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El presente ensayo pretende aplicar los conceptos de producción cultural, finalidad, lo real /lo
posible y libertad en la película “El Hombre Bicentario” (1999) tomando como referencia algunos
fragmentos de los siguientes parágrafos de la Crítica del Juicio de Immanuel Kant: 62, 76, 83, 84 y
86, con el fin de establecer relaciones y contraposiciones entre la historia que presenta la película y
dichos conceptos.
A través del libro la Crítica del Juicio, Kant hace referencia a la importancia del ser humano como
dador de sentido al mundo que lo rodea, es el ser humano quien le imprime finalidad a la naturaleza
y a todo aquello que crea producto de su capacidad de ser además un animal cultural, “la
producción de la aptitud de un ser racional para cualquier fin es la cultura.” (Kant: 597) Por estas
razones el ser humano en esa constante búsqueda por el sentido encuentra en el cine una manera de
sublimar todas sus inquietudes y además la posibilidad de crear a partir de su imaginación objetos
Podríamos decir entonces que el cine, como producto de la cultura materializa en imágenes los
objetos que el ser humano no encuentra en el mundo y se configura asimismo como una
manifestación de la libertad desde el punto de vista en que, el ser humano es el único animal en la
cine. No obstante, el cine dentro de la concepción kantiana del arte no constituiría precisamente
“arte” por el hecho de estar subordinado a la producción de ganancias, sin embargo, para efectos de
este ensayo, lo que más relevancia posee es analizar el cine en primera instancia como producto de
la cultura.
que las fronteras entre la realidad y la ficción cada vez son más difíciles de establecer, debido en
parte a los avances tecnológicos, es ahí en donde entra el concepto de lo real y lo posible que Kant
menciona en la Crítica del Juicio, donde “es indispensablemente necesario para el entendimiento
humano distinguir posibilidad y realidad de las cosas. El fundamento de ello está en el sujeto y en la
Es decir, el ser humano hace la distinción entre las cosas que son posibles gracias a la imaginación
y las cosas que son reales, ya que lo posible no implica necesariamente que el objeto sea real, por
tanto, el cine plantea de cierta manera esta distinción, el espectador sabe que cuando ve una película
los hechos que se relatan en ella son en alguna medida “posibles”, mas si se trata de una película de
ciencia ficción o que involucre personajes fantásticos, éstos se encuentran muy lejos de ser “reales”.
“Pueden cosas ser posibles sin ser reales, que de la mera posibilidad no se puede concluir a la
realidad, valen correctísimamente para la razón humana, sin demostrar, por eso, que esa diferencia
El cine, de esta forma, juega con los conceptos de lo “posible” y lo “real”, en donde diversas
situaciones y personajes son creados a partir de la imaginación del sujeto y sublimados gracias a las
posibilidades que brinda el cine para que dichos objetos parezcan “como si” fueran realidad, es
decir, el ser humano metaforiza tantos sus inquietudes como sus deseos mediante una película, con
el objetivo de acercarse aún más a la respuesta por el sentido. Este ejercicio no proporciona
“Toda nuestra distinción de lo mero posible y de lo real descansa en que lo primero significa la
facultad de pensar, y lo segundo, empero, el poner la cosa en sí misma (…) vale sólo
subjetivamente para el entendimiento humano.” (Kant: 540) Por tanto, el ser humano encuentra en
el cine una posibilidad más para dar finalidad a los objetos presentes en el mundo, gracias a las
metáforas que construye a partir de lo real y lo posible y que son transformadas en imágenes
continuas en el cine. La película “El Hombre Bicentenario” plantea precisamente lo anterior, ya que
en primer lugar se ambienta en el futuro, condición que permite jugar con el concepto de lo real y lo
posible, en el que se le ofrece al espectador la historia como algo que pudiera suceder pero que al
mismo tiempo se encuentra dentro del plano de una suposición y de la ficción, esto debido “(…) por
existente en el cual posibilidad y realidad no pueden ser distinguidos y para cuya idea nuestra razón
El fenómeno del cine, puede entonces encontrar paralelismos con los planteamientos de Kant, al
constituir primeramente un producto cultural, creado por el ser humano en su afán de trascender su
condición meramente natural y convertir los objetos a su alrededor en fines que lo acerquen a la
finalidad última, él mismo. El sujeto, exterioriza en el cine su propia subjetividad y crea con él
nuevos objetos y mundos mediante la capacidad de metaforizar su propio entorno y así sublimar y
con la realidad y los productos de su imaginación. Esta película en particular plantea una historia
que desde el punto de vista de Kant resulta interesante; en primer lugar la película comienza en “un
futuro no muy lejano” (fue realizada en 1999) en donde el progreso tecnológico es tal que el ser
humano ha creado máquinas que realicen las labores domésticas y demás tareas que él no desea
realizar; una idea que en el siglo XVIII, época de Kant, no sólo resultaba posible sino
completamente real ya que el optimismo con respecto a las máquinas alcanzaría esta comodidad que
en la película ya es un hecho.
La historia gira en torno a Andrew, un robot como cualquier otro que fue diseñado para obedecer
las órdenes de los humanos y encargarse de diversas tareas, hasta ese punto la relación con Kant se
mantiene; el ser humano crea las máquinas para que sirvan a un propósito determinado, el de
facilitar sus labores diarias; su finalidad no trasciende lo meramente operativo y no tendría por qué
Conforme transcurre la película, se evidencia ese deseo del ser humano de imprimirle a los objetos
una finalidad, los robots semejan la apariencia humana y además cuentan con un chip de
personalidad, para que no resulten del todo extraños para los seres humanos, es decir, se les otorga
una apariencia humana, ya que de alguna manera personifican un ideal humano, que es el de la
materializa un ideal en los objetos mecánicos que ha creado, “(…) al hombre (…) como el último
fin de la naturaleza, en relación con el cual todas las demás cosas naturales constituyen un sistema
tratarlo no como una propiedad sino como una persona, “como si” el
medio para canalizar su subjetividad, le adjudican características que son únicamente humanas, y
con ello inician una búsqueda propia por el sentido, que materializan en la figura del robot,
subliman sus deseos e inquietudes en Andrew y lo elevan poco a poco a la condición de ser
humano, que en Kant sería imposible pero ahí también entra el juego del cine entre realidad y
ficción.
Posteriormente, Andrew comienza a desarrollar cualidades humanas, como lo son la creatividad, la
curiosidad e incluso el goce cuando escucha música o cuando talla madera para hacer pequeñas
figuras, en esta parte de la película el espectador ya comienza a distinguir entre lo real y lo posible,
ya que el hecho de que una máquina posea estas características sólo puede encerrarse dentro del
marco de lo posible; una vez más se evidencia esa búsqueda del ser humano de precisamente
“humanizar” todos los objetos a su alrededor, ya no sólo la apariencia de Andrew semeja a un ser
Dichas características hacen de Andrew una “anomalía”, sin embargo para la familia dueña de éste,
menciona una frase que resulta interesante, “una falla mecánica es considerada una excentricidad y
por tanto la antropomorfiza”, lo anterior refuerza cómo es precisamente la familia del robot quienes
Constantemente a Andrew le enseñan cosas que no están programadas en él, bajo la consigna de
explotar al máximo su “unicidad” y acercarlo más a lo que es un ser humano, en repetidas ocasiones
los personajes mencionan la frase” no puedo invertir mis sentimientos en una máquina” lo cual
evidencia que no se trata sólo de lo que Andrew -de acuerdo con la historia- es debido a su
“individualidad”, sino asimismo de lo que los seres humanos a su alrededor han querido que sea, un
objeto en el que depositan sus emociones y sus deseos, así como el objeto que resume todas
aquellas cualidades que no encuentran en un ser humano, es decir, el robot se convierte en un ideal
Andrew pasa por un proceso en el cual cada vez más se aleja de ser una máquina para adoptar las
características humanas que sus dueños le han dado, como mejoras externas para expresar
emociones, ya que en la película se plantea que Andrew posee pensamientos y sentimientos que
desea expresar, imposible para una máquina, que cada vez más abandona esa condición mecánica
para adentrarse en lo humano. Todas las mejoras a las que se somete son meros disfraces para
“imitar” la apariencia humana, porque una vez que Andrew toma -por decirlo de alguna manera-
conciencia de sí mismo, emprende una búsqueda de su finalidad, del sentido; es entonces cuando el
cine y el ser humano flirtean con la idea de una máquina que desea convertirse en un ser humano,
cuando es mucho más común que el ser humano quiera parecerse a las máquinas dado su capacidad
de ser inmortales.
Existe un aspecto que se toca en la película que es de suma importancia dentro de la filosofía de
Kant, este es la libertad; exclusivamente para el ser humano que es el único sujeto moral en la
naturaleza, “(…) es el único ser natural en el cual, podemos reconocer una facultad suprasensible
(la libertad), y hasta la ley de la causalidad y el objeto que esa facultad puede proponerse como el
Las implicaciones de la libertad en Kant van más allá de hacer lo que uno quiera, sino que remiten
asimismo a responsabilizarse y a vivir bajo los mandatos que uno se imponga. Andrew en un punto
de la película, desea ser libre, desea buscar el sentido de su “existencia”, y para ello no quiere seguir
obedeciendo a sus dueños y quiere vivir bajo sus propias condiciones, lo anterior posee relación con
humano.
evidentemente, Kant no hubiera considerado a una máquina como candidata para obtenerla, mas
como se ha reiterado varias veces, de ahí radica el poder del cine y de la producción cultural del ser
similares a él, deja de llamarse a sí mismo “Uno” para autodenominarse “Yo”, este paso es
externas Andrew en el exterior puede pasar por un ser humano, mas su deseo de ser reconocido
como tal no se limita al exterior, pues pese a todas estas modificaciones, sigue siendo inmortal,
sigue encarnando un ideal humano en lugar de estar persiguiendo alcanzar dicho ideal.
Hacia el final de la película Andrew consigue ser “biológicamente” humano, su cuerpo envejece,
realiza las funciones digestivas, incluso en la película se muestra como Andrew muere producto de
la vejez; es decir “copia” la parte de naturaleza del ser humano, mas en el aspecto moral, el de la
libertad, que es lo más importante, Andrew queda un poco rezagado ya que necesita de la
aprobación de la comunidad internacional para dejar de ser una máquina, su capacidad moral, la
desconocida raíz común de Kant es un aspecto que es seguro que una máquina jamás consiga
poseer, y sin ello, de todas formas no sería un sujeto humano; por tanto, el desenlace de la película
en el que se le otorga a Andrew la condición de ser humano, 200 años después de haber sido
activado como una máquina, queda simplemente dentro del espacio de lo posible inclusive sólo del
ámbito de la ficción pues siguiendo la tesis de Kant no importaría cuanto puede parecerse
A través de este pequeño análisis, se puede evidenciar como los planteamientos de Kant en el siglo
XVIII pueden hoy en día desembocar en inimaginables relaciones, esto a causa de que conceptos
como la finalidad, la cultura, lo real /lo posible y la libertad, no son exclusivos para una sola época
sino que trascienden el siglo XVIII y pueden ser aplicados o confrontados tres siglos después.
Con esta película, es necesario destacar el vínculo que existe entre el cine como un producto de la
cultura y la posibilidad que éste brinda para plasmar la subjetividad del ser humano y otorgarle
finalidad a los objetos que se encuentran en el mundo, así como crear nuevos objetos y explorar
en un animal cultural, en donde éste exterioriza y materializa con la ayuda de la imaginación todos
los objetos que no consigue encontrar en el mundo y que lo acercaran al fin último que es él mismo,
desembocando en una completa transformación del mundo en el que los seres humanos lo permean
de sentido.
Bibliografía: