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Colegio Gimnasio Campestre San Sebastián

SINTESIS
GRADO: NOVENO
AREA: QUIMICA
PERIODO: CUARTO
TEMA: EL AGUA, SOLUCIONES Y UNIDADES DE CONCENTRACION
DOCENTE: INGRID YANETH VILLAN
COMPETENCIAS: Indaga y explica.
DBA: 3 (CN) Analiza las relaciones cuantitativas entre solutos y solventes, así como los
factores que afectan la formación de soluciones.

EL AGUA
La molécula de agua es triatómica, es decir, está compuesta por tres átomos: dos de
hidrógeno y uno de oxígeno, unidos mediante enlaces covalentes polares. Estos átomos no
están unidos en línea recta, sino que se ubican formando un ángulo de 104,5°. Esta forma
geométrica hace que la molécula de agua sea dipolar, con una carga negativa en el extremo
donde se halla el átomo de oxígeno y cargas positivas cerca de los hidrógenos. Entre
diferentes moléculas de agua se generan fuerzas de atracción medidas por estas cargas.
A esta interacción característica del agua se le conoce como puente de hidrógeno.

Proceso de disolución
La incorporación de solvente y soluto para dar lugar a una solución, puede llevarse a cabo
mediante un proceso químico o un proceso físico. Veamos.

 Disolución química: en este caso, ocurre una reacción química entre soluto y
solvente. Por ejemplo, cuando el zinc se disuelve en ácido clorhídrico, el primero se
ioniza, quedando como Zn+1, mientras que el hidrógeno se reduce. Como resultado
de esta interacción, las sustancias en solución son diferentes a aquellas que
intervinieron originalmente.
 Disolución física o solvatación: en este caso no hay transformación de las sustancias
involucradas, sino que la incorporación de soluto y solvente se lleva a cabo por
fuerzas de atracción intermoleculares, como los puentes de hidrógeno o las
interacciones dipolo-dipolo. Si el solvente es el agua, el proceso se denomina
hidratación. Por ejemplo, al disolver cloruro de sodio en agua, este se ioniza, dando
lugar a dos especies cargadas: el catión Na+1 y el anión Cl-. Ambos iones se ven
atraídos por los polos de las moléculas de agua, formando una especie de red.

Solubilidad
Existe un límite para la cantidad máxima de soluto soluble en un determinado solvente. A
este valor que limita la cantidad de soluto que se puede disolver en determinada cantidad
de solvente se le conoce como solubilidad, y se define como la máxima cantidad de un
soluto que puede disolverse en una cantidad dada de un solvente, a una temperatura
determinada.

Factores que determinan la solubilidad


La cantidad de soluto que puede disolverse en una cantidad dada de solvente, depende de
los siguientes factores:

 Naturaleza del soluto y del solvente Una regla muy citada en química es: lo
semejante disuelve lo semejante. En otras palabras, la solubilidad es mayor entre
sustancias cuyas moléculas sean análogas, eléctrica y estructuralmente. Cuando
existe semejanza en las propiedades eléctricas de soluto y solvente, las fuerzas
intermoleculares son intensas, propiciando la disolución de una en otra. De acuerdo
con esto, en el agua, que es una molécula polar, se pueden disolver solutos polares,
como alcohol, acetona y sales inorgánicas. Así mismo, la gasolina, debido al
carácter apolar de sus moléculas, disuelve solutos apolares como aceite, resinas y
algunos polímeros.

 Temperatura En general, puede decirse que a mayor temperatura, mayor


solubilidad. Así, es frecuente usar el efecto de la temperatura para obtener
soluciones sobresaturadas. Sin embargo, esta regla no se cumple en todas las
situaciones. Por ejemplo, la solubilidad de los gases suele disminuir al aumentar la
temperatura de la solución, pues, al poseer mayor energía cinética, las moléculas
del gas tienden a volatilizarse. De la misma manera, algunas sustancias como el
carbonato de litio (Li2CO3) son menos solubles al aumentar la temperatura.

 Presión: La presión no afecta demasiado la solubilidad de sólidos y líquidos,


mientras que tiene un efecto determinante en la de los gases. Un aumento en la
presión produce un aumento de la solubilidad de gases en líquidos. Esta relación
es de proporcionalidad directa. Por ejemplo, cuando se destapa una gaseosa, la
presión disminuye, por lo que el gas carbónico disuelto en ella escapa en forma de
pequeñas burbujas.

 Estado de subdivisión: Este factor tiene especial importancia en la disolución de


sustancias sólidas en solventes líquidos, ya que, cuanto más finamente dividido se
encuentre el sólido, mayor superficie de contacto existirá entre las moléculas del
soluto y el solvente. Con ello, se aumenta la eficacia de la solvatación. Es por eso
que en algunas situaciones la trituración de los solutos facilita bastante la
disolución.
La concentración
La concentración de una solución expresa la cantidad de soluto presente en una cantidad
dada de solvente o de solución. En términos cuantitativos, esto es, la relación o
proporción matemática entre la cantidad de soluto y la cantidad de solvente o, entre soluto
y solución.

EJERCICIOS

Porcentaje referido a la masa (% p/p): relaciona la cantidad de masa del soluto, en


gramos (g), presente en una cantidad dada de solución. Si se tiene en cuenta que el
resultado se expresa como porcentaje de soluto, la cantidad patrón de solución suele
tomarse como 100 g. Se expresa en % p/p y la siguiente expresión permite calcular esta
unidad de concentración:

Por ejemplo, si se disuelven 10 g de NaCl en 90 g de H2O, ¿cuál es el porcentaje en masa


de la sal? Se calcula la masa de la solución: 10 g NaCl + 90 g H2O = 100 g de solución y
se remplaza en la fórmula:
Porcentaje referido al volumen (v/v): se refiere a la cantidad de volumen de soluto, en
mililitros (mL), presente en cada 100 mL de solución. Se expresa en % v/v y la expresión
que se utiliza para calcularlo es:

A partir de esta relación se puede calcular, por ejemplo, ¿cuántos mL de ácido sulfúrico
(H2SO4) hay en 300 mL de una solución al 20% v/v? Una solución al 20% de H2SO4

Significa que por cada 100 mL de solución hay 20 mL de H2SO4. Para calcular el volumen
de H2SO4 en 300 ml de solución, se hace el despeje correspondiente y resulta:

Por lo tanto, si se tiene 300 mL de una solución de H2SO4 al 20% (v/v), significa que hay
60 mL de H2SO4 en 240 mL de agua.

Porcentaje masa-volumen (p/v): representa la cantidad de masa de soluto (g) que hay
por cada 100 mL de solución. Se expresa en % p/v y se calcula según la expresión:

La concentración en partes por millón

Para medir algunas concentraciones pequeñas, por ejemplo, las partículas contaminantes
que eliminan los automóviles o la cantidad de cloro y flúor presentes en el agua potable, se
utiliza una unidad de concentración denominada partes por millón (ppm), que mide las
partes de soluto presentes en un millón de partes de solución (106). En general, para
soluciones sólidas se utilizan las unidades mg/kg y para soluciones líquidas mg/L. La
siguiente expresión permite calcular las partes por millón:

Por ejemplo, ¿cuál es la concentración en ppm de una muestra de 350 mL de solución de


fluoruro de sodio (NaF) en agua, que contiene 0,00070 g de esta sal disuelta? Se hace la
conversión a las unidades requeridas: 350 mL = 0,350 L de solución y 0,00070 g = 0,70 mg.
Luego, se aplica la fórmula:

Esto es, la solución contiene 2 ppm de NaF, lo que equivale a 2 mg por litro de solución.

Por otra parte, las partes por billón (ppb) corresponden a las partes de soluto presentes
en un billón de partes de solución. Para soluciones sólidas se utilizan las unidades µg/kg y
para soluciones líquidas µg/L. La expresión que permite realizar este cálculo es:

Por ejemplo, se prepara una solución disolviendo 36,5 mg de glucosa C6H12O6, en 700 mL
de agua. ¿Cuál es la concentración de esta solución en ppb? Se hace la conversión a las
unidades requeridas en la fórmula: 700 mL = 0,700 L de solución y 36,5 mg = 36,5
multiplicación en cruz 103 μg. Luego, se aplica la fórmula:
La densidad y la concentración de una solución

La densidad de una disolución es la relación entre la masa y el volumen de la disolución.


La densidad es una propiedad que tienen todas las sustancias y la siguiente expresión
permite calcularla:

Por otra parte, la concentración en masa de una disolución representa la relación entre la
masa del soluto y el volumen de la disolución:

Nota que las unidades coinciden, sin embargo, ten en cuenta que la concentración
se limita a la masa de soluto, mientras que la densidad se refiere a la masa de toda la
solución: soluto más solvente.

La molaridad (M)

La concentración molar o molaridad (M) se define como el número de moles de soluto (n


soluto) que hay en un litro (L) de solución. La expresión matemática para calcular esta
unidad de concentración es:

Por ejemplo, para calcular la concentración molar de una solución que contiene 19,7 g de
hipoclorito de sodio (NaClO) en 800 mL de solución: se determina la masa molar de NaClO
y se calcula el número de moles que corresponden a 19,7 g. La masa molar de los átomos
que conforman una muestra de hipoclorito de sodio son: Na = 23 g/mol; Cl = 35,45 g/mol;
O = 16 g/mol, entonces:

La concentración molar de la solución es 0,32 M. Este valor indica que hay 0,32 moles de
hipoclorito de sodio por cada litro de solución.
Molalidad (m)

La concentración molal o molalidad (m) indica la cantidad de moles del soluto (nv) que hay
en un kilogramo (kg) de solvente. La molalidad se calcula mediante la expresión:

Por ejemplo, se desea determinar la molalidad de una solución que se prepara mezclando
10 mL de etanol (C2H5OH) en 300 mL agua (Datos: densidad de etanol = 0,8 g/mL;
densidad del agua = 1 g/mL y masa molar del etanol = 46 g/mol). Para calcular la molalidad
se necesita conocer las moles de soluto y la masa del solvente expresada en kilogramos
(kg). Los datos de densidad permiten conocer la masa de cada uno de estos componentes:
ar de la solución es 0,32 M. Este valor indica que hay 0,32 moles de hipoclorito de sodio
por cada litro de solución.

La normalidad

La concentración normal o normalidad (N) relaciona el número de equivalentes gramo o


equivalentes químicos de un soluto con la cantidad de solución en litros (L). Se expresa
como:

El concepto de número equivalente gramo (No eq-g) o equivalente químico ha sido


desarrollado especialmente para referirse a los ácidos y a las bases y se calcula a partir del
peso equivalente gramo (peq-g). Un peso equivalente gramo (peq-g) para una base o un
ácido es la masa (g) de este soluto capaz de producir un mol de iones hidroxilo (OH–) o
iones de hidrógeno (H+), respectivamente. Por ejemplo, un mol de ácido clorhídrico (HCl;
masa molar de 36,5 g/mol), se ioniza para producir 1 mol de iones de hidrógeno (H+).

En el caso de ácidos o bases que generan más de un mol de H+ o OH– como el ácido
sulfúrico (H2SO4), el peso de un equivalente gramo se calcula así:

Ahora, a partir del peso equivalente gramo se calcula el número equivalente gramo (No eq-
g) como la relación entre la masa (g) de soluto en la solución y el peso equivalente gramo
(peq-g) expresado en gramos (g), así:
Para calcular la normalidad de una solución de NaOH que contiene 8 g de NaOH en 200
mL de solución (masa molar NaOH = 40 g/mol que produce 1 mol OH–) se procede así:

Fracción molar

La fracción molar es una cantidad adimensional que expresa la relación del número de
moles (n) de un componente en una solución con la suma del número de moles de todos
los componentes presentes en la solución. La expresión para este cálculo es:

La suma de las fracciones molares de todos los componentes de una mezcla es 1, es decir,
X soluto + X solvente = 1.
Por ejemplo, la fracción molar de 2 moles de ácido clorhídrico diluidas en 30 moles de agua
es:
X soluto= 2 moles HCl/32 moles
X soluto = 0,066
La del agua X solvente= 30 moles H2O/32 moles solución = 0,94.

La solubilidad

La solubilidad es la máxima cantidad de soluto que puede ser disuelto en una determinada
cantidad de solvente a una temperatura específica. Por ejemplo, la solubilidad del cloruro
de sodio (NaCl) en agua a 20 °C es de 359 g/L de solución, lo que significa que a esta
temperatura, un litro de agua puede disolver como máximo 359 g de NaCl.

Los factores que afectan la solubilidad

La cantidad de soluto que puede disolverse en una cantidad dada de solvente, depende de
los siguientes factores:

La naturaleza del soluto y del solvente

La solubilidad es mayor entre sustancias cuyas moléculas sean similares tanto en sus
propiedades eléctricas como estructurales. Por ejemplo, cuando existen semejanzas en las
propiedades del soluto y el solvente, las fuerzas intermoleculares son intensas, lo que
propicia la disolución entre ellas. Si se mezclan dos sustancias líquidas no polares como el
benceno (C6H6) y el tetracloruro de carbono (CCl4), se disolverán una en otra, pues ambas
presentan solo fuerzas intermoleculares de dispersión. En este caso, se dice que ambos
líquidos son miscibles, pues son solubles entre sí completamente. Por otro lado, si existen
dos líquidos con características distintas, por ejemplo uno es polar, es decir, presenta
cargas parciales en sus moléculas, y otro es apolar, es decir, que no las posee, estos no se
mezclarán y entonces se dice que son inmiscibles. Por ejemplo, el ciclohexano (C6H12;
molécula apolar) y el agua (H2O; molécula polar) no se mezclan entre sí. De acuerdo con
esto, el agua se puede disolver en solutos polares, como alcoholes y sales inorgánicas. Así
mismo, la gasolina, que es una sustancia apolar, se disuelve en solutos apolares como el
aceite y algunos polímeros.

La temperatura

Generalmente la solubilidad de los sólidos en un solvente aumenta con la temperatura, pues


el incremento de la energía cinética de las moléculas facilita su dispersión en el solvente.
Sin embargo, existen algunas excepciones, como el carbonato de litio (Li2CO3), el cual
disminuye su solubilidad al aumentar la temperatura. A diferencia de lo que sucede con los
sólidos, la solubilidad de los gases en los líquidos generalmente disminuye al aumentar la
temperatura. Por ejemplo, la solubilidad del oxígeno en agua disminuye a medida que
aumenta la temperatura, lo cual tiene directa repercusión en la naturaleza: si la temperatura
de un río o un lago aumenta, la cantidad de oxígeno disuelto disminuye, lo que puede
afectar a los seres vivos que viven en estos cuerpos de agua.

La presión

La presión no afecta en gran medida la solubilidad de los sólidos, sin embargo, tiene un
efecto determinante en la solubilidad de los gases. Cuando aumenta la presión del sistema
se produce un aumento de la solubilidad de gases en líquidos. Por ejemplo, al destapar una
bebida carbonatada como una gaseosa, la presión del sistema disminuye y el gas carbónico
(CO2) disuelto en la bebida forma pequeñas burbujas y escapa, pues su solubilidad
disminuye.

El estado de subdivisión

El estado de subdivisión tiene especial importancia en la solubilidad de sustancias sólidas


en líquidos. Cuanto más finamente dividido se encuentre el sólido, mayor superficie de
contacto existirá entre las moléculas del soluto y el solvente, por lo que aumenta la eficacia
de la solvatación o la disolución física.

Las clases de soluciones de acuerdo con su solubilidad

Una forma en que se diferencian las soluciones es de acuerdo con la capacidad del
solvente para disolver al soluto. De esta manera, se pueden distinguir tres clases
de soluciones: saturadas, insaturadas y sobresaturadas. Las soluciones
saturadas contienen la máxima cantidad de soluto que puede disolver el solvente
a una temperatura específica. Las soluciones insaturadas contienen una cantidad
de soluto menor de la que es capaz de disolver el solvente y las soluciones
sobresaturadas contienen una mayor cantidad de soluto disuelto del que podría
admitir a una temperatura determinada. Estas soluciones son muy inestables y
frecuentemente el soluto en exceso se precipita en el fondo del recipiente.

Las propiedades coligativas

Cuando un soluto y un solvente se combinan forman una solución. La mezcla


homogénea tiene propiedades físicas propias y diferentes a las que presentan tanto
el solvente como el soluto por separado. Estas propiedades emergentes en las
soluciones reciben el nombre de propiedades coligativas, que son propiedades
que dependen directamente de la concentración del soluto y no de su naturaleza
química. Las propiedades coligativas son: el descenso de la presión de vapor, el
aumento en el punto de ebullición, el descenso en el punto de congelación y el
fenómeno de ósmosis.

El descenso de la presión de vapor

Las moléculas de un líquido en un recipiente cerrado poseen una cierta cantidad de


energía cinética a una determinada temperatura. Por esto algunas moléculas,
especialmente las situadas en la superficie, pasan espontáneamente al estado
gaseoso, es decir, se volatilizan. Debido a las constantes colisiones entre las
moléculas, algunas pueden regresar al estado líquido, lo que da como resultado un
estado de equilibrio entre las fases gaseosa y líquida de la sustancia. Cuando el
líquido se encuentra en un recipiente cerrado, su fracción gaseosa en equilibrio
ejerce una presión sobre el recipiente y sobre el líquido por el movimiento continuo
de las moléculas. La presión de vapor es la presión que ejercen las moléculas
gaseosas que están en equilibrio sobre el líquido de donde se generan.

Cuando se adiciona un soluto no volátil a un solvente para formar una solución, esta
última posee una presión de vapor menor que la observada en el solvente puro,
pues las partículas de soluto impiden que las moléculas del solvente pasen a la fase
de vapor, lo que provoca que disminuya su presión de vapor. La expresión
matemática que describe este fenómeno se conoce como la ley de Raoult, que
enuncia que la presión parcial de un solvente en una solución está dada por la
presión de vapor del solvente puro, multiplicada por su fracción molar en la solución:

En la cual P1 es la presión parcial del solvente en la solución, P1° es la presión de


vapor del solvente puro y X1 es la fracción molar del solvente.

El aumento en el punto de ebullición

El punto de ebullición se define como la temperatura a la cual la presión de vapor


de un líquido se iguala a la presión de vapor externa. Cuando un solvente forma
parte de una solución, sus moléculas tienen menor posibilidad de pasar al estado
gaseoso porque las moléculas del soluto en la superficie disminuyen el número de
moléculas de solvente que se evaporan. Por lo tanto, la temperatura de ebullición
de la solución será mayor que el solvente puro. Este fenómeno se conoce como
aumento del punto de ebullición o ascenso ebulloscópico, el cual se define
formalmente como la diferencia entre el punto de ebullición de la solución y el punto
de ebullición del solvente puro. Para calcular el incremento del punto de ebullición,
se utiliza la expresión:

En la cual Te es el aumento en el punto de ebullición, Te es el punto de ebullición


de la solución y Te° es el punto de ebullición del solvente puro. T_e siempre tendrá
un valor positivo, pues el punto de ebullición de la solución es mayor que el punto
de ebullición del solvente puro.

El diagrama de fases muestra el aumento del punto de ebullición de la solución, en


comparación con el punto del solvente puro.

El descenso en el punto de congelación

El punto de congelación de un líquido es la temperatura a la cual este se solidifica


debido a un descenso en la temperatura. Cuando el solvente de una solución
alcanza el punto de congelación, sus moléculas se enlazan y se rompen las
interacciones con las moléculas del soluto. Esto ocasiona un descenso de la presión
de vapor que lleva a una disminución en el punto de congelación de la solución.
Este fenómeno se conoce como disminución del punto de congelación o
descenso crioscópico de una solución, que se define formalmente como la
diferencia entre el punto de congelación del solvente puro y el punto de congelación
de la solución. Para calcular la disminución del punto de congelación ( Tc), se
utiliza la expresión:

En la cual ( Te) es la disminución del punto de congelación, Tc°es el punto de


congelación del solvente puro y Tc es el punto de congelación de la solución. La
disminución del punto de congelación siempre tendrá un valor positivo, pues el
punto de congelación del solvente puro es mayor que el punto de congelación de la
solución.

El diagrama de fases muestra el descenso en el punto de congelación de la


solución, en comparación con el del solvente puro.

La ósmosis
Es un fenómeno que se genera cuando se separan dos soluciones de diferente
concentración por medio de una membrana semipermeable, es decir, una
membrana que solo permite el paso del solvente e impide el paso de las moléculas
de soluto. De esta forma, las partículas del solvente pasan de la solución más diluida
a la solución más concentrada a través de la membrana hasta que se igualan las
concentraciones de ambas soluciones. Por ejemplo, en un tubo en forma de U que
contiene dos soluciones de diferente concentración separadas por una membrana
semipermeable, las moléculas del solvente atraviesan la membrana hacia la
solución de mayor concentración hasta equilibrar la concentración de ambas
soluciones.

REFERENCIA BIBLIOGRAFICA
1. Gonzáles, Diana et al. Hipertexto química 1. Bogotá: editorial Santillana, 2010. 280p.
2. http://aprendoquimik.weebly.com/unidades-de-concentracion.html

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