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Martín Ahualli
Hoy vamos a continuar con nuestra exposición del fenómeno del lenguaje tal como
vimos (1) la relevancia que el análisis de los enunciados de identidad tiene para reemplazar
referencia, (2) el modo en que Frege caracteriza y aplica estas nociones en el análisis del
contenido de los nombres propios y de los enunciados declarativos, tanto de los enunciados
pensamiento, juicio y verdad, (4) las herramientas conceptuales introducidas para analizar
posibles objeciones, entre ellas: la distinción entre referencia directa e indirecta, referencia
(5) sus observaciones acerca del funcionamiento del lenguaje natural en contraste con el
Hoy también vamos a repartir la exposición entre aspectos técnicos específicos del
ensayo y aspectos históricos que nos servirán para contextualizar éste y otros trabajos
sobre los cuales versa este curso de filosofía contemporánea. Yo voy a ocupar solamente
las dos primeras horas de la reunión de hoy. La segunda parte de esas dos horas vamos a
los tres volúmenes de historia del siglo XIX de Eric Hobsbawm, quien distingue tres grandes
períodos en este siglo ‘largo’. El primero, llamado ‘La era de las revoluciones’ va de 1789
a 1848, el segundo ‘La era del capital’, va de 1848 a 1875 y el tercero, ‘La era del imperio’,
va de 1875 a 1914.
El texto que nos ocupa, como pueden ver, se ubica en esta última etapa. Se trata de
un texto filosófico orientado a la ciencia, con lo cual sin duda está más influenciado por el
desarrollo de la matemática del siglo XIX que por el de la política o los cambios en la
sociedad del período. Verán cómo esto se revierte en otros autores del programa. Esta
más marcado entre las ciencias naturales y las ciencias sociales. Estas últimas carecían
hacia fines del siglo XIX de un núcleo central de metodologías y resultados acumulativos
consecuente incapacidad de las iglesias para guiar a sociedades de masas cada vez más
secularizadas.
El eje central en torno al cual Hobsbawm organiza la historia del siglo XIX es el
liberalismo a los márgenes del poder político, mientras se delinea una nueva configuración
los modelos de las instituciones públicas de la sociedad burguesa. Pero prontamente las
como fuerza política. De modo que hacia el final del período, se hace evidente que la
forma permanente del mundo industrial moderno, sino solamente una fase de su desarrollo
inicial.
Las estructuras económicas del mundo del siglo XX no son ya las que regían las
hay retorno al mundo de la sociedad burguesa liberal, tal como ella quedó retratada en la
siglo la economía industrial reconoce cada vez más la relevancia de las investigaciones
Tras una primera etapa de monopolio industrial británico, crece la competencia -sobre todo
rivales, propia de la era pos-liberal. Esta situación crea conflicto a nivel internacional, donde
las principales potencias dividen el mapa según mercados de influencia que al mismo
todo tras la depresión económica de 1875 que produjo agitación y descontento en casi toda
generalmente con orientación socialista, que por ello compartían los valores y presupuestos
masas, en algunos casos con cierta inclinación hacia algún tipo de socialismo, donde el
que reflejan hitos del proceso de unificación política alemana. Dos de ellos acerca de la
batalla de Belle-Alliance en 1815, en la que Prusia e Inglaterra, junto con otras naciones
clave para consolidar el dominio de Prusia sobre la región del norte alemán tanto como para
Lorena tras la guerra franco-prusiana de 1871 que culmina con la constitución del segundo
imperio alemán de Guillermo 1º dirigido por su canciller Bismarck. Entre 1815, fecha del
primer ejemplo y 1871, fecha del último, se despliega un asombroso y complejo proceso
económico-político que instala a Alemania como una potencia de primer orden en la carrera
Hoy vamos a retomar dos de estos ejemplos para contrastar la hipótesis principal
de Frege, según la cual los nombres propios y los enunciados poseen tanto un sentido
BELLE-ALLIANCE
El primer ejemplo sobre el que vamos a volver es uno de los dos en que Frege
alegría que sintió el comandante inglés Wellington al enterarse de que las tropas prusianas
se acercaban. En el otro apunta que Napoleón, al darse cuenta del peligro de su flanco
derecho -recuerden que los prusianos atacaron precisamente ese flanco- dirigió él mismo
sus tropas para resistirlo. Se trata de la batalla de Waterloo, ocurrida en junio de 1815, en
la cual una alianza de Inglaterra y Prusia, junto con varias otras naciones, venció a la
por lo tanto, no cumple un rol importante. Pero tomémosla, no obstante, para refrescar el
Frege decide llamar a la batalla por el nombre propuesto por los prusianos. Un
propuso como nombre de la batalla, para evocar con ello la victoria de la alianza europea
contra Francia. Pero Wellington, siguiendo el uso inglés, decidió nombrar a la batalla
‘Waterloo’, en referencia al lugar donde él había pasado la noche previa. Ustedes ven que
los distintos nombres tienen distintas connotaciones y podemos decir, siguiendo el análisis
batalla.
Podemos aplicar entonces los tres niveles en que dos signos pueden diferir según
Frege, y preguntarnos cómo difieren ‘Waterloo’ y ‘Belle-Alliance’. (1) Podrían diferir respecto
a aquello a lo cual refieren, pero no es el caso, pues ambos refieren a la misma batalla. (2)
Pueden diferir respecto a su sentido. Visto que si alguien desconoce estos nombres, puede
sostener una creencia sobre la batalla bajo una descripción pero no bajo otra, podemos
concluir que ’Waterloo’ y ‘Belle-Alliance’ difieren en este aspecto, esto es, expresan distintos
sentidos. Y difieren sin duda en cuanto a las imágenes y representaciones que despiertan
en distintos actores, siendo éste probablemente el motivo que explica la elección de Frege
del nombre ‘Belle-Alliance’ frente a ‘Waterloo’. Uno evoca la alianza europea y el otro el
poderío británico.
Volvamos al ejemplo tal como se formula en el ensayo para posar nuestra atención
Recordemos que con sus ejemplos Frege va a evaluar si su hipótesis de que la referencia
principal está determinada por la referencia de sus partes, al cambiar un signo del
Martín Ahualli - Frege - teórico F. Contemp. 23-08-2018 6 de 11
enunciado por otro de igual referencia, no debería modificarse la referencia del enunciado
principal.
enunciado:
- El sol es un mamífero.
Ustedes saben que se trata de un enunciado falso, y por lo tanto según Frege refiere a La
reemplazamos una de las partes por otra de igual referencia, no debe cambiar la referencia
del enunciado principal. Probemos. Reemplacemos el signo ‘el sol’ por ‘la estrella más
si en el enunciado:
Podemos reemplazar el enunciado subordinado ‘que los prusianos vinieran’ por otro con la
misma referencia, como por ejemplo ‘que murieran soldados ingleses’. Recuerden que
derecho de Napoleón- y murieron soldados ingleses, con lo cual ambos enunciados, son
Este enunciado es falso, y este resultado representa una anomalía para la hipótesis
valor de verdad del enunciado principal, ya que si bien Wellington se alegró de que los
ejemplo refutaría la hipótesis de Frege. Para evitar esto, Frege debe apelar a su distinción
entre referencia directa e indirecta y sostener que los enunciados subordinados refieren a
su sentido, ergo para que su reemplazo garantice que el valor de verdad del enunciado
principal no se modifica, deben ser reemplazados por otros con el mismo sentido, no con
vinieran, que refiere a la verdad. Reemplazo una de sus partes ‘que los prusianos vinieran’,
por otra ‘que murieran soldados ingleses’, que también es verdadera. Obtengo un nuevo
Para evitar esto Frege recurre a la referencia indirecta. Y para argumentar a favor
de este recurso a la referencia indirecta, nos dice que lo relevante para establecer en el
ser falso, sin por ello afectar la verdad del enunciado completo que expresa la actitud de la
ALSACIA-LORENA
alguien dice que Bebel se imagina que, por medio de la devolución de Alsacia-Lorena, se
Esta relación entre lenguaje y nacionalismo cultural, que no podemos tratar aquí
productivas desatadas por la economía se han estructurado en torno a grandes actores que
mientras en muchos de esos territorios crece la idea de tomar la unidad nacional como
criterio de unidad política, esto es, de construir estados-naciones, en vez de optar por
Habsburgo.
August Bebel, a quien Frege se refiere en el ejemplo, fue un miembro destacado del
socialismo alemán, opuesto tanto a las políticas de Bismarck como a la anexión alemana
venganza de Francia. Estos ‘deseos de venganza’, por su parte, que muchas veces
lograron aglutinar tendencias diversas bajo un proyecto común reivindicando algún tipo de
realización nacional a venir mediante una revancha o reconquista, eran con frecuencia
guerra Schleswig-Holstein.
reemplazar un subordinado por otro con el mismo valor de verdad sin modificar el valor de
verdad del enunciado general, y presenta por lo tanto un desafío a la hipótesis principal de
En el enunciado
sin más éste por otro del mismo valor veritativo. Análogamente
Estamos en presencia de ciertos verbos mediante los cuales podemos al mismo tiempo
atribuir una actitud a una persona y expresar nuestra propia posición sobre el asunto. En el
ejemplo se le atribuye una creencia a Bebel y se expresa al mismo tiempo que esa creencia
subordinado, tomándolo una vez en el contexto del enunciado principal y otra en sí mismo,
de modo que en tanto objeto de creencia refiera indirectamente, pero al mismo tiempo
equivocado estuviera Bebel sobre los riesgos que ocultaba la anexión de Alsacia-Lorena,
aquí yo quisiera destacar nuevamente el modo en que el análisis de Frege permite una
comprensión y discusión más acabada del discurso, porque revela la complejidad que anida
en el entramado de su lenguaje.