SAGAÓN MACÍAS DIANA

MICHELLE.

PROF. ALEJANDRA OROPEZA

ALMAZAN.

CIENCIA Y TECNOLOGÍA CON

HUMANISMO.

PSICOLOGÍA.

27/06/18.
La inseguridad en la Ciudad de México, ha ido en aumento en los últimos años. El
76,8 de la población adulta en México considera que vivir en la ciudad es inseguro,
según encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana, (ENSU)1, realizada
durante la primera quincena del mes de marzo de 2018. Esta dato ha sido más
perceptible por la población femenina, ya que se han registrado más de
feminicidios, asaltos, robo de autos, asalto a casa habitación, secuestros y
violaciones a mujeres que hombres. A estas cifras hay que añadirle el
narcomenudeo, delito que también ha ido aumentando.

Dando como resultado un proceso de miedo, generalizado en la ciudadanía,

donde hemos observado, que cada día hay bardas más altas, vemos más
viviendas con protecciones, mujeres solas, que aferran su bolsa, y miran a cada
momento a su alrededor, parques donde antes veíamos a niños jugar solos, ahora
están acompañándose de adultos. Automóviles con seguros de faros, cámaras y
alarmas. Ya es común ver padres, tíos, primos, esperando por sus familiares en
las paradas de transporte público, por temor a que sean víctimas, de la
delincuencia. En los periódicos aparecen aun más notas rojas, por los cruentos
asesinatos que se cometen diario.

Sin que hasta el momento las autoridades correspondientes hayan tenido éxito
combatiendo esta oleada de inseguridad.

La ciudadanía también ha observado, que la delincuencia se ha apropiado de las

calles, y lugares de esparcimiento.

Que han refinado, sus actividades, estudiando los horarios, rutas, y ventas de los
comercios y la ciudadanía en general. Han ubicado las cámaras de vigilancia, y los
robos a transeúntes, negocios y casas ocurren en puntos ciegos. Usan vestimenta
que les cubra rostro y cara. Traen dos playeras por si se presenta una patrulla
tiran una playera y ya no es posible ubicarlos.

Con todos estos datos yo propondría, que nuestra policía estuviera mejor
capacitada, tuviera mejores sueldos, que hubiera controles estrictos en materia de
corrupción, y no bastará con cesarlos de su cargo, así mismo castigos severos de
cárcel y reparación del daño al doble del delito cometido y nunca más ocupar un
cargo público.

Que los policías de cada cuadrante, se presenten a los vecinos, que se conozcan
y tener pronta respuesta a las llamadas de auxilio.

1
http://www.beta.inegi.org.mx/app/saladeprensa/noticia.html?id=4134
Que los ministerios públicos, sean eficientes que estén disponibles las 24 horas y
también sean monitoreados.

Agilizar los tiempos de denuncia, y poder tener la certeza que serán atendidas sin
temer a represalias.

Utilizar, y que tengan mantenimiento las cámaras de vigilancia, y ampliar la red

para evitar puntos ciegos, así mismo que haya personal suficiente para estar
vigilando las 24 horas.

Y cuando vean alguien con conducta sospechosa mandar a patrullar.

Habría que ser muy estrictos en caso de violaciones, asesinatos, trata de

personas, secuestro y pederastia. No en pena de muerte, pero si cadena
perpetua, siendo donadores cada determinado tiempo por ejemplo donadores de
sangre, médula ósea, y a su muerte, sean donadores totales, tanto de órganos,
piel y estudios para universidades.

Ampliar y mejorar nuestro sistema carcelario, dividiendo entre delitos menores y

mayores. Que contarán con servicios Psicológicos, que permitirán tener una
verdadera reinserción a la sociedad.

Hacer una verdadera conciencia entre la ciudadanía de no comprar robado.

Es un enorme reto, combatir la inseguridad, la corrupción en todos los niveles y no

solo judiciales, sino en todas partes. Crear conciencia es una tarea de todos y de
ejercicio diario. Es difícil pero no imposible, la mayoría de los Mexicanos somos
gente de trabajo, y solidarios. Y ha quedado más que demostrado, que cuando
hemos sufrido desgracias la ciudadanía se vuelca en apoyo en todos los niveles,
desde las amas de casa, niños, adultos, todos moviéndonos en la misma dirección
ofreciendo apoyo. Debemos tener siempre eso en nuestra vida diaria, el apoyo
constante, empezar en casa, escuelas, y con vecinos y así ir agrandando el círculo
hasta hacerlo nacional.

Puede ser una enorme montaña, de desbaratar pero piedra a piedra se puede
lograr hasta reducirla y poder pensar en erradicarla completamente.

Si es cierto que la pobreza es un factor que puede propiciar la delincuencia,

también es cierto que con un buen gobierno sin corruptelas se puede pensar en
poder combatirla con mejores condiciones laborales. Que los programas sociales
ya existentes de verdad lleguen a los que necesiten.
Que se piense en inversiones extranjeras ofreciéndoles beneficios fiscales para
que haya más y mejores empleos con capacitación constante que le permita al
trabajador mejorar su empleo y por ende su calidad de vida.

Podría pensarse que es una utopía, un sueño o idealismo. Pero sé con certeza
que el Mexicano promedio, deseamos un país próspero seguro para las futuras
generaciones y empezar con nosotros mismos. Es tiempo de reflexión y acción
empezando con nosotros mismos, no comprar robado, no alentar la corrupción,
para evitar multas o filas, hacer conciencia cívica y con nuestro ejemplo influir en
los que nos rodean.