuras
tral del funcionamiento de la sociedad,
más que como un anexo de la planta
principal. 1. Kimberley Webber, “Constructing Australia’s
En otros países, mediante la preser- Past”, en P. Summerfield (comp.), Cmferetice of
A z & & z n& f m e z m J Associatians Papen, Perth,
vación y la exhibición de la cultura Western Australian Museum, 1986.
popular, los museos cumplen su fun- 2. Carole Pateman, The h m d cantract,
ción vital y cultivan el sentido de la Cambridge, Polity Press, 1988.
3. Comité de Investigación sobre Museos y
identidad nacional. El equivalente aus- Colecciones Nacionales, Report, Canberra,
traliano más próximo a los museos fol- Imprenta Oficial, 1975.
de poder visibles e invisibles de la sas en los siglos XIX y xx fueron obteni-
industria del museo y el patrimonio das a expensas de las mujeres. Los sin-
siguen apoyando lo que hemos dado en dicatos masculinos impulsaron acti-
llamar “juguetes para niños”. Además, vamente la supresión general de los
mientras la mayor parte de los grandes salarios de las mujeres5. A menos que
museos declaran que son “empleadores haya exposiciones que aborden concre-
que practican la igualdad de oportuni- tamente el tema de uno y otro género,
dades,,, pocas veces las políticas de la historia del trabajo femenino no
contratación se manifiestan en la prác- hallará lugar en ellas.
tica. En los órganos administrativos
superiores de los museos de Australia iTrabajo de mujeres?
los hombres constituyen la aplastante
mayoría. Volviendo a un asunto anterior, otra
Por no haberse evaluado crítica- razón fundamental que explica la invi-
mente el equilibrio fundamental de sibilidad del trabajo de la mujer es que
nuestros museos, resulta difícil incor- todavía las mujeres y su trabajo no
porar la cultura femenina a estructuras están en el centro de nuestros progra-
tradicionales como las de los museos mas de investigación e interpretación.
tecnológicos y de artes aplicadas. El Muchas casas se han convertido histó-
concepto de progreso material que los ricamente en ejemplos de pericia pro-
anima no es compatible con el que a lo fesional; no se ha dado ninguna impor-
largo de sus vidas han experimentado tancia a la posibilidad de interpretar la
las mujeres. De una manera similar, los morada en términos de hogar ni a
principios que orientan el trabajo de explorar el trabajo de la mujer en la cul-
los expertos y las estructuras tradicio- tura familiar y doméstica. Quizá esta
nales que guían la compilación de las decisión refleje también algunas de las
historias de artesanía y arte aplicado profundas contradicciones inherentes
plantean problemas particulares para a las exposiciones públicas del espacio
ubicar e interpretar la artesanía feme- privado.
nina4. Aunque nuestra cultura museoló-
Existen en Australia numerosos gica oficial, financiada por los gobier-
museos históricos del hogar bien equi- nos, no reconoce aún a las mujeres y
pados pero que no logran evocar a las sus habilidades domésticas, otros foros
mujeres que vivieron allí ni el trabajo
que mantenía el hogar en funciona-
miento. Muchas razones explican la Margaret Anderson.

peculiar ausencia del trabajo dom‘
femenino en la mayor parte de la
sentaciones históricas del hogar.
difícil lograr que objetos sin pretens
nes comuniquen la complejidad del
trabajo de la mujer en el hogar. ?Cómo
dar una idea del recargo de tareas y de
las exigentes y contradictorias deman-
das que al respecto hacen las mujeres?
?Cómo representar el hogar como una
unidad productiva a los ojos de un
público moderno para el cual el hogar
es principalmente un lugar de con-
sumo?
Otra clave de la invisibilidad del
trabajo de la mujer reside en la natura-
leza de las tareas repetitivas y en la pro-
ducción de bienes que tienen una corta
“vida de anaquel”. Una existencia de
lavado y cocina no deja monumentos.
Por su parte, las trabajadoras tampoco
encuentran necesariamente lugar en
las exposiciones sobre los movimientos
sindicales. En Australia, como en otros
lugares, muchas de las concesiones que
los hombres obtuvieron de las empre-
La representación del hombre y la mljer en los museos: m a m2ca anstraliatia

y estructuras preservan esta cultura,


presentándola al público y transmi-
tiéndola a las nuevas generaciones.
Australia cuenta con una activa red de
asociaciones de artesanos, algunos de
los cuales mantienen sus propias colec-
ciones, realizan exposiciones, dan cla-
ses y publican boletines. Sin embargo, Uno de los pocos carteles que
pese a la vitalidad de estas alternativas subsisten (circa 1900), en el que el
dirigidas a mantener y comunicar la hombre y la mujer aparecen en
igualdad de condiciones. Sin embargo,
cultura doméstica femenina, no hay un las mujeres estaban limitadas a coser y
sustituto que haga equitativa la distri- terminar los trabajos, recibiendo una
bución de los recursos gubernamenta- remuneración que era menor.
les entre los museos, de acuerdo con el
I rango y la legitimidad que merece cada
uno, y que tenga presente la considera-
ble pericia que poseen en la labor de
’ conservar y guardar.
Para terminar con una nota más
optimista, los museos en Australia
comienzan a reevaluar sus prioridades.
Todavía no hay indicios de que se vaya
a producir la transformación radical
que pide la crítica feminista, pero ya se
han abierto las vías de investigación
que pueden conducir a esta reevalua-
ción. Los conservadores de museos y
los historiadors sociales comienzan a
contemplar de manera más crítica sus
colecciones, y en el próximo decenio se
producirá una expansión de los estu-
dios de la cultura material en un con-
texto cultural más amplio, “los objetos
como emisarios”, como ha dicho Asa
Brigs6; Todo indica que el género
como categoría de análisis será uno de
los núcleos de estos estudios y que la
imagen que nuestros museos presentan
de la sociedad y la mujer australiana se
modificarán profundamente.

4. Kylie Winkworth, “Ways of Seeing Women’s


Domestic Crafts”, Heart atrd Home: Womerr’s
Decoratice Arts and CraJs 1800-1330, Sydney,
Historic Houses Trust, 1988.
5. Raelene Frances, “Never Done but Always
DoneU)oum”, en V. Burgmann and J. Lee
(comp.), Making a Lge: A Peuple’s History @
Australia, Ringwood, Penguin, 1988.
6. Asa Briggs, Victo~atzThitgs, Londres,
Banford, 1988.
En la India, La diosa Kali, personificación de
la fuerza madre primordial.
Impresión sobre madera del siglo
X W I , Bengala.

nuevos caminos entre las arenas


Amita Ray
movedizas
iCarece de solucìón el conjicto que b q Mi estudio del lugar que ocupa la mujer ocupaban una posición elevada, e
entre la fanzìliay el trabajo, entre en los museos de la India comenzará incluso se les confiaba la composición
dìrz@r un bogary trabajar con una breve introducción al con- de los himnos védicos. Sin embargo,
profesìonalmente en un museo? Amita cepto de “mujer” en la historia india. los caminos del hombre y de la mujer
Me parece esencial, porque este con- se bifurcaron con el correr de los
Ray, diplomada de estudìos museoligicos cepto ha desempeñado un papel siglos, pasando ambos a ocupar un
y profesora de arqiveologa e bistorìa importante en la configuración de la espacio diferente. Curiosamente, con
antigzlay fnedìeval en la Unìversìdad de vida de las mujeres de nuestro país a cada transición el horizonte de la mujer
Calcuta, llega a a&una.s conclusìones a través de los tiempos. iba empequeñeciéndose, hasta el mo-
partir de s.u experìencìapersonal21 Si observamos las pautas de com- mento en que su posición fue ya clara-
plantea a&unos interrogantessobre el portamiento de la mujer india, vere- mente subalterna con respecto al hom-
nzundo museistìco de esta gran cìudad. mos que el origen de cada una de sus bre. La codificación final del orden
Dirección de la autora: expresiones proviene del absolutismo social en el dharma sartrar indio con-
normativo tradicional que va transmi- firmó de manera permanente la condi-
Departamento de Arqueología tiéndose de generación en generación. ción de la mujer como madre y esposa
Universidad de Calcuta Esto, a su vez, no sólo se refleja en su desde el punto de vista social y moral.
18/A, Ballygunge Station Road vida cotidiana, sino que además ha Surge entonces una pregunta: por
Apartamento 3 persistido durante siglos en casi todas qué los legisladores estimaron tan
Calcuta 700 019 (India). sus actividades. La mujer india ha in- necesaria esta codificación y tuvieron
teriorizado la tradición en un sentido que implantar tal sistema. :Fue debido
casi psicocultural. Así pues, cualquier a la obsesión del pueblo indio por ver
intento de entender las pautas domi- en la mujer primordialmente la madre,
nantes del papel de la mujer en la India, encerrándola así en un marco social
ya sea dentro de la estructura familiar predeterminado? De hecho, el con-
como en los lugares de trabajo del cepto de la fertilidad femenina ha sido
mundo exterior, sería prácticamente de extrema importancia en la India,
imposible sin referirse a su realidad in- hasta el punto de que se halla recogido
terior. en varias fórmulas rituales que vienen
Remontándonos en la historia com- repitiéndose desde el año 3500 A. c.,
Fotos cortesía de la autora probamos que en una época las mujeres aunque su forma ha ido variando de
En la India, titieuos camitios entre las arenas movediw 153

acuerdo con la ideología sociocultural Arte y Arqueología de Birla. Esta


dominante. última, de origen relativamente
Las abundantes esculturas que ador- reciente, es de carácter privado y su
nan los edificios religiosos, en forma dirección corre a cargo de un consor-
de múltiples figuras femeninas que se cio industrial del mismo nombre.
presentan en diferentes posturas que Los archivos de los museos de Calcuta
ilustran el amor sensual y sus delicias, no proporcionan ninguna información
reflejan indudablemente un relaja- sobre la participación de la mujer en las
miento moral de la sociedad india des- actividades museísticas antes de 1950.
pués de los siglos VI y VII D. c. En este Por otra parte, en 1961 se introdujo la
punto, los reformistas sociales reaccio- museología como asignatura de poi-
naron creando dos papeles para la grado en la Universidad de Calcuta, lo
mujer, el “espejo de virtudes” y la que significa que no escasean las muje-
“mujer libre”, lo que venía a confirmar res con preparación adecuada en el
que la mujer estaba relegada a las posi- campo de la museología. Vemos, sin
ciones secundarias. Con este sistema, la embargo, que aún hoy la plantilla de
autoridad del varón se proyectaba personal de los tres museos nacionales
hacia el mundo exterior, mientras la de Calcuta, el Museo Indio, el Victoria
mujer ejercía en el hogar la autoridad Memorial y el Museo Tecnológico de
suprema. Por sorprendente que Birla está compuesta en su mayor parte
parezca, aún mantenemos esta anti- de hombres. Se observa pues una con-
cuada ideología sociocultural en la tradicción flagrante entre las reformas
última mitad del siglo xx.Hay algunas constitucionales promulgadas por el Amita Ray
mujeres que luchan por abrirse un Gobierno para promover la condición
camino a través de estas arenas move- jurídica, social y económica de la mujer
dizas, pero no es lo corriente. Aún la (muchas mujeres ocupan puestos
mayoría se deja guiar por ideas retróga- importantes, incluso en el nivel en que
das. No es posible, pues, considerar las se determinan las políticas) y la situa-
actividades de las mujeres indias, ni ción real a este respecto.
siquiera las profesionales, prescin- Por ejemplo, si nos guiamos por las
diendo del contesto histórico y del estadísticas del Museo Indio, donde
entorno sociocultural al que pertene- trabaja el mayor número de mujeres,
cen. veremos que éstas constituyen un 9%
de la plantilla total. Y llama la aten-
Ninguna información ción que todas ellas, excepto dos, no
previa a 19JO ocupen sino puestos de nivel medio
bajo o inferior; su papel en el Museo,
Calcuta, centro del renacimiento pues, es de segundo orden.
indio, no sólo ha tenido el privilegio de Pero no es sólo el número de mujeres
contar con el mayor número de muje- en plantilla lo que importa. En el curso
res instruidas sino que fue en esta ciu- de mis entrevistas pude comprobar que
dad, además, que en 1814 abrió sus las libertades económicas y de otro
puertas el primer museo que se fundó tipo, que gozan las profesionales de los Conservación de los manuscritos.
en la India. Sin embargo, hasta 1949
este museo no fue más que un depósito
de antieedades y se le conocía común-
mente como el Awb ghar o “lugar de
los objetos extraños”. A partir de 1950,
el renovado interés por el patrimonio
histórico del país recientemente inde-
pendizado dio un nuevo impulso al
museo. Desde entonces se han fundado
en Calcuta unos cincuenta museos
especializados en ciencia, tecnología y
humanidades.
De esta extensa red he seleccionado
cuatro importantes instituciones para
mis observaciones iff situ, a saber: el
Museo Indio (de carácter multidiscipli-
nario), el Victoria Memorial (dedicado
a los siglos XVII,XVIII y XIX),el Museo
Tecnológico de Birla y la Academia de
Amita Ray

seos, ya que sus funciones son impreci-


sas y están fragmentadas.

Las nuevas profesìonaZes


El segundo grupo, que va emergiendo
poco a poco, intenta superar las restric-
ciones sociales, es fiel a su profesión y
va redefiniendo sus funciones en una
situación de mayores posibilidades.
Estas mujeres capacitadas, tenaces, tra-
bajadoras y bien preparadas se han
insertado en un espacio propio y lo han
definido como auténticas profesiona-
les. Están creando un nuevo patrimo-
nio porque no se contentan con ser
simplemente las herederas del patri-
monio existente. Se sienten muy iden-
tificadas con el lugar de trabajo y tratan
de afirmar una identidad humana supe-
rando la fragmentación biosocial entre
los dos sexos. Participan activamente
en algunos programas, como los de
educación, investigación científica,
documentación, exposiciones, conser-
vación, preservación y almacena-
miento. Ya no asumen implícitamente
la identidad simbólica de la feminidad,
sino que, por el contrario, mantienen
un extraordinario equilibrio entre los
dos entornos, el de la familia y el del
lugar de trabajo. En el Departamento
de Educación del Museo Indio, admi-
nistrado principalmente por mujeres,
aunque el director es un hombre, lle-
van a cabo un trabajo excelente, tanto
en los cursos de formación como en el
La diosa Madre, figurilla de barro, de los museos, no han ocasionado nin- programa de conferencias. La contri-
3500 A. c., Moenjodaro. gún cambio importante en el estilo de bución de este nuevo grupo de mujeres
vida de la mujer en general. Pero eso profesionales a las actividades de cata-
no es todo. Actualmente está apare- logación y documentación de antigiie-
ciendo un nuevo tipo de mujer, carac- dades en el Museo Indio es fundamen-
terizada por una mayor participación y tal.
compromiso personal. A este respecto, otra institución
De hecho, mis datos me permitie- importante es la Academia de Artes y
ron clasificar al personal femenino de Arqueología de Birla. He aquí un mu-
los museos en dos grupos: el primero, seo de cuya dirección y conservación se
que por desgracia constituye aún la encargan exclusivamente las mujeres.
mayoría, comparte los valores tradicio- Sus actividades son prueba de la efi-
nales y considera que el lugar de la ciencia con que se administra este Mu-
mujer está en el hogar, y que el poder y seo, en donde incluso el trabajo de los
la autoridad son coto reservado a los voluntarios se lleva a cabo de manera
varones. Es curioso observar que esta bastante satisfactoria. Observando la
actitud inspira su actuación, incluso en calidad de su trabajo, resulta evidente
las instituciones en las que trabajan. que la capacidad de administrar eficaz-
Para ellas, el trabajo no es más que un mente un hogar, que todas estas muje-
medio de ayudar a sus familias, y la res poseen de manera natural, las ayuda
imagen del hogar permanece siempre también a dirigir con eficacia su Mu-
presente en el lugar de trabajo. Huelga seo. m
decir que este concepto de la vida las
mantiene alejadas de las principales
actividades profesionales de los mu-

!:
URSS: tres retratos
Muchos museos en todo el mtndo estáti Irina Pantykina
dingìdospor mujeres. iCómo han llegado
a “la cumbre”? Y una vez en ese puesto,
iqué haceny c ó m se dese?@ef7an?
iDingen s14s maseos de una manera En la Unión Soviética, la mayor parte sumamente complejo y dinámico que
espec$camen f e ‘Yemeha’’ o de m a del personal de los museos está inte- exige numerosas funciones diferentes.
manera más masculina que la de los grado por mujeres. También hay Sin embargo, existen directores, y tam-
propios hombres qzje las rodean? De los muchas mujeres en el personal cientí- bién directoras, que no se limitan a
retratos de las tres directoras de mueos fico (conservadores, funcionarios de cumplir sus tareas habituales y adoptan
soviéticos que se presentan en este artículo las secciones de documentación, edu- nuevas formas de trabajo, elaborando
cación, etc.) y constituyen una buena programas innovadores, ocupándose
se desprende que fal vez no sean ésta las parte del personal de restauradores. de ampliar la capacidad del museo con
útzicasprgunta que hay quefomular. Prácticamente todos los empleados de nuevos edificios y pabellones, abriendo
L a autora ha trabajado et1 el Museo los servicios generales son mujeres. En filiales de importancia y creando
Pushfin de Bellas Artes de Moscúy ha los equipos directivos hay mujeres en incluso nuevos museos.
sido secretaria general del Comité los cargos de directora, directora Examinaremos de cerca las activi-
Nacional Soviético del ICOM. Desde adjunta para trabajos científicos y jefa dades que realizan tres directoras de
1982 es redacfora de la edición en ruso de departamento de conservación. museos moscovitas que responden a
de Mzisemz. Esto sucede en museos de todas las estas características.
dimensiones (grandes, medianos y
Dirección de la autora: pequeños), categorías (nacionales, k ‘ n a Antonova
Edición rusa de Mzisetlllt republicanos y locales) y especialidades
Publicaciones periódicas de la (artísticos, históricos, literarios, regio- Irina Antonova figura por derecho
Unesco nales, etc.). propio entre los museólogos más
Progress Publishing House $‘or qué la mayor parte del perso- famosos y apreciados del mundo. En
P.O. Box 114 nal de los museos soviéticos está en 1945, después de graduarse en el De-
manos de mujeres? Una de las razones partamento de Teoría e Historia del
es que reciben sueldos bajos. Es natural Arte de la Universidad Estatal de
que un hombre, que debe mantener a Moscú M. Lomonosov, comenzó a tra-
una familia, prefiera trabajar en un ins- bajar como conservadora en el Museo
tituto de investigaciones científicas o Pushkin de Bellas Artes, donde se vol-
enseñar en una universidad donde los vió rápidamente una de las colabora-
sueldos son más atractivos (sobre todo doras científicas más destacadas en su
para los titulares de un diploma acadt- calidad de especialista de la pintura
mico). renacentista italiana. En 1961fue nom-
Además, cosa que me parece suma- brada directora del Museo.
mente importante, gran parte del per- Después del Museo del Ermitage,
sonal de los museos se ocupa en forma en Leningrado, uno de los pocos mu-
permanente de colecciones y objetos seos colosales que existen en el mundo,
que han de mantenerse en orden, es de- el Museo Pushkin de Bellas Artes es
cir, que deben ser catalogados, preser- el más importante del país por su co-
vados y, llegado el caso, sometidos a las lección de arte europeo occidental,
técnicas de conservación y restaura- colección en la que figuran no pocas
ción, tareas más apropiadas para la obras maestras. Pero si ha llegado a
mujer porque siempre ha sido ama de tener fama mundial, ello se debe sobre
casa y administradora del hogar. todo a las actividades que en él se lle-
Los empleados de los museos tienen van a cabo y, más que nada, a las expo-
la gran responsabilidad de conservar siciones.
las colecciones. Para un director de Hoy en día, muchas instituciones
museo no es una tarea fácil, pues se culturales de Moscú organizan exposi-
trata de administrar un organismo ciones de arte extranjero, pero durante
en las que no sólo participan los fun-
cionarios del Museo sino también
especialistas de otras organizaciones de
Moscú y de diversas ciudades del país y
del extranjero.
Hace diez años se iniciaron en el
Museo las Veladas de Diciembre,
ciclos de conciertos y conferencias lite-
rarias que guardan relación con la
exposición que se presenta en ese
momento. En estas veladas se exponen
obras de museos de nuestro país y de
otras naciones; en los conciertos, ade-
más de los ejecutantes soviéticos, parti-
cipan artistas extranjeros. Los iniciado-
res de las Veladas de Diciembre fueron
Irina Antonova y Sviatoslav Richter.
Sería injusto no señalar que a partir
de los años sesenta se realizaron en el
Museo importantes obras de construc-
ción y restauración. Se efectuó, por
ejemplo, la reparación de los techos,
reemplazando y consolidando las
estructuras metálicas (el edificio data
de 1912). Además, para instalar en
forma permanente colecciones cada
vez mayores y permitir una actividad
cada vez más intensa, el Museo necesi-
taba nuevos locales. En los años
setenta el Museo consiguió ser trasla-
dado a su propio recinto, una residen-
cia privada del siglo XIX situada a poca
distancia y en la que, después de
importantes obras de reconstrucción y
restauración, se instaló el Departa-
mento de Arte Gráfico. Se anexionó
Irina Antonova muestra el Museo a mucho tiempo el Museo Pushkin de también la iglesia de San Antipas, de
Marc Chagall, 1973 Bellas Artes fue el Único centro en el los siglos XVI y XVII,que hubo de ser
que podían verse obras artísticas de restaurada y parcialmente recons-
otros países. Este niIuseo presentaba al truida. En la actualidad se procede al
público las obras maestras del arte reacondicionamiento de un edificio
mundial procedentes de museos de vecino, que al parecer va a convertirse
Francia, los Estados Unidos, Italia, la en una nueva sección del Museo, de-
República Democrática Alemana, el dicada a las colecciones particulares.
Reino Unido, México, Egipto y Pero esto no es todo. Se ha acordado
muchos otros países. Al mismo transferir al Museo de Bellas Artes una
tiempo, en los museos extranjeros se manzana vecina, que cuenta con edifi-
exhibían algunas obras del Museo cios de distintas épocas. Después de su
Pushkin de Bellas Artes. En estos in- reconstrucción, y de la construcción de
tercambios fue decisiva la intervención un nuevo edificio para albergar parte
de Irina Antonova, que se ocupó acti- de las exposiciones, se erigirá una
vamente de organizar y efectuar las pequeña ciudadela museo con un cen-
exposiciones. tro dedicado a los niños, un almacén,
El niIuseo lleva a cabo una intensa tiendas de anti@edades, un café y
actividad científica que no se limita a varios restaurantes. Se estima que las
satisfacer meramente las necesidades obras no concluirán antes del año
del personal, sino que se destina al 2000, pero la primera piedra de la
público en general, y actúa así como futura ciudadela museo la puso Irina
institución científica y cultural. Desde Antonova.
hace más de veinte años se celebran No debemos olvidar que Irina
anualmente en el museo las Conferen- Antonova fue durante muchos años
cias de Vipper, conferencias científicas directora del Comité Nacional Sovié-
En la Ldia, nuevos caniìtios enfre las arenas mouedìw 157

tic0 del ICOM, habiendo sido también rán exposiciones de la literatura rusa de trabajo museológico, la constancia de
vicepresidenta de esa organización. comienzos del siglo xx. También se sus investigaciones, los esfuerzos por
Gracias a su infatigable actividad, Irina acondicionarán los museos de M.Bul- superar las dificultades y la búsqueda
Antonova ha contribuido en gran gakov y de A. Griboyedov. de innovaciones. Pero no son las úni-
medida a desarrollar las relaciones in- Natalia Shajalova trabaja intensa- cas.,Muchas otras directoras de museos
ternacionales de los museos soviéticos mente en el Comité Internacional de también pueden ser calificadas de
y a mejorar el entendimiento entre los Museos de Literatura del ICOM y en el auténticas innovadoras.
pueblos. Comité Soviético de esta organización,
donde preside la sección de museos
NutuZìu ShujuZovu literarios.

Tras haber terminado sus estudios en el GuZìna Kropìunìtskuyu


Instituto Pedagógico Estatal Lenin de
Moscú, Natalia Shajalova enseñó lite- Luego de haber cursado estudios de
ratura durante algunos años en una filología, Galina Kropivnitskaya em-
escuela. Desde 1962 viene trabajando pezó a trabajar como profesora de lite-
en el Museo Estatal de Literatura, pri- ratura y se trasladó en 1958 al Museo
mero como jefa del Departamento de Estatal Pushkin de Moscú, que en ese
Literatura Soviética, más tarde como entonces se estaba organizando. Allí se
directora adjunta de actividades cientí- dedicó a estudiar bellas artes y efectuó
ficas y, desde 1972, como directora. los primeros análisis para determinar
El destino quiso que el Museo de la paternidad de ciertas obras. En el
I
Literatura más importante del país se Museo también trabajaba F. Vish-
: encontrara en un edificio que no res- nevski, famoso coleccionista de Moscú
pondía a sus necesidades. Sin embargo, y gran autoridad en arte. Habiendo de-
el director del Museo no perdió la espe- cidido crear un nuevo museo con sus
ranza de construir, o de lograr la adju- colecciones, Vishnevski contrató a
dicación de un edificio de gran tamaño Galina Kropivnitskaya para que cola-
en el que se pudiera concentrar la borara con él, pues supo apreciar su
mayor parte de las colecciones, disper- vasta erudición, sus conocimientos de
sas en diversos locales de distintos arte y su talento como organizadora.
barrios de Moscú, y de organizar una En 1971, en la planta baja de la casa de
exposición que representara la evolu- Vishnevski se inauguró un museo de-
ción de la literatura a lo largo de los dicado a V. Tropinin y a otros artistas
siglos. moscovitas de su época.
El Museo de Literatura tiene una En el momento de su creación, el
particularidad: cuenta con muchas Museo contaba con doscientos objetos
filiales, sobre todo con las casas museos y hoy cuenta con dos mil quinientos.
en que vivieron algunos escritores. En 1975, el Museo consiguió que se le
Cuando Natalia Shajalova comenzó a anexara una casa vecina en la que fue
trabajar en el Museo, las filiales eran posible organizar, una vez recons-
dos: el Museo Dostoievsky y el Museo truida, diversas actividades. Tras el
Chejov. Desde entonces se han inaugu- fallecimiento de Vishnevski en 1978,
rado las casas museos de Herzen, Ler- se sumó al Museo la planta baja de su
montov, Lunacharsky y Pasternak, casa. En la actualidad, el Museo trata
más el Museo de Prishvin en la aldea de obtener la adjudicación de una
de Dunino cerca de Moscú y otros. pequeña hacienda con la vivienda
La creación de cada filial exigió un correspondiente, situadas no muy lejos,
trabajo enorme. Era necesario conse- que podrían utilizarse como depósito y
guir el traslado de la casa al Museo de sala de exhibición.
Literatura y proceder a su reconstruc- Pese a que la complejidad de sus ta-
ción y restauración (los edificios solían reas como directora del Museo no le
hallarse en pésimas condiciones). Al deja casi tiempo libre, Galina Kropiv-
mismo tiempo se realizaba la labor de nitskaya continúa dedicada a sus activi-
búsqueda de los objetos que debían dades científicas y sobre todo al análisis
exponerse y de soluciones innovadoras de la paternidad de las obras de arte.
en materia de exposiciones.
Actualmente se está restaurando la Estas tres mujeres presiden museos
casa donde vivió V. Briusov. En la muy diferentes entre sí. Cada una de
planta baja se abrirán al público las ellas tiene una personalidad muy mar-
habitaciones donde vivió el poeta. En cada, pero las tres se destacan por su
el primero y segundo pisos se presenta- gran profesionalismo y dedicación al
UNA EXPOSlClÓN EN BERLíN
Con motivo del centenario del Museo Etnográfico de Berlín,
celebrado en 1989, se organizó una exposición titulada L a
indumentaria, eutre ìa fradicìóny la moda, en la que no se
omitieron ciertos aspectos deplorables correspondientes a la
historia alemana de la primera mitad de este siglo. He aquí
algunos ejemplos.
@

El nazismo: el ideal de la patria ...

... y la realidad los judíos estaban


obligados a llevar la Estrella de David.

Fotos:
Heinz Heüschkcl Trabajadores de la industria textil a
(cortesía de
Sigfrid Jacobeit) comienzos de siglo.

c
c
O
4
cCómo se representa
a la mujeres en los museos
de historia británicos?

Gaby Porter

Las mujeres, el patrimonio y Los museos tratan de dar un signifi-


Aprendemos a leer los textos escritos
los museos pero por lo general no asìmìlamos, de cado a los objetos, tarea que realizan a
manera sìstemítìca, los p&cipìos básìcos través de la presencia y de la ausencia,
Esta asociación fue fundada en 1894 en de la localización y la relación. Los
el Reino Unido y reúne a todas las de nzedìos de conzmicacìón conservadores e intérpretes ejercen
mujeres y los hombres que deseen: potencìal~zentem í s poderosos como son la
Promover una imagen positiva de la activamente esta facultad de dar sen-
mujer a través del acopio de los televisìón, el ciney los ~~zztseos.
Gab tido a las colecciones mediante la
museos, de sus exposiciones y Porter, ex consemadora del Museo reclasificación, las exhibiciones temáti-
actividades. Nakonal de Fotograja, Ciney cas y las nuevas exposiciones. Los sig-
Fomentar una buena formación en Televisìón del Reìno Unido (organìsmo nificados por los que optan despues de
los museos a través de seminarios de trabajarlos en privado, son representa-
preparación, listas de recursos, etc., en que suminìstró ìnjormacìón para este
dos en exhibiciones públicas y tenidos
relación con la contribución de la artículo), miembro fundador de Women,
por auténticos. “Así es como fue”.’Tal
mujer a la sociedad. Heritage and Museums (LVHAA!l!)y y como ocurre en los medios de comu-
Divulgar la noción de museo como organìkadora de las reuniones del Grupo
lugar donde el patrimonio de las nicación, los mensajes de estos museos
mujeres puede ser estudiado y de Trabajo por la kualdad de son difundidos con la voz de una auto-
disfrutado. Oportunìdades de la Asociación de ridad anónima que excluye cualquier
Proporcionar una tribuna más ampli: Museos del Reìno Unido, trabaja en el alternativa distinta a la de la afirma-
para intercambiar ideas y compartir Mme0 de Cìencìas e Industria de ción o la aceptación’.
informaciones sobre el patrimonio de Algunos críticos conservadores han
la mujer. Mandester. Sin dgda, los mensajes que
discutido la veracidad de estas repre-
Luchar por la igualdad laboral en los descifra no son sìempre intencionados sentaciones en los museos, demos-
museos y sectores afines a través de pero a stl juìcio exziten sìempre. trando que, al visitar, observar o hablar
cambios en las condiciones de trabajo. L a autora desea agradecer a los desde el punto de vista de los grupos
Iniciar debates y responder a
mìeflbros de Women, Hecitage and subordinados o marginados2 como son
c
m cuestiones pertinentes a través de la el sexo, la clase, la raza o la inclinación
9 prensa y organizaciones profesionales. Museum por baber propuesto su nombre
2 Combatir el racismo y la para este nimero de Museum. sexual, esa voz anónima y autoritaria lo
6
!-ï
discriminación por motivos de Dirección de la autora:
3 incapacidad, edad o sexo, puesto que
Museum of Science and Industry
x estas cuestiones afectan a las mujeres,
Liverpool Road Station 1. A. Sekula, “On the invention of
2
v
ya sea como trabajadoras de los museos photographic meaning”, en V. Burgin (comp.),
ya como usuarias o mujeres Liverpool Road Think& Photograp& p. 85, Londres, hlacmillan,
5
representadas por los museos. 4 Castlefield, Manchester, M3 4JP 1982.
hd Los lectores de Mtrsezm interesados en
(Reino Unido).
2. El ejemplo de discriminacion más evidente
se encuentra en la Galería Nacional de Retratos.
‘8
3 el tema pueden dirigirse a:
Ms Margaret Brooks
WHAM!
En los retratos de personajes masculinos o
femeninos, o de personajes blancos J negros, sólo
se da el nombre de los personajes masculinos o
2 Keeper of Sound Recordings blancos. Según Rachel Hasted, 10s otros modeIos
2 Imperial War Museum “se convierten en individuos despersonalizados
cuya existencia se puede ignorar”. Véase H. R.,
5 Lambeth Rd “Whose history? Racism and censorship”,Social
9 Londres SE1 6HZ (Reino Unido) History Curaton Gmi@Joiimal, N.” 15, 1988, p. 19.
160 Gab Porter

hace sólo desde un punto de vista rela- en la separación entre el espacio oculto
tivo. El conocimiento se enfoca con del museo, que es donde se produce y
los criterios del hombre occidental organiza el conocimiento, y los espa-
blanco y burgués. cios públicos, que es donde se contem-
A mi parecer, los papeles atribuidos pla ese conocimiento5. Las exhibicio-
al sexo son clave en el proceso de la nes interactivas y las experiencias
creación de significado en los museos. participativas permiten a la gente jugar
La representación de la femineidad sobre la st/pe$cie de la historia; los mu-
sirve para reforzar y confirmar la histo- seos establecen las reglas y los papeles
ria principal, que es la del progreso y el del juego. El experto, el conservador o
éxito masculinos. La masculinidad y la el intérprete convierten la historia en
femineidad se construyen sobre refe- algo limitado, con un final feliz.
rencias opuestas: el trabajo y la casa, el
trabajo productivo y los pasatiempos, SimboZos duraderos y
la actividad y la pasividad, la cultura drganos perecederos
y la naturaleza, en los que la mujer es
la parte subordinada. En el Reino Uni- En la división institucional de los mu-
do, sobre todo durante las tres últi- seos y en la elección de los objetos, el
mas décadas, numerosos museos han personal del museo desempeña un
creado un ambiente informal con múl- papel muy importante. Los museos del
tiples oportunidades de diversión y Reino Unido se dividen en tecnológi-
educación. Algunos se han trasladado cos, industriales y de ciencias sociales.
de edificios monumentales a otros más Además existen otros museos creados
accesibles y acogedores, que servían en torno a temas singulares o diferen-
antes para otros fines3. Estos museos tes: los museos del diseño, de la seda,
ofrecen a sus visitantes una historia de la historia marítima y de la imagen
muy próxima a la suya propia. Los mu- en movimiento.
seos más visitados y que han crecido En la elección de la “identidad” de
con mayor rapidez son los industriales, un museo, y dentro de cada uno de
los tecnológicos, los de ciencias socia- ellos, la producción industrial se sitúa
les y los de transporte4. En un por encima de las industrias de servicio
ambiente logrado, estos nuevos museos y de los usos domésticos debido a su
ofrecen una autenticidad cada vez carácter espectacular, distintivo, y por-
mayor en el plano de la experiencia. que se ajusta más a un contexto his-
En muchos de ellos, los objetos se con- tórico y narrativo. Se valoran más una
fían en las tradicionales vitrinas pero serie de papeles, aquellos próximos a
de tamaño más reducido, o permane- los procesos de producción más impor-
cen almacenados, a medida que los tantes. Sin embargo, la mujer queda
museos introducen a su público en un prácticamente al margen de estos pape-
ambiente más aventurero y experimen- les y de su representación. Las iden-
tal. Esto ocurre tanto en los museos de tidades, historias y utensilios seleccio-
historia como en los de ciencia y tec- nados, son a la vez ejemplares y
no1ogí a. distintivos, técnica, cultural y geográfi-
Por ejemplo, en el museo de Jorvik, camente hablando. Desde el punto de
en York, se traslada a los visitantes al vista histórico, se asocia a los hombres
pasado mediante una serie de montajes. que fueron quienes crearon las institu-
El recorrido continúa a través del pro- ciones e inventaron, produjeron, ela-
ceso arqueológico, mostrando las exca- boraron y reunieron estos objetos6.
vaciones, los laboratorios, los almace- Existe un gran número de pequeños
nes (reconstruidos), y finaliza (jfrente museos de historia repletos de obje-
a la tienda!) con una serie de vitrinas tos relacionados con la mujer. Sin
que contienen hallazgos arqueológicos embargo, estos objetos se inclinan
expuestos en estantes planos. El interés hacia el lado opuesto: no son excepcio-
estriba en recorrer un pasado imagi- nales, están hechos a mano y son
nado; las vitrinas con sus objetos están manuales, son familiares. A estos obje-
allí para grabar este viaje en la imagina- tos no se les da el mismo poder simbó-
ción con algunas realidades materiales lico o la misma distinción. Cuando se
y auténticas. exhiben, sin embargo, se representan
Pero, <a qué tipo de exploración se efectivamente dentro de un contexto
puede acceder y quién tiene acceso a peculiar: los objetos y la cultura de las
ella? Tanto los museos tradicionales mujeres no “hablan por sí mismos”,
como los más recientes están basados sino que hay que hablar de ellos. Así,
@vo se represeuta a la mujeres en los mnseos de histooria hìtátiicos? 161

en los museos de industria y artesanía, con las zapatillas calentándose junto al


lo que más predomina es la actividad. hogar y, como diría el hombre de la
Las fábricas y talleres se presentan casa que sale a ganarse el pan, espe-
sucios, abarrotados, rebosantes de rando su regreso. No se muestra, en
herramientas y retales, virutas y serrín. absoluto, el equivalente doméstico de
El museo está lleno de ruidos, hedor y la exposición de un taller de trabajo,
agitación. Los paneles gráficos o las con una labor a medias y la habitación
exhibiciones audiovisuales explican la desbordante de actividad (limpieza de
secuencia del trabajo y las herramientas la chimenea, acarreo del carbón, lim-
utilizadas en cada tarea. Cada exhibi- pieza primaveral). El texto explicativo
ción sigue un orden establecido según de este salón alude directamente a la
los procedimientos y productos de mujer como autora de un trabajo de-
todo el rubro o de un sector concreto. corativo como la costura, si bien
Así, la fábrica se presenta como parte evoca, aunque sólo indirectamente, a
de una cadena dinámica. Los textos otras mujeres realizando las faenas do-
explicativos celebran y aclaman la mésticas.
habilidad, el dominio, el orgullo y el La cocina Moorland está situada
éxito. Desde el punto de vista visual, frente al salón de este mismo Museo y Hacer la colada en el lavadero de la
material y lingüístico, los trabajadores representa la sala de estar de una fami- vecindad es sin lugar a dudas un
son productores. Incluso se invita a lia trabajadora del mismo siglo. Aquí, “trabajo”.Hacerlo hoy en día en las
conocerlos mejor mediante una alusión los utensilios y herramientas de trabajo lavanderías automáticas también lo es.

a sus nombres y apellidos y a sus histo- están dispuestos para ser contemplados
rias personales, por ejemplo las de y no para trabajar. Una vez más, el

aquellos que trabajaron en los antiguos texto explicativo refleja las tareas
talleres, o los que trabajan actualmente domésticas utilizando frases imperso-
en los talleres del museo como artesa- nales en voz pasiva: “La chimenea
nos y demostradores. había sido encendida”, “El pan había
Por otro lado, en los museos domés- sido horneado”. A los “ocupantesyyde
ticos y del hogar, las características este tipo de salas no se les nombra, per-
predominantes son la inmovilidad, el manecen en el anonimato, se habla de
silencio, la limpieza y la pulcritud. Hay ellos generalizando: “Una familia aco-
una ausencia total de trabajo. modada de clase media” o “unos vera-
Los primeros decorados en los mu- neantes”. En todas las demás salas que
seos de ciencias sociales británicos, que reflejan una época, los estilos decorati-
reflejaban una época, consistían en vos y los creadores del mobiliario son
salas de recepción como los salones y los sujetos activos de las frases que
los comedores. Las cocinas sólo se componen el texto’.
escogían como escenario en las exhibi- Más recientemente, los museos han
ciones de casas de campo. Aunque últi- abordado el tema del trabajo en el
mamente se ha producido un cambio hogar con exposiciones de aparatos
de orientación y se ha pasado de estas domésticos. Ejemplo de ello son las
salas de recepción a las cocinas y lavan- galerías de estos aparatos en este
derías, el trabajo sigue estando ausente, mismo Museo (1985), en el Museo de
lo que en parte se debe a la propia natu- Ciencias de Londres8 y en muchos 3. Por ejemplo, el Greater Manchester Museum
of Science and Industry ocupa la antigua estación
raleza del trabajo doméstico, que sólo otros museos. A través de estas exposi- de Liverpool Road y las dependencias anexas. Sin
se percibe cuando se deja de hacer. Sin ciones, se dota de un contexto histó- embargo, el Museo Textil de Helmshore,
embargo, los métodos y decisiones que rico a un área que de otra manera se Lancashire, ha sido instalado en un viejo molino.
4. Mmeum UK: The Fittditxs offhe Mi,serlm
adoptan los conservadores de los mu- consideraría como “sin historia”. El Database Pmjert, p. 26, Londres, Asociación de
seos contribuyen también a eliminarlo. trabajo doméstico se presenta como Museos, 1987; Ciiltrrul Tretzis, N.”4,Londres,
una serie de logros tecnológicos que Policy Studies Institute, 1989.
5. E. Hooper-Greenhill, “The museum in the
El hogar estático contra la contribuyen a disminuirlo o supri- disciplinary society”, en S. Pearce (comp.), Musewn
mirlo, “liberando” así al ama de casa. Stildies b MaferialCtlllr/te, Leicester, Leicester
entidad dinámica University Press, 1989.
La idea es la de suministro, no la de 6. Para un comentario más completo, véase G.
El salón estilo victoriano del Museo de uso. Las exposiciones están llenas de Porter, “Gender Bias Representations of Work in
Castle en York fue el modelo utilizado colorido, de luz, y son modernas. Las History Museums”, Bias in Mwetim, Museum
ProfessionalsGroup Transactions, N.”22, 1987,
por muchos otros museos en la presen- máquinas y las técnicas se exponen en p. 11-15.
tación de salones (por ejemplo en el del pedestales y estantes, limpias y silen- 7. Por ejemplo, la sala de estar de los años
Abbey House Museum de Leeds). En ciosas, respaldadas por atractivas ilus- cincu enta.
8. Para un comentario más detenido sobre estas
todos ellos, se evita siempre toda refe- traciones tomadas de la publicidad exposiciones, vtase G. Porter, “Putting your
rencia visual o material a cualquier tra- contemporánea. El mensaje que trans- House in Order: Women and Domesticity in
Museums”, en R. Lumley (comp.), The Miiseiim
bajo manual y pesado. El salón del Mu- miten es que estos productos liberan de Time-Machim, Londres, ComediaAtoutledge, 1988,
seo de York aparece limpio, ordenado, las faenas domésticas, que realizan el p. 11-15.
162 G a b Porter

trabajo ellos solos y dejan al ama de Los conservadores de estos museos han
casa inactiva, haciéndola innecesaria9. modificado su actitud orientándola
Los nombres y verbos que denotan una hacia la escucha, la movilización y la
actividad en los textos explicativos son autorización a grupos ajenos al museo
los de las máquinas, los inventores, o el para que utilicen sus recursos con el
progreso mismo. fin de hacer declaraciones firmadas.
En los museos, las exposiciones Estos proyectos contradicen cual-
sobre el hogar se encuentran lejos del quier pretensión de verdad objetiva,
núcleo principal de las exposiciones presentada sin esfuerzo y que se ha de
históricas. Del mismo modo, el hogar disfrutar pasivamente. Los participan-
aparece como algo aislado del mundo. tes hablan con voces diferentes; por
Las habitaciones que se exhiben están ejemplo, desde el punto de vista de la
separadas de su contexto en relación mujer. Mediante la creación de imáge-
con la vivienda, la calle y el vecindario, nes, escenarios, montajes y maniquíes,
y no se tienen en cuenta ni el número se expone el esfuerzo invertido en la
de miembros de la familia ni el empleo “creación77de estas exposiciones y
y el desempleo. Los textos no aluden a representaciones. Esto no tiene la fina-
los quehaceres del hogar como un tra- lidad de revelar el proceso técnico que
bajo y todo lo que éste conlleva: sala- se emplea, sino los resultados ideológi-
rios, normas de trabajo y peligros. cos sobre el significado. Se crean rela-
Tampoco atienden a la división del ciones nuevas entre las personas que
trabajo por sexos o generaciones. En trabajan en los museos y las que están
York, el tiempo que según se supone fuera. También se atrae a un público
dejan libre las máquinas es redistri- nuevo y se propicia un comporta-
buido dentro del hogar en los denomi- miento diferente entre los visitantes,
nados “entretenimientos caseros”. Se favoreciendo los comentarios, el de-
niega así la existencia de otras ocupa- bate y la participación.
ciones, como son los trabajos caseros
o las compras, que son las que crean
el lazo de unión entre el hogar y el
mundo exterior. El hogar no se pre-
senta como una entidad dinámica, sino
como algo estático.

&Un cambio de enfoque?


Estos breves ejemplos muestran cómo
se mantiene a la mujer en una relación
de subordinación con respecto al hom-
bre, en representaciones que son el
fruto de prácticas, supuestos y expecta-
tivas comunes. Así pues, los museos no
pueden modificarse por el mero hecho
de agregar a las colecciones y exposi-
ciones ya existentes la historia y la cul-
tura de la mujer, o de otros grupos con-
siderados como inferiores. El cambio
radica más bien en redefinir las prácti-
cas y las creencias del personal que tra-
baja en los museos y de quienes los visi-
tan.
El personal de varios museos ha
realizado últimamente algunos proyec-
tos que transforman las relaciones
entre las exposiciones, sus organizado- 9. El mismo tirmino “aparato”distancia a los
objetos de cualquier asociación con el trabajo.
res y el público. Entre ellos figuran Tirminos como herramientas o utensilios serían
museos como el de la Comunidad de más precisos.
10. A. Robinson y M.Toobey, “Reflections to
Springburn, en Glasgow, y el People’s the Future”, iVfwems Jownal, Vol. 89, N.” 7, 1989,
Story, en Edimburgo, e iniciativas p. 27-29; A. Robinson, “Souvenirs”, FAN: Femimsst
como las de la comunidad de Sheffield Arts News, Vol. 3, N.” 2,1989, p. 10-11; S. Jones y
S. Pay, “The Legacy of Eve”, en Gathercole y
y las que se llevan a cabo en Southamp- Lowenthal (comp.), The PoLtics ofthe Part, Londres,
tom sobre educación y arqueologíalo. Hyman Unwin.
Nigeria:
Ahuyentando La Reina Eson
N’Erie, primera
esposa del Oba de
una presencia Benin y máxima
autoridad del
harén, ataviada

fantasmal con todas las galas


reales (1989).

A través de tres exposìcìones, el presente El arte cortesano de Benin, en Nigeria,


figura entre las tradiciones más com-
artículo muestra el ìtìTzerario seguìdo
plejas y significativas de la creación
desde los bastìdores basta el proscenìo por
un grupo aìslado de mujeres africanasartística africana. Es quizá también el
más conocido, celebrado por su natu-
representadas en el arte cortesano real,
ralismo, expresividad y virtuosismo
L a autora es antropdoga, e x
técnico para esculpir el marfil, la
conservadora del Museo de Arte madera, la terracota y el bronce. Los Flora S. Kaplan
Ajicano, Oceánìcoy del Nuevo Mundo bronces constituyen el mayor conjunto
de piezas fundidas a la cera perdida al
con sede efi Brooklyn y directora del
programa de estudìos nzuseográjcos de la sur del Sahara y son un testimonio his-
Unìuersìdad de Nueva York. tórico que data de más de cinco siglos.
Desde la época medieval hasta finales
Dirección de la autora:
del siglo XIX Benin fue el principal
Museum Studies Programme reino de la región selvática de la actual
Graduate Studies Programme Nigeria meridional.
Graduate School of Arts and expedición militar británi
i Science Benin y se llevó del palacio
-7
CI

=i
x
19 University Place, suite 308 botín de más de dos mil obra
New York, N.Y. 10003 Por aquel entonces, esas obr
ron tal sensación en el mundo
(Estados Unidos de América)
tal que se llegó a dudar
africano. Hoy día no c
duda de que fueron realizadas
tas de la corte de Ben
ö nos, todos ellos perten
g mios reales de carácter
2
.E - simbolizaron, ensalzaron
-.-
M

9
la visión del mundo, la
poder y la mística de un re -
u2
O
Flora S. Kaplati

Fotos cortesía de la autora

Joven reina con su hijo varón en el


harén (palacio del Oba, 1988).

Cirujana tradicional, Osi?vu, que


practica circuncisiones en niiíos de
ambos sexos, comprendidos los del
palacio real, con los amuletos y el
atuendo especial propios de su oficio
(1985).

Oba, que era y sigue siendo la personi- antropológicos en el terreno comen- Estados Unidos y en Europa tienen en
ficación de los pueblos que hablan la zados, en 1982, en el harén. común el mismo interés por la institu-
lengua edo. La institución de la monarquía ción de la monarquía divina, su corte,
La corte de Benin es todavía hoy la divina, con su vida cortesana y su arte, sus jefes y sus costumbres. La presencia
más auténtica y activa de la Nigeria impregnados de un carácter predomi- de la mujer, perceptible básicamente en
contemporánea. Sus tradiciones ances- nantemente masculino, han caracteri- las etiquetas de los objetos que las
trales, tanto en lo que al arte como a la zado los estudios sobre Benin y la inter- representan, no ha pasado de ser fan-
vida cotidiana se refiere, son respetadas pretación museográfica de este reino a tasmal.
por las diversas etnias que pueblan la lo largo del siglo xx, hecho imputable Esto se debe, en parte, al carácter
República Federal de Nigeria. El actual tanto a la influencia occidental como a fragmentario y a la escasez de las fuen-
Oba, Omo N’Oba N’Edo Uku Akpo- las peculiaridades y manifestaciones tes históricas y de los estudios sobre los
lokpolo Erediauwa, ocupa el trigésimo tangibles de la propia cultura. He cal- personajes femeninos y, en parte, a la
octavo lugar en una línea directa de culado que no más de un 10% de los imposibilidad práctica de tener acceso
sucesión que se remonta al siglo XII D. miles de obras de arte importantes que a las propias mujeres de la corte real.
c. y se basa en el derecho de primoge- se conocen representan a mujeres, Tanto las esposas como los hijos y sir-
nitura. Preside además el Consejo de están relacionadas con ellas o son utili- vientes del Oba viven hoy día como lo
Gobernantes Tradicionales de la zadas por éstas. No obstante, entre ellas han venido haciendo durante siglos, es
nación. Gracias a su autorización y a la figuran algunas de las piezas artísticas decir, recluidos en el harén del palacio,
actividad de la corte, me fue posible más famosas de Benin. Ahora bien, la y únicamente aparecen’en público en
descubrir las funciones que las mujeres media docena aproximada de exposi- contadas ceremonias. Incluso el propio
desempeñan en dicha corte, investiga- ciones sobre el reino de Benin celebra- Oba, por su naturaleza divina y los
ción que realicé mediante trabajos das en los últimos treinta años en los numerosos tabúes que rodean a su per-
sona, es muy poco accesible, si bien sus
funciones y su representación, indis-
pensables para la perpetuación y el bie-
nestar de su pueblo, se llevan a cabo en
público y casi todos las conocen y com-
prenden. Los jefes, los médicos indíge-
nas y otros especialistas varones rela-
cionados con la corte ejercen asimismo
sus funciones públicamente, y la pobla-
ción en general, a quien sirven en
nombre del Oba, los conoce y los ve.
Por este motivo, en lo que respecta al
arte y la interpretación museográfica,
resulta más fácil observar y conocer las
funciones que cumplen en Benin los
varones. Tanto desde un punto de vista
etnográfico como histórico, se ha pres-
tado poca atención a las mujeres, pese a
la existencia de una rica tradición oral
relacionada con ellas y de un conjunto
de obras artísticas cortesanas que pue-
den ser consideradas como una docu-
mentación estética e histórica de las
ideas y los valores que constituyen el
fundamento de sus funciones.

Mis percepciones cobran


forma
La organización de tres exposiciones
sobre el arte de Benin en los últimos
diez años me ha llevado a comprender
la necesidad de dar una interpretación
de las mujeres en el contexto del arte
cortesano sin influencias externas. En
un principio acepté las opiniones tradi-
cionales sobre la historia del arte y la
cultura de Benin difundidas por los
entendidos en la materia. Con el tra-
bajo sobre el terreno, que comencé en
1982 y se fue intensificando durante mi
estancia en la Universidad de Benin
(1983-1985) como profesora Ful-
bright, mi investigación se ha visto
enriquecida gracias a la profunda amis-
tad que trabé con mujeres de la corte
real y a sus aportaciones a la interpreta-
ción museográfica. Estas influencias
han configurado mis percepciones y
han hecho que me sienta más obligada
a presentar sus vidas y su historia,
modificando mi punto de vista a la
hora de dar una interpretación de la ,
mujer en el arte cortesano de Benin.
La primera exposición que contri- Mujer ceramista de Use Village, Bendel State (1986). La mayoría
bui a organizar, Imágenes delpoder: el arte de las artes femeninas, como la tejeduria, se extinguieron poco
de la CorteRealdeBenin, Nige?ia (1981), se después de la llegada de los europeos a finales del siglo xv y
principios del XVI. Las mujeres siguen produciendo piezas de
presentó en la Grey Art Gallery de la cerámica destinadas a la adoración de deidades locales como Ovia,
Universidad de Nueva York. Su obje- la diosa de los ríos, y Olokun, el dios del mar.
tivo era triple: aportar un testimonio y
una documentación visuales sobre el
arte presentado en la primera exposi-
166 Flora S. Kaplan

ción de arte negro africano que tenía sición, en la cual colaboró la Comisión miembros de la corte y de la familia
lugar en dicha universidad, dar a cono- Nacional de Museos y Monumentos. real han aportado fotografías, objetos
cer al público los contextos históricos Según declaró el profesor Adamu Bai- personales y comentarios para los tex-
y culturales del arte en cuestión y po- kie, vicerrector de la Universidad, el tos de los paneles, los rótulos y el ca-
ner de manifiesto los principios y objetivo de la exposición consistía en tálogo. Participa activamente la reina
la manera de proceder del Programa que el arte de Benin, que muy pocas Ohan Akenzua, que ha obtenido auto-
de Estudios Museográficos al que se de- veces había sido presentado en su ciu- rización para reproducir los singulares
bía la exposición. Esta fue la primera dad de origen, “volviera a casa”. Con peinados de las reinas, en los que es
exposición museográfica sobre arte esta iniciativa se pretendía “que noso- especialista, y para supervisar los
beninés que se celebraba en Nueva tros y especialmente los jóvenes de emblemas reales qu.e se expondrán.
York y coincidió con una época en la nuestro país, que serán los líderes del En la mayoría de las obras del arte
que los principales museos de la ciudad mañana, tengamos presente la riqueza cortesano hay referencias a la reina
presentaban un sinfín de exposiciones de nuestro patrimonio cultural, de la madre, la Iyoba, su corte, séquito,
sobre cortes europeas y otras cortes que es prueba esta exposición, para rituales y enseres funerarios. Habida
famosas (la de Dresde, la de los Habs- afirmar el alto grado de excelencia cuenta de la omnipresencia de imáge-
burgo, la de los Orange y la de Tutan- artística que alcanzaron nuestros ante- nes de doncellas, mujeres y niños en el
kamón, por no citar sino algunas). pasados e incitar a nuestros artistas arte africano, así como de la precisión
Habíamos observado con anteriori- contemporáneos a esforzarse por con- de sus caracteres sexuales secundarios,
dad que se organizaban pocas exposi- seguir niveles de excelencia que sean resulta sorprendente no encontrar
ciones sobre arte africano y que la aten- incluso superiores”. El arte de la Corte imágenes de este tipo en el arte corte-
ción prestada al arte cortesano del Real de Bettin quería también tender un sano de Benin. Predominan en éste,
Africa negra al sur del Sahara era prác- “puente entre los ciudadanos y los uni- por el contrario, las imágenes de la
ticamente inexistente. Elegimos Benin versitarios [...], entre la Universidad de reina madre posmenopáusica. Junto a
para dar a conocer al público las anti- Benin y la Comunidad”, según declaró ella aparecen niñas prepúberes, cuya
guas civilizaciones del Africa occiden- el director del Centro de Investigacio- desnudez demuestra que todavía no
tal y escogimos una que se mantenía nes Sociales, Culturales y Ambientales, están maduras para contraer matrimo-
completamente viva en la Nigeria que patrocinaba la exposición. nio y tener hijos. Al igual que sucede
actual, sin repetir los esfuerzos de otros Esta vez, la fotografía ampliada de prácticamente en toda Africa, la situa-
museos más grandes. Nuestro objetivo la figura real femenina de los años ción de la mujer se deriva ante todo de
era subrayar la importancia museográ- cincuenta no era ya anónima. La reina su papel de madre, que constituye el
fica de combinar, en beneficio del Ohan Akenzua, que se había conver- núcleo de su vida económica y social.
público, normas éticas con cualidades tido en una amiga, pudo realizar una Precisamente a causa de su función
académicas y estéticas y mostrar así la visita excepcional al museo debido al como portadora de hijos, especial-
filosofía de nuestro programa. Deseá- fallecimiento de su marido y a la libe- mente varones, la mujer cobra presti-
bamos asimismo brindar a los estu- ración del harén. Además, prestó sus gio en el seno de la familia polígama y
diantes la oportunidad de desarrollar objetos personales de coral para la forja lazos duraderos con su marido, su
sus facultades críticas y sus conoci- exposición, con la condición de que hogar y sus parientes. En sus hijos está
mientos, siguiendo un proceso de in- sólo yo u otra mujer los tocara e insta- segura de encontrar el apoyo necesario
terpretación desde la idea original lara. En El arte de la Corte Real de Benin, en caso de abandono por parte de su
hasta el producto acabado. Estos la representación de mujeres, obras marido, en la vejez y para su entierro.
esfuerzos llevaron a la creación de un modernas y adornos tradicionales fue El Oba cumple estas obligaciones para
modelo de exposición, a partir del cual mayor que en exposiciones anteriores, con su madre, la reina madre de Benin,
se creó el primer curso americano de batiéndose récords de asistencia y de y la conmemora en el arte.
organización de exposiciones para los aparición en los medios de comunica- EqZetzdor y aislamiento estudia a las
estudiantes de museografía. La exposi- ción. mujeres de la familia real en el con-
ción estaba centrada en la monarquía texto de la corte y ofrece una nueva
divina y en la corte (masculina), pero Por primera ve% las visión del famoso arte de Benin, un
me pareció que debía haber también mujeres son protagonistas punto de vista diferente, centrándose
una mujer, por lo que entre las fotogra- en las mujeres aisladas, cuyas vidas no
fías ampliadas se colocó la de una Por iniciativa de SITES, Servicios de sólo se parecen a las de las mujeres co-
reina, tomada en los años cincuenta Exposiciones Itinerantes de la Smith- rrientes, sino que al mismo tiempo las
por un oficial británico. Estas fotogra- sonian Institution, se ha preparado una ensalzan. Esperemos que ello nos lleve
fías no se habían utilizado antes en nin- tercera y (a la hora de escribir este a reconsiderar la opinión que en Occi-
guna exposición. artículo) próxima exposición: Eqlendor dente se tiene de la poligamia y del ais-
aislamiento: Zczs mz~eresde lafamiha real en lamiento como una limitación de
Ciudadanos, la corte de Be?&, Nigeria. Las obras de poder para la mujer, y a comprender
universitarios y excelencia arte proceden de Nigeria, la República que las mujeres beninesas han sido
artistica Federal de Alemania, el Reino Unido y modelos de valores sociales profunda-
los Estados Unidos. Por primera vez, mente arraigados y personas dignas de
En 1985, a petición de la Universidad las mujeres de la corte se convierten en ser recordadas a través de los siglos,
de Benin, se organizó en el Museo protagonistas. Tanto las reinas y el como he tenido la ocasión de darme
Nacional de Benin una segunda expo- Oba, como los expertos, consejeros y cuenta.
Lucía Astudillo de Parra /

Se toman algtlnos conejillos de Indìas, se Soy de Cuenca, Ecuador, país en el que decidió que no debían reunirse ni estu-
añade un telary algt/lzaf muñecas de pocas mujeres están en condiciones de diar por considerar que eran dema-
trapoy se mezclan con un zapatero tomar decisiones, aunque en la actuali- siado bulliciosas y que debían quedarse
dad podrían convertirse en dinámicos en sus casas como siempre habían
borracho, una pizca del chìsmorreo de los agentes de desarrollo. En efecto, po- hecho.
maridosy una dosis generosa de amor drían participar en la política, la cien- A pesar de la intervención de este
propio. &ué se obtìene? Pues los cia y la industria. Al mismo tiempo, sacerdote, la Asociación de Mujeres de
rudìmentos de la receta de un ,vzuseo de son las mujeres las que comienzan la Cumbe resolvió permanecer unida,
mqeres inìco en su género, sìtuado cerca educación de sus hijos. Están familiari- aunque no pudiera seguir utilizando la
de Cuenca, Ecuador. Se trata de Casa zadas con la magia, la medicina natural parroquia. Las mujeres alquilaron una
Cumbe, c y a hìstorìa relata aquí la y las formas ancestrales de la artesanía; habitación sin ventanas y organizaron
por consiguiente, son las principales allí clases de costura y de cocina. Resol-
presidenta de la Organiwcìón Regional
transmisoras de la cultura popular. vieron tener una huerta comunal en
del ICOM para la América Latina y Yo era una ama de casa sin hijos y los límites de la aldea y trabajar en min-
el Caribe. Antes de hacer trabajo sin estudios; en mi hogar, el que tenía gay la organización laboral colectiva
voluntario en Casa Cumbe, Lucía una carrera importante era mi marido. prehispánica en la que cada cual com-
Astudìllo de Parra dingìó durante dìez Ahora, al mirar haciar atrás, creo que parte la carga de trabajo. En la huerta,
años el Museo de Artes Populares del yo llevaba una vida con muy pocas las mujeres cultivaban semillas selec-
Centro Interamericano de Artesaníay ambiciones. Sin embargo, en aquella cionadas con fertilización orgánica y
época era feliz, al igual que muchas de tenían tiempo para charlar y disfrutar
Artes Populares; en la actualìdad
mis amigas. Pero mi marido falleció en de la compañía mutua. En la huerta
supervisa la creacìón de un museo de l'a un accidente de aviación y decidí, colaboró el Ministerio de Agricultura y
metalurgìa en el sur de Ecuador. entonces, que mi vida debía cambiar. Ganadería.
Dirección de la autora: Empecé a estudiar en la universidad,
Casilla 1554 a trabajar en un museo y a tener auto- 2Verdaderamente un
Cuenca (Ecuador). nomía. En la actualidad, casada nue- museo?
vamente, continúo trabajando con mu-
jeres en múltiples proyectos de volun- El INNFA recibió una casa en dona-
tarios en la región de Cuenca. ción para que las mujeres de Cumbe
Uno de los lugares donde he traba- establecieran allí un museo comunita-
jado desde 1980 es la aldea de Cumbe, rio. Casa Cumbe no se ajusta a la de-
en un proyecto de formación para finición convencional de un museo.
mujeres de zonas rurales que ha sido Posee una sola sala de exposición, con
organizado por el grupo de voluntarios unos pocos objetos. Carece de área de
del Instituto Nacional del Niño y la reserva, de colección propia y de un
Familia (INNFA). Las mujeres de programa regular. Pero, para mí, es un
Cumbe asistían a clases en la parro- museo. Casa Cumbe es el tipo de museo
quia, hasta que uno de los sacerdotes que se adapta y cambia según las cir-
Lucia Asftrdilo de Parra

cunstancias y la voluntad de las muje-


res. Ha generado múltiples actividades
culturales y socioeconómicas para las
participantes en el proyecto (entre
quince y cuarenta y cinco), desde sus
comienzos como museo en 1984 hasta
la actualidad.
Casa Cumbe es una casa de campo
tradicional de los Andes del sur de
Ecuador. Se invitó a un arquitecto del
Instituto Nacional de Patrimonio Cul-
tural para que hablara a las mujeres
sobre la importancia de la construc-
ción tradicional de adobe que es fácil
I de hacer, cálida y duradera. Las muje-
res parecían muy interesadas en las
ventajas que ofrece este tipo de cons-
Un museo innovador con una trucción y se dedicaron a restaurar la
arquitectura tradicional. casa.
Finalizadas las obras, las voluntarias
del INFFA y de la Organización de
Mujeres de Cumbe estudiaron los
numerosos proyectos presentados.
Para ello se reunieron, en múltiples
ocasiones, mujeres de los medios
urbano y rural. El proyecto ha trope-
zado con dificultades, pero ha dado
lugar a muchas actividades, algunas de
las cuales continúan hasta el día de
hoy.
Los Andes ecuatorianos poseen una
riquísima cultura folklórica rural. Casa
Cumbe ha estudiado las tradiciones y el
folklore de la región, pero no del modo
académico habitual, sino brindando a
las mujeres la oportunidad de ser las
protagonistas de la investigación de su
propia cultura. Así se les entregó una
pequeña grabadora para que registra-
ran sus leyendas y creencias. Esta es
sólo una de las formas a través de las
Autogestión.
- cuales las mujeres desarrollan activa-
mente un sentimiento de autoestima,
que les permite emanciparse de un sis-
Autofinanciación. tema que reproduce la subordinación y
i la explotación seculares de la mujer. De
este modo, Casa Cumbe ha creado su
metodología de trabajo dentro de un
programa que coincide con uno de los
objetivos fijados por la Conferencia
Mundial del Decenio de las Naciones
Unidas para la Mujer, titulada “Igual-
dad, desarrollo y paz” y celebrada en
Copenhague en 1980: garantizar la
igualdad de derechos y de oportunida-
des para las mujeres de las zonas rura-
les.
Después de visitar el Museo de
Artes Populares de Cuenca y el Museo
de la Comunidad de Chordeleg, las
mujeres tomaron una decisión en
cuanto al contenido de la exposición
Ecuador: niiratido al interlocutor a los ojos

del museo. La exposición llevaría por veían con malos ojos. Un ejemplo que tenían una actividad remunerada;
título Nuestragetzte, para lo cual aporta-se puede citar fue el de la primera pre- ahora, con lo que han aprendido y gra-
ron objetos importantes como viejos sidenta del Museo de Casa Cumbe. Esta cias a los proyectos de Casa Cumbe, tie-
utensilios de arcilla, trajes, símbolos mujer era viuda, tenía una auténtica nen un pequeño ingreso.
religiosos, un telar manual (el tejido en personalidad de líder y hablaba con Antes, las mujeres se sentían insegu-
telar sigue siendo la principal artesanía autoridad. Las demás pensaban que su ras al abordar temas financieros; ahora
tradicional de la región de Cumbe) y, actitud se debía a que era cabeza de están aprendiendo los rudimentos de la
por supuesto, una vieja máquina de familia. Desde 1988 ocupa la presiden- administración del dinero.
coser. (Digo “por supuesto” porque cia una mujer más sumisa, pero que Antes, muy poco se hablaba de
hay máquinas de coser en toda la también ha aprendido a hacer frente salud y nutrición; ahora, Casa Cumbe
región. Si en los países industrializados a su marido, cuando éste trata de gol- trae a especialistas que discuten estos
ha sido quizás un instrumento de la pearla “sin tener un buen motivo” (jco- temas con las mujeres.
liberación de la mujer, aquí es un mo si pudiera haber un “buen motivo” Antes, las mujeres no se valoraban a
artículo de lujo puesto que no hay mer- para ello!). sí mismas; ahora saben que son iguales
cado para sus productos y no existen Estimo que en Casa Cumbe, como a los hombres.
los repuestos ni los conocimientos en otros museos similares, las activida- Antes despreciaban sus artesanias y
necesarios para repararlo cuando se des que generan ingresos deberían for- conocimientos tradicionales (que po-
avería, cosa que sucede a menudo). mar parte de las funciones del museo, seían c‘naturalmente’’, aprendidos de
en tanto que proyecto socioeconómico sus madres); ahora saben que las labo-
EZ chismoweo de Zos y cultural global. En ese sentido, res tradicionales (el hilado, el teñido,
maridos podría garantizarse la financiación del etc.) son importantes porque forman
museo asociándolo a microempresas. parte de su propia historia.
La presidenta de la Organización de Cumbe posee ya tres proyectos de este Y por último, las mujeres de Casa
Mujeres de Cumbe, en su introducción tipo. El primero consiste en la fabrica- Cumbe saben ahora que hay quienes se
a la exposición, afirma: “En el pasado, ción de muñecas y se inició porque las interesan en ellas, pero saben funda-
los hombres ganaban muy poco y tra- mujeres de Cumbe confeccionaban ya mentalmente que son ellas las que tie-
bajaban la tierra. Las mujeres se ocupa- muñecas de trapo para sus hijos. Se nen que preocuparse por crear su pro-
ban de los niños, cardaban la lana y hicieron muñecas más pequeñas, vesti- pi0 futuro. m
ayudaban a sus maridos. No tenían das con los trajes típicos de las cholas
relojes. Para saber la hora, de día mira- (mujeres indias) de Cumbe, que se ven-
ban el sol y de noche las estrellas. Se den a los turistas. Otro proyecto, el de
levantaban con el canto del gallo. En la la cría de cuyes (conejillos de Indias), se
actualidad vivimos apurados. Tenemos inició aprovechando que las mujeres
relojes y nuestros maridos trabajan en los criaban en sus hogares y los utiliza-
la ciudad. Venimos a Casa Cumbe a ban en su alimentación. Ambos pro-
aprender cosas y, también, a aprender yectos fueron financiados por la insti-
que podemos tener una vida mejor”. tución Partners of the Americas,
Las mujeres apoyaron esta declaración Ecuador-Idaho. Las mujeres instalaron
con sus firmas; las analfabetas pusieron‘ también un horno para hacer el tradi-
una cruz. cional pan de Cumbe y venderlo en el
Casa Cumbe ha contribuido consi- mercado de los sábados. Financió este
derablemente a fomentar la confianza proyecto FODERUMA, Fondo para el
de las mujeres en sí mismas, actuando Desarrollo Rural del Banco Central de
como catalizador de sus sentimientos Ecuador.
de rebeldía. Las mujeres de Cumbe han
creado breves obras de teatro en las que “Antes” y “ahora”
se burlan de los hombres. Representan
el papel del zapatero borracho de la Se me ha preguntado cuáles han sido
aldea (que nunca tiene listos los zapa- los logros concretos del Museo de Casa
tos cuando se va a buscarlos) y el del Cumbe. Puedo dar varias respuestas.
marido que se enoja porque su mujer va Antes de que existiera Casa Cumbe,
a Casa Cumbe a aprender “cosas malas” las mujeres eran muy tímidas; ahora
(por ejemplo, que las mujeres son igua- miran al interlocutor a los ojos sin titu-
les a los hombres). Una mujer sube al bear.
escenario y afirma que su marido está Antes, el Único contacto social que
casi siempre borracho, que ella tiene tenían las mujeres de Cumbe eran las
derecho a llevar una vida propia y a escasas visitas que se hacían; ahora se
aprender, y que en el futuro ganará reúnen con otras mujeres en el Museo y
dinero para su familia. tienen tiempo para charlar, debatir
Los hombres de la aldea han chis- problemas e intentar resolverlos entre
morreado mucho sobre “la indepen- todas.
dencia de las mujeres”, que algunos Antes, algunas de las mujeres no
~ ~ ~

Raja Fuziah Bte Raja Tun Uda

E l presente
y el futuro
en Malasia
Edificios grises que albergan aparatos, asiste hoy en día a una participación
antigtiedades e imágenes de objetos del creciente del sector privado en las acti-
pasado en salas con olor a cerrado. En vidades culturales. Al mismo tiempo,
general, esto solían ser los museos a los el patrocinio que ofrecen las empresas
ojos del público. Esta imagen, sin a las artes y la artesanía ha contribuido
embargo, ha cambiado. En la actuali- también a enriquecer Ias colecciones
dad, los museos de Malasia son espa- privadas de las multinacionales, los
cios vivientes en los que la recreación bancos o las compañías petrolíferas. Es
del pasado y el curso mismo de la his- de esperar que la actividad siga en
toria contemporánea son fuente de aumento, abriendo así a las mujeres
esparcimiento y admiración para posibilidades de carrera como conser-
todos. vadoras de galerías privadas.
Las actividades museográficas en Habida cuenta de esta evolución,
Malasia datan desde la fundación, por convendría que las mujeres graduadas
Raja Fuziah Bte Raja Tun Uda y parte de las autoridades británicas, del adquirieran las competencias profesio-
Sharifah Zuriah Al-Jeffri Museo de Perak en 1886, del Museo de nales que se necesitan para trabajar en
Sarawak en 1888 y del Museo de Selan- los museos u ocupar puestos similares.
gor en 1906. Sin embargo, las mujeres La adquisición de conocimientos espe-
Los museos exìsfen en Malasìa desde sólo empezaron a ocupar puestos cializados representaría una ventaja
hace más de un sìgloy hoy empìezan, importantes en los museos con el auge suplementaria con respecto a las opor-
como motores del desarrollo cultural, a que éstos experimentaron en los años tunidades que brinda una preparación
setenta. Hay que mencionar aquí a la de indole general. La ausencia de infor-
cobrar nuevas fuerza. Las mujeres han directora general de los Archivos mación y orientación sobre carreras
contrz’buìdo a esa transicióny de allí que Nacionales, a las directoras de los mu- relacionadas con los museos o la mu-
en este artículo se hagan propuestaspara seos públicos de Sabah y Perak, a la seografía constituye también un obs-
favorecer la a?nplìacìó?zy el directora de la Galería de Arte del táculo que ha entorpecido la entrada y
fonfalecìmìento de sus funcìones. Una de Estado de Kedah, a la directora del el avance de las mujeres en este campo.
las auforas es exfuncionanà piblica y Museo Nacional de Artesanía, a la Teniendo en cuenta estas circuns-
actualhente trabaja en supaísy en el administradora del Museo de Moneda tancias, los llamamientos que hace el
del Banco Nacional de Malasia, a la Gobierno para que las mujeres parti-
extranjero como consultora para el conservadora del Museo de Artes Asiá- cipen en un plano de igualdad en el de-
fomento de la anfesanía. L a otra es ticas y a la conservadora de artes de la sarrollo nacional sólo podrán ser
artistay consejera de ast/ntos cuZturales. Galería Nacional de Arte. Algunas realmente atendidos cuando las muje-
Dirección de las autoras: mujeres trabajan también como diseiia- res, como fuerza de trabajo, estén dis-
9 Jalan Tebu doras, encargadas de exposiciones, puestas a superar algunas dificultades.
Ukay Heights especialistas en la conservación o Hay que señalar, en efecto, que si bien -
r

Selangor Daru1 Ehsan encargadas de relaciones públicas. algunas mujeres tienen el afán de ven- n
Estas mujeres han contribuido de cerlas, por regla general no suele ser
68000 Ampang (Malasia).
modo especial a dar vida e interés a los así. No se trata de falta de aptitudes ct
museos, contribución que podría educativas, ni de un nivel profesional o r
cobrar aún más importancia si se incre- universitario insuficiente; tampoco es -
mentara el número de mujeres en con- un asunto de ética profesional. Puede r
sejos y comités de museos, o bien en las decirse que el problema radica en la
funciones de conservadoras honora- imagen poco positiva que de sí mismas
rias. tienen las mujeres; lo que significa que c
En el presente decenio se inicia una éstas son consideradas, y que ellas mis-
nueva era en la evolución de los mu- mas se consideran, “ciudadanas de
seos en Malasia. Con el estímulo que segunda clase”. De ahí que, pese a estar
representan el patrocinio, las políticas llenas de buena voluntad y resolución
y los incentivos gubernamentales, se en su trabajo, les falte confianza en sí
El prescrite-y eljituro en Maiasia I-lr

mismas y no estén muy dispuestas a doras de ingresos y actividades de pre-


pasar a primer plano. servación, fomentándose el espíritu de
empresa en las aldeas.
El museo aldeano: una Como modelo de museo aldeano, se
propuesta ha propuesto la típica casa malaya de
madera. Noorzehan Bt Ahmad Mahi-
Se ha iniciado, no obstante, un proceso din, arquitecta que siempre ha mani-
de revaluación para incorporar a las festado un vivísimo interés por la arte-
mujeres de las zonas urbanas y rurales sanía tradicional, ha estudiado los
al desarrollo nacional. Lo que se nece- posibles aspectos arquitectónicos de un
sita es un lugar donde el presente y el museo aldeano. En su propuesta ha
pasado establezcan una relación de presentado un boceto cuya idea central
continuidad orientada hacia el futuro. es la de utilizar la casa malaya tradicio-
Para las mujeres, ese lugar podría nal por ser la estructura más idónea
representar una especie de prolonga- desde el punto de vista económico y
ción de la vida hogareña, o del lugar de sociocultural. Como existen numero-
trabajo, del huerto de árboles frutales y sas formas indígenas de casa malaya, la
plantas aromáticas, un lugar donde las elección del tipo de casa apropiado de-
mujeres, trabajando en cooperación, pendería de criterios tales como su
puedan demostrar que son capaces de localización y la región de Malasia
ocuparse de los problemas de hoy, donde se construiría el museo. Res-
tomar decisiones y reforzar así su con- pecto al uso concreto del espacio, se Bellezas negras.
fianza en sí mismas. Ese lugar contri- haría en función del tipo de actividades Cerámica fabricada por las mujeres de
buiría a que las mujeres conciliaran sus museográficas que se pretende fomen- Sayong, una aldea a orillas de un río.

funciones tradicionales con las exigen- tar. Como las opciones posibles son
cias de la sociedad moderna. numerosas, la decisión dependería en
He aquí precisamente lo que podría gran medida del tipo de material dispo-
ser, a nuestro entender, el museo al- nible localmente y de las aspiraciones
deano. que tengan la población, las autorida-
Este museo debería ser concebido des y los políticos.
como un centro comunitario situado La creación de un museo aldeano
en una zona rural tradicional, en un como proyecto comunitario sería una
conjunto de aldeas vecinas. La función forma práctica de satisfacer el interés
del museo consistiría en fomentar las actual del público por la preservación
actividades culturales y en abrir merca- de la tradición y la historia cultural.
dos para los productos de los artistas y Contribuiría a despertar mayor interés
artesanos de la comarca. Al tratarse de y a suscitar iniciativas tanto de la
un proyecto centrado en la vida de la población local como de las autorida- Cojines con bordados dorados,
comunidad, permitiría a sus miembros, des interesadas por la preservación de conocidos con el nombre de tekat.
y en particular a las mujeres, hacerse la cultura, y convertiría el estudio de la
cargo de la gestión. El objetivo princi- historia y de la cultura en una rica
pal del museo consistiría en servir a la experiencia.
comunidad de depósito de los frutos de En resumen, las mujeres han desem-
su cultura material, pasada y presente. peñado un papel importante en la evo-
La proximidad del museo y las vivien- lución de los museos en Malasia. El
das contribuiría a reforzar la costum- patrocinio gubernamental ha actuado
bre de poner en común colecciones como catalizador en el fomento de
privadas de artefactos que suelen guar- la conciencia nacional y la creación
darse en casa y que constituyen el de programas y actividades museográ-
tesoro “ocultoy’de nuestra nación, pero ficas significativas. Al mismo tiempo
que se suelen almacenar sin las técnicas ha preparado el terreno y alimentado el
de conservación adecuadas. interés del sector público por las artes
El museo habría de ser también un y artesanías tradicionales, así como el
foro para el intercambio de ideas y apoyo que les presta. En este contexto
conocimientos y un centro de difusión cabe considerar que la participación de
de la cultura indígena. Un museo las mujeres y su contribución al desa-
aldeano sería también el lugar en el que rrollo de los museos y la museología
pudieran exponerse, y tal vez comer- son esenciales. La creación de un mu-
cializarse, elementos de la cultura seo aldeano equivaldría a dar un nuevo
material femenina, por ejemplo mani- y estimulante impulso a esta tendencia.
festaciones de su creatividad artística.
Pueden asociarse así iniciativas genera-
Cacharros de.ponU.lados, ropa raída,
palì's sìstemátìcasjr abortos clana'esfìnos
no es lo que conzzínmente se encuetitra en
un nzaseo, pero ha sidoy s&ue sìendo el
sìno de ?nachas nzq-eres. Documentar sin
recato pero sìfz dogmatìsmo esta págìna
en gran parte no escrìta de la bìstoria es
una de lasjinalìdades del Museo de la
M q è r de Dinamarca, presentado aquí
por su consemadoru, que c.timi estudìos
de psìcología j se especìalìw actualmente
en la hìstorìa de la condìcìótifemenìna en
Los s&los XVIJ XVII.
Dirección de la autora:
Kvindemuseet i Danmark
Domkirkeplads 5
8000 Aarhus C

vos de historia o
archivos de doc

como los distintos am


L a palabra a fifi iitzìverso deticìado: el’ Mimo de la Mujer de Ditiamarca r73

de las mujeres se relacionan entre sí. las mujeres como víctimas, para lo cual
Aunque una mujer sienta que hay opo- es preciso explorarlas y presentarlas
sición y conflicto entre sus papeles como agentes dinámicos de nuestra
de hija, madre, trabajadora, amante, propia historia o destino. Damos testi-
amiga y esposa, en su experiencia coti- monio de las energías particulares que
diana los “vive” como una unidad tota- engendran las personas oprimidas o sea
lizante. La tradición femenina es oral y de la capacidad de inventiva y de resis-
hemos comprendido que la historia tencia de las mujeres en periodos de
oral es el mejor método para descubrir crisis, la solidaridad práctica de la
esa unidad. Atribuimos gran impor- buena vecindad, el humor que la
tancia al contexto social y afectivo en maternidad exige y cultiva, y el orgullo
el que un objeto concreto ha funcio- que lleva a una mujer a poner término
nado en la vida de una mujer; el objeto a las palizas habituales del marido.
es más valioso para nosotros por su ori-
gen Único y excepcional que por su Estructura de Za
valor intrínseco. Asimismo, procura- exposición: un ejercicio de
mos que las colecciones y los archivos equilibrio
se relacionen entre sí lo más posible.
Mientras que algunos objetos materia- Equilibrar nuestras interpretaciones
les hablan por sí mismos y aunque de- históricas en torno a tendencias opues-
terminados aspectos de un oficio, por tas como son la sumisión y la resisten-
I
ejemplo, se deduzcan directamente de cia de las mujeres, significa aceptar
la herramienta utilizada o del producto nuestra ambivalencia como tales en la
elaborado, otros aspectos, procesos, o sociedad contemporánea. Al imaginar
emociones se documentan de modo las exposiciones, es indispensable lle-
adecuado con fotos, diapositivas o cin- gar a ese difícil equilibrio. En Dina-
tas magnéticas. marca, por ejemplo, tenemos, por un
Al margen de la perpetuación de la lado, una gran nostalgia de la vida y los
especie, las mujeres corrientes de las ritmos más naturales de la sociedad
generaciones pasadas han dejado pocos agraria; y, por el otro, creemos firme-
vestigios materiales, ya que los testi- mente en el progreso como un paso
monios de sus vidas han sido borrados adelante que nos aleja de los oscursos
en su mayor parte por la gente o por el tiempos patriarcales de la Edad Media.
tiempo. Nuestras colecciones, en con- Ambos mitos o visiones elementales
traste con las de otros museos, se carac- del mundo prevalecen entre las perso-
terizan, pues, por mostrar lo desporti- nas que entrevistamos, en nuestro
llado y lo raído, lo gastado y lo público y en nosotras mismas, y de-
remendado de los humildes objetos de bemos tenerlos en cuenta en todo lo
la vida cotidiana. Son también únicas que realizamos.
en cuanto a la exposición cruda de las La identificación y la proyección
situaciones o recuerdos más persona- están igualmente presentes. Un crítico
les, difíciles o dolorosos. En 1984, con no dejó de señalar la singular “falta de
nuestra primera exposición temática perspectiva” de nuestras exposiciones.
sobre el trabajo doméstico y las madres En la fase de estudio previa a la exposi-
solteras en los años treinta, el Museo ción, resulta natural que la identifica-
adquirió la reputación de relatar las ción sea poderosa cuando, por ejemplo,
historias no escritas, dar a conocer lo las madres solteras muy jóvenes del
no dicho e interrogar acerca de lo que Museo entrevistan a las mujeres de
se ha dejado en silencio. Según este edad que hace dos generaciones se
principio, en las entrevistas de historia encontraban solas con sus hijos. En
oral solemos recoger también, junto lugar de pensar que podemos superar
con las sencillas narraciones sociohis- las emociones subjetivas, tratamos de
tóricas de la siega del heno o el zurcido servirnos de ellas de manera consciente
de camisas, los sufrimientos guardados y metodológica. La tarea del personal
bien en secreto hasta entonces, como profesional es la de contribuir a que la
las palizas o los abortos clandestinos. identificación inmediata y la confianza
Básicamente, el museo estudia a las recíproca se traduzcan en preguntas y
mujeres como sexo oprimido y es fre- respuestas precisas y ’ concretas, que
cuente que encuentre mujeres maltra- den a lo expuesto una fuerza indiscuti-
tadas o violadas física o mentalmente ble.
por la sociedad patriarcal. También es En la fase destinada a estructurar
importante contrarrestar la visión de adecuadamentela exposición, debemos
B4 Jttte Sandahl

comprender perfectamente lo que es ordinario medio, particularmente efi- en el transcurso de un día diversas
típico y lo que es atípico, el grado de caz para comunicar con un público no tareas aparentemente inconexas les
representatividad de los objetos o his- muy instruido. Teóricamente, una exige, y al mismo tiempo les va confi-
torias presentados y suministrar al exposición debe leerse como un poema riendo la confianza en sí mismas de la
público diferentes versiones de hechos con imágenes visuales y tangibles, y que a menudo carecen. Sin lugar a
análogos junto con diversas posibilida- con diversos niveles de información, y dudas, lo más difícil para una nueva
des de identificación o de distancia- debe suscitar la percepción, el recono- empleada consiste generalmente en
miento. En algunas exposiciones, las cimiento, la resonancia y la interpreta- aprender a confiar en su experiencia y
líneas de demarcación son las de la ción personales. preparación (en aprender incluso a
clase social, mientras que en otras pue- El presupuesto anual del Museo de cobrar conciencia de ellas) como ele-
den ser las regionales, o bien las de una la Mujer para 1990 asciende a un mentos básicos o aptitudes propias de
época o una generación. Aun en otras, millón de dólares de los Estados Uni- la labor museológica. Las directoras de
cuando queremos trazar un cuadro más dos aproximadamente. La administra- proyecto, o bien las mujeres que ya
general, reunimos todas estas variables ción cultural de la ciudad costea el conocen el trabajo pero están próximas
y muchas más. Por otra parte, es sueldo de una profesional universitaria a marcharse, se encargan de impartir la
común la manera característica como y una subvención especial del Estado formación específica adicional necesa-
la mujer integra los ámbitos privado y ha financiado en los últimos tres años ria (por ejemplo, registro informati-
público, la maternidad y el trabajo, y el sueldo de una conservadora. No obs- zado o trabajo en el cuarto oscuro).
las preocupaciones afectivas, prácticas tante, la principal fuente de financia- La organización del trabajo es fácil e
e intelectuales. ción siguen siendo los subsidios de informal y muchas cosas parecen
desempleo con los que se pagan los hacerse por sí mismas. Por supuesto,
Solicitud por los objetosy sueldos y los gastos relacionados con el suele haber conflictos de valores, entre
lus rehciones trabajo de seis a ocho directoras de pro- clases y entre generaciones; pero la
yecto y de unas treinta y cinco mujeres mayoría de las veces los prejuicios se
En el Museo, que ocupa unos mil empleadas siete meses al año. transforman en curiosidad y luego en
metros cuadrados en el antiguo edificio La mayoría de las mujeres contrata- respeto. Como lugar de trabajo educa-
del ayuntamiento de Aarhus, se cele- das por periodos breves carecen de pre- tivo de carácter experimental desti-
bran anualmente de tres a cuatro expo- paración y de experiencia previa en el nado únicamente a las mujeres, el mu-
siciones temporales sobre aspectos trabajo museístico, pese a lo cual parti- seo constituye un éxito indiscutible.
específicos de la historia o el arte de las cipan en casi todas las funciones, en las
mujeres. Las exposiciones varían que la socialización y la formación &Ydentro de cien años?
mucho en cuanto al contenido temá- generales de las muchachas y las muje-
tico y el estilo. Alternamos sin el res (especialmente si pertenecen a las En 1989, el Consejo Nacional de Mu-
menor reparo reconstrucciones de in- generaciones de más edad) son aplica- seos propuso que el Museo de la Mujer
teriores y exteriores con la utilización bles inmediatamente. Muchas de ellas fuese reconocido como un museo
metafórica de copias y de objetos origi- conocen bien el contacto, el trata- nacional especializado en la historia
nales. En el extremo opuesto tenemos miento y la utilización adecuada de los cultural de las mujeres. Aunque esta
presentaciones que se limitan estricta- diferentes tipos de tejidos o herramien- medida estabiliza la financiación del
mente a los originales. Los diferentes tas, y tienen la paciencia y la tolerancia Museo y permite aumentar el personal
estilos atraen a diferentes tipos de necesarias para catalogar los objetos o de conservación, no tenemos previsto
público. Nuestras exposiciones han de- responder a las preguntas del público. disminuir los proyectos de desempleo y
mostrado ser un poderosísimo y extra- Asumir la responsabilidad de realizar su función determinante en el perfil
del Museo. Igualmente importante es
el reconocimietno que el Consejo
Nacional de Museos otorga a nuestras
nada usuales formas de gestión y
estructuras de dirección. En lugar de
una dirección unipersonal, como es la
norma, poseemos una dirección colec-
Botswana:
tiva integrada por ocho a diez profesio-
nales, cuya autoridad se ve equilibrada
por una junta elegida en la que están
un programa
representados el personal y la Asam-
blea General de la Asociación del Mu-
seo de la Mujer de la cual dependemos.
En este contexto de equilibrio de para el futuro
poder, se ha perpetuado la tradición de
diálogo y de consenso de los años for-
mativos del Museo, caracterizados por Doreen N. Nteta
una estructura no jerarquizada.
No cabe duda de que en sus cinco
años de existencia, el Museo de la
Mujer ha puesto de relieve, al reflejar-
las, la historia y la cultura del pasado y
el presente de la mujer, tanto en las &ué objetos deben exhìbìrsey cómo En mi cultura tswana (Botswana), las
estructuras del poder como entre el deben ser expuestospara mejorar la mujeres estaban tradicionalmente a
público en general, llegando a sectores ìmagen que los museos dan de la mujer? cargo de las tareas domésticas: labra-
de la población que normalmente no ban la tierra, desbrozaban los campos,
visitan los museos ni hacen a &os
&&no deben abordarse las ìnteraccìones recogían la cosecha, preparaban los ali-
donación de objetos. En el mundo más entre la nzujery las nuevas tecnologias? mentos y salían a buscar la leña, los
restringido de los propios museos, &ué cambios deben ìntrodt,cirse en la materiales para construir sus casas y el
sabemos que nuestras exposiciones planzjîcacìón deldesavollo? L a ex agua. Además, se ocupaban de la fami-
fácilmente accesibles y nuestro interés directora del Museo Nacìonaly Galeda lia o sea de la salud, la educación y el
por la vida privada y cotidiana han de A r t e de Botswana responde estas bienestar general. Los hombres, por su
sido fuentes de inspiración para otros. preguntas. Doreen N.Nteta ha sido parte, se encargaban de la vida social,
Si dentro de cien años será o no necesa- ya que asistían a las reuniones del con-
subsecretaria del Mìnìsterio de Trabdjo e
rio fundar un museo de la mujer, que sejo de la aldea y ejercían el comercio.
funcione independientemente, es algo Interior de su pais, donde estuvo a caqo La división del trabajo era muy mar-
que no nos preocupa demasiado en este de la coordìnacìón de programas cada, pero existía un sistema tácito de
momento. Lo que importa es que se culturalesy las cziestìones relativa a la asociación y de consulta. A menudo,
está recopilando una documentación mujer en el plano nacional e esta relación fue mal comprendida por
de la que se hacía caso omiso anterior- ìntemakonal. En la actualìdad, es los extranjeros, algunos de los cuales
mente. consultora ìndependìente en temas de consideraban que los hombres tenían
Por último, el Museo de la Mujer no un poder absoluto sobre las mujeres.
desarrollo.
es un lugar en el que la historia de las Los investigadores dicen a menudo
mujeres y sus problemas queden dele- Dirección de la autora: que si bien era la mujer la que producía
gados “en buenas manos”, es decir, P.O. Box 114 los alimentos, el hombre podía acapa-
relegados. Más bien, su función espe- Gaborone (Botswana). rarlos y venderlos, dejándola morir de
cializada y de competencia pone de hambre y sin que pudiera tomar nin-
manifiesto las lagunas de otras colec- guna decisión con respecto al fruto de
ciones y justifica el compromiso de su trabajo. Esto no es cierto. En el
otros profesionales de los museos de hogar se decidía de común acuerdo
centrarse en la historia de las mujeres y cuánto se daria a los parientes pobres,
de la condición femenina. cuánto se almacenaría y cuánto se des-
tinaría a la venta.
La economía capitalista ha plantea-
do nuevos problemas, ya que al intro-
ducir valores diferentes que llevaron a
los hombres a trabajar en las ciudades y
minas, provocó una escasez de mano
de obra en las aldeas. Sin embargo,
contra toda esperanza, aún no han
mejorado la situación en las zonas rura-
les ni las condiciones de vida de las
76 Dorem N.Nfeta

mujeres. En realidad, con la ausencia la vida de la gente común, no figura en


de los hombres aumentaron las respon- lugar destacado en casi ningún museo.
sabilidades de las mujeres. No sólo Los museos que adquieren artesanía
recaen ahora sobre ellas las cargas del pagan precios irrisorios porque las
hogar y la familia sino que, además, de- artistas son anónimas y porque ni los
ben criar a los niños y cumplir sus de- museos ni los coleccionistas están dis-
beres comunitarios. En Botswana, en puestos a hacer grandes inversiones en
la actualidad, las mujeres jóvenes que el futuro de creadores desconocidos.
son cabezas de familia conforman ya la Ocurre con frecuencia que las mujeres
mayoría. artistas tampoco son tomadas en serio;
se parte del supuesto de que crean por
La función de los museos placer o para conseguir “dinero para
imprevistos”, sobre todo si están casa-
En ese sentido, los museos podrían de- das.
sempeñar un papel importante. Si Esta actitud debe cambiar. Los mu-
reflejaran nuestras vidas de manera seos podrían, como primera medida,
fidedigna, se podrían utilizar para exhibir productos artesanales de muje-
mejorar la condición de la mujer. Pero res y convertirse en promotores de la
la historia, al menos en su concepción artesanía y de las mujeres artistas. De-
actual, está jalonada esencialmente de ben obrar con miras a contribuir al
“periodos masculinos” y “heroicos” mejoramiento del diseño
periodos de guerras, revoluciones y cialización, elevando la ar
logros de los hombres. No obstante, las verdadera categoría artís
etapas más importantes de nuestras tando a la vez los ingresos de las muje-
vidas son las vinculadas a la vida coti- res y participando así en el desarrollo
diana, al hogar y a la familia. L’5’i I osmu- económico, social y cultural. El Museo
seos prestaran más atención a los arte- Nacional de Botswana organiza anual-
sanos y usuarios de objetos, veríamos mente dos exposiciones de artesanía y,
desplegarse ante nuestros ojos una his- en este momento, prepara varios talle- mujeres y los niños, puede pasar un
toria muy diferente. En general, los res destinados especialmente a la pro- mes o más excavando una gran fosa
museos no muestran el papel que de- moción de mujeres artistas. Sin que después es disimulada con mato-
sempeña la mujer en la sociedad, embargo, en muchos museos no se rrales cubiertos de tierra y hierbas”. Así
puesto que se nos ha influido y sociali- observa aún esta nueva tendencia. se da a entender que, salvo que se men-
zado para que despreciemos el “queha- Otro problema importante es la cione explícitamente a las mujeres,
cer Eemenino”. Las mujeres realizan un manera como los museos deberían in- estas exposiciones tratan sólo sobre
trabajo doméstico que no es remune- terpretar las vidas de las mujeres. En actividades masculinas y que a diferen-
rado ni valorado. Asimismo, la mayo- efecto, puede ser muy difícil reflejar la cia de lo que ocurría en la realidad, la
ría de los trabajos remunerados que vida familiar de manera adecuada y caza no era una actividad coqunitaria
realizan las mujeres (administrativos, atractiva. Sin embargo, estoy conven- para obtener alimentos en la que de
en los sectores de salud o del desarrollo cida de que si dedicamos algunas expo- verdad participaban todos.
comunitario) están mal pagados. siciones a determinados aspectos del
Curiosamente, cuando los hombres entorno cotidiano de la mujer, tales Una nueva educación, una
empiezan a hacer esos trabajos, se cam- como el agua, la madera, la tierra, la situación dzjreerente
bia la denominación de los puestos, agricultura y la recolección de alimen-
estos cobran más importancia y /el tos (en el caso de las poblaciones que Cuando Botswana se convirtió en pro-
salario sube! Tomemos como ejemplo practican este tipo de actividad), es tectorado británico, se produjeron
el caso de un(a) cocinero(a). Si una posible ofrecer una visión nueva de las muchos cambios en la vida social de la
mujer cocina y friega las cacerolas y los cosas. Nuestros programas educativos población, como sucedió en diversos
platos, cobra poco por ello. El hombre son precisamente los más susceptibles grados en muchas naciones coloniza-
es un chej se limita a cocinar, no limpia de ayudar al cambio, pero hay que das. Por ejemplo, se introdujo una
ni friega, tiene un ayudante y gana muy tener mucho cuidado con la manera de enseñanza nueva y diferente. Contra-
buen salario. informar, educar e interpretar. riamente a la enseñanza tradicional,
Al recorrer el museo de mi propia que se realizaba en el hogar y era per-
Ebcción y clasz$cación de ciudad, en donde trabajé gran parte de manente, los niños debían asistir a la
los objetos de exposición mi vida, quedé horrorizada al leer algu- escuela y los cursos tenían lugar en
nos de los rótulos de los objetos expues- periodos que resultaban convenientes
Uno de los problemas principales es la tos. Por ejemplo, en una escena de caza para la comunidad, por ejemplo, des-
elección de los objetos que se van a en la que hombres, mujeres y niños pués de la cosecha. La escolarización
exponer. La artesanía suele conside- acorralan a los animales y los dirigen planteó serios problemas a la familia
rarse, una actividad femenina; pero, hacia una trampa disimulada, para africana tradicional. Las niñas debían
pese a su belleza y a las posibilidades sacrificarlos, puede leerse: “Un nutrido ocuparse de los campos, preparar la
que encierra para explicar los ciclos de grupo, en el que también participan las comida y atender a sus hermanos más
Botswana: 202 progranza para elj h m r77

pequeños; los niños tenían que encar- nada por el sexo como de los valores
garse del ganado, preparar las tierras que sustentayy‘.
para el cultivo y realizar muchas otras Los museos disponen de los medios
tareas. Por consiguiente, las familias se necesarios para influir al menos en
vieron obligadas a decidir cuáles de sus La cultura ocupa un lugar secundario algunos de los cambios; son los mismos
hijos asistirían a la escuela y durante en la planificación del desarrollo, junto medios que modificaron, para bien o
cuánto tiempo. Muchas optaron por con las organizaciones no guberna- para mal, la situación de la sociedad en
prolongar la escolarización de los varo- mentales de voluntarias y la religión, general y de las mujeres en particular..
nes, dando lugar a la situación actual, en las que participan las mujeres. La
en la que los hombres predominan en incorporación de la cultura a la planifi-
la mayoría de los cargos de responsabi- cación del desarrollo supondría el
lidad y en las profesiones científicas. reconocimiento de un aspecto vital de
Las niñas que lograban asistir a la éste y debería comprender actividades
escuela, solían hacerlo para seguir cur- en los museos destinados a mejorar la
sos considerados “femeninos”, en dis- condición de la mujer. Estos deberían,
ciplinas como la docencia y la enfer- por ejemplo, pasar revista al papel que
mería. Así, se planteaba un dilema a las desempeñan las mujeres en las organi-
mujeres: la educación tradicional había zaciones comunitarias, sociales y de
desaparecido, pero el nuevo sistema de voluntarias; estas organizaciones tie-
enseñanza era discriminatorio, ya que nen mucho que decir sobre cómo las
generaba diferencias de categoría. mujeres han contribuido y siguen con-
;Qué pueden hacer los museos en tribuyendo al desarrollo.
este caso?Pues contribuir, por ejemplo, Por consiguiente, esta nueva dimen-
a disipar los mitos sobre la igualdad de sión de la planificación del desarrollo
acceso a la educación y a la tecnología debe comprender programas de capaci-
o dar preferencia de un modo más rea- tación para personal docente y otro
lista al papel de la mujer en la ense- personal de los museos, a fin de ense-
ñanza tradicional y moderna, así como ñarles a interpretar y presentar a las
destacar su contribución en aquellas mujeres desde una óptica real, no como
profesiones en las que es mayoritaria, símbolos, ya sea de la belleza, la mater-
por ejemplo, la educación, la salud, el nidad, la bondad o la sensualidad, sino
trabajo comunitario y la artesanía. La - como seres activos e importantes que
interacción entre la tecnología y la efectúan contribuciones múltiples a la
mujer podría constituir un tema inte- sociedad. Las exposiciones temporales
resante para los museos. En efecto, e itinerantes pueden transmitir, en este
éstos utilizan la tecnología y muestran sentido, mensajes muy precisos y direc-
su evolución. En Africa, las mujeres tos. Pero lo que realmente se necesita
son mayoritarias en el sector agrícola. (y que debería ser un elemento central
Generalmente, los hombres desbrozan en cualquier cambio que se introduzca
los campos y preparan la tierra; ellas en la planificación del desarrollo y que
siembran, escardan, espantan a los esté orientado a dar más importancia a
pájaros, cosechan, preparan los ali- los museos) es renovar todas las exposi-
mentos, almacenan la producción y ciones permanentes para reescribir la
casi siempre consultan a los hombres historia desde un punto de vista condi-
cuando se trata de establecer de qué cionado por el sexo.
modo utilizará la familia esa reserva. Para concluir, quisiera citar a Gerda
Pero los museos rara vez mencionan Lerner, quien resume muy bien el con-
estos hechos; tampoco muestran cómo junto del problema, cuando afirma:
la nueva tecnología ha mejorado o “Las mujeres, que ven disminuir la
empeorado la condición de la mujer. importancia de su función reproduc-
Sin embargo, estos cambios han enca- tora y modificarse las condiciones de
minado a las mujeres hacia nuevas ocu- su vida en la sociedad, necesitan libe-
paciones, que deben ser representadas rarse de frenos institucionales opresi-
en los museos para mostrar en qué sen- vos, cuyo mantenimiento no está ya
tido hay que modificar nuestra visión justificado. En la práctica, esto se tra-
de la mujer. Los museos no deben sola- duce en cambios de expectativas y
mente “reflejar” la realidad; han de ser orientación psicológica, en los que
también vectores de cambio, y algunos insisten las feministas. Ya no se trata
de esos cambios deben permitir mejo- simplemente de los derechos de la
rar la condición de la mujer, para que mujer, sino de la emancipación de
1. Gerda Lerner, The Majora5 Finds ifs Past -
ésta vuelva a desempeñar en la historia hombres y mujeres, tanto de una PIacig Wometi in Histoy, p. 61 y 62, Nueva York,
el papel central que le corresponde. arcaica división del trabajo determi- Oxford University Press, 1979.
Entre Zu tnzdìcìóny el modemìhwo:
%Z moruZ de ZOJ muyore$”
Shaje Tshiluila

d
E72 el Zaire, como en tantos ofrospaises, Recolectar, conservar y educar es la respuesta a la crisis de la sociedad,
indztstnaliados o en vías de desarollo, misión clásica de los museos. De por sí mediante el despertar de la conciencia
losjóvenes tratan de abtirse camino entre vasta, <es mficiente en nuestros días? y el conocimiento de su cultura.
elpaadoy elfataro. zcó?,yo paeden los Todo depende7 a mi juicio, del sentido
museos ayudarles21 oientarles en esta que se dé al papel educativo que les DOSgrupos de mujeres
corresponde. Los museos no pueden,
bksqzteda, especiahzetzte en el caso de las en nin&n caso, limitarse a transmitir En nuestras sociedades actuales del sur
jÓvetges?Esta es laJ%Pnta el pasado tal cual (sin profundizar en uno encuentra generalmente dos clases
fzt?gdamentalplanteadapor la azttora de significado y yo diría que tampoco de mujeres: las campesinas, general-
este articzdo, doctora en etnologay en su “utilidad”), a una juventud com- mente analfabetas o semianalfabetas,
delegada general a#ztnta del Institztto de Pletamente desorientada- que en general viven a la manera tradi-
Mztseos Nacionales del Zairey mietzbro es frecuente Oir cional y las mujeres que podemos lla-
del comite’ consztltivo de Redacciónde hablar de la profunda crisis social que
atraviesan nuestros jóvenes países,
mar modernas, que en su mayoría
viven en las ciudades y han tenido la
‘WH’‘”‘
acompañada de una verdadera inver- posibilidad de recibir una buena educa-
Dirección de la sión de la escala de valores. La juven- ción escolar. Jóvenes o menos jóvenes,
Institut des musées nationaux du tud, en especial la urbana, que ha de- unas y otras son garantes de la perenni-
Zaïre jado de estar custodiada, se encuentra dad de su grupo porque en su calidad
B.P. 4249 IGnshasa II frente a una sociedad que ya no ofrece de madres o personas mayores están
(zaire). un modelo cultural de referencia llamadas (o lo estarán) a orientar a
puesto que la mayor parte de los mayo- la juventud que constituye el futuro
res ya no vive su cultura profunda. El del país. Pero, <qué pueden hacer los
conocimiento tradicional y la sabiduría museos respecto a estas dos clases de
que ese conocimiento puede engen- mujeres?
drar, que antes eran un bien común En primer lugar, con respecto a las
ampliamente compartido, hoy se han mujeres de las zonas rurales, el museo
convertido en privilegio exclusivo de puede constituir una fuerza estimu-
los jóvenes que frecuentan la compañía lante. La recolección de objetos exige
de los mayores, ya que éstos todavía con frecuencia estar presente en el
portadores de esos conocimientos terreno, lo que a la vez facilitaría a los
icionales y comparten su con- investigadores la tarea de organizar
exposiciones itinerantes concebidas
Un proverbio de los kongos (grupo para despertar el interés de los campe-
ico del suroeste del Zaire) se refiere sinos y por ende de las campesinas,
na escultura de piedra que repre- dada su situación, sus problemas y sus
senta a un personaje que lleva un perspectivas.
morral de viaje: “El que ignora la tradi- Invitar a las mujeres a inscribirse en
ción no ha llevado el morral de los un programa de alfabetización y a
mayores”. Eso significa que el que no matricular a sus hijos en la escuela
conoce las tradiciones no ha frecuen- podría ser un objetivo importante de
tado la compañía de sus tíos, que esas exposiciones, que podrían ir
habrían podido transmítirselas durante acompañadas de conversaciones con
sus viajes. En su papel educativo, el los investigadores presentes. Otro obje-
museo puede, por así decirlo, permitir tivo sería facilitar la toma de concien-
a los jóvenes “llevar el morral de los cia por parte de las mujeres del signifi-
mayores”, ofreciéndoles elementos de cado verdadero de su trabajo. He
Etifre la fradicìótiy el modertiismo: ‘kl morral de los nzG

Una tapadera con proverbio que dice:


“DOSpájaros no pueden picotear un
mismo grano”. El proverbio se
interpreta en el sentido de que un
hombre no debe tener sino una sola
mujer y que otra mujer no le conviene.

podido. comprobar en muchas aldeas femenina, poniendo de relieve las eta- entiendo por una “buena educación”.
que si bien la mujer es objetivamente pas que una mujer ha vivido de Para concluir, quisiera dar un ejemplo
un agente esencial de producción, no acuerdo con las normas de la cultura concreto refiriéndome a las tapaderas
siempre es consciente de la importan- tradicional, y los aportes de esta cul- con proverbios que utilizan los woyos
cia de su papel y, en todo caso, sólo en tura a la mujer moderna, que si bien es (subgrupo de los kongos), tanto más
contadas ocasiones interviene en otras instruida con frecuencia ha perdido sus interesante cuanto que se trata de obje-
fases del proceso económico (por ejem- raíces. Por ejemplo, se podría mostrar tos que al mismo tiempo son bellos
plo, en la comercialización de los pro- el tránsito que experimenta la niña (por lo cual resultan especialmente
ductos, actividad esencialmente mas- cuando se inicia en el trabajo diario adecuados para exposiciones) y que
culina), a la que sin embargo ella (cosecha y trabajo en el campo) y da el comportan referencias culturales pro-
podría contribuir de modo significa- paso reglamentario hacia la adolescen- fundas pero fácilmente comprensibles
tivo. cia. Esta segunda iniciación se caracte- para los no iniciados. He aquí el ejem-
Miremos otra vez hacia la ciudad, riza por un periodo de reclusión en el plo.
donde las jóvenes, aunque tienen que la joven, separada de su familia, es Entre los regalos de boda que toda
mayores oportunidades de instrucción iniciada a la vida en una verdadera joven woyo recibía de su abuela
escolar que en el campo, reciben quizás escuela práctica. Así, por ejemplo, materna figuraban las tapaderas de
una educación inferior, en el sentido durante este periodo de reclusión es vasijas ilustradas con proverbios.
tradicional del término. A este res- cuando la joven pigmea recibe un Cuando en la vida conyugal surgía un
pecto el museo ha brindado amplias conocimiento profundo de la natura- verdadero conflicto, la mujer woyo, sin
oportunidades desde 1988, año en que leza, de donde toma los bellos motivos dejar jamás su buena educación, servía
el Instituto de Museos Nacionales del decorativos que usará para adornar su al marido una comida en una vasija
Zaire organizó una exposición titulada atuendo, confeccionado con corteza cuya tapadera contenía grabados alusi-
L a vida cotidiana en elpeblo. Esta exposi- machacada. vos a la observación que ella deseaba
ción, muy, bien concebida, ponía de Los mensajes de estas exposiciones hacerle. En general, esta escena tenía
relieve algunos momentos y activida- deben ser claros y bien equilibrados lugar en presencia de un tío o de otra
des clave de la vida rural, concreta- para que los visitantes puedan com- persona mayor influyente del clan del
mente el nacimiento, las actividades prender que tradición y modernismo esposo, que servía como testigo y hacía
culturales, la cestería, la agricultura, la pueden combinarse armónicamente, y las veces de árbitro. Las tapaderas con
ganadería, la cerámica, etc. Se quería que esta alianza puede ayudar a la proverbios, muy significativas, siguen
que los escolares de la ciudad se inte- mujer instruida a comprender la socie- siendo la prueba de esta buena educa-
resaran por conceptos fundamentales dad y a ocupar el puesto que le corres- ción que debe sustentar y acompañar a
que trascendían los objetos expuestos. ponde en ella. De este modo, si la ins- cualquier acción, incluso reivindica-
Así, un fuelle de forja está lleno de alu- trucción se presenta como algo pro- tiva.
siones y connotaciones porque remite vechoso, se comprenderá también que Con este enfoque, los museos
al herrero y evoca el trabajo del hierro hay que completarla con los elementos podrán despertar conciencia. Colocada
con sus repercusiones económicas en la de una buena educación tradicional. S e así frente a su destino, la mujer prose-
agricultura, la caza, la pesca, etc. evitará así que la instrucción escolar guirá su lucha por conquistar un lugar
provoque un desorden, dando lugar a digno en la sociedad actual sin perder
Las tapaderas con una mala interpretación de los.térmi- por ello sus verdaderas raíces.
proverbios, instrumentos nos “liberación” o “emancipación” que
de la buena educación podría conducir a la mujer a su propio
rechazo.
Se podrían realizar exposiciones simi- Algunos lectores y lectoras tal vez se
lares orientadas hacia la juventud interroguen acerca de lo que yo
180

L a ìnJHencìa de la mger eB los mm-eos:


~n semìnado en Zos Estados Unidos
Jane R. Glaser

Del 8 al 10 de flZaR0 de 1990, treinta Principios, políticas y prácticas: estas los museos; imaginar el museo del
y dos coitferenciantesjiciento ochenta tres “pes” constituyeron el hilo con- futuro para determinar el impacto que
partic+antes asistieron, etl los Estados ductor del diálogo a lo largo de todo un tendría en el hombre y la mujer.
unidos de Améica, a seminario, titulado ‘‘Perspectivas de Es un hecho histórico que, en los
el421e se exafllinó elpasado, elpresentelos sexos: la influencia de la mujer en Estados Unidos, el “movimiento femi-
los museos”, celebrado recientemente nista” de comienzos de los años setenta
y el fatwo de la mzljer en relacìófl CON en la Smithsonian Institution de Was- dejó de lado el mundo de los museos.
los mgseos* este artic“o~ la hington. El alud de vocablos y frases O, para ser más precisos, los museos de
Presidenta delJem~narh~esiwzea b n a que se emplearon, tales como “habi- los Estados Unidos han ignorado el
de las conclmiones de los debates. Jane litación”, “nutrir”, “testimoniar”, movimiento feminista desde sus ini-
R. Glaserf.e directora de la “civilizar”, “humanizar”, “ángulos de cios. Es posible que no hubiera un
snzithjoniatl Institgjion’S ofice ~f visión” y otros, encajó perfectamente número suficiente de mujeres para dar
M~~~~~~ prograT71n2es (ojCjna de en el marco de las tres “pes”. En cada celebridad a esta causa, o que fueran
una de las seis sesiones del seminario se muy pocos los hombres que veían la
programa de Mgseos de”ti’o trató un tema distinto y los participan- situación de la mujer en los museos
s’nìtbso’gìan)y de la tes, hombres y mujeres de gran valía, como un problema, o bien que exis-
forflzacióflprofesionaldHratJtecatorce aportaron su contribución como ora- tiera en realidad una red de favoritis-
aZos. E s vicepresidetzta del Comité de dores, interlocutores y moderadores, mos entre el personal masculino. El
Formación del Personal del ICOM y unos dando consejos, otros haciendo término “feminismo” tiene hoy una
flziefizbro del C o n j ~ ode la Apzerican objeciones y todos interviniendo en 10s connotación distinta y no refleja ya una h

~ ~ ofMaseamsa ~ ~ ~ debates i con


~ brío t y sinceridad.
i ~ ~ Artemis imagen extremista, sino que por el OI e
Zenetou coordinó las sesiones. contrario representa una fuerza posi- m-
Dirección de la autora:
El seminario se propuso las metas y tiva con la que hay que contar en la i
i
Arts and Sciences l4I0 objetivos siguientes: examinar históri- vida cotidiana; por ende, resulta más 3 Y

900 Jefferson Drive camente la influencia de la mujer en los aceptable para los profesionales de los x
Washingon, D.C. 20560 museos; compartir experiencias que museos.
(Estados Unidos de América). demuestran cómo la pertenencia a un
sexo puede influir considerablemente Un poco de historia
en las actividades académicas y educa-
tivas de los museos; identificar los A partir del siglo XIX, las mujeres
cambios sociales y tecnológicos que siguieron carreras universitarias y
afectan a los museos; evaluar las posi- constituyeron una fuerza educativa en
bles funciones académicas, educativas los museos estadounidenses, sentando
y de dirección que pueden asumir las las bases para las que vendrían después
mujeres en tanto que profesionales de de ellas y cimentando así su credibili-
LAiy%eticia de fa mider e12 los mitseos: E N I semitiario en los Estados Unidos 181

Respuesta a una ponencia presentada


en el seminario celebrado en marzo de
1990 en la Smithsonian Institution,
Washington, D.C.

dad. Se considera que ha habido tres el lugar de trabajo, y exigen descripcio- cios heredados con respecto a los sexos.
generaciones de mujeres profesionales nes de empleos realistas y un programa En los museos científicos, la mujer
de los museos en los Estados Unidos. con objetivos concretos y no ilusorios. desempeña una función civilizadora,
La primera estuvo constituida por las Cada vez es más frecuente encontrar ya que a su experiencia se suman sus
mujeres que empezaron a trabajar en mujeres tan exigentes como los liom- virtudes de educadora y socializadora.
este sector antes de la segunda guerra bres en lo relativo a un nivel mínimo Ya no se organizan exposiciones de-
mundial y abarca hasta 1950. Eran per- de seguridad en el desempeño de sus dicadas a “los niños y sus juguetes”;
sonas muy calificadas, o que se dedica- funciones. ahora las manifestaciones se orientan
ron a la profesión museística tras haber En términos más generales, ?qué hacia las realidades sociales de nuestro
trabajado en un sector afín. La segunda revela un examen de la situación sistema, y el interés se centra en el ser
generación de mujeres entra en activi- actual? La falta de espacio impide ana- humano.
dad entre 1950 y 1970, periodo en el lizar aquí de modo sistemático las múl- En los últimos veinte años, la erudi-
que se produjo una importante expan- tiples conclusiones a que se llegó en ción feminista ha pasado en cada disci-
sión de la actividad museística. Estas el seminario. Quisiera, no obstante, plina por un proceso en tres fases: el
mujeres no siempre tenían una forma- comentar algunos puntos concretos, énfasis en documentar la discrimina-
ción especializada, sino que tendían a extraídos de las diversas ponencias*, ción y la liberación, la identificación e
ser generalistas. para que los lectores de Mztseum puedan investigación de tradiciones y culturas
La actividad de la tercera genera- hacerse una idea preliminar, en espera propias de la mujer y el cuestiona-
, ción de mujeres profesionales de mu- de los resúmenes de los debates, que miento de las bases teóricas de todas las
seos va desde el año 1970 hasta la deberán estar publicados cuando apa- disciplinas, con la inclusión mucho
actualidad; las que pertenecen a esta rezca este número de Mztsemz. más directa del hombre en las materias
generación han recibido una forma- Fue una mujer la que inició el movi- de estudio relativas a los sexos.
ción profesional muy completa, ven miento de los museos afroamericanos. La Association of Art Museum
el trabajo en el museo como una au- Los museos de la comunidad negra se Directors (Asociación de Directores de
téntica profesión y, con frecuencia, crearon con la finalidad de capacitar a Museos de Arte) cuenta tan sólo con
como una alternativa a la enseñanza los miembros de esa comunidad y per- unas veinte mujeres entre sus dos cen-
universitaria. mitirles librar con éxito sus batallas. tenares de miembros, de los que sólo
En la actualidad está apareciendo Lo mismo podría hacerse con respecto tres no son blancos. De un total de mil
una cuarta generación de mujeres pro- a las mujeres.
fesionales, conscientes de los peligros En los museos para niños se presen-
del “desgaste prematuro” y de los éxitos tan pocos prejuicios sexistas porque la 1. El presente artículo está basado en los
ignorados. Las mujeres de esta genera- reflexión se expresa en término de qué trabajos de Mary Schmidt Campbell, Kendall
Taylor, Lois Banner, Edith Mayo, Bonnie Van
ción se interesan cada vez más por pienso y cómo hago este trabajo. Entre Dorn, Rowena Stewart, Ann Lewin, Roger
cuestiones prácticas, tales como la jubi- el 85 y el 90% de los fundadores y hlandle, Robert Sullivan, Heather Kurent, Jean
Weber, Paul Perrot, Marcia Tucker, Christina Orr-
lación, el pago de las horas extraordi- directores de estos museos son mujeres, Cahall, Joallyn Archambault, Linda Downs y E.
narias o la protección física y moral en que se esfuerzan por superar los prejui- Kay Davis.
Is2 Jane R. Gimr

museos de arte, sólo ciento cincuenta La mujer es escuchada. Es esencial


están dirigidos por mujeres. Por lo que lo que tenga que decir sobre el
general, no se ha reconocido debida- lugar que les corresponde en la socie-
mente el papel de las mujeres como dad no se limite a la defensa de sus pro-
teóricas e intérpretes de la historia de pios intereses. La mujer puede abrigar
las artes visuales, error que debe ser la esperanza de florecer en la sociedad
corregido. Se ha relegado a la mujer a del futuro, pero sin embargo los prejui-
las funciones de divulgación y sociali- cios tardan en desvanecerse. La mujer
zación del arte, en detrimento de su debe exponer sus puntos de vista, aun-
aportación al fomento de los valores que ello le suponga un riesgo. El
estéticos. género femenino será tenido en cuenta
Aunque en el grupo fundador de la y es posible que el verdadero interro-
Associaton of Science and Technology gante consista en saber cómo respon-
Centres (Asociación de Centros Cientí- derán los museos al inevitable cambio
ficos y Tecnológicos) figuraba una social. El liderazgo es un elemento
mujer, hubieron de pasar dieciocho clave cuando se logra el consenso y se
años antes de que una mujer fuera ele- congrega a la gente, algo que las muje-
gida presidenta. La American Associa- res saben hacer muy bien. Las mujeres
tion of State and Local History (Aso- deberán adquirir una educación tecno-
ciación Estadounidense de Historia lógica y empresarial, leer las obras per-
Estatal y Local) nombró a su primera tinentes, seguir nuevos cursos, dialogar
directora cuando celebraba su quincua- con sus colegas y hacer las preguntas
gésimo aniversario. correctas. Asimismo, tendrán que
aprender a orientarse por los laberintos
EZfuturo de la política y los medios de comuni-
cación, para sortear con éxito la pró-
A medida que el siglo XXI se aproxima, xima década.
existe ya en los Estados Unidos una Los museos no están hechos para
mística por reestructurar profunda- “vender” el futuro, sino para contri-
mente la sociedad, las instituciones y buir a que la gente decida con más
los estilos de vida. Los museos, que acierto lo que le conviene de cara al
durante mucho tiempo se vieron úni- futuro. Es necesario que las mujeres
camente como depositarios del pasado, más jóvenes se familiaricen con las teo-
deben convertirse ahora en barómetros rías feministas más adecuadas al
del futuro. Su nivel de adaptación a los mundo de los museos, y habrá que
vertiginosos cambios que se registran multiplicar las señales que nos permi-
dentro y fuera de sus muros, determi- tan percatarnos de que ha habido cam-
nará a su vez su propio futuro. bios.
La mujer, que hace frente a crecien- Para conseguir todo eso, es necesa-
tes peligros y posibilidades, deberá rio que haya una presencia lo más com-
inventarse igualmente el futuro que de- pleta posible de mujeres (no de “super-
see; puede que éste sea bien distinto del mujeres”) en los museos.
pasado e incluso del presente. La mujer
ha sido hasta ahora un eco del hombre;
la verdadera mujer es aún un sueño del
futuro. En los museos, las mujeres pue-
den elegir hoy entre seguir siendo
silenciosamente explotadas o crearse su
propio espacio.
Las mujeres tendrán un papel espe-
cial que desempeñar en los museos,
como reformadoras sociales. A medida
que la enseñanza en los museos
adquiere una prioridad insoslayable,
ésta trascenderá a los educadores, fun-
ción que tradicionalmente viene asu-
miendo la mujer. Se organizarán expo-
siciones de pertinencia social y
ambiental para los problemas comuni-
tarios graves, y la mujer podrá ejercer
un control primordial sobre su conte-
nido e interpretación.
BibZiografia parcial
L a bìblìograja que aquí presentamos es de carácter ìndìcatìvoy no exhaastìvo. Ha
sido elaborada a partir de los datos sumiraistadospor los partìcz)antes en la remìón de
trabajo de CopeRhaguey el Centro de Documentacìón Unesco-ICOM. Agradecemos a
AnHe Ra@n y Nei'lìe Nissen por la colaboracìón que nos dìerofi en la preparacìón de
la mìstna.

ADSETT,Virginia. Job Sharing: The Chelten- Should Thg Begitz at Home? Interim report of PERROT,Paul. A Citizen of the World. The
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rios, iluminación con fibra óptica, renovación arquitectónica. . ., he aquí algunos
de los elementos y servicios que examina Mziseza, en el n.O 172, cuyo tema princi-
pal es la asistencia que dan a los museos las empresas, individuos y otras fuentes
exteriores. “Nosotros y ellos o cómo cuidar a los asesores museológicos~7 es, por
ejemplo, uno de los artículos que examinan esa relación cada vez más vasta entre
el museo y sus patrocinadores, en la que los problemas no brillan por su ausencia.
Otros artículos de este número invitan al lector a recorrer exposiciones evocado-
ras de las actividades masónicas de Wolfgang Amadeo Mozart con motivo del
bicentenario de su muerte, y cuentan cómo se invita a los visitantes a “replicar” en
la Galería de Arte de Canadá.
¡Feliz lectura! @

Una nueva revista


internacional:
Museum
Development La lLVS Review, un nuevo visitantes de los museos
Lanzada e n octubre d e 1989, la revista
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mensual Museum Development, que se el estudio del de las exposiciones
publica e n ingles e n el Reino Unido, se
centra e n un único e importante tema: cómo comportamiento de los
aumentar los ingresos d e los museos. Con
lectores e n más d e veinte países, aborda los
aspectos siguientes: las fuentes d e sub- ¿Le interesa saber s i los programas de las ciencias y la actitud de los
venciones; los programas para aumentar el educativos y las exposiciones de los visitantes en los museos de arte, hasta
número d e afiliados; el mecenazgo; las museos transmiten adecuadamente las Últimas aplicaciones de la informa-
ventas al detal; los servicios d e cafetería y sus mensajes a los visitantes? En caso tics a las exposiciones y a la investiga-
restaurante; las actividades editoriales; la afirmativo, le interesaran las publica- ción sobre la eficacia de esta Últimas.
organización d e viajes; el incremento d e las ciones del International Laboratory for Además de la ILVS Review, el labo-
propiedades; la organización d e recep-
ciones y las concesiones de licencias. Visitor Studies (organismo no lucrativo ratorio publica la bibliografía Visitors
La suscripción anual, correspondiente a con sede en los Estados Unidos de studies bibliography and abstracts,
doce números, se eleva a 90 libras esterlinas America). que se actualiza todos los años.
(120 libras esterlinas para las suscripciones Su órgano principal es la ILVS Para solicitar información sobre las
d e ultramar por correo aéreo). Para mayor Review - A journal of visitor behaviour, condiciones de suscripción y los for-
información, favor dirigirse a: que desde 1988 se viene publicando mularios de pedido, favor dirigirse a:
Museum Detelopment dos veces al año en ingles. El profesor International Laboratory for Visitor
The Museum Development Company Ltd. C.G. Screven y el Sr. Harris Shettel Studies
Premier Suites, Exchange House codirigen la revista, la Única publica- Psychology Dept. GAR 138
494 Midsummer Boulevard
Central Milton Keynes MK92EA ción cuyo contenido, que se somete a University of Wisconsin
Reino Unido la consideración de otros profesiona- P.O. Box 413
Telefono: 0908 690880 les, esta dedicado exclusivamente al Milwaukee WI 53201
Fax 0908.670013 estudio del público de los museos y a Estados Unidos de America
las relaciones de estos Últimos con sus (Fax (414) 729-6329)
visitantes. Los temas, tratados por
eminentes especialistas de distintas
(Estos avisos se publican en virtud de un inter- nacionalidades, cubren desde los
cambio de publicidad con Museum, y no signifi- métodos de evaluación, el diseño de
can necesariamente que la Unesco tenga algo etiquetas, los métodos de enseñanza
que ver con los servicios anunciados.)

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