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UNIVESIDAD NACIONAL DEL CENTRO DEL

PERÚ

FACULTAD DE INGENIERÍA DE INDUSTRIAS


ALIMENTARIAS

BIOTECNOLOGIA

Abril, 2018.
BIOTECNOLOGÍA

La biotecnología puede definirse como el empleo de organismos vivos para la obtención de un bien
o servicio útil para el hombre. Así, la biotecnología tiene una larga historia, que se remonta a la
fabricación del vino, el pan, el queso y el yogurt. El descubrimiento de que el jugo de uva
fermentado se convierte en vino, que la leche puede convertirse en queso o yogurt, o que se puede
hacer cerveza fermentando soluciones de malta y lúpulo, fue el comienzo de la biotecnología, hace
miles de años. Aunque en ese entonces los hombres no entendían cómo ocurrían estos procesos,
podían utilizarlos para su beneficio. Estas aplicaciones constituyen lo que se conoce como
biotecnología tradicional, que se basa en la obtención y utilización de los productos de ciertos
microorganismos.

Hoy en cambio los científicos comprenden cómo ocurren estos procesos biológicos, lo que les ha
permitido modificarlos o copiarlos para obtener mejores productos. Saben, además, que los
microorganismos fabrican compuestos químicos claves para la industria (aminoácidos, ácidos
orgánicos, alcoholes) y enzimas que pueden emplearse eficientemente en diversos procesos, como
la fabricación de detergentes, papel y medicamentos.

La biotecnología moderna surge en la década de los ’80, y utiliza técnicas, denominadas en su


conjunto “ingeniería genética”, para modificar y transferir genes de un organismo a otro. De esta
manera es posible producir insulina humana en bacterias y, consecuentemente, mejorar el
tratamiento de la diabetes. Por ingeniería genética también se fabrica la quimosina, enzima clave
para la fabricación del queso y que evita el empleo del cuajo en este proceso. La ingeniería genética
también es hoy una herramienta fundamental para el mejoramiento de los cultivos vegetales. Por
ejemplo, es posible transferir un gen proveniente de una bacteria a una planta, tal es el ejemplo del
maíz transgénicos resistente a insectos, maíz Bt. En este caso, los bacilos del suelo fabrican una
proteína que mata a las larvas de un insecto que normalmente ataca al maíz. Al transferirle el gen
correspondiente a esta proteína, el maíz puede fabricar esta proteína y así resistir a la plaga.
ANTECEDENTES HISTÓRICOS Y DESARROLLO DE LA BIOTECNOLOGÍA
Uso de herbicidas aumentó más en cultivos convencionales que en cultivos transgénicos
El científico de malezas Andrew Kniss de la Universidad de Wyoming (Estados Unidos) ha
realizado un estudio comparativo del uso de herbicidas en cultivos. En él se demuestra que en los
últimos 25 años el uso de herbicidas ha aumentado más rápidamente en cultivos
convencionales que en cultivos transgénicos. Datos que invalidan uno de los argumentos más
repetidos por parte de los anti-transgénicos pese a que no existieran datos que los respaldaran: que
la adopción de cultivos transgénicos aumente el uso de herbicidas. Los resultados de este estudio
han sido publicados en Nature Communications.

El científico del Departamento de Ciencias Vegetales de la Universidad de Wyoming ha


demostrado que la intensidad del uso de herbicidas ha aumentado en los últimos 25 años en cultivos
de maíz, algodón, arroz y trigo convencional. Incluso si se percibe que los cultivos transgénicos
causan un aumento en el uso de herbicidas, los aumentos reales en el uso de herbicidas fueron
más rápidos en los cultivos convencionales.

Los resultados mostraron que incluso a medida que aumentaba el uso de herbicidas, la toxicidad
crónica asociada con su uso disminuyó en dos de seis cultivos, mientras que la toxicidad aguda
disminuyó en cuatro de seis cultivos. En el último año del estudio, el glifosato representó el 26%
del maíz, el 43% de la soja y el 45% de las aplicaciones de herbicidas del algodón. Sin embargo,
debido a la baja toxicidad crónica de este herbicida en particular, contribuyó sólo en un 0.1%,
0.3% y 3.5% de riesgo de toxicidad en esos cultivos, respectivamente.

Si las malezas no estuvieran controladas por herbicidas, la producción mundial de alimentos


podría disminuir en un 20-40%.

 Fuente: http://fundacion-antama.org/estudio-demuestra-que-el-uso-de-herbicidas-aumenta-
mas-en-cultivos-convencionales-que-en-cultivos-mg/
 Más información: http://weedcontrolfreaks.com/2017/04/gmos-and-herbicides-its-
complicated/
 Estudio: https://www.nature.com/articles/ncomms14865
La soja genéticamente modificada aumentará
el rendimiento en condiciones climáticas
futuras

Para 2050, tendremos que alimentar a 2 mil millones más de personas y con menos tierra.
Mientras tanto, se prevé que los niveles de dióxido de carbono llegarán a 600 partes por millón, un
50% más que los niveles actuales, y se espera que las temperaturas de 2050 coincidan
frecuentemente con el 5% de días más calurosos de 1950-1979. En un estudio de campo de tres
años, investigadores demostraron que la producción de soja genéticamente modificada para una
fotosíntesis optimizada produjo más que la soya convencional en las condiciones climáticas
previstas para 2050.

“Nuestro sistema climático y la atmósfera no están cambiando en forma aislada de otros factores; en
realidad hay múltiples facetas”, dijo el científico del USDA/ARS Carl Bernacchi, profesor asociado
de biología vegetal en el Instituto Carl R. Woese de Biología Genómica de la Universidad De
Illinois. “El efecto del dióxido de carbono en sí mismo parece ser muy generalizado, pero descuida
la complejidad de la adición de temperatura en la mezcla. Esta investigación es un paso en la
dirección correcta hacia el intento de encontrar una manera de mitigar las pérdidas de rendimientos
relacionadas con la temperatura que probablemente ocurrirán incluso con el aumento de las
concentraciones de dióxido de carbono”.

Publicado en el Journal of Experimental Botany, este estudio encontró que el cultivo modificado
rindió más cuando se sometió tanto al aumento de temperatura y de niveles de dióxido de carbono;
sin embargo, encontraron poca o ninguna diferencia entre cultivos modificados (que sobre-
|expresan una enzima que optimiza el proceso de fotosíntesis) y no modificados ya sea en el
aumento de la temperatura, o aumento del dióxido de carbono en las condiciones climáticas
actuales.

Este trabajo sugiere que podemos aprovechar los cambios genéticos para ayudar a compensar los
efectos perjudiciales del aumento de la temperatura. Además, según Bernacchi, no se puede deducir
complicados sistemas ambientales y de plantas en el que aumentar los niveles de dióxido de
carbono aumente los rendimientos y aumentar la temperatura reduzca los rendimientos.

“Los experimentos bajo condiciones controladas son excelentes para entender conceptos y
mecanismos subyacentes”, dijo el primer autor del estudio Iris Köhler, ex investigador postdoctoral
en el laboratorio de Bernacchi. “Pero para entender lo que sucederá en una situación del mundo
real, es crucial estudiar las respuestas en un entorno natural, y SoyFACE es perfecto para este tipo
de estudio”.

SoyFACE (Soybean Free Air Concentration Enrichment) es una instalación innovadora que emula
las condiciones atmosféricas futuras para comprender el impacto en los cultivos del Medio Oeste de
Estados Unidos. Estos resultados son especialmente notables porque los cultivos en este
experimento de SoyFACE fueron expuestos a las mismas condiciones ambientales (es decir, el sol,
el viento, la lluvia, las nubes, etc.) como otros cultivos de campo de Illinois.

“En realidad es un poco una sorpresa”, dijo Bernacchi. “He estado haciendo investigación de campo
durante bastante tiempo, y la variabilidad es una de las cosas que es una parte inherente de la
investigación de campo. Por supuesto, vimos la variabilidad en los rendimientos de año en año, pero
la diferencia entre las plantas modificadas y no modificadas fue notablemente constante durante
estos tres años. “

Estas sojas modificadas son sólo una parte de la ecuación para satisfacer las demandas de 2050.
Esta modificación probablemente se puede combinar con otras modificaciones (un proceso llamado
“apilamiento”) para mejorar aún más los rendimientos. “Cuando estamos tratando de satisfacer
nuestras necesidades de alimentos para el futuro, esta modificación específica es una de las muchas
herramientas en las que vamos a tener que confiar”, dijo Bernacchi. “Hay un montón de
investigación en todo el planeta que está buscando diferentes estrategias para hacer mejoras, y
muchas de ellos no son mutuamente excluyentes”.

 Fuente: https://www.sciencedaily.com/releases/2017/05/170503151935.htm
 Estudio: https://academic.oup.com/jxb/article-lookup/doi/10.1093/jxb/erw435

Genoma del árbol del té contiene pistas sobre


cómo una hoja produce tantos sabores
Todas las variedades más populares de té (incluyendo té negro, té verde, té oolong, té blanco y chai)
provienen de las hojas del arbusto de hoja perenne Camellia sinensis, también conocido como árbol
del té. A pesar de la inmensa importancia cultural y económica del té, se sabe relativamente poco
sobre el arbusto más allá de las hojas de té. Sin embargo, el primer borrador del genoma del árbol
del té publicado el 1 de mayo en la revista Molecular Plant puede ayudar a explicar por qué las
hojas de té son tan ricas en antioxidantes y cafeína.

Entender cómo el árbol del té difiere genéticamente de sus parientes cercanos puede ayudar a los
cultivadores de té a averiguar lo que hace a las hojas Camellia sinensis tan especiales. El género
Camellia contiene más de 100 especies, incluyendo varias plantas decorativas de jardín populares y
C. oleifera, que produce aceite de “árbol de té”, pero sólo se cultivan comercialmente dos
variedades principales (C. sinensis var. Assamica y C. sinensis var. Sinensis) para hacer té. “Hay
muchos sabores diferentes, pero el misterio es ¿Qué determina o cuál es la base genética de los
sabores del té?” dice el genetista de plantas Lizhi Gao del Instituto Kunming de Botánica en China.

Estudios previos han sugerido que el té debe gran parte de su sabor a un grupo de antioxidantes
llamados flavonoides, moléculas que se cree ayudan a las plantas a sobrevivir en sus ambientes.
Uno de ellos, un flavonoide de sabor amargo llamado catequina, está particularmente asociado con
el sabor del té. Los niveles de catequina y otros flavonoides varían entre las especies de Camelia, al
igual que la cafeína. Gao y sus colegas encontraron que las hojas de C. sinensis no sólo contienen
altos niveles de catequinas, cafeína y flavonoides, sino que también tienen múltiples copias de los
genes que producen cafeína y flavonoides.

La cafeína y los flavonoides, como las catequinas, no son proteínas (y por lo tanto no están
codificadas directamente en el genoma), pero las proteínas genéticamente codificadas en las hojas
de té las fabrican. Todas las especies de Camelia tienen genes para las vías productoras de cafeína y
flavonoides, pero cada especie expresa esos genes en diferentes niveles. Esa variación puede
explicar por qué las hojas de C. sinensis son adecuadas para hacer té, mientras que las hojas de otras
especies de Camelia no lo son.

Gao y sus colegas estiman que más de la mitad de los pares de bases (67%) en el genoma del árbol
del té son parte de secuencias de retrotransposones, o “genes saltarines”, que se han copiado y
pegado en diferentes lugares del genoma en numerosas ocasiones. El gran número de
retrotransposones dio lugar a una dramática expansión en el tamaño del genoma del árbol del té, y
posiblemente muchos duplicaciones de ciertos genes, incluidos los resistentes a enfermedades. Los
investigadores piensan que estas familias de genes “expandidos” deben haber ayudado a los árboles
de té a adaptarse a diferentes climas y tensiones ambientales, ya que los árboles de té crecen bien en
varios continentes en una amplia gama de condiciones climáticas. Dado que gran parte de los
retrotransposones copiados y pegados parece haber ocurrido relativamente recientemente en la
historia evolutiva del árbol del té, los investigadores teorizan que al menos algunas de las
duplicaciones son respuestas al cultivo agrícola.

Sin embargo, estos genes duplicados y el gran número de secuencias repetidas también volvieron a
ensamblar un genoma del árbol del té en una batalla cuesta arriba. “Nuestro laboratorio ha
secuenciado y ensamblado con éxito más de veinte genomas de plantas”, dice Gao. “Pero este
genoma, el genoma del árbol del té, fue arduo.”

Por un lado, el genoma del árbol del té resultó ser mucho mayor de lo que se esperaba inicialmente.
Con 3.02 millones de pares de bases de longitud, el genoma del árbol del té es más de cuatro veces
el tamaño del genoma de la planta del café y mucho más grande que la mayoría de las especies de
plantas secuenciadas. La complicación adicional del panorama es el hecho de que muchos de esos
genes son duplicados o casi duplicados. Los genomas enteros son demasiado largos para ser
secuenciados en una sola pieza, por lo que en su lugar, los científicos deben copiar miles y miles de
fragmentos del genoma, secuenciarlos e identificar secuencias superpuestas que aparecen en
múltiples fragmentos. Estos sitios de superposición se convierten en postes de señalización para
alinear los fragmentos en el orden correcto. Sin embargo, cuando el genoma mismo contiene
secuencias que se repiten cientos o miles de veces, esos solapamientos desaparecen en la multitud
de repeticiones; es como montar un rompecabezas de un millón de piezas donde todas las piezas del
medio parecen casi exactamente iguales.

Dicho todo, incluso con la secuenciación moderna, el montaje del genoma le tomó al equipo de más
de 5 años.

Y aun así, hay más trabajo por hacer, tanto en términos de doble verificación del proyecto genómico
y en términos de secuenciación de diferentes variedades de árbol de té de todo el mundo. “Junto con
la construcción de mapas genéticos y nuevas tecnologías de secuenciación, estamos trabajando en
un genoma del árbol del té actualizado que investigará parte del sabor”, dice Gao. “Vamos a ver la
variación del número de copias de genes para ver cómo afectan las propiedades del té, como el
sabor. Queremos obtener un mapa de diferentes variaciones del árbol del té y responder cómo fue
domesticado, cultivado y dispersado a diferentes continentes del mundo”.

 Fuente: https://www.sciencedaily.com/releases/2017/05/170501141648.htm
 Estudio: http://www.cell.com/molecular-plant/abstract/S1674-2052(17)30103-X

Desarrollan plátano africano transgénico resistente a plaga y mortal bacteria


Científicos del sector público de Kenia, Uganda y el Reino Unido han desarrollado plátanos
africanos transgénicos resistentes a nematodos y una mortal bacteria que pueden producir
pérdidas de entre 50% y 100% en la cosecha.

Las bananas y plátanos son el cuarto cultivo más importante en África, donde alimentan a más de
100 millones de personas ya que aporta muchas calorías y es barato de producir. Sin embargo, está
sujeto a severas limitaciones de productividad ya que es atacado por una serie de plagas y
enfermedades, entre los cuales se encuentran los gusanos nemátodos y la bacteria Xanthomonas
campestris pv. Musacearum – que causa la marchitez bacteriana del plátano. Esta bacteria es capaz
de destruir completamente una plantación, mientras que los nematodos pueden causar pérdidas de
hasta el 50% y aumentar la susceptibilidad a otras plagas y enfermedades.

El desarrollo de variedades mejoradas de plátano es fundamental para abordar estos desafíos


agrícolas. Sin embargo, debido a que los cultivares comerciales de plátano tienen altos grados de
esterilidad y triploidía, no se pueden usar las técnicas convencionales de mejoramiento basadas en
el cruzamiento. Además, el fitomejoramiento de este cultivo es muy limitado, ya que se propaga
vegetativamente por estacas (no produce polen) y no se conocen genes de resistencia para estos
patógenos en el género Musa (que incluye a las bananas y plátanos actuales).

Ambos factores hacen que la mejora mediante técnicas convencionales sea imposible o
extremadamente lenta. Por eso la ingeniería genética es una herramienta necesaria para resolver
estos problemas, ya que permite incorporar genes de interés, independientemente de su organismo
de origen.

Los desarrollos recientes que utilizan ingeniería genética han comenzado a abordar estos problemas
en el plátano, y según un nuevo estudio, científicos del sector público de Kenia, Uganda y el Reino
Unido, lograron cultivos de plátano genéticamente modificado capaces de resistir a la infección por
X. campestris pv. musacearum en el campo, a través de la incorporación de dos genes provenientes
del pimiento (Hrap, Pflp). Por otro lado, obtuvieron plátanos transgénicos resistentes a nematodos
usando genes de cistatinas de papa y maíz y secuencias de péptidos sintéticos específicos.

Los plátanos modificados con los genes Hrap y Pflp eran de las variedades ‘Sukali Ndiizi’ y
‘Nakinyika’, ambas muy consumidas en África, y la versión transgénica demostró resistencia total a
la bacteria bajo invernadero y en ensayos de campo confinados en Uganda. El uso de dos genes
permite retrasar y controlar cualquier posible resistencia de la bacteria.

Los investigadores manifiestan que la cuestión más importante para el desarrollo de estas
tecnologías en el sector público africano es mantener un nivel de apoyo de los donantes para las
etapas de transferencia tecnológica, en comparación con el desarrollo de tecnología Bt en algodón y
el maíz donde la inversión está asegurada por empresas biotecnológicas. Otro punto sustancial es la
capacidad de África para producir los muchos millones de plántulas transgénicas que se necesitarían
para los agricultores africanos, y además, los procesos regulatorios aún no se han optimizado en
África para apoyar la adopción rápida y segura de cultivos transgénicos útiles para el continente.

Además plantean que los objetivos científicos futuros, además del esfuerzo de transferencia
tecnológica, es aumentar los beneficios que ofrecen los cultivares de plátano transgénico mediante
el apilamiento de rasgos como la resistencia a nematodos y bacterias en los cultivares preferidos por
los agricultores africanos.

 Estudio: http://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1002/fes3.101/full

Quieres una mejor cerveza? Científicos secuencian el genoma de la cebada

¿Está buscando una mejor cerveza o un whisky escocés de malta? Bueno, un equipo de
investigadores de la Universidad de California, Riverside pueden haberlo resuelto. Son un grupo de
77 científicos de todo el mundo que ha secuenciado el genoma completo de la cebada, un
ingrediente clave en la cerveza y la malta escocesa. La investigación, con 10 años de duración, fue
publicada recientemente en la revista Nature.

“Esto lleva el nivel de completitud del genoma de la cebada hasta una enorme sección”, dijo
Timothy Close, profesor de genética en UC Riverside. “Es mucho más fácil para los investigadores
que trabajan con la cebada centrarse en los objetivos alcanzables, que van desde el desarrollo de
nuevas variedades pasando por el fitomejoramiento y hasta estudios mecanísticos de genes”.

La investigación también ayudará a los científicos que trabajan con otros “cultivos de cereales”,
incluyendo arroz, trigo, centeno, maíz, mijo, sorgo, avena, e incluso césped, que junto a los otros
cultivos alimenticios se encuentra en la misma familia, dijo Close.

La cebada se ha utilizado por más de 10.000 años como alimento básico, para las bebidas
fermentadas, y como alimentación animal. Se encuentra en los cereales para el desayuno, la harina
de uso múltiple y ayuda a aumentar el pan. La cebada malteada da color de cerveza, cuerpo,
proteína y los azúcares naturales necesarios para la fermentación. Y la malta escocesa está hecha de
sólo agua y cebada malteada.

El estudio en Nature proporciona nuevas ideas sobre las familias de genes que son clave para el
proceso del malteado. La secuencia del genoma de la cebada también permitió la identificación de
regiones del genoma que han sido vulnerables al estrangulamiento genético durante la
domesticación, conocimiento que ayuda a guiar a los fitomejoradores a optimizar la diversidad
genética en sus esfuerzos de mejora de cultivos.

Hace diez años, el “Consorcio Internacional de Secuenciación del Genoma de la Cebada”, dirigido
por Nils Stein, del Instituto Leibniz de Genética Vegetal y de Investigación de Cultivos en
Alemania, se propuso montar una secuencia de referencia completa del genoma de la cebada.

Esta fue una tarea desalentadora, ya que el genoma de la cebada es casi el doble del tamaño del
genoma humano y el 80% está compuesto de secuencias altamente repetitivas, que no pueden
asignarse con precisión a posiciones específicas en el genoma sin un esfuerzo adicional
considerable.

En este trabajo se utilizaron múltiples estrategias novedosas para eludir esta limitación fundamental.
Los mayores avances en la tecnología de secuenciación, el diseño algorítmico y la informática lo
hicieron posible. Sin embargo, este trabajo mantuvo equipos en todo el mundo (en Alemania,
Australia, China, República Checa, Dinamarca, Finlandia, Suecia, Suiza, Reino Unido y Estados
Unidos) ocupados durante una década. Este trabajo proporciona conocimiento de más de 39.000
genes de cebada.

Las bebidas alcohólicas se han hecho de cebada malteada desde la Edad de Piedra, y algunos
incluso consideran que esta es una de las principales razones por las que la humanidad adoptó el
cultivo de plantas agrícolas, al menos en la Media Luna Fértil, donde la cebada fue domesticada.

Durante el malteado, las proteínas amilasas son producidas por semillas germinadas para
descomponer el almidón rico en energía que se almacena en los granos secos, produciendo azúcares
simples. Estos azúcares entonces quedan disponibles para la fermentación por levaduras para
producir alcohol. La secuencia del genoma reveló mucha más variabilidad de lo que se esperaba en
los genes que codifican las enzimas amilasas.

La cebada se cultiva en todo el mundo, siendo Rusia, Alemania, Francia, Canadá y España los
principales productores. En los Estados Unidos, la cebada se cultiva principalmente en el noroeste.
Idaho, Montana y Dakota del Norte son los principales productores.

 Fuente: https://ucrtoday.ucr.edu/46631
 Estudio: https://www.nature.com/nature/journal/v544/n7651/full/nature22043.html
Identifican genes útiles para desarrollar caña
de azúcar más dulce y productiva

Científicos en Brasil están tomando medidas para modificar genéticamente la caña de azúcar para
que produzca más sacarosa de manera natural, con el objetivo de aumentar la productividad y los
beneficios económicos de este cultivo tropical.

Actualmente, es común que los productores aumenten los niveles de sacarosa en la caña de azúcar
aplicando reguladores artificiales del crecimiento o maduradores químicos; estos inhiben la
floración de la planta y prolongan los periodos de cosecha y molienda al generar más sacarosa.

Uno de ellos es el etefon, usado en el manejo de cultivos agrícolas, hortícolas y forestales del
mundo y uno de los más utilizados para manipular y estimular la maduración de la caña de azúcar
pues al ser rociado a la planta libera etileno.

El etileno, considerada una hormona de maduración en las plantas, contribuye a aumentar el


almacenamiento de sacarosa en la caña de azúcar.

“Aunque se sabe que el etileno ayuda a aumentar la cantidad de azúcar en la caña, no estaba claro
cómo la síntesis y la acción de esta hormona afectaba la maduración de la planta”, dijo Marcelo
Menossi, profesor de la Universidad de Campinas (Unicamp) y coordinador del proyecto, apoyado
por la fundación de investigación brasileña FAPESP.
Para estudiar cómo actúa el etileno en la caña de azúcar, los investigadores inyectaron etefon y un
inhibidor de etileno, aminoetoxivinilglicina (AVG) en la caña de azúcar antes de que comenzara a
madurar.

Después de pulverizar ambos compuestos, se cuantificaron los niveles de sacarosa en muestras de


tejido de las hojas y el tallo de la caña. Lo hicieron cinco días después de la aplicación y de nuevo
32 días después, en la cosecha.

Los resultados indicaron que las plantas tratadas con el madurador etefon tuvieron un 60% más de
sacarosa en los entrenudos superiores e intermedios en el momento de la cosecha, mientras que las
plantas tratadas con el inhibidor de AVG habían reducido en 42% el contenido de sacarosa.

Además, los investigadores identificaron los genes que responden a la acción del etileno durante la
maduración de la caña de azúcar. También identificaron con éxito los genes implicados en la
regulación del metabolismo de la sacarosa, y también cómo la hormona actúa en los sitios de
acumulación de sacarosa en la planta.

Sobre la base de los resultados, el equipo ha propuesto un modelo molecular de cómo el etileno
interactúa con otras hormonas.

“Saber qué genes o maduradores hacen posible que la planta aumente la acumulación de sacarosa
nos permitirá hacer mejoras genéticas en la caña de azúcar y desarrollar variedades que
sobreexpresen estos genes, sin necesidad de aplicar etileno, por ejemplo”, explicó Menossi.
Esta investigación también podría ayudar a detectar variedades de caña de azúcar más productivas,
ya que algunas variedades que no responden bien a las hormonas, agregó. “Será posible identificar
aquellas [variedades] que mejor expresan estos genes y facilitar la acción de maduración”.

 Fuente: http://www.scidev.net/global/agriculture/news/genetics-boost-sugarcane-
production.html
 Estudio: https://www.nature.com/articles/srep43364

Científicos desarrollan arroz biotecnológico con los beneficios saludables del


vino

Un grupo de científicos de la Universidad Nacional de Sunchon, la Universidad Nacional de


Chungnam, y la Universidad Nacional de Incheon, en Corea del Sur, desarrollaron un arroz
genéticamente modificado alto en un antioxidante saludable encontrado en el vino tinto. El estudio
fue publicado en la revista Applied Biological Chemistry.

El resveratrol es un antioxidante popular presente en el hollejo de la uva (y el vino tinto) que podría
tener beneficios útiles para el corazón. Debido a esto, los investigadores desarrollaron una variedad
de arroz enriquecido en resveratrol (ER) que contiene el gen de la estilbeno sintasa para inducir la
producción de resveratrol y el gen de la enzima fosfinotricina-N-acetiltransferasa (PAT) para
conferir tolerancia a herbicidas. Min Sung Kim de la Universidad Nacional de Incheon, Corea del
Sur, y un equipo de investigadores evaluaron si hay cambios metabólicos en el arroz enriquecido
con resveratrol.

Plantaron las plantas ER y no-ER durante dos temporadas en tres áreas diferentes de Corea del Sur
con diferentes condiciones climáticas. Luego se analizaron los componentes principales de las dos
variedades de arroz, lo cual mostró que la composición química fue afectada más por la estación de
cultivo y la ubicación que por la transformación genética. Además, el análisis estadístico reveló que
no había diferencias significativas en las estructuras bioquímicas del arroz ER en comparación con
el no-ER. Los resultados también mostraron que el tratamiento con herbicidas no afectó la
composición química de RR.

 Estudio: https://link.springer.com/article/10.1007/s13765-017-0265-0

Cultivos transgénicos y convencionales necesitarían menor separación para


evitar polinización cruzada

Un estudio internacional conducido por la universidad de British Columbia (UBC) ha analizado la


propagación del polen en cultivos transgénicos. Se ha establecido un nuevo modelo matemático
para calcular cuán lejos puede llegar un polen de un cultivo transgénico, permitiendo controlar al
máximo la polinización cruzada propia de cualquier cultivo. El modelo está basado en estudios de
campo de dispersión de polen por abejas y concluye que la separación de cientos de metros
propuesta por algunos países europeos es desmesurada, ya que según refleja el modelo la
distancia ideal es de entre 50 y 88 metros, dependiendo del cultivo y la zona en la que se desarrolle.

El nuevo modelo matemático calcula los tamaños de separación con mayor precisión que los
existentes hasta la fecha. Por ejemplo, estiman que para una tasa de polinización cruzada del 0,9%
la distancia ideal de separación entre dos cultivos debería ser de entre 51 y 88 metros, dependiendo
del tamaño y tipo de cultivo. Estas cifras son específicas para determinados cultivos y paisajes, pero
la capacidad predictiva es la misma.

[Artículo recomendado: ¿Pueden coexistir los cultivos transgénicos con los convencionales y
orgánicos?]

Polinización cruzada en maíz


Este nuevo modelo sigue la línea del desarrollado hace dos años por científicos del IRTA y del
INTEA, que diseñaron un modelo que describe la distribución del flujo de genes utilizando los
datos recolectados durante más de 10 años en campos convencionales de maíz cultivados en zonas
donde coexistían con maíz GM.

[Artículo recomendado: Desarrollan maíz convencional con un gen que evita la polinización
cruzada con maíz transgénico]

El índice, Ip=A/p (área /perímetro) llamado Indice de protección, expresa la resistencia de un


campo a la entrada de flujo exterior. Así, por ejemplo, un campo no GM con un índice de
protección mayor de 62,2 (equivalente a un campo rectangular de unas 6 ha) no superará el umbral
del 0,9 % aun estando rodeado de campos GM y con una perfecta coincidencia en la floración.

 Fuente: http://fundacion-antama.org/nuevo-modelo-matematico-para-calcular-la-
propagacion-de-polen-en-cultivos-biotecnologicos/ |
https://news.ok.ubc.ca/2017/04/10/new-tool-can-help-estimate-genetically-modified-pollen-
spread/

Estudios evidencian intercabio de material genético en plantas injertadas


Según recientes estudios hemos estado modificando genéticamente las plantas en forma accidental
(y consumiendo plantas genéticamente modificadas) durante milenios, y no hacen referencia
precisamente a la modificación producida por el proceso de domesticación tradicional a base de
selección y cruce. Las investigaciones apuntan a que la antigua práctica del injerto puede permitir
que incluso plantas distantes intercambien los tres tipos de genomas que poseen en sus células.

“Es ingeniería genética hecha por la madre naturaleza”, dice Ralph Bock del Instituto Max Planck
de Fisiología de Plantas Moleculares en Potsdam, Alemania.

El injerto implica trasplantar parte de una planta a otra para que se fusionen y continúen creciendo.
Los agricultores han estado injertando plantas durante miles de años para combinar, digamos, un
árbol que lleva una fruta deliciosa con una que tiene raíces resistentes a enfermedades. El injerto
también ocurre naturalmente, cuando las ramas se presionan juntas.

El estudio de Bock en 2009 mostró que las células de ambos lados de un injerto podrían
intercambiar cloroplastos – organelos que llevan a cabo la fotosíntesis y tienen su propio genoma
pequeño.

Posteriormente, en 2014, otro estudio encontró que el núcleo entero de una célula, que contiene el
genoma principal, podría ser transferido a través de injertos. El núcleo transferido puede ser
agregado a un núcleo celular existente, fusionando los dos genomas y potencialmente creando una
nueva especie.

Triple golpe

Y en 2016, un equipo liderado por Pal Maliga de la Universidad de Rutgers en Nueva Jersey ha
demostrado en un nuevo estudio que las células también intercambian mitocondrias (orgánulos que
generan energía y tienen un pequeño genoma propio) a través de injertos.

Y una vez que las mitocondrias enteras de una planta entran en las células de otra planta, mezclan
su ADN con el de las mitocondrias existentes.

Esto significa que los tres tipos de genoma vegetal (el del núcleo, de la mitocondria, y los
cloroplastos) pueden intercambiarse a través de injertos.

Ha habido cada vez más evidencia a partir de la secuenciación del genoma que las plantas a veces
intercambian las mitocondrias, pero este estudio es el primero en demostrar que realmente está
ocurriendo.

Para ello, el equipo de Maliga injertó una especie de tabaco en otra. Una tenía una mutación
mitocondrial que impide que las partes masculinas de las flores se desarrollen normalmente.

Ingeniería no intencional

Luego tomaron rebanadas del lado masculino estéril de los injertos y cultivaron plantas enteras
desde estas. Algunas de estas plantas desarrollaron flores con partes masculinas normales, gracias a
la transferencia mitocondrial entre las dos especies.
El intercambio de genomas sólo tiene lugar cerca del sitio de un injerto, pero a menudo brotes
nuevos crecen en esa región. Estos brotes pueden dar lugar a nuevas plantas con genomas mixtos.

Debido a que el injerto ha sido ampliamente utilizado durante milenios, es muy probable que
algunas de las plantas que comemos fueran creadas por este tipo de ingeniería genética no
intencional por los agricultores, afirman Maliga y Bock.

Nadie ha buscado pruebas aún, dice Maliga. “Pero me sorprendería mucho que la gente no
encontrara ninguna señal de esto”.

Bock señala que muchas plantas de cultivo tienen más de dos conjuntos de cromosomas. Tal
poliploidía, como se le llama, suele atribuirse a la duplicación del genoma, pero algunos casos
podrían ser evidencia de intercambio de genomas en plantas injertadas.

La naturaleza borrando los límites

La idea de que hemos modificado involuntariamente las plantas por injerto no será bienvenida por
aquellos que les gusta afirmar que el injerto es muy diferente a la modificación genética.

“Es bastante impactante para la gente”, dice Bock. “Borra las fronteras entre la ingeniería genética
humana y natural”.

Estos hallazgos en conjunto podrían proporcionar a los fitomejoradores nuevas herramientas para
crear rasgos y cultivos novedosos. Bock ya está tratando de usar el injerto para crear nuevas
especies, como una mezcla de tomate y ají.

Si bien es posible modificar genéticamente los cloroplastos y el núcleo, no ha habido ninguna


manera de alterar las mitocondrias en las plantas hasta el momento. Ahora el último resultado
ofrece una forma de transferir rasgos codificados por genes mitocondriales, como la macho-
esterilidad, a plantas que carecen de estos.

Las plantas machos estériles hacen mucho más fácil y más barato cruzar las cepas de la misma
especie para producir híbridos vigorosos apreciados por los granjeros y los jardineros. Si las plantas
no son machos estériles, pueden fertilizarse y pocas de las semillas que producen serán híbridas. En
la actualidad, la única manera de evitar que algunas plantas se auto-fertilicen es quitar las partes
masculinas de las flores a mano, lo cual es muy intensivo en mano de obra.

El injerto se utiliza cada vez más para la producción de hortalizas, por ejemplo para aumentar los
rendimientos utilizando variedades de plantas con raíces más vigorosas. Algunas combinaciones
más inusuales también están disponibles, como los tomates injertados en una raíz de papa para crear
un cultivo que produce ambos.

 Fuente: https://www.newscientist.com/article/2079813-farmers-may-have-been-
accidentally-making-gmos-for-millennia
 Estudios: http://science.sciencemag.org/content/324/5927/649 (2009) |
http://dx.doi.org/10.1038/nature13291 (2014) |

Cultivos transgénicos alcanzan un récord de 185,1 millones de hectáreas en 2016


La superficie con este tipo de cultivos llegó a récord de 185,1 millones de hectáreas el año pasado,
superando lo presentado en 2015 y 2014, de acuerdo a informe anual de ISAAA.

El Servicio Internacional de Adquisición de Aplicaciones de Agrobiotecnología (International


Service for the Acquisition of Agri-biotech Applications o ISAAA) dio a conocer su informe anual,
que muestra un aumentó a 185,1 millones de hectáreas de cultivos biotecnológicos en 2016, después
de haber sido de 179,7 millones de hectáreas en 2015 y 181,5 millones de hectáreas en 2014. Se
trata de un incremento mundial de 110 veces en el porcentaje de adopción de cultivos transgénicos
en tan solo 21 años de comercialización, ya que se registró un aumento desde sólo 1,7 millones de
hectáreas en 1996 a las 185,1 millones de hectáreas en 2016. El informe del ISAAA, “Estado
mundial de los cultivos biotecnológicos/modificados genéticamente que se comercializaron en
2016”, demuestra además los beneficios de los cultivos transgénicos para los agricultores, así como
también para los consumidores de las variedades recientemente aprobadas y comercializadas.

“Los cultivos transgénicos se han convertido en un recurso agrícola indispensable para los
agricultores de todo el mundo debido a la gran cantidad de beneficios que ofrecen por su mejor
productividad y rentabilidad así como también, por el menor esfuerzo que requieren”, afirmó el
presidente de la junta directiva del ISAAA, Paul S. Teng. “Gracias a la autorizaciones
comerciales y a la plantación de nuevas variedades de papas y manzanas transgénicas, los
consumidores comenzarán a disfrutar los beneficios directos de la biotecnología en frutas y
verduras que tienen menos tendencia a echarse a perder o dañarse, lo cual permite, a su vez, reducir
sustancialmente el desecho de alimentos y los costos que tienen los productos comestibles para el
consumidor”.

BENEFICIOS AMBIENTALES

El infome de ISAAA muestra, a su vez, que la adopción de los cultivos transgénicos redujo las
emisiones de CO2 y, en años recientes, fue equivalente a eliminar aproximadamente 12 millones
de automóviles por año de las carreteras; permitió conservar la biodiversidad ya que hubo
19,4 millones de hectáreas de tierra menos dedicadas a la agricultura en 2015 y disminuyó el
impacto ambiental mediante reducciones del 19 % en el uso de insecticidas y herbicidas.
Asimismo, en los países en desarrollo, la plantación de cultivos transgénicos permitió aumentar los
ingresos de 18 millones de pequeños agricultores y de sus familias, logrando que disfrutaran de
estabilidad financiera más de 65 millones de personas.

“La biotecnología es una de las herramientas necesarias para ayudar a los agricultores a cultivar
más alimentos en menos tierra”, explicó el coordinador global de ISAAA, Randy Hautea. “Sin
embargo, las promesas de los cultivos transgénicos solo pueden convertirse en realidad si los
agricultores pueden comprar y plantar estos cultivos una vez que se hayan hecho las pruebas
científicas necesarias para otorgar las autorizaciones y revisiones regulatorias”, agregó.

PAÍSES EN DESARROLLO

A medida que se aprueben y se comercialicen para el uso por parte de los agricultores más
variedades de cultivos biotecnológicos, ISAAA cree que el porcentaje de adopción irá en aumento y
beneficiará a los agricultores de los países en desarrollo. Por ejemplo, se están comenzando a ver
avances en los países africanos en donde los procesos regulatorios habían impedido generalmente el
aumento del porcentaje de adopción de los cultivos biotecnológicos. Sudáfrica y Sudán aumentaron
la plantación de maíz, soya y algodón biotecnológicos de 2,29 millones de hectáreas en 2015 a 2,66
millones de hectáreas en 2016. En el resto del continente, está surgiendo una nueva ola de
aceptación impulsada por los avances en la revisión regulatoria y las autorizaciones comerciales
para una amplia variedad de cultivos biotecnológicos que se están realizando Kenia, Malawi,
Nigeria, Etiopia, Ghana, Nigeria, Suazilandia y Uganda.

“A pesar de tener un largo historial de barreras regulatorias, los agricultores africanos continúan
adoptando los cultivos biotecnológicos por las ventajas que obtienen con respecto a la estabilidad y
por la productividad de las variedades biotecnológicas”, afirmó Hautea. “A medida que más países
avancen en las revisiones regulatorias para cultivos como por ejemplo, bananas, guisantes pintos y
sorgo, las plantaciones de cultivos biotecnológicos continuarán creciendo en África y en el resto el
mundo”.

Además, en 2016, Brasil aumentó notablemente la superficie de cultivos biotecnológicos del maíz,
la soya, el algodón y la canola en 11 % y mantuvo de esta forma el segundo puesto como productor
más grande de cultivos biotecnológicos, después de los Estados Unidos. En Brasil se cultivan 32,7
de las 91,4 millones de hectáreas de soya biotecnológica que se cultivan en el resto el mundo.

Se espera un impacto positivo para la economía brasileña con nuevos productos autorizados a nivel
comercial, que son un eucalipto transgénico de mayor rendimiento y un poroto tránsgenico
resistente a virus. En Argentina, el desarrollo de una soja tolerante a la sequía, permitirá la
utilización de las áreas marginales afectadas por la sequía. Además, la adopción de una papa
resistente a virus será beneficiosa para los agricultores argentinos en el aumento del rendimiento y
la reducción del costo de producción.

SITUACIÓN CHILENA

Al respecto, resalta la situación de Chile, donde solamente se puede muntiplicar semillas


transgénicas con fines de exportación, no así cultivarlas por parte de los agricultores para el
mercado interno. A juicio del Director Ejecutivo de ChileBio, el doctor en Ciencias Biológicas
Miguel Ángel Sánchez, lo anterior “pone a los agricultores chilenos en una posición de desventaja
frente a los productores de países cercanos; como Argentina, Brasil y Uruguay”.
“Llama la atención que en Chile existan dificultades y oposición a estas herramientas
biotecnológicas por razones ideológicas, cuando en el mundo, países tan diversos desde ese punto
de vista, como Estados Unidos o Cuba, las han adoptado sin ningún prejuicio”, afirmó Sánchez.

VENTAJAS PARA EL CONSUMIDOR

ISAAA informó también que en 2016 hubo mejoras en la comercialización y en la plantación de


frutas y verduras biotecnológicas con beneficios directos para los consumidores. Esto incluye las
autorizaciones comerciales de las papas Innate™ Russet Burbank Gen 2 que fueron aprobadas por
Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos para la venta en los Estados
Unidos y la marca de papas Simplot Gen 1 White Russet™ que fueron aprobadas por Health
Canada para la venta en el mercado de productos frescos en Canadá. Estas variedades de papas
biotecnológicas tienen niveles más bajos de asparagina, lo cual disminuye la producción de
acrilamida durante la cocción a altas temperaturas. Además, en 2016 se cosecharon y almacenaron
durante el invierno las primeras manzanas Arctic® que podrán venderse comercialmente en los
establecimientos de venta de productos comestibles en los Estados Unidos en 2017.

TRANSGÉNICOS AL 2016 EN CIFRAS (EN BASE A INFORME ISAAA):

 La superficie mundial cultivada se recuperó y aumentó a 185,1 millones de hectáreas de


cultivos biotecnológicos en 2016, después de haber sido de 179,7 millones de hectáreas en
2015 y 181,5 millones de hectáreas en 2014.
 En 2016, un total de 26 países, entre los cuales se encontraban 19 países en desarrollo y 7
países industrializados, plantaron cultivos transgénicos. Los países en desarrollo fueron
responsables del 54 % de los cultivos biotecnológicos, mientras que los países
industrializados representaron el 46 %.
 Ocho países en Asia y el Pacífico, que incluían a China e India, plantaron 18,6 millones de
hectáreas de cultivos transgénicos en 2016.
 Diez países en América Latina, entre los que se encontraron Bolivia, Paraguay y Uruguay,
plantaron un total combinado de 80 millones de hectáreas de cultivos transgénicos en 2016.
 En 2016, los principales países con cultivos transgénicos continuaron siendo Estados
Unidos, Brasil, Argentina, Canadá e India. Estos países combinados representaron el 91% de
la superficie mundial con cultivos transgénicos.
 Cuatro países en Europa (España, Portugal, República Checa y Eslovaquia) sumaron más de
136.000 hectáreas de maíz transgénico en 2016, lo cual representó un aumento del 17 % con
respecto a 2015 y mostró la necesidad que tiene la Comunidad Europea de contar con maíz
resistente a insectos plaga.
 Las variedades de soya transgénica representan el 50 % de la superficie mundial con
cultivos biotecnológicos. Si se tiene en cuenta la superficie mundial con respecto a los
cultivos individuales, el 78 % de la soya, el 64 % del algodón, el 26 % del maíz y el 24 % de
la canola plantados en todo el mundo fueron variedades transgénicas.
 Los países con porcentajes de adopción de más del 90 % de soya transgénica son Estados
Unidos, Brasil, Argentina, Canadá, Sudáfrica y Uruguay; los países con porcentajes de
adopción cercanos al 90 % o más de maíz transgénico son Estados Unidos, Brasil,
Argentina, Canadá, Sudáfrica y Uruguay; los países con porcentajes de adopción de más del
90 % de algodón transgénico son Estados Unidos, Argentina, India, China, Pakistán,
Sudáfrica, México, Australia y Myanmar; y los países con porcentajes de adopción del 90 %
o más de canola transgénica son Estados Unidos y Canadá.
 Fuente: ISAAA. 2016. Global Status of Commercialized Biotech/GM Crops: 2016. ISAAA
Brief No. 52. ISAAA: Ithaca, NY.
 Contacto de Prensa: Francisco Contardo, Agencia ComunicAgro, 92404575,
fcontardo@comunicagro.cl

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