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La brecha de la implementación*

Merilee S. Grindle
Merüee

Implementación -llevar ideas de política a la práctica- es frecuentemente la


parte más difícil e incierta del proceso de política. Nuestra atención, por su­
puesto, tiende a dirigirse al calor de los debates, negociaciones y votaciones
que caracterizan la aprobación de nuevas políticas, cuando funcionarios y
políticos hablan en pro o en contra del cambio, cuando los medios siguen los
pormenores de apoyo y oposiciónry cuando una variedad de agentes hablan
sobre la intencionalidad de las nuevas políticas. No obstante, consistentemen­
te emergen obstáculos no previstos después que los diseñadores, partidarios y
agentes de nuevas iniciativas declaran la victoria. Con frecuencia, nadie presta
atención mientras estos obstáculos gradualmente magullan la intencionalidad
y el efecto de la política y surge una brecha de la implementación.1
Esta brecha es la disparidad que frecuentemente hay entre lo que se anun­
cia como política y lo que en realidad se ejecuta. Esta transición constriñe a las
políticas públicas en todo el mundo, tanto en los países desarrollados como en
vías de desarrollo, tanto en la política internacional como en la nacional. Esta
es una situación que persiste en países latinoamericanos, pero esta región del
mundo no está sola en su sufrimiento. Es una región que da gran valor a la
existencia legal y formal de la política pública, sin embargo, en los países lati­
noamericanos los hacedores de política y sus ciudadanos pueden generalmen­
te no estar preparados para enfrentar la frecuencia con que se presenta esta
brecha. Las políticas públicas pueden surgir en un sentido legal y formal, pero
esto no asegura que serán efectivamente ejecutadas. E n las nuevas democra­
cias de América Latina, si no se atiende la brecha de la implementación se

"Traducción de Carlos González Barragán.


'La literatura rjue trata la impfementación es vasta, incluyendo un sinnúmero de casos de estudio sobre
“tjué salió una)" en políticas públicas. En países en desarrollo, mucho de! interés específico en la implementación
data de tos ochenta y noventa. En los 2000, ha habido una renovación del interés en e! tema de la implementa­
ción entre aquellos interesados en la ciencia de la administración. Víase, por ejemplo, S.M. Barren (2006); Mi-
chael HÍ1I y Paul Hupe (2002); L. J. O'Toole, jr . (2000), S. C, Winter (2006); T. Younts e I. Davidson ((990).

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34 MEK1LEE S. C R IN O L E L A B R E C H A D E L A IM P L E M E N T A C IÓ N 35

puede debilitar Ja aprobación ciudadana del desempeño gubernamental, pro­ lo tanto, el objetivo de este trabajo es describir causas y explorar remedios, no
vocar decepción cuando las políticas prometidas no son efectivamente ejecu­ se trata de erradicar problemas de implementación, sino de maximiznr la me­
tadas o peor, llevar a un cinismo sobre la democracia en general. dida con la que pueden ser pronosticados y prevenidos. Los procesos de polí­
En ocasiones, la brecha de la implementación puede ser relativamente tica, como las políticas mismas, nunca son perfectos o carentes de daños no
angosta, al introducir cambios sutiles cuando la política pasa del anunció a la deseados. Sin-embargo, con previsión, pueden ser mejorados v en ocasiones,
realidad. En otras, puede ser enorme, como el caso de una nueva política que una serie de peligros de implementación pueden ser evitados.
nunca se ileva a cabo y permanece olvidada en repisas empolvadas. La brecha
puede ser benigna, o incluso útil, por ejemplo hay políticas públicas pobre­
mente diseñadas pero que se ajustan a la realidad en un esfuerzo para hacerlas F u en tes d e la b r e c h a

más impianentables. Pero, también, puede ser profundamente dañina, como-


cuando ios beneficios de la política son aprovechadas por aquellos que no En el mundo de la política pública, no es difícil identificar razones por las que
tienen derecho a ellos. Pequeña o grande, benigna o dañina, la brecha de la la implementación marcha mal. Con frecuencia hay múltiples factores que se
implementación casi siempre es imprevisible. interponen en la ejecución de la intencionalidad de una política, como con­
La frecuencia de la brecha sugiere la verdad encerrada en las leves de cluyen los post-m ortm s sobre qué ha salido mal en experiencias reales de po­
Murphy: “Nada es tan sencillo como parece. Todo consume más tiempo dé ló líticas. Estos factores van desde aquellos que son inherentes al tipo de políti­
que usted cree consumirá. Si algo puede salir mal, saldrá m al,"2 En el pro­ ca que se persigue, hasta los que tienen que ver con el contexto en que se
ceso de la política pública, los postulados de Murphy implican que para está llevando a cabo.
cualquier nueva pojítica, “para cualquier proceso posible de análisis y dise­
ño, existe una probabilidad significativa que lo que se anuncia como políti­
ca sufrirá un revés, reinterpretación, deslizamiento o sabotaje mientras se La política pública como problema
hacen esfuerzos para ponerla en práctica”.
Conocemos algo acerca de las causas de un revés, reinterpretación, desli­ Es útil comenzar una lista de retos que tiene implementación, si se acepta
zamiento y sabotaje; además, tenemos algo de experiencia en encontrar por lo que algunas políticas son simplemente más difíciles de ejecutar que otras.
menos remedios parciales para “cosas que salen mal’1 en la implementación. Algunas -particularmente aquellas que involucran la provisión de servicios
Por ello, es posible anticipar algunas fuentes de los problemas de la implemen­ como educación, salud e infraestructura- requieren de largas cadenas de
tación y encontrar formas de eludir otras, minimizando así la magnitud de la acciones y muchos actores para ser ejecutadas efectivamente. Cada eslabón
brecha o su efecto nocivo. En este capítulo, primero señalo algunas causas de la cadena debe funcionar -esto es, todas las acciones deben corresponder
comunes de la transición de la implementación y luego identifico un número a la intención de las políticas y los actores deben asumir responsabilidades
de maneras en que los hacedores de política, académicos, y otros, han intenta­ por su papel en el procesó- si la política va a ser implementada efectiva­
do minimizar el efecto de las leyes de Murphy durante la implementación. Por mente. En educación, por ejemplo, la implementación de un nuevo plan de
estudios depende del desarrollo oportuno de los libros de texto y los mate­
:Lys orígenes de les leves de Murphy son oscuros. Una versión es que en 1949, e! capitán Edgard Murphy, riales, su distribución en las escuelas, grados, maestros y estudiantes indi­
un ingeniero de h fuera aérea, dijo sobre un técnico en su proyecto qué: “Si hay alguna manera de hacer algo
nial, él ia encontrará.” Sin embargo, varias fuentes relacionan a las leyes de Murphy con la Ley de Sod y la Ley cados; la capacitación de los maestros; el compromiso de los directores de
de finagle (“si algo puede salir mal, saldrá mal, en e) peor momento posible”). Entre las leyes asociadas con las
las escuelas para apoyarlo; la disponibilidad de inspectores escolares para
leyes de Murphy en la jerga popular se encuentran un número no mencionado en el testo de este capítulo. Por
ejemplo, “si existe la posibilidad de que varias cosas salgan mal, aquella que cause más daño será la que finalmen­ asegurar que el plan sea impartido efectivamente; la aprobación de la inno­
te salga mal,” y “si usted percibe que hay au tro posibles maneras en las que algo puede salir mal, y las elude,
vación por parte de los padres de familia, y así sucesivamente. Pressman y
entonces, una quinta manera, para la cual no se está preparado, de pronto surgirá". Véase lictp://en wtkipedia.
<ii g/wifei/Miirphy%2 7sJ a w y hrtp://www,mur]>hys-íaws.ctin'>/rtnirphy/murphy-ti-ue.l!nnl 10 de abril de JOOS. Wildavslty (1973) observaron hace mucho, que por cada eslabón de la cade­
3 6 '■ MERILEE 5. CRINOLE LA BRECHA DE LA IM
ÍM PLEM ENTACIÓ N íi 3 7

na al que corresponda un punto de decisión por algún actor, las probabilida­


des de que algo salga mal aumentan. •la complejidad o las dimensiones temporales de cómo se crean y mantienen las
Los procesos de implementación en cadenas largas pueden ser compara­ democracias afectó la implementación.
dos con políticas de “plumazo” o golpe de pluma que requieren muy pocas Las políticas públicas mal sustentadas son, por lo tanto, otra fuente de
acciones y actores para llevarse a cabo.1 Un ejemplo clásico de este tipo de problemas. En realidad, las políticas no factibiés son una falla del proceso
política es la decisión de devaluar una moneda, la cual puede ser ejecutada de hacer política y no de implementación, aunque frecuentemente son los
muy rápidamente, por medio de las acciones de muy pocos individuos clave impiementadores los que soportan la carga de la culpa por la falla de la po­
-destaca ei gobernador del banco central y el ministro de finanzas. Mientras lítica. Para estos actores -y a sean individuos o agencias- esta fuente de bre­
que la coqtroversia política y sus repercusiones pueden ser vastas, llevarlas a cha de la implementación es particularmente frustrante, puesto que frecuen­
cabo resulta un proceso relativamente sencillo. Lo mismo se puede decir acer­ temente no están en una posición de informar a los hacedores de política
ca de la ímplementación de muchas políticas en el arsenal neoliberal que piden sobre sus errores.
una desregulación y una iiberalización, y se llevan a cabo dejando de actuar.
Por lo tanto, una fuente importante de los problemas de ímplementación El contexto como el problema
tiene que ver con las características de las políticas que se lleven a cabo [véa­
se, por ejemplo, Meritee Grindle y John Thomas (1991); Coralie Bryant y Hasta las políticas bien diseñadas y bien intencionadas salen mal cuando se
Louise G. White (1982); Marc Lindenberg y Benjamín Crosby (1981); Peter realizan esfuerzos para ejecutarlas en contextos económicos, políticos y socia­
S. Cleaves (1980)]. ¿Cuántas actividades se requieren para que una política se les que son hostiles al cambio.4 Para empezar, las estructuras de poder pueden
ejecute?, ¿cuántos tipos de actores distintos tienen que estar de acuerdo para no favorecer la implementación de nuevas políticas. Efectivamente, el conflic­
que una política se lleve a cabo?, ¿qué tanto deben cambiar su comportamien­ to y la resistencia son inherentes a la mayoría de los esfuerzos para introducir
to los oficiales, organizaciones y beneficiarios para que una política sea exito­ y mantener nuevas iniciativas de política (Cuesta, 2007). Por su naturaleza, la
sa?, ¿cuánta cooperación se requiere entre los impiementadores, beneficiarios mayoría de las políticas no sólo proveen beneficios, sino que también imponen
y otros?, ¿cuántos niveles de gobierno están involucrados? Preguntas como costos; crean ganadores, pero también perdedores. U na característica casi
éstas son útiles en un inicio para anticipar la complejidad del proceso de im- universal de las iniciativas de reforma política que crean ganadores y perdedo­
plementación. Como se sugiere más adelante en este capítulo, estas preguntas res es que estos últimos tienen grandes incentivos para resistir el cambio y
también pueden ser importantes para sugerir medidas que reduzcan la com­ están plenamente conscientes de sus pérdidas potenciales, mientras que los
plejidad de algunas políticas. ganadores no saben de los beneficios que habrán de recibir y pueden no estar
Rastrear los problemas de Ímplementación al contenido de las políticas es bien organizados para forzar el cambio. En sociedades democráticas, la capa­
esencial para políticas que no son factibles en un inicio, esto es, las que son cidad de los perdedores potenciales (y ganadores por supuesto) para dar a
planeadas sin considerar la realidad económica, política, social o burocrática conocer sus preocupaciones es vasta -esta es una parte inherente a un sistema

que deben afrontar para llevarse a cabo cuando se ejecutan. U n ejemplo basado en la noción de igualdad de derechos y libertad de asociación.

claro de este tipo de política sería la intención del gobierno de Estados Sin embargo, el efecto de la controversia durante la implementación de

Unidos de construir una democracia en Afganistán e Irak en un periodo las políticas es particularmente notable donde las decisiones sobre política se

corto. Claramente, el que estas expectativas dan forma a la política; el que toman en contextos relativamente cerrados. Este es, efectivamente, el caso en

los hacedores de política no puedan apreciar la naturaleza de la sociedad, la muchos países de América Latina, incluso en una era de democracia, en la

política, historia y conflictos de los países meta y el que no puedan entender cual normalmente, las decisiones de política se realizan por el Poder Ejecuti-

discusión útil sobre problemas institucionales y organizacionaks


4Para una discussion organizacionales en países en desarrollo véase

'Este es un punto importante que expone Joan Nelsnn (1999): Francis Fukuyama
Fukuy3ma (2004).
3 8 f MERH.EE S. GRINDLE LA BRECHA DE LA IM PLEM ENTACtÓN 39

vo, con poca participación de la legislatura o los públicos informados.-5 Con ■ la estabilidad política, frecuentemente se traduce en una distribución de los
frecuencia, la capacidad de los medios de comunicación, las universidades y recursos de la política pública mediante redes de agentes de poder, influyen­
think tanks es incipiente para contribuir en los debates sobre iniciativas de tes del partido o elites sociales que captan los beneficios con propósitos polí­
política y las estructuras de los grupos de interés están mal articuladas o fa­ ticos o privados. En esos casos, la política puede ser bien intencionada v so-
vorecen sólo a un grupo de la población. En esos casos, las políticas se pueden ciaímente benéfica, pero enfrentará un difícil reto de economía política. En
anunciar sin haber generado mucha discusión, escrutinio o información so­ democracias nuevas, los beneficios de las políticas pueden fluir mediante una
bre lo que se implementará. Las negociaciones, conflictos y compromisos que gama de “agentes" políticos, cuya responsabilidad en parte es la de asegurar
se espera caractericen el proceso de formación de políticas son desplazadas a que individuos, grupos o comunidades en particular obtengan acceso a ellos
ios esfuerzos de implementación, en donde los intereses de los ganadores y como recompensa a la lealtad partidista, contribuciones a campañas políticas
perdedores son atendidos de manera fragmentaria por aquellos responsables u otros intercambios informales.
de ejecutar las políticas.15 Un tipo diferente de reto de implementadón relacionado ai contexto in­
Además, los actores que típicamente se involucran en el proceso de for­ volucra el que ocurran sucesos no anticipados que hagan más difícil o impo­
mación de políticas con frecuencia son reemplazados por un grupo diferente sible la ejecución de la política. Incluso, cuando esto pasa, las políticas bien
cuando las políticas están siendo implementadas (Soonman Kwon y Michael diseñadas pueden fracasar o ser significativamente alteradas. Algunas veces
R. Reich, 2ÜÜ3; James A. Trostle, Johannes U. Sommerfeld y jonathon L. esto tiene que ver directamente con la política. Por ejemplo, cuando la imple-
Simón, 1997; Soonman Kwon y Michael R. Reich 2003; jam es A. Trostle, mentación de una nueva política de salud depende de la instalación y uso de
Johannes U. Sommerfeld y Jonathon. L Simón, 1997). nuevos programas computacionales y éstos no pueden ser distribuidos, se
Como consecuencia de un proceso relativamente cerrado de toma de agotan o no funcionan con las computadoras existentes, el proceso de imple-
decisión, la política de la política pública en muchos países de América Lati­ mentación se puede retrasar semanas o meses (véase, por ejemplo, David E
na es con frecuencia la de quién se queda con qué durante la implementación Pyle, 1980). Ocasionalmente esto se puede prever, pero en otras resulta im­
(Alex Shanldand y Andrea Cornwall, 2007). Es en este punto que las exigen­ posible; incluso se puede remediar, pero se requiere de un replanteamiemo
cias de beneficios o auxilio, cuando hay costos potenciales, se llevan a los de la política.
responsables de ¡mplementar la política. Aunado a esto las redes clientelares Más difícil todavía es cuando hay factores que retrasan, complican o da­
son más capaces de intervenir y distorsionar la distribución de los beneficios ñan la implementación de la política sin tener nada que ver con la política en
de la política pública (Aferilee S. Grindle, 1980). En ese tipo de casos, aque­ ejecución: una guerra, una crisis cambiada, un espiral inflacionario, un cam­
llos con más poder económico o político, capacidad organizacional, redes bio en el liderazgo político con diferentes prioridades, una huelga de los
informales con las elites o estatus social llegan a tener mayor capacidad para proveedores de servidos, una escasez petrolera -estos factores ocurren con
exigir beneficios (la construcción de una calle en una comunidad en particu­ alguna regularidad, aunque frecuentemente no pueden ser previstos mientras
lar, la obtención de medicamentos u hogares subsidiados, por ejemplo) o los hacedores de política y los implementadores se enfocan en los requisitos
evadir costos {pagar impuestos, compartir agua con comunidades rio abajo, de una política en particular. En estos casos la ejecución de Jas políticas se
o perder acceso a subsidios, y así sucesivamente). podría interrumpir o abandonar invocando poco las "bondades” de la política
El clientelismo, mismo que forma parte extremadamente importante de pública en sí misma.
muchos sistemas políticos y que puede ser un medio por el cual se mantiene El contexto en el que la política es implementada también incluye las
capacidades administrativas y de gestión de los actores que implementan. De

'Para encontrar ejemplos de estos estilos de ton» de decisiones de política, véase Merilee S. Grindle
hecho, los problemas de capacidad se encuentran entre las limitantes que con
OOOO- frecuencia se pasan por alto (Mary E. Hiiderbfrand y Aderiíee S. Grindle,
‘ E s a es tierra Fértil para sistemas político; en los que el clientelismo es un aspecto importante de las rela­
ciones entre el ¡[suido y la sociedad.
1995). Esta capacidad por supuesto tiene que ver con el grado de complejidad
4 0 i MERILEE S. CRINOLE LA BRECHA DE LA IM PLEM EN TAC IÓ N i 41

de las políticas a implementar; aquellas que requieren largas cadenas de ac­ ■ lización de la implementación se amplíe. Entonces, ¿hay métodos que los
ción y respuesta por parte de los actores son probablemente las que requieren hacedores de política y otros puedan adoptar para simplificar las políticas y
más sofisticación en la gestión; las que deben ser implementadas en periodos así fortalecer su impíementabilidad?
considerable son probablemente las que requieren de mayor seguimiento Una estrategia en los países latinoamericanos que ha sido adoptada con
administrativo, aquellas que involucran múltiples niveles de gobierno requie­ frecuencia, desde hace 25 años, es aquella que rejiuce las actividades del E s­
ren gran coordinación y habilidades de gestión. Sin embargo, la capacidad tado, Con ello, se suponía que la implementación iba a encontrarse con me­
administrativa y de gestión del sector público es notablemente escasa en mu­ nos problemas; por ejemplo las políticas neoliberales que redunden en un
chos países de América Latina, y mientras más pobre sea un país, es probable menor número de requisitos para licencias y permisos, o aquellas que ¡‘edu­
que esta qpacidad sea deficiente en maneras significativas. Este encuentro cen o eliminan subsidios, recortan las acciones y actores que intervienen en­
entre contexto y contenido de la política pública puede crear obstáculos insu­ tre e! objetivo y el logro de éste (véase, por ejemplo, Robert Klitgaard, 1998).
perables a la implementación de algunas políticas. Reducir las actividades del Estado para permitir una transición económica
más rápida o para reducir la corrupción son buenos ejemplos de maneras en
las que pedirle al Estado que haga menos puede significar menor complejidad
H a c ie n d o la p o l ít ic a m á s im p l e m e n t a b l e de la política pública. En ocasionesr ias iniciativas de..privatización eliminan
la responsabilidad de implementación, especialmente cuando la actividad a
Si se consideran los múltiples problemas entre la brecha de la implementa- privatizar no tiene que ver con la provisión de bienes públicos. Por supuesto
cíón, con su naturaleza variable, y las políticas es poco probable que desapa­ que en el caso de los bienes públicos y monopolios naturales, ¡as responsabi­
rezca. De cara a esta difícil verdad, puede ser mejor aceptar que el proceso de lidades directas de ia implementación han sido frecuentemente reemplazadas
implementación es inherentemente problemático. Con esto como fundamen­ por aquellas que tienen que ver con el monitoreo y regulación de actividades
to, el tema, tanto para los practicantes como para los académicos es buscar si de terceros, por lo que el resultado neto, podría no ser necesariamente de
hay maneras de anticipar algunos de los problemas más probables y predeci­ menor complejidad de la política.
bles que pueden surgir y evaluar formas de minimizarlos o evitarlos. La solución neoliberal a la complejidad en las políticas no siempre es apro­
No creo que sea posible excluir las leyes de Murphy del proceso de hacer piada -h ay muchos países, gobiernos y ciudadanos que están comprometidos
políticas, lo que sí es que un análisis cuidadoso de los contenidos de la políti­ con la provisión de algunos servicios y el control público de algunas activida­
ca y de los contextos puede proporcionar ideas sobre cómo hacer las políticas des. E n ese tipo de casos, la magnitud de la complejidad necesaria puede ser
más iraplementables, sin pensar en la perfección. D e hecho hay un número evaluada. Básicamente, los hacedores de política y sus planeadores tienen que
de estrategias .que pueden seguirse para lim itar la magnitud con la que la preguntarse si hay maneras más sencillas o directas de alcanzar sus objetivos.
brecha de la impiementación destruye buenas políticas. ¿Se podrían perseguir menos objetivos en una política, por ejemplo?, ¿involu­
crar a menos actores en la provisión de servicios?, ¿proveer servicios en ven­
tanillas únicas?, ¿habrían oportunidades para dar soluciones con correo elec­
Simplificar trónico de gobierno?, ¿se podrían simplificar los procesos de m onitoreo y
evaluación?, ¿sería posible replantear las políticas para que los administrado­
Como hemos visto, la complejidad es una característica importante de las res y gestores, así como quienes proveen los servicios, tengan mayores incen­
políticas que tiene implicaciones directas para la realización de la impiemen- tivos para promoverlas?, ¿habría manera de adaptarlas políticas, para que los
tación. En general, probablemente es cierto que mientras más compleja sea la políticos locales o grupos ciudadanos se conviertan en defensores y monito­
política pública, más difícil será implementarla efectivamente. Dicho de otra res de la política?, ¿habrían formas razonables de compensar a los perdedores,
manera, mientras más compleja sea la política, la probabilidad es que la rea- para que no se interpongan en el camino de una implementación efectiva de
4 2 •. MERILEE S. CRINOLE LA BRECHA DE LA ¡MPLEMENTACIÓN 43

la política? Éstas y otras preguntas dirijen a los hacedores de política en los


contenidos de las políticas que están diseñando y les invitan a que tomen las tipo, el punto es emplear uno o dos de estos modelos para realizar proyecciones
medidas necesarias para asegurarse que las cosas se hagan. hacia adelante o atrás, sobre lo que necesita suceder en cada paso del proceso
de implementación para considerar factores que con frecuencia impiden estos
pasos y la manera para encarar hacerlo y tomas' las medidas necesarias.'
El análisis de la implementación com o el análisis d e la política
Los im plem entadores como soiucionadores d e problem as
La posible simplificación de la política para que ésta sea más implementabie
enfoca su atención en la importancia de considerar el análisis de la implemen- Si gerentes, administradores y proveedores de servicios se entrenan para se­
tación como parte del proceso de la hechura de las políticas. Esta observa­ guir reglas y aplicarlas, probablemente no responderán con presteza a los
ción parece evidente en sí misma -¿cóm o podría la implementación no ser problemas que puedan surgir durante el proceso de implementación. En
considerada parte de las formas en que las políticas son evaluadas y anali­ esos casos, con toda seguridad, remitirán el problema a sus superiores, ac­
zadas antes de ejecutarse? Sin embargo, sorprendentemente, hay evidencia tuarán sin prestar atención a si las metas de la política se cumplen, usarán la
simple de que el análisis de la política, frecuentemente pasa por alto la im­ coerción para forzar la implementación,. o simplemente se rendirán y no
portancia de pensar sobre el proceso de implementación. Aunque se tiene harán nada. En contraste, si los implementadores entienden que sus empleos
una amplia aprobación de que la implementación no es "meramente” admi­ deben incluir una solución proactiva de problemas, y si hay incentivos para
nistración -algo que sucede en automático una vez que la política se aprue­ que ellos promuevan las metas de la política a pesar del surgimiento de
ba- es sorprendente que con frecuencia esto se asume implícitamente por obstáculos diversos, entonces tendrán mayores probabilidades de superar
aquellos que hacen la política. por lo menos algunos de los obstáculos en busca de las metas de la política.
Si los hacedores de política están conscientes de la transición de la imple- Cuando los implementadores ven que parte de su responsabilidad es la so­
mentación -o si se les puede alentar para que la consideren- entonces hay lución de los problemas, es porque cuentan con cierta discreción y flexibili­
varias maneras para introducir el tema de la factibilidad de la implementa- dad para responder a las diversas clases de asuntos sobre la marcha y tienen
dón en el proceso de diseño de la política. Una forma frecuentemente reco­ el alcance y aprobación para ser creativos, siempre y cuando esto busque
mendada -¡pero raramente puesta en m archa!- es la de incluir a los itnple- que las metas de la política se logren,
mentadores en el proceso de diseño de la política. Si aquellos que tienen Así como los implementadores pueden aprender que el principal propó­
conocimiento de las maneras en las que los asuntos políticos, administrativos sito de sus empleos es aplicar y seguir reglas sin importar el resultado de la
y de gestión afectan la ejecución de las políticas están sentados en la mesa política, también verán que sus habilidades los harán mejores para solucionar
como parte del proceso del diseño de la política, sus aportaciones podrían ser problemas. De hecho, una de las razones del rápido crecimiento de las escue­
valiosas en esta etapa previa a la implementación. Su conocimiento y expe­ las de política pública - y de la crítica a las escuelas de administración pública
riencia pueden anclar una política en un contexto de implementación realista tradicionales- en todo el mundo es eí deseo de motivar a los estudiantes para
y, además, pueden proveer de aportaciones significativas sobre qué factores que resuelvan problemas y sean proactivos, en vez de aplicadores de reglas
se deben tomar en consideración. ¿Qué incentivos motivarán a los proveedo­ pasivos. En estas escuelas, los estudiantes son motivados para desarrollar
res de servicio?, por ejemplo, ¿qué tipo de capacitación se requiere?, ¿qué habilidades analíticas y de toma de decisiones que son apropiadas para pro­
detalles iogísticos se necesita afinar? y así sucesivamente. blemas enredados y complejos; y contextos en los que los tomadores de de­
De igual manera, los hacedores de política pueden aprender a utilizar mo­ cisiones no cuentan con información completa.7
delos analíticos que les ayuden a pensar sobre el proceso de implementación
7Hay modelos que consideran a la implemen ración como un proceso. Véase, por ejemplo. Grindle v Tilo­
desde la perspectiva de la mesa de diseño. Hay numerosos modelos de este mas (1991. cap. 7), Paul Sabatier (1980), Bryant y White (1982).
4 4 ; MERILEE S. CRINOLE
LA BRECHA DE LA IMPLEMENT a C IÓ N r 4 5

El método de caso con frecuencia es usado en estas escuelas de política Poner estos incentivos en práctica puede llevar tiempo y enfrentar resisten­
pública y en los cursos cortos que se ofrecen a los practicantes (C. Roland cia, pero la reorganización y el remontaje de esto-puede ser una herramienta
Chrístensen y David A. Garvín, 1991; Louis Barnes, C. Roland Christensen, valiosa para motivar un compromiso apropiado con la implementación, como
y Abby Hansen, 1991). Un caso es una descripción de una situación del sugieren los proponentes de la nueva gestión pública (J. Boston, J. M artin,].
“mundo real’’ en la que se tiene que tomar una decisión o alguna acción y en Pailot y E Walsh, 1996). De igual manera, aquellos que defienden los enfo­
el que los actores se confrontan con intereses diversos, información incom­ ques “de procesos," en vez de los “de planes de trabajo" para la implementa-
pleta y presiones de tiempo. El desenlace de la historia es el gran ausente, ya ción también señalan la importancia de la flexibilidad y los incentivos para
que el propósito es compartir inteligencia, experiencia, habilidades y puntos fomentar respuestas adecuadas por parte de aquellos responsables de llevar a
de vista pn e! salón de clases y así encontrar una solución viable, más no cabo las políticas (Bryant y White, 1982).
siempre perfecta, a un problema complejo. E l método es particularmente Ai-evaluar eí potencial para implementar políticas, está claro que algunos
apropiado para fomentar la recopilación de puntos de vista sobre la imple- actores podrían tener, casi de manera natural, más incentivos que otros. D e­
mentación de la política en sociedades democráticas, en las que el número de trás de los consejos para delegar, por ejemplo, puede estar la percepción quá
actores en el proceso de política tiende a ser grande y diverso, en las que las aquellos más cercanos al problema, probablemente estén más interesados en
presiones para actuar o no son grandes y en las que la importancia de la con­ encontrar soluciones a éste (véase, por ejemplo, Shadidjavid Burlo,.Guiller­
sulta es importante. mo Perry y William Dillinger, 1999). Los gobiernos locales podrían tener más
Asimismo, las escuelas de política pública enseñan habilidades de nego­ interés en ver que las calles se reparen y que los maestros se presenten a tra­
ciación, comunicación y liderazgo, y fomentan el que los estudiantes trabajen bajar, por ejemplo. Las organizaciones no gubernamentales enfocadas a un
en grupos y usen métodos cuantitativos para comprender situaciones del problema en particular pueden ser implementadores muy apropiados para
mundo real. Las habilidades que se imparten de esta manera desarrollan in­ solucionar problemas, considerando su compromiso inicial; los receptores de
dividuos que son capaces de analizar asuntos de una forma sistemática, pero servicios pueden serlo para llevar a cabo el monitoreo y evaluación de las
aplicada, y de considerar una variedad de opciones para responder a proble­ actividades; los de servicios privados pueden tener mayor interés en el buen
mas a medida que surjan en el mundo real. Al igual que las habilidades uso del tiempo, equipo y otros recursos ya que hay un interés que busca
aprendidas mediante la discusión de casos, éstas son particularmente apro­ obtener utilidades. Por lo tanto, para cualquier política pública, vale mucho
piadas para entornos democráticos, en los que los hacedores de políticas e la pena comenzar con una evaluación sobre qué personas probablemente es­
ímplementadores necesitan una gama de “habilidades personales" para llevar tén interesados en una impíementación efectiva de ía política.
a cabo sus responsabilidades. Por supuesto que en cualquier lista de “cosas que se pueden hacer" para
En escala organizacional, los ímplementadores pueden ser motivados mejorar la implementación, deben figurar, actualmente el monitoreo y eva­
para dar una solución adecuada a los problemas, y ser recompensados.8 En luación. El primero es especialmente valioso para proveer información sobre
años recientes, ha habido una gran discusión sobre fomentar experimentos dónde y cuándo podrían estar saliendo mal las cosas, y, la segunda es esencial
con pago por desempeño, gestión orientada a resultados (en las que los imple- si se quiere conocer el grado en que se realizó la política. Por supuesto que
mentadores cuentan con metas claras y alcanzabíes, así como el tiempo para hay poca controversia sobre la importancia o eí valor de esto. Con demasiada
alcanzarlas), trabajo efectivo en equipo, y otras formas diversas de recompen­ frecuencia, sin embargo, el monitoreo no se realiza de manera sistemática o
sar este comportamiento como los premios de reconocim ientos innovación. incluye métricas que pueden desviar a ios ímplementadores de las metas de
la política pública-contar cuántos pacientes se atienden por hora en una clí­
’Pjra «na discusión reciente de incentivos en la gestión pública, víanse los ocho artículos en In tin ta sia n a i
P u b lk M w tg tm e n fJ o rn ia !, "Symposium on Public Service Motivación", vol. í i, núm. 1, 2008. Para una impor­ nica de salud, por ejemplo, en vez de una métrica que sea más útil en evaluar
tante discusión de incentivos en ja gestión pública en el contexto de países en desarrollo, véase Judich Tendler y la calidad de la atención. Igualmente, con frecuencia, las evaluaciones se rea­
Sara Freedheim, “Trust ín a Rent-Seeking World: Health and Government Transfontied in Northeast Braeil",
HfcrW D tvtlo /im citt, vol. 22, núm. 12 (1994), pp. 1171-1192. lizan puntualmente y luego sólo son usadas para ocupar espacio en una repi-
46 MERILEE S. CRINOLE LA B R E C H A DE L A IM P L E M E N T A C IÓ N 47

sa. El monitoreo y la evaluación sólo son útiles si las aprovechan los gerentes dones sobre el contenido de la política y su contexto. La idea de pensar
y pueden informar a los implementadores. acerca de sistemas de incentivos, por ejemplo, es la de alterar el contenido de
la política y ai mismo tiempo el medio ambiente en el que se lleva a cabo. Las
formas en las que el contenida y el contexto pueden ser alteradas para fomen­
Conten/do y contexto tar políticas implementables es vasta, por supuesto, y sensible al tipo de po­
lítica y el lugar, en particular, donde se impiementa. Para enfoques estratégi­
Así como algunos problemas de la implementación surgen por el contenido cos que hagan frente a la transición de la implementación, sin embargo, el
de la política, otros pueden ser rastreados al contexto en el que las políticas se punto crítico es detenerse para considerar qué se podría hacer para políticas
llevan a cabo, los esfuerzos para minimizar estos problemas incluyen consi­ específicas en lugares exactos.
deraciones de contenido y contexto. ¿Pueden los hacedores de políticas ajus­
tar los contenidos de éstas para hacerlas más factibles?, ¿incluso considerar
cómo aclarar, simplificar o racionalizar una política para que enfrente menos C o n c l u s io n e s : ¿cuál es la p r e g u n t a * cuándo se d e b e preg u n ta r?

problemas potenciales mientras se lleva a cabo? Por ejemplo, una ventaja ci­
tada con frecuencia para los mecanismos de transferencia de efectivo, como La implementación es. un reto incierto. Muchos análisis del proceso de polí­
una forma de hacer política social, es que requieren mucho menos administra­ tica pasan por alto el problema para uso de 3a implementación. Generalmen­
ción que otras formas de asistencia social y ponen mucha de la responsabilidad te se asume que los problemas de decisión, análisis y conflicto político entre
para el seguimiento de la implementación en el receptor, en vez de en el pro­ ganadores y perdedores se resolverán en el proceso de elaboración de políti­
veedor del servicio (L. Kawlings y G. Rubio, 2005). De manera similar, ¿pue­ cas. Muchos creen que la implementación es una materia ‘'meramente admi­
den los'hacedores de política compensar a los perdedores de alguna manera nistrativa”. Ciertamente, hay mucho revuelo en las fases iniciales de cualquier
para que no se interpongan en el camino de una implementación adecuada de proceso de política, sobre todo cuando emergen las ideas e intereses en con­
¡a política? Uno de los propósitos de incluir a los realizadores implicados en flicto. Sin embargo, la implementación también es un proceso plagado de
el proceso de política y del uso de modelos analíticos es el de pensar cuidado­ factores que pueden producir una varianza entre lo que se busca que la polí­
samente acerca de las opciones para alterar la política, como ya se está hacien­ tica haga y lo que realmente hace.
do, y tomar en consideración algunas de las fuentes más probables de la Algunos lian argumentado que Murphy era optimista. De hecho, el nú­
transición hacia la implementación. mero de cosas que pueden salir mal durante el proceso de implementación de
Alternativamente, ¿pueden los hacedores e implementadores de políticas una política probablemente desafía ios conteos y clasificaciones. Por eso he
tomar acciones para alterar el contexto en ei cual la política será realizada? argumentado que no es posible derrocar a Murphy y obviar rodos los retos
Por ejemplo, puede haber formas para mejorar las habilidades de los imple­ de la implementación o dominar un proceso libre de problemas. Tampoco se
mentadores para solucionar problemas cuando enfrentan obstáculos no anti­ puede asegurar que las políticas se implementarán correcta y efectivamente,
cipados. Puede haber maneras de incorporar grupos ciudadanos o movilizar considerando la gama de asuntos que pueden interponerse en el camino. Los
a aquellos que tienen un interés en la implementación efectiva para que des­ hacedores de políticas, Implementadores y ciudadanos de sociedades demo­
empeñen un papel en ella (véanse, por ejemplo, Jonathan Fox, 2001; David cráticas desearían que la capacidad para controlar el resultado de las iniciati­
JacksGn, 2007; Kiaus Deininger y Paul Mpuga, 2005; Vera Schattan E Coel- vas públicas fuera mucho mayor, pero la realidad es que ningún proceso de
ho, 2007). incluso, habrá manera de involucrar a los políticos, como interce­ implementación completamente efectivo se puede garantizar, por mucho que

sores para la implementación de la política (Marcus, 2007). deseemos este tipo de certeza en la vida pública.

Y, por supuesto, para cualquier política en particular, un enfoque estraté­ En la medida en que esto es cierto, la pregunta apropiada para los hace­
gico para la implementación debería incluir una combinación de considera- dores de políticas, los que las planean y cualquier otro interesado en el pro­
4 8 ¡ MERILEE S. CRINDLE LA b r e c h a d e la IMPLEMENTACIÓN - 4 9

ceso de política es: “ese pueden hacer las políticas más implementables?” He B oston , J., J. Martin, J . Pallot y R Walsh (1996), Public Management: The New
sugerido la posibilidad de anticipar algún rango de problemas que pueden Zealand Model, Auckland, Oxford University PTess.
surgir durante la implementación y que, además, es posible ser estratégicos B ryant, Coraíie y Louise G. White (1982), M anaging Development in the Third
para evadirlos o sacarle la vuelta a algunos de ellos, si no a todos. Esto puede World, Boulder, Co., Westview Press. ,
haberse pensando para el contenido de la política y si éste se puede alterar, así C hristensen , C. Roland y David A. Garvin (1991), Education fo r judgm ent: The
como considerar el contexto en el que la política debe ser implementada y Artistry o f Ducussion Leadership, Boston, Ma., Harvard Business School.

pensar si hay maneras de adaptar este entorno para que sea más viable. C leaves, Peter S. (1980), “Implementation Amidst Scarcity y Apathy: Political
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Mejorar la implementabiiidad de las políticas es un asunto importante
mentation in the Third World. Princeton, N.J., Princeton University Press,.
para líderes, administradores públicos y ciudadanos en sociedades democrá­
C uesta, José (2007), “Political Space, Pro-Poor Growth y Poverty Reduction
ticas. Atender este asunto puede fortalecer la credibilidad del gobierno, incre­
Strategy in Honduras: A Story of Missed Opportunities”,/o«r;w/ o f Latín
mentar el bienestar de los ciudadanos y mejorar la satisfacción en general con
American Studies, vol. 3 9 ,2da. parte, mayo.
la democracia. Al mismo tiempo, las dificultades encontradas en la imple-
D einínger, Klaus y Paul Mpuga (2005), “Does Greater Accountabiíity Improve
mentación de políticas en entornos democráticos puede ser vásta, dado que the Quality of Public Service Delivery? Evidence from Uganda”, World De-
.suele haber mayor movilización de intereses en el proceso de política, más velopmettt, vol. 33, núm. 1, pp. I71-191.
competencia entre ganadores y perdedores para determinar el resultado de la Foxjonathan (2001), “Vertically Integrated Policy Monitoring: A Tool for Civil
toma de decisiones y m ayor anticipación entre los ciudadanos de que las Society Policy Advocacy”, Nonprofit y Voluntary Sector Q uarterly, vol. 30,
políticas públicas sé llevarán a cabo para mejorar su bienestar. núm. 3, septiembre, pp. 616-627.
¿Pueden hacérse las políticas más implementables?, es una pregunta sen­ FUKUYAMA, Francis (2004), State-Building: Govem ancey World Order in the 21* Cen-
sata, por lo que es particularmente importante que analistas, hacedores de tury Ithaca, N.Y., Comell University Press.
política e implementadores se la planteen en entornos democráticos. Pero, es G rindle, Merilee S. (1980), Policy Contení y Context in Implementation’1, en

más importante si se hace en el momento indicado, es decir, es más apropiada Merilee S, Grindle (ed.), Politics y Policy Implementation in the Third World,

mientras la política se formula. Probablemente sería tarde si la pregunta se Princeton, N.J., Princeton University Press.
G rindle, Merilee y John Thomas (1991), Public Cboicesy Policy Change: The Poli-
hace cuando la política se está implementando. En consecuencia, esta es una
tical Economy o f Reform in Developing Countries, Baltimore, Md., The Johns
pregunta a la que analistas y hacedores de política deben prestar mayor aten­
Hopkins University Press.
ción y no asumir que los administradores e implementadores simplemente se
_______ (2004), Despite tbe O dé: The Contentious Politics o f Education Reform, Prin-
harán cargo de traducir sus intenciones en realidades. Cuando lo hacen, dejan
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que el camino hacia la implementación sea largo y sinuoso.
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