Вы находитесь на странице: 1из 3

El átomo.

Historia y evolución del átomo.

En la antigua Grecia hubo dos ideas sobre la composición de la materia:

Demócrito (s. IV a. C.) consideraba que la materia estaba formada por pequeñas partículas
indivisibles, llamadas átomos. Entre los átomos existe vacío. Los átomos de cada sustancia no
cambian, son diferentes, indivisibles, invisibles, se diferencias unos de otros en tamaño y
forma (aunque no se pueden ver), y dependiendo de cómo se asocien, la materia tendrá unas
u otras propiedades.

También existía por entonces la teoría de los cuatro elementos: fuego, aire, tierra y agua.
Según se combinaran, se tendría una u otra materia. Las propiedades de la materia dependen
de las proporciones de cada uno de los cuatro elementos. Cambiando las proporciones, se
cambia de materia. Esto hizo que durante mucho tiempo los alquimistas (primeros químicos
de la historia) buscaran la manera de obtener la “piedra filosofal”, sustancia capaz de
transformar cualquier metal en oro, curar enfermedades y llegar incluso a evitar la vejez y la
muerte.

Este trabajo de laboratorio de los alquimistas supuso la invención o perfeccionamiento de


muchos procesos de tratamiento de la materia que aún hoy se siguen usando, como la
destilación, la síntesis de compuestos, producción de tintes, pinturas, cosméticos, usos de
técnicas para el tratamiento de metales…

En 1808, John Dalton recupera la idea atómica de Demócrito: los átomos, partículas
indivisibles, como los últimos constituyentes de la materia, que se combinan para formar
compuestos. Sus hipótesis:

 La materia está formada por partículas muy pequeñas, esféricas e indivisibles llamadas
átomos.
 Los átomos de un mismo elemento químico son idénticos: tienen igual tamaño, masa y
propiedades. Los átomos de diferentes elementos se pueden combinar en una
proporción fija y sencilla para formar compuestos químicos.
 En las reacciones químicas, los átomos de dos elementos se combinan entre sí para
formar nuevas agrupaciones atómicas.
 Los átomos no se destruyen ni se transforman en otros átomos, solo se recombinan.

Joseph John Thomson, al comprobar que los rayos catódicos se


desviaban con un imán, introdujo en 1897 la idea del electrón:
partícula subatómica con carga negativa, igual para todos los
átomos. Su explicación del átomo era que estaba formado por
un fluido con carga positiva, en donde estaban los electrones,
con carga negativa. La explicación visual que se da de este
modelo es el de una madalena con pepitas de chocolate (la
masa es el fluido positivo y las pepitas de chocolate los
electrones), o el de una sandía con pepitas. La idea
fundamental es que los electrones están inmersos en el fluido positivo, y se pueden separar de
él mediante un campo magnético (imán).

En 1911, Ernest Rutherford, que fue alumno de Thomson, realizó un experimento


bombardeando una lámina de oro con partículas alfa (núcleos de helio). Descubrió que la
mayoría de las partículas alfa atravesaban la lámina sin sufrir desviación. Muy pocas se
desviaban. Pero algunas incluso rebotaban.

Lámina de oro

Cuando las partículas alfa


chocan contra el
recubrimiento interior se
produce un chispazo

Fuente de
partículas Recubrimiento interior de
sulfuro de zinc.

Esto le llevó a modificar el modelo de Thomson: si la mayoría atraviesan la lámina


limpiamente, eso quiere decir que la mayor parte del espacio está hueco. Si se desvían
algunas, eso quiere decir que hay una carga positiva que las desvía. Y el hecho de que las que
rebotan son muy pocas, es porque la carga positiva con la que chocan directamente es muy
pequeña.

Así, el átomo según


Rutherford, tiene la carga
positiva, y casi toda su masa,
concentrada en una zona
central que denominó
núcleo; este núcleo tiene
carga positiva debida a unas
partículas llamadas protones,
de igual carga que los
electrones (que se
encuentran en la corteza),
pero de signo opuesto, de
modo que la carga total del
átomo es neutra; y el radio de un átomo es aproximadamente cien mil veces mayor que el
radio del núcleo.
El modelo de Rutherford fue perfeccionado por James Chadwick,
al descubrir en 1932 unas partículas nuevas que formaban parte
del núcleo. Tenían una masa semejante a la del neutrón, y por
ser neutras, las llamó neutrones.

Al modelo atómico de Rutherford se le llama también modelo


planetario, pues los electrones dando vueltas alrededor del
núcleo son como los planetas dando vueltas alrededor del sol.

Debido a que este modelo


era energéticamente
inestable, y además no
explicaba los resultados de
los experimento de luz
emitida por diferentes
elementos, en 1913 Niels
Bohr propuso que los
electrones solo pueden
ocupar unas determinadas
órbitas en la corteza
atómica, y esas órbitas se
caracterizan por sus
niveles de energía. Su modelo atómico:

 Los electrones solo pueden girar en órbitas a determinadas distancias del núcleo.
 En las órbitas o capas, los electrones giran con energía constante.
 Cada capa, llamada también nivel de energía, tiene un número diferente de
electrones. El número de electrones que puede haber en cada nivel es 2n2, donde n es
el número del nivel (n = 1, 2, 3…).

Вам также может понравиться