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Los órganos de derechos humanos

La Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos (OACDH) se esfuerza por ofrecer el
mejor asesoramiento experto y apoyo a los diversos mecanismos de supervisión de derechos
humanos en el sistema de las Naciones Unidas: los órganos basados en la Carta de la ONU, incluido
el Consejo de Derechos Humanos, y los órganos creados en virtud de tratados internacionales de
derechos humanos, y compuestos por expertos independientes con el mandato de supervisar que
los Estados partes en los tratados cumplan sus obligaciones. La mayoría de estos órganos recibe
apoyo de secretaría de la Subdivisión de Tratados y del Consejo de la OACDH.

Los órganos basados en la Carta de las Naciones Unidas

 El Consejo de Derechos Humanos. El Consejo de Derechos Humanos es un organismo


intergubernamental dentro del sistema de las Naciones Unidas compuesto por 47 Estados
responsables de la promoción y protección de todos los derechos humanos en todo el
mundo.
 Examen Periódico Universal. El Examen Periódico Universal (EPU) es un proceso singular
que incluye un examen de los expedientes de derechos humanos de todos los Estados
Miembros de las Naciones Unidas. El EPU es un proceso dirigido por los Estados con el
auspicio del Consejo de Derechos Humanos, que ofrece a cada Estado la oportunidad de
declarar qué medidas ha adoptado para mejorar la situación de los derechos humanos en el
país y para cumplir con sus obligaciones en la materia.
 La Comisión de Derechos Humanos (substituido por el Consejo de Derechos Humanos). La
Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas es el foro más importante del
mundo en materia de derechos humanos. La Comisión, establecida en 1946 para establecer
la estructura jurídica e internacional que protege nuestros derechos y libertades
fundamentales, ha ido ampliando a lo largo de los años su mandato inicial para ocuparse de
toda la problemática de los derechos humanos. La Comisión sigue fijando las normas por
las que se rige la conducta de los Estados, pero también actúa como foro en el que todos
los países, grandes o pequeños, los grupos no gubernamentales y los defensores de los
derechos humanos de todo el mundo pueden expresar sus inquietudes. La Comisión se
reúne cada año en Ginebra durante seis semanas y está integrada por 53 Estados
miembros. Cada año, más de 3.000 delegados, en representación de Estados Miembros, de
países con condición de observadores y de organizaciones no gubernamentales participan
en la Comisión. Durante su período ordinario de sesiones anual, la Comisión aprueba
alrededor de un centenar de resoluciones, decisiones y declaraciones de la Presidencia
sobres cuestiones que atañen a las personas en cualquier región y circunstancias. Asisten
a la Comisión la Subcomisión de Promoción y Protección de los Derechos Humanos, varios
grupos de trabajo y una red de expertos, representantes y relatores que le presentan
informes sobre cuestiones concretas.
 Los Procedimientos especiales de la Comisión de Derechos Humanos. Los procedimientos
especiales del Consejo de Derechos Humanos son mandatos para presentar informes y
asesorar sobre derechos humanos que ejecutan expertos independientes en la materia,
desde una perspectiva temática o en relación con un país específico. El sistema de los
procedimientos especiales es un elemento básico del mecanismo de derechos humanos de
las Naciones Unidas y abarca a todos los derechos humanos: civiles, culturales, económicos,
políticos y sociales. El 24 de marzo de 2017 estaban en vigor 43 mandatos temáticos y 13
mandatos de país.

Los órganos de tratados

Hay nueve órganos creados en virtud de tratados de derechos humanos que supervisan la aplicación
de los principales tratados internacionales de derechos humanos :
 Comité de Derechos Humanos (CCPR). El Comité de Derechos Humanos es el órgano de
expertos independientes que supervisa la aplicación del Pacto Internacional de Derechos
Civiles y Políticos por sus Estados Partes.
 Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (CESCR).
 Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial (CERD). El Comité para la
Eliminación de la Discriminación Racial (CERD, por sus siglas en inglés) es el órgano de
expertos independientes que supervisa la aplicación de la Convención Internacional sobre
la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial por los Estados partes.
 Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (CEDAW). El Comité para la
eliminación de la discriminación contra la mujer (CEDAW, por sus siglas en inglés) es el
órgano de expertos independientes que supervisa la aplicación de la Convención sobre la
eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer. El CEDAW está
compuesto por 23 expertos en materia de derechos de la mujer procedentes del mundo
entero.
 Comité contra la Tortura (CAT)
 Subcomité para la Prevención de la Tortura (SPT)
 Comité de los Derechos del Niño (CRC). El Comité de los Derechos del Niño (CRC, por sus
siglas en inglés), es el órgano de 18 expertos independientes que supervisa la aplicación de
la Convención sobre los Derechos del Niño por los Estados Partes.
 El Comité también supervisa la aplicación de dos Protocolos Facultativos de la Convención,
relativos a la participación de los niños en conflictos armados (OPAC) y a la venta de niños,
la prostitución infantil y la utilización de niños en la pornografía (OPSC). El 19 de diciembre
de 2011, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó un tercer Protocolo
Facultativo relativo al procedimiento de comunicaciones (OPIC), que permite que los niños
presenten denuncias individuales relativas a violaciones específicas de sus derechos, con
arreglo a la Convención y a sus otros dos Protocolos Facultativos. El tercer Protocolo entró
en vigor en abril de 2014.
 Comité para la Protección de los Derechos de todos los Trabajadores Migratorios y de sus
Familiares (CMW)
 Comité sobre los derechos de las personas con discapacidad (CRPD)
 Comité contra las Desapariciones Forzadas (CED).
Declaración Universal de Derechos Humanos

Resolución de la Asamblea General,

aprobada el 10 de diciembre de 1948.

Preámbulo

Considerando que la libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen por base el reconocimiento de
la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia
humana,

Considerando que el desconocimiento y el menosprecio de los derechos humanos han originado


actos de barbarie ultrajantes para la conciencia de la humanidad; y que se ha proclamado, como la
aspiración más elevada del hombre, el advenimiento de un mundo en que los seres humanos,
liberados del temor y de la miseria, disfruten de la libertad de palabra y de la libertad de creencias,

Considerando esencial que los derechos humanos sean protegidos por un régimen de Derecho, a
fin de que el hombre no se vea compelido al supremo recurso de la rebelión contra la tiranía y la
opresión,

Considerando también esencial promover el desarrollo de relaciones amistosas entre las naciones,

Considerando que los pueblos de las Naciones Unidas han reafirmado en la Carta su fe en los
derechos fundamentales del hombre, en la dignidad y el valor de la persona humana y en la igualdad
de derechos de hombres y mujeres; y se han declarado resueltos a promover el progreso social y a
elevar el nivel de vida dentro de un concepto más amplio de la libertad,

Considerando que los Estados Miembros se han comprometido a asegurar, en cooperación con la
Organización de las Naciones Unidas, el respeto universal y efectivo a los derechos y libertades
fundamentales del hombre, y

Considerando que una concepción común de estos derechos y libertades es de la mayor importancia
para el pleno cumplimiento de dicho compromiso,

La Asamblea General

Proclama la presente Declaración Universal de Derechos Humanos como ideal común por el que
todos los pueblos y naciones deben esforzarse, a fin de que tanto los individuos como las
instituciones, inspirándose constantemente en ella, promuevan, mediante la enseñanza y la
educación, el respeto a estos derechos y libertades, y aseguren, por medidas progresivas de carácter
nacional e internacional, su reconocimiento y aplicación universales y efectivos, tanto entre los
pueblos de los Estados Miembros como entre los de los territorios colocados bajo su jurisdicción.

Artículo I

Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de
razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros.

Artículo 2

1. Toda persona tiene todos los derechos y libertades proclamados en esta Declaración, sin
distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole,
origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición.
2. Además, no se hará distinción alguna fundada en la condición politiza, jurídica o internacional del
país o territorio de cuya jurisdicción dependa una persona, tanto si se trata de un país independiente,
como de un territorio bajo administración fiduciaria, no autónomo o sometido a cualquier otra
limitación de soberanía.

Artículo 3

Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona.

Artículo 4

Nadie estará sometido a esclavitud ni a servidumbre; la esclavitud y la trata de esclavos están


prohibidas en todas sus formas.

Artículo 5

Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes.

Artículo 6

Todo ser humano tiene derecho, en todas partes, al reconocimiento de su personalidad jurídica.

Artículo 7

Todos son iguales ante la ley y tienen, sin distinción, derecho a igual protección de la ley. Todos
tienen derecho a igual protección contra toda discriminación que infrinja esta Declaración y contra
toda provocación a tal discriminación.

Artículo 8

Toda persona tiene derecho a un recurso efectivo, ante los tribunales nacionales competentes, que
la ampare contra actos que violen sus derechos fundamentales reconocidos por la Constitución o
por la ley.

Artículo 9

Nadie podrá ser arbitrariamente detenido, preso ni desterrado.

Artículo 10

Toda persona tiene derecho, en condiciones de plena igualdad, a ser oída públicamente y con justicia
por un tribunal independiente e imparcial, para la determinación de sus derechos y obligaciones o
para el examen de cualquier acusación contra ella en materia penal.

Artículo 11

1. Toda persona acusada de delito tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras no se
pruebe su culpabilidad, conforme a la ley y en juicio público en el que se le hayan asegurado todas
las garantías necesarias para su defensa.

2. Nadie será condenado por actos u omisiones que en el momento de cometerse no fueron delictivos
según el Derecho nacional o internacional. Tampoco se impondrá pena más grave que la aplicable
en el momento de la comisión del delito.

Artículo 12

Nadie será objeto de injerencias arbitrarias en su vida privada, su familia, su domicilio o su


correspondencia, ni de ataques a su honra o a su reputación. Toda persona tiene derecho a la
protección de la ley contra tañes injerencias o ataques.
Artículo 13

1. Toda persona tiene derecho a circular libremente y a elegir su residencia en el territorio de un


Estado.

2. Toda persona tiene derecho a salir de cualquier país, incluso del propio, y a regresar a su país.

Artículo 14

1. En caso de persecución, toda persona tiene derecho a buscar asilo, y a disfrutar de él, en cualquier
país.

2. Este derecho no podrá ser invocado contra una acción judicial realmente originada por delitos
comunes o por actos opuestos a los propósitos y principios de las Naciones Unidas.

Artículo 15

1. Toda persona tiene derecho a una nacionalidad.

2. A nadie se privará arbitrariamente de su nacionalidad ni del derecho a cambiar de nacionalidad.

Artículo 16

1. Los hombres y las mujeres, a partir de la edad núbil, tienen derecho, sin restricción alguna por
motivos de raza, nacionalidad o religión, a casarse y fundar una familia; y disfrutarán de iguales
derechos en cuanto al matrimonio, durante el matrimonio y en caso de disolución del matrimonio.

2. Sólo mediante libre y pleno consentimiento de los futuros esposos podrá contraerse el matrimonio.

3. La familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad y tiene derecho a la protección de


la sociedad y del Estado.

Artículo 17

1. Toda persona tiene derecho a la propiedad, individual y colectivamente.

2. Nadie será privado arbitrariamente de su propiedad.

Artículo 18

Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión; este derecho
incluye la libertad de cambiar de religión o de creencia, así como la libertad de manifestar su religión
o su creencia, individual y colectivamente, tanto en público como en privado, por la enseñanza, la
práctica, el culto y la observancia.

Artículo 19

Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no
ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de
difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.

Artículo 20

1. Toda persona tiene derecho a la libertad de reunión y de asociación pacíficas.

2. Nadie podrá ser obligado a pertenecer a una asociación.

Artículo 21

1. Toda persona tiene derecho a participar en el gobierno de su país, directamente o por medio de
representantes libremente escogidos.
2. Toda persona tiene el derecho de acceso, en condiciones de igualdad, a las funciones públicas
de su país.

3. La voluntad del pueblo es la base de la autoridad del poder público; esta voluntad se expresará
mediante elecciones auténticas que habrán de celebrarse periódicamente, por sufragio universal e
igual y por voto secreto u otro procedimiento equivalente que garantice la libertad del voto

Artículo 22

Toda persona, como miembro de la sociedad, tiene derecho a la seguridad social, y a obtener,
mediante el esfuerzo nacional y la cooperación internacional, habida cuenta de la organización y los
recursos de cada Estado, la satisfacción de los derechos económicos, sociales y culturales,
indispensables a su dignidad y al libre desarrollo de su personalidad.

Artículo 23

1. Toda persona tiene derecho al trabajo, a la libre elección de su trabajo, a condiciones equitativas
y satisfactorias de trabajo y a la protección contra el desempleo.

2. Toda persona tiene derecho, sin discriminación alguna, a igual salario por trabajo igual.

3. Toda persona que trabaja tiene derecho a una remuneración equitativa y satisfactoria, que le
asegure, así como a su familia, una existencia conforme a la dignidad humana y que será
completada, en caso necesario, por cualesquiera otros medios de protección social.

4. Toda persona tiene derecho a fundar sindicatos y a sindicarse para la defensa de sus intereses.

Artículo 24

Toda persona tiene derecho al descanso, al disfrute del tiempo libre, a una limitación razonable de
la duración del trabajo y a vacaciones periódicas pagadas.

Artículo 25

1. Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la
salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los
servicios sociales necesarios; tiene asimismo derecho a los seguros en caso de desempleo,
enfermedad, invalidez, viudez, vejez y otros casos de pérdida de sus medios de subsistencia por
circunstancias independientes de su voluntad.

2. La maternidad y la infancia tienen derecho a cuidados y asistencia especiales. Todos los niños,
nacidos de matrimonio o fuera de matrimonio, tienen derecho a igual protección social.

Artículo 26

1. Toda persona tiene derecho a la educación. La educación debe ser gratuita, al menos en lo
concerniente a la instrucción elemental y fundamental. La instrucción elemental será obligatoria. La
instrucción técnica y profesional habrá de ser generalizada; el acceso a los estudios superiores será
igual para todos, en función de los méritos respectivos.

2. La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana y el fortalecimiento


del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales; favorecerá la comprensión, la
tolerancia y la amistad entre todas las naciones y todos los grupos étnicos o religiosos; y promoverá
el desarrollo de las actividades de las Naciones Unidas para el mantenimiento de la paz.

3. Los padres tendrán derecho preferente a escoger el tipo de educación que habrá de darse a sus
hijos.
Artículo 27

1. Toda persona tiene derecho a tomar parte libremente en la vida cultural de la comunidad, a gozar
de las artes y a participar en el progreso científico y en los beneficios que de él resulten.

2. Toda persona tiene derecho a la protección de los intereses morales y materiales que le
correspondan por razón de las producciones Científicas, literarias o artísticas de que sea autora.

Artículo 28

Toda persona tiene derecho a que se establezca un orden social e internacional en el que los
derechos y libertades proclamados en esta Declaración se hagan plenamente efectivos.

Artículo 29

1. Toda persona tiene deberes respecto a la comunidad, puesto que sólo en ella puede desarrollar
libre y plenamente su personalidad.

2. En el ejercicio de sus derechos y en el disfrute de sus libertades, toda persona estará solamente
sujeta a las limitaciones establecidas por la ley con el único fin de asegurar el reconocimiento y el
respeto de los derechos y libertades de los demás, y de satisfacer las justas exigencias de la moral,
del orden público y del bienestar general en una sociedad democrática.

3. Estos derechos y libertades no podrán en ningún caso ser ejercidos en oposición a los propósitos
y principios de las Naciones Unidas.

Artículo 30

Nada en la presente Declaración podrá interpretarse en el sentido de que confiere derecho alguno
al Estado, a un grupo o a una persona, para emprender y desarrollar actividades o realizar actos
tendientes a la supresión de cualquiera de los derechos y libertades proclamados en esta
Declaración.
Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789

Adoptada por la Asamblea Constituyente francesa del 20 al 26 de agosto de 1789, aceptada por el
Rey de Francia el 5 de octubre de 1789.

Los representantes del pueblo francés, que han formado una Asamblea Nacional, considerando que
la ignorancia, la negligencia o el desprecio de los derechos humanos son las únicas causas de
calamidades públicas y de la corrupción de los gobiernos, han resuelto exponer en una declaración
solemne estos derechos naturales, imprescriptibles e inalienables; para que, estando esta
declaración continuamente presente en la mente de los miembros de la corporación social, puedan
mostrarse siempre atentos a sus derechos y a sus deberes; para que los actos de los poderes
legislativo y ejecutivo del gobierno, pudiendo ser confrontados en todo momento para los fines de
las instituciones políticas, puedan ser más respetados, y también para que las aspiraciones futuras
de los ciudadanos, al ser dirigidas por principios sencillos e incontestables, puedan tender siempre
a mantener la Constitución y la felicidad general.

Por estas razones, la Asamblea Nacional, en presencia del Ser Supremo y con la esperanza de su
bendición y favor, reconoce y declara los siguientes sagrados derechos del hombre y del ciudadano:

I. Los hombres han nacido, y continúan siendo, libres e iguales en cuanto a sus derechos. Por lo
tanto, las distinciones civiles sólo podrán fundarse en la utilidad pública.

II. La finalidad de todas las asociaciones políticas es la protección de los derechos naturales e
imprescriptibles del hombre; y esos derechos son libertad, propiedad, seguridad y resistencia a la
opresión.

III. La nación es esencialmente la fuente de toda soberanía; ningún individuo ni ninguna corporación
pueden ser revestidos de autoridad alguna que no emane directamente de ella.

IV. La libertad política consiste en poder hacer todo aquéllo que no cause perjuicio a los demás. El
ejercicio de los derechos naturales de cada hombre, no tiene otros límites que los necesarios para
garantizar a cualquier otro hombre el libre ejercicio de los mismos derechos; y estos límites sólo
pueden ser determinados por la ley.

V. La ley sólo debe prohibir las acciones que son perjudiciales a la sociedad. Lo que no está prohibido
por la ley no debe ser estorbado. Nadie debe verse obligado a aquello que la ley no ordena.

VI. La ley es expresión de la voluntad de la comunidad. Todos los ciudadanos tienen derecho a
colaborar en su formación, sea personalmente, sea por medio de sus representantes. Debe ser igual
para todos, sea para castigar o para premiar; y siendo todos iguales ante ella, todos son igualmente
elegibles para todos los honores, colocaciones y empleos, conforme a sus distintas capacidades, sin
ninguna otra distinción que la creada por sus virtudes y conocimientos.

VII. Ningún hombre puede ser acusado, arrestado y mantenido en confinamiento, excepto en los
casos determinados por la ley, y de acuerdo con las formas por ésta prescritas. Todo aquél que
promueva, solicite, ejecute o haga que sean ejecutadas órdenes arbitrarias, debe ser castigado, y
todo ciudadano requerido o aprehendido por virtud de la ley debe obedecer inmediatamente, y se
hace culpable si ofrece resistencia.

VIII. La ley no debe imponer otras penas que aquéllas que son evidentemente necesarias; y nadie
debe ser castigado sino en virtud de una ley promulgada con anterioridad a la ofensa y legalmente
aplicada.

IX. Todo hombre es considerado inocente hasta que ha sido convicto. Por lo tanto, siempre que su
detención se haga indispensable, se ha de evitar por la ley cualquier rigor mayor del indispensable
para asegurar su persona.
X. Ningún hombre debe ser molestado por razón de sus opiniones, ni aun por sus ideas religiosas,
siempre que al manifestarlas no se causen trastornos del orden público establecido por la ley.

XI. Puesto que la comunicación sin trabas de los pensamientos y opiniones es uno de los más
valiosos derechos del hombre, todo ciudadano puede hablar, escribir y publicar libremente, teniendo
en cuenta que es responsable de los abusos de esta libertad en los casos determinados por la ley.

XII. Siendo necesaria una fuerza pública para dar protección a los derechos del hombre y del
ciudadano, se constituirá esta fuerza en beneficio de la comunidad, y no para el provecho particular
de las personas por quienes está constituida.

XIII. Siendo necesaria, para sostener la fuerza pública y subvenir a los demás gastos del gobierno,
una contribución común, ésta debe ser distribuida equitativamente entre los miembros de la
comunidad, de acuerdo con sus facultades.

XIV. Todo ciudadano tiene derecho, ya por sí mismo o por su representante, a emitir voto libremente
para determinar la necesidad de las contribuciones públicas, su adjudicación y su cuantía, modo de
amillaramiento y duración.

XV. Toda comunidad tiene derecho a pedir a todos sus agentes cuentas de su conducta.

XVI. Toda comunidad en la que no esté estipulada la separación de poderes y la seguridad de


derechos necesita una Constitución.

XVII. Siendo inviolable y sagrado el derecho de propiedad, nadie deberá ser privado de él, excepto
en los casos de necesidad pública evidente, legalmente comprobada, y en condiciones de una
indemnización previa y justa.
Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1793.

Votada por la Convención Nacional el 23 de junio de 1793, e incorporada como preámbulo a la


Constitución de 24 de junio de 1793.

El pueblo francés, convencido de que el olvido y el menosprecio de los derechos naturales del
hombre son la sola causa de los problemas del mundo, ha resuelto exponer, en una declaración
solemne, estos derechos sagrados e inalienables, para que todos los ciudadanos puedan comparar
los actos del gobierno y el funcionamiento de toda institución social y no se deje jamás oprimir y
abatir por la tiranía; con la finalidad de que el pueblo tenga siempre delante de sus ojos las bases de
su libertad y de su bienestar; el magistrado, las reglas de sus deberes; el legislador, el objeto de su
misión.

En consecuencia, proclama, en presencia del ser supremo, la declaración siguiente de los derechos
del hombre y del ciudadano.

Artículo primero

La finalidad de la sociedad es el bienestar común. El gobierno es instituido para garantizar al hombre


la vigencia de sus derechos naturales e imprescriptibles.

Artículo 2

Estos derechos son la igualdad, la libertad, la seguridad, la propiedad.

Artículo 3

Todos los hombres son iguales por naturaleza y ante la ley.

Artículo 4

La ley es la expresión libre y solemne de la voluntad general; es la misma para todos, sea para
proteger o para castigar; no puede ordenar más que lo que es justo y útil para la sociedad; no puede
prohibir más que lo que es nocivo.

Artículo 5

Todos los ciudadanos tienen igualdad de acceso a la Función Pública. Los pueblos libres no conocen
otro motivo de preferencia, en sus elecciones, que las virtudes y los conociminentos.

Artículo 6

La libertad es el poder que tiene el hombre de hacer todo aquéllo que no cause perjuicio a los
derechos de los demás; tiene por principio la naturaleza; por regla, la justicia; por salvaguarda, la
ley; su límite moral viene dado por la máxima "no hagas a los demás lo que no quieras que te hagan
a tí".

Artículo 7

El derecho a manifestar sus ideas y opiniones, sea a través de la prensa, sea a través de cualquier
otro medio, el derecho a reunirse pacíficamente, el libre ejercicio de los cultos, no pueden ser
prohibidos. La necesidad de enunciar estos derechos supone, o bien la presencia, o bien el recuerdo
reciente del despotismo.

Artículo 8

La seguridad consiste en la protección acordada por la sociedad a cada uno de sus miembros para
la conservación de su persona, de sus derechos y de sus propiedades.
Artículo 9

La ley debe proteger la libertad pública e individual contra la opresión de los que la administran.

Artículo 10

Nadie puede ser acusado, arrestado y mantenido en confinamiento, excepto en los casos
determinados por la ley, y de acuerdo con las formas por ésta prescritas. Todo ciudadano requerido
o aprehendido por virtud de la ley debe obedecer inmediatamente, y se hace culpable si ofrece
resistencia.

Artículo 11

Todo acto ejercido contra un hombre fuera de los casos y de las formas previstos por la ley, es
arbitrario y tiránico; todo aquél al que se le quisiere imponer violentamente, tiene el derecho de
rechazarlo por la fuerza.

Artículo 12

Todo aquel que promueva, solicite, ejecute o haga que sean ejecutadas órdenes arbitrarias, es
culpable y debe ser castigado.

Artículo 13

Todo hombre es considerado inocente hasta que sea declarado culpable. Por lo tanto, siempre que
su detención se haga indispensable, la ley ha de reprimir firmemente todo rigor mayor del necesario
para asegurar su persona.

Artículo 14

Nadie puede ser juzgado ni condenado sin haber sido previamente escuchado y enjuiciado, y , en
virtud de una ley promulgada con anterioridad al delito. Toda ley que castigue los delitos cometidos
antes de su existencia no es sino una tiranía; el efecto retroactivo otorgado a la ley constituiría un
crimen.

Artículo 15

La ley no debe imponer otras penas que aquéllas que son estricta y evidentemente necesarias; las
penas deben ser proporcionales a los delitos y últiles a la sociedad.

Artículo 16

El derecho de propiedad es el que pertenece a todo ciudadano para disfrutar y disponer a su gusto
de sus bienes, de sus ingresos, del fruto de su trabajo y de sus industrias.

Artículo 17

Ningún género de trabajo, de cultura, de comercio, puede prohibirse a la iniciativa de los ciudadanos.

Artículo 18

Todo hombre puede comprometer sus servicios, su tiempo; pero no puede venderse, ni ser vendido;
su persona no es una propiedad alienable. La ley no reconoce la domesticación; no puede existir
más que un compromiso de respeto y reconocimiento entre quien trabaja y su empleador.

Artículo 19
Nadie puede ser privado de ninguna parte de su propiedad, sin su consentimiento, excepto en los
casos de necesidad pública evidente, legalmente comprobada, y bajo la condición de una justa y
objetiva indemnización

Artículo 20

Ninguna contribución puede ser establecida por utilidad general. Todos los ciudadanos tienen
derecho a participar en el establecimiento de las contribuciones, de velar por el uso de las mismas y
de que les sean rendidas las cuentas.

Artículo 21

La asistencia social es una deuda sagrada. La sociedad debe asegurar la subsistencia de los
ciudadanos desprotegidos, ya sea procurándoles un trabajo, ya sea asegurándo los medios de
existencia a los que no estén en condiciones de trabajar.

Artículo 22

La educación es necesidad de todos. La sociedad debe esforzarse al máximo para favorecer el


progreso de la razón pública, y poner la educación pública al alcance de todos los ciudadanos.

Artículo 23

La garantía social consiste en la acción de todos para asegurar a cada uno el disfrute y la
conservación de sus derechos; esta garantía reposa sobre la soberanía nacional.

Artículo 24

No puede existir si los límites de la función pública no son claramente determinados por la ley, y, si
la responsabilidad de todos los funcionarios no está asegurada.

Artículo 25

La soberanía reside en el pueblo; es una e indivisible, imprescriptible e inalienable.

Artículo 26

Ninguna parte del pueblo puede ejercer la representación del pueblo entero, pero cada sección del
pueblo reunido en forma soberana, tiene derecho a expresar su voluntad con entera libertad.

Artículo 27

Todo individuo que usurpe la soberanía habría de recibir muerte inmediata a manos de los hombre
libres.

Artículo 28

El pueblo tiene siempre el derecho a revisar, reformar y cambiar la Constitución. Una generación no
puede comprometer con sus leyes a generaciones futuras.

Artículo 29

Cada ciudadano tiene derecho, en condiciones de igualdad, a participar en la elaboración de la ley


y en el nombramiento de sus mandatarios o agentes.

Artículo 30

Las funciones públicas son de carácter temporal; no pueden ser consideradas como un privilegio ni
como una recompensa, sí en cambio como un deber.
Artículo 31

Los delitos de los mandatarios del pueblo y de sus agentes no deben quedar jamás impunes. Nadie
tiene derecho a considerarse más inviolable que el resto de los ciudadanos.

Artículo 32

El derecho de presentar peticiones a los depositarios de la autoridad pública no puede, en ningún


caso, ser prohibido, suspendido o limitado.

Artículo 33

La resistencia a la opresión es la consecuencia de los otros derechos del hombre.

Artículo 34

Existe opresión contra el cuerpo social cuando uno solo de sus miembros es oprimido. Hay opresión
contra cada miembro cuando el cuerpo social es oprimido.

Artículo 35

Cuando el gobierno viola los derechos del pueblo la insurreción es para el pueblo, y para cada
porción del pueblo, el más sagrado de sus derechos y el más indispensable de sus deberes.

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