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La presencia del paradigma ilustrado en la formación del concepto de Educación

Uno de los aspectos fundamentales acerca de la definición de educación es preguntar por la


finalidad. La respuesta genérica a esta pregunta es la siguiente: cultivar la humanidad o
perfeccionar la naturaleza humana. Sin embargo, la manera de concebir lo que es el hombre ha
cambiado en el camino de la historia. La propuesta de este ensayo es plantear que el concepto de
ser humano de la ilustración que reduce al hombre al pensar claro y distinto y a su participación
como individuo en la sociedad democrática tiene vigencia en el concepto y práctica de la
educación actual a pesar de que los cambios dramáticos de la humanidad han puesto de relieve
una visión del hombre distinta.

Con la ilustración aconteció un cambio de época, la revolución francesa llevó este cambio hasta el
nivel más profundo posible, el cambio de sociedad, el cambio en la manera en que esta se
gobierna, la forma en que los hombres se relacionan. Sin embargo esta revolución se habría
quedado sólo en una matanza si no hubiese sido por la ilustración que proporcionó los principios -
y los límites- del nuevo mundo que estaba naciendo. Conceptos que manejamos y derechos que
proclamamos hoy, como autonomía, pensamiento crítico, educación, laica y gratuita, educación
universal, etc., fueron elaborados en esta época.

Con la ilustración el hombre ha llegado a su mayoría de edad, quiere pensar y decidir por sí mismo,
dejar de ser objeto y convertirse en protagonista indiscutido de su mundo y de su destino. Dos
pensadores han guiado de manera señera los nuevos caminos de la humanidad, Juan Jacobo
Rousseau y Manuel Kant. Presentaremos algunas ideas de su idea de naturaleza humana y su
implicación pedagógica.

El hombre antiguo aceptaba la realidad y el mundo como venido del cielo sin más. Es Dios el que
ha establecido la forma de gobierno de los reyes como ha establecido la alternancia de las
estaciones. Querer cambiar esta situación hubiese sido el equivalente a querer hacer que nevara
en el verano o que los ríos empiecen a correr en sentido contrario.

Por otra parte, la mirada del hombre medieval era más bien un contemplar, el mundo para él está
transido de misterio y sus distintos niveles están en comunión e intercomunicación. Por ello la
naturaleza puede, en ciertos momentos, ser vehículo transparente de la presencia viva de Dios, así
lo demuestra la historia sagrada en cada uno de sus actos salvíficos, como también la existencia de
los sacramentos, en los que Jesús sigue vivo y obrando en favor de los hombres.

De la misma manera, las acciones del hombre tienen sus consecuencias en el mundo divino y
viceversa. Las malas acciones humanas afectan a la naturaleza y atraen las catástrofes que se
producen por la ruptura del equilibrio en que se encuentra el mundo. Esta manera de pensar se
puede constatar en el relato de la primera pareja humana cuyas acciones han provocado la
destrucción del mundo, del paraíso. Su transgresión nos ha arrojado de la situación de felicidad y
armonía, al caos de la violencia, la guerra y la muerte.
Habría que preguntarse con todo, si este cambio de época no fue un realidad sólo un cambio de
dioses, la razón y el estado, en nombre de los cuales se podía tomar la vida de multitudes, y dar
rienda suelta a la voracidad económica y política.

Elementos del concepto de naturaleza humana de la ilustración:

De las fuentes que estamos comentando en este trabajo se pueden elencar las siguientes
afirmaciones relacionadas con el concepto de naturaleza humana:

El hombre sometido al pensamiento antiguo y su forma de gobierno “no es”, está esclavizado,
necesita liberarse del poder político y religioso.

El ser humano en su naturaleza salvaje es bueno y la sociedad lo vuelve malo.

El hombre se vuelve humano gracias a la educación.

El ser humano es auto-consciente y libre, autónomo.

El hombre se vuelve humano en cuanto se vuelve civilizado.

El hombre es siempre fin y nunca medio.

La libertad individual y la fraternidad civil son los ejes de la nueva sociedad.

La ciencia como el conocer claro y distinto es elemento esencial del perfeccionamiento humano y
herramienta para el desarrollo social.

Se mantienen las clases sociales y es necesario educarlas de manera diferente.

Dios es el logaritmo que hace posible al mundo pero su desarrollo está exclusivamente en manos
del hombre.

Presupuestos pedagógicos de la Ilustración.

Juan Jacobo Rousseau.

Para este autor la educación tradicional es sumisa e hipócrita y la causa de la infelicidad de los
niños (Molina, 2002, pág. 148). Es hipócrita porque enseña a esconder la verdadera naturaleza
humana tras las reglas de la cortesía. Es sumisa pues obliga al niño a adoptar los patrones sociales
de los adultos. Habría que añadir que es injusta pues detrás de las reglas de la cortesía los
hombres se mueven por sus pasiones y ambiciones, y que en realidad son indiferentes y crueles
frente a las necesidades del prójimo.

La nueva sociedad se construye mediante un acuerdo general de los ciudadanos, llamado Contrato
Social. Esto implica una tarea pedagógica para motivar, mantener y progresar en el desarrollo de
este acuerdo. El Emilio es la expresión del camino de enseñanza para lograr este fin1. Este contrato

1
Ibid.
sería la expresión de las coordenadas del estado de naturaleza y permitiría al hombre volver a su
estado de perfección. Un paso en esta línea que Rousseau hubiese aplaudido es la Carta de los
Derechos Humanos considerada piedra angular de nuestra sociedad democrática actual.

Este proceso consiste en armonizar el crecimiento del ser humano libre y feliz en su entorno de
naturaleza con su condición de miembro de una estructura social y cultural2. Es interesante notar
como el concepto de libertad se muestra esencialmente unido –y consiste- a la experiencia de las
sensaciones, y también, a la experiencia de la fuerza natural. La razón de esto se halla en el hecho
de que el estado de naturaleza es anterior a la sociedad y por tanto pertenece al reino del bien, en
el que la sensibilidad y la fuerza no estaban guiadas por intereses mezquinos, sino sólo por el
interés de sobrevivir, que evidentemente es natural y bueno.

Para Rousseau hay que comenzar con el niño aprovechando sus inclinaciones naturales y sus
sensaciones para enseñarle a disfrutar de la vida para luego en la edad de la adolescencia
mostrarle la necesidad de someterse desde su razón a las “cadenas” y al “féretro” de las
instituciones sociales3. En el adolescente hay que buscar librarle de los prejuicios, fomentar su
curiosidad, comunicarle ideas claras que le ayuden a formar sus juicios, participar en la sociedad
mediante las virtudes de la honestidad y el trabajo, desarrollar la fuerza del alma para enfrentar
las contradicciones, la misericordia que viene de la toma de conciencia de la propia indigencia, la
generosidad para hacer el bien, el aprender a vivir en paz consigo mismo. Se ha de educar con el
ejemplo más que con las palabras y se ha de evitar los reproches, desarrollar la estimación de los
demás, la comunicación y las destrezas para evitar los problemas y alcanzar el éxito4. Mediante la
educación se ha de eliminar todas las taras sociales y se ha de propiciar el florecimiento del
hombre natural.

La educación consiste en propiciar el bienestar corporal y su cuidado, en lograr equilibrio entre el


uso y el abuso de la fuerza natural, estar pronto a los signos de la condición de la naturaleza y de la
razón para acompañarlos debidamente, ayudar a dar sentido al mundo mediante el lenguaje5.

Con estos presupuestos se organiza la educación gratuita y laica para todos los ciudadanos como
una tarea primordial del Estado, se establece un sistema educativo y se crean centros para la
preparación de profesores, sin embargo sólo los más capaces van a la universidad (Gadotti, 2003,
págs. 82-84). Aunque la revolución proclamó la educación universal prevaleció en la realidad la
educación elitista para la clase burguesa perpetuando así la desigualdad social, pues si el hombre
es lo que la instrucción hace de él, resultarán 2 clases definidas, la de los que tienen acceso a ella y
las que no lo tienen.

2
Ibid. pp 149.
3
Ibid.
4
Ibid. 152-153.
5
Ibid. 150.
El que esto haya ocurrido a pesar de que para la revolución la educación era uno de los motores
para el cambio de la sociedad se podría explicar debido a la idea de que existe una desigualdad
natural entre los hombres, que por ser natural es aceptable.

Como resumen breve, se podría afirmar que para Rousseau el hombre es un ser completamente
libre por naturaleza y social por necesidad. La naturaleza del hombre es la libertad.

Manuel Kant

El otro gran representante de la Ilustración es Manuel Kant. Para él es el ser humano quien con las
categorías como el espacio, el tiempo, la causalidad, que sólo existen en su mente, organiza el
caos y lo convierte en mundo habitable, en ethos con sentido, en cosmos.

Según Kant, el hombre debe “desnaturalizarse”, escapar del determinismo biológico y animal para
acceder a su verdadera naturaleza humana, para convertirse en hombre verdadero.

Por otra parte la felicidad o perfección no es algo que acontece fuera del hombre pues tiene que
ver en su origen con la razón con la que ha estructurado todo6. En este sentido se podría decir que
es el hombre quien construye, quien se da a sí mismo la felicidad.

Por esto se entiende que Kant haya hecho una diferenciación en los tres campos en que se
desarrolla el espíritu humano. Una razón para el conocimiento, otra para los valores y la otra para
el ámbito de la felicidad y la realización plena.

Se podría decir, a modo de bosquejo, que para Kant la naturaleza humana consiste en la razón y la
autonomía.

En el aspecto pedagógico, si la razón y el conocimiento que procede de él, caracterizan al ser


humano, la educación deviene de su naturaleza (Zamudio, 2012, pág. 6). Por esto Kant dice con
Rousseau, que el hombre es lo que la educación hace de él.

La pedagogía para él se da como un proceso de tres etapas, cuidado, disciplina e instrucción7. El


cuidado se da a los niños pequeños y consiste en evitar que se hagan daño a sí mismos. En esta
etapa la desnaturalización acontece a través del aprendizaje que aleja al niño del instinto animal.

La disciplina se usa para el educando, el cual debe pasar de la animalidad a la humanidad, de la


ignorancia a la razón8, del instinto al saber que le hace dueño de sí mismo9. Para los animales “el
plan de su vida” es el instinto, en el caso del ser humano, dado que ese plan no existe -pues no

6
Ibid. pp 86.
7
Ibid. pp 7.
8
Ibid. pp 8.
9
Ibid. pp 9.
vive de los instintos sino de la razón-, hay que proporcionárselo mediante la educación10 con la
disciplina. Ella es un camino necesario para que el niño se someta a los mandatos de la razón11.

Obviamente, el fin de la educación no es someter a un niño al pensamiento de otros sino darle una
ayuda, una muleta, para que él mismo desarrolle sus capacidades. Pero, en realidad, habría
entender la expresión, “pensamiento de otros” como el conjunto de la cultura y al niño como el
conjunto de la humanidad en proceso de desarrollar todas sus capacidades12. Esto tiene como
consecuencia que la naturaleza humana no está hecha y cada generación tiene que participar en
su construcción13.

La disciplina, por otra parte, es absolutamente necesaria, pues el impulso humano a diferencia del
instinto animal no tiene límites y esto lleva irremediablemente a la barbarie. No se puede vivir de
manera humana sino mediante el recurso a las leyes14. La libertad a secas, entendida como dar
rienda suelta a los impulsos no es vivir plenamente, todo lo contrario, es un estar sometido como
los animales a la “sin razón” de los instintos. Por ello la disciplina consiste en la restricción de la
libertad15.

Ahora bien, ya que la disciplina es solamente el aspecto negativo de la educación, una condición
que la hace posible, es la instrucción la verdadera educación. En esta época de la instrucción, en
cambio, prevalecen la comunicación y la tolerancia Ahora el protagonismo pertenecen a la cultura
y al individuo. La cultura aporta no sólo información sino también el sentido, el ideal – plan o
proyecto-, de la búsqueda de la perfección humana, al que el estudiante está llamado a participar
y a buscar16.

Mirada de conjunto.

Ambos pensadores, tanto Rousseau como Kant piensan en un proyecto de humanidad. Para
Rousseau, ese proyecto ya está contenido en lo que para él es el estado de naturaleza.
Curiosamente este estado de naturaleza entendido como inocencia, sensibilidad, fraternidad,
ausencia de egoísmo y ambición, es el estado de perfección de la primera pareja humana según el
relato del Génesis. Podría afirmarse que más que una idealización teórica para Rousseau se trata
de un hecho real que pervive en todo ser humano que nace. Según esto habría plena concordancia
entre el relato de la fe y el relato de la Ilustración en este punto.

Según Kant –como también en el caso de Rousseau- el proyecto humano está en construcción y se
orienta a la plenitud de la naturaleza o perfeccionamiento, pues de lo que se trata es de llegar a

10
Ibid. pp 10.
11
Ibid.
12
Ibid. pp 11.
13
Ibid. pp 13.
14
Ibid. pp 14.
15
Ibid. pp 15.
16
Ibid. pp 19.
ser plenamente hombre como individuo y como sociedad. Además, lo que impulsa el avance es la
misma naturaleza que como característica esencial tiende a su completa realización.

Se podría explicar la diferencia en la forma de presentar el proyecto humano postulando que el


concepto de naturaleza para Rousseau viene directamente de la fe y tiene más en cuenta la
historicidad humana. En cambio para Kant, con más interés en el rigor científico, provenía de la
cultura griega que veía con naturalidad en el hombre la huella de la animalidad y probablemente
no admitía el postulado del hombre natural como hecho histórico comprobable.

Para efectos de nuestro tema, la educación, proyecto significa proceso, elemento esencial de su
definición, juntamente con el cultivo de la humanidad.

Para ambos el proyecto humano es también un proyecto ético y por tanto la educación es la
apuesta por una pedagogía de los valores que tiene como finalidad la consecución de una
humanidad virtuosa que viva en una paz duradera.

Elementos importantes de la utopía son tanto la razón –la ciencia-, como también la libertad. Ser
hombre es ser libre de la manipulación del poder político o religioso, sin embargo, no se trata de
libertinaje, Kant ha logrado darle una razón al postulado del hombre libre como naturaleza en su
Crítica a la razón práctica mediante los conceptos de necesidad y universalidad, sin embargo es
Rousseau quien ha dado carta de ciudadanía en la educación a la creatividad, a sensibilidad y a las
emociones y el partir del mismo estudiante, relacionando sus propios intereses con los nuevos
conocimientos. Igualmente es de suma importancia tomar en cuenta la edad y conocer
respetando la condición propia de los niños.

De Kant la educación ha tomado la idea de autonomía, como capacidad de autodeterminarse y


conducirse a sí. El estudiante ya no se guía por el argumento de autoridad, según el cual, la verdad
se apoya en la competencia y el conocimiento del maestro. Ahora son los mismos hechos y el
proceso científico de la elaboración teórica los que proporcionan las certezas que el hombre
necesita.

La autonomía está unida a la responsabilidad pues autonomía no equivale a libertinaje, sino a


autodeterminarse y sujetarse a la realización de determinados metas o valores como la verdad, el
bien la paz universal.

Conclusión

Como se puede ver en el desarrollo breve de este trabajo el pensamiento ilustrado contiene
elementos esenciales de la educación tales como proceso, proyecto, valores, autonomía, libertad,
etc. Se podría decir que algunos que estos elementos debido al carácter revolucionario podrían
convertirse no sólo en caminos sino también en formas que reducen al mismo tiempo al ser
humano a los límites de la razón y la política. Sin embargo, tomando pie del pensamiento de
Rousseau y Kant habría que entenderlos sólo como aportes en el camino del perfeccionamiento
humano y que no es algo que tenemos que endilgarles a ellos sino a nosotros. El pensamiento
contemporáneo ha hecho precisamente confirmar y completar sus postulados como también
desarrollar otros aspectos como el de la relación social, el diálogo y la cooperación.

Gadotti, M. (2003). Historia a las ideas pedagógicas. Méjico: Siglo XXI editores.

Molina, J. A. (2002). Propuesta desde un encuentro de ideas pedagógicas: Rousseau y Freire.


Revista de Educación, 147-158.

Zamudio, G. B. (2012). Pedagogía de Kant: ¿una filosofía de la educación? Magis. Revista


Internacional en Educación. Vol 5, num 10. Julio- diciembre, 155-171.

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