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Imagen No. 1 Buche penduloso. Las aves que se observan en las fotografías que componen la imagen, tienen 18 semanas de edad y vienen de un lote de 17.700 aves. Las
aves fueron remitidas para examen de necropsia con las respectivas pruebas complementarias, por presentar "reacción
respiratoria de manera muy esporádica" según el protocolo de envío de muestras. De acuerdo con la información remitida en el protocolo de envío de muestras, el Médico
Veterinario no reportó la condición de buche penduloso.
En Gallus domesticus, el buche o ingluvis es una parte del estómago el cual sirve como
almacenamiento de los alimentos; en el buche de Gallus domesticus no se han encontrado
glándulas y los únicos agentes que actúan sobre los alimentos son: el agua, las secreciones de las
glándulas salivales y el calor del cuerpo del ave.
En las aves, el buche almacena, humedece y ablanda los alimentos. El buche tienen mayor
desarrollo en las aves que se alimentan a base de granos y alimentos concentrados.
Anotaciones del Ingeniero Zootecnista Fernando Antonio Patiño, de Lima Perú, en una conocida
página web: “El buche es un órgano de acumulación de alimento en donde se produce una previa
adaptación del mismo antes de su ingreso hacia el estomago glandular (proventrículo) y el
estomago muscular (molleja) El alimento en promedio permanece en el buche más o menos 1 hora.
El pH de esta porción es ligeramente ácido entre 5 y 5,5”
“Las patologías del buche no son muy comunes y van desde las ocasionadas por un traumatismo
(ingestión de algún objeto punzante o cortante) hasta las producidas por hongos del genero
Candida spp. Estos hongos causan un retraso en el vaciamiento del buche por lo que a veces se
puede ver agrandado. Es normal el agrandamiento del buche cuando las aves han estado en una
restricción severa ya que compensan el consumo y aquí se acumula tanto alimento como agua”.
Imagen No. 2 Buche penduloso. No. de aves
en el lote: 17.700. Edad de las aves: 18
semanas. Las aves fueron remitidas al
laboratorio por presentar "reacción respiratoria
de manera muy esporádica" pero no se
suministraron datos de morbilidad; el protocolo
de envío de muestras no informa sobre la
condición del buche o ingluvis, esta condición
constituyó un hallazgo de necropsia.
El buche pendulante o
penduloso es una de las patologías poco investigadas y ocurre ocasionalmente en algunas aves de
engorde y en aves de levante para ponedoras.
El buche pendulante o buche penduloso tiene una incidencia muy baja en las explotaciones de
pavos y pollos. En algunos lotes puede alcanzar una incidencia del 5%. Ocasionalmente se
encuentra una alta incidencia en los lotes de aves de aves comerciales en la actualidad.
Se encontraron tasas de descartes que variaron entre 0.28 y 1.67% en pollos de engorde de ambos
sexos de dos líneas genéticas la tasa de descartes presenta cifras más altas en este estudio. (No
tengo claro cuál es la diferencia entre tasa de eliminación y tasa de descartes).
Imagen No. 3 Buche pendulante. Las fotografías corresponden a aves del
mismo grupo que se muestra en las imágenes Nos. 1 y 2
En las aves severamente afectadas el buche está bastante distendido y lleno de alimento, partículas
de cama y fluidos con olor desagradable. La mucosa del buche puede estar ulcerada. Las aves no
dejan de comer pero como la digestión está alterada las aves pierden peso y se adelgazan. Las
aves finalmente mueren, las carcasas son decomisadas debido al mal aspecto de las mismas.
El Médico Veterinario Julio César Llamas Sánches, Médico Veterinario de Tamaulipas, México,
opina en una reconocida página web (15/12/2005): "El buche penduloso es una enfermedad de
etiología variable que se caracteriza por producir distensión y/o agrandamiento del buche, siendo
los guajolotes (Pavos) más susceptibles a la enfermedad, también se presenta en pollos de engorde
y gallinas de postura (Alrededor de 18 semanas de edad), el tratamiento con medicamentos no es
efectivo ya que el único tratamiento es la remoción del buche mediante cirugía (Inglivectomía), este
padecimiento es de carácter genético más no infeccioso",
Sistema
respiratorio de las aves
Knut Schmidt-Neilsen y Begoon/CC BY-SA 3.0
El sistema respiratorio de las aves está involucrado en la absorción de oxígeno (O 2), la liberación
de dióxido de carbono (CO2) y de calor, la detoxificación de ciertos químicos, ajustes rápidos de
ácido-base y la vocalización. El sistema respiratorio de las aves difiere del de otros vertebrados en
que la epiglotis está ausente, además cuentan con pulmones relativamente pequeños junto con
sacos de aire muy especializados y que juegan un rol importante en la respiración, también ayudan
a mantener el equilibrio corporal del animal y son termorreguladores en la medida que reparten el
calor donde sea necesario.
Estructura y funcionamiento
Los sacos de aire permiten un flujo unidireccional de aire a través de los pulmones. Este tipo de
flujo implica que el aire tomado tiene un contenido mayor de oxígeno que puede ser difundido en la
sangre. La mayoría de aves cuentan con 9 sacos de aire: un saco interclavicular, dos sacos
cervicales, dos sacos torácicos anteriores, dos sacos torácicos posteriores y dos sacos
abdominales. Estas estructuras tienen paredes muy delgadas con muy pocos vasos sanguíneos,
por lo que no tienen un rol directo en el intercambio de gases. En cambio, los sacos actúan como
una especie de fuelle que mantiene a los pulmones constantemente ventilados.
Respiración
Las aves pueden respirar a través de las fosas nasales o por la boca. El aire que ingresa a través
de estas aperturas recorre la faringe para luego dirigirse a la tráquea. Esta última es una estructura
tan larga como el cuello, aunque en algunas aves como las garzas, puede llegar a medir hasta 1.5
m y estar enrollada, en otras se dilata.
La tráquea se bifurca en dos bronquios primarios en la siringe. Ésta es una estructura única para
las aves y se considera como su caja de voz. Los bronquios primarios entran a los pulmones y se
convierten en mesobronquios. Ramificándose desde estos últimos, existen tubos más pequeños
conocidos como ventobronquios, que a su vez dan lugar a los más pequeños parabronquios. Estas
estructuras pueden ser de varios milímetros de largo con un diámetro de 0.5 a 2 mm y cuentan con
paredes que contienen cientos de capilares de aire ramificados y rodeados de una densa red de
capilares sanguíneos. Es en este lugar en donde el intercambio de gases entre los pulmones y la
sangre ocurre. Los parabronquios se conectan con dorsobronquios que ligan el sistema de vuelta a
los mesobronquios.
Inhalación y exhalación
En el sistema respiratorio de las aves el flujo de aire es llevado a cabo por cambios en la presión.
Durante la inhalación el esternón se mueve hacia adelante y hacia abajo, mientras que las costillas
vertebrales se mueven cranealmente para expandir las costillas esternales y la cavidad torácico-
abdominal. Este proceso expande los sacos anteriores y posteriores y baja la presión haciendo que
el aire se mueva hacia esos sacos. El aire que viene de la tráquea y los bronquios se desplaza
entonces hacia los sacos posteriores y simultáneamente el aire que viene de los pulmones se
dirige hacia los sacos anteriores.
Durante la exhalación el esternón se desplaza hacia atrás y hacia arriba, las costillas vertebrales se
mueven caudalmente para retraer las costillas esternales y así reducir el volumen de la cavidad
torácico-abdominal. Este proceso reduce el volumen de los sacos anteriores y posteriores haciendo
que el aire se mueva fuera de dichos sacos. El aire de los sacos posteriores se desplaza hacia los
pulmones mientras que el de los anteriores se mueve a la tráquea y sale del cuerpo.
Esta dinámica, en el sistema respiratorio de las aves, permite movimientos del aire
unidireccionalmente a través de los pulmones generando un contenido de oxígeno más alto.
Intercambio de gases
En los pulmones de las aves, el oxígeno se difunde por difusión simple desde los capilares de aire
hacia la sangre y el dióxido de carbono desde la sangre hacia los capilares de aire. El aire y la
sangre que se mueven a través de los capilares lo hacen en ángulo con respecto al otro, en un
sistema conocido como corriente cruzada. Esta disposición hace que el intercambio sea más
eficiente con los gradientes de oxígeno y dióxido de carbono mantenidos en todo lo largo de la
conexión capilar.
Sistema respiratorio de las aves y la siringe
En el sistema respiratorio de las aves, el órgano vocal es una estructura ósea conocida como
siringe, que se ubica al final de la tráquea y está rodeada por un saco de aire. Esta estructura se
convierte en una cámara resonante (el saco de aire también puede resonar) en conjunto con
membranas vibratorias altamente elásticas.
Los atributos del canto que caracterizan a cada especie son resultado principalmente de
diferencias en el proceso de aprendizaje más que diferencias en las estructuras del aparato vocal.
El sistema digestivo de las aves se puede definir como un conjunto de glándulas accesorias y
órganos responsables de efectuar la actividad de digerir los alimentos, transformándolos en
sustancias nutritivas asimilables, para que estas sean distribuidas por la sangre a todos los tejidos
del cuerpo del ave.
Debido a la gran diversidad de aves y sus hábitos alimenticios dispares, el sistema digestivo de las
aves es variable y presenta menor peso, incluso tamaño que el de otros animales, como es el caso
de los mamíferos, de esa manera se ha adaptado para favorecer el vuelo en aquellas especies que
así lo hacen.
El esófago posee una glándula que segrega mucosa y es muscular. En el esófago y la cavidad
bucal de aves granívoras, se encuentran sacos orales donde estos organismos almacenan el
alimento.
Buche
En el sistema digestivo de las aves, el buche es una estructura accesoria del esófago, sirve para
almacenar temporalmente los alimentos. Esto facilita que el ave pueda consumir alimento
rápidamente evitando su exposición a potenciales depredadores. Por su parte, en el buche no se
presentan glándulas digestivas.
Estómago
El estómago glandular segrega ácido clorhídrico cuya concentración permite incluso la disolución
de huesos consumidos por las aves carnívoras, también segrega pepsina para facilitar la
degradación de proteínas.
Hígado
El hígado es la glándula más grande del sistema digestivo de las aves y al igual que en los
mamíferos almacena azucares y grasas, segrega fluido biliar indispensable en la digestión de
grasas, actúa en la síntesis de proteínas y excreta desechos de la sangre. El hígado emulsifica los
lípidos con el fin de facilitar su degradación por la lipasa.
El hígado también tiene la función de almacenar una significativa cantidad de vitaminas y posee la
capacidad de transformar el caroteno en vitamina A.
Páncreas
El páncreas aporta enzimas digestivas al intestino delgado. Las enzimas pancreáticas son la
amilasa, procarboxypeptidasa, chymotrypsinógeno y trypsinógeno. También descarga
ribonucleasas y deoxyribonucleasas al intestino delgado. A su vez, sintetiza insulina, una hormona
endocrina que es esencial en la regulación de los niveles de glucosa en la sangre del animal o
glucemia.
Vesícula biliar
Intestino delgado
Intestino grueso
El intestino grueso tiene poca acción digestiva y es relativamente corto. Su función principal es de
almacén de residuos de la digestión, en donde se recupera el agua remanente que estos contienen
para ser aprovechada de nuevo por las aves. Por su parte, a través del recto, el intestino grueso
desemboca en la cloaca.
Cloaca
La cloaca se localiza en la parte posterior del intestino delgado y es el lugar de salida de los
aparatos urinario, reproductor y del sistema digestivo de las aves. Se divide en tres regiones.
Inicialmente en la región anterior, el coprodeo es encargado de recibir el excremento del intestino,
por su parte el urodeo localizado en la región intermedia, a través de los uréteres, recibe las
descargas de los riñones. El proctodeo posicionado en la región posterior, es la más grande y
muscular y gracias a una contracción de esta región, se expulsan los excrementos del ave.
Bolsa de Fabricio
La bolsa de Fabricio es una glándula de estructura ovalada, localizada al final del conducto
intestinal en posición dorsal. Su función principal es la síntesis de linfocitos para la defensa del
organismo, se atrofia cuando el ave alcanza la madurez sexual.
En función de la dieta que consuma el animal, el sistema digestivo de las aves presenta ciertas
modificaciones:
– Las aves granívoras presentan en la faringe y la cavidad bucal glándulas salivales bien
desarrolladas. Estas glándulas crecen un 50% del tamaño normal en la época reproductiva, en
vista que utilizan esta saliva en la construcción de nidos como pegamento. Igualmente en las
insectívoras son de gran ayuda para la captura y adhesión de insectos a la lengua.
Las aves son una de las especies más fascinante que existe desde
tiempos históricos hasta la actualidad, no solamente por sus vistosos plumajes, sino por la
majestuosidad particular que posee cada ave al momento del vuelo, siendo esta su característica
más importante, por esa razón es relevante conocer el sistema esquelético de las aves, es decir,
su estructura ósea que les faculta volar y mantener una marcha bípeda.
¿Sabías que?
Particularmente los huesos de estos amigos emplumados, en su gran mayoría, poseen cavidades
óseas neumatizadas, esto se debe a la amplia conexión de los sacos aéreos con los huesos, lo
que tiene como objetivo aminorar su peso y hace más favorable el vuelo; otro aspecto importante
del sistema esquelético de las aves es que posee más calcio que el de los mamíferos, por lo que
es más resistente y más ligero.
Cabeza
El cráneo de las aves presenta rasgos importantes, pues se trata de un grupo con cráneos
especializados, la caja craneana es redonda ocupando completamente el cerebro, los huesos que
lo conforman se presentan soldados, en sí, la cabeza tiene forma piramidal dado la presencia de su
pico córneo. El cráneo es ligero y cinético, es decir, la mandíbula inferior posee movilidad, tienen
un hueso vómer simple ubicado en un plano medio de la región rostral, debido a un complejo
mecanismo donde el hueso cuadrado forma parte importante del aparato maxilopalatino, el cual
faculta que se conecte con la caja encefálica, lo que permite el movimiento hacia arriba y hacia
abajo, conectándose indirectamente con la mandíbula superior por los huesos pterigoideo y
palatino, el movimiento de la mandíbula esta dado por un conjunto complejo de músculos que
dirigen este mecanismo cinético haciendo que las aves hagan un cierre de su pico más rápido. La
parte superior del pico esta conformada por los huesos premaxilar, maxilar y nasal, mientras que la
parte inferior presenta cinco huesos que se unen formando la mandíbula.
Otro rasgo característico relacionado con el sistema esquelético de las aves son sus excepcionales
ojos perfectamente desarrollados, los cuales se acoplan a las órbitas del cráneo, los huesos
orbitales se encuentran separados por un septum interorbital y en el borde de este se encuentra
ubicado el foramen óptico; en algunos grupos se pueden separar los huesos lagrimal y etmoidal, en
otros puede que exista solo un hueso lagrimal y poseen un hueso nasal que se extiende
caudalmente.
Variedad de cráneos en el sistema esquelético de las aves
Desmognato: El vómer es pequeño en estas aves, los maxilopalatinos alcanzan la línea media, los
palatinos y los pterigoides se articulan con el paraesfenoides.
Egitognato: Se caracteriza por presentar el vómer mas ancho que alargado y los maxilopalatinos
están separados.
En la gran mayoría de las aves acuáticas (Anátidas) los huesos etmoides no están presentes, por
ejemplo: patos, cisnes y gansos.
Columna Vertebral
Generalmente la columna vertebral de las aves, salvo el cuello, es rígida y se asocia a modo
general con la siguiente formula: C14 T7 LS14 CD6; las vertebras cervicales son las que suelen
variar más, entre 13 y 25 vertebras, dependiendo de la especie, un ejemplo son los cisnes que
poseen un número de 23 vertebras cervicales.
La columna vertebral se divide en cuatro regiones bien definidas: cervical, dorsolumbar, sacra y
coxígea. Las vértebras cervicales están articuladas en rótulas para facilitar el movimiento del
cuello, las dorsolumbares presentan menos movilidad o están soldadas. Los huesos de la pelvis,
así como las vértebras dorsolumbares y sacras están soldadas para otorgar más rigidez a la
columna vertebral, de esa manera en el sistema esquelético de las aves se presenta en posición
horizontal ante la marcha bípeda del ave.
En el sistema esquelético de las aves es de destacar que poseen en su cráneo un único cóndilo
occipital, que articula perfectamente con el atlas y este a su vez se conecta con el axis o segunda
vértebra cervical, la cual toma forma de S, en muchas especies es básicamente para proteger de
forma elástica al encéfalo tras los movimientos producidos durante el salto o después del vuelo.
Como en la mayoría de los vertebrados, las vértebras se articulan una con la otra a través de
articulaciones sinoviales.
Ciertas vértebras torácicas están soldadas formando el hueso notorium. Los huesos notorium y
sinsacro son los que le otorgan rigidez a la columna vertebral, la cual es necesaria para el vuelo.
La porción caudal de la columna vertebral de las aves esta constituida por las cinco o seis primeras
vértebras libres, permitiendo el movimiento de la cola, mientras que las cuatro a las seis ultimas se
fusionan para formar una estructura llamada pigóstilo, este es de gran importancia en las aves
voladoras porque ahí se insertan las plumas de la cola.
Costillas
Las costillas se ubican en igual número que las vértebras torácicas a cada lado del raquis, las 2 o 3
primeras no tocan el esternón, es decir, que son asternales, la otras llegan directamente al
esternón y se las denomina esternarles. En el sistema esquelético de las aves las costillas
centrales presentan apófisis, dando solidez a la caja torácica y permitiendo la comunicación con la
parte lateral de la costilla siguiente.
Esternón
El esternón, mejor conocido en el sistema esquelético de las aves como el hueso del pecho,
presenta en su cara ventral una cresta que lleva el nombre de quilla, pero no todas las aves
poseen esta estructura. El esternón es la superficie para los músculos pectorales y
supracoracoides, de gran importancia para la función de vuelo. Las aves no voladoras (Ratites)
suelen carecer de quilla, no obstante, en algunos casos están provisto de una quilla no tan
definida, es decir, la superficie del esternón es plana. El esternón posee agujeros neumatizados
que lo comunican con los sacos aéreos clavicular, el extremo caudal de este hueso es de tipo
cartilaginoso en aves jóvenes, aunque se osifica con la edad.
Los huesos pectorales son aquellos que soportan el peso de las alas, estos huesos son:
Clavícula: en forma de V, posee el nombre de horquilla y se conecta con las articulaciones del
hombro. Este hueso puede estar ausente en algunas especies.
Coracoides: hueso pectoral más robusto y que permite mantener el ala lejos del esternón durante
el vuelo.
Escápula: este hueso en particular es largo y plano, se extiende paralelo a la columna vertebral.
Húmero: el húmero es el hueso más grande que conforma el ala, los músculos de mayor
importancia del vuelo se insertan en él.
Radio y cúbito: son los huesos que conforman el antebrazo de las aves, ambos son curvos para
protegerlos de la fuerza aplicada al momento del doblamiento del ala; poseen pequeñas
proyecciones óseas donde se insertan las plumas secundarias del ala.
En el sistema esquelético de las aves el ala es soportada gracias a la modificación del esqueleto
de las extremidades anteriores (brazo, antebrazo y mano).
Los huesos que conformar las alas en las aves no voladoras son más pequeños, por ejemplo, los
diferentes pingüinos han modificado sus alas de forma tal que se asemejan a las aletas de
mamíferos marinos, el avestruz, el ñandú y aves similares, por su parte, han transformado los
miembros superiores en órganos casi completamente inútiles para el desplazamiento.
Miembro pelviano
La conformación del miembro pelviano esta dada por tres huesos llamados ilion, isquion y pubis,
estos tres grandes huesos se fusionan para formar el hueso coxal, estos huesos son los
encargados del movimiento terrestre y en el medio acuático para algunas aves.
En el sistema esquelético de las aves, el fémur es muy parecido al de los mamíferos, solo con la
diferencia de una pequeña inclinación en su extremo distal, lo que produce un acercamiento de los
miembros pelvianos al centro del cuerpo. La rótula igualmente está presente en el sistema
esquelético de las aves, al igual que la tibia y el peroné.
La conformación ósea de los pies de las aves esta constituida por los huesos metatarsianos que al
soldarse con los tarsianos constituyen el hueso tarsometatarsiano. Las aves tienen en sí 4 dedos
en los pies constituidos por 2, 3, 4 y 5 falanges, la más distal constituye la base ósea de la uña o,
en su caso, garra, la cual es una placa córnea; Aunque hay especies que son zigodáctilas, es decir,
que poseen dos dedos hacia delante y los otros dos hacia atrás, en otras especies, como los patos,
los dedos están unidos entre si por una membrana interdigital la cual les permite nadar y que a su
vez le permite caminar sobre la vegetación acuática. Igualmente existen especies con un número
inferior de dedos como es el caso del casuario o el avestruz.
Las aves no solo son maravillosas criaturas con la capacidad de vuelo, sino que a su vez poseen
una amplia conformación anatomía que las hace aún mas excepcionales, siendo esta la
característica conformacional que le brinda la capacidad para poder desempeñar el vuelo, sus
habilidades natatorias y de caza.
4. Nervio Troclear / Patético (IV): Inerva el músculo oblicuo superior del ojo (movimiento de
aducción del glóbulo ocular; rotación interna del ojo ≈ gira el ojo en dirección a la nariz;
también deprime/hace descender el ojo).
5. Nervio Trigémino (V): Percibe la información sensitiva de la cara e inerva los músculos de
la masticación (masetero y temporal).
6. Nervio Abductor / Abducens / Motor Ocular Externo (VI): inerva el músculo recto lateral
del ojo (movimiento de abducción del globo ocular; rotación externa del ojo ≈ gira el ojo en
dirección opuesta a la nariz).
7. Nervio Facial (VII): Inerva los músculos dedicados a crear expresiones faciales y las
glandulas lagrimales y salivales. También recoge la información de los 2/3 anteriores de la
lengua (gusto).
9. Nervio Glosofaríngeo (IX): Recoge información del tercio posterior de la lengua (gusto) e
inerva la glándula parótida (encargada de producir saliva), el músculo
estilofaríngeo (movimientos de la laringe; deglución) y el músculo estilogloso (movimiento de la
lengua; deglución).
10. Nervio Vago / Neumogástrico (X): Inerva todos los movimientos faríngeos (deglución,
respiración, fonación y audición) y la mayoría de laríngeos (a excepción de los que inerva el
par VIII).
11. Nervio Accesorio (XI): inerva los movimientos de la cabeza y los hombros (trapecio y
esternocleidomastoideo).
12. Nervio Hipogloso (XII): Inerva la mayoría de los movimientos de la lengua encargados de
la deglución y la articulación de sonidos.