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Editorial 123
A Y E R Y HOY
CU A D R OS hl US EÍ S T I c OS FEhf E N I N OS
Amita Ray E n la India, nuevos caminos entre las arenas movedizas 152
i R E P R E S E N T A R ES T R A I C I O N A R ?
iY E L P O R V E N I R ?
Doreen N.Nteta Botswaua: un programa para elfuturo 175
Shaje Tshiluila Entre la tradìcìóti-y el i~zodernìsnzo:"el morral de los inqores" 178
Jane R. Glaser L a inJueucìa de la mujer en los museos: uti senzina~oen los Estados
Unidos 180
Biblìgrajla parcial 183
In Memoriam
Todos los que le conocieron y le amaron han recibido con profunda
tristeza la noticia del fallecimiento de Conrad Wise, acaecido en París el 28
de octubre de 1990, a los 65 años de edad.
Conrad Wise nació en California y era aún muy joven cuando, atraído por
el viejo continente, decidió a principios del decenio de los cincuenta
completar su formación universitaria en Italia y Francia, en esa Europa
donde iba a pasar el resto de su vida.
Experimentado lingüista y conocedor a fondo de todas las sutilezas del
.4
1704 Copenhague V
(Dinamarca).
Qué se puede hacer para mejorar Después de las actividades prepara- también que su labor rara vez recibe el d
Y
las perspectivas de las mujeres en esas torias, que duraron un año y medio, los reconocimiento que merece en térmi- d
profesiones. autores se reunieron en Copenhague nos cuantitativos o cualitativos. En $
*De qué modo podrían ayudar los para intercambiar impresiones y dar algunos países, las mujeres constituyen
museos en el mejoramiento de la con- forma final a los textos, acerca de los la mayoría de los profesionales de los 6
dición de la mujer en general. cuales se llegó a un consenso. Pero no museos. El quid de la cuestión es que $
En la reunión de trabajo que los auto- procedieron a efectuar una homoge- los salarios y las condiciones de empleo ‘5
&
res celebraron en Copenhague del 21 al neización total, ni mucho menos una son considerados insuficientes por los
27 de junio de 1990, se esclarecieron reducción al mínimo común denomi- hombres, que prefieren por lo tanto 8
éstas y otras cuestiones. Por ejemplo, se nador, ya que probablemente no todos otras profesiones para obtener los 2
indicó que, contrariamente a lo que los estarían de acuerdo con todas las opi- medios de sustentar a sus familias y $”
escépticos podrían haber sospechado, niones que los demás sustentan. resuelven dejar los museos a las muje- $j
Infroduccìón escrita por la coordinadora delpresenfe nimero “Y
res, donde reciben estipendios tenidos categorías de empleados y lograr que Hacia una estrategia
generalmente como un complemento éstos trabajen en equipo, pero tropie-
del ingreso familiar. Cuando las leyes zan con dificultades para resolver las Los contactos personales y epistolares
nacionales intervienen para establecer situaciones donde “el poder” es sinó- que tuve la ocasión de establecer
la igualdad salarial, el sentido del pro- nimo de “hombres”, por ejemplo en los durante la preparación de este número
ceso se invierte, ya que a igualdad de consejos de dirección y la toma de de- me permitieron medir el entusiasmo
calificaciones se prefiere a los hombres, cisiones. En opinión de Maria do Ceu que anima a las profesionales de los
con el argumento de que “las mujeres Baptista, del Centro Gulbenkian de museos. Por su modesta dimensión, la
se casan, tienen hijos y dejan el tra- Arte Moderno de Lisboa, las mujeres reunión no pudo colmar las expectati-
bajo”, siendo consideradas de una deben aprender a tratar con el poder y vas de las numerosas personas que de-
manera general como personal “inesta- a utilizar el lenguaje que abre las puer- seaban participar en ella. Ponemos así
ble”. Sin embargo, si el trabajo compar- tas tanto de ese poder como de las nuestra mirada en el futuro, esperando
tido o a tiempo parcial constituye una finanzas. que el presente número promueva
solución, este no ayuda a la evolución En cuanto a la presencia femenina ideas nuevas que permitan aprovechar
natural de una carrera. En los museos en las colecciones y exposiciones de los ese entusiasmo. En tal sentido se soli-
que dependen de la Smithsonian Insti- museos, en algunos artículos se subraya citó al Director General de la Unesco,
tution de Washington, en los Estados que la historia de las mujeres está Sr. Federico Mayor, durante su visita a
Unidos de América, se observa una dis- ausente en muchos de los museos con- Copenhague, que auspiciara una nueva
minución del número de mujeres que siderados. En la reunión de Copenha- reunión sobre este tema.
permanecen más de diez años en el em- gue se hizo notar que hay casos en que Al término de su labor, los partici-
pleo. los rótulos que identifican las obras pantes en la reunión de Copenhague
A juzgar por las tendencias observa- sólo indican el sexo del artista si se aprobaron las siguientes conclusiones,
das recientemente en el Reino Unido, trata de una mujer, lo que supone que, elementos constituyentes de una estra-
existe en los museos un conjunto de salvo excepciones, los pintores son tegia de acción:
quehaceres a los que las mujeres se ven hombres. <Esque los museos no deben “Estamos de acuerdo
atraídas, o relegadas, como son los de documentar acaso la historia y la crea- en la importancia de las actividades
secretaria y los relacionados con la lim- tividad de todos los grupos sociales? que se están realizando para mejo-
pieza; en los puestos profesionales, los <Cómoes posible desalienar a las muje- rar la imagen y la condición de la
dedicados a la conservación de tejidos y res si se excluye su historia y si se mujer en los museos, y en la utili-
la enseñanza en el mismo museo. $e encuentran privadas de tener contacto dad de mantener y desarrollar las
puede decir que las mujeres evitan los con el patrimonio cultural de su sexo? redes nacionales, regionales e in-
cargos de dirección o que se sienten Cabe plantear ahora una pregunta ternacionales;
incómodas si se desempeñan en la importante: ?qué puede decirse de los en la necesidad de contar con
administración? $e considera que museos específicamente femeninos? nidad femenina de los mu
infringen las normas establecidas si se Al inaugurar la reunión, Olaf
organizan para conseguir una mejor Olsen, director del Museo Nacional de
remuneración por la tarea cultural que Dinamarca, preguntó si convenía
realizan cuando no disponen de for- seguir ese camino o, por el contrario, si
tuna personal? ?Qué especificidad, en cabría incluir en los museos “co- en promover una
función del sexo, supone el hecho de rrientes”, en su merecida extensión, la
ser mujer en un museo? dimensión femenina, teniendo en
Según Maria Teresa Gomes Ferrei- cuenta que las mujeres constituyen la
ra, directora del Museo Gulbenkian de mitad de la humanidad. Para progresar
Lisboa, que cuenta con una plantilla de hacia la igualdad y la integración se
personal que en su integridad es feme- necesitan estructuras específicas de
nino, “las mujeres aprecian y cuidan cada sexo. En el Reino Unido. las Dro-
los objetos en sí, los hombres los utili- fesionales agrupadas en el Wome
zan para elaborar teorías y documentar Heritage and Museums (WHAM!)
sus tesis“. Esin Atil, conservadora de la mueven la causa de la muier t)or m
I I
siciones: estructurar
Galería Freer and Sackler de Washing- de reuniones, contactos y b pxogramas relativos ujer en
ton, coincidió con esa afirmación: “las Los museos femeninos
mujeres se interesan por los objetos y nan en este número
tienen tan buen ojo para disponerlos en ghettos, sino puntas d
una exposición como para arreglar nen modificar 1
hermosamente una mesa”; añadió que
sus asistentes técnicos preferían traba-
jar con conservadores del sexo feme-
nino por esa razón.
En la reunión de Copenhague se
indicó que, en su función de directoras
de museo, las mujeres tien
especial para entenderse con todas
vez más y mejor: la participación
a en los museos de Portugal
a Braz Texeira
ón entre el mmeo Los ochocientos años de historia de han transformado actualmente. Pero
Portugal revelan la presencia de mu- fueron asimismo importantes centros
jeres que se dedicaron al arte como de creación: algunos de ellos encarga-
creadoras y, en algunos casos, como ron obras de arte y otros las ejecutaron
coleccionistas; con las colecciones a petición de la corona, la nobleza y la
comienza, como es evidente, la historia jerarquía eclesiástica. En 1772 se fundó
de los museos. el primer museo de Portugal, destinado
La primera coleccionista impor- a estudiantes de la Universidad de
tante fue la reina Leonor (1458-1525) Coimbra. También se crearon algunos
que vivió en la edad de oro de Portu- museos más pequeños durante la Ilus-
mt/seos de gal, vale decir la época de los descubri- tración, bajola influencia del enciclo-
M~~~~ mientos y de los navegantes, y se de- pedismo. En la misma época, animada
dicó tanto a las obras sociales como al por esos ideales, la reina María I se de-
mecenazgo cultural. En el convento dicó al fomento de la ciencia y la ense-
Madre de Deus, en Lisboa, donde fue a ñanza, constituyendo en 1779 la Aca-
enviudó, se rodeó de demia Real de Ciencias en Lisboa.
raje, obras de arte. En la actualidad, ese con- María I solicitó a los gobernadores de
rgo vento es el Museu Nacional do Azulejo las colonias que coleccionaran espe-
ho, (Museo Nacional del Azulejo') que címenes botánicos y zoológicos pro-
contiene parte de su colección. El resto pios de sus territorios y ordenó que se
1).
puede hallarse en el Museu de Arte adquirieran para el museo del Palacio
Antiga (Museo Nacional de Arte Anti- Real de Ajuda, donde se instruían sus
guo) que comprende, entre otras cosas, hijos, especímenes geológicos proce-
obras realizadas por encargo, como un dentes de lugares tan distantes como
relicario, pinturas de artistas portugue- Rusia.
ses y extranjeros y la Cmtodia de Belén, Las invasiones napoleónicas obliga-
obra mayor de orfebrería diseñada por ron a la familia real a radicarse en el
Gil Vicente, también escritor, a quien Brasil. Doña Leopoldina de Austria
la reina Leonor encargó obras muy a llegó a Río de Janerio en 1817, para
menudo, del mismo modo en que lo contraer matrimonio con el príncipe
hizo con otros científicos, músicos y Don Pedro. La acompañó una expedi-
ción de científicos, entre los cuales se
En Portugal era muy común que las contaban zoólogos, botánicos, natura-
an los hábitos por múl- listas y un pintor que ilustró a la acua-
razones: pobreza, desengaños rela la vida, las costumbres, los paisajes m"
osos, el deseo de librarse de matri- y los especímenes tropicales del Brasil. "d
tados contra su volun- En 1818 se fundó el Museo Real de Río
otras presiones familiares, o por de Janeiro con las colecciones de esa x
es de verdadera vocación reli- misión de científicos y otros materiales 3 v
has viudas se retiraban a los etnográficos. *
2
d
conventos lograron constituir La segunda etapa, de 1833 3
s colecciones de objetos de arte a 1910 2
c4
articular cuando aquellos ö
aban los hábitos eran de sangre La segunda etapa de la historia de los 2-P
real; de esa manera, al conser- museos de Portugal se inició en 1833
,pasaron a ser los precur- con la creación del primer museo bajo
s museos en que muchos se el nuevo régimen constitucional. Co-
mo se habían abolido los conventos,
las mujeres que recibían algún tipo de
instrucción tenían que hacerlo en el
propio hogar. De conformidad con las
estrictas costumbres de la sociedad de
la época, la meta de esa instrucción se
limitaba casi exclusivamente a trans-
formarlas en buenas madres y amas de
casa, norma a la que no escapó la reina
Maria II, que murió durante el parto de
su undécimo hijo. A ella se debe la
creación de la Academia Real de Bellas
Artes de Oporto (1835) y de la de Lis-
boa (1836), destinadas a recibir todas
las colecciones de los conventos y
monasterios. En 1839, María II ordenó
que se encomendara el patrimonio cul-
tural del país a la Academia de Lisboa y
que ésta se transformara en galería
nacional.
La condesa de Edla (1836-1929),
anteriormente cantante de ópera, ejer-
ció una gran influencia en el arte y la
música. Tras un matrimonio morganá-
tic0 con el rey Fernando II, se cons-
truyó en su época el famoso Palacio
Pena en Sintra, cuyas còlecciones de-
ben mucho a su gusto e influjo. Poco
después, en 1905, la Reina Amelia creó
el Museu dos Coches (Museo de
Carruajes2), en el Picadero del Palacio
Real de Belem, uno de los museos más
visitados del país y el que alberga la
mayor colección de carruajes y coches
del mundo.
La implantación de la República en
1910 señaló el comienzo de la tercera Jubón bordado que llevaba el Rey João I debajo de la
fase de la historia de los museos de Por- armadura, durante la batalla de Aljubarrota, en 1385. Obra
tugal. Por decreto, los bienes pertene- anónima de una mujer ( o mujeres), restaurada
cientes a la Iglesia fueron transferidos aproximadamente siete siglos más tarde por Maria José
al Estado y prácticamente todos los Taxinha y Mana Emilia Amara1 Teixeira, conservadora del
palacios de los arzobispos se transfor- Museo Alberto Sampaio Guimarães, bajo la supervisión de
Maria José de Mendonsa.
maron en museos regionales. En uno
de ellos se encuentran las colchas bor-
dadas procedentes de Castelo Bianco, Nacional de Arte Antiguo, o sea que Nacional del Vestido. Muchos de los
ejemplo excepcional de obras anóni- ocupó el puesto más importante a que que hoy ocupan puestos de directores y
mas realizadas por mujeres. un conservador puede tener acceso en conservadores de museos, fueron sus
En 1928, con Salazar, comenzó un el país, debido a la importancia de sus alumnos. En materia de conservación
nuevo régimen autoritario de derecha. colecciones. Toda su vida se dedicó a se le debe la creación del Departa-
Durante el mismo, Maria José de Men- fomentar y modernizar los museos que mento de Conservación Textil en el
donça (1903-1983) fue nombrada con- tuvo a su cargo; a ella se deben las pri- Instituto José de Figueiredo, el insti-
servadora del Museo Nacional de Arte meras reservas organizadas como gale- tuto nacional de conservación.
Antiguo. Era la primera vez en la his- rías de estudio; reestructuró también la Maria José de Mendonça también
toria del país que se designaba a una formación de los conservadores y fue se interesó por el arte contemporáneo
mujer para cumplir esas funciones. autora de varias publicaciones. y organizó en la Sociedade Nacional
Dejó ese puesto para ocuparse de la pla- Mientras fue directora del Museo de Belas Artes la primera exposición
nificación y la organización del famoso Nacional de Arte Antiguo, Maria José de obras de artistas de su época, pros-
Museo Gulbenkian de Lisboa y, más de Mendonça organizó un gran nú- critos por razones políticas. Además,
adelante, pasó a ser directora del Mu- mero de actividades culturales, tales estuvo en relación con el movimiento
seo de Carruajes, donde creó una sec- como cursos, conferencias, seminarios MRAR, dedicado a la creación de dise-
ción especial destinada a la enseñanza. y exposiciones. Gracias en buena parte ños modernos para imágenes sagradas,
Posteriormente dirigió el Museo a sus esfuerzos, se fundó el Museo vestimentas y otros objetos religiosos,
I28 Mudalem B r a Texiera
c
h
I-
Grace Morley
Elisabeib des Pnrtes-y Anne &$in
I naje que le rindió con motivo del pre- el ICOM, que supone un trabajo volun-
mio que le otorgó la American Asso- tario fuera de las horas estrictamente
ciation of Museums en 1984’, Grace dedicadas a la labor profesional y la
Morley encontró en esta función la eventualidad de desplazamientos al
posibilidad de aplicar todos los princi- extranjero, habría podido traducirse
pios que habían inspirado la creación en una menor participación femenina.
del ICOM veinte años antes. De 1972 a Sin embargo, el enriquecimiento pro-
1977, organizó una serie de reuniones fesional que aporta esta actividad,
profesionales en la región. En 1978 junto con la convicción de que los
abandonó sus actividades oficiales en la objetivos de ayuda mutua y de coopera-
Agencia, de la que siguió siendo conse- ción que persigue la organización están
jera hasta su fallecimiento. bien fundamentados, prevalecen sobre
Yvonne Oddon (1902-1982), fran- las dificultades derivadas de un exceso
cesa, fue nombrada en 1929 biblioteca- de trabajo o las de orden material o
ria del Museo de Etnografía de Troca- financiero.
dero de París, en el que organizó la A continuación se reproducen seis
Biblioteca del Museo, al mismo tiempo cuadros que indican la proporción de
que administraba la biblioteca personal hombres y mujeres que trabajan en los
del coleccionista David Weill. Esta diversos órganos del ICOM.
mujer de ideas claras que luchó en la En el cuadro 1 se expone la distribu-
resistencia y que luego fue deportada, ción por sexos en los comités naciona-
al terminar la guerra puso sus compe- les reagrupados por regiones, lo que
tencias al servicio de la Unesco y rea- permite aquilatar, en función de los
lizó varias misiones en Haití, Nigeria y factores locales, las observaciones
Chile. Posteriomente ormnizó el Cen- anteriores. En efecto, las cifras suma-
mente equilibradas de la representa-
ción femenina y masculina en el con-
junto de la organización no muestran el
mismo equilibrio en cada región, ya
que se obtiene a costa de grandes dis-
torsiones. Se puede comprobar que las
cifras por regiones corresponden a las
de la contratación de profesionales
nacionales en los museos. En Africa,
por ejemplo, las mujeres son minorita-
rias en el ICOM, al igual que en los
museos africanos (véase más adelante
la entrevista con Alpha Oumar
Konaré); en América Latina, por el
contrario, son ampliamente mayorita-
rias, como lo son en los museos de esta
región. Lo mismo cabe decir de las
cifras relativas a América del Norte,
Europa o Asia. Cabe pues estimar que
la representación femenina en el
ICOM se ajusta a las cifras de la repre-
sentación femenina en los museos en el
plano nacional.
Los cuadros 2 , 3 y 4 muestran que el
acceso de las mujeres a los puestos de
conferencias generales de la Organiza- responsabilidad en los órganos del
ción, participando en la redacción de ICOM sigue siendo escaso, fenómeno
sus actas4. que se observa con frecuencia no sólo
l 1. Paul N. Perrot, “A Citizen of the World: The en el conjunto de la profesión museo-
Museum Profession Honors Grace McCann
Morley“, 12ftlxtlmNrws, febrero de 1985. CiJCras lógica, sino también en lo que respecta
2. G. H. Rivit-re, Hommage i Yvonne Oddon, a la participación en general de las
i 1982. El ICOM cuenta en la actualidad con mujeres en la vida activa5.
3. Jan B. Cuypers, b memoriam Yi~onneOddox,
una biografia de Y . Oddon. 8.124 miembros distribuidos casi por El anilisis del cuadro 5 confirma las
! 4. Française Weil e Yvonne Oddon, “Ohjets et igual entre uno y otro sexo. Nos parece observaciones que anteceden y permite
mondes“, R e w h ibfitsée de I’Hrimme, tomo 22, justificado dar una interpretación po- al mismo tiempo afinar el análisis. El
fidSCfCUl0 1, 1982.
5. “Les femmes dans la population active“, Le sitiva a estas cifras en la medida en “desinterés” de las mujeres por los
frac9aiLdans /c monde, capítulo 13, Ginebra, Oficina que afiliarse a una asociación como puestos de responsabilidad es más per-
I Internacional del Trabajo, 1986.
A propósìto de lac mujeres en el ICOM
Africa O 1 1
América Latina/Caribe O O 0
América del Norte O 1 1
Asia/Oceanía O O 0
Europa O 6 6
Yvonne Oddon
Totales O 8 8
Totales 46 27 16 7 8 O
CUADRO
6. Miembros honorarios del ICOM en la escuela, mientras que el indice de sexism0 y de solucionar el problema de
I989 escolarización de las mujeres es muy las mujeres, si es que existe. Personal-
bajo. Esto explica el número reducido mente, nunca me ha importado saber si
Region Hrimhres Mujeres de mujeres que participan en la vida con quien debo tratar es un hombre o
profesional y, por lo tanto, en el una mujer. Que gane el mejor es la
Africa 1 o TCOM. A este respecto, la situación en única regla. Las mujeres tienen una
AmCrica Latina ’Caribe u 1 el ICOM es perfectamente reveladora enorme capacidad de asimilación y de
AmCrica del Norte o o de la situación africana. trabajo. Suelen ser estudiantes brillan-
Asia ,’Oceania I O
Personalmente, cuando hablo con tes, pero no siempre transforman su
Europa 9 2 vida activa en resultados positivos. No
un profesional de museo, no me plan-
teo si se trata de un hombre o de una siempre se consideran ‘capaces de’ y les
Totales 11 3
mujer, ni establezco ninguna diferen- cuesta vencer sus propias barreras psi-
cia. Quizás esa sea la razón por la que cológicas, lo que quizás explique el
nunca sentí, como presidente, la nece- hecho de que no ocupen los cargos de
sidad de hacer algo específico al res- responsabilidad que merecerían. Ob-
pecto. ?Inconsciencia? ?Se martiriza a servo, no obstante, una evolución:
por las razones antes mencionadas las mujeres a espaldas nuestras? No hace treinta años no se habría nom-
(dificultades de desplazamiento y gas- creo que este tipo de problemas se brado a una mujer para la dirección del
tos). planteen en el TCOM. Pienso en cam- Museo de Orsay, e incluso algunas per-
Hay que señalar también que el aná- bio que, en lo que se refiere a los pues- sonas resultaron favorecidas porque
lisis del cuadro 6 plantea, en lo que se tos de responsabilidad en el ICOM, las eran mujeres. Poco a poco, la situación
refiere a las presidencias de los comités mujeres deberían ocupar lugares muy se equilibra. Creo, en todo caso, que si
internacionales, problemas distintos de destacados. No creo que se haya pen- el ICOM llegara a practicar tal o cual
los que atañen únicamente a la repre- sado nunca en proponer a una mujer la política de promoción de la categoría
sentación femenina, y llevan necesaria- presidencia de la organización. Sin profesional de las mujeres, debería
mente a preguntarse acerca de la repre- embargo, ha habido candidatas al hacerlo a petición expresa de los países
sentación en la organización de los puesto de secretaria general. Observo interesados, sobre todo de los países en
profesionales de los países en desarro- que las responsables de las conferen- desarrollo, y procurar no imponer un
llo. cias generales del ICOM son a menudo ‘trasplante’ artificial inoportuno.”
Los comités internacionales presi- mujeres, como sucedió en Moscú, en
didos por mujeres son los siguientes: Buenos Aires y en Quebec. Las mujeres
Comité Internacional de Museos de que trabajan en los órganos del ICOM
Artes Aplicadas, Comité Internacional representan con frecuencia a los círcu-
de Museos de Arqueología e Historia, los dirigentes de sus países: han triun-
Comité Internacional de Conserva- fado en su país y participan luego en el
ción, Comité Internacional de Museos ICOM. Para los hombres, por el con-
del Traje, Comité Internacional de trario, la organización puede represen-
Museos de Arte Moderno, Comité In- tar un complemento de carrera. Para
ternacional de Museos de Instrumen- mí, no hay defectos típicamente mas-
tos de Música y Comité Internacional culinos o femeninos. Distinguir entre
de Relaciones Públicas en los hhseos. hombres y mujeres dentro de la profe-
Teniendo en cuenta la evolución de las sión es algo que no me parece, en abso-
presidencias en los años anteriores, no luto, pertinente en el plano internacio-
I
parece muy convincente establecer, nal. En cambio, se justifica plenamente
basándose en éstas, un esquema que en el plano regional africano. Deseo
generalice la tendencia manifiesta de que en el futuro se insista en la forma-
las mujeres por una u otra de esas presi- ción de las mujeres, lo que permitirá su
dencias. promoción profesional. Esto me
El cuadro 6 constituye una especie parece fundamental por la función de
de conclusión lógica de los anteriores: primer orden que ellas cumplen en la
de catorce miembros honorarios, tres preservación de nuestro patrimonio,
son mujeres. sobre todo con los hijos, a quienes des-
de la primera infancia transmiten
Opiniones de dos nuestra tradición oral, alimentaria y
presidentes educativa”.
Hubert Landais (Francia), presi-
Alpha Oumar Konaré (Malí), presi- dente del ICOM de 1977 a 1983, dice:
dente del ICOM desde 1989, expresa lo “La única actitud acertada consiste,
siguiente: para mí, en no plantear el problema de
“Por regla general, la profesión mu- la diferencia entre hombres y mujeres
seológica está muy poco desarrollada en el plano profesional. Considero que
en Africa. Los hombres han asistido a &te es el mejor medio de evitar el
Algunos mitos
y redidades de México
Yani Herreman
Aparentemente el macbzimo BO es m y En México, como en el resto de Amé- parte todavía en manos de los hom-
frecuente nì vìrulento en las profesiones rica Latina, el papel de la mujer sigue bres, el hecho de contratar a una mujer,
que en México guardan a&na redacìón asociado más con la vida familiar que sobre todo para un puesto de poder,
con los museos. Quizás ello se deba a que con una función económica de impor- sigue representando un riesgo.
tancia decisiva para el desarrollo. Este
las mujeres han ocupado los puestos m h enfoque incluye también la disociación La mujer y Za cuZura en
altos, y tambìén los de menor tradicional entre el trabajo remune- México
importancia. $&n$ca pues qtte las rado, fuera de casa, y el doméstico.
profesionales que trabajn en los museos Ahora bien, distintos factores socia- “La cultura forma parte del desarro-
gown de plena &ualdad con respecto a les y económicos, como los cambios llo”. <Es cierto? <Cuán seriamente se
los que ocupan puestos en otros campos demográficos, el control de la natali- toma en cuenta la cultura en los países
del ámbìto cz/ltt/ral:y en otras dad, el mejor nivel de educación, la en desarrollo? <Recibela misma consi-
legislación social, la diversificación de deración y el apoyo que el adelanto
projkìones en general? En este artículo
los empleos de carácter científico y tec- industrial y tecnológico? Para noso-
se consideran akunos de los temar nológico, así como las crecientes pre- tras, estas preguntas son de suma
inlportantes redacìonados con el trabajo siones económicas, han provocado
femenìno en los museosy, de un modo cambios que se reflejan en las estadísti-
más amplìo, en la socìedad. L a autora cas regionales de la fuerza laboral. A
es dipomada en arquìtectura, nzuseologa continuación damos como ejemplo
e hìstoria delarte, dìnge el Museo de algunos porcentajes del empleo feme-
nino con respecto al total: Uruguay,
Hìstoria Natural de la Cììvdad de
42,1%; Colombia, 37,4%; Argentina,
Méxìco, es la coordinadora de los ”tos 32,6%; Venezuela, 37,1%; Perú, 37,2%;
munìc+ales de la Ciudad de Méxìco Panamá, 39,2%; Costa Rica, 41,5%;
y partìc$a actìvamente en el Proyecto Brasil, 41,3%; México, 29,0%
Museológìco delInstìtuto de Ecología. En la actualidad puede decirse que,
Además, es nzìembro de/ Comité por lo común, entre más educación
Consudtìvo de Redaccìón de Mkmm. recibe una mujer, mayores son sus
Dirección de la autora: posibilidades de participar activamente
como individuo en la vida socioeconó-
Museo de Historia Natural de la mica. La educación sigue siendo el
Ciudad de México principal factor de modificación de su
Instituto de Ecología papel. Una característica interesante es
Apartado Postal 18-845 que gran número de mujeres trabajan
Miguel Hidalgo en el ámbito cultural en general y en
11-800 México D.F. (México) las ciencias humanas en particular. No
obstante, el triple papel de madre,
esposa y trabajadora que desempeña la
mujer hace que le sea mucho más difí-
cil que al hombre acceder a los niveles
de decisión y dirección. Dentro de una
economía monetaria, en su mayor
134 Yani Herremati
importantes porque, como ya lo he industrial, no se consideran aún ade- siete mujeres (el 61% del total). El Ins-
señalado, las mujeres se concentran en cuados para la mujer. Parece que las tituto Nacional de Bellas Artes coor-
lo que podría denominarse actividades mujeres siguen siendo vistas como tra- dina el trabajo del 90% de los museos
femeninas preferenciales y alguna bajadoras de “segunda” en los niveles de arte del país, incluidos los de la Ciu-
razón debe existir para ello. de decisión del sector de la producción dad de México, todos los cuales tienen
Creo que todavía hay profesiones “de primera clase”, aunque se les reco- una directora. La misma situación pre-
que tanto hombres como mujeres con- nozca su excelente preparación y de- domina entre los museos que pertene-
sideran más “adecuadas” para ellas, en dicación en sectores “de segunda” cen a Socicultur (Consejo Nacional
varios planos. En el primer plano se como la cultura y los museos. para la Cultura y las Artes): sus cuatro
encuentra el grupo profesional con Por otra parte, el conocido antropó- museos están dirigidos por mujeres y
ingresos de medios a altos y formado logo mexicano Guillermo Bonfil, un la coordinación de estos está a cargo
principalmente por maestras diplo- experto en cultura, ha demostrado, a de otra mujer. El otro pilar de nuestra
madas. El segundo plano, con grado través de su trabajo sobre la cultura cultura, que coordina los museos de
universitario, comprende médicas, popular y la antropología social, el antropología, de historia y de arqueo-
arquitectas, biólogas, psicólogas, histo- papel que desempeña la mujer en la logía, es el Instituto Nacional de
riadoras, antropólogas y otras profesio- sociedad transmitiendo la cultura a las Antropología e Historia (INAH). En
nales que trabajan en la empresa pri- nuevas generaciones. Estoy plena- la Ciudad de México este instituto
vada, en forma independiente o bien mente de acuerdo con él y agrego que, posee siete museos de primera catego-
en organismos gubernamentales. En encargadas de perpetuar las estructuras ría, de los cuales dos solamente tienen
México, estos dos grupos representan familiares y las tradiciones, cometido un director. Todos los museos antes
el 30% del total de mujeres que desem- que cumplen a través de la maternidad mencionados dependen del Estado.
peñan una actividad laboral. De y la educación de la familia, t a d & Cabe anotar también que los tres mu-
hecho, en hféxico, como en toda Amé- provocan cambios sociales. Así pues, seos privados más importantes están
rica Latina, se considera que el ámbito las mujeres realizan una función doble, dirigidos por hombres. <Es una coin-
cultural es el medio laboral “natural” y a veces conflictiva, preservando las cidencia? De ningún modo, como
de la mujer, y por lo tanto el más acep- tradiciones y los valores del grupo y veremos a continuación. Los sueldos
tado por ella. Debido a esto represen- fomentando los cambios en las actitu- varían considerablemente entre los
tan un porcentaje abrumador de la des sociales, incluida la discriminación museos de propiedad privada y los
fuerza laboral en este sector. por razones de sexo. administrados por el gobierno, y lo
&uá1 es la razón? $e trata de una Estos dos enfoques teóricos que mismo ocurre con las políticas que
capacidad innata o es el reflejo de acabamos de mencionar se comple- aplican.
estructuras históricas y sociales? Ulti- mentan mutuamente y sustentan la Uno de los mitos sobre los museos
mamente se han elaborado dos teorías afirmación de que la cultura como sec- que ha resultado tener fundamento,
respecto al papel de la mujer en la cul- tor de segunda categoría es un mito que principalmente en los museos dedica-
tura. En el primer Simposio sobre la debemos destruir. dos al arte, es el que sostiene que cons-
Mujer en México, el psiquiatra Alejan- tituyen lugares de trabajo socialmente
dro Hernández declaró que la inclina- Una encuesta en Za aceptados por las mujeres de clase
ción femenina por la cultura es ficticia, Ciudad de México media y media alta. El 51,7% de las
puesto que se induce falsamente a la entrevistadas durante nuestra encuesta
mujer a creer en un estereotipo feme- Si la cultura en sentido lato atrae a la se autoclasificó como clase media alta,
nino. Esta figura “imaginaria” es inca- mujer debido a factores socioeconómi- el 35% como clase media y sólo el 3%
paz de competir con el hombre y, por cos, los museos, en su calidad de insti- como clase trabajadora.
lo tanto, permanece en sectores secun- tuciones culturales específicas, no son Esta situación tiene mucho que ver,
darios, que en una sociedad moderna, una excepción a la regla. Hace poco se por motivos más que evidentes, con el
marcada por una economía de con- pusieron a prueba varios supuestos aspecto económico. Sin duda la cultura
sumo, no son “importantes7’o, en todo acerca de las mujeres y de los museos no está tan bien pagada como otros
caso, son menos “importantes”. A los en una encuesta reducida y sencilla. Si sectores. Según nuestra investigación,
hombres, en cambio, se los alienta a bien no fue tan extensiva como se pre- la diferencia entre los sueldos del sec-
seguir carreras “decisivas” para el lla- tendía al principio, dio importantes tor comercial privado y los del cultural
mado desarrollo económico. De esa indicios sobre la verdadera situación de fluctúa, para un puesto de trabajo de
forma se relega a la mujer al trabajo los museos mexicanos en la actualidad, nivel más o menos similar, entre el 30
intelectual. en tanto que lugares de trabajo de la y el 50% en favor del primero. Tam-
El hecho de que muchísimas muje- mujer. Es la primera vez que este tipo bién con respecto a los niveles univer-
res con formación en distintos ámbitos de encuesta se realiza en mi país. sitarios, el trabajo en los museos está
terminen trabajando en sectores cul- La muestra abarcó solamente la peor remunerado, aunque actualmente
turales o relacionados con la cultura Ciudad de México. De los noventa y los profesores del tercer ciclo se han
podría hacernos pensar que la apre- seis museos registrados por nosotros, visto afectados por el congelamiento
ciación de Alejandro Hernández es cincuenta y dos están dirigidos por de sus sueldos. Las mujeres son cons-
correcta. Los sectores que tienen una mujeres o sea el 54,1%. La Comisión cientes de esta situación: el 95% del
repercusión directa en la productivi- Nacional Mexicana para el ICOM grupo entrevistado respondió que creía
dad y en lo que se conoce como desa- cuenta con noventa y tres miembros, ganar menos en su empleo en un mu-
rrollo económico, técnico, científico e treinta y seis hombres y cincuenta y seo que en otros sectores, pero que lo
A&os mifosy Tealidadeesde México 135
había escogido simplemente porque le en los últimos veinte años, aún más
gustaba trabajar allí y no por tener una que en la mayor parte de los países
satisfacción económica. industrializados, pero me parece que
Las mujeres todavía se pueden “per- nosotras, las mujeres que trabajamos en
mitir” recibir sueldos más bajos y tra- los museos, no hemos cobrado verda-
bajar en lo que les place porque en su dera conciencia de lo que podemos
mayoría están casadas, o tienen padres hacer. Esta es nuestra tarea inmediata.
dispuestos a ayudarlas económica-
mente. En ningún caso depende de
ellas la principal fuente de ingresos de
su familia. Entre las mujeres entrevis-
tadas, el 61% respondió que su sueldo
era sólo un complemento y considera-
ron que lo que ganaban en los museos
representaba entre el 10% y el 30% de
la renta familiar total.
Otro hecho que nuestra pequeña
encuesta puso de manifiesto es la ine-
xistencia de un diploma universitario
en museología o de estudios museoló-
gicos realizados en México. Como con-
secuencia de ello, los museos dan una
imagen menos profesional de lo que
deberían y quienes trabajan en ellos,
sean hombres o mujeres, se encuentran
en inferioridad de condiciones con res-
pecto a profesionales de otros sectores.
Esto hace que los hombres busquen
empleos más prestigiosos, dejando a las
mujeres los puestos de los museos.
Nuestra encuesta reveló que el 65% de
las empleadas de museos poseía títulos
universitarios aunque no en museolo-
gía, evidentemente, puesto que no
existe ninguna de este tipo en nuestro
país. Los títulos en cuestión correspon-
dían a historia del arte, antropología,
relaciones industriales, economia,
arquitectura, diseño, sociologia y
comunicación.
?Qué ocurre con las mujeres que
ingresan en el mundo de los museos?
Muchas permanecen poco tiempo.
Entre las encuestadas, un 32% ocupaba
su puesto desde hacía sólo un año o
menos y no tenía intención de conti-
nuar en él. Un 26% eran profesionales
desde hacía mucho tiempo y estaban
decididas a permanecer en sus trabajos.
8 ?El trabajo del museo es realmente
Titus Grab
Contrariamente a lo que creyó y afirmó IPodenzos lograr que las mqeres vengan
el Louvre hasta 1893, este óleo en a los museos sìn reproducìr antigzras
madera de roble, titulado Un nif7oji zllza pautas que redundan en condiciones
iziña con un gatoy m a anguila, no fue pin-
tado por Frans Hals ni por ningún otro deskuales de contratacìóny en técnicas
varón, ya que se trata de una obra de de presentacìón desequìlìbradas? E n el
Judith Leyster, pintora conocida en su presente artículo se pasa revista a los
tpoca (1609-1660) cuyos cuadros fue- numerosos cambìos que ha producido el
ron atribuidos a menudo, posterior- movimiento>miniSta en los " r o s
mente, a su marido o al propio Hals, su alemanesy se propone, para elfuturo,
profesor.
@ una orientación aún poco explorada. El
aufor es etn@rafoy obtuvo un dìploma
de nzaestrfa con un estgdìo de las
Ùnciones de ambos sexos en los museos de
la Repzíblica Federal de Alemania.
Actualhzente trabda en una tesis
doctoral sobre la condicìón " d i n a en
Alemania.
Dirección del autor: A fines de los años setenta, la socióloga
alemana Helge Pross afirmó que "las
Langenta1strasse l3 preocupaciones de las mujeres son las
D-6500 preocupaciones de los hombres". En el
Alemania presente ensayo, escrito por un hom-
bre, se intenta examinar de manera
general la forma en que las preocupa-
ciones de las mujeres, y las de los hom-
bres, influyen en los museos de Alema-
nia, tanto en las salas de exposición
como en lo que sucede detrás de ellas.
EL honzbreg la mujer en Alematiria I37
Histórico de Francfort emprendió un en Bonn un museo de arte de mujeres A mediados de los ochenta, las ini-
proyecto de reforma y empezó a exami- que fue el primero en su tipo en la ciativas museográficas relativas a las
nar cuestiones sociales importantes del República Federal de Alemania y que funciones sociales de ambos sexos
pasado y del presente. Pero incluso en sigue gozando de gran prestigio en los habían cobrado enorme impulso. En
este caso, el tema de la mujer quedó medios artísticos femeninos del país. 1986 el Gobierno de Hamburgo pro-
olvidado hasta 1978, cuando los em- Hacia fines de los setenta y principios puso un ambicioso proyecto aún sin
pleados de ambos sexos, incluido el de los ochenta, el nuevo movimiento realizar, un museo del trabajo en el que
hombre que lo dirigía, procedieron a de liberación femenina había cobrado la “presentación de la contribución y la
rectificar una imagen patriarcal de la conciencia de la importancia de los condición de la mujer será el tema cen-
historia. museos, no sólo como vehículos de tral de algunas de sus secciones’. En
transmisión de tradiciones androcén- 1985, dos de las pocas mujeres que ocu-
Primeros cambios tricas, sino también como posibles paban puestos de importancia en un
medios de enunciar sus propias cues- gran museo organizaron en Colonia
El Museo Histórico de Francfort es el tiones críticas. Al documentar su pro- una exposición espectacular con el
primero, y hasta ahora el único, que ha pia historia, las mujeres comenzaron a título de L a novia. Amada, vendida, tro-
intentado integrar en su colección per- transformar los museos; la creación de cada, robada. El papel social de la maer en
manente la dimensión social de los una infraestructura feminista aparte distintas culturas. Esta presentación
sexos. En este sentido hay que referirse llenó a muchas de ellas de esperanza y sobre la mujer y el matrimonio en todo
a la exposición que organizó con el optimismo en el empeño de superar las el mundo atrajo a unos cien mil visi-
título de L a vida cotidiana de la mzjery el estructuras sexistas. tantes y fue una de las primeras exposi-
movimiento de liberación j%menina, 1890- ciones rentables de la etnología ale-
1980, que fue una réplica a las seccio- La mujer en Zapemyeria mana, como demuestra el hecho de que
nes de su colección permanente que su catálogo se convirtiera en un gran
omitían las ocupaciones de las mujeres Se han hecho varios intentos de fundar éxito de ventas.
y los hombres. Las secciones dedicadas museos de mujeres. En Wiesbaden se En cuanto al arte mundial, cabe
al amor, la belleza, la educación, la inauguró en 1984 un museo de este tipo destacar Eva y el futuro, muestra de
vida doméstica, las profesiones, el con una exposición sobre la evolución retratos de mujeres de todos los estilos,
esparcimiento de la vida urbana de la mujer. Aunque épocas y temas celebrada en la Kunst-
y el movimiento feminista se comple- en Francfort fracasó una iniciativa halle de Hamburgo. En los textos
mentaron con una sección sin título análoga, es probable que en Stutgart se explicativos se subrayaron los aspectos
que abarcaba los acontecimientos acae- inaugure próximamente un museo de sociales del arte en lugar del concepto
cidos recientemente en la esfera de la la mujer. del arte por el arte. En 1987, las artistas
liberación de la mujer. En varios museos se han iniciado plásticas aportaron su propia contribu-
Es preciso señalar que ni el método también proyectos sobre el papel social ción al 750.” aniversario de la ciudad
de presentación ni la didáctica de la de ambos sexos, con frecuencia por ini- de Berlín. Tras varios años de investi-
exposición se ajustaban a los esquemas ciativa de las funcionarias. En la pri- gación, se presentaron en esa ocasión
tradicionales. Los objetos, en muchos mera exposición que siguió a la de unos cien cuadros y esculturas muy
casos corrientes (paquetes de polvo de Francfort, inaugurada en el Museo de notables, de autoras en su mayoría des-
hornear, ropas de trabajo, etc.), proce- Historia de Hamburgo en 1985, se exa- conocidas. En esa muestra, titulada El
dían principalmente del “mercado de minaron ciertos aspectos de la vida de mmeo ocdto y que podría, por cierto, ser-
las pulgas” y de donaciones privadas. las mujeres desde la Edad Media hasta vir de programa en otros ámbitos, se
Como complemento de la presenta- nuestros días. Las mujeres encargadas trató de poner al descubierto la manera
ción se usaron videos y grabaciones de de organizarla tropezaron con dos difi- androcéntrica que se aplica en la admi-
entrevistas realizadas durante la fase de cultades: en primer lugar, el director nistración de los Archivos de Arte de
preparación. Se concedió espacio al del museo, un hombre, trató de valerse Berlín.
movimiento de liberación femenina de su influencia en relación con afir- La cuestión de la mujer está cada vez
para presentar materiales y hablar con maciones “demasiado críticas”; en más presente en los proyectos de nue-
los visitantes. Con motivo de las “tar- segundo lugar, no se remuneró la vos museos. Por ejemplo, en el futuro
des públicas”, las mujeres (y los hom- mitad del tiempo empleado en la Museo de Etnología de Francfort se ha
bres) interesados pudieron participar investigación y la organización. pensado dedicar una sección perma-
en todas las etapas preliminares y hacer Una segunda exposición, celebrada nente al tema de las esferas de crea-
que sus puntos de vista quedaran reco- en Hamburgo, tuvo resultados más tividad de la mujer y del hombre en
gidos en las presentaciones. La exposi- alentadores. Obra de dos mujeres y un Africa occidental3.Con todo, y a pesar
ción se inauguró en 1980 y fue clausu- pequeño comité de apoyo, Modesta J’ de tantos progresos, iniciativas y pro-
rada en 1983 en circunstancias muy resignada versaba sobre la vida de las puestas, en Alemania se sigue mante-
lamentables, debido a que cierto par- mujeres en el siglo XIX. En ella se ponía niendo a las mujeres en la periferia de
tido político estimó la cuestión deli- de relieve que la experiencia vital de las la labor museográfica.
cada y se valió de ella con fines electo- mujeres de diferentes clases sociales es
rales. muy distinta; por lo demás, quedó de- 2Y los hombres?
En la misma época, algunas artistas mostrado fehacientemente que la
empezaron a buscar la manera de pre- mujer contemporánea ya no es En 1987, ocho años después de la
sentar sus obras. En 1981 se inauguró “modesta y resignada”. primera exposición de mujeres en la
El homhrey la mzzjer en Alemania I39
República Federal de Alemania, se nia, es de lamentar que no haya encon- ocupación exclusiva de las mujeres e
inauguró en Hamburgo la primera trado acogida en ella ni el nuevo incluso a negar que existan preocupa-
exposición dedicada a los hombres. movimiento de hombres ni el movi- ciones propias de los hombres. De
Llevaba por título Cuestiones nzasculinm: miento homosexual. Quizá los organi- hecho, “debería interesar a los hom-
imágenes, mundos y objetos y presentaba zadores temieron despertar demasiadas bres poner en tela de juicio el papel que
modelos de conductas masculinas, controversias, aunque equiparar las corresponde a su propio sexo y la ima-
tales como héroes y aventureros, fre- culturas europeas con las culturas no gen que ellos tienen de sí mismos,
cuentadores de espectáculos pornográ- europeas podría ser, de por sí, provoca- abriendo así nuevas perspectiva^"^,
ficos, hombres interesados en la tec- tivo. En todo caso, esta segunda expo- tanto en la vida diaria como en los mu-
nología y soldados. Se expusieron, sición sobre los hombres no es más que seos.
además, los nuevos ideales de belleza la presentación, mediante técnicas A mi juicio, habría que considerar
masculina, así como imágenes homo- etnográficas clásicas, de un tema aún dos medidas para modificar la estruc-
sexuales, y se examinó a la mujer como no corriente. tura sexista de los museos de Alemania.
objeto de la mirada de los hombres. En ambas exposiciones sobre la En primer lugar, los hombres deben
Otro aspecto interesante era que la condición masculina, las mujeres asu- percatarse de lo importante que es
exposición consistía en un collage de mieron funciones de responsabilidad y especificar el sexo. En segundo lugar,
imágenes, con las cuales se pretendía constituyeron, además, la mayoría den- es preciso que empecemos a reflexio-
impugnar la noción de que los hom- tro del equipo que las preparó. En nar sobre nuestra propia historia mas-
bres son el sexo “fuerte”. En lugar de cuanto a las exposiciones relativas a la culina. Cierto es que tales cambios
dar las respuestas, se inducía al visi- condición femenina, fueron produci- podrían acarrear la pérdida de ciertos
tante a reconsiderar el papel que la das casi exclusivamente por mujeres. privilegios, pero también nos brinda-
sociedad le ha asignado al hombre. Al No sólo es obra de mujeres la con- rían la posibilidad de descubrir cuali-
suscitar preguntas, no sólo se reseíía- cepción de las exposiciones que, acerca dades que tuvimos que negar y repri-
ban los cambios que habían tenido de las funciones de ambos sexos, se han mir durante largo tiempo. Tendríamos
lugar en el pasado sino que se asumía, celebrado en los museos de Alemania, que tomar como punto de partida el
al mismo tiempo, un papel activo en el sino que la mayor parte del público ha creciente número de iniciativas que
propio proceso de cambio. sido de sexo femenino. De los visitan- han emprendido las mujeres, tras lo
La muestra de Hamburgo fue mon- tes del Museo de la Mujer de Wiesba- cual, si hombres y mujeres se llegan a
tada en una vieja fábrica por empleados den, sólo el 20% son hombres y otro conocer de igual manera, sería posible
contratados temporalmente. Nexos tanto ha sucedido en varias otras expo- entablar el diálogo que garantizaría la
~~iaculinos,gmpos de hombres: la fumión del siciones dedicadas a la mujer. Pero incorporación permanente, en los mu-
hombre etj distinta cultzms pasaba revista, tampoco las exposiciones dedicadas a seos, del tema de la división social
en distintas culturas y épocas, al com- su propio sexo consiguieron atraerlos, según el sexo.
portamiento de aquellos grupos de ya que los hombres representaron úni-
hombres (los indios patagones, los clu- camente la tercera parte de los visitan-
bes de oficiales en la Alemania del tes.
emperador Guillermo, los comandos Cabe preguntarse entonces por qué
de exterminio fascistas -SS, SA-, el las mujeres no tienen reparos a la hora
clero católico de Colonia en la actuali- de pensar, actuar y expresarse en rela- 2. Gutachten Museum der Arbeit, Inhaltliche
Planung und Errichtung. Vorgelegt von der
dad) cuya característica común es la ción con la condición de ambos sexos, Planungskommission Museum der Arbeit,
exclusión de las mujeres, y a las normas mientras que la cuestión no sólo no in- Hamburgo, 1986.
3. Para obtener mayor información sobre la
estrictas y con frecuencia secretas que teresa a los hombres, sino que éstos exposición prevista, sírvase dirigirse a: J. Rajkoric,
los rigen. Pese a que la exposición de prefieren evitarla. Cierto es que experi- antropólogo social, Leibnizstrasse 12, D-6500
Colonia fue una de las manifestaciones mentan un recelo indefinible cuando Maim (Alemania)
4. Hans-Hermann Groppe y Herber Hôtte,
de antropología cultural más comple- se trata de discutir estos problemas y Mannersache: Mannerobjekte, -welten, -bilder.
tas que se han organizado en Alema- tienden a considerarlos como una pre- Hamburgo: manuscrito, 1986.
L a fiincìón de Za mger
en Zos miiseos
Alissandra CumminsdeZ Caribe
E n el Caribe, las mujeres dominan el Tras la emancipación de 1834, el sis- competencia oficios auxiliares y subal-
sector de los museos al menos tema educativo del Caribe se desarrolló ternos. Para las mujeres negras de clase
numérìcamente. No obstaizte, el impulso rápidamente para preparar a la pobla- media, la enseñanza y el oficio de
ción negra, compuesta de antiguos enfermería eran las únicas ocupaciones
que se está dando actuahnente al esclavos, a sobrevivir en un nuevo sis- que una “señora” podía ejercer honora-
desarrollo económico amenaza con dejar tema económico. “La influencia civili- blemente, mientras que para las muje-
de lado tanto a las mujeres como a los zadora y moral de la educación”, pro- res de la clase trabajadora, que tenían la
museos. L a directora del Museoji de la clamaba el informe que en 1835 rindió pretensión de ocupar una posición
Sociedad de Historia de Barbados Comisión Sterling sobre la condición social superior y obtener una seguridad
expone aqui la necesidad de que los de los antiguos esclavos, “mitigaría su económica, estos trabajos representa-
gobiernos carìbeZos reconozcan la origen bárbaro y condición servil”. Se ban la cumbre del éxito. La enseñanza
consideraba que la educación era el secundaria para las muchachas tenía
contrìbución de este sectory de qrde las
mejor medio de ejercer un control un marcado carácter profesional e
mqeres que trabajan en los museos social y de inculcar lealtad a la madre insistía en la necesidad de adquirir bue-
asuman su destino en la medida de lo patria. Con este objeto, desde 1834 nos modales y un comportamiento
posìble. L a axtora es asimismo secretarìa hasta fines del siglo XIX se contrataban recatado. En el Caribe, la educación de
de /a Sociedad de Consemlacìón del nuevos maestros entre la población las mujeres reforzó los estereotipos vic-
Carìbe, presidenta del Comìté Nacional negra, principalmente varones. Sin torianos del papel de cada sexo, y esta
del ICOM de Barbadosy Presidenta de embargo, la tendencia a excluir al otro situación se perpetuó hasta bien
la Asociación de Museos del Caribe. sexo cambió a principios de siglo, a entrado el decenio de 1960.
medida que se creaban mis escuelas Estos valores se conservaron escru-
Dirección de la autora: para niñas.
d
Barbados, W.I. trabajaban sobre todo como jornaleros coto reservado a los hombres. Natural-
3x
tel.: 427-0201, 436-1956 agrícolas y sus condiciones de trabajo mente, las costumbres sociales de la
fax: 809-429-5946 no eran muy diferentes de las anterio- época imponían que los puestos de los 5
res. La escasez de material historic0 pocos museos existentes no fuesen ocu- od
nos impide efectuar un análisis deta- pados sino por hombres blancos de 3
..
llado de la evolución que experimenta- clase media. z
al
ron posteriormente las funciones y la Esta restricción se debía tanto a los 6
condición de la mujer en el Caribe. No orígenes de los museos como a la esca- 3
obstante, por lo que se refiere a la pri- sez de personal capacitado. En Ber-
mera mitad del siglo , hay pruebas de muda y Trinidad, los museos se crea-
que las mujeres desempeñaban con ron para albergar las colecciones de las 5
La j m ì h de la nqier et1 los nmseos del Caribe w
sociedades locales de historia natural.
En Guyana, el museo fue fundado por
la Royal Agricultural and Commercial
Society (RACS), un grupo de hombres
de negocios locales llenos de entu-
siasmo por fomentar el desarrollo agrí-
cola y tecnológico y la expansión eco-
nómica de su colonia. El Instituto de
Jamaica, creado expresamente para “el
fomento de la literatura, la ciencia y el
arte”, estaba administrado por un
comité de médicos, abogados, empre-
sarios y sacerdotes. Por ello, al estarles
vedadas todas estas profesiones, las
mujeres quedaban excluidas tácita-
mente de la administración de los mu-
seos.
Incluso el privilegio de ser miembro
del Instituto era selectivo. Algunos
ejemplos típicos demuestran la persis-
tencia de ciertas normas sociales.
Todavía en 1931, los estatutos del Tnsti-
tuto de Jamaica estipulaban que “los
miembros [...I pueden ser elegidos
entre los hombres que se hayan distin-
guido en la literatura, las ciencias o el
arte, o por servicios especiales presta-
dos’’. En Guyana, los estatutos de la
RACS estipulan benévolamente que
“se permitirá a las señoras utilizar la
Bibliotecayy,pero esta generosidad no
pasó de ahí hasta bien entrado el siglo
xx.
@Tingun obstáculo para carácter, no habría ningún inconve- Funcionario de educación con
niente en que una mujer ocupe el escolares de ambos sexos en la Galería
Zas mujeres? de Africa del Museo de Barbados.
puesto”. Cabe suponer que con la alu-
Además de no reunir las condiciones sión al “buen físico” se quería indicar
necesarias para estar representadas en la necesidad de que la persona en cues-
el Consejo, o ser miembros del mismo, tión poseyese una considerable energía
las mujeres tampoco podían desempe- física. Para ocupar el puesto fue nom-
ñarse como conservadoras. Los pues- brada finalmente una tal señora Beers.
tos vacantes se cubrían con botánicos, La Sociedad Real Agrícola y
biólogos, arqueólogos y geólogos pro- Comercial sufría las mismas dificulta-
cedentes de instituciones profesionales des por falta de personal capacitado en
europeas. Cuando el museo no podía Guyana, pero en sus actas de 1887 de-
pagar un sueldo lo suficientemente ele- cidió adoptar medidas para “crear el
vado, el vacío se llenaba con los servi- puesto de conservador del Museo [..I y
cios voluntarios de historiadores afi- nombrar a un funcionario oficial o
cionados o de bibliotecarios locales. público como el mejor medio de conse-
Estos puestos estuvieron también guir un hombre con la máxima compe-
dominados por los hombres hasta tencia” (el subrayado es de la autora).
mediados de este siglo. El mismo informe señalaba de paso
Los testimonios de participación que, “gracias a la amabilidad de una
femenina registrados en los primeros señora [la señora Jenman] que había
archivos de museo son vejatorios. En pasado últimamente tres semanas en el
las actas del Comité del Museo del Ins- río Demerara, al Museo le habían
tituto de Jamaica correspondientes al donado una colección de unos doscien-
29 de abril de 1896 se alude a la contra- tos insectos de varias clases”. El autor
tación de una nueva auxiliar de museo del informe agrega con tono admira-
y se admite que “siempre que se trate de tivo que ‘‘los insectos rlo fueron Fotos cortesía del Museo y la Sociedad HistBrica de
alguien con buen físico y suficiente regalados, sino también cazados por la Barbados
propia señora que los donó, lo cual, si sonas entusiastas” son vagas. Bather y
se tiene en cuenta el esfuerzo muscular Sheppard elogian este esfuerzo, ya que
necesario para atraparlos con la red “eleva a los museos [...I muy por
[...I, es tan encomiable por parte de la encima del nivel general”, pero es evi-
donante como apreciado por el Mu- dente que no sienten la necesidad de
seo7,. analizar el trabajo voluntario de estas
Salvo estos ejemplos, las mujeres personas, por lo general mujeres. Es
brillan por su ausencia en la documen- significativo que los únicos puestos ofi-
tación de los museos. Un artículo ciales accesibles a las mujeres en un
escrito en 1920 acerca del Museo de museo fueran los de limpiadora o vigi-
Guyana rinde un cálido homenaje al lante y a veces los de auxiliar de museo,
difunto W. H. Campbell, declarando o bien otros puestos subalternos.
que “ha dejado en todo la huella de su La primera mujer profesional de
obra”, y afirma sin miramientos que museo conocida, Helen Adelaide
“sus subordinadas, las primeras biblio- Wood, entró en 1912 a formar parte del
tecarias y secretarias auxiliares, tuvie- personal del Instituto de Jamaica. Fue
ron poca importancia. En su cargo, W. nombrada auxiliar de museo con un
H. Campbell hacía o mandaba hacer sueldo inicial de setenta libras al año.
todo”. Después de haber trabajado quince
Una forma análoga de tratar el tema años en el Departamento de Botánica
se observa en el informe de Bather y del Ministerio de Agricultura, se le
Sheppard de 1933 sobre “Los museos asignó la tarea de realizar acuarelas de
de las Indias Occidentales”. Su princi- diversas especies con el fin de exponer-
pal preocupación era “el problema de las y publicarlas. No tardó en organizar
los conservadores”, la terrible escasez y dirigir visitas. Posteriormente pasó a
de conservadores capacitados en los ser la responsable de la División de
museos del Caribe. Aunque la mayor Historia Natural del Instituto (com-
parte de los museos se reducían a “algu- prendido el zoológico), así como de la
nas vitrinas en las bibliotecas públi- teneduría de libros. Cuando falleció en
cas’,, los expertos estimaban que “el 1927, Helen Wood había llegado a ocu-
bibliotecario no presta prácticamente par el cargo de inspectora de museos,
atención alguna a las colecciones y que con un sueldo anual de doscientas
el trabajo de conservación se deja en libras. Frank Cundall, secretario del
manos de entusiastas externos. Cuando Instituto y su superior inmediato,
se necesita ayuda voluntaria y un ganaba aproximadamente 700 libras al
bibliotecario demasiado ocupado no la año.
fomenta, el museo se abandona gene-
ralmente a su suerte”. Las referencias al
“trabajo voluntario realizado por per-
Cursillistas con la
conservadores del
Lajmcióa de la nztier en los museos del Caribe r43
Los museos del Caribe fuerza de trabajo del Caribe. En esta hace que los hombres con grandes
hoy: balance de la desigualdad han influido hasta cierto ambiciones profesionales no se intere-
situación punto las ideas negativas de los órga- sen por esa actividad. Las mujeres que
nos directivos de la profesión museoló- trabajan en los museos suelen estar
En las últimas décadas se ha observado gica y de los propios empleados de los “subvencionadas” por un cónyuge que
en el Caribe un aumento considerable museos. percibe otros ingresos o bien, si son
de los niveles de salud y educación de jóvenes, por sus padres, en cuyo hogar
la mujer. La labor que varias comisio- Perspectivas futuras siguen viviendo. Esta circunstancia
nes nacionales han realizado en el de- resta aún más seriedad a la imagen de
cenio de 1970 sobre la condición jurí- Estas actitudes revisten principal- su trabajo. Si a estos factores se añade
dica y social de la mujer, ha tenido mente tres formas. En primer lugar, las que se trata de una actividad que de-
grandes repercusiones: la legislación funciones y capacidades administrati- pende de un personal voluntario, gene-
actual garantiza los derechos jurídicos vas del personal de los museos se tie- ralmente femenino y con frecuencia
y políticos de las mujeres, la igualdad nen en poca estima por considerarse jubilado, ello basta para que el público
de oportunidades y de condiciones de que el papel de los museos es ante todo la considere como la actividad de “una
empleo y el libre acceso a puestos de la cultural y, como persiste la idea de que madre de familia” o como un pasa-
administración pública. Estos factores las actividades culturales son poco tiempo que es casi igual al de la per-
han contribuido evidentemente a que metódicas, no mensurables y poco sona que se dedica a pintar con el Único
el número de mujeres que ocupan pues- serias, pues siguen siendo relegadas al fin de distraerse.
tos en el sector de los museos haya margen de la corriente principal del Es cierto que las mujeres empleadas
aumentado. desarrollo. Los planificadores econó- en los museos del Caribe pueden ganar
La mayor parte de los museos cari- micos no saben cómo cuantificar estos el mismo sueldo que los hombres por
beños, creados a finales del decenio de factores que se suelen expresar en tér- un trabajo igual, pero se trata de un
1970 y en los años ochenta, después de minos cualitativos. Por ello, los gobier- sueldo tan bajo que a los hombres no
la independencia de la Gran Bretaña, nos siguen desatendiendo la producti- les interesa.
se basaron en el escalafón administra- vidad de este sector. El hecho de que la No obstante, el obstáculo más
tivo de la educación, las.bibliotecas y mayoría de los museos del Caribe sean importante es la imagen que las pro-
los archivos para establecer las escalas organismos no gubernamentales con- pias mujeres tienen de sí mismas. Si
de sueldos y las condiciones del perso- tribuye a reforzar su imagen de institu- queremos que se reconozca y fomente
nal de lo que constituía entonces una ciones no profesionales y ello desa- el papel de las mujeres en la evolución
nueva profesión. lienta aún más la participación de los de los museos caribeños, no podemos
Hay infinitas pruebas de la partici- gobiernos. contentarnos con los últimos avances
pación de las mujeres en el desarrollo Un segundo obstáculo es la rémora que se han hecho. Las mujeres del
de los museos del Caribe y de su contri- que supone la imagen tradicional que Caribe deben cobrar conciencia de lo
bución a este sector, especialmente en se tiene de la mujer en el Caribe. Como que significa la “profesión” museoló-
los últimos veinte años. Las mujeres dijo Roberta Clarke refiriéndose a las gica al servicio de la comunidad y
han aceptado las responsabilidades y mujeres en la vida pública: “A las muje- fomentar esa toma de conciencia. La
los problemas que conlleva la adminis- res se les sigue considerando en gran incapacidad de los órganos directivos y
tración de los museos, así como la ges- parte como sustentadoras de la socie- de los propios museos para definir un
tión e interpretación de las coleccio- dad y no como planificadoras y miem- objetivo público y fijar criterios de cali-
nes, y han salido airosas de esta prueba bros activos. Su participación en el dad ha obstaculizado sin duda el desa-
de un modo ejemplar. Algunos podrían nivel directivo no es aún representa- rrollo de los museos. La “feminiza-
afirmar incluso que las mujeres del tiva de su peso en la sociedad. Este es ción” de la labor museológica ha
Caribe que trabajan en los museos han un indice fundamental para definir la contribuido a la tergiversación y a la
alcanzado ya la cumbre del éxito, que condición de la mujer y la importancia falta de interés. Las mujeres que traba-
’
ya no hay barreras que impidan su relativa que se le atribuye a su contri- jan en los museos deben empezar a
acceso a los puestos superiores, que el bución al desarrollo nacional”. Las considerar que su trabajo es equiva-
camino está allanado y despejado en mujeres siguen estando marginadas en lente al de la actividad administrativa y
cualquier dirección que decidan seguir. el proceso de desarrollo. A limitar su de desarrollo, tanto en el sector
Aunque las autoridades caribeñas participación han contribuido tanto las público como en el privado, y mostrar
proclamen ruidosa y orgullosamente estructuras socioeconómicas vigentes una actitud más combativa en el pro-
que las mujeres están plenamente inte- como la actitud ambivalente del varón ceso de adopción de decisiones de su
gradas en el proceso de desarrollo y que dominante. país.
su condición se ha regulado jurídica- Dicho de otro modo, cuando las
’
mente, los hechos y las cifras ponen de mujeres empiezan a dominar numéri-
manifiesto una desproporción innega- camente una actividad, ésta empieza a
ble. Como en otros campos afines, las ser considerada como un “trabajo
escalas de sueldos de las mujeres no han femenino” y no es calificada como una
aumentado al mismo ritmo que el de la “verdadera” profesión. Esta descalifi-
sociedad en general, con lo que en rea- cación justifica a su vez los sueldos
lidad quedan marginadas con respecto bajos y las malas condiciones.detrabajo
a esa esfera, más amplia, que es la y, según la lógica del círculo vicioso,
44
J A P Ó N :
L A S V O L U N T A R I A S D E L M U S E O
N A C I O N ADLE C I E N C I A S
Tomoko Matsushita Después de la segunda guerra mundial,
la vida en el Japón experimentó pro-
fundos cambios, como resultado de la
nueva Constitución, las consiguientes
reformas institucionales, el rápido cre-
&ué iy’luencia puede ejercer la mujer cimiento de la economía japonesa y el obstáculo, ofrecieron sus servicios al
en un niuseo si no ocupa puestos desarrollo de la ciencia y la tecnología. museo en calidad de voluntarias.
projèsiotzales de alto nivel? Una posible Estos cambios, sumados a las activida- Fue el actual Director del Museo
des del Decenio Internacional de la Nacional de Ciencias quien tuvo la
respuesta la ofrece elprogra??ia del Mujer (1976-1985) de las Naciones idea de organizar un servicio de volun-
Museo Nacional de Ciencìas de Japótz, Unidas, han contribuido a mejorar par- tarios. Cuando las voluntarias se con-
de resultados altamente sati$actorios y ticularmente la condición jurídica y tratan por primera vez, se les propor-
ciyo personal Voluntario, en su nigoda social de la mujer japonesa, que goza ciona formación a cargo del personal
mqeres, sìwe de manera esencìal al hoy día de una esperanza de vida profesional del museo y de otras orga-
museoji a la comunìdad. L a inspectora mayor, un menor indice de natalidad, nizaciones exteriores. Los cursos oca-
de educación del Mìmsterio de una mejor planificación familiar, un sionales de perfeccionamiento contri-
nivel cada vez más alto de educación, buyen a mantener un nivel uniforme.
Educación, Cìenciaq’ Cidt.wa de Japón,
nuevos estilos de vida doméstica y más Salvo los subsidios de transporte, las
ant&ua prDfesora de psicologia, nos tiempo libre. voluntarias no perciben ninguna re-
describe la funcih que desempeian esas Estos cambios no han creado toda- muneración.
mujeres. vía, sin embargo, un ambiente social No hay duda de que los servicios de
Dirección de la autora: favorable a la plena utilización de las las voluntarias son muy importantes
Ministry of Education, Science and capacidades femeninas, ni han conse- para el desarrollo del Museo de Cien-
Culture guido que la sociedad en general reco- cias. De nueve que eran en un princi-
3-2-2 Kasumigasaki nozca las capacidades de la mujer. No pio, su número ha subido a doscientos.
obstante, la mujer trabaja hoy en ámbi- Esta cifra representa un aumento del
Chiyoda-Ku tos que antes le estaban vedados, tales 45% en los cinco últimos años. Estas
Tokyo 100 como el administrativo, el profesional, voluntarias prestan importantes servi-
Japón el universitario y el político. El nivel cios en el Museo y con su participación
de la educación general y técnica ha despiertan el interés de otras mujeres
mejorado, abriendo nuevas oportuni- en el trabajo museístico.
dades de trabajo. Un sector particular- Es importante observar a este res-
mente atractivo y prometedor para la pecto que si bien las mujeres represen-
mujer es el de los museos, donde traba- tan el 79% del personal voluntario de
jan sobre todo como voluntarias. los museos en el Japón, sólo el 20% del
El Japón es un país excepcional- personal profesional es femenino y no
mente rico en museos. En las 2.321 hay sino diez directoras de museos (el
0,4%). Podría temerse que el extraordi-
nario éxito de los servicios voluntarios
del Museo Nacional de Ciencias
induzca a las autoridades de los museos
a dificultar aún más el acceso profesio-
nal de las mujeres a este sector. Por
otro lado, el servicio voluntario puede
constituir un primer paso hacia la crea-
ción de un cuerpo eficaz de mujeres
profesionales. En efecto, los servicios
voluntarios deberían verse como una
expresión del amor propio de las muje-
res y de su aceptación de las obligacio-
nes sociales, pero también como un
ejemplo para los otros sectores profe-
sionales del país. 4
Semejanzas museisticas
Una
!:
URSS: tres retratos
Muchos museos en todo el mtndo estáti Irina Pantykina
dingìdospor mujeres. iCómo han llegado
a “la cumbre”? Y una vez en ese puesto,
iqué haceny c ó m se dese?@ef7an?
iDingen s14s maseos de una manera En la Unión Soviética, la mayor parte sumamente complejo y dinámico que
espec$camen f e ‘Yemeha’’ o de m a del personal de los museos está inte- exige numerosas funciones diferentes.
manera más masculina que la de los grado por mujeres. También hay Sin embargo, existen directores, y tam-
propios hombres qzje las rodean? De los muchas mujeres en el personal cientí- bién directoras, que no se limitan a
retratos de las tres directoras de mueos fico (conservadores, funcionarios de cumplir sus tareas habituales y adoptan
soviéticos que se presentan en este artículo las secciones de documentación, edu- nuevas formas de trabajo, elaborando
cación, etc.) y constituyen una buena programas innovadores, ocupándose
se desprende que fal vez no sean ésta las parte del personal de restauradores. de ampliar la capacidad del museo con
útzicasprgunta que hay quefomular. Prácticamente todos los empleados de nuevos edificios y pabellones, abriendo
L a autora ha trabajado et1 el Museo los servicios generales son mujeres. En filiales de importancia y creando
Pushfin de Bellas Artes de Moscúy ha los equipos directivos hay mujeres en incluso nuevos museos.
sido secretaria general del Comité los cargos de directora, directora Examinaremos de cerca las activi-
Nacional Soviético del ICOM. Desde adjunta para trabajos científicos y jefa dades que realizan tres directoras de
1982 es redacfora de la edición en ruso de departamento de conservación. museos moscovitas que responden a
de Mzisemz. Esto sucede en museos de todas las estas características.
dimensiones (grandes, medianos y
Dirección de la autora: pequeños), categorías (nacionales, k ‘ n a Antonova
Edición rusa de Mzisetlllt republicanos y locales) y especialidades
Publicaciones periódicas de la (artísticos, históricos, literarios, regio- Irina Antonova figura por derecho
Unesco nales, etc.). propio entre los museólogos más
Progress Publishing House $‘or qué la mayor parte del perso- famosos y apreciados del mundo. En
P.O. Box 114 nal de los museos soviéticos está en 1945, después de graduarse en el De-
manos de mujeres? Una de las razones partamento de Teoría e Historia del
es que reciben sueldos bajos. Es natural Arte de la Universidad Estatal de
que un hombre, que debe mantener a Moscú M. Lomonosov, comenzó a tra-
una familia, prefiera trabajar en un ins- bajar como conservadora en el Museo
tituto de investigaciones científicas o Pushkin de Bellas Artes, donde se vol-
enseñar en una universidad donde los vió rápidamente una de las colabora-
sueldos son más atractivos (sobre todo doras científicas más destacadas en su
para los titulares de un diploma acadt- calidad de especialista de la pintura
mico). renacentista italiana. En 1961fue nom-
Además, cosa que me parece suma- brada directora del Museo.
mente importante, gran parte del per- Después del Museo del Ermitage,
sonal de los museos se ocupa en forma en Leningrado, uno de los pocos mu-
permanente de colecciones y objetos seos colosales que existen en el mundo,
que han de mantenerse en orden, es de- el Museo Pushkin de Bellas Artes es
cir, que deben ser catalogados, preser- el más importante del país por su co-
vados y, llegado el caso, sometidos a las lección de arte europeo occidental,
técnicas de conservación y restaura- colección en la que figuran no pocas
ción, tareas más apropiadas para la obras maestras. Pero si ha llegado a
mujer porque siempre ha sido ama de tener fama mundial, ello se debe sobre
casa y administradora del hogar. todo a las actividades que en él se lle-
Los empleados de los museos tienen van a cabo y, más que nada, a las expo-
la gran responsabilidad de conservar siciones.
las colecciones. Para un director de Hoy en día, muchas instituciones
museo no es una tarea fácil, pues se culturales de Moscú organizan exposi-
trata de administrar un organismo ciones de arte extranjero, pero durante
en las que no sólo participan los fun-
cionarios del Museo sino también
especialistas de otras organizaciones de
Moscú y de diversas ciudades del país y
del extranjero.
Hace diez años se iniciaron en el
Museo las Veladas de Diciembre,
ciclos de conciertos y conferencias lite-
rarias que guardan relación con la
exposición que se presenta en ese
momento. En estas veladas se exponen
obras de museos de nuestro país y de
otras naciones; en los conciertos, ade-
más de los ejecutantes soviéticos, parti-
cipan artistas extranjeros. Los iniciado-
res de las Veladas de Diciembre fueron
Irina Antonova y Sviatoslav Richter.
Sería injusto no señalar que a partir
de los años sesenta se realizaron en el
Museo importantes obras de construc-
ción y restauración. Se efectuó, por
ejemplo, la reparación de los techos,
reemplazando y consolidando las
estructuras metálicas (el edificio data
de 1912). Además, para instalar en
forma permanente colecciones cada
vez mayores y permitir una actividad
cada vez más intensa, el Museo necesi-
taba nuevos locales. En los años
setenta el Museo consiguió ser trasla-
dado a su propio recinto, una residen-
cia privada del siglo XIX situada a poca
distancia y en la que, después de
importantes obras de reconstrucción y
restauración, se instaló el Departa-
mento de Arte Gráfico. Se anexionó
Irina Antonova muestra el Museo a mucho tiempo el Museo Pushkin de también la iglesia de San Antipas, de
Marc Chagall, 1973 Bellas Artes fue el Único centro en el los siglos XVI y XVII,que hubo de ser
que podían verse obras artísticas de restaurada y parcialmente recons-
otros países. Este niIuseo presentaba al truida. En la actualidad se procede al
público las obras maestras del arte reacondicionamiento de un edificio
mundial procedentes de museos de vecino, que al parecer va a convertirse
Francia, los Estados Unidos, Italia, la en una nueva sección del Museo, de-
República Democrática Alemana, el dicada a las colecciones particulares.
Reino Unido, México, Egipto y Pero esto no es todo. Se ha acordado
muchos otros países. Al mismo transferir al Museo de Bellas Artes una
tiempo, en los museos extranjeros se manzana vecina, que cuenta con edifi-
exhibían algunas obras del Museo cios de distintas épocas. Después de su
Pushkin de Bellas Artes. En estos in- reconstrucción, y de la construcción de
tercambios fue decisiva la intervención un nuevo edificio para albergar parte
de Irina Antonova, que se ocupó acti- de las exposiciones, se erigirá una
vamente de organizar y efectuar las pequeña ciudadela museo con un cen-
exposiciones. tro dedicado a los niños, un almacén,
El niIuseo lleva a cabo una intensa tiendas de anti@edades, un café y
actividad científica que no se limita a varios restaurantes. Se estima que las
satisfacer meramente las necesidades obras no concluirán antes del año
del personal, sino que se destina al 2000, pero la primera piedra de la
público en general, y actúa así como futura ciudadela museo la puso Irina
institución científica y cultural. Desde Antonova.
hace más de veinte años se celebran No debemos olvidar que Irina
anualmente en el museo las Conferen- Antonova fue durante muchos años
cias de Vipper, conferencias científicas directora del Comité Nacional Sovié-
En la Ldia, nuevos caniìtios enfre las arenas mouedìw 157
tic0 del ICOM, habiendo sido también rán exposiciones de la literatura rusa de trabajo museológico, la constancia de
vicepresidenta de esa organización. comienzos del siglo xx. También se sus investigaciones, los esfuerzos por
Gracias a su infatigable actividad, Irina acondicionarán los museos de M.Bul- superar las dificultades y la búsqueda
Antonova ha contribuido en gran gakov y de A. Griboyedov. de innovaciones. Pero no son las úni-
medida a desarrollar las relaciones in- Natalia Shajalova trabaja intensa- cas.,Muchas otras directoras de museos
ternacionales de los museos soviéticos mente en el Comité Internacional de también pueden ser calificadas de
y a mejorar el entendimiento entre los Museos de Literatura del ICOM y en el auténticas innovadoras.
pueblos. Comité Soviético de esta organización,
donde preside la sección de museos
NutuZìu ShujuZovu literarios.
Fotos:
Heinz Heüschkcl Trabajadores de la industria textil a
(cortesía de
Sigfrid Jacobeit) comienzos de siglo.
c
c
O
4
cCómo se representa
a la mujeres en los museos
de historia británicos?
Gaby Porter
hace sólo desde un punto de vista rela- en la separación entre el espacio oculto
tivo. El conocimiento se enfoca con del museo, que es donde se produce y
los criterios del hombre occidental organiza el conocimiento, y los espa-
blanco y burgués. cios públicos, que es donde se contem-
A mi parecer, los papeles atribuidos pla ese conocimiento5. Las exhibicio-
al sexo son clave en el proceso de la nes interactivas y las experiencias
creación de significado en los museos. participativas permiten a la gente jugar
La representación de la femineidad sobre la st/pe$cie de la historia; los mu-
sirve para reforzar y confirmar la histo- seos establecen las reglas y los papeles
ria principal, que es la del progreso y el del juego. El experto, el conservador o
éxito masculinos. La masculinidad y la el intérprete convierten la historia en
femineidad se construyen sobre refe- algo limitado, con un final feliz.
rencias opuestas: el trabajo y la casa, el
trabajo productivo y los pasatiempos, SimboZos duraderos y
la actividad y la pasividad, la cultura drganos perecederos
y la naturaleza, en los que la mujer es
la parte subordinada. En el Reino Uni- En la división institucional de los mu-
do, sobre todo durante las tres últi- seos y en la elección de los objetos, el
mas décadas, numerosos museos han personal del museo desempeña un
creado un ambiente informal con múl- papel muy importante. Los museos del
tiples oportunidades de diversión y Reino Unido se dividen en tecnológi-
educación. Algunos se han trasladado cos, industriales y de ciencias sociales.
de edificios monumentales a otros más Además existen otros museos creados
accesibles y acogedores, que servían en torno a temas singulares o diferen-
antes para otros fines3. Estos museos tes: los museos del diseño, de la seda,
ofrecen a sus visitantes una historia de la historia marítima y de la imagen
muy próxima a la suya propia. Los mu- en movimiento.
seos más visitados y que han crecido En la elección de la “identidad” de
con mayor rapidez son los industriales, un museo, y dentro de cada uno de
los tecnológicos, los de ciencias socia- ellos, la producción industrial se sitúa
les y los de transporte4. En un por encima de las industrias de servicio
ambiente logrado, estos nuevos museos y de los usos domésticos debido a su
ofrecen una autenticidad cada vez carácter espectacular, distintivo, y por-
mayor en el plano de la experiencia. que se ajusta más a un contexto his-
En muchos de ellos, los objetos se con- tórico y narrativo. Se valoran más una
fían en las tradicionales vitrinas pero serie de papeles, aquellos próximos a
de tamaño más reducido, o permane- los procesos de producción más impor-
cen almacenados, a medida que los tantes. Sin embargo, la mujer queda
museos introducen a su público en un prácticamente al margen de estos pape-
ambiente más aventurero y experimen- les y de su representación. Las iden-
tal. Esto ocurre tanto en los museos de tidades, historias y utensilios seleccio-
historia como en los de ciencia y tec- nados, son a la vez ejemplares y
no1ogí a. distintivos, técnica, cultural y geográfi-
Por ejemplo, en el museo de Jorvik, camente hablando. Desde el punto de
en York, se traslada a los visitantes al vista histórico, se asocia a los hombres
pasado mediante una serie de montajes. que fueron quienes crearon las institu-
El recorrido continúa a través del pro- ciones e inventaron, produjeron, ela-
ceso arqueológico, mostrando las exca- boraron y reunieron estos objetos6.
vaciones, los laboratorios, los almace- Existe un gran número de pequeños
nes (reconstruidos), y finaliza (jfrente museos de historia repletos de obje-
a la tienda!) con una serie de vitrinas tos relacionados con la mujer. Sin
que contienen hallazgos arqueológicos embargo, estos objetos se inclinan
expuestos en estantes planos. El interés hacia el lado opuesto: no son excepcio-
estriba en recorrer un pasado imagi- nales, están hechos a mano y son
nado; las vitrinas con sus objetos están manuales, son familiares. A estos obje-
allí para grabar este viaje en la imagina- tos no se les da el mismo poder simbó-
ción con algunas realidades materiales lico o la misma distinción. Cuando se
y auténticas. exhiben, sin embargo, se representan
Pero, <a qué tipo de exploración se efectivamente dentro de un contexto
puede acceder y quién tiene acceso a peculiar: los objetos y la cultura de las
ella? Tanto los museos tradicionales mujeres no “hablan por sí mismos”,
como los más recientes están basados sino que hay que hablar de ellos. Así,
@vo se represeuta a la mujeres en los mnseos de histooria hìtátiicos? 161
trabajo ellos solos y dejan al ama de Los conservadores de estos museos han
casa inactiva, haciéndola innecesaria9. modificado su actitud orientándola
Los nombres y verbos que denotan una hacia la escucha, la movilización y la
actividad en los textos explicativos son autorización a grupos ajenos al museo
los de las máquinas, los inventores, o el para que utilicen sus recursos con el
progreso mismo. fin de hacer declaraciones firmadas.
En los museos, las exposiciones Estos proyectos contradicen cual-
sobre el hogar se encuentran lejos del quier pretensión de verdad objetiva,
núcleo principal de las exposiciones presentada sin esfuerzo y que se ha de
históricas. Del mismo modo, el hogar disfrutar pasivamente. Los participan-
aparece como algo aislado del mundo. tes hablan con voces diferentes; por
Las habitaciones que se exhiben están ejemplo, desde el punto de vista de la
separadas de su contexto en relación mujer. Mediante la creación de imáge-
con la vivienda, la calle y el vecindario, nes, escenarios, montajes y maniquíes,
y no se tienen en cuenta ni el número se expone el esfuerzo invertido en la
de miembros de la familia ni el empleo “creación77de estas exposiciones y
y el desempleo. Los textos no aluden a representaciones. Esto no tiene la fina-
los quehaceres del hogar como un tra- lidad de revelar el proceso técnico que
bajo y todo lo que éste conlleva: sala- se emplea, sino los resultados ideológi-
rios, normas de trabajo y peligros. cos sobre el significado. Se crean rela-
Tampoco atienden a la división del ciones nuevas entre las personas que
trabajo por sexos o generaciones. En trabajan en los museos y las que están
York, el tiempo que según se supone fuera. También se atrae a un público
dejan libre las máquinas es redistri- nuevo y se propicia un comporta-
buido dentro del hogar en los denomi- miento diferente entre los visitantes,
nados “entretenimientos caseros”. Se favoreciendo los comentarios, el de-
niega así la existencia de otras ocupa- bate y la participación.
ciones, como son los trabajos caseros
o las compras, que son las que crean
el lazo de unión entre el hogar y el
mundo exterior. El hogar no se pre-
senta como una entidad dinámica, sino
como algo estático.
=i
x
19 University Place, suite 308 botín de más de dos mil obra
New York, N.Y. 10003 Por aquel entonces, esas obr
ron tal sensación en el mundo
(Estados Unidos de América)
tal que se llegó a dudar
africano. Hoy día no c
duda de que fueron realizadas
tas de la corte de Ben
ö nos, todos ellos perten
g mios reales de carácter
2
.E - simbolizaron, ensalzaron
-.-
M
9
la visión del mundo, la
poder y la mística de un re -
u2
O
Flora S. Kaplati
Oba, que era y sigue siendo la personi- antropológicos en el terreno comen- Estados Unidos y en Europa tienen en
ficación de los pueblos que hablan la zados, en 1982, en el harén. común el mismo interés por la institu-
lengua edo. La institución de la monarquía ción de la monarquía divina, su corte,
La corte de Benin es todavía hoy la divina, con su vida cortesana y su arte, sus jefes y sus costumbres. La presencia
más auténtica y activa de la Nigeria impregnados de un carácter predomi- de la mujer, perceptible básicamente en
contemporánea. Sus tradiciones ances- nantemente masculino, han caracteri- las etiquetas de los objetos que las
trales, tanto en lo que al arte como a la zado los estudios sobre Benin y la inter- representan, no ha pasado de ser fan-
vida cotidiana se refiere, son respetadas pretación museográfica de este reino a tasmal.
por las diversas etnias que pueblan la lo largo del siglo xx, hecho imputable Esto se debe, en parte, al carácter
República Federal de Nigeria. El actual tanto a la influencia occidental como a fragmentario y a la escasez de las fuen-
Oba, Omo N’Oba N’Edo Uku Akpo- las peculiaridades y manifestaciones tes históricas y de los estudios sobre los
lokpolo Erediauwa, ocupa el trigésimo tangibles de la propia cultura. He cal- personajes femeninos y, en parte, a la
octavo lugar en una línea directa de culado que no más de un 10% de los imposibilidad práctica de tener acceso
sucesión que se remonta al siglo XII D. miles de obras de arte importantes que a las propias mujeres de la corte real.
c. y se basa en el derecho de primoge- se conocen representan a mujeres, Tanto las esposas como los hijos y sir-
nitura. Preside además el Consejo de están relacionadas con ellas o son utili- vientes del Oba viven hoy día como lo
Gobernantes Tradicionales de la zadas por éstas. No obstante, entre ellas han venido haciendo durante siglos, es
nación. Gracias a su autorización y a la figuran algunas de las piezas artísticas decir, recluidos en el harén del palacio,
actividad de la corte, me fue posible más famosas de Benin. Ahora bien, la y únicamente aparecen’en público en
descubrir las funciones que las mujeres media docena aproximada de exposi- contadas ceremonias. Incluso el propio
desempeñan en dicha corte, investiga- ciones sobre el reino de Benin celebra- Oba, por su naturaleza divina y los
ción que realicé mediante trabajos das en los últimos treinta años en los numerosos tabúes que rodean a su per-
sona, es muy poco accesible, si bien sus
funciones y su representación, indis-
pensables para la perpetuación y el bie-
nestar de su pueblo, se llevan a cabo en
público y casi todos las conocen y com-
prenden. Los jefes, los médicos indíge-
nas y otros especialistas varones rela-
cionados con la corte ejercen asimismo
sus funciones públicamente, y la pobla-
ción en general, a quien sirven en
nombre del Oba, los conoce y los ve.
Por este motivo, en lo que respecta al
arte y la interpretación museográfica,
resulta más fácil observar y conocer las
funciones que cumplen en Benin los
varones. Tanto desde un punto de vista
etnográfico como histórico, se ha pres-
tado poca atención a las mujeres, pese a
la existencia de una rica tradición oral
relacionada con ellas y de un conjunto
de obras artísticas cortesanas que pue-
den ser consideradas como una docu-
mentación estética e histórica de las
ideas y los valores que constituyen el
fundamento de sus funciones.
ción de arte negro africano que tenía sición, en la cual colaboró la Comisión miembros de la corte y de la familia
lugar en dicha universidad, dar a cono- Nacional de Museos y Monumentos. real han aportado fotografías, objetos
cer al público los contextos históricos Según declaró el profesor Adamu Bai- personales y comentarios para los tex-
y culturales del arte en cuestión y po- kie, vicerrector de la Universidad, el tos de los paneles, los rótulos y el ca-
ner de manifiesto los principios y objetivo de la exposición consistía en tálogo. Participa activamente la reina
la manera de proceder del Programa que el arte de Benin, que muy pocas Ohan Akenzua, que ha obtenido auto-
de Estudios Museográficos al que se de- veces había sido presentado en su ciu- rización para reproducir los singulares
bía la exposición. Esta fue la primera dad de origen, “volviera a casa”. Con peinados de las reinas, en los que es
exposición museográfica sobre arte esta iniciativa se pretendía “que noso- especialista, y para supervisar los
beninés que se celebraba en Nueva tros y especialmente los jóvenes de emblemas reales qu.e se expondrán.
York y coincidió con una época en la nuestro país, que serán los líderes del En la mayoría de las obras del arte
que los principales museos de la ciudad mañana, tengamos presente la riqueza cortesano hay referencias a la reina
presentaban un sinfín de exposiciones de nuestro patrimonio cultural, de la madre, la Iyoba, su corte, séquito,
sobre cortes europeas y otras cortes que es prueba esta exposición, para rituales y enseres funerarios. Habida
famosas (la de Dresde, la de los Habs- afirmar el alto grado de excelencia cuenta de la omnipresencia de imáge-
burgo, la de los Orange y la de Tutan- artística que alcanzaron nuestros ante- nes de doncellas, mujeres y niños en el
kamón, por no citar sino algunas). pasados e incitar a nuestros artistas arte africano, así como de la precisión
Habíamos observado con anteriori- contemporáneos a esforzarse por con- de sus caracteres sexuales secundarios,
dad que se organizaban pocas exposi- seguir niveles de excelencia que sean resulta sorprendente no encontrar
ciones sobre arte africano y que la aten- incluso superiores”. El arte de la Corte imágenes de este tipo en el arte corte-
ción prestada al arte cortesano del Real de Bettin quería también tender un sano de Benin. Predominan en éste,
Africa negra al sur del Sahara era prác- “puente entre los ciudadanos y los uni- por el contrario, las imágenes de la
ticamente inexistente. Elegimos Benin versitarios [...], entre la Universidad de reina madre posmenopáusica. Junto a
para dar a conocer al público las anti- Benin y la Comunidad”, según declaró ella aparecen niñas prepúberes, cuya
guas civilizaciones del Africa occiden- el director del Centro de Investigacio- desnudez demuestra que todavía no
tal y escogimos una que se mantenía nes Sociales, Culturales y Ambientales, están maduras para contraer matrimo-
completamente viva en la Nigeria que patrocinaba la exposición. nio y tener hijos. Al igual que sucede
actual, sin repetir los esfuerzos de otros Esta vez, la fotografía ampliada de prácticamente en toda Africa, la situa-
museos más grandes. Nuestro objetivo la figura real femenina de los años ción de la mujer se deriva ante todo de
era subrayar la importancia museográ- cincuenta no era ya anónima. La reina su papel de madre, que constituye el
fica de combinar, en beneficio del Ohan Akenzua, que se había conver- núcleo de su vida económica y social.
público, normas éticas con cualidades tido en una amiga, pudo realizar una Precisamente a causa de su función
académicas y estéticas y mostrar así la visita excepcional al museo debido al como portadora de hijos, especial-
filosofía de nuestro programa. Deseá- fallecimiento de su marido y a la libe- mente varones, la mujer cobra presti-
bamos asimismo brindar a los estu- ración del harén. Además, prestó sus gio en el seno de la familia polígama y
diantes la oportunidad de desarrollar objetos personales de coral para la forja lazos duraderos con su marido, su
sus facultades críticas y sus conoci- exposición, con la condición de que hogar y sus parientes. En sus hijos está
mientos, siguiendo un proceso de in- sólo yo u otra mujer los tocara e insta- segura de encontrar el apoyo necesario
terpretación desde la idea original lara. En El arte de la Corte Real de Benin, en caso de abandono por parte de su
hasta el producto acabado. Estos la representación de mujeres, obras marido, en la vejez y para su entierro.
esfuerzos llevaron a la creación de un modernas y adornos tradicionales fue El Oba cumple estas obligaciones para
modelo de exposición, a partir del cual mayor que en exposiciones anteriores, con su madre, la reina madre de Benin,
se creó el primer curso americano de batiéndose récords de asistencia y de y la conmemora en el arte.
organización de exposiciones para los aparición en los medios de comunica- EqZetzdor y aislamiento estudia a las
estudiantes de museografía. La exposi- ción. mujeres de la familia real en el con-
ción estaba centrada en la monarquía texto de la corte y ofrece una nueva
divina y en la corte (masculina), pero Por primera ve% las visión del famoso arte de Benin, un
me pareció que debía haber también mujeres son protagonistas punto de vista diferente, centrándose
una mujer, por lo que entre las fotogra- en las mujeres aisladas, cuyas vidas no
fías ampliadas se colocó la de una Por iniciativa de SITES, Servicios de sólo se parecen a las de las mujeres co-
reina, tomada en los años cincuenta Exposiciones Itinerantes de la Smith- rrientes, sino que al mismo tiempo las
por un oficial británico. Estas fotogra- sonian Institution, se ha preparado una ensalzan. Esperemos que ello nos lleve
fías no se habían utilizado antes en nin- tercera y (a la hora de escribir este a reconsiderar la opinión que en Occi-
guna exposición. artículo) próxima exposición: Eqlendor dente se tiene de la poligamia y del ais-
aislamiento: Zczs mz~eresde lafamiha real en lamiento como una limitación de
Ciudadanos, la corte de Be?&, Nigeria. Las obras de poder para la mujer, y a comprender
universitarios y excelencia arte proceden de Nigeria, la República que las mujeres beninesas han sido
artistica Federal de Alemania, el Reino Unido y modelos de valores sociales profunda-
los Estados Unidos. Por primera vez, mente arraigados y personas dignas de
En 1985, a petición de la Universidad las mujeres de la corte se convierten en ser recordadas a través de los siglos,
de Benin, se organizó en el Museo protagonistas. Tanto las reinas y el como he tenido la ocasión de darme
Nacional de Benin una segunda expo- Oba, como los expertos, consejeros y cuenta.
Lucía Astudillo de Parra /
Se toman algtlnos conejillos de Indìas, se Soy de Cuenca, Ecuador, país en el que decidió que no debían reunirse ni estu-
añade un telary algt/lzaf muñecas de pocas mujeres están en condiciones de diar por considerar que eran dema-
trapoy se mezclan con un zapatero tomar decisiones, aunque en la actuali- siado bulliciosas y que debían quedarse
dad podrían convertirse en dinámicos en sus casas como siempre habían
borracho, una pizca del chìsmorreo de los agentes de desarrollo. En efecto, po- hecho.
maridosy una dosis generosa de amor drían participar en la política, la cien- A pesar de la intervención de este
propio. &ué se obtìene? Pues los cia y la industria. Al mismo tiempo, sacerdote, la Asociación de Mujeres de
rudìmentos de la receta de un ,vzuseo de son las mujeres las que comienzan la Cumbe resolvió permanecer unida,
mqeres inìco en su género, sìtuado cerca educación de sus hijos. Están familiari- aunque no pudiera seguir utilizando la
de Cuenca, Ecuador. Se trata de Casa zadas con la magia, la medicina natural parroquia. Las mujeres alquilaron una
Cumbe, c y a hìstorìa relata aquí la y las formas ancestrales de la artesanía; habitación sin ventanas y organizaron
por consiguiente, son las principales allí clases de costura y de cocina. Resol-
presidenta de la Organiwcìón Regional
transmisoras de la cultura popular. vieron tener una huerta comunal en
del ICOM para la América Latina y Yo era una ama de casa sin hijos y los límites de la aldea y trabajar en min-
el Caribe. Antes de hacer trabajo sin estudios; en mi hogar, el que tenía gay la organización laboral colectiva
voluntario en Casa Cumbe, Lucía una carrera importante era mi marido. prehispánica en la que cada cual com-
Astudìllo de Parra dingìó durante dìez Ahora, al mirar haciar atrás, creo que parte la carga de trabajo. En la huerta,
años el Museo de Artes Populares del yo llevaba una vida con muy pocas las mujeres cultivaban semillas selec-
Centro Interamericano de Artesaníay ambiciones. Sin embargo, en aquella cionadas con fertilización orgánica y
época era feliz, al igual que muchas de tenían tiempo para charlar y disfrutar
Artes Populares; en la actualìdad
mis amigas. Pero mi marido falleció en de la compañía mutua. En la huerta
supervisa la creacìón de un museo de l'a un accidente de aviación y decidí, colaboró el Ministerio de Agricultura y
metalurgìa en el sur de Ecuador. entonces, que mi vida debía cambiar. Ganadería.
Dirección de la autora: Empecé a estudiar en la universidad,
Casilla 1554 a trabajar en un museo y a tener auto- 2Verdaderamente un
Cuenca (Ecuador). nomía. En la actualidad, casada nue- museo?
vamente, continúo trabajando con mu-
jeres en múltiples proyectos de volun- El INNFA recibió una casa en dona-
tarios en la región de Cuenca. ción para que las mujeres de Cumbe
Uno de los lugares donde he traba- establecieran allí un museo comunita-
jado desde 1980 es la aldea de Cumbe, rio. Casa Cumbe no se ajusta a la de-
en un proyecto de formación para finición convencional de un museo.
mujeres de zonas rurales que ha sido Posee una sola sala de exposición, con
organizado por el grupo de voluntarios unos pocos objetos. Carece de área de
del Instituto Nacional del Niño y la reserva, de colección propia y de un
Familia (INNFA). Las mujeres de programa regular. Pero, para mí, es un
Cumbe asistían a clases en la parro- museo. Casa Cumbe es el tipo de museo
quia, hasta que uno de los sacerdotes que se adapta y cambia según las cir-
Lucia Asftrdilo de Parra
del museo. La exposición llevaría por veían con malos ojos. Un ejemplo que tenían una actividad remunerada;
título Nuestragetzte, para lo cual aporta-se puede citar fue el de la primera pre- ahora, con lo que han aprendido y gra-
ron objetos importantes como viejos sidenta del Museo de Casa Cumbe. Esta cias a los proyectos de Casa Cumbe, tie-
utensilios de arcilla, trajes, símbolos mujer era viuda, tenía una auténtica nen un pequeño ingreso.
religiosos, un telar manual (el tejido en personalidad de líder y hablaba con Antes, las mujeres se sentían insegu-
telar sigue siendo la principal artesanía autoridad. Las demás pensaban que su ras al abordar temas financieros; ahora
tradicional de la región de Cumbe) y, actitud se debía a que era cabeza de están aprendiendo los rudimentos de la
por supuesto, una vieja máquina de familia. Desde 1988 ocupa la presiden- administración del dinero.
coser. (Digo “por supuesto” porque cia una mujer más sumisa, pero que Antes, muy poco se hablaba de
hay máquinas de coser en toda la también ha aprendido a hacer frente salud y nutrición; ahora, Casa Cumbe
región. Si en los países industrializados a su marido, cuando éste trata de gol- trae a especialistas que discuten estos
ha sido quizás un instrumento de la pearla “sin tener un buen motivo” (jco- temas con las mujeres.
liberación de la mujer, aquí es un mo si pudiera haber un “buen motivo” Antes, las mujeres no se valoraban a
artículo de lujo puesto que no hay mer- para ello!). sí mismas; ahora saben que son iguales
cado para sus productos y no existen Estimo que en Casa Cumbe, como a los hombres.
los repuestos ni los conocimientos en otros museos similares, las activida- Antes despreciaban sus artesanias y
necesarios para repararlo cuando se des que generan ingresos deberían for- conocimientos tradicionales (que po-
avería, cosa que sucede a menudo). mar parte de las funciones del museo, seían c‘naturalmente’’, aprendidos de
en tanto que proyecto socioeconómico sus madres); ahora saben que las labo-
EZ chismoweo de Zos y cultural global. En ese sentido, res tradicionales (el hilado, el teñido,
maridos podría garantizarse la financiación del etc.) son importantes porque forman
museo asociándolo a microempresas. parte de su propia historia.
La presidenta de la Organización de Cumbe posee ya tres proyectos de este Y por último, las mujeres de Casa
Mujeres de Cumbe, en su introducción tipo. El primero consiste en la fabrica- Cumbe saben ahora que hay quienes se
a la exposición, afirma: “En el pasado, ción de muñecas y se inició porque las interesan en ellas, pero saben funda-
los hombres ganaban muy poco y tra- mujeres de Cumbe confeccionaban ya mentalmente que son ellas las que tie-
bajaban la tierra. Las mujeres se ocupa- muñecas de trapo para sus hijos. Se nen que preocuparse por crear su pro-
ban de los niños, cardaban la lana y hicieron muñecas más pequeñas, vesti- pi0 futuro. m
ayudaban a sus maridos. No tenían das con los trajes típicos de las cholas
relojes. Para saber la hora, de día mira- (mujeres indias) de Cumbe, que se ven-
ban el sol y de noche las estrellas. Se den a los turistas. Otro proyecto, el de
levantaban con el canto del gallo. En la la cría de cuyes (conejillos de Indias), se
actualidad vivimos apurados. Tenemos inició aprovechando que las mujeres
relojes y nuestros maridos trabajan en los criaban en sus hogares y los utiliza-
la ciudad. Venimos a Casa Cumbe a ban en su alimentación. Ambos pro-
aprender cosas y, también, a aprender yectos fueron financiados por la insti-
que podemos tener una vida mejor”. tución Partners of the Americas,
Las mujeres apoyaron esta declaración Ecuador-Idaho. Las mujeres instalaron
con sus firmas; las analfabetas pusieron‘ también un horno para hacer el tradi-
una cruz. cional pan de Cumbe y venderlo en el
Casa Cumbe ha contribuido consi- mercado de los sábados. Financió este
derablemente a fomentar la confianza proyecto FODERUMA, Fondo para el
de las mujeres en sí mismas, actuando Desarrollo Rural del Banco Central de
como catalizador de sus sentimientos Ecuador.
de rebeldía. Las mujeres de Cumbe han
creado breves obras de teatro en las que “Antes” y “ahora”
se burlan de los hombres. Representan
el papel del zapatero borracho de la Se me ha preguntado cuáles han sido
aldea (que nunca tiene listos los zapa- los logros concretos del Museo de Casa
tos cuando se va a buscarlos) y el del Cumbe. Puedo dar varias respuestas.
marido que se enoja porque su mujer va Antes de que existiera Casa Cumbe,
a Casa Cumbe a aprender “cosas malas” las mujeres eran muy tímidas; ahora
(por ejemplo, que las mujeres son igua- miran al interlocutor a los ojos sin titu-
les a los hombres). Una mujer sube al bear.
escenario y afirma que su marido está Antes, el Único contacto social que
casi siempre borracho, que ella tiene tenían las mujeres de Cumbe eran las
derecho a llevar una vida propia y a escasas visitas que se hacían; ahora se
aprender, y que en el futuro ganará reúnen con otras mujeres en el Museo y
dinero para su familia. tienen tiempo para charlar, debatir
Los hombres de la aldea han chis- problemas e intentar resolverlos entre
morreado mucho sobre “la indepen- todas.
dencia de las mujeres”, que algunos Antes, algunas de las mujeres no
~ ~ ~
E l presente
y el futuro
en Malasia
Edificios grises que albergan aparatos, asiste hoy en día a una participación
antigtiedades e imágenes de objetos del creciente del sector privado en las acti-
pasado en salas con olor a cerrado. En vidades culturales. Al mismo tiempo,
general, esto solían ser los museos a los el patrocinio que ofrecen las empresas
ojos del público. Esta imagen, sin a las artes y la artesanía ha contribuido
embargo, ha cambiado. En la actuali- también a enriquecer Ias colecciones
dad, los museos de Malasia son espa- privadas de las multinacionales, los
cios vivientes en los que la recreación bancos o las compañías petrolíferas. Es
del pasado y el curso mismo de la his- de esperar que la actividad siga en
toria contemporánea son fuente de aumento, abriendo así a las mujeres
esparcimiento y admiración para posibilidades de carrera como conser-
todos. vadoras de galerías privadas.
Las actividades museográficas en Habida cuenta de esta evolución,
Malasia datan desde la fundación, por convendría que las mujeres graduadas
Raja Fuziah Bte Raja Tun Uda y parte de las autoridades británicas, del adquirieran las competencias profesio-
Sharifah Zuriah Al-Jeffri Museo de Perak en 1886, del Museo de nales que se necesitan para trabajar en
Sarawak en 1888 y del Museo de Selan- los museos u ocupar puestos similares.
gor en 1906. Sin embargo, las mujeres La adquisición de conocimientos espe-
Los museos exìsfen en Malasìa desde sólo empezaron a ocupar puestos cializados representaría una ventaja
hace más de un sìgloy hoy empìezan, importantes en los museos con el auge suplementaria con respecto a las opor-
como motores del desarrollo cultural, a que éstos experimentaron en los años tunidades que brinda una preparación
setenta. Hay que mencionar aquí a la de indole general. La ausencia de infor-
cobrar nuevas fuerza. Las mujeres han directora general de los Archivos mación y orientación sobre carreras
contrz’buìdo a esa transicióny de allí que Nacionales, a las directoras de los mu- relacionadas con los museos o la mu-
en este artículo se hagan propuestaspara seos públicos de Sabah y Perak, a la seografía constituye también un obs-
favorecer la a?nplìacìó?zy el directora de la Galería de Arte del táculo que ha entorpecido la entrada y
fonfalecìmìento de sus funcìones. Una de Estado de Kedah, a la directora del el avance de las mujeres en este campo.
las auforas es exfuncionanà piblica y Museo Nacional de Artesanía, a la Teniendo en cuenta estas circuns-
actualhente trabaja en supaísy en el administradora del Museo de Moneda tancias, los llamamientos que hace el
del Banco Nacional de Malasia, a la Gobierno para que las mujeres parti-
extranjero como consultora para el conservadora del Museo de Artes Asiá- cipen en un plano de igualdad en el de-
fomento de la anfesanía. L a otra es ticas y a la conservadora de artes de la sarrollo nacional sólo podrán ser
artistay consejera de ast/ntos cuZturales. Galería Nacional de Arte. Algunas realmente atendidos cuando las muje-
Dirección de las autoras: mujeres trabajan también como diseiia- res, como fuerza de trabajo, estén dis-
9 Jalan Tebu doras, encargadas de exposiciones, puestas a superar algunas dificultades.
Ukay Heights especialistas en la conservación o Hay que señalar, en efecto, que si bien -
r
Selangor Daru1 Ehsan encargadas de relaciones públicas. algunas mujeres tienen el afán de ven- n
Estas mujeres han contribuido de cerlas, por regla general no suele ser
68000 Ampang (Malasia).
modo especial a dar vida e interés a los así. No se trata de falta de aptitudes ct
museos, contribución que podría educativas, ni de un nivel profesional o r
cobrar aún más importancia si se incre- universitario insuficiente; tampoco es -
mentara el número de mujeres en con- un asunto de ética profesional. Puede r
sejos y comités de museos, o bien en las decirse que el problema radica en la
funciones de conservadoras honora- imagen poco positiva que de sí mismas
rias. tienen las mujeres; lo que significa que c
En el presente decenio se inicia una éstas son consideradas, y que ellas mis-
nueva era en la evolución de los mu- mas se consideran, “ciudadanas de
seos en Malasia. Con el estímulo que segunda clase”. De ahí que, pese a estar
representan el patrocinio, las políticas llenas de buena voluntad y resolución
y los incentivos gubernamentales, se en su trabajo, les falte confianza en sí
El prescrite-y eljituro en Maiasia I-lr
vos de historia o
archivos de doc
de las mujeres se relacionan entre sí. las mujeres como víctimas, para lo cual
Aunque una mujer sienta que hay opo- es preciso explorarlas y presentarlas
sición y conflicto entre sus papeles como agentes dinámicos de nuestra
de hija, madre, trabajadora, amante, propia historia o destino. Damos testi-
amiga y esposa, en su experiencia coti- monio de las energías particulares que
diana los “vive” como una unidad tota- engendran las personas oprimidas o sea
lizante. La tradición femenina es oral y de la capacidad de inventiva y de resis-
hemos comprendido que la historia tencia de las mujeres en periodos de
oral es el mejor método para descubrir crisis, la solidaridad práctica de la
esa unidad. Atribuimos gran impor- buena vecindad, el humor que la
tancia al contexto social y afectivo en maternidad exige y cultiva, y el orgullo
el que un objeto concreto ha funcio- que lleva a una mujer a poner término
nado en la vida de una mujer; el objeto a las palizas habituales del marido.
es más valioso para nosotros por su ori-
gen Único y excepcional que por su Estructura de Za
valor intrínseco. Asimismo, procura- exposición: un ejercicio de
mos que las colecciones y los archivos equilibrio
se relacionen entre sí lo más posible.
Mientras que algunos objetos materia- Equilibrar nuestras interpretaciones
les hablan por sí mismos y aunque de- históricas en torno a tendencias opues-
terminados aspectos de un oficio, por tas como son la sumisión y la resisten-
I
ejemplo, se deduzcan directamente de cia de las mujeres, significa aceptar
la herramienta utilizada o del producto nuestra ambivalencia como tales en la
elaborado, otros aspectos, procesos, o sociedad contemporánea. Al imaginar
emociones se documentan de modo las exposiciones, es indispensable lle-
adecuado con fotos, diapositivas o cin- gar a ese difícil equilibrio. En Dina-
tas magnéticas. marca, por ejemplo, tenemos, por un
Al margen de la perpetuación de la lado, una gran nostalgia de la vida y los
especie, las mujeres corrientes de las ritmos más naturales de la sociedad
generaciones pasadas han dejado pocos agraria; y, por el otro, creemos firme-
vestigios materiales, ya que los testi- mente en el progreso como un paso
monios de sus vidas han sido borrados adelante que nos aleja de los oscursos
en su mayor parte por la gente o por el tiempos patriarcales de la Edad Media.
tiempo. Nuestras colecciones, en con- Ambos mitos o visiones elementales
traste con las de otros museos, se carac- del mundo prevalecen entre las perso-
terizan, pues, por mostrar lo desporti- nas que entrevistamos, en nuestro
llado y lo raído, lo gastado y lo público y en nosotras mismas, y de-
remendado de los humildes objetos de bemos tenerlos en cuenta en todo lo
la vida cotidiana. Son también únicas que realizamos.
en cuanto a la exposición cruda de las La identificación y la proyección
situaciones o recuerdos más persona- están igualmente presentes. Un crítico
les, difíciles o dolorosos. En 1984, con no dejó de señalar la singular “falta de
nuestra primera exposición temática perspectiva” de nuestras exposiciones.
sobre el trabajo doméstico y las madres En la fase de estudio previa a la exposi-
solteras en los años treinta, el Museo ción, resulta natural que la identifica-
adquirió la reputación de relatar las ción sea poderosa cuando, por ejemplo,
historias no escritas, dar a conocer lo las madres solteras muy jóvenes del
no dicho e interrogar acerca de lo que Museo entrevistan a las mujeres de
se ha dejado en silencio. Según este edad que hace dos generaciones se
principio, en las entrevistas de historia encontraban solas con sus hijos. En
oral solemos recoger también, junto lugar de pensar que podemos superar
con las sencillas narraciones sociohis- las emociones subjetivas, tratamos de
tóricas de la siega del heno o el zurcido servirnos de ellas de manera consciente
de camisas, los sufrimientos guardados y metodológica. La tarea del personal
bien en secreto hasta entonces, como profesional es la de contribuir a que la
las palizas o los abortos clandestinos. identificación inmediata y la confianza
Básicamente, el museo estudia a las recíproca se traduzcan en preguntas y
mujeres como sexo oprimido y es fre- respuestas precisas y ’ concretas, que
cuente que encuentre mujeres maltra- den a lo expuesto una fuerza indiscuti-
tadas o violadas física o mentalmente ble.
por la sociedad patriarcal. También es En la fase destinada a estructurar
importante contrarrestar la visión de adecuadamentela exposición, debemos
B4 Jttte Sandahl
comprender perfectamente lo que es ordinario medio, particularmente efi- en el transcurso de un día diversas
típico y lo que es atípico, el grado de caz para comunicar con un público no tareas aparentemente inconexas les
representatividad de los objetos o his- muy instruido. Teóricamente, una exige, y al mismo tiempo les va confi-
torias presentados y suministrar al exposición debe leerse como un poema riendo la confianza en sí mismas de la
público diferentes versiones de hechos con imágenes visuales y tangibles, y que a menudo carecen. Sin lugar a
análogos junto con diversas posibilida- con diversos niveles de información, y dudas, lo más difícil para una nueva
des de identificación o de distancia- debe suscitar la percepción, el recono- empleada consiste generalmente en
miento. En algunas exposiciones, las cimiento, la resonancia y la interpreta- aprender a confiar en su experiencia y
líneas de demarcación son las de la ción personales. preparación (en aprender incluso a
clase social, mientras que en otras pue- El presupuesto anual del Museo de cobrar conciencia de ellas) como ele-
den ser las regionales, o bien las de una la Mujer para 1990 asciende a un mentos básicos o aptitudes propias de
época o una generación. Aun en otras, millón de dólares de los Estados Uni- la labor museológica. Las directoras de
cuando queremos trazar un cuadro más dos aproximadamente. La administra- proyecto, o bien las mujeres que ya
general, reunimos todas estas variables ción cultural de la ciudad costea el conocen el trabajo pero están próximas
y muchas más. Por otra parte, es sueldo de una profesional universitaria a marcharse, se encargan de impartir la
común la manera característica como y una subvención especial del Estado formación específica adicional necesa-
la mujer integra los ámbitos privado y ha financiado en los últimos tres años ria (por ejemplo, registro informati-
público, la maternidad y el trabajo, y el sueldo de una conservadora. No obs- zado o trabajo en el cuarto oscuro).
las preocupaciones afectivas, prácticas tante, la principal fuente de financia- La organización del trabajo es fácil e
e intelectuales. ción siguen siendo los subsidios de informal y muchas cosas parecen
desempleo con los que se pagan los hacerse por sí mismas. Por supuesto,
Solicitud por los objetosy sueldos y los gastos relacionados con el suele haber conflictos de valores, entre
lus rehciones trabajo de seis a ocho directoras de pro- clases y entre generaciones; pero la
yecto y de unas treinta y cinco mujeres mayoría de las veces los prejuicios se
En el Museo, que ocupa unos mil empleadas siete meses al año. transforman en curiosidad y luego en
metros cuadrados en el antiguo edificio La mayoría de las mujeres contrata- respeto. Como lugar de trabajo educa-
del ayuntamiento de Aarhus, se cele- das por periodos breves carecen de pre- tivo de carácter experimental desti-
bran anualmente de tres a cuatro expo- paración y de experiencia previa en el nado únicamente a las mujeres, el mu-
siciones temporales sobre aspectos trabajo museístico, pese a lo cual parti- seo constituye un éxito indiscutible.
específicos de la historia o el arte de las cipan en casi todas las funciones, en las
mujeres. Las exposiciones varían que la socialización y la formación &Ydentro de cien años?
mucho en cuanto al contenido temá- generales de las muchachas y las muje-
tico y el estilo. Alternamos sin el res (especialmente si pertenecen a las En 1989, el Consejo Nacional de Mu-
menor reparo reconstrucciones de in- generaciones de más edad) son aplica- seos propuso que el Museo de la Mujer
teriores y exteriores con la utilización bles inmediatamente. Muchas de ellas fuese reconocido como un museo
metafórica de copias y de objetos origi- conocen bien el contacto, el trata- nacional especializado en la historia
nales. En el extremo opuesto tenemos miento y la utilización adecuada de los cultural de las mujeres. Aunque esta
presentaciones que se limitan estricta- diferentes tipos de tejidos o herramien- medida estabiliza la financiación del
mente a los originales. Los diferentes tas, y tienen la paciencia y la tolerancia Museo y permite aumentar el personal
estilos atraen a diferentes tipos de necesarias para catalogar los objetos o de conservación, no tenemos previsto
público. Nuestras exposiciones han de- responder a las preguntas del público. disminuir los proyectos de desempleo y
mostrado ser un poderosísimo y extra- Asumir la responsabilidad de realizar su función determinante en el perfil
del Museo. Igualmente importante es
el reconocimietno que el Consejo
Nacional de Museos otorga a nuestras
nada usuales formas de gestión y
estructuras de dirección. En lugar de
una dirección unipersonal, como es la
norma, poseemos una dirección colec-
Botswana:
tiva integrada por ocho a diez profesio-
nales, cuya autoridad se ve equilibrada
por una junta elegida en la que están
un programa
representados el personal y la Asam-
blea General de la Asociación del Mu-
seo de la Mujer de la cual dependemos.
En este contexto de equilibrio de para el futuro
poder, se ha perpetuado la tradición de
diálogo y de consenso de los años for-
mativos del Museo, caracterizados por Doreen N. Nteta
una estructura no jerarquizada.
No cabe duda de que en sus cinco
años de existencia, el Museo de la
Mujer ha puesto de relieve, al reflejar-
las, la historia y la cultura del pasado y
el presente de la mujer, tanto en las &ué objetos deben exhìbìrsey cómo En mi cultura tswana (Botswana), las
estructuras del poder como entre el deben ser expuestospara mejorar la mujeres estaban tradicionalmente a
público en general, llegando a sectores ìmagen que los museos dan de la mujer? cargo de las tareas domésticas: labra-
de la población que normalmente no ban la tierra, desbrozaban los campos,
visitan los museos ni hacen a &os
&&no deben abordarse las ìnteraccìones recogían la cosecha, preparaban los ali-
donación de objetos. En el mundo más entre la nzujery las nuevas tecnologias? mentos y salían a buscar la leña, los
restringido de los propios museos, &ué cambios deben ìntrodt,cirse en la materiales para construir sus casas y el
sabemos que nuestras exposiciones planzjîcacìón deldesavollo? L a ex agua. Además, se ocupaban de la fami-
fácilmente accesibles y nuestro interés directora del Museo Nacìonaly Galeda lia o sea de la salud, la educación y el
por la vida privada y cotidiana han de A r t e de Botswana responde estas bienestar general. Los hombres, por su
sido fuentes de inspiración para otros. preguntas. Doreen N.Nteta ha sido parte, se encargaban de la vida social,
Si dentro de cien años será o no necesa- ya que asistían a las reuniones del con-
subsecretaria del Mìnìsterio de Trabdjo e
rio fundar un museo de la mujer, que sejo de la aldea y ejercían el comercio.
funcione independientemente, es algo Interior de su pais, donde estuvo a caqo La división del trabajo era muy mar-
que no nos preocupa demasiado en este de la coordìnacìón de programas cada, pero existía un sistema tácito de
momento. Lo que importa es que se culturalesy las cziestìones relativa a la asociación y de consulta. A menudo,
está recopilando una documentación mujer en el plano nacional e esta relación fue mal comprendida por
de la que se hacía caso omiso anterior- ìntemakonal. En la actualìdad, es los extranjeros, algunos de los cuales
mente. consultora ìndependìente en temas de consideraban que los hombres tenían
Por último, el Museo de la Mujer no un poder absoluto sobre las mujeres.
desarrollo.
es un lugar en el que la historia de las Los investigadores dicen a menudo
mujeres y sus problemas queden dele- Dirección de la autora: que si bien era la mujer la que producía
gados “en buenas manos”, es decir, P.O. Box 114 los alimentos, el hombre podía acapa-
relegados. Más bien, su función espe- Gaborone (Botswana). rarlos y venderlos, dejándola morir de
cializada y de competencia pone de hambre y sin que pudiera tomar nin-
manifiesto las lagunas de otras colec- guna decisión con respecto al fruto de
ciones y justifica el compromiso de su trabajo. Esto no es cierto. En el
otros profesionales de los museos de hogar se decidía de común acuerdo
centrarse en la historia de las mujeres y cuánto se daria a los parientes pobres,
de la condición femenina. cuánto se almacenaría y cuánto se des-
tinaría a la venta.
La economía capitalista ha plantea-
do nuevos problemas, ya que al intro-
ducir valores diferentes que llevaron a
los hombres a trabajar en las ciudades y
minas, provocó una escasez de mano
de obra en las aldeas. Sin embargo,
contra toda esperanza, aún no han
mejorado la situación en las zonas rura-
les ni las condiciones de vida de las
76 Dorem N.Nfeta
pequeños; los niños tenían que encar- nada por el sexo como de los valores
garse del ganado, preparar las tierras que sustentayy‘.
para el cultivo y realizar muchas otras Los museos disponen de los medios
tareas. Por consiguiente, las familias se necesarios para influir al menos en
vieron obligadas a decidir cuáles de sus La cultura ocupa un lugar secundario algunos de los cambios; son los mismos
hijos asistirían a la escuela y durante en la planificación del desarrollo, junto medios que modificaron, para bien o
cuánto tiempo. Muchas optaron por con las organizaciones no guberna- para mal, la situación de la sociedad en
prolongar la escolarización de los varo- mentales de voluntarias y la religión, general y de las mujeres en particular..
nes, dando lugar a la situación actual, en las que participan las mujeres. La
en la que los hombres predominan en incorporación de la cultura a la planifi-
la mayoría de los cargos de responsabi- cación del desarrollo supondría el
lidad y en las profesiones científicas. reconocimiento de un aspecto vital de
Las niñas que lograban asistir a la éste y debería comprender actividades
escuela, solían hacerlo para seguir cur- en los museos destinados a mejorar la
sos considerados “femeninos”, en dis- condición de la mujer. Estos deberían,
ciplinas como la docencia y la enfer- por ejemplo, pasar revista al papel que
mería. Así, se planteaba un dilema a las desempeñan las mujeres en las organi-
mujeres: la educación tradicional había zaciones comunitarias, sociales y de
desaparecido, pero el nuevo sistema de voluntarias; estas organizaciones tie-
enseñanza era discriminatorio, ya que nen mucho que decir sobre cómo las
generaba diferencias de categoría. mujeres han contribuido y siguen con-
;Qué pueden hacer los museos en tribuyendo al desarrollo.
este caso?Pues contribuir, por ejemplo, Por consiguiente, esta nueva dimen-
a disipar los mitos sobre la igualdad de sión de la planificación del desarrollo
acceso a la educación y a la tecnología debe comprender programas de capaci-
o dar preferencia de un modo más rea- tación para personal docente y otro
lista al papel de la mujer en la ense- personal de los museos, a fin de ense-
ñanza tradicional y moderna, así como ñarles a interpretar y presentar a las
destacar su contribución en aquellas mujeres desde una óptica real, no como
profesiones en las que es mayoritaria, símbolos, ya sea de la belleza, la mater-
por ejemplo, la educación, la salud, el nidad, la bondad o la sensualidad, sino
trabajo comunitario y la artesanía. La - como seres activos e importantes que
interacción entre la tecnología y la efectúan contribuciones múltiples a la
mujer podría constituir un tema inte- sociedad. Las exposiciones temporales
resante para los museos. En efecto, e itinerantes pueden transmitir, en este
éstos utilizan la tecnología y muestran sentido, mensajes muy precisos y direc-
su evolución. En Africa, las mujeres tos. Pero lo que realmente se necesita
son mayoritarias en el sector agrícola. (y que debería ser un elemento central
Generalmente, los hombres desbrozan en cualquier cambio que se introduzca
los campos y preparan la tierra; ellas en la planificación del desarrollo y que
siembran, escardan, espantan a los esté orientado a dar más importancia a
pájaros, cosechan, preparan los ali- los museos) es renovar todas las exposi-
mentos, almacenan la producción y ciones permanentes para reescribir la
casi siempre consultan a los hombres historia desde un punto de vista condi-
cuando se trata de establecer de qué cionado por el sexo.
modo utilizará la familia esa reserva. Para concluir, quisiera citar a Gerda
Pero los museos rara vez mencionan Lerner, quien resume muy bien el con-
estos hechos; tampoco muestran cómo junto del problema, cuando afirma:
la nueva tecnología ha mejorado o “Las mujeres, que ven disminuir la
empeorado la condición de la mujer. importancia de su función reproduc-
Sin embargo, estos cambios han enca- tora y modificarse las condiciones de
minado a las mujeres hacia nuevas ocu- su vida en la sociedad, necesitan libe-
paciones, que deben ser representadas rarse de frenos institucionales opresi-
en los museos para mostrar en qué sen- vos, cuyo mantenimiento no está ya
tido hay que modificar nuestra visión justificado. En la práctica, esto se tra-
de la mujer. Los museos no deben sola- duce en cambios de expectativas y
mente “reflejar” la realidad; han de ser orientación psicológica, en los que
también vectores de cambio, y algunos insisten las feministas. Ya no se trata
de esos cambios deben permitir mejo- simplemente de los derechos de la
rar la condición de la mujer, para que mujer, sino de la emancipación de
1. Gerda Lerner, The Majora5 Finds ifs Past -
ésta vuelva a desempeñar en la historia hombres y mujeres, tanto de una PIacig Wometi in Histoy, p. 61 y 62, Nueva York,
el papel central que le corresponde. arcaica división del trabajo determi- Oxford University Press, 1979.
Entre Zu tnzdìcìóny el modemìhwo:
%Z moruZ de ZOJ muyore$”
Shaje Tshiluila
d
E72 el Zaire, como en tantos ofrospaises, Recolectar, conservar y educar es la respuesta a la crisis de la sociedad,
indztstnaliados o en vías de desarollo, misión clásica de los museos. De por sí mediante el despertar de la conciencia
losjóvenes tratan de abtirse camino entre vasta, <es mficiente en nuestros días? y el conocimiento de su cultura.
elpaadoy elfataro. zcó?,yo paeden los Todo depende7 a mi juicio, del sentido
museos ayudarles21 oientarles en esta que se dé al papel educativo que les DOSgrupos de mujeres
corresponde. Los museos no pueden,
bksqzteda, especiahzetzte en el caso de las en nin&n caso, limitarse a transmitir En nuestras sociedades actuales del sur
jÓvetges?Esta es laJ%Pnta el pasado tal cual (sin profundizar en uno encuentra generalmente dos clases
fzt?gdamentalplanteadapor la azttora de significado y yo diría que tampoco de mujeres: las campesinas, general-
este articzdo, doctora en etnologay en su “utilidad”), a una juventud com- mente analfabetas o semianalfabetas,
delegada general a#ztnta del Institztto de Pletamente desorientada- que en general viven a la manera tradi-
Mztseos Nacionales del Zairey mietzbro es frecuente Oir cional y las mujeres que podemos lla-
del comite’ consztltivo de Redacciónde hablar de la profunda crisis social que
atraviesan nuestros jóvenes países,
mar modernas, que en su mayoría
viven en las ciudades y han tenido la
‘WH’‘”‘
acompañada de una verdadera inver- posibilidad de recibir una buena educa-
Dirección de la sión de la escala de valores. La juven- ción escolar. Jóvenes o menos jóvenes,
Institut des musées nationaux du tud, en especial la urbana, que ha de- unas y otras son garantes de la perenni-
Zaïre jado de estar custodiada, se encuentra dad de su grupo porque en su calidad
B.P. 4249 IGnshasa II frente a una sociedad que ya no ofrece de madres o personas mayores están
(zaire). un modelo cultural de referencia llamadas (o lo estarán) a orientar a
puesto que la mayor parte de los mayo- la juventud que constituye el futuro
res ya no vive su cultura profunda. El del país. Pero, <qué pueden hacer los
conocimiento tradicional y la sabiduría museos respecto a estas dos clases de
que ese conocimiento puede engen- mujeres?
drar, que antes eran un bien común En primer lugar, con respecto a las
ampliamente compartido, hoy se han mujeres de las zonas rurales, el museo
convertido en privilegio exclusivo de puede constituir una fuerza estimu-
los jóvenes que frecuentan la compañía lante. La recolección de objetos exige
de los mayores, ya que éstos todavía con frecuencia estar presente en el
portadores de esos conocimientos terreno, lo que a la vez facilitaría a los
icionales y comparten su con- investigadores la tarea de organizar
exposiciones itinerantes concebidas
Un proverbio de los kongos (grupo para despertar el interés de los campe-
ico del suroeste del Zaire) se refiere sinos y por ende de las campesinas,
na escultura de piedra que repre- dada su situación, sus problemas y sus
senta a un personaje que lleva un perspectivas.
morral de viaje: “El que ignora la tradi- Invitar a las mujeres a inscribirse en
ción no ha llevado el morral de los un programa de alfabetización y a
mayores”. Eso significa que el que no matricular a sus hijos en la escuela
conoce las tradiciones no ha frecuen- podría ser un objetivo importante de
tado la compañía de sus tíos, que esas exposiciones, que podrían ir
habrían podido transmítirselas durante acompañadas de conversaciones con
sus viajes. En su papel educativo, el los investigadores presentes. Otro obje-
museo puede, por así decirlo, permitir tivo sería facilitar la toma de concien-
a los jóvenes “llevar el morral de los cia por parte de las mujeres del signifi-
mayores”, ofreciéndoles elementos de cado verdadero de su trabajo. He
Etifre la fradicìótiy el modertiismo: ‘kl morral de los nzG
podido. comprobar en muchas aldeas femenina, poniendo de relieve las eta- entiendo por una “buena educación”.
que si bien la mujer es objetivamente pas que una mujer ha vivido de Para concluir, quisiera dar un ejemplo
un agente esencial de producción, no acuerdo con las normas de la cultura concreto refiriéndome a las tapaderas
siempre es consciente de la importan- tradicional, y los aportes de esta cul- con proverbios que utilizan los woyos
cia de su papel y, en todo caso, sólo en tura a la mujer moderna, que si bien es (subgrupo de los kongos), tanto más
contadas ocasiones interviene en otras instruida con frecuencia ha perdido sus interesante cuanto que se trata de obje-
fases del proceso económico (por ejem- raíces. Por ejemplo, se podría mostrar tos que al mismo tiempo son bellos
plo, en la comercialización de los pro- el tránsito que experimenta la niña (por lo cual resultan especialmente
ductos, actividad esencialmente mas- cuando se inicia en el trabajo diario adecuados para exposiciones) y que
culina), a la que sin embargo ella (cosecha y trabajo en el campo) y da el comportan referencias culturales pro-
podría contribuir de modo significa- paso reglamentario hacia la adolescen- fundas pero fácilmente comprensibles
tivo. cia. Esta segunda iniciación se caracte- para los no iniciados. He aquí el ejem-
Miremos otra vez hacia la ciudad, riza por un periodo de reclusión en el plo.
donde las jóvenes, aunque tienen que la joven, separada de su familia, es Entre los regalos de boda que toda
mayores oportunidades de instrucción iniciada a la vida en una verdadera joven woyo recibía de su abuela
escolar que en el campo, reciben quizás escuela práctica. Así, por ejemplo, materna figuraban las tapaderas de
una educación inferior, en el sentido durante este periodo de reclusión es vasijas ilustradas con proverbios.
tradicional del término. A este res- cuando la joven pigmea recibe un Cuando en la vida conyugal surgía un
pecto el museo ha brindado amplias conocimiento profundo de la natura- verdadero conflicto, la mujer woyo, sin
oportunidades desde 1988, año en que leza, de donde toma los bellos motivos dejar jamás su buena educación, servía
el Instituto de Museos Nacionales del decorativos que usará para adornar su al marido una comida en una vasija
Zaire organizó una exposición titulada atuendo, confeccionado con corteza cuya tapadera contenía grabados alusi-
L a vida cotidiana en elpeblo. Esta exposi- machacada. vos a la observación que ella deseaba
ción, muy, bien concebida, ponía de Los mensajes de estas exposiciones hacerle. En general, esta escena tenía
relieve algunos momentos y activida- deben ser claros y bien equilibrados lugar en presencia de un tío o de otra
des clave de la vida rural, concreta- para que los visitantes puedan com- persona mayor influyente del clan del
mente el nacimiento, las actividades prender que tradición y modernismo esposo, que servía como testigo y hacía
culturales, la cestería, la agricultura, la pueden combinarse armónicamente, y las veces de árbitro. Las tapaderas con
ganadería, la cerámica, etc. Se quería que esta alianza puede ayudar a la proverbios, muy significativas, siguen
que los escolares de la ciudad se inte- mujer instruida a comprender la socie- siendo la prueba de esta buena educa-
resaran por conceptos fundamentales dad y a ocupar el puesto que le corres- ción que debe sustentar y acompañar a
que trascendían los objetos expuestos. ponde en ella. De este modo, si la ins- cualquier acción, incluso reivindica-
Así, un fuelle de forja está lleno de alu- trucción se presenta como algo pro- tiva.
siones y connotaciones porque remite vechoso, se comprenderá también que Con este enfoque, los museos
al herrero y evoca el trabajo del hierro hay que completarla con los elementos podrán despertar conciencia. Colocada
con sus repercusiones económicas en la de una buena educación tradicional. S e así frente a su destino, la mujer prose-
agricultura, la caza, la pesca, etc. evitará así que la instrucción escolar guirá su lucha por conquistar un lugar
provoque un desorden, dando lugar a digno en la sociedad actual sin perder
Las tapaderas con una mala interpretación de los.térmi- por ello sus verdaderas raíces.
proverbios, instrumentos nos “liberación” o “emancipación” que
de la buena educación podría conducir a la mujer a su propio
rechazo.
Se podrían realizar exposiciones simi- Algunos lectores y lectoras tal vez se
lares orientadas hacia la juventud interroguen acerca de lo que yo
180
Del 8 al 10 de flZaR0 de 1990, treinta Principios, políticas y prácticas: estas los museos; imaginar el museo del
y dos coitferenciantesjiciento ochenta tres “pes” constituyeron el hilo con- futuro para determinar el impacto que
partic+antes asistieron, etl los Estados ductor del diálogo a lo largo de todo un tendría en el hombre y la mujer.
unidos de Améica, a seminario, titulado ‘‘Perspectivas de Es un hecho histórico que, en los
el421e se exafllinó elpasado, elpresentelos sexos: la influencia de la mujer en Estados Unidos, el “movimiento femi-
los museos”, celebrado recientemente nista” de comienzos de los años setenta
y el fatwo de la mzljer en relacìófl CON en la Smithsonian Institution de Was- dejó de lado el mundo de los museos.
los mgseos* este artic“o~ la hington. El alud de vocablos y frases O, para ser más precisos, los museos de
Presidenta delJem~narh~esiwzea b n a que se emplearon, tales como “habi- los Estados Unidos han ignorado el
de las conclmiones de los debates. Jane litación”, “nutrir”, “testimoniar”, movimiento feminista desde sus ini-
R. Glaserf.e directora de la “civilizar”, “humanizar”, “ángulos de cios. Es posible que no hubiera un
snzithjoniatl Institgjion’S ofice ~f visión” y otros, encajó perfectamente número suficiente de mujeres para dar
M~~~~~~ prograT71n2es (ojCjna de en el marco de las tres “pes”. En cada celebridad a esta causa, o que fueran
una de las seis sesiones del seminario se muy pocos los hombres que veían la
programa de Mgseos de”ti’o trató un tema distinto y los participan- situación de la mujer en los museos
s’nìtbso’gìan)y de la tes, hombres y mujeres de gran valía, como un problema, o bien que exis-
forflzacióflprofesionaldHratJtecatorce aportaron su contribución como ora- tiera en realidad una red de favoritis-
aZos. E s vicepresidetzta del Comité de dores, interlocutores y moderadores, mos entre el personal masculino. El
Formación del Personal del ICOM y unos dando consejos, otros haciendo término “feminismo” tiene hoy una
flziefizbro del C o n j ~ ode la Apzerican objeciones y todos interviniendo en 10s connotación distinta y no refleja ya una h
900 Jefferson Drive camente la influencia de la mujer en los aceptable para los profesionales de los x
Washingon, D.C. 20560 museos; compartir experiencias que museos.
(Estados Unidos de América). demuestran cómo la pertenencia a un
sexo puede influir considerablemente Un poco de historia
en las actividades académicas y educa-
tivas de los museos; identificar los A partir del siglo XIX, las mujeres
cambios sociales y tecnológicos que siguieron carreras universitarias y
afectan a los museos; evaluar las posi- constituyeron una fuerza educativa en
bles funciones académicas, educativas los museos estadounidenses, sentando
y de dirección que pueden asumir las las bases para las que vendrían después
mujeres en tanto que profesionales de de ellas y cimentando así su credibili-
LAiy%eticia de fa mider e12 los mitseos: E N I semitiario en los Estados Unidos 181
dad. Se considera que ha habido tres el lugar de trabajo, y exigen descripcio- cios heredados con respecto a los sexos.
generaciones de mujeres profesionales nes de empleos realistas y un programa En los museos científicos, la mujer
de los museos en los Estados Unidos. con objetivos concretos y no ilusorios. desempeña una función civilizadora,
La primera estuvo constituida por las Cada vez es más frecuente encontrar ya que a su experiencia se suman sus
mujeres que empezaron a trabajar en mujeres tan exigentes como los liom- virtudes de educadora y socializadora.
este sector antes de la segunda guerra bres en lo relativo a un nivel mínimo Ya no se organizan exposiciones de-
mundial y abarca hasta 1950. Eran per- de seguridad en el desempeño de sus dicadas a “los niños y sus juguetes”;
sonas muy calificadas, o que se dedica- funciones. ahora las manifestaciones se orientan
ron a la profesión museística tras haber En términos más generales, ?qué hacia las realidades sociales de nuestro
trabajado en un sector afín. La segunda revela un examen de la situación sistema, y el interés se centra en el ser
generación de mujeres entra en activi- actual? La falta de espacio impide ana- humano.
dad entre 1950 y 1970, periodo en el lizar aquí de modo sistemático las múl- En los últimos veinte años, la erudi-
que se produjo una importante expan- tiples conclusiones a que se llegó en ción feminista ha pasado en cada disci-
sión de la actividad museística. Estas el seminario. Quisiera, no obstante, plina por un proceso en tres fases: el
mujeres no siempre tenían una forma- comentar algunos puntos concretos, énfasis en documentar la discrimina-
ción especializada, sino que tendían a extraídos de las diversas ponencias*, ción y la liberación, la identificación e
ser generalistas. para que los lectores de Mztseum puedan investigación de tradiciones y culturas
La actividad de la tercera genera- hacerse una idea preliminar, en espera propias de la mujer y el cuestiona-
, ción de mujeres profesionales de mu- de los resúmenes de los debates, que miento de las bases teóricas de todas las
seos va desde el año 1970 hasta la deberán estar publicados cuando apa- disciplinas, con la inclusión mucho
actualidad; las que pertenecen a esta rezca este número de Mztsemz. más directa del hombre en las materias
generación han recibido una forma- Fue una mujer la que inició el movi- de estudio relativas a los sexos.
ción profesional muy completa, ven miento de los museos afroamericanos. La Association of Art Museum
el trabajo en el museo como una au- Los museos de la comunidad negra se Directors (Asociación de Directores de
téntica profesión y, con frecuencia, crearon con la finalidad de capacitar a Museos de Arte) cuenta tan sólo con
como una alternativa a la enseñanza los miembros de esa comunidad y per- unas veinte mujeres entre sus dos cen-
universitaria. mitirles librar con éxito sus batallas. tenares de miembros, de los que sólo
En la actualidad está apareciendo Lo mismo podría hacerse con respecto tres no son blancos. De un total de mil
una cuarta generación de mujeres pro- a las mujeres.
fesionales, conscientes de los peligros En los museos para niños se presen-
del “desgaste prematuro” y de los éxitos tan pocos prejuicios sexistas porque la 1. El presente artículo está basado en los
ignorados. Las mujeres de esta genera- reflexión se expresa en término de qué trabajos de Mary Schmidt Campbell, Kendall
Taylor, Lois Banner, Edith Mayo, Bonnie Van
ción se interesan cada vez más por pienso y cómo hago este trabajo. Entre Dorn, Rowena Stewart, Ann Lewin, Roger
cuestiones prácticas, tales como la jubi- el 85 y el 90% de los fundadores y hlandle, Robert Sullivan, Heather Kurent, Jean
Weber, Paul Perrot, Marcia Tucker, Christina Orr-
lación, el pago de las horas extraordi- directores de estos museos son mujeres, Cahall, Joallyn Archambault, Linda Downs y E.
narias o la protección física y moral en que se esfuerzan por superar los prejui- Kay Davis.
Is2 Jane R. Gimr
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