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Estudios Atacameños Nº 16 - 1998

Patrones en el conocimiento, uso y manejo de plantas en


pueblos indígenas de México

JAVIER CABALLERO*, ALEJANDRO CASAS**, LAURA CORTÉS* Y CRISTINA MAPES*

RESUMEN presented, analyzing patterns and tendencies in the


forms of perceiving, using, and manipulating plant
Se presenta una síntesis de información resources. The plant classification folk systems
etnobiológica obtenida entre grupos indígenas de studied are highly complex. Although in general
México, analizando tendencias y patrones en las they follow the general principles formulated by
formas de conocer, utilizar y manipular los recur- Brent Berlin and other scholars, some significant
sos biológicos. Los sistemas indígenas de nomen- variations are observed. Subsistence has been
clatura y clasificación de plantas son altamente based on a strategy which combines different
elaborados y complejos. Aunque en general éstos productive activities and takes advantage of a wide
parecen seguir los principios generales de clasifi- variety of plant products available both in time
cación folk descubiertos por Brent Berlin y otros and space. This subsistence strategy also involves
autores, se observan algunas categorías managing a wide variety of resources under
taxonómicas y sistemas de nomenclatura estrecha- different degrees of domestication by humans.
mente asociados a las formas de uso de los recur-
sos locales. La subsistencia de las poblaciones in- Introducción
dígenas ha estado basada en una estrategia que
combina diferentes prácticas productivas y que El territorio mexicano es una región cultural y
aprovecha una gran diversidad de productos dis- ecológicamente diversa. Su posición geográfica
ponibles tanto espacial como temporalmente. Esta dentro del área de confluencia de los reinos
estrategia involucra también el aprovechamiento biogeográficos Neártico y Neotropical, su com-
integral de un amplio espectro de especies de plan- pleja topografía, así como las diferencias ambien-
tas y variabilidad genética intraespecífica bajo di- tales debidas a la altitud y a la latitud, hacen que
ferentes niveles de domesticación. esta región sea un complejo mosaico ecológico.
Debido a lo anterior, la cubierta vegetal de esta
ABSTRACT región es una de las más variadas de la tierra, pues
incluye desde los desiertos hasta las selvas tropi-
An overview of ethnobiological information cales, los bosques templados y los páramos de al-
obtained among Indian peoples of Mexico is tura. Esto explica la enorme diversidad vegetal que
existe a nivel de especies. Se calcula que en Méxi-
co existen entre 25 y 30,000 especies de plantas
vasculares (Rzedowski 1978, 1993; Toledo 1988).
Por otra parte, esta región posee una gran riqueza
* Jardín Botánico, Instituto de Biología, Universidad cultural debido al gran número de grupos étnicos
Nacional Autónoma de México. que la habitan y al alto grado de desarrollo
Apartado Postal 70-614, D.F 04510, México.
jcnieto@servidor.unam.mx civilizatorio alcanzado en la antigüedad. En Méxi-
** Instituto de Ecología, Campus Morelia, Universidad co existen actualmente todavía más de 50 grupos
Nacional Autónoma de México. étnicos y es conocido que durante la época
Apartado Postal 27-3 (Xangari), Morelia, Michoacán prehispánica en la parte meridional del terrritorio
58089, México.

181
mexicano se desarrollaron algunas de las más gran- diferentes grupos indígenas en varias partes del
des civilizaciones de la antigüedad. La riqueza mundo. El trabajo realizado por Brent Berlín y sus
biológica de México, su diversidad cultural, así colaboradores (Berlin et al. 1973 y 1974) entre
como su larga historia de poblamiento, se han tra- los Mayas Tzeltales de los altos de Chiapas, en
ducido en el desarrollo de una vasta tradición México, fue la piedra de toque para el desarrollo
etnobotánica, la cual incluye el conocimiento, el de los estudios de los sistemas folk o tradiciona-
uso y el manejo de una gran cantidad de especies les de clasificación biológica, los cuales se con-
vegetales a través de complejas formas de virtieron en un nuevo campo de interés para la
interacción entre las comunidades locales y su Etnobiología. Estos autores recopilaron y anali-
entorno vegetal. El análisis comparativo prelimi- zaron los nombres para las plantas conocidas por
nar de los datos etnobotánicos recopilados por los los Tzeltales de esta región de México y encon-
autores de este trabajo entre diversos grupos traron que esta etnia tiene un complejo sistema de
étnicos de México, así como los existentes en la nomenclatura, el cual es a su vez la expresión de
vasta literatura sobre el tema, indica que a pesar un sofisticado sistema de clasificación botánica.
de la diversidad ecológica y cultural de la región Cuando este sistema se comparó con los encon-
existen tendencias comunes en la percepción, la trados en otras partes del mundo se pudo ver que
clasificación, la utilización y el manejo de los re- existía una serie de principios universales en la
cursos vegetales entre la población indígena. En manera de clasificar y de nombrar las plantas. De
el presente trabajo se describen en forma general esta manera Berlin y sus colaboradores concluye-
estos patrones y se plantea la importancia teórica ron que todo grupo humano sigue siempre un mis-
que tiene en Etnobiología. mo sistema para nombrar las plantas y los anima-
les de su entorno (Berlin et al. 1973). Este es un
1. Patrones de Percepción y Clasificación sistema jerárquico, el cual incluye seis niveles de
de las Plantas inclusividad (fig. 1). El primer nivel es el más in-
clusivo y es el que contiene a todas las plantas o
El estudio de las formas de percepción y clasifi- los animales según sea el caso. Este principio úni-
cación de las plantas es un área de la Etnobiología co se divide generalmente en unas pocas formas
derivada directamente de la Linguística, particu- de vida, normalmente árboles, arbustos y enreda-
larmente de la corriente conocida como Etnogra- deras, las que a su vez incluyen a los taxa genéri-
fía Semántica o Antropología Cognoscitiva. Ha- cos los cuales representan la mayor parte de los
cia finales de la década de los años ’60, Charles taxa que se pueden reconocer en estos sistemas.
Frake (1962) planteó que en Lingüística lo im- Es común también la existencia de taxa no bien
portante no es recopilar los nombres de las cosas definidos, al nivel forma de vida entre los que se
sino más bien entender los principios que incluyen formas de vida “atípicas” o “aberrantes”,
subyacen en las maneras como se nombran a las tales como los de palmas, agaváceas y cactáceas.
cosas. Bajo esta perspectiva se desarrolló una co- Aquellos géneros de plantas que tienen una signi-
rriente antropológica conocida como Etnografía ficación cultural pueden ser subdivididos en va-
Semántica, para la cual la cultura, o una dimen- rios taxa más. Estos taxa fueron llamados taxa
sión de ella, constituye un fenómeno racional y específicos por Berlin y colaboradores (1973). Es-
puede ser entendida como conocimiento. Es en este tos autores observaron también que aquellas es-
contexto que las formas de percepción, clasifica- pecies de mayor importancia económica son a su
ción y organización de las discontinuidades del vez agrupadas en unos pocos taxa a nivel varietal.
mundo natural pueden considerarse como Los aportes de Berlin y sus colaboradores fueron
indicadores de la cultura; y su estudio comparati- de gran significado para la Antropología porque
vo permite descubrir fenómenos culturales univer- mostraron evidencia sobre la existencia de aspec-
sales, es decir, rasgos comunes a todo el género tos universales en la cultura. Los estudios sobre
humano, independientes de los contextos históri- las taxonomías folk revelaron que en realidad exis-
cos y geográficos específicos. Fue bajo estos prin- ten elementos comunes, en la manera de conocer,
cipios que a partir de los años setenta se realiza- nombrar y clasificar las discontinuidades del mun-
ron numerosos estudios que documentaron las for- do natural. Esta evidencia apoya la idea de la exis-
mas de nombrar a las plantas y los animales por tencia de aspectos universales en la cultura y mues-

182
Nivel 0 Principio Unico
PrincipioUnico

Nivel 1 fv1 fv2... fvn... g1 g2... gi...

Nivel 2 g3 g4 g5 g6... gm gn e1
s1 e2
s2 e3
s3 e4..
s4.. ei
si ej
sj

Nivel 3 e1
s1 e2
s2 e3
s3 e4..
s4.. em
sm en
sn fv = forma de
vida
Nivel 4 v1 v2 vm vn g = genérico
e
s = específico
v = varietal

Figura 1. Estructura de las clasificaciones folk de acuerdo a Berlin y colaboradores (1973).

tra además que estos sistemas de clasificación re- clasificación los taxa genéricos son muy numero-
sultan ser muy precisos, muy detallados y que son sos y claramente definidos. El examen de la clasi-
completamente comparables a los de la taxono- ficación botánica Purhepecha muestra algunas
mía Lineana. variantes importantes no previstas en el modelo
de Berlin y sus colaboradores, particularmente en
La mayor parte de los estudios sobre los sistemas lo que se refiere a los taxa forma de vida. Si bien
de clasificación biológica realizados entre otros existen los taxa correspondientes a árbol, hierba o
grupos étnicos de México (Barrera et al. 1976; bejuco, en esta clasificación existe un taxon del
Hunn 1977; Toledo y cols. 1981; Mapes et al. 1981; nivel forma de vida, el cual agrupa a las plantas
1982; Argueta 1988; Williams 1990), coinciden en con flores vistosas o aparentes. Asimismo tanto
general con lo descrito por Berlin y sus colabora- en Nahua como en Purhepecha, en Mixteco y al-
dores para los Maya Tzeltales. De este modo Ba- gunas otras clasificaciones mesoamericanas, pue-
rrera (1979) y Barrera y cols. (1976) reportan que de reconocerse la existencia de un taxon de nivel
en Maya Yucateco las plantas se dividen en tres forma de vida el cual agrupa a todas las plantas,
grandes grupos: che’ (árboles y arbustos, o plan- cuyas flores, hojas o tallos tiernos pueden comer-
tas leñosas en general); xiw (plantas herbáceas) y se herventados o guisados a manera de verdura
Ak’ o Kan (plantas trepadoras y rastreras). En el (Toledo et al. 1980; Caballero y Mapes 1985; Ca-
nivel forma de vida existen también grupos de plan- sas, Viveros y Caballero 1994; Casas y Caballero
tas pertenecientes a familias botánicas con formas 1996). Estas plantas son nombradas quilitl en
biológicas distintivas o “aberrantes”, tales como las Nahuatl, xakua en Purhepecha y yiwa en Mixteco.
palmas, los agaves o los cactos. El resto de la clasi- Un hecho frecuentemente observado en las clasi-
ficación sigue en forma cercana los principios des- ficaciones biológicas mesoamericanas es la exis-
critos por Berlin y colaboradores (fig. 2). Los es- tencia de taxa de la misma jerarquía pero que es-
tudios de otras clasificaciones tradicionales en tán asociados a uno que es considerado como el
Mesoamérica han mostrado resultados verdadero o el más importante, de modo que to-
contrastantes. De este modo, en el caso de la cla- dos los taxa de ese grupo son referidos o nombra-
sificación micológica Purhepecha se observa que dos en relación con el taxon principal. Por ejem-
aunque se nombra el principio único terekuicha plo, en la clasificación micológica purhepecha el
(los hongos), los taxa de nivel forma de vida ni taxon kux tereko incluye a las especies Hypomyces
son nombrados ni son claramente reconocibles lactifluorum, Gomphus floccossus e Hygrophoropsis
(Mapes et al. 1981, 1982). En contraste, en esta aurantiaca (fig. 3), pero es sólo la primera espe-

183
Principio único Forma de vida

che' árboles

xiw hierbas

ak' trepadoras y rastreras

su'uk Gramíneas y Ciperaceas


? xa'an Palmas

ki Agaves

ts'ipil Nolinas y Beucarneas

tuk Yucas

tsakam Cactos

Figura 2. Estructura de la clasificación botánica Maya Yucateca.

kux tereko

verdadero kux tereko


otro kux tereko Hypomyces lactifluorum
Gomphus floccossus

otro kux tereko


Hygrophoropsis aurantiaca

Figura 3. Un ejemplo de clasificación de los géneros hongos en Purhepecha, siguiendo el modelo de


clasificación como esferas de influencia sugerido por Bright y Bright (1965)

184
cie la que se considera como el verdadero kux (1992) sostiene que las sorprendentes similitudes
tereko, mientras que las otras dos se incluyen en en estructura y contenido entre los sistemas de cla-
el mismo taxon por que se le parecen o son “com- sificación biológica de sociedades muy diferentes
pañeras” de ella (Mapes et al. 1981). son la expresión de la capacidad común a todos
los seres humanos de apreciar en forma ineludi-
Diversos autores han hecho planteamientos alter- ble y mayormente inconsciente la estructura in-
nativos al modelo de clasificación jerárquica de herente a la realidad biológica de su entorno natu-
Berlin y colaboradores (1973) los cuales podrían ral.
contribuir a explicar las variantes arriba descritas.
Así, según Bright y Bright (1965), las taxonomías La explicación de la estructura de las clasificacio-
tradicionales no son en realidad sistemas jerárqui- nes biológicas tradicionales mesoamericanas en
cos como la taxonomía Lineana, sino que más bien el contexto del debate arriba mencionado rebasa
se pueden concebir como esferas de influencia los límites de este trabajo; sin embargo debe se-
donde los taxa son agrupados alrededor de una ñalarse que las incongruencias existentes entre va-
serie de tipos de organismos en función de su pa- rias clasificaciones biológicas mesoamericanas y
recido. Para Hunn (1976) los seres humanos per- los principios generales propuestos por Berlin y
ciben los organismos como existentes en un espa- colaboradores (1974 y 1992) sugieren la necesi-
cio clasificatorio y los taxa biológicos podrían ser dad de revisar dichos principios a la luz de nuevos
generados por inducción. Coincidentemente, estudios detallados y comparativos no sólo entre
Randall (1976) ha planteado que el árbol las culturas mesoamericanas sino también entre
taxonómico no existe realmente en la mente de otras culturas del continente, tales como las de la
los individuos y que en realidad los taxa genéri- región andina.
cos descritos por Berlin son la base real de un sis-
tema inductivo a partir del cual una persona pue- 2. Patrones de Uso de las Plantas
de hacer inferencias para clasificar cosas nuevas
en un sistema cultural. Un aspecto importante de Estudios realizados por numerosos autores en di-
este debate etnobiológico se refiere a la naturale- ferentes regiones de México han documentado la
za del conocimiento tradicional y las clasificacio- utilización de un gran número de recursos vegeta-
nes folk. Para una serie de autores quienes siguen les por las poblaciones indígenas y campesinas
un enfoque utilitarista-funcionalista, el conoci- tradicionales. Entre algunos de los estudios más
miento etnobiológico se origina en la necesidad importantes están los de Aguilar y colaboradores
de satisfacer necesidades biológicas y materiales. (1994), Alcorn (1984), Argueta y Cano (1993),
Se considera que los criterios funcionales son in- Barrera y cols. (1976), Baytelman (1982), Bye
trínsecos al ordenamiento taxonómico (Morris (1979a), Caballero y Mapes (1985), Casas, Vive-
(1976, 79, 83), que al menos parte de los sistemas ros y Caballero (1994), Kelly y Palerm (1952),
de clasificación reflejan un reconocimiento de uti- Felger y Mosser (1983), Lozoya y Lozoya (1992),
lidad en un sentido amplio y, en general, que el Lipp (1971), Martínez (1939 y 1959), Martínez y
conocimento etnobiológico es adaptativo (Hunn cols. (1995), Messer (1978), Pennington (1963 y
1982, Posey 1984). En contraste, otros autores sos- 1969), y Zizumbo y Colunga (1982). La informa-
tienen una visión intelectualista del conocimiento ción etnobotánica proporcionada por tales estudios
etnobiológico. Derivado fundamentalmente del ha sido recopilada y organizada por los autores de
análisis estructuralista desarrollado por Claude este trabajo y por otros colegas del Jardín Botánico
Levi-Strauss en su obra “El Pensamiento Salva- de la Universidad Nacional Autónoma de México
je” (Levi-Strauss 1966), el enfoque intelectualista durante los últimos diez años en una base de datos,
sostiene que el carácter específico del mundo ve- la cual es denominada Base de Datos Etnobotánicos
getal y animal es la fuente inicial de impulso para de Plantas Mexicanas (BADEPLAM). Esta base
las clasificaciones, pero que el propósito de éstas de datos reúne información de la literatura, los
no es uno práctico; el fin es más bien la satisfac- herbarios y las colectas de campo realizadas por
ción de requerimientos intelectuales. Cercano, los investigadores del propio Jardín Botánico.
pero significativamente diferente en interpretación, Hasta el presente, BADEPLAM incluye más de
el enfoque cognoscitivo desarrollado por Berlin 16.000 registros de usos para un total de 4.000

185
especies pertenecientes a 214 familias. Esto co- bablemente también está asociado con esto, es la
rresponde a más del 50% del total estimado de alta proporción de especies utiles pertenecientes
especies de plantas útiles de México. BADEPLAM a las familias Leguminosae y Asteraceae. Como
se encuentra aún en una fase de desarrollo y tiene puede verse en la figura 7, el número de especies
algunos vacíos e inconsistencias en la informa- útiles de estas dos familias es notablemente más
ción. No obstante lo anterior, la revisión de la in- alto que el de cualquier otra familia botánica. Esto
formación incluida hasta el momento permite ana- puede estar asociado con la elevada frecuencia de
lizar patrones y tendencias en el uso tradicional plantas con alto valor nutricional y la presencia
de las plantas en México. Con base en esto se pue- de compuestos secundarios útiles de acción mé-
den discutir algunas posibles implicaciones teóri- dica entre las especies de ambas familias. Es po-
cas para el estudio de la interacción entre las so- sible que las poblaciones indígenas de México
ciedades tradicionales de México y sus entorno perciban de algún modo este fenómeno y que to-
vegetal. men ventaja de la alta ocurrencia de factores
nutricionales y farmacológicos favorables en las
Las plantas de México son utilizadas para una gran especies de estas dos familias.
variedad de propósitos, entre los que se incluyen
los usos medicinales, comestibles, colorantes, 3. Patrones de manejo de los recursos
aromatizantes, maderables, combustibles, materias vegetales
primas para artesanías, forrajes, adhesivos y otros
usos diversos. Como puede observarse casi en El aprovechamiento de los recursos vegetales
cualquier inventario de plantas útiles, los usos más involucra plantas bajo diferentes formas de mani-
frecuentes de las plantas son como alimento y pulación de las plantas por las poblaciones loca-
como medicina (fig. 4). Como es conocido, nu- les. De acuerdo con Bye (1993), Caballero (1994),
merosas especies pueden ser utilizadas para más Casas et al. (1996, 1997b) y algunos otros auto-
de un propósito. Aunque la mayoría de las espe- res, se pueden reconocer tres categorías de plan-
cies registradas en BADEPLAM tiene entre uno y tas de acuerdo a la forma de manejo y el grado de
cinco usos, es frecuente encontrar especies que manipulación por las poblaciones humanas. Estas
tienen más de diez o quince usos diferentes (fig. categorías son: a) plantas recolectadas, b) plantas
5). Como ha sido señalado por algunos autores bajo manejo incipiente y c) plantas cultivadas. De
(Phillips y Gentry 1993), el uso múltiple de una este modo, muchas especies son recolectadas o
especie puede ser un indicador de la alta impor- cosechadas en la vegetación natural, pero su ex-
tancia cultural de una planta para las poblaciones plotación involucra algún grado de modificación
humanas. En el caso de las plantas mexicanas he- del hábitat, el cual puede afectar a las poblaciones
mos estimado que más del 50% tiene entre dos y de plantas involucradas, generalmente aumentan-
cinco usos y alrededor del 25% tiene más de cin- do su disponibilidad. Existe una amplia gama de
co usos distintos. formas de manejo incipiente, las cuales intensifi-
can la acción humana sobre las plantas útiles. Este
La comparación de las especies de plantas útiles es el caso de la tolerancia de individuos general-
de acuerdo a su forma biológica indica que la mente arborescentes durante la apertura de terre-
mayor proporción de las plantas útiles de México nos a la agricultura y otras actividades producti-
corresponde a los árboles y a las plantas herbá- vas. Por otro lado, la promoción de los individuos
ceas, aunque también es importante el número de de diversas especies consiste en acciones dirigi-
arbustos utilizados (fig. 6). Esta proporción po- das a aumentar la distribución y la dispersión de
dría ser un reflejo de la frecuencia con que ocu- propágulos sexuales y vegetativos de las plantas
rren estas formas biológicas entre las plantas en la involucradas. Existen también prácticas de pro-
naturaleza, aunque el alto número de plantas her- tección de plantas útiles, las cuales involucran la
báceas utilizadas podría también estar asociado remoción de competidores, la exclusión de
con el disturbio antropogénico, el cual fomenta el depredadores y algunas otras formas de cuidado
desarrollo de este tipo de plantas, las cuales son que dan ventaja a las plantas de interés antropo-
frecuentemente utilizadas por su propiedades so- génico sobre sus competidores silvestres. Final-
bre todo medicinales y comestibles. Algo que pro- mente, el cultivo involucra la total modificación

186
2500
2182

2000

1500
1128

1000

500 236
103
82 62 60 51 43 39 37 31 31 28

0
al to je os ías es ón les tes os as ajo tes os
dicin limen Forra nsili san extil Jab usica oran anin ticid Trab tizan esiv
Me e t e T l T se c h
A Ut Ar s M Co
e
In tos d Arom
a Ad
e nto e n
m m
tru tru
Ins Ins

Figura 4. Número de especies de plantas útiles de México, de acuerdo su forma de uso.

1433
1600 1340

1400
1200
1000
800
600 354

400
120
200
0
1 2a5 6 a 10 >10

Figura 5. Número de especies de plantas útiles de México de acuerdo al número


de usos distintos que tienen.

187
892
900
800 730

700
600
450
500
400
300
180
200
41
100
0
Hierbas Arboles Arbustos Rastreras y Otro
Trepadoras

Figura 6. Número de especies de plantas útiles de México de acuerdo a su forma biológica.

304 299
350

300

250

200
117 115 110
150 101

68 65 61 59
100
45 39

50

0
ae ae ea ceae ceae atae ae ae ae ae ae ae
r a ce i n os n ac i a t a b i a ce nace iace a ce t a ce vace
a l v s
As
te
gu
m So
l orb Ca
c La Ma Verb
e
Ru
b Ro Ru Ag
a
Le ph
Eu

Figura 7. Familias botánicas con mayor número de especies útilizadas en México.

188
de las condiciones ambientales con el fin de pro- múnmente se asume que el desarrollo de la civili-
mover la máxima productividad y reproducción zación en Mesoamérica involucró un proceso li-
de las plantas involucradas. En relación con esto neal de evolución y sustitución de un alto número
debe señalarse que es frecuente encontrar espe- de especies vegetales silvestres por un pequeño
cies que están sujetas simultáneamente a varias o, conjunto de plantas cultivadas y domesticadas. No
inclusive, a todas las formas de manejo antes men- obstante lo anterior, el examen de los patrones tra-
cionadas, ya sea en áreas geográficas diferentes dicionales actuales de subsistencia y de utiliza-
o, dentro de una misma región o localidad. ción de plantas sugiere que la evolución de la ci-
vilización involucró la acumulación de conoci-
La información disponible en BADEPLAM per- miento, tecnologías y recursos vegetales en una
mite reconocer patrones de manejo de las plantas estrategia diversificada de subsistencia. Esta es-
útiles. Como puede verse en la figura 8, la compa- trategia incluye la explotación de recursos vege-
ración del número de especies utilizadas de acuer- tales en diferentes niveles de manipulación en un
do a su forma de manejo muestra que los recursos complejo arreglo, el cual es el resultado de un equi-
utilizados incluyen una gran proporción de plan- librio existente entre las capacidades tecnológi-
tas silvestres, así como también de plantas bajo cas de las poblaciones humanas locales y los fac-
alguna forma de manejo incipiente. Diversos es- tores y las limitaciones que impone el medio am-
tudios de caso han mostrado que el mayor núme- biente.
ro de especies utilizadas son plantas silvestres. El
número de especies bajo alguna forma de manejo 4. La manipulación de las plantas
incipiente es un poco menor, mientras que las plan- y los procesos de domesticación
tas cultivadas constituyen un grupo muy pequeño
con respecto a los anteriores. La coexistencia de Es conocido que Mesoamérica es uno de los prin-
diferentes formas de manipulación de plantas es cipales centros mundiales de origen de la agricul-
particularmente significativa en el caso de las tura y de domesticación de plantas. En esta región
plantas comestibles. Aunque la dieta básica en- se domesticaron por lo menos 65 especies de plan-
tre las poblaciones rurales incluye sólo un con- tas, las cuales además poseen un amplio espectro
junto de especies cultivadas y domesticadas, la de variación genética (Caballero 1994). La domes-
alimentación humana se complementa en forma ticación de plantas no fue un fenómeno súbito ni
significativa con un gran número de recursos tampoco ha concluido. Este es más bien un proce-
vegetales, la mayoría silvestres y bajo manejo so gradual, continuo y prolongado, en el cual aque-
incipiente, los cuales proporcionan vitaminas, llos fenotipos más adecuados para satisfacer las
minerales y otros importantes nutrimentos. Como necesidades humanas son seleccionados a lo lar-
puede verse en la figura 9, la proporción de plan- go de muchas generaciones. Esta selección
tas silvestres se incrementa dramáticamente cuan- antropogénica constituye así un factor que provo-
do se consideran las plantas medicinales y otros ca cambios genéticos en las poblaciones vegeta-
tipos de recursos vegetales; sin embargo, el pa- les involucradas a lo largo del tiempo en un pro-
trón antes descrito se mantiene prácticamente ceso evolutivo que se inicia con la interacción con
inalterado. De este modo, el conjunto de recur- las plantas silvestres, continúa con su transforma-
sos vegetales utilizados por las poblaciones tra- ción a plantas arvenses, protegidas, o promovidas,
dicionales de México puede verse como una pi- las cuales difieren en cierto grado de las poblacio-
rámide cuya punta está formada por las plantas nes silvestres y alcanza sus niveles de mayor in-
cultivadas y domesticadas, mientras que su nivel tensidad con las plantas domesticadas, las cuales
inferior está formado por un gran número de plan- por lo común son morfológica y genéticamente
tas silvestres, así como plantas bajo manejo inci- diferentes a sus parientes silvestres (De Wet y
piente (Caballero 1994). Harlan 1965; Schwanitz 1967, Harlan 1976; Bye
1979b; Hawkes 1983). La domesticación de plan-
En conjunto estas formas de manejo de los recur- tas y la manipulación de la variabilidad genética
sos vegetales han proporcionado la base material de las plantas es todavía un proceso actual y
de la subsistencia y del desarrollo civilizatorio de multidireccional en México (Bye 1981; Casas et
las poblaciones indígenas de Mesoamérica. Co- al. 1998). Todavía en el presente los agricultores

189
307
Cultivadas

542
Manejo Incipiente

2093
Silvestres

0 500 1000 1500 2000 2500

Figura 8. Número de especies de plantas útiles de México de acuerdo a su forma de manejo. No se


incluyen especies ornamentales.

239
Comestibles
Cultivadas 231 Medicinales

243

Manejo Incipiente 349

690

Silvestres 1403

0 200 400 600 800 1000 1200 1400 1600

Figura 9. Número de especies de plantas medicinales y comestibles de México de acuerdo a su forma


de manejo.

190
indígenas continúan la selección de nuevos La práctica de dejar individuos de guaje en pie es
genotipos de cultivos básicos, como el maíz (Zea selectiva, ya que sólo aquellos árboles que se con-
mays) y frijol (Phaseolus vulgaris), para adaptar- sideran mejores son dejados en pie, mientras que
los a diferentes condiciones climáticas, ecológicas, los demás son eliminados. Al comparar la morfo-
tecnológicas y económicas (Hernández 1978; logía de las vainas y las semillas de muestras de
Mapes et al. 1996, et al. 1977b). individuos de acuerdo a su forma de manejo, di-
chos autores encontraron diferencias estadísti-
De acuerdo con investigaciones recientes, las for- camente significativas en aquellos caracteres re-
mas de manejo de las plantas descritas arriba, par- lacionados con su utilización por la población lo-
ticularmente la tolerancia, protección y promoción cal (Tabla 1). De este modo Casas y Caballero
de individuos y poblaciones parecen ser también (1996) encontraron que, si bien ambos tipos de
formas actuales de domesticación, las cuales no árboles presentan un número similar de semillas
implican necesariamente el cultivo de las plantas por vaina, tanto las vainas como las semillas de
involucradas. Esto es particularmente cierto en el los individuos tolerados eran significativamente
caso de un importante número de plantas peren- más grandes. En contraste, las semillas de los in-
nes, como en el caso del guaje colorado (Leucaena dividuos tolerados presentaron un mayor
esculenta subsp. esculenta), una leguminosa cu- procentaje de predación por brúquidos. Esto su-
yas semillas son ampliamente consumidas como giere que mediante un proceso de selección in situ
alimento en el centro de México (Casas y Caba- basado en una estrategia de pérdidas y ganancias,
llero 1996). Los Mixtecos de la región de la Mon- los campesinos Mixtecos están aumentando la fre-
taña de Guerrero cosechan las vainas de guaje cuencia y promoviendo aquellos fenotipos con ca-
colorado, tanto de los árboles silvestres como de racterísticas más deseables, aunque esto signifi-
aquellos árboles que son dejados en pie cuando se que que dichos fenotipos tengan también algunas
abre un terreno para la agricultura o el pastoreo. características no deseadas.

Tabla 1. Comparación de los valores promedio de algunas características de una muestra de vainas y
semillas de Leucaena esculenta subsp. esculenta, de acuerdo a su forma de manejo por los Mixtecos de
la Montaña de Guerrero, México. Para cada forma de manejo casi se muestrearon 200 vainas de un
total de 20 individuos. Basado en Casas y Caballero (1996) y Casas y colaboradores (1998).

Forma de manejo Nivel de

Tolerados Silvestres significancia

Tamaño de vaina (cm2) 21.5 27.7 0.02


Tamaño de semilla (cm2) 0.48 0.66 0.0001
Número de lóculos por vaina 12.4 12.2 0.6

Número de semillas 14.9 14.5 0.5


Número de semillas depredadas 3.9 6.7 0.008

191
Una situación similar ha sido descrita por Casas y Mesoamérica, si bien a menudo conllevan la eli-
colaboradores (1998, 99) en el caso del xoconostle minación de porciones significativas de los
(Stenocereus stellatus), una cactacea columnar de ecosistemas naturales, han generado –y lo siguen
las zonas áridas del centro de México, la cual pro- haciendo– una importante cantidad de diversidad
porciona frutos comestibles muy apreciados por biológica a la ya existente por causas naturales.
la población local. Aunque no han sido suficien-
temente documentados, estos patrones de variación 5. Consideraciones finales
morfológica asociados a las forma de manejo en
plantas perennes pueden observarse también en La comparación de las formas de conocimiento,
numerosas especies de plantas perennes en clasificación y manejo de las plantas en México,
Mesoamérica, tales como el guamuchil (Pithecello- y en general en Mesoamérica, con las de otras re-
bium dulce), el nance (Byrsonima crassifolia) y el giones de América y del mundo tiene una gran
ciruelo (Spondias mombin y S. purpurea). Lo ante- relevancia teórica en Etnobiología. La interacción
rior, sugiere la existencia en Mesoamérica de pro- entre los seres humanos y su entorno biológico es
cesos actuales de domesticación in situ, los cuales sin duda un proceso moldeado por una compleja
no necesariamente implican el cultivo de las plan- matriz de factores biológicos, sociales y cultura-
tas como una vía para la selección de los fenotipos les, los cuales determinan que dicha interacción
deseados, sino que la selección antropogénica se presente características particulares, tanto en el
realiza en el hábitat original de las plantas, me- espacio como en el tiempo. El ejemplo de Méxi-
diante el manejo de sus poblaciones. Estas pobla- co, sin embargo, sugiere la posible existencia de
ciones, además, no son manejadas en forma aisla- patrones comunes en la interacción entre las so-
da, sino como parte de elaborados sistemas ciedades tradicionales en general y su entorno
agrosilvopastoriles, los cuales dan lugar a un com- ecológico. Desde esta perspectiva, el estudio com-
plejo paisaje antropogénico donde prácticamente parativo de las formas de conocimiento, utiliza-
todos sus elementos tienen algún papel en la eco- ción y manejo de los recursos biológicos en dife-
nomía local y son, en alguna medida, el resultado rentes contextos culturales, ecológicos y geográ-
de un prolongado y cuidadoso proceso de selec- ficos puede contribuir a entender los principios
ción y manipulación por los seres humanos. Con biológicos y socioculturales que subyacen la
base en lo anterior, puede decirse las prácticas tra- interacción entre los seres humanos y su medio
dicionales de manejo de los recursos vegetales en ambiente.

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