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Así pues, el gasto será el consumo que se efectúa de algún recurso que hace que
se incremente la pérdida o que disminuya el beneficio, y que por tanto produce un
decremento en el patrimonio.
Según Capriotti (2012) el estudio de los públicos debe enfocarse analizando las
relaciones individuo-organización para llegar a conocer el vínculo fundamental que se
establece entre ambos que llevará a que cada público tenga unos intereses particulares
en relación con la organización. Así pues, los públicos se establecerían a partir de las
consecuencias de la acción de la organización sobre las personas o viceversa. Surge un
vínculo, una relación entre los dos en base a dichas consecuencias. De esta manera las
personas al reconocer las consecuencias de la organización sobre ellos pasan a
constituirse en públicos de la institución. La noción de vínculo es fundamental ya que a
partir de la relación establecida entre la organización y los individuos se formarán los
diversos públicos, los cuales tendrán unos intereses específicos en función de dicho
vínculo.
El gasto público se refiere en que se incurra por los gobiernos centrales, estatales
y locales de un país. El gasto público se puede definir como: "Los gastos realizados por
las autoridades públicas como los gobiernos centrales, estatales y locales para satisfacer
necesidades sociales del colectivo de la gente que se conoce como gasto público." A lo
largo del siglo 19, la mayoría de los gobiernos siguieron laissez faire económico y sus
funciones se limitaban sólo a la defensa de la agresión y mantener la ley y el orden. El
tamaño del gasto púbico era muy pequeño. Pero ahora el gasto de los gobiernos de todo
se ha incrementado significativamente. En el siglo 20, John Maynard Keynes defendió
el papel del gasto público en la determinación del nivel de ingresos y su distribución. En
los países en desarrollo, la política de gasto público no sólo acelera el crecimiento
económico y promueve las oportunidades de empleo, sino que también desempeña un
papel útil en la reducción de la pobreza y las desigualdades en la distribución del
ingreso.
Roca (2013) señala que “el gasto público es el desembolso de dinero que
realizan las unidades ejecutoras de los diferentes niveles de gobierno: central, regional y
local para cumplir sus objetivos políticos, garantizando bienes y servicios por la
ciudadanía y promoviendo una distribución más justa de la riqueza”.
Como señala el MEF (2007), el problema de eficacia y calidad del gasto público
se puede resumir en seis causas:
Hace referencia al ordenamiento sistemático de los ítems que podrían generar gastos
para el gobierno. Los diferentes gastos públicos se revisan a continuación:
Clasificación Funcional
Esta clasificación se basa en las funciones que generan un gasto para el estado. El
gobierno realiza diversas funciones como la defensa, bienestar social, agricultura,
infraestructura y desarrollo industrial. Los gastos realizados en estas funciones se
incluyen en esta clasificación.
A. Ingresos y gastos de capital.
Este gasto es recurrente y se incurre año tras año. Además, los gastos de capital se
realizan en la construcción de carreteras, represas, irrigaciones y adquisición de
maquinaria y equipo.
Se refieren a los gastos con cargo y sin retorno correspondiente. Estos gastos
incluyen:
Pagos a Pensionistas.
Los pagos de intereses.
Subsidios y Subvenciones.
Pensiones a desempleados.
Subsidios de desempleo.
Prestaciones sociales a los sectores más débiles, etc.
Se refiere a los gastos generados mediante ingresos o salidas de dinero. Dicho gasto no
contempla las transferencias de desarrollo, ni los gastos originados por la falta de
desarrollo que se evidencia en la crear fuentes de producción directa o indirectamente.
Infraestructura económica, como la energía, el transporte, riego, etc.
Infraestructura social, como educación, la salud y la familia.
Derecho interno y el orden y la defensa.
Administración pública, etc.
Al incurrir en esos gastos, el gobierno mejora las condiciones de salud y del medio
ambiente para las actividades económicas.
Los gastos en la naturaleza del consumo, como la defensa, los pagos de intereses, el
gasto en las fuerzas policiales, orden público y la administración pública, no generan
ningún activo productivo que aporte ingresos o rentas para el gobierno.
Los economistas han modificado esta clasificación en distinción entre los gastos de
desarrollo y no desarrollo.
E.1. Becas:
Las subvenciones son los pagos efectuados por una autoridad pública, por lo que su no
puede haber ningún quid-pro-quo, es decir, no habrá recepción de bienes o servicios.
Por ejemplo, la pensión de vejez, las prestaciones por desempleo, subsidios, seguros
sociales, subvenciones, etc. Son los gastos de transferencia.
Son los gastos originados para que el gobierno reciba los bienes y servicios a cambio.
Por ejemplo, los sueldos y salarios a empleados del gobierno y la compra de bienes de
consumo y de capital.
Para Sen (1995), el gasto público debe organizarse en base a los esfuerzos realizados
por las políticas públicas superando la bipolaridad encerrada en el concepto de gasto
social incorporado al enfoque teórico propuesto y los postulados de la economía del
bienestar. Según Sen, estas políticas se relacionan con:
a. “El acceso a servicios básicos (atención médica, educación, vivienda y otros servicios
sociales),
De esa manera, en forma conjunta con el sector privado, las políticas públicas deben
contribuir a crear ventajas de localización y competitividad al sector productivo en
respuesta a los nuevos requerimientos de la economía mundial.
En él Perú, el análisis del gasto público, se concentra en las cifras de ejecución del
gasto. El nivel de ejecución del presupuesto no siempre se relaciona con la calidad de la
ejecución del gasto. Por ejemplo, un municipio puede no haber ejecutado totalmente su
presupuesto, pero ha ejecutado proyectos con resultados sociales muy altos y mediante
procesos de compra, y licitaciones transparentes.
En cambio, otro gobierno local puede ejecutar la todo su presupuesto y estos proyectos
demuestran poca rentabilidad social y podrían ser corruptos.
A los ciudadanos lo que les interesa es que los recursos públicos se usen para mejorar
sus condiciones de vida, no que los recursos se gasten y punto. Parella, es muy
importante analizar la calidad del gasto público, entendida como la capacidad del
Estado de proveer bienes y servicios con estándares adecuados.
La inadecuada calidad del gasto es una cualidad presente en toda la gestión pública
peruana, sobre todo en las municipalidades. Aunque se ha intentado mayores recursos a
sectores como educación y salud, mayoría de indicadores no demuestran un avance que
acorde a los mayores presupuestos.
Al analizar el gasto público se concluye que con frecuencia no solo se gastan los
recursos con disponibilidad, sino que no se incrementa el impacto de los recursos
gastados.
Pastor (2014) afirma que el origen principal de estos problemas suelen ser tres factores:
deficiente planificación y diseño, inadecuados incentivos y escasa rendición de cuentas.
Por ello, es importante dotar a los gobiernos de las capacidades necesarias, de esquemas
de incentivos adecuados y de mecanismos de rendición de cuentas.
Los objetivos del sistema de seguimiento y evaluación del gasto público es optimizar
los procesos relativos a la calidad, la disponibilidad, la demanda y el uso de la
información, para mejorarla gestión pública y los procesos de una decisión.
La información que se usa para diseñar políticas, debe estar a disposición de la sociedad
civil y que participe en el uso de esa información. Existen varias agrupaciones civiles
que participan y trabajan con el sistema de monitoreo que usan la información de la
oficina nacional de estadística.
Trillo (2002) afirma que, “en el sector público, no solo se tiene una multiplicidad de
objetivos, sino que, además, frecuentemente no existen mecanismos de evaluación de la
gestión de las diferentes instituciones que lo conforman, dando lugar a la baja
productividad del factor trabajo o a la discrecionalidad de agentes con poder de
decisión”.
Los productos o resultados del sector público, en la mayoría de casos no son de carácter
financiero, no tienen un precio de mercado, o no es posible generar un cálculo preciso
sobre su valor social y en los casos en que es más factible, a veces no están disponibles.
Incluso, los objetivos que persiguen las instituciones del sector público pueden ser
difícil de medir debido a la complejidad o el costo de recoger la información a escala
nacional.
Las teorías de las finanzas públicas establecen que se deben considerar factores políticos
y socioeconómicos para explicar las finanzas de los gobiernos. Por un lado, la tesis de
"política partidista" sostiene que los partidos progresistas contribuyen a aumentar el
déficit público. Por otro lado, la débil hipótesis del gobierno.
Roubini y Sachs (1989) en su obra "Gasto del gobierno y déficit presupuestarios en los
países industriales. Política económica: un foro europeo”, afirman que, cuanto mayor es
la fragmentación del gobierno, mayor es el gasto, el déficit y la deuda. En
consecuencia, nuestro trabajo evalúa si la ideología municipal y la fuerza política tienen
un impacto en el gasto público y los impuestos. Con este objetivo, analizamos una
muestra representativa de municipios para el año 2005.
Si bien los montos que el Perú invierte en programas sociales son todavía muy
escasos para la magnitud del problema, durante los últimos años se ha hecho un
esfuerzo fiscal importante por destinar mayores recursos. En el período 2000-2010 se
experimentó un crecimiento del PBI corriente del orden del35.4% y el gasto público
creció en 58.1%. Sin embargo, este mayor gasto se destinó básicamente al rubro
remuneraciones, pues el gasto corriente aumentó en 90.4%. El gasto en personal y
obligaciones sociales prácticamente se duplicó, de 6,300 millones de nuevos soles en el
2000 a 12,500 millones de nuevos soles en el 2005. Por el contrario, no se avanzó lo
suficiente en los procesos de reforma de la gestión pública para mejorar la calidad e
impacto de los programas sociales. La inversión en programas sociales es una
herramienta poderosa para el cumplimiento de los compromisos asumidos si se ejecuta
de manera efectiva.
El gasto público en Perú en 2016, disminuyó 1.531,7 millones, un 3,97%, hasta un total
de 37.041,3 millones de euros. Esta cifra supone que el gasto público en 2016 alcanzó el
20,97% del PIB, una caída de 1,28 puntos respecto a 2015, cuando el gasto fue el
22,25% del PIB.
La posición de Perú frente al resto del mundo en 2016, en cuanto a gasto se
refiere, ha progresado de forma positiva, si consideramos que gastar más es mejorar, ya
que ha pasado del puesto 57 que ocupaba en 2015 al 56. Más que la cantidad gastada es
comparable el porcentaje del PIB que ésta supone y en este caso ha descendido, con un
porcentaje bajo comparado con el del resto de los países, que le sitúa en el puesto 161
de 189 países, del ranking de Gasto público respecto al PIB.
En 2016 el gasto público per cápita en Perú, fue de 1.177 euros por habitante. En
2015 fue de 1.238 euros, luego el gasto público por habitante ha descendido en 61
euros. Si miramos diez años atrás vemos que entonces el gasto público por persona era
de 483 euros. En la actualidad según su gasto público per cápita, Perú se encuentra en el
puesto 107 de los 189 publicados.
Además de saber cuánto gasta un país, es importante saber en qué lo gasta. En el caso
de Perú, según los últimos datos publicados, dedicó a educación un 17,6% de su gasto
público, a sanidad un 15% y a defensa un 6,54%.
En los últimos años la proporción del PBI que se destina al gasto social público ha
crecido de 7.9% en el año 2000 a 9.2% en el año 2005 y en el año 2010 es de 15%
Actualmente, aproximadamente la mitad del gasto público se destina, de una u otra
manera, a los sectores sociales. El nivel del gasto social en el Perú es significativamente
menor que el promedio regional de América Latina, medido tanto por el porcentaje del
gasto social respecto al PBI (8% versus 15%), como por el gasto social por habitante
(170 dólares Fuente: Programa de las Naciones Unidas para el desarrollo (PENUD)
PERU – Informes sobre desarrollo humano.
Los departamentos de Moquegua y Tacna reciben más de 1,500 nuevos soles por
alumno, mientras que departamentos con mayor índice de pobreza, como Amazonas,
Caja- marca y Huánuco, reciben menos de 900 nuevos soles por alumno. Para reflejar el
promedio regional en América Latina y alcanzar las metas de asignación presupuestal,
como el compromiso de aumentar el gasto en educación hasta 6% del PBI y en salud
hasta 3% del PBI, se necesitaría un monto adicional de 12,388 millones de nuevos soles.
Aumentar el gasto en educación y salud implicaría realizar una reforma tributaria que
permita incrementar los ingresos del Estado, revisando exoneraciones y ampliando la
base tributaria. De muy poco serviría ello si no se hace una reforma de la ejecución del
gasto en paralelo. Ambas reformas son fundamentales. Aunque todavía hay una brecha
importante, en los últimos años el monto absoluto del gasto en educación se ha
incrementado de manera constante, de S/. 862 nuevos soles por alumno en el año 2000 a
S/.1,168 nuevos soles en el 2005. El mayor aumento ha sido en el rubro de
remuneraciones mientras que el nivel de inversión se mantuvo sin aumento. Una
oportunidad inmediata para destinar mayores recursos a programas e inversiones
sociales es el canon.
En el 2006 el presupuesto del canon minero casi se duplicó: de S/.1,156 a S/. 2,184
millones. Sin embargo, ello sólo beneficia a algunos departamentos con índices de
pobreza altos, como Cajamarca y Cusco, pero no a otros, como Amazonas y Huánuco,
que tienen similares índices de pobreza y no reciben dicho recurso.
La calidad del gasto hace referencia a si los recursos públicos están siendo
adecuadamente utilizados, llegan a quienes deberían llegar, se utilizan total y
oportunamente y generan los resultados esperados. La mejora de la calidad del gasto
público en el Perú será un proceso lento y complejo por la diversidad e interrelación de
los factores implicados. Las principales restricciones que enfrentamos son: la ausencia
casi total de un servicio público calificado y profesional; y la carencia de una
legislación, normas administrativas e instrumentos de gestión orientados al
cumplimiento de resultados de forma eficiente y transparente. En primer lugar, existe
una profusión de instituciones y programas públicos 40 poco articulados que
representan verdaderos “pisos geológicos” de los esfuerzos de diferentes gobiernos en
los últimos 25 años en distintas áreas. La superposición y duplicación de esfuerzos y el
gasto de recursos debería ser ordenado mediante la fusión e integración de programas.
Por ejemplo en el área de combate a la pobreza se podrían desarrollar sinergias,
racionalizar aparatos burocráticos, coordinar mejor los esfuerzos con áreas como
educación y salud, si se integraran acciones o instituciones como el Fondo de
Cooperación para el Desarrollo Social (FONCODES), el Programa Nacional de Manejo
de Cuencas Hidrográficas y Conservación de Suelos (PRONAMACHS), el Instituto
Nacional de Bienestar Familiar, el Programa Nacional de Asistencia Alimentaria
(PRONAA), Provias Rurales, el Programa Nacional de Agua y Saneamiento Rural
(PRONASAR) y el nuevo Programa Nacional de Apoyo a los Más Pobres (JUNTOS).
Estos 7 aparatos institucionales dependen de 5 ministerios diferentes. Corporación
Financiera Internacional (IFC), institución del Banco Mundial, mide el clima de
negocios en 183 países. La meta trazada por el gobierno es que el país ocupe el primer
lugar en América Latina y el puesto 25 en el reporte DB. De acuerdo con el último DB
2011, el Perú es el primer país de Sudamérica y el segundo país de América Latina
(después de México) con mejor clima de negocios al facilitar la formación y
crecimiento de empresas. En la Apertura de un Negocio se ha mejorado 49 posiciones
respecto al DB 2010, pasando del puesto 103 al 54. Ahora abrir una empresa toma 6
trámites y 27 días, en comparación al 2007 que tomaba 10 trámites y 72 días. Como se
señaló, el principal objetivo de la administración fue reducir la pobreza y mejorar las
condiciones de vida de los más pobres en el país. El balance de las metas planteadas en
materia social de los últimos 5 años es positivo. La pobreza total se redujo de 48,7% en
el 2005 a 34,8% en el 2009, la pobreza extrema pasó de 17,4% a 11,5% en el mismo
período. De este modo, el número de departamentos con una tasa de pobreza inferior al
30% pasó de apenas 3 (Arequipa, Ica y Tumbes) en el 2005 a 8 (Tacna, Tumbes, Lima,
Ica, Arequipa, Moquegua, Ucayali y Madre de Dios) en el 2009. De otro lado, el
número de departamentos con una tasa de pobreza superior al 70% se redujo de 6
(Apurímac, Ayacucho, Huánuco, Loreto, Pasco y Puno) a 2 (Huancavelica y Apurímac)
en el mismo período. A nivel distrital entre el 2007 y 2009 la pobreza se redujo en
alrededor de 1 000 distritos.
Según el gremio industrial, mientras el Estado gastó S/ 0.86 en salarios por cada S/ 1
invertido en capital productivo en el 2010, cinco años después desembolsó 35% más en
salarios (S/ 1.16) para invertir el mismo S/ 1.
En ese sentido, la SNI remarcó que mientras la inversión pública no creció en mayor
proporción y el gasto corriente del Estado casi se duplicó, pasando de S/ 57,000
millones a S/. 97,000, millones, la calidad del gasto estatal se deterioró en el último
lustro, ya que el Perú pasó del puesto 37 al 117 entre 140 países, bajando 80 puestos en
eficiencia del gasto público desde el 2011, según el Foro Económico Mundial (WEF,
por sus siglas en inglés).
La aparente paralización del gasto en inversión pública durante los últimos cinco años
responde específicamente a la reducción de la inversión de gobiernos subnacionales
(6.3%), la cual se compensó por el aumento de la inversión del gobierno nacional
(14.5%).
Frente al panorama expuesto, y para mejorar el nivel y calidad del gasto del Estado en
inversión, la SNI considera fundamental en el próximo quinquenio, por un lado
aumentar la productividad del funcionario público, y; por el otro, promover la
competencia entre las instituciones públicas para así incentivar un mejor desempeño de
estas.
Se incrementó 132% de S/. 3 953 millones a S/. 9 182 millones entre el 2005 y
2010. El Perú ha logrado una significativa reducción de la mortalidad materna e
infantil debido en parte al mayor acceso a los servicios de salud, así como por los
efectos positivos entre la educación de la madre y el uso de los servicios de salud.
Lo anterior se traduce además en una mayor proporción de partos institucionales,
indicador que pasó del 57,6% del total de partos en el 2000 a 76,0% en el 2007 y,
para el primer semestre del 2010 llegó a 81,2%.
El presupuesto del año 2016 es de S/.8,197 millones y el proyecto del 2017 es de S/.
8,245 millones. El incremento es mínimo. Por ejemplo, el Seguro Integral de Salud pasa
de S/. 1,657 millones a S/. 1,409 millones. Es decir, hay una disminución de casi S/. 250
millones. Según voceros del Ministerio de Salud, estos S/. 250 millones han sido
incluidos en las transferencias que se harán a los gobiernos regionales para el pago de
los servidores del régimen laboral 1057 (CAS). Aunque sea así, no hay incremento sino
disminución en un rubro esencial para la población.
Por otro lado, resalta el incremento presupuestal de Susalud, de S/. 45,575 a S/. 47,499
millones, porque es una actividad que no tiene impacto directo en la atención de salud
de los ciudadanos.
Existe un ligero incremento del presupuesto del Instituto de Enfermedades Neoplásicas
(INEN) de S/. 267,242 millones a S/. 327,351 millones. Es una buena medida, aunque
insuficiente, porque involucra a la lucha contra el cáncer. Pero el ajustón fiscal que
propone el ejecutivo para el gasto corriente, de casi S/. 20,000 millones, afecta de modo
directo a la salud porque consume remuneraciones, cargas sociales, bienes y servicios,
además de otras actividades conexas. No es posible brindar atención médica sin
personal; en este caso, médicos, profesionales de la salud y trabajadores. Además, los
bienes y servicios se refieren a medicamentos, insumos y equipos.