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Misión Colombia Envejece. Fundación Saldarriaga Concha y Fedesarrollo. 2015.
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Informe The Challenge of Global Aging
Se entiende principalmente como una pérdida de las capacidades funcionales,
como dependencia e improductividad”.
Esta percepción sobre la vejez es una de las causas de exclusión social de las
personas mayores, quienes se enfrentan diariamente a condiciones de soledad,
aislamiento, maltrato, violencia, pobreza y dependencia económica.
Prueba de ello es que el 48% de las personas mayores en Colombia según CEPAL
son pobres. Igualmente, 3 de cada 10 están en situación de abandono, 9.3% viven
solos, 41% sufre de depresión y sólo 1 de cada 4 personas tienen pensión3.
Pero hay otra realidad y es que las personas mayores de 60 años tienen entre 20 y
30 años más de vida activa y si son incluidos en la sociedad tienen mucho que
aportar social y productivamente. María Teresa Bazo, en la Revista Española de
Sociología de 2002, asegura que “las personas mayores contribuyen de forma
considerable al bienestar familiar y social, y desean seguir siendo protagonistas de
sus vidas”.
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SABE Colombia, Encuesta Nacional de Salud, Bienestar y Envejecimiento, 2015
que curiosamente en muchos casos no son vistas por las personas mayores como
una enfermedad.
En la investigación cualitativa de la Misión Colombia Envejece son comunes
comentarios como “yo a mi parecer no siento nada malo, pero voy al médico y me
sale con que tengo azúcar, colesterol, presión” o “Doctora usted me está
prohibiendo todo, no me va a matar la enfermedad, me va a matar el hambre”.
Más que una carga, los viejos son un soporte de las familias
Aunque la percepción general es que hay que cuidar a las personas mayores, la
realidad es que ellas también cuidan y de esta manera permiten que otros
miembros de la familia puedan salir a trabajar. Según la Misión Colombia Envejece,
el 38% de las personas mayores brindan cuidados básicos a otras personas
mayores, a nietos, familiares con discapacidad, cónyuges o incluso a sus padres y
suegros. Este cuidado, que se desarrolla voluntariamente entre personas de
distintas generaciones, es capaz de brindar bienestar y sensación de
autorrealización entre quienes participan. Cuidar a otros, en vez de ser percibido
como una carga y un desgaste, tiene en las personas mayores un efecto positivo en
su autoestima.
Según el National Transfer Account Project, contrario a la creencia, un número
significativo de personas mayores aportan para sus familias y a la economía local y
nacional, pagando impuestos. Estas transferencias en la red familiar son negativas,
ya que la persona mayor da más a los miembros más jóvenes de la familia, de lo
que recibe. Igualmente, los impuestos que pagan las personas mayores también
son mucho más altos que los beneficios que reciben del Estado.
Sin embargo, ese 10% de personas mayores que sí requieren cuidados
permanentes, se ven expuestas en muchos casos a maltrato por parte de sus
parientes y sus cuidadores.
Según cifras de la Organización Mundial de la Salud, durante 2016, el 15,7% de las
personas mayores de 60 años fueron sometidas a alguna forma de abuso o
maltrato.
Por eso, es tan importante que como sociedad comencemos a pensar en la vejez
de una forma diferente, como una etapa de la vida que puede ser agradable,
tranquila, donde se puede aportar sabiduría y cariño a los seres queridos y se
puede ser un soporte familiar y comunitario fundamental.
Pero los miembros de Plan Mayor, a través de ejercicios con personas mayores y
conociendo otros modelos de atención a nivel internacional como el método
Hoffman basado en la neuroplasticidad del cerebro que se ha probado en más de
10 países y lleva 14 años, han demostrado sistemáticamente que el cerebro de una
persona mayor es capaz de reaprender y compensar pérdida funcional, a través de
una correcta estimulación física, congnitiva, neuropsicológica y social. estas
personas tienen plasticidad cerebral y pueden incluso mejorar sus funciones
mentales a partir de ejercicios como terminar la primaria, aprender a escribir
cuentos y a hacer narraciones orales, aprender sobre agronomía o sobre
emprendimientos productivos, abriendo espacios de sustento.
Economía Plateada
Se cree que las personas mayores son una carga económica para sus hogares. Sin
embargo, Misión Colombia Envejece encontró que a pesar de que solamente el
23% de las personas en edad de jubilación reciben pensión, el 61% de la población
mayor de 60 años tiene a su cargo una o más personas y el 24% asume la totalidad
de los gastos de la vivienda.
Según SABE Colombia, 30% de los mayores de 60 años trabajan e incluso, el 7% de
los mayores de 80 años lo siguen haciendo. La mayoría trabajan desde la
informalidad y pese a los bajos ingresos que perciben, sus aportes económicos son
cruciales en el presupuesto familiar.
Esta realidad dista mucho de la idea de que las personas mayores son
improductivas, que se les acabó la vida y no tienen mucho que aportar a la familia.
Pero después de los 60 años, las personas en Colombia salen del mercado laboral
formal y esta situación trae consigo graves consecuencias para la economía en
general.
Según cálculos recientes realizados por la firma consultora
PriceWaterhouseCoopers, el costo de no incluir a las personas mayores de 55 años,
tan sólo en los países miembros de la OECD, puede llegar los 3.500 millones de
dólares4. Esta pérdida en la productividad de los países se explica por varias
razones. La primera de ellas obedece a la falta de ingresos de las personas
mayores. Si estas personas pudieran seguir trabajando activamente o creando
nuevas empresas después de su jubilación, podrían seguir generando ingresos que
automáticamente se traducirían en un mayor nivel de consumo y por ende
aumentando la demanda de bienes y servicios. Esto es lo que se llama economía
plateada, un segmento de mercado que se está volviendo interesante para las
marcas de todo el mundo y para la que se están comenzando a desarrollar
productos y servicios diferenciales.
Por otra parte, al seguir haciendo parte del mercado de trabajo formal, las
personas mayores tendrían que seguir pagando impuestos, lo cual ayudaría a
mejorar los ingresos fiscales del país y reduciendo los costos asociados a la salud y
a las pensiones.