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FACULTAD DE TEOLOGÍA
#FORMARNOS
TP FINAL
IGNACIO M. DÍAZ
SANTIAGO OBIGLIO
DENOMINACIÓN (TÍTULO)
MOTIVACIÓN
Creemos en un Dios que es Ternura y Vida; que ama a todos y a todo el hombre, que ofrece
y da vida abundante. Cuando Dios “formó” al hombre del barro, le dio vida; eso soñamos de
esta formación: una formación integral, reflexiva, experiencial, participativa y
transformadora, una formación que dé vida -Vida, esa que tiene gusto, color, sonrisas… esa
que es, de verdad, abundante.
Pensamos que la historia y los pobres lo están pidiendo. La historia, por ejemplo, en el
magisterio eclesial desde el Concilio hasta estos días; los pobres, en este caso, los jóvenes, en
su fragilidad; estamos necesitando propuestas de pastoral más integrales, acentuadas sobre
todo en un profundo encuentro entre la fe y la vida, lo humano y lo espiritual. Todos estamos
necesitados de crecer y sanar y desplegarnos, es el proceso de la vida. El Evangelio, Jesús y su
Reino, tienen mucho que ver con esto. Creemos que, sin esfuerzos extraordinarios, sin
propuestas extraordinarias, podemos hacer mucho. Por eso nos animamos a empezar.
Aunque a esta altura tal vez todavía, quienes comenzamos el proyecto, no estemos
completamente formados. Sin embargo, confiamos en que esa debilidad, en Cristo, será
también fuerza pastoral.
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La constitución sobre la Iglesia en el mundo contemporáneo, Gaudium et Spes, nos brinda
una perspectiva valorativa de lo humano en el hombre –“no existe nada verdaderamente
humano que no encuentre eco en el corazón de los discípulos de Cristo” 5- que rompe con la
cultura de cristiandad, en la que se de algún modo se oponía lo religioso a lo profano. Esto
interesa para la cuestión de la formación de los jóvenes, en primer lugar, porque ellos ya no
forman parte, en su mayoría, del ambiente religioso-cristiano que se respiró en otras épocas.
Más que nunca, los jóvenes de estos tiempos nacieron y crecieron en un ambiente
secularizado, y por ello, esta perspectiva valorativa de ese mundo nos permite buscarlos y
valorarlos donde están, aunque luego haya que evangelizar profundamente esta realidad.
Por otra parte, la GS insiste en el servicio que la Iglesia tiene para ofrecer hacia la
humanización del mundo6, colaborando en la salvación de la persona del hombre y en la
restauración de la sociedad humana7. El modelo propuesto es Cristo, el hombre nuevo8, en
quien el misterio del hombre encuentra luz, sentido y salvación. El joven cristiano deberá ser
un hombre nuevo al estilo de Cristo; no desencarnado sino totalmente encarnado, totalmente
enamorado de lo humano, totalmente inserto en su realidad, para poder verdaderamente
evangelizar esa realidad, no con barnices pseudo-religiosos sino transformándola desde el
interior. En este mismo sentido, esta constitución insiste en la necesidad de la unificación
entre fe y vida, de todo cristiano9.
El documento de Aparecida (2007) hace una opción bien concreta por exponer una propuesta
detallada de formación para los discípulos misioneros. Su fundamento es cristológico -mira a
Cristo que formó personalmente a sus discípulos y después los envió10- y plantea el itinerario
basado en la naturaleza dinámica de la persona y la experiencia de seguimiento de Jesús.11
Este itinerario lo describe en un proceso con diferentes aspectos: encuentro con Jesucristo
(propiciar el encuentro, kerygma), conversión (respuesta inicial, decidirse a ser su amigo),
discipulado (conocimiento, amor, seguimiento), comunión (participación en la vida de la
Iglesia y el encuentro con otros), misión (compartir con otros la vida y fe, construir el Reino)12
y propone la formación integral, kerygmática y permanente, atenta a las diferentes
dimensiones (humana-comunitaria, intelectual, pastoral-misionera),13 respetuosa de los
procesos (requiere itinerarios diversificados, respetuosos de los procesos personales y de los
ritmos comunitarios);14 formación que contempla el acompañamiento de los discípulos-
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misioneros15 y que ha de contribuir al diálogo y la transformación de la sociedad.16 Insiste
también en una formación en la espiritualidad de la acción misionera.17
Por otra parte, algo de lo dicho acerca de los jóvenes que ingresan a los Seminarios y a las
Casas de formación lo creemos también relevante para los jóvenes, que creciendo en la
cultura posmoderna, traen fragmentación de la personalidad, incapacidad de asumir
compromisos definitivos, ausencia de madurez humana, debilitamiento de la identidad
espiritual… 18 Por eso mismo, es realmente necesaria la atención de todas las dimensiones en
la formación de los catequistas, sin suponer ninguna como ya madurada.
En el magisterio del Papa Francisco, por un lado en Evangelii Gaudium, sobre el anuncio del
Evangelio en el mundo actual (2013) se hace amplia referencia a la vida y misión de los
agentes pastorales, alcanzando una buena síntesis y extensión de lo tratado hasta el
momento.
Resalto el pedido del Papa de “crear espacios motivadores y sanadores para los agentes
pastorales, lugares donde regenerar la propia fe en Jesús crucificado y resucitado, donde
compartir las propias preguntas más profundas y las preocupaciones cotidianas, donde
discernir en profundidad con criterios evangélicos sobre la propia existencia y experiencia,
con la finalidad de orientar al bien y a la belleza las propias elecciones individuales y sociales.”
19 Esta inquietud, a mi parecer, considera personal y subjetivamente a los agentes pastorales,
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valores auténticamente cristianos, y destinados a dar frutos abundantes en la propia persona
y en la evangelización.
Por otra parte, las palabras de los propios jóvenes reunidos en el congreso de jóvenes
“Juntarnos”, el año pasado en la Arquidiócesis de Bs. As., citando la proclama final, redactada
por ellos mismos: “Necesitamos espacios de formación integral (que atraviesen todas las
dimensiones de la vida de un joven) para todos los agentes pastorales, sobre las realidades
juveniles.”23
PROPUESTA
Nuestra propuesta es formar una comunidad propia de agentes pastorales. Poder reunir
distintos agentes pastorales de la Arquidiócesis y fomentar el acompañamiento mutuo para
que encuentren en esta nueva comunidad un espacio de contención y formación integral. El
grupo se reunirá una vez por mes en una sede variable: puede ser una parroquia distinta cada
encuentro o una casa. El seminarista acompañante estará a cargo de la coordinación de los
encuentros en su organización y en la preparación del material, pero los encuentros serán
participativos, priorizando la reflexión y compartida de los miembros del grupo. Al seminarista
le tocará elaborar el itinerario pero a cada miembro de la comunidad le tocará traer alguna
de sus situaciones vitales y/o pastorales que sienta referidas a la temática. Además, se
propondrá material complementario para que el que quiera pueda profundizar.
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E. ALBURQUERQUE, “El acompañamiento espiritual en la Pastoral Juvenil”, Editorial Claretiana, Buenos
Aires, 2011, p. 4.
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https://goo.gl/Ci6BqF
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para el resto de la comunidad a partir de cada capítulo. Así, se hace una lectura viva del libro
y se comparte entre todos lo que la lectura va suscitando.
Una vez consolidado el grupo, se podrá proponer a sus miembros que a su vez sean gestores
y acompañantes de otras comunidades similares, fructificando en sus contextos vitales y
pastorales de modo capilar, y a la vez, manteniendo la comunión y la interrelación entre
dichas comunidades. Además, con el grupo inicial se buscará abrir un espacio de formación
integral abierto a agentes de pastoral a modo de taller de fin de semana, para poder compartir
lo aprendido con más cantidad de destinatarios sin necesidad de una continuidad y un
compromiso que exija la conformación de una nueva comunidad.
OBJETIVOS
A corto plazo, buscamos generar un espacio “motivador y sanador para agentes pastorales”
(EG 77). A partir de la reflexión sobre diferentes textos de formación humana, espiritual y
pastoral, compartir preguntas, inquietudes e ir elaborando diferentes trabajos personales y
grupales para adentrarse en un proceso de crecimiento personal y maduración en la fe.
A mediano plazo, queremos poder ofrecer alguna propuesta formativa, con esta impronta
humana-espiritual-pastoral, que transforme a otros jóvenes, sanándolos, ayudándolos a
crecer, a desplegarse, en la profundización de la relación con ellos mismos, con los demás y
con Dios, y dándoles también herramientas para sus vidas y su ejercicio pastoral. Ésta, según
dos modalidades:
OBJETIVOS ESPECÍFICOS
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conformación de la comunidad y el envío misionero. Jesús los fue formando con sus
enseñanzas, sus parábolas, sus preguntas y respuestas, sus descansos, retos e invitaciones.
DESTINATARIOS
En un segundo momento, la idea sería poder armar otra comunidad con otros 5 o 6 jóvenes,
repitiendo el formato. En algunas actividades, nos proponemos poder vincular una
comunidad con otra para el enriquecimiento mutuo. Podría ser alguna convivencia, algún
momento de oración o algún retiro espiritual. Luego, el formato podría replicarse también
para otros agentes pastorales jóvenes de otros lados.
A su vez, si el grupo funciona, se planifica con ellos un espacio de formación para jóvenes
abierto a otros agentes de pastoral. Como ya hemos dicho, un espacio de formación integral
que incluya lo humano, lo espiritual y lo pastoral.
ORGANIZACIÓN, CRONOGRAMA
Durante esta segunda mitad del año sería la etapa a corto plazo de reuniones sólo con el
equipo. Inicialmente pensamos que, juntándonos una vez por mes, 2 o 3 horas, para leer
algún texto, compartir, hacer algún ejercicio, etc., más alguna lectura personal, puede ser una
propuesta realista, suficiente y no exigente.
Podríamos pensar cómo encarar el proceso y el material. Tenemos algunas ideas para
compartir. Podría proponer cierto itinerario o material inicialmente, dando espacio a ir
trabajándolo juntos, con el aporte de todos, y abiertos a que cada uno vaya trayendo el
material o las propuestas que le parezcan valiosas. Esto podríamos conversarlo en el primer
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encuentro y hacer una propuesta nueva; porque confiamos en los que convocamos, estamos
dispuestos a poner todo el proyecto en sus manos, y además ir dándole forma en el tiempo.
A mediano plazo se pensaría quiénes quieren elaborar una propuesta abierta y si continuar o
no con este equipo y sus objetivos iniciales.
Itinerario sugerido
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E. ALBURQUERQUE, “El acompañamiento espiritual en la Pastoral Juvenil”, Editorial Claretiana, Buenos
Aires, 2011.
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Idem.
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Idem.
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humano- Verdad o subjetivismo. y formación de la
espiritual. Sentido de pecado. conciencia.27
Presentación del Conciencia responsable. Auto-indagación sobre
aspecto moral. mandatos paternos y
elecciones libres y
personales.
Encuentro 5 Presentación del La vocación como plenitud Capítulo 4, págs. 69-88:
aspecto de la propia identidad. Acompañamiento espiritual
vocacional. La vocación como llamado y discernimiento.28
Motivación de de Dios. Video de testimonio
un Discernimiento vocacional vocacional.
discernimiento y acompañamiento Preguntas disparadoras al
hacia las personal. discernimiento personal.
opciones Servicio. Compasión y
fundamentales. decisión.
AGENTES
RECURSOS
Bibliografía de consulta:
27
Idem.
28
Idem.
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- “Como sanar las ocho etapas de la vida”, M. Linn
Sobre posibles gastos, los asume la coordinación o la colaboración del equipo con las
fotocopias, comida (si hubiera), etc.
COORDINACIÓN
(Ver “Agentes”)
EVALUACIÓN
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