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Elena de White no hizo referencia específica al Manual de la Iglesia, el cual no fue publicado oficialmente por la Iglesia Adventista hasta 1932. Sin embargo, sus escritos apoyan el principio bíblico de orden y uniformidad dentro de la iglesia. Aunque no existía un manual en su época, Elena de White alentó la unidad, el orden y las reglas dentro de la iglesia.
Elena de White no hizo referencia específica al Manual de la Iglesia, el cual no fue publicado oficialmente por la Iglesia Adventista hasta 1932. Sin embargo, sus escritos apoyan el principio bíblico de orden y uniformidad dentro de la iglesia. Aunque no existía un manual en su época, Elena de White alentó la unidad, el orden y las reglas dentro de la iglesia.
Elena de White no hizo referencia específica al Manual de la Iglesia, el cual no fue publicado oficialmente por la Iglesia Adventista hasta 1932. Sin embargo, sus escritos apoyan el principio bíblico de orden y uniformidad dentro de la iglesia. Aunque no existía un manual en su época, Elena de White alentó la unidad, el orden y las reglas dentro de la iglesia.
QUIERO SABER / ESPÍRITU DE PROFECÍA - Diciembre 2001
¿Aprobó Elena de White el Manual de la Iglesia?
¿Se pronunció alguna vez Elena de White sobre el uso del Manual de la iglesia?
Responde el director del Centro de Investigaciones White en la Argentina: “Hasta
donde sepamos, EGW no alude a las intenciones de la Asociación General de establecer un Manual de la iglesia. El primer intento en ese sentido se hizo en 1882, cuando el Congreso de la Asociación General acordó preparar instrucciones para los dirigentes que debían publicarse en la Review and Herald. Sin embargo, la Asociación General decidió no publicar entonces un manual. En los años siguientes varias publicaciones adventistas trataban sobre la obra de La iglesia y los deberes de sus oficiales. Se destacó el libro La iglesia, su organización, sus procedimientos y su disciplina (1907), de J. N. Loughborough. Pero no fue sino hasta 1932 cuando la iglesia editó oficialmente un Manual de la iglesia. J. L. McElhany preparó el manuscrito, que fue revisado por la Junta Directiva de la Asociación General. .Del prefacio a distintas ediciones de este manual pueden extraerse más datos y orientaciones. Desde sus inicios el Manual de la iglesia resultó un instrumento útil y necesario para la marcha organizada de la iglesia. La expansión de la obra ha requerido revisiones de su contenido en los congresos mundiales. No es una herramienta rígida e inamovible, sino la manifestación del consenso de la iglesia mundial sobre procedimientos, prácticas denominacionales y asuntos generales pertenecientes al gobierno de la iglesia. Aunque no existía en sus días un Manual de la iglesia, Elena de White se expresó en consonancia con el principio bíblico que demanda orden y uniformidad dentro de la iglesia (1 Coro 14:33, 40). Escribió: ‘Vivimos en una época cuando el orden, el método y la unidad de acción son esenciales...’ (Testimonios para los ministros, p. 228). De acuerdo con su consejo, ‘Cristo quiere que sus discípulos sean unidos en una iglesia, conserven el orden, tengan reglas y disciplina...’ (Testimonies for the Church, t. 3, p. 445). Elena de White también instó a no ‘persistir en una actitud independiente contra la decisión del cuerpo general’ (Joyas de los testimonios, t:3; p. 408)” .-Daniel Plenc.