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Orígenes y dueños.

Por qué son así algunas cosas del mundo


y cómo otras suceden en el monte

  Orígenes y dueños. Por qué son así algunas cosas del mundo y cómo otras suceden en el monte 
Agua Gigantes, duendes y salvajes
Así soy yo Historias de cuevas, culebras y diablos
Campo y campesinos Historias de espantos, seres que se transforman, tesoros
Comida y recetas escondidos y matrimonios engañosos
Conejo y Coyote Las comunidades. Fundación, historia, percances y festejos
Creencias, dolencias y remedios Maíz
Cuentos de animales Oficios y ocupaciones
Cuentos de engaños, para hacer reír y fantásticos Orígenes y dueños. Por qué son así algunas cosas
De la cuna a la tumba en las comunidades del mundo y cómo otras suceden en el monte
Refranes, adivinanzas, acertijos, trabalenguas, juegos
y chistes
Versos, arrullos y canciones

De las cosas
que se cuentan secretaría de
educación pública
Orígenes y dueños
Por qué son así algunas cosas del mundo
y cómo otras suceden en el monte
Directorio

Emilio Chuayffet Chemor


Secretario de Educación Pública

Alma Carolina Viggiano Austria


Directora General del Consejo Nacional
de Fomento Educativo

Alejandro Verde López EL Consejo Nacional de Fomento Educativo


Director de Administración y Finanzas agradece a Mauricio Gómez Morín y a Chac
por la asesoría y dirección general de los
talleres de plástica. Asimismo, reconoce la
Martha Beatriz Rivera Fernández
labor de Felipe Ugalde Alcántara, Alejandra
Directora de Educación Comunitaria
Eugenia Gutiérrez Aldana, Lydia Andrea
e Inclusión Social Gutiérrez Aldana, Roberto Martínez Martínez,
Guillermina Aragón Rivas, Antonio Ramírez
Fernando Rojas Espinosa Intzin, Ana Patricia Martos Enciso, Carolina
Director de Planeación y Evaluación Hope Sánchez Mejorada, Sebastián Santis
Gómez, Germán Ponciano Vargas e Isaac
Marco Antonio Mendoza Bustamante Hernández, coordinadores regionales de di-
Director de Comunicación y Cultura chos talleres.
También agradece la valiosa colabora-
Marco Antonio Hernández Martínez ción de María de Jesús Salazar Muro, Mar-
Director de Cooperación con Sociedad Civil tha Fabiola Torres Muñoz, José Carmen
Díaz Miguel, Ari Hida Pazos Macías, Ger-
y Organismos Internacionales
mán Valdivia Pueyo, Rosa María Daffunchio,
Virginia Tenorio Sil, Pascuala Sánchez Her-
Katy Villarreal Saucedo nández, Jaime Robles Pineda, Francisco
Directora de Asuntos Jurídicos Javier Félix Valdez, Rocío Casariego, Héctor
Solís, Feliciano de Jesús López, Antolín
Silvia Arleth Austria Escamilla López Mendoza, Claudia Huitrón Acosta y
Directora de Delegaciones y Concertación Antonio Gil Zurita, por su participación en
con el Sector Público el proceso de investigación.

Fernando Sánchez de Ita


Titular del Órgano Interno de Control
Orígenes y dueños
Por qué son así algunas cosas del mundo
y cómo otras suceden en el monte

De las cosas
que se cuentan secretaría de
educación pública
Orígenes y dueños. Por qué son así algunas cosas del mundo y cómo otras suceden en el monte

Edición
Consejo Nacional de Fomento Educativo

Adaptación
Elisa Ramírez Castañeda

Diseño
Cynthia Valdespino Sierra
Ximena Pérez Viveros

Coordinación editorial
Pedro Antonio López Salas
Rodolfo A. Montes Martínez

Primera edición (versión electrónica): 2013


D.R. © Consejo Nacional de Fomento Educativo
Insurgentes Sur 421, edificio B, Conjunto Aristos,
col. Hipódromo, CP 06100, México, D.F.
www.conafe.gob.mx

ISBN (Obra completa) 978-607-419-260-5


ISBN 978-607-419-274-2

HECHO EN MÉXICO
10 Presentación

Índice
12  De las cosas que se cuentan...

14  Kawuaza tlowual chichink


15  El niño que se convertiría en sol

18  Ngandy xy yoo


19  El sol y la luna

22  Cuento kie’ io’ y kie’ s’


23  La luna y el sol

24  Mé tu m ’ñi
25  Aparición del sol

26  U ts’ikbalil ubalal le yu’um k’ino’


27  El eclipse

28  Chitiliche uan metstli


29  Cuando se enferma la luna

30 Xut
31  El Xut

32  Jiñi ñaxan wiñik chol


33  Los primeros hombres choles

34  Shak wi Nejí


35  La mujer que se hizo piedra

36  Guiwial mardoñ no jiganntx


37  El picacho y la corona
38  Éen le ni’que chxua
39  El cuento del zopilote blanco

40  U k’aay x-k’ook


41  El canto del ruiseñor

42 Tekuanime
43  Los lobos

44  U yuumil kaab yéetel óoxtúul xi’ipalalo’ob


45  El dueño de la miel y tres muchachos

50  Xcuént behn ni rguit pchiin y bendaañ


51  El ganado del salvaje

52 Chitujú
53  Las palomas

56  Jimo omidhaga ïmo kiuhi gagadhami suimarhi


57  Un señor muy campeador

58  Nen siuat uan tapial


59  La señora y el tigre

60 Ditzda’
61  Un venado desaparecido

62  Te mukub te winike


63  El cazador y el perro

64  Tlapowualistle de sen konetl iwuan de sen tekuani


65  Un niño y un león

66  Xi’ i ka li ngeen


67  Aparición de las piñas
68  Tsikbal t’aan
69  El sembrador de cebollas

70  An inik axi yik’uax


71  El dueño del bosque y el pobre

74 Akgtsukgawasa
75  Un niño perdido

76 Glosario

78  Índice de escritores

82  Listado de ilustradores


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Hacedores de las Palabras
9
Orígenes y dueños. Por qué son así algunas cosas del mundo y cómo otras suceden en el monte
Tu idioma es la casa de tu alma.
Presentación Ahí viven tus padres y tus abuelos.
En esa casa milenaria,
hogar de tus recuerdos,
permanece tu palabra.

Jorge Miguel Cocom Pech, escritor maya

Las historias surgen para ser contadas. Se cuenta lo que se ve o lo que


otros han contado. Hacedores de las Palabras son eso: historias tramadas
en el hilo del tiempo con palabras que tejen el testimonio escrito de un
legado cuyo valor es incalculable.
Los autores, los hacedores de las palabras, son niños indígenas de diver-
sas regiones del país que, en sus lenguas, cuentan y con ello conservan la
herencia cultural que poseen: lo que viven, saben y ven.
La serie Hacedores de las Palabras consta de 18 títulos, cuyos temas son
las fiestas, los trabajos, los animales, las leyendas, frases y refranes conoci-
dos en diversas comunidades del país. Los más de quinientos textos conte-
nidos en estos libros fueron seleccionados en dos concursos que el Consejo
Nacional de Fomento Educativo promovió para reunir las voces de niños
hablantes de alguna lengua originaria: náhuatl, kiliwa, maya, chol, rarámuri,
zapoteco, tzotzil, mixteco, etcétera. Cada obra refleja, en la heterogeneidad
de sus lenguas, formas afines de interpretar el mundo.
Después de once años de su primera publicación, el Consejo ofrece ahora
(2012) una segunda edición de la serie para continuar el reconocimiento
a este invaluable trabajo. Como en la primera, se respetaron las formas de
expresión escrita que los hablantes originarios de las lenguas indígenas
consideraron adecuadas, así como las traducciones al español llevadas a
cabo, casi todas, por ellos mismos. Las ilustraciones que acompañan los
textos surgieron de los talleres de plástica organizados expresamente para
la primera edición de este material.
Sirva, pues, Hacedores de las Palabras como homenaje a todos los
mexicanos poseedores de la riqueza de una lengua originaria.

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Orígenes y dueños. Por qué son así algunas cosas del mundo y cómo otras suceden en el monte
De las cosas que se cuentan...
En todas las comunidades y en todas las lenguas se cuenta
cómo fueron creadas todas las cosas del mundo, por qué
son así algunos de sus habitantes, por qué tienen esas vo-
ces o esas costumbres. Aquí incluimos algunos cuentos
acerca de los orígenes.
El hombre vive cerca de la naturaleza; es su sustento y su
vida, pero hay que hallarle el modo y respetar sus reglas. Las
cosas suceden de otra manera en el monte, no como suce-
den en las comunidades o en las milpas: a veces son al re-
vés. Si algún día el hombre traspasa los límites, verá que los
animales y los lugares tienen su dueño y que estos seres
silvestres pueden castigarlo.
Otras veces, los seres salvajes y sus dueños vienen al
mundo y hacen tratos con los hombres. El equilibrio debe
conservarse: cada cual en su lugar, con su medida y cum-
pliendo sus reglas y sus cargos.
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Hacedores de las Palabras

Ixwui akgtun kihlttamaku akgtun


Kawuaza tlowual chichink
Totonaco
chipop ihs mural y al y chilh akg
puskat instataly nihskali ihskalok y tunchiki y kaskil parnimahski taskujut y
pekuan ke amakali akgtun kawuaza y wuanika ke wunika ke ni la i ihs kuja y
nihskahi ihskolok isniku instokle tawuayl y chiz tanu chiki y kaskihs par
kawuaza wuanihlt y iszehl ke ama nimas taitas kujut y el chis tawu ama
makhstak akkakiwin y ankool instakakt putawuil y wuanil ke na mohzki
akpuskan y lanwui tantan ymak tata taskujut chaliku namasiyan niku
aun y menkool y lipunhz wuani ihszre naskuja ahls ko su patron y wuani ha
ke nomak ni akgtun ihstilan y wuanil tlawu aya uma puskan y inskinis
istimas ki istilon ki kawuaza y al tiyakay akgtuy machiti y akgchaxan acha y
kawuaza y mauiko y ihstazls lipunzlu el ahls tiya akgtun pokolne de chuchut
kawuaza wuanihl y ihs nana wuanihl akatun machiti zhokool a isjkau jol
kamo puhzlay yaskujut y el kawuaza salto ihsnika talwuakool y wuanihn
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Orígenes y dueños. Por qué son así algunas cosas del mundo y cómo otras suceden en el monte

Había una vez una mujer que esta-

El niño que se convertiría en sol


gó a una casa y preguntó que si no
ba embarazada, pero no tenía espo- podía trabajar; siguió caminando y
so y le daba pena tener un hijo porque llegó a otra casa y preguntó que si
no tenía esposo. Cuando nació el daban trabajo, y el señor estaba ha-
niño le dijo a su mamá que lo fueran ciendo mesas y sillas. Le dijo que le
a dejar en el monte y lo dejaron en iba a dar trabajo:
una barranca donde había mucho —Mañana te voy a enseñar dónde
bejuco. Lo dejaron ahí, se vinieron y vas a trabajar.
después dijo su mamá que iba a ma- Se fueron en su potro y le dijo:
tar un pollo y ella pensó: “Le estuvie- —Vas a hacer esta rejolla.
ra dando de comer pollo a mi hijo”. Y él pidió doce machetes y seis ha-
Regresaron por el niño, le dieron de chas y se fue a sacar un galón de agua y
comer y creció. Después el niño le le echó una gota de agua a cada ma-
dijo a su abuelita que iba a buscar chete, y los machetes empezaron a tra-
trabajo; agarró su morral y se fue. Lle- bajar solitos.
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Hacedores de las Palabras

parnapuzhlay chani nikuno chana y wuanihl nana almohtul y kolog insnana ihspama
nikapu chanin kit non chan kimaski akgchaxan manteh y el kawuaza inskinihz akzhu algodon
mural y kit na nakai akj chaxahlicha y chankoal para puznan kuli ins chen chik lipunhzhu el
y wuanizh kamaja y mas kika akgtu wuxi lanka kawuaza se towual postoka kiwij tanut yihs
y ihstapu y un poco detumihn y yego al chiki y chiki y wuanih a sihpaño chaliku na kiokzhila
le dijo y chihs naña kawuani a kitata katastun ihsnichi lipunzhu el kawuaza chihis inschekan
del pustiwi quimak takal con wus tat y ihsnaña ihs chik niku wuili algodon ak tlapat con el
ahihl ihs kabi ataya ke tu tanat tya kuama insta algodon y tpasta al kuyat ihkuyok.
wuani kawutaka taun y pustakle kustal adentro Paxawuay kawaza.
de chik y aktlopay ihstata con ihstapu y kosnot i
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Orígenes y dueños. Por qué son así algunas cosas del mundo y cómo otras suceden en el monte

Cuando terminó, dijeron que iban a buscar peón para sem-


brar y él dijo:
—No busques peón que yo voy a sembrar; nomás dame
seis morrales y yo voy a cortar seis espeques y termino de
sembrar.
—Ya me voy —y le dieron un costal grande de frijol y un
poco de dinero. Llegó a su casa y dijo:
—Ya llegué, abuelita, dile a mi abuelito que se salga de la
hamaca, que me venga a ayudar con el costal.
Y la abuelita le dijo a su esposo:
—Apúrate, que tu nieto se está cansando.
El abuelito le dijo:
—Déjalo ahí —y el niño vació el costal adentro de la casa
y tapó a su abuelito con el frijol. Corrió su abuelita a sacarlo.
Después la abuelita se puso a bordar una servilleta y
el niño le pidió un pedazo de algodón para ponerlo
atrás de la casa. El niño se puso a amontonar leña
dentro de su casa y le dijo a su abuelita:
—Mañana voy a salir.
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Hacedores de las Palabras

Xio i ñadii xa naniña Isabel te xtuña


Ngandy xy yoo
Mixteco alto
Xia’ña nu dichi kuechi nanda nakanay
xii i du. Nxio uu da’yaña, i dichi yi xi i na dichi kuechi nxinis xa vaxi idu ndu’s
dichi di. Idu nxio yuku te ñadii ndatnu:
xandekaña xa kaxi idu tantu kiu, te —¿Kuti udi ku taro?
dandoña xas kuechi ve’e, na nguixeña Dichi yi nxi’a nu dichi di:
yuku kanaña idu te xiaña: —¿Nanda kachiinin na ka’niroy?
—Xeku, xeku. Dichi di nxi’a:
Idu xa na’a yundi kañano’a, te kixes nu —Oo, na ka’niroy.
xtuña, te meña kuña’a xa kaxi idu da te Na kaxaxiy, dichi kuechi nganinis xi i
ngonditaña ye’e. yutnu dikis te idu nxi’i. Da dichi kuechi
Na daya kuachiña xa kuenu tendaña’ña nguine’es kolambra te xendukuy
na ki’i taxis na kaxi taas. ñuñu, te ngada chituy kolambra te
nganakikuy, te dandoy xe’e yutnu
te kuanuy nu ve’ey. Te ney i pedazu
kuñu idu nu diy.
Na ngasey ve’es nxijatnu diy nu nani’is
tas te dichi kuechi xi’a xa joo, te nxia i
pedazu kuñu xa ney vaxi.
Nxaxiña kuñu te kuake’ña ndute doko
nukui dachituña ndoo. Ija xtu rrana te
rrona nxi’a xa ngaxaxiña kuñu yis. Nadi
nxia xa nu rrana xa io lokoy, nanda kar
kuñu yir chi yuku iote.
Te ñadii tniña i yaxi xi ñu’u kuchi te
nguita aventaris nu rrana, xa xe xija
guendo rasposo yatay.
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Orígenes y dueños. Por qué son así algunas cosas del mundo y cómo otras suceden en el monte

Había una señora que se llamaba

El sol y la luna
Isabel y vivía con un venado. Tuvo
dos hijos, un niño y una niña. El vena-
do vivía en el monte y la señora tenía
que ir a darle de comer todos los días
y dejaba a los niños en la casa. Cuan-
do la señora llegaba al monte le gri-
taba al venado, y siempre le decía: cabeza y el venado se murió. Enton-
—Shecu, shecu. ces los niños lo pelaron y le sacaron
El venado ya sabía quién lo llama- un pedazo y luego fueron a buscar
ba y entonces se acercaba junto a muchas abejas y llenaron el hueco y
ella; la señora le daba de comer y re- lo cosieron y luego lo pararon junto a
gresaba a su casa. un árbol y se fueron para su casa. Le
Cuando los niños ya estaban gran- llevaron un trozo de la carne del ve-
decitos, los mandó que fueran a dar- nado a su mamá.
le de comer a su papá. La señora les Cuando los niños llegaron a su casa
dijo a los niños cómo le iban a gritar. la señora les preguntó si encontraron
Cuando los niños vieron al venado di- a su papá, y los niños le dijeron que sí
jeron entre los dos: y le dieron la carne que trajeron.
—¿A poco el venado es nuestro La señora se comió la carne y se fue
papá? a traer el agua del pozo y empezó a
El niño le dijo a la niña: llenar su cántaro. Allí estaba una rana, y
—¿Qué te parece si lo matamos? la rana le dijo a la señora que había co-
La niña contestó: mido la carne de su marido. La mujer le
—Pues sí, lo matamos. contestó a la rana que estaba loca, que
Cuando estaba comiendo, los ni- cómo iba ella a comer la carne de su
ños que le pegan con un palo en la marido, si estaba en el monte.
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Hacedores de las Palabras

Te ñadi kuakotoña yis, nu nda xa nxi’is. Natñadii Ñayiu ne’ey xa kaxis, te da na tnuña mundo.
nguixe yuku nukui kañaña te idu ña yos kukui Du xeiuchi ndatnu xa ña ti io va’a xa serpiente
ndukuña, nde naniña xe’e yutnu te xia’ña: xaxi dichi kuechi.
—Ya ion te ña ka’an, te kahar. —Yaka na kanirot.
Nganiña dikiy, idu jungagua, ngue ñunu te Ngateus nu’u te neey i yutnu nu nu’u. Na dichi
ntuña ñadii. kuechi nxe’es nu serpiente nxi’ay:
Ñadii ndisña veeña te xiaña daya’ña xa kiday i —Nakaa yu’un chi tar kaxin.
ni na kuchiña, chi ñunu ntuña. Serpiente nakaa yu’us te nguida aventaris yutnu
Dichi kuechi ngidabay ni te na dandis, dis xi’a xa ñu nu’u.
na kanas i ñadii nani Juliana, te na kiuña nduña Te da ngotiday ve’ey, nde uni kiu ntedañay i
xichiña. chu’ju luchi, na kuakotos no nxi’is. Chu’ju dandi
Na ndueuña, dichi kuechi ngadaki ndu ye’e nxi’a i dkuea luchi nuu xe stu nu nu’u te ngoditaniy,
y ñu diña. te nxiay xa xa nxi’s.
—Yaa ndoon tantu kiu, neva’ro inun xi ndindin. Da dichi kuechi ngaxe’es nu stu serpiente. Nu
Dichi kuechi ka xey yuku te ija ngue i ichi kuanus ndatus xa dichi di kuake’e nu
serpiente xa ntnu mundo. serpiente xa io donino te dichi di unka, te da
dichi di xi dichi ndus yoo xi ngandy.
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Orígenes y dueños. Por qué son así algunas cosas del mundo y cómo otras suceden en el monte

La señora agarró arena con una jícara y se Los niños se fueron al monte y en el monte
la aventó a la rana, por eso le quedó rasposa les salió una serpiente que alumbraba al
su espalda. mundo. La gente le llevaba niños de comer
La señora se fue a ver si de veras su marido para que ella alumbrara el mundo.
se había muerto. Cuando la señora llegó al Platicaron los niños entre ellos que no era
monte le empezó a gritar y el venado no ve- justo que la serpiente comiera niños.
nía. Luego lo empezó a buscar, hasta que de —Mejor vamos a matarla.
repente lo encontró junto a un árbol y le dijo: Entonces hicieron lumbre y llevaron un ti-
—Aquí estás y no contestas, te estoy gri- zón de lumbre. Cuando los niños se acerca-
tando. ron le dijeron a la serpiente:
Y que le pega en su cabeza. Y el venado se —Abre tu boca, porque te traemos de co-
cayó, luego se alborotaron las abejas y le pi- mer.
caron a la señora. La serpiente abrió su trompa y que le
De allí, la señora se vino a su casa. Cuando avientan el tizón de lumbre.
llegó les dijo a sus hijos que hicieran un baño Y de nuevo regresaron los niños a su casa y
de temascal para que se bañara, porque la a los tres días mandaron a una mosquita, que
habían picado las abejas. fuera a ver si murió. La mosca dejó un gusanito
Los niños hicieron el baño y, cuando ya es- en el ojo que estaba sobre la tierra y regresó,
taba terminado, la mamá les dijo que llama- les dijo que ya estaba muerta.
ran a una señora que se llamaba Juliana para Entonces los niños fueron a donde estaba
que entraran las dos a bañarse. la serpiente. En el camino iban platicando
Cuando las señoras entraron, los niños ce- que la niña iba a traer el ojo de la serpiente que
rraron las dos puertas y le dijeron a su mamá: estaba abajo y el niño el otro. Y así la niña se
—Aquí te quedarás para siempre, te traji- hizo luna y el niño sol.
mos tus cigarros y tu pulque.
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Hacedores de las Palabras

M jn ka li xen jan m ran, y ka ‘gno ka ‘ne’ me


jön’ y ke jön ka t’ tu m, mi jl e jön ka kön kie’ y
ke jön ka dxe’ e jön ka dxa ji gm. Y jl ka ñn y ka
‘me en’ m’ y cuando r ban bi ñn xi ñie’ kie’ y ke
jön ke jön xa ‘lee’ xi ñie’ kie’ y jo mi dxien’ gme
ju e jan m ra y kexi’ s ‘man ka jan ka dxien’ m
ran xi ñie’ kie’, ke jön ka ‘ee dxi m dxien’ ke jön a
jia’ ka li juo’ er xi’, te xi pi’ e r ‘man kie jön ka
Cuento kie’ io’ y kie’ s’
Chinanteco

dxen mra xi ñie’ kie jön ka ‘nan aan jön xi’, jan
jön xi doo y jan jön xi m y te xi’ ka ban vo,
y ke jön ka inte’ dxi mi, y xi doo ka li io y xi
m ka li s’.
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Orígenes y dueños. Por qué son así algunas cosas del mundo y cómo otras suceden en el monte

Había una vez una señora que se fue a buscar quelites y en-

La luna y el sol
contró dos huevos. Recogió los huevos y se los llevó a su casa.
Cuando llegó los puso en la lumbre y se oía que los huevos
tronaban. La señora los bajó y los guardó en una canastita.
Y cuando la señora salía, siempre encontraba la casa sucia.
El tapacaminos siempre les avisaba a los niños de los huevos
que la señora venía y los niños se escondían. Un día, cuando
la señora se acercó a su casa, pisó la cabeza del tapacaminos,
y el tapacaminos ya no pudo avisarles a los niños que venía.
Llegó la señora y vio un niño y una niña. Los niños salieron
en la noche hasta una piedra grande donde dormía un gavi-
lán. Los niños le jalaron la cabeza. Entonces la niña
agarró un ojo del gavilán, el ojo que tiene más poder;
el niño agarró el otro, que tiene menos poder, y le
dijo:
—Vamos a cambiar los ojos.
Y los cambiaron.
Y por eso el niño se convirtió en sol, y la niña
en luna.
24
Hacedores de las Palabras

Jua’te’ quela kan m jön bili ön y jön roó bi m


Mé tu m ’ñi
Chinanteco

uate’ e la la’nente y ‘nee r joote’ gmi kula ñi’, te


ii ñite’ porque roó i jen jio’ kt uo, te i i ta le bi li’
‘ni’e jön ka li intn ds juira ka ‘nan la n y ‘nt dsi y
ka s’ io’ loo. Jui la j roó ka s’ te’ em ra xa io, júira
ka x xi io, y ke jön io’ loo ‘na’ ka li dxi er st’ y ka
st’ me aar vanio y ke jön r wua’ io.
Ku xi jan ajia’ r, jön porque r ku’an tuu ka ti gm
sun ne en’ la jor koo’ rt ban io pero /mee’ a’jia’
ka gme kie’ jeen e jua’r kuo ion er joo gm s ban.
Y ka ban ñi’ y sun ka li gn ds y mee ka inn ds
porque tuu y sun l kie’ porque sa jin’ kian’ mooy
e jön ka ‘man y ka gme kie’ ert gua. ie’ uo’y gne
jen hasta r n.
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Orígenes y dueños. Por qué son así algunas cosas del mundo y cómo otras suceden en el monte

Cuentan que hace muchísimos años todo era oscuridad y

Aparición del sol


los animales ya estaban cansados de eso; querían conocer la
luz. Sabían que existía, porque unos animales que vivían en
otra tierra les platicaban.
Por eso estaban tristes. Como Dios los vio así se compade-
ció de ellos y le avisó al león que ya iban a tener luz, porque
les iba a mandar el sol.
El león se fue corriendo a avisarles y les dijo:
—Ya mañana va a salir el sol y tendremos más luz, pero
nadie podrá verlo, porque se quedaría ciego.
Y cuando llegó el día todos estaban sentados, pero dando
la espalda al lugar donde saldría el sol.
La tuza era tan necia que estaba sentada dando la cara al
sol, para poder ver cómo salía.
Y cuando salió el sol y hubo luz, todos se pusieron conten-
tos y la tuza quedó ciega. Todos se burlaban de la tuza, por-
que chocaba con todo, pues no podía ver.
Entonces decidió marcharse de allí, decidió vivir debajo de
la tierra y allí vive hasta ahora.
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Hacedores de las Palabras

Uyáalal bine’ che’en ba’alke’ yu’um k’ino’ ku e’joch’e’enta,


U ts’ikbalil ubalal le yu’um k’ino’
Maya

waka’ la’ ba’alke’ yanu jankech’, a náay tumen bin k’anp’eel


uyóokmal a náay yo’osal mu’ jankeche’, ka kolik kan walu xa’ani
la naay tu ka’ ts’elila u ch’alatelila na’ay, bet kuentae’ kimi tumen
wa mae’a k’ane’ u chochel iche naju’ wa ya’antun anukul de
kanp’eél uyoke’ ka xóot’ik, wa mae’ ka jawch’intik yo’osal mu’
kuxtu ja’antech, tu orai bine ma’an t’abik bin kib che’en bimu
chululi’ jabin, ken a t’ab ta k’a’ak’ che’en ts’ookok’e yana’
aguantart’k ika’ sasilta’, yook’ol kab wa men ora men jajal
Diose’ sasilta’ yo’ok’ol kab, bey uyik ya’ala’a’ mene nukuch
makubo’ meno yuchu’ul tu jajile’.
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Orígenes y dueños. Por qué son así algunas cosas del mundo y cómo otras suceden en el monte

Dicen que el día cuando se tape el sol, oscuro,

El eclipse
nos van a comer nuestras casas, porque tienen cua-
tro horcones. Para que no te coma tu casa, les jalas
cuatro guanos a las dos partes de tu casa. Haz de cuen-
ta que tu casa se murió porque si no tu hamaca es la tri-
pa. Dentro de tu casa, si tienes tus mesas, sillas o trasteros
de cuatro pies, les cortas uno; pero si no quieres cortarlos,
los volteas y que no revivan para comerte. A la hora de eso no
vas a prender vela, sólo el palo grueso que se llama jabín,
sólo con eso van a prender sus fuegos. Así aguantas hasta
que vuelva a amanecer otra vez en la tierra, es la hora que
Dios vuelve a amanecer sobre la tierra. Así oímos que di-
cen los viejitos antiguos y es verdad, porque puede
ocurrir.
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Hacedores de las Palabras

Keman mo kokoua metstli kualo kijtouan


Chitiliche uan metstli
Náhuatl

kolimen ke pilchikilitsin peuan tsajtsin kenke


ki itan metstli tlanti tlayohuati chikilitsin
tsajtsin sempa uan sempa keman tsajtsin ki
ijtohua chikilitsin chikili chikili chikil pampa
ki palehuia metstli kenke ki neki ma mo
kualchihua.
Keman metstli mo kualchihua tlayoua uan
nesi yeyejtsi uan metstli pepetlaka miak pil
chikilitsin san chikitsin san mokahua ax
molinian uan yapakin nojkia kiijtuan kolimen ke
keman mo kokuhua metstli peua keski chikueyi
tlen tlakua uan mo kuatiliya pan naui horas.
Keman mo kokua metstli nochime ti majmaui
nochi tu huanpoyo uan tlen to chinanko uan
tlen seyok chinanko tlen uejka itstoken kin
paleuiyan metstli sekin ki paleuiyan keman iki
tsilinian tepostli sekin ki pitstikaten uakax
ikuakua ax ti nekin ma tlami metstli metstli
nochimen ti nekin ti itstosen panhi tlali keman
mo kuatiya metstli nochimen yolpakin ueueyin
uan kuekuetsitsi ka miyak pakilistli.
29
Orígenes y dueños. Por qué son así algunas cosas del mundo y cómo otras suceden en el monte

Cuando se enferma la luna con un eclipse, dicen los

Cuando se enferma la luna


abuelitos que los grillitos empiezan a gritar
porque ven que la luna se va acabando.
Mientras va oscureciendo los grillos gritan
cada vez más y más y en su grito dicen: “Sí,
sí, sí”, porque ayudan a la luna para que se re-
cupere. Cuando la noche se ve bonita y la luna
brilla mucho los grillitos se tranquilizan, se quedan calla-
ditos y muy contentos.
También dicen mis abuelitos que cuando se enferma la luna
empieza como a las ocho de la noche y se recupera a las cuatro
horas. Cuando se enferma, todos tenemos miedo; la gente
de mi comunidad y de otros lugares lejanos ayuda a la luna:
unos la ayudan sonando la campana, otros pitando el
cuerno de la vaca. En fin, no queremos que se acabe la
luna, todos queremos vivir en el mundo. Cuando se recu-
pera la luna todos quedamos tranquilos, grandes y chicos,
con mucho ánimo.
30
Hacedores de las Palabras

Ta vo’ne tajmeke oy to’ ox la jun


Xut
Tzotzil
lok’tal jkot uni t’ul chi’uk xk’une, chi-uk
kerem ja la svi xut y laj la cha-muk ti pom’ xiniche laj ya’i k’ak’al la yalik
sbankiltake ja xa no’la kom’ tuk chi’ uk likante likan likan toyan muyel xi’ ik’a ti
sme’ lik la sonp lek oy me’ chibat ka y t’ule li xute lok’ la tal ta te’tik lik la
ta amte’ xila ti xute lek batan xila ti sjak’be kusi las pasik li’e xut la li t’ule
seme’e y bat ta xa’mtel ja no-ox la jun mu’yukxa la sna’be k’uxi stak’ik tey las
k’ak’al la yakbe ti ya’mtele ja no la tsak li t’ule la snitbe xch’ikin ja’ yo’ na
sua’an chanim sluk tai jujun chiquín tik-o xchikin komen li pom’ xinich’eja’
ya’mtel bat no’-ox la xtok ta xchi’val no’ox la lasmit’k’umbe ik xch’ut y
k’ak’al jato la yil toyemx-a likemxa ti xchi’uk xk’une ja laj xa’ch’be snuk’. Tey
te’etike tsilaletik ak’etike, y tey la laj-o ti a’yeje slo’-ilal ta poko’ bo’ne ti.
lasnak’sba ta te’tik tey la lajyil tey
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Orígenes y dueños. Por qué son así algunas cosas del mundo y cómo otras suceden en el monte

En el tiempo de la antigüedad, hubo un joven que se llama-

El Xut
ba Xut, tenía dos hermanos. Pero sus hermanos ya estaban
muertos, quedó solito con su mamá.
Luego pensó en trabajar y se lo dijo a su mamá:
—Mamá, tengo que ir a trabajar.
—¡Qué bueno que vas a trabajar y me mantengas!
Se fue a trabajar. El primer día llegó a su trabajo, buscó
cuatro coas y dejó una coa en cada esquina del lugar donde
iba a rozar. Solitas trabajaban. Su trabajo quedó bien gran-
de en un día.
Al día siguiente fue y vio que de nuevo estaba parado el
monte como antes. El Xut se escondió en el monte y desde
allí vio cuando venían los animales: un conejo, una avispa, una
hormiga y un correcaminos.
—Levántate, árbol, levántate, levántate —les decían a los
árboles.
El Xut escuchó que los animales estaban hablando, salió y
les preguntó:
—¿Qué vienen a hacer aquí?
El conejo no supo qué contestar. El Xut lo agarró y le jaló
las orejas, por eso les quedaron tan largas las orejas a los
conejos.
A la avispa y a la hormiga las agarró de la mitad del cuerpo. Al
correcaminos le estiró la nuca y por eso se ve tan larga su nuca.
Allí terminó todo su pensamiento y opiniones y su cuento
del Xut.
32
Hacedores de las Palabras

Wajalix añix ja´b ty’ su’ beyoñ jiñi


Jiñi ñaxan wiñik chol
Chol
wiñik yi’k’oty xixik solo mi’k’uto’b y wty
ktatuch ke ty pañumil ma’ñik wiñi ko’b tye’ y yopotye’ pero jump’ej k’in ta’
ixiko’b, solo animal jiñi salbaje chaañ chumij junkojty me’ jiñixixik
matyel baj che’ bajlum ba’tz yi’k’oty ty’ch’umajlel we el ty matyel y ty’
leo’n. Junp’ej ki’jun kojty ba’tz yi’k’oty yu’k’ej y k’ux y ñoxial chaañ mi’
junkojty xña’ba’tz ty’k’eleyo’b cha’tykyl mujkelo’b jiñi animalo’b ta’ pu’tz’iyo’b
yalo’bil diferente, ma’ñik ka’bul ytzutzel wen woyob buken chaan mi’ pu’
ty’kuktia y ka’bul mu’ty u’k’elo’b peelo’b jini wiñik yi’koty xixik y bajñel
animales ty’tyyempayo’b chaañ mi’ ta kuliyo’b ta’kajiyo’b y pu’ko’b semiya
k’elo’b alu animalito ty yuluyo’b ke y mi’ julo’b animalo’b ajñiyo’b ualo’bil y
papa xtyatyba’tz y kemama xñaaba’tz rakajiyo’b ty ajñel yonlel wiñiko’b
ta’jojchityak tz’ity tz’ity. Jiñi animal typañumil che’ta’kaji typbjlel jiñi lak
ta’kajiyo’b ty kolel yña’ yik’oty ytyaty tyañ wuleyij milak mel lak kuenta ke
chaañ mu’k’ob tyoñel bajche’jiñi xba’tz milak mulañ lakbw floreados yi’k’oty
ta’kayo’b tyt’yañ ty chol pi’tz’ilo’b adorno mu’ buj laku’k ty lakol bik
jump’e k’iñ ta’kajijo’b y mel traje puro yi’k’oty k’u’ porke lakña’ ty’ bujkilañ y
yopotye’ yi’k’oty flor ka’biy color. Jiñi buj yi’k’oj flor y laktyaty ty juluty ak
animal y ti’pu’k’uj semiya jiñ chaañ tyk
lumal wen mel bil yma’ñik mi’ ñajuyel
ty t’yan ty chol milak we’ san’lakbuj ty
buul, ayyoz añ animal chaañ matyel mi
lak mulañ jiñi matyel chaañ mi lak k’el
mijump’ej k’iñ mi laj kuñ ty ñaxañ na’
ojiñi lakyum mai meleyonla porke
milakñop jael.
33
Orígenes y dueños. Por qué son así algunas cosas del mundo y cómo otras suceden en el monte

Nos contó nuestro abuelo que hace

Los primeros hombres choles


El hombre y la mujer se quedaron
muchísimos años en la tierra no había solos, comenzaron a sembrar semi-
hombres ni mujeres, sólo animales llas y a cazar animales. Tuvieron hijos
salvajes de monte como tigres, mo- y comenzó a haber mucha gente en
nos y leones. Un día un mono y una el mundo y así comenzó nuestra raza
mona tuvieron dos hijitos que eran di- chol. Comenzaron a construir las cos-
ferentes, no tenían muchos pelos en tumbres y tradiciones; ahora nos da-
el cuerpo y lloraban mucho. Todos los mos cuenta de que nos gustan los
animales del bosque se reunieron vestidos floreados y los adornos que
para ver a estos animalitos; decidie- nos ponemos en la cabeza, cuello y
ron que papá mono y mamá mona mano porque nuestra madre se vistió
los criaran. con flores y nuestro padre cazó ani-
Poco a poco los animalitos fueron males y sembró semillas. Es por eso
creciendo, eran hembra y macho. En que mi comunidad está bien organi-
vez de aullar como los monos, co- zada y no se olvida de hablar su len-
menzaron a hablar chol. Andaban gua chol; nos alimentamos de frijol,
desnudos hasta que un día decidie- arroz; hay animales de monte; nos
ron hacerse un traje de puras hojas y gusta el monte para ver si algún
flores de muchos colores. El hombre día podemos conocer a nues-
y la mujer sólo comían frutos y hojas, tra primera madre o el Dios
pero un día se murió un venado y la que nos tuvo, porque
mujer llevó carne al bosque y se la creemos también en
dio a comer al marido. Al enterarse, él, cierto.
los animales huyeron muy espanta-
dos a esconderse.
34
Hacedores de las Palabras

Mat wam ñakur kuakui chin


Shak wi Nejí
Kumiai

tua ñawei tañuel-li malá


guyau-so awat nimit yatná
gkeit tañiu-ja kuatai kuara
shamelj jas tú stu-wat awa
tkuarkul chinpaaln wi iyú wa
Nejí.
Kua-kui mat uchi.
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Orígenes y dueños. Por qué son así algunas cosas del mundo y cómo otras suceden en el monte

Hace mucho tiempo había una viejita que

La mujer que se hizo piedra


se llamaba Nejí. Ella cuidaba a unas jóvenes
que había allí.
De pronto empezó a llover mucho. Se
acabaron los quelites que tenían para co-
mer. Las jóvenes fueron a buscar quelites
y la vieja se subió a un cerro a ver si las
podía mirar. Ya no pudo. De pronto cre-
ció el río y se hundió todo el mundo. Todos
murieron y la anciana se hizo piedra.
Y desde entonces la comunidad se llama Nejí.
36
Hacedores de las Palabras

Nutodxe guiwial rapputo coron erdzb plant modi cueu


Guiwial mardoñ no jiganntx
Zapoteco de Guevea

weruerque exrefieju exchieñ coron dewer erqué tarie exrefleju


siemxle coron entonx were xui mariner pyuguinleo ruztñoyame
lio norap quitu coron no gucquin fantasm were siñoyinleo blanu
xin excorol estoxle bapchuyin excoronu rutoma leñ guiwialtoxie
gulin guip no biguie en lema nobidin lema nopcaxin lema
werebieyin bieyin pxlal to puert co guiwial were runte enuma
were bieyin tar lelbin pxleno gut xbiep no gwlal rappu tarie
fantasm noru erdedin were ñasne erded careter motni erxleyi
rudedin ñaswe norunin erxleyin seguc mardoñ nopxiñ excarme
were mardoñ blanme e quix were bianme quit
ruguayin biccame ensenisdo guayin leo
xlan guiwial were blalme ñepcal
leme erdedme ñaswe porniric
romeñas Reforn numegax
were erdedmee ñaswe xian
guiwial no erxieme.
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Orígenes y dueños. Por qué son así algunas cosas del mundo y cómo otras suceden en el monte

Una vez el picacho tuvo una corona, sembraba plantas, se daba todo donde

El picacho y la corona
tocaba el reflejo de la corona y de ahí tocaba mucho su reflejo hasta el mar.
Entonces los mareños vinieron y se la quitaron. Cuando se la llevaban, la corona
quería regresar. Se convirtieron en fantasmas; entonces se la pudieron llevar.
Quedó el picacho sin la corona y; ya que quitaron la corona, lloraba un
animal adentro del picacho.
Un día se armaron de valor y lo fueron a buscar, lo mataron y lo enterraron.
Cuando vieron, se abrió una puerta abajo del picacho, lloraba una mujer. Se
asustaron mucho, se murieron de miedo. El picacho tenía muchos fantasmas
y cuando pasaban por ahí —como por allí pasa la carretera— muchos se asus-
taron al pasar por allí y lloraban de miedo. Así le pasó a
Mardonio: se descompuso su carro en la noche y
pasó un gigante que movió su carro; por eso
Mardonio quedó tonto y medio loco y se enfla-
queció. Hasta ayer fueron a traer un poco de
agua de mar y la echaron debajo del pica-
cho; entonces sanó el hombre pero todavía
pasa por ahí, porque viene a vender comida
por La Reforma, porque vive cerca de ahí, pero
pasa bajo el picacho corriendo y allí se acabó la
historia.
38
Hacedores de las Palabras

Ngasa’a je ni’que chxua chontaxá le nga’mi kao nanquí kuan.


Éen le ni’que chxua
Mazateco alto

Je naile nga’mi kitsole je ni’que chxua:


—Tjin ña’ni ti’tijtó nindí.
Nga je ji’chó ta’a nanquí kitsé je chóken kua kiskine
je yao. Kua xó kuaninga jmá kis’eje
tsale ni’que chxua likui tí kjiní ya nga’mi, to
chojtaxá le tjé kuan, kuixó ba’ani tjé je
ni’que to’ña’ni.
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Orígenes y dueños. Por qué son así algunas cosas del mundo y cómo otras suceden en el monte

El zopilote blanco antes era regidor del cielo y la tierra.

El cuento del zopilote blanco


El rey del cielo le dijo al zopilote blanco:
—Vete adonde está saliendo el humo.
Y se bajó del cielo el zopilote hasta la tierra y vio que
estaba tirado un animal muerto y probó la carne del ani-
mal. Así fue que se le pusieron negras sus plumas al zopi-
lote blanco y ya no subió al cielo, para siempre vivió aquí
en la tierra. Y por eso sigue siendo el regidor de
aseo, dondequiera recoge basura el zopilote
negro. Ahora ya era zopilote, pero negro.
Pues así fue el cuento.
40
Hacedores de las Palabras

Ka’ach úuchilake’ ka’ ts’áabo’ob le


U k’aay x-k’ook
Maya

ch’íich’o’obo’ way yóok’ol kaabe’ mix juntúul


ku kanik k’aay. Yuum k’áaxe’ tu yilaj jach
ku xet’óoltaj máak men mix ba’a ku t’aan
yáanal k’áax’. Ka’ tu tuukultaj u ka’ansik k’aay
le ch’iich’o’obo’. Tu laj much’kiinsaj láakal
ch’iich’, ka’ tu ya’alaj ti’o’ob beya:
—K’a’abet k-ki’imakóoltik u puksi’ik’al
lu’umkaab, le meetik sáamal, ti’ a’al u taa u piik’il
saastale’ yaan a much’ikabaex tu ka’aten ti’a’al in ka’ansik
ti’ te’ex bix k’a’abet a k’aaye’ex.
Bey uch u p’aatlo’ob. Ti’a’al u taa u piik’il saastal, láakal chi’íich’ob
tu much’besubaob, jujuntúulil uch u bin u ka’ansa’al ti’o’obbix,
k’a’abet u k’aayo’ob.
Le x-k’oolo’ tu’ub u bin te súutuo’ a’alabi, men náay u yóol u
jaantik u yich béek. Ka’ tek k’a’ajti’ ka’ binij.
Ka’ k’uuchí táan u bin yuum k’áax, ka’, tu t’aanaj:
—Yuum, teene’ ¿bix tun kin k’aay?
Ka’ ku maansik u tuukul yuume’, chen ba’ale’ mix ba’a ku k’a’aja
ti’; ka’ tu ya’alaj ti’ beya’:
—Teeche’ yaan a k’aay je bix u k’aay láakal ch’íich’o’ob.
Bey tun uch u kanik k’aay lex-k’oolo’.
Ti’ ja’ajalil ku k’aay yo’osal ka’ k’áaxak ja’, ka’ ch’íijik le nalo.
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Orígenes y dueños. Por qué son así algunas cosas del mundo y cómo otras suceden en el monte

Antes, cuando fueron creadas todas las aves, ninguna sabía cantar.

El canto del ruiseñor


El Señor del Monte vio que los hombres estaban tristes, pues en el monte
sólo había silencio.
Entonces pensó enseñarles a cantar a las aves. Las juntó a todas y les dijo:
—Debemos alegrarles el corazón a los hombres. Mañana, cuando amanez-
ca, nos juntaremos para que les enseñe cómo deben cantar.
En eso quedaron. Cuando amaneció, todas las aves se juntaron y el Señor
del Monte les enseñó a cantar.
Al ruiseñor se le olvidó ir, se entretuvo comiendo frutas del roble. Cuando se
acordó, fue de prisa. El Señor ya se iba a ir cuando llegó. Le preguntó:
—Señor, ¿cómo voy a cantar?
El Señor del Monte se quedó pensando y no se le ocurría nada. Luego dijo:
—Tú vas a cantar como todas las demás.
Y así fue como el ruiseñor comenzó a cantar con mil voces. Y en verano le
canta a la lluvia para que caiga y la milpa crezca.
42
Hacedores de las Palabras

Melaka yawekika onemiaya tekuanime itech inin kuahtlan


Tekuanime
Náhuatl

kanin kemanti okinnamikiayah tlakame iwan omokawaya


xamatih iwan tla kineki kin tlatoponiliske, amo xotla in
tepostlatopon.
Ixkameh okin kixtiaya kan itech inchan kampa san niman
otlantiake, iwan axkan ayakmo se onka, nin ayakmo ti kin
ixmati.
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Orígenes y dueños. Por qué son así algunas cosas del mundo y cómo otras suceden en el monte

Hace mucho los lobos andaban en el bosque, donde a

Los lobos
veces encontraban a los hombres.
Pero los hombres se quedaban paralizados y si les inten-
taban disparar a los lobos, las escopetas no funcionaban.
Sacaban los borregos de su corral. Después se fueron
acabando y ahora ya no hay ninguno, ya ni los conocemos.
44
Hacedores de las Palabras

Jun túul maake’ tu kaxtaj u yatan ka’a


U yuumil kaab yéetel
óoxtúul xi’ipalalo’ob
Maya na’akalo’ob te’e aak’o’ jach le ku
anchaj óoxtúul u paalal, tu láakal k’ucholo’ob tu xa’ay le cheo’ le ku
xiibo’ob. Ka’a nojoch chajo’obe’, le t’okchajal le aak’o’. Ka’a jo’op’ túun u
mejen paalalo’obo’ bino’ob yéetel u ch’akiko’ob. Le u yuumil le kaabo’.
yuum jo’osaj kaab. Bino’ob ka’a ooko’ob Le mejen paalalo’obo’ ka’a ts’o’k u
ich k’áax. ch’akiko’ob le kaabo’ ka’a tu chupajo’ob
Le máako’ ka’a tu kaxta jump’éel kaabe’ óoxp’éel mejen chuujo’ob yéetel kaab.
ka’a tu ya’alaj ti’ u paalal beya’: Chen ba’ale’ ma’a pajchan u
—Je’el jump’eelo’, ko’one’ex ch’akej. yéemelo’obi’ tu meen ch’a’ak tio’ob le
Ch’ake’ex tene’ táan in bin in kax u laak’ aak’o’ ku ts’o’okole’ jach ka’anal le
te’e k’aaxo’. Le u yuumil le kaabo’ ka’a cheo’.
tu yilaj tu juunal le máako’ ka’a tu Ka’a jo’ob túun u yook’olo’ob. Chéen
jaantaj. Le mejen paalalo’obo’ p’aato’ob ka’a tu yilo’ob u péek le cheo’ ka’a tu
u jo’oso’ob le kaabo’. Ka’a ts’o’ok u yilo’obe’ u jaats ba’ants’ ku naats’al
jo’osiko’obe’ ka’a jo’op’ u t’aniko’ob u tu’ux yaan le mejen paalal ku
yuum. U yuumil le kaabo’ ka’a tu yook’olo’obo’.
yu’ubaj táan u t’aan le mejen paalalo’ —¿Ba’axten ka ook’ole’ex?
ka’a bin tu knalo’ob jach tu yilo’obe’ u —In yuume’ tu ch’akaj le aak’ tu’ux
yuum le k’ucho’. U yuumil le kaabo’ ka’a na’ako’ono’ te’e suutuka’ malatáan u
tu ya’alaj tio’ob: paajtal k-éemel.
—Ti kaxtaj u láak’, ko’one’ex ch’akej. —Ma’a yuume’ex ch’ak le cheo’, a
Ka’a k’ucho’ob tu’ux yaan jun kúul yuume’exe’ jun túul máak u k’aaba’ San
ya’ax che’ ka’a tu ya’alaj ti’ le mejen Juan, le maako’ ken suunake’ yáan u
paalalo’obo’: —Te’elo’ ti’ ku yookol le jaantike’ex.
mejen kaabo’obo tu xa’ay le cheo’ te’e Le mejen ba’ats’o’obo’ ka’a tu
tu nak’ le cheo’ yaan jump’éel aak’i’. Le ya’alajo’ob:
mejen paalalo’ob tuuno’ ka’a jo’ob u —Yuum, ts’aato’on le kaab u tia’al kun’ik.
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Orígenes y dueños. Por qué son así algunas cosas del mundo y cómo otras suceden en el monte

Había un señor, buscó mujer y tuvo

El dueño de la miel y
tres muchachos
porque habían arrancado el bejuco y
tres hijos, todos varones. Cuando está muy alto el árbol. Empezaron a
fueron grandes, los niños fueron con llorar un rato. Vieron moverse el ár-
su padre a cosechar miel. Se fueron y bol, pues se acercó una manada de
entraron en el monte. Encontraron un monos. Llegaron a donde estaban
panal y les dijo: los niños llorando.
—Allí está uno, vengan a cortarlo y —¿Por qué lloran?
yo voy a buscar otro en el monte. —Mi papá arrancó el bejuco por
El dueño de las abejas lo vio y se donde subimos, ya no podemos bajar.
lo comió, mientras los niños ya saca- —Pero si no fue su papá quien
ron la miel y empezaron a llamar a su cortó el bejuco; el que dice que es el
papá. Oyó el dueño de las abejas y papá de ustedes es un fulano, un tal
llegó a donde estaban los niños; vie- San Juan, se los va a comer.
ron los niños que se parece a su papá, Los monos chicos dijeron:
y les dijo: —Papá, gana esa miel para tomarla.
—Encontré otro, vamos a cortarlo. —¿Si me dan la miel para que la
Llegaron donde está una mata de tomen mis hijos?
ceiba y allí entraban las abejas a una Se la dieron para que la tomaran los
horqueta; tenía un bejuco pegado a monos pequeños. Se la tomaron.
la mata. Empezaron a subir por el be- —Espérense, voy a enrollar mi
juco y cuando llegaron los niños a la cola en una rama.
horqueta arrancó el bejuco. Los niños El papá de los monos colocó su
empezaron a cortarlo, y mientras el cola en la rama y empezaron a empa-
dueño de las abejas se fue a comer el tarlas los otros hasta llegar al suelo.
resto del papá de los niños. Los niños —Bueno, niños, bajen.
sacaron la miel y llenaron los calaba- Empezaron a bajar sobre los mo-
zos de miel, pero no podían bajar nos, como de cinco metros de altura.
46
Hacedores de las Palabras

—¿Je’el a ts’aake’ex le kaab u yuk’ in mejen Jach ta’aytak u nakpachtik le mejen paalalo’obo’.
paalalo’oba’? Ka’a ooko’ob ti’ jump’eel naj ka’a k’aatab tio’ob
Ka’a túun ts’a’a ti’. Le mejen ba’atso’obo’ tu tu meen u yuumil le najo’:
yuk’o’ob. —¿Ba’ax ku yúuchil te’ex?
—Pa’atabaex ika’ajen in to’o in nej tu k’ab le —Le u yuumil le kaabo’ táak u jaatiko’on.
chea’. —In ojel u yuumil le kaabo’ ts’o’ok u jo’op’ol u
U yuum le mejen pa’ats’o’obo tu to’oj u nej te’e beetik ba’alo’ob.
k’ab le cheo’ le mejen ba’ats’o’obo’ tu —Ookene’ex.
tsaylantajo’ob u nejo’ob xan tak ka’a k’uch te’e —Ookok jun túul ichil in tuch, u
lu’umo’. laake’e tu yáanal le luxekila’.
—Je’elo’ mejen paalale’ex éemene’ex túun. Je’elo’ ka’a k’uch le u
Ka’a kaaj u yeemelo’ob tu yook’ol le yuumil le kaabo’ ka’a tu
ba’ats’o’obo’ kex jun ts’áak ka’anlil tu’ux ku ya’alaj:
yéemelo’obo’. K’ubten in bak’o’ tu
Ka’a t’okchaj u nej leu yuum le mejen yutsil wa tu k’aasil.
ba’ats’o’obo’ ka’a lúub te’e lu’umo’. —Tene’ ma’a in ojel mix
—¡Ah! mejen xulube’ex ts’o’oka kolal unej. ba’ali’.
Xeene’ex le u yuumil le kaabo’ ta’aytak u —Le u yuumil le kaabo’ ka’a
k’uchul, álka’nene’ex, ka’a túun k’uch u yuumil tu lajaj le maako’ ¡pam!, chen
le kaabo’, mina’an le mejen paalalo’. Ka’a jo’ob u ba’ale’ ma’a úuch ti’ mix ba’ali’. Le
u’uts’ni’. máak tuuno’ ka’a tu lajaj le u yuumil la
—Te’e bin u mejen xululo’oba’. ¡Pa’atene’exi’ kaabo’ yaan u ts’aak úuch u bin lúubul. Ka’a
mejen paalale’ex, je’el kin bina’! Ka’a tu bin u áalka’ chen úuch uliik’il.
yu’ubajo’obe’ le mejen paalalo’obo’ ka’a jo’ob u —Je’elo’ jook’ene’ex mejen paalale’ex, ka’a láaj
álkabo’ob jach chich le u yuumil le kaabo’obo’ jook’o’ob. Ka’a sáajchaj tu jeel k’iine’ ka’a tu
ka’a tu ya’alaj beya: ya’alaj tio’ob.
—Tdirin, tdirin, tdirin, na’an mix ba’al tin nak’.
47
Orígenes y dueños. Por qué son así algunas cosas del mundo y cómo otras suceden en el monte

Se arrancó la cola del papá de los monos y —Por aquí se fueron los cabrones. ¡Espé-
se cayó en el suelo. renme, hijos, ahí voy!
—¡Ah!, ¡cabrones!, me arrancaron mi cola, Cuando oyeron los niños empezaron a co-
pero ya bajaron ustedes, ya mero viene. Vá- rrer más duro y el dueño de las abejas:
yanse, el dueño de las abejas está por venir, —Tdirín, tdirín, tdirín, no hay nada en mi
córranle. buche.
Cuando llegó el dueño de las abejas, ya Ya mero alcanza a los niños. Salieron a una
no están los niños. Empezó a olfatear: casa y el señor de la casa, cuando entraron,
les preguntó:
—¿Qué les pasa a ustedes?
—Nos quiere comer.
—Sé quién es ese Kú, el dueño de las abe-
jas, ya está con sus cosas. Métanse. Que uno
entre a mi ombligo, y otro debajo de mi silla,
y otro entra bajo del pie donde estoy hacien-
do los hilos.
—Entrégame mi carne, por las buenas o
por las malas.
—Yo no sé nada.
Le echó una bofetada, ¡pam!, no le hace
nada. Y le echó una bofetada al dueño de las
abejas y se cayó como diez metros en la casa.
Se levantó y se fue corriendo.
—Bueno, ahorita ya salgan niños —y salie-
ron todos.
Cuando amaneció al otro día les dijo:
—Se quedan a cuidar la casa mientras yo
48
Hacedores de las Palabras

Pa’atene’ex a konante’ex le naja’ tene’ ke’en ka’a tu ilaj le mejen paalalo’obo’ yach’a’ano’ob
jooya’ chúumuk k’iine’ ka ts’aake’ex ixi’im ti’ le tu meen le waaj jach nojocho’ ku ts’o’okoole
kaaxo’obo’, chen ba’ale’ bik a jaalk’a’ te’ex, te’e kimentako’ob ka’a tu joo’o’obe’ ka’a tu ka’a
ich le so’oy ken atseente’exo’. kuxkinsajo’ob.
Chúumuk k’iin tuune’ ka’a bino’ob u ts’aa le Tu jeel k’iine ka’a a’ala’ob ti le mejen
ixino’ ka’a k’uchaj. paalalo’obo’ ka’a u kinso’ob jun túul tso’ u
—Ko’one’ex jaalk’abtiko’ob. Ka’a tu jaalk’abto’ob k’aatu jaanto’ob. Chen ba’ale ma’a tu xupo’obi’
le kaaxo’obo’ ka’a jook’ le kaaxo’obo’ ka’a tu ka’a tu laj jaantaj le maako’.
jaanto’ob le mejen paalalo’ jaanta’ab tu láakal u Tu jeel k’iine’ ka’a bin jooya’ le máako’ chen
bak’elo’ob che u baakil p’aato’ob ka’a k’uch le ba’ale’ tu ya’alaj ti’le mejen paalalo’obo’.
maako’ ka’a tu yilaje’ ts’o’ok u laj jaantalo’ob u —Wa taak a uk’ike’ex sakane’ chen a lanke’ex tu
bak’il le mejen paalalo’ ka’a kuxkinjajo’ob ka’a jook’ol le sakano’.
ts’ooke ka’a tu ya’alaj tio’ob: Tu jeel k’iine’ ka’a tu a’alaj le máak ti, le mejn
—Tin wa’alaj te’ex ma’a jalk’atike’ex le paalalo’ wa ma’a taak u bino’ob tu otocho’obi’.
x-kaaxo’obo’. Le mejen paalalo’ tu a’alajo’ob ma’ u ojelo’ob
—Ka’a jel sáaslaje’ le maako’ ka’a tu ya’alajtio’ob. tu’ux ku p’aatal unajilo’obi’.
—Ke’en jooya’ wa wi’ije’exe ka jaantike’ex —Ichil jun juutuke’ kin bisike’ex ta kaajale’ex.
jump’eel waaj chichaam chumuuk k’iin. Ka’a tu ch’a’aj u p’ook te’e p’ooko’ yaan jun
—¿Chumuuk k’iin? Ka’atu ya’alaj le mejen xóot’ suuni’.
paalalo’obo’. —Na’akene’ex machabaex ma’alob bik
—Wa ka’ax k’aat jump’eel waaj chichaane’ luubuke’ex.
ma’atáan k-no’ojtal. Ka’a na’ako’ob túun te’ tu suunil le p’ooko’ ka’a
—Ko’one’ex k’aatik jump’éel bino’ob xi’inalil ka’a túun tu nojkinsaj le p’ooko’
nojochi’. ka’a bin u xi’inal yéetel. Le mejen paalalo’obo’
Ka’a tuun tu k’aatajo’ob jump’eel ka’a k’ucho’ob tu otoche ka’a k’aata’ab tio’ob
waaj nojoch. Ka’a k’uch le maako’ tu’ux p’áat u yuumo’ob ka’a tu a’alajo’ob.
—In yuume’ jaanta’ab tu meen u yuumil le kaabo’.
49
Orígenes y dueños. Por qué son así algunas cosas del mundo y cómo otras suceden en el monte

voy a regar. A las doce del día les dan maíz a —Voy a regar otra vez, si quieren tomar
las gallinas, pero no las van a soltar, allá en el atole pinchan la boca de la tortuga y le sale ato-
gallinero les van a dar el maíz. le de la boca de la tortuga.
A las doce se fueron a darles el maíz y lle- Cuando el señor regresó les dijo a los mu-
garon a donde está el gallinero. chachos si no quieren ir a su pueblo. No sa-
—Vamos a soltarlas —y soltaron a las gallinas. bían dónde está el pueblo.
Cuando salieron las gallinas, se comieron —Ahorita los voy a llevar a su pueblo.
a los niños, comieron toda su carne y sólo Agarró su sombrero, el sombrero tiene un
quedó el hueso. Llegó el señor, lo vio, ya se mecate en sus alas.
comieron toda la carne, y juntó los huesos y —Suban aquí, pero agárrense bien, no se
les echó su bendición encima de los huesos y vayan a caer.
le revivieron los niños, recuperaron las carnes. Ya se subieron al sombrero y lo em-
—Les dije que no suelten las gallinas. brocó y se fue volando y el
Amaneció otro día y les dijo el señor: sombrero se levantó y se fue
—Voy a regar; si tienen hambre, coman con su dueño. Los niños se
una tortilla chica a las doce. fueron a su casa y llegaron
A las doce dijeron: con su mamá.
—Si pedimos una tortilla chica, no nos lle- —Pues a mi papá se
namos, vamos a pedir una grande. lo comió el Kú.
Pidieron una grande, allá quedaron maja-
dos bajo la tortilla. Cuando llegó el señor vio
que están majados, muertos, y los sacó, echó
su bendición encima de los niños y se levan-
taron. Les dijo que no pidieran grande o que se
lo tenían que acabar. No se comieron todo,
se lo comió ese señor: un pavo asado. Cuan-
do amaneció otro día dijo:
50
Hacedores de las Palabras

Rnibehn ne tiemp ta go cla blú tohb


Xcuént behn ni rguit
pchiin y bendaañ
Zapoteco del Valle Bza’ dzeh roc behn ni rguit pchiina
behn ni nac gooz pchiin, peer nu vees dsääna lugar lad ni biaan behn didxi
léega rtssalgidxjbehn pchiin, naad behn toborin tas biaabehn biaa sa xmain
guungan guit mañia peer nu pchiin salvahua y nad behn nguit tas pchiin
rgusa behn hieer sec rnibehn: nicj nak lul säd pchíin ni rob máis y mandad
xjier ni rgu bendaañ mañia. roca xcachgool ni nac xcoon gix
Tohbdzeh pchaloh been ni rguit pchina salvahua y sec goos pchiina huena
con bendaañ sec salvahua räba lo behn pcaana pchiin reic y secta räb salvahua
luuy rtsalgidxal xmiañ, nu vees rchiäl na guun paciens peer nomais niab sa
gool ulte pchialgidxgool y lulte sa rdied tendiux luol tsaana cuaal tohb main xa
trabau paar ni yaac gool. bguit tena sec nac ted trabau siaca.
Nah deed tohb poreeb luy pal ni gul Rnibehn nee salvahua nac a tohb behn
gaan sec sun paciens luuy. Dzeh rocta ni xiol roca como tsoon met roca rooba
dxiaalohn zek nes delant saa tohb y rchia roosa ladxu cooba giäs i rluxha
go’nix pal ni gul gaan guital nic zek deepte tohb caa giäs.
banaca par ni luuy. Been ni rguit raëba
hueen.
51
Orígenes y dueños. Por qué son así algunas cosas del mundo y cómo otras suceden en el monte

Se cuenta que en tiempos antiguos

El ganado del salvaje


nado filón. Si lo matas es tuyo y te
existía un cazador que mataba mu- perdonaré.
cho venado, pero a veces los hería Dicho y hecho, el cazador aceptó.
nada más; no los alcanzaba a matar. Llegó el día y el cazador se fue a
Algunos venados que mataba lle- esperar al lugar donde se habían cita-
vaban marquita en la oreja, que se- do. Al poco rato oyó los chiflidos del
gún cuentan que era el fierro con que salvaje que venía con un hatajo de ve-
los marcaba el salvaje. nados y delante iba el más grande
En una de tantas se y cuernudo, grandísimo, el ganado
encontró el cazador con filón del salvaje. El cazador le dis-
el salvaje en el campo. paró y al momento lo mató. En-
El salvaje le preguntó qué tonces el salvaje le dijo al cazador:
era lo que buscaba y el caza- —Estás perdonado. El único
dor le dijo que él se dedica- favor que te pido es que, cuando
ba a matar venados. vayas a cazar, mates a mis anima-
—¿Tú eres el que lastima mi les, porque me cuesta mucho
ganado? A veces los encuentro trabajo curarlos.
muy heridos y me cuesta mu- Dicen que el salvaje es
cho trabajo curarlos. Ahora un hombre muy alto,
te voy a poner una prueba como de tres metros de
—le dijo el salvaje—, y si altura y unos pies gran-
la pasas te perdono. Tal des y exagerados, que le gus-
día nos encontramos en ta fumar mucho, y cuando
tal lugar. Delante irá un ga- fuma es una cajetilla entera.
52
Hacedores de las Palabras
Chitujú
Mazateco bajo
mjinxji nga sjin cuya coru va ru kjisjuru
na nixjama va quea jie najina araji
cuaquea jiamjana a batjmjini aquea sja
an cuaquiea jian mja cui najina nemja
y seru qui kangisje najin santaru tinta
co ngja ja minchjin ki ja cuma nga
kinsja najin chitujú ru cumanga seru ji
cimaga tíjian cuxa kixi seru na kistji na
Curú nistjin quea curundja tji xin nichja cu ncujuru cuma nga quiquea
quea chji tibjeruú cuxu ndjea jian na nichja kistjia curú chitujú tuxi vatjin
varuqui sjuu djea jion chuyee mji tuu nga ndjajín tuxi xati tu cuxinga manga
nbeana chee ni xji cuma sacutú ta cui
chubo jee jan chitujú cuiru chitujú
sjasjun ya ru minchiru cumanga
chitujú y sjeruu quica sea najin sueru
singuya ruu cuixundo qui kajin ruu cuu
na xisjo tín sjexu quisja kuncu sjee rú
qui kja kjaa xu najin sjeru quiquiea jian
nmja ru najin sue xu quiea rú cuma
53
Orígenes y dueños. Por qué son así algunas cosas del mundo y cómo otras suceden en el monte

Había una vez un hombre que estaba cazando ani-

Las palomas
males. Le estaba disparando a un venado y el venado
dijo:
—Momento, no me dispares, verás lo que va a pasar
ahorita.
Y en ese momento llegaron tres palomas y se convir-
tieron en mujeres, se sacaron la ropa y se bañaron.
El hombre escogió a una de las mujeres, a la más
bonita. Agarró su ropa y se la escondió. Cuando ya se
terminaron de bañar, esa le dijo a su hermana:
—¿Dónde dejaste mi ropa? Tú me la escondiste.
—¿Por qué me dices eso? ¿A poco fui yo quien te
escondió la ropa?
—¿Pues a dónde se fue mi ropa?
La mujer buscó por todas partes su ropa. Hasta llo-
raba.
—Pues te vas a quedar. Sabes muy bien que nuestro
padre es muy estricto; por eso no debemos olvidar to-
das las indicaciones que nos ha dado.
Las otras dos mujeres ya se habían vestido, se con-
virtieron en palomas y se echaron a volar adonde esta-
ba un palo seco, allí se quedaron un rato. Miraban hacia
donde estaba su hermana desnuda y tuvieron mucha
lástima de ver a su hermana desnuda.
Muy tristes, las palomas volaron para llegar a tiempo
hasta donde estaba su padre.
54
Hacedores de las Palabras

tijian namjin serú ndja cazador je cu tiñaru naxi sja menjan tuxi sjara najin cueni najina tenga
kisti varu kisundo mje junaji cuifja vacasina ga tju vatiní manga mje aan se sjica sjen na
cabejian mara najin tuxi cuma cuixa nimjico su jimjaseru vakisuno jon tuxi quisi ca sjeru najio
va ra nanji cueni najin na cucuan dja taxi cui kisa xa ru ki quíea jiaru chu ba sjin ndja cazador
chitjen kijana mjinxi ni chja tja japana tuxi xu kinga se ya mja sja cusjenaji varu quisju
vacun mji jinga vagjin cuinimje namji tunga chaselle ga teanteachjixi tjin asuntea e batjin
manjuna ji cui cuaa ndja sjacu sjuba een tjinima nga chjasella mja xi tean tjinntu chitujú.
55
Orígenes y dueños. Por qué son así algunas cosas del mundo y cómo otras suceden en el monte

El cazador se acercó a la mujer desnuda —Señor, por favor, deme mi ropa.


con la ropa y la mujer le dijo: —Dime si me quieres, mi amor, y te entre-
—¿Por qué me hiciste eso? garé tu ropa.
El cazador contestó: Entonces la mujer dijo que sí, que la bus-
—Mira, mujer, es que yo te quiero mucho. cara a donde vivía.
Por eso lo hice, por eso escondí tu ropa para Entonces el cazador le entregó su ropa.
poder platicar solos. Luego luego le marcó el brazo con un ci-
—No, señor. Por favor, deme mi ropa para garro y entonces le dijo:
poder alcanzar a mis hermanas. Mi padre es —¿Adónde pregunto por ti?
muy estricto, no nos deja andar separadas. —Pregúntales a todos los animales, grandes
—No, mujer, es que yo te quiero mucho; y pequeños. Y cuando preguntes, pregunta:
por eso tan siquiera dime unas palabras si es ¿dónde viven las palomas?
que me quieres, para poder entregarte tu ropa.
56
Hacedores de las Palabras

Ïmo omidhaga ïkiamuko de ibunaji di agagamo suimarhi mïi


Jimo omidhaga ïmo kiuhi
gagadhami suimarhi
Tepehuán
akiana sonona tïi imo suimarhi di mïa gokirri upian kuso ami
akian xirhi.
Mïka gïnumpagi goka gagadhami suimarhi.
—Tïkaka go kapus mïa go suimarhi.
—Ïji anorragi go xankidï koijarro imuita kha edhi xanko
kuxubaitï go suimarhi ka ibïmo di kabami deithu kuxubidhi.
Darraiba tïpubi deidhi gin ibuxta.
Xiburr koboñiami ixtumaxi, go kir rhi dudhuadhimï dï digana
‘ui.
—Tï mïdha.
—Ïji tadhu tamï gir koi ixtumaxi.
Edhi dïgana iji, ïpami edhi ayi jimokirhi di tikaka, pian kuso
ami akian xirhi.
Tïitidï go ximi ami xirhi dïgabuskaño
odhami buxkirri koboiñana go aki.
57
Orígenes y dueños. Por qué son así algunas cosas del mundo y cómo otras suceden en el monte

Había una vez un señor que era muy campeador y le gustaba matar mu-

Un señor muy campeador


chos venados. Y un día muy temprano salió a cazar y ya de tanto campear se
encontró con uno y lo mató cerca de un arroyo y esperó a que se muriera.
Al rato se lo echó en el lomo y se fue caminando por todo el arroyo
arriba y, cuando ya iba muy lejos, se encontró un señor que también anda-
ba campeando:
—¡Ay, tú también mataste otro venado!
—Sí —dijo el otro, el que venía para abajo.
Ya se cansó, entonces lo tiró al suelo y cuando tiró el venado el señor
repitió muy fuerte; tan fuerte, pues, de lo lleno que venía.
—¿Y tú no?
—Pues yo no almorcé para salir a cazar venados; por eso yo no
repetí al tirar al venado.
Entonces los señores se pusieron a descansar cuando en ese
momento se escuchó un ruido y los señores se asustaron.
—No, vámonos.
—Sí, porque, si no, nos matan aquí.
Y cuando se quisieron ir volvió a tronar bien fuer-
te y cuando los señores ya iban lejos se encontraron
a otro señor y le dijeron que no pasara por allí, por-
que se oía muy feo.
Y así al arroyo le pusieron, El Arroyo Tronador, por-
que cada vez que pasan las personas, truena algo
muy feo.
58
Hacedores de las Palabras
Nen siuat uan tapial
Náhuatl
uan ompa kochik
keman meuak nen tapial
ipa yakaya nen siuat temok
uan yaki nichan uan kito
ke yati okse kouta kapa
onkake toniuan uan amo
onkake okuilime pero
kito ke amo yas ompane
yetok ya kualsin amo
kij nekia ne ojkuili
maj kuemolotinemi
nen siuat monosaya
Claudia yaki ikase tepos tatoponiloni
para kimiktis nen tapial pero amo
Y etoya se siuat nemia kouta ompa uelik kiminti porke cholo okse tonal
kichiuak ni kali amo kipiaya pilime uan nen tapial yaki nichan siuat pero nen
nitatotsin amo kipiaya yetoya iselti siuat kipiaya maj tajyouaya nen tapial
kapa nichan nen kouta onkaya miake kikua nochi piome men siuat kualonik
okuilime se tonal kotoya kampa nichan fiero setonal nen siuat monamikti iuan
uan se tapial mojnotsa koyokopa se ueuet kinkiskiaya okuilime senenke
tigre kalakik ijtech nichan ne siuat nen siuat kiliki ueuet ma kimikti
kiitak kualkan meuak nen siuat uan tapial nen ueuet yaki kouta uan amo
tapial amo ompo yetoya nochi kikua kiasiknejtopial, nen tapial takuatoya
ni tapalol se tonal siuat nentinemia ika nakat uan kimikti nenke nekouta
ne kouta kitak nen tapial kikesomaya kuipiake se pili kichiuke se kali mas ueyi
nen siuat tekok itex se kouit uan nenke kualsin para nochi tonalme.
tayouayaya uan siuat amo uelik temok
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Orígenes y dueños. Por qué son así algunas cosas del mundo y cómo otras suceden en el monte

Había una vez una señora que vivía

La señora y el tigre
matar al tigre, pero no pudo matarlo
en un bosque. Ahí hizo su casa, pero porque se escapó. Al otro día, el tigre se
no tenía hijos ni esposo, estaba sola esperó a que anocheciera; como la se-
en esa casa. En el bosque había mu- ñora Claudia tenía gallinas, cuando ya
chos animales. era de noche se comió las gallinas. La
Un día estaba durmiendo en su señora se enojó mucho. Un día la señora
casa la señora, y un tigre se metió. La Claudia se casó con un señor que caza-
señora se dio cuenta. Cuando des- ba animales y vivieron juntos. La señora
pertó la señora, el tigre ya se había Claudia le dijo a su esposo que matara
ido pero se comió toda la comida. al tigre. El señor se fue al bosque, en-
Al día siguiente la señora estaba contró al tigre. Cuando el tigre estaba
paseando en el bosque y vio al tigre, comiendo carne, lo mató. Y vivieron en
la iba a morder pero la señora se su- el monte, tuvieron un hijo, hicieron su
bió a un árbol. Ya iba a anochecer y la casa más grande y vivieron felices para
señora ya no pudo bajar y ahí se dur- siempre.
mió; cuando amaneció, el tigre ya no
estaba ahí, la señora se bajó, se fue a
su casa y pensó en ir a vivir a otro lu-
gar donde había gente y no había
animales. Pero decidió no
ir, ahí estaba cómoda,
nada más no quería
que el tigre la hubie-
ra molestando. La
señora se llamaba
Claudia y se fue con
una carabina para
60
Hacedores de las Palabras

Nayibu que xho Rufin Solano goye bu bigait bu bidxin ne


Ditzda’
Zapoteco del Istmo

buy gonarbu xhiro’ bicantab toib bidxin ne scopet de belgui’.


Bidxiñ bu bicholxbu ne bichobu par guab lam stoib dzu, per
or ni biraguel dit bidzelbu xhitgal hasta skit laid nimal cu
binit.
Guirayibu bidzuguiayibu tin hasta spanel xho cu ni buñ bu
sag neg tib dzu laca binitni nosi bian ni bala.
Según nayibu que goye’ spuñ nimal cu, ngu goxhlamu mod cu
ne hasta nigore no sein layimo.
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Orígenes y dueños. Por qué son así algunas cosas del mundo y cómo otras suceden en el monte

Cuentan que el señor Rufino Solano fue a cazar vena-

Un venado desaparecido
dos y le fue bien, porque ganó a tumbar un venado con
escopeta de chispa.
Llegó, lo desolló y lo descuartizó para saborearlo al
otro día, pero cuando amaneció no encontró nada, ¡si
hasta la piel del animal desapareció!
Todos se quedaron sorprendidos, hasta las panelas
que había hecho el señor desaparecieron, sólo queda-
ron pedazos.
Según dicen, fue el dueño de los animales. Se des-
quitó de esta manera; por eso hasta ahora se encuen-
tran marcados.
62
Hacedores de las Palabras

Jun welta bat te mukub te winike la yik beel ko’ot tsie


Te mukub te winike
Tzeltal

te mero ya snaj te tiwale ji chum la yal te mamale chican


bebeluk ya tatele ya na nix jimil tiha a in tsi in the yiname jil
stuquel ta bunta snaj the mamlale t como hay yan smanlal
te antse y con te winikte yak ta spolel antse, y calal cotik
ta loantí jamal te winiki la yal bey te tsie la yal bidil ya taj
tibal melel te meej hay yan smomlal ta banti naj inte minike
cham nax la yay yuum melel mas naj teme bi yan smamle te
ants yikage y la yal te winik baan ta banti jnatik jiche jame
yax bat ta mil teme leate winike’ la yut deel te tsie, jick ba’t
ta banti snaj, calal edta nay te tsle, le haya antsete hay soka
te yan smanlate y jich sud bee ta hora tabanti hay te winike
jich ko’t yalbey le nix haya jichuk jiche ya mex bat’ kiltik,
jich sutik ta banti snaj te winike ni
mayuk yichoj tel te tibale calal
jul ta naj te winike la stukey
te nac y jich laj te winik calal
lokte cha neb jueb tiro ora
nax a tsbkat te winicke llawil ma
lekuk ya pastik mulmej sok te yan
antse.
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Orígenes y dueños. Por qué son así algunas cosas del mundo y cómo otras suceden en el monte

Había una vez un señor que se

El cazador y el perro
Y el perro se fue y, cuando llegó,
fue a cazar con su perro y dijo: allí estaban los dos en la casa. Y re-
—Cualquier animal que encuen- gresó luego a avisar:
tre con mi perro lo tengo que traer, —Sí, allá están los dos.
a balazos. Vinieron a la casa. Cuando llegó lo
Se fue el cazador a la montaña y balaceó, le dio dos tiros y así murió el
la señora se quedó solita en la casa sancho.
y, como tenía otro marido, entonces —Ya ves, no sirve hacer trampa
llegó el señor que estaba haciendo con mujer casada.
sancho.
Y cuando llegó el señor a la mon-
taña le dijo a su perro:
—Si no encuentras al venado, te
voy a matar.
Y el perro contestó:
—¿Cómo voy a encontrar al ve-
nado si mi mamá tiene otro marido
en la casa?
—¿Es cierto? —preguntó el se-
ñor. Y sintió muy horrible que su
mujer tenga otro marido, y le dijo al
perro:
—Vete a la casa para ver si está y
me vienes a decir para que vaya-
mos a ver.
64
Hacedores de las Palabras

Ichin se kualkan okiskeh sen tlakatl iwuan sen siwuatl


Tlapowualistle de sen konetl
iwuan de sen tekuani
Náhuatl
iwuan sen konetl kitikiske tlakilotl okowue oyeki kitiki
tlakilotl tlaktl iwuan siwuatl konetl okatka kanin tlakuanzi
kanin amo onka teme kanin okateke tlawual iwuan ni atl
konetl omawuiltiaya iwuan omawuiltiata ya oyetowa kuali
opatowua pero tlakatl iwuan siwuatl otlatetia ka bueka
omotowutiaya den konetl amo yeyewonaya amitl niman
tlakatl owuile siwuatl iwuan konetl oyake motlelohtiw kitimo
tiwue konetl amitl owasiwe konetl amo oyetowa yon kana
owetike tlen tlawuatia de onpa amitl owasiwe niman oyake
iwuan tlen tlachiske okimilike konetl owiwua sen tekuani
ichin sen tetl oyetowa sa yen omitl tlakatl owiatl iwuan
awitoka.
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Orígenes y dueños. Por qué son así algunas cosas del mundo y cómo otras suceden en el monte

En una mañana salieron un hombre, una

Un niño y un león
mujer y el niño a cortar café. Llegaron al cafe-
tal, comenzaron a cortar café el hombre y la
mujer. Al niño lo dejaron en un lugarcito con
su agua; el niño jugaba y jugaba mucho, esta-
ba muy contento. Pero su papá y su mamá se
fueron muy lejos cortando, se fueron alejan-
do del niño, no sabían qué iba a pasar.
Cuando se dieron cuenta, el niño se había
quedado lejos de ellos, ya no se daban cuen-
ta para nada, y luego el hombre le dijo a la
mujer y fueron corriendo a buscar al niño. No
encontraron nada, el niño no aparecía por
ninguna parte. Avisaron a las autoridades de
esa comunidad, siguieron buscando, no en-
contraron nada. Después fueron con los espi-
ritistas y les dijeron que se lo había comido
un león en la punta de un cerro, ahí estaban
ya nomás sus huesos.
66
Hacedores de las Palabras

Xi’ i ka li gneen kon gm jan xi’m ka


Xi’ i ka li ngeen
Chinanteco

li gnen e kö ‘ñie y ka gme e xali


gne m moo. Ejö sha m moo
la kan ju y ee’te ñun.
67
Orígenes y dueños. Por qué son así algunas cosas del mundo y cómo otras suceden en el monte

Una vez una niña se apareció en

Aparición de las piñas


una choza y también hizo que se apa-
recieran muchas piñas por todas par-
tes. Ahora la gente puede comerlas
cuando quiera.
68
Hacedores de las Palabras

Chen ba’a bine’e le maako kiiak ¿ba’an jantik in kaanche


Tsikbal t’aan
Maya

kukut?, ka’a tu yaale’ yan in chukik: ka p’aatu chukej ma


sa’ame’e leku táale weecho kaa yiilaj u tiip’il le weecho,
ka’atu yaalaje’e yaan in kinskech, kaatu nuke weecho,
ma’atan men teene tiin ma’alo’ob kunsik u luumil le kukuto,
je’elo’ máalo’ob kaa mu’ukuk u chun le kukuto.
Chen ba’axe ka’a mak’antik u kaanche’ u jeel le kukuto.
Jee’ tu’ux kin wileche’e kin kinskech. Jeelo’ tu oxp’ee k’in, kaa
bin le maako katu yiilej jaach jats’uts’ le kukuto tumeen u
xiikmaj u luumil, ka’atu jo’oka u p’eel le kukuto ka’a tu yaale’
le weecho maa malo’ob kin kinsii.
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Orígenes y dueños. Por qué son así algunas cosas del mundo y cómo otras suceden en el monte

Un señor fue a ver sus sembrados y dijo:

El sembrador de cebollas
—¿Quién se está comiendo mi sembrado de cebolla?
Lo voy a pescar.
Y se quedó a esperarlo un rato. Después vino un arma-
dillo y le dijo:
—Te voy a matar.
—No, porque yo mejoro la tierra de la cebolla —le dijo
el armadillo.
—Está bien, juega la tierra de las cebollas; pero si no
se da bien la cebolla, dondequiera que te vea, te mato.
Al tercer día fue el hombre y vio que la cebolla estaba
bien bonita, hasta estaba partida la tierra. Arrancó una
cebolla, estaba grande. Y dijo:
—No está bien matar al armadillo.
70
Hacedores de las Palabras
An inik axi yik’uax
Tének

K’uajatak jun i inik xi k’uajilak ba an ts’en,


u k’uajilak tana’ kom in kulbetnalak ka k’uajiy
taja’ kom lej k’ijidhak in ats’aal, patal jawa’
xi wa’atsak taná. Jun a k’icha tam ti xe’etsak
in ak’i yal in émil, in ats’a’ abal dhajayabak,
ani úxnalak antsee’ ta k’imaa’ k’uajat yaan i
tumín, ki ayinits, yabaats kit t’ojon. Tam an
ínik kale ti adhil tin k’ima’, kom in k’imaa’ lej
owak, jilk’on wayamadh, tam éjtsin ani in
ats’a’ abal ta’tal jant’oj in pejal an te’, tam
in jólchi ti adhil, ma ti ulits tin k’imaa; wek’i
tam ti in met’a’ xan ti uchan, tam tin kux
úlits jun i inik etil in tsalamil jajaa’, tam an
ínik lej jik’ey ani tam uchan k’al an yik’uax
inik, yab kit jik’ey, ¿a t’ilal tiwa ti ts’een?
71
Orígenes y dueños. Por qué son así algunas cosas del mundo y cómo otras suceden en el monte

El dueño del bosque y el pobre


H abía un hombre que vivía en la sierra. Vivía allá porque se sentía tranquilo.
Un día andaba limpiando su milpa y escuchó una voz que le decía:
—En tu casa, abajo, está un tesoro y ya no vas a trabajar.
El hombre escuchó esa voz y corrió a su casa, pero como vivía tan lejos se
cansó mucho. Cuando estaba descansando, escuchó arriba que de la sierra
venía algo espantoso quebrando los árboles. Muy espantado se puso a correr
más recio, llegó a su casa bien cansado. Y dijo:
—Mañana voy a escarbar la tierra a ver si encuentro ese tesoro que me dijo
la voz.
Ya en la noche escuchó que le tocaron a la puerta y vio un hombre que entró.
Y se asustó, pero el otro le dijo:
—¡No te espantes! Soy el hombre oscuro, vengo a decirte que tú, como eres
tan pobre, cuando andabas trabajando escuchaste una voz, ¿verdad?
Y el hombre se asustó, contestó que sí.
—Ése era yo.
72
Hacedores de las Palabras

¿jawa’ iti uchan?, tam tok’tsin an inik kom i u t’i, lal ju’ta’
ti k’ajat jawa’ axi tin ucha’; tana’ alam a tseyil. Ani tam
dhubatk’i an inik in met’a’ tana’ ju’ta’ ti uchan, ani tana’ ti
k’uajatak an tumín, tam an ínik wilk’in in met’al an inik xi
jun; ani yabaats xánt’ojak ni ju’ta’, yabaats wa’ atsak kom
biyal ti timk’onenek, tam an ínik lej kulbel abal in ela’ an
tumín, poj yab in kulbetna’ abal lej we’kats, ani tam juniil
kale ti ts’a’um ti bichow ani in pakuw patal in we’ tuminal;
ani tam ti úlits tin k’imaa’ in tsu’uw abal tana’ ti k’uajat
in tuminal ejtil tam yab in pakumal, ani antsana’ wat’ey
yaan a k’ichaa, an ínik yab wichiy ka’ ts’ejwantalmej, ma
ti tsémets, álchin in tuminal ani yab élchin, kom pel in
pidhop an ínik axi ts’ejwantal, ani pelak in éjatal an álte’
an tumín.
73
Orígenes y dueños. Por qué son así algunas cosas del mundo y cómo otras suceden en el monte

—¿Dónde está el tesoro que me dijiste cuando andaba trabajando?


—Pues allí, donde está tu cama.
Y al voltear el hombre otra vez, ya no estaba el hombre oscuro, ya se había
ido. Fue nomás como un milagro aparecérsele al señor pobre para darle su
recompensa por tantos años de trabajo, pues cortaba leña y la llevaba a vender
en el pueblo, pero el dinero no le alcanzaba para comprar tantas cosas que le
hacían falta.
El señor lloraba de tristeza, porque era muy pobre, y por eso el dueño del
bosque, el hombre oscuro, se compadeció de la tristeza del señor pobre y le
quiso regalar ese tesoro.
Dicen que el señor, al ver el tesoro, dijo:
—¡Qué poco es! —pero su sorpresa fue grande, porque cada vez que
iba a comprar sus mandados se gastaba casi todo el dinero y dejaba muy
poquito en el cantarito donde lo había encontrado, y cuando regresaba
cargado con sus mandados miraba su cántaro y allí encontraba el dinero
completo, como si no hubiera gastado nada en su compra.
El señor cambió su forma de vida del todo con el dinero que le ofre-
ció el hombre oscuro y jamás volvió a ser pobre.
Y cuentan que cuando murió buscaron el cántaro y jamás nadie lo
encontró, pues ese dinero era el alma del bosque, de los árboles.
Y fue un gran tesoro que le dieron para que su vida ya no fuera
de tantos sufrimientos.
74
Hacedores de las Palabras

Wan kintiku’ pi chatum


Akgtsukgawasa
Totonaco
Ama akgtsukgawasa alh chuwa ni
akgtsukgawasa alh ka’tukuxtu. Ix nana taspitli, chu pasatlal akgtu’tu’ chi’chi’ni
ix mimaja’ xlimima ix kiwi’ ix tiku’ chu wa chu ix nana akgtasanilh chu wa
nax mimaja’. taspitli:
Ama akgtsukgawasa tamaxtakgli’ —¿Tuku lhawapat?
lipunsu taxtunil kiwikgolo y kiwi’chat y Ix maxima ix tawa kinspitu chu
tawanil: kinpatux akgxni chilh’ nax ix akg’stakga
—Kani. ix tiku tlan tsi’tsi’ma.
75
Orígenes y dueños. Por qué son así algunas cosas del mundo y cómo otras suceden en el monte

Dice mi papá que un niño fue a la

Un niño perdido
Su mamá lo llamaba gritando.
milpa. Su mamá ya venía de re- Regresó el niño.
greso, traía leña. También su papá —¿Qué estabas haciendo?
ya venía. —Les estaba dando de comer a
El niño se quedó otro ratito y le mi pájaro y mis patos.
salieron el viejo del monte y la vieja Cuando llegó a su casa, su papá
del monte. Le dijeron: estaba muy enojado.
—Ven.
El niño se fue y no regresó sino al
tercer día.
Espeques Palanca de madera.
Glosario Espiritista Personas que se supone pueden adivinar dónde están las co-
sas o personas perdidas.
Filón Guía del rebaño de animales salvajes.
Guano Palmas para tejer que se usan también para techar las casas.
Hatajo Grupo de ganado separado del rebaño.
Jabín Árbol cuya madera es de color café oscuro y se utiliza para
hacer muebles, parecido a la caoba y el cedro.
Majado Apachurrados, machucados.
Panela Piloncillo, panocha; azúcar sin refinar en pilón o en panes.
También se le llama así al queso fresco.
Quelites Yerbas comestibles.
Sancho Adúltero. Es un término que se utiliza cuando un hombre o
mujer engaña o le es infiel a su pareja.
Tapacaminos Correcaminos, ave que vuela poco y corre muy aprisa, con el
Temascal cuello largo y la cabecita colorada.
Baño de vapor usado desde la antigüedad en México para pu-
rificarse.
Índice
Orígenes y dueños. Por qué son así algunas cosas del mundo y cómo otras suceden en el monte
77
14 Kawuaza tlowual chichink 26 U ts’ikbalil ubalal le yu’um k’ino’
Índice de escritores El niño que se convertiría en sol El eclipse
Clemente García Salvador, Margarita Rosa Canul Cen,
11 años, totonaco, Adalberto Tejeda, 15 años, maya, Tutul Xlu Santa
Minatitlán, Veracruz. Isabel, Felipe Carrillo Puerto,
Quintana Roo.
18 Ngandy xy yoo
El sol y la luna 28 Chitiliche uan metstli
Margarita José Reyes, Cuando se enferma la luna
11 años, mixteco alto, Monte Negro, José Luis Morales Severo,
Santiago Tilantongo, Oaxaca. 8 años, náhuatl, Xochiltépetl,
Informante: Graciano Reyes. Ixcatepec, Veracruz.

22 Cuento kie’ io’ y kie’ s’ 30 Xut


La luna y el sol El Xut
Alejandro Flores Cardoza, José Sarramango Méndez,
10 años, chinanteco, José López 11 años, tzotzil, San Pedro
Portillo, San Juan Lalana, Oaxaca. del Carmen, Pantelhó, Chiapas.

24 Mé tu m ‘ñi 32 Jiñi ñaxan wiñik chol


Aparición del sol Los primeros hombres choles
Alejandro Flores Cardoza, Roberto Carlos Ramírez Moreno,
10 años, chinanteco, José López 11 años, chol, Ejido Jerusalén,
Portillo, San Juan Lalana, Oaxaca. Tenosique, Tabasco.
34 Shak wi Nejí 42 Tekuanime
La mujer que se hizo piedra Los lobos
Raudel Fernando Islava Meza, Esther González Francisco,
10 años, kumiai, Juntas de Nejí, 9 años, náhuatl, Capoloma,
Tecate, Baja California. Soledad Atzompa, Veracruz.
Traductora: Yolanda Meza Calles.
44 U yuumil kaab yéetel óoxtúul
36 Guiwial mardoñ no jiganntx xi’ipalalo’ob
El picacho y la corona El dueño de la miel y tres
Alejandro Gómez Chávez, muchachos
12 años, zapoteco de Guevea, Zenaida Alamilla Canul,
La Reforma, Guevea de Humboldt, 11 años, maya, San Felipe, Felipe
Oaxaca. Carrillo Puerto, Quintana Roo.

38 Éen le ni’que chxua 50 Xcuént behn ni rguit pchiin y


El cuento del zopilote blanco bendaañ
Edilberto García García, El ganado del salvaje
11 años, mazateco alto, Palo Damián Reyes Peralta,
Plumaje, San José Tenango, Oaxaca. 12 años, zapoteco del Valle,
La Magdalena, San Carlos Yautepec,
40 U k’aay x-k’ook Oaxaca.
El canto del ruiseñor Informante y traductor: Juan Reyes
Manuel de Jesús Tun Tuz, Zárate.
12 años, maya, Kankabchén Tepich,
Felipe Carrillo Puerto,
Quintana Roo.
Traductor: Feliciano Chuc Pat.

79
Orígenes y dueños. Por qué son así algunas cosas del mundo y cómo otras suceden en el monte
52 Chitujú 62 Te mukub te winike
Las palomas El cazador y el perro
Estanislao Calixto Flores, Lupita Gómez Sánchez,
11 años, mazateco bajo, 10 años, tzeltal, Chenaljá,
Sección Fabián San Felipe, Oxchuc, Chiapas.
Jalapa de Díaz, Oaxaca.
64 Tlapowualistle de sen konetl iwuan
56 Jimo omidhaga ïmo kiuhi de sen tekuani
gagadhami suimarhi Un niño y un león
Un señor muy campeador Timoteo Ayoctle Xalamihua,
Leocadio Soto Valencia, 12 años, náhuatl, Tecopango,
13 años, tepehuán, Zongolica, Veracruz.
Cordón de los Soto,
Guadalupe y Calvo, Chihuahua. 66 Xi’ i ka li ngeen
Aparición de las piñas
58 Nen siuat uan tapial Elizabeth Cardoza Pérez,
La señora y el tigre 8 años, chinanteco, José López
Carmelia Chicueyaco Hernández, Portillo, San Juan Lalana, Oaxaca.
12 años, náhuatl, Cuamono,
Cuetzalan, Puebla. 68 Tsikbal t’aan
El sembrador de cebollas
60 Ditzda’ Miriam del Rosario Domínguez
Un venado desaparecido Kantún,
Gedalias Ramírez Lerdo, 13 años, maya, Tahbek,
12 años, zapoteco del Istmo, Cantamayec, Yucatán.
El Pajarito, Santiago Lachiguiri,
Oaxaca.

80
Hacedores de las Palabras
70 An inik axi yik’uax
El dueño del bosque y el pobre
Anita Hernández Domínguez,
11 años, tének,
El Chical de la Pila,
Ciudad Valles, San Luis Potosí.

74 Akgtsukgawasa
Un niño perdido
Martina Vicente Pérez,
12 años, totonaco,
Rancho San Juan la Guasima,
Tecolutla, Veracruz.

81
Orígenes y dueños. Por qué son así algunas cosas del mundo y cómo otras suceden en el monte
Albina Díaz de la Cruz, Eusebio Sánchez Hernández,
Listado de ilustradores
13 años, huichol, El Cora, 12 años, chinanteco,
Tepic, Nayarit. Nuevo San Antonio,
San Juan Lalana, Oaxaca.
Antonieta González Vázquez,
11 años. Fabián Castro Esteban,
13 años, tlapaneco,
Bertha Angelina Cahuich Cahuich, Río Grande, Acatepec,
11 años, maya, Xbilincoc, Guerrero.
Calkaní, Campeche.
Federico Benítez Jiménez,
Carlos Chan Pat, 14 años, mixe alto,
17 años, maya, Noh Can Cab, Casa Grande, Asunción
Felipe Carrillo Puerto, Quintana Roo. Cacalotepec, Oaxaca.

Catalina González Ortiz, Feliciano Chuc Pat,


11 años, mixteco, Río Delgado, 20 años, maya, Kankabchén
Santa María Asunción, Tepich, Felipe Carrillo Puerto,
Tlaxiaco, Oaxaca. Quintana Roo.

Cristina Felícitas Juárez Cervantes, Francisco Nava López,


13 años, náhuatl, Tenkuix, 15 años, mixteco,
Cuetzalan, Puebla. Río Encajonado,
Metlatonoc, Guerrero.
Damián Reyes Peralta,
12 años, zapoteco del Valle, Gedalias Ramírez Lerdo,
La Magdalena, 12 años, zapoteco del Istmo,
San Carlos Yautepec, Oaxaca. El Pajarito, Santiago Lachiguiri,
Tehuantepec, Oaxaca.
Isaías Kumul Cauich, Juan López Núñez,
11 años, maya, San Pedro, 13 años, tzotzil,
Valladolid, Yucatán. Chauquil-Uk´um,
Larráizar Chiapas.
Iván Ortigoza López,
9 años, mixteco, Barrio Centro, Leovigildo Nolasco Pérez,
Tezoatlán, Oaxaca. 10 años, mixe, El Manantial,
Tepuxtepec, Oaxaca.
Jairo Hernández Baltazar,
10 años, náhuatl, El Naranjal 2, Lucero Alicia Islava Meza,
Xilitla, San Luis Potosí. 8 años, kumiai,
Juntas de Nejí, Tecate,
Joaquín Salinas Hernández, Baja California.
12 años, chatino, San Miguel,
San Juan Lachao, Oaxaca. Marcelino García López,
14 años, amuzgo,
Jonatán Hernández González, Cruz de Piedra Blanca,
10 años, zapoteco de la Costa, Xochistlahuaca, Guerrero.
La Ciénega Buena Vista,
Santiago Xanica, Oaxaca. María Teresa Almeida Tun,
22 años, maya, Ejido
José Epitacio Cerecedo Ramírez, Xbilincoc, Hopelchén,
12 años, náhuatl, Xoloxtla, Campeche.
Huejutla, Hidalgo.
Martha Pérez Gutiérrez,
José Poot Chi, 10 años, tzeltal, Campo
14 años, maya, Yaxhaltún, Grande las Maravillas,
Hecelchakán, Campeche. Chilón, Chiapas.

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Orígenes y dueños. Por qué son así algunas cosas del mundo y cómo otras suceden en el monte
Matilde Hernández Salinas, Rigoberto Martínez Hernández,
11 años, chatino, San Miguel, 10 años, mixe,
San Juan Lachao, Oaxaca. Taller de pintura Ayuujk,
Tlahuitoltepec, Oaxaca.
Mauro Merino Gracida,
14 años, mixteco, Silverio Hernández Zúñiga,
Loma Reyes, 14 años, tepehua, Arroyo Grande,
San Juan Mixtepec, Oaxaca. Tlachichilco, Veracruz.

Minerva Martínez Pereda, Sofía Flores Santos,


12 años, mazateco alto, 8 años, náhuatl, Chintanta,
San Jorge Buenavista, Huejutla, Hidalgo.
San José Tenango, Oaxaca.
Valentino López González
Natalia Gómez Arias, 12 años, popoluka zoque,
13 años, zoque, San Francisco El Gavilán, Veracruz.
Nanchital, San José
Chapultenango, Chiapas. Víctor Corrales Flores,
12 años, náhuatl, El Cayaquito,
Nilka Araceli, Aquila, Michoacán.
Rarámuri, Chipuachi,
Guachochi, Chihuahua. Wendy Minerva Pech Ucán,
13 años, maya, Chunhuaymil,
Pedro Vásquez Vásquez, Hopelchén, Campeche.
14 años, Los Magueyes.

Rigoberto Alamilla Canul,


12 años, maya, San Felipe,
Felipe Carrillo Puerto,
Quintana Roo.

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Hacedores de las Palabras
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Orígenes y dueños. Por qué son así algunas cosas del mundo y cómo otras suceden en el monte
Orígenes y dueños.
secretaría de
Por qué son así algunas cosas del mundo
educación pública
y cómo otras suceden en el monte

  Orígenes y dueños. Por qué son así algunas cosas del mundo y cómo otras suceden en el monte 
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De la cuna a la tumba en las comunidades del mundo y cómo otras suceden en el monte
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De las cosas
que se cuentan secretaría de
educación pública

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