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Federalismo Fiscal
El federalismo fiscal estudia el tema de la descentralización, es decir, cuál es la
asignación de funciones e instrumentos entre niveles de gobierno más conveniente para el
logro de los objetivos que los ciudadanos pretenden alcanzar a partir de la toma de
decisiones colectivas, en un país que tiene múltiples niveles de gobierno con autonomía
económica. Se trata de determinar de qué manera deben repartirse las competencias
tributarias y la prestación de bienes y servicios públicos entre dichos niveles y qué
esquemas de cooperación entre ellos deben establecerse.
-
El primero de ellos, tiene que ver con conseguir las fuentes adecuadas de
financiamiento a la provisión de bienes y servicios públicos a cargo de cada nivel de
gobierno.
-
El segundo está relacionado con la búsqueda de la equidad en la asignación de
recursos entre las distintas jurisdicciones de un país. Esto se debe a que normalmente
en los países suelen existir diferencias económicas regionales muy marcadas, que
puede llevar a necesitar un sistema de transferencias desde jurisdicciones “ricas” a
jurisdicciones “pobres”, equilibrando los beneficios que cada ciudadano del país recibe
de su Estado. Por ejemplo, lo que se busca mediante este objetivo es que un niño que
viva en La Quiaca reciba el mismo paquete educativo (tanto en cuanto a cantidad como
a calidad) que otro que viva en Ushuaia.
En cuanto al ordenamiento del poder tributario, existen varias alternativas para asignar las
potestades tributarias:
1. Separación de Fuentes
Mediante este criterio, se establece una división de los impuestos que se reservan
exclusivamente para cada nivel de gobierno. La asignación normalmente viene establecida de
manera taxativa en la Constitución de muchos países. No obstante, como en el caso
argentino, puede ser general e imprecisa, lo cual suele llevar a problemas como la doble
tributación. En este esquema, cada nivel de gobierno tiene autonomía para definir la
utilización de su poder tributario.
2. Deducción de tributos
Una alternativa al problema anterior puede ser mantener el poder tributario en todos los
niveles de gobierno, pero reducir la existencia de doble imposición mediante la posibilidad
deducir en algunas jurisdicciones lo tributado en concepto del tributo. También es factible
aceptar que algún orden de gobierno admita computar como pago a cuenta de su propio
gravamen, montos abonados por el impuesto análogo en otras jurisdicciones.
3. Coparticipación
Consiste en un mecanismo mediante el cual un orden de gobierno, generalmente el nivel
central o superior, concentra la recaudación tributaria de uno o varios impuestos,
distribuyéndola luego a los restantes niveles de gobierno. Los tributos que se administran
bajo este régimen deben ser aquellos que se instrumenten sobre actividades
interjurisdiccionales, dejando para los niveles inferiores de gobierno la recaudación de tributos
de aplicación territorial.
Este método hace necesario determinar una primera división de la parte que corresponde al
gobierno del nivel superior por un lado, y al conjunto de gobiernos subnacionales, por el otro.
Esta división se denomina distribución primaria, mientras que la que establece luego el
reparto entre los gobiernos del nivel inferior es conocida como distribución secundaria.
Entre las ventajas de este sistema se cuentan las de evitar la doble imposición y la posibilidad
de que órdenes inferiores puedan obtener recursos que escapan a sus posibilidades de
administración.
Por el lado de las desventajas, aparecen los criterios bajo los cuales se distribuirá lo
recaudado. Existen dos criterios para realizarlo. El primero de ellos, llamado “devolutivo”
implica distribuir los fondos a cada gobierno en función de lo aportado por cada uno de ellos.
Sin embargo, puede resultar difícil en la práctica lograr determinar la participación en la
formación de base imponible que ha tenido cada orden. El segundo criterio, “redistributivo”,
procura distribuir los fondos teniendo en cuenta la redistribución del ingreso entre niveles de
gobierno. El problema radica en elegir el índice adecuado para hacer efectivo este reparto.
4. Cuotas suplementarias
Este esquema consiste en que una vez que han sido asignados los tributos a los
determinados niveles de gobierno, uno de ellos cobre para otros un impuesto determinado.
Normalmente, los niveles inferiores de gobierno aplican tasas y exenciones sobre una base
tributaria definida por el nivel de gobierno de mayor jerarquía.
La ventaja de este sistema reside en que los niveles gubernamentales conservan intacta la
potestad tributaria, condicionada a la definición de aspectos estructurales de los impuestos
por parte del gobierno central.
5. Subvenciones intergubernamentales
Se designa de esta manera a las transferencias de fondos, no reintegrables, entre niveles de
gobierno, que no respondan a la coparticipación o cuotas suplementarias.
Las transferencias gubernamentales pueden ser globales o específicas:
-
Las transferencias globales se realizan con el objetivo de cubrir diferencias entre los
ingresos y gastos del gobierno que las recibe, sin estar condicionado a utilizar los
fondos de alguna manera específica. Los gobiernos subnacionales son libres de
-
En las transferencias específicas el monto que se recibe debe ser aplicado a un
gasto determinado.
Los criterios para realizar las transferencias pueden ser variados. Uno de ellos constituye
otorgar las transferencias en función de las necesidades del gobierno a subvencionar, pero
sin tener en cuenta las posibilidades reales de financiarlas. Otro criterio implica vincular las
necesidades de los gobiernos con sus posibilidades de financiarlas. A estas últimas se las
denomina asignaciones de equiparación, puesto que las subvenciones resultan mayores
para los gobiernos más pobres que para los más ricos.
19,0%
17,6% 18,0% 18,1% 18,0% 18,2% 19,6% 20,1% 20,7%
20% 16,8% 17,4% 18,6% 18,2% 16,9% 8,4%
PIB15
% 5,7% 5,7% 5,6% 5,8% 6,0% 6,1% 6,3% 6,3% 5,9% 5,3% 6,0% 7,4% 8,0% 8,0%
En %del
10%
12,4% 15,4%
5% 11,1% 11,8% 11,6% 12,1% 11,9% 12,7% 12,2% 12,3% 11,6% 12,2% 12,2% 12,0% 12,7%
0%
1995
2003
2007
199
199
199
199
199
199
200
200
200
200
200
200
3
6
2
2005
1993
1994
1995
1998
2000
2001
2002
2003
2004
2006
199
199
199
6
9
El ordenamiento del poder tributario en Argentina
Los momentos de auge siempre permiten dilatar la concreción de reformas de fondo, que por esto mismo tienen
alto voltaje político. La recaudación tributaria coparticipable y no coparticipable crecieron de manera significativa
en los últimos años, lo que hizo que el financiamiento tanto nacional como provincial lo hiciera de igual manera. La
discusión por una nueva coparticipación prácticamente no existió.
A partir de la significativa desaceleración que han tenido en los últimos meses los recursos que la Nación
transfiere a las provincias, y las consecuentes dificultades financieras a las que éstas se ven enfrentadas (no
solamente por culpa de la coparticipación) han reavivado abruptamente el debate.
La intención de la presente columna es realizar un repaso de cuáles son las características que posee dicho
sistema y entrar de lleno en la cuestión concreta de la distribución actual de los fondos entre las jurisdicciones. El
problema no se soluciona solamente con que suba sustancialmente la coparticipación, sino cuánto sube en una
jurisdicción respecto de las otras.
La coordinación impositiva es uno de los aspectos más discutidos. Cada país debe decidir
cómo gravar la renta exterior de sus residentes y, a su vez, la renta de los extranjeros que
se origina dentro de sus fronteras. Asimismo, debe decidirse cómo aplicar los impuestos
sobre la producción y las ventas sobre las operaciones de exportación e importación.
Los problemas que deben resolverse en materia de imposición internacional son de tres
tipos:
-
Equidad interpersonal. Con respecto a la equidad vertical y horizontal entre
contribuyentes, ahora hay que tener en cuenta a todos los impuestos que paga
d) Exoneración de impuestos
Según este método, si bien se gravan todas las rentas de los residentes de un país, se
exoneran a todas o algunas de las utilidades obtenidas en el exterior, aproximándose en la
práctica al principio de la fuente.
-
La unificación de las legislaciones impositivas entre los países. De todas maneras,
ésta no constituye una solución aconsejable por las complicaciones y efectos que
trae aparejada, especialmente en países que pueden tener distintas estructuras
económicas.
-
Medidas parciales de armonización de los sistemas tributarios, en las cuales los
países conservan su política tributaria independiente, aplicando medidas
neutralizante de impuestos en productos que se comercian intrazona.
Lograr medidas de armonización no resulta fácil ya que pueden verse afectados otros
objetivos nacionales de política fiscal, al tener que resignar ingresos que, en algunos casos,
pueden llegar a constituir importantes aportes de recursos a un gobierno.
2- Uniones aduaneras
Se trata de una forma de integración que se encuentra en una etapa superior que la anterior,
en el sentido que ahora los países miembros pierden autonomía en cuanto a las relaciones
3- Mercados comunes
El mercado común constituye una etapa más avanzada aún que las anteriores, puesto que
se agrega ahora un conjunto de medidas tendientes a dar unidad económica a territorios
que son políticamente soberanos.
Entre estas medidas se cuentan: libertad de movimiento a los factores de la producción,
armonización de políticas salariales, fiscales, monetarias, de estabilidad y crecimiento de los
países miembros, entre otras. De este modo, las autonomías nacionales se encuentran más
comprometidas en los mercados comunes que en las zonas de libre comercio y en las
uniones aduaneras.
En este tipo de forma de integración, además de los problemas anteriores acerca de la
armonización o unificación de los impuestos que incidían en el precio de los bienes que se
comercializaban intrazona, aparece ahora un nuevo problema, que es el de armonizar o
unificar los impuestos a los beneficios, según se trate de personas físicas o sociedades.
-
Armonización o unificación de tributos sobre los beneficios personales:
Mediante este objetivo, se busca evitar los movimientos de capitales o personas entre
países, que respondan a razones tributarias, y también evitar la doble imposición sobre
dichos movimientos.
Se realiza la unificación pero ahora utilizando el criterio del domicilio en todos los países de
la zona, lo cual permite que el impuesto mantenga su carácter personal. El reparo que existe
frente a este criterio viene por el lado de los países receptores de capital, que ven
mermados sus recursos financieros.
-
Aplicación en el mercado común de otras medidas correctoras ya conocidas
En este tipo de impuesto, la solución más aceptable viene por el lado de la unificación
tributaria, debiendo definirse entre el criterio de la fuente o del domicilio. Un análisis de las
consecuencias de ambos, le otorga mayores ventajas al principio de la fuente que al
segundo.
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Armonización o unificación de tributos sobre los beneficios de las sociedades