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NOMBRE DE

LA

ASIGNATURA:

BIOTECNOLOGÍA

Producción de hongos comestibles.

ALUMNA: MARÍA DEL CARMEN GARCÍA GARCÍA

ACTIVIDAD: MAPA CONCEPTUAL

ASESORA: YUDITH NIETO CARRILLO

PRESENTACIÓN

CARRERA: INGENIERIA EN DESARROLLO COMUNITARIO

Semestre: 7º

AGUA DE NIÑO, SAN LUCAS ZOQUIAPAN, TEOTITLAN, OAXACA, MÉXICO SEPTIEMBRE 2018

Aislamiento de la cepa

La cepa, también llamada cultivo patrón, constituye la base de la siembra. Al tratarse de cultivos valiosos,
se aíslan en medios especializados enriquecidos con nutrientes, en condiciones de riguroso control de
temperatura e iluminación.

Materiales y métodos
Una vez que se obtuvo el micelio puro se realizó la caracterización macro y microscópica de la cepa in
vitro (Sánchez et al., 2001). Para la caracterización macroscópica se utilizó una lupa binocular Olympus
SZH. Dentro de las características macroscópicas se debe observar color de la cepa, mismo que fue
comparado con la tabla de colores para hongos del Royal Botanic Garden Edimburg (Hendersen et al.,
1969); este incluye forma, tipo de margen, textura, tipo de crecimiento y superficie; Para las
características microscópicas se utilizó un microscopio óptico acoplado al programa Motic Image Plus
2.0, donde se observa el tipo de hifas, su estructura y grosor promedio de las hifas.

Conservación de la cepa

Para mantener la viabilidad y la pérdida de las características propias de las cepas, es necesario
preservarlas adecuadamente. El micelio de H. lacunosa fue propagado en tubos de ensaye los cuales
contenían AEA, medio en el que se aisló el micelio; El micelio fue crecido por 72 horas a 25ºC en
obscuridad y posteriormente se colocó en refrigeración (5ºC) hasta su uso, cada 4 meses se procedió a
su resiembra.

Se obtendrán cepas fermentadoras, de las cuales no todas tendrán buenos resultados, para ello, se
realizará un seguimiento de las diferentes actividades enzimáticas involucradas, así como de la biomasa
celular formada, los polisacáridos sintetizados y los sustratos consumidos.

Se evaluará la capacidad de producción de azúcares fermentables por parte de las enzimas producidas
mediante la obtención de etanol por fermentación. Para el aislamiento, selección, y mantención de cepas
las técnicas a utilizarse son factibles de realizar en el laboratorio; además todos los componentes
necesarios para la confección de medios de cultivos se pueden encontrar en el laboratorio de
biotecnología y algunos se puede conseguir con ayuda de los otros laboratorios de la facultad.

Caracterización de la cepa

Una vez que se obtuvo el micelio puro se realizó la caracterización macro y microscópica de la cepa in
vitro (Sánchez et al., 2001). Para la caracterización macroscópica se utilizó una lupa binocular Olympus
SZH. Dentro de las características macroscópicas se debe observar color de la cepa, mismo que fue
comparado con la tabla de colores para hongos del Royal Botanic Garden Edimburg (Hendersen et al.,
1969); este incluye forma, tipo de margen, textura, tipo de crecimiento y superficie; Para las
características microscópicas se utilizó un microscopio óptico acoplado al programa Motic Image Plus
2.0, donde se observa el tipo de hifas, su estructura y grosor promedio de las hifas.

Conservación de la cepa

Para mantener la viabilidad y la pérdida de las características propias de las cepas, es necesario
preservarlas adecuadamente. El micelio de H. lacunosa fue propagado en tubos de ensaye los cuales
contenían AEA, medio en el que se aisló el micelio; El micelio fue crecido por 72 horas a 25ºC en
obscuridad y posteriormente se colocó en refrigeración (5ºC) hasta su uso, cada 4 meses se procedió a
su resiembra.

Control del efecto de adaptación al medio de prueba

Una vez conservada la cepa se procedió al reaislamiento del micelio en los cinco medios de cultivo en
tubos de ensaye, previo a las pruebas de crecimiento, con el fin de controlar el posible efecto por
adaptación inducido, al crecer el micelio en un medio diferente al medio que se evalúa. De esta manera,
las pruebas de crecimiento se realizaron en el mismo tipo de sustrato en el cual el micelio había crecido
anteriormente.

Obtención de cepas.

Después de aplicar la técnica de crecimientos sucesivos, aplicada a los cinco medios de cultivo, se
obtuvo la cepa pura de H. lacunosa, sólo en el medio de cultivo AEA, mientras que en el resto de los
medios de cultivo no se observó ningún tipo de crecimiento y se observaron contaminaciones de
bacterias no identificadas, y de Rhizopus y Aspergillus.

En el cultivo de los hongos ha predominado un elemento de misterio, a diferencia de los cultivos de otros
productos tales como los frutales o las gramíneas. Esto es debido a la dificultad de entender o por falta
de información, aun en el nivel universitario, de las relaciones entre “las esporas”, *el micelio* y su
transformación en estructuras fructificantes grandes.

Los hongos cultivados han seguido frecuentemente reglas empíricas y su desarrollo ha sido semejante al
que se a llevado a cabo en el ganado y los cereales por muchos siglos antes del descubrimiento de las
leyes de la herencia o la fisiología.

PRODUCCIÓN DE MICELIO

El micelio de los hongos lo podemos encontrar en dos fases distintas. La primera es el micelio vegetativo,
lo podemos ver como filamentos generalmente blancos a manera de hilos o de una tela de araña inmerso
en el sustrato ya sea madera en descomposición, la hoja rasca, el humus del suelo del bosque, etc. Su
función es captar alimento mediante la colonización del sustrato y aumentar el área cubierta por él. Si
el alimento es uniforme en el sustrato el micelio puede adoptar una forma circular, como sucede en el
laboratorio al cultivarlo en una caja de Petri.

La segunda fase depende obligadamente de la primera y es el arreglo del micelio vegetativo para formar
cuerpos más o menos sólidos y erectos sobre el sustrato (cuerpos fructíferos o fructificaciones). Este
micelio re-arreglado es denominado micelio reproductivo y su función es la producción de hongos, por lo
tanto, es diferente fisiológicamente del micelio vegetativo cuya función es colonizar.

Los fructificaciones de los hogos en la naturaleza pueden ser por temporada o permanentes según sea la
especie. La función principal de los fructificaciones es la de producir “esporas microscópicas” y
dispersarlas efectivamente por aire como elementos de distribución y simiente de la especie que permitirá
la sobrevivencia a través del tiempo en la naturaleza. Una vez cumplida su misión, los fructificaciones al
igual que los frutos de las plantas se deterioran y se pudren.
Para que el micelio prospere en esas condiciones debe de adaptarse. A través de una selección entre
muchos micelios y tomando a los mejores, entrecruzados genéticamente y proporcionándoles las mejores
condiciones para su crecimiento se produce un micelio domesticado o especializado a vivir bajo
condiciones que no son las de su hábitat.

Cuando sometemos al micelio de los hongos a condiciones diferentes a las de su medio natural, puede
degenerar, cambiar sus cualidades naturales (por ejemplo, no fructificar) o incluso morir. A este tipo de
micelio domesticado y preparado para el cultivo lo hemos llamado “micelio activado” que es
originalmente aislado a partir de esporas de un fructificación por medio de técnicas de cultivo. Al primer
micelio producido se le denomina “micelio activado madre” y por su fortaleza fisiológica sirve como
base para la producción vegetativa (como una clonación) en mayor cantidad de micelio activado.

De esta manera podemos mantener una producción constante de micelio y aprovechar al hongo en
condiciones de laboratorio para cultivo y producción de fructificaciones.

Técnicas para obtener el micelio

La primera etapa data de la década de los 30's con el cultivo del champiñón (Agaricus bisporus) la
iniciaron empresarios con ascendencia europea (alemanes, franceses o españoles) (Martínez y Leben,
2002), ellos establecieron el cultivo industrial del champiñón en nuestro país. La Tecnología empleada por
lo tanto es europea, así como las cepas del champiñón y los técnicos norteamericanos o europeos, un
pequeño grupo de mexicanos recibieron capacitación limitada para operar tales empresas.

La segunda etapa se inicia en el año de 1974 con el cultivo casero y semiindustrial del hongo Pleurotus
ostreatus por investigadores de la Universidad Veracruzana (García-Bielma y Frias, 1991). Esta etapa
marca el despertar del país en esta industria, ya que a partir de 1974 y posteriormente gracias a que se
dio a conocer el hallazgo a través de un programa de televisión en cadena nacional se intensificó el
interés en todo el país por el cultivo de hongos comestibles tanto en la iniciativa privada como en las
instituciones de educación superior y media.

La tercera etapa se inició en la década los 80’s con la publicación del primer manual de cultivo de hongos
(López 1984, foto de la izquierda). Diversos investigadores extranjeros visitaron nuestro país con la
finalidad de apoyar este movimiento como Tai-Soo Lee del Instituto de Investigación Forestal de Seúl,
Corea quien fue invitado en 1984 por el gobierno de Puebla para apoyar sus proyectos de cultivo de
hongos, sin embargo, los campesinos no entienden el coreano ni el inglés por lo que su visita no tuvo el
éxito esperado, finalmente el entusiasmo del gobierno de Puebla desistió ante la falta de resultados
positivos.

MICELIO: ¿SEMILLA DE HONGO?


En la agricultura las semillas son parte fundamental para llevar a cabo el cultivo de especies de
importancia y por ello, cuando las personas se interesan por el cultivo de los hongos comestibles, como
las setas – Pleurotus ostreatus- lo primero que preguntan es como obtener lo que se ha llamado
popularmente “semilla de hongo”.

Es probable que le reconozcan por tal nombre debido a que el inoculo que van a emplear para sus
hongos crece regularmente sobre semilla de trigo y/o sorgo, antes de ser sembrado en el sustrato
definitivo, por lo que es importante dejar claro que el inoculo no es más que una maraña de células –las
hifas- que parecen hilos de coser blancos, que se ramifican miles de veces y se entretejen -como ‘cocas
de hilos’- para formar una estructura de apariencia algodonosa y compacta –el micelio, es decir el hongo-
semejante a un queso que crece sobre y dentro de las semillas que le sirven como sustrato.

A este micelio, que se sometió a un proceso minucioso de selección, adaptación, mejoramiento, etc.,
natural y artificial, antes de poder ser utilizado como punto de partida para el cultivo de hongos
comestibles, se le conoce como micelio activado o spawn. Su origen varia, pero el micelio activado que
se recomienda “sembrar” en los sustratos de producción de hongos es el que se obtiene a partir de la
germinación de esporas –similares en función a las semillas de las frutas- seleccionadas, sin combinarse
de origen.

Los micelios así obtenidos – micelios primarios- se combinan entre ellos y de lo que resulta –micelio
secundario- con caracteres diferentes a su origen, se selecciona lo mejor y después de caracterizarlos se
llevan a cabo pruebas de selección y productividad para que cuando se establezcan los cultivos –a nivel
casero, semi-industrial o industrial- se tenga la certeza de que se esta trabajando con un micelio que
garantice la obtención de setas, que son formadas por un micelio terciario de características diferentes a
los otros micelios.

Por ello, si se interesa en el cultivo de hongos comestibles – principalmente setas- sea cuidadoso en
cuanto al origen de la materia prima –micelio activado- ya que le pueden dar un micelio viejo, decadente
y degenerado o contaminado por mohos, bacterias e incluso virus que solo le asegurará la pérdida de su
inversión, por lo que se recomienda –en caso de duda- recurra a los expertos.

EL MICELIO: VERDADERO HONGO

El micelio que se desarrolla en la naturaleza es una masa algodonosa multicelular con crecimiento
irregular, sin embargo, su desarrollo es distinto en condiciones de laboratorio, el cual generalmente crece
en forma circular en un medio solido artificial.

El micelio puede estar asociado con otros organismos como es el caso de su asociación con las raíces
de los pinos (Micorrizas), o sobre la madera formando cordones (Rizomorfos).

Existen diferentes tipos de Micorrizas como son las Endomicorrizas y las Ectomicorrizas, dicha
asociación promueve el intercambio de nutrientes entre el hongo y el árbol.

EL ENCUENTRO CON LA GERMINACIÓN

Al Iniciar los experimentos con cultivos multiespóricos a partir de una cepa obtenida en el año de 1985
por A. López, se intentaron un gran número de cultivos de los cuales ninguno fue apto para obtener cepa
ya que no se desarrollaba micelio al paso de los días.

Esto nos condujo a una observación más directa de las esporas que se encontraban en cultivo; se
conocieron las esporas y se revisaron para determinar si estas germinaban o no. En este momento el
objetivo del trabajo da un giro y transforma exclusivamente en un trabajo acerca de la germinación.

Con la esporada obtenida en 1985 los resultados obtenidos no fueron tan favorables, ya que las esporas
estaban en un estadio de reposo, ya sea por el tiempo que llevaban almacenadas o por la forma de
almacenaje. Desconocemos exactamente el factor, pero, de cualquier manera, estas esporas habían
entrado en latencia, de la que existen dos tipos: una causada por agentes externos (como humedad,
temperatura, etc.) llamada latencia exógena y otra dada por características internas propias de las
esporas, a la que se conoce como latencia constitutiva. Nos atrevemos a suponer que el tipo de latencia
que presentaban las esporas estudiadas se latencia exógena.
TÉCNICAS

El micelio en general puede ser obtenido de cuatro fuentes principales:

A PARTIR DE UNA CEPA. Se puede tomar un fragmento de medio de cultivo conteniendo el micelio y
colocarlo directame4nte sobre el sustrato, su crecimiento es lento en un principio.

A PARTIR DE ESPORADA. Se obtiene una esporada del hongo para luego ser colocada directamente en
el sustrato, la esporada debe humedecerse en el sustrato, su desarrollo es un tanto lento en un principio.

A PARTIR DE ESPORADA EN DILUCIÓN. Las esporas son diluidas en agua estéril o lo más limpia
posible para luego verter el agua y las esporas sobre el sustrato, al desarrollarse el micelio presenta un
crecimiento vigoroso debido a los múltiples puntos de crecimiento.

A PARTIR DE MICELIO” MADRE”. Este método es efectivo ya que el micelio se encuentra activado, es
decir creciendo vigorosamente en un sustrato y se adapta rápidamente al nuevo sustrato presentando un
crecimiento vigoroso.

ELABORACIÓN DEL MICELIO ACTIVADO A PARTIR DE CEPA

1. Esterilizar a la flama una puntilla de siembra o aguja de disección.

2. Enfríe la puntilla agitándola al aire.

3. Tome con la puntilla de siembra uno o varios fragmentos de micelio de la cepa cerca de la flama.

4. Introduzca los fragmentos de micelio en el frasco con sustrato estéril cerca de la flama,
(inoculación).

5. Agite los frascos inoculados, procurando que los fragmentos del micelio no queden adheridos a las
paredes del frasco.

6. Coloque una etiqueta a los frascos, anotando el tipo de sustrato, fecha de inoculación, nombre del
hongo y/o clave de cepa.

7. Los frascos deben colocarse en un lugar obscuro y a temperatura estable (incubación).

8. Agite los frascos cada dos o tres días (siempre y cuando observe un crecimiento vigoroso del
micelio).

9. De siete a quince días el sustrato del frasco (o bolsas) estarán cubiertos por una pelusilla blanca
que es el micelio del hongo.

10. Los frascos resultantes de este procedimiento pueden utilizarse como micelio base (o micelio
madre).

11. Los frascos destinados a ser micelio base, almacenarlos en el refrigerador (2-40C) hasta 24 hrs.
Antes de su uso.

producción de un hongo comestible

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