de un violín, la inicial sensitiva de una guitarra de ámbar, el hoyo dorado del nardo.
Tu nombre es corpiño elegante
cuando nace el silencio, o se entreabre la sonrisa de las margaritas.
Gozo con dicha y amor, tan gozoso,
cuando te llamo, y el sol pendula sus brillos, se empinan los banderines del viento en ondeo festival, y hay un revuelo de colibríes sobre las campánulas mieladas del huerto. Cuando la lluvia pregunta por ti,
con sonido de topacio lírico, y se hace tan íntima en el alma
su tersura celeste. O en las noches, unánimes de estrellas y de ángeles, con el morse de su parpadeo me dicen que aprendieron tu nombre.
Leo en las líneas de mi mano
tus iniciales, y por eso escribo un poema con pluma de garza en el cuaderno de blancura intacta
Tomado del libro Exiliado en el Verso del riobambeño Luis Alberto Costales,