Вы находитесь на странице: 1из 2

“GLORIOSA FAMILIA SANJOSEFINA”

Ing. Guillermo Pérez Sialer

“Los pueblos que no se preocupan por la buena educación de sus hijos, no tienen
derecho a un mejor destino”. Y es que la educación de todos los tiempos y de
todas las naciones ha tenido y tiene como fin último contribuir a la formación del
ser humano, de prepararlo a través del aprendizaje, la instrucción para la vida,
para la superación espiritual de la persona humana y orientarlo hacia las
realizaciones de las más ansiadas metas sociales. Por ello, resulta muy
importante que para la formación de juventudes de nuestro país, se cuente con
instituciones que recojan sus inquietudes, su energía, su entusiasmo,
características de esta etapa de la vida.
Auguste Comte (Francia, 1798 – Francia, 1857), sostiene que: "La educación es
la manera de aprender a vivir para otros por el hábito de hacer prevalecer la
sociabilidad sobre la personalidad". Por su parte Wilheim Dilthey (Alemania,
1833 – Austria, 1911), concluye que: “La educación es la actividad planeada por
la cual los profesores forman la vida anímica de los seres en desarrollo”.
En nuestra ciudad de Chiclayo, Región Lambayeque, se ubica el Colegio
Nacional de San José, centenaria institución educativa, fundada el 24 de
setiembre de 1,859. Su espíritu ínclito trascendía al contexto de la Comunidad
Social, a través de valores como la asistencia, la puntualidad, la disciplina, el
trabajo, el aseo y la responsabilidad. Además, la grandeza espiritual que
encontrábamos en sus aulas, los triunfos en las competencias académicas o
deportivas, generaban su fama y el prestigio del que goza.
Hace 45 años nuestra promoción 1,973 Mártires de las Luchas Populares,
egresamos del Colegio Nacional de San José. Ingresamos en el año de 1969
cuando dirigía el colegio, uno de los últimos directores exitosos que recrearon
formas de conducción en base a concretar esfuerzos con los docentes, padres
de familia y alumnado. Cómo olvidar a Eloy Arriola Senisse “el loco”, profesor de
Literatura. Su entusiasmo por las relaciones institucionales, la alegría
desbordante puesta de manifiesto en los triunfos del colegio, el acercamiento
amical a los alumnos y su preocupación por la mejora constante de la
preparación educativa. Junto al gran Karl Weiss Schereiber, constituyen los dos
Directores en los cuales se protagoniza la historia de nuestro San José. Los dos
han sido reivindicados con el reconocimiento y el recuerdo permanente.
El idealismo y el entusiasmo se fueron con la juventud de ayer, nuestra juventud.
La juventud del cine, de la máquina de escribir, de la lectura, de la chacota, para
dar paso a la dictadura del celular, el internet, con sus ventajas de comunicación
e información, pero con la pérdida de la privacidad y el debilitamiento de la unión
familiar. El mundo está muy mal, es cierto, pero en muchos sentidos, también
está mejor de lo que estuvo nunca antes y esa idea es un punto de apoyo sobre
el que se puede reconstruir las ilusiones y las esperanzas.
Recordemos que la vida en cualquier época, vale la pena de ser vivida, aunque
no tenga esas características románticas con que las concebimos los jóvenes
Idealista de hace cuatro décadas y media cuando me tocó partir como integrante
de la Promoción1973 “Mártires de las Luchas Populares” del Glorioso Colegio
Nacional de San José de Chiclayo. Este 24 de setiembre, el “Coloso del Norte”
cumple 159 años de fundación y me embarga la emoción por la ilusión del gran
desfile, por el reencuentro con mis compañeros de promoción y por el recuerdo
sanjosefino que llevo dentro de mi alma y que me hace siempre feliz.

Вам также может понравиться