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CONCURSO

DE DELITOS
Clases

25-4-2014 UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO RUIZ GALLO


INDICE

1. INTRODUCCION…………………………………………………………2

2. PLURALIDAD DE DELITOS…………………………………………….3

2.1 UNIDAD DE ACCION Y PLURALIDAD DE ACCIONES………………………..4

2.2 HECHO JURIDICO………………………………………………………………….7

2.3 PRINCIPIO PARA LA DETERMINACION DE LA PENA……………………….8

3. CONCURSO DE DELITOS……………………………………………...9

3.1 CONCURSO IDEAL………………………………………………………………...10

3.2 CONCURSO REAL………………………………………………………………….12

3.3 CONCURSO REAL RETROSPECTIVO…………………………………………..14

3.4 DELITO CONTINUADO Y DELITO MASA………………………………………..16

4. CONCURSO APARENTE DE LEYES………………………………….21

5. ACUERDO PLENARIO SOBRE EL CONCURSO REAL……………..25

6. JURISPRUDENCIA………………………………………………………..34

7. DERECHO COMPARADO………………………………………………..37.

8. CONCLUSIONES………………………………………………………….44

9. BIBLIOGRAFIA…………………………………………………………….45
INTRODUCCION
Lo que se expone en esta lección es tema que afecta, no sólo a las reglas
de determinación de la pena (y por eso se trata antes de iniciarse en éstas), sino
también, y sobre todo, a la teoría del delito y al estudio de los delitos en particular
o «parte especial». El objeto de esta lección será una herramienta imprescindible
para el resto del estudio del Derecho penal.

Esta lección se refiere al problema que se plantea cuando un mismo


sujeto lleva a cabo una acción que tiene varios resultados: ¿se trata de un solo
delito? ¿o son tantos como hechos? ¿o tantos como víctimas? Pero también
otros problemas: ¿Cómo enjuiciar la conducta de quien, a lo largo de todos los
días del año, se apodera innumerables veces de cantidades insignificantes que
hacen una cuantiosa suma? O también: Quien da muerte a otro con alevosía,
¿comete homicidio o asesinato? ¿por qué no se le enjuicia por ambos delitos,
pues ha realizado el tipo de los dos? Estos, y otros, son los problemas de los
llamados concurso de delitos (II) y concurso de leyes o de normas (III).

Por concurso ha de entenderse ahora concurrencia. Aquí se expone


cuándo se da esta concurrencia y cómo tratarla a efectos de pena

La teoría del concurso pretende establecer las reglas para la aplicación


de diversos marcos penales, según haya una acción o tengan que apreciarse
varias acciones. En tal dirección, su misión es establecer las reglas sobre las
cuales se determinará la unidad y pluralidad de delitos, a la vez que debe
resolver el conflicto que genera la existencia de hechos que presentan un
múltiple encuadre típico, o casos de pluralidad de conductas que ponen en
movimiento varios tipos penales o el mismo tipo penal varias veces. Se trata de
un problema que atañe a la tipicidad de la conducta.

La importancia de la teoría del concurso radica en la necesidad de hacer


más segura la aplicación de la ley penal, dotándola de más previsibilidad y
procurando mayor equidad a la hora de fijar el marco penal para la determinación
individual de la pena. Sin embargo, a poco que se avanza en el estudio de las
figuras de la parte especial y en el modo en que la jurisprudencia define cuándo
existe uno o más hechos o, cualquiera sea el caso, las relaciones entre los tipos
penales involucrados, se advierten las enormes dificultades que existen para
satisfacer acabadamente con dicha función práctica. El principio de igualdad se
ve gravemente afectado cuando se comprueba que un mismo hecho, en distintos
puntos del país, puede ser interpretado desde todas las formas concursales
posibles. El robo agravado por el empleo de arma de fuego, por ejemplo, es visto
como un caso de concurso real, de concurso ideal y hasta aparente, en relación
al delito de portación de arma de fuego durante su comisión, según sea el órgano
jurisdiccional que intervenga.
PLURALIDAD DE DELITOS

Como su nombre lo indica nos encontramos frente al caso en que una


persona ha producido mas de un delito y, por consiguiente a afectado en varias
veces al mismo bien jurídico o a otros tantos diferentes, o como dice el profesor
Quintero Olivares1 : los recursos de delitos son casos de concurrencia de tipos
penales realizados sin ninguno excluya a otro, con diferentes penales realizadas
si que ninguno excluya a otros, con diferentes normas penales, violadas y
diversidad de bienes jurídicos lesionados”. Así, el profesor Prado Saldarriaga2
señala: “se afirma que se ha producido un concurso de delitos, cuando una
persona aparece como autor de varios delitos independientes entre sí, o cuando
su conducta se adecua simultáneamente a dos o más tipos legales. (Tipicidad
Plural)”.

Este tipo de figura está regulado entre los artículos 48º y 51º del código
penal. El sujeto activo puede realizar dos o más delitos con una o varias
acciones, lo importante es como se va a determinar la pena. Es decir, el concurso
de delitos no viene sino a ser el cumulo de infracciones penales cometidas por
una misma persona, pues cuando es una sola la disposición violada por aquella,
existirá siempre unidad de delito y, por consiguiente, la imputación delictiva será
única también. Resulta obvio decir, que quien realiza más de un tipo de delito
debe soportar una pena mayor; sino fuera así podría llegar la situación en que al
sujeto que ha cometido un delito grave no le interese cometer otros más.

La teoría del concurso de delitos concierne no solo a la estructura hecho


punible y de los hechos punibles, sino también de sus consecuencias, es decir,
a la pena en sentido amplio; y, como Agrega Maggiore, el problema de concurso
de delitos es también un problema de concurso de penas, ya que es necesario
ver como se sanciona al responsable de varias infracciones penales con el

1
Quintero Olivares, Gonzalo: “Curso de Derecho Penal - Parte General”, Cedecs Editorial, Barcelona,
1996. P. 569.

2
Prado Saldarriaga, Víctor: “Consecuencias Jurídicas del Delito en el Perú”, Gaceta Jurídica S.A., Lima,
2000,p. 137.
criterio que inspire al legislador, traducido en la forma de regulación de los
distintos casos que se presenten y las distintas consecuencias penales, puede
construirse un índice de mayor o menor severidad de la ley y considerarse
entonces que el aspecto de la penalidad debe formar parte del capitulo de la
unidad y pluralidad del delito, “pues no siempre se trata de sumar las penas
cuando los delitos son varios, o de aplicar exactamente la pena de un delito
cuando solo aparece el plus que resulta de la modalidad del delito o de la
pluralidad de encuadramientos”, ya que seria un error suponer que los sistemas
conocidos para determinar la pena que debe aplicarse se corresponden exacta
en indefectiblemente con los casos que presenta el estudio de la unidad de
hechos y de delitos, como Fontan Balestra.

Existen, dentro de nuestro ordenamiento jurídico penal, tipos penales que


incluyen la lesión de varios bienes jurídicos al momento de su consumación; en
estos casos no se produce un concurso para poder determinar la pena, sino que
el legislador ya ha realizado una valoración de los bienes afectados por lo que
señala el marco de la sanción adecuada.

Nos referimos a los tipos pluriofensivos ya los tipos compuestos o


complejos3. Por ejemplo, el delito de robo (art. 188º) establece en su tipo legal
la afectación de los bienes jurídicos integridad física y patrimonio, debiéndose
imponer una pena entre los 3 y 8 años.

1. UNIDAD DE ACCIÓN Y PLURALIDAD DE ACCIONES.


Dependiendo del número de acciones y de delitos a los que tienden, nos
podemos encontrar frente a diversas clases de concurso.

Establecer el criterio para decidir cuándo existe unidad y pluralidad de


acciones, ha sido una tarea de larga elaboración doctrinal.

Un origen naturalistico: La acción no debe ser asociada a un movimiento


corporal, una sola acción puede abarcar varios movimientos corporales. Por
ejemplo: para realizar un robo, primero ejerzo violencia y luego me apodero del
bien, observamos aquí dos movimientos corporales que constituyen un delito.
Cuando existen varias acciones pero todas son encuadradas hacia un sólo tipo
delictivo, nos encontramos ante un solo delito.

3
Los delitos pluriofensivos son aquellos en los cuales la acción del autor ofende a la vez a mas de un bien
jurídico, por ejemplo: los delitos contar el medio ambiente, en el que no sólo de afecta al medio ambiente
sino también puede afectar a la salud o integridad física de las personas. Los tipos compuestos o
complejos, son aquellos en los que el tipo establece para su configuración la afectación de más de un bien
jurídico, por ejemplo: el delito de robo.
El profesor Berdugo señala: “siguiendo una concepción estrictamente
naturalistica (no jurídica), habría que entender por acción “todo movimiento
humano guiado por la voluntad”, es muy posible que esta acepción sea útil a
quienes trabajan en otros campos científicos, pero enseguida comprobaremos
que resulta absolutamente inservible en el ámbito jurídico – penal. Veámoslo
con un sencillo ejemplo: si un sujeto, con intención de matar a otro, dispara varias
veces sobre él sin lograr su propósito hasta que efectúa el ultimo disparo,
podemos decir seguramente que es sujeto ha realizado varias acciones (porque
“aprieta el gatillo” otras tantas veces), pero no parece razonable que desde un
punto de vista jurídico penal valoremos todas y cada una de ellas de tal forma
que castiguemos a nuestro autor por haber cometido varios homicidios
intentados y además, otro consumado. Es mas, si quisiéramos conducir la
solución del problema situándonos de manera estricta en el plano natural habría
que considerar que las acciones realizadas por nuestro autor no son varias, sino
infinitas: tantas como los movimientos musculares requeridos para dirigir el dedo
hacia el gatillo y apretarlo. Sin embargo, esta conclusión puede satisfacer a los
físicos, pero no a los penalistas, porque lo nuestro no es la descripción de un
fenómeno natural, sino su valoración jurídica. Porque la suma de movimientos
físicos responde a una sola valoración, es decir a un solo fin.

La pluralidad de resultados tampoco multiplica los delitos. El número de


resultados no es un criterio válido para determinar cuándo hay un delito y cuándo
una pluralidad de ellos. En el concurso ideal siempre hay una pluralidad de
resultados, porque los eventos lesivos siempre son plurales. De lo contrario, el
delito no sería una acción sino una tipicidad.

La multiplicidad de infracciones legales no multiplica los delitos.


Conforme el art. 54, es factible cometer varias infracciones a través de un hecho.
En efecto, el art. 54 CP prevé la posibilidad de que una misma conducta presente
una tipicidad plural. En consecuencia, no es el número de tipos el que
determinará el número de hechos.

Además, se ha acudido al criterio de acción natural de la vida que,


apelando a una “concepción natural de la vida”, que plantea que se está ante
una unidad de acción, si distintos actos de carácter parcial están guiados por una
unidad de voluntad y conectados espacial y temporalmente, de manera tan
estrecha, que sean percibidos como una unidad por un observador ajeno 4. Ej.:
habría unidad de acción en el caso de la violación que tiene lugar
inmediatamente después del robo y, pluralidad de acciones, en el caso de las
conductas abortivas realizadas sobre la misma mujer en diferentes momentos.
Sin embargo se afirma que esta fórmula no conduce a ningún lado sino que, más

4
MIR PUIG, Santiago. Derecho Penal Parte General”, 7º edición, Tecfoto, Barcelona, 2004, p. 633, núm. 5
bien, oculta las verdaderas razones para la aceptación de la existencia de una
acción como objeto de enjuiciamiento.

Criterio ontico- normativo: La unidad de acción se determina atendiendo a


dos factores: el final, esto es ponerse un fin voluntariamente; y el jurídico o
normativo, es decir el enjuiciamiento social a través de los tipos.

La actividad final de la que debemos averiguar si configura unidad de


conducta –unidad de hecho en la terminología del código- puede integrarse con
uno o varios movimientos. Cuando el movimiento es único no hay entonces
discusión posible, porque sólo puede haber una única acción.

El problema se presenta cuando hay pluralidad de movimientos. Aquí es


necesario apelar a un factor normativo que diga cuándo una única resolución
que da sentido final a varios movimientos puede ser relevada como una unidad
por el tipo.

En sentido diferente, se formuló la idea de la unidad jurídica de acción que


es una unidad determinada desde una interpretación jurídico- penal y que existe
cuando se da unidad subjetiva y unidad de ejecución del comportamiento típico.
La unidad subjetiva se da solo cuando el autor pretende desde el principio en
una secuencia de actos. En cuanto a la unidad de ejecución se da una unidad
de acción que presupone una sucesión de los diversos actos de modo que el
autor, según su representación, mediante la ejecución del acto precedente da
comienzo directamente a la realización del subsiguiente, tanto si vincula con el
acto una representación del resultado (en el dolo) como si no (en la
imprudencia)5.

El criterio normativo o jurídico de la acción sostiene, que el criterio para


valorar un hecho como unitario en Derecho penal sólo puede ser jurídico y, más
en concreto, según se desprende del sentido de los tipos correspondientes.

Esta es la solución preferible, puesto que existen distintos puntos de vista


posibles para decidir socialmente la presencia de un solo hecho y es lógico que
el Derecho penal elija de entre ellos el que le es propio. Así, por ejemplo, un
homicidio podría verse como parte de un hecho más amplio consistente en un
atentado contra varias personas y, viceversa, como una suma de actos parciales
que puedan tener sentido por sí solos pero para el Derecho penal el homicidio
constituye la unidad valorativa decisiva, puesto que es la que importa para decidir
la presencia de un hecho típico. La descripción típica opera, pues, como una
plantilla que recorta un determinado fragmento de actividad humana y permite
considerarla constitutiva de una unidad de hecho.

5
JAKOBS, Gunter. Derecho Pena. Parte General. Trad. Cuello Contreras y Serrano Gonzales, Madrid
1995, pg. 1077, núm. 7
En resumen, no interesa el número de movimientos físicos que se
realicen, sino que éstos estén destinados a lograr una acción, cuando esta tiene
relevancia jurídica nos encontramos frente a un Hecho Jurídico, en el caso del
derecho penal el fin de la acción o acciones es lograr el delito. En lo que respecta
a los concursos en materia penal, lo que interesa analizar es la pluralidad de
acciones y la pluralidad de normas violadas. Así, cuando acciones afecten varios
bienes jurídicos, es decir produzcan varios delitos, estaremos ante un concurso
real y, cuando se produzca una acción que afecte a varios bienes jurídicos
estaremos ante un concurso ideal.

2.- HECHO JURÍDICO


Es un hecho que es relevante para la sociedad, tan es así que tiene un
tratamiento jurídico. El hecho jurídico puede comprender varios
comportamientos (movimientos físicos), por ejemplo “A” quiere matar a “B” y
con tal propósito primero compra el arma y posteriormente las balas. Como
hemos dicho, no se debe tener en cuenta los datos naturalisticos, pues sino es
posible buscar una clara solución de continuidad a los movimientos fisiológicos,
ni éste es el punto de vista que utilizamos normalmente para afirmar que existe
una o varias acciones6. El concepto de una unidad de hecho es netamente
valorativo, dependiendo del fin que se quiere alcanzar. Resulta interesante
preguntarnos cómo podemos identificar la unidad de un hecho, al respecto, cierto
sector de la doctrina utiliza el criterio de concepción natural de la vida, el cual
analiza dos puntos:

 La conexión de propósito.

 La conexión espacio – temporal.

No debemos dejar de lado el sentido que impone el tipo penal, pues éste
para el derecho penal es una unidad valorativa que señala la presencia de un
hecho típico.

En nuestro ordenamiento jurídico se usa indistintamente el término “hecho


jurídico” con el de “acción jurídica.

Como es sabido, la piedra angular para construir la teoría jurídica del


delito, radica en la acción humana. Así se infiere del art. 11º del Código Penal:
“son delitos y faltas las acciones u omisiones dolosas o culposas penales por
ley”. La idea de acción u omisión supone una manifestación de voluntad que
produce un cambio en el mundo físico, un resultado. De modo que el resultado
es el efecto derivado de la acción. Él traduce la lesión jurídica de un bien

6
Mir Puig, Santiago: “derecho Penal – Parte General”, 5º edición, Tecfoto, Barcelona, 1998, p. 661.
penalmente protegido7. El hecho jurídico no debe ser necesariamente asimilado
a un movimiento corporal, ya que como sabemos también tiene relevancia
jurídica la omisión para ciertos delitos.

3.- PRINCIPIOS PARA LA DETERMINACIÓN DE LA PENA.

3.1. ABSORCIÓN.- se debe aplicar la pena del delito más grave. En este caso
las penas correspondientes por los demás delitos menos graves quedan
absorbidas. Este sistema se aplicaba anteriormente en el concurso ideal de
delitos. La absorción es el criterio que se opone a la acumulación material o
matemática. Un sector de la doctrina plantea en esta figura la impunidad de los
delitos menos graves. En contraria opinión, al determinarse la pena, se ha tenido
como base la pena del delito mas grave y sobre esta se agregado un plus por
los delitos menos graves sin salir del marco de la pena del delito más grave.
Nuestra interpretación se fundamenta en que todos los delitos deben ser
sancionados, de lo contrario estaríamos frente a una exención de pena de los
delitos menos graves, lo que no es aceptable. Por tanto, la pena que se impone
incluye como agravante a los delitos menos graves, sin salirse del marco del
delito más grave; obviamente esta operación está dentro del criterio de
conciencia en la aplicación de la pena de parte del magistrado.

3.2. ACUMULACIÓN MATERIAL O MATEMÁTICA.- según este sistema debe


imponerse las penas correspondientes a los distintos delitos cometidos y
aplicarlas conjuntamente.

Con este sistema se llegan a obtener los mismos resultados que se


obtendrían si la ley no dispusiera nada con respecto al concurso real o material.

Este sistema es en apariencia la solución más coherente con una


perspectiva retribucionista. más una pena extinguida después de otra es mucho
más aflictiva que si se cumple aisladamente, y una pena que se cumple ante la
perspectiva de otra que empezará cuando termine la primera, resulta más dura
que si viera el fin del sufrimiento más próximo8. Se aplica en el concurso real de
delitos con algunos limites (art. 50 Código Penal)

7
Vid. Mezger: “el contenido del injusto, es la lesión o puesta en peligro, de un bien jurídico. “bien jurídico”
significa, pues, ya el objeto de la protección o el objeto del ataque, lo que no debe confundirse con el
objeto de la acción o sea el objeto del hecho, material sobre el que la acción se realiza. El objeto protegido,
es el tipo como “bien jurídico”, es valorativo. A veces puede coincidir el objeto de la protección jurídica
con el objeto de la acción (delitos contra la vida, el cuerpo y la salud) pero otras veces se separan,
claramente, como, por ejemplo, en el delito de hurto, en el que el objeto de la acción es la cosa hurtada
y el objeto jurídico de la protección, es el derecho de posesión”. En “Derecho Penal – Parte General”,
traducción de la 6º edición por el Dr. Conrado A. Finzi, T.I, Editorial Bibliográfica Argentina, buenos Aires,
1958, p. 317.

8
Antón Oneca: “Derecho Penal I”, Madrid, 2º edición, 1986, p. 472
Este sistema es considerado por muchos autores como inconveniente,
pues consideran que, en la práctica, no siempre es posible llevarlo a efecto.
Basta suponer, dicen algunos, el caso de dos o más delitos sancionados con la
pena de muerte; en las legislaciones que admiten esta pena, habría que
condenar a la misma persona a dos o más penas de muerte, cosa que es desde
todo punto de vista, ilógico.

3.3. ASPERACION O ACUMULACIÓN JURÍDICA.- consiste en aplicar al


delincuente la pena que merece el delito de mayor gravedad, pero aumentad en
una proporción por los demás delitos que haya cometido, señalándose como
máximo el límite dispuesto por el ordenamiento jurídico penal. Como se
acumulan los delitos en la sentencia, corresponde tener como base la pena del
delito más grave y los delitos menos grave como agravantes, aumentando de
esta forma la pena final. Este sistema se aplica en caso de concurso ideal de
delitos (art. 48 Código penal).

La acumulación jurídica es una posición intermedia entre la absorción y la


acumulación material, supone una pena más grave que la correspondiente al
delito de mayor gravedad pero, no tanto como lo que resultaría de sumar todas
las penas. Tal como señala Mir Puig9, puede consistir en una atenuación de la
pena resultante de la suma de todas las penas particulares, o bien en la
agravación del delito mas grave.

4. CONCURSO DE DELITOS

Entendemos, pues, por concurso de delitos la valoración de una situación


de pluralidad de hechos como tal pluralidad, sin que proceda unificarlos bajo un
solo tipo. Si en el epígrafe I nos referíamos a casos de «unidad de sentido típico»
entre varias acciones o incluso hechos24, ahora se aprecia que los hechos,
aunque coincidan en mayor o menor medida en el tiempo, carecen de tal unidad
de sentido típico, por lo que es preciso que concurran varios tipos (por eso se
habla de «concurso de delitos» o hechos típicos) para abarcar todo el sentido o
antijuricidad.
Por esta razón la doctrina del concurso de delitos (también la del concurso de
leyes, que se estudiará en el epígrafe siguiente) es expresión de la tensión
existente entre los principios de legalidad (en su faceta de necesidad de aplicar
los preceptos infringidos) y de respeto de la dignidad (sería excesivo castigar a
una persona con las penas de todos los preceptos legales infringidos), que se
resuelve a favor de este segundo, el de respeto de la dignidad.
Luego de haber explicado los conceptos y principios para determinar la
pena, desarrollaremos las diversas clases de concurso y las figuras afines a
ellos:

9
Mir Puig, Santiago: op. Cita. P. 674.
 Concurso ideal
 Concurso real.
 Concurso real retrospectivo.
Figuras afines a los concursos:
 El delito continuado.
 El concurso aparente de leyes.
 El concurso medial.

4.1 CONCURSO IDEAL.

Está regulado en el art. 48º del Código Penal, el cual establece que:

“Cuando varias disposiciones son aplicables al mismo hecho se reprimirá


hasta con el máximo de la pena más grave, pudiendo incrementarse ésta hasta
en una cuarta parte, sin que en ningún caso pueda exceder de treinta y cinco
años."

Es decir, esta figura surge cuando un solo hecho jurídico o acción


configura al mismo tiempo dos o más delitos y, por tanto, se dañan dos o más
bienes jurídicos. El profesor Rodríguez Devesa10 señala: “el concurso ideal
consiste en la comisión de varios delitos mediante un solo acto: hay una sola
acción y varios delitos”.

El profesor Maurach11 señala: “el concurso ideal posibilita la adecuada


consideración “pluridimensional”, así como la apreciación exhaustiva “de una”
acción, por simultanea aplicación de diversos tipos: únicamente el conjunto de
estos tipos permitirá ofrecer el adecuado perfil de la acción. El concurso ideal
representa pues una figura necesaria para el agotamiento (valoración
exhaustiva) del proceso global. De tal suerte, el concurso ideal se presenta como
una modalidad de la unidad de acción. Constituye una “unidad de acción con
pluralidad de tipos”: una necesaria consideración combinatoria del mismo
proceso bajo diversos aspectos valorativos”.

10
Rodríguez Devesa, José María: “Derecho penal español – Parte General”, 7º edición, Graficas Carasa,
Madrid, 1979, p. 788.

11
Maurach, Reinhart: “Tratado de Derecho Penal”, traducción y notas de Derecho penal español por Juan
Córdoba Roda, T.II, Ediciones Ariel, Barcelona, 1962, p. 437.

11
Quintero Olivares, Gonzalo: “Derecho Penal – Parte General”, 2º edición, Editorial Marcial Pons, Madrid,
1992, p. 641.
Existen dos clases de concurso ideal:

a) Homogéneo.- surge cuando una sola acción configura dos o más delitos
iguales. Por ejemplo, cuando un soldado dispara un rifle de alto poder y
mata al mismo tiempo a dos personas, ha cometido dos homicidios.

b) Heterogéneo.- se produce cuando una sola acción configura dos o más


delitos diferentes. Por ejemplo, un hombre le da una patada a una madre
gestante, produce lesiones sobre la madre y el aborto del feto.

El problema respecto de la sanción se resuelve aplicando el principio de


absorción, utilizando la pena del delito más grave.

En resumen:

 Se presenta una sola acción.


 Se ha producido una pluralidad de delitos.
 Existe solo un autor.
 Se resuelve mediante el principio de absorción.
 Las penas accesorias y las medidas de seguridad podrán ser aplicadas
aunque estén prevista solo en uno de los delitos.

Tal como señala Quintero Olivares:“la ciencia penal ha debatido en


ocasiones, aunque hoy es un tema que no recibe tanta atención, si en el
concurso ideal era mejor apreciar uno o varios delitos. En este histórico debate
se ha dicho que si el delito es una acción carece de toda lógica apreciar dos
delitos donde solamente hay una acción – Baumgartem. Según esta tesis lo
realmente importante es que el autor se manifestó tan solo una vez contra el
derecho, y ese es modo en que conviene plantear el problema desde la óptica
de los fines de la pena, que, según esto, han de atender en mayor medida a la
voluntad que al desvalor de resultado o la lesión de bienes jurídicos. Tal
planteamiento es rechazable en la misma medida en que se fundamenta en una
exclusivista valoración de la acción, que acabaría conduciendo a un derecho
penal de voluntad”. A su vez, un sector de la doctrina italiana, considera que
debe considerarse dentro del concurso ideal aquellos delitos en los que un delito
es medio necesario, para cometer otro, por entender que la finalidad ultima
unifica ambos.
4.2. CONCURSO REAL

Está regulado por el art. 50º del Código Penal, el cual establece:

“Cuando concurran varios hechos punibles que deban considerarse como


otros tantos delitos independientes, se sumarán las penas privativas de libertad
que fije el juez para cada uno de ellos hasta un máximo del doble de la pena del
delito más grave, no pudiendo exceder de 35 años. Si alguno de estos delitos se
encuentra reprimido con cadena perpetua se aplicará únicamente ésta."

El concurso real se presenta cuando hay una pluralidad de acciones


realizadas por un sujeto activo constituyendo una pluralidad de delitos, es decir,
cada una de esas acciones debe ser independiente, de tal forma que se puedan
considerar como ilícitos autónomos. Es importante remarcar que una pluralidad
de comportamientos puede constituir una sola acción jurídica, y en este caso no
estaríamos ante un concurso real, podría tratarse de un concurso aparente de
leyes o de un concurso ideal, porque para aplicar este tipo de concurso se deben
dar varias acciones jurídicas. En resumen, el concurso real tiene tres elementos:

a) Unidad de sujeto activo.- Las acciones deben ser realizadas por el


mismo sujeto. No importa para el concurso real la circunstancia de que
esta persona haya actuado en diferentes calidades en los sucesivos
delitos: autor, coautor, autor mediato, instigador, cómplice o que haya
actuado solo o con participes en los hechos.
b) Pluralidad de acciones punibles.- Es decir se deben dar una pluralidad
de delitos provenientes de una pluralidad de acciones. Cada una de estas
acciones debe ser delictiva en si, y punible aisladamente.
c) Ausencia de conexión entre las acciones.- Cada una de las acciones
debe de ser autónoma e independiente entre sí. Conforme señala Hurtado
Pozo12: “(…) y tales acciones pueden consistir ya sea en movimientos
corporales voluntarios (por ejemplo, que causan la muerte en otras tantas
personas) o en unidades jurídicas de acción (por ejemplo, dos delitos
complejos o dos delitos permanentes)”.
d) Tratamiento penal del concurso real o material.- el problema principal
que ofrece el concurso real es la determinación de la pena a aplicar. El
Código Penal se estructura sobre la base del principio asperacion. Este
toma como base la pena del delito más grave y a los demás como
agravantes del mismo; además se deben tener en cuenta las reglas de la
individualización contenida en los arts. 45º, 46º y 46º - A. Cabe mencionar,
que nuestro Código Penal no señala que el máximo de la pena a

12
Hurtado Pozo, José: “Manual de Derecho Penal – Parte General”, 2º edición, Eddili, Lima, 1987, p. 585.
imponerse esté limitado por el máximo legal de la pena del delito más
grave, por lo que ésta podría ser superior. Debiéndose respetar el máximo
de la pena privativa de libertad dispuesta por el Código Penal (35 años).
En palabras del profesor Jeschek13: “La contrapartida del concurso ideal
es el concurso real. Concurre cuando el autor ha cometido varios hechos
punibles independientes que son enjuiciados en el mismo proceso penal. El
primer presupuesto del concurso real, es, pues, la concurrencia de una pluralidad
de acciones, y el segundo la posibilidad de enjuiciamiento conjunto. No toda
pluralidad de acciones conduce a la aplicación de las reglas de determinación de
la pena propias del concurso real. Puede suceder que la pluralidad de acciones
deba considerarse como un caso de unidad de ley (consunción), pero también
cabe que falte la posibilidad de un enjuiciamiento conjunto en un mismo proceso
penal”.

Al igual que el concurso ideal, el concurso real puede ser de dos tipos:
 Homogéneo: cuando los delitos que se cometen son iguales o de la
misma naturaleza. Por ejemplo, son iguales cuando el sujeto activo hurta
todos los días y, son de la misma naturaleza cuando se protege al mismo
bien jurídico, por ejemplo, cuando el sujeto activo hurta y al siguiente día
roba, en ambos casos se protege el bien jurídico posesión.
 Heterogéneo: cuando los delitos son diferentes. Por ejemplo: un sujeto
el primer día viola a una mujer, el segundo roba un banco y el tercero mata
a su hermano.
Sobre la determinación de la pena, del art. 50º pueden darse varias
interpretaciones:
 Literal: se tiene que aplicar la pena accesoria en forma obligatoria. Por
ejemplo, si hay 2 delitos:
A: Se sanciona con pena privativa de libertad no menor de 10 años.
B: Se sanciona con pena privativa de libertad no mayor de 4 años e
inhabilitación accesoria máxima de 3 meses.
En este caso la pena a imponerse podría ser de 14 años de pena privativa
de libertad e inhabilitación de 3 meses como pena accesoria.

 Teleológico: Siguiendo esta línea, se aplicaría las penas de los tantos


delitos que haya cometido existiendo dos limites
 El máximo del doble de la pena del delito más grave
 No se puede exceder la pena de 35 años.
En nuestra opinión, es ésta la interpretación correcta del art. 50º del
Código Penal.

13
Jeschek, Hans – Heinrinch: “Tratado de Derecho Penal – Parte General”, traducción y adiciones de
Derecho español por Santiago Mir Puig y Francisco Muños Conde, V.II, Editorial Bosch, Barcelona, 1981,
p. 1024.
El concurso real tiene lugar debido a la acumulación de procesos
ordenada por el Código de Procedimientos Penales, en los casos de conexión
de delitos y de agentes.

4.3 CONCURSO REAL RETROSPECTIVO.

Está regulado en el art. 51º del Código Penal, el cual señala que:


Si después de la sentencia condenatoria se descubriere otro hecho punible
cometido antes de ella por el mismo condenado, será sometido a proceso penal
y la pena que fije el juez se sumará a la anterior hasta un máximo del doble de
la pena del delito más grave, no pudiendo exceder de 35 años. Si alguno de
estos delitos se encuentra reprimido con cadena perpetua, se aplicará
únicamente ésta, sin perjuicio de fijarse la reparación civil para el nuevo delito.”

El concurso real retrospectivo difiere del concurso real normal ya que en


éste caso no se da la simultaneidad en el juzgamiento, porque solo después que
el sujeto activo ha sido sentenciado se descubre que había cometido otro delito.
Nos encontramos entonces ante una regla procesal básica en materia de
concurso real de delitos, éste no desaparece aún en el caso de que, después de
una sentencia firme, haya que juzgar a esa misma persona por otro delito,
cometido antes de esa misma condena. La circunstancia puramente ocasional
de haberse retardado el descubrimiento o el juicio del delito anterior, no quita
que el culpable se halle en aquellas circunstancias objetivas que aconsejan la
acumulación material. Además, como señala el doctor Hurtado Pozo14: “(…) para
la imposición de la pena en el denominado concurso retrospectivo se debe tener
en cuenta el criterio de que no debe castigarse el agente más severamente que
si se le hubiese juzgado simultáneamente por todos los delitos cometidos”.

No obstante, si bien esta era la ratio legis original que fundamentaba la


existencia del art. 51º del Código Penal, en el que tradicionalmente se afirmaba
por la doctrina que acoge la figura del concurso real retrospectivo, la reforma de
este precepto, operada mediante la Ley Nº 28730, publicada el 13 mayo 2006

a) Cuando el delito descubierto merece una pena superior a la aplicada:


Esto da lugar a un nuevo proceso donde se impondrá la nueva pena
correspondiente, por lo que, siendo el delito descubierto merecedor de una
pena superior, el delito antes sentenciado funcionaria como un agravante,

14
Hurtado Pozo, José: op. Cit., p. 593
definiéndose entonces la pena de acuerdo al criterio de la acumulación
jurídica.
Para determinar si el nuevo delito descubierto merece una pena más
grave, en la mayoría de los casos debe seguirse un proceso que lo determine de
esta forma. Podría darse casos en los que a pesar de descubrirse un delito más
grave, la pena a imponerse a éste puede ser menor que la sentencia que cumple
por el delito que se le descubrió. Po ejemplo:

 El sujeto esta cumpliendo una sentencia de tres años por el delito de


hurto (art. 158º) y, se le descubre un delito de homicidio. Podría darse
el caso que merezca una pena por este delito si, se dan ciertas
circunstancias como: legítima defensa imperfecta, error de prohibición
vencible, confesión sincera, imputabilidad restringida, etc. Por lo que,
resulta imposible determinar a priori si el sujeto merece una mayor pena
por el delito descubierto. Por lo que, a pesar de haberse descubierto un
delito más grave (homicidio), no se podría aplicar el art. 51º del Código
Penal.
 Si el sujeto ha sido sentenciado a 2 años de pena privativa de libertad
por el delito de lesiones culposas graves (art. 124º, 2p) y, luego se le
descubre un delito de asesinato (art. 108º), podría aplicarse el art. 51º.

La figura del concurso real retrospectivo y el efecto cumulativo de penas


que acoge el vigente texto del artículo 51 del Código Penal peruano ha sido
objeto de un cambio direccional de tratamiento punitivo unitario, desde su fuente
originaria en el texto del artículo 110 del viejo Código Penal de 1924, pasando
por la reforma mediante la Ley 26832 del 3 de julio de 1997, hasta su última
modificatoria por la Ley 28730 del 13 de mayo de 2006. En dichos lapsos, es
atendible el tratamiento de esta figura concursal de conformidad a los efectos
punitivos que ella conlleva por el devenir de salidas jurídicas ante la confluencia
de penas y su trascendencia constitucional que podría generar. Por ende, hablar
del concurso real retrospectivo en la legislación peruana, implica centrar su
estudio en las soluciones punitivas de tratamiento unitario punitivo de
acumulación y refundición de penas.

Con la reforma derivada por la Ley 26832 la figura del concurso real
retrospectivo encuentra dos soluciones punitivas en atención a la comparación
del quantum punitivo de ambos delitos. Así, el artículo 51º mantiene el reemplazo
punitivo si la sanción a aplicarse por el nuevo delito descubierto sea superior a
la ya impuesta. Con ello, el procesado será sometido nuevamente a otro proceso
y se impondrá una nueva pena conforme al delito descubierto,
independientemente de la pena que ya esté cumpliendo. En ese sentido, por la
gravedad del nuevo delito descubierto no cabría plantear la refundición pues ello
conllevaría a la impunidad, lo que era ajeno a todo planteamiento político
criminal, es así que el legislador nacional mantenía este supuesto aunque
apropiado a la gravedad de la pena que conlleva el nuevo delito. La acumulación
se mantenía a efectos de prevención general que se busca con la pena ante
individuos que potencialmente pretendieran infringir el mandato de la norma
penal.

La reforma legislativa de la refundición de penas recaía sólo en los supuestos en


que la pena del nuevo delito descubierto sea inferior a la ya impuesta, por lo que
se observa el deslinde de su tratamiento que pervivía desde la vigencia del
Código Penal derogado.
A pocos días de la inclusión de la reincidencia entra en vigencia la Ley 28730
(13 de mayo de 2006) que establece la última variación estructural de la figura
concursal y la vuelta del efecto acumulativo del concurso real retrospectivo, pero
en este caso bajo una nueva versión acumulativa-material limitativa. Se descarta
del interés de la estructura dogmática el elemento de la disparidad punitiva que
generaba la alternatividad de supuestos en atención a la gravedad de las penas
de los delitos en concurso, formulando un supuesto único: “si después de la
sentencia condenatoria se descubriere otro hecho punible cometido antes de ella
por el mismo condenado”. El papel de la disparidad punitiva se relega como
elemento esencial para medir la limitación concreta de la sumatoria de las penas.
Además, se divorcia del concurso real retrospectivo el efecto refundidor pues la
pena que se determine en el nuevo proceso será sumada a la anterior hasta un
máximo del doble de la pena del delito más grave, no pudiendo exceder de 35
años. El legislador en esta ocasión endurece el efecto punitivo al desechar la
confluencia refundidora, y mantener como única solución la sumatoria de penas
aunque limitada. Sea o no grave el nuevo delito, la pretensión reformista
necesariamente busca insistir en una mayor represión del agente, ya no
quedando subsumida la pena del segundo delito sino adicionándola a la ya
individualizada jurisdiccionalmente, pero bajo un marco limitativo de duración. Se
deja de lado el efecto punitivo mixto del concurso de delitos, adoptando una
solución punitiva pura empero rígida.

4.4 DELITO CONTINUADO Y DELITO MASA

Está regulado en art. 49º del Código Penal, el cual ha sido modificado por
la Ley Nº 26683, siendo su texto el siguiente:
“cuando varias violaciones de la misma ley penal o una de igual o
semejante naturaleza hubieron sido cometidas en el momento de la acción o en
momentos diversos, con actos ejecutivos de la misma resolución criminal, serán
considerados como un solo delito continuado y se sancionaran con la pena
correspondiente al más grave. Si con dichas violaciones, el agente hubiera
perjudicado a una pluralidad de personas, la pena será aumentada a un tercio
de la máxima prevista para el delito más grave.
La aplicación de las anteriores disposiciones quedará excluida cuando
resulten afectados bienes jurídicos de naturaleza eminentemente personal
pertenecientes a sujetos distintos.”

El art. 49 del Código penal es una ficción jurídica, ya que considera a varios
delitos iguales o de naturaleza semejante unidos por una sola resolución criminal
como uno solo. En este sentido el profesor Mir Puig15 afirma: “El delito continuado
constituye otra construcción de la doctrina y la jurisprudencia (…), para evitar
tener que admitir concurrencia de varios hechos típicos constitutivos de otros
tantos delitos cuando existe una unidad objetiva y/o subjetiva que permite ver a
distintos actos, por si solos delictivos y no producidos en forma de “unidad natural
de la acción”, como parte de un proceso continuado unitario. Se habla en esta
caso de una unidad jurídica de acción”.

Por ejemplo, si para llegar a su meta de $ 1,000.00 dólares americanos un


sujeto hurta, recepta y se apropia ilícitamente delos bienes de una persona
realiza un delito continuado porque, todos estos delitos son de la misma
naturaleza, es decir, son contra el patrimonio. Justamente, es aquí donde difiere
del articulo anterior, antes dela modificatoria, porque, antes solamente se
aceptaba las violaciones a la misma ley y no, a las de naturaleza semejante.

El Código Penal al utilizar la frase: “cuando varias violaciones de la misma


ley penal o una de igual o semejante naturaleza (…)”, nos deja con la
incertidumbre de qué debemos entender por “semejante naturaleza”, dado que
no ésta definido en nuestro ordenamiento jurídico penal los limites de dicho
termino. Esto da lugar a que puedan existir diversos criterios, en nuestro
concepto, tiene que limitarse a los “bienes jurídicos semejantes”, lo que tampoco
satisface del todo al tema. Así, ¿se puede considerar de semejante naturaleza a
los delitos de hurto y robo?, ¿basta con que ambos estén bajo el Titulo V del
Código Penal: Delitos contra el Patrimonio?
Respecto a la naturaleza jurídica del delito continuado, existen tres teorías:

a) Teoría de la ficción.- es la más aceptada, consiste en que si bien se han


producido una pluralidad de delitos en momentos diferentes, concurso
real, éstos se pueden fusionar en uno, dado que existe unidad en la
finalidad y el bien jurídico afectado es igual o semejante. Es decir, la
ficción apoyaría la unidad de designio. Esta teoría también nos permite
evitar la acumulación de penas.
b) Teoría realista.- como nos indica el profesor Mir Puig16: “el delito
continuado supondría una unidad real de acción, en cuanto los actos

15
Mir Puig, Santiago: op cit., p. 664.

16
Loc. Cit.
parciales responden a un solo designio criminal (unidad subjetiva) y
producen una sola lesión jurídica (unidad objetiva). Que la resolución
criminal se actúe en una o varias veces afectaría solo a los modos de
ejecución”.
c) Teoría de la realidad jurídica.- el delito continuado es una creación del
derecho que, cuando no se halla previsto en la ley, se fundamenta en el
derecho consuetudinario. No necesita de mayor fundamento, sino que
cree en su admisión jurídica debido a razones de utilidad practica y con
independencia de beneficio al reo.

El profesor Maurach17 señala: “La necesidad de considerar a tales


acumulaciones de acciones típicamente independientes entre sí, “compendio de
tipos”, como una acción, y de tomar en cuenta al incrementado desvalor
únicamente en la medición de la pena responde, ante todo, a razones
procesales. El apreciar siempre aquí una pluralidad de acciones, llevaría consigo
una desproporcionada sobrecarga para el juez de instrucción. En efecto,
conforme a las reglas de pluralidad de actos, debería determinarse cada hecho
particular, ya que en el concurso real el fallo de culpabilidad debe descansar en
el conjunto de los hechos cometidos. Estas embarazosas averiguaciones apenas
se manifestaran, sin embargo, en la fijación de la pena”.

Requisitos del delito continuado:

a) Identidad en el autor, es decir cada uno de los comportamientos


independientes que constituyen delito deben ser realizados por el mismo
sujeto activo.
b) Varias violaciones a la ley penal, las cuales pueden ser iguales o de
semejante naturaleza. Por ejemplo: hurto, hurto agravado y apropiación
ilícita. Es decir, nos encontramos frente a un caso de concurso real, el
cual bajo una ficción jurídica será considerado como una sola acción. En
este sentido el profesor Berdugo18 afirma: “no cabe duda de cada acción

17
Maurach, Reinhart: op. Cit., p. 428

18
Berdugo Gómez de la Torre, Ignacio y otros: op. Cit., p. 307
cotidiana reviste los caracteres de una infracción punible, siendo por
consiguiente un caso claro de concurso real. Pero el ordenamiento
jurídico prefiere unificar su tratamiento por diversas razones y, entre ellas,
porque resulta más sencillo demostrar en juicio una actividad continuada
que descender al detalle de cada uno de los hechos. Con ello el autor no
siempre sale beneficiado”.
c) Las violaciones se deben haber cometido en el momento de la acción
o en momentos diversos. Lo importante es apreciar una unidad típica
de acción, cuando la obtención del resultado suponga varios actos
parciales basados en la misma intención. Como dice el profesor
Maurach19: “Objetivamente la acción continuada presupone que los actos
particulares, realizados por el autor, sean homogéneos, que lesione el
mismo bien jurídico, que guarden una cierta relación de tiempo y lugar
entre sí, y que se hayan cometido aprovechando ocasiones
esencialmente iguales. Deben concurrir estas acciones para poder
apreciar un hecho continuado”.
Es indiferente para el derecho continuado el grado de desarrollo de cada
uno de los delitos que lo conforman, es decir puede haber delitos
consumados como en grado de tentativa. Por ejemplo: cuando un cajero
hurta en forma sistemática durante una semana la cantidad de $ 100
dólares diarios.
d) Una resolución criminal, es decir debe haber una finalidad determinada,
algunos autores lo denominan como dolo continuado – homogeneidad
subjetiva. Se presupone una unidad de acción, de tal modo que el agente
renueve la misma o similar resolución de actuar bajo la eficacia
modificadora de circunstancias iguales o semejantes. Al respecto el
profesor Jeschek20 dice: “Para la delimitación del delito continuado resulta
decisiva la unidad del dolo (unidad de lo injusto personal de la acción). La
jurisprudencia requiere un propio dolo global que abarque el resultado
total del hecho en sus rasgos esenciales en cuanto al lugar, al tiempo, a
la persona de la victima y a la forma de comisión, de tal modo que los
actos parciales no representen más que la realización sucesiva de la
totalidad querida unitariamente, a más tardar, durante el ultimo acto
parcial. Preciso es admitir esta concepción relativamente estricta del delito
continuado, porque en la ley no existe ningún punto de referencia que
permita al juez hacer de varios hechos uno solo, al menos en la medida
en que los actos sociales no se hallen ligados por un vínculo subjetivo.
Sin embargo, no ay que olvidar que un dolo global en sentido estricto se

19
Maurach, Reinhart: op. Cit., p. 432.

20
Jeschek, Hans – Heinrinch: op. Cit., pp. 1002 – 1003.
produce muy raramente en la realidad, razón por la cual los tribunales se
ven forzados a fundamentaciones artificiales para que el delito continuado
pueda alcanzar alguna importancia practica”.
e) Unidad del sujeto pasivo, es decir, el sujeto sobre el cual recae la acción
debe ser siempre el mismo, de lo contario nos encontraríamos ante un
concurso real de delitos.

Se debe tener en cuenta , tal como establece el art. 49º del Código Penal,
que el delito continuado no se puede aplicar a los delitos que afectan bienes
jurídicos personalísimos pertenecientes a sujetos distintos. Por ejemplo: la vida,
la integridad física, la salud o la libertad. Aquí, cabria hacer una acotación: ¿Qué
sucede con los delitos que afectan bienes jurídicos personalísimos
pertenecientes a la misma persona? Por ejemplo: El marido que todos los fines
de semana le pega a su mujer por el placer de hacerlo, poniendo en peligro la
vida de ésta. ¿De qué respondería el marido?. En nuestro concepto, se podría
aplicar perfectamente la figura del delito continuado de lesiones, pues se
cumplen cada uno de los requisitos señalados y, no opera la prohibición de
aplicarlo a bienes jurídicos personalísimos pertenecientes a sujetos distintos
porque siempre golpea a su mujer.

El delito continuado se diferencia del concurso real homogéneo en la


finalidad, es decir, en la resolución criminal única que guía al delito continuado,
ya que el concurso real tiene una finalidad para cada uno de loas delitos.

4.4 EL DELITO MASA

El art. 49º en su primer párrafo in fine, contiene lo que se conoce como el


delito masa, éste se caracteriza por el hecho que el sujeto pasivo viene a ser un
cumulo de personas. Para que surja esta figura debe cumplirse con los mismos
requisitos del delito continuado. Por su parte Sainz Cantero21 señala que: “el
delito masa es aquel en que el sujeto activo, mediante una sola acción o por
varias acciones que, consideradas independientemente, constituiría cada una de
ellas un delito o falta, pone en ejecución un designio criminal único encaminado
a defraudar a una masa de personas, cuyos componentes individuales, en
principio indeterminados, no están unidos entre sí por vínculos jurídicos”.

El delito masa, así definido, con base en una serie de características


prácticamente idénticas a las exigidas por el delito continuado, aparece como un
subcaso del delito continuado en que se parte de una unidad de ideación delictiva
y de una serie de medidas de ejecución del unitario propósito criminal en el que

21
Sainz Cantero citado por Juan Bustos Ramírez en “Manual del Derecho Penal Español – Parte
General”, 3º edición, Editorial Ariel S.A., Barcelona, 1984, p. 305
figuran como destinatarios y sujetos pasivos, una masa de personas, en
principio, indeterminadas a las cuales, con identidad de medios, se intenta
defraudar. En el ámbito doctrinal, dice Castiñeira:22 “se ha considerado que el
delito masa se da siempre que el sujeto activo, mediante una sola acción o por
varias acciones que, consideradas independientemente, constituiría cada una de
ellas un delito o falta, pone en ejecución un designio criminoso único encaminado
a defraudar a una masa de personas, cuyos componentes individuales, en
principio indeterminados, no están unidos entre si por vínculos jurídicos”.

La creación del delito masa responde a la necesidad de imponer una pena


de cierta gravedad a los denominados fraudes colectivos, y se entiende que la
pena a de ser más grave que la resultante de las normas del concurso; pero esta
conclusión; no siempre es cierta, pues a veces la estimación del delito masa es
beneficiosa para el reo, por lo que se convierte en una figura innecesaria, a juicio
de Castiñeira, dos son las razones:
 El delito masa en su actual estructura es un instrumento inadecuado
para obtener la finalidad que persigue, pues su imposición no tiene
como resultado la imposición de un castigo más grave en todos los
supuestos de fraude colectivo.
 La estimación de un delito continuado tiene idénticas consecuencias,
puesto que los criterios de determinación de pena son los mismos.

4.5. CONCURSO APARENTE DE LEYES

Es un problema de interpretación de leyes. Surge cuando el sujeto activo


realiza una acción que podría, aparentemente, ser calificada en más de un tipo
penal, cuando en realidad solo se puede aplicar uno. Tal como dice Carlos
Creus23: “(…) el encuadramiento plural se reduce a un encuadramiento único
(por eso se dice que el concurso es solo “aparente”), cuando uno de los tipos en
juego desplaza a los otros, con lo cual únicamente queda vigente el tipo
desplazante”. A esto cabe agregar, conforme el profesor Mir Puig24: “(…) cuando
uno o varios hechos son incluibles en varios preceptos penales de los que solo
uno puede aplicarse, puesto que su estimación conjunta supondría un bis in
ídem. Ello sucede siempre que uno de los preceptos basta por sí solo para
aprehender todo el desvalor del hecho o hechos concurrentes”.

22
Castiñeira, María Teresa: “el delito masa en la jurisprudencia del tribunal suprema español”, en el
“Libro Homenaje al profesor José Antón Oneca”. Ediciones Universidad de Salamanca, Salamanca, 1982,
p. 149.

23
Creus, Carlos: “Derecho Penal – Parte General” 3º edición, Editorial Astrea, Buenos Aires, 1992, p.
287.

24
Mir Puig, Santiago: op. Cit., p. 675
Principios para resolver el concurso aparente de leyes: especialidad,
alternatividad, subsidiariedad y consunción.

a) Principio de Especialidad: la regla es que el tipo especial desplaza al


tipo genérico, lo cual sucede en los delitos en que ay relaciones de tipos
básicos a derivados25. El tipo especial realiza obligatoriamente el tipo
general, pero no todo hecho que cumple con el tipo general se puede
subsumir en el tipo especial. En este sentido Berdugo26: “(…) el legislador
obliga a elegir la norma especial antes que la general, esto es, aquella
que presenta todos los elementos de esta ultima más alguno o algunos
específicos”. Por ejemplo: el art. 108º del Código Penal trata del delito
de asesinato el cual desplaza al titulo de homicidio.
b) Principio de subsidiaridad: Se aplica el tipo subsidiario cuando no se
puede aplicar un tipo distinto. Es decir, se da una posición opuesta a la
del principio de especialidad, cuando no se puede cumplir con todos los
requisitos que establece el tipo especial se aplicar el tipo general.
En palabras del profesor Mir Puig27 “el principio de subsidiaridad
interviene cuando un precepto penal solo pretende regir en caso de que
no entre en juego otro precepto penal. El primer precepto es entonces
subsidiario respecto del segundo y queda desplazado cuando éste
aparece (lex primaria derogat legem subsidiariam: la ley primaria deroga
la subsidiaria)”.
Existen casos en los que el propio tipo penal indica que se aplique de esta
manera. Por ejemplo, cuando no se puede adecuar el comportamiento de
un sujeto al art. 121º - A (lesiones graves de acuerdo al sujeto activo o
pasivo), se tiene que aplicar el art. 121º (lesiones graves). Pero, el
problema crece cuando el Código Penal no indica una disposición
expresa, por ejemplo: si una persona entra a una casa mediante el
escalamiento con el propósito de hurtar bienes y, luego esto no se puede
demostrar, no se puede condenar al agente por hurto agravado. Pero sí
por el delito de violación de domicilio, el cual es en este caso un tipo de
carácter subsidiario.
c) Principio de Consunción: surge cuando el contenido acción típica
incluye a otro tipo penal, un delito que abarca a otro delito. El precepto
más amplio o complejo absorberá a los que castiguen las infracciones
consumidas en aquél. Aunque no siempre resulta fácil determinar si una

25
En general se reconoce que el tipo especial desplazante es aquel, conteniendo los elementos del
general que desplaza, enuncia una forma especifica de lesión del bien jurídico (Bacigalupo). Siempre ay
una relación conceptual de subordinación entre los tipos (zaffaroni).

26
Berdugo Gómez de la Torre, Ignacio y otros: op. Cit., p. 309

27
Mir Puig, Santiago: op. Cit., p. 309.
infracción puede entenderse absorbida por otra. Por ejemplo: si una
persona destruye una pared con el propósito de realizar un robo lleva a
cabo un delito de daños, se incurriría en el art. 205º del Código Penal –
daños-, pero este tipo queda desplazado por el delito de robo. El profesor
Berdugo28 aclara: “(…) la absorción solo es posible cuando el desvalor de
la conducta es lo suficientemente pequeño como para no reclamar una
pena autónoma, cosa que ocurrirá seguramente cuando la lesión sea
constitutiva de una simple falta”.
d) Principio de Alternatividad: puede darse casos en que un tipo penal se
refiere a la misma acción que otro, el desplazamiento se da cuando en
uno de los tipos surgen circunstancia particulares que se enuncian
respecto de dicha acción. Por ejemplo: en el delito de hurto y de
apropiación ilícita sobre un tesoro, constituyen un apoderamiento de de
cosa ajena, ya que el tesoro en forma parcial al propietario del suelo, pero,
dado que el apoderamiento recae sobre un tesoro se aplica el art 192º
núm. 1, apropiación ilícita de un tesoro. Este principio solo se aplica en
defecto de los anteriores, es decir cundo no es posible hallar una relación
de especialidad, subsidiaria o consunción.

4.6 CONCURSO MEDIAL.

Si bien esta figura no esta establecida en nuestro ordenamiento jurídico


penal, conviene hacer algunos comentarios. Esta figura surge cuando un delito
es medio necesario para cometer otro. Esta necesidad se debe dar en un sentido
concreto, requiriéndose solo cuando el delito –fin- no pudiera producirse sin el
otro medio. Por supuesto, esta necesidad debe existir objetivamente, y no basta
que el sujeto crea que se presenta. No estamos ante un caso de unidad de
acción, pues la acción es doble, como lo es también la infracción delictiva.
El concurso medial de acuerdo a la doctrina moderna es tratado conforme
las reglas del concurso real. Esto se basa en que no nos encontramos frente a
un solo hecho, sino que se puede separar los hechos que sirven de medio y de
fin (se demuestra una estrecha vinculación entre los delitos). La doctrina en
contrario piensa que el concurso medial se debe analizar como un concurso
ideal, atendiendo que el fin unificaría los distintos hechos. Así, Quintero
Olivares29 considera que el concurso medial: “(…) es una subespecie de
concurso real de delitos que en el derecho español se castiga con la misma regla
que el llamado concurso ideal”.
En nuestra opinión, cuando nos encontremos ante un caso de esta
naturaleza lo primero que debemos observar es le numero de acciones que se
nos presentan. Si determinamos que solo ay una acción no podemos decir que

28
Berdugo Gómez de la Torre, Ignacio y otros: op. Cit., p. 310.

29
Quintero Olivares, Gonzalo: Curso de Derecho Penal – Parte General”, op. Cit., p. 572.
nos encontramos ante un concurso real; entonces debemos analizar si estamos
ante un concurso ideal o ante un concurso aparente de leyes. Si el concurso es
aparente se resuelve de acuerdo a los principios de especialidad, subsidiaridad,
consunción, y alternatividad, castigándose solo el delito existente.
Por ejemplo, si una persona falsifica un documento para estafar, el delito
medio seria la falsificación del documento y el delito fin la estafa. Atendiendo a
la finalidad, se debe sancionar por el delito de acuerdo al principio de consunción.

ACUERDO PLENARIO Nº 4-2009/CJ-116


CONCORDANCIA JURISPRUDENCIAL
ART. 116° TUO LOPJ

ASUNTO: Determinación de la pena y concurso real de delitos


PRECEDENTE VINCULANTE: Fundamentos Jurídicos 6° al
18°

II. FUNDAMENTOS JURÍDICOS

§ 1. El concurso real de delitos.


6°. El artículo 50º del Código Penal –en adelante, CP- regula el denominado
concurso real de delitos. El texto legal vigente, de dicha norma, fue introducido
por la Ley 28730, del 13 de mayo de 2006.

Se produce un concurso real de delitos cuando un mismo autor con una


pluralidad de acciones independientes entre sí, realiza, a su vez, varios delitos
autónomos. A diferencia del concurso ideal (que presenta unidad de acción), el
concurso real se caracteriza por presentar pluralidad de acciones y por ello
constituye la contrapartida del concurso ideal [VILLAVICENCIO TERREROS,
FELIPE: Derecho Penal Parte General, Editorial Grijley, Lima, 2006, página 703].

Existen dos formas de concurso real de delitos: el homogéneo y el heterogéneo.

El concurso real es homogéneo si la pluralidad de delitos cometidos corresponde


a una misma especie; por ejemplo, cuando en diversas ocasiones y de modo
independiente se cometieron varios robos. El concurso real es heterogéneo
cuando los delitos realizados por el mismo autor constituyen infracciones de
distinta especie, es decir, si en distintas oportunidades se cometieron un hurto,
lesiones y una falsificación de documentos.

Los presupuestos y requisitos legales del concurso real de delitos son los
siguientes:
A. Pluralidad de acciones.
B. Pluralidad de delitos independientes.
C. Unidad de autor.

El agente en el concurso real de delitos debe ser objeto de enjuiciamiento en un


mismo proceso penal –enjuiciamiento conjunto-, lo que, por consiguiente, da
lugar a una imputación acumulada al agente de todos los delitos perpetrados en
un determinado espacio de tiempo [GARCÍA CAVERO, PERCY: Lecciones de
Derecho Penal Parte General, Editorial Grijley, Lima, 2008, página 655]. La
comisión de varios delitos en concurso real crea los presupuestos de su
enjuiciamiento simultáneo en función a la conexidad material existente entre
ellos.

7°. Para la determinación de la pena concreta aplicable, en caso del concurso


real de delitos, rige un procedimiento que responde a las reglas derivadas del
denominado “principio de acumulación”. El esquema operativo que el órgano
jurisdiccional debe desarrollar en estos casos es el siguiente:

A. Identificación de una pena básica y una pena concreta parcial para cada delito
integrante del concurso. Ello supone, como primer paso, que se defina la
posibilidad de sanción establecida para el delito -límites mínimo y máximo o pena
básica- en base a la penalidad conminada en la ley para dicho ilícito. El segundo
paso consiste, atento a las circunstancias correspondientes y/o concurrentes de
su comisión, en la concreción de la pena aplicable al delito en cuestión -pena
concreta parcial-. Cabe precisar que esta primera etapa de determinación de la
pena deberá cumplirse tantas veces como delitos que estén en concurso real. El
órgano jurisdiccional debe operar para ello en principio de la misma forma como
si cada hecho debiera enjuiciarse solo.

B. En la segunda y última etapa, cumplida la precedente, el Juez procederá a


sumar las penas concretas parciales y así obtener, con dicha adición, un
resultado que será la pena concreta total del concurso real. Sin embargo, esta
pena concreta resultante tendrá que ser sometida a un doble examen de
validación.

En primer lugar, será del caso verificar que la pena no exceda de treinta y cinco
años si es pena privativa de libertad temporal, así como que tampoco exceda el
equivalente al doble de la pena concreta parcial establecida para el delito más
grave de los comprendidos por el concurso real. En caso de que el resultado de
la pena concreta total supere cualquiera de esos dos límites legales, su extensión
deberá de reducirse hasta el límite correspondiente (treinta y cinco años o el que
representa el doble de la pena concreta parcial fijada para el delito más grave).

Finalmente, el artículo 50º CP incorpora una última verificación de carácter


excepcional. Ésta implica cotejar que ninguno de los delitos integrantes del
concurso real haya obtenido como pena parcial la de cadena perpetua, ya que
de darse tal supuesto dicha sanción punitiva sería la única que tendría la
condición de pena concreta, suprimiéndose, en tal caso, las demás penas
concretas parciales.
Cabe aclarar que si más de un delito resultase con pena concreta parcial de
cadena perpetua estas no se sumarían debiendo aplicarse como pena concreta
total sólo una de ellas.

8°. Constituye una modalidad especial de concurso real de delitos, el


denominado concurso real retrospectivo o posterior. Ella está contemplada en el
artículo 51º CP y cuyo texto vigente fue incorporado también por la Ley 28730.

El concurso real retrospectivo o posterior se configura cuando los delitos que


componen el concurso no fueron juzgados simultáneamente en un solo proceso
penal.
Es decir, al autor de esa pluralidad concursal de delitos independientes se le fue
sometiendo a juicio y condenando secuencialmente por cada hecho punible,
según la oportunidad en que tales ilícitos se fueron, sucesivamente,
descubriendo. Un ejemplo puede ilustrar esta peculiar situación material y
procesal: X cometió un hurto en abril de 2003. Al año siguiente, en marzo de
2004, utilizó una libreta electoral falsa para suscribir un contrato de
arrendamiento. Luego, en junio de 2006, ocasionó lesiones graves a su vecino.
Este último lo denunció, por lo que X fue procesado y condenado a cinco años
de pena privativa de libertad. Sin embargo, estando recluido él fue reconocido
por el agraviado del hurto que cometió en el 2003, quien al denunciarlo le generó
un nuevo proceso penal. Al iniciarse este nuevo juicio se descubrió la utilización
del documento falso el año 2004, lo que motivó que se le amplíe la instrucción
por el delito contra la fe pública. Como se puede apreciar en este ejemplo, si bien
existe un concurso real entre los delitos de robo (artículo 185º CP), falsedad
documental (artículo 427º CP) y lesiones graves (artículo 121º CP), tales delitos
no han podido ser juzgados en el mismo proceso judicial sino en juicios
sucesivos posteriores a la primera condena por lesiones graves.

Partiendo de la estructura normativa del concurso real retrospectivo de delitos,


cabe identificar como sus presupuestos y requisitos a los siguientes:

A. Pluralidad de delitos.
B. Juzgamiento sucesivo de los delitos en concurso.
C. Unidad de autor.

9°. En la imposición de la pena concreta para esta modalidad especial de


concurso real la doctrina exige que se fije como criterio rector que el autor no
debe resultar con una pena concreta final y total, luego de sus sucesivos
juzgamientos y condenas, que sea más severa que aquella que se le habría
aplicado si hubiese sido juzgado simultáneamente, en un sólo proceso, por todos
los delitos que cometió y que dieron lugar al concurso real [HURTADO POZO,
JOSÉ: Manual de Derecho Penal. Parte General I, 3ª edición, Editorial Grijley,
Lima, 2005, Página 942, numeral 2422]. En coherencia con dicho criterio la
modificación del artículo 51º CP, mediante la Ley 28730, ha establecido que la
pena concreta para tales casos, surgirá, también, de la aplicación del mismo
procedimiento regulado para el concurso real de delitos en el artículo 50º CP.
Es decir, el órgano jurisdiccional competente en cada juzgamiento deberá
adicionar las penas concretas parciales que obtenga por los delitos que procesó,
a aquellas que ya fueron impuestas en los juzgamientos precedentes. Luego
deberá someter el resultado o pena concreta total del concurso real
retrospectivo, a las verificaciones y límites señalados en el mismo artículo 51º
CP y a los cuales ya se ha hecho mención al analizar el caso del concurso real
(no superar treinta y cinco años de pena privativa de libertad ni superar el doble
de la pena concreta parcial correspondiente al delito más grave y aplicar sólo la
pena de cadena perpetua si ella resulta como sanción para, cuando menos, uno
de los delitos en concurso).

§ 2. El concurso real de faltas.


10°. La Ley 29407, promulgada el 16 de setiembre de 2009, incorporó en el
Código Penal el artículo 50º-A para regular el denominado concurso real de
faltas. Según éste artículo: “Cuando se realiza una pluralidad de acciones que
deben considerarse como faltas independientes que perjudican a varias
personas e infringen el mismo precepto penal o preceptos de igual
o semejante naturaleza, será sancionado como autor y se le impone la pena
privativa de libertad prevista para este, teniendo en cuenta el perjuicio total
causado”.

La confusa redacción de dicha norma complica el análisis dogmático sobre la


estructura y configuración de esta novedosa modalidad concursal. No obstante,
una aproximación general a sus contenidos permite señalar como sus
presupuestos y requisitos a los siguientes:
A. Pluralidad de acciones.
B. Pluralidad de faltas independientes.
C. Pluralidad de personas perjudicadas.
D. Unidad de autor.

11°. Ante la ausencia de doctrina especializada al respecto resulta pertinente


formular algunos criterios generales en torno a la naturaleza y efectos de esta
inédita forma de concurso real.

Al parecer también es posible un concurso real homogéneo o heterogéneo de


faltas ya que el texto de la norma alude a que los actos del agente “…infringen
el mismo precepto penal o preceptos de igual o semejante naturaleza,…”.

Sin embargo, resulta compleja la descripción que hace la ley sobre las reglas de
determinación de la pena en el párrafo final del artículo 50º-A CP: “…será
sancionado como autor y se le impone la pena privativa de libertad prevista para
éste, teniendo en cuenta el perjuicio total causado.”. Al respecto, y teniendo en
cuenta los criterios asumidos para los casos del concurso real de delitos por los
artículos 50º y 51° CP, una opción interpretativa válida sería inferir que la
penalidad concreta del concurso real de faltas surgirá de la acumulación de las
penas parciales correspondientes a cada falta integrante de la estructura
concursal. Pero, el problema hermenéutico subsiste por la alusión que hace el
texto legal a una “pena privativa de libertad prevista”, la cual no está considerada
actualmente para ningún tipo de falta regulada en el Libro Tercero del Código
Penal.
Efectivamente, tales infracciones penales sólo pueden ser reprimidas con penas
restrictivas de derechos -prestación de servicios a la comunidad- y multa,
conforme al artículo 440º.3 CP. Es más, la única posibilidad legal de aplicar esta
clase de pena privativa de libertad en una falta se concentra en el heterodoxo
supuesto de conversión que estipula el modificado inciso 3 del artículo 440º CP
(Disposiciones Fundamentales), pero que sólo puede operar en casos de
reincidencia en faltas contra la persona del artículo 441º CP o contra el
patrimonio del artículo 444º CP, situaciones y efectos no compatibles con la
noción de reiteración -pluralidad de infracciones penales cometidas pero
ausencia de sentencias condenatorias precedentes- que gobierna y caracteriza
a toda forma de concurso real de infracciones penales.

Esta incoherencia normativa es consecuencia de haber mantenido en el artículo


50º-A
CP, en gran medida, el mismo enunciado propuesto por el Proyecto
Parlamentario definitivo que dio origen a la Ley número 29407 y que era el
siguiente: “Cuando se realiza una pluralidad de acciones que deben
considerarse como faltas independientes que perjudican a varias personas e
infringen el mismo precepto penal o preceptos de igual o semejante naturaleza,
es castigado como autor o participe del delito correspondiente y se le impone la
pena privativa de libertad prevista para este, teniendo en cuenta el perjuicio total
causado”. La redacción proyectada aludía, pues, a un “delito” y no una falta, por
lo que si era posible considerar la aplicación de una pena privativa de libertad
que correspondiera a un hecho punible.
Esta heterodoxa redacción y consecuencia punitiva del artículo 50°-A CP, fue
confirmada, luego, con la fe de erratas publicada el 29 de septiembre de 2009
(diario oficial el peruano. Suplemento de normas legales. Edición del martes 29
de septiembre de 2009, página 403452). Por tanto, el texto vigente a quedado
redactado con el siguiente tenor: “Cuando se realiza una pluralidad de acciones
que deban considerarse como faltas independientes que perjudican a varias
personas e infringen el mismo precepto penal o preceptos de igual o semejante
naturaleza, será sancionado como autor del delito correspondiente y se le
impone la pena privativa de libertad prevista para este, teniendo en cuenta el
perjuicio total causado”.

La norma citada no señala cuál es el delito correspondiente que aportará la pena


aplicable ni cuantos faltas deben cometerse para que se asimilen a un delito. No
hay, pues, por vía hermenéutica posibilidades de compatibilizar tales defectos
de técnica legislativa con las exigencias derivadas del principio de legalidad.

En consecuencia, solo cabe postular que se apliquen al concurso real de faltas


iguales reglas de determinación de la pena concreta que actualmente rigen para
el concurso real de delitos. Esto es, que se adicionen o acumulen todas las penas
concretas parciales aplicables a cada una de las faltas cometidas por el mismo
agente y que perjudicaron a varios agraviados. Sin embargo, el resultado final
no deberá exceder los limites genéricos de las penas de prestación de servicios
a la comunidad y de multa que fijan los artículos 34º CP (ciento cincuenta y seis
jornadas de servicios semanales) y 440º.4 CP (ciento ochenta días-multa),
respectivamente.

§ 3. Acusación fiscal y congruencia.


12°. La acusación fiscal debe indicar la acción u omisión punible y las
circunstancias que determinan la responsabilidad del imputado (artículos 225°.2
del Código de Procedimientos Penales –en adelante, ACPP- y 349°.1-b del
Código Procesal Penal –en adelante, NCPP-). Un requisito formal de la
acusación es, precisamente, su exhaustividad y concreción –debe cumplir con lo
dispuesto en los artículos 92° de la Ley Orgánica del Ministerio Público y 225°
ACPP o 349°.1 NCPP-. Si la acusación es vaga e insuficiente produce
indefensión.

La acusación fiscal, valorando tanto los actos de investigación como los actos de
prueba pre constituida o anticipada y la prueba documental, en primer lugar,
debe precisar con rigor los hechos principales y el conjunto de circunstancias
que están alrededor de los mismos; y, en segundo lugar, debe calificarlos
jurídicamente acudiendo al ordenamiento penal: tipo legal, grado del delito, tipo
de autoría o de participación, así como mencionar las diversas circunstancias
genéricas modificativas de la responsabilidad penal que están presentes en el
caso (artículos 46°-A, 46°-B, 46°-C, 21° y 22° CP, y artículos 136° ACPP o 161°
NCPP), y las reglas propias del concurso de delitos (artículos 48°/50° CP).

Las normas sobre el concurso de delitos tienen una incidencia directa en la


determinación del marco penal aplicable. Así han sido concebidas por el derecho
positivo; el Código Penal las incorpora en el Capítulo II del Título III del Libro
Primero, dedicado a la aplicación de la pena-. Sin perjuicio de lo expuesto, es de
enfatizar que los concursos delictivos –concurso ideal, concurso real, delito
continuado y delito masa-, son casos de concurrencia de tipos penales
realizados sin que ninguno excluya a otro, con diferentes normas penales
violadas y diversidad de bienes jurídicos lesionados [QUINTERO OLIVARES,
GONZALO: Manual de Derecho Penal Parte
General, 2° Edición, Editorial Aranzadi, Navarra, 2000, página 747].
13°. Si el Tribunal de instancia, en la etapa intermedia, no realizó un efectivo
control de la acusación instando la subsanación de la omisión respecto al posible
concurso de delitos, resta determinar si esta omisión –así, por ejemplo, precisión
de que se trata de un concurso real con las consecuencias correspondientes en
el ámbito de la pena- debe ser objeto de un planteamiento de la tesis de
desvinculación procesal o de información judicial -cuyo eje es el respeto del
principio de contradicción y de la garantía de defensa procesal, concretamente,
del derecho al conocimiento de los cargos-.

El planteamiento de la tesis, según el artículo 285°-A ACPP, sólo es posible


cuando corresponda variar la calificación jurídica del hecho procesal o cuando
se adviertan circunstancias modificativas de la responsabilidad no incluidas en
la acusación que aumentan la punibilidad. Sólo está destinada, por consiguiente,
a la introducción de hechos no esenciales o accidentales al hecho principal –
inmutable en sí mismo- y a desvinculación respecto de la calificación jurídica del
hecho acusado.

Es evidente que el concurso de delitos no constituye una circunstancia


modificativa de la responsabilidad penal; es decir, elementos fácticos
accidentales del delito, que no condicionan su existencia pero inciden en la
moderación o agravación de la pena. Las reglas sobre el concurso de delitos
tampoco incide en la calificación jurídica de las conductas delictivas: tipicidad
objetiva y subjetiva, grado del delito, tipo de autoría o de participación.

Por tanto, las referencias jurídicas al concurso de delitos, necesarias para la


valoración del hecho procesal, no infringe principio ni garantía procesal alguna,
siempre que, como corresponde, no se introduzcan nuevos datos o elementos a
los que no se hubieran podido referir las partes por desconocimiento de los
mismos –por lo demás, es de tener presente que los elementos de hecho son
susceptibles de prueba y las valoraciones lo son de debate-. Así las cosas, no
hace falta plantear la tesis o, en otros términos, el no planteamiento de la tesis
en este caso, aún cuando sería recomendable a fin de consolidar un debate
puntual sobre este asunto –de suerte que en clave garantista es conveniente
hacerlo para instar una discusión jurídica acabada sobre el concurso real y sus
consecuencias punitivas-, no vulnera las formas esenciales del juicio ni genera
indefensión alguna.

Cabe señalar que el concurso real de delitos, al configurarse por distintas


acciones y diferentes resultados, no crea problemas técnico jurídicos mayores a
la teoría del delito, pues ésta se cumple sin ninguna complejidad en relación con
cada uno de los delitos que entran en concurso. El problema político-criminal se
contrae a la decisión del castigo a imponer [QUINTERO OLIVARES, GONZALO,
Obra citada, página 748].
14°. El NCPP tiene instituciones precisas que permiten un control más efectivo
de la acusación. En efecto, el artículo 350°.1 NCPP, entre las ocho mociones o
peticiones autorizadas, otorga a las partes –y que, por su propia naturaleza
referida a la admisibilidad de un acto postulatorio de especial trascendencia
procesal, también puede ser deducida de oficio por el Tribunal- la posibilidad de
observar la acusación que contiene defectos formales y, por ello, de requerir su
corrección –casos de una acusación incompleta o que no ha hecho referencia,
por ejemplo, a los supuestos de concurso de delitos y a la definición del marco
penal-. El artículo 374°.1 NCPP reconoce al Tribunal la facultad de plantear la
tesis cuando sea posible una calificación jurídica de los hechos objeto del debate
que no ha sido considerada por el Ministerio Público. El artículo 387°.2 NCPP
otorga al Fiscal la facultad solicitar un aumento o disminución de la pena si
durante el juicio han surgido nuevas razones justificativas para hacerlo. Éste
sería el caso de la afirmación de un concurso de delitos, que conlleva una pena
más grave, cuya aceptación está condicionada, como es obvio, a la formulación
de razones jurídicas específicas o nuevas en relación con la acusación escrita,
en tanto en cuanto no importen una modificación del hecho procesal.

15°. Si la determinación e individualización de la pena constituye un


procedimiento técnico y valorativo debidamente regulado por el Código Penal,
es evidente que todos aquellos hechos y circunstancias que determinan su
apreciación jurídica para la definición del marco penal y de la pena concreta, de
un lado, integran el objeto del debate, y, de otro lado, están sometidos al principio
de legalidad penal. En aquellos supuestos de concurso, como es el caso del
concurso real de delitos, en que el Fiscal omitió mencionar la cita legal respectiva
y afirmar explícitamente la existencia de tal institución, ha de entenderse que se
trata de un error evidente fácilmente constatable por la defensa, pues la ley
explícitamente contempla tal supuesto cuya consecuencia penológica no puede
serle ajena.

Los casos de errores u omisiones evidentes, de imposible inadvertencia para las


partes frente a una disposición legal que rige la determinación e individualización
de la pena, no pueden constituir un límite a la potestad jurisdiccional vinculada
en estos casos a los principios de legalidad y culpabilidad. Ésta es la doctrina
que fluye de la Sentencia del
Tribunal Europeo de Derechos Humanos del 10 de febrero de 1995, recaída en
el Asunto Gea Catalán contra España.

16°. Los artículos 225° y 273° ACPP y 349°.1 y 387°.1 NCPP exigen que el Fiscal
en su acusación, tanto escrita como oral, precise la pena que solicita. El Tribunal
no tiene una vinculación absoluta con ese pedido de pena, aunque los dos
Códigos presentan algunas diferencias entre sí. El artículo 285°-A.4 ACPP
estipula que es posible que el Tribunal aplique una sanción más grave que la
solicitada por el Fiscal, aunque está obligado a una motivación reforzada. El
artículo 397°.3 NCPP, sin embargo, fija como regla que el Tribunal no puede
aplicar una pena más grave que la requerida por el Fiscal, salvo que solicite una
por debajo del mínimo legal sin causa justificada de atenuación.
La regla general es que la individualización de la pena es tarea que corresponde
a los tribunales como esencialmente unida a la función de juzgar, y siempre
deben hacerlo dentro del marco legal, con independencia de la posición de la
acusación. El petitum o petición de pena no integra el objeto del proceso penal
ni define el principio acusatorio, aunque, desde luego –y en la concepción
asumida por el NCPP- tiene incidencia en el principio de contradicción y la
garantía de defensa procesal, pues, fija los términos del debate al señalar un
tope máximo a la pena a imponer en el caso concreto y expresa un límite a las
funciones encomendadas tanto al Ministerio Público cuanto al Poder
Judicial dentro de la organización del Estado [COLMENERO MENÉNDEZ DE
LUARCA, MIGUEL: La iniciativa del Tribunal en las decisiones y
pronunciamientos de la sentencia penal. En: Revista del Poder Judicial, Edición
CGPJ, Madrid, Iberius, 2004, página 30].

El NCPP, en consecuencia, impide imponer una pena concreta superior a la


instada por el Ministerio Público. Ello presupone, desde luego, que la pena
solicitada sea la legalmente prevista, respete el marco penal adecuado al tipo
legal y a las demás circunstancias modificativas de la responsabilidad.

17°. El problema se presenta cuando la acusación ha solicitado erróneamente la


imposición de una pena que no corresponde a lo previsto en la ley, bien porque
haya requerido la aplicación de una pena inferior al mínimo legal, o bien porque
omita pedir alguna de las penas que la ley haya previsto para esa concreta
infracción penal –por ejemplo, no incluyó alguna de las penas principales
conjuntas o una pena accesoria-.

En estos casos prima el principio de legalidad, pues el Juez está sometido a la


Ley, que no puede dejar de aplicarla. El Juez, en suma, debe imponer la pena
dentro del marco legal correspondiente. No está librado al arbitrio del Ministerio
Público la fijación de penas distintas a las señaladas por la ley para cada delito.

No se trata de impedir que la acusación señale un límite máximo –que es la pauta


legal fijada por el NCPP-, sino de evitar que pueda establecer penalidades
diferentes a las legales, cuestión totalmente diferente, que se resuelve con la
primacía del principio de legalidad. Tal limitación, dice por ejemplo la Sentencia
del Tribunal Supremo Español del 12 de abril de 1995, no es aplicable a los
errores que hayan podido cometerse en los escritos de calificación (acusación
fiscal).

Por lo demás, en estos casos el Tribunal ha de imponer la pena legalmente


procedente, teniendo en cuenta los elementos agravatorios introducidos por la
acusación y debatidos (o susceptibles de haberlo sido) en el juicio oral,
concretándola en cuanto a su cuantía y duración en el mínimo legal
[COLMENERO MENÉNDEZ DE LUARCA, MIGUEL: Obra citada, página 33].

18°. Sentado que el Tribunal de Mérito debe desentenderse del requerimiento de


una pena ilegal y otorgar primacía al principio de legalidad, distinto es el caso
cuando se trata de la potestad de un Tribunal de Apelación, de Casación o del
recurso de nulidad.
Prima en este caso el principio dispositivo cuyo interés es el límite de la facultad
de revisión del Tribunal Ad Quem.

Si se trata de un recurso acusatorio, esto es, el Fiscal es el recurrente y pide una


pena mayor, el Tribunal de Revisión tendrá como tope recursal la pretensión
impugnativa del Fiscal, en tanto sea coherente con la pretensión penal hecha
valer cuando formuló acusación oral. Es posible que la pretensión en cuestión
sea objetivamente ilegal y no respete el marco penal del artículo 50° CP, empero
aquí se superpone el principio dispositivo en tanto expresa un límite razonable
de entidad político criminal, compatible con la garantía de tutela jurisdiccional, al
poder de revisión de la instancia superior. Por ende, a lo más el Tribunal deberá,
si correspondiere, elevar la pena hasta el tope de la pretensión ejercitada,
pudiendo hacer referencia al concurso real de delitos aún cuando sobre ese
extremo no se haya pronunciado el Tribunal de Mérito y la acusación fiscal.

Si, por el contrario, se trata de un recurso defensivo interpuesto por el imputado


o por la Fiscalía a su favor y el Tribunal de Revisión advierte que la pena
impuesta no es compartible con el marco penal legalmente establecido –incluso,
vulnera flagrantemente las reglas del artículo 50° CP-, en aplicación del principio
de interdicción de la reforma peyorativa (artículos 300°.1 ACPP y 409°.3 NCPP)
no le es posible subsanar el error y tampoco anular el fallo porque ello importaría
afectar el entorno jurídico del imputado y con él la propia esencia del derecho al
recurso, que integra el contenido esencial de la garantía procesal del debido
proceso.

JURISPRUDENCIA

STC Nº 896-2005
El concurso ideal de delitos se produce porque un solo hecho da lugar a dos o
más delitos, que se presenta cuando varias disposiciones son aplicables al
mismo hecho, es decir, que con una sola acción u omisión se viola diversas
normas legales que no se excluyen entre sí, aplicándose la pena del delito mas
grave.

STC 1332-2005
Si bien el delito de falsa denuncia esta reprimido con pena privativa de libertad
no mayor de tres años; empero , también se perpetro el delito de encubrimiento
real, sancionado con pena no mayor de 4 años; que como se trata de un
concurso ideal de delitos, no un concurso real, en tanto mediando unidad de acto
y propósito criminal se infringieron simultáneamente dos tipos legales, es de
aplicación el articulo ochenta, tercer párrafo del código penal.

STC 1317-2002
Se debe tener presente que en los hechos materia de instrucción existe un
concurso ideal de delitos tal como lo dispone el articulo 48º del Codigo Penal y
siendo así se reprime la conducta con la disposición que establezca la pena más
grave en este caso el delito de robo agravado, que subsume al de lesiones
graves seguidas de muerte.

STC 1398-1998
El presente caso, se cometió el delito contra la administración de justicia- justicia
por mano propia, pues la usurpación perpetrada respondió al propósito de la
procesada de recuperar inmediatamente el inmueble que había vendido a la
agraviada, en lugar en lugar de recurrir ante la autoridad judicial para que
resuelva por falta de pago el contrato suscrito. Estando a la forma en que se
producen ambos delitos, nos encontramos frente a un concurso ideal, y de allí
que, en aplicación del artículo 48º del Código Penal y por el sistema de
absorción, la pena a imponerse corresponderá al delito más grave, en este caso
el de usurpación agravada.

STC Nº 896-2005
El concurso ideal de delitos se produce porque un solo hecho da lugar a dos o
más delitos, que se presenta cuando varias disposiciones son aplicables al
mismo hecho, es decir, que con una sola acción u omisión se viola diversas
normas legales que no se excluyen entre sí, aplicándose la pena del delito mas
grave.

STC 394-2002
Para efectos de la prescripción de la acción penal, en caso de concurso ideal de
delitos, esta prescribe cuando haya transcurrido un plazo igual al máximo
correspondiente al delito más grave, conforme lo dispone el tercer párrafo del
articulo 80 del Código Penal. Es indebido que se declare prescrita la acción penal
por el delito de abuso de autoridad, no obstante que este delito se subsume al
ilícito de mayor gravedad, en este caso el delito de concusión. Siendo esto así,
se ha incurrido en causal de nulidad prevista por el inciso 1 del artículo 298 del
Código de Procedimientos Penales.
STC 126-2002
Los delitos de asociación terrorista y de colaboración terrorista son tipos penales
autónomos y, como tal, están contemplados en normas legales específicas y que
por su propia naturaleza son implicantes entre si, por lo que no se puede admitir,
en ningún caso, supuesto de concurso ideal. El sujeto activo del delito de
colaboración de terrorismo solo puede ser aquella persona que no pertenece o
que no esta integrada a una organización terrorista, es decir, un extraneus. Una
interpretación distinta conduciría a una confusión con el delito de asociación
terrorista, ya que los sujetos integrantes de esta pueden realizar sin duda
actividades típicas de colaboración, pero en tal caso estarán haciendo patente
su condición de afiliados.
STC 7455-97
Al haberse negado el procesado a entregar a la, autoridad fiscal los libros de
actas de la empresa que representaba, ello constituye una conducta típica
subsumible a titulo de desobediencia y resistencia a la autoridad, no siendo
posible, por analogía, calificar este mismo hecho como ocultamiento de prueba
ni concurso ideal de delitos.
STC 946-2000
Aun cuando los procesados entraron en posesión de estos bienes sin
proponérselo, y como consecuencia del acto de usurpación referido, al negarse
estos a devolver a los mismos al agraviado, pese a saber su condición de
propietario, conforme lo reconoció la procesada, tanto ella como su coprocesado
habrían incurrido en un concurso ideal de delitos, esto es, el de usurpación, por
el cual ya se les viene instruyendo, y el de apropiación ilícita irregular, previsto
en el inciso 2 del articulo 192 del Código Penal.
STC 896-2005
El concurso real de delitos es aquella situación resultante de la comisión de una
o mas acciones por el sujeto mismo, las que serán juzgadas en un mismo
proceso penal.
STC 896-2005
Para la determinación de la pena dentro- de los parámetros legales figados por
el tipo penal, debe valorarse la entidad del delito perpetrado, la forma y
circunstancias de su comisión, la presencia de un concurso real de delitos y la
culpabilidad por el hecho.
STC 062-2002
Si en el caso existe concurso real de delitos, de conformidad con el segundo
párrafo del artículo 80º del Código Penal, las acciones prescriben
separadamente en el plazo señalado para cada uno.
STC 4176-2005
Que en el juicio oral no se ha efectuado una debida valoración de los hechos y
de las pruebas recopiladas a fin de establecer con certeza la responsabilidad o
inocencia de los procesados, ya que se les imputa un concurso real de delitos
en diferentes fechas y en la mismo localidad, lo cual debe ser dilucidado en el
nuevo contradictorio en el que deberán compulsarse las pruebas reales, directas
e indirectas que han sido ofrecidas por sujetos procesales; las señaladas en el
dictamen del Señor Fiscal Supremo; así como las que se recaben en el juicio
oral, para lo cual sea hace necesaria la concurrencia de los agraviados,
practicándose las demás diligencias que sean necesarias para el mejor
esclarecimiento de los hechos imputados.
STC 038-98.
La pluralidad, de acciones Independiente entres si se materializan el mismo tipo
penal configuran un concurso real homogéneo de delitos, por lo que la peña
aplicable debe graduarse conforme a lo dispuesto en el artículo 50º del Código
Penal.
STC 509- 98
Cuando existe concurso real de delitos, y del mismo es posible prever la
imposición de pena privativa de la sociedad a los 4 años, procede de decretar
mandato contra el inculpado; con mayor razón si esta habría pertenecido a una
organización ilegal destinada a falsificar pasaportes ilegal destinada a falsificar
pasaportes por lo que su no detención implicaría el riesgo de una fuga al exterior
para evadir el proceso.

STC 05962-2009
Conforme a lo determinado en el proceso ordinario, estamos ante un supuesto
de concurso ideal de delitos, por lo que resulta aplicable, conforme lo establece
el artículo 48.° del Código Penal, el máximo de la pena más grave, es decir el
máximo de la pena establecida para el delito de Asociación Ilícita. En tal sentido,
este Colegiado considera que la Resolución cuestionada se encuentra
debidamente motivada, ya que precisa que el plazo de prescripción se computa
a partir del dieciséis de setiembre del dos mil, [fecha] en que se inicia la
desarticulación de la organización delictiva, con las investigaciones a raíz de la
difusión del video Kouri -Montesinos, por lo que no se puede aceptar los
argumentos esgrimidos por el demandante, en el sentido de que el plazo de
prescripción debe ser computado desde la fecha en que el recurrente dejó de
ser miembro del directorio de la empresa ALPECO, puesto que ello de ninguna
manera significa que se haya desvinculado de la organización delictiva.

DERECHO COMPARADO

1. MEXICO

El Código Penal Federal señala:

Artículo 18.- Existe concurso ideal, cuando con una sola conducta se cometen
varios delitos. Existe concurso real, cuando con pluralidad de conductas se
cometen varios delitos.
Artículo 19.- No hay concurso cuando las conductas constituyen un delito
continuado.
Con palabras de la doctrina podemos decir que el concurso de delitos se da en
aquellos: “casos de concurrencia de tipos penales sin que ninguna excluya al
otro-como en el caso del concurso aparente de leyes-, en los que se afectan
diferentes normas penales”.

2. ESPAÑA
El CP español regula el concurso ideal en su art. 71 al aludir al supuesto en que
«un solo hecho constituya dos o más delitos», fórmula que permite acoger tanto
el concurso ideal homogéneo como el heterogéneo. Su tratamiento se disciplina
según dos reglas, de las cuales una es subsidiaria de la otra: se parte del
principio de asperación, al decirse que «se impondrá la pena correspondiente al
delito más grave en su grado máximo», pero esta pena única agravada se
aplicará sólo cuando favorezca al sujeto, pues cuando resulte más grave que la
que correspondería imponer penando separadamente los d., se aplica el
principio de acumulación material, sancionándolos por separado. Idéntico
tratamiento que para el supuesto de que un solo hecho constituya dos o más d.
se establece para «cuando uno de ellos sea medio necesario para cometer otro».
La doctrina discute si en este supuesto ha previsto la ley un caso de concurso
ideal o si se trata de un supuesto de concurso-real.

A diferencia del ideal, en el concurso real existen dos o más acciones del
sujeto. Se da cuando el mismo autor, mediante una pluralidad de acciones, ha
realizado varios d., independientes entre sí, los cuales han de juzgarse en el
mismo proceso. Para su apreciación son necesarios dos presupuestos: uno de
Derecho penal sustancial, que un mismo autor haya realizado dos o más
acciones que constituyan varios d. independientes; y otro de Derecho procesal:
que esa pluralidad de d. allá de juzgarse en el mismo proceso. La determinación
de cuándo esos d. deben ser juzgados en un único proceso pertenece a las
normas jurídico-procesales. En el ordenamiento español se establece esa
posibilidad para los d. que se imputan a una persona, al incoarse contra ella
causa por cualquiera de los delitos, si tuvieren analogía o relación entre sí, a
juicio del Tribunal, y no hubieran sido sentenciados hasta entonces .

El tratamiento del concurso real se regula en los art. 69 y 70 del CP español.


Parte del principio de acumulación material al decir que al culpable de dos o más
d. o faltas se le impondrán todas las penas correspondientes a las diversas
infracciones para su cumplimiento simultáneo si fuera posible (art. 69). Cuando
no lo es, las cumplirá sucesivamente, siguiendo el orden de su respectiva
gravedad (art. 70,11). La excesiva condena que evidentemente resulta de la
acumulación material, se mitiga recurriendo al principio de acumulación jurídica
al establecerse que el máximum del cumplimiento de la condena del culpable no
podrá exceder del triple del tiempo por que se le impusiere la más grave de las
penas en que haya incurrido, dejando de extinguir las que procedan desde que
las ya impuestas cubrieren el máximum establecido, que en ningún caso podrá
exceder de 30 años (art. 70,21, párrafo 1). La reforma que en 1967 se operó en
el CP español, añadió a este artículo un párrafo que dispone que esa limitación
«se aplicará aunque las penas se hubieran impuesto en distintos procesos si los
hechos, por su conexión, pudieran haberse enjuiciado en uno solo». Con esta
previsión el beneficio que el concurso real comporta se extiende a los diversos
d. realizados por un mismo sujeto, aunque no se hayan juzgado en un mismo
proceso, siempre que tengan conexión. De este modo se ensancha
considerablemente el ámbito del concurso-real.

Concurso aparente de leyes penales. Del concurso ideal de d. hay que


distinguir el llamado concurso aparente de leyes penales, que se da cuando un
mismo hecho realiza dos o más tipos, los cuales se excluyen recíprocamente,
bastando la aplicación de uno de ellos para la completa valoración del hecho. Su
diferencia con el concurso ideal consiste en que en el concurso de leyes, aunque
concurren varios tipos, sólo es aplicable uno de ellos, retrocediendo los otros, sin
asumir significación alguna ni para la culpabilidad ni para la medida de la pena;
en el concurso ideal, por el contrario, los tipos concurrentes se complementan,
por lo que han de ser tomados en consideración todos ellos para la completa
valoración del hecho. La determinación en el caso concreto de cuáles son los
tipos que deben retroceder y cuál ha de aplicarse se hace atendiendo a los
principios de subsidiaridad, especialidad y consunción. El art. 68 del CP español
regula esta clase de concurso.

Pluralidad de acciones y unidad de delitos. Por determinación legal o


elaboración jurisprudencial, una pluralidad de acciones del mismo sujeto da lugar
a un único delito. Esto ocurre: en los tipos combinados, en los que la ley, a pesar
de existir varios actos distintos, aprecia unidad de acción (p. ej., robo con
violencia o intimidación en las personas); en los tipos reiterativos, que sin
presuponer variedad de actos volitivos, cuándo éstos se dan la ley los configura
como una sola acción (p. ej., escándalo público); en el d. permanente, que si bien
se consuma por un solo hecho, se producen otros posteriores al mantenerse
voluntariamente la situación antijurídica creada; y en el d. continuado, formado
por varias acciones homogéneas en conexión interna, realizadas en distinto
tiempo pero en análogas ocasiones, que infringen la misma norma jurídica.

3. VENEZUELA

Concurso real de delitos. Concurso ideal o forma de delito. El delito continuado.


El concurso aparente de normas penales.

Cuándo se da el concurso real de delitos:

Art. 86 C.P. “Al culpable de dos o más delitos, cada uno de los cuales acarree
pena de presidio, sólo se le aplicará la correspondiente al hecho más grave, pero
con aumento de las dos terceras partes del tiempo correspondiente a la pena del
otro u otros”.

Analicemos la norma:

“Al culpable de dos o más delitos”: refiere la norma de dos o más delitos, porque
pueden cometerse varios delitos en un solo acto o hecho punible.

“Cada uno de los cuales acarree pena de presidio, sólo se le aplicará la pena al
hecho más grave, pero con aumento de las dos terceras partes del tiempo
correspondiente a la pena del uno u otro”

La norma se refiere a una pena de presidio. El presidio está en los casos de


homicidio simple o agravado, pero con el delito de homicidio puede la persona
cometer otro delito conjuntamente con el homicidio.

Art. 87 C.P. “Al culpable de uno o más delitos que merecieren penas de presidio
y de otros que acarreen penas de prisión, arresto, relegación a colonia
penitenciaria, confinamiento, expulsión del espacio geográfico de la República,
o multa, se le convertirán estas en la de presidio y se le aplicará sólo la pena de
esta especie correspondiente al delito más grave, pero con el aumento de las
dos terceras partes de la otra u otras penas de presidio en que hubiere incurrido
por los demás delitos y de las dos terceras partes también del tiempo que
resultare la conversión de las otras penas indicadas en la de presidio.

La conversión se hará computando un día de presidio por dos de prisión, por tres
de arresto, por cuatro de relegación a colonia penitenciaria, por cinco de
confinamiento o expulsión del espacio geográfico de la República, y por sesenta
unidades tributarias (60 U.T) de multa”.

¿Cómo se hace la conversión?

Computando un día de presidio por dos de prisión, por tres de arresto, por cuatro
de relegación a colonia penitenciaria, por cinco de confinamiento o expulsión del
espacio geográfico de la República, y por sesenta unidades tributarias de multa.

El Concurso Ideal o forma del delito: El concurso ideal está en el Art. 98 C.P. “El
que con un mismo hecho viole varias disposiciones legales, será castigado con
arreglo a la disposición que establece la pena más grave”

Por ejemplo: La persona que mata y con la misma bala hiere a otra persona. Con
el mismo acto comete de dos delitos distintos, en este caso estaremos hablando
de un concurso ideal de delitos.

Delito continuado o forma continuada de realizar el delito: Está en el Art. 99


C.P. “Se considerarán como un solo hecho punible las varias violaciones de
la misma disposición legal, aunque hayan sido cometidas en diferentes fechas,
siempre que se hayan realizado con actos ejecutivos de la misma resolución;
pero se aumentará la pena de una sexta parte a la mitad”.

4. URUGUAY

TÍTULO IV

DEL CONCURSO DE DELITOS Y DELINCUENTES

CAPÍTULO I

Formas de la reiteración

Art. 54. Reiteración real.

Al culpable de varios delitos, no excediendo el número de tres, cometidos en el


país o fuera de él, se le aplicará la pena que corresponda por el delito mayor,
aumentada en razón del número y gravedad de los otros delitos, pero sin que el
aumento pueda exceder de la mitad de la misma pena, salvo que tales delitos se
hubieren ejecutado en el término de cinco años a partir del primero, en cuyo caso
el aumento puede llegar a las dos terceras partes.

Art. 55. Habitualidad por reiteración.

Cuando los delitos excedieren de tres y se cometieren en el término de diez años


o en un período mayor de tiempo a contar del primero, la pena no varía; pero el
Juez podrá, en el primer caso, declarar al autor delincuente habitual, de acuerdo
con lo establecido en el inciso 2º del artículo 48.

Art. 56. La concurrencia, fuera de la reiteración.

Los delitos que sirven de medio, o facilitan, permiten sacar provecho o se


ejecutan para facilitar u ocultar otros delitos; cuando no se hallan contemplados
en la ley como circunstancias constitutivas o agravantes del delito central, se
juzgan con sujeción al artículo 54. (7)

Art. 57. Concurrencia formal.

En el caso de que un solo hecho, constituya la violación de dos o más leyes


penales, se le impondrá al agente la pena del delito mayor, salvo que de la
naturaleza misma de las leyes violadas o de las circunstancias propias del
atentado, se desprenda la conclusión de que su intención consistía en violarlas
todas.

Art. 58. Delito continuado.

Varias violaciones de la misma ley penal, cometidas en el mismo momento o en


diversos momentos, en el mismo lugar o en lugares diferentes, contra la misma
persona o contra distintas personas; como acciones ejecutivas de una misma
resolución criminal, se considerarán como un solo delito continuado, y la
continuación se apreciará Como una circunstancia agravante.

5. ALEMANIA

Título III

Fijación de la pena en los casos de varias infracciones legales

§52. Unidad de hecho

(1) Si se quebranta con la misma acción varias leyes penales o la misma varias
veces, entonces sólo se aplicará una pena.

(2) Si se quebrantan varias leyes penales, entonces la pena se determinará de


acuerdo con la ley que conmina con la pena más grave. La pena no puede ser
inferior a lo admitido por las otras leyes penales aplicables.

(3) La multa puede imponerla el tribunal bajo los presupuestos del § 41 en forma
separada pero junto a la pena privativa de la libertad.

(4) Si se permite la pena pecuniaria en la ley aplicable, entonces puede el tribunal


reconocer por separado una pena de privación de la libertad perpetúa o temporal
de más de dos años. Por lo demás, se debe o se puede reconocer las penas
accesorias, las consecuencias accesorias y las medidas conforme al § 11 inciso
1. Numeral 8, cuando una de las leyes aplicables lo prescribe o lo permite.

§ 53. Pluralidad de hechos

(1) Si alguien ha realizado varios hechos punibles que se juzgan al mismo tiempo
y por los que se incurra en varias penas privativas de la libertad o varias multas,
entonces se impondrá una pena global o conjunta.

(2) Si concurren penas privativas de la libertad y multas entonces se impondrá


una pena global. Sin embargo, el tribunal puede imponer una multa por
separado. Si en estos casos debe imponerse por los varios hechos punibles
multa, entonces se impondrá una pena global de multa.

(3) Si el autor según la ley por la cual encuentra aplicación el § 43a, o en el caso
del § 52 inciso 2 incurre en una pena única como pena privativa de la libertad
perpetúa o temporal mayor de dos años, entonces el tribunal puede imponer
accesoriamente a la pena global de acuerdo con el inciso 1 o 2 paralelamente
una pena pecuniaria; si se debe en estos casos imponer pena pecuniaria por
varios hechos punibles, entonces se impondrá una pena pecuniaria global. El §
41a inciso 3 rige en lo correspondiente.

(4) El § 52 incisos 3 y 4 frase dos rige mutatis mutandis.

§ 54. Conformación de la pena global


(1) Si una de las penas únicas es la pena privativa de la libertad, entonces se
impondrá como pena global la pena privativa de la libertad perpetúa. En los
restantes casos la pena global será conformada a través de la elevación de la
pena más grave en que se ha incurrido. En penas de distinta clase la pena global
se conformará mediante la elevación de la pena de la clase más alta. Para ello
se evalúan conjuntamente la personalidad del autor y las particularidades de los
hechos punibles.

(2) La pena global no puede alcanzar la suma de las penas particulares. La pena
global no puede superar en los casos de pena privativa de la libertad temporal
quince años; en los casos de pena pecuniaria el valor de patrimonio del autor y,
en los casos de multa 720 importes diarios. El § 43a inciso 1 tercera frase rige
en lo pertinente.

(3) Si debe conformarse una pena global de una pena privativa de la libertad y
de una pena de multa, entonces para la determinación de la suma de las penas
únicas un importe diario corresponde a un día de pena privativa de la libertad

§ 55. Conformación posterior de la pena global.

(1) Los incisos 53 y 54 también son aplicables cuando el condenado con


sentencia en firme, antes de la pena a él impuesta se ejecute, prescriba o sea
condenado por otro hecho punible, que haya sido cometido con anterioridad a la
condena anterior. Como condena anterior rige la sentencia del anterior proceso,
en el que las declaraciones subyacentes y efectivas pudieran ser examinadas
por última vez.

(2) Penas pecuniarias, penas accesorias, consecuencias accesorias y medidas


(§ 11 inciso 1 N° 8), que fueron impuestas en la anterior sentencia, se deben
mantener, en tanto que ellas no queden sin objeto en la nueva sentencia. Esto
rige también, cuando la cuantía de la pena pecuniaria, que fue impuesta en la
primera decisión, supere el valor del patrimonio del autor para el tiempo de la
nueva decisión.

6. ARGENTINA

Concurso de delitos. Ubicación normativa.

El Titulo IX de la Parte general del Código Penal (Libro I, “Disposiciones


generales”) aborda la temática de la unidad y pluralidad delictiva, bajo la
denominación “Concurso de delitos”. La denominación del título alude a la
reunión simultánea de delitos diferentes cometidos por la misma persona. Sin
embargo, esa concurrencia, en sentido jurídico penal, tiene distintos significados
según se trate de un concurso ideal o de uno real, siendo el primero un supuesto
de unidad y el segundo de pluralidad delictivas. El art. 54 prevé lo que la doctrina
denomina concurso ideal o formal de delitos, constituido por el supuesto en que
un único hecho cae bajo más de una sanción penal, determinando la aplicación
de la que fijare pena mayor (principio de la absorción).-

El art. 55 contempla el llamado concurso real o material de delitos, que tiene


lugar cuando concurren varios hechos independientes, previendo la pena
aplicable cuando esos hechos estuvieren reprimidos con pena de la misma
especie (principio de la aspersión).-

El art. 56 prevé la pena de dicho concurso para las hipótesis en que los diversos
hechos independientes –concurso real- son reprimidos con pena de distinta
naturaleza, contemplando en sus tres párrafos varios supuestos, según las
penas privativas de libertad –reclusión o prisión- sean divisible o indivisibles, o
concurran las de inhabilitación o multa, sea con aquéllas o entre sí. El art. 57
establece el orden de gravedad relativa de las penas de diferente naturaleza, a
los efectos de aplicar el art. 56 y el art. 58 regula la unificación de penas y
condenas, disponiendo la aplicación de las reglas del concurso real a los casos
que deba juzgarse a una “…misma persona que esté cumpliendo pena por otro
hecho distinto; o cuando se hubieren dictado dos o más sentencias firmes con
violación a dichas reglas…”, norma que aplica a los supuestos de concurso real
(arts. 55 a 57), mas no a los del concurso ideal (art. 54), pues en este caso no
puede haber sino una única sentencia, por tratarse de un hecho único que da
lugar a la aplicación de una sola pena (la mayor).

Hay dos supuestos no previstos en el Código: a) el caso de delito continuado,


que ocurre cuando la pluralidad de reiteraciones no configura un concurso real,
sino que provoca un aumento del contenido injusto del hecho; y b) el concurso
aparente de leyes en el que la concurrencia de tipos en una misma conducta,
por aplicación de principios de interpretación, determina la exclusión de alguno
de ellos.

CONCLUSIONES

 El concurso de delitos es el caso en que una persona ha producido mas


de un delito y, por consiguiente a afectado en varias veces al mismo
bien jurídico o a otros tantos diferentes.

 Al conceptualizar la unidad de acción se dice que La descripción típica


opera, pues, como una plantilla que recorta un determinado fragmento de
actividad humana y permite considerarla constitutiva de una unidad de
hecho.

 Existen principios para la determinación de la pena las que son aceptadas


en la legislación peruana son la acumulación como la asperacion.

 Por concurso ideal se entiende el concurso que consiste en la comisión


de varios delitos mediante un solo acto: hay una sola acción y varios
delitos.
 El concurso real es aquel en que hay una pluralidad de acciones
realizadas por un sujeto activo constituyendo una pluralidad de delitos, es
decir, cada una de esas acciones debe ser independiente, de tal forma
que se puedan considerar como ilícitos autónomos.

 Existe además un concurso real retrospectivo que en éste caso no se da


la simultaneidad en el juzgamiento, porque solo después que el sujeto
activo ha sido sentenciado se descubre que había cometido otro delito.

 Tanto el delito masa como el delito continuado son una ficción jurídica,
ya que considera a varios delitos iguales o de naturaleza semejante
unidos por una sola resolución criminal como uno solo con la diferencia
que en la primera existe un cierto número de sujetos perjudicados.

 En el concurso “aparente” de leyes el encuadramiento plural se reduce a


un encuadramiento único (por eso se dice que el concurso es solo
“aparente”), cuando uno de los tipos en juego desplaza a los otros, con lo
cual únicamente queda vigente el tipo desplazante.

BIBLIOGRAFIA.

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Parte General. Editorial Lima. 2000.

 GARCIA CAVERO Percy. Derecho Penal-parte general. Editorial Jurista


Editores. 2° edición. Lima 2012.

 HURTADO POZO, José: “Manual de Derecho Penal – Parte General”, 4º


edición, Eddili, Lima, 1987.
 JAKOBS, Gunter. Derecho Pena. Parte General. Fundamentos y teoría
de la imputación. Trad. Cuello Contreras y Serrano Gonzales, Madrid
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 MIR PUIG, Santiago. Derecho Penal Parte General”, 7º edición, Tecfoto,


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 PEÑA CABRERA, Alonso Raúl. Derecho Penal Parte General. Tomo 1.


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 PRADO SALDARRIAGA, Víctor: “Consecuencias Jurídicas del Delito en


el Perú”, Gaceta Jurídica S.A., Lima, 2000.

 VILLAVICENCIO TERREROS Felipe. Derecho Penal parte general

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