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La pobreza es una situación o una condición social y económica de la población que no le permite

satisfacer sus necesidades básicas, ya sean éstas físicas o psíquicas.

La alimentación, el acceso a una vivienda, la sanidad o la educación se consideran las principales


necesidades básicas en todo ser humano. Sin estas necesidades cubiertas se considera que un ser
humano no ha alcanzado un nivel mínimo en cuanto a calidad de vida.

La falta de un empleo o unos ingresos insuficientes están muy relacionados con la falta de
cobertura de las necesidades básicas, por lo que se consideran indicadores de pobreza.

Pero cuando hablamos de pobreza debemos preguntarnos lo siguiente:

¿La pobreza es generalizada, alcanzando a la mayor parte de una población, o por el contrario, es
un fenómeno acotado que se localiza geográficamente o en determinados segmentos sociales?

¿Cuáles son las causas que la determinan? ¿Es un fenómeno crónico, con raíces históricas, o está
vinculado a cambios temporales de orden económico, social, o tecnológico? ¿Es consecuencia de
la acción humana, como la guerra o la explotación del hombre por el hombre, o es el resultado de
fuerzas de orden natural como desastres climáticos, terremotos…?

Si comparamos la pobreza con una enfermedad, ¿cuáles son sus síntomas principales? ¿La
subnutrición, la baja escolaridad, la falta de acceso a servicios básicos, el desempleo, la
marginalidad, la violencia, la discriminación, la falta de voz para ser escuchado en el campo
político?

En los debates y trabajos académicos sobre la pobreza, generalmente se relaciona ésta con niveles
bajos de ingresos y se mide a través de la renta de las personas o los hogares. Siempre hemos
tenido la necesidad de establecer líneas de pobreza, es decir, umbrales o niveles específicos de
renta a partir de los cuales se puede empezar a hablar con cierta propiedad de situaciones de
pobreza.

Se ha convenido en llamar pobreza relativa a un nivel de ingresos inferior a la mitad de los


ingresos que perciben hogares y personas en un contexto concreto.
Pero no existen criterios universales o absolutos, sino criterios relativos referidos al momento en
que se efectúa la medición y a ámbitos territoriales determinados. Por lo tanto no es posible
hablar de pobreza como un término absoluto sino como un término relativo que compara lugares
distintos y épocas distintas. Esto significa que el nivel de pobreza puede variar de un país a otro
pues los niveles de renta de su población también varían, y también es cierto, que para un mismo
país puede haber variaciones en esa renta mínima. En algunos países, tener una renta mensual de
400 $ puede permitir a una familia satisfacer sus necesidades básicas, pero en otros países puede
ser insuficiente.

Además de este criterio general, se han elaborado otras formas de aproximarse al fenómeno de la
pobreza en todas sus dimensiones. Existen índices de pobreza que además de los ingresos
consideran el gasto, o el consumo.

La insuficiencia de renta es un criterio fácil de ser entendido como elemento determinante de la


pobreza. Pero ¿cómo medirla? La forma más utilizada parte del coste de una canasta básica de
alimentos considerada adecuada desde el punto de vista nutricional y/o calórico. Se supone que la
alimentación debe representar aproximadamente la mitad del presupuesto necesario para la
atención de todas las necesidades básicas, por lo tanto se estima que la renta para cubrir la
alimentación es la renta mínima necesaria para superar la condición de pobreza.

Esa renta pasa a ser conocida como la línea de la pobreza. Es evidente que ese procedimiento
contiene cierto grado de subjetividad, ya que tanto la composición de la canasta como su coste
varían en función del clima, de los hábitos alimentarios regionales y de los factores culturales,
entre otros.

La variedad de los alimentos y el precio de éstos varían mucho de unos países a otros, mientras en
algunos países lo habitual es hacer cinco comidas al día e introducir en la dieta alimentos muy
diversos (carnes, pescados, frutas…) en otros (por cuestiones culturales o por cuestiones de
mercado) puede bastarles con hacer tres comidas diarias basadas en alimentos muy poco
variados, tales como el arroz, el maíz o los frijoles, por ejemplo.

Además, la estimación de recursos necesarios para la atención de las demás necesidades básicas
que no son las alimenticias es arbitraria y también varía regionalmente. Lo que para algunos
colectivos puede considerarse imprescindible (tener acceso a internet, mantener un vehículo
privado por familia, ocio y vacaciones) para otros colectivos humanos puede resultar totalmente
prescindible.

Las principales causas de la pobreza en el mundo son:

 El hambre
Uno de los problemas es el hambre. Esta situación de infraalimentación afecta a más
de la mitad de la población, a lo que habría que añadir un alto porcentaje de personas
desnutridas, que son quienes aun consumiendo una cantidad de calorías por encima
de los niveles críticos, acusan deficiencias en proteínas, vitaminas o sales minerales,
a causa de una alimentación nada variada.

Como ejemplo de casos de desnutrición lo encontramos en poblaciones andinas de


Bolivia, Ecuador o Perú, que tienen como alimento básico, y con frecuencia exclusivo,
al maíz y la patata.

Si el hambre se mantiene no se debe a una incapacidad productiva para hacer frente a


las necesidades alimentarias de una población creciente, sino a las estructuras sociales
que impiden un reparto equilibrado de esas producciones.

Las técnicas relacionadas con la producción agrícola y ganadera permiten que no haya
déficit de alimentos en el mundo, el problema es el injusto reparto de esos alimentos.

En los últimos años vemos como una buena parte de los cereales producidos en los
países pobres se emplean para la fabricación de biocombustibles para el primer mundo,
ignorando las necesidades alimenticias de los países más pobres.

 La precariedad sanitaria

Otro aspecto importante es la elevada morbilidad (relación entre el número de


enfermedades y el de habitantes) y la precariedad de la salud, por la flagrante escasez
de personal médico y centros sanitarios.

En unas ocasiones el clima influye en la aparición de ciertas enfermedades tropicales;


en otras las condiciones de vida (falta o escasez de agua potable, falta de saneamiento,
desinformación de la población, etc.) provocan la aparición de enfermedades.

También influyen, en este sentido, los difíciles accesos a los centros de salud o a las
medicinas, especialmente en regiones rurales.

Por otra parte, la salud se ha convertido en un negocio para unos pocos. Para muchas
farmacéuticas les resulta más rentable invertir dinero en la producción de fármacos para
las enfermedades del primer mundo (ansiolíticos, colesterol…) que para frenar el
avance de algunas “enfermedades de los países pobres” (malaria, dengue, cólera…).

No tener acceso a la sanidad o hacerlo en condiciones muy desfavorables es otro de


los indicadores de la pobreza. La falta de salud en un colectivo humano (además de ser
un gasto importante para las familias y para el Estado) genera una mano de obra muy
precaria.

 Los bajos niveles de educación


En el campo de la educación escolar es donde más se ahondan las diferencias entre
países desarrollados y subdesarrollados. Actualmente el desarrollo no se concibe sin
la elevación de los niveles educativos de un pueblo. Aunque la tasa de analfabetismo
va disminuyendo, aún se mantiene en niveles altos.

Pensemos que una población que posee acceso a la educación contará con mejor
capital humano, personas más preparadas y capacitadas para acceder a puestos de
trabajo mejor remunerados.

Además, una población educada podrá ser consciente de sus derechos como ser
humano, y podrá construir una sociedad más justa, a la vez que podrá gestionar y dirigir
mejor las políticas y la economía de su país, haciéndolo más próspero y menos
dependiente de los países ricos.

 El crecimiento demográfico

Para poder cubrir las necesidades de la población debido a su


elevado crecimiento demográfico, que en los países subdesarrollados alcanza tasas
del 2-3%, es necesario unas tasas de crecimiento económico del 8 al 12%, cuando en
esos momentos el crecimiento económico se sitúa en tasas de alrededor del 6%.

En consecuencia, las sociedades en desarrollo en su conjunto ven reducir o no pueden


alcanzar los niveles de vida adecuados para la gran mayoría de su población.

Por otro lado, el crecimiento demográfico alcanzó umbrales dramáticos y se hizo


urgente la imposición de un vasto programa de control de la natalidad, pero que no es
efectivo si no va acompañado por un claro desarrollo social y cultural, además del
económico.

Esta explosión demográfica está acompañada de una explosión urbana (un 50,46% de
la población vive actualmente en ciudades).

Las causas del desmesurado crecimiento urbano radican en el crecimiento vegetativo


(más natalidad que mortalidad), en la pobreza y la falta de oportunidades de progreso
en las zonas rurales. Todo ello contribuye a la creación de extensos barrios marginales
en las ciudades.

 Deterioro del medio ambiente

El éxodo rural, que alimenta el crecimiento urbano, no contribuye a reducir la


presión sobre la tierra. Se produce una crisis medioambiental por la agresión a la
cobertura vegetal y por el empobrecimiento y deterioro de los suelos por la falta de
abonado.

Así, aparece una agricultura poco especializada y de baja productividad, que mantiene
una función primordial de subsistencia sin capacidad de ahorro y con escasas
posibilidades de progreso.
A ello se une la sobreexplotación de los bosques por parte de muchas empresas,
privando a muchos pueblos (en especial los indígenas) de su único medio de vida.

La contaminación cada vez más creciente tiene efectos como el calentamiento global y
el efecto invernadero, que acaban afectando al clima del planeta y provocando sequías
e inundaciones con más frecuencia que hace unas décadas.

Esos bruscos cambios en la meteorología afectan a las producciones agrícolas,


sustento básico de muchas personas en el mundo.

Todo ello hace que debamos trabajar más en favor de un sostenimiento


medioambientLas principales causas de la pobreza en el mundo son:

 El hambre

Uno de los problemas es el hambre. Esta situación de infraalimentación afecta a más


de la mitad de la población, a lo que habría que añadir un alto porcentaje de personas
desnutridas, que son quienes aun consumiendo una cantidad de calorías por encima
de los niveles críticos, acusan deficiencias en proteínas, vitaminas o sales minerales,
a causa de una alimentación nada variada.

Como ejemplo de casos de desnutrición lo encontramos en poblaciones andinas de


Bolivia, Ecuador o Perú, que tienen como alimento básico, y con frecuencia exclusivo,
al maíz y la patata.

Si el hambre se mantiene no se debe a una incapacidad productiva para hacer frente a


las necesidades alimentarias de una población creciente, sino a las estructuras sociales
que impiden un reparto equilibrado de esas producciones.

Las técnicas relacionadas con la producción agrícola y ganadera permiten que no haya
déficit de alimentos en el mundo, el problema es el injusto reparto de esos alimentos.

En los últimos años vemos como una buena parte de los cereales producidos en los
países pobres se emplean para la fabricación de biocombustibles para el primer mundo,
ignorando las necesidades alimenticias de los países más pobres.

 La precariedad sanitaria

Otro aspecto importante es la elevada morbilidad (relación entre el número de


enfermedades y el de habitantes) y la precariedad de la salud, por la flagrante escasez
de personal médico y centros sanitarios.

En unas ocasiones el clima influye en la aparición de ciertas enfermedades tropicales;


en otras las condiciones de vida (falta o escasez de agua potable, falta de saneamiento,
desinformación de la población, etc.) provocan la aparición de enfermedades.
También influyen, en este sentido, los difíciles accesos a los centros de salud o a las
medicinas, especialmente en regiones rurales.

Por otra parte, la salud se ha convertido en un negocio para unos pocos. Para muchas
farmacéuticas les resulta más rentable invertir dinero en la producción de fármacos para
las enfermedades del primer mundo (ansiolíticos, colesterol…) que para frenar el
avance de algunas “enfermedades de los países pobres” (malaria, dengue, cólera…).

No tener acceso a la sanidad o hacerlo en condiciones muy desfavorables es otro de


los indicadores de la pobreza. La falta de salud en un colectivo humano (además de ser
un gasto importante para las familias y para el Estado) genera una mano de obra muy
precaria.

 Los bajos niveles de educación

En el campo de la educación escolar es donde más se ahondan las diferencias entre


países desarrollados y subdesarrollados. Actualmente el desarrollo no se concibe sin
la elevación de los niveles educativos de un pueblo. Aunque la tasa de analfabetismo
va disminuyendo, aún se mantiene en niveles altos.

Pensemos que una población que posee acceso a la educación contará con mejor
capital humano, personas más preparadas y capacitadas para acceder a puestos de
trabajo mejor remunerados.

Además, una población educada podrá ser consciente de sus derechos como ser
humano, y podrá construir una sociedad más justa, a la vez que podrá gestionar y dirigir
mejor las políticas y la economía de su país, haciéndolo más próspero y menos
dependiente de los países ricos.

 El crecimiento demográfico

Para poder cubrir las necesidades de la población debido a su


elevado crecimiento demográfico, que en los países subdesarrollados alcanza tasas
del 2-3%, es necesario unas tasas de crecimiento económico del 8 al 12%, cuando en
esos momentos el crecimiento económico se sitúa en tasas de alrededor del 6%.

En consecuencia, las sociedades en desarrollo en su conjunto ven reducir o no pueden


alcanzar los niveles de vida adecuados para la gran mayoría de su población.

Por otro lado, el crecimiento demográfico alcanzó umbrales dramáticos y se hizo


urgente la imposición de un vasto programa de control de la natalidad, pero que no es
efectivo si no va acompañado por un claro desarrollo social y cultural, además del
económico.

Esta explosión demográfica está acompañada de una explosión urbana (un 50,46% de
la población vive actualmente en ciudades).
Las causas del desmesurado crecimiento urbano radican en el crecimiento vegetativo
(más natalidad que mortalidad), en la pobreza y la falta de oportunidades de progreso
en las zonas rurales. Todo ello contribuye a la creación de extensos barrios marginales
en las ciudades.

 Deterioro del medio ambiente

El éxodo rural, que alimenta el crecimiento urbano, no contribuye a reducir la


presión sobre la tierra. Se produce una crisis medioambiental por la agresión a la
cobertura vegetal y por el empobrecimiento y deterioro de los suelos por la falta de
abonado.

Así, aparece una agricultura poco especializada y de baja productividad, que mantiene
una función primordial de subsistencia sin capacidad de ahorro y con escasas
posibilidades de progreso.

A ello se une la sobreexplotación de los bosques por parte de muchas empresas,


privando a muchos pueblos (en especial los indígenas) de su único medio de vida.

La contaminación cada vez más creciente tiene efectos como el calentamiento global y
el efecto invernadero, que acaban afectando al clima del planeta y provocando sequías
e inundaciones con más frecuencia que hace unas décadas.

Esos bruscos cambios en la meteorología afectan a las producciones agrícolas,


sustento básico de muchas personas en el mundo.

Todo ello hace que debamos trabajar más en favor de un sostenimiento medioambiental

MEJOR ACCESO

Eliminar las barreras y aumentar la capacidad de la población pobre de ganarse la vida. Esto
conlleva incrementar su acceso al crédito, los servicios, los recursos naturales y otros
activos, mejorar su capacidad para gestionar los riesgos y vincular la agricultura a pequeña escala
a los mercados y sistemas alimentarios.

Los programas de la FAO abordan la cuestión de la falta de acceso al crédito y a los insumos
agrícolas (semillas y fertilizantes).

FAO framework on pluralistic market-oriented services to reduce rural poverty

Mozambique: esquema de cupón electrónico destinado a dar acceso a los mercados para los
insumos agrícolas

La FAO implementa programas que contribuyen a salvaguardar el derecho a la propiedad o las


tierras, bosques y pesquerías.
Colombia: Acceso a la tierra y restitución como aspecto central para construir la paz

More

MAYOR PRODUCTIVIDAD

Aumentar la productividad de las pequeñas explotaciones agropecuarias, promoviendo el uso y


la gestión sostenible de los recursos naturales.

Ayudamos a los agricultores familiares y a los agricultores a pequeña escala a aprender a


aumentar la productividad de sus explotaciones utilizando estrategias más respetuosas con el
medio ambiente.

Asia Central: intensificación sostenible de la producción agrícola para garantizar la seguridad


alimentaria de una población en crecimiento

La FAO ayuda a los agricultores a introducir herramientas y maquinaria para hacer más productiva
la tierra. Mediante el uso de nuevas tecnologías climáticamente inteligentes, la FAO garantiza
también que no dañemos aún más el medio ambiente.

More

OPORTUNIDADES DE EMPLEO DIGNO

Creación de empleo digno de tipo agrícola y no agrícola para la población de ambos sexos,
incluidos los jóvenes, mediante la promoción del emprendimiento y el desarrollo de sus
competencias profesionales.

La FAO ayuda a las mujeres dedicadas a la pesca a obtener un reconocimiento legal de su trabajo
por parte del Gobierno y a conseguir mejores condiciones laborales

Costa Rica: mejorar las condiciones de trabajo de las mujeres dedicadas a la pesca

Nuestros programas mitigan la migración de la población rural joven debida a situaciones de


dificultad ayudando a los jóvenes agroemprendedores a poner en marcha y dirigir sus propias
empresas en las zonas rurales especialmente propensas a la migración

More
NIVEL BÁSICO DE INGRESOS Y PROTECCIÓN SOCIAL

Construir y ampliar sistemas de protección social, tales como los programas de transferencias
de efectivo.

Apoyamos programas de transferencias de efectivo y otras formas de protección social que se


centran en las personas más pobres y vulnerables para ayudarles a invertir en sus medios de
subsistencia y en sus tierras, permitiéndoles así sobrellevar mejor las perturbaciones.

Transferencias de efectivo: Promoción de los medios de subsistencia sostenibles en África


subsahariana

Zambia: las transferencias sociales en efectivo ayudan a romper ciclo de la pobreza y fomentan la
productividad

Mauritania: las transferencias productivas /estrategia CASH+ en el Sahel. Empoderamiento de la


mujer

Al proporcionar insumos agrícolas y formación técnica a los agricultores para que puedan volver a
producir alimentos y obtener ingresos, la FAO ayuda a personas afectadas por situaciones de
emergencia con iniciativas a largo plazo de recuperación y rehabilitación. Estos programas dan
prioridad a los grupos de mujeres y a las familias encabezadas por mujeres, ya que reinvierten de
forma fiable en la sociedad.

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INSTITUCIONES MÁS FUERTES


Fortalecer el papel de las instituciones rurales, organizaciones comunitarias y Gobiernos
locales en el diálogo sobre las políticas y la toma de decisiones.

La organizaciones de agricultores abordan retos comunes y ayudan a reforzar las competencias de


agronegocio alentando a los agricultores a pensar y planificar antes de sembrar la tierra. Aunando
esfuerzos, los agricultores familiares pueden tener una voz más fuerte y lograr intervenciones
colectivas en relación con la toma de decisiones.

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PERSONAS EMPODERADAS

Empoderar a la población rural pobre para participar activamente en el proceso de desarrollo y


beneficiarse de él.

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IGUALDAD DE GÉNERO

Reducción de las desigualdades de género, particularmente en materia de acceso a los


recursos productivos y a los servicios sociales.

La FAO ayuda a los países a diseñar e implementar programas, políticas y leyes sensibles al
género.

Empoderamiento de la mujer para erradicar el hambre y la pobreza

La FAO presta asesoramiento a los países en materia de políticas y legislación para ayudarles a
conseguir prácticas y políticas de tenencia de la tierra que sean equitativos desde el punto de vista
del género.

Publicación forestal de la FAO: "Como introducir la cuestión género en el sector forestal: guía
práctica"

La FAO está implicando a las organizaciones de mujeres locales en la creación de un proyecto o


programa con el fin de que el alcance y resultado del proyecto tengan en cuenta sus necesidades.

More

MEJORES POLÍTICAS

Ayudar a los países a implementar un conjunto integral de políticas y estrategias para la


reducción de la pobreza rural a escalas regional, nacional y territorial.

La FAO apoya las inversiones rurales mediante la implementación y evaluación de planes de


inversión agrícola, el fortalecimiento de las capacidades de inversión agrícola de los países y el
asesoramiento a los Gobiernos en materia de política y legislación.

Mongolia: Desarrollo de RurelInvest

La FAO ha desarrollado directrices voluntarias para los Gobiernos y otros actores con el fin de
mejorar los sistemas que se ocupan de los derechos a utilizar, gestionar y controlar las tierras, las
pesquerías y los bosques. Las directrices proporcionan información sobre las prácticas aceptadas
internacionalmente, contribuyen al desarrollo de políticas y aumentan la transparencia de los
sistemas de tenencia.

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