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KÖHLER, H.-D. ; MARTÍN ARTILES, A. Manual de la


sociología del trabajo y de las relaciones laborales

Article · January 2006


DOI: 10.5565/rev/papers/v78n0.927 · Source: OAI

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Francesc Gibert
Autonomous University of Barcelona
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Papers 78, 2005 227-249

Ressenyes

BERIAIN, Josetxo (ed.)


Modernidad y violencia colectiva
Madrid: CIS, 2004

En sus lecturas tanto liberal como mar- vico, vestigio de una época premoderna
xista, la promesa ilustrada de una resolu- todavía sumida en el reino de las sombras
ción pacífica y «civilizada» de los conflic- y la sinrazón, sino como un fenómeno
tos en la era moderna en virtud de los plenamente moderno, como una carac-
intercambios racionales y argumentativos terística estructural constitutiva de la
de los contendientes ha fracasado estre- modernidad que los acontecimientos del
pitosamente. De ello no cabe ninguna 11-S de 2001 y del 11-M de 2004 no han
duda. Hoy resulta un hecho palmario que hecho sino redefinir y redimensionar.
los procesos de diferenciación funcional Es decir —y en esto convergen los auto-
y de racionalización, consustanciales al res reunidos en el libro— que la realidad
despliegue de la modernidad, no han histórica y la contemporaneidad inme-
venido necesariamente acompañados de diata parecen desautorizar radicalmente,
un progreso armónico, depurado de vio- por ingenua, la visión evolucionista here-
lencia. Claro que tal vez estábamos todos dada de la Ilustración, según la cual, el
predestinados al fracaso desde el princi- despliegue de la razón erradicaría de la faz
pio si hubiésemos sabido entrever esa de las sociedades civilizadas la resolución
contradicción inherente a la moderni- violenta de los conflictos y la reemplaza-
dad según la cual, tal como la formula ría por intercambios discursivos guiados
Bauman en el libro, «la violencia es el por la razón y la palabra.
producto residual de la fábrica del orden» En una vuelta de tuerca más en su ya
(p. 19) que significa el proceso civiliza- dilatada y fructífera preocupación por
dor. Sea como fuere, lo cierto es que la diseccionar la modernidad en todo su
guerra, interestatal, civil o de otra natu- poliédrico y ambivalente despliegue,
raleza todavía por determinar en sus con- Josetxo Beriain ha convocado en la obra
tornos más precisos, ni mucho menos ha Modernidad y violencia colectiva a un
desaparecido del escenario mundial, como nutrido grupo de científicos sociales, con
tampoco han remitido definitivamente la el fin de arrojar luz a un fenómeno rela-
barbarie ni el terror. Más bien al contra- tivamente soslayado por la teoría social,
rio, los conflictos violentos y las guerras desde Saint Simon hasta Habermas pa-
se presentan, no ya como un reducto atá- sando por Durkheim y Weber hasta
228 Papers 78, 2005 Ressenyes

Luhmann. La mayoría de los congregados mos, porque lo habíamos sufrido en innu-


son sociólogos, algunos de ellos de rele- merables ocasiones, que un estado puede
vancia internacional (Z. Bauman, H. Joas, declarar la guerra a otro estado (tal y como
E. A. Tiryakian o S. N. Eisenstadt, sin apunta Münkler, en términos estadísti-
olvidar a G. H. Mead), pero también con- cos, dicha probabilidad se ha ido redu-
curren politólogos (H. Münkler y J. Der ciendo considerablemente a partir de
Derian), antropólogos (W. A. Douglass y 1945 hasta representar el 15 o el 20% de
J. Zulaika) e historiadores (O. Hintze), todas las guerras); que fuerzas regulares,
hasta completar un total de catorce ar- señores de la guerra locales, paramilitares
tículos, en su práctica totalidad inéditos y bandidos de toda laya pueden enzar-
hasta la fecha en castellano. Estructurada zarse entre sí en guerras fratricidas en las
en dos grandes bloques titulados «Las que, con harta frecuencia, la población
semánticas de la violencia colectiva moder- civil pone los muertos; sin embargo, des-
na y postmoderna» y «Las formas históri- pués de los ataques terroristas de la red
cas de la violencia colectiva», la obra tiene Al-Qaeda, a nadie le cabe la menor duda
como objeto principal recuperar la guerra de que individuos y redes terroristas pue-
y el terrorismo fundamentalista al primer den declarar la guerra a los estados. He
plano de la reflexión sociológica. Consi- ahí la novedad de la guerra en la era post-
derados de manera conjunta, no cabe duda moderna, algo desconocido hasta anteayer
de que ambos bloques satisfacen el come- y que obliga a las ciencias sociales a per-
tido pretendido de sentar unas bases sóli- geñar un nuevo utillaje analítico capaz de
das para su análisis sociológico presidido abordar las transformaciones en curso.
por el rigor. Guerras interestatales, guerras civiles
Al igual que ocurre con el análisis de y guerras «desterritorializadas»: éste es el
las transformaciones que aquejan al panorama que asola a la sociedad global.
mundo de la familia, el trabajo o la cul- Las contribuciones recogidas en el libro
tura (por ceñirnos a tres ámbitos sujetos a compilado por Beriain aportan sugerentes
cambios irreversibles), el desafío de abor- y solventes criterios para su mejor inter-
dar la guerra desde una perspectiva socio- pretación. Varias de ellas fueron publica-
lógica está preñado de notables, que no das originalmente antes de la irrupción
insalvables, dificultades epistemológicas. de las redes terroristas globales en el esce-
En efecto, y una vez probada su resisten- nario internacional. Se ocupan de las
cia a desaparecer del escenario de las socie- razones del descuido de la sociología, y
dades modernas, las ciencias sociales en particular de la teoría sociológica, por
afrontan un reto de considerable calado la guerra como tema de reflexión, al tiem-
para pensar con categorías e instrumen- po que vindican (como no podía ser de
tal novedoso el sangrante fenómeno de la otra manera, habida cuenta del sufri-
guerra, fenómeno que ya no será nunca miento que están causando) convertir su
como lo hemos conocido hasta la irrup- estudio en objeto privilegiado de aten-
ción en el escenario internacional de las ción. Son los casos de los artículos de
guerras virtuales y del terrorismo en red Bauman, Joas, Tiryakian o del propio
sin referencia geográfica definida. Ya no Beriain. Otros autores, como son los casos
resulta útil para su análisis aferrarse a lo nuevamente de Bauman (único autor
que U. Beck denomina provocadora- representado con dos artículos; ahora nos
mente «nacionalismo metodológico», es referimos a su trabajo titulado «Viviendo
decir, la obstinación en suponer que el y muriendo en el país-frontera planeta-
orden internacional (también la guerra) rio»), Jaime-Jiménez, Der Derian y
tiene a los estados nación como actores Douglass y Zulaika, redactan sus textos
estelares. Hasta muy recientemente sabía- en la estela del momento simbólico que
Ressenyes Papers 78, 2005 229

marca la irrupción del terrorismo global, por estudiar sistemáticamente la guerra,


aquel infausto 11-S de 2001. Unos y otros es de esperar que con el indisimulado
se esfuerzan por proporcionar pistas que anhelo de que en el futuro inmediato ya
nos hagan un poco más inteligible la no tendrán que seguir ocupándose de ella
irrupción en la esfera global de redes terro- porque el sueño ilustrado de un horizon-
ristas fundamentalistas, de naturaleza te sin guerras, después de reiteradas pro-
sobre todo islamista, pero sin olvidar, mesas incumplidas, se ha hecho por fin
como nos recuerda Eisenstadt en un capí- realidad. Aunque tal horizonte no se divi-
tulo brillante, que las religiones cristiana se todavía, ello no debería obstar para pro-
y judía tampoco son ajenas a la presencia fundizar en la estela de las agudas y pon-
en sus filas de tendencias que el autor deradas reflexiones contenidas en el libro
denomina «jacobinas», prestas en todo Modernidad y violencia colectiva.
caso a recurrir a la violencia para impo-
ner su visión de la vida buena al resto de Jesús Casquete
conciudadanos planetarios. Departamento de Derecho
Para concluir, pues, la obra compila- Constitucional e Historia
da por Josetxo Beriain merece ser leída de la Teoría Política
con atención por todos aquellos científi- Universidad del País Vasco /
cos sociales (sociólogos, politólogos y Euskal Herriko Unibertsitatea
antropólogos) y ciudadanos preocupados

VILLAS TINOCO, Siro; MONTIEL TORRES, Francisca


Historia social de la Ciencia, la Técnica y la Tecnología
Málaga: Servicio de Publicaciones e Intercambio Científico de la Universidad
de Málaga, 2004, 254 p.; ISBN: 84-9747-005-2

Cada vez está tomando más peso en los su influjo sobre la tecnología, tendría que
análisis sociológicos, no sólo la ciencia estar implicada ya en una teoría de la
—parcela que inició antes los estudios constitución que tenga a la vista la co-
filosóficos y sociológicos de su discipli- construcción de la realidad técnica y
na—, sino también la propia tecnología, social»1.
a la que ya no se considera como simple En este sentido, es ya clásica en la refle-
«ciencia aplicada y neutral». Tampoco se xión filosófico-sociológica sobre la tecno-
la ve ya como independiente y separada logía la distinción de Carl Mitcham entre
de la sociedad, sino como un «híbrido» la «filosofía de la tecnología ingenieril»
(Zwischending) entre tecnología y socie- (Engineering Philosophy of Technology) y
dad o sistema sociotécnico. Así, nos dice la «filosofía de la tecnología de las huma-
el conocido sociólogo de la tecnología ale- nidades» (Humanities Philosophy of Techno-
mán Werner Rammert: «Una teoría de logy). Dicotomía que —según el propio
sociología de la tecnología que desde el Mitcham— también se ve reflejada en los
principio no quisiera limitarse a la pre- más recientes estudios de ciencia, tecno-
concepción dualista de la tecnología y sus logía y sociedad. Para Mitcham, la tradi-
consecuencias sociales o de la sociedad y ción ingenieril es un «análisis de la tec-

1. RAMMERT, W. «Die technische Konstruktion als Teil der gesellscaftlichen Konstruktion der
Wirklichkeit», en: Working Papers TUTS-WP-2-2002, Technical University Berlin.
230 Papers 78, 2005 Ressenyes

nología desde dentro, y orientado hacia sonas, es decir, la voluntad social, mucho
una comprensión del modo tecnológico más que unos condicionamientos o unas
de ser-en-el-mundo como paradigmático motivaciones intrínsecas a las distintas
para otros tipos de pensamiento y acción»2. materias cuyo devenir se analiza» (p. 16).
Por tanto, lo que se pretende, según este Lo que se quiere poner de manifiesto aquí
primer punto de vista, es explicar la realidad es que, efectivamente, la ciencia y la tec-
humana y social en términos tecnológicos. nología no tienen una historia determina-
Así, la solución a los problemas de la tec- da por una evolución inherente e inevita-
nología no es menos tecnología —no, por ble ajena a lo «social» o a lo «histórico»,
tanto, una reflexión desde fuera de la sino que está en estrecha unión con los
dimensión tecnológica—, sino más y mejor vericuetos histórico-ideológicos de la socie-
tecnología, y un mayor y más profundo dad, así como con las pulsiones (deseos y
conocimiento de la tecnología —esto es, necesidades) del hombre. Esta afirmación
desde dentro—. La tradición de las huma- es fundamental teniendo en cuenta el
nidades, por el contrario, vislumbra la pro- marco académico donde se lleva a cabo.
blematicidad de la tecnología y reflexiona En efecto, este libro se ha elaborado como
sobre ella desde fuera, con la intención de «manual» para una asignatura que lleva el
proporcionar las claves cognoscitivas ade- mismo nombre y que se imparte en la
cuadas para el estudio de la tecnología Escuela Técnica Superior de Ingeniería
desde un ámbito sociológico y filosófico, Informática de la Universidad de Málaga.
y no simplemente técnico. Por esta razón, la delicadeza de la tarea que
Por otra parte, es cierto que hay una llevan los autores entre manos es doble:
voluntad —yo diría «internacional»— por por un lado, deben poner de manifiesto esa
superar esta dicotomía en los análisis sobre visión de la ciencia y la tecnología condi-
la tecnología y la ciencia. La enorme can- cionada por lo social —visión que, a pesar
tidad de publicaciones al respecto apare- del enorme peso «académico» que está
cidos en los últimos años es una muestra tomando en todo el mundo, no deja de ser
de ese esfuerzo. Sin embargo, la dicoto- en cierto modo «ajena» al público gene-
mía sigue permaneciendo de un modo u ral—, y, por otro lado, esa visión debe defen-
otro. Y esta Historia Social de la Ciencia, derse y explicitarse ante estudiantes de inge-
la Técnica y la Tecnología que vamos a niería, la mayor parte de los cuales
reseñar, muestra lo que queremos decir. conciben su futura actividad ingenieril
En efecto, ya el sugerente título de la como, precisamente, «neutral» y «alejada»
obra implica la clara «conciencia» de que de todo elemento externo a la propia acti-
el desarrollo de la ciencia, la técnica y la vidad técnica. Debido a todo ello, este
tecnología están imbuidos en una «historia manual debía de poner especial cuidado
social», es decir, en algo más que una sim- en la exposición del desarrollo histórico
ple «historia neutral y descontextualiza- (social) de esas tres dimensiones: ciencia,
da». Los propios autores —un profesor técnica y tecnología; dimensiones éstas que,
de historia moderna y una matemática— según los autores, «no pueden ser com-
son defensores de esta perspectiva, y lo prendidas de una forma integral fuera del
explicitan del siguiente modo: «En este contexto social en el que se gestan y evo-
sentido, la Historia Social de la Ciencia lucionan» (p. 28).
implica reconocer que el motor y los con- El manual tiene una estructuración
dicionantes de la evolución científica han básica de once capítulos: diez históricos y
sido las necesidades y los deseos de las per- uno, previo, teórico-conceptual. Los diez

2. MITCHAM, C. (1994). Thinking through technology. The path between Engineering and
Philosophy. Chicago: The University of Chicago Press, p. 34.
Ressenyes Papers 78, 2005 231

capítulos constituyen la exposición del En efecto, los autores han considera-


desarrollo histórico de la ciencia y la tec- do que el mejor modo pedagógico de expli-
nología, mientras que el primero, titulado car esta Historia Social de la Ciencia, la
«Los fundamentos teóricos», es de especial Técnica y la Tecnología consistía en divi-
valor hermenéutico, porque sienta las bases, dir cada capítulo cronológico en tres par-
las claves metodológicas y el «paradigma» tes: en la primera, se expone lo que enten-
cognoscitivo de los autores y del libro. En demos comúnmente por historia, es decir,
este primer capítulo, se aborda de modo la historia político-institucional, de for-
básico pero riguroso los problemas con- mación de estados, guerras entre pueblos,
ceptuales de la Filosofía de la Historia, de etc. En la segunda, se describen los pro-
la Ciencia y de la Tecnología. Además, hace gresos de la ciencia: ciencia entendida en
un rápido repaso por las principales escue- un sentido amplio, pues también se hace
las de Sociología del Conocimiento y de referencia —aunque de modo somero—
la Ciencia. Estás páginas sitúan al lector a cuestiones más propias de la filosofía.
—y, en su caso, al estudiante de ingenie- Y, por último, la tercera parte está dedi-
ría— ante una rica y profunda perspectiva cada al relato de la historia de la técnica
filosófico-sociológica acerca del modo ade- y tecnología (siendo ésta última —para
cuado de comprender estas tres dimensio- los autores— el resultado del maridaje
nes humanas que el libro pretende anali- entre «ciencia y técnica» ocurrido en el
zar. En definitiva, el primer capítulo esboza siglo XIX3). Estas divisiones internas a cada
los fundamentos teoréticos para una ver- capítulo se han hecho sin referencia sig-
dadera «historia social» de las tres materias nificativa entre sí. Es decir, uno termina
que quiere abordar el libro. por no saber qué tienen en común la his-
Los diez capítulos restantes —el grue- toria político-institucional con el desa-
so y núcleo expositivo del manual— siguen rrollo de la ciencia, y ésta con la técnica;
una estructuración cronológica, que ni como estos dos aspectos influyen, a su
comienza con el proceso de hominización vez, en la primera (si acaso alguna refe-
y la prehistoria, y termina con la sociedad rencia se comienza a intuir en el siglo XX,
de la información y las TIC. Esta estruc- pero de modo muy obvio y conocido por
tura del libro no implica, en principio, nin- todos). Efectivamente, tal método de
guna distorsión metodológica para el desa- exposición es muy pedagógico: pero sólo
rrollo de esta historia «socialmente si queremos enseñar historias descon-
contextualizada». Sin embargo, desde nues- textualizadas y aisladas de cada una de
tro punto de vista, el método expositivo las dimensiones que se quería, precisa-
de cada uno de esos diez capítulos ha vicia- mente, mostrar como profundamente
do de raíz todo intento de conseguir algo imbricadas. Por tanto, este manual no es
semejante a una tal historia social. —desde mi humilde y respetuoso punto

3. En este sentido, el historiador de la tecnología Lynn White jr. afirmaba que, en la actuali-
dad, la expresión «guionada» (hyphenated) «ciencia-y-tecnología» forma una sola palabra,
y que para nosotros la ciencia tiene prioridad, por lo que la tecnología se constituye como
su aplicación práctica (lo cual no es tan seguro en los análisis de sociólogos y filósofos).
Sin embargo, según nos dice, en la edad media la situación fue completamente diferente: pri-
mero, porque la dominación europea en desarrollo tecnológico antecede en varios siglos a la
paralela soberanía en la ciencia. Segundo: porque ni el avance tecnológico tiene «influencia
directa» en la ciencia, ni la ciencia afecta al crecimiento tecnológico. Y si existe una tal rela-
ción, durante la edad media, y sobre todo en el siglo XVII, la influencia transcurrió desde
la tecnología hasta la ciencia con mucha más fuerza que a la inversa. Cfr. WHITE, L. (1963).
«Medieval Roots of Modern Technology and Science», en: Medieval Religion and Technology:
collected essays. Berkeley y Los Angeles: University of California Press, p. 83-85.
232 Papers 78, 2005 Ressenyes

de vista— una historia social, sino un con- pios autores querían evitar ese aislamiento
junto de capítulos dedicados a la historia de historias. No me parece que el manual
en cuanto tal, a la historia propia y autó- sea «débil» si lo tomamos no como una his-
noma de la ciencia y a la historia de la téc- toria social, sino como un libro de histo-
nica y la tecnología desligada de su con- rias o como un catálogo de teorías cientí-
texto social y científico. Me parece que ficas y de artefactos tecnológicos. Muchos
no basta con poner «juntos» los capítulos libros procedentes de la perspectiva «inge-
dedicados a esas dimensiones, si no se nieril» —siguiendo de nuevo a Mitcham—
«muestra» y se «explica» en qué sentido siguen sin «problemas de conciencia» este
están interrelacionados. Siguiendo al his- modelo. La cuestión es, sin embargo, que
toriador de la tecnología, el jesuita John esta Historia Social de la Ciencia, la Técnica
M. Staudenmaier —editor de la presti- y la Tecnología quiso evitar ese modelo —tal
giosa Technology and Cultura, revista de y como los autores lo expresaron en el pri-
la Society for the History of Techno- mer capítulo—, pero no terminó consi-
logy—, podríamos catalogar a este libro guiéndolo. Ésa es la única reticencia (jun-
como una historia «externalista» y no una to a una pequeña reserva personal frente
«historia contextual»4. Y externalista por- al, a mi juicio, optimismo tecnológico-
que aunque, en efecto, los autores han social mostrado con respecto al capítulo
analizado el contexto externo de lo tec- dedicado a las TIC y la sociedad de la infor-
nológico y lo científico, no han estable- mación) que nosotros ponemos a este eru-
cido las relaciones que vinculan esos dos dito y documentado manual que, no lo
ámbitos: el del diseño tecnológico y cien- olvidemos, va dirigido fundamentalmente
tífico con el sociohistórico. a estudiantes de ingeniería. La selección
La «debilidad» de este manual es que bibliográfica que, al final del libro, los auto-
no ha terminado de llevar a la práctica el res proporcionan a los estudiantes, junto
extraordinario paradigma que había cimen- con una serie de páginas web con «infor-
tado en el primer capítulo. No hay más mes» y «sitios» relacionados con la ciencia y
unidad interna en el libro que la lograda a la tecnología, son una buena manera de
través de la estructura en periodos crono- proporcionar las herramientas necesarias
lógicos. Sin embargo, cada capítulo, más para que los estudiantes de ingeniería
que una «unidad», presenta una «yuxtapo- —normalmente reacios a todo análisis
sición» de historias independientes agru- filosófico y sociológico de su actividad téc-
padas bajo un mismo momento histórico. nica— se acerquen a este apasionante
Pero nada se dice del modo concreto en mundo de la «historia social y contex-
que esas historias se determinan y se influ- tualizada» de la ciencia y la tecnología.
yen unas con otras. Decir que esto es una
«debilidad» tiene su razón en que los pro- Jesús Romero Moñivas

4. Cf. STAUDENMAIER, J. M. (1996). «Racionalidad frente a contingencia en la historia de la


tecnología», en: ROE SMITH, M.; MARX, L. (eds.). Historia y determinismo tecnológico.
Madrid: Alianza Editorial, p. 275-290. Según Staudenmaier, si atendemos al conjunto de
artículos publicados desde 1958 por la revista Technology and Culture, podemos ver tres
tipos de «historias» para el caso de la tecnología (que, incluso, me parece que podemos
extrapolar al caso científico): «los artículos internalistas —los que tratan de detalles espe-
cíficos relacionados con las máquinas, sin hacer apenas referencia al contexto no técnico
más en general; […] Los artículos externalistas —los que interpretan el ambiente tecnoló-
gico si prestar atención específicamente al diseño técnico; […] Los artículos contextuales,
que intentan integrar el diseño de la tecnología con algún(os) aspecto(s) de su contexto».
Ibídem, p. 284.
Ressenyes Papers 78, 2005 233

HOGGART, Keith (ed.) (2005)


The City’s Hinterland. Dynamism and Divergence in Europe’s Peri-urban Territories
Aldershot: Editorial Ashgate; ISBN: 0 7546 4344 1.

El libro editado por Keith Hoggart, cate- produce cambios particulares y genera
drático del King’s College de Londres, nuevas tendencias de cambio rural. Las
traducido al castellano se titula: La zona de largas reuniones de trabajo y el esfuerzo
influencia de la ciudad: Dinamismos y investigador de dichos especialistas duran-
divergencias en los territorios periurbanos te casi cuatro años (2001-2004), contri-
de Europa. Éste es un libro único en su buyeron a desarrollar estos objetivos, y a
género, ya que versa sobre un asunto esca- que viera la luz un libro como el que aquí
samente tratado en el panorama acadé- referimos, cuyo objeto es difundir algu-
mico europeo. De hecho, ofrece la pri- nos resultados del proceso investigador.
mera investigación europea (Inglaterra, The City’s Hinterland se concentra en
Francia, Alemania y España) relativa a la un objetivo más concreto: analizar las con-
presión urbana sobre las áreas rurales; en secuencias para el empleo, la vivienda y
otras palabras, los cambios y tendencias los servicios de la intensificación de los
de las zonas rurales bajo influencia de las vínculos de las zonas rurales (periurba-
ciudades. De esta manera, los especialis- nas) con las ciudades. Una de la motiva-
tas en geografía urbana y rural, planifica- ciones de este libro es que la literatura
ción territorial, sociología, antropología científica ha prestado muy poca atención
y desarrollo económico encontrarán en a los importantes fenómenos económi-
este texto un material valiosísimo para los cos, culturales, sociales y territoriales
debates y análisis futuros sobre la orde- implicados en la zona de la influencia de
nación del territorio europeo. la ciudad (p. 1). Una idea fundamental
El libro es fruto de la colaboración es que las zonas rurales no son meros
investigadora facilitada por el proyecto apéndices de la ciudad, sino que están
Internacional Europeo Urban Pressure on integradas, para beneficio o perjuicio, en
Rural Areas: Mutations and Dynamics of los procesos de desarrollo implicados en la
Peri-urban Rural Processes («La presión región urbana de la que forman parte.
urbana sobre las áreas rurales: transfor- La región urbana ha sido la escala geo-
maciones y dinámicas del proceso de gráfica clave que se analiza en este libro
periurbanización rural»; NEWRUR es su (p. 156). Región urbana, donde la pro-
acrónimo), financiado por la Comisión moción de variados polos de crecimien-
Europea en el Quinto Programa Marco. to y la integración rural y urbana es un
Este proyecto, además de ser internacio- aspecto fundamental, de acuerdo con los
nal (pues participaron investigadores de diagnósticos y las directrices del European
Alemania, España, Francia, Grecia e In- Spatial Development Perspective (ESDP,
glaterra), consistió en una tarea de inves- 1999; «Perspectiva Europea para el Desa-
tigación multidisciplinaria, en cuanto rrollo Espacial»), un documento básico
estuvieron implicados especialistas en geo- en el marco de la planificación espacial y
grafía, economía, estadística, planifica- política territorial de la Unión Europea.
ción territorial y sociología rural. Los obje- Por tanto, los autores colaboradores
tivos de investigación del proyecto en este libro, después de un proceso com-
NEWRUR consistieron en explorar la plejo de identificación y caracterización
variedad de actividades y agentes dentro de las áreas urbanas nacionales, seleccio-
de las zonas rurales, para identificar cómo nan un conjunto de regiones urbanas en
la presión urbana sobre las áreas rurales España, Francia, Inglaterra y Alemania,
234 Papers 78, 2005 Ressenyes

con el objeto de analizar los cambios pro- tar las zonas de influencia de la ciudad
ducidos en las zonas rurales próximas a europea es una tarea ardua, incluso si nos
las ciudades en los empleos, las viviendas ponemos de acuerdo sobre los tipos de
y los servicios. Además, los autores se pro- relaciones fundamentales que tienen lugar
ponen contrastar en qué medida se cum- en dicha zona de influencia (cf. Cheshire
plen o no los principales objetivos del y otros, 1996, cit. en p. 7). Ello es seguido
ESDP (Comisión de la Comunidad por una indagación del contexto político
Europea, 1999) en las zonas estudiadas. de las áreas de influencia de la ciudad
Las principales metas del ESDP son pro- (hinterland areas), destacando la impor-
mover: 1) la cohesión social y económica, tancia de las mencionadas metas del
la cual es definida por la Unión Europea ESDP, cuyas directrices son fundamenta-
como crecimiento económico y bajas tasas les para establecer un marco común en
de desempleo; 2) la conservación de los las acciones y en los debates de los polí-
recursos naturales y del patrimonio cul- ticos europeos. Al final del capítulo,
tural, y 3) una competitividad más equi- Hoggart ofrece un breve análisis de los
librada dentro del territorio europeo. Para principales temas que son tratados a lo
conseguir estas metas, el ESDP promue- largo del libro (p. 13-14).
ve un desarrollo centrado en las regiones «Diversidad en las zonas rurales de las
urbanas, cuyos tres objetivos básicos son: ciudades europeas» es como titulan Vin-
a) asegurar un desarrollo territorial policén- cent Briquel (estadístico) y Jean-Jacques
trico equilibrado, reforzando las sinergias Collicard (geógrafo) el segundo capítulo
entre las áreas rurales y urbanas; b) lograr del libro. Los dos investigadores trabajan
la igualdad de acceso a las infraestructuras en el Cemagref, que es un instituto de
y el conocimiento, y c) posibilitar un desa- investigación público francés, cuyo traba-
rrollo sostenible con una gestión efectiva jo multidisciplinario se centra en el desa-
y comprensiva del patrimonio natural y rrollo sostenible en las áreas no urbanas,
cultural. en la conservación y gestión de la tierra
Dentro del contexto apuntado arri- y de los sistemas hidráulicos, la preven-
ba, en el primer capítulo elaborado por ción de riesgos y el desarrollo de la acti-
el editor de la obra (K. Hoggart, Professor vidad económica sostenible. Ambos inves-
del King’s College y acreditado especia- tigadores, en su escrito, ponen especial
lista en desarrollo rural, vivienda e imple- atención en la identificación y caracteri-
mentación de políticas locales), intenta zación del conjunto de viajeros diarios
esclarecer el significado del concepto city’s que se desplazan a largas distancias de su
hinterland, en comparación con otros con- hogar al trabajo y viceversa. Es lo que en
ceptos, utilizados en el mismo sentido inglés se conoce más sumariamente con
(exurbs, urban fringe, peri-urban zones). el término commuter: «persona que hace
El concepto de city’s hinterland, traducido viajes diarios de ida y vuelta entre su casa
al español, se expresa: «zona de influencia y su lugar de trabajo». Basándose en diver-
de la ciudad». Con este concepto, Hoggart sos datos estadísticos europeos, los inves-
y los colaboradores del libro aquí reseña- tigadores del Cemagref, en un loable
do intentan construir un marco inter- esfuerzo de síntesis estadística, crean un
pretativo internacional de los fenómenos complejo sistema de indicadores para
implicados en el proceso de urbanización identificar las áreas urbanas, las áreas
de las zonas próximas a las principales ciu- suburbanas y las áreas periurbanas en los
dades europeas (estructura del empleo, el cinco países europeos participantes en
mercado de la vivienda y el acceso de ser- NEWRUR (p. 29, tabla 2.2). A lo largo
vicios). El editor de la obra reconoce que del capítulo, se señalan los problemas para
aportar un método común para delimi- trazar una imagen paneuropea de las áreas
Ressenyes Papers 78, 2005 235

que están bajo la influencia de los centros do una gran competencia entre las dis-
urbanos, puesto que existen dificultades tintas localidades rurales de Munich, las
metodológicas y conceptuales para reali- cuales rivalizan por la atracción de pobla-
zar estadísticas y elaborar mapas de dichos ción y recursos, como manifiestan los
territorios de una manera uniforme. No discursos de los agentes locales. Ello, como
obstante, se pueden especificar tenden- argumenta la investigadora, ha tenido
cias generales y, dentro de la referida diver- importantes consecuencias sobre el pro-
sidad, se pueden identificar ciertas ten- ceso de periurbanización; sobre la estruc-
dencias concretas. La finalidad de este tura regional y local de asentamientos;
capítulo es indagar en la naturaleza de la sobre el cambio demográfico; sobre la
apuntada diversidad, y así proporcionar economía, la agricultura y el ambiente
un contexto empírico de análisis para los periurbano.
cuatro estudios de caso que siguen. El capítulo cuarto se titula «Creci-
El capítulo tercero constituye el estu- miento residencial y polarización eco-
dio de caso seleccionado en Alemania y nómica en los Alpes franceses: perspecti-
es titulado: «Turbulencia de commuters en vas para la cohesión rural-urbana». Las
una región dinámica: el caso de la región autoras del capítulo son Natalie Bertrand
urbana de Munich». Claudia Kraemer, y Emmanuelle George-Marcelpoil, las
que es la encargada de su elaboración, es dos son economistas investigadoras del
una especialista en planificación espacial Cemagref. Sus principales áreas de inves-
que trabaja en la Facultad de Ordenación tigación son la economía regional, las
del Territorio de la Universidad de Dort- relaciones rural-urbanas, el desarrollo rural
mund (Alemania). Sus intereses de inves- sostenible y las redes económicas. Han
tigación se centran en la evaluación de las participado en diferentes proyectos regio-
políticas regionales europeas y en la orde- nales y europeos (Cuarto y Quinto Progra-
nación del territorio. La investigadora ma Marco), y la primera ha ejercido como
alemana, tras una previa caracterización coordinadora del Proyecto NEWRUR
nacional del caso estudiado (p. 42-45), (2001-2004). Ambas especialistas llevan a
analiza el cinturón periurbano de Munich, cabo el estudio de caso francés, cuyo aná-
una de las regiones urbanas europeas más lisis se centra en la región urbana del
dinámicas, con 1.200.000 habitantes en la sureste de Francia; Annecy, con 217.000
ciudad principal y 2.500.000 habitantes habitantes, y, tomando como área de
en su área de influencia (p. 45-64). La comparación, Valence (área secundaria
región urbana de Munich ha crecido de de 293.000 habitantes). Ambas regiones
forma constante durante las últimas déca- urbanas francesas se ubican en una de las
das, de manera que dicha ciudad ha lle- zonas económicas europeas más atractivas,
gado a ser una de las más densamente con empresas de alta tecnología, con un
pobladas de Alemania (p. 47). La próspe- sector turístico muy dinámico y una posi-
ra economía de dicha región está basada ción favorable como puerta de Europa,
en la ingeniería mecánica, la fabricación tanto en términos residenciales como
de coches, investigación y tecnología y económicos (Briquel, 2001, cit. en p. 71).
medios de comunicación. La gran influen- Además, en la región urbana de Annecy
cia que ejercen estos sectores económicos (y Valence) ejercen una presión singular
llevan a un mercado de la vivienda muy las fronteras internacionales de Suiza e
saturado y de altos precios medios. Así, Italia. Todo esto multiplica el interés por
una de las mayores fuerzas que dirigen el el estudio en profundidad de los proce-
cambio periurbano en la región de Mu- sos de periurbanización en dichas regio-
nich es el precio del suelo (p. 48). El pre- nes urbanas. Se inicia el estudio con una
cio del suelo y de la vivienda ha produci- revisión del contexto francés de la recon-
236 Papers 78, 2005 Ressenyes

figuración territorial en el ámbito de los quinto, a cargo del profesor titular de la


municipios y de su relación con las regio- Universidad de Granada Francisco
nes urbanas. A continuación, se com- Entrena Durán. Entrena es un acredita-
prueba la ausencia de estructuras inter- do especialista en Sociología Rural y
municipales en los planes de desarrollo Globalización, como así lo confirman sus
para las regiones urbanas, lo cual lleva a cuantiosas publicaciones en revistas y edi-
serias dificultades para la funcionalidad toriales internacionales de gran difusión.
espacial de Annecy y Valence. La progre- Francisco Entrena es el encargado de rea-
siva integración funcional de las áreas peri- lizar el estudio de caso español, que se
féricas en esas regiones urbanas incide en concentra en el análisis de la región urba-
un aumento de cuestiones relativas al na de Granada, con 240.000 habitantes
desarrollo sostenible de dichos ámbitos. en la ciudad principal, siendo el área de
En la segunda parte del capítulo, se ana- comparación la ciudad de El Ejido, con
liza como dicha integración está relacio- aproximadamente unos 70.000 habitan-
nada con la autonomía económica de las tes y situada en la costa occidental de la
áreas periurbanas. Autonomía de las áreas provincia de Almería. El estudio de caso
periurbanas, que se reduce muy signifi- se inicia con una breve introducción.
cativamente con la concentración de los Continua con un marco teórico que fun-
empleos en los centros urbanos de Annecy damenta la investigación realizada y
y Valence, donde el suelo es muy caro. donde se manifiesta la escasa atención que
Esto incide sobre la demanda de vivien- la literatura española ha puesto en el estu-
das en zonas rurales, ya que existe un dio de la difusión urbana; cada autor hace
menor costo; sobre la existencia de me- énfasis en aspectos distintos de dicho
dios de transporte y carreteras; sobre el fenómeno sin existir claros marcos para
acceso a diversos servicios en dichas zonas; la investigación. El espacio periurbano
sobre la agricultura y el medioambiente. es un territorio de compleja definición,
Lo anterior marca nuevas tendencias ya que está en proceso de formación y se
demográficas en los asentamientos de encuentra en la frontera entre los subsis-
población, de manera que son las áreas temas natural, rural y urbano, y podría
rurales las que concentran la mitad del expresarse como el espacio de conflicto o
crecimiento poblacional total en Francia interfase entre ellos (Pellicer Corellano,
entre 1999 y 2004. Estos patrones de cre- 1998, cit. en p. 96). Los interfases son el
cimiento se apartan de la tradicional ima- campo de acción de dos o más sistemas y
gen de las áreas rurales francesas, que por ello se encuentran las mayores ten-
expulsaban población a los centros urba- siones y un gran conjunto de recursos en
nos (p. 79-80). No obstante, se produce juego. Algunos autores aducen que el
una clara segregación social en el acceso territorio periurbano está en continua cri-
a la vivienda periurbana, puesto que apa- sis, ya que este espacio recibe todo aque-
rece un mosaico de categorías sociales, las llo que arroja la ciudad y absorbe funcio-
cuales se agrupan de acuerdo con los nive- nes persistentemente redefinidas (Sancho
les de renta (p. 81-84). Al final del capí- Martí, 1989, cit. en p. 96-97). Otros
tulo, las autoras aportan un conjunto de autores hablan del carácter difuso de los
soluciones a los múltiples problemas que territorios periurbanos, esto es, que refle-
presentan los procesos de periurbaniza- jan estilos de vida y formas de trabajo que
ción en las regiones estudiadas. dejan entrever su situación socioeconó-
«Los efectos de la difusión urbana y mica y espacial entre lo rural y lo urbano
el cambio rural en la zona de influencia (Precedo Ledo, 1996, cit. en p. 97). A la
de la ciudad: El caso de dos ciudades vista de lo anterior, Entrena concluye que
andaluzas», es como se titula el capítulo ya no es posible mantener la dicotomía
Ressenyes Papers 78, 2005 237

entre zona rural y zona urbana, ya que investigador posdoctoral —«Postdoctoral


aflora un proceso de hibridación de los Research Fellow»— en el Departamento
territorios locales, el cual hace que los auto- de Geografía de la Universidad de Rea-
res españoles recomienden actuaciones y ding. Ha colaborado en la redacción de
medidas de mayor cooperación entre informes para prestigiosas instituciones
ámbitos urbanos y periurbanos, al menos internacionales sobre temas similares a los
teóricamente, en consonancia con las pro- aquí tratados, y también es autor de
puestas del ESDP (1999). La justificación recientes artículos publicados en revistas
teórica y empírica de las áreas de estudio internacionales de geografía y sociología
es evidente. Granada es un caso arquetí- rural. Henderson inicia su artículo con
pico para el estudio del desarrollo urba- un exhaustivo examen sobre los cambios
no, con el papel preponderante del turis- en los usos del suelo y su relación con los
mo, el cual ha sido bastante importante conflictos dentro de las zonas rurales en
en el desarrollo de la economía andaluza Inglaterra. A continuación, muestra las
durante los últimos cuarenta años, así tensiones que existen en la planificación
como en la formación de la planificación rural de los usos del suelo, no sólo entre
espacial regional (Fernández, 2004, cit. los residentes autóctonos y los nuevos resi-
en p. 100). Asimismo, El Ejido es un área dentes urbanos, sino también con las polí-
costera de la provincia de Almería, con ticas que pretenden concentrar el desa-
un turismo reciente de sol y playa, pero rrollo e identificar las necesidades locales
su desarrollo originario se debió a la rápi- (Elson, 1986, cit. en p. 122). La apari-
da y efectiva difusión local de la agricul- ción en la política pública del Reino
tura intensiva hortofrutícola de inverna- Unido de los principios del desarrollo sos-
dero, a lo largo de las últimas décadas. tenible, a lo largo de la pasada década, ha
El Ejido es un caso de estudio paradig- llevado a una renovada tendencia a la con-
mático, ya que es de las pocas regiones centración geográfica del desarrollo.
urbanas europeas de finales de siglo XX Identificando esta tendencia, después se
que ha crecido debido a su especializa- estudia, mediante un centenar de entre-
ción agrícola. En ambas regiones urbanas vistas en profundidad a los agentes loca-
se seleccionan áreas rurales próximas o leja- les (planificadores, inmobiliarias, políti-
nas que están bajo su influencia. Es noto- cos, empresarios), las contradictorias
ria la diversidad en los empleos, la vivien- consecuencias que ello tiene sobre los
da y el acceso a los servicios que aparece empleos, la vivienda y los servicios situa-
en cada una de las áreas rurales analiza- dos en la región urbana de Norwich, que
das. Así, son notables las desigualdades es la zona seleccionada. Las conclusiones
entre Monachil, La Alpujarra y El Ejido, de este capítulo están basadas en un
el autor aporta múltiples datos al res- amplio material empírico, desde docu-
pecto. Las zonas estudiadas y los agentes mentos gubernamentales, publicaciones
locales consultados manifiestan que la estadísticas y un estudio estadístico de
cooperación rural-urbana proclamada por viviendas.
los teóricos y el ESDP no es tan evidente Al final del libro, capítulo séptimo,
en la realidad. K. Hoggart hace un balance de los asun-
Steven Henderson se ha ocupado del tos desarrollados en los capítulos anterio-
sexto capítulo, el cual constituye el estu- res, considerando aspectos esenciales de
dio de caso para Inglaterra. «Tensiones, la Perspectiva Europea para el Desarrollo
conflictos y patrones de concentración en Espacial (ESDP) y los múltiples contextos
las regiones urbanas inglesas» es como sociopolíticos de los estados europeos ana-
encabeza el doctor Henderson su funda- lizados (p. 155-169). Manifiesta que exis-
mentado análisis. Henderson es ahora ten tanto similitudes como diferencias en
238 Papers 78, 2005 Ressenyes

los procesos de periurbanización analiza- provenientes de la ciudad, de los habi-


dos en Alemania, Francia, España e tantes de las áreas suburbanas; f ) los ser-
Inglaterra. Las principales diferencias son: vicios se concentran en las ciudades cen-
a) desiguales tasas de crecimiento econó- trales, con pérdida de servicios en las zonas
mico; b) diversidad en los sectores eco- rurales, y g) se incrementan las distancias
nómicos que actúan como motores del de los viajes diarios para el trabajo, los ser-
cambio, y c) contextos de regulación polí- vicios y el ocio, lo cual contribuye a un
tica y ordenación territorial divergentes. mayor deterioro ambiental. Este pano-
Las principales similitudes son: a) el rama, como dice el autor, no es favorable
empleo está muy concentrado en la ciu- a los objetivos ni a las metas que persigue
dad central, mientras que el crecimiento la Comisión de la Unión Europea me-
residencial sucede principalmente en las diante su principal documento sobre
zonas periurbanas. La expansión residen- planificación espacial y ordenación del
cial va acompañada de: b) una tendencia territorio (ESDP, 1999). Se deben ins-
general al declive de los trabajos agríco- trumentar políticas urbanas locales y
las (excepto en El Ejido); c) las áreas peri- regionales que consideren los problemas
urbanas aseguran pocos nuevos empleos aquí tratados, al tiempo que conocer más
no relacionados con la agricultura, ex- profunda y globalmente las realidades
cepto en el turismo o los servicios loca- implicadas en los diversos procesos euro-
les asociados al crecimiento poblacional; peos de periurbanización.
d) los centros periurbanos encuentran
grandes dificultades para ampliar su papel José Francisco Jiménez Díaz
más allá de su función de ciudades dor- Universidad de Granada
mitorio; e) en las regiones urbanas se está
produciendo una segregación social que
diferencia a los habitantes periurbanos,

IGLESIAS DE USSEL, J.; HERRERA, M. (coords.) (2005)


Teorías sociológicas de la acción
Madrid: Tecnos.

Teorías sociológicas de la acción es una inte- social. Los sociólogos escogidos han sido:
resante obra colectiva que pone de relieve G. Homans, T. Parsons, R. Dahrendorf,
la importancia que siempre ha tenido el H. Garfinkel, G. Batenson, A. Schütz,
estudio de la acción social dentro de la M. Mafessoli, E. Goffman, J. Habermas,
sociología. Así lo reconocen sus coordi- Maciver y G. Becker.
nadores, los profesores Iglesias de Ussel y La lógica o línea de análisis de este
Herrera, que apuntan que el objetivo de la libro puede identificarse en torno a varias
misma ha sido desde el principio ofrecer, cuestiones, pero el punto de origen es la
mediante el perfil de algunos autores sig- diferenciación o jerarquía introducida por
nificativos, una introducción ardua y Weber entre «comportamiento», «acción»
compleja de la acción. y «acción social». La premisa de partida
Desde un recorrido, en parte analíti- es que no se puede equiparar o hacer equi-
co y en parte cronológico, se ha preten- valente el comportamiento humano con
dido hacer una radiografía lo suficiente- los conceptos de acción, en cuanto no
mente amplia para que aporte claves de están necesariamente presentes en él los
lectura y de interpretación de la acción elementos de intencionalidad (concepto
Ressenyes Papers 78, 2005 239

de acción humana), ni la orientación hacia lectura menos técnica del libro. Para los
el otro (elemento distintivo de la acción lectores más expertos en estas cuestiones,
social). el libro es una exposición amplia, especí-
El hecho de establecer una diferen- fica y detallada del enfrentamiento para-
ciación nos permite comprender cómo digmático entre muy variadas concepcio-
pueden entenderse las diferentes formas nes y tradiciones de pensamiento de la
de estudiar la acción social. No todas las acción social. Pero, al mismo tiempo,
teorías de la acción social tratan de expli- tiene un clara referencia: facilitar una
car el efecto de la agregación de acciones orientación pedagógica que lo convierta,
individuales sobre el todo social, lo que al mismo tiempo, en un material de apoyo
da lugar tanto a la formación de agregados de enorme valor y calidad que permita
como las instituciones sociales, desde los también servir de ayuda en cursos de teo-
mismos parámetros de estudio, ni siquie- ría sociológica contemporánea.
ra fijando para ello el mismo objeto de Tratar de abordar cada uno de los
estudio central. Buena muestra de ello capítulos desarrollados por profesores,
son las relaciones que presentamos. todos ellos, del Departamento de
Teorías de carácter más psicológico, como Sociología de la Universidad de Granada,
la que desarrolla Homans, basadas en los comporta destacar la variedad paradig-
fundamentos del conductismo de Skiner, mática que tiene la obra, la pluralidad de
tienen como objeto básico el estudio del enfoques que se recogen y el trabajo en
comportamiento humano. Por el contra- equipo de un grupo de estudiosos para
rio, teorías de signo más sistémico, como acercar planteamientos sociológicos y filo-
bien representa Parsons, fijan como pro- sóficos al resto de la comunidad cientí-
pósito y objetivo la explicación de las fica. Cada uno de ellos ha tratado de ser
acciones de los individuos en la medida lo más gráfico y sencillo posible, con el
en que son subproductos de un esquema objetivo último de contribuir al conoci-
de estructuras funcionales, que determi- miento del problema de la acción y a la
nan o establecen los cursos de acción posi- toma de posición con respecto a los con-
bles en relación con el ambiente en el que ceptos, a las teorías y a los autores anali-
se desarrolla el individuo. zados.
En este sentido, debemos indicar que Los profesores De Pablos y Entrena
esta obra pretende ser algo más que una han recorrido la obra de G. Homans cen-
mera recopilación de ideas de pensadores trando su acción en la teoría del com-
de los siglos XX y XXI, y aportar nuevos portamiento social elemental. Homans se
fundamentos. En la medida de lo posi- centró en el análisis de los comporta-
ble, este libro no quiere ser una simple y mientos concretos de los sujetos indivi-
vana introducción al tema de las teorías duales, al entender que la escuela funcio-
de la acción social. El estudio y la expo- nalista no los explicaba suficientemente
sición del planteamiento de cada uno de bien. Entendía, en cualquier caso, que
los autores que se reconocen aporta cues- tales acciones exigían una explicación
tiones clave, pero, también es cierto que complementaria a partir de las motiva-
no se rehuye el análisis de los elementos ciones y causas que lo llevaban a actuar
más controvertidos y técnicos de cada uno de una determinada manera o de otra,
de ellos. centrado en el intercambio. Su idea de la
Por este motivo, la utilización de este acción tiene que ver con la búsqueda indi-
libro atiende a varios niveles. El lector que vidual de recompensas, y ésta es la que
se inicia en la materia tendrá a su dispo- genera el intercambio (todo comporta-
sición un buen mapa conceptual del tema miento de una persona depende de la
de la acción social, apoyándose en una lógica de recompensas y sanciones). En
240 Papers 78, 2005 Ressenyes

cualquier caso, tal y como reconocen, la como fenómenos de pleno derecho. Para
posición de Homans nos previene de los Garfinkel, la interpretación del sentido
excesos de un determinismo sociológico de una acción es posible porque la misma
que ha tendido a ver a la historia como acción no es sino el reflejo de una estruc-
resultado de la evolución de fuerzas abs- tura semántica pre-existente, que conti-
tractas e impersonales y a minusvalorar el nuamente se confirma y se modifica según
papel de los sujetos concretos. el uso que de ella hacen los propios suje-
Por su parte, la teoría estructuralista tos. Los individuos no sólo viven en y se
de T. Parsons entiende la acción como un guían en sus acciones por un mundo
comportamiento social dotado de senti- ordenado de normas e imperativos mora-
do en el que se presupone que los actores les, sino que, sobre todo, producen y
o agentes sociales orientan sus acciones y mantienen el mismo orden social del que
comportamientos en función de roles ins- forman parte. Pero para ver este proceso
titucionalizados según sus funciones o de producción, hay que saber como mirar
determinados valores culturales interiori- la realidad que nos rodea en una actitud
zados. Parsons critica las versiones utili- e intención distinta de la que espontánea-
taristas de la acción social (los individuos mente y rutinariamente aplicamos.
no actúan sólo por motivos de utilidad) Los siguientes capítulos abarcan las
y critica las versiones politológicas del obras de A. Schütz y M. Maffesoli. La teo-
orden social basadas en el poder (consti- ría fenomenológica de Schütz reconduce la
tuido contractualmente por los indivi- interpretación de la acción social de
duos). Parsons a la singular conciencia individual,
Castón Boyer e Iglesias de Ussel son pues entiende que más allá del «mundo
los encargados de acercarnos el pensa- de la vida» individual no existen ni mode-
miento de R. Dahrendorf, que centra su los culturales ni cualquier sistema de roles.
teoría en el concepto de rol y en la simu- Es decir, el mundo social y el obrar social
lación que encuentra «en el punto de no se pueden reconducir a un sistema de
intersección entre el individuo y la socie- normas y valores dados, sino que es el
dad» y que está representada por el lla- resultado de una estratificación de prácti-
mado «actor social»: el Homo sociologicus. cas intersubjetivas de producción, de rea-
El Homo sociologicus de Dahrendorf es un lización y de representación de sentido,
individuo que toma decisiones y antici- que se encuentran en el sistema de signos
pa las decisiones de los demás individuos, y su mediación simbólica.
en base a las expectativas de rol. No es Por su parte, Maffesoli se centra en
necesariamente una marioneta de la es- las potencialidades polimórficas de cada
tructura social, sino que interactúa con el uno de los individuos contra toda místi-
ambiente a partir de los límites institucio- ca de la unidad central. Manifiesta la nece-
nales en los que se encuentra inserto en sidad de estudiar lo imaginario y los aspec-
cada momento. La afirmación de que el tos irracionales y a-lógicos. Entiende que
hombre es un ser social, es algo más que se ha producido un tránsito hacia el actor
una metáfora, sus roles son algo más social postmoderno (Homo asetheticus)
que máscaras intercambiables, su com- que se inscribe en una sociedad más con-
portamiento social, más que una come- fusa, plural y heterogénea, donde se ponen
dia o tragedia, de la que se deja marchar en duda los criterios de legitimidad y los
también al actor a la verdadera realidad. principios guías preestablecidos en el obrar
H. Garfinkel, apoyándose en A. Shütz, cotidiano. Tal y como los coordinadores
como máximo representante de la etno- reconocen en la introducción, supone la
metodología, trata de comprender las exaltación de nuestros sentimientos indi-
actividades banales de la vida cotidiana viduales, de nuestras emociones, de nues-
Ressenyes Papers 78, 2005 241

tros deseos para reconstruir pequeñas tri- centrarse en la comprensión de las moti-
bus comunitarias en una sociedad que vaciones del actor social. No obstante,
solamente trata de imponer sus cánones para este autor, dicha comprensión puede
funcionales. En una palabra, se trata de darse según un esquema causal, pero, en
rehabilitar nuestro obrar espontáneo, dio- su opinión, explicar causalmente un acon-
nisiaco, contra el poder, siempre abstrac- tecimiento social no significa someterlo
to y mecánico, de la sociedad. a leyes generales, sino buscar de forma
Goffman también adquiere un pro- histórico-hermenéutica determinados
tagonismo especial dentro de las teorías «factores diferenciadores» respecto a situa-
sociológicas de la acción. Destaca su par- ciones similares. La esfera de la acción
ticular visión del mundo de las relaciones individual y social es prioritaria respecto
cara a cara. Su obra se centra en el análi- a la dinámica estructural de la sociedad.
sis de la dramaturgia de la interacción en La espontaneidad y la creatividad que la
la vida cotidiana. Según su enfoque, el caracterizan, ya sea a nivel individual o
individuo trata de presentarse ante la comunitario, representan un valor en el
sociedad a partir de una serie de cuida- que el Estado y las grandes instituciones
dos rituales, donde se hace presente la sociopolíticas no pueden intervenir, salvo
intencionalidad del individuo de apare- que sea para su reconocimiento y pro-
cer ante los demás, como si de un teatro moción.
y una obra se tratase. Los individuos ocu- Por su parte, Becker recoge la escue-
pan, por tanto, una multiplicidad de roles la del imperialismo económico o la línea
sociales según diversos contextos y situa- de trabajo iniciada por algunos econo-
ciones de interacción, según distintos mistas de aplicar los instrumentos del aná-
papeles y escenarios. En este sentido, la lisis económico a otras cuestiones socia-
cantidad de recursos en la presentación les o disciplinas como la sociología. En
de la vida social es incontable. Sin embar- este sentido, la acción social se interpre-
go, la acción social para Goffman se pro- ta desde un enfoque puramente econó-
duce en un ambiente determinado, por mico-utilitarista. La idea básica en su
lo que, para poder analizarla, debemos modelo es que los individuos tienen un
estudiar la propia acción y el entorno comportamiento maximizador óptimo;
donde se produce la misma. es decir, cualquier tipo de comportamiento
Los profesores Trinidad y Herrera puede ser explicado en virtud de algún
hacen balance de la prolija obra de J. Ha- argumento añadido a la función de utili-
bermas. Tratar de sintetizar y analizar ésta dad individual.
es, sin duda, una tarea compleja, pero en La obra pretende ser, por tanto, una
su esfuerzo por condensarla han partido exposición sobre diferentes formas de
de su intento por recuperar el concepto de entender la acción social. Este libro pre-
acción social de Weber. A partir de su teo- senta, en definitiva, una perspectiva dis-
ría de la acción comunicativa, podemos tinta. En un primer momento, se ofrece el
establecer las claves de su pensamiento. pensamiento de cada autor, pero cada uno
La elaboración del concepto de acción de los profesores guarda una prudente dis-
comunicativa valora los recursos raciona- tancia, pues de lo que se trata es de expo-
les e integradores del mundo de la vida, ner ante el lector los argumentos que sean
entendido en sentido crítico y democrá- merecedores de juicios suficientes para
tico contra las colonizaciones que éste que extraigan sus propias conclusiones y
sufre desde la lógica sistémica. consecuencias.
Los últimos autores son MacIver y
Becker. Para el primero, la sociología debe Mª Sonia Pagés Luis
242 Papers 78, 2005 Ressenyes

KÖHLER, H.-D.; MARTÍN ARTILES, A.


Manual de la sociología del trabajo y de las relaciones laborales
Madrid: Delta. Publicaciones Universitarias, 2005.

La sociología del trabajo y de las relacio- de economistas, historiadores e incluso


nes laborales ha conocido un importan- juristas del trabajo internacionalmente
te y crítico cambio de perfil en los últi- reputados.
mos treinta años. De su interés casi La sociología del trabajo y de las rela-
exclusivo en los actores y en los procesos ciones laborales elaborada en castellano
ocupacionales más institucionalizados y ha conocido también una crisis y una
el funcionalismo, pasa a centrarse en las refundamentación en este periodo, pero
relaciones de empleo, los procesos de pro- con una cierta debilidad por su escasa ins-
ducción y reproducción social del traba- titucionalización, fruto sobre todo, como
jo y la reflexión teórica sobre la acción es bien sabido, de la realidad política en
social. En este orden de cosas, la crisis la que se desarrolla. A pesar de producir-
social del trabajo y el descrédito del estruc- se una rica investigación aplicada, la de
tural-funcionalismo han sido acicates fun- orden teórico ha sido muy reducida (De
damentales para cuestionar un objeto y la Garza, 2000; Miguélez y Prieto, 1991
unas teorías de análisis que reducían el y 1999). En el terreno divulgativo y peda-
mundo laboral al empleo fordista y lo gógico, se consolidan las demandas socia-
entendían como condición necesaria les y los estudios universitarios de socio-
estructural para una creciente y notable logía laboral. Pero también aquí hay
igualdad social, riqueza económica y legi- escasas contribuciones que aborden exclu-
timidad política de las sociedades más sivamente las nuevas coordenadas de la
industrializadas. Dicho cambio de perfil se disciplina y respondan a este nuevo reco-
ha realizado, además, partiendo de una nocimiento social y académico.
cierta crisis del reconocimiento académi- El libro de los profesores Holm-
co de la disciplina, fruto de las orienta- Detlev Köhler y Antonio Martín Artiles,
ciones generales de la sociología y de la de la Universidad de Oviedo y de la
economía. La primera, por estar tenden- Universidad Autónoma de Barcelona res-
cialmente poco interesada en los temas pectivamente, supone un punto de infle-
socioeconómicos, y la segunda, al ser xión en esta tendencia de la literatura en
monopolizada por un neoclasicismo que castellano. Es un manual que aborda estos
se presenta como explicativo de los prin- nuevos aspectos conceptuales de la dis-
cipales fenómenos sociales. ciplina desde una perspectiva analítica,
En estas coordenadas, no será hasta rigurosa, exhaustiva y didáctica, y es iné-
finales de la década de 1980 e inicios de la dito, además, al delimitar el estado de la
de 1990 que asistamos a la divulgación, cuestión de la principal investigación
rigurosa y bien recibida social y académi- básica y aplicada internacional, interpre-
camente, de la nueva matriz conceptual tar la realidad laboral española según estos
de la sociología del trabajo y de las rela- nuevos y fértiles cánones, y compilar tex-
ciones laborales. Testimonios ejemplares tos originales y casos empíricos para ilus-
de esta nueva etapa son la notable difu- trar mejor el contenido del libro; aspectos,
sión de textos seminales de autores de la éstos últimos, básicos para la enseñanza
disciplina, la posición de éstos últimos en universitaria, que, cada vez más, se tiene
los principales centros interdisciplinarios que regir por las pedagogías activas de
de ciencias sociales en el mundo, así como la Estrategia Europea de Enseñanza Su-
el uso de sus modelos teóricos por parte perior.
Ressenyes Papers 78, 2005 243

En la primera parte del libro, se deli- autores argumentan con creces que las
mitan los fenómenos básicos de la socio- bases actuales de la disciplina se encuen-
logía del trabajo y de las relaciones labo- tran en buena medida en estas dos apor-
rales. Es objeto del primer capítulo la taciones, según las cuales las acciones
naturaleza social del trabajo, de manera sociales y las interacciones de orden coo-
que se destacan en él las diversas activida- perativo y conflicto entre oferentes y
des, relaciones y acciones sociales que lo demandantes de empleo son los pilares
estructuran a lo largo de la historia y en básicos de reflexión.
las diferentes etapas de la modernidad. El tercer capítulo, centrado en las teo-
En el segundo capítulo, se define la prin- rías actuales, analiza el creciente peso de la
cipal institución que condiciona el traba- teoría de la elección racional. Para ello, se
jo singular del mundo contemporáneo, a parte de las lecturas más ortodoxas, cla-
saber, la empresa y el empleo. Finalmente, ramente afines a la economía neoclásica,
se conceptualizan las relaciones laborales, para acabar argumentando la fertilidad y
las cuales se entienden como las relacio- el seguimiento actual de aquellas aproxi-
nes de empleo que obedecen e inciden en maciones que, si bien destacan la prima-
los procesos de producción y reproduc- cía comprensiva de la acción social de base
ción, intercambio mercantil, regulación intencional, racional y estratégica, lo
sociopolítica y transformación producti- hacen desde presupuestos próximos al
va de la fuerza de trabajo. marxismo y a la escuela weberiana. Se
La segunda parte del libro trata de las exponen en el cuarto capítulo las tesis y
teorías y los modelos clásicos, contem- las incidencias de las dos obras básicas
poráneos y actuales de la disciplina, para postestructuralistas actuales, deudoras,
finalizar con la exposición de las explica- con diferencias y matices claros, del mains-
ciones sobre la subjetividad del trabajo, tream de la época contemporánea: la del
el mercado laboral y la relación entre la funcionalista Luhmann y la del postmo-
formación y el empleo. El primero de sus derno Foucault. De su estudio, se ahon-
capítulos, centrado en la obra de los clá- da en el activo del pluralismo teórico y
sicos de las ciencias sociales, destaca por metodológico de la disciplina, al consta-
argumentar que los interrogantes y las tarse que, a pesar de ser referentes meno-
orientaciones básicas de la disciplina se res por su seguimiento, son obras capita-
encuentran en las obras fundamentales les para cuestionar los teóricos de la acción
de Durkheim, Marx, Smith y Weber. El social.
segundo y tercer capítulos de este bloque Posteriormente, Köhler y Martín
explican las principales aportaciones del Artiles se centran en el estudio de los tres
periodo de los cuarenta a los setenta, marcos teóricos de ámbito intermedio
entendido como etapa contemporánea exclusivos de la disciplina y de las socie-
de la disciplina, y de la fase actual. Apar- dades contemporáneas en las que el tra-
te de enfatizar el consabido peso del estruc- bajo y las relaciones laborales se desarro-
tural-funcionalismo y del institucionalis- llan: el debate sobre el corporativismo, la
mo en la primera de estas etapas, Köhler teoría de la regulación y las tesis sobre
y Martín Artiles subrayan acertadamen- la sociedad red del reputado sociólogo
te el peso que también tuvieron la cien- español Manuel Castells. Con ello, apar-
cia de diseño managerial, que responde a te de la inteligibilidad clara de estas aporta-
los intereses inmediatistas del empresa- ciones, el lector puede constatar la indis-
riado ante el comportamiento de la mano pensabilidad de explicar las principales
de obra y con un fuerte sesgo normativo, interacciones y actores colectivos del
y las teorías conflictivistas weberianas y mundo del trabajo a partir de modelos
neomarxistas. En este último sentido, los sobre su situación concreta.
244 Papers 78, 2005 Ressenyes

El apartado final estudia la última estado y los procesos de concertación


gran aportación rupturista, de diferente social, de negociación colectiva y de coo-
naturaleza epistemológica, que incide en peración y conflicto ocupacional infor-
los actuales replanteamientos: la perspec- males. Destaca, en este bloque, el análi-
tiva de género o, en otras palabras, la apro- sis de los fenómenos más actuales que
ximación al trabajo desde su construcción condicionan dichos procesos y actores,
social sexuada. Como bien argumentan como son, entre otros, la empresariza-
los autores del libro, la división sexual del ción y la individualización de las rela-
trabajo es un factor explicativo de primer ciones laborales, la mesoconcertación y
orden, al visualizar y permitir entender la la microconcertación, el paradigma de la
centralidad estructural económica, labo- flexseguridad y la europeización de las
ral y ocupacional del trabajo doméstico, la relaciones laborales.
existencia de procesos simbólicos y mate- Una vez contextualizado y desglosa-
riales cuya génesis e historia nos llevan a do el contenido de sus seiscientas sesenta
hablar de la configuración y la evolución páginas, nos encontramos sin duda con
última de nuestras sociedades y, en suma, una obra fundamental para conocer la
la dimensión del poder y de las normas sociología del trabajo y de las relaciones
homogeneizadoras patriarcales, objeto, a laborales. Es, asimismo, mucho más que
su vez, de interrelación crítica con otros un compendio de controversias, conceptos
discursos y prácticas sociales y de trans- y datos: es un muy buen estado de la cues-
gresión y redefinición. tión de los interrogantes, respuestas y envi-
Esta segunda parte del manual fina- tes desde la nueva matriz conceptual de la
liza con el análisis de tres grandes temas disciplina. Todos estos propósitos, los pro-
que responden a los interrogantes de la fesores Köhler y Martín Artiles los consi-
nueva matriz conceptual básica. El pri- guen, combinando exitosamente los anhe-
mero de ellos es el de las nuevas subjeti- los de rigor y exhaustividad y voluntad
vidades derivadas del empleo. El segun- didáctica y divulgadora, y gracias también
do, las explicaciones del mercado laboral, a la innovación de compilar textos origi-
en esta parte se dedica un punto especí- nales y casos empíricos. Será, sin lugar a
fico al estudio del mercado de trabajo dudas, un libro básico y, en muchos aspec-
español. Finalmente, los autores tratan tos, seminal en lengua castellana para toda
uno de los procesos básicos que afectan persona interesada en comprender socio-
al actual perfil ocupacional, al papel de lógicamente el mundo del trabajo.
las instituciones extramercantiles y a los
procesos productivos: las relaciones entre Francesc Gibert Badia
la formación y el empleo. Profesor del Departamento de Sociología
La tercera parte del libro analiza, his- de la Universidad Autónoma de Barcelona
tórica y teóricamente, los principales acto-
res, estrategias e interacciones colectivas Referencias bibliográficas
de las relaciones laborales, con apartados
exclusivamente dedicados al caso espa- GARZA, E. de la (coord.) (2000). Tratado lati-
ñol. De acuerdo con la orientación actual noamericano de sociología del trabajo.
de la disciplina, en primer lugar se per- México DF: Fondo de Cultura Económica.
MIGUÉLEZ, F.; PRIETO, C. (dir. y coord.) (1991).
fila el empleo considerando su principal Las relaciones laborales en España. Madrid:
vector explicativo contemporáneo: las Siglo XXI.
estrategias empresariales de flexibilidad. MIGUÉLEZ, F.; PRIETO, C. (dir. y coord.) (1999).
Posteriormente, se estudian las organi- Las relaciones de empleo en España. Ma-
zaciones sindicales y empresariales y el drid: Siglo XXI.
Ressenyes Papers 78, 2005 245

BEKKAR, Rabia (coord.)


Ethnicité et lien social. Politiques publiques et stratégies résidentielles
Préface de Jean Rémy
L’Harmattan, 2005.

Uno de los méritos de este libro, aunque dores culturales, los agentes administra-
no el único, es haber dado otra vez pro- tivos encargados de la atribución de alo-
tagonismo a un tema prácticamente tabú jamientos y de ayudas gestionan el día al
en la literatura científica francesa, el de la día de los migrantes recurriendo a deli-
etnicidad, a pesar de la presencia desde mitaciones étnicas que, no solamente sim-
muchas décadas de una abundante inmi- plifican su trabajo, sino que reflejan la
gración. Desde el ya antiguo libro de Jean- realidad urbana actual y la inscripción en
Loup Amselle y Elkié M’Bokolo1, que, a el espacio de la diversidad etnicocultural.
partir de una perspectiva desconstruccio- Ahora bien, las diferentes contribuciones
nista invalidaba la cientificidad de la del libro no se limitan a la situación fran-
noción de etnia y de sus correlatos, tal cesa sino que contrastan ésta, e indirec-
como se utilizaba en la época colonial, y tamente la evaluan también, al referirse
mención aparte de los trabajos anteriores a otras situationes, en otras latitudes, y a
de Véronique de Rudder favorables a su otras formas de gestión de la diversidad
uso en sociedades de inmigración, la pro- cultural hacia las poblaciones proceden-
blemática de la etnicidad aparecía más tes de fuera.
bien como una noción esencialmente rela- La presencia en el contexto urbano,
cionada con los disegnos integracionistas especialmente en las periferias metropo-
de determinados países, tales como la litanas, de poblaciones categorizables étni-
fusión cultural norteamericana, las varian- camente y las políticas de alojamiento lle-
tes del multiculturalismo presentes en vadas a cabo por los poderes públicos para
Cánada, Australia y Gran Bretaña o el evitar la ghettoización, así como las tra-
modelo intercultural del Quebec (ver al yectorias residenciales de los migrantes,
respecto los trabajos de Michel Wier- desde su llegada al país de destino hasta
vorka), es decir una cuestión de escuela. su instalación duradera, contituyen el eje
Por el contrario, en Francia, la conside- en torno al cual se estructuran las dife-
ración de la discriminación social y de la rentes contribuciones a este libro. El tér-
marginación espacial en el discurso insti- mino «lazo social» que figura en el títu-
tucional no se enmarcaba en un lazo de lo, conjuntamente con él de etnicidad, se
causa a efecto con el origen étnico. Sin refiere a algo muy concreto, o sea a los
embargo, los hechos han contradicho vínculos construidos en un espacio deter-
frontalmente esta postura institucional y minado —barrio, polígonos, inmuebles,
han puesto de relieve la importancia del lugares públicos simbólicamente signifi-
factor étnico en la interacción cotidiana cativos— así como a las condiciones pre-
y en el juego social. Como lo dice Vieillard- cisas que posibilitan su aparición como
Baron en este mismo libro: «las institu- el acceso a una vivienda.
ciones de la República ignoran las etnias Puede parecer de escasa utilidad para
sin combatirlas.» Frente a lo que uno de el contexto español una obra centrada en
los contributores, Thomas Kistzbaum, la etnicidad , desde el punto de vista fran-
llama, «la ideología del igualitarismo repu- cés, ya que, aquí se trata de un debate ya
blicano», las asistentes sociales, los media- antiguo, de principios de la década de los

1. Au coeur de l’ethnie. Ethnies, tribalisme et l’État en Afrique. París: La Découverte, 1985.


246 Papers 78, 2005 Ressenyes

ochenta, e inclusive antes en lo que se mente por ello y por la decentración y la


refiere a Cataluña y a los migrantes llama- posterior reflexión crítica a la que puedan
dos «internos», que desembocó en nume- incitar estas diferentes contribuciones, su
rosas publicaciones y aportes teóricos. lectura es muy conveniente por no decir
Asimismo, la singularidad de la situación obligada.
política española, con la Constitución La obra se inicia con un invitado de
democrática y el estado de las autonomías, lujo, si se me permite la expresión. Se trata
creó un ámbito propicio para ahondar en de Jean Rémy, cuya aportación a la socio-
ello, proceso del cual se aprovechó poste- logía y antropología del espacio ha sido
riormente el conjunto de los estudiosos fundamental, en los últimos años. En su
de las migraciones y también, las dife- corte texto recuerda oportunamente que
rentes administraciones necesitadas de las sociedades democráticas europeas des-
algunas herramientas básicas que les cansan sobre dos utopías, el intercambio
pudieran servir para orientar sus medi- igualitario y la intercomprensión profunda
das políticas. En el caso de Francia, esta que sirven de regulador de la acción y que
reciente preocupación por lo étnico pro- tienen como función mantener a distan-
cede casí exclusivamente del desfase cre- cia los grupos precarizados. Pero esto no
ciente, y recientemente sacado a la luz, hace más que provocar conflictos de apro-
entre un discurso institucional integra- piación del espacio entre los grupos con
cionista cuyos únicos objetivos explícitos el mismo destino social. Por ello, preco-
es convertir los nuevos residentes en ciu- niza evitar establecer un vínculo dema-
dadanos asimilados a los «valores de la siado mecánico entre la separación espa-
Républica» y unas realidades cotidianas cial —que permite a cada grupo expresar
en las que el particularismo étnico —o su diferencia— y la segregación como
comunitarismo, según la expresión con- proceso de exclusión recíproco. Inclusive,
sagrada— ostenta una extraordinaria vita- para él, el exceso de mixidad social puede
lidad en determinados barrios de las gran- desembocar en rechazos al despertar un
des urbes, a pesar de no tener ningún sentimiento de incompatibilidad. La inte-
reconocimiento oficial ni respaldo insti- racción y la negociación entre los distin-
tucional, al menos explícito. Además del tos grupos deben hacerse a partir del reco-
hecho de que Francia tiene una trayecto- nocimiento de la diferencia. Prolongando
ria mucho más larga que España en tanto su pensamiento, me atrevería a sugerir
que país receptor de población extranjera, que el término génerico de diferencia
lo que aporta indudablemente elementos representa en los contextos descritos en
de información sobre la probable evolu- el libro la diversidad cultural. Finalmente,
ción de nuestra propia situación, más allá Jean Rémy, siempre desde un método
de la configuración distinta de nuestros muy sugerente y que le es propio, da la
respectivos Estados, me parece sumamente vuelta a las opiniones generalmente admi-
instructivo enfrentar los puntos de vista tidas, en suma a los conformismos socio-
de los diferentes autores de este libro sobre lógicos. De hecho, confiere a los conflic-
la cuestión étnica, que, por otra parte, no tos una capacidad de comunicación si
concuerden forzosamente entre ellos, con desemboca a «modos de apropiación com-
la perspectiva que se tiene aquí, desde las partidos de espacios de coexistencia».
ciencias sociales, perspectiva cuya uni- El primer artículo, a cargo de la coor-
formidad asombraría si no fuese des- dinadora, Rabia Bekkar2, empieza por
mentida por la actitud de los autóctonos una valoración algo pesimista de los resul-
hacia los migrantes, en el día a día. Sola- tados de la discriminación positiva, tal

2. Avatars de l’Affirmative Action aux États-Unis.


Ressenyes Papers 78, 2005 247

como se practica en los Estados Unidos, bilización de la discriminación puede ero-


subrayando su ineficacia en lo que se refie- sionar el mito igualitario como funda-
re a la atribución de alojamientos, por no mento necesario del orden social y polí-
evitar la segregación y formación de ghet- tico. A la luz de los recientes disturbios
tos. A continuación, el segundo artículo ocurridos, en varias periferias de Paris,
de Annie Benveniste3 compara de forma mayoritariamente pobladas por descen-
detallada y sugerente la evolución de dos dientes de migrantes magrebís, este
comunidades —una judía y otra musul- comentario reviste un aspecto premoni-
mana— en dos municipios de la región torio.
parisiense. En sendos casos, la referencia Francine Dansereau, por su parte5,
al origen aparece como uno de los prin- analiza los resultados del modelo inter-
cipales criterios de identificación y de cultural de Quebec, en lo que se refiere
movilización en el contexto actual, al per- al alojamiento social, modelo que suele
mitir a los implicados trascender las fron- favorecer a los inmigrantes. Mientras las
teras del ámbito privado y situarse en el medidas adoptadas para crear una mixi-
seno de una comunidad, en este caso reli- dad social y étnica en estos alojamientos
giosa. tienen resultados dudosos y no impiden
En el siguiente artículo, John la formación de concentraciones étnicas
Crowley4 plantea la cuestión de la expor- que suelen estar percebidas como ghet-
tabilidad de los modelos de análisis anglo- tos, los intentos de crear una dinámica
americanos basados en la reformulación común entre los diferentes residentes,
teórica de simples situaciones particula- mediante cooperativas y organización de
res. Critíca el análisis del racismo realiza- actividades culturales son decepcionan-
da por autores británicos que se basan tes. El mercado privado del alojamiento,
exclusivamente en las lógicas de clase, así por su parte, favorece la homogeneidad
como la noción de negritud que resulta y la compatibilidad de los modos de vida,
ser parcial en su designación de las víci- tendencia que se acentúa con la aparición
timas del racismo. Parte del supuesto que de empresarios inmobiliarios étnicos.
el discurso identitario es colectivamente Las dos autoras del siguiente artícu-
performativo, siendo la creencia en la lo6 resumen el proyecto de investigación
identidad la que, de hecho, la constituye. en que están implicadas actualmente. Este
Por ello, el racismo se convierte en un fac- tiene como objetivo reconstruir las dife-
tor determinante de identidad a través del rentes etapas de los itinerarios residen-
estatuto común de víctima y la desviación ciales de los inmigrantes, según ellas, la
y reapropriación de los estigmatas como primera etapa se inscribe en las redes fami-
designaciones reivindicadas. Asimismo, liares y comunitarias. La segunda estaría
desde una perspectiva más epistemológi- marcada por la interacción entre las estra-
ca y deontológica, busca desvelar la con- tegias individuales o familiares y las limi-
tradicción inherente al principio de igual- taciones administrativas, políticas o socia-
dad en la mitología republicana francesa. les. La tercera etapa dominada por la
En efecto, la igualdad jurídica formal es aspiración a la propiedad resulta ser clave
díficil de justificar en un contexto de desi- ya que representa el éxito o el fracaso de la
gualdad efectiva. Por ello, la excesiva visi- trayectoria inmigratoria. En todos los

3. Trajectoires socio-résidentielles ou la force des constructions identitaires.


4. Communauté de souffrance: le racisme comme principe d’identité.
5. Entre la reconnaissance et la gestion de l’ethnicité: l’expérience canadienne.
6. FAYMAN, Sonia; TABOADA-LEONETTI, Isabel. Itinéraires résidentiels entre enracinement et assig-
nations.
248 Papers 78, 2005 Ressenyes

casos, la adquisición o construcción de tuto ambiguo, es decir, de hecho inferior.


una casa en el lugar de origen está siempre Por ello, malviven en tugurios, chabolas
presente como proyecto independiente o acampamientos, bajo el pretexto que su
del anterior. estancia tiene carácter temporal. Después
El alojamiento social sigue siendo el de la segunda guerra mundial, los poderes
objeto principal de las siguientes contri- públicos crean una sociedad mixta encar-
buciones. La contribución de Eric gada de construir grandes conjuntos urba-
Gallibour7, describe como ha ido evolu- nísticos, a la vez para erradicar estos alo-
cionando la forma de residencia de este jamientos insalubres y luchar contra la
grupo extranjero, conotado étnicamente, implantación del Frente de Liberación
y su situación desfavorecida con relación Argelino.
a otros colectivos extranjeros como los Una asociación católica controla la
brasileños. Concentrados en zonas periur- atribución de los alojamientos sociales y
banas de la ciudad de Cayena, están visi- desarrolla una acción educativa sobre su
bilizados y socialmente bloqueados. La gestión, desde una pura tradición higie-
siguiente de Thomas Kirszbaum8 pone nista. El origen de determinados grupos
de relieve como la doctrina urbanística de más desfavorecidos está visto como un
los poderes público franceses basada en factor de desorden, y favorece la creación
el esquema universalista y en la ideología de fronteras étnicas, por parte de las ins-
republicana no impiden la concentración tituciones. En efecto, las familias de
étnica en determinados lugares, lo que magrebís y de gitanos andaluces seleccio-
favorece la discriminación social y, para- nadas deben obedecer a criterios precisos
lelamente, el rehuso de los autóctonos de que traducen su total conformidad con
compartir el espacio con un grupo dis- las normas de la sociedad receptora. La
criminado. Además, esta situación indu- atribución de alojamientos acaba media-
ce los agentes públicos a categorizar a los tizada por redes clientelistas de tipo polí-
grupos, según su origen. tico o amistoso. Esto no impide que los
A continuación, figura el artículo de magrebís aparezcan como los más extran-
Michel Peraldi9, sociólogo conocido por jeros en el conjunto de los extranjeros de
su trabajo de campo exaustivo en algunos la sociedad local.
barrios de Marsella donde ha podido Daniel Pinson10, cuyas aportaciones
seguir su transformación durante muchos en antropología del espacio, y particu-
años: En el presente artículo, reconstru- larmente del espacio urbano en publica-
ye la historia del poblamiento del barrio ciones anteriores, son notables, reflexio-
norte de esta ciudad, desde principios del na aquí en torno a una investigación que
siglo XX hasta nuestros días. En los años ha llevado a cabo en la ciudad de Nantes
20-30, los argelinos sustituyen a los arme- entre familias magrebíes esencialmente
nios que se dispersan en otros lugares de marroquíes. Critica la noción misma de
la ciudad. Entoncés, se encuentran «en alojamiento social cuando se asocia a los
posición de inferioridad étnica» y «a pesar polígonos de viviendas protegidas y pone
de su posición de igualdad ciudadana», de relieve la distancia cultural, lingüísti-
según sus palabras, por tener, en tanto ca, ideológica y política entre la primera
que indígena argelino, —Argelia es colo- generación y la mal llamada segunda, ya
nia francesa en aquellos años— un esta- que se trata esencialmente de jóvenes

7. L’accession au logement social des immigrés haïtiens dans le département de la Guyane française.
8. Le principe de mixité à l’épreuve de l’ethnicité dans les politiques locales de l’habitat.
9. Frontière ethnique et societé locale urbaine. Ethnicités sédentaires à Marseille.
10. Ethnicité, ségrégation et figures nomades de l’habitat des immigrés maghrébins.
Ressenyes Papers 78, 2005 249

nacidos en Francia y, por lo tanto, ciu- «Concluye el autor con una tipologia de
dadanos franceses, en cuanto a la repre- las etnias basada en casos empíricos que
sentación que tienen de ellos mismos en nos parece poco convincente y que nos
su barrio. Mientras los primeros estable- reafirma en el carácter sumamente ambi-
cen relaciones de comunidad a comuni- guo de la noción de etnia, a la que prefe-
dad con sus vecinos franceses, los segun- rimos la de etnicidad por su carácter sub-
dos utilizan en sus conflictos cotidianos jetivo y, por ello, cambiante y contextual.
un lenguaje inspirado de los derechos del Además, en el contexto en el que se sitúa
hombre y de los ideales democráticos. el autor, nos parece tener mucha más efi-
Podriamos añadir que, a nuestro juicio, cacia explicativa; en efecto, proporciona
los recientes motines en las periferias de una herramienta mucha más adecuada
las grandes urbes francesas, en que los para desvelar, detrás de la categorización
ciudadanos franceses de origen magrebí étnica utilizada por los agentes institu-
son mayoritarios, demuestran que el cionales o parainstitucionales, de forma
principio de igualdad derivado de estos frecuente, aunque informal, «la forma-
ideales no les son aplicados, por lo que ción de barreras símbolicas», para tomar
son —y se sienten— «ciudadanos de de prestado sus mismas palabras, las cua-
segunda». les, añadiríamos, sirven para enmascarar la
La última contribución titulada, «Les desigualdad social, detrás de la pertenen-
ethnies en banlieue. Définition, repré- cia étnica.
sentation, imposition» está a cargo de Esto me lleva, a título de conclusión
Hervé Vieillard-Baron. El autor subraya y como advertencia en el caso español y,
como los términos de etnia, grupo étnico particularmente, catalán, de que el reco-
o etnicidad son ampliamente utilizadas nocimiento de la diversidad cultural,
por los diferentes agentes institucionales buena en sí, porque dignifica quienes la
(policías, trabajadores sociales, educado- ostentan y constituye un aprendizaje de
res, docentesy personal administrativo) la tolerancia por parte de la sociedad
en los barrios difíciles de la periferia pari- mayoritaria, no es por sí sola la panacea
siense. Deduce de ello que: «el reducir el que resolverá la cuestión de la completa
sistema francés a un jacobinismo opresor integración de los inmigrantes. La llave
de las minorías, compete al prejuicio», de esta integración se encuentra en la apli-
siendo el problema, para él, «eminente- cación de medidas realmente efectivas
mente social». Subraya que este recono- para que la igualdad de derechos y de
cimiento de hecho, no respaldado por un oportunidades no sean simples lemas
reconocimiento de derecho, crea conse- demagógicos. Esto nos devuelve a la pro-
cuencias no deseadas: el hecho de per- blemática planteada por Rabia Bekkar, en
manecer en los barrios desfavorecidos y la primera aportación del libro: discrimi-
discriminados permite beneficiarse de ven- nación positiva, ¿sí o no? El debate per-
tajas sociales pero, al mismo tiempo, con- manece abierto.
tribuye a la segregación espacial de la
población étnicamente categorizada. Danielle Provansall

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