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HECHOS

El sábado 11 de junio de 1988 el señor Dalmiro Sáenz, en el programa televisivo de Gerardo


Sofovich, “La noche del sábado” expresó todo un largo discurso con palabras ofensivas,
irrespetuosas y blasfemas sobre Jesucristo y la Virgen María.

Miguel Ekmekdjian al sentirse profundamente lesionado en sus sentimientos religiosos por las
frases de Sáenz, remite a Gerardo Sofovich y a Canal 2 de Televisión una carta documento para
que en el mismo programa la leyera contestando los supuestos agravios vertidos por Sáenz.

Ante la negativa del conductor del programa a leer la carta documento, Ekmekdjian inició un
juicio de amparo contra Gerardo Sofovich y "Canal 2 de Televisión" con el objeto de que se los
condenara a la lectura de una carta documento en el programa "La noche del sábado", que
emitía el mencionado canal bajo la producción y dirección de Sofovich.

Fundó su petición en el derecho a réplica basándose para ello en:

 el Art. 33 de la Constitución Nacional (garantías y derechos implícitos): “Las


declaraciones, derechos y garantías que enumera la Constitución, no serán entendidas
como negación de otros derechos y garantías no enunciados...”
 el Art. 14 del Pacto de San José de Costa Rica: “Toda persona afectada por
informaciones inexactas o agraviantes emitidas en su perjuicio a través de medios de
difusión legalmente reglamentados y que se dirijan al público en general, tiene derecho
a efectuar por el mismo órgano de difusión su rectificación o respuesta en las
condiciones que establezca la ley”.

El juez de primera instancia rechazó la demanda con los


mismos argumentos empleados por la Corte Suprema al resolver en la causa Ekmekdjian c/ Neustad,
“no tiene derecho a réplica por no haber mediado una afectación a la personalidad”. “El derecho a
réplica no puede considerarse derecho positivo interno porque no ha sido aún reglamentado”.

La cámara de Apelaciones resolvió en este mismo

sentido. Sostuvo además que el actor no está legitimado para intentar la acción iniciada ya que como
él mismo lo advirtió no poseía un derecho subjetivo a la respuesta y sólo tenía un interés difuso; lo
cual era insuficiente para obrar como lo hizo, ya que de acuerdo con la naturaleza del derecho de
respuesta o rectificación, de carácter personalísimo, éste involucra en su titularidad a un determinado
sujeto persona física y excluye a los intereses de carácter difuso o colectivo.

Como consecuencia el actor dedujo recurso extraordinario ante la Cámara el cual no fue
concedido, esto motivó la queja por denegación del recurso ante la Corte Suprema.

¿Qué resolvió la Corte Suprema de Justicia de la Nación?

En primer lugar la Corte se pregunta ¿es procedente la queja?


1
La Corte hace lugar a la queja declarando procedente el recurso extraordinario, entendió
debía pronunciarse por existir en el caso una cuestión federal toda vez que se cuestiona la
inteligencia de una cláusula de la CN-art., 33- y del Pacto de San José de Costa Rica-art.,
14- y la decisión impugnada es contraria al derecho que el recurrente pretende sustentar
en aquella.

.
En segundo lugar la CS se pregunta ¿el derecho a réplica integra nuestro ordenamiento
2 jurídico?

En este sentido también responde positivamente ya que el PSJCR fue ratificado por
nuestro país en 1984, en consecuencia es ley suprema de la Nación conforme el art., 31
CN. Ahora corresponde analizar si aquella disposición-art., 14- es operativa en nuestro
derecho interno o por el contrario es programática y requiere de su complementación
legislativa.

Sobre este punto la Corte resuelve de manera opuesta a como lo había hecho años atrás
en la causa “Ekmekdjian c/ Neustad”. En este último fallo la CS entendió que al utilizar el
art., 14 la frase “en las condiciones que establece la ley” se refería a la necesidad de que
se dictara una ley que estableciera que el derecho de réplica fuera considerado derecho
positivo interno.

En este nuevo fallo la CS cambia de parecer e interpretó que al expresar el Pacto de San
José de Costa Rica, Art. 14, “en las condiciones que establece la ley” se refiere a
cuestiones tales como el espacio en que se debe responder o en qué lapso de tiempo
puede ejercerse el derecho, Por lo tanto, el derecho a réplica existe e integra nuestro
ordenamiento jurídico, sin necesidad que se dicte ley alguna.

Para así resolver la Corte se basó en el Art. 31 de la C.N. y en lo establecido por la


Convención de Viena sobre el derecho de los tratados, donde se confiere primacía al
derecho internacional sobre el derecho interno. En este sentido ante un eventual conflicto
con cualquier norma interna la Convención de Viena impone asignar primacía al tratado.

Importante: la razón principal para que la Corte Suprema haya resuelto de manera
diferente a como lo había hecho en el caso Ekmekdjian vs Neustadt hay que
buscarla en la diferente interpretación que se le dio a la frase “en las condiciones
que establece la ley” en ambos casos.

Resuelta esta cuestión la CS pasa a analizar si el actor tiene legitimación para actuar.
3 Consideró la Corte que el actor estaba legitimado para actuar por verse afectado
profundamente en sus sentimientos religiosos; el Sr. Dalmiro Sáenz interfirió en el ámbito
privado del Sr. Ekmekdjian conmoviendo sus convicciones más profundas, lo que implica
un verdadero agravio a un derecho subjetivo.

Debe ser una ofensa de gravedad sustancial, es decir, no una mera opinión disidente sino
una verdadera ofensa generada en una afirmación que invade los sentimientos más íntimos
del afectado, convirtiéndose en un agravio al derecho subjetivo Ejercido este derecho de
responder a los dichos del ofensor, su efecto reparador alcanza, al conjunto de quienes
pudieron sentirse con igual intensidad ofendidos por el mismo agravio, a los efectos de
evitar que el derecho que aquí se reconoce se convierta en un multiplicador de respuestas
interminables.

RESOLUCIÓN DEL FALLO.-La Corte resolvió hacer lugar al derecho a réplica ordenando la
aclaración inmediata y gratuita en el mismo medio, y fue así que se condenó a Gerardo Sofovich a
dar lectura a la carta documento en la primera de las audiciones que conduzca.

Consecuencias del fallo:

 Se implementa el derecho a réplica sin una ley que lo autorice.


 Se evitan abusos de la libertad de expresión.
 Se reconoce prioridad al derecho internacional sobre el
derecho interno.
 Se establece que las garantías individuales existen y
protegen a los individuos.

Los Dres. Petracchi, Moliné O´connor, Levene y Belluscio, hacen lugar a la queja, declaran
admisible el recurso y confirman la sentencia apelada. Son los votos en disidencia del fallo.

Voto en disidencia de los doctores Petracchi y Moliné O'Connor.

Estos miembros de la CS reconocen que es procedente la queja y que el derecho de réplica integra
nuestro derecho interno, pero desconocen la legitimación del actor para actuar.

En cuanto a los dos primeros puntos disponen: el PSJCR integra el ordenamiento jurídico argentino,
no obstante debe examinarse si la norma que prevé el derecho de rectificación o respuesta (art. 14
del pacto) exhibe naturaleza operativa o programática. Para esto se centran en la diferencia existente
entre los tratados internacionales de derechos humanos y el resto de los tratados. Los 1º, buscan
establecer un orden público común cuyos destinatarios no son los Estados, sino los seres humanos
que pueblan sus territorios. Su objetivo y su fin son la protección de los derechos fundamentales de
los seres humanos independientemente de su nacionalidad, tanto frente a su propio Estado como
frente a los otros Estados contratantes. Sentada esta diferencia aclara que las normas contenidas
en los tratados internacionales de derechos humanos gozan de “presunción de operatividad”, esto
es que las normas aludidas establecen derechos que se presume pueden ser invocados, ejercidos
y amparados sin el complemento de disposición legislativa alguna. En consecuencia si el Pacto de
San José de Costa Rica es un tratado internacional sobre derechos humanos, le resulta aplicable la
citada presunción de operatividad.

En cuanto a la legitimación del actor sostienen: el tipo de información que da origen al derecho de
rectificación o respuesta es aquel que se refiere directamente al presunto afectado o, al menos, lo
alude de modo tal que resulta fácil su individualización. Por el contrario si este derecho se
reconociera sin que sea necesario mención de la persona afectada se abriría la posibilidad de
infinitos cuestionamientos a expresiones ideológicas o conceptuales que, en definitiva, afectarían a
la libertad de prensa.
El recurrente en ningún momento fue aludido en el programa "La noche del sábado", por lo que el
interesado deberá obtener satisfacción por otros medios. En el sub lite el actor expresa que se ha
sentido dolido como consecuencia de expresiones vertidas en un programa de televisión que habrían
sido lesivas para la fe católica. Esta sería, en verdad, la eventual atacada. No lo ha sido, en cambio,
el recurrente: éste no alega que se lo haya mencionado o aludido en el programa. En consecuencia,
es palmaria la ausencia de legitimación del actor para ejercer el derecho de rectificación o respuesta
en el presente caso.

Voto en disidencia del doctor Levene (h.).

Este vocal de la CS reconoce la existencia de cuestión federal que da lugar a la queja, no obstante
sostiene que el derecho a réplica, rectificación o respuesta, no se encuentra comprendido entre los
implícitos que reconoce el art. 33 de la Constitución Nacional manteniendo la postura de fallos
anteriores. Es decir que desconoce el carácter operativo del art., 14 del PSJCR y sujeta su vigencia
en el orden interno al dictado de ley que lo reglamente. No obstante entiende que si bien la redacción
del art. 14.1 es clara y sencilla, en cuanto otorga a quienes se encuentren en las situaciones allí
previstas, el derecho de rectificación o respuesta, aunque sujetándolo a la ley que establezca la
reglamentación, el Poder Judicial como órgano máximo de protección de esos derechos posee la
inclaudicable misión de tutelarlos en forma concreta y efectiva, supliendo si fuere necesario la
omisión legislativa reglamentaria.

Concluye además en la falta de legitimación del recurrente ya que el art., 14.1 de la Convención, ha
fijado los límites del ejercicio de ese derecho mediante la enumeración de dos condiciones
indispensables: a) la afectación debe provenir de informaciones inexactas o agraviantes, b) esa
afectación debe causar al afectado un perjuicio. En el caso no se han vertido informaciones sino
expresiones que más allá de la intencionalidad con que las mismas fueron expuestas, en modo
alguno pueden caracterizarse como informaciones y, menos aún, respecto del recurrente, quien ni
siquiera fue aludido durante la emisión del citado programa.

Voto en disidencia del doctor Belluscio.

Reconoce la existencia de cuestión federal que habilita la instancia extraordinaria. Insiste en la falta
de operatividad del derecho de réplica pues el PSJCR lo remite a "las condiciones que establezca la
ley, (art 14.1), de manera que mientras tal ley no sea dictada no podrá adquirir operatividad.

Niega también la legitimación del actor. El art., 14.1 reconoce el derecho de rectificación o respuesta
a "toda persona afectada por informaciones inexactas o agraviantes emitidas en su perjuicio", y es
evidente que no es tal el caso de autos, pues el actor no ha sido aludido, agraviado ni directamente
afectado por las expresiones impugnadas, requisito de aplicación del derecho invocado pues de lo
que se trata es de permitir la respuesta o rectificación al directamente aludido y no de abrir un debate
en el cual cada habitante de la Nación pueda rebatir las ideas expuestas por otro en un medio de
difusión.

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