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diversas crisis económicas que alteraron los indicadores sociales del país. Sin
embargo, sólo la crisis de 2001 caló hondo en el mercado laboral y provocó las peores
cifras de desocupación de la historia argentina. Aquí, un repaso de
los indicadores de empleo en los últimos 30 años.
Ya con Carlos Menem en la Presidencia, la Argentina llegó por primera vez a los
dos dígitos en su tasa de desocupación. El pico se alcanzó en mayo de 1995, cuando
la tasa de desempleo se ubicó en el 18,4 por ciento. Durante la década del ‘90 “es
posible identificar cuatro etapas con comportamientos claramente disímiles”,
sostiene un trabajo de Roxana Maurizio, doctora en Economía y especialista en
mercado de trabajo.
La primera etapa, que se extiende hasta 1994, “estuvo caracterizada por elevadas
tasas de crecimiento económico que sólo se tradujeron en una débil creación de
empleo, con un menor dinamismo que el que experimentó la fuerza de trabajo por
lo que la desocupación creció”. La segunda etapa “se inicia con la recesión de mitad
de la década asociada a la crisis de México, la cual empeoró severamente las
condiciones generales del mercado de trabajo”. La tercera, entre 1996 y 1998,
“la economía se recuperó y esta vez la creación de empleo acompañó más el
crecimiento del producto”; y la cuarta, a mediados de 1998, con el comienzo de la
“fase recesiva que generó un impulso adicional sobre la tendencia creciente del
desempleo” y que derivó en la crisis de 2001.
Desde 2007, el desempleo se ubicó en torno al 7%, con un mínimo de 6,7% en 2011 y
un máximo de 9,1% durante la crisis de 2009. El empleo informal, pese a lograr
una reducción en la última década, se estancó en un porcentaje cercano al 35%
desde 2009.
Salario real
Empleo público