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Hay que sumar otras razones para internacionalizarse, atendiendo a la situación de la empresa
y a los factores microeconómicos:
Estos son los principales motivos por los que las empresas deben internacionalizarse.
No obstante, las compañías no deben salir al exterior si la propiedad, la dirección
general o el equipo encargado de aplicar la internacionalización no quiere; o se necesita
el proyecto internacional para tapar un hueco de tesorería a corto o medio plazo.
La internacionalización está hoy al alcance de todas las empresas, independientemente
de su dimensión. Algunas lo hacen buscando nuevos mercados, otras para proveerse,
otras deslocalizando la logística o la producción. Las compañías han de tener en cuenta
los anteriores motivos y consideraciones en el momento de internacionalizarse. Una vez
que consideradas estas razones en Comercio Internacional, se debe seleccionar el
mercado al que salir.
CINCO RAZONES PARA INTERNACIONALIZAR TU EMPRESA
Sin embargo, aunque los motivos son convincentes, el proceso que requiere esta
estrategia no puede tomarse a la ligera. Cualquier empresa que este valorando esta
posibilidad, sea cual sea su razón, debe tener en cuenta que la exportación y la
internacionalización suponen un proceso lento, costoso y requieren de tiempo y
esfuerzo.
Antes de embarcarnos en este proyecto tenemos que analizar nuestras posibilidades,
tener la capacidad (económica, técnica, humana…), asegurarnos de que contamos con
cualidades como la paciencia, la fuerza y la perseverancia para poder lograr nuestros
objetivos. Sin olvidar que es requisito indispensable tener a nuestro alcance la
formación, las herramientas y el asesoramiento necesario para garantizar el éxito, pues
cada mercado es un mundo en sí mismo y está lleno de complejidades para las que
debemos estar preparados.
Dejando a un lado los aspectos más técnicos, la internacionalización requiere un cambio
esencial sin el cual nada de esto sería posible, un cambio de mentalidad. Si bien es
cierto, parece que en los últimos años, empujado por la crisis, nuestro entramado
empresarial está evolucionando y empezando a valorar seriamente la salida al exterior
como una oportunidad. Prueba o no de ello, según la perspectiva desde la que lo
enfoquemos, es el dato que se anunció recientemente desde el Misterio de Economía,
tras décadas caracterizadas históricamente por el déficit en nuestra balanza comercial
nacional, por primera vez desde 1971 presentó un saldo positivo. Si somos realistas, no
es un dato ni bueno ni malo, semejante resultado no procede en exclusiva del aumento
de las exportaciones, también se atribuye a la caída de las importaciones. Sin embargo,
siempre hay que dejar una puerta abierta al optimismo, es preferible pensar que ese
cambio de mentalidad se está produciendo y que poco a poco iremos redireccionando
las bases de nuestra economía hacia la diversificación geográfica.
POR QUÉ INTERNACIONALIZARSE