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GAS NATURAL LICUADO

SOLUCIÓN A MEDIANO PLAZO PARA EL AHOGO ENERGÉTICO CHILENO

Chile apuesta a mediano plazo al gas natural para cambiar su matriz energética,
aumentar el abastecimiento y poder bajar tarifas.

La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, inauguró este miércoles en Mejillones (norte) el


tanque de almacenamiento de una segunda terminal de regasificación, operada por GDF
Suez y la cuprífera estatal Codelco.

La planta alimentará la voraz demanda energética de las mineras, principales


consumidoras de energía en Chile, el mayor productor de cobre del mundo.

Se trata del tanque de gas más grande de Latinoamérica. Hasta ahora la central
funcionaba con un barco atracado en el muelle para almacenar temporalmente el
combustible.

"Sabemos lo importante que es contar con energía sostenible y a buen precio para el
desarrollo de la economía de nuestro país", afirmó Bachelet en el acto de inauguración.

El jueves, el gobierno de Bachelet anunciará su agenda energética.

El ministro de Energía, Máximo Pacheco, apuntó que el objetivo del gobierno es aumentar
en el mediano plazo las compras de gas para reducir el peso del diésel, más
contaminante y caro, en la generación de energía.

Chile no tiene gas y sus vecinos no le venden. El país ha encontrado la solución en el gas
licuado, que llega en barco desde hace unos cinco años.

El gas natural licuado (GNL, líquido) ocupa un volumen 600 veces menor que el
carburante en estado gaseoso. La re-gasificadora permite, precisamente, devolverlo a su
estado original.

"El gas natural no es la solución definitiva pero es una buena salida de transición en el
mediano plazo para Chile", dijo a la AFP el analista Raúl Sohr, autor del libro "Así no
podemos seguir", sobre energía.

El gobierno pretende además bajar los precios del gas. "No es aceptable que el precio del
gas en Chile esté en niveles como los de hoy", entre los más altos del mundo, dijo el
ministro ante la comisión de Energía del Congreso.

"Vamos a controlar más a los amigos distribuidores del gas que compran a USD 9,5 por
BTU (Unidad Térmica Británica) y venden a USD 30", agregó.

Pacheco señaló que el gobierno también busca "romper el monopolio" de las dos
terminales de regasificación y aumentar su capacidad.
Un camión provee combustible a una estación de gasolina en Iquique

DEPENDENCIA DEL EXTERIOR

En 1995 Chile apostó al gas para diversificar fuentes de energía, por una confianza ciega
en el gas argentino, de precios muy accesibles entonces. Pero en 2004 comenzaron las
restricciones de Argentina, que priorizó abastecer su mercado interno, y se desencadenó
la traumática "crisis del gas".

Otro de sus vecinos, Bolivia -que posee grandes reservas del carburante- no le vende a
Chile, país con el cual está enfrentado por una salida al mar que perdió en una guerra a
fines del siglo XIX.

Chile importa el 70% de sus insumos energéticos. Hasta ahora, ha comprado GNL
principalmente a Trinidad y Tobago y también a Indonesia. Pero el gobierno quiere
ampliar posibilidades y hacerlas viables a corto plazo.

Bachelet tiene previsto viajar en junio a Estados Unidos y en su agenda figura la


negociación de compra de gas de esquisto, explicó Pacheco a los parlamentarios.

Chile mira con expectativa la construcción de un gasoducto en Perú hasta el puerto de Ilo
(muy cerca de la ciudad chilena de Arica) y no descarta volver a comprar en algún
momento a Argentina o intentarlo con Bolivia.

Para la opción peruana, según Sohr, "hay todavía un largo camino a recorrer", mientras
que Argentina "como abastecedor estable es difícil, no por problemas políticos,
simplemente por su realidad de consumo interno", que provoca altos y bajos en los
excedentes disponibles.
"Es parte de una estrategia negociadora, en sentido de decir 'no dependemos de nadie en
particular y tenemos un cóctel interesante ante nosotros", señala Sohr, para quien Chile
debe buscar "el máximo de autonomía energética posible", por posibles crisis
internacionales que compliquen el suministro.

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