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El origen de la música

 
Julio Mendívil

Desde siempre los hombres se han preguntado por el origen de las cosas. La
música, siendo una de las expresiones cardinales del ser humano, no podía ser
una excepción. ¿Cómo se formó el arte de las musas? Ya en la antigüedad y en la
Edad Media se recurrió al mito y a las supersticiones para fundamentar su
presencia en la vida de los hombres. Mas con el advenimiento de la era moderna,
el hombre ilustrado empezó a buscar respuestas más satisfactorias a tal
interrogante. Así, a finales del siglo XVIII, Jean-Jacques Rousseau esbozó una de
las primeras teorías sobre el origen de la música, según la cual ésta se había
derivado de las inflexiones que la recitación imponía al habla. La música era, por
tanto, para Rousseau, hija directa de la emotividad que la poesía imponía al
lenguaje.

Fue recién hacia finales del siglo XIX que las teorías sobre el origen de la música
adquirieron un carácter científico, aunque a nuestros ojos éstas no nos parezcan
menos imaginativas que aquella aventurada por el enciclopedista. Charles Darwin,
por ejemplo, remitió los orígenes de la música a la invitación amorosa entre las
aves. Como Darwin había observado, los pájaros llamaban a las hembras para el
apareamiento mediante el canto y aquellos que cantaban con mayor destreza
resultaban siendo recompensados. Convencido de que las facultades humanas
eran perfeccionamientos de las animales, Darwin aventuró la tesis de que el
hombre, imitando a las aves, había comenzado a cantar para potenciar sus
galanteos. Pero su teoría era inconsistente: no solamente el hombre canta,
también la mujer. Y ambos, al igual que las aves, lo hacen también fuera del
tiempo de apareamiento.

Remitiéndose a Rousseau, Herbert Spencer volvió a esgrimir la teoría de que la


música provenía del lenguaje. Según el sociólogo británico ella se había formado
siguiendo los acentos y modulaciones de la voz “primitiva” al querer expresar
rabia, pena, alegría o severidad frente a los subalternos. Aunque gozó de mayor
acogida que la de Darwin en círculos científicos, la teoría de Spencer también fue
motivo de crítica. Se argumentó en contra, por ejemplo, que si la voz inflexiona y
se altera cuando hablamos con emotividad, es igualmente cierto que ella —a
diferencia del canto, no establece distancias fijas entre intervalos. De la recitación
al canto seguía existiendo entonces un trecho enorme que dicha teoría no
dilucidaba.

En los albores del siglo XX la naciente musicología comparada se evocó al


estudio de las prácticas musicales “primitivas” para establecer el origen de la
música. Movidos por la premisa “al principio fue el ritmo”, Richard Wallaschek y
Karl Bücher buscaron los orígenes de la música en los tañidos de los tambores.
Según el primero la sincronización entre estos instrumentos y el movimiento
corporal había sido determinante para la formación de un arte sonoro. Para el
segundo, la música se había originado como consecuencia del trabajo colectivo
coordinado. El psicólogo austríaco Carl Stumpf disintió de ambas posiciones,
aduciendo que mientras que la tesis de Wallaschek no revelaba el paso al
movimiento melódico —para Stumpf el aspecto más preponderante en la
música—, la de Bücher olvidaba que el trabajo sincronizado suponía un grado de
civilización imposible entre las primeras hordas de homo sapiens o entre sus
antepasados. En su libro Anfänge der Musik (Los inicios de la música) Stumpf
defenderá entonces la hipótesis de que la música surgió gracias a la
comunicación a grandes distancias. Según Stumpf los llamados a voces, al subir
el tono al inicio y bajarlo hacia el final, habían formado intervalos rudimentarios y
así los primeros motivos musicales. Presa de esa convicción, Stumpf clasificó los
cantos cronológicamente según el número de grados utilizados en una escala, un
método que heredaría su discípulo Erich von Hornbostel, una figura central de la
naciente etnomusicología.

Si dichas teorías hoy nos resultan ingenuas, en su momento fueron tenidas como
científicamente válidas. Ellas perdieron vigencia recién hacia mediados del siglo
XX, cuando se hizo evidente que la base empírica sobre la que descansaban no
era el conocimiento científico de la vida musical del hombre en tiempos pretéritos,
sino una proyección ideológica que, mediante la jerga etnológica, catapultaba a
las culturas no europeas a un tiempo anterior al del observador científico
moderno. En ese sentido dicha teorías decían más sobre los prejuicios culturales
de quienes las formulaban que sobre el fenómeno que pretendían aclarar. Desde
entonces la etnomusicología ha desconfiado de las teorías evolucionistas por su
carácter especulativo, por sus implicancias colonialistas y por sus connotaciones
racistas.

Por ello no sorprende que el tema del origen y la evolución de la música haya
resurgido en áreas tan ajenas a la etnomusicología como la arqueología y las
neurociencias. Efectivamente, desde la aparición en el año 2005 del libro The
Singing Neanderthals. The Origins of Music, Language, Mind and Body (El
neandertal cantador. El origen de la música, el lenguaje, la mente y el cuerpo), del
arqueólogo británico Steve Mithen, y el del psicólogo Aniruddh Patel Music,
Language and the Brain (La música, el lenguaje y el cerebro), el tema del origen de
la música ha vuelto a ganar coyuntura en el discurso científico, sobre todo el tema
de las relaciones evolutivas entre la música y el lenguaje. Mithen, por ejemplo, ha
postulado la existencia de un sistema comunicacional evolutivamente anterior a la
música y al habla que él, no sin humor, ha titulado (holístico, manipulativo,
multi-modal, musical y mimético). Patel, por su parte, ha demostrado que la
música y el lenguaje se hayan estrechamente vinculados como sistema cognitivo
y neural, en cuanto ambos laboran con sonidos y significados. Aunque estos
trabajos muestran algunos vínculos con las teorías de Rousseau, Spencer o
Stumpf, noto una gran diferencia. Mientras que unas buscaban reconstruir un
momento inicial de la música, las otras evidencian un desplazamiento temático
que se concentra en la evolución de las facultades musicales y lingüísticas en el
cerebro humano y no en una narración unilineal de la historia de la música. En ese
sentido, Mithen y Patel liberan al evolucionismo de sus implicancias negativas y
plantean un desafío para una etnomusicología que, sumida en su paradigma
particularista, no ha terminado de desconfiar de las teorías universalistas.

No sé si el origen de la música se remonte a un sistema comunicacional anterior


al ejercicio musical y al habla. De lo que sí estoy seguro es que todas las culturas
han desarrollado teorías para explicarse la existencia de la música. Desde una
visión el origen de la música suele remitirse al mito y al ámbito de lo divino. Pero
ello habrá de ocuparnos en otro momento.

La música en la Prehistoria

Artículo principal: Música en la prehistoria

La música es tan antigua como la historia de la humanidad, y esta vinculada al


origen de sus actividades fundamentales, como el lenguaje y la comunicación. No
existe civilización alguna que no haya manifestado interés por el canto, por la
danza o por la invención de instrumentos musicales. pero reconstruir los primeros
pases de la música en la historia del ser humano no es menos difícil que
reconstruir el mundo de las civilizaciones mas antiguas, requiere las mismas
técnicas: excavaciones arqueológicas, descifra miento de documentos e
interpretación de pinturas y decoraciones. a partir de rastros fragmentarios se
inicia el conocimiento del camino milenario de la música.

En las Excavaciones de la ciudad de Ur, en Mesopotamia, se encontró un arpa de


madera de 2500 a. C., adornada con lapislázuli. Leonar Wooley (1880-1960)
Arqueólogo Británico. su fama esta vinculada sobre todo al descubrimiento de la
necrópolis de Ur.

Desde que hay hombres sobre la tierra, existen manifestaciones musicales, pues
estas son consecuencia de la necesidad del hombre de comunicarse o de
expresar sentimientos. Incluso antes de que el hombre fabricase instrumentos
musicales ya hacía música cantando, aplaudiendo o golpeando objetos.
La antropología ha demostrado la íntima relación entre la especie humana y la
música, y mientras que algunas interpretaciones tradicionales vinculaban su
surgimiento a actividades intelectuales vinculadas al concepto de lo sobrenatural
(haciéndola cumplir una función de finalidad supersticiosa, mágica o religiosa),
actualmente se la relaciona con los rituales de apareamiento y con el trabajo
colectivo.1 Esas primeras canciones se harían a base de muchas repeticiones o
eran de un ámbito melódico muy limitado, muy cercanas al lenguaje hablado. Se
conservan huellas de un cierto lenguaje musical en unos jeroglíficos que indican el
ascenso o descenso del sonido mediante el movimiento de la mano.

Las evidencias son pocas, pero las existentes parecen indicar la existencia de
ciertos "instrumentos musicales" ya en la Prehistoria. No hay más que ver los
ritmos que en canciones y bailes poseen prácticamente todos los pueblos que
hasta nuestros días han conservado un modo de vida muy parecido al de nuestros
antepasados. Tambores, flautas, maracas, cánticos, etc, utilizados con fines
festivos o religiosos también formaban parte de la vida cotidiana en nuestros
orígenes.
Los raspadores son un ejemplo de ello, se trata de lo más básico a la hora de
producir sonidos, aparte de dar golpes contra algo o producirlos con la voz. Los
raspadores consisten en pequeños fragmentos de huesos con muescas paralelas,
que al frotarlas con otro utensilio, como una madera o púa, producen sonidos. Se
halló un raspador de entre 50.000 y 40.000 años originario de Schulen (norte de
Bélgica) y se ha descartado que estas marcas se hayan producido por algún
animal. Los raspadores son unos objetos muy conocidos y su distribución es
prácticamente mundial. Su simplicidad hace que gane puntos a favor en ser uno
de los primeros instrumentos inventados.

Aunque ha sido descubierto un nuevo hallazgo en la música prehistórica, que


podría dar un giro de gran relieve a la hora de situarnos en el tiempo, ya que en
investigaciones realizadas en 2009 en la cueva Geibenklösterle, Alemania, un
importante yacimiento del Paleolítico, se han encontrado dos flautas de hace unos
43.000 años, estudio corroborado gracias a nuevos métodos de datación. Una
está hecha con marfil de mamut y otra con el hueso radio de un buitre leonado.
Esto indica que podrían estar entre los primeros instrumentos musicales de la
Humanidad. El hecho de que ya entonces existiera la música como una actividad
creativa, da idea del desarrollo simbólico y de la cohesión social de aquellos
primitivos grupos humanos de cazadores y recolectores.

Se han encontrado objetos muy antiguos, del paleolítico medio, con agujeros que
recuerdan a flautas, pero los estudios indican que no eran tales porque en este
caso sí aparecen las marcas de los colmillos de animales. Se duda mucho de la
capacidad simbólica de los neandertales, pero algunos de los restos dejados por
ellos hacen cuestionar hasta qué punto podían crear lo que nosotros llamamos
música. Las falanges de animales perforadas por ellos (yacimiento de Prolom III,
Crimea) pueden haber sido realizados para extraer la médula, pero también para
usarlos como silbatos. Pero bueno, sobre todo esto es difícil decir algo y las
opiniones están muy enfrentadas, como podrás imaginar. Si fuese cierto que
fuesen silbatos puede que se utilizaran para producir sonidos con algún fin
práctico, como señuelos en la caza, señales de aviso o imitación de algún animal.

En el Paleolítico Superior la cosa cambia por completo, la evidencia de raspadores


es clara, como el de la cueva de Pekárna (Moravia) y en el Neolítico ya es
incuestionable, tanto en Oriente Próximo como en Europa (Janakavo, Polonia).
Flautas y silbatos de 3 a 7 agujeros se han encontrado desde Francia a Rusia con
una antigüedad de entre 20.000 y 15.000 años, realizadas en huesos de pájaros,
oso o reno. Algunos de estos silbatos están decorados con dibujos grabados.

Pero la colección más espectacular de instrumentos musicales del Paleolítico


Superior es la del yacimiento de Mezin o Mezhirich (Ucrania), en las casas de
mamut, aún en la era glacial. Son instrumentos de percusión realizados con
huesos de mamut decorados con ocre, también existe una castañuela y dos
maracas de marfil.

Por otro lado están las propiedades acústicas de las cuevas, que seguro pudieron
potenciarse en las ceremonias. Algunas estalactitas vibran y emiten sonidos al ser
golpeadas por otros objetos. Por ejemplo, en la cueva de Nerja (Málaga - España)
se pueden observar las huellas de esta acción en algunas de ellas. En la
actualidad en esta cueva se realizan varios conciertos gracias a dichas
propiedades acústicas.

Pero lo más cercano a nosotros es sin duda el uso de las caracolas marinas. Se
han encontrado en varios yacimientos y el soplar por ellas siempre ha tenido una
función ceremonial en muchos lugares del mundo, incluso su uso con este fin nos
ha llegado hasta hoy. Los silbatos de cerámica con un solo agujero (parecido a las
ocarinas) y maracas de arcilla, así como tambores se encuentran en un número
mayor a partir del Neolítico.
Danza en las Cuevas de El Cogul (Lérida). En esta pintura rupestre varias mujeres
danzan alrededor de un hombre desnudo. Los ritos asociados con danzas y ritmos
repetitivos eran habituales en casi todas las culturas prehistóricas.

Para el hombre primitivo había dos señales que evidenciaban la separación entre
vida y muerte: el movimiento y el sonido. Los ritos de vida y muerte se desarrollan
en esta doble clave. En el llamado arte prehistórico danza y canto se funden como
símbolos de la vida mientras que quietud y silencio se conforman como símbolos
de la muerte.

El hombre primitivo encontraba música en la naturaleza y en su propia voz.


También aprendió a valerse de rudimentarios objetos (huesos, cañas, troncos,
conchas...) para producir sonidos.

Hay constancia de que hace unos 50 siglos en Sumeria ya contaban con


instrumentos de percusión y cuerda (lira y arpa). Los cantos cultos antiguos eran
más bien lamentaciones sobre textos poéticos.

En la prehistoria aparece la música en los rituales de caza o de guerra y en las


fiestas donde, alrededor del fuego, se danzaba hasta el agotamiento. La música
está basada principalmente en ritmos y movimientos que imitan a los animales.
Las manifestaciones musicales del hombre consisten en la exteriorización de sus
sentimientos a través del sonido emanado de su propia voz y con el fin de
distinguirlo del habla que utiliza para comunicarse con otros seres.
Los primeros instrumentos fueron objetos, utensilios o el mismo cuerpo del
hombre que podían producir sonidos. Estos instrumentos podemos clasificarlos
en a) Autófonos: aquellos que producen sonidos por medio de la materia con que
la que están construidos; b) Membranófonos: serie de instrumentos más sencillos
que los construidos por el hombre. Tambores: hechos con una membrana tirante,
sobre una nuez de coco, un recipiente cualquiera o una verdadera y auténtica caja
de resonancia; c) Cordófonos: de cuerda, el arpa; d) Aerófonos: el sonido se
origina en ellos por vibraciones de una columna de aire. Uno de los primeros
instrumentos: la "flauta" en un principio construida con un hueso con agujeros.
También, usaban caparazones de tortugas.

La música en la Edad Antigua La música en la Antigüedad, según los expertos,


nace como una imitación de los sonidos de la naturaleza, sobre todo de las aves;
así se imitaban con rudimentarios instrumentos, los reclamos que éstas usaban
como avisos sonoros. Pero en rigor, estos sonidos no se pueden considerar
música en sí mismos. Para que exista lo que llamamos música se debe dar una
repetición voluntaria de los mismos y junto a estructuras rítmicas.

Clasificación de instrumentos musicales primitivos

Autófonos: aquellos que producen sonidos por medio de la materia con que la que
están construidos.

Membranófonos: serie de instrumentos más sencillos que son construidos por el


hombre.

Tambores: hechos con una membrana tirante, sobre una nuez de coco, un
recipiente cualquiera o una verdadera y autentica caja de resonancia.
*Cordófonos: de cuerda, el arpa.

Aerófobos: el sonido se origina en ellos por vibraciones de una columna de aire.


Antiguo Oriente

El concepto de Antiguo Oriente incluye a las civilizaciones del Próximo


Oriente (Mesopotamia y Egipto, donde surge en primer lugar la civilización en
torno al IV milenio a. C.) y a las del Extremo Oriente (India, China y Japón, donde
las civilizaciones surgen algo más tarde).

Antigua China: simbología y textura en la música tradicional chin


Artículo principal: Cultura de China

Representación de los instrumentos tradicionalmente utilizados en la música


tradicional china.

Desde los tiempos más antiguos, en China la música era tenida en máxima
consideración. Todas las dinastías le dedican un apartado especial. Aún hoy la
música China está empapada de la tradición secular, legendaria y misteriosa de
una de las filosofías más antiguas del mundo.
En el teatro chino tradicional, la música juega un papel fundamental anexo a las
representaciones. Los parámetros a la hora de elegir los repertorios siempre han
sido concordantes con la búsqueda de la armonía social dentro del contexto
histórico de cada momento, con su estética correspondiente.

Los chinos deben haber percibido la altura relativa de los sonidos de manera
empírica, sin necesidad de Fengs humanos ni mitológicos, sin arrullos de olas ni
enviados al Olimpo chino. Como cosa natural debieron haber relacionado las
distintas longitudes de los tubos con los distintos sonidos que en estos se
obtienen. No es raro, tampoco, que les hayan aplicado la relación 3:2, dado que
ésta tenía para ellos un valor simbólico: armonizar el cielo con la tierra.

Un sistema musical "representa el inventario de sonidos de que se vale una


música, la altura y distancia de sonidos musicales entre sí". Si ubicamos ue
corresponde a una quinta justa, un poco más chica que la que se obtiene con
cuerdas. Este principio se denomina cíclico, porque el total de sonidos que integra
la escala repertorio, se va generando por una constante matemática en las
longitudes de los tubos que integran el sistema. Musicalmente se manifiesta por
intervalos de quinta justa al ascender y de cuarta justa al descender.

Representación de una cadencia típica en la música china.

La explicación acústica que sustenta este sistema musical es el de la quinta


soplada. Si soplamos con fuerza en un tubo cerrado, correspondiente, por
ejemplo, a Fa4 se obtendrá una quinta justa superior, es decir Do5. Pero este Do5
también se puede obtener soplando normalmente en otro tubo que mida dos
tercios de la longitud del primero.

Al cortarse un tercer tubo, que mida dos tercios de Do5 se obtendrá una quinta
justa superior a Do5, es decir, Sol5. Como este sonido está muy alejado
de huang-chung, se duplica su longitud y se obtiene Sol4, dado que la relación
doble corresponde a la octava.

Pero los teóricos chinos se dieron cuenta de que podían obtener ese mismo Sol4,
cortando un tubo que midiera cuatro tercios de Do5.

Trabajando así, y siempre sucesivamente con las relaciones dos tercios y cuatro
tercios, llegaron a la escala de los 12 lu, con la cual se alcanza la octava. No la
octava justa, por cierto, ya que la razón 1:2 nunca equivale a la ecuación 12 2/3.
Obtuvieron entonces, una escala dodecafónica de temperamento desigual.

El peligro de esta escala cíclica es que, por más precauciones que se adopten, las
fracciones se hacen cada vez más complicadas e irreductibles a números enteros.
Si otorgamos el número ochenta y uno al huang-chung y le aplicamos el principio
cíclico (2/3 - 4/3) al llegar al sexto lu comienzan números con fracciones, y cada
vez se hacen más complicadas las ecuaciones a realizar: 81 - 54 - 72 - 48 - 64 -
42,666 - 56,888 - etc., meros lu para su escala usual.
Sistema tonal chino tradicional.

En el s.IV a. C. los teóricos chinos trataron de archivar las quintas para alcanzar la
octava, es decir, intentaron el temperamento igual, pero solo en el año 1596 el
Príncipe Tsai-Yu propone afinar los tubos según un principio equivalente al
temperamento igual.

Para la afinación de los lu no se alterara, los construyeron en piedra o metal,


materiales más durables que las cañas de bambú. Los lu construidos con lajas
constituyeron los litofonos o carrilloner de piedra. En un comienzo eran doce lajas,
luego se añadían seis más. Los litofonos no eran instrumentos melódicos
propiamente dicho, sino puntos de r'i-tse(instrumentos) y chung-lu (canto) y en
recuerdo de los primeros antepasados en wu-i(instrumentos) y chia-chung(canto).
Todo esto debía relacionarse, asimismo, con danzas específicas.

Los litófonos de doce lajas se ubicaban en dos hileras de seis cada una. La hilera
inferior correspondía a los lu impares (principio YAN, masculino)y la superior a los
lu pares (principio YIN, femenino). Según VAN AALST, el primer lu es la perfección
en sí mismo pues del depende todo el sistema, es la fuente de origen del mismo,
es el sistema en potencia. Por eso a la hilera impar le correspondía el principio
YAN.

Cada vez que un tubo masculino produce uno femenino, el masculino, es esposo y
el femenino esposa. Cada vez que un tubo femenino produce uno masculino, el
tubo femenino es la madre y el masculino el hijo.

Los cinco primeros sonidos del ciclo de quintas constituyen la escala usual
básica, pentatónica anhemitonal (sin semitonos).

Desde el año 1300 a. C. se usaban solo las cinco primeras notas de la serie donde
cinco transposiciones modales, o sea que tomando como tónica cada uno de sus
sonidos, el número teórico de modos posibles de obtener e un litófono de 12 lajas
es de 60 modos pentatónicos, y 84 si se trata de escalas con piens. Este número
de escalas posibles variaba también según las dinastías, y asimismo variaba el
número de escalas reales empleadas.

Mesopotamia

En Mesopotamia los músicos eran considerados personas de gran prestigio,


acompañaban al monarca no sólo en los actos de culto sino también en las
suntuosas ceremonias de palacio y en las guerras. El arpa es uno de los
instrumentos más apreciados en Mesopotamia.

Antiguo Egipto

La música en Egipto poseía avanzados conocimientos que eran reservados para


los sacerdotes, en el Imperio Nuevo utilizaban ya la escala de siete sonidos. Este
pueblo contó con instrumentario rico y variado, algunos de los más
representativos son el arpa como instrumento de cuerda y el oboe doble como
instrumento de viento. La música egipcia intervenía en todas la etapas de la vida.
Bailarinas y flautistas acompañaban a los trabajadores en el campo o en las
fiestas de vendimia. Particular relieve o desarrollo se daría en los templos y
ceremonias religiosas. También se desarrolló la música en el ámbito militar. Los
instrumentos musicales que destacan en Egipto son: el arpa, la lira, el laúd y el
sistro. El sistro es un instrumento de percusión con un marco de madera en forma
de U y unas barras metálicas. En los instrumentos de viento contaban con la flauta
recta y la chirimía doble y además en los desfiles militares se usaba la trompeta.
Entre los personajes destacados en el mundo de la música egipcia destacan:
Pitágoras, un griego enseñado en los templos egipcios que era un matemático
musical. También Ptolomeo y Ctesibio, que inventó el órgano hidráulico.
Instrumento en el que el suministro de aire de los tubos lo da un mecanismo que
utiliza la presión del agua. Era una música no sistematizada, pero sabemos que
combinaba una serie limitada de sonidos no demasiado alejados los unos de los
otros.

La música en la Antigüedad clásica

La Antigüedad clásica o greco-romana dio origen al arte clásico que, en sus


aspectos de arte visual (y sobre todo en escultura y arquitectura), influyó de modo
extraordinario en la conformación del arte occidental, así como su producción
literaria, filosófica, científica y jurídica lo hizo igualmente en la cultura de
la civilización occidental. Los aspectos musicales, en cambio, no pudieron
conservarse del mismo modo, dada su propia naturaleza efímera y su transmisión
mediante el ejemplo, pues no se desarrollaron formas de notación musical. Sin
embargo hay testimonios literarios y reproducciones artísticas que permiten ver la
importancia de la música en esta época y lugares.

Antigua Grecia
Artículo principal: Música de la Antigua Grecia
En Grecia aparecen las primeras manifestaciones musicales descifrables y
escritas que actualmente se conservan en manuscritos. Es de los griegos de
donde viene la palabra música (mousike) que engloba tanto la poesía como la
danza y la música. Consideraban que la música tiene su origen en los dioses y
muchos griegos como Platón la consideraban la base de la educación (escribió un
capítulo sobre ello en su "República"). La escritura musical la realizaban con las
letras del alfabeto. Existiendo distintas escalas que a su vez formaban modos, que
es de donde derivan nuestros conos modernos. Algunos de estos modos (escalas
modales o griegas) siguen considerándose hoy, incluso se han usado en la música
popular. De la gran importancia que la música alcanzó en Grecia son muestra
tales eventos como la competición musical que se celebraba todos los años en
Atenas, las canciones que acompañaban a las representaciones teatrales y los
frecuentes festivales en honor al dios Dioniso. Los instrumentos musicales más
destacados fueron; el arpa, la lira, la cítara, el aulos (que es una especie de flauta
de doble caño), los krotala (castañuelas) y los kymbala (címbalos), el sistro y
varios tipos de tambores como por ejemplo el tympanon. La lira y la cítara fueron
los instrumentos reservados para la Polis, y, tal como se muestra en algunas
esculturas o dibujos, son los más usados en la vida musical cotidiana.

Escena de un banquete hacia el siglo II A.C. Este bajorrelieve procede de la cultura


indo-griega. Era habitual encontrar a un músico tocando una siringa o similar. En
la antigua Grecia, la música se vio influenciada por todas las civilizaciones que la
rodeaban, dada su importante posición estratégica. Culturas como la
mesopotámica, etrusca, egipcia o incluso las indoeuropeas fueron de importante
influencia tanto en sus músicas como en sus instrumentos musicales. Los griegos
daban mucha importancia al valor educativo y moral de la música por ello está
muy relacionada con el poema épico. Aparecen los aedos que, acompañados de
una lira, vagaban de pueblo en pueblo mendigando y guardando memoria oral de
la historia de Grecia y sus leyendas. Fue entonces cuando se relacionó la música
estrechamente con la filosofía. Los sabios de la época resaltan el valor cultural de
la música. Pitágoras la considera una medicina para el alma, y Aristóteles la utiliza
para llegar a la catarsis emocional.

Posteriormente aparece en Atenas el ditirambo, cantos dirigidos a Dioniso,


acompañados de danzas y el aulos. Surgen asimismo
dramas, tragedias y comedias de una manera combinada pero sin perder la danza,
la música y la poesía.

Roma antigua

La música en Roma es heredera de la música en otras civilizaciones,


especialmente de la griega. Desde la antigūedad existieron escuelas de flauta y
trompeta. En esta época adquieren gran importancia las representaciones
teatrales acompañadas por música y el acompañamiento musical en el anfiteatro,
además juglares y acróbatas actuaban por las calles de la ciudad acompañados
de personas que tocaban la pandereta y la tibia (flauta en forma de hueso). Era
frecuente que los matrimonios más ricos diesen conciertos en sus villas. Entre los
instrumentos musicales de Roma destacaban trompetas y ámbalos (platillos
metálicos), la tibia y se valían de tambores y órganos. La música militar tuvo un
gran desarrollo en esta época.

Roma conquistó Grecia, pero la cultura de ésta era muy importante, y aunque
ambas culturas se fundieron, Roma no aportó nada a la música griega. Eso sí,
evolucionó a la manera romana, variando en ocasiones su estética. Habitualmente
se utilizaba la música en las grandes fiestas. Eran muy valorados los músicos
virtuosos o famosos, añadiendo vertientes humorísticas y distendidas a sus
actuaciones. Estos músicos vivían de una manera bohemia rodeados siempre de
fiestas. En los teatros romanos se representaban comedias al estilo griego. Los
autores más famosos fueron entre otros Plauto y Terencio. La tragedia tuvo
trascendencia siendo su máximo cultivador Séneca. La música tenía un papel
trascendental en estas obras teatrales.

Los romanos intentan imitar estos artes y añaden el elemento de la música vocal.
A estos nuevos artistas se les denominó histriones que significa bailarines en
etrusco fundación de Roma sucede un hito musical, los ludiones. Éstos eran unos
actores de origen etrusco que bailaban al ritmo de las tibiae, una especie de aulos.
Ninguna música de este estilo ha llegado hasta nosotros salvo un pequeño
fragmento de una comedia de Terencio. Cuando el imperio romano se consolida,
llega la inmigración que enriquece considerablemente la cultura romana. Fueron
relevantes las aportaciones de Siria, Egipto y España. Vuelven a aparecer antiguos
estilos como la citarodia (versos con cítara) y la citarística (cítara sola virtuosa).
Eran habituales los certámenes y competiciones en esta disciplina. Pese a todo
esto, no está claro que Roma valorara institucional y culturalmente a la música.

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