Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
Pedro de Valdivia.
Dejó después las filas y casó en su tierra natal con doña Marina Ortiz de Gaete, de
quien no tuvo descendencia. Pasó más tarde a América. y luego de tomar parte en la
conquista de Venezuela, sirvió en la del Perú a las órdenes de Pizarro. al cual ayudó a
derrotar a Almagro en la batalla de Las Salinas (1538).
En premio de sus servicios obtuvo una rica mina de plata y una encomienda de indios
en un fértil valle. Valdivia era de mediana estatura, de rostro alegre, de genio afable y
ánimo decidido y generoso, "amigo de andar bien vestido y lustroso y de los hombres
que lo andaban. y de comer y beber bien". Sus Cartas a Carlos V revelan en él un
notable escritor. Sus condiciones de militar y de gobernante lo colocan entre los
grandes capitanes de América.
Después de la vuelta de Almagro al Perú, nadie quería venir a Chile, pues se decía que
este país "no daba para comer a cincuenta vecinos", y que de él huía la gente "como
de la pestilencia".
Como Carlos V hubiera autorizado a Pizarro para hacer explorar la Nueva Toledo,
Valdivia solicitó de éste la autorización correspondiente. Valdivia ambicionaba la gloria
y se hallaba dispuesto a emprender la conquista de Chile por sus propios medios y los
de algunos asociados. Actuaría como teniente de gobernador,esto es, en nombre de
Pizarro.
Cuando Valdivia hacía sus aprestos, llegó al Perú don Pero Sánchez de la Hoz, a quien
Carlos V había concedido el año anterior (1539) la autorización para descubrir y
gobernar las tierras situadas al sur del Estrecho de Magallanes y las islas adyacentes.
El viaje de Valdivia.
El descrédito de Chile era tan grande, que Valdivia hubo de salir del Cuzco con sólo
once soldados españoles. A ellos se unían el comerciante Francisco Martínez y una
mujer, la viuda Inés de Suárez. Llevaba además unos mil indios peruanos que
conducían los bagajes (1540).
Los expedicionarios tomaron el camino de los desiertos, es decir, el mismo que había
recorrido Almagro en su viaje de regreso. En el trayecto se le fueron reuniendo
diversas partidas, con lo que la pequeña hueste llegó a unos 150 soldados. Entre ellos
figuran algunos que más tarde desempeñarían notable papel en la formación de la
nacionalidad chilena, como Alderete, Quiroga. Aguirre y Villagra.
Entretanto, Sancho de la Hoz era metido en prisión por deudas por sus acreedores en
Lima, los que luego le permitieron salir en libertad provisional para que reuniera el
dinero y cancelase sus obligaciones. Más, tan pronto como se vio libre sólo pensó en
alcanzar a la expedición dar muerte a Valdivia y tomar el mando De la Hoz y sus
cómplices encontraron a la expedición cerca del pueblo de Atacama penetrando a
media noche en el campamento, llegaron hasta la tienda de Valdivia en la cual dormía
Inés de Suárez, dispuesto matar Valdivia, después de tres días de ausencia y puso en
prisión a los conjurados. cuyo complot había abortado sólo por no encontrarse el
teniente de gobernador en el real cuando llegaron los conspiradores.