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Son estructuras que cierran la cavidad abdominal por delante y lateralmente. Se distinguen de cada lado los músculos rectos
del abdomen y piramildal, que son longitudinales; y los oblicuos internos, externos y transversos, que son músculos anchos.
Los músculos presentan aponeurosis y fascias, las primeras son formaciones fibrosas que pueden construir una membrana que
cubre otro músculo o formar un tendón ancho y aplanado. Las fascias que cubren o rodean estructuras anatómicas, como los
músculos, formándoles una vaina o separándolos en capas o grupos.
MÚSCULO RECTO DEL ABDOMEN.
Situado anteriormente, lateral a la línea media. Su inserción
superior se divide en tres lengüetas:
-Una lengüeta lateral, es la más alta. Se inserta en el borde
inferior del 5° cartílago costal.
-Una media, que se inserta en el borde inferior del 6° cartílago
Recto del abdomen costal.
Inserciones tendinosas
-Una medial, que se inserta en el borde inferior del 7°
Línea alba
cartílago costal, y llega hasta la apófisis xifoides.
A partir de estas inserciones, las fibras musculares se dirigen
hacia abajo, estrechándose a medida que descienden hacia el
pubis. En su recorrido son interrumpidas por inserciones
Piramidal tendinosas, pueden ser tres o cuatro y se disponen: una a la
altura del ombligo, una o dos por arriba, y una por abajo.
Por su cara profunda, este músculo se relaciona con el tejido extraperitoneal, el peritoneo parietal y las vísceras abdominales.
MÚSCULO PIRAMIDAL.
No siempre está presente, cuando existe se inserta arriba en la cara lateral de la línea alba, y abajo, en el cuerpo del pubis
entre la sínfisis y la espina. Se encuentra delante del recto abdominal, separado de éste por una hoja fibrosa delgada. Su cara
anterior está separada de la piel y del tejido subcutáneo por la capa anterior de la vaina del recto del abdomen.
MÚSCULO OBLICUO EXTERNO.
Ocupa la parte anterior y lateral de la pared abdominal. Su inserción superior se da en la cara lateral externa, en el borde
inferior de las siete u ocho últimas costillas, dibujando una línea dentada.
A partir de allí, se extiende como un abanico, formando fascículos superiores que son horizontales, fascículos medios que son
oblicuos, y fascículos inferiores que son verticales.
-El ligamento reflejo, que se refleja hacia arriba y pasa por detrás del anillo inguinal superficial formando el pilar
posterior.
El ligamento inguinal va a delimitar por encima de él a la región inguinal y por debajo la región crural; y en él se distinguen
tres porciones:
-Una porción lateral, situada delante del músculo iliopsoas. Por allí
pasa el nervio cutáneo femoral lateral. Esta porción del ligamento
Nervio femoral inguinal cierra un espacio llamado laguna muscular.
Del borde inferior del músculo se desprenden fibras musculares en dirección al testículo, que forman el músculo cremáster, que
rodea al cordón espermático.
El oblicuo interno está cubierto adelante por el oblicuo externo y atrás por el dorsal ancho, formando el área del triángulo
lumbar inferior. A su vez su borde posterior contribuye a la formación del triángulo lumbar superior limitado medialmente por
el erector de la columna, hacia arriba por el borde inferior de la 12° costilla y hacia abajo el borde inferior del serrato posterior
e inferior lo cierra.
MÚSCULO TRANSVERSO.
También colabora el ligamento interfiveolar, que es un engrosamiento de la fascia cuyas fibras descienden oblicuas por detrás
del conducto inguinal, llega hasta el anillo inguinal profundo al que contornea medialmente.
Y por último, el ligamento iliopúbico, que son fibras de la fascia transversalis paralelas al ligamento inguinal.
APONEUROSIS DE INSERCIÓN.
Es una hoja fibrosa tendida entre el borde medial de los dos músculos rectos del abdomen. Se extiende en sentido vertical
desde la apófisis xifoides, hasta el borde superior de la sínfisis del pubis. Es ancha en la parte superior, hasta el ombligo, por
debajo de éste se vuelve lineal.
La forman el entrecruzamiento en la línea media de fascículos
fibrosos provenientes de las aponeurosis que constituyen la
vaina de los músculos rectos.
Entre el ligamento inguinal y el borde anterior del hueso coxal se extiende un espacio ocupado por formaciones musculares,
vasculares y nerviosas que, desde la cavidad pelviana, llegan a los miembros inferiores. El arco iliopectíneo divide este espacio
en dos:
El tracto iliopúbico es un sistema de fibras que transcurra de forma paralela al ligamento inguinal, sirviendo de refuerzo para la
fascia transversalis.
EL OMBLIGO.
Es una cicatriz producto a la evolución postnatal de aquellos elementos que unen el feto a la madre, en el cordón umbilical
encontramos dos arterias umbilicales y la vena umbilical. Al nacer el conducto alantoideo y el pedículo vitelino han desaparecido
y sólo persisten en forma de un cordón fibroso, el uraco, que luego de la ligadura del cordón, la parte proximal de este cae,
dejando la cicatriz del ombligo.
Está siempre situado en la línea mediana, más cercano al pubis que a la apófisis xifoides. Su forma varía según los individuos y
tiene un rodete circular cutáneo que marca una depresión en la que se encuentra el tubérculo umbilical, separado del rodete
por el surco umbilical.
Consta de tres planos, uno cutáneo, formado por la piel y una capa adiposa; uno fibroso, constituído por el anillo umbilical,
orificio excavado en el espesor de la línea alba y uno profundo, representado por la convergencia de las formaciones fibrosas,
vestigios de los vasos umbilicales. El cordón fibroso de la vena umbilical le da origen al ligamento redondo del hígado.
La fascia umbilical es un espesamiento de la fascia transversalis, situada por delante del peritoneo, que está firmemente
adherido a nivel del ligamento redondo del hígado, del uraco y de las arterias umbilicales.
CONDUCTO INGUINAL.
Es un trayecto entre las inserciones inferiores de los músculos anchos que comunica la cavidad abdominal con la región
urogenital (escroto en el hombre y labios mayores en la mujer) y da paso al cordón espermático en el hombre y al ligamento
redondo del útero en la mujer.
Es oblicuo de lateral a medial, de atrás a adelante y de la profundidad a la superficie. Presenta dos anillos, uno lateral que es
profundo y uno medial que es superficial.
En el hombre, el conducto inguinal es utilizado por el testículo en el curso de su migración desde la cavidad abdominal hasta el
escroto. En la mujer el conducto inguinal embrionario es ocupado por un divertículo del peritoneo que se oblitera rápidamente.
Si bien el conducto inguinal no tiene paredes netas, se lo considera formado por paredes, anillos, contenido y relaciones.
Pared anterior: constituida lateralmente por la superposición de
los tres músculos anchos del abdomen. En su parte media y
medial sólo está formado por la aponeurosis del oblicuo externo,
delimitando el anillo superficial del conducto inguinal.
Pared posterior: es más delgada lateralmente y más gruesa
medialmente. Constituida por la fascia transversalis, que
medialmente recibe refuerzos como:
-Las fibras reflejas, que forman una cinta aplanada que aparece
entre los pilares del anillo superficial del conducto, formando su
límite posterior. Recibe el nombre de ligamento reflejo.
-La hoz inguinal, formada por las fibras descendentes de la
aponeurosis del músculo transverso. Luego, las aponeurosis de
inserción de los músculos oblicuo interno se le fusionan con las
del transverso, formando el tendón conjunto.
-El ligamento de Henle, que es una expansión de la vaina del recto, que puede encontrarse individualizado o confundirse con la
fascia transversalis.
- Y la fascia transversalis, está situada en forma superficial con respecto al peritoneo. Se continúa lateralmente con el anillo
profundo del conducto inguinal. Sus fibras forman un ligamento, que es el interfoveolar. Entre este ligamento y la hoz inguinal
la fascia está reducida a una tela fibrosa delgada, siendo la zona débil del conducto inguinal.
Entonces podemos identificar en la pared posterior:
Un segmento externo formado únicamente por la fascia transversalis.
Posteriormente, el conducto inguinal se relaciona con el peritoneo a través del tejido extraperitoneal. El peritoneo tapiza la cara
profunda de los músculos de la pared abdominal, se refleja abajo y atrás en contacto con la fosa ilíaca. Entre las paredes
abdominal y pelviana se forma un ángulo que es el espacio retroinguinal, que disminuye lateralmente y se ensancha en sentido
medial, donde contacta con el espacio retropúbico. Estos espacios no se comunican entre sí.
En el espacio retropúbico pueden reconocerse tres cordones verticales:
-En la línea media, el ligamento umbilical medio, vestigio obliterado del uraco.
-A los lados del anterior, el cordón fibroso de la arteria umbilical, obliterada desde el nacimiento.
-En íntima relación con el anillo inguinal profundo, la arteria epigástrica inferior.
Cada uno de estos cordones levanta el peritoneo que los tapiza, constituyendo las tres fosas inguinales.
Fosa inguinal medial: entre el uraco y la arteria umbilical, corresponde a la vejiga.
Fosa inguinal media: entre la arteria umbilical y la arteria epigástrica inferior.
Fosa inguinal lateral: lateral a la arteria epigástrica inferior.
En estas zonas son frecuentes las hernias.
Las relaciones inferiores del conducto inguinal se establecen por medio del ligamento inguinal, que separa el conducto inguinal
de la laguna vascular.
ANATOMÍA FUNCIONAL DE LA PARED ABDOMINAL.
-En el tronco, son antagonistas de los músculos espinales. Son flexores del tronco y contribuyen a su estática. Pueden elevar la pelvis y los
miembros inferiores.
-En el torax, favorecen la ventilación pulmonar.
-En el abdomen, disminuye el diámentro anteroposterior y transversal de abdomen. Aumenta la presión intraabdominal favoreciendo los actos
de expulsión (micción, defecación, parto, vómitos).