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Aplicación del método científico

A1. Observación:
Cuando caminamos por la calle, nos encontramos con un gran número de
personas haciendo cola a las puertas de la Oficina de Empleo. Eso nos hace
preguntarnos, ¿por qué existe un número tan amplio de desempleados?

A2. Construcción de una hipótesis:


Una vez planteado el problema, nos imaginamos cuáles podrían ser las
posibles causas de la actual tasa de desempleo. La hipótesis que ideamos dice
que la crisis del ladrillo podría haber causado el origen de un creciente número
de desempleados que se habría ido prolongando y manteniendo hasta el día de
hoy.

A3. Deducción de las consecuencias de la hipótesis:


Si la hipótesis resultase ser cierta, la crisis del ladrillo habría sido la que dio
origen a la actual tasa de paro. El desempleo habría ocasionado como
consecuencia tanto la disminución del consumo como el impago hipotecario
por parte de las familias (dado a que al no desempeñar un trabajo, no tendrían
un excedente monetario que destinar a esos factores). Debido a dicho impago,
el mercado inmobiliario se resentiría, causando a modo de consecuencia un
notable descenso en el número de casas vendidas. Este descenso propiciaría la
caída del precio de la vivienda (dado que sería necesario crear una demanda
entre los consumidores para éstos adquirieran y ocuparan una de las muchas
construcciones vacías). La devaluación de la vivienda daría lugar a la quiebra
de empresas constructoras y de promotoras inmobiliarias. El cierre de las
empresas habría dejado un enorme número de empleados en el paro que no
haría más que incrementarse hasta el día de hoy.

A4. Comprobación experimental de las consecuencias deducidas:


Para comprobar si nuestra hipótesis está o no en lo cierto, recurrimos a datos
relativos al paro de la época para así contrastarlos con nuestra suposición y
ver si ésta se corresponde o no con los hechos:
Entre los años 1976 y 1986, la tasa de desempleo en España se incrementó de
forma continuada y constante, alcanzando su cénit en el año 86 con un 21’65%
de paro. No obstante, ese mismo año llegó al país un fenómeno económico
conocido como burbuja inmobiliaria, en el cual la tasa de desempleo reduciría
su porcentaje a un 15’85% de forma estable durante los cinco años que mantuvo
su “boom”. En 1991, el descenso de producción de la burbuja inmobiliaria
propició que el país se situase a la cabeza del paro en Europa hasta el año 94,
obteniendo el primer puesto con un 24’55%. Tras el desliz, el periodo
comprendido entre 1994 y 2001 supuso un significativo incremento en el
empleo de la población, puesto que el paro baja de ese antes nombrado 24’55% a
un 10’29%; cifra que, a pesar de considerarse alta en comparación de otros país
europeos de la época, se aproximaba cada vez más a la media europea. A partir
del año 2002 y hasta el año 2007, el porcentaje de parados pasa por altos y
bajos de entre un máximo del 11’96% y un mínimo del 7’95%. Sin embargo, en
diciembre de 2007 una caída en la demanda y en los precios hace que se
produzca el estallido de la burbuja inmobiliaria. El estallido genera
consecuencias de gran calibre, tales como la aparición de una crisis
inmobiliaria en 2008, con la que el número de desempleados asciende un
millón de personas en un corto plazo de tiempo. En los años posteriores, la tasa
de paro crece a progresivamente cada año, alcanzando un máximo del 26’03%
en 2013. En 2014%, el desempleo decrece un 2’36%, y el pasado año volvió a
hacerlo en un 2’77%.

A5. Conclusiones de la contrastación:


Tras haber comparado nuestra hipótesis con los datos recopilados, nos
percatamos de que ésta es parcialmente errónea. Si bien acertamos en las
posibles consecuencias de nuestra hipótesis dado a que éstas se corresponden
con los hechos, fallamos en el principal objetivo de la hipótesis: averiguar cuál
fue el desencadenante de la actual tasa de paro. En la suposición, planteamos
que este origen se debía a la crisis del ladrillo que fue producto de la burbuja
inmobiliaria, pero los hechos nos demuestran que tras esta crisis, los
porcentajes de paro disminuyeron (y dichas disminuciones poco o nada tienen
que ver con el paro actual). El origen se encuentra en la crisis inmobiliaria de
2008, que surge como consecuencia del estallido de la burbuja inmobiliaria.

Por ello, debemos concluir con que nuestra hipótesis era falsa dado a que la
crisis del ladrillo no es directamente el origen de la actual tasa de desempleo
tal y como nosotros planteamos en un principio.

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