DES-ARMAR

Sexualidades
Personas LGBTI y aplicación de la Ley de
Víctimas en el Caribe colombiano
DES-ARMAR
Sexualidades
Personas LGBTI y aplicación de la Ley de
Víctimas en el Caribe colombiano

Investigadores
• Alfredo Andrés Bula Beleño
Abogado
• Alexander Pérez Álvarez
Profesor e investigador - Universidad de Cartagena
• Wilson Castañeda Castro
Director - Caribe Afirmativo

Equipo de apoyo en trabajo de Campo:

• Brenda Eguis
Trabajadora Social
• Edwin Nemes
Sociólogo - Observatorio DDHH Caribe Afirmativo

Esta publicación fue posible gracias al apoyo del pueblo

americano y el gobierno de Estados Unidos, a través de su
Agencia para el Desarrollo Internacional (USAID). Los
contenidos de este documento son responsabilidad exclusiva
de sus autores y no necesariamente reflejan los puntos de
vista de USAID ni del gobierno de los Estados Unidos.

Caribe Afirmativo
2015
Investigadores
Alfredo Andrés Bula Beleño • Alexander Pérez Álvarez • Wilson Castañeda Castro

Equipo de apoyo en trabajo de Campo

Brenda Eguis • Edwin Nemes

DES-ARMAR SEXUALIDADES
Personas LGBTI y aplicación de la Ley de Víctimas en el Caribe colombiano

98p. 215x219mm.
ISBN: 978-958-99576-8-4

Diseño: Ketty Miranda Orozco

Impreso en Colombia.
2015
CONTENIDO
Introducción 9
Sexualidad-es en tensión 10
Violencias para aniquilar, borrar e invisibilizar 13
Ruta metodológica 19

Capítulo primero
Violencias arraigadas. Afectaciones del conflicto armado en el Caribe
colombiano a personas LGBTI 25

1.1. Víctimas en la periferia. Aproximaciones a los contextos de violencia

hacia personas LGBTI en el Caribe colombiano 28
1.1.1. Barranquilla 28
1.1.2. El Carmen de Bolívar 30
1.1.3. Cartagena 31
1.1.4. Maicao 32
1.1.5. Uribia 32
1.1.6. Riohacha 33
1.2. ‘Los paramilitares no querían de maricas en el pueblo’. Afectaciones a personas
LGBTI por causa del conflicto armado 34

Capítulo segundo
Prejuicios, invisibilidad y desconocimiento. Ejercicio de la función pública
frente a personas LGBTI en la aplicación de la Ley de Víctimas 41

2.1. Orientaciones sexuales, identidades de género y enfoque diferencial 42

2.2. Participación de personas LGBTI y estrategias de trabajo
con el grupo poblacional 49
2.3. Los planes de desarrollo en las estrategias de trabajo con personas LGBTI 51

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DES-ARMAR SEXUALIDADES
Personas LGBTI y aplicación de la Ley de Víctimas en el Caribe colombiano

Capítulo tercero
Voces que se niegan a continuar silenciadas. Miradas a la aplicación de la
Ley 1448 de 2011, desde las personas LGBTI en el Caribe colombiano 58

3.1. Cotidianidades en la violencia 58

3.2. Realidades compartidas 61
3.3. Entre el desinterés estatal y las resistencias. Personas LGBTI y
la Ley 1448 de 2011 67
3.4. El auto-reconocimiento como persona LGBTI durante la
declaración de los hechos victimizantes 71
3.5. Resistencias y acciones colectivas 72

Conclusiones y recomendaciones 75
Para las Instituciones del Estado 75
Para las organizaciones de la sociedad civil y las personas LGBTI 77

Bibliografía 79

Anexo 1 83
Anexo 2 91

8
INTRODUCCIÓN
Nosotros en el 2011 perdimos a dos compañeros LGBTI. La persona que los
mató era del conflicto armado o Bacrim. Una cosa, es que con ellos prácti-
camente se nos ha perdido el proceso de investigación porque las personas
testigos que estaban en ese momento no quieren declarar, porque como ya
lo habíamos dicho no hay garantías de seguridad; nos sentimos demasiado
vulnerados, ósea sentimos mucho temor, con decir que ni sus papás, ni sus
familiares han querido declarar, ni denunciar, por el temor, porque acá prácti-
camente haces una denuncia como esas e inmediatamente te mandan a matar,
sea el que sea… por lo mismo, porque no hay garantías de seguridad, a raíz
de eso se regaron unos panfletos en el parque volcán, amenazaban… […]
y me acuerdo, que un compañero nos los entregó cuando estábamos en el
velorio de los dos compañeros, cuando nos llegó la hoja, las repartieron por
todo el pueblo, decían que no querían vernos más en el pueblo y que nos iban
a acabar a todas, que aquí no iban a quedar ‘maricas’.
Entrevista a persona trans, Maicao – Mayo 28 de 2014

Preguntarse en nuestras sociedades del Cari-
be colombiano por la diversidad sexual y de
género, es encontrarse con un campo de ba-
tallas, suturas y fronteras que han subordina-
do cuerpos y prácticas, a rincones de violen-
cia y miedo. El relato que abre este informe
de investigación, muestra el rechazo por la
diversidad y da cuenta de una sociedad que
busca eliminar y borrar las diferencias, por
considerarlas nocivas al orden preestableci-
do, es la expresión de una concepción deter-
minista y esencialista que opera como una
ideología, desde donde se fabrican acciones
de regulación, control y homogeneización
de los cuerpos y sus prácticas. Es tropezarse
también con una ausencia de Estado, que a
pesar de la persistencia de dichas violencias
no muestra el suficiente interés por garanti-
zar los derechos de estas personas.
En un contexto de subversión-exclusión y
eliminación del otro, aparecen las mujeres
lesbianas, hombres gais, personas bisexua-
les, trans e intersex, en adelante nombradas
bajo la sigla LGBTI1 , quienes se ‘enfrentan’
a una sociedad con fuertes tradiciones y pre-
juicios enmarcados en discursos y prácticas
que desvalorizan aquello que rompe el mol-
de de lo irracionalmente concebido como
‘natural’.
1 La sigla LGBTI podría interpretarse como una cate-
goría política para la exigibilidad de derechos de muje-
res lesbianas, hombres gais, personas bisexuales, trans
e intersex; sin embargo, es importante señalar, que
sociológicamente dicha denominación no puede com-
prenderse o reducirse bajo un manto homogeneizante
y con una connotación unitaria o monolítica como un
solo grupo social que se articula a través de una no-
ción común de identidad. Si bien es una categoría que
políticamente cumple una función de exigibilidad de
derechos en un Estado con una concepción liberal de
la multiculturalidad, en las prácticas cotidianas requie-
re de unos análisis más profundos frente a asimetrías
históricas que van ligadas al género, lo étnico, territo-
rial, etc. y que por lo tanto, es necesario traducirla de
manera diferenciada, develando a su interior diversos
matices, formas de opresión y asimetrías (Pérez, Co-
rrea y Castañeda, 2013).

9
DES-ARMAR SEXUALIDADES
Personas LGBTI y aplicación de la Ley de Víctimas en el Caribe colombiano
Sexualidad-es en tensión
Para las personas LGBTI en la Región Cari-
be, el ejercicio de derechos es un campo en
constante disputa perforado por el estigma
y la invisibilización de sus problemáticas y
necesidades. La ‘normalidad’ expresada en
la heterosexualidad como norma, se expre-
sa aquí como una concepción hegemónica y
un marco de referencia desigual y jerárquico
que se reproduce socialmente y cubre a estas
personas de violencias físicas y simbólicas,
al igual que opera como una representación
social que naturaliza e invisibiliza su vulne-
rabilidad para el ejercicio de sus derechos
como ciudadanas y ciudadanos.
Para comprender mejor cómo operan estos
dispositivos de violencia que tienen como
fin la vigilancia, control y regulación de los
cuerpos y las sexualidades diversas, conside-
ramos importante acudir a los planteamien-
tos de Gayle Rubin (1989), Michel Foucault
(2007) y Judith Butler (2001), quienes anali-
zan el devenir de la sexualidad y los cuerpos
‘anormales’ y ‘abyectos’ en las sociedades
modernizadas. Para Rubin (1989), la sexuali-
dad en las sociedades ‘occidentales’ ha sido
estructurada desde un esencialismo sexual2 que
le ha otorgado no sólo una concepción bio-
lógica y binaria sino también punitiva; se ha
asociado el sexo a algo peligroso, destructivo
y en la tradición judeo-cristiana, se ha conce-
bido como pecaminoso, que solo puede ser
redimido cuando se realiza en el ámbito de
lo privado, en la esfera del matrimonio y con
fines reproductivos.
Desde esta óptica, las valoraciones construi-
das sobre las prácticas sexuales por fuera de
ese orden reproductivo son menosprecia-
das, no solo desde el punto de vista religio-
2 El esencialismo sexual podría entenderse como una
postura ontológica centrada en el orden natural que
considera que la sexualidad se reduce solo a la orienta-
ción o el deseo sexual, que se establece y opera de ma-
nera intrínseca a la persona, como una ‘esencia’, algo
real en sentido absoluto; que existe aún en la ausencia
de toda interpretación cultural (Rubín, 1989).
10
so, sino también científico. Foucault (2007)
plantea que la mayor parte de ese contenido
discursivo podría interpretarse como un re-
sultado del oprobio médico y psiquiátrico,
que desde el siglo XVIII, en los albores de
la modernidad, ha relacionado dichas prácti-
cas con inferioridad mental y emocional. En
los fundamentos científicos hasta más allá
de mediados del siglo XX, estas expresiones
y prácticas son denigradas y tachadas como
enfermedades mentales o asuntos de anor-
malidad.
El ordenamiento naturalizador de la sexua-
lidad en un dictamen de heterosexualidad,
opera a través de una serie de dispositivos
y acciones que eliminan y excluyen a las pe-
riferias sociales a aquellas personas, cuerpos
y prácticas que lo subvierten o trasgreden.
Esta eliminación, segregación y discrimina-
ción se expresa en violencias físicas y simbó-
licas, y se refuerza en un discurso reproduci-
do y avalado a través de las instituciones que
la sociedad reconoce como legítimas y lega-
les para establecer el ‘orden social y sexual’.
Estos discursos ‘oficiales’ reproducen una
injusticia que se materializa en el no reco-
nocimiento pleno del sujeto a nivel familiar,
político, jurídico y social.
En sintonía con estos planteamientos, Butler
(2001) considera que las acciones de exclu-
sión y discriminación hacia aquellas personas
que viven su cuerpo y sexualidad por fuera
de lo que ella denomina matriz discursiva de
la heterosexualidad, responden a unos dis-
cursos hegemónicos, donde la sociedad es-
pera una coherencia entre el sexo anatómico
y el género, por lo que quien rompe esa re-
lación binaria es un ser que no se entiende,
que produce extrañeza, un abyecto, alguien
humillable o, sencillamente, son considera-
dos cuerpos para repudiar (Pérez, 2013).
El problema de considerar los órdenes bina-
rios de género, donde el hombre y la mujer
‘por naturaleza’ son masculinos y femeninas
respectivamente, se da por hecho de que la
heterosexualidad es lo establecido, lo con-
siderado ‘normal’ y por ende como verdad
inmovible; ello viene revestido de unas con-
cepciones que niegan la diversidad y fabrican
una idea de las diferencias bajo un espejismo
de amenaza, por lo que se busca eliminar
esas fisuras con la asimilación, impugnación
y regulación del ‘otro’ a los esquemas impe-
rantes o su eliminación, cuando son cuerpos
‘indisciplinados o des-obedientes’.
El otro, el diverso en el proyecto ‘civilizatorio’
de la modernidad es construido, representa-
do y clasificado violentamente, en el senti-
do que se pretendía imponer una visión de
mundo reducido a patrones estandarizados a
una normalidad codificada que se definía por
el horizonte de lo ‘no normal’, aquello que
podría amenazar el proyecto político, econó-
mico y moral que se pretendía instaurar y el
cual se edificó sobre unas bases de domina-
ción colonial. Las instituciones sociales de la
modernidad fabricaron formas de vida y de
existencia, estructuraron la vida cotidiana y
subjetiva de personas y grupos e instauraron
y legitimaron unas prácticas y discursos en
rechazo de otros. Hoy, esas subjetividades se
reconocen en un plano incluyente donde su
diversidad, por lo menos desde las teorías y
avances jurídicos, deja de ser vista como una
amenaza y se convierte en una potencia de la
pluralidad de nuestras sociedades.
La noción de diversidad sexual e identida-
des de género, entra a jugar en ese campo
de tensiones y disputas, si bien puede ser
problemática en términos epistemológicos,
no puede desconocerse en su valor políti-
co y ético, puesto que es un referente de las
luchas de colectivos sociales por consolidar
procesos más democráticos e incluyentes
en la sociedad. Por ello, retomamos esta
categoría para hacer referencia y afirmar la
existencia de múltiples y diversas formas de
expresar la afectividad, el erotismo, el deseo
y las prácticas amorosas que no se limitan a
lo que conocemos como heterosexualidad;
así como asumir identidades y preferencias
de género, que no necesariamente se anclan
en la dicotomía binaria hombre-mujer. Se
refiere a un universo de posibilidades para
asumir, expresar y vivir la sexualidad, sin in-
visibilizar que en esa construcción se ejercen
determinaciones, resistencias y negociacio-
nes como en un campo de batalla (Magro-
vego, 2008).
Núñez Noriega (s.f.) encuentra tres usos
problemáticos en esta noción que conside-
ramos importante señalar para evitar su ins-
trumentalización y convocar a una reflexivi-
dad al momento de utilizarla como categoría
ampliada de la sexualidad. En primer lugar,
el autor en mención, cuestiona su uso gene-
ralizado como un eufemismo o forma ‘de-
cente’ para referirse públicamente a indivi-
duos o grupos estigmatizados con palabras
consideradas ‘vulgares’ o injuriosas como
maricón, puto, cacorro, machorra.
En segundo lugar, es problemático que se use
como un término ‘sombrilla’ para agrupar a
esos individuos o grupos estigmatizados por
sus prácticas sexuales o su identidad sexo-
genérica en un mismo sector; es decir, inscri-
bir en una misma visión ideológica, política
y homogeneizante a personas y grupos con
intereses, experiencias de vida, necesidades y
posicionamientos sociales, simbólicos y polí-
ticos diversos, en otras palabras, poner en un
mismo plano hombres gais, mujeres lesbianas
y personas trans, desconociendo asimetrías
históricas y sistemas de opresión diversos.
Un tercer riesgo, está referido en su uso
esencialista para referirse a la ‘otredad’ des-
de una orilla o trilogía de prestigio macho-
masculino-heterosexualidad; frente a ello, el
autor ubica un equívoco lingüístico del tér-
mino diversidad sexual, en el sentido que:
No existen ‘grupos de la diversidad’,
existen miembros de una totalidad di-
versa. Lo mismo sucede con las perso-
nas y la sexualidad. Todas son personas
y todas tienen una sexualidad diferente,
son miembros de una totalidad que es
diversa: la sexualidad de las personas.
(Núñez, s.f., 409)
Para comprender qué implica la diversidad
sexual e identidades de género, es necesa-
rio identificar cinco conceptos claves que la
11
DES-ARMAR SEXUALIDADES
Personas LGBTI y aplicación de la Ley de Víctimas en el Caribe colombiano
constituyen en una perspectiva compleja y
con fronteras abiertas e identidades que no
están supeditadas al congelamiento, es decir,
que no pueden situarse como asuntos sepa-
Prácticas sexuales: Están en relación
con experiencias y gustos individuales, se
refiere a elecciones específicas que cada
persona toma en el ejercicio de su sexua-
lidad y que no necesariamente se circuns-
criben en categorías identitarias predeter-
minadas; en este campo podría ubicarse,
por ejemplo, la práctica identificada como
–HSH– hombres que tienen sexo con
hombres y se siguen autoafirmando como
heterosexuales.
Orientación sexual: Según los Princi-
pios de Yogyakarta se entiende como la
capacidad de cada persona de sentir una
profunda atracción emocional, afectiva y
sexual por personas de un sexo o género
diferente al suyo (heterosexual) o de un
mismo sexo o género (homosexual) o de
más de un sexo o género (bisexual), así
como a la capacidad de tener relaciones
íntimas y sexuales con estas personas. Es-
tos principios fueron elaborados por un
grupo internacional de expertos y exper-
tas en derechos humanos y derecho inter-
nacional y se presentaron en el Consejo de
Derechos Humanos de la Organización
de las Naciones Unidas en 2007. En sinto-
nía con los activismos y agendas políticas,
en la orientación sexual diversa ubicamos
entonces en esta categoría a hombres gais,
mujeres lesbianas y hombres y mujeres bi-
sexuales.
Identidades de género: Tiene que ver
con las maneras de autodeterminarse y
presentarse frente a los demás; son tam-
Fuente: Realizado con base en discusiones de equipo de investigación y la Guía nacional para prevenir la homofobia en
México, 2012.
12
rados o que tienen límites claros y definidos:
prácticas sexuales, orientación sexual, identi-
dades de género, expresión de género y sexo
biológico.
bién construcciones sociales y condicio-
namientos que establecen el ser hombre o
ser mujer, pero también incluye un com-
ponente intersubjetivo vinculado al sentir
y ello, concretamente, está referido a aque-
llas personas en las que su construcción
de identidad no corresponde con el sexo
anatómico con el que nacieron, como lo
son las personas trans.
Expresión de género: Refiere no sólo
al cómo me siento frente al género, sino
a la manera en que expreso ese sentir a
través de unos roles referidos a lo mas-
culino y lo femenino y que trascienden
lógicas binarias de masculino=hombre,
femenino=mujer. En ese sentido, es un
error establecer relaciones binarias y de-
terministas entre orientación sexual y
expresión de género, puesto que ello se
expresa en una trama de posibilidades y
roles, donde no necesariamente ‘el pare-
cer indica el ser’.
Sexo biológico: Responde a caracterís-
ticas biológicas que definen ser macho o
hembra o intersexual, en este último caso
tiene que ver con aquellas personas que
biológicamente presentan características
genéticas y fenotípicas propias de hom-
bres y mujeres en grados variables. Un
ejemplo, podría ser una persona que nace
con un pene y ovarios; lo que deja claro
la intersexualidad es que el género con el
que va crecer esta persona no la define el
médico en el quirófano, sino que es un
proceso que ella descubrirá con el tiempo.
En esta época en el mundo llamado ‘occi-
dental’ y en Colombia de manera particular
se han empezado a de-construir esos mo-
delos hegemónicos y de opresión que pre-
tendían homogeneizar las formas de pensar,
vivir y sentir. El concepto de ciudadanía se
pluraliza y se hacen visibles unos actores y
sujetos que habían estado condenados a lo
‘anormal’ y a las periferias de lo social. En el
caso de nuestro país, los derechos de las per-
sonas con una identidad sexual y de género
diversas, comenzaron a ser reconocidos a
partir de la Constitución de 1991, en el Artí-
culo 13, donde se plantea que todos y todas
somos iguales.
Como una expresión de este mandato cons-
titucional, en el país existen a la fecha más de
85 sentencias de la Corte3 en las que explíci-
tamente se establece un andamiaje jurídico y
normativo que permite promover políticas,
acciones afirmativas y formas de ciudada-
nía diferenciadas. La Corte Constitucional y
la Corte Suprema de Justicia han recalcado
que es deber del Estado adoptar enfoques
diferenciados, combatir la discriminación y
exclusión en la vida cotidiana y han emiti-
do sentencias particulares para garantizar la
protección de las personas LGBTI en razón
a su diversidad sexual y de género.
Si bien existen avances significativos en ma-
teria jurisprudencial en el país; de manera
particular en el Caribe colombiano, las per-
sonas con una orientación sexual y cons-
trucción diversa de género, siguen siendo
víctimas de todo tipo de violencias, ‘conde-
nadas’ al rechazo social, al desconocimiento
de buena parte de sus derechos por parte del
Estado y al repudio de la sociedad; producto
en la mayoría de las ocasiones del prejuicio
sexual4 sustentado en discursos de anorma-
3 Entre las sentencias más significativas se encuentran:
el cambio de nombre para personas trans, el derecho
de no ser expulsado de un trabajo por la orientación
sexual o expresión de género (caso de docentes), el
reconocimiento de la unión marital de hecho y que las
parejas del mismo sexo conforman familia, entre otras.
4 El prejuicio sexual se refiere a las actitudes negativas
basadas en la orientación sexual, identidad o expresión
lidad o inmoralidad, los cuales se reprodu-
cen de manera naturalizada e incluso sirven
de andamiaje para reproducir creencias que
ayudan a justificar las violencias sistemáticas
y la re-victimización hacia estos colectivos y
personas.
Violencias para aniquilar, borrar e
invisibilizar
A manera de cifras, es preocupante la conti-
nua violencia que en los departamentos del
Caribe colombiano viven a diario las per-
sonas LGBTI. Para el primer semestre del
año 2015, el Observatorio de Derechos Hu-
manos Caribe Afirmativo ha documentado
un total de 14 homicidios y 3 amenazas que
bajo la modalidad del ‘panfleto’ ponen en
evidencia la vulnerabilidad de estos grupos
poblacionales en la Región y expresa el es-
tado de indefensión en el que se encuentran
por la falta de efectividad en los organismos
del Estado que conduce a que la impuni-
dad sea el manto que cubre dichos hechos
violentos. En indagaciones con funciona-
rios públicos, Caribe Afirmativo ha podido
constatar que la mayoría de estos casos son
‘archivados’ y se evidencia una ausencia de
voluntad institucional para esclarecer es-
tas formas directas de violencia que tienen
como fin, aniquilar a personas LGBTI en la
Región (Caribe Afirmativo, 2015).
Con relación a los homicidios registrados en
el primer semestre del año 2015, en la tabla
1, se presenta un balance por departamento
y características de los hechos, así como el
estado de la investigación.
de género de una persona y se configura a través de
tres rasgos interdependientes: se trata de una actitud
marcada por un juicio determinista, dirigido hacia un
grupo social y sus miembros y es negativo, en la me-
dida que implica desprecio u hostilidad (Herek, 2004).
13
DES-ARMAR SEXUALIDADES
Personas LGBTI y aplicación de la Ley de Víctimas en el Caribe colombiano

TABLA - 1. Homicidios de personas LGBTI en los meses de enero al 10 de mayo del año 2015

Orientación sexual
Lugar de los Estado de la
Departamento Casos Ciudad e identidad de
hechos investigación
género

4 hombres gais
Atlántico 5 Barranquilla Espacios públicos Indagación
1 mujer lesbiana

Bolívar 0 0 0 0 0

1 persona gay y Residencia /

Cesar 2 Valledupar Indagación
1 persona trans espacio público

Aguachica

Córdoba 2 Montería 2 personas gais Espacios públicos Indagación

Guajira 0 0 0 0 0

Residencia /
Magdalena 2 Santa Marta 3 personas gais Indagación
espacios públicos

Fundación

Aguamal

San Andrés,
Providencia y 0 0 0 0 0
Santa Catalina

Sucre 2 San Marcos 2 personas trans Zona rural Indagación

Total 13

Fuente: Observatorio de Derechos Humanos Caribe Afirmativo.

De los datos presentados en la tabla ante-
rior, resulta importante analizar algunos pa-
trones de violencia que permiten suponer
que en la mayoría de los casos subsiste una
causa posiblemente vinculada a un prejuicio
sexual existente en las ‘mentes’ de los vic-
timarios. Al respecto, es posible identificar
patrones comunes como: el lugar donde se
encuentran los cuerpos (espacios alejados,
alcantarillas, zonas rurales), la expresión o
identidad de género de la víctima (hombres
con expresión femenina de género, personas
trans, mujeres con expresión masculina de
género), las partes del cuerpo donde se en-
cuentran las heridas (genitales), así como las
horas donde se perpetraron los hechos (ge-
neralmente en la noche); factores que en su
conjunto podrían indicar el posible grado de
odio presentado en los homicidios.
Según Caribe Afirmativo (2013)
[…] el uso de armas por parte de los
victimarios, logra evidenciar los deseos
de violencia de este hacia la víctima, que
encuentra en el arma blanca, el uso de
objetos contundentes u otras prácticas
de violencia como la asfixia mecánica;
formas de provocar la muerte con mayor
dolor y sufrimiento a la víctima. (p. 32)
En estos homicidios es posible también
develar como lo plantea Mauricio Noguera

14
(2001) ‘el alcance de una violencia simbóli- Además de los homicidios y amenazas docu-
ca que trasciende a la persona asesinada: es mentadas, en el continuo trabajo de campo
una violencia que busca expresar el despre- que realiza Caribe Afirmativo, en el que se
cio por la vida de todo un grupo humano o vinculan a espacios de discusión colectiva de
toda una categoría de personas (Citado por personas LGBTI, sociedad civil, funciona-
Caribe Afirmativo, 2015, p. 30). rios y funcionarias de las administraciones
municipales en los diferentes departamentos
Frente a las amenazas, como ya se mencio-
del Caribe y a través de las Mesas de Víc-
nó, en el primer semestre del año 2015 se
timas, se ha construido una cartografía en
han reportado tres a través de panfletos de
la que es posible identificar unos campos
circulación pública: dos en el departamento
problemáticos en materia de violación a
de Sucre, en los municipios de Sincelejo y
derechos fundamentales, los cuales en una
San Benito de Abad, y uno en el departa-
perspectiva de integralidad, universalidad y
mento del Atlántico, en la ciudad de Barran-
especificidad de derechos, posibilita recono-
quilla. Estas amenazas panfletarias expresan
cer las complejas asimetrías y condiciones
hostigamiento y buscan excluir, intimidar o
de vulnerabilidad y de violación a derechos a
restringir el goce o disfrute de los derechos
las personas LGBTI en la Región (Ver Tabla
de la población LGBTI. Se utilizan para
No. 2).
amedrentar y generar pánico y son estratégi-
cas porque operan con un impacto simbóli-
co que se dirige hacia personas significativas
y con ello se manda un mensaje a toda una
colectividad. Un ejemplo de estas amena-
zas lo registró Caribe Afirmativo: el día 21
de abril de 2015, en las calles de los barrios
Ciudad Jardín y El Silencio de la ciudad de
Barranquilla, donde circuló un panfleto fir-
mado por el Bloque Central de las Águilas
Negras:

Hemos decidido acabar con los malos elementos

y caletas de vicio, por lo que declara ‘objetivo mi-
litar’ a por lo menos 12 personas identificadas
por sus alias, a quienes se les señala de ser delin-
cuentes, ‘ratas’ o ‘jíbaros’. En este se incluye a
‘Jesús el Travesti’.

Este tipo de amenazas son un método co-

nocido como limpieza social en el que ge-
neralmente se equipara a personas LGBTI
con presuntos delincuentes, los apelativos
de ‘rata’, ‘jíbaro’, los asocia con un imagi-
nario que a manera de prejuicio se tiene en
muchos sectores de la población y concreta-
mente de los grupos armados, quienes con-
ciben sus cuerpos y sexualidades amenazan-
tes y se les asocia a un mundo de ilegalidad
y micro-tráfico.

15
DES-ARMAR SEXUALIDADES
Personas LGBTI y aplicación de la Ley de Víctimas en el Caribe colombiano

TABLA - 2. Derechos de personas LGBTI y problemas identificados en el Caribe colombiano

Campo de análisis Problemas identificados

Persisten en la sociedad concepciones marcadas por el estigma y el prejuicio sexual

hacia las personas LGBTI, lo que lleva a justificar violencias traducidas en asesinatos,
agresiones físicas e intentos de homicidio en los territorios.
Derecho a la vida y a la
seguridad personal
La atención en el tema de recepción de las denuncias es precaria, no se les da
importancia a las víctimas de violencias LGBTI y se desconocen rutas de atención por
parte de funcionarios y funcionarias.

Existe predisposición, por parte de algunas administraciones municipales, para

permitir y apoyar manifestaciones culturales, como reinados de la diversidad, entre
otros, que promueven la participación social de las personas LGBTI y particularmente
de personas trans.

Persisten prejuicios sexuales por parte de funcionarios y funcionarias hacia personas

LGBTI.
Derecho a la participación y
libre asociación
A pesar de que existen colectivos y grupos organizados en los municipios y ciudades
(El Carmen de Bolívar, Cartagena, Maicao, Uribia, Riohacha y Barranquilla) no tienen
apoyo, ni garantías para su sostenimiento y trabajo con las comunidades.

Se identifica una ausencia de participación en espacios políticos y/o cargos públicos

de personas con orientaciones sexuales, expresiones e identidades de género
diversas.

Las parejas de gais o lesbianas que expresan su afecto en espacios públicos, así
como las trans que acuden a parques y lugares públicos, son víctimas de agresiones
y discriminación por parte de fuerza pública, vecinos, actores armados y personas
cercanas a esos lugares.

Derecho al uso y disfrute
del espacio público
La Policía vulnera el derecho al uso y disfrute del espacio público de las personas
LGBTI al retirarlas de dichos lugares sin razones válidas, desconociendo protocolos
establecidos en la Directiva 006 de 2010 .
Segmentación de espacios públicos, determinando zonas específicas de
homosocialización, articulados solo a la noche y a la diversión.

Estigmatización frente a escenarios donde las personas trans ejercen el trabajo

sexual, siendo víctimas en muchas ocasiones de agresiones físicas y verbales.

Invisibilidad de las mujeres lesbianas auto-reconocidas como tal en espacios

públicos, a causa de los prejuicios y la doble discriminación que muchas veces
sufren por ser mujeres y además tener una orientación sexual diversa.
5

5 Nota de autores: La Directiva Permanente 006 de busca transmitir a la población de lesbianas, gais, bi-
2010 es de obligatorio cumplimiento para la Policía sexuales, personas trans y a la ciudadanía en general,
Nacional para la protección de derechos y trato res- la trascendencia de construir con la Policía escenarios
petuoso de la Policía a las personas LGBTI. Además, de diálogos encaminados a mitigar los niveles de des-

16
 Campo de análisis Problemas identificados

Ausencia de protocolos específicos para las denuncias y la atención de las personas

LGBTI incluyendo otros grupos sociales como indígenas y diferentes líderes sociales.
Acceso a la justicia
Algunos municipios no cuentan con una estructura judicial que les brinde a las
personas LGBTI víctimas de violencia tranquilidad y celeridad en el avance de sus
denuncias.

Para las personas LGBTI y en especial para las personas trans existe mayor
vulnerabilidad de sus derechos en el ámbito laboral, en muchos casos se les deja el
mercado de la informalidad, el ‘rebusque’, trabajo independiente y el trabajo sexual
como únicas opciones de desempeño laboral.

Se resalta el sexismo en la oferta de empleo e imaginarios cargados de prejuicios

Trabajo decente
frente a la diversidad sexual.

Subvaloración en las capacidades desarrolladas de personas LGBTI por parte de los

entes territoriales y la existencia de mínimos espacios de participación en lo laboral y
de unidades productivas incluyentes para la oferta de servicios de artistas y grupos
culturales LGBTI en los municipios.

Se presentan casos de matoneo o acoso a estudiantes con expresiones de género

diversas en instituciones educativas.

La falta de educación o formación técnica y profesional, genera segregación y

exclusión de las personas LGBTI en cuanto acceso a un trabajo decente y mejores
condiciones de vida.

Negación del ingreso y permanencia de personas trans a centros educativos y de

formación superior en razón de su expresión e identidad de género.
Educación/ Formación
Inexistencia de asesorías u orientaciones psicosociales a la comunidad educativa en
materia de educación sexual y derechos sexuales y reproductivos.

Existencia de manuales de convivencia cargados de prejuicios sexuales que incitan a

la discriminación sexual de las personas con orientaciones sexuales e identidades de
género diversas.

Cátedras de sexualidad desde una perspectiva moralizante, binaria y centrada en la

reproducción de valores religiosos, las cuales reproducen imaginarios sexuales
cargados de prejuicio y desconocimiento de la diversidad sexual.

17
DES-ARMAR SEXUALIDADES
Personas LGBTI y aplicación de la Ley de Víctimas en el Caribe colombiano

Campo de análisis Problemas identificados

Situación compleja de personas LGBTI diagnosticadas con VIH puesto que se da

poco acompañamiento de las secretarias de salud, negación de la prestación de
servicios y poca confidencialidad en cuanto a protocolos de atención.

Falta de confidencialidad en los resultados médicos por parte de funcionarias y

funcionarios públicos, a personas de la población LGBTI que asisten a chequeos en
los centros médicos.
Salud (salud mental, sexual
Se expresa el desconocimiento por parte de funcionarias y funcionarios públicos en
y reproductiva)
los temas de salud mental y trato diferencial a personas LGBTI.

Situación deplorable de personas trans que no son atendidas en establecimientos de

salud pública, puesto que su apariencia femenina y nombre identitario no
corresponden con el que aparece en su documento de identificación.

Ausencia de rutas de atención y protocolos diferenciales que beneficien a las

personas LGBTI.

Negación y limitaciones por parte de algunos entes territoriales a apoyar muestras

culturales de las personas LGBTI en los escenarios locales.
Escasa participación de personas LGBTI en la conformación de unidades o grupos
culturales debido al mínimo espacio que existen en los entes territoriales.

Cultura e información Se presenta desconocimiento en algunas oficinas de prensa municipales frente a

cómo nombrar a las personas LGBTI.

Medios de comunicación locales como reproductores de prejuicios sexuales y

violencias hacia las personas con orientaciones sexuales e identidades y expresiones
de género diversas.

Escasa participación de personas LGBTI en las mesas municipales, distrital y

departamentales.

Algunas de las personas que hacen parte de las mesas municipales no reconocen la
diversidad sexual y en algunos casos manifiestan expresiones cargadas de prejuicio.

Resistencia de personas LGBTI de participar en las mesas municipales de víctimas

Víctimas del conflicto por la poca credibilidad que tienen de estos espacios en materia de garantía de
armado derechos humanos.

Persiste desconocimiento de la Ley de Víctimas y protocolos de participación, por lo

que muchas personas LGBTI no denuncian hechos victimizantes.

Existe un sub-registro a nivel departamental de víctimas LGBTI del conflicto armado

por ende no existe control a la hora de reparar de manera integral y de garantizar la
no repetición de dichos hechos violentos.

Fuente: Construcción del Equipo de Investigación de Caribe Afirmativo, a partir del trabajo de campo realizado durante el
primer semestre del año 2015, de la revisión de las Línea de base de Política Pública de la Guajira y Bolívar y producto
de las discusiones en la Escuela de Ciudadanía y Liderazgo promovida por la Corporación en la ciudad de Barranquilla.

18
En el caso de Colombia, como ya se men-
cionó, a partir de la Constitución de 1991 y
de las acciones de la Corte Constitucional se
ha incorporado en la jurisprudencia algunos
de los parámetros y directrices impartidas
por la comunidad internacional sobre los
derechos mínimos de las víctimas, en el ejer-
cicio del control de constitucionalidad de las
medidas de justicia transicional, orientadas a
poner fin al conflicto armado interno. Entre
estas medidas se encuentran la Ley de Justi-
cia y Paz (Ley 975 de 2005), la Ley de Víc-
timas y Restitución de Tierras (Ley 1448 de
2011) y más recientemente el Marco Jurídico
para la Paz (Acto Legislativo 001 de 2012).
A partir del desarrollo de estas leyes se ha
tratado de reparar a las víctimas de dicho
conflicto, con el reconocimiento de sus de-
rechos tal como lo establece la comunidad
internacional: justicia, verdad, reparación y
garantías de no repetición; es por eso que di-
chas leyes deben integrar a todas las víctimas
del conflicto sin ninguna discriminación, ya
sean mujeres, niños, discapacitados, comu-
nidades afro, indígenas, población LGBTI,
entre otras.
Sin embargo, a pesar de que la constitución
consagra el Estado Social de Derecho, de-
mocrático y protector de los derechos hu-
manos, también es una realidad que a lo
largo de la historia, la población LGBTI ha
sido objeto de una fuerte discriminación en
todos los campos de la sociedad. A pesar de
los intentos y de los avances en la lucha por
la igualdad, todavía no parece haber una vo-
luntad política de cambio guiada al recono-
cimiento de sus derechos.
La Ley de Víctimas y Restitución de Tierras
(Ley 1448 de 2011), es un referente jurídico
para avanzar en el reconocimiento de dere-
chos de las personas LGBTI, en la medida
en que es partir de esta ley y de los paráme-
tros internacionales, que se incluye la defi-
nición de enfoque diferencial, el cual hace
igualdad que sufre este grupo poblacional. Para más
información puede verse: http://cf.caribeafirmativo.
lgbt/todo/ATT1379713908.pdf
referencia al reconocimiento de la existencia
de poblaciones que por sus características
particulares, en razón de su edad, género,
orientación sexual, grupo étnico y situación
de discapacidad, deben recibir un tratamien-
to especial en materia de ayuda humanitaria,
atención, asistencia y reparación integral.
A partir de este enfoque diferencial, se debe
incluir a las personas LGBTI, quienes por
su orientación sexual e identidad de género
son sujetos de discriminación y por lo tanto
merecen una protección especial. En su ar-
tículo 6 establece el principio de igualdad, el
cual prevé que:
Las medidas contempladas en la presen-
te ley serán reconocidas sin distinción de
género, respetando la libertad u orienta-
ción sexual, raza, la condición social, la
profesión, el origen nacional o familiar,
la lengua, el credo religioso, la opinión
política o filosófica.
Ruta metodológica
Este informe de investigación hace parte
de un proceso de investigación desarrolla-
do por la Corporación Caribe Afirmativo
en el marco del proyecto, ‘Reconocimien-
to de los derechos de las personas LGBTI
en el Caribe colombiano’, ejecutado con el
apoyo del Programa de Derechos Humanos
de la Agencia de los Estados Unidos para
el Desarrollo (USAID). Es resultado de un
proceso de campo y análisis documental
durante el primer semestre del año 2015 en
seis municipios y ciudades del Caribe co-
lombiano: Uribia, Maicao y Riohacha en el
departamento de La Guajira; El Carmen de
Bolívar y Cartagena en el departamento de
Bolívar; y Barranquilla en el departamento
del Atlántico. Estos se priorizaron en razón
de los siguientes criterios:
• Son municipios de consolidación donde
en los últimos años se ha concentrado tan-
to el trabajo de USAID, como el de Caribe
Afirmativo, en la búsqueda de fortalecer el
19
DES-ARMAR SEXUALIDADES
Personas LGBTI y aplicación de la Ley de Víctimas en el Caribe colombiano
Estado Social de Derecho y profundizar la
democracia.
• En los últimos años, en estos municipios
ha crecido la visibilidad de las personas
LGBTI tanto porque se materializan proce-
sos organizados como el caso de El Carmen
de Bolívar y Maicao, como porque crece la
MAPA- 1. Ubicación geográfica de los municipios objeto del proyecto de investigación
Fuente: Equipo de investigación de Caribe Afirmativo.
Esta investigación tiene como propósito
analizar representaciones sociales acerca de
la violencia sociopolítica que afecta a las per-
sonas LGBTI en el marco de la implemen-
tación de la Ley de Víctimas en los seis mu-
nicipios y ciudades del Caribe colombiano,
previamente mencionadas.
Para lograr este objetivo se plantean las si-
guientes rutas a manera de objetivos espe-
cíficos:
1. Identificar las afectaciones que el conflic-
to armado y la violencia cotidiana generan
en las personas LGBTI de la Región Caribe.
2. Reconocer el accionar del entramado ins-
20
respuesta del Estado con políticas públicas
como en Uribia, Maicao y Barranquilla.
• Según el trabajo del Observatorio de De-
rechos Humanos de Caribe Afirmativo, en
estos municipios se concentran múltiples
acciones de violencia y de escenarios de vul-
nerabilidad hacia las personas LGBTI.
titucional responsable de implementar la
Ley de Víctimas, frente a la violencia socio-
política que viven las personas LGBTI en el
Caribe.
3. Develar discursos construidos por las ins-
tituciones del Estado garantes de derechos
a personas LGBTI acerca de la relación di-
versidad sexual y de género con la violencia
sociopolítica.
4. Interpretar discursos de las personas
LGBTI acerca de las violencias que afrontan
y las prácticas que llevan a cabo para prote-
ger sus derechos en sintonía con las medidas
expuestas por la Ley de Víctimas.
La investigación es de corte descriptivo, debi- y a la vez una metáfora producto de nuestra
do a que sitúa la discusión en un plano com- interpretación y de cómo ella de manera in-
parativo entre la realidad vivida por las per- tersubjetiva la convertimos en una norma.
sonas LGBTI y la implementación de la Ley
El proceso metodológico privilegia unas
de Víctimas. Para ello, busca indagar por las
estrategias de recolección de información
representaciones sociales que sobre esa rela-
participantes, donde se buscan acciones
ción construyen los diferentes actores (Estado
dialógicas y rescatar la voz y el sentir de los
- Sociedad Civil); en esa vía se pretende acercar
diferentes actores, incluyendo la reflexividad
cualitativamente a cómo se piensa, se narra y
de los y las investigadoras en el trabajo de
se actúa. Estas son dimensiones claves para
campo. Estas voces a manera de discursos
construir una representación social, que termi-
se clasifican e interpretan en unas categorías
na naturalizando o volviendo norma la percep-
vinculadas a los principios y acciones que
ción generalizada de una situación.
devienen de la Ley de Víctimas y que en diá-
Para la realización de este ejercicio se acude logo con categorías emergentes resultantes
a un proceso de indagación en una perspec- del trabajo de campo, posibilitan configurar
tiva sociológica, donde partimos de una pre- dimensiones para el análisis.
misa: la realidad social es una construcción

TABLA - 3. Actores participantes, técnicas e instrumentos de recolección de información

Estrategia de recolección de
Técnica de recolección de información Actores participantes
información

Se apoyan con el uso de técnicas

Representantes de la Policía
municipal, Unidad para la atención y
Reparación Víctimas, representantes
1. Grupos de discusión con sociedad de derechos humanos de las
civil, funcionarias y funcionarios alcaldías, personerías, Defensoría y
públicos Fiscalía.
Personas LGBTI víctimas de la
violencia.
interactivas como foto-lenguaje,
cartografías de violencias.
Se apoya en las mesas
interinstitucionales de víctimas en
cada municipio.
Se apoya en técnicas interactivas
como mural de situaciones, colcha de
retazos, murales de la memoria y la
verdad.

Selección de informantes claves

2. Entrevistas con guía Guía de entrevista.
víctimas de la violencia LGBTI.

Funcionarios y representantes en las Guía de cuestionario.

3. Entrevista grupal
mesas interinstitucionales. Modelo pre test - post test.

21
DES-ARMAR SEXUALIDADES
Personas LGBTI y aplicación de la Ley de Víctimas en el Caribe colombiano

TABLA - 4. Número y tipo de actores participantes por municipio, de acuerdo con la técnica implementada.

Grupo de discusión de
Entrevistas a Personas LGBTI en las
Entrevistas a personas sociedad civil y
funcionarios/as jornadas de
LGBTI funcionarios/as
públicos declaración
públicos

Barranquilla 12 9 50 5

Cartagena 10 8 15 NA

El Carmen de Bolívar 8 7 16 6

Maicao 8 6 12 13

Riohacha 9 9 9 11

Uribia 5 1 9 NA

El Molino NA NA NA 13

Subtotal 52 40 111 48

Total personas participantes de la investigación 251

En las jornadas de declaración realizadas personas LGBTI y la Policía Nacional, acer-

en los municipios de Maicao, Riohacha y El ca de la Directiva 006 de 2010. Por ello, asis-
Molino, hubo asistencia de personas LGBTI tieron personas LGBTI y policías de todos
que vivían en lugares aledaños y que con el los departamentos del Caribe colombiano,
apoyo de Caribe Afirmativo decidieron asis- excepto Córdoba7 .
tir a la jornada. En el caso de la jornada de
De igual manera, en los 6 municipios se ac-
Maicao ocurrió un hecho particular, debido
tivaron Mesas LGBTI para el trabajo y la
a que las víctimas acudieron a declarar, sin
interlocución coordinada entre el Estado y
embargo, la Personería no recibió las declara-
las personas LGBTI. Dentro del proceso del
ciones, por lo que en esa jornada no se pudo
trabajo de campo destacan las siguientes di-
adelantar el trámite de registro como vícti-
ficultades y fortalezas:
mas del conflicto armado. Como respuesta
ante lo ocurrido en Maicao, se organizó otra
jornada en el municipio de El Molino, para
darles la posibilidad a las personas LGBTI
que no pudieron registrarse en Maicao, para
declarar los hechos victimizantes que los
afectaron durante el conflicto armado antes
de que se venciera uno de los términos esta-
blecidos por la Ley de Víctimas.
Asimismo, el grupo de discusión en Barran-
quilla fluyó en un proceso formativo entre
7 Las personas LGBTI que iban a acudir al grupo de
6 A este grupo de discusión acudieron solamente per- discusión en Barranquilla tuvieron problemas perso-
sonas de la sociedad civil. nales que hicieron que finalmente no pudieran acudir.

22
TABLA - 5. Matriz de fortalezas y debilidades por municipio encontradas en el trabajo de campo

Municipio Fortalezas Dificultades

Las personas LGBTI cuentan con la

Barranquilla - Atlántico
(Mesa distrital y departamental)
Las personas LGBTI que han sufrido
presencia de distintas organizaciones
hechos victimizantes en la ciudad de
civiles para la defensa de sus
Barranquilla no son visibles.
derechos.

Se presentan casos de
En la ciudad está creciendo el papel
endodiscriminación entre personas
Cartagena – Bolívar (Mesa distrital y de liderazgo de las personas LGBTI,
LGBTI, lo que dificulta que se
departamental) quienes buscan la protección y
fortalezcan grupos de trabajo que
respeto de sus derechos.
busquen incidencia distrital.

Las entidades públicas no cuentan

El Carmen de Bolívar (Mesa
municipal)
La Mesa de Víctimas tiene personas
LGBTI que representan a la tercera
edad y a la población LGBTI.
Se han consolidado grupos
culturales liderados por personas
LGBTI.
con espacios físicos para reunirse
con la sociedad civil con el ánimo de
articular trabajos conjuntos.
Asimismo, persisten los actos de
violencia contra personas LGBTI.

Algunos funcionarios públicos,

Maicao (Mesa municipal)
actuando a nombre de la entidad que
representan, discriminan a las
Las personas LGBTI se han personas LGBTI y no están
visibilizado para la reivindicación de interesados de realizar actividades
sus derechos dentro del contexto de conjuntos con la población.
violencia con el que aun conviven en
el municipio. Adicionalmente, dentro del contexto
cotidiano perviven actos de violencia
contra las personas LGBTI.

Las personas LGBTI son objeto de

Existe un buen apoyo institucional amenazas y vulneración de derechos
Riohacha – La Guajira (Mesa
para la realización de actividades de por grupos al margen de la ley,
municipal y departamental)
trabajo con personas LGBTI. hechos que no son denunciados por
temor a represalias.

Las personas LGBTI que hacen parte

Los funcionarios públicos no están
de comunidades indígenas están
muy interesados en el tema LGBTI,
Uribia (Mesa municipal) reconociendo la importancia de
por lo cual no participaron de las
visibilizarse para proteger sus
8 actividades investigativas.
derechos.

8 La endodiscriminación es la discriminación que rea-

lizan personas LGBTI contra otras personas LGBTI.

23
DES-ARMAR SEXUALIDADES
Personas LGBTI y aplicación de la Ley de Víctimas en el Caribe colombiano

El trabajo de campo se sistematiza y apoya

en notas de campo, registros fotográficos
y audios de las actividades desarrolladas.
Asimismo la información se clasifica con
base en un sistema categorial previamente
diseñado y retroalimentado en y durante el
trabajo de campo.
La información recolectada se presenta en
este informe de investigación en tres apar-
tados, organizados de la siguiente manera:
• Capítulo primero: ‘Violencias arraiga-
das en los imaginarios. Afectaciones del
conflicto armado en el Caribe colombiano
a personas LGBTI’. En este apartado se
presenta una aproximación a los contextos
territoriales, desde una mirada sociopolí-
tica, y luego se enmarcan las afectaciones
que el conflicto armado y la violencia so-
ciopolítica ha generado en las personas
LGBTI de la Región.
• Capítulo segundo: ‘Prejuicios, invisi-
bilidad y desconocimiento. Ejercicio de la
función pública frente a personas LGBTI
en la aplicación de la Ley de Víctimas’. Se
realiza un análisis descriptivo de las per-
cepciones y discursos que tienen funcio-
narios y funcionarias frente a la diversidad
sexual e identidades de género y a partir
de ello cómo se representan a las personas
LGBTI víctimas de violencia sociopolítica.
• Capítulo tercero: ‘Voces que se niegan
a continuar silenciadas. Miradas a la aplica-
ción de la Ley 1448 de 2011, desde las per-
sonas LGBTI en el Caribe colombiano’.
En este capítulo se identifican y describen
las concepciones y experiencias narradas
por personas LGBTI víctimas en la Región
Caribe. Las dificultades, posibilidades, ten-
siones y prejuicios posibilitan dibujar una
cartografía desde las voces de los sujetos.
Para finalizar abordando los procesos de
resistencia de las personas LGBTI frente a
las violencias que los afectan.
Al final del informe se exponen algunas
reflexiones a manera de conclusiones y re-
comendaciones.

24
CAPÍTULO PRIMERO

Violencias
arraigadas
Afectaciones del conflicto armado en el
Caribe colombiano a personas LGBTI.

25
DES-ARMAR SEXUALIDADES
Personas LGBTI y aplicación de la Ley de Víctimas en el Caribe colombiano

26
CAPÍTULO PRIMERO
Violencias arraigadas. Afectaciones del conflicto armado en el Caribe colom-
biano a personas LGBTI.
El conflicto armado en Colombia se ha
acentuado fuertemente en el Caribe colom-
biano, donde los grupos armados ilegales
han generado graves afectaciones de dere-
chos humanos y perjudicado el desarrollo
económico y territorial en la región9.
Como parte de las acciones realizadas por
grupos armados ilegales10, personas LGBTI
fueron objeto de planes o estrategias de gue-
9 De acuerdo con investigaciones previas de Caribe
Afirmativo, “en el Caribe colombiano se han configu-
rado distintos escenarios dentro del marco del conflic-
to los cuales se caracterizan por la pobreza, la inequi-
dad social, la precarización de la vida, el abandono por
parte del Estado, la falta de garantías de derechos y las
acciones violentas de grupos armados” (2013, p. 42).
Sobre el tema de las afectaciones económicas por los
actos de guerra puede verse a Ramos (2013), que pro-
ducto de su trabajo investigativo consideró que “si re-
lacionamos los ataques de la guerrilla y paramilitares
con las muertes de civiles, se concluye que la probabi-
lidad de sucederse las muertes de civiles se incrementa
en 66% y 56% por cada ataque realizado. Entonces, a
manera de síntesis, este resultado afecta indirectamen-
te la función de producción territorial, en la medida
que elimina fuerza de trabajo que participa del merca-
do laboral y/o en actividades conexas (educación, sa-
lud, gobierno) con grandes potenciales de influir en el
futuro crecimiento económico de los departamentos
del Caribe colombiano” (p. 50). Este estudio resulta
relevante a la hora de entender el conflicto armado en
la Región Caribe, puesto que analizan como los ho-
micidios de civiles entre 1988 y 2009 han generado
dificultades para el desarrollo en la región, la cual his-
tóricamente se ha visto como una de las regiones más
pobres del país (Caribe Afirmativo, 2013, p. 32-33). En
lo referente a las personas LGBTI, no han sido aje-
nos a dichos perjuicios, pues durante el transcurso del
trabajo de campo se pudo observar que ante hechos
como homicidios y amenazas muchas personas tuvie-
ron que desplazarse, teniendo que dejar las actividades
económicas a las que dedicaban.
10 Nota de los autores: En este trabajo no se aborda
el tema de las afectaciones generadas en el conflicto
armado por las fuerzas del Estado (Fuerzas Militares
y Policía Nacional), sin embargo no se desconoce que
algunos de sus miembros han sido sujetos activos de
las violaciones de derechos humanos contra la pobla-
ción civil en el Caribe colombiano.
rra que intentaban imponer códigos y valores
de conducta patriarcal y heteronormativa, en
los cuales las orientaciones sexuales e iden-
tidades de género diversas no tenían cabida,
por lo cual mediante la violencia se intentó
regular sus cuerpos e identidades.
Sobre el accionar de guerra ejecutada contra
personas LGBTI, es importante resaltar que
en el Caribe colombiano se han realizado
algunos trabajos investigativos, por parte de
universidades y organizaciones sociales, los
cuales se convierten en un referente impor-
tante para este proceso.
1. La Universidad del Norte, a través de la
investigación de Viridiana Molinares, Car-
los Orozco y Sandra Bernal (2014; 2015),
ha reunido testimonios de personas LGBTI
víctimas del conflicto armado en el Caribe
colombiano, encontrando que los actos de
violencia sufridos han sido especialmente
invisibilizados, teniendo en cuenta:
La escasa judicialización de delitos sobre
violencia sexual denunciados y el hecho
de que durante las entrevistas realizadas
encontramos que algunos miembros de
la población LGTBI no se sienten víc-
timas de violencia en general ni de vio-
lencia sexual en particular; debido a que
la violencia histórica que sobre esta po-
blación se ha ejercido se ha arraigado en
sus imaginarios de tal forma que durante
mucho tiempo la han asimilado como
parte del trato normal que deben reci-
bir por su condición. Esta opacidad es
resultado de la falta de denuncia y poca
judicialización de hechos denunciados,
junto a las falacias estadísticas. (Molina-
res, Orozco y Bernal, 2015, p. 192)
2. El Centro Nacional de Memoria Histórica
(2009; 2011; 2013), ha planteado que dentro
27
DES-ARMAR SEXUALIDADES
Personas LGBTI y aplicación de la Ley de Víctimas en el Caribe colombiano
de la estrategia de guerra implementada por
grupos paramilitares en el Caribe colombia-
no se encontraba la violencia mediante ame-
nazas, homicidios y desplazamientos contra
las personas LGBTI, todo ello para hacerlos
seguir los códigos de conducta que conside-
raban rectos.
3. Caribe Afirmativo dentro del trabajo in-
vestigativo y de acción con las comunidades
ha encontrado que en la Región Caribe, dis-
tintos municipios de Bolívar y La Guajira –
entre ellos El Carmen de Bolívar, Maicao,
Uribia y Riohacha – han sufrido la violencia
del conflicto armado, donde las personas
LGBTI han sido afectadas por prácticas se-
gregacionistas:
Los Montes de María en Bolívar y los
municipios de la ribera del río Ranchería
en La Guajira; en cuyos contextos las per-
sonas LGBTI, experimentan prácticas de
exclusión, discriminación y estigmatiza-
ción; que van desde la invisibilidad de su
existencia, hasta a las acciones violentas
que han acabado con la vida de algunos,
desplazado a otros y amenazado a decenas
de personas de este sector poblacional;
marcado además por culturas indígenas,
afrodescendientes, raizales y palenqueras
que obligan a pensar la diversidad sexual
y las identidades de género en el marco de
la inter-seccionalidad y desde la comple-
jidad y riqueza de las prácticas que rela-
cionan género, etnicidad y raza, y a la vez
sugerir reflexiones a estas culturas y cos-
movisiones de cómo emerge el sujeto y su
sexualidad en esos entornos. (2013, p. 7)
En dichas experiencias investigativas, se
ha puesto en evidencia que la violencia del
conflicto armado ejercida contra las perso-
nas LGBTI se ha mantenido invisibilizada,
hasta el punto que algunas personas LGBTI
no la reconocen como violencia – lo asumen
como ‘normal’ – y dejan de acudir a las auto-
ridades a denunciar; además, durante el con-
flicto armado, las prácticas segregacionistas
mediante las acciones de guerra han servido
28
como estrategia para controlar lo distinto,
con el ánimo de homogeneizar los compor-
tamientos de los territorios en que actuaban
violentamente.
1.1. Víctimas en la periferia. Aproxi-
maciones a los contextos de violencia
hacia personas LGBTI en el Caribe co-
lombiano
A continuación abordaremos unas aproxima-
ciones al contexto del conflicto armado en
las ciudades y municipios objeto de esta in-
vestigación: Barranquilla, Cartagena, El Car-
men de Bolívar, Maicao, Riohacha y Uribia.
1.1.1. Barranquilla
La llegada de grupos armados ilegales al depar-
tamento del Atlántico se debió a su ubicación
geográfica, que lo convertía en un territorio
estratégico, al limitar con los departamentos
de Bolívar y Magdalena donde se habían asen-
tado grupos de las FARC, ELN y AUC. El
Atlántico y su capital Barranquilla brindaban
muchas facilidades para movilizarse.
Rodeado por el Río Magdalena y el Canal
del Dique, además de tener múltiples cié-
nagas y ríos en su territorio y salida al mar
Caribe, y al mismo tiempo, un importante
corredor hacia el departamento del Mag-
dalena, especialmente a la Sierra Nevada
de Santa Marta. (López, 2008, s.p.)
Por las características de la zona, Barranqui-
lla, según López, se convirtió en una zona
de tráfico para las guerrillas, quienes no se
asentaron pero la utilizaron para el tránsito,
y los paramilitares, que sí establecieron un
dominio territorial en Barranquilla, puesto
que se podían coordinar acciones para fre-
nar el paso de las FARC y el ELN, y era útil
para controlar los negocios ilegales y el nar-
cotráfico de la ciudad (López, 2008).
Estas actividades de los paramilitares de do-
minio territorial no solo estuvieron destina-
das a las actividades económicas, debido a
que el Frente José Pablo Díaz de las AUC,
señalando a otros falsamente de pertenecer
a los grupos de guerrilla, realizó distintos
ataques contra defensores de derechos hu-
manos, académicos, líderes sindicales, gana-
deros, políticos y miembros de colectivos
pertenecientes al sector LGBTI, caracteriza-
do por utilizar las amenazas, desplazamien-
tos y homicidios como mecanismos de gue-
rra (VerdadAbierta.com, 2011-09-11, s.p.).
Entre esas actividades, el Frente José Pablo
Díaz admitió que en el 2010, por orden de
alias El Loco Víctor, asesinó a tres travestis
en Barranquilla y lo justifica diciendo que ‘te-
nían azotado el pedazo (sic) dándole burun-
danga a las víctimas para atracarlas y hurtarles
sus pertenencias’ (Diario La Libertad, citado
por la Unidad para la Atención y Reparación
Integral de las Víctimas, 2014, p. 22).
Con respecto a las personas LGBTI dentro
del contexto de violencia en la ciudad de Ba-
rranquilla, los registros de la Unidad para la
Atención y Reparación Integral de las Víc-
timas contienen los casos declarados desde
antes de 1985 hasta el 1 de julio de 2015,
donde consta que 13 personas LGBTI han
declarado hechos victimizantes en Barran-
quilla, los cuales ocurrieron en otros lugares
del país, y luego han sido registradas como
víctimas por homicidios, desaparición forza-
da y desplazamiento, cuestión que visibilizan
algunas personas.
Me fui [del pueblo donde vivía, ubicado en Su-
cre] porque mi abuelo me echó, literalmente me
mandó a Barranquilla como pudo a mí y otros
familiares porque las FARC eran la ley y el
orden (...), mi abuelo luchó contra la violencia
todo lo que pudo, soportó extorsiones, amenazas
y las muertes, sin embargo un día no pudo más y
se suicidó (Entrevista a hombre gay, estudiante,
Barranquilla, 3 de julio de 2015).
En contraste con la cifra de personas que
han llegado a Barranquilla a declarar suce-
sos ocurridos en otros lugares, dos personas
LGBTI han declarado que los hechos vic-
timizantes ocurrieron en Barranquilla y han
sido registradas como víctimas, por delitos
como homicidio, amenaza y desplazamiento.
Este panorama muestra a Barranquilla como
un lugar al que llegan las personas LGBTI
víctimas del conflicto armado de otras zonas
del país (puesto que 13 de estos hechos ocu-
rridos en otros lugares se han registrado en
Barranquilla), pero donde los registros ofi-
ciales contienen pocos hechos victimizantes
contra la población ocurridos específica-
mente en la ciudad. No obstante, las cifras
que ha recogido la Unidad para la Atención
y Reparación Integral de las Víctimas se
pueden contrastar con los datos recopilados
por el Observatorio de Derechos Humanos
de Caribe Afirmativo, que ha registrado dos
casos de panfletos de amenazas por parte
de grupos armados ilegales que no constan
en los registros oficiales: el 7 de noviembre
de 2011 dirigido contra las personas trans y
el 17 de julio de 2014 contra los miembros
LGBTI de la Mesa de Víctimas.
En ambos panfletos se autodenominaban
como estructuras paramilitares. En el pri-
mero de ellos afirmaban que iban a realizar
‘limpieza social’, asociaban a las personas
LGBTI con el VIH y les daban plazo para
que abandonaran la ciudad o algunos secto-
res. En el más reciente, amenazaron directa-
mente a los líderes LGBTI que hacían parte
de la Mesa Departamental de Víctimas.
De acuerdo con algunos funcionarios públi-
cos de la ciudad, las personas LGBTI se han
ido visibilizando a través de procesos de em-
poderamiento, hasta el punto en que ha sido
constante en los últimos años la representa-
ción LGBTI en la Mesa de Víctimas, sin em-
bargo, consideran que muy pocas víctimas
están radicadas en la ciudad, debido a que
residen en municipios cercanos que tienen
una relación muy directa con Barranquilla.
Esto puede asociarse con que muchas de
las personas que atienden hacen parte del
área metropolitana de Barranquilla, que
29
DES-ARMAR SEXUALIDADES
Personas LGBTI y aplicación de la Ley de Víctimas en el Caribe colombiano
está conformada desde diciembre de 1981
por Barranquilla, Soledad, Puerto Colom-
bia, Malambo (Ordenanza 082 de 1981) y,
luego de 17 años, Galapa (incluida por de-
cisión popular). Además, la extensión del
departamento del Atlántico es poca, con
apenas 3.386 Kms.² (Gobernación del At-
lántico, 2014, párr. 12), y la distancia entre
Barranquilla y cualquier municipio se puede
recorrer en transporte terrestre en menos de
2 horas, lo que ha influenciado que muchas
personas LGBTI hagan vida social y laboral
en la ciudad.
A tenor de lo anterior, puede decirse que en
Barranquilla se acentuaron grupos armados
ilegales, especialmente paramilitares, y que
actualmente se siguen presentando accio-
nes contra las personas LGBTI por parte
de algunos de estos grupos. También, en la
ciudad se han ubicado personas que fueron
afectadas por el rigor de la violencia en otras
zonas del país, algunas de las cuales viven en
municipios cercanos pero desarrollan sus
actividades cotidianas en Barranquilla.
1.1.2. El Carmen de Bolívar
El Carmen de Bolívar está ubicado en la
zona de los Montes de María, que se carac-
teriza porque:
Tiene un distrito de riego, suelos fértiles,
vocación agroindustrial, ganadera, fores-
tal y artesanal, posee una cultura agroex-
portadora, está cruzada por la troncal
de occidente y articulada a la troncal del
Magdalena Medio. Actualmente se ha
venido desarrollando allí un importante
complejo agroindustrial de palma de acei-
te. (Caribe Afirmativo, 2013, p. 15)
La posición estratégica de El Carmen de
Bolívar en los Montes de María, un muni-
cipio mayoritariamente rural, era motivo de
interés para los grupos armados ilegales de-
bido a su posición estratégica en la Región
30
Caribe. Primeramente, las FARC actuaron a
través del Frente 37, quienes arremetieron
después de la apertura económica y desarro-
llo vial regional de los 90 contra los sectores
económicos que se concentraron en el área,
además de aprovecharse del Golfo de Mo-
rrosquillo, ubicado en Sucre, para el tráfico
de armas, y la conexión con el río Magdale-
na y la carretera Troncal de Occidente en el
transporte de recursos.
Adicionalmente, los narcotraficantes tam-
bién aprovecharon el contexto para el cul-
tivo y transporte de cocaína, situación que
también motivó a los paramilitares a través
del Frente Rito Antonio Ochoa, luego lla-
mado Frente Héroes de los Montes de Ma-
ría, que buscaban exterminar a la guerrilla y
apoderarse del terreno para el tráfico de ar-
mas y droga (Centro Nacional de Memoria
Histórica, 2009, p. 99-101).
Así las cosas, la ubicación geográfica de El
Carmen de Bolívar fue la razón para que
distintos grupos armados ilegales se radica-
ran en la zona, convirtiéndolo en uno de los
municipios más afectados por el conflicto
armado11; de acuerdo al Registro Único de
Víctimas, RUV, a fecha del 1 de julio de 2015
se han registrado 123.550 hechos victimi-
zantes en el municipio, de los cuales constan
121.918 personas12, cifra que no es menor
si se tiene en cuenta que de acuerdo a las
proyecciones realizadas por la Alcaldía Mu-
nicipal de El Carmen de Bolívar con apoyo
del DANE y el censo realizado en 2005, en
2015 hay 75.151 habitantes.
11 Entre los hechos violentos que más fuertemente
han afectado al país, por la excesiva crueldad de sus
perpetradores, fue la masacre de El Salado, donde los
paramilitares mataron a 60 personas, y dejaron una
huella de terror en el corregimiento y el municipio de
la que aún quedan rastros. Este caso emblemático fue
reseñado por el Centro Nacional de Memoria Histó-
rica (2009) en La masacre de El Salado. Esa guerra no
era nuestra.
12 En la página del RUV aclaran que esta cifra no re-
fleja el total de víctimas únicas debido a que una per-
sona puede haber reportado hechos en varios años, y
por cada vez que lo hacen suman un individuo más.
En estos momentos no hay un censo más pre-
ciso y actualizado, sin embargo, si tenemos en
cuenta que ha habido 123.550 hechos victimi-
zantes y es un municipio habitado aproxima-
damente por 75.151 personas, sobresale que
en El Carmen de Bolívar han ocurrido más
hechos victimizantes por causa del conflicto
armado, que número de habitantes.
Retomando la información del RUV, hay
otro dato muy importante dentro del análisis
de la investigación, consistente en que para
el mismo 1 de julio de 2015, la base de datos
solo registra 29 hechos victimizantes contra
personas LGBTI13, lo que corresponde solo
al 0,02347% del total. Estas cifras permiten
entrever que en los registros de la Unidad
para la Atención y Reparación Integral de
las Víctimas no hay una correlación entre la
cantidad total de hechos victimizantes ocu-
rridos en el municipio y los que han afec-
tado solo a las personas LGBTI, lo que en
un municipio tan fuertemente golpeado por
la violencia puede reflejar que las personas
LGBTI no han reportado sus casos o no se
han auto-reconocido durante el proceso de
toma de declaración.
1.1.3. Cartagena
La llegada de grupos armados ilegales como
las AUC a Cartagena inicia poco tiempo des-
pués de que en 1997 incursionara el Fren-
te Héroes de Montes de María a la zona,
quienes luego se organizaron como Bloque
Norte, entrando a Cartagena. Héroes de
Montes de María estaba compuesto 2 por
frentes: Canal del Dique y Central Bolívar.
Este primer frente fue comandado por Úber
Enrique Banquez, alias Juancho Dique, que
actuaba desde las costas de Cartagena hasta
El Carmen de Bolívar (López, 2010).
En Cartagena las acciones violentas no ocu-
rrieron con la misma intensidad que en los
demás municipios de Bolívar, donde hubo
13 25 por desplazamiento, 3 por amenazas y 1 por
desaparición forzada.
enfrentamientos entre fuerzas militares, para-
militares y guerrillas por el control territorial
de las zonas, afectando gravemente a la po-
blación civil que fue objetivo militar en mu-
chas ocasiones. Esta situación departamental
llevó a que muchas personas se desplazaran
desde las zonas rurales hacia las cabeceras
municipales y centros regionales importantes
como Cartagena, que ha recibido a muchas
personas desplazadas de Bolívar y departa-
mentos cercanos (López, 2010).
Lo anterior no implica que en Cartagena
no hubiese actos violentos ocasionados por
el conflicto armado, pues destacan hechos
como los ocurridos entre 2003 y 2004, cuan-
do alias Juancho Dique conformó un grupo
de 12 sicarios para cometer homicidios por
encargo y ‘limpieza social’ en la ciudad (Ver-
dadAbierta.com, 2009-04-16). También, en
distintos barrios de la ciudad se asentaron
grupos paramilitares que ofrecían ‘seguridad
a los habitantes’ y realizar ‘limpieza social
contra la delincuencia común’, quitándoles
sumas de dinero semanales a quienes vivían
en esos barrios, para efectuar dichas accio-
nes (Agencia de Prensa IPC, 2006-11-20).
Abordando las afectaciones de las personas
LGBTI, de acuerdo a los registros de la Uni-
dad para la Atención y Reparación Integral
de las Víctimas que están actualizados hasta
el 1 de julio de 2015, solo consta una declara-
ción de una persona LGBTI que fue víctima
del conflicto armado en Cartagena, por el
hecho victimizante de desplazamiento. Esta
cifra, al igual que en Barranquilla, contrasta
con el número de personas LGBTI que han
sido víctimas del conflicto armado en otros
lugares y que han ido a declarar a Cartagena,
dado que en el mismo registro constan 19
personas LGBTI y 25 hechos victimizantes.
Estas cifras permiten observar que Carta-
gena cuenta con pocos registros oficiales
sobre hechos victimizantes generados por
causa del conflicto armado contra personas
LGBTI, pero que ha sido receptora de quie-
nes han sido víctimas en otros territorios.
31
DES-ARMAR SEXUALIDADES
Personas LGBTI y aplicación de la Ley de Víctimas en el Caribe colombiano
1.1.4. Maicao
Maicao ha sido uno de los municipios más
afectados por la violencia en el Caribe co-
lombiano, y, como muchos, su posición geo-
gráfica lo convirtió en un punto estratégico
para la consecución de actividades delictivas
por parte de los grupos armados ilegales:
En La Guajira, los municipios del oriente
del departamento, en particular Maicao,
son importantes por sus límites con Ve-
nezuela, que los convierte en zona estra-
tégica para todos los actores armados, que
buscan obtener ventajas para captar recur-
sos por medio de la extorsión, los secues-
tros, el contrabando y el tráfico de armas y
estupefacientes. (López, 2009, p.3)
Algunas de las ventajas económicas devie-
nen del control de los puertos que hay en el
municipio, por lo que algunos grupos arma-
dos ilegales concentraron sus esfuerzos en
imponer su poder en ellos. Adicionalmen-
te, el límite territorial con Venezuela es una
ventaja durante los enfrentamientos con la
Fuerza Pública en Colombia, debido a que
permite el repliegue y huida rápida, en caso
de ser necesario, fuera de la jurisdicción de
las autoridades colombiana.
En Maicao han tenido presencia las FARC, a
través del Frente 59; las Autodefensas a tra-
vés del Bloque Norte; y, en los últimos años,
dos bandas criminales se han concentrado
en el área urbana del municipio: Los Urabe-
ños y Los Rastrojos (Fundación Ideas para
la Paz, 2013-07-08).
Todas las circunstancias mencionadas se han
visto reflejadas en la victimización que ha
habido. Para el año 2012, de acuerdo con la
Unidad para la Atención y Reparación Inte-
gral de las Víctimas, Maicao era el municipio
con mayor número de víctimas en todo el
departamento de La Guajira.
A pesar de lo anterior, las personas LGBTI
no se han visto reflejadas en los registros
32
que mantiene la Unidad para la Atención y
Reparación Integral de las Víctimas, debido
a que, a 1 de julio de 2015, ninguna persona
LGBTI ha declarado hechos victimizantes
en las entidades territoriales de Maicao y
solo han sido reportados, en otros lugares
del país, dos hechos victimizantes contra
personas LGBTI ocurridos en Maicao: 1
homicidio y 1 acto terrorista/atentado/
combate/hostigamiento.
Esto puede deberse a que en el municipio no
solo se mantiene el control de grupos arma-
dos ilegales, sino que las acciones victimizan-
tes selectivamente dirigidas contra población
LGBTI siguen ocurriendo, lo que los coloca
en riesgo y dificulta acudir a la denuncia.
1.1.5. Uribia
En la Guajira se encuentran numerosas po-
blaciones indígenas como las etnias wayúu,
wiwa, arahuaco y kogui, pero la primera sería
la más numerosa, no solo en el departamen-
to sino en el país (Fundación Paz & Recon-
ciliación, 2014, p. 5).
En este contexto, Uribia es reconocida
como la capital indígena de Colombia, cuya
población es de 152 mil habitantes, de los
cuales el 98% son indígenas (Caribe Afirma-
tivo, 2013, p. 97). Dicha población es mayo-
ritariamente perteneciente a la etnia wayúu y
aún mantiene rasgos de su lengua materna,
el wayúunaiki. En el municipio hubo fuerte
presencia de los paramilitares, quienes luego
de las desmovilizaciones de 2006 se mantu-
vieron con otros nombres:
En la Alta Guajira el jefe de los neo-
paras era Arnulfo Sánchez González,
alias Pablo, un mando medio del Blo-
que Norte, que había sido uno de los
perpetradores de la tremenda masacre
de Bahía Portete, en abril de 2004. Des-
pués de 2006, Pablo se siguió moviendo
a sus anchas, entre Maicao y Uribia, y
extorsionaba, exportaba droga (para el
cartel de la Guajira), importaba licores y
 armas, y su grupito armado aterrorizaba
a los paupérrimos y aislados pueblos de
la comunidad wayúu. (VerdadAbierta.
com, 2011-04-11)
Asimismo, bandas criminales como Los
Urabeños y Los Rastrojos tienen fuerte pre-
sencia en la zona rural de Uribia (Fundación
Ideas para la Paz, 2013-07-08).
Por otro lado, el Frente 59 de las FARC se ha
dedicado a ingresar gasolina de contrabando
por las áreas rurales, teniendo que disputar-
se el negocio con los paramilitares cuando
empezaron a tener presencia en el territorio
(Fundación Paz & Reconciliación, 2014).
En el Registro Único de Víctimas solo consta
1 persona LGBTI como víctima de desplaza-
miento por hechos ocurridos en Uribia, sin
embargo, esto también es reflejo de la cultu-
ra indígena donde los imaginarios sociales no
son muy abiertos a las orientaciones sexuales
e identidades de género diversas.
1.1.6. Riohacha
Riohacha es la capital de La Guajira, con un
desarrollo económico caracterizado por “la
ganadería: vacunos, porcinos, equinos, mu-
lares, asnales, caprinos y ovinos; la pesca,
especialmente de mariscos, tortugas y perlas
se realiza en forma artesanal. Es importante
la explotación forestal de añil, caoba, cedro,
dividivi, guayacán, mangle, roble, totumo”
(Alcaldía de Riohacha, s.f., párr. 5).
Al igual que muchos municipios de La Gua-
jira, tiene un alto interés para los grupos al
margen de la ley como sitio clave para el trá-
fico de drogas y productos de contrabando,
debido a que es el eje articulador de tránsito
desde y hacia Venezuela.
En el municipio ha habido presencia de las
guerrillas de las FARC y el ELN, especial-
mente esta última con los frentes Gustavo
Palmesano y Luciano Ariza, que se locali-
zaron principalmente en el área rural de la
capital (López, 2009). En el casco urbano,
se posicionaron grupos paramilitares que
buscaron establecer el control territorial
para tener el control del mercado ilegal de
las drogas y las extorsiones.
La presencia simultánea de la guerrilla y pa-
ramilitares, al igual que la búsqueda de los
mismos intereses, generó enfrentamientos
entre ambos grupos que terminaron afec-
tando directamente a sectores de la pobla-
ción civil, como es el caso de los indígenas
wiwa, quienes fueron señalados por grupos
paramilitares de colaborar o pertenecer a
la guerrilla, por lo que fueron víctimas de
homicidios que obligó a una parte de la co-
munidad a desplazarse a otros lugares (El
Espectador, 2010-02-05). Actualmente, tam-
bién hay presencia de las bandas criminales
de Los Urabeños y Los Rastrojos, que se de-
dican principalmente al micro-tráfico y dife-
rentes modalidades de extorsión (Fundación
Ideas para la Paz, 2013-07-08).
Con respecto a las personas LGBTI víctimas
del conflicto armado, Riohacha es un lugar
muy particular en la Región Caribe, debido a
que de acuerdo con la Unidad para la Aten-
ción y Reparación Integral de las Víctimas,
para el 1 de julio de 2015 se han registrado
13 hechos victimizantes ocurridos en el mu-
nicipio contra personas LGBTI, mientras
que 19 personas LGBTI han declarado en
Riohacha que fueron afectadas por el con-
flicto armado, sin que estas declaraciones
correspondan a hechos ocurridos en Rioha-
cha o La Guajira. Estas cifras reflejan que en
comparación con los demás municipios en
que se hizo trabajo de campo, en este territo-
rio es donde mayor visibilización ha habido
de la población LGBTI víctima del conflicto
armado, aunque continúan siendo cifras que
difícilmente pueden ser acordes con las vul-
neraciones reales teniendo en cuenta que en
Riohacha han ocurrido más de 30.000 he-
chos victimizantes.
33
DES-ARMAR SEXUALIDADES
Personas LGBTI y aplicación de la Ley de Víctimas en el Caribe colombiano

1.2. ‘Los paramilitares no querían de El trabajo realizado en los seis municipios,

maricas en el pueblo’. Afectaciones a
personas LGBTI por causa del con-
flicto armado
ofreció una visión a partir de las personas
LGBTI sobre las afectaciones percibidas por
causa del conflicto armado. Primeramente,
debemos tener en cuenta que los registros
que mantiene la Unidad para la Atención y

TABLA - 6. Municipio donde ocurrieron los hechos victimizantes contra las personas LGBTI.

Actos
Municipio/Hechos terroristas/Atenta Desaparición
Homicidios Amenazas Desplazamientos
Victimizantes dos/ Combates forzada
/Hostigamientos

Barranquilla 1 1 1 0 0

Cartagena 0 0 1 0 0
El Carmen de
0 3 25 0 1
Bolívar
Maicao 1 0 0 1 0

Riohacha 2 1 10 0 0

Uribia 0 0 1 0 0

Fuente: Unidad para la Atención y Reparación Integral de las Víctimas. Red Nacional de Información. Actualizado a julio
1 de 2015.

TABLA - 7 Municipio donde se declararon los hechos victimizantes contra las personas LGBTI

Actos terroristas/
Municipio/Hechos Atentados/ Desaparición
Homicidios Amenazas Desplazamientos
Victimizantes Combates/ forzada
Hostigamientos

Barranquilla 1 0 13 0 1

Cartagena 0 2 19 2 0
El Carmen de
0 2 18 0 0
Bolívar
Maicao 0 0 0 0 0

Riohacha 2 1 15 0 2

Uribia 0 0 0 0 0

Fuente: Unidad para la Atención y Reparación Integral de las Víctimas. Red Nacional de Información. Actualizado a julio
1 de 2015

34
Reparación Integral a las Víctimas contienen
dos datos importantes, como puede verse en
las tablas 6 y 7: el lugar en el que ocurrieron
los hechos victimizantes y el lugar en el que
se declararon esos hechos. 14
Las dos tablas anteriores permiten analizar
los siguiente asuntos: En los seis municipios
objeto del trabajo investigativo, los hechos
victimizantes más comunes contra las perso-
nas LGBTI son amenazas, homicidios y des-
plazamientos, que en muchos casos ocurren
en simultaneidad, es decir, la coincidencia en
un mismo tiempo y lugar de dos o más ac-
ciones, sucesos o hechos violentos.
Dentro de los hechos victimizantes descri-
tos, las amenazas son una de las principales
estrategias de guerra dirigidas contra las per-
sonas LGBTI (Caribe Afirmativo, 2015; Se-
rrano, 2013), utilizadas para infundir temor
entre la población, quienes tenían que huir
para proteger su vida; el espacio de amena-
zas era tan real que incluso, en algunos casos,
personas de la sociedad civil ajenas al con-
flicto se enteraban de los planes a ejecutar
contra las personas LGBTI y les avisaban
para prevenirlas. Una víctima del municipio
de El Carmen de Bolívar, contó acerca de
una de las amenazas que sufrió:15
Los paramilitares no querían de maricas en el
pueblo, en los panfletos nos trataban de ‘maricas,
malparidas, sidosas’ y nos daban plazos para
abandonar El Carmen porque de lo contrario
nos iban a matar. Una vez me quedé a pesar de
las amenazas y un hombre en moto se acercó a
14 Nota de los autores: La Unidad para la Atención
y Reparación Integral de las Víctimas define los aten-
tados terroristas como aquellos actos “que atenten en
forma indiscriminada contra la población civil causan-
do un daño en su integridad física”. Teniendo en cuen-
ta lo señalado por el decreto 3990 de 2007, eventos te-
rroristas corresponden a los provocados con bombas
u otros artefactos explosivos, los causados por ataques
terroristas a municipios, que generen a personas de la
población civil, la muerte o deterioro en su integridad
personal. (Unidad para la Atención y Reparación Inte-
gral de las Víctimas, 2014, p. 47)
15 También se reporta 1 hecho victimizante por ‘pér-
dida de bienes muebles o inmuebles’ y otro por ‘deli-
tos contra la libertad y la integridad sexual’.
las afueras de mi casa, donde yo estaba sentado,
por lo que salí corriendo a encerrarme, fue una
falsa alarma, pero así era la incertidumbre con
la que viví ese momento; más tarde un vecino me
dijo que había escuchado comentarios y que me-
jor me fuera. Tuve que huir a otro municipio en
dos ocasiones distintas, yo volvía y las amenazas
también, muchos otros se fueron para no volver
(Entrevista a hombre gay, Líder LGBTI, Car-
men de Bolívar, 21 de mayo de 2015).
En otras ocasiones, las amenazas iban
acompañadas del homicidio de una persona
LGTBI:
A un hombre gay lo mataron en Chalán, Sucre,
las FARC, antes habían pasado panfletos contra
‘los homosexuales y maricas’, no se supo si fue por
eso porque también estaba participando en política
y eso podía convertirte en blanco de los grupos ar-
mados, tampoco hubo conclusiones o investigaciones
fructíferas (Entrevista a hombre gay, estudiante,
Barranquilla, 3 de julio de 2015).
El relato permite entrever que el hombre
que mataron en acciones militares dirigidas
contra quienes hicieran visible su orienta-
ción sexual homosexual, era una persona
reconocida como gay ante la comunidad. La
misma persona relató que:
En Chalán no se podía ser LGBTI, no se po-
día expresar como tal. Las FARC amenaza-
ban a los miembros de la comunidad y habían
panfletos sobre ello, entonces el auto-reconoci-
miento, inclusive interno, era peligroso (…),
en Barranquilla el proceso es mucho más fácil,
sí hay discriminación en algunos casos pero no
en todos, y ser gay es más fácil16 (Entrevista
16 El 2 de junio de 2014, en Chalán, circuló un pan-
fleto amenazante contra 6 personas LGBTI que com-
partían vivienda y que llegaron allí desplazadas por la
violencia, y que nuevamente tuvieron que desplazarse
a Sincelejo (Caribe Afirmativo, 2015, pp. 26-27), por
lo que en el municipio aún persisten prácticas que ca-
racterizaban a las FARC y su accionar. En esa ocasión
el caso se acordó el apoyo de la Unidad de Víctimas,
Ministerio del Interior y la Gobernación de Sucre (El
35
DES-ARMAR SEXUALIDADES
Personas LGBTI y aplicación de la Ley de Víctimas en el Caribe colombiano
a hombre gay, estudiante, Barranquilla, 3 de
julio de 2015).
La narración visibiliza que la decisión de
atacar a las personas LGBTI tenía entre sus
objetivos limitarlas como seres humanos,
pues el auto-reconocimiento público de la
orientación sexual o identidad de género
diversa representaba un peligro para quien
optaba por hacerlo, e incluso el auto-reco-
nocimiento interno podía llegar a generar
un riesgo, en la medida en que pudiera dejar
visible en algún momento la elección sobre
la orientación sexual o identidad de género
de la persona.
En otros casos, también era importante el
papel que desempeñaba la persona LGBTI
dentro de la sociedad, como es el caso de
un hombre bisexual que vivía en un corregi-
miento de El Carmen de Bolívar y que llegó
a ocupar un cargo muy alto en la Asociación
Nacional de Usuarios Campesinos de Co-
lombia, ANUC. En ese momento, recibió
amenazas de muerte por parte de los para-
militares, argumentando que un homosexual
no podía trabajar en un puesto de alto rango
dentro de la ANUC:
A mí me amenazaron de muerte porque un
homosexual no podía ser de la ANUC en El
Carmen de Bolívar, apenas me enteré hui y colo-
qué la denuncia en otro lugar porque en el mu-
nicipio no era seguro hacerlo, eso fue allá por el
año 1996 (Hombre bisexual, líder de personas
de la tercera edad, El Carmen de Bolívar, 20 de
mayo de 2015).
Continuando con el análisis de la tablas 6 y
7, también podemos observar que las per-
sonas LGBTI que han sido víctimas en los
municipios de Maicao y Uribia, han decla-
rado los hechos victimizantes sufridos en
otros lugares distintos a sus municipios de
Heraldo, 2014-08-02), sin que se tenga un seguimiento
posterior del caso.
36
residencia. Dentro del trabajo investigativo
hay dos cosas que se pueden destacar de
este hecho: en primer lugar, durante estos
meses se han realizado cinco jornadas ex-
clusivas para la recepción de declaraciones
de hechos victimizantes que hayan afecta-
do a personas LGBTI en distintos munici-
pios del Caribe colombiano, donde Maicao
fue el único municipio donde la Personería
se negó a cumplir con su función de reci-
bir las declaraciones de las víctimas para la
posterior inclusión en el Registro Único de
Víctimas, a pesar de haber manifestado que
iba a asistir previamente a la jornada con las
personas LGBTI. En ese momento, el fun-
cionario encargado comentó que:
Solo voy a atender en la sede de la Personería
pues no entiendo por qué a esta población se le
debía atender diferente (Funcionario Público de
la Personería de Maicao, 28 de mayo de 2015,
Nota de campo).
En ese momento, había 13 personas reu-
nidas esperando la atención que iba a ser
brindada por la entidad pública, quienes fi-
nalmente no pudieron hacer sus declaracio-
nes ese día en este municipio. Esto permitió
observar una de las dificultades con las que
se tienen que enfrentar las personas LGBTI
en el municipio de Maicao para poder rea-
lizar sus declaraciones como víctimas, que
consiste en que desde la misma Personería
les niegan el servicio desde un enfoque dife-
renciado, como plantea la Ley de Víctimas.
En segundo lugar, Uribia fue el único de los
seis municipios en que se hizo trabajo de
campo donde los funcionarios públicos no
participaron, a pesar de una convocatoria in-
sistente y permanente, para hacer parte de
un grupo de discusión y de la activación de
la Mesa LGBTI municipal17.
17 Nota de los autores: En el momento en que se rea-
lizó el trabajo de campo, entre el 15 y el 19 de junio
de 2015, estaba reciente el secuestro del Secretario de
Gobierno, acontecido el 12 de mayo de 2015 (El He-
De otra parte, Barranquilla y Cartagena,
capitales del Atlántico y Bolívar respectiva-
mente, se han convertido en ciudades re-
ceptoras de personas LGBTI víctimas del
conflicto armado de otros municipios; adi-
cionalmente, hay un registro muy pequeño
de hechos victimizantes ocurridos en ambas
ciudades.
Por otro lado, se pudo observar que algunos
funcionarios públicos desconocen la rea-
lidad vivida por las personas LGBTI, y se
dejan influenciar en sus trabajos por visiones
personales:
Aquí no hay víctimas LGBTI del conflicto
armado y si te lo dicen es mentira, si lo dices
por el caso específico de Johan18 su mamá y su
familia han vivido toda la vida en Uribía y él
no es ningún desplazado, y dígale que yo lo dije
(Funcionario Público de la Alcaldía de Uribia,
16 de junio de 2015, Notas de Campo).
Esta percepción que tienen algunos funcio-
narios públicos y que visibilizan durante el
ejercicio19 de sus funciones, puede influir en
el hecho de que las personas LGBTI poco
acuden a realizar trámites por ser víctimas
del conflicto armado ante las entidades pú-
blicas.
Todos estos procesos discriminatorios in-
tensifican las vulneraciones de derechos de
las personas LGBTI. En otra investigación
previa sobre la violencia y discriminación
raldo, 2015-05-12; El Espectador, 2015-05-12; Blura-
dio, 2015-05-12), lo cual posiblemente pudo afectar el
ambiente de trabajo con los funcionarios públicos. Sin
embargo, durante la convocatoria para la realización
del grupo de discusión y activación de le Mesa LGBTI
en las diferentes entidades públicas, muchos funciona-
rios se comprometieron a acudir, aunque finalmente
ninguno acudió.
18 El nombre ha sido cambiado para proteger la iden-
tidad de la persona en mención.
19 Nota de los autores: En el caso en cuestión, el fun-
cionario excede sus funciones pues no es la persona
encargada de determinar quién es víctima del conflicto
armado.
contra las personas LGBTI en los Montes
de María y los municipios de la ribera del río
Ranchería en La Guajira, Caribe Afirmativo
(2013) identificó que las afectaciones por
causa del conflicto armado están invisibiliza-
das, lo que agudiza los niveles de exclusión,
tales como:
• El sufrimiento emocional a largo plazo
en lo personal, familiar y comunitario.
• Afectación en la identidad y libertad.
• Sufrimiento por alienación.
• Pérdidas materiales y efectivas.
• Enajenación y sentimiento de inferio-
ridad.
• Naturalización de la violencia.
• Imposibilidad de vivir la vida que se
quiere.
• Daño al proyecto de vida.
• Alteración en las dinámicas sociocultu-
rales.
• Rompimiento de los vínculos naturales
creados por las personas LGBT, y la rup-
tura como colectivo. (Caribe Afirmativo,
2013, p. 134)
Asimismo, dentro del contexto del conflic-
to armado, los registros oficiales no cuen-
tan con mucha información acerca de los
hechos victimizantes realizados contra las
personas LGBTI, lo que puede deberse a
que “la violencia histórica que se ha ejercido
sobre esta población se ha arraigado en sus
imaginarios de tal forma que durante mucho
tiempo la han asimilado como parte del trato
normal que deben recibir por su condición”
(Molinares, Orozco y Bernal, 2015, 170).
De acuerdo a los registros y testimonios de
las personas LGBTI, teniendo en cuenta la
Infografía 1, los hechos victimizantes que
más se visibilizan y que por lo general ocu-
rren de manera interdependiente, como en
los testimonios antes narrados, son:
37
DES-ARMAR SEXUALIDADES
Personas LGBTI y aplicación de la Ley de Víctimas en el Caribe colombiano

INFOGRAFÍA -1. Hechos victimizantes más comunes contra las personas LGBTI.

• Se realizan a través de panfletos.

• Están dirigidas de manera general contra y hacia las personas LGBTI, pocas veces contra
Amenazas nombres de personas determinadas.
• Las llaman ‘limpieza social’.
• Utilizan términos peyorativos para referirse a las personas LGBTI.

• Los sujetos víctimas son principalmente personas trans y hombres gais muy vísibles en el
municipio.
Homicidios • Muchas veces van precedidas de amenazas a las personas LGBTI.
• Se cometen principalmente en horas de la noche con armas de fuego u objetos
contundentes.

• Son motivados por amenazas colectivas y homicidios contra personas LGBTI.

Desplazamientos • Las personas abandonan sus bienes, pero pocas veces declaran este hecho al solicitar la
inscripción al Registro Único de Víctimas.

Fuente: Equipo de Investigación de Caribe Afirmativo

Algo que poco se visibiliza en los registros
oficiales que maneja la Unidad para la Aten-
ción y Reparación Integral de las Víctimas,
y que en muchos casos no tienen en cuenta
las personas LGBTI víctimas de desplaza-
mientos al momento de declarar, es que los
hechos que generaron el desplazamiento
forzado también implicaron la pérdida de
bienes muebles o inmuebles, por lo que les
ha tocado empezar de cero en el lugar al que
huyen, abandonando muchas de sus perte-
nencias. Pero estos asuntos, en la mayoría de
las situaciones presentadas, no se visibilizan,
puesto que las instituciones en la mayoría de
los casos concentran y priorizan la mirada
en un plano sustancialista, es decir, situarlos
solo como víctimas de desplazamiento.
Nos tocó desplazarnos (él y su familia) porque la
violencia estaba por todos lados, dejamos las cosas
y vinimos como desplazados para poder sobrevivir
(Hombre gay, asesor en campañas políticas, Ba-
rranquilla, 4 de junio de 2015, nota de campo).
Finalmente, analizando la violencia gene-
rada por el conflicto armado en los distin-
tos municipios, podemos encontrar que las
afectaciones de los derechos de las personas
LGBTI son muy similares, en la medida en
que son visibles las amenazas de muerte
por parte de los grupos armados ilegales20 y
muchos han tenido que desplazarse abando-
nando sus bienes ante los hechos violentos
En Barranquilla, Maicao y Riohacha, hay re-
portes, de acuerdo con el Registro Único de
Víctimas, de que se han cometido homici-
dios de personas LGBTI en el marco de la
violencia sociopolítica, de los cuales, tenien-
do en cuenta la información del trabajo de
campo, los presuntos responsables son gru-
pos paramilitares, que han actuado con el fin
de hacer prevalecer lo heteronormativo, a
través de la eliminación de las orientaciones
sexuales e identidades de género diversas21 .
20 Manifestación de la violencia que, de acuerdo con
José Serrano (2013), ha sido sistemática dentro de la
violencia sociopolítica que ha ocurrido en Colombia.

21 Nota de los autores: De acuerdo al Registro Único

de Víctimas, en El Carmen de Bolívar hay una víctima

38
A manera de conclusión de este apartado, se
pueden plantear los siguientes aspectos:
Muchas personas LGBTI han naturalizado
las violencias originadas en el conflicto ar-
mado, e inclusive las que se generan en espa-
cios cotidianos por parte de la sociedad civil
y entidades estatales. Esto ha conllevado a
que no se consideren a sí mismos víctimas,
debido a que los actos que los han afecta-
do y vulnerado sus derechos son asumidos
como un hecho normalizado, al cual ya se
encuentran acostumbrados y con el que ‘de-
ben’ convivir.
Por otro lado, quienes asumen que han sido
víctimas del conflicto armado, reconociendo
que han sido objetivo militar de los grupos
armados quienes sistemáticamente los han
amenazado, desplazado y matado, no ob-
servan los hechos victimizantes desde una
perspectiva de simultaneidad, es decir, no
se consideran víctimas de las consecuencias
que deben asumir por causa de la violencia.
Así las cosas, aunque durante los desplaza-
mientos debieron abandonar sus bienes,
este hecho no lo declaran como victimizante
sino que lo asumen como una consecuencia
de haber huido, lo cual hace que el Registro
Único de Víctimas no lleve un registro claro
de los hechos victimizantes que han afecta-
do a las personas LGBTI.

LGBTI de desaparición forzada. Aunque la informa-

ción acerca del caso es confidencial, en el registro se
puede observar que el hecho victimizante fue decla-
rado en un municipio distinto, por lo que quien hizo
la declaración tuvo que desplazarse a otro municipio
para poner en conocimiento a las autoridades.

39
DES-ARMAR SEXUALIDADES
Personas LGBTI y aplicación de la Ley de Víctimas en el Caribe colombiano

40
CAPÍTULO SEGUNDO

Prejuicios,
invisibilidad
y descono-
cimiento.
Ejercicio de la función pública frente a per-
sonas LGBTI en la aplicación de la Ley de
Víctimas.

41
DES-ARMAR SEXUALIDADES
Personas LGBTI y aplicación de la Ley de Víctimas en el Caribe colombiano
CAPÍTULO SEGUNDO
Prejuicios, invisibilidad y desconocimiento. Ejercicio de la función pública
frente a personas LGBTI en la aplicación de la Ley de Víctimas.
En este capítulo, teniendo en cuenta los con-
textos regionales y las afectaciones generadas
por causa del conflicto armado, se desarro-
llan las percepciones que tienen algunos fun-
cionarios públicos de Barranquilla, Cartage-
na, El Carmen de Bolívar, Maicao, Riohacha
y Uribia, participantes en esta investigación,
en cuanto a la implementación de la Ley de
Víctimas y el reconocimiento de derechos
de este sector poblacional. Adicionalmente,
se abordarán los planes de desarrollo de los
seis municipios para ver cómo se está, desde
la política local, trabajando con las personas
LGBTI.
Desde estas miradas se analizará cómo los
discursos se expresan y se reproducen en
acciones, permitiendo mostrar que dichos
discursos prevalecen y configuran una re-
presentación sobre la diversidad sexual, en
la medida en que este discurso constituye no
solo cómo se piensa sino también cómo se
actúa alrededor de ellos.
Para empezar este análisis, se debe partir de
la Ley 1148 de 2011 – que tiene entre sus
pilares la igualdad, el enfoque diferencial y el
reconocimiento de las orientaciones sexua-
les e identidades de género diversas –, la cual
creó la Unidad para la Atención y Repara-
ción Integral a las Víctimas y estableció dis-
tintas responsabilidades y funciones a varias
entidades públicas, lo que ha implicado un
trabajo conjunto y entrelazado entre distin-
tas entidades públicas para lograr atender a
todas las personas víctimas del conflicto ar-
mado en Colombia.
Asimismo, para acceder a los beneficios de
la Ley de Víctimas, existe una ruta que inicia
con la declaración de los hechos victimizan-
tes, la cual se puede resumir en la Gráfica
1 (véase las páginas 42-43), realizada por
Caribe Afirmativo, con el acompañamiento
42
de la Unidad para la Atención y Reparación
Integral a las Víctimas, el Programa de De-
rechos Humanos de USAID y la Defensoría
del Pueblo.
En dicha ruta, se visibilizan los agentes a los
que principalmente se accedió para conocer
la postura que tenían y manifestaban los
funcionarios frente a las personas LGBTI,
acudiendo a las defensorías del pueblo, al-
caldías, personerías, procuradurías y unida-
des de víctimas. Para comprender el trabajo
de estos funcionarios frente a las personas
LGBTI, se abordan los conceptos que ma-
nejan de orientación sexual e identidad de
género, qué conocen sobre el enfoque di-
ferencial, la participación de las personas
LGBTI y estrategias de trabajo con las per-
sonas LGBTI; todo esto atendiendo a los
principios señalados en la Ley 1448 de 2011:
dignidad y respeto, buena fe e igualdad, jus-
ticia transicional, enfoque diferencial, par-
ticipación y respeto mutuo, derechos a la
verdad justicia y a la reparación integral, y
derechos de las víctimas.
2.1. Orientaciones sexuales, identida-
des de género y enfoque diferencial
Primeramente, es importante analizar cómo
son percibidas las orientaciones sexuales
e identidades de género diversas, debido a
que parte del trabajo con población LGBTI
consiste en reconocer que son un sector
conformado por los grupos poblacionales
de lesbianas, gais, bisexuales, trans e in-
tersex, y en el cual todos son diferentes y
presentan asimetrías y formas de opresión
particulares. Por ello, sus interpretaciones
y visiones sobre estos conceptos se consti-
tuyen en una forma de entender el trabajo
que se realizará para esta población en los
distintos municipios.
En el trabajo de campo desarrollado con los
funcionarios públicos, acerca del concepto y
diferencias de diversidad sexual e identidades
de género, se pueden formar tres grupos de
categorías, de acuerdo con las aproximacio-
nes conceptuales que manejan: Un primer
grupo de funcionarios y funcionarias, tiene
una mirada más cercana a las conceptuali-
zaciones académicas y normativas acerca
de cómo se define la orientación sexual e
identidad de género; otro grupo, desconoce
y devela desinterés por el tema; y un tercer
grupo, que aborda las orientaciones sexuales
y las identidades de género desde el prejuicio.
Dentro del primer grupo se pueden obser-
var respuestas como
Identidad sexual es todo aquello con lo cual el
ser humano se identifica, ejemplo, el hombre
puede ser heterosexual, puede ser gay, como pue-
de ser bisexual, puede sentir la afinidad tanto
por personas de su mismo sexo como las perso-
nas posteriores [las personas del otro sexo]; y la
identidad de género considero es con lo cual tú
te identificas independientemente de tu identidad
sexual (Entrevista a funcionario público de la
Personería Municipal, El Carmen de Bolívar,
mayo 19 de 2015).
Esta definición permite entrever una mirada
muy cercana al entendimiento de la orienta-
ción sexual como ‘la atracción erótico-afec-
tiva hacia otra persona’ y la identidad sexual
o de género que ‘es la definición sexual que
adopta la persona’ (Caribe Afirmativo, 2013,
p. 27). Otra funcionaria también tiene una
aproximación teórica muy parecida:
Que todos los funcionarios conozcan los concep-
tos es una dificultad, algunos funcionarios tienen
mayor sensibilidad y se dejan formar, pero hay
otros que no, por ejemplo, ahorita veíamos una
chica que se lanzó [como representante de mesa
de víctimas] y quedó, ante lo que un funciona-
rio contestó que no se cumplía con la cuota de
mujeres puesto que ella no era mujer y se formó
una confusión, pero ella era mujer, esa era su
identidad (…) en el tema estamos muy queda-
dos acá (Entrevista a funcionario público de la
Defensoría del Pueblo, Barranquilla, junio 17
de 2015).
En consecuencia, producto de las entrevis-
tas y el trabajo de campo estas fueron las dos
visiones más acordes con los lineamientos
actuales y que adoptaban una aproximación
teórica y jurídica, cercana a los conceptos de
identidad de género y orientación sexual.
El segundo grupo estaba conformado por
los funcionarios que reconocían inmediata-
mente que no manejaban el tema:
Respecto a la población LGBT como funcio-
naria sé poco, soy nueva en el cargo, dos meses
exactamente y en este tiempo no he atendido esta
población (…) los problemas que más afrentan
los LGBT en el municipio es la discriminación,
no conozco aquí en el pueblo quién es quién, sólo
conozco a los gais, que andan con las lesbianas,
de hecho no tengo conocimiento acá quienes son
trans, desconozco eso, esa parte si no sé (En-
trevista a funcionario de la Alcaldía, Maicao,
mayo 25 de 2015).
No tenemos bien claro el tema (Entrevista en
Secretaría de Gobierno de Alcaldía, El Car-
men de Bolívar, mayo 20 de 2015).
Adicionalmente, hay un tercer grupo, que
son los funcionarios que abordan las orien-
taciones sexuales y las identidades de género
desde el prejuicio, como el caso de algunos
funcionarios que no entienden el porqué de
la importancia que tiene el tema LGBTI, o
los que respondieron que:
No tengo idea de eso (Entrevista a funcionario
de la Alcaldía, El Carmen de Bolívar, mayo
19 de 2015).
En la respuesta, abordan las orientaciones
sexuales y las identidades sexuales como un
‘eso’, como si fuera algo ajeno y a lo cual
43
DES-ARMAR SEXUALIDADES
Personas LGBTI y aplicación de la Ley de Víctimas en el Caribe colombiano

GRÁFICO -1.

RUTAS DE
ATENCIÓN A
VÍCTIMAS
NO INCLUÍDO
LGBTI Frente a la desición procede
Recurso de Reposición
ASISTENCIA & ATENCIÓN

Al hacer la Recurso de Apelación

declaración, es
necesario que te
autoreconozcas INCLUÍDO
VALORACIÓN DE LA SOLICITUD:
como parte de la UARIV Tiene derecho a medidas
población LGBTI Unidad de Víctimas de reparación integral
para poder activar
esta ruta
HECHO
VICTIMIZANTE

DECLARACIÓN
DEL HECHO INCLUSIÓN
VICTIMIZANTE
COMO VÍCTIMA LGBTI
EN EL REGISTRO
(Individual o cclectiva; Gratuita) ÚNICO DE
VÍCTIMAS

¿DÓNDE REALIZARLA?
Ministerio Público:
- Defensoría del Pueblo,
- Procuraduría Municipal,
- Personería Municipal
Plazos:
CONFIDENCIAL
INFORMACIÓN

4 años a partir de
la Ley de Víctimas

ATENCIÓN RESPETUOSA 2 años por hechos ocurridos

El servidor público no puede asumir luego de la Ley de Víctimas
tu orientación sexual o
identidad de género

44
 - Educación - Alimentación - Reunificación
- Generación de - Identificación Familiar
Ingresos - Salud

- Restitución
- Indemnización PAARI
(Reparación Administrativa) Plan de Asistencia
- Rehabilitación y Atención para la
- Satisfacción Reparación Integral
- Garantías de No Reparación
de las Víctimas

MESAS DE
PARTICIPACIÓN LGBTI
INSCRIPCIÓN ANTE INSCRIPCIÓN COMO
- Personerías - Organización de Víctimas (OV)
- Defensorías - Organización Defensora de
Municipales Víctimas (ODV)

Fuente: Equipo de Investigación de Caribe Afirmativo.

45
DES-ARMAR SEXUALIDADES
Personas LGBTI y aplicación de la Ley de Víctimas en el Caribe colombiano

debiera prestarse poco interés. En sintonía, se presenta la Tabla 8, donde se visibilizan

con esta percepción, emerge una invisibili-
dad del ‘otro’, un desconocimiento que re-
fleja desinterés y desde el cual se establece
una acción de omisión y de negación de los
derechos.
A partir de cómo actúan algunos funciona-
rios públicos frente a las personas LGBTI,
las representaciones que tienen acerca de la
diversidad sexual y las identidades género
diversas, partiendo desde dónde las definen,
cómo las piensan y cómo actúan desde lo
que piensan.
Con base en este ejercicio que permite de-
velar las formas no consensuadas desde los

TABLA - 8. Representaciones acerca de la diversidad sexual e identidades de género las personas LGBTI

Se define Se piensa Se actúa

En un enfoque diferenciado y en
Desde un reconocimiento jurídico y
Como un sujeto de derechos sintonía con los lineamientos de la
académico
ley

Desde el desconocimiento y No se reconocen como víctimas por Se homogeneizan a las personas

desinterés sus identidades y orientaciones LGBTI como cualquier otra víctima

Se niegan y desconocen sus

Como inmorales, se les tacha su
Desde el prejuicio derechos como víctimas, las
conducta
atienden solo si toca

funcionarios públicos, para garantizar los elementos integrales de las expresiones de

derechos de las personas LGBTI víctimas
de la violencia sociopolítica y el conflicto
armado, donde más allá de los mandatos
constitucionales y avances en materia ju-
rídica y académica, se aprecia que priman
intereses individuales; se hace necesario y
urgente incluir un enfoque diferencial para
las orientaciones sexuales y las identidades
de género diversas en la implementación de
la Ley 1448 de 2011, que si bien no ha sido
reglamentado de manera específica, sí es de
aplicación obligatoria en todas las instancias
del proceso de atención y reparación inte-
gral, sobre el cual otras normas jurídicas, la
experiencia nacional e internacional y los
trabajos académicos, brindan una luz en
cuanto a su aplicación.
Así las cosas, dentro del contexto del con-
flicto armado interno, la violencia sociopolí-
tica sistemática de la que han sido objeto las
personas LGBTI se constituye en uno de los
guerra en Colombia (Serrano, 2013, p. 88),
motivadas muchas de estas violencias por
su ser (Caribe Afirmativo, s.f., p. 2). Es por
ello que la aplicación del enfoque diferencial
debe tener en cuenta el reconocimiento de la
diversidad LGBTI y sus afectaciones espe-
ciales, otorgando una atención diferenciada
que responda ante las necesidades singulares
de un grupo históricamente discriminado y
no quedarse únicamente en una variable más
de una lista (Bacchi y Eveline, 2009, citados
por Serrano, 2013, p. 91).
En consecuencia, el enfoque diferencial debe
reconocer las realidades diferenciadas por el
complejo entramado de intereses que tienen
las personas lesbianas, gais, bisexuales, trans e
intersexuales. En el trabajo de campo encon-
tramos que, con respecto a la aplicación del
enfoque diferencial por parte de los funciona-
rios públicos de los municipios en los que se
trabajó, se pueden formar tres grupos: aque-

46
llos que tienen en cuenta los conceptos para
aplicarlos – porque los han estudiado por su
cuenta o han asistido a capacitaciones –; otros
que consideran que lo diferencial se refiere a
tratar a todos por igual; y los que no saben ni
les interesa el tema.
Dentro del primer grupo que aplica el enfo-
que diferencial teniendo en cuenta las reali-
dades diferenciadas, encontramos:
Yo le habló a todas las personas sobre el enfo-
que diferencial y quiénes tienen derecho a ello,
para que durante la declaración ellos se auto-
reconozcan y así puedan recibir la atención dife-
rencial (Entrevista a funcionario público de la
Defensoría del Pueblo, Barranquilla, junio 17
de 2015).
Las personas LGBT que son atendidas con
todo respeto y se le reconoce su identidad de gé-
nero, así lo dice la Ley 1448, yo como funcio-
naria pública tengo claro cómo atenderles, cómo
brindarles la asesoría y también busco que ellos
conozcan sus derechos para que los peleen y se
los reconozcan, también me interesa que par-
ticipen en las mesas municipales de víctimas
porque el protocolo de participación brinda la
plena participación (Entrevista a funcionario de
la Alcaldía, Maicao, mayo 25 de 2015).
Sin embargo, es preciso anotar también el
contraste que se observó en la Personería
de Maicao, primer lugar al que deben acu-
dir en el municipio para hacer la declaración
como víctimas para luego ser incluidos en
el Registro Único de Víctimas, pues en el
municipio no hay Defensoría del Pueblo, ni
Procuraduría General de la Nación, y donde,
como ya se dijo, se negaron a participar de
una jornada de toma de declaraciones espe-
cial para las personas LGBTI, puesto que no
encontraron fundamento para dar un trato
diferencial a este grupo poblacional.
Otro grupo estaba conformado por quie-
nes entendían el enfoque diferencial para las
personas LGBTI como equivalente a trata-
miento igualitario con respecto a las demás
personas, lo que también influía a la hora de
expresar que a la población LGBTI se le re-
conocía el derecho a la confidencialidad22 y
la buena fe, los cuales se aplican a todas las
personas. Este hecho, a pesar de ser una vi-
sión reducida del enfoque diferencial, pues
este implica más cuestiones vinculadas al
plano subjetivo de las víctimas, muestra un
reconocimiento del derecho a la igualdad
para las personas LGBTI y la prohibición de
ser discriminados:
Ellos, teniendo en cuenta el enfoque diferencial,
tienen prioridad, la cual se aplica cuando no
se les hace discriminación y se les atiende igual
que a todas las personas. Se tienen en cuenta
también la solicitud de ayuda humanitaria y
el estado de vulnerabilidad de estas personas
(Entrevista a funcionario de la Alcaldía, El
Carmen de Bolívar, mayo 19 de 2015).
En el último grupo, están unos pocos fun-
cionarios que afirmaron que no se venía
aplicando ningún criterio diferencial, y algu-
nos otros manifestaron comentarios en que
parecían no estar de acuerdo con la atención
que se les brinda a las personas LGBTI:
22 En lugares como El Carmen de Bolívar, la ofici-
na de la sede es muy reducida, con una sola oficina
privada que es la del Personero y el resto es abierto al
público; quienes toman las declaraciones lo hacen des-
de cubículos abiertos, cuya separación no impide que
se escuche u observe a los declarantes y funcionarios
que recepcionan la información. El día de la jornada
de declaración del 5 de junio en El Carmen de Bolívar
se observó que, a pesar de tener las intenciones, garan-
tizar una mayor privacidad para las personas LGBTI,
resulta demasiado difícil por la infraestructura.
De igual forma, en otros lugares como Maicao y Uri-
bia, al igual que en El Carmen de Bolívar, las sedes de
las personerías quedan muy cerca de la plaza principal,
lo cual conlleva a que al acercarse a solicitar un servi-
cio ante dichas entidades, sean visibilizados por mu-
chos miembros de la comunidad, quienes en muchos
casos se burlan y los insultan en ese tipo de espacios
públicos.
47
DES-ARMAR SEXUALIDADES
Personas LGBTI y aplicación de la Ley de Víctimas en el Caribe colombiano

¿Por qué el tema está teniendo tanto prota-
gonismo? ahora hay tanta marica suelta, qué
cantidad de mariquerío, yo estoy pensando en el
marido de mi hija y hasta en el tuyo (Entrevista
a funcionario público de la Personería, Cartage-
na, mayo 20 de 2015).
Teniendo en cuenta lo manifestado por la
mayoría de funcionarios, podemos interpre-
tar que el desconocimiento de conceptos
operativos para saber qué son las orientacio-
nes sexuales y las identidades de género se
ve reflejado a la hora de aplicar el enfoque
diferencial señalado por ley, debido a que
muchos han coincidido en pensar que el en-
foque diferencial consiste en brindar trato
igualitario.
En el siguiente gráfico se resume cómo a
partir del reconocimiento de la realidad dife-
renciada que han vivido las personas LGBTI
por causa del conflicto armado, algunos fun-
cionarios públicos aplican la Ley de Víctimas
de una manera, otros actúan desde el desco-
nocimiento de la temática y, finalmente, es-
tán quienes ejercen su función pública desde
el prejuicio que genera discriminación:

GRÁFICO -2. Posición asumida por los funcionarios públicos sobre las orientaciones sexuales e identidades de
género en el enfoque diferencial.

El enfoque diferencial es
Las víctimas LGBTI
un mecanismo para
históricamente han sido
RECONOCIMIENTO garantizar una protección
discriminadas y tienen
real de los derechos de las
realidades diferenciadas.
personas LGBTI

A las víctimas LGBTI solo Aplicación del enfoque

DESCONOCIMIENTO se les ofrece trato diferencial como derecho a
DE LA TEMÁTICA igualitario. la igualdad.

Negación de la atención de
No hay víctimas LGBTI o
PREJUICIO acuerdo a la Ley de
no deben ser atendidas.
Víctimas.

Fuente: Equipo de Investigación de Caribe Afirmativo.

Otra visión sobre la atención que se le brin-
da personas LGBTI víctimas del conflicto
armado tiene que ver con lo que podría ver-
se como re-victimización de las víctimas en
la que según la percepción de algunos fun-
cionarios, no se actúa por miedo; un ejem-
plo de ello se refleja en los planteamientos
realizados por un funcionario de Uribia, que
afirmó:
Yo soy amigo de todos ellos y respeto sus dere-
chos, pero yo que recibo todas las denuncias, has-
ta el momento no he recibido ninguna denuncia
de las personas LGBTI aquí en el municipio,
yo creo que la gente no denuncia por miedo, mija,
estamos en un pueblo, los agresores se pueden
enterar que los denunciaron y es peor la vaina
(Funcionario público de la Personería, Uribia,
junio 17 de 2015, nota de campo).

48
La situación descrita por el funcionario pú-
blico se encuentra enmarcada dentro de una
violencia dirigida solo contra las personas
LGBTI, porque en ningún momento se re-
fiere al temor de cualquier persona de acu-
dir a declarar los hechos victimizantes que
lo afectaron, sino únicamente el miedo que
tienen las personas LGBTI para poner en
conocimiento de las autoridades los actos de
violencia de los cuales fueron víctimas.
Este hecho resulta vulnerador de los dere-
chos de las víctimas LGBTI, puesto que no
solo son afectadas por la violencia del con-
flicto armado, sino que el acceso a la repara-
ción ofrecida por la ley es influenciado por
el temor de recibir represalias en su contra.
La narración coincide con los testimonios
que han dado personas LGBTI, que más
adelante se analizan, donde consideran que
poner a las autoridades en conocimiento
de los hechos constituye un peligro para su
vida, por lo que los espacios de atención se
constituyen a su vez en sitios de riesgo.
2.2. Participación de personas LGBTI
y estrategias de trabajo con el grupo
poblacional
Las Mesas de Víctimas23 se han convertido
en el espacio ideal para la interacción entre
las personas víctimas del conflicto y el Es-
tado, puesto que en ellas confluyen las ex-
periencias, necesidades y retos que deben
asumir dentro del proceso de reparación y
atención integral para quienes han sido afec-
tados por los rigores del conflicto armado.
Este trabajo es reconocido por la mayoría
de funcionarios públicos, que conocen la
23 Son el espacio en el que se garantizan el derecho
de participación de las víctimas, donde ponen en co-
nocimiento público las propuestas que tienen pare la
implementación y seguimiento de la Ley de Víctimas,
y también poder incidir en la definición de las políticas
públicas para que los tengan en cuenta y les otorguen
beneficios. Estas Mesas de Víctimas operan a nivel
municipal, departamental y nacional.
existencia de este espacio y la representación
que debe haber por parte de una persona
LGBTI, pues este grupo poblacional tiene
que formar parte de las mesas de acuerdo
con las normas colombianas.
En los territorios en que se adelantó trabajo
de campo se pudo observar que en Barran-
quilla, Cartagena, El Carmen de Bolívar y
Riohacha habían representantes LGBTI en
las Mesas de Víctimas municipales; mientras
que en Maicao y Uribia no contaban con
representación LGBTI en las mesas muni-
cipales. Hay que resaltar que se realizan po-
cas – o ninguna – convocatorias o iniciativas
municipales con el objetivo de incentivar
que las personas LGBTI acudan a informar-
se acerca de sus derechos o se unan a las Me-
sas de Víctimas municipales, pues general-
mente solo existen convocatorias dirigidas a
la población en general.
Por otro lado, algunas entidades manejan
estrategias para trabajar o aprender a traba-
jar con los grupos poblacionales que tienen
derecho al enfoque diferencial, entre ellos
las personas LGBTI. Dentro de las estra-
tegias internas de cada entidad, se observa
que en Barranquilla, Riohacha y El Carmen
de Bolívar, se han realizado capacitaciones
para que los funcionarios públicos trabajen
con personas LGBTI, en el marco de la Ley
de Víctimas y el desempeño cotidiano de sus
demás funciones. Dichas capacitaciones tie-
nen sus ventajas, pues como han reconocido
algunos funcionarios:
Hoy salgo conociendo muchas cosas que tengo
que aplicar en mi trabajo y no es sino hasta
ahora que me entero que son así (Funcionario
de la Alcaldía, Riohacha, mayo 15 de 2015,
Nota de campo).
En el caso anteriormente relatado, la estrate-
gia que se implementó fue una capacitación
dictada por Caribe Afirmativo a funcionarios
públicos, en la que se abordó el tema de la
normatividad que protege y reivindica los de-
49
DES-ARMAR SEXUALIDADES
Personas LGBTI y aplicación de la Ley de Víctimas en el Caribe colombiano

rechos de las personas LGBTI y cómo brin- cos para conocer cómo abordar las com-
dar un trato respetuoso a la hora de atender- plejidades de las personas LGBTI durante
los. Dicha actividad, como muchas otras, no el ejercicio de sus funciones son positivas.
fue financiada por el Estado, sino por organi- Sin embargo, se puede observar que no son
zaciones no gubernamentales interesadas en procesos constantes sino ejercicios de uno
la salvaguarda de los derechos humanos. o dos días, de los cuales, en muchos casos,
no participan todas las entidades públicas
De igual manera, en la Procuraduría de El
que deben conocer el enfoque diferencial.
Carmen de Bolívar también manifestaron
Además, en ocasiones las jornadas tienen
haber participado de jornadas similares en
que partir de la sociedad civil u organismos
las cuales eran capacitados, sin que el Estado
no gubernamentales o están pensadas e in-
asumiera la financiación de las capacitacio-
tencionadas desde una mirada central que
nes sino que estaba a cargo de particulares.
desconoce en muchas ocasiones las particu-
Continuando con el tema de las capacitacio- laridades y especificidades de demandas en
nes como estrategia interna de trabajo con las regiones.
personas LGBTI, la Defensoría del Pueblo
Es necesario resaltar además que los ejerci-
también ha participado de las capacitaciones,
cios de formación a funcionarios públicos
bajo otra modalidad en la cual un funciona-
no hacen parte de un plan articulado en el
rio público observa cuáles son las necesida-
cual participen todos los funcionarios de los
des formativas que existen en el grupo y las
distintos municipios del país, sino que está
informa a la sede nacional ubicada en Bo-
dirigido a algunos, lo que implica además
gotá; luego, dicho funcionario asiste a una
que en ciertos lugares les brindan menos he-
capacitación, de la cual hace posteriormente
rramientas a los funcionarios públicos para
una retroalimentación a su grupo de trabajo.
que realicen su trabajo.
De igual manera, la Unidad para la Aten-
Como ya se dijo, es positivo que se reali-
ción y Reparación Integral de las Víctimas
cen estos encuentros de aprendizaje para
tiene la misma estrategia para capacitar a sus
los funcionarios, debido a que ellos mismos
funcionarios, añadiendo a la estrategia que,
consideran que la educación es clave, no
en aras de mejorar el trabajo entre grupos
solo para ellos que prestan un servicio pú-
interdisciplinares, algunos talleres, como los
blico, sino para la sociedad en general, con
que abordan el tema del enfoque diferencial,
el objetivo de generar espacios de no discri-
se realizan con todos los miembros del equi-
minación. Sin embargo, en algunos casos, las
po; adicionalmente, tienen la facilidad de ob-
observaciones acerca de la importancia de la
servar las capacitaciones que se realizan en
educación y la formación van acompañadas
otras ciudades a través de videoconferencias.
de otros comentarios que reflejan parte del
Con lo anterior, se observa que las capa- discurso que se mantiene contra las perso-
citaciones pueden surgir a partir de las di- nas LGBTI.
ficultades y debilidades que observan los
funcionarios públicos en el ejercicio de sus
funciones y que uno de los temas que tiene Es fundamental en la sociedad la educación en
más importancia es el enfoque diferencial, el el respeto, ellos no quieren ser así (Entrevista a
cual está ligado con la atención a personas funcionario público de la Unidad de Víctimas,
Barranquilla, junio 18 de 2015).
LGBTI, teniendo en cuenta que es un tipo
de taller al cual asisten a formarse todos los
funcionarios públicos que trabajan el tema. Dicha respuesta se asemeja mucho a la que
Dichas jornadas de capacitación que buscan dio un funcionario de El Carmen de Bolívar,
dar herramientas a los funcionarios públi- que afirmó:

50
 El Carmen de Bolívar es una sociedad muy cos- seis municipios, con el fin de analizar si ha
tumbrista y conservadora [también hablan de sido abordado el enfoque diferencial de la
la influencia del machismo y creencias arcaicas], Ley de Víctimas o han facilitado espacios
aunque se busque la forma de tolerancia y acep- de reparación e inclusión para la población
tación siempre resulta un poco difícil aceptar, di- LGBTI:
gámoslo en un término castizo, ver a un hombre
con otro hombre besándose, sabiendo que por
naturaleza la relación debería ser heterosexual,
pero igual cada persona es libre de escoger cuál es
su verdadero camino (Entrevista a funcionario
público de la Personería, El Carmen de Bolívar,
mayo 19 de 2015).

Afirmar que ‘ellos no quieren ser así’ o que

‘por naturaleza la relación debería ser hete-
rosexual’, son imaginarios que muestran una
visión heteronormativa de la sociedad, don-
de ser LGBTI es ser contra natura, debido a
que se sigue considerando que son orienta-
ciones sexuales e identidades de género no
deseadas, reflejando así un discurso permea-
do por el prejuicio frente a lo LGBTI.
Finalmente, acerca de la estrategia de trabajo
consistente en la formación de los funciona-
rios que trabajan en la aplicación de la Ley
de Víctimas, se puede destacar que es un
mecanismo necesario para el entendimien-
to de todo lo que congloba las orientaciones
sexuales y las identidades de género diversas,
sin embargo, no pueden ser ejercicios aisla-
dos o procesos que nazcan exclusivamente
de la población civil, sino que tienen que ser
una política de Estado dentro de todos los
municipios del territorio nacional. Además,
estas capacitaciones deben contribuir a que
el funcionario público se desprenda de los
prejuicios o discursos heteronormativos que
pueden afectar el buen ejercicio de sus fun-
ciones y vulnerar los derechos de las perso-
nas LGBTI.

2.3. Los planes de desarrollo en las

estrategias de trabajo con personas
LGBTI
Continuando con otras estrategias de trabajo
con personas LGBTI, es importante abor-
dar los planes de desarrollo que tienen los

51
DES-ARMAR SEXUALIDADES
Personas LGBTI y aplicación de la Ley de Víctimas en el Caribe colombiano

TABLA - 9. Planes de Desarrollo

Nombre del Plan de

Ciudad/Municipio Forma de inclusión de personas LGBTI
Desarrollo vigente

En el eje ‘Barranquilla florece para todos’ – con la estrategia de

Barranquilla incluyente – y el eje de ‘Barranquilla competitiva’, que
Barranquilla florece
Barranquilla busca ‘Apoyo al programa distrital de fomento y estímulo a la
para todos
creación artística y el fortalecimiento patrimonial y cultural de las
organizaciones de comunidades (…) LGBT’.

En el objetivo de ‘Inclusión social’, la estrategia de ‘Inclusión y

prosperidad social’, tiene un programa llamado ‘Ahora sí, somos
Cartagena Ahora sí Cartagena
reconocidos y reconocidas’, con un subprograma llamado
‘Respeto a los derechos de la población LGBTI’.

En el programa para la ‘Garantía y goce efectivo de derechos de la

El buen gobierno en
El Carmen de Bolívar población LGBTI de manera incluyente con enfoque poblacional y
marcha
diferencial’.

En el programa ‘Transparente y participativo con la gente’ que tiene

Maicao de la Mano 2 subprogramas, uno para ‘buscar mayor inclusión de la población
Maicao con la Gente, Rumbo LGBTI en actividades del municipio’, y el otro para ‘formular e
al Centenario implementar políticas públicas para atender la población de
discapacitados, adulto mayor, (…) LGBTI (…)’.

En su programa de género incluye la realización línea de base y

caracterización de la población LGBTI para implementar una
Es momento de campaña de concientización de la comunidad en general sobre la
Riohacha
gobernar aceptación, respeto por las diferencias sexuales y la promoción de
una campaña de sensibilización para la garantía de derechos de
atención en salud sexual de la población LGBTI.

En sus compromisos sectoriales está ‘Derechos humanos, derecho

internacional humanitario y diversidad – acciones afirmativas’, para
Comprometidos con ‘garantizar la protección y goce efectivo de derechos humanos para
Uribia
Uribia todos los ciudadanos del municipio de Uribia y el respeto por el
DIH - Derecho Internacional Humano’, entre los grupos protegidos
las personas LGBTI.

Fuente: Elaboración equipo de Investigación Caribe Afirmativo.

52
Los planes de desarrollo señalados tienen en
común que dirigen un eje, programa u ob-
jetivo a garantizar el goce de los derechos
de las personas LGBTI y su inclusión en las
actividades que se realizan en el municipio.
Sin embargo, solo en el caso de Barranqui-
lla y Maicao existen dos programas distintos
para las personas LGBTI, mientras que en
los demás planes de desarrollo solo hay uno
dirigido a las personas LGBTI.
A nivel específico de cada municipio, se pue-
de observar que:
1. En el caso de Cartagena, para lograr el
objetivo destinaron únicamente $224.400
para los años 2014 y 2015. El plan incluye
la capacitación de 240 funcionarios y la rea-
lización de 10 acciones afirmativas a favor
de las personas LGBTI, lo que no resulta
coherente con el monto de dinero para la
consecución del programa.
2. El apoyo previsto en el Plan de Desarrollo
ha sido visible en Carnavales y en la ‘Marcha
del orgullo gay’, donde han acompañado fa-
cilitando el cierre de las vías y la presencia de
la fuerza pública; el trabajo, en compañía de
la sociedad civil, de las jornadas contra la ho-
mofobia, lesbofobia, bifobia y transfobia lla-
madas ‘Por una Barranquilla sin prejuicios’;
y las campañas de salud sexual.
También, es posible que esta visibilización
haya aumentado el riesgo de las personas
LGBTI en razón de su orientación sexual
e identidad de género (Caribe Afirmativo,
2014, p. 32; Caribe Afirmativo, 2015, p. 16),
pues Barranquilla, con 29 muertes, es la ciu-
dad donde más muertes violentas ha habido
contra las personas LGBTI en el Caribe co-
lombiano entre 2007 y 2014 (Caribe Afirma-
tivo, 2015, p. 18).
3. En el caso de El Carmen de Bolívar, un
alto funcionario de la Alcaldía reconoce que:
Esta población junto con la de mujeres y niños
fue la que más sufrió con el flagelo de la violencia,
y hacia ellos nosotros debemos aplicar más nues-
tros ojos y aplicar una mejor proyección de los re-
cursos del Estado, y estamos en mora de hacerlo.
(…) Es poco lo que se ha hecho desde la institu-
cionalidad hacia ellos, entonces nosotros tenemos
que re-direccionar nuestra política hacia esa po-
blación porque estamos en pañales (Entrevista
a funcionario de la Alcaldía, El Carmen de
Bolívar, mayo 20 de 2015).
Por lo que dicho programa, que cobija el pe-
ríodo 2012-2015, aún debe ser materializado
en acciones institucionales para la población
LGBTI.
Desde la Secretaría de Gobierno, proponen
una estrategia sujeta a la capacidad de adop-
tar un plan de trabajo con personas LGBTI
que se pueda adaptar al plan de juventudes
incorporado en el plan de desarrollo:
La idea sería primero revisar nuestro plan de
desarrollo que debe haber alguna actividad den-
tro del mismo y tratar de acoplar esa parte con
la política de juventudes nuestras para ver si
logramos avanzar en el tema (Entrevista a fun-
cionario de la Alcaldía, El Carmen de Bolívar,
mayo 20 de 2015).
Sin embargo, no resulta necesario que el tra-
bajo con personas LGBTI desde la Alcaldía
se vea limitado a el programa para jóvenes
dentro del Plan de Desarrollo Municipal24,
debido a que esta herramienta, que debió
tener en cuenta la Ley 1448 de 2011 puesto
que fue anterior al Plan, contiene un pro-
grama para la ‘Garantía y goce efectivo de
derechos de la población LGBTI de manera
incluyente con enfoque poblacional y dife-
rencial’ que debía ser ejecutado en el perío-
do 2012-2015. La respuesta permite conocer
que la materialización de dicho programa
aún puede ser abarcada desde otros sectores
como la Secretaría de Gobierno, donde aún
no se aplica.
Adicionalmente, se puede observar que to-
davía no se entiende la priorización de la
24 El Plan de Desarrollo Municipal del período 2012-
2015 se llama ‘El buen gobierno en marcha’.
53
DES-ARMAR SEXUALIDADES
Personas LGBTI y aplicación de la Ley de Víctimas en el Caribe colombiano
atención a población LGBTI dentro de un
enfoque diferencial distinto al de otros gru-
pos sociales, puesto que el funcionario pro-
pone que se atiendan dentro de una política
de juventudes, por lo que también se visibi-
liza otro imaginario en el cual las personas
LGBTI son solo personas jóvenes.
4. En el municipio de Maicao siguen presen-
tándose muchos casos de vulneraciones de
derechos de las personas LGBTI, inclusive
desde bandas criminales y supuestos grupos
paramilitares que se han reorganizado, sin
embargo la respuesta estatal no ha sido muy
fuerte al respecto.
Desde algunas instituciones públicas siguen
existiendo conductas discriminatorias, sin
embargo, para fortalecer el trabajo se ha
vinculado a las entidades estatales a líderes
LGBTI para que contribuyan al trabajo con
víctimas LGBTI.
5. En la ciudad de Riohacha se ha buscado
incidir a través de algunas capacitaciones a
funcionarios públicos acerca del trato respe-
tuoso a personas LGBTI, empero, no hay
trabajo que incida en acabar con la discrimi-
nación desde la sociedad civil.
6. En el caso de Uribia no se han visibilizado
las estrategias de acompañamiento y trabajo
con las personas LGBTI.
Para finalizar este capítulo, es clave recordar
que los discursos son a la vez acciones desde
los cuales se busca mantener un orden social
y se incide en definir qué es lo prohibido,
lo que se materializa a través de lo jurídico,
desde lo cual se logra limitar la sexualidad.
En Colombia este discurso se ha materia-
lizado en prácticas y acciones que buscan
la prevalencia de lo heteronormativo, por
lo cual mantienen distintas prohibiciones y
obstáculos – aún en contra de los principios
del ordenamiento jurídico – para el ejercicio
de los derechos de las personas con orien-
taciones sexuales e identidades de género
diversas.
La importancia del discurso ya había sido re-
saltada por Foucault (1992), para quien a tra-
54
vés de la producción del discurso se logra la
exclusión que mantiene el orden social que
le interesa a cierto grupo social:
En una sociedad como la nuestra son
bien conocidos los procedimientos de
exclusión. El más evidente, y el más fa-
miliar también, es lo prohibido. Se sabe
que no se tiene derecho a decirlo todo,
que no se puede hablar de todo en cual-
quier circunstancia, que cualquiera, en
fin no puede hablar de cualquier cosa.
Tabú del objeto, ritual de la circunstan-
cia, derecho exclusivo o privilegiado del
sujeto que habla: he ahí el juego de tres
tipos de prohibiciones que se cruzan,
se refuerzan o se compensan, forman-
do una compleja malla que no cesa de
modificarse. Resaltaré únicamente que,
en nuestros días, las regiones en las que
la malla está más apretada, en la que se
multiplican los compartimentos negros,
son las regiones de la sexualidad y las de
la política: como si el discurso, lejos de
ser ese elemento transparente o neutro
en el que la sexualidad se desarma y la
política se pacifica fuese más bien uno
de esos lugares en que se ejercen, de ma-
nera privilegiada, algunos de sus más te-
mibles poderes. El discurso, por más que
en apariencia sea poca cosa, las prohibi-
ciones que recaen sobre él, revelan muy
pronto, rápidamente, su vinculación con
el deseo y con el poder. Y esto no tie-
ne nada de extraño: ya que el discurso
—el psicoanálisis nos lo ha mostrado—
no es simplemente lo que manifiesta (o
encubre) el deseo; es también lo que es
el objeto del deseo; y ya que —esto la
historia no cesa de enseñárnoslo— el
discurso no es simplemente aquello que
traduce las luchas o los sistemas de do-
minación, sino aquello por lo que, y por
medio de lo cual se lucha, aquel poder
del que quiere uno adueñarse (Foucault,
1992, pp. 12-13).
Dentro del contexto de la violencia del conflic-
to armado, hay que recordar que a través del
discurso y la imposición de ‘normas de con-
ducta’ por parte de grupos armados ilegales hasta el punto de desconocer los planes de
se intentó imponer una orientación sexual desarrollo municipales y los objetivos que
única, la heterosexualidad, y suprimir tam- estos prevén.
bién las identidades de género diversas.
En el siguiente capítulo daremos una mirada
Para superar estos discursos heteronor- a la violencia que han sufrido – y sufren – las
mativos desde lo legal, la Ley de Víctimas personas LGBTI en el Caribe colombiano,
parte del reconocimiento de la igualdad abordándola en concordancia con lo relata-
y el respeto de las orientaciones sexuales do por parte de los funcionarios públicos,
e identidades de género diversas, sin em- teniendo en cuenta el conflicto armado y al-
bargo, el cambio normativo resulta insu- gunos aspectos de la cotidianeidad.
ficiente para superar las representaciones
 
que se mantienen acerca del ‘deber ser’
heterosexual y lo distinto a ella como ‘lo
negativo’, que se visibiliza en algunos de
los funcionarios públicos que cumplen
funciones dentro del proceso de atención
y reparación integral de las víctimas.
El enfoque diferencial que surge como
respuesta ante la discriminación histórica-
mente ha afectado algunos grupos pobla-
ciones, entre ellos las personas LGBTI,
no ha sido aplicado por todos los funcio-
narios públicos de igual manera. Aunque
en algunos casos entienden las comple-
jidades que implica brindar una atención
diferencial a las personas LGBTI, la
mayoría de los funcionarios consideran
que el enfoque diferencial solo consiste
en reconocer el derecho a la igualdad de
todas las personas, sin utilizar estrategias
o emplear acciones que brinden un trato
diferencial beneficioso para las personas
LGBTI que sea acorde con sus orienta-
ciones sexuales e identidades de género
diversas. Ciertamente, puede resultar di-
fícil establecer un protocolo diferencial
sino se conoce la población objeto de
trabajo, a lo que contribuye el desconoci-
miento de algunos conceptos básicos en
el tema.
Asimismo, el trabajo con las personas
LGBTI desde la Ley de Víctimas y las ac-
tividades cotidianas aún resulta bastante
precoz, pues no todos los funcionarios
públicos se han capacitado en el tema,
ni se han destinado casi planes específi-
cos de trabajo con los colectivos LGBTI,

55
DES-ARMAR SEXUALIDADES
Personas LGBTI y aplicación de la Ley de Víctimas en el Caribe colombiano

56
CAPÍTULO TERCERO

Voces que
se niegan a
continuar
silenciadas
Miradas a la aplicación de la Ley 1448 de
2011, desde las personas LGBTI en el Caribe
colombiano

57
DES-ARMAR SEXUALIDADES
Personas LGBTI y aplicación de la Ley de Víctimas en el Caribe colombiano

CAPÍTULO TERCERO
Voces que se niegan a continuar silenciadas. Miradas a la aplicación de la Ley
1448 de 2011, desde las personas LGBTI en el Caribe colombiano

Como ya abordamos, el discurso heteronor-
mativo en el cual se logran entrever prejui-
cios contra las orientaciones sexuales e iden-
tidades de género diversas, se mantiene, no
en el contenido de las disposiciones de la Ley
de Víctimas, sino en las acciones de muchos
de los funcionarios públicos encargados de
su aplicación. Adicionalmente, la violencia
contra las personas LGBTI se mantiene en
los espacios con la sociedad civil, pues su
única causa no es el conflicto armado.
Debido a lo anterior, durante este informe
no podemos dejar pasar estos hechos de vio-
lencia que ocurren en el Caribe colombiano,
así que en este capítulo desarrollaremos pri-
mero la violencia que nace desde los espacios
que están fuera del conflicto armado, a partir
de los datos registrados por el Observatorio
de Derechos Humanos de Caribe Afirmati-
vo en los últimos ocho años; posteriormen-
te, las realidades compartidas por las víctimas
LGBTI frente a la Ley 1448 de 2011 y los
funcionarios encargados de su aplicación,
con el fin de analizar las posiciones que to-
man las víctimas LGBTI frente a la atención
y reparación otorgadas por la Ley.
Adicionalmente, se harán unas observa-
ciones a la posibilidad de auto-reconocerse
como víctima LGBTI del conflicto armado,
la influencia de este reconocimiento en los
registros oficiales sobre personas LGBTI
afectadas por el conflicto armado y cómo
la resistencia civil ha sido el motor para la
conseguir el respeto y protección de los de-
rechos de las personas LGBTI durante el
conflicto armado y la cotidianeidad violenta
que los ha afectado.
3.1. Cotidianidades en la violencia
Las construcciones normativas que preten-
den la reivindicación de derechos y protec-
ción de las personas LGBTI han sido nume-
rosas en los últimos años, por nombrar solo
algunos del año en curso, el Decreto 1227 de
2015, Por el cual se adiciona una sección al
Decreto 1069 de 2015, Único Reglamentario
del Sector Justicia y del Derecho, relacionada
con el trámite para corregir el componente
sexo en el Registro del Estado Civil, y la Ley
1761 de 201525 , por la cual se crea el tipo
penal de feminicidio como delito autónomo
y se dictan otras disposiciones.
A pesar de estas normas que por fin son
incluyentes, la violencia contra las personas
LGTBI sigue siendo un tema reincidente en
el Caribe colombiano, teniendo en cuenta
los informes del Observatorio de DDHH
de Caribe Afirmativo.
25 Nota de los autores: Esta ley cobija a las lesbianas y,
sujeto a la interpretación que hagan los jueces, puede
incluir también a personas trans orientadas al género
femenino, sin embargo, como la mayoría de disposi-
ciones penales es un esfuerzo legislativo que no ataca
el verdadero problema de raíz pues no evita la violen-
cia contra las personas que se perciben como LGBTI.
Por ello, las reformas penales es solo una respuesta
aparente ante la criminalidad, lo que no equivale a una
protección que impida que sigan ocurriendo los he-
chos no deseados.

58
TABLA - 10. Homicidios durante el período 2007-2014
Sector Poblacional 2007- 2010 2011 2012 2013 2014 Total

M. Trans 12 4 13 4 6 39

H. Trans 0 0 1 0 0 1

Lesbianas 0 2 0 4 1 7

Gais 17 15 11 18 10 71

Bisexuales 0 0 1 0 0 1

Total 29 21 26 26 17 119

Fuente: Observatorio de Derechos Humanos de Caribe Afirmativo.

En la tabla se refleja una violencia que no
cesa en ningún año y que se concentra es-
pecialmente contra las personas gais y trans.
Además, en Barranquilla y Cartagena son
las ciudades donde más homicidios se regis-
tran, 29 y 23 respectivamente, pero también
son los lugares donde muchas de personas
LGBTI se han empoderado y asumido ro-
les de liderazgo que han hecho más visibles
sus derechos a la sociedad. Esa visibilidad
pareciera ser contraproducente en materia
de protección del Estado, pues nuevamen-
te Barranquilla y Cartagena presentan los
mayores índices de violencia policial hacia
las personas LGBTI (Ver Tabla 11).

TABLA - 11. Comparativo de informes sobre abusos de la Fuerza Pública entre los años 2007-2014

Departamentos 2007-2010 2011 2012 2013 2014 Total

Atlántico (Policía Metropolitana de

7 4 9 5 9 34
Barranquilla)

Bolívar (Policía Metropolitana de

6 8 4 8 5 31
Cartagena y Armada de Bolívar)

Córdoba (Policía Departamental

2 0 0 0 0 2
de Córdoba)

Guajira (Policía Departamental de

0 0 0 1 1 2
la Guajira)

Magdalena (Policía Departamental

1 0 2 0 0 3
del Magdalena)

Sucre (Policía Departamental de

2 0 1 2 0 5
Sucre)

Total 18 12 16 16 15 77

Fuente: Observatorio de Derechos Humanos de Caribe Afirmativo.

59
DES-ARMAR SEXUALIDADES
Personas LGBTI y aplicación de la Ley de Víctimas en el Caribe colombiano
La tabla 11 permite visibilizar un hecho muy
particular, debido a que aunque en 2010 en-
tra en vigencia la Directiva Permanente 006
de 2010, para el buen trato por parte de la
Policía Nacional y el goce de los derechos de
las personas LGBTI, se refleja nuevamente
que la realidad supera a la norma y que el de-
recho no es capaz de cambiar ipso facto los
discursos contra las personas LGBTI. Salvo
en Córdoba, en los demás departamentos las
cifras de violencia por abuso policial se han
mantenido, por lo que al comparar la totali-
dad violaciones ocurridas durante el período
2007-2010 que es anterior a la Directiva 006
de 2010 con el período posterior a la norma
entre 2011-2014, se puede establecer que el
número de casos ha aumentado.
Adicionalmente, encontramos que en los
casos de violencia policial, es más común
que agentes de policía arremetan contra
personas trans en espacios públicos donde
ocurren manifestaciones violentas de mane-
ra constante y sistemática. En Barranquilla
se presentan la mayor cantidad de casos, las
actuaciones irregulares de la Policía ocurren
“en lugares emblemáticos para el trabajo
sexual, como la Calle Murillo y el sector de
Lourdes” (Caribe Afirmativo, 2015, p. 33).
Estas actuaciones por parte de la Fuerza Pú-
blica llevaron a que la Corte Constitucional
exhortara a la Policía Metropolitana de Ba-
rranquilla para que se abstuviera de vulnerar
los derechos a un hombre gay, quien tuvo
que interponer una acción de tutela porque
fue retirado por las autoridades por mostrar
manifestaciones de afecto con su pareja en
un parque, debido a que:
De acuerdo con el estado actual de nues-
tra jurisprudencia constitucional resulta
inadmisible que se realicen actos degra-
dantes, ofensivos, toscos o de cualquier
otra índole que demeriten las cualidades
humanas de quienes expresan una prefe-
rencia de orden sexual distinta a la hete-
rosexual o que los sometan al escarnio y
rechazo público, habida cuenta que dicha
60
opción es perfectamente válida y, por
ende, todos los ciudadanos están obliga-
dos a respetarla por cuanto los postulados
de la Carta de 1991 han elegido propug-
nar, entre otros valores y cometidos, por
el respeto a la dignidad humana, la igual-
dad y el libre desarrollo de la personali-
dad, con el propósito de asegurar, entre
otras metas, la convivencia y la paz. (Cor-
te Constitucional de Colombia, Sentencia
T-613 de 2013)
Sobre la implementación del a Directiva 006,
un policía afirmó que:
No es solo el conocimiento de la Directiva, hace
falta sensibilizar a los policías frente a las vio-
laciones de derechos de las personas LGBTI,
y que la comunidad conozca cuáles son sus
derechos, deberes y estén dispuestos a hacer las
denuncias (Policía, Barranquilla, julio 24 de
2015, Nota de campo).
Asimismo, no solo ha habido respuesta des-
de la Corte Constitucional, sino que en abril
del año 2015, como resultado de las violacio-
nes de derechos humanos contra personas
LGBTI, se reunieron en la sede de la De-
fensoría del Pueblo de Barranquilla líderes y
lideresas LGBTI del área metropolitana de
esta ciudad, otros municipios del Atlántico
y también de El Carmen de Bolívar; para
este mismo propósito acudieron académicos
de distintos centros educativos, corporacio-
nes defensoras de derechos de las personas
LGBTI y algunos funcionarios públicos,
para realizar el Manifiesto de las personas
LGBTI afectadas por el conflicto armado en
el Caribe colombiano a las autoridades de la
región26, donde reclamaron a las autoridades
respuestas contra las violencias cotidianas y
originadas en el conflicto. Vale la pena resal-
26 El manifiesto se encuentra disponible en la página
web de Caribe Afirmativo: http://caribeafirmativo.
lgbt/2015/04/10/manifiesto-de-las-personas-lgbti-
afectadas-por-el-conflicto-armado-en-el-caribe-co-
lombiano-a-las-autoridades-de-la-region/
tar que en el mencionado manifiesto, la so-
ciedad civil reconoce que están adelantando
un proceso de empoderamiento para la rei-
vindicación de sus derechos conjuntamente
con el Estado, por lo que llaman la atención
sobre las vulneraciones persistentes motiva-
das por el prejuicio, resistiéndose a ignorar la
violencia contra las personas LGBTI y exi-
giendo que sea un compromiso de las autori-
dades proteger a las personas LGBTI.
3.2. Realidades compartidas
El día que ganó Colombia en Miss Universo,
nosotras estábamos viéndonos la trasmisión
desde la casa de un amigo, nos tomamos unas
cervezas y pues estábamos felices porque había-
mos ganado, en esas nos cogió la noche y salimos
un poquito tarde. Nosotras íbamos caminando,
riéndonos y emocionadas por lo que había pasa-
do y no nos dimos cuenta cuando se detuvo un
camión cerca de nosotros. De repente se baja un
hombre con un arma y nos dijo: ‘se paran ahí
porque me los voy a comer a ustedes dos hoy’;
nosotras salimos corriendo y hasta nos volamos
una cerca, gracias a Dios solo fue el susto. Ese
mismo día fuimos a la Policía y tuvimos el apoyo
de inmediato, pero no agarraron al tipo (Perso-
na trans, Uribia, 19 de junio de 2015, grupo
de discusión).
El hecho descrito por la persona trans de
Uribia es una de las varias formas de vio-
lencia a la que se enfrentan las personas
LGBTI dentro de los espacios cotidianos.
Dichas manifestaciones de violencia han
llegado al punto de volverse sistemáticas,
como en El Carmen de Bolívar donde se
visibilizan vulneraciones de derechos a las
personas LGBTI causadas por algunas per-
sonas de la sociedad civil, especialmente en
ciertos espacios del municipio como detrás
de la Iglesia, donde las trans son objeto de
violencia física y verbal en algunas noches; el
Hospital, en el cual les han negado la presta-
ción de servicios de salud; y en los carnava-
les, debido a que se les ha violentado e impe-
dido su participación.
Un hombre líder de la población LGBTI,
quien vivió las burlas y ofensas que sufrió
una persona LGBTI durante las festividades
carnestolendas, nos contó su experiencia:
En estos Carnavales [los de 2015] hubo burlas
hacia las comunidades, les tiraron piedras a ciertos
compañeros. Mireya, un amigo que participaba del
Carnaval y al que yo ayudaba en su transforma-
ción, se iba a montar en un carro para salir en el
desfile, pero no lo aceptaron y se burlaron fuerte-
mente de él. Le dijeron que ‘maricas relajadas no
las querían allí’, y ella fue víctima de la burla y la
humillación de no poder hacer parte del Carnaval
que con añoranza espera año tras año’ (Entrevista
a hombre gay, líder LGBTI de El Carmen de
Bolívar, 20 de mayo de 2015).
Sumada a esta experiencia, otro hombre gay
nos contó lo que sufrió una persona trans
para poder ingresar al hospital del municipio
cuando requería un servicio de salud:
Ellas iban vestidas de mujer e iban a entrar al
Hospital porque necesitaban ver a un médico.
Cuando llegaron a la entrada, el vigilante las re-
primió porque no debían ir vestidas con falda ni
ropa de mujer y ningún ‘hombre’ vestido así iba
a ingresar a su clínica. Ellas discutieron porque
necesitaban entrar y él, enfurecido, dijo que eso
estaba prohibido y que se fueran a vestir como
debían y así las dejaba entrar’ (Hombre gay,
líder LGBTI de El Carmen de Bolívar, 20 de
mayo de 2015, grupo de discusión).
El mismo hombre contó que las personas
trans también se han visto involucradas en
otros escenarios donde han sido afectadas
por alguna discriminación de parte de un
particular:
Las trans se reúnen detrás de la Iglesia a altas
horas de la noche, algunas de ellas ejercen como
trabajadoras sexuales. En varias ocasiones gru-
61
DES-ARMAR SEXUALIDADES
Personas LGBTI y aplicación de la Ley de Víctimas en el Caribe colombiano

FOTO - 1. Parte trasera del templo católico de El Carmen de Bolívar durante el día.

Fuente: Foto tomada por el Equipo de Investigación de Caribe Afirmativo el 20 de mayo de 2015.

FOTO - 2. Plaza principal de Maicao, mayo 27 de 2015.

Fuente: Foto tomada por el Equipo de Investigación de Caribe Afirmativo al Parque José Domingo Boscán, Centro de
Maicao, lugar de frecuente encuentro de personas LGBTI y donde se han registrado agresiones físicas y verbales contra
este grupo poblacional (Trabajo de campo, mayo 27 de 2015).

62
 FOTO - 3. Grupo de discusión en Maicao conformado por
personas LGBTI y funcionarios públicos, mayo 26 de 2015.

63
DES-ARMAR SEXUALIDADES
Personas LGBTI y aplicación de la Ley de Víctimas en el Caribe colombiano
pos de hombres que pasan por allí las empiezan
a insultar y cuando ellas responden les arrojan
cosas y las intentan golpear (Hombre gay, líder
LGBTI de El Carmen de Bolívar, 20 de mayo
de 2015, grupo de discusión).
En Maicao las violencias también se repiten
dentro de los contextos cotidianos, por lo
que las personas LGBTI se sienten atemo-
rizadas de expresar o ejercer su derecho al
libre desarrollo de la personalidad, debido
a que cuando son muy visibles se exponen
más a que ejecuten conductas que atenten
contra sus demás derechos. Dentro de la co-
tidianeidad, una persona trans relató que la
mayoría de estas actuaciones que infringen
proviene de hombres, sin desconocer que en
ciertos casos las mujeres participan o pro-
vocan a otras personas para que las ejerzan
sobre ellas:
Las mujeres son las que menos se meten con
uno, pero hay algunas que son terribles, porque
están en grupo o acompañadas de hombres y son
las que provocan a los hombres para que le ha-
gan el show (burlas) a la marica, por ejemplo,
‘mira la marica esa’, entonces al decirle así al
hombre, lo provocan, igual como si lo mandaran
a agredirnos y entonces el hombre para mostrar-
se firme ante ella empieza la burla contra uno
(Persona trans, líder LGBTI, Maicao, mayo
26 de 2015, grupo de discusión).
Igualmente, como sucede en muchos otros
sitios como El Carmen de Bolívar, Carta-
gena y Barranquilla, existen espacios en que
se realizan actos discriminatorios contra las
personas LGBTI, como las escuelas, centros
de salud, parques y eventos públicos. En
estos lugares resultan usuales los insultos y
burlas como formas de violencia, llegando
incluso a realizar actos de violencia o negar
la prestación de servicios públicos como el
de salud en algunos casos.
Dentro del contexto cotidiano de la ciudad,
las personas LGBTI han creado espacios de
homosocialización en los que puedan actuar
64
con cierta seguridad ante la posible amenaza
de la sociedad civil o de agentes estatales de
policía, además de que existen organizacio-
nes que les ayudan en la protección y salva-
guarda de sus derechos. Sin embargo, den-
tro del mismo contexto perviven prácticas
discriminatorias contra las personas LGBTI,
pues aún son violentados física y verbalmen-
te en sectores públicos, se siguen presentan-
do panfletos con amenazas y algunos aún,
señalan la presencia de miembros de los pa-
ramilitares que no ven con buenos ojos a las
personas LGBTI.
Aquí, destacan dos testimonios, que advierten:
Mi vecino [su vecino] me [nos] vio junto a unos
amigos y formó un escándalo porque somos ho-
mosexuales, nos insultó, nos tildó de degenera-
dos, que manteníamos relaciones sexuales en las
calles de la cuadra en las noches, que perjudicá-
bamos el barrio (Hombre gay, estudiante, junio
3 de 2015, Barranquilla, nota de campo).
Esta violencia por parte de la sociedad civil
es recurrente a través de otras manifestacio-
nes en instituciones educativas, espacios pú-
blicos y centros comerciales, donde realizan
actos de violencia verbal o física contra per-
sonas que perciben como LGBTI. Incluso,
han sido expulsados de centros comerciales
por vigilantes de los negocios al hacer mues-
tras públicas de afecto, situación que se ya
se ha hecho pública en ciudades como Bo-
gotá (El Espectador, 2014-02-27; Semana,
2014-02-27) y Cali (El Tiempo, 2012-05-25;
Elpaís.com.co, 2012-11-10)27 .
Abordando el tema de los panfletos, desde
el Observatorio de Derechos Humanos de
Caribe Afirmativo exponen que:
27 La Corte Constitucional se pronunció al respecto,
advirtiendo que tales conductas constituyen una vio-
lación de los derechos fundamentales de las personas
(Sentencia T-909 de 2011).
 En Barranquilla no se le niega un panfleto a
nadie, muchas veces se arremete contra las per-
sonas LGBTI y es parte del imaginario, inclu-
sive policial, que estas amenazas son de poca
importancia y vienen de vecinos del sector. Hace
unos años pasó un panfleto en un barrio en que
exigían que salieran todas las personas homo-
sexuales o las iban a matar, la Policía expre-
só que eso era cosa de vecinos, sin embargo, al
mes fue asesinado un hombre gay en ese barrio
(Observatorio de Derechos Humanos de Caribe
Afirmativo, julio 9 de 2015, nota de campo).
Entonces, los actos de violencia contra la
población LGBTI provenientes de la socie-
dad civil y posibles grupos armados, siguen
presentándose en Barranquilla, una ciudad
capital.
Por otro lado, en el contexto indígena de
Uribia existen procesos discriminatorios que
vulneran derechos de las personas LGBTI,
sobre ello destaca el siguiente caso:
Nosotros aquí conocemos el caso del desplaza-
miento de dos gais porque aquí en el municipio
decían que tenían VIH, la misma sociedad in-
dígena Wayúu hizo que los desplazaran y los
sacaran del pueblo, lo único que sabemos es que
ahora están en Barranquilla, ellos eran mejor
conocidos como ‘Las Machis’ (Relato grupal
de personas LGBTI, Uribia, 19 de junio de
2015, grupo de discusión).
En el relato se puede observar que el rumor
acerca del estado de salud de dos personas
abiertamente LGBTI, generó como res-
puesta de la sociedad indígena la expulsión
del pueblo de quienes siendo gais, se espe-
culaba que tenían VIH. Aunque estos des-
plazamientos tienen cierto parecido con la
experiencia relatada por un hombre gay de
El Carmen de Bolívar28 , la cual fue men-
28 El testimonio está ubicado en el primer capítulo:
‘Violencias arraigadas en los imaginarios. Afectaciones
del conflicto armado en el Caribe colombiano a per-
sonas LGBTI’, en el subtítulo: ‘’Los paramilitares no
querían maricas en el pueblo’. Afectaciones a personas
cionada anteriormente, la diferencia es que
la sociedad indígena no tuvo que recurrir a
amenazas o actos dirigidos contra la vida de
las personas LGBTI, sino que bastó con ex-
pulsarlos para sacarlos del municipio.
También, a la hora de analizar el relato ante-
rior es importante reconocer que “el grupo
étnico wayúu no visibiliza el reconocimiento
a la diversidad sexual e identidades de géne-
ro y (…) en ocasiones en contextos wayúu
son desconocidos y vulnerados de mane-
ra sistemática los derechos de la población
LGBTI” (Caribe Afirmativo, 2013, p. 82), lo
anterior se visibiliza en otra experiencia de
un indígena wayúu:
[…] pues aquí se tiene la creencia y pues los
wayúu siempre dicen ‘Yo no he criado un hijo
para que sea marica […] (Hombre gay, indí-
gena wayúu, Uribia, junio 19 de 2015, grupo
de discusión).
Por otro lado, en Cartagena también se pre-
sentan hechos de violencia contra las perso-
nas LGBTI, donde es posible analizar que
dentro de estas problemáticas externas que
se identifican en la ciudad, existen una serie
de problemáticas internas que agudizan la si-
tuación de la organización y el movimiento
LGBTI en Cartagena, como se plantea en el
siguiente relato:
Dentro de la misma población hay discrimina-
ción, demasiado, más con las chicas trans, ¿por
qué te lo digo? más con las chicas trans porque
aquí en Cartagena las chicas trans no pueden
llegar a la Plaza de San Diego, porque las ma-
ricas comienzan a hablar, ‘¡Ay! que la travesti,
mírale el tacón, mírale el vestido, que no parece
una mujer, ¡Ay!’, entonces, yo pienso que eso hay
que trabajarlo en la población. Además, porque
en estos procesos siempre están las mismas ma-
ricas y las mismas travestis [nombra algunas
personas], y las mismas maricas siempre nos
peleamos las carrozas para salir, en este sentido,
LGBTI por causa del conflicto armado’.
65
DES-ARMAR SEXUALIDADES
Personas LGBTI y aplicación de la Ley de Víctimas en el Caribe colombiano

no hay unidad como población, cada quien va
por sus intereses. […] Entonces pienso que hay
que abrir estos espacios a otras personas (Perso-
na trans, Cartagena, mayo 21 de 2015, grupo
de discusión).
Entonces, se visibilizan también procesos
de endodiscriminación que retrasan e impo-
sibilitan que dentro de dichos espacios con-
fluyan un gran número de personas de este
grupo poblacional, ratificando la necesidad
que existe de seguir generando acciones de
sensibilización y formación en torno a la im-
portancia del trabajo conjunto LGBTI.
Con todo lo anterior se puede observar que
la violencia contra las personas LGBTI per-
vive en los espacios cotidianos, siendo su-
jetos activos la sociedad civil y las mismas
autoridades de Policía, vulnerando así sus
derechos como ciudadanos y ciudadanas.
En el gráfico 3, se sintetizan cuáles son los
tres actores principales de la discrimina-
ción mediante violencia contra las personas
LGBTI, que desde distintas posiciones y
motivados por el prejuicio, vulneran los de-
rechos de las personas LGBTI:

GRÁFICO -3. Las personas LGBTI frente a los actores de la discriminación mediante violencia

Actos de discriminación y
segregación desde la
sociedad civil, inclusive
población LGBTI.

Violencia desde los grupos

Abuso del poder desde la
armados ilegales y bandas
Fuerza Pública.
delincuenciales

Vulneraciones a los
derechos de las
personas LGBTI

Fuente: Equipo de Investigación de Caribe Afirmativo.

66
3.3. Entre el desinterés estatal y las
resistencias. Personas LGBTI y la Ley
1448 de 2011
En el trabajo de campo realizado encon-
tramos varias percepciones de personas
LGBTI acerca de la Ley 1448 de 2011, sus
medidas de asistencia y reparación. De esas
percepciones pudimos organizar tres gru-
pos de categorías para analizar, según a las
visiones que exponían, de acuerdo a qué co-
nocían acerca de la Ley de Víctimas y qué
esperaban de ella.
Para empezar, es necesario plantear que las
personas LGBTI con quienes se realizaron
entrevistas, grupos de discusión, conversa-
ciones informales y jornadas de declaración
de hechos victimizantes, conocen muy poco
acerca de los derechos que implica la Ley
de Víctimas. Algunos creen que solo tienen
derecho a la reparación económica, desco-
nociendo las demás medidas; otros solo re-
conocieron que tienen derecho a los benefi-
cios de la Ley a través del trabajo educativo
realizado en la Región por Caribe Afirmati-
vo y otras instituciones; y hay un grupo de
personas, que, conociendo la existencia de
la Ley y que pueden acceder a ella, prefieren
no ser incluidos para no poner en riesgo sus
vidas o por el mal servicio prestado en las
entidades públicas
En el siguiente testimonio, cuando se le pre-
guntó por los beneficios que ha recibido y
los que esperaba acerca de la Ley de Vícti-
mas, la persona respondió:
Ojalá a mí me den la ayuda rápido [refirién-
dose a la reparación económica] para comprar
mi parcela o lo que sea, yo quiero tener una
casa mejor, ya me dieron la ayuda humanitaria,
la primera, ahora debo esperar la reparación
(Entrevista a hombre gay, Riohacha, junio 4
de 2015).
En el primer grupo están algunas personas
que estando registradas como víctimas o en
el proceso de inclusión luego de haber rea-
lizado la declaración de los hechos victimi-
zantes, quienes afirmaban que solo espera-
ban la reparación económica pues no había
tierras que pudieran devolverles, descono-
ciendo que tenían la oportunidad de acceder
a otras medidas de asistencia y reparación.
Inclusive, cuando se les preguntó acerca de
los representantes LGBTI en la Mesa de
Víctimas, algunos afirmaron que ‘no co-
nocía que esa figura existiera’ (Entrevista a
hombre gay, asesor en campañas políticas,
Barranquilla, 4 de julio de 2015), que en sus
lugares de residencia aún no habían desarro-
llado convocatorias para personas LGBTI o
pensaban que el trámite estaba en curso, a
pesar de que el representante ya había sido
elegido; algo similar se refleja en el siguiente
testimonio:
Yo fui convocado una vez para ser representante
en la Mesa LGBTI pero cuando fui no se hizo
nada, eso aún se encuentra en proceso (Hom-
bre gay, líder LGBTI, El Carmen de Bolívar,
mayo 20 de 2015, nota de campo).
En otro grupo se puede relacionar a quienes
solo conocieron que tenían derecho a acce-
der a la Ley de Víctimas a través de la convo-
catoria que hizo Caribe Afirmativo para las
jornadas de declaración de hechos victimi-
zantes exclusivas para personas LGBTI, en
algunos casos habían escuchado a través de
prensa y otros medios de comunicación de
la existencia de la Ley 1448 de 2011, pero no
sabían que podían inscribirse o que bastaba
con la declaración sin tener que aportar más
pruebas,
Yo sabía que existía la Ley pero no creía que
tener derecho porque no tengo pruebas de que
me tocó huir por la violencia y amenazas que
habían en el pueblo (Hombre gay, vigilante, Ba-
rranquilla, 4 de junio de 2015, nota de campo).
67
DES-ARMAR SEXUALIDADES
Personas LGBTI y aplicación de la Ley de Víctimas en el Caribe colombiano

En un tercer grupo se pueden vincular a al- un funcionario público de la Alcaldía asegu-

gunas personas LGBTI que conociendo que ró vehemente que en el municipio no exis-
tenían derecho a acceder a los beneficios de tían víctimas LGBTI y que una persona que
la Ley 1448 de 2011, no habían declarado alegaba serlo estaba mintiendo.
los hechos victimizantes por temor a futu-
En la infografía 2 se presentan los tres gru-
ras represalias o por la negativa a prestar el
pos antes descritos y las percepciones que
servicio correctamente. Una persona trans
tienen las personas LGBTI frente a la Ley
narra que no ha podido declarar los hechos
de Víctimas y el acceso que esta brinda para
victimizantes en Maicao porque en las ins-
recibir medidas de atención y reparación in-
tituciones públicas ha sido irrespetada, e
tegral por causa de los hechos victimizantes
inclusive en la Personería, única entidad en
que los afectaron en el marco del conflicto
el municipio que está habilitada por ley para
armado.
recibir las declaraciones, se ha negado:

Llegué desplazada por la violencia de San Mar-

cos, Sucre, fui baleada en mi mano derecha y mi
brazo izquierdo por los paramilitares, me fui
a Usme en Bogotá, donde recibí la atención en
salud y la ayuda humanitaria por tres meses,
ahora me encuentro aquí en Maicao con otra
compañera trans de San Marcos que también es
víctima pero no quiere declarar, dice que deje eso
así. En más de una ocasión me han irrespetado,
pues una vez fui a la Secretaría de Víctimas y
pregunté por la persona encargada, me dijeron
que no estaba, la esperé un rato y después dije
que volvía, cuando la secretaria que estaba ahí
dice ‘¡Ay no, que pereza con esos maricas!’ Y
eso mismo me dijo el personero en una ocasión
que fui hasta allá ‘¡Ay qué problema con estos
maricas, saben que uno está ocupado y siguen
molestando e insistiendo!’. La verdad sí me han
atendido maluco y no volví más, hasta hoy que
ustedes [Caribe Afirmativo] vinieron (Entre-
vista a persona trans, desplazada de San Mar-
cos, Maicao, mayo 26 de 2015).

No solo existen situaciones en las cuales se

visibiliza que algunos funcionarios prestan
un mal servicio o se niegan a realizar sus fun-
ciones conforme a la Ley, sino que también
llegan a negar la veracidad de los hechos sin
que esté dentro de sus competencias, como
el caso comentado que se narró en páginas
anteriores y que ocurrió en Uribia29, donde

29 El testimonio está ubicado en el primer capítulo: sonas LGBTI’, en el subtítulo: ‘’Los paramilitares no
‘Violencias arraigadas en los imaginarios. Afectaciones querían maricas en el pueblo’. Afectaciones a personas
del conflicto armado en el Caribe colombiano a per- LGBTI por causa del conflicto armado’.

68
INFOGRAFÍA - 2. Percepciones de las personas LGBTI frente a la posibilidad de recibir las medidas de atención
y reparación integral de la Ley de Víctimas

Desconocen que tienen derecho a ser Conocen que pueden registrarse pero
Registradas o en proceso de inclusión
registradas como víctmas no lo han hecho

• La mayoría solo espera una
reparación económica.
•No tienen conocimiento sobre
cuáles son las medidas de
asistencia y reparación.
• Desconocen la ruta posterior a la
declaración del hecho victimizante.
• No sabían que los hechos • Saben que tienen derecho a
victimizantes que los afectaron en el beneficios pero temen sufrir
conflicto armado eran objeto de represalias por solicitarlos.
reparación.
• En su lugar de residencia
• Consideraban que las personas persisten las amenazas por parte de
LGBTI no tenían derecho a grupos armados ilegales contra las
registrarse como víctimas. personas LGBTI.
• No han recibido información sobre •Ante el riesgo de visibilizarse al
la Ley de Víctimas por parte de las registrarse, prefieren no recibir los
autoridades municipales. beneficios de la Ley de Víctimas.

• La primera vez que conocen sobre • Han sido discriminados por los
la Ley de Víctimas fue por el apoyo funcionarios públicos encargados de
de Caribe Afirmativo u otras grupos recibir la declaración de los hechos
de la sociedad civil. victimizantes.

Fuente: Equipo de Investigación de Caribe Afirmativo.

FOTO - 4. Mapa de ideas del grupo de discusión de El Carmen de Bolívar.

Fuente: Tomada por el Equipo de Investigación de Caribe Afirmativo el 20 de mayo de 2015 al mapa de ideas elaborado por el grupo de
discusión reunido, conformado por personas LGBTI y funcionarios públicos.

69
DES-ARMAR SEXUALIDADES
Personas LGBTI y aplicación de la Ley de Víctimas en el Caribe colombiano
Con todo lo anterior se puede observar que
la desinformación, la falta de respuesta, la
vulneración de derechos fundamentales, que
no haya compromiso de trabajo de los fun-
cionarios y la negación de los hechos victi-
mizantes, son algunas de las situaciones a las
que se enfrentan las personas LGBTI al acer-
carse por primera vez a la Ley de Víctimas.
Todas estas cuestiones también confluyeron
en el grupo de discusión que se organizó en
El Carmen de Bolívar, quienes mediante un
mapa de ideas evidenciaron dichas dificulta-
des, alegando que también son comunes a la
hora de acudir a las entidades públicas para
la prestación de otros servicios cotidianos
como salud o asesorías.
Así se refleja una de las causas por la que
no todos los hechos victimizantes que han
ocurrido contra las personas LGBTI estén
registrados por la Unidad para la Atención y
Reparación Integral de las Víctimas.
Por otro lado, desde la investigación penal,
algunos no denunciaron sus casos por temor
a represalias mientras otros sí denunciaron,
sin embargo, las personas que entablaron la
denuncia no consideran que haya habido se-
guimiento ni conocen condenas por los he-
chos victimizantes que sufrieron, aunque en
muchas ocasiones algunos grupos ilegales se
atribuían la autoría de las amenazas o comi-
sión de los hechos victimizantes.
Con respecto a la reparación integral que de-
ben recibir por estar dentro de los planes de
reparación como víctimas reconocidas del
conflicto armado, algunas personas LGBTI
señalan que han recibido algunos beneficios,
aunque aún insuficientes, teniendo en cuenta
las consecuencias que originaron los hechos
victimizantes. Dentro de estas reparaciones
no existe un plan de acción específico para
salvaguardar los derechos a la justicia, verdad
y reparación integral de las personas LGBTI
con un enfoque diferencial, ni se ha realizado
o articulado un plan de acción especial para
esta población, a lo que añaden que también
han faltado actuaciones municipales dirigi-
das a las personas LGBTI, víctimas o no del
70
conflicto armado. Adicionalmente, muchas
víctimas LGBTI también consideraban que
la única reparación consistía en la asistencia
económica, percepción coherente con las
políticas de gobierno que ha habido en Co-
lombia, que se ha caracterizado por la repar-
tición de subsidios. Sin embargo, en el caso
de las personas LGBTI, podemos encuadrar
que la colectividad está arraigada en la cultura
en oposición a la economía política, debido
a que se distingue por patrones sociales de
interpretación y evaluación imperantes, por
lo que, en términos de Fraser (1997), las in-
justicias que sufren se atribuyen a la estruc-
tura cultural-valorativa; en consecuencia,
la reparación que necesitan para corregir la
injusticia no se puede hacer a través de una
redistribución económica sino a través del
reconocimiento cultural.
Teniendo en cuenta los planteamientos de
Fraser (1997), la reparación económica para
las personas LGBTI es insuficiente para re-
parar las vulneraciones de derechos que los
han afectado durante el conflicto armado, por
lo que este tipo de reparaciones pretermiten
hacer el reconocimiento cultural que necesita
la población LGBTI, pues ha sido desde la
estructura cultural de donde han provenido
las afectaciones. Por ello es importante tener
en cuenta las reparaciones colectivas y simbó-
licas, que están establecidas en la Ley de Víc-
timas, y dar a conocer a las personas LGBTI
estas opciones, pues muchas tienen, como ya
se dijo, el imaginario exclusivo de que la única
reparación es la económica.
Igualmente, dentro de la atención que reci-
ben cuando ya están incluidos como vícti-
mas en el registro, se han encontrado con
dos formas distintas de ser tratados por
parte de los funcionarios públicos: Unos
funcionarios públicos los atienden como al
resto de las personas; mientras otros funcio-
narios públicos los han tratado burlonamen-
te, dando pocas o malas indicaciones. Por
ello, tienen que ser muy proactivos cuando
requieren la atención y se encuentran en es-
tas circunstancias.
Estas medidas han sido, en algunos casos, clarar los hechos de su grupo familiar para
motivo para que no se acerquen a solicitar que estas sean incluidas en el Registro Único
los servicios que requieren como víctimas o de Víctimas es una ventaja debido a que ace-
cualquier otro en términos generales, pues lera el trámite, sin embargo en estos casos
afirman también que esa es la misma actitud puede invisibilizar a las personas LGBTI.
que perciben ante otros trámites ordinarios
Otra situación que se presenta cuando las
en otras entidades.
personas LGBTI van a declarar es que no
conocen a profundidad la Ley de Víctimas,
3.4. El auto-reconocimiento como por lo que no saben que tienen derecho a
persona LGBTI durante la declaración un enfoque diferencial si se auto-reconocen
de los hechos victimizantes como personas LGBTI. En muchos casos
los funcionarios no informan al respecto, no
La Ley de Víctimas plantea el derecho al en- le preguntan al declarante, ni les muestran
foque diferencial para grupos poblacionales un formulario en el que ellos se den cuenta
que históricamente han sufrido la vulnera- que la información puede ser relevante, por
ción de derechos, entre ellos, como ya se ha lo que no consta en el posterior registro que
dicho, las personas LGBTI. la persona es lesbiana, gay, bisexual, trans o
Para activar el enfoque diferencial, es necesa- intersex.
rio que las personas LGBTI que presentan la A continuación, en el gráfico 4, se plantean
declaración de los hechos victimizantes ante algunas situaciones repetitivas que se han
el Ministerio Público, se auto-reconozcan presentado durante la aplicación de la Ley
como víctimas LGBTI o que luego de haber de Víctimas y que han contribuido a generar
sido incluidos en el Registro Único de Vícti- que los registros oficiales no cuenten con ci-
mas, hagan un reporte de novedad en el que fras precisas acerca de las personas LGBTI
informen que hacen parte del sector LGBTI. que han sido víctimas del conflicto armado.
El auto-reconocimiento, que en principio
busca garantizar la aplicación de un enfoque
diferencial para las personas LGBTI, ha traí-
do dificultades a nivel práctico que han dado
la apariencia de que existen muy pocas vícti-
mas LGBTI. Las dificultades nacen a partir
de varias situaciones que se presentan cuan-
do las personas acuden a declarar los hechos
victimizantes.
Primeramente, se observó que en algunos
casos en los cuales no se había presentado
auto-reconocimiento de parte de los decla-
rantes como víctimas LGBTI del conflicto
armado, era porque la declaración realizada
para el registro como víctimas había sido
narrada por un miembro del grupo familiar,
quien relataba los hechos que victimizaban a
la familia, pero también desconocía que una
de las persona era LGBTI o fue afectada por
un hecho victimizante por la sola razón de
tener una orientación sexual o identidad de
género diversa. Que una persona pueda de-

71
DES-ARMAR SEXUALIDADES
Personas LGBTI y aplicación de la Ley de Víctimas en el Caribe colombiano

GRÁFICO - 4. Dificultades prácticas para tener el registro oficial de víctimas LGBTI del conflicto armado al aplicar
la Ley 1448 de 2011

Fuente: Equipo de Investigación de Caribe Afirmativo

Teniendo en cuenta lo anterior, se puede 3.5. Resistencias y acciones colectivas

observar que aunque el auto-reconocimien-
to puede servir para visibilizar un número
aproximado de las personas LGBTI que han
sido víctimas del conflicto armado, actual-
mente contribuye a invisibilizar la cifra real,
porque de 7.265.159 víctimas registradas en
el país, solo 1.267 aparecen como LGBTI
(Unidad para la Atención y Reparación In-
tegral de las Víctimas, 2015-07-01). el marco del conflicto armado interno, la dis-
Dichas cifras no reflejan la realidad vivida
por las personas LGBTI durante el con-
flicto armado, en el cual fueron objeto de
la violencia sociopolítica como parte de es-
trategias militares, que motivadas por el pre-
juicios buscaban imponer un orden social
heteronormativo.
Dentro de estos escenarios en que el ordena-
miento jurídico colombiano ha hecho la rei-
vindicación de algunos de los derechos de las
personas LGBTI y han surgido leyes como
la Ley 1448 de 2011 que ha reconocido las
realidades y afectaciones diferenciadas de las
lesbianas, gais, bisexuales, trans e intersex, en
criminación y vulneraciones de los derechos
contra las personas LGBTI siguen pervivien-
do desde la sociedad civil, grupos al margen
de la ley y funcionarios del Estado.
Sin embargo, las personas LGBTI han for-
talecido procesos de empoderamiento como
respuesta ante la discriminación histórica
que los ha afectado. En estos procesos se
han visibilizado, con los riesgos que esto im-
plica, para reclamar la protección del Estado

TABLA - 12. Víctimas del conflicto armado registradas ante la Unidad para la Atención y Reparación Integral de las
Víctimas. Corte de 1 de julio de 2015.

GENERO PERSONAS

Hombre 3.611.942

Mujer 3.597.534

No Informa 54.416

LGBTI 1.267

Fuente: Observatorio de Derechos Humanos de Caribe Afirmativo.

72
y ser sujetos activos de las mejoras de sus
situaciones a través de acciones afirmativas
transformadoras de la realidad social en que
se encuentran.
Así las cosas, en los seis municipios en que
hubo trabajo de campo las personas LGBTI
siguen resistiendo las vulneraciones de de-
rechos de las que han sido objeto y las han
enfrentado de distintas maneras:
En Barranquilla y Cartagena, se han consti-
tuido grupos de sociedad civil independien-
tes, por iniciativas académicas y particulares,
que han afrontado el reto de superar la dis-
criminación que se visibiliza en esta ciudad
de parte de algunos civiles y agentes estata-
les. Estos grupos han tenido incidencia para
trabajar conjuntamente con las instituciones
estatales y cooperación estatal con el ánimo
de transformar la cultura predominante-
mente machista y brindar espacios de paz
para las personas LGBTI.
En El Carmen de Bolívar, un municipio
fuertemente afectado por la violencia del
conflicto armado y en el que se mantienen
imaginarios culturales donde prevalece el
machismo, grupos de personas LGBTI han
unido esfuerzos para conformar agrupacio-
nes artísticas a través de las cuales pueden
expresarse libremente y responder ante la
represión que intentan ejercer cuando quie-
ren limitar sus identidades. También, reco-
nociendo las vulneraciones sistemáticas que
se originaron en el conflicto armado, han
asumido la Mesa de Víctimas como un espa-
cio en el cual visibilizan las necesidades que
tienen las personas LGBTI en el municipio y
cómo puede responderse ante ellas.
En Riohacha, se han conformado grupos
de personas LGBTI que exigen al Estado
la consecución de acciones afirmativas que
respondan a sus necesidades y contribuyan a
terminar con la discriminación que proviene
de los funcionarios públicos.
En Maicao las personas LGBTI han res-
pondido con fortaleza a distintas manifesta-
ciones de violencia provenientes de grupos
armados ilegales y la sociedad civil que han
intentado eliminarlos al hacerse visibles en
el municipio, por ello, a pesar de los riesgos
que implica, han asumido cargos públicos
para trabajar por la protección de los dere-
chos de las personas LGBTI y decidido con-
tinuar con sus labores cotidianos, resistiendo
a tener que seguir siendo invisibles.
En Uribia, las personas LGBTI siguen te-
niendo dificultades para visibilizarse, sin
embargo, muchos que hacen parte de las co-
munidades indígenas se han atrevido a hacer
el reconocimiento público de su orientación
sexual o identidad de género, para con ello
denunciar y reclamar la doble afectación a la
que se enfrentan desde la cultura machista y
las representaciones del ‘deber ser’ que tie-
nen algunos pueblos indígenas.
A modo de conclusión, se puede observar
que las personas LGBTI continúan expues-
tas a acciones violentas que nacen de grupos
al margen de la ley, e inclusive de algunas
personas de la sociedad civil, las cuales impi-
den que puedan acceder libremente a la Ley
de Víctimas, puesto que dicha visibilización,
sin la debida protección del Estado, puede
implicar riesgos para sus vidas.
Adicionalmente, otro problema para la apli-
cación de la Ley de Víctimas consiste en el
modo en que se está abordando el enfoque
diferencial con las personas LGBTI, debido
a que no se les da la información suficiente
para que conozcan sus derechos, las rutas de
acceso para su atención y reparación inte-
gral, la importancia del auto-reconocimien-
to, la confidencialidad para la salvaguarda de
su información, ni todo el apoyo que pue-
den recibir al registrarse como víctimas del
conflicto armado.
Por otro lado, se pudo observar que algunos
funcionarios públicos han visibilizado varias
prácticas discriminatorias durante el ejercicio
de su trabajo, lo que genera una barrera para
que las víctimas LGBTI puedan acudir a ha-
cer valer sus derechos, debido a que pueden
ser objeto de malos tratos, incluso se pueden
negar a prestarles el servicio público
73
DES-ARMAR SEXUALIDADES
Personas LGBTI y aplicación de la Ley de Víctimas en el Caribe colombiano

Finalmente, ante todas estas dificultades a

las que se enfrentan las personas LGBTI
en la cotidianeidad y el marco del conflic-
to armado, se han empoderado y resistido a
continuar siendo víctimas de las violencias
históricas y sistemáticas que los han afecta-
do, por lo que se han organizado para reali-
zar acciones transformadoras para defender
sus derechos y reclamar al Estado que con-
tribuya a acabar con los patrones culturales
de discriminación que durante tanto tiempo
han sido la causa de su invisibilización como
miembros de la sociedad.

74
Conclusiones y recomendaciones.
Las personas LGBTI han sido afectadas por
la violencia del conflicto armado en el Cari-
be colombiano, donde también han tenido
que invisibilizarse para no seguir siendo víc-
timas de la guerra. En este escenario, la Ley
de Víctimas ha surgido como una oportuni-
dad para reclamar los derechos que histórica
y sistemáticamente les han sido vulnerados
a las personas LGBTI, haciendo visible su
situación en el marco de la violencia socio-
política en el Caribe, sin embargo, hasta la
fecha los registros oficiales continúan visi-
bilizando muy poco las víctimas LGBTI del
conflicto armado.
A partir de este proceso investigativo, se en-
contraron distintos contextos y escenarios
en los cuales la aplicación de la Ley de Víc-
timas se ve sesgada debido a los imaginarios
y representaciones socioculturales prejuicio-
sos que tienen algunos funcionarios públi-
cos acerca de las personas LGBTI, por lo
que esta ley que contiene disposiciones in-
cluyentes termina materializando otros es-
pacios de exclusión a partir de funcionarios
que actúan en contravía de lo establecido en
el ordenamiento jurídico y desconocen de-
rechos reconocidos a las personas LGBTI.
Estos prejuicios, acompañados del desco-
nocimiento de las realidades de las personas
con orientaciones sexuales e identidades de
género diversas, son una motivación para
que la atención que se les brinda a quienes se
perciben como LGBTI esté desprovista de
condiciones que garanticen un acceso real y
sin limitaciones a los beneficios establecidos
en la ley.
Asimismo, estos imaginarios no solo se vi-
sibilizan en algunos funcionarios, sino que
también los mantienen algunas personas de
la sociedad civil, quienes dificultan el acceso
de las personas LGBTI a la Ley de Víctimas
a través de acciones de violencia física y ver-
bal, que atemorizan a las personas LGBTI
a la hora de acudir a reclamar sus derechos.
Dificulta aún más la situación para las perso-
nas LGBTI que algunos grupos al margen
de la ley permanecen aún en los territorios y
las han declarado objetivo militar.
Adicionalmente, en la aplicación de la Ley
de Víctimas no se debe entender lo LGBTI
como un todo conglobado, sino que es ne-
cesario reconocer que las personas lesbianas,
gais, bisexuales, trans e intersexuales viven
realidades diferenciadas entre sí, dentro de
una Región Caribe que tiene muchas parti-
cularidades.
Sin embargo, todas estas dificultades que se
presentan en la aplicación de la Ley de Víc-
timas deben asumirse como retos que deben
ser superados para salvaguardar los derechos
de las personas LGBTI, quienes han inicia-
do procesos de auto-reconocimiento como
víctimas LGBTI del conflicto armado para
tener incidencia a través de las Mesa de Víc-
timas municipales, departamentales y nacio-
nal, y además están realizando procesos de
resistencia desde frentes culturales, políticos,
jurídicos, académicos e investigativos, con
el fin de superar la discriminación de la que
han sido objeto, iniciando a su vez trabajos
conjuntos con el Estado para garantizar la
protección de sus derechos.
En consecuencia, se pueden hacer algunas
recomendaciones para abordar desde la
Ley de Víctimas la realidad de las personas
LGBTI:
Para las Instituciones del Estado
1. El compromiso de las entidades públicas
en la capacitación de los funcionarios pú-
blicos es importante para que se conozcan
las realidades diferenciadas de las personas
LGBTI y puedan ser atendidas teniendo en
cuenta el enfoque diferencial.
Adicionalmente, esta comprensión debe te-
ner en cuenta el contexto sociocultural del
Caribe colombiano, donde las representacio-
nes sociales y culturales de lo LGBTI parten
de visiones machistas y conservadoras que
no aceptan lo distinto a lo heteronormativo.
75
DES-ARMAR SEXUALIDADES
Personas LGBTI y aplicación de la Ley de Víctimas en el Caribe colombiano
2. En el plano de la investigación, hay al-
gunos municipios que han trazado líneas
bases y políticas públicas para trabajar con
población LGBTI, sin embargo, es necesa-
rio realizar procesos investigativos rigurosos
cuyos resultados sean tenidos en cuenta para
la consecución de políticas públicas adecua-
das, que respondan ante las necesidades más
importantes de las personas LGBTI.
3. La Fuerza Pública es fundamental para
que las personas LGBTI tengan acceso real
a las medidas de atención y reparación inte-
gral establecidas por la Ley de Víctimas. Su
papel radica en la respuesta oportuna y fun-
cional ante las amenazas y actos de violencia
que ocurren a diario contra esta población,
incluyendo aquellos que provienen de algu-
nos agentes de la fuerza pública que abusan
de sus cargos.
Así las cosas, la Fuerza Pública debe asumir
su papel como bastión de defensa de los de-
rechos de la sociedad civil, especialmente de
grupos históricamente vulnerados como las
personas LGBTI, garantizando la salvaguar-
da y defensa de sus derechos. Solo a través
de la seguridad y protección que pueden
brindar, las personas LGBTI podrán acce-
der verdaderamente y sin temor a la ruta de
atención establecida en la Ley 1448 de 2011.
4. Es indispensable garantizar el principio
de confidencialidad durante toda la atención
brindada dentro de la ruta que establece la
Ley de Víctimas, debido a que este princi-
pio cumple un papel muy importante para
las personas LGBTI, quienes aún tienen el
riesgo de ser víctimas de violencia física o
verbal por causa de la discriminación .
La confidencialidad inicia desde la recepción
de la declaración, espacio que debe garanti-
zar que la información que se brinda no sea
conocida por nadie más que el funcionario
encargado, quién tampoco podrá hablar so-
bre el asunto por fuera del ejercicio de su
trabajo.
5. Ante la incongruencia entre el número to-
tal de víctimas registradas y las que se han
76
auto-reconocido como LGBTI, se puede
observar que el Registro Único de Víctimas
no ha podido visibilizar la realidad de las
afectaciones causadas durante el conflicto
armado a las personas LGBTI. Algunas de
las causas de este sub-registro fueron deta-
lladas previamente, y radican en el descono-
cimiento de la importancia del auto-recono-
cimiento, que la declaración es hecha por un
familiar y que los funcionarios no informan
acerca de la existencia del enfoque diferen-
cial.
Por lo anterior, es necesario informar a
todas las personas que van a declarar que
existe un enfoque diferencial para algunos
grupos históricamente discriminados, infor-
mando cuáles son esos grupos. Así las cosas,
el Ministerio Público, encargado de recibir
las declaraciones de los hechos victimizan-
tes, debe contar con canales comunicativos
en los espacios de trabajo para que las perso-
nas puedan conocer la importancia del enfo-
que diferencial y el auto-reconocimiento en
la Ley de Víctimas, ya sea a través de afiches,
vayas o desde el trabajo de los funcionarios
públicos y la información que dan a conocer
a las personas que atienden al momento de
recibir la declaración.
6. La discriminación y vulneraciones de de-
rechos de las personas LGBTI siguen pro-
viniendo de actuaciones de la sociedad civil,
las cuales, en muchos casos, son percibidas
como normales por agresores y víctimas.
Las alcaldías, defensorías del pueblo y perso-
nerías municipales deben iniciar planes para
la prevención de las violaciones de los dere-
chos de las personas LGBTI, debido a que
muchas veces los esfuerzos se dedican a res-
ponder ante la violencia pero no a evitarla.
Para lograrlo es importante que se adelan-
ten acciones vinculantes y de sensibilización
que involucren a las entidades estatales y la
sociedad civil, con el fin de superar los ima-
ginarios culturales discriminatorios.
Asimismo, las instituciones públicas tienen
que asumir un papel activo frente a las per-
sonas LGBTI, evitando esperar a que las
víctimas lleguen y promoviendo campañas
dirigidas a personas LGBTI para informar-
las acerca de sus derechos y recoger infor-
mación sobre las principales problemáticas a
las que se enfrentan.
7. Las Mesas de Víctimas y la representación
LGBTI, han generado espacios que permi-
ten conocer los hechos victimizantes y las
consecuencias que han afectado a las perso-
nas durante el conflicto armado. También,
son un espacio en que se visibilizan los pro-
blemas para proponer soluciones a través de
la Ley de Víctimas.
Con el ánimo de aprovechar mejor este es-
pacio brindado por la ley, es importante que
la Unidad para la Atención y Reparación In-
tegral de las Víctimas realice convocatorias
integrales, acudiendo a líderes y lideresas
LGBTI, organizaciones de la entidad civil y
demás canales de comunicación, para que las
personas LGBTI conozcan que tienen un
espacio de interlocución mediante las Mesas
de Víctimas y puedan aprovechar la repre-
sentación con la que cuentan.
Adicionalmente, las Mesas de Víctimas no
deben reemplazar a las Mesas LGBTI, pues-
to que una tiene el objetivo específico de
abordar lo LGBTI desde el conflicto arma-
do, mientras que las Mesas LGBTI son un
espacio de interlocución entre las personas
LGBTI y el Estado para coordinar acciones
conjuntas para actuar frente a las necesida-
des cotidianas de las personas LGBTI. Por
ello, el Estado debe seguir garantizando el
espacio que brindan las Mesas LGBTI.
Para las organizaciones de la socie-
dad civil y las personas LGBTI
1. Las personas LGBTI y las organizaciones
de la sociedad civil deben trabajar articulada-
mente, manteniendo redes de contacto y co-
municación que permitan enfrentar los retos
conjuntamente y no aisladamente.
Que todos los que trabajan en pro de la de-
fensa y protección de las personas LGBTI
estrechen lazos, permite fortalecer los pro-
cesos que se adelantan contra la discrimina-
ción y afectaciones de la cual han sido objeto
en el conflicto armado y la cotidianeidad.
2. Las organizaciones y personas LGBTI de-
ben iniciar procesos formativos y de apren-
dizaje propio, para que el empoderamiento
sea acompañado de conocimiento científi-
co que les permita enfrentar los prejuicios
y el desconocimiento que se visibilizan en
aquellas personas que desde el discurso de la
discriminación mantienen acciones vulnera-
doras de derechos. Esto es muy importante
para poder abordar la Ley de Víctimas co-
nociendo la ruta de acceso, el auto-reconoci-
miento, el enfoque diferencial y las medidas
de atención y reparación integral brindadas
por la ley, para así poder exigir una repara-
ción real ante las consecuencias del conflicto
armado.
Asimismo, a través del aprendizaje se pue-
den construir procesos de trabajo, no solo
por la defensa de los derechos, sino para:
2.1. Emprender acciones privadas tales
como empresas y negocios en beneficio de
la sociedad civil.
2.2. Incidir en el desarrollo de políticas pú-
blicas que no aborden lo LGBTI desde lo
superficial, sino que sirvan para la construc-
ciones de acciones transformadoras de la
realidad que contribuyan a superar la discri-
minación.
2.3. Manejar las acciones y mecanismos es-
tablecidos por la Constitución y la ley para
proteger a las personas LGBTI.
2.4. Exigir reparaciones como víctimas del
conflicto armado que vayan más allá de lo
económico, abordando la realidad diferen-
ciada de las personas LGBTI que han sido
afectadas por una violencia sistemática mo-
tivada por estructuras culturales machistas y
protectoras de la heteronormatividad.
3. Participar activamente de las Mesas de
Víctimas, dando a conocer al representante
77
DES-ARMAR SEXUALIDADES
Personas LGBTI y aplicación de la Ley de Víctimas en el Caribe colombiano

de las personas LGBTI los principales pro-

blemas que han tenido durante la aplicación
de la Ley de Víctimas, los hechos victimizan-
tes que siguen presentándose en el marco
del conflicto armado y como obtener repa-
raciones realmente integrales para las perso-
nas LGBTI.
Adicionalmente, deben mantener activas
las Mesas LGBTI, debido a que facilitan un
espacio de interlocución directa con el Es-
tado, lo que permite exponer cuáles son las
problemáticas que se mantienen dentro de
los espacios cotidianos y los planes de ac-
ción y estrategias para responder ante tales
situaciones.
4. Las acciones de resistencia no deben dete-
nerse, a pesar de las dificultades a las cuales
se enfrentan a diario. Las personas LGBTI
han sido históricamente sometidas a la invi-
sibilización y violencia, sin embargo, durante
los últimos años muchos y muchas se han
apropiado de su realidad y se han resistido
a seguir existiendo como invisibles y seres
humanos con menos derechos.
La población LGBTI debe continuar con
los procesos de empoderamiento que le per-
mitan seguir exigiendo la reivindicación de
sus derechos, la reparación integral por las
violencias que los afectaron en el conflicto
armado y los entornos cotidianos, la discri-
minación desde las instancias estatales y la
sociedad civil, y todas aquellas conductas que
han coartado sus derechos como personas.

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DES-ARMAR SEXUALIDADES
Personas LGBTI y aplicación de la Ley de Víctimas en el Caribe colombiano
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81
DES-ARMAR SEXUALIDADES
Personas LGBTI y aplicación de la Ley de Víctimas en el Caribe colombiano

82
ANEXO 1

Protección
Constitu-
cional de
las personas
LGBTI en
Colombia

83
DES-ARMAR SEXUALIDADES
Personas LGBTI y aplicación de la Ley de Víctimas en el Caribe colombiano
Breve contexto jurídico.
El Congreso colombiano, motivado por
los recientes cambios jurisprudenciales que
han reivindicado los derechos de la pobla-
ción LGBTI (Caribe Afirmativo, 2013b, p.
34-36), destacó la afectación que ha tenido
la población LGBTI dentro del conflicto
armado, a la cual reconoce específicamente
dentro de la Ley de Víctimas y Restitución
de Tierras (Ley 1448 de 2011). Así las cosas,
surge para el Estado la necesidad de formu-
lar rutas especiales de atención diferenciada
a la población LGBTI y proporcionales al
daño, pues las afectaciones y vulneraciones
se han realizado de forma desproporcionada
y acentuadas sobre la población.
Para esto, abordaremos que se entiende en el
ordenamiento jurídico colombiano por dig-
nidad humana, reconocimiento jurídico de
parejas del mismo sexo, igualdad y enfoque
diferencial:
Derecho a la dignidad humana.
La dignidad humana es uno de los derechos
fundamentales, pilar de los ordenamientos
jurídicos de la mayoría de Estados europeos
y americanos a partir de lo ocurrido en la
segunda guerra mundial, teniendo en cuen-
ta el preámbulo de la Carta de las Naciones
Unidas de 1945, que señala:
Nosotros los pueblos de las Naciones Uni-
das resueltos
(…) a reafirmar la fe en los derechos
fundamentales del hombre, en la dig-
nidad y el valor de la persona humana,
en la igualdad de derechos de hombres
y mujeres y de las naciones grandes y
pequeñas.
A su vez, dentro de la misma coyuntura his-
tórica, se estableció dentro del Preámbulo
de la Declaración Universal de los Derechos
Humanos de 1948 que:
84
(…) la libertad, la justicia y la paz en
el mundo tienen por base el recono-
cimiento de la dignidad intrínseca y de
los derechos iguales e inalienables de to-
dos los miembros de la familia humana.
(Organización de las Naciones Unidas,
Declaración Universal de los Derechos
Humanos de 1948)
Desde entonces la inclusión de la dignidad
en los ordenamientos normativos jurídicos
ha obedecido a la necesidad de ubicar al ser
humano en un plano en que por ningún mo-
tivo se le pueda quebrantar su autonomía
ética y su indemnidad personal.
Así las cosas, la Convención Americana de
Derechos Humanos estableció que se debe
respetar la honra y la dignidad humana de
todas las personas, y que con base a ello no
pueden ser objeto de ataques contra dichos
pilares, lo cual consagró en su artículo 11:
Artículo 11. Protección de la Honra y
de la Dignidad
1. Toda persona tiene derecho al respeto
de su honra y al reconocimiento de su
dignidad.
2. Nadie puede ser objeto de injerencias
arbitrarias o abusivas en su vida privada,
en la de su familia, en su domicilio o en
su correspondencia, ni de ataques ilega-
les a su honra o reputación.
3. Toda persona tiene derecho a la pro-
tección de la ley contra esas injerencias o
esos ataques.
En Colombia, la Constitución Política no
quedó rezagada en dicho asunto, pues esta-
bleció que somos un Estado Social de De-
recho pluralista y fundado en el respeto a la
dignidad (artículo 1), por lo que:
Artículo 12. Nadie será sometido a des-
aparición forzada, a torturas ni a tratos
o penas crueles, inhumanos o degradan-
 tes. (Subrayado y negrillas fuera del texto
original)
Sobre la dignidad humana, la Corte Cons-
titucional se ha pronunciado definiéndolo
desde su objeto de protección y su funcio-
nalidad así:
(…) el principio de la dignidad humana,
se constituye en un mandato constitucio-
nal, un deber positivo, o un principio de
acción, según el cual todas las autorida-
des del Estado sin excepción, deben, en
la medida de sus posibilidades jurídicas
y materiales, realizar todas las conductas
relacionadas con sus funciones consti-
tucionales y legales con el propósito de
lograr las condiciones, para el desarrollo
efectivo de los ámbitos de protección
de la dignidad humana identificados así:
autonomía individual, condiciones ma-
teriales de existencia, e integridad física
y moral.
(…) igualmente tanto las autoridades del
Estado como los particulares están en
la obligación de adelantar lo necesario
para conservar la intangibilidad de estos
bienes y sobre todo en la de promover
políticas de inclusión social a partir de
la obligación de corregir los efectos de
situaciones ya consolidadas en las cuales
esté comprometida la afectación a los
mismos. (Corte Constitucional de Co-
lombia, Sentencia T-881 de 2002)1
Asimismo, en sentencia T-909 de 2011, la
Corte estimó que:
1 Reiterado en: Corte Constitucional de Colombia.
Magistrado Ponente: Marco Monroy Cabra. Sentencia
T – 1134. 2004; Corte Constitucional de Colombia.
Magistrado Ponente: Marco Monroy Cabra. Sentencia
T – 684. 2005; Corte Suprema de Justicia. Magistrado
Ponente: Jorge Quintero. Radicado: T-50984. 2010;
Corte Suprema de Justicia. Magistrado Ponente: Gus-
tavo Malo Fernández. Radicado: T-68232. 2013.
En efecto, a la luz del principio del plura-
lismo y de la prohibición de la discrimi-
nación (arts. 1º y 13 CP), la orientación
sexual es reconocida como parte esen-
cial e indisoluble a la personalidad, sea
esta común, o sea diversa. Y algo esen-
cial e indisoluble a la persona, no puede
ser perseguido, señalado, discriminado.
Como ha dicho la jurisprudencia cons-
titucional, “No hay título jurídico que
permita discriminar por la orientación
sexual diversa”, o, de manera más abier-
ta, “no existe razón justificativa para so-
meter a las parejas del mismo sexo a un
régimen incompatible con su opción de
vida” ni lo puede haber como expresión
de un Estado constitucional y respetuo-
so de la libertad y la dignidad humanas.
Es por ello que la dignidad humana com-
prende el respeto a las distintas opciones de
vida que no vulneren derechos de los demás,
por ello en el Estado colombiano no es com-
patible el menoscabo de los derechos de las
personas LGBTI con el ordenamiento jurí-
dico vigente.
Reconocimiento jurídico de parejas
del mismo sexo.
Como fue señalado, la Constitución Políti-
ca de Colombia de 1991 se consagró bajo el
pilar del derecho a la dignidad humana, en-
tendiendo que Colombia es un Estado plu-
ralista, que reconoce y respeta la existencia
de las diferencias, sin embargo, hasta 2007
las parejas del mismo sexo no contaban con
tal protección.
En el año 2007, la Corte Constitucional creó
nuevo derecho por vía de interpretación au-
téntica (Kelsen, 1982, pp. 354-355), en lo que
sería el inicio de una serie de precedentes que
afectarían a las parejas del mismo sexo. En
sentencia C-075 de 2007, la Corte consideró
un acto discriminatorio no justificado que se
excluyeran a las parejas del mismo sexo de la
protección patrimonial otorgada por la po-
sibilidad de conformar una unión marital de
hecho, puesto que entraría en conflicto con
85
DES-ARMAR SEXUALIDADES
Personas LGBTI y aplicación de la Ley de Víctimas en el Caribe colombiano
el derecho al libre desarrollo de la persona-
lidad, atentando también contra la dignidad
de los individuos. En consecuencia, el alto
tribunal reconoció los derechos patrimonia-
les de la Ley 54 de 1990, junto con sus modi-
ficaciones, a las parejas del mismo sexo.
Este fue el inicio de una serie de tutelas y
demandas de control de constitucionalidad
que buscaron la reivindicación de los dere-
chos de las parejas del mismo sexo por vía
judicial, puesto que hasta ese momento el
legislador muy poco trabajaba el asunto.
Con el paso de los años, por causa de las
reivindicaciones de derechos realizadas por
la Corte Constitucional, el Congreso realizó
legislaciones en 2011 teniendo en cuenta las
orientaciones sexuales e identidades de gé-
nero así:
1. La modificación del Código Penal y esta-
blecimiento de otras disposiciones a través
de la Ley 1482 de 20112 , modificada recien-
temente por la Ley 1572 de 2015, señala
como objeto de la ley:
Esta ley tiene por objeto sancionar pe-
nalmente actos de discriminación por
razones de raza, etnia, religión, naciona-
lidad, ideología política o filosófica, sexo
u orientación sexual, discapacidad y de-
más razones de discriminación.
2. La Ley 1448 de 2011, Ley de Atención
y Reparación Integral de las Víctimas del
Conflicto Armado, que reconoce de manera
especial los derechos de las víctimas LGBTI,
reconociendo jurídicamente a las parejas del
mismo sexo (artículo 3), la igualdad (artículo
6) y al enfoque diferencial (artículo 13) de las
personas LGBTI.
La homologación de los derechos de las pa-
2 El artículo 1 de la Ley 1482 de 2011 señalaba: “Esta
ley tiene por objeto garantizar la protección de los de-
rechos de una persona, grupo de personas, comunidad
o pueblo, que son vulnerados a través de actos de ra-
cismo o discriminación.”
86
rejas del mismo sexo con las heterosexuales
se ha desarrollado progresivamente, faltan-
do aún el reconocimiento jurídico de los ma-
trimonios LGBTI y la adopción para parejas
del mismo sexo.
Derecho a la igualdad
Para el derecho a la igualdad, y teniendo en
cuenta la figura del control de convenciona-
lidad, se puede destacar el trabajo de la Corte
Interamericana de Derechos Humanos, que
en el Caso Atala Riffo y niñas vs. Chile, de
sentencia del 24 de febrero de 2012, señaló:
El 22 de diciembre de 2008 la Asamblea
General de las Naciones Unidas adoptó
la “Declaración sobre derechos huma-
nos, orientación sexual e identidad de
género”, reafirmando el “principio de
no discriminación, que exige que los de-
rechos humanos se apliquen por igual
a todos los seres humanos, indepen-
dientemente de su orientación sexual o
identidad de género”3 . Asimismo, el 22
de marzo de 2011 fue presentada, ante
el Consejo de Derechos Humanos de
Naciones Unidas, la “Declaración con-
junta para poner alto a los actos de vio-
lencia, y a las violaciones de derechos
humanos dirigidas contra las personas
por su orientación sexual e identidad de
género”4. El 15 de junio de 2011 este
mismo Consejo aprobó una resolución
sobre “derechos humanos, orientación
sexual e identidad de género” en la que
3 Naciones Unidas, Declaración sobre derechos hu-
manos, orientación sexual e identidad de género,
Asamblea General de Naciones Unidas, A/63/635, 22
de diciembre de 2008, párr. 3.
4 Naciones Unidas, Declaración conjunta para po-
ner alto a los actos de violencia, y a las violaciones
de derechos humanos relacionadas, dirigidos contra
las personas por su orientación sexual e identidad de
género, presentada por Colombia en el 16º período de
sesiones del Consejo de Derechos Humanos de las
Naciones Unidas, 22 de marzo de 2011. Disponible
en: http://www.iglhrc.org/binary-data/ATTACH-
MENT/file/000/000/494-1.pdf (último acceso el 22
de febrero de 2012).
 se expresó la “grave preocupación por
los actos de violencia y discriminación,
en todas las regiones del mundo, [come-
tidos] contra personas por su orienta-
ción sexual e identidad de género”5. La
prohibición de discriminación por orien-
tación sexual ha sido resaltada también
en numerosos informes de los relatores
especiales de Naciones Unidas .
1. Teniendo en cuenta las obligaciones
generales de respeto y garantía estable-
cidas en el artículo 1.1 de la Convención
Americana, los criterios de interpreta-
ción fijados en el artículo 29 de dicha
Convención, lo estipulado en la Conven-
ción de Viena sobre el Derecho de los
Tratados, las Resoluciones de la Asam-
blea General de la OEA, los estándares
establecidos por el Tribunal Europeo y
los organismos de Naciones Unidas, la
Corte Interamericana deja establecido
que la orientación sexual y la identidad
de género de las personas son categorías
protegidas por la Convención. Por ello
está proscrita por la Convención cual-
quier norma, acto o práctica discrimina-
toria basada en la orientación sexual de la
persona. En consecuencia, ninguna nor-
ma, decisión o práctica de derecho inter-
no, sea por parte de autoridades estatales
o por particulares, pueden disminuir o
restringir, de modo alguno, los derechos
de una persona a partir de su orientación
sexual. (Corte Interamericana de Dere-
chos Humanos, Caso Atala Riffo y niñas
vs. Chile, febrero 24 de 2012)
En consecuencia, el tribunal internacional
señala, sin lugar a dudas ni confusión, que
la orientación sexual no puede ser motivo
de discriminación por ninguna autoridad
estatal o por particulares, pues de no ser así
se estaría actuando contra la Convención
Americana de Derechos Humanos y otras
normas internacionales. La Corte Consti-
tucional también ha respaldado el derecho
5 Naciones Unidas, Consejo de Derechos Humanos,
Resolución respecto a derechos humanos, orientación
sexual e identidad de género, A/HRC/17/L.9/Rev.1,
15 de junio de 2011.
a la igualdad y la prohibición de no discri-
minación, sustentados en el artículo 13 de
la Constitución, los cuales implican que no
se puede discriminar a nadie por causa de
su orientación sexual. Asimismo, en aque-
llos casos en que se han realizado conductas
discriminatorias por causa de la orientación
sexual del individuo ha establecido que:
Son variados los casos en que la jurispruden-
cia constitucional se ha referido al proble-
ma de la discriminación. La referida cláusula
abierta del artículo 13 de la Constitución
permite actualizar la protección de los dere-
chos fundamentales a los distintos ámbitos
en que se pueden presentar sucesos discrimi-
natorios dentro de los cuales no se pueden
dejar de un lado que la edad, los ingresos, la
clase social, el origen étnico o la apariencia
exterior, entre otros, tienen la alta potencia-
lidad de convertirse en factores sospechosos
de discriminación. La ausencia de igualdad
en caso de personas pertenecientes a grupos
históricamente discriminados conlleva a la
anulación permanente de otros derechos en
distintos rangos, que van desde la seguridad
social integral, pasando a situaciones básicas
como el acceso y la permanencia en el tra-
bajo, la educación o en el aspecto recreati-
vo el ingreso a eventos o establecimientos
abiertos al público como discotecas, bares,
restaurantes, centros comerciales, ferias y si-
milares. (Corte Constitucional de Colombia,
Sentencia T-314 de 2011).
Por ello, el derecho a la igualdad aplica para
todas las personas en el territorio colombia-
no, por lo que su desarrollo ha sido moti-
vado las reivindicaciones de los derechos de
las personas LGBTI, grupo históricamente
discriminado.
Enfoque diferencial.
Dentro del desarrollo de los derechos cons-
titucionales y legales anteriormente reseña-
dos, el enfoque diferencial se constituye en
una obligación del Estado colombiano a la
hora de ofertar planes, programas y proyec-
87
DES-ARMAR SEXUALIDADES
Personas LGBTI y aplicación de la Ley de Víctimas en el Caribe colombiano
tos, teniendo en cuenta el reconocimiento
del pluralismo dentro del ordenamiento jurí-
dico (Mosquera y León, 2013, p. 27)
En este sentido, el enfoque diferencial
(…) busca visibilizar vulnerabilidades y
vulneraciones específicas de grupos e
individuos específicos, y prioriza accio-
nes de protección y restauración de los
derechos vulnerados. Implica: identifi-
car los vacíos y riesgos de protección de
cada grupo y desarrollar herramientas
para dar soluciones, promover la parti-
cipación equitativa y planear y ejecutar
medidas afirmativas basadas en carac-
terizaciones sistemáticas para la garantía
del goce efectivo de los derechos de los
diferentes grupos poblacionales. (Cari-
be Afirmativo, 2013, p. 32, citado por
ACNUR, 2008, p. 2).
Dentro del enfoque diferencial, es de espe-
cial interés para la investigación el enfoque
de género, que de acuerdo a algunas entida-
des, es
Proceso de valoración de las implicacio-
nes para hombres y mujeres en cualquier
acción planeada, incluyendo la legisla-
ción, políticas y programas, en todas las
áreas y niveles. Es una estrategia para
hacer de las preocupaciones y experien-
cias, tanto de mujeres como de varones,
una dimensión integral del diseño, im-
plementación, monitoreo y evaluación
de políticas y programas en todas las
esferas, política, económica y social, de
modo que ambos géneros se beneficien
igualitariamente. El objetivo último es
alcanzar la equidad de género. (PNUD
Colombia, s.f., p. 13, ECOSOC, 2002)
Para otros autores, el enfoque de género
hace referencia es
88
En conclusión, el enfoque diferencial ét-
nico y de género hace referencia a 1) un
conjunto de herramientas de análisis que
buscan identificar, estudiar y explicar las
diferencias de género y etnia. Sin embar-
go, no se limita a propiciar elementos
puramente descriptivos; por el contrario,
avanza hacia 2) argumentaciones y pers-
pectivas críticas e históricas para la revi-
sión de la forma desigual como se han
estructurado la sociedad, el Estado y el
conocimiento, con base en las relaciones
de género y etnicidad. Finalmente, se
trata de 3) un conjunto de instrumentos
políticos y de derechos humanos que
buscan el reconocimiento político de las
diferencias de género y etnicidad, y la
transformación de las inequidades a par-
tir de la inclusión de las voces y actores
que tales diferencias representan, en un
marco de plena vigencia de los derechos
humanos. (Montealegre, 2010, p. 12)
Así las cosas, el enfoque diferencial se ha
constituido en una herramienta útil – y obli-
gada – para el Estado a la hora de realizar
cualquiera de sus funciones, destacando en
este tema que la Ley de Víctimas lo ha reco-
nocido expresamente como una obligación,
en aras de brindar una protección a aquellos
grupos poblacionales que han sufrido discri-
minación de derechos. Es necesario resaltar
que el enfoque de género se debe trabajar te-
niendo en cuenta la interseccionalidad, pues-
to que reconoce mejor las especificidades de
los individuos y colectivos.
Bibliografía. Leyes
Caribe Afirmativo (2013b). Bolívar más di- Congreso de la República de Colombia
verso: Línea base y lineamientos de po- (2011). Ley 1448 de 2011.
lítica pública en diversidad sexual e iden-
Congreso de la República de Colombia
tidades de género. Colombia: Caribe
(2011). Ley 1482 de 2011.
Afirmativo y Gobernación de Bolívar.
Congreso de la República de Colombia
Kelsen, H. (1982). La teoría pura del dere-
(2015). Ley 1572 de 2011.
cho. (2 ed.). (Buscaré el dato en casa)
Montealegre, D. (2010). Especialización Ac-
ción sin daño y construcción de paz.
Enfoques diferenciales de género y et-
nia, Módulo 3.1., Programa de Iniciati-
vas para la paz y la Convivencia (PIU-
CPC). Bogotá: Universidad Nacional.
Mosquera, C. y León, R. (2013). Contradic-
ciones discursivas en procesos de inter-
vención social diferencial a la diversidad
étnico-racial negra en programas socia-
les en Colombia. Revista CS, 0 (12), 23-
52. Disponible en: http://www.icesi.
edu.co/revistas/index.php/revista_cs/
article/view/1676/2197
PNUD Colombia (s.f.). Estrategia de
Equidad de Género. Disponible en:
http://www.pnud.org.co/img_uploa
d/196a010e5069f0db02ea92181c5b8
aec/Estrategia%20de%20genero%20
PNUD%20Colombia.pdf

Sentencias
Corte Constitucional de Colombia, Senten-
cia T-881 de 2002, M.P. Montealegre
Lynett.
Corte Constitucional de Colombia, Senten-
cia C-075 de 2007, M.P. Escobar Gil.
Corte Constitucional de Colombia, Senten-
cia T-314 de 2011, M.P. Palacio Palacio.
Corte Constitucional de Colombia, Senten-
cia T-909 de 2011, M.P. Henao Pérez.
Corte Interamericana de Derechos Huma-
nos, Caso Atala Riffo y niñas vs. Chile,
Sentencia de febrero 24 de 2012.

89
DES-ARMAR SEXUALIDADES
Personas LGBTI y aplicación de la Ley de Víctimas en el Caribe colombiano

90
ANEXO 2

12 cosas
que deben
saber las
personas
LGBTI sobre
la Ley de
Víctimas y
Restitución
de Tierras
en Colom-
bia.
91
DES-ARMAR SEXUALIDADES
Personas LGBTI y aplicación de la Ley de Víctimas en el Caribe colombiano
12 cosas que deben saber las
personas LGBTI sobre la Ley
de Víctimas y Restitución de
Tierras en Colombia.
1. ¿Qué es la Ley de Víctimas?
La Ley de Víctimas y Restitución de Tie-
rras (1448 de 2011), se expide con el
objetivo que el Estado pueda brindar
asistencia, atención y lograr reparar
de manera integral a las víctimas del
conflicto armado interno. Además, la
ley establece un hito importante en la
legislación nacional al reconocer a las
personas LGBTI como sujetos de un
trato especial basado en enfoque dife-
rencial, ya que su calidad de víctimas
se ve reforzada por su condición.
2. ¿Quién es considerada víctima?
Aquellos que de manera individual o colec-
tiva hayan sufrido daño a partir del 1 de
enero de 1985, como consecuencia de
violaciones graves a sus derechos por
causa del conflicto armado interno.
3. ¿Qué establece la ley?
La ley establece una serie de medidas judi-
ciales, administrativas, sociales y econó-
micas, de carácter individual y colecti-
vo, en beneficio de las víctimas. La ley
identifica que las víctimas, para poder
recuperar su proyecto de vida con dig-
nidad, deben ser reparadas de manera
integral.
4. ¿Qué otras personas son conside-
radas víctimas?
El cónyuge o compañero/a permanente de
92
la víctima, incluso parejas del mismo
sexo. Cuando el caso lo amerite: el pa-
dre o la madre de la persona que sufrió
el hecho y los hijos e hijas de la víctima.
5. ¿Qué se entiende por Enfoque
Diferencial?
Identifica como tales a: grupos étnicos, indí-
genas, afrocolombianos, gitanos, muje-
res, adultos mayores, niños, niñas, ado-
lescentes, personas con discapacidad,
defensores de las víctimas y personas
LGBTI. En necesario que el Estado
formule rutas especiales de atención di-
ferenciada a la población LGBTI, que
sean proporcionales al daño dado que
las afectaciones y vulneraciones se han
realizado de forma acentuada sobre la
población.
Se debe referir a las personas LGBTI como:
lesbiana, gay, bisexual, trans e inter-
sexual. Sin utilizar calificativos o apela-
tivos peyorativos.
6. Si he sido víctima LGBTI, ¿A dón-
de debo acudir?
Todas las personas que de acuerdo con la
ley sean consideradas víctimas, deben
acercarse a la Defensoría del Pueblo,
Procuraduría o Personería Municipal, y
realizar una declaración de los hechos
ocurridos. Esta declaración es gratuita.
7. ¿Cómo deben ser atendidas las
personas lesbianas, gays, bisexuales,
trans e intersex?
Se debe brindar una atención basada en el
respeto, dejando de lado los prejuicios
sociales, culturales o religiosos del fun-
cionario. Además cuando se atienda y
se indague sobre el sexo, orientación
sexual o identidad de género, se debe
 explicar al declarante la protección es-
pecial que la Ley 1448 tiene con refe-
rencia a las personas LGBTI. Es ne-
cesario dejar claro que la información
es confidencial y de uso exclusivo de la
Unidad para la Atención y Reparación
Integral a las Víctimas. Cuando hagas
la declaración, es necesario que te au-
toreconozcas como parte de la pobla-
ción LGBTI para poder activar esta
ruta.
No se puede asumir la orientación sexual o
identidad de género de la persona, la
inclusión como persona LGBTI dentro
del registro debe venir exclusivamente
del autorreconocimiento de quien la
expresa.
8. ¿Qué debe hacer la víctima LGBTI?
De acuerdo con la ley se debe hacer una
Declaración para así poder acceder a la
atención y reparación integral por parte
del Estado. En esta declaración ante el
funcionario público, es importante que
la persona narre los hechos ocurridos,
el lugar donde sucedió y, en lo posible,
la fecha del mismo. Este trámite se de-
nomina Declaración del Hecho Victi-
mizante ante Ministerio Público. Con
esta declaración, la víctima debe solici-
tar ser incluido en el Registro Único de
Víctimas.
9. Una vez reconocido como víctima
LGBTI ¿A qué tiene derecho?
Asistencia y Atención (programas económi-
cos y sociales)Garantía de No Repeti-
ciónSatisfacciónRehabilitación (física
y mental)Indemnización (depende del
hecho victimizante)Restitución
10. ¿Cuáles son los espacios de
participación de las víctimas LGBTI?
Existe un protocolo de participación con
el fin de intervenir en el diseño, segui-
miento y evaluación de políticas pú-
blicas. Las víctimas LGBTI se pueden
organizar como: Organizaciones de
Víctimas (OV) u Organizaciones De-
fensoras de Víctimas (ODV), para ha-
cer parte de las Mesas de Participación
de Víctimas.
11. ¿Qué son las Mesas de Participa-
ción de Víctimas?
Las mesas de participación son espacios
de trabajo temáticos para la discusión,
interlocución, retroalimentación, capa-
citación y seguimiento de la Ley 1448
de 2011, que se organizan a nivel mu-
nicipal, departamental y nacional. La
ley dispone que en la conformación de
la mesa debe haber un representante
LGBTI. La inscripción se debe realizar
en los primeros 90 días calendario de
cada año, ante las personerías y defen-
sorías municipales o distritales.
12. ¿A qué tienen derechos las pare-
jas del mismo sexo y las familias de
las víctimas LGBTI?
La Ley 1448 de 2011 prevé que las parejas y
familias de las víctimas LGBTI tienen
derecho a: la verdad, participar de tera-
pias familiares, recibir medidas especia-
les de protección en caso de riesgo, que
la identificación e inhumación de cadá-
veres sea de acuerdo a sus tradiciones,
que sus testimonios orales sean recopi-
lados, y ser tenidos en cuenta en la reu-
bicación de la víctima y reunificación
con ella.
93
DES-ARMAR SEXUALIDADES
Personas LGBTI y aplicación de la Ley de Víctimas en el Caribe colombiano

Dos artículos estratégicos en la de la atención, especialmente por los

operadores de justicia y los intervinien-
Ley 1448 de 2011 tes en el proceso judicial.

Artículo19.
Artículo 6. Igualdad. Ante la existencia de una víctima con orien-
tación sexual diversa se investigará a
Las medidas contempladas en la presente
profundidad los hechos ocurridos, sin
ley serán reconocidas sin distinción de
calificarlos a priori como crímenes pa-
género, respetando la libertad u orienta-
sionales o como venganzas personales.
ción sexual, raza, la condición social, la
La investigación debe garantizar la hi-
profesión, el origen nacional o familiar,
pótesis de la existencia del crimen por
la lengua, el credo religioso, la opinión
homofobia.
política o filosófica.

Artículo 13. Enfoque Diferencial. Artículo 25.

Las víctimas de violencia sexual tienen dere-
El principio de enfoque diferencial reconoce
cho a la reparación integral. Los jueces
que hay poblaciones con características
deberán reconocer e identificar a las víc-
particulares en razón de su edad, géne-
timas directas e indirectas, e individua-
ro, orientación sexual y situación de dis-
lizar los daños y perjuicios, materiales
capacidad. Por tal razón, las medidas de
e inmateriales, individuales y colectivos,
ayuda humanitaria, atención, asistencia
causados por los hechos de violencia
y reparación integral que se establecen
sexual, atendiendo a criterios diferen-
en la presente ley, contarán con dicho
ciales de…orientación sexual, identidad
enfoque.
o expresión de género, entre otros.

La Ley 1719 de 2014 de atención

a las víctimas de violencia sexual
en el marco del conflicto armado
reconoce y atiente la afectación
de éste flagelo hacia las personas
LGBTI

Artículo 13.
En la investigación judicial advierte que las
víctimas tiene derecho a no ser discri-
minadas en razón de su pasado ni de su
comportamiento u orientación sexual,
ni por ninguna otra causa respetando el
principio de igualdad y no discrimina-
ción, en cualquier ámbito o momento

94