Вы находитесь на странице: 1из 3

Literatura. 2º Bachillerato.

Curso 2016-17.

La poesía lírica en la primera mitad del siglo XX,


hasta 1939.
Este género literario sufre una constante renovación desde finales
del siglo XIX hasta la Guerra Civil española. Durante todo este período
surgen numerosas corrientes literarias caracterizadas por una brevedad
en su vigencia que se enfrenta a la intensidad con la que éstas se
producen. Alrededor de cada una de ellas podemos encontrar un
considerable número de autores que, basándose en movimientos
pasados, crean nuevas tendencias acordes con la época en la que se
desarrollan.

Durante los primeros años del siglo XX se publican los libros más
significativos del Modernismo español (literatura elitista y cosmopolita y
una profunda renovación estética del lenguaje y la métrica): Alma, de
Manuel Machado, Soledades, de su hermano Antonio, Arias tristes y
Jardines lejanos de Juan Ramón Jiménez y La paz y el sendero de
Ramón Pérez de Ayala. En dichos poemas se buscan los efectos
plásticos, ambientes de valor simbólico y el ansia de renovación y
musicalidad. También abundan los poemas inspirados en la lírica
popular. Entre los grandes poetas modernistas destacan Manuel
Machado y Francisco Villaespesa.

Poetas más característicos de la llamada Generación del 98 son


Unamuno, que consideraba la poesía como la más alta expresión del
espíritu (Rosario de sonetos líricos, Romancero del destierro) y Antonio
Machado, que con sus cuatro grandes poemarios, Soledades, Campos
de Castilla, Nuevas canciones y Cancionero apócrifo, recorre desde el
Modernismo, el regeneracionismo, los paisajes de Castilla, la poesía
sentenciosa de corte filosófico y los apócrifos (supuestos, fingidos). Sus
últimos poemarios, Canciones a Guiomar y Poesías de la Guerra,
recorren el amor encontrado y el horror de nuestra Guerra Civil.

Hacia 1914 el Modernismo se da por acabado, apareciendo una


serie de poetas muy influidos por diversas vanguardias que recorren
Europa y se van asentando poco a poco en España. El camino del
neopopularismo (reacción contra la literatura elitista que vuelve a lo
popular), abierto por Antonio Machado, es continuado por Juan
Ramón Jiménez y Fernando Villalón entre otros. Juan Ramón
Jiménez concibe toda su obra como un único libro, esto lo llevó a
realizar diversas antologías de sus obras: Poesías escogidas, Segunda
antolojía poética y Tercera antolojía poética. Su obra es una unidad en la
que se van integrando sus nuevos textos y se corrigen los anteriores. Él
mismo distingue en su producción tres etapas: la etapa sensitiva, de
tono intimista y doliente (Ninfeas, Almas de violeta) etapa intelectual, en
la que se abre a las vanguardias y es claro antecedente de la poesía de
Lorca (Diario de un poeta recién casado, Eternidades y, sobre todo, La
estación total) y la tercera etapa denominada suficiente o verdadera,
realizada en el exilio (En el otro costado, Dios deseado y deseante). Otro
Literatura. 2º Bachillerato.
Curso 2016-17.

autor muy influido por las vanguardias es Ramón María del Valle-
Inclán, que, aunque destacase en teatro y novela, también escribió dos
grandes poemarios: Aromas de leyenda y La pipa de kif.

Pero es sobre todo con los miembros de la llamada Generación del


27 con los que la poesía alcanza su cenit. Entre ellos destacan: Pedro
Salinas, que cultiva desde una poesía de pureza estética
juanramoniana con abundantes elementos futuristas (Presagios), hasta
una última poesía donde expresa nostalgia y resignación (La voz a ti
debida, Largo lamento), Jorge Guillén, considerado el representante
más claro de estos poetas de la poesía pura (Cantil, Clamor), Gerardo
Diego, en el que alternan desde el vanguardismo más radical hasta el
neopopularismo, el neogongorismo y los moldes clasicistas (Manual de
espumas, Fábula de Equis y Zeda, Vía crucis, Soria); Vicente
Aleixandre, que expresa en tono pesimista el ansia de fusión con la
naturaleza con tonos superrealista (Ámbito, Pasión de la tierra, Espadas
como labios, La destrucción y el amor), Emilio Prados, influido
primeramente por Juan Ramón Jiménez y el neopopularismo andaluz y
posteriormente por el superrealismo (Tiempo, Misterio del agua,
Cancionero menor para combatientes, esta última de claro acento
republicano) y Manuel Altolaguirre, claro exponente del poeta que en
su versos muestra el anhelo de unión con la naturaleza, al estilo
juanramoniano y de Salinas (Las islas invitadas y otros poemas,
Ejemplo, Soledades juntas).

También de la llamada Generación del 27 son los poetas: Rafael


Alberti, que recorre en sus diferentes etapas todas las tendencias
poéticas: poemas creacionistas, de tradición popular, de tono romántico
becqueriano, la antigua lírica tradicional, de molde vanguardista, de
compromiso con la República y de nostalgia (Marinero en tierra, Sobre
los ángeles, Con los zapatos puestos tengo que morir, Un fantasma
recorre Europa). Crea la revista Octubre.

Luis Cernuda interesado por el superrealismo y autor que


rechaza éticamente la sociedad en la que le toca vivir, es uno de los
poetas que más influirán en los escritores posteriores a él (La realidad y
el deseo). Miguel Hernández, influido en sus primeras obras por
Góngora y el modernismo (Perito en lunas) y posteriormente por
Garcilaso, Lope de Vega, Aleixandre o Neruda (El rayo que no cesa). En
su última etapa abundan los poemas de amor y los de tema combativo
(Viento del pueblo, El hombre acecha, Cancionero y Romancero de
ausencias, éste último escrito en prisión). Por último, debemos nombrar
como determinante la figura de Federico García Lorca. Publica en
1921 Libro de poemas, de impronta modernista, neopopularista y
vanguardista, en el que trata temas recurrentes de su poesía posterior:
la muerte, el amor o la rebeldía. Entre 1921 y 1924 compuso Poema del
cante jondo, Primeras canciones y Canciones, con enorme presencia de
la música y un intento de reelaboración de lo popular mediante la
vanguardia. Entre 1924 y 1927 escribe Romancero gitano, donde se
unen la tradición más culta, la audacia vanguardista y los ritmos y
Literatura. 2º Bachillerato.
Curso 2016-17.

técnicas más populares, todo ello, repleto de simbología. En 1929-1930


escribe Poeta en Nueva York, de clara intención social, denunciando a la
sociedad capitalista. Posteriormente escribe El diván de Tamarit, y
Sonetos del amor oscuro.

Durante la Guerra Civil se compone y se difunde poesía en ambos


bandos. Mayor y de más calidad en el bando republicano. Proliferan las
publicaciones que acogían en sus páginas composiciones poéticas como
La Hora de España; donde escriben Machado, Cernuda, Prados…o El
Mono Azul, dirigida por Alberti y Altolaguirre. En la zona nacional,
colaboraron en revistas Luis Rosales y Dionisio Ridruejo, y se hicieron
libros poéticos colectivos ensalzando la ideología de los sublevados. Un
ejemplo es Corona de sonetos, en honor de José Antonio Primo de
Rivera, con textos de Gerardo Diego, Manuel Machado o Eduardo
Marquina.

A partir de 1939, muchos de los poetas de la Generación del 27


siguen con sus publicaciones, unos en España y la mayoría en el exilio.
Pedro Salinas escribe en el exilio El contemplado, Todo más claro y
Confianza. Jorge Guillén escribe Fe de vida, Clamor y Homenaje;
Gerardo Diego, en España, Primera antología, Limbo, sus dos libros de
índole religiosa Viacrucis y Ángeles de Compostela, y Alondra de verdad.
Vicente Aleixandre, tras la Guerra Civil escribe Sombra del paraíso,
Nacimiento último, Picasso o Retratos con nombre. Prados, desde el
exilio, escribe Memoria del olvido, Antología o La Piedra escrita, donde se
muestra de nuevo el panteísmo de sus primeras obras; y Manuel
Altolaguirre escribe Poemas de las islas invitadas, Nuevos poemas de
las islas invitadas, Fin de un amor y Poemas en América. También
Alberti escribe una vasta obra en el exilio: Cantata de la línea y el color,
con la omnipresente pintura como tema, Ora marítima, recordando a su
Cádiz natal, Baladas y canciones del Paraná, donde muestra la vida en
Argentina y la poesía de intención social en Entre el clavel y la espada.
También merece citarse, Roma, peligro para caminantes y Canciones del
alto valle de Anienne.

También prosiguen con su poesía en el destierro otros autores


que no pertenecen a la Generación del 27 como León Felipe, (Español
del éxodo y del llanto) Pedro Garfias (Río de aguas amargas) o Juan
Gil-Albert (Las ilusiones) que también escribió en España una vez
regresado del exilio (Fuentes de la constancia).

Вам также может понравиться