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Los pendientes sociales que caracterizaron los años 80 y 90 (e incrementaron en nuestros días) , como el desempleo, la seguridad social y la educación, que, en principio, con la llegada de la democracia se podían contrarrestar o atender, no son aún resueltos, parece que en México con la llegada de la democracia se han venido agudizando los problemas nacionales
Los pendientes sociales que caracterizaron los años 80 y 90 (e incrementaron en nuestros días) , como el desempleo, la seguridad social y la educación, que, en principio, con la llegada de la democracia se podían contrarrestar o atender, no son aún resueltos, parece que en México con la llegada de la democracia se han venido agudizando los problemas nacionales
Los pendientes sociales que caracterizaron los años 80 y 90 (e incrementaron en nuestros días) , como el desempleo, la seguridad social y la educación, que, en principio, con la llegada de la democracia se podían contrarrestar o atender, no son aún resueltos, parece que en México con la llegada de la democracia se han venido agudizando los problemas nacionales
¿Qué se entiende por régimen presidencialista autoritario?
Para poder entender el concepto primero debemos hablar de lo que es y se entiende
por presidencialismo. El presidencialismo lo podemos entender como el sistema político en el que una persona vista como la figura del presidente que representa el poder ejecutivo de una república de manera constitucional. Se puede caracterizar por ser un poder unipersonal, aunque se auxilie de organismo para ayudarle a cumplir sus diversas funciones. El presidencialismo tiene muchas características entre ellas podemos mencionar que en el sistema presidencial existe el derecho del veto del presidente como jefe del poder ejecutivo y el apoyo que recibe del congreso para poder cumplir las funciones de gobierno y administración pública. Cuando empezamos a hablar de presidencialismo autoritario podemos decir que es cuando el representante del ejecutivo monopoliza las funciones del Estado y las orienta en beneficio de la clase hegemónica, transgrediendo el orden constitucional y disciplinando a legisladores, jueces y opositores con manipulaciones policiales, militares e intermediación de autoridades extranjeras y corporaciones financieras de gran influencia. El presidencialismo autoritario supone la purgación de las normas jurídicas que constituyen al Estado, un grave conflicto entre Estado y su propio gobierno y un intento de amparar su ilegitimidad en las legitimidades jurídicas. Es claro que los actos del presidencialismo autoritario son nulos de pleno derecho por provenir de autoridades incompetentes por su contra constitucionalidad. Hay claros ejemplos en México de los cuales podemos hablar. Podemos empezar como el surgimiento de sistema de partidos de partido hegemónico ( Partido Revolucionario Institucional PRI). Podemos observar que a pesar de la alternancia política, el régimen presidencial es el que menos configuraciones ha obtenido. Desde sus orígenes mediante el partido único (PRI) se buscó mantener una mayoría en las instituciones de gobierno y en el congreso. Cuando hablamos de ejemplos claros de presidencialismo podemos tomar como referencias a algunas figuras representantes de este sistema. Cuando Antonio López de Santa Anna poco a poco empezó a quitar la Constitución de 1824 e implantado el presidencialismo centralista, autoritario y militar en 1836-46 conociéndosele como Alteza Serenísima; después cediéndolo al poder en 1853 entregando parte del poder a los americanos utilizando la excusa de que necesitábamos impulsar el desarrollo del país pero después fue expulsado del país 1911. Proporciono a la independencia de Texas a cambio de la libertad que le otorgó Sam Houston, y ya en la guerra yanqui (1846-1848) propició la derrota del ejército mexicano y el triunfo estadunidense. Porfirio Díaz se sustentó en la ideología del hombre fuerte con el pretexto de encauzar el paso del militarismo al civilismo, de acuerdo con el positivismo de Herbert Spencer, equilibrando intereses latifundistas con el capitalismo nacional y extranjero. Díaz burló la Constitución de 1857 para entregar el país a los imperialismos estadunidense e inglés, justificándose en que era el único camino para impulsar el desarrollo; Díaz escapó a París cuando el pueblo lo echó en 1911. Miguel Alemán (1946-1952) y la titulada familia revolucionaria, fue el siguiente presidencialismo autoritario, este se dedicó a cultivar la figura de un presidente al que acataban diputados, jueces, gobernadores, presidentes municipales y las más señaladas corporaciones civiles de trabajadores y patrones; disciplinando esta totalitaria autoridad presidencial a la política estadunidense con el pretexto de imperativos prácticos de estabilidad colectiva y estímulo a la economía nacional. La titulada familia revolucionaria que acunó Calles al fundar el PNR en 1929, y concluyó en 1988, año en que ascendió al poder Carlos Salinas de Gortari. Sin la brusquedad Obregón-Calles, la nueva ideología del presidencialismo autoritario civilista cultivó la figura de un presidente al que acataban diputados, jueces, gobernadores, presidentes municipales y las más señaladas corporaciones civiles de trabajadores y patrones, aunque disciplinando esta totalitaria autoridad presidencial a la política estadunidense con el pretexto de imperativos prácticos de estabilidad colectiva y estímulo a la economía nacional, en el sentido limantouriano. Podemos resumir y concluir que el PRI ha sido históricamente el partido más importante del siglo XX en México, nos hemos dado cuenta que su institucionalidad en la vida política mexicana con un poder máximo en torno al presidente; gobierno durante 70 años de forma interrumpida desde 1929 hasta el 2000 . En el sistema político mexicano se ha modificado de un régimen presidencialista único a un presidencialismo multipartidista en minoría. Las transformaciones vividas han hecho poco funcional.
Definir las características del régimen político que se forma en la
posrevolución La revolución mexicana tuvo como consecuencias innumerables cambios sociales, económicos y políticos para el país. En 1910, bajo el mando de Francisco I. Madero, en diferentes puntos de la República se levantaron en las armas al grito de “sufragio efectivo, no reelección” exigiendo la renuncia del General Porfirio Díaz y su mandato por 30 años. Si bien, la nación demandaba, además de estos derechos civiles y políticos, los principios democráticos y sociales esenciales como: la igualdad, la justicia, la equidad y la libertad. La Revolución Mexicana sentó así las bases para la construcción de una nación socialmente democrática. En su calidad de candidato a la Presidencia de la República, Francisco Madero realizó una nueva gira política por diversos sitios, despertando no escaso de entusiasmo a favor de sus planteamientos de oposición al régimen de Porfirio Díaz, enfocados a lograrlo no por la violencia, sino por la participación de los ciudadanos el día de las elecciones. De esta manera empezando con uno de los principios de la democracia. En el México posrevolucionario, el Estado, al convertirse en rector de la economía, buscó dinamizar y diversificar la estructura productiva con el objetivo de crear las bases para que ocurriera el crecimiento. Sin embargo, la inversión en la industria encontró una población con baja escolaridad, un sistema de educación técnica a nivel artesanal y un sistema profesional con oferta escasa y centrado en profesiones liberales, que en el campo de la ingeniería se dirigía a la formación de agrónomos. El acelerado desarrollo de la técnica, los descubrimientos en el campo de la ciencia, así como el auge que las nociones de articulación entre la ciencia y el Estado tuvieron en los países avanzados condujo a los primeros intentos de una política orientada a impulsar el desarrollo científico por medio del mejoramiento de las condiciones de infraestructura y de formación de recursos humanos para la investigación. Se puede decir que si bien los líderes del movimiento revolucionario tenían muy claras las metas que tenían que seguir para mejorar la situación del país y transformarlo en una nación nueva, estos cambios apenas se implementaron y se lograron aplicar, incluso algunos apenas y se asentaron. Quizá esta situación se dio debido a la persistencia de parte de la población mexicana a continuar con las viejas estructuras del país y de la incapacidad de algunos líderes revolucionarios para aplicar modelos de acuerdo a la situación que se vivía en México. Pero sin duda la característica principal para el inicio de la democracia fue la creación de la constitución de 1917. Hay que recordar que en 1914 Venustiano Carranza se dirigió a la Ciudad de México en unión a Álvaro Obregón y Plutarco Elías Calles así provocando la huida de Victoriano Huerta. En abril de 1916 en su gobierno restaura el orden público en la Ciudad de México convocando a una asamblea constituyente; esta asamblea elaboró una constitución similar a la constitución de 1857. En esta nueva constitución se vio implementada la gran influencia del presidencialismo y surgió la ley de anti-reelección. La constitución fue presentada el 5 de febrero de 1917 en la ciudad de Querétaro.
¿Qué es el cambio de sistema en la línea completa de democracia incompleta?
La vida política en México se caracterizó por la emergencia de una dinámica de democratización que, en definitiva, significa el fin del sistema de partido único, PRI y de su omnipresente y fuerte presidente de la República. En 1989, un gobernador de oposición perteneciente al Partido de Acción Nacional (PAN) gana la elección en el estado de Baja California. Posteriormente, en 1997, el PRI pierde la mayoría en la cámara de diputados, experiencia jamás vivida en la era posrevolucionaria. Por primera vez, la mayoría en la Cámara de Diputados Federal no es la misma que la mayoría electoral que eligió al Presidente. Posteriormente, en las elecciones presidenciales de 2000 y 2006, el PRI pierde la presidencia de la República. Asimismo, las presidencias panistas encuentran mayorías opositoras en la Cámara de Diputados y el mapa electoral revela un país políticamente competitivo. A pesar de haber perdido en dos ocasiones consecutivas la presidencia de la República, el PRI, en la actualidad (2008), resulta ser la primera fuerza electoral a nivel nacional. Así que México deja definitivamente de ser el modelo de sistema de partido único ejemplar. Los procesos electorales en México rebasaron el umbral del autoritarismo, sobre todo e inicialmente con la implantación de Instituto Federal Electoral (IFE) [actualmente el Instituto Nacional Electoral (INE)] y su ciudadanización y, después, con la emergencia de una ciudadanía capaz de participar con su voto en las elecciones. La democracia encuentra sus límites, por un lado, a partir de las instituciones políticas que resultan parte esencial de los engranajes del sistema político mexicano y los partidos políticos como principales motores de la democracia. Estos dos componentes esenciales de la vida política mexicana generan en la actualidad una evidente desconfianza que desincentiva la participación ciudadana en las elecciones en distintas regiones del país. Otro de sus límites en los propios resultados que los gobiernos generan. En términos de desempeño gubernamental, la gran mayoría de demandas ciudadanas de base no son cubiertas de forma efectiva ni eficiente. Además, con el paso del tiempo, las necesidades sociales se han incrementado, mientras que las soluciones se han reducido. El número de problemas nacionales aumenta por la propia dinámica demográfica haciendo evidente la incapacidad de los gobiernos tanto locales como federal. Los pendientes sociales que caracterizaron los años 80 y 90 (e incrementaron en nuestros días) , como el desempleo, la seguridad social y la educación, que, en principio, con la llegada de la democracia se podían contrarrestar o atender, no son aún resueltos, parece que en México con la llegada de la democracia se han venido agudizando los problemas nacionales. Algunos autores hablan de que la óptica del modelo de análisis de las transiciones a la democracia, el cambio político significó la culminación y conclusión de la transición mexicana. Con la evolución a nivel presidencial del 2000, y después de varias décadas de liberalización del régimen autoritario marcadas por la coexistencia del régimen con elementos de apertura democrática, parecía terminarse la ambigüedad y hacerse evidente que en México ya había democracia. Claramente era consciente de que esta tenía aún muchas limitaciones. Estas últimas se debían a la conservación de herencias autoritarias, dentro del marco de la joven democracia mexicana, y fueron interpretadas como un producto de la dinámica de transformación progresiva y pactada del régimen político durante la transición. La transición y la consolidación democrática son por definición procesos ambiguos, en los cuales cohabitan elementos de autoritarismo y democracia, debidos a la naturaleza gradual del cambio, no producto de una ruptura brutal.