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Han pasado varios años desde la muerte de Hanna, últimamente ha sido un poco difícil

poder dormir pensando en varias cosas que volvieron a cruzar por mi mente,
prácticamente toda mi vida la he pasado atado a ella y por ese motivo he decidido volver
a escribir en tus hojas.
Parece que ya estoy mucho mejor en comparación a hace días, cada día que pasa intento
vivir la vida, pero aun mantengo dudas acerca de las decisiones que tome en su
respectivo tiempo, esas decisiones que son como los productos del mercado, hay una
gran variedad para elegir y tú eres la única persona que puede tomarlos, algunos son
malos, otros son buenos pero ahí es donde nosotros aplicamos nuestro criterio para poder
elegir el correcto.
Pensar que ella me esperó durante todo este tiempo, ella esperó algo que nunca llegó,
ella vivió lo mismo que yo hace años, entonces, aquí es donde me pregunto a mí mismo si
fui yo el que cometió el error, ¿porque no fui ese día en la alberca a preguntarle que hacia
acá y robarle un beso?, muchas decisiones son tomadas sin pensar en lo que podría
desencadenar o simplemente las personas que lo hacen deciden tomar el riesgo. En mi
caso, yo debí tomar el riesgo y hacerlo, pero no es la única vez que tome una mala
decisión.
Quizás en ese tiempo la juventud hacía de mí un joven inmaduro, pero años después tuve
miedo de volver a recordar aquellos episodios que marcaron mi vida, tenía de miedo de
salir afectado de esa situación; sin embargo, la principal afectada fue ella, tuve tanto
tiempo para entablar una comunicación nuevamente con ella pero no lo hice. Ahora no sé
si me arrepiento de no hacerlo o si fue una buena decisión, ella está muerta y nada puedo
hacer al respecto, eso es lo único tristemente seguro.
Ayer tomé un nuevo libro para leer, era “Tío Vania” de Antón Chéjov, el mismo autor que
escribió “La dama y el perrito”, elegí esa obra por su contenido y me sorprendió bastante,
lo interesante con este autor es la manera de reproducir la realidad en sus escritos y
sucede que ayer cuando empecé a leer este libro en voz alta recordé perfectamente las
sesiones de lectura con Hanna y me trajo nostalgia porque ella era analfabeta y
necesitaba a alguien que leyera por ella, yo fui quien inspiro en ella la Literatura, ella
aprendió a leer y escribir por eso, fui alguien importante en su vida pero me di cuenta muy
tarde.
Pensé que luego de escribir el libro esto había terminado, pero no fue así, necesito
liberarme totalmente de esos recuerdos, debo dejar en paz a Hanna. Ella fue alguien muy
importante para mí, apareció en el momento que más necesitaba a alguien y hasta ese
momento todo fue perfecto, pero me abandono sin decir nada, eso me dolió bastante
pese a que intentaba hacerme el fuerte, luego de años fue una gran impresión el volver a
verla pero aun tenia rencor guardado, quizás sentí compasión por ella al darme cuenta de
lo que realmente sucedía pero no fue lo suficiente.
En fin, todo pasará a lo largo del tiempo, seguire mi vida y espero haber aclarado mis
pensamientos al escribir, mañana visitaré a mi hija, ahora tengo mucho sueño, tomare
una ducha y me acostaré.
Nos vemos diario.
N° PALABRAS

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