Formas de abordaje del conocimiento histórico según Ana Zavala.

Antes de comenzar a definir los tipos de abordajes planteados por Ana Zavala, me parece

pertinente plantear la definición de abordaje del conocimiento, en tanto, relacionado con la

historia.

El abordaje del conocimiento histórico, según Ana Zavala, está relacionado con lo que

sucede en la clase de historia, pero éste no es tomado en cuenta con mucha frecuencia, en el

campo de la didáctica de la historia.

La noción de abordaje del conocimiento histórico es un concepto central, que sirve para

pensar que es lo que va a pasar y que es lo que sucedió en una clase cualquiera. Esto se debe

a que se sitúa en el lugar del encuentro del docente con el libro de historia como en el pasaje

del conocimiento por quien enseña y lo que ofrecerá a sus alumnos en el transcurso de las

clases.

Las nociones de abordaje del conocimiento histórico es un eje que sirve para, atribuirle

sentido y significado a la historia; ser una herramienta de análisis de la práctica de la

enseñanza a la historia; y, ayuda a su vez, para configurar los modos en que este

conocimiento es presentado dentro del aula.

La historia es un conocimiento que nunca acaba, está siempre en continua configuración,

reconfiguración y construcción.

La autora plantea tres maneras para poder abordar el conocimiento histórico: informativa,

operativa y estratégica.

¿Qué busca el lector, ya sea el docente o alumno, en el libro de historia?

¿Para qué se lee ese libro? ¿Cuáles son las razones que me llevan a leer dicho texto?
 Abordaje informativo: la forma de relación con el texto que el docente o alumno

establece y lo que demanda de él, es información, toda la información que le sea posible

recordar, o la que le sea necesaria. Luego, todo pasa por recordar que es lo que dice el texto,

en cuanto a nombres, fechas, lugares, acontecimientos, los conceptos que se plantean en el

texto y las formas en la que el autor llego a determinadas conclusiones. También podremos

recordar, si es necesario o si aparece en el texto, cómo el autor discute con otros autores,

cuáles son las fuentes que cita y como las analiza.

Lo que el lector hace frente al texto es informarse acerca de las cuestiones allí

establecidas.

El abordaje informativo del conocimiento histórico, es utilizado en muchas ocasiones por

los docentes. Esto lleva a que se piense que la historia es una materia simplemente de estudio,

y hasta en algunas ocasiones estudio memorístico, vinculado a lo que se lee, lo que se sabe y

lo que pasó.

Si bien es necesario recordar lo que dicen los libros, también es importante, ir más allá de

querer o tener que decir lo que el texto dice exactamente, para esto será necesario el

planteamiento de otro tipo de abordaje.

En conclusión, el abordaje informativo del conocimiento histórico, se caracteriza por ser

memorístico, ya que lo que se plantea es recordar - retener toda la información que sea

posible o la que sea necesaria.

Abordaje operativo: la característica principal de este abordaje es la de operar, y con

operar, la autora se refiere, a comparar, relacionar los eventos o situaciones con determinadas

conceptualizaciones.
 De esta forma, lo que se propone en el abordaje operativo es poder comparar, relacionar,

incluir conceptos, permitiéndole al lector realizar un análisis de dicho texto y poder establecer

relaciones con otros textos que haya leído con anterioridad.

El lector, por lo tanto, opera sobre el contenido del texto, pero quizá esto no sea posible en

la primera lectura del texto, sino que luego de haberlo leído varias veces.

El texto ya no se ve simplemente como una masa de información disponible, sino como un

terreno atravesado por ejes temporales, por sociedades distintas, de diversos lugares y épocas.

En resumen, el abordaje operativo, según Ana Zavala, consiste en la extracción de

conceptos, el establecimiento de relaciones causales, la delimitación temporal de

determinados hechos históricos, pero sobre todo, el inferir, es la clave del abordaje operativo.

Por “inferir” entendemos el concluir, el poder realizar un razonamiento a partir de otro

razonamiento.

Abordaje estratégico: el historiador al momento de comenzar a realizar el libro, se

planteó seguramente algunos problemas.

La dimensión estratégica depende del abordaje informativo y operativo, no puede ser

pensada como algo aislado, sino que es necesario (tanto como la estrategia lo demande)

conocer cierta información y tener la posibilidad de operar sobre esta última, para poder

solucionar el problema que se haya planteado.

Seguramente, habrá que tener presentes nombres, fechas, lugares, acontecimientos,

conceptualizaciones, y luego también deberán ser organizados de alguna forma particular, lo

que demandará tal vez la comparación, tal vez la inclusión, seguramente el análisis, la

descentración... 1

En conclusión, el abordaje estratégico consiste, en el planteamiento (por parte del lector)

de dudas, preguntas, problemas, que surjan en torno al tema planteado dentro de dicho texto.

Problematizar la historia, operación sumamente importante.

1
Zavala, A. Entre lo informativo y lo estratégico: La cuestión de los abordajes del conocimiento
histórico en la enseñanza de la historia. (2012) Montevideo, Uruguay: Clío & Asociados. (Pág.82)