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CAPÍTULO 1

Introducción

PREDICA LO QUE ES CONFORME A LA SANA DOCTRINA

La carta dirigida a Tito pertenece juntamente con la


primera y segunda a Timoteo al grupo de las llamadas
cartas pastorales. Estas cartas son muy semejantes entre
sí en cuanto a la forma y al contenido y por eso integran
un grupo especial dentro de la literatura epistolar del
apóstol Pablo. Las tres están dirigidas a personas
particulares, a colaboradores del Apóstol, pero al mismo
tiempo son escritos oficiales destinados a aquellas
comunidades al frente de las cuales se encuentran como
pastores Timoteo y Tito. Las tres tratan de los deberes
del oficio pastoral y contienen disposiciones e
instrucciones semejantes. Las tres presuponen una
situación espiritual similar y forman una unidad por el
lenguaje, el vocabulario y el tono. Estas cartas pastorales
tienen su origen en los últimos años de la vida del apóstol
Pablo. Después de la liberación de la primera prisión
romana, en el año 63, el apóstol Pablo intentó
probablemente hacer un viaje misional a España 1,
acerca del cual no se han conservado noticias seguras.
Seguidamente se dirige de nuevo al Asia menor y a
Grecia, y visita la isla de Creta, donde en compañía de
Tito funda unas comunidades cristianas (1,2) 2.

Tito, hijo de padres paganos y muy probablemente


ganado también para el cristianismo por el propio Pablo
(1,4), era un miembro de la comunidad antioquena. Sin
haber sido circuncidado fue a Jerusalén juntamente con
Pablo y Bernabé para asistir al concilio de los apóstoles
(Gál 2,1-5). No sabemos nada acerca de si fue además
compañero y colaborador del Apóstol de los gentiles en
otros viajes, porque el libro de los Hechos, de una
manera sorprendente, guarda absoluto silencio sobre él.
A finales del tercer viaje apostólico fue enviado desde
Éfeso a Corinto como portador de la llamada «carta de las
lágrimas» 3. Él logró volver a obediencia a aquella
comunidad casi perdida para el Apóstol mediante la hábil
ejecución de su cometido. Casi inmediatamente después
de esto, Pablo le envió de nuevo desde Macedonia a
Corinto, para que concluyera la colecta allí realizada, y al
mismo tiempo entregase la segrunda carta a los Corintios
(2 Cor 8,6.16-23;12,8).

Después de una actividad apostólica llevada a cabo en


común en la isla de Creta, Pablo lo dejó allí (1,5) para
que continuase la labor misional y especialmente para
que completara la organización de las comunidades,
porque las cristiandades allí existentes aún carecían de
ella. Tito debe permanecer en la isla de Creta hasta tanto
que Artemas o Tíquico lleguen para relevarlo (3,12).
Entonces deberá viajar rápidamente a Nicópolis (en el
Epiro), donde Pablo está pasando el invierno (3,12). En la
carta dirigida a Tito, que Pablo escribió probablemente al
mismo tiempo que la carta primera a Timoteo (hacia el
año 65 d.C.) y que seguramente fue llevada por Zenas y
Apolo, el Apóstol expone a su representante las dos
tareas que debe realizar en la isla de Creta: la ordenación
de la vida eclesiástica y la lucha contra los herejes
existentes dentro de las comunidades.

1. Probablemente Pablo había predicado juntamente con


Tito en la isla de Creta sólo por poco tiempo y había
fundado con él algunas comunidades cristianas. Al
ausentarse de la isla dejó alli a Tito para que completara
la implantación de las comunidades, para la cual el
Apóstol apenas si había echado los fundamentos (1,5).
Además, una tarea especialmente importante, que Pablo
le confiaba expresamente, era el establecimiento en cada
una de las comunidades de sus respectivos dirigentes, los
presbíteros. El Apóstol exigía para la elección de estos
hombres cualidades bien concretas que expone en
particular (1,6-9). Deben ser personas realmente
creyentes, moralmente maduras y disciplinadas, que sean
obedientes a Dios y sirvan con amor a sus hermanos
(1,6-9). Pablo da también a Tito instrucciones bien
concretas para el modo de vivir de las diversas categorías
de cristianos. Así, pues, detrás de la palabra de Tito,
probablemente aún joven, está toda la autoridad del
Apóstol de los gentiles. Él le da instrucciones para los
ancianos (2,2), para las ancianas (2,4-5) y para los
jóvenes (2,6). Le muestra la importante tarea de los
esclavos dentro de la comunidad cristiana. En pocas
palabras describe la posición exacta de los cristianos con
respecto a la autoridad pagana (3,1) y señala la actitud
recta de los cristianos en relación con el ambiente pagano
que les es hostil con frecuencia (3,2). En dos ocasiones
hace notar expresamente la importancia que tiene una
vida cristiana para orientar hacia la fe a los alejados
judíos y paganos. Las jóvenes deben procurar, mediante
la ejemplaridad de su vida, «que no sea difamada la
palabra de Dios» (2,5), y la obediencia y fidelidad de los
esclavos en el servicio «deben hacer respetar en todo el
mundo la doctrina de Dios, nuestro salvador» (2,10).

Lo que continuamente podemos observar en las cartas


del Apóstol de los gentiles -la unión inseparable de la
predicación salvadora con la vocación moral- nos sale al
encuentro también en la carta dirigida a Tito. Después de
haber presentado (en 2,1-10) los deberes de los diversos
estados de los cristianos, señala la fuente del vigor que
se necesita para una vida cristiana de tal calidad. Lo que
se exige a los cristianos, tiene su fundamento en la
salvación por ellos recibida. La gracia de Dios, que se
encarnó en Jesucristo, les ha regalado la salvación
mediante la fe y el bautismo (2,11). Esta gracia de Dios
conduce a los cristianos a una rotura radical con toda
impiedad y con los placeres perniciosos y a una
verdadera vida cristiana con respecto a Dios, al prójimo y
al propio yo (2,12). El principal fundamento de una vida
tal es la esperanza en «la manifestación gloriosa de
nuestro gran Dios y salvador, Jesucristo», la parusía del
Señor glorificado (2,13). Mediante su entrega a la muerte
de cruz, Jesucristo ha liberado a los cristianos de la
esclavitud del pecado y de la muerte, los ha purificado, y
a semejanza a como lo hizo con el pueblo de Dios en la
alianza antigua, los ha constituido en un pueblo de
elección y santo, el pueblo de Dios de la alianza nueva,
que ahora debe llevar una auténtica vida cristiana siendo
«celador de obras buenas» (2,14).

Después de haber concluido en 3,2 sus exigencias para


un modo recto de vivir, el Apóstol alude de nuevo a la
salud recibida como fundamento de la vida moral. Los
cristianos de Creta tanto más fácil y gustosamente
podrán mostrar una paciencia indulgente y un amor
sacrificado para con sus conciudadanos gentiles, cuanto
más piensen en el cambio que poco ha se ha realizado
por primera vez en su vida con su conversión al
cristianismo. Antes eran como ellos, ahora han recibido la
salud en el bautismo «mediante el baño renovador y
regenerador del Espiritu Santo, que (Dios) derramó
copiosamente sobre ellos por Jesucristo, nuestro
salvador». Esto ha sido posible gracias a la maravillosa
acción de Dios que irrumpió con el nacimiento y la muerte
de Jesucristo en la cruz (3,4-5). Mediante la santificación
en el bautismo por el Espíritu Santo, los cristianos son
también herederos de la vida eterna, que esperan (3,7).
Así se describe la gran obra de gracia del Dios trino con
palabras tomadas de un himno bautismal del cristianismo
primitivo. Como además se excluyen toda gloria y todo
mérito humanos se hace resaltar vigorosamente la acción
gratuita de Dios (3,5-7). Este don salvífico recibido
significa para los cristianos un compromiso moral y una
tarea. Ellos deben distinguirse por las «obras buenas» en
medio del mundo pagano. De esta forma el Apóstol ha
unido inseparablemente en ambos lugares su invitación
moral a los cristianos de las comunidades nacientes con
la s declaraciones sobre la salud recibida.

2. La segunda tarea que Tito debe realizar en las


comunidades de Creta es la lucha contra los herejes. En
las comunidades existen ya muchos de estos hombres,
sin que se diga si han venido de fuera a las cristiandades,
lo que es muy probable, o han surgido del interior de las
mismas (1,10). Éstos son descritos como unos hombres
desobedientes e insubordinados (1,10) que se oponen al
Apóstol y a sus enseñanzas e instruccones. Son unos
charlatanes, porque su predicación es pura palabrería
vana (1,10); son unos seductores, porque su doctrina
encierra un engaño y una ilusión, ya que se presenta con
la pretensión de un conocimiento sublime (1,16) y un
concepto severamente ascético de la vida(l,l4). Los más
entusiastas defensores de esta doctrina se hallan «entre
los procedentes de la circuncisión» (1,10), los
judeocristianos. Sus actividades no se limitan a los
cristianos individualmente, sino que desconciertan a
familias enteras (1,11), constituyendo así un serio peligro
para las comunidades. Sobre su actitud moral proyecta
significativa luz el hecho de que ellos difunden sus errores
movidos por torpes ganancias (1,11). Hacen de su
predicación un negocio.

Las enseñanzas que difunden no son descritas con toda


claridad. Tienen rasgos muy semejantes a los errores que
encontramos en la primera y segunda carta a Timoteo. Se
ocupan de mitos judíos (1,14), de especulaciones sobre
genealogías (3,9), de mandamientos de hombres, muy
principalmente de prescricidones sobre alimentos y
purificaciones (1,14; 3,9), cuyo absurdo descubre el
Apóstol de una forma completamente clara (1,15). Se
glorían de un conocimiento sublime de Dios (1,16). Así,
pues, de los diversos datos de la carta a Tito aparecen los
siguientes rasgos característicos fundamentales de la
herejía: por una parte la pretensión de un conocimiento
más sublime de Dios y por otra la exigencia de una
actitud severamente ascética de la vida. Se presenta aquí
muy probablemente, como en la segunda y primera carta
a Timoteo una forma de la temprana herejía gnóstico-
judía, con que nos encontramos también en la carta a los
Colosenses (Col 2, 16.18).
Contra este amenazador peligro de la fe en las
comunidades de Creta, Tito debe dar la batalla con toda
decisión. Debe «tapar la boca» a los falsos maestros
(1,11), debe impedir la difusión de las falsas doctrinas,
principalmente en las asambleas públicas. Debe intervenir
contra ellas con toda la energía; pues el peligro de las
comunidades cristianas se hace mayor, debido a que la
agitación clandestina de los herejes es favorecida por el
mal carácter del pueblo cretense (1,12). La mendacidad,
la rudeza y la pereza son -según expresión proverbial de
los antiguos- los vicios nacionales de este pueblo, y el
Apóstol confirma, con una publicidad despiadada, que
esto responde a la verdad (1,13). Por eso la severa
intervención de su representante es absolutamente
necesaria (3,8). Tito de ninguna manera debe implicarse
en discusiones teológicas ni en controversias sobre la
herejía (3,9), sino que sencillamente debe rechazarla y
evitarla. Evidentemente es inútil y nociva. Asimismo
Pablo da a su representante una instrucción bien concreta
para su comportamiento con los herejes: si después de
haberle amonestado una y otra vez, la corrección ha
resultado inútil, debe romper las relaciones con él, debe
evitar al falso maestro (3,10). Sobre tal maestro no es
Tito quien dicta sentencia condenatoria, sino el falso
maestro mismo en su propia conciencia.

En todas estas tareas debe acreditarse Tito como modelo


en el modo cristiano de vivir y en la predicación del
Evangelio. Cuanto más lúcida y resplandeciente sea la
vida del pastor, cuanto más entusiasta e impresionante
sea su predicación, tanto más floreciente será la vida de
la comunidad. Así, pues, debe ser ejemplar luminoso para
todas las «obras buenas» (2,7). Debe predicar
únicamente alo que es conforme a la sana doctrina», la
doctrina del Evangelio, la verdad de la revelación pura y
auténtica (2,1). Debe hablar con toda decisión, debe
amonestar y corregir sin temor ni vacilaciones (2,5).
Debe dar testimonio de la actividad salvadora de Dios
«con tesón» (3,8). En la predicación debe ser modelo y
ejemplo, en la enseñanza debe mostrar incorruptibilidad,
dignidad, una palabra sana e indiscutible (2,7s). Si Tito
cumple de esta forma su misión, entonces los enemigos
de dentro y de fuera de la comunidad cristiana serán
confundidos, pues nada malo podrán decir contra él
(2,8). El propio Apóstol apoya a Tito con toda su
autoridad, y por eso exige a todos los cristianos que no
se sobrepongan a su representante ni le menosprecien
(2,15). Si bien es cierto que Tito se entera por esta carta
de que en un próxirno futuro va a ser relevado por
Artemas o Tíquico en su campo de acción, sin embargo
hasta que esto suceda debe cumplir, como aauténtico
hijo» (1,4), aquellas tareas que Pablo le ha señalado ya
en el encabezamiento de la carta como contenido del
apostolado: la conservación y difusión de la fe cristiana
mediante la ordenación de la vida eclesiástica y la lucha
contra los herejes (1,1).
...............
1. Cf. Rm 15,23s.28; Carta de CLEMENTE 5,5-7.
2. Este orden cronológico de las cartas pastorales en la vida del
apóstol Pablo es discutido. Otra opinión las coloca dos décadas mas
tarde, niega que hayan sido compuestas personalmente por el Apóstol
y las atribuye a uno de sus discípulos.
3. Cf. 2Co 2,13; 7,6ss.13-16; 8,6; 12,17s.
...............

ENCABEZAMIENTO 1/01-04 1.

REMITENTE (1, 1a).

1a Pablo, siervo de Dios, apostol de lesucristo...

A diferencia de lo que ocurre en las otras dos cartas


pastorales, la primera y la segunda a Timoteo, el
encabezamiento de la carta a Tito es más largo y
solemne, tiene un gran parecido con el de la carta a los
Romanos. Al igual que en ésta la sencilla fórmula del
saludo de la carta antigua es ampliado mediante
importantes añadiduras, que exponen brevemente la
misión del apóstol de Jesucristo (1,1b) y aluden a la
esperanza en la vida divina como fundamento del
apostolado (1,2-3). El hecho de que Pablo califique su
posición con relación a Dios como «siervo» 4, «esclavo»,
en una carta que va dirigida a uno de sus discípulos más
fieles y colaborador, y aluda con énfasis a su dignidad
apostólica, deja ver claramente que no se trata de una
carta privada a Tito, sino de un escrito que tiene carácter
oficial. Es cierto que en la forma externa va dirigida a
Tito, sin embargo en la realidad está destinada a todos
los cristianos de Creta, muy probablemente para la
lectura pública en las asambleas cultuales. Cuanto más
intensamente se avanza en la fundación de comunidades
en la isla y más decisivamente deben ser rechazados los
errores, con mayor intensidad debe subrayarse la
autoridad del apostol y su representante Tito. Pablo sirve
a Dios como esclavo, le pertenece plenamente, debe
entregarle toda su vida y todo su trabajo. Por otra parte
esta designación expresa además que él, al igual de los
dirigentes del pueblo israelita, como un Moisés, un David,
un Isaías 5, ha sido escogido para un servicio y misión
singulares.

Con relación a Cristo él es apóstol, su ministro


autorizado, que debe predicar el mensaje y la palabra de
Cristo. A Pablo, pues, se pueden aplicar las palabras de
Cristo: «Como mi Padre me ha enviado, así también os
envío yo» (Jn 20, 21). Detrás de Tito está el Apóstol de
los gentiles con toda su autoridad, pero detrás de Pablo
está el propio Cristo y Dios. Algo debe ser comunicado a
la comunidad de parte de Dios y de Cristo. Por eso, los
cristianos de Creta, como destinatarios de la carta, son
invitados a recibir la palabra de Dios y a su ministro
autorizado.
...............
4. Rm 1,1; Flp 1,1; en Gál 1,10 Pablo se presenta como «siervo de
Cristo».
5. Cf. Is 20,3; Am 3,7; Jr 44,4; Dan 9,10s.
...............

2. TAREAS DEL APOSTOL (1,1b-4).


1b ...conforme a la fe de los elegidos de Dios y al
conocimiento de la verdad que se ajusta a la
piedad,...

Pablo tiene una doble misión como apóstol. En primer


lugar debe preservar y mantener en la fe cristiana a los
«elegidos de Dios». Dios ha escogido a los cristianos de
entre los demás hombres y los ha llamado a la fe
mediante su gracia 6. Pero, como expondrá a
continuación, ahora amenazan peligros de parte de los
herejes. De esta suerte, ya desde el principio alude a una
importante finalidad de su escrito: mediante esta carta
deben ser confirmados y fortalecidos los cristianos contra
todas las herejías que se han difundido en la isla. Pablo,
como apóstol del Señor, se muestra responsable de la
conservación y defensa de la fe cristiana en las
comunidades.

La segunda misión de Pablo como apóstol se refiere a la


difusión de la verdad que se ajusta a la piedad. «Piedad»
quiere decir aquí, lo mismo que en la primera carta a
Timoteo, la fe de la iglesia en contraposición de la
doctrina de los herejes (1 Tim 6,3; d. 3,6). Por tanto,
Pablo ha sido elegido para difundir y proclamar el
conocimiento de la verdad de la fe cristiana 7. Si los
hombres deben venir a la verdad de la fe, es necesario de
un lado la vocación de parte de Dios, después la
predicación de la verdad revelada por parte del Apóstol.
Pablo debe conducir a los hombres mediante esta
predicación al conodmiento e inteligencia de la verdad
salvífica cristiana 8. Sobre el Apóstol pesa esta obligación
como una urgencia, por eso exclama: «¡Ay de mí, si no
anuncio el Evangelio!» (1 Cor 9,16).
...............
6. Cf. Rm 8,33; Col 3,12; 2Tim 2,10.
7. Cf. 1Tm 2,4; 4,3; 2Tm 2,25.
8. Cf. 1Tm 2,4; 2Tm 2,25; 3,7.
...............
2 ...en la esperanza de la vida eterna, prometida ya
por Dios, que no miente, desde los tiempos
antiguos,...

Para realizar ambas tareas, la conservación y defensa de


la fe en las comunidades, y la predicación de la verdad
cristiana como apóstol, Pablo se apoya en la esperanza
de la vida eterna. Esta esperanza es el sólido fundamento
sobre el que construye su vida y su obra, esta esperanza
quiere anunciar, mediante el Evangelio, a todos los
cristianos (cf. 2 Tim 1,1), a fin de que también su vida se
apoye sobre esta base inquebrantable.

¿Pero es que una vida puede apoyarse sobre este fun


damento? ¿No es acaso esta «esperanza de la vida
eterna» una quimera humana y una locura? El Apóstol da
la respuesta: Dios mismo es el garante de esta vida
eterna y de esta esperanza. El, que ni puede mentir ni
engañar, que se ha manifestado en toda la historia
salvífica de la antigua alianza como el Dios fiel y veraz,
ha hecho la promesa de la vida eterna desde los tiempos
más remotos, cuando determinó su decreto salvífico. Ya
desde el principio, en el paraíso y en el desarrollo de la
historia salvífica, en una serie ininterrumpida de
promesas a los profetas, ha aludido, una y otra vez, a la
meta de todo el Antiguo Testamento, a Cristo, el portador
de la vida divina, en quien se ha encarnado la misma vida
divina.

3a ...que a su debido tiempo manifestó su palabra


por la predicación, ...

A su debido tiempo, es decir, en el tiempo que Dios ha


determinado en su designio eterno (1Tim 2,6), entonces
precisamente ha descubierto el misterio. Él ha revelado, a
través del mismo Jesucristo, su palabra, que contiene y
garantiza su promesa de vida eterna (cf. 2Tim 1,9s). En
este momento se rompe el silencio de Dios mediante la
palabra de Dios hecha carne, Jesucristo, y se anuncia a
todos los hombres la vida eterna como don gratuito de
Dios.

3b ...a mí confiada según el mandato de nuestro


Salvador, Dios, ...

Pablo fue elegido y destinado para la predicación de esta


buena nueva por la gracia de Dios por su vocación al
apostolado entre los gentiles (lTim 1,11). Esta es, pues,
la sublime tarea y la gran responsabilidad de su
apostolado: anunciar a todos los hombres la promesa de
Dios de la vida eterna, que se ha descubierto y hecho
realidad en Jesucristo: a los creyentes, a fin de que se
confirmen en esta fe y conformen su vida a ella; a los no
creyentes, a fin de que lleguen a la fe. Pero es tarea del
hombre abrir su corazón a esta predicación, para que
esta palabra de Dios produzca su fruto. Mediante este
plan salvífico Dios se ha mostrado como Salvador y
Redentor de los hombres.

3. DESTINATARIO (1,4a).

4a ...a Tito, auténtico hijo en la fe que nos es


común.

Después de exponer la misión y el fundamento de su


apostolado, nombra al destinatario de la carta: Tito, a
quien, con el mismo amor que a Timoteo, llama
aauténtico hijo en la fe» (lTim 1,2). Supuesto que ha sido
él quien en otro tiempo lo condujo a la fe y lo ha ganado
para el cristianismo, con toda razón lo puede llamar su
«hijo», y con toda razon puede aludir a esta relación de
paternidad. Tito es su hijo auténtico, porque abriga los
mismos sentimientos que su padre espiritual, con el que
está unido con lazos de amor y fidelidad. El mismo lazo
de la fe los estrecha a ambos. ¿Acaso puede el Apóstol
expresar un testimonio más bello en favor de Tito que el
llamarle su «auténtico hijo»? Así como la fe une a Pablo y
a Tito en una verdadera comunidad, del mismo modo
todos los cristianos deben considerarse verdaderos
hermanos según la fe común.

4. SALUDO (1,4b).

4b Gracia y paz de parte de Dios Padre y de Cristo


Jesús, nuestro Salvador.

En lugar del saludo habitual entre los griegos («gozo») y


los judíos («paz»), el Apóstol desea al destinatario
«gracia y paz». Eleva el saludo en otro tiempo usual y
corriente a un plano más alto, al nivel cristiano y desea lo
que es más importante para los cristianos: gracia, es
decir la inagotable benevolencia, y paz, la obra salvífica
de Dios, Padre amoroso 9. Fuente única de estos dones
saludables solamente pueden ser Dios y Jesucristo, que,
como Hijo de Dios y Señor glorificado, es equiparado al
Padre. Este saludo no es un deseo vacío, sino eficaz, de
forma que Tito se hace participante de toda la plenitud de
la benevolencia divina y de la salud de Dios. Lo garantiza
el propio Dias, como «Padre» amante, y Jesucristo,
«nuestro Salvador».
...............
9. En 1Tm 1,2 y en 2Tm 1,2 el saludo consta de tres miembros; el
tercer miembro «misericordia» falta en Tito 1,4.
...................

Parte primera

MISIÓN DE TITO EN CRETA 1,5-16

En muchas cartas del apostol Pablo podemos distinguir


dos partes: en primer lugar el Apóstol recuerda lo que
Dios ha realizado y describe así la actividad salvífica de
Dios. En una segunda parte suele deducir las
consecuendas para la vida cristiana 10. La carta dirigida a
Tito, a semejanza de las otras dos cartas pastorales,
presenta con respecto a este particular una disposición
aún más laxa. El autor expone en esta carta dos grandes
deseos: primeramente la ordenación de la vida cristiana
en las comunidades de Creta, después la lucha contra los
herejes. Las instrucciones que Pablo da a su colaborador
y actual representante en la isla se hallan dispuestas de
una forma un tanto suelta. Tito debe llevar a feliz término
el trabajo iniciiado por el Apóstol en el establecimiento de
las comunidades cristianas, de modo especial debe poner
al frente de cada una de las comunidades a sus dirigentes
respectivos (1,5-9). Luego le da instrucciones concretas
para la ordenación eclesiástica y para el modo de vivir
cristianamente (2,1-3,7). Además Pablo quiere animar a
Tito, en esta carta, a la decisión y entereza en la lucha
contra los herejes de las comunidades (1,1S16; 3,8-11).
En esta exposicón fortalece además la posición de Tito
como representante del Apóstol y supremo dirigente de
todas las comunidades, al tiempo que le apoya mediante
la fuerza de su palabra apostólica. Así pues, en la primera
parte de la carta expone primeramente las tareas de Tito
en Creta, el cual debe nombrar dirigentes de cada una de
las comunidades, que deben estar adornados de
determinadas cualidades (1,5-9). Junto con esto debe
luchar contra los herejes, que son adictos a mitos judíos y
a mandamientos de hombres (1,10-16).
...............
10. Cf., en cierto modo, ITes; 2Tes; Gál; Col; Ef.
...............

1. NOMBRAMIENTO DE PRESBÍTEROS CON


DETERMINADAS CUALIDADES (1/05-09).

a) Nombramiento de presbíteros (1,5).

5 Te dejé en Creta con el fin de que acabaras de


organizar lo que quedaba y establecieras
presbíteros en cada ciudad, según la norma que te
di yo mismo.

Después de la liberación de la primera cautividad romana


(63/64 d.C.), Pablo estuvo actuando con Tito en Creta por
un breve espacio de tiempo.
No poseemos otras noticias sobre esta actividad del
Apóstol. La fe cristiana había penetrado en muchas
ciudades de la isla en otro tiempo populosa. Sin duda el
Apóstol de los gentiles solamente había podido colocar los
fundamentos de las comunidades cristianas 11. Se
desconoce la extensión que había adquirido el Evangelio
de Cristo antes de la misión paulina 12. Tampoco
conocemos los motivos para que Pablo abandonara tan
pronto la isla antes de establecer cada una de las
comunidades. Al partir de allí dejó a Tito con absolutos y
plenos poderes. Él debe llevar a término la ulterior
constitución de cada una de las camunidades, regular las
relaciones entre ellas, y de esta suerte acabar de
organizar lo que quedaba.

Antes de su despedida, el Apóstol había encargado


además a Tito una tarea especialmente responsable:
nombrar presbíteros en cada una de las ciudades donde
había sido establecida una comunidad cristiana.

El hecho de que las propias comunidades no deban


establecer estos hombres procedentes de su interior, sino
que esta medida haya sido encomendada a Tito, es una
medida que tiene su razón de ser en lo recientes que son
las comunidades de la isla. En las cartas de Pablo
observamos continuamente que el Apostol, cuando parte
para proseguir su labor misional en otros lugares, recurre
a sus colaboradores y les confía tareas difíciles y
cargadas de responsabilidad. Así Pablo ha confiado
plenamente en que Tito, «auténtico hijo en la fe que nos
es común», realizará a la perfección esta difícil tarea.
..............
11.Cf. 1Co 3,6; 2Co 10,16; Rm 15,20s
12.Cf. Act 2,11; 27,8s.
...............

b) Cualidades exigidas (1,6-9).

Para la elección de los presbíteros tienen vigor


determinados principios. ¿Ha participado el Apóstol a su
representante estos principios ya antes de su marcha y se
los recuerda de nuevo ahora en este escrito? Como en la
primera carta a Timoteo (3,2-7) se enumeran aquí las
cualidades exigidas en estos jefes de las comunidades.
Ciertamente, hemos de observar que en Creta, por
tratarse de comunidades muy recientes, se presentan
circunstancias distintas a las que se dan en Éfeso, que ya
desde antiguo había recibido la fe cristiana. Al modo de
un padre espiritual prudente y experimentado, Pablo
tiene en consideración el estado de las respectivas
comunidades entre cuyos miembros son escogidos los
presbíteros. Pero el catálogo de las cualidades requeridas
se relaciona, en parte literalmente, con el contenido en
lTim 3,2-7. Aunque en la carta a Tito se o£rece una
formulacion distinta, sin embargo existe una concordancia
en cuanto al sentido .

6a Que el candidato sea irreprochable, marido de


una sola mujer, ...

En la selección de los jefes de las comunidades Tito debe


tener en cuenta dos hechos. En primer lugar que la
reputación del hombre sea intachable. Ningún defecto
debe manchar la vida de aquel cristiano que ha de ser
digno y merecedor de la confianza de la comunidad. Qué
se entiende con esa integridad, se expresa de una
manera negativa en el siguiente verso 7, y de un modo
positivo en el verso 8. Al exigirse del dirigente de la
comunidad que sea «marido de una sola mujer», no debe
entenderse en el sentido de que el matrimonio de tal
hombre haya de estar libre de la más pequeña sombra
13, sino que no le está permitido contraer nuevo
matrimonio después de la muerte de su primera esposa.
Mientras que el Apóstol permite expresamente a los
cristianos en general contraer segundas nupcias 14, a los
dirigentes de las comunidades les exige esta meta más
alta, como primer paso al ideal del celibato, que, en
época posterior, la Iglesia ha impuesto como obligación a
sus sacerdotes.
...............
13. Algo así como si hubiese disuelto su matrimonio o, si separado se
hubiese casado de nuevo, cf. Mt 5,32; 19,9; Mc 10,11.
14. Rm 7,25; 1Co 7,39; 1Tm 5,14.
...............

6b ...cuyos hijos sean creyentes, que no estén


tachados de mala conducta ni sean rebeldes.

El hecho segundo que ha de tener en cuenta Tito en la


elección de los candidatos al presbiterado es la vida
ejemplar de la familia del hombre escogido. En esta
época temprana, quienes presidían las comunidades
estaban casados; la soltería (el celibato) es una exigencia
eclesiástica introducida más tarde. En aquellas
comunidades de la isla podía darse fácilmente el hecho de
que sólo los padres se hubiesen convertido y abrazado la
fe cristiana, mientras los hijos continuaban siendo
infieles. Por eso, el Apóstol exige de los «presbíteros»
que sus hijos sean también cristianos. Pero esto no es
suficiente. Los hijos no deben desacreditar al padre
mediante su mala conducta y su desobedienda y, con
ello, hacerle imposible el cumplimiento de sus deberes.
Más aún, el padre juntamente con toda su familia deben
ser modelo para la comunidad cristiana. En efecto, quien
está al frente de una comunidad debe dar pruebas, en el
pequeño ambiente de su familia, de que lleva a la
perfección el gobierno de su propia casa y de que sabe
educar a sus hijos en la honradez, la disciplina y la
obediencia. Pues si falla en la dirección de su propia
familia, ¿cómo se le va a confiar la gran familia de la
comunidad cristiana con todas sus necesidades internas y
externas?

7 Porque es preciso que el obispo sea


irreprochable, como administrador de Dios que es;
no soberbio, ni iracundo, ni dado al vino, ni
pendenciero, ni codicioso; ...

Lo extraño en la posterior exposición del Apóstol es que el


mismo que hasta ahora ha sido designado con el nombre
de «presbítero», ahora es llamado «obispo» (episkopos).
Este hecho demuestra que la designación de los diversos
grados jerárquicos de la iglesia no estaba entonces aún
definitivamente fijada y que ambos nombres
(«presbítero» y «obispo») se utilizaban con un significado
completamente idéntico, para designar solamente a los
dirigentes de las comunidades 15.

A continuación se presenta lo que es incompatible con la


integridad de estos dirigentes. El «obispo» es
administrador de la casa de Dios (cf. 1Cor 4,1), porque
debe ocuparse del orden en la comunidad, que representa
«la casa de Dios» (lTim 3,15), lo mismo que el
administrador y ecónomo en una casa terrena (cf. Lc 12,
42s). En esta imagen aparece, con toda claridad, que el
oficio de jefe de la comunidad con relación a Dios no es
ser dueño sino un servidor fiel. Por eso únicamente puede
ser colocado al frente de la comunidad aquel que es un
instrumento fiel y auténtico en el servicio de Dios, y de su
actitud personal debe excluirse todo egoísmo, toda falta
de dominio de sí mismo, toda codicia, toda soberbia.
Sentimientos no cristianos tal como acaban de ser
descritos profanan el ministerio que el jefe de la
comunidad debe desempeñar.
...............
15. Cf. también Act 20,17,28; 1Tim 3,2; 5,17. Una división jerárquica
clara de los ordenados en diáconos, presbíteros y obispos se
encuentra por primera vez en IGNACIO DE ANTIOQUIA (muerto hacia
110), en sus cartas (Magn. 3.2; 6,1; Esmirn. 8,1).
...............

8 ...sino hospitalario, amigo del bien, ponderado,


justo, piadoso, dueño de sí mismo.

Como contraste son ofrecidos en forma positiva los


auténticos rasgos distintivos que deben poseer los jefes
de comunidades. En el Nuevo Testamento continuamente
se exige de los cristianos la hospitalidad para con los
hermanos extranjeros y peregrinos 16. Por tanto es
evidente que también la casa del jefe de la comunidad
debe estar siempre abierta a los hermanos peregrinos y a
los cristianos que buscan ayuda o que sufren alguna
necesidad, de tal forma que se muestre aquí el amor
servicial. Debe estar adornado de la prudencia, la justicia,
la piedad, y ser una persona discip]inada, madura y firme
en la práctica del bien.
...............
16.Cf.ITim 5,10; Rom 12,13; Heb 13,2; IPe 4,9; 3Jn 5.
...............

9 Debe ser custodio de la palabra auténtica,


conforme a la doctrina recibida, para que también
él pueda exhortar con doctrina sana y refutar a los
contradictores.

El Apóstol coloca el requisito más importante al final de


su catálogo: el jefe de la comunidad debe ser custodio de
la palabra auténtica, de la doctrina de la fe tradicional de
la iglesia 16. Cuanto más se acerca a su fin la época
apostólica, cuanto más se extingue la generación de los
testigos oculares y auriculares de las palabras y los
hechos de Jesús, tanto más importante es la transmisión
de la doctrina auténtica y de la predicación del SeñorN: la
tradidón apostólica que se continúa en la Iglesia, lo que,
en ambas cartas pastorales, el Apóstol llama el depósito
confiado (lTim 6,20; 2Tim 1,12.14). La predicaci6n de
esta «palabra auténtica» de la doctrina está íntimamente
unida al oficio del jefe de la comunidad. Esta tradición
apostólica es la única «doctrina sana» (lTim 1,10). Ella
debe ser la piedra de toque y la norma con la que debe
ser contrastada toda predicación en la comunidad.
Solamente cuando el jefe de la comunidad se basa sobre
este terreno sólido, cuando predica esta revelación de
Dios, se encuentra en situación de instruir y de
amonestar a los cristianos, es capaz de reprender a los
«contradictores», los herejes que desorientan a la
comunidad.

Al ponderarse cada una de las exigencias que el Apóstol


pone en los jefes de la comunidad, se echa de ver que
piensa en hombres de gran categoría moral, obedientes y
firmes en la fe, que están dispuestos a obedecer a Dios
en todo, a servir a Dios con amor. Llama la atención que
Pablo no nombre las cualidades y condiciones que con
tanto gusto exigimos los hombres: talento extraordinario,
oratoria brillante, hábil comportamiento, capacidad de
organización, buenas relaciones con hombres
influyentes... Lo importante para él es la disponibilidad
que brota espontáneamente de una fe vigorosa y
auténtica, ser obediente a Dios y servir, con amor, a él y
a los hermanos. Mediante la alusión a los
«contradictores», los herejes, el Apóstol se introduce en
la exposición siguiente.
...............
17.Cf. 1Tm 4,6; 2Tm 3,14.
...............

2. IMPUGNACION DE LOS HEREJES (1/10-16).

En lo anteriormente dicho Pablo había indicado que el jefe


de la comunidad, que está afincado en el só1ido
fundamento de la verdad de la fe tradicional, debe
corregir a los herejes y a los enemigos. Ahora describe en
primer lugar a los herejes.

a) Descripción de los herejes (1,10-11).

10 Porque hay muchos desobedientes, charlatanes


y embaucadores, mayormente entre los
procedentes de la circuncisión, 11 a los cuales es
preciso tapar la boca, ya que trastornan familias
enteras, enseñando lo que no se debe, llevados del
deseo de torpe ganancia.

En las comunidades cristianas de Creta aún no bien


afincadas en la fe se dan ya herejes en gran número.
¿Han venido de fuera, de Asia Menor 18, a las
comunidades de la isla, siguiendo los pasos del Apostol
después de su predicación del Evangelio? ¿O han surgido
del interior de las propias comunidades aún no maduras
en la fe? Estos herejes son calificados de hombres
desobedientes. Ciertamente, ellos pertenecen a la
comunidad cristiana, pero se oponen a la doctrina y a la
ordenación eclesiásticas y no quieren someterse.

El Apóstol los llama desdeñosamente charlatanes, porque


el contenido de su doctrina es hueca palabrería. Pero al
mismo tiempo son hombres peligrosos, embaucadores,
porque su doctrina presenta una ilusión activamente
desconcertante y seductora, aunque la exponen con la
pretensión de un conocimiento más sublime y un
concepto rígidamente ascético de la vida 19. En este
particular se destacan de manera especial los que
proceden de la circuncisión, los judeocristianos. Así pues,
estos hombres constituyen un serio peligro para las
comunidades cristianas, por lo que hay que poner en
acción un comportamiento severo para con ellos. Tito
debe taparles la boca. Debe impedirles el presentarse y
enseñar sobre todo en las asambleas comunitarias. Pues
es grande el peligro de que no solamente hagan caer a
los cristianos en particular, sino también a familias
enteras, y de este modo ocasionen graves perjuicios en la
comunidad.

Sobre su actitud moral nos la aclara el Apóstol al decir


que enseñan «lo que no se debe», llevados por la
avaricia, el deseo de una torpe ganancia. Por tanto, lo
que ellos intentan es aprovecharse de sus discípulos, y su
predicación se convierte por ello en un lucrativo negocio
(cf. lTim 6,6-8). En otro tiempo era muy corriente
suministrar el sostenimiento para los dirigentes de la
comunidad mediante regalos y aportaciones libres. Esta
costumbre proporcionaba a los predicadores
irresponsables y codiciosos numerosas ocasiones para el
propio enriquecimiento. Por eso Pablo exigía tan
encarecidamente de todos ellos el desprendimiento20, y
fustiga tan severamente la codicia de los herejes.

También ha brotado en las comunidades cristianas de la


isla de Creta la cizaña que el enemigo ha sembrado entre
el trigo. Se realiza así lo que el Señor había expuesto en
otro tiempo a sus discípulos mediante una conocida
parábola (Mt 13,24-30). Al campo en que el Señor
siembra su buena semilla, vendrá siempre el enemigo
para sembrar la mala hierba entre el trigo. Cuando la
planta crezca y presente el fruto, aparecerá también la
cizaña.
...............
18.En la 1Tm (1,3-11; 4,1-11; 6,3-10) y en la 2Tm (2,14-18) tenemos
noticias de herejías muy semejantes.
19.Cf. también 1Tm 1,4; 4,2.4. 20.Cf. 1,7; 1Tm 3,3-8; 5,10.
...............

b) Errores y vicios de los cretenses (1,12-13).

12 Dijo uno de ellos, profeta entre los suyos: los


cretenses son siempre embusteros, bestias malas y
vientres perezosos. 13 Este testimonio es
verdadero. Por tanto, repréndelos duramente para
que se mantengan íntegros en la fe ...

La agitación clandestina de los herejes es apoyada y


favorecida por los vicios perversos de los cretenses.
Como prueba cita el Apóstol un proverbio transmitido en
verso (hexámetro) que se contiene en la conocida poesía
Sobre los oráculos, conservada fragmentariamente, de un
famoso compatriota suyo, el poeta Epiménides, del siglo
VI antes de Cristo. Señala que los propios cretenses
consideran como «profeta» a este poeta; con ello apela al
testimonio de toda la antigüedad. En este verso se
enumeran tres vicios de los cretenses: mendacidad, que
en el mundo antiguo era proverbialmente atribuida a los
cretenses, rudeza y pereza. Pablo no sólo cita la fuerte
expresión del poeta cretense, sino que dice pública y
claramente que ha podido comprobar con su propia
experiencia esta característica tan poco agradable en las
comunidades cristianas de Creta.

Según el pensamiento del Apóstol, aquí sólo puede tener


eficacia la más severa corrección sin miramiento alguno.
Tito debe intervenir sin vacilación, si aparece la menor
inclinación en los cristianos hacia el error. Solamente de
esta forma se mantendrán íntegros en la fe,
permanecerán firmes en la verdadera y auténtica fe del
Evangelio. Pues únicamente la doctrina tradicional del
Evangelio es, en contraposición al error, «la sana
doctrina» (lTim 1,10), la expresión de la salud espiritual y
moral, que conduce a una saludable vida moral. Sin
miramiento alguno muestra el Apóstol el gran peligro que
amenaza a las comunidades cristianas de Creta. Cuando
contempla la fe amenazada, él, que lleva en su corazón el
amor de una madre para con sus cristianos, puede
también exponer duras y severas exigencias.

c) Señales de la falsa doctrina (1,14-16).

14 ...y no den oídos a mitos judíos ni a preceptos de


hombres que se vuelven de espaldas a la verdad.

El error es caracterizado brevemente en dos aspectos.


Pablo dice únicamente que el error se ocupa de mitos
judíos. ¿Qué hay que entender con esta expresión? Sin
duda Pablo piensa en las fábulas rabínicas, que están
ayunas de toda verdad. Se trata aquí muy
verosímilmente, como en la primera carta a Timoteo, de
narraciones fantásticas y de especulaciones sobre textos
del Antiguo Testamento y listas genealógicas que debían
impresionar muy profundamente21. Estas doctrinas
presentan claramente un origen judío (1,10; 3,9), pero
también denuncian las huellas de un error posterior muy
peligroso, la gnosis (1,16) 22. Una segunda característica
del error es la siguiente: dan oídos «a preceptos de
hombres que se vuelven de espaldas a la verdad». Por el
versículo siguiente aparece claro que con esta expresión
se piensa en la observancia de las prescripciones judías
referentes a la pureza legal y el uso de ciertos alimentos
23.
...............
21.Cf. 1Tm 1,4; 4,7.
22.Cf. 1Tm 4,3; 6,20; 2Tm 2,18.
23.Cf. 1Tm 4,3; 2Tm 2,18.
.............
15 Todo es puro para los puros; para los
manchados y para los descreídos nada hay puro; al
contrario, tanto su razón como su conciencia están
contaminadas.

El Apóstol se refiere en primer lugar a los «preceptos de


hombres que se vuelven de espaldas a la verdad», a las
prescripciones referentes a la pureza legal y al uso de
ciertos alimentos. Con una brevedad lapidaria opone a
ellos la expresión clara y vigorosa: todo es puro para los
puros. Esto no es otra cosa sino el eco de las palabras de
Jesús: «Escuchadme todos y entendedlo bien. Nada hay
externo al hombre que, al entrar en él, pueda mancharlo;
son las cosas que salen del hombre las que lo manchan»
(Mc 7,14). Este convencimiento era posesión firme de la
comunidad cristiana (cf. Rom 14,14-20). El que ha sido
purificado por Dios en el bautismo (cf. 3,5-7), el que
tiene un corazón puro y una intención pura no considera
la creación como algo malo. Todas las cosas que el
hombre encuentra en el ámbito de su actividad, de su uso
o de su disfrute, son puras para aquellos que son limpios
en lo más íntimo de su ser y tienen intenciones puras. Tal
cristiano puede usar los dones de Dios con la libertad de
los hijos de Dios. «Porque todo lo que Dios ha creado es
bueno» (lTim 4,4). La creación entera redimida por
Jesucristo es pura, como el mismo Dios se lo hizo
comprender claramente a Pedro en una visión 24. Por
eso, los cristianos que ya conocen perfectamente esta
verdad pueden gozar con alegría de todos los dones de la
creación.

La doctrina errónea, los «preceptos de hombres»,


contraviene por tanto el orden creador y salvador de
Dios, se aparta de la verdad, Si por el contrario está
manchado el sentimiento y la conciencia de un hombre,
entonces para él todo es impuro. Él puede también
abusar y profanar lo más bello y noble, porque, movido
por su mala intención, puede abusar de ello con avidez
perversa de placer. La pureza no está en las cosas de la
naturaleza, sino en la actitud del corazón. La actitud
interna como alma del comportamiento moral es la que
decide sobre todo. Por consiguiente, estos herejes, con su
concepción rígidamente ascética de la vida se encuentran
en oposición a la verdad del Evangelio; ellos «se vuelven
de espaldas a la verdad».
...............
24.Cf. Hch 10,9-16.
...............

16 Alardean de conocer a Dios, pero con sus obras


lo niegan: son abominables, rebeldes e incapaces
de toda obra buena.

Otra característica de los herejes: presumen de un


conocimiento más sublime de Dios . Aquí se ofrece una
huella muy clara de la herejía posterior y muy peligrosa:
la gnosis. El Apostol vuelve a aludir sencilla y brevemente
a esta pretensión. Piedra de toque para todo
conocimiento de Dios, y con ello para la herejía, es la
vida práctica cristiana. El que pretende conocer a Dios,
pero le niega mediante su manera de obrar, mediante su
vida de cada día, es abominable para Dios: «El que dice
que le conoce y no guarda sus mandamientos, miente, y
la verdad no está en él» (lin 2,4). Por tanto, se deduce
que el núcleo central de la herejía es éste: la pretensión
de un conocimiento más sublime de Dios y un concepto
rígidamente ascético de la vida. Pablo vuelve a aludir a
ambas disposiciones. Por eso para él los herejes son
hombres «abominables, rebeldes», pues se colocan frente
al verdadero Evangelio con rebeldía e insubordinación.
Por ello son también «incapaces de toda obra buena».
CAPÍTULO 2

Parte segunda

ORDENACION DE LA VIDA CRISTIANA 2,1-3,11

Junto con la realización del establecimiento de las


comunidades cristianas en la isla de Creta y el
nombramiento de los presbíteros, en cada una de las
comunidades (1,5-9), la otra misión de Tito consiste en la
ordenación de la vida cristiana. Por eso debe predicar lo
que está conforme a la doctrina recta y «sana», al
mensaje cristiano, y mostrar cuáles son los deberes de
cada estado, ante los cuales debe resplandecer el propio
Tito como modelo con la realización de todo bien (2,1-
10). La fuente del vigor exigido para llevar una vida
cristiana es la gracia de Dios que se ha mostrado en
Jesucristo (2,11-15). A continuación se exponen
concisamente los deberes de los cristianos para con la
autoridad y el prójimo (3,1-2). De nuevo alude el Apóstol
a la misericordia de Dios, que se manifestó mediante la
redención de Jesucristo en el renacimiento y renovación
en el Espíritu Santo, y demuestra la posibilidad de que el
cristiano, como heredero de la vida eterna, se distinga
por sus buenas obras (3,3-8). Con un renovado aviso
ante la falsa doctrina y una instrucción sobre el modo de
comportarse con los herejes concluye el Apóstol la carta
(3,9-11).

1. DEBERES DE LOS DIVERSOS ESTADOS (2/01-10).

a) La predicación de la sana doctrina (2,1).

1 Tú, en cambio, predica lo que es conforme a la


sana doctrina.
Pablo ha prevenido con palabras duras contra los falsos
maestros de Creta (1,10-16). En oposici6n a éstos, que
predican «mitos judíos» y «preceptos de hombres», el
contenido de la predicación de Tito debe ser algo que es
conforme a la sana doctrina». Pablo llama a la doctrina
del Evangelio, a la revelación pura y auténtica, la sana
dostrina 25. Esta es la expresión perfecta de la salud
espiritual y moral, ella hace surgir la vida moral sana. Por
eso, todo lo que se opone a la doctrina evangélica, es
enfermizo, contiene un germen de enfermedad y conduce
a una vida inmoral. Por consiguiente, el contenido de la
predicación de Tito sólo debe ser lo que está conforme
con el Evangelio de Jesucristo. Solamente le está
permitido sacar las palabras de su predicación de la
revelación divina auténtica (cf. lTim 6,20; 2Tim 1,14). Así
pues, todo predicador cristiano debe ceñirse en su
predicación a la «sana doctrina», a la palabra de la
revelación de Jesucristo. A él únicamente le está
permitido conservarla con cuidado y transmitirla sin
añadir ni quitar nada. Que esta palabra de la reveladón
permanece pura y auténtica en la predicación eclesiástica
lo garantiza el Espíritu Santo que Jesucristo ha enviado a
la Iglesia (cf. Jn 16,13).

El Apóstol expone detalladamente de qué forma ha de


influir la «sana doctrina» en cada uno de los estados de la
vida cristiana.
...............
25. Sobre esta expresión en las cartas pastorales, cf. 1Tm 1,10; 2Tm
4,3; Tt 1,9; cf. también 1Tm 6,3; 2Tm 1,13; Tt 2,8.
...............

b) Deberes de los ancianos (2,2-3).

2 Que los ancianos sean sobrios, graves, prudentes,


sanos en la fe, en la caridad, en la paciencia. 3 De
igual modo, observen las ancianas un porte digno,
no sean calumniadoras, ni esclavas del vino, sino
maestras del bien, ...
El Apóstol comienza con los hombres ancianos, con los
entrados en años, que con su carácter sentado y maduro
deben mostrarse y hacerse valer en todas las situaciones
difíciles de la vida por la sobriedad, la reserva y la
moderación en el uso del vino, la honradez, el
comportamiento humano y digno, la prudencia y el
dominio de sí mismo. La actitud fundamental del
cristiano: la fe, el amor y la paciencia deben aparecer de
modo especial en estos hombres.

Las mujeres ancianas deben manifestar en su actitud


interna y externa su perfecta dignidad como cristianas
maduras. Teniendo en cuenta la dignidad del prójimo
deben dominar sus lenguas y evitar toda calumnia.
Extraña la severa exhortación a moderarse en el uso del
vino. Quizá se hacía necesario debido a datos de
experiencia personal del propio Apóstol, o acaso a un
incidente especial, sobre todo teniendo en cuenta que
Creta era un país famoso por sus vinos. Ellas, mediante
su modo de vivir y mediante su ejemplo cristiano, deben
ser maestras en toda obra buena para las jóvenes; tal es
el deber de aquellas que han madurado con la
experiencia de la vida. Las instrucciones del Apóstol no
son otra cosa que la transmisión de las exigencias de
Jesús en el sermón de la montaña: «Alumbre así vuestra
luz ante los hombres, para que vean vuestras buenas
obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los
cielos» (Mt 5,16).

c) Deberes de los jóvenes (2,4-7).

4 ...para que enseñen a las jóvenes a amar a sus


maridos y a cuidar de sus hijos, 5 a ser prudentes y
honestas, hacendosas, bondadosas, sumisas a sus
maridos, a fin de que no sea difamada la palabra de
Dios. 6 Asimismo, a los jóvenes exhórtalos a ser
prudentes.

De las jóvenes exige Pablo que sean plenamente mujeres


y madres en la familia. Él presenta una imagen luminosa
de la mujer cristiana que se diversifica en su vocación de
esposa, madre y ama de casa, y que incluye en sí la
riqueza de un ser prudente, honesto y bueno. El amor a
su esposo y a sus hijos constituyen la razón de su vida.
Ella cumplirá todos sus deberes en la respetuosa
subordinación a su marido. Aunque las cualidades
indicadas no son virtudes exclusivamente cristianas, sin
embargo el Apóstol muestra cómo debe realizarse la fe
cristiana en el ámbito de la vida concreta de la mujer.
Naturalmente debe tenerse en cuenta además que Pablo
parte de la situación de la mujer de entonces, que no
puede equipararse con la actual.

Si la mujer conduce su vida de esta forma, si ofrece ante


los ojos del público pagano una auténtica imagen de la
vida cristiana, entonces jamás dará ocasión a que la
doctrina evangélica sea denigrada por los adversarios y
enemigos del cristianismo 26; entonces nunca dará
motivo a que su vida diaria, quizá dentro de un
matrimonio mixto, conduzca a su esposo pagano a un
juicio despectivo sobre el cristianismo, sino por el
contrario podrá ser ocasión de que «si algunos se
muestran rebeldes a la palabra, sin palabra alguna sean
conquistados por la conducta de las mujeres» (lPe 3,1).

La exhortación a los jóvenes es concisa y breve. Pablo


exige de ellos prudencia y dominio de sí mismo *. A su
tendencia a engolfarse imprudente y apasionadamente en
la vida y a precipitarse con frivolidad en sus peligros se
contrapone el ideal del joven cristiano que se domina a sí
mismo. Por tanto, todo miembro de la comunidad tiene el
sagrado deber de influir ejemplarmente mediante su
modo de vivir cristiano en la comunidad y a hacer
honorable la doctrina cristiana a los ojos de quienes se
hallan fuera del cristianismo: los judíos y los paganos.
...............
26. El Apóstol dirige con frecuencia a sus comunidades y discípulos
exhortaciones semejantes. Cf. 1Tm 3,12; 1Co 10,32; Col 4,5; 1Tm
5,14; Tt 2,8.10.
* La segunda de estas dos exigencias no figura en el texto que
ofrecemos, pero en el original griego la palabra que corresponde a
prudencia (sophrosyne) incluye ambos conceptos. - Nota del
traductor.
...............

d) Tito debe ser modelo (2,7-8).

7 Y tú, muéstrate, en todo, modelo de obras


buenas, de integridad en la doctrina, de gravedad,
8 de palabra sana e irreprensible, para que los
adversarios se confundan, no teniendo nada malo
que decir de nosotros.

Pablo interrumpe sus instrucciones a los diversos estados


y ahora se dirige al mismo Tito. Más importante que sus
exhortaciones y su predicación es su propio ejemplo. Por
eso debe ser modelo luminoso para toda obra buena. En
su predicación debe ofrecer la pura doctrina evangélica,
con limpias intenciones, con fines nobles. En esto debe
mostrar una digna gravedad y anunciar únicamente la
«palabra sana e irreprensible». El autor llama
nuevamente a la dostrina auténtica del Evangelio «sana
doctrina» (cf. 2,1), y ello, porque se apoya plenamente
sobre la doctrina revelada y es «irreprensible»,
inatacable. De tal forma debe Tito mostrarse ejemplar en
su vida ordinaria y en su predicación, que todo enemigo
de dentro de la comunidad, como los herejes, pero sobre
todo los de fuera de la misma comunidad, que buscan
continuamente en el cristianismo una ocasión para
discutir, se vean confundidos y obligados a enmudecer.
De nuevo alude Pablo al buen ejemplo que Tito debe dar
no solamente dentro de la comunidad sino también a los
extraños (cf. 2,5). Él debe dejar brillar su luz ante los
hombres y tener mucho cuidado de no dar jamás ocasión
de escándalo (cf. Mt 5,16; 18,7).

e) Deberes de los esclavos (2,9-10).

9 Que los esclavos estén sujetos a sus amos y les


den satisfacción sin contradecirlos; 10 que no los
defrauden, sino que les sean fieles en todo para
hacer honor a la doctrina de Dios, salvador nuestro.

Pablo se dirige aún a un último grupo de las comunidades


cristianas, a los esclavos, que con frecuencia tenían
necesidad de vivir y trabajar en un ambiente pagano y en
domicilios paganos. También ellos, a pesar de su posición
despreciada, tienen que cumplir una importante tarea. Es
digno de notarse que (como en 1Tm 6,1-2) el Apóstol
participe a su representante determinadas instrucciones
precisamente por causa de los esclavos 27. Ellos deben
hacer honor a la fe cristiana mediante su
comportamiento, su obediencia, su bondad, su fidelidad,
su lealtad y absoluta integridad en sus relaciones con sus
señores, aunque sean paganos. De este modo se
acreditan como redimidos de Dios, salvador y redentor
nuestro 28, porque él es el último fundamento para la
salvación de los hombres. «Quiso él (Dios) salvar a los
creyentes mediante la predicación de la locura» (lCor
1,21). Pablo no suprime provisionalmente la relación
jurídica vigente entonces entre señores y esclavos 29, él
no promueve ningún movimiento social, pero asigna a los
esclavos una grande e importante tarea en la comunidad:
a pesar de su despreciada posición en la vida deben ser
una gloria para la fe cristiana. ¿No es extraño que el
Apóstol hable por tres veces del buen ejemplo de los
cristianos en esta parte (2,5.8.10)? Es que la mejor
defensa de la fe cristiana es siempre una vida cristiana
auténtica, que brota espontáneamente de una fe sincera
y sirve al prójimo con el cumplimiento fiel de los deberes
y con el amor dispuesto al sacrificio.
...............
27. Sobre la preocupación por los numerosos esclavos en las
cristiandades primitivas, cf. Ef 6,5-8; Col 3,22-25; 1Co 7,21; 1Tm 6,1-
2; 1P 2,18-25.
28. Ya en el Antiguo Testamento es llamado «salvador» y
«redentor»: cf. Dt 32,15; 1S 10, 19; Jdt 9,11; Sal 24(23),5.
29. Cf. Col 3,22-25; Ef 6,5-8; 1P 2,18-25; 1Co 7,21; 1Tm 6,1-2.
...............
2. LA GRACIA DE DlOS COMO FUENTE DE ENEGIA (2/11-
15).

¿Dónde encuentran cada uno de los estados de las


comunidades cristianas de la isla de Creta el vigor para
realizar ese modo de vivir cristiano, tal como acaba de
ser descrito por el Apóstol en 2,1-10? Pablo responde: en
la gracia de Dios que ha aparecido en Jesucristo (2,11),
que impulsa a los cristianos a una vida de santidad ya en
este mundo (2,12). Esta vida es sostenida por la
esperanza en la parusía de Jesucristo (2,13). La doble
obra de la gracia de Dios es presentada como
cumplimiento de la promesa del antiguo Testamento
(2,14). Tito debe predicar esta buena nueva de la gracia
de Dios como fuente de vigor y fuerza (2,15).

a) La gracia de Dios, revelada en Jesucristo (2,11-14).

11 En efecto, la gracia de Dios salvador se ha


manifestado a todos los hombres, ...

Pablo proclama el himno de la gracia y benevolencia


divinas. En la hora determinada en el plan salvador de
Dios se ha revelado el amor y benevolencia divina infinita
e inefable, que han aparecido en Jesucristo, el unigénito
Hijo de Dios que se ha hecho hombre. Él es esta
benevolencia y amor divinos en su persona divina. En él
ofrece Dios a todos los hombres, sin excepción alguna, la
salvación. «Porque tanto amó Dios al mundo, que entregó
a su Hijo único, para que todo el que cree en él, no
perezca, sino que tenga vida eterna» (Jn 3, 16). Ésta es
la salud que deben alcanzar todos los hombres: la
liberación de la muerte eterna, la posesión de la vida
eterna. La benevolencia divina no conoce límites. Dios
ofrece la salud en Jesucristo a todos los hombres sin
distinción de personas, de situación social o de raza.

Este amor de Dios es incomprensible y, al mismo tiempo,


definitivo para el tiempo y la eternidad; sin embargo,
obliga al hombre a una decisión clara, sea que se abra o
que se cierre a esta llamada amorosa de Dios.

12 ...y por ella aprendemos a renunciar a la


impiedad y los deseos mundanos, y a vivir en este
mundo sobria, justa y piadosamente, ...

El Apóstol describe la actividad impulsora de la gracia de


Dios manifestada en Jesucristo. Esta se muestra en
primer lugar de una manera negativa, en cuanto conduce
a los cristianos a una ruptura radical con una vida de
«impiedad» y de placeres mundanos. El bautismo
cristiano, en efecto, significa el fin de una vida del
hombre que se hallaba anclada en el pecado y en los
placeres terrenos (cf. lJn 2,16). «Por el bautismo hemos
sido sepultados con él en su muerte, a fin de que, como
Cristo resucitó de la muerte para la gloria del Padre, así
caminemos en novedad de vida» (Rom 6,4). Así pues, lo
que ha surgido mediante el bautismo lo continúa la gracia
divina, al darnos fuerza suficiente para una vida cristiana
nueva, que se deja ver en tres aspectos. Con respecta al
propió yo es una vida de prudencia y de disciplina, con
miras al prójimo es una vida de honradez, con respecto a
Dios es una vida de piedad. El hombre, sólo con sus
propias fuerzas, es incapaz de llevar una vida semejante,
lo podrá realizar por la fuerza de la gracia de Dios, que
únicamente le proporciona la aptitud para ello. La
conciencia de estar sustentado por esta fuerza de la
gracia de Dios, permite al Apóstol decir confiadamente:
«Todo lo puedo en aquel que me conforta» (Flp 4,13).

13 ...con la bienaventurada esperanza en la


manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y
salvador, Jesucristo,...

Pero el cristiano no encuentra en el mundo actual la meta


definitiva de su vida, vive en esperanza, su vida está
sustentada por la esperanza en la venida del Señor. Así
pues, aguarda la consumación de la salud venidera, y la
plenitud de la salvación. Unida a la fe y al amor, esta
esperanza constituye una estructura fundamental de toda
vida cristiana (cf. lCor 13,13); los cristianos perseveran
en la «esperanza en Jesucristo nuestro Señor» (lTes 1,3).
Esta esperanza viene a ser para los cristianos «un ancla
firme y segura, ... que va penetrando hasta detrás del
velo» (Heb 6, 19), el ancla que el cristiano arroja en los
abismos del cielo.

El gran día hacia el cual dirige sus miradas el cristiano


apoyado en la «bienaventurada esperanza», es aquel en
que nuestro gran Dios y salvador Jesucristo venga del
cielo con el resplandor de su refulgente y poderosa
majestad y reciba a los suyos en su reino, el día de la
parusía. El Señor glorificado a cuya venida en regio
esplendor el Apóstol dirige su mirada, es designado aquí
no sólo como «nuestro salvador», «nuestro redentor»,
sino también como «nuestro gran Dios». El Apóstol alude
continuamente en sus cartas a la esperanza como pilar
básico de la vida cristiana 30. ¿Acaso no tiene vigencia
para el cristiano actual, que tan fácilmente se dispone a
instalarse en este mundo, que tan fácilmente se olvida de
que su verdadera patria está en «los cielos», es decir, en
Dios mismo (Flp 3,20), la exhortación de la carta a los
Hebreos: «Mantengamos firmes la profesión de la
esperanza»? (Heb 10,23).
...............
30. Cf. 1Co 13,13; Ga 5,5; Ef 1,15-18; 3,2; Col 1,4s; 1Ts 1,3; 5,8; 1Tm
3,13; 2Tm 2,12; Hb 3,6; 4,16; 6,18-20; 96,15-28; 10,22-24; 11,1.
...............

14 ...que se entregó por nosotros para rescatarnos


de toda iniquidad y para purificarnos y hacer de
nosotros un pueblo que fuese posesión suya y
celador de obras buenas.

Jesucristo se presenta como salvador y redentor de todos


los hombres mediante su entrega a la muerte. «En esto
precisamente nos ha mostrado Dios su amor, en que
Cristo ha muerto por nosotros cuando aún éramos
pecadores» (Rom 5,8). Él entregó su vida como sacrificio
expiatorio vicario por toda la humanidad que estaba
desahuciada. «Pues el Hijo del hombre no ha venido a ser
servido, sino a servir y a dar su vida para redención de
muchos» (Mc 10,45). De este modo Jesucristo realizó la
obra de la redención y con ello nos libró «de toda
iniquidad», del pecado que tenía aprisionada a la
humanidad con su poder tiránico.

Mediante esta redención los cristianos se convirtieron en


posesión suya, el pueblo de Dios de la nueva alianza. Con
las palabras con que es designado en el Antiguo
Testamento como propiedad de Dios el pueblo israelita,
que escogido por Yahveh, con misericordia, amor y
fidelidad, como pueblo de su alianza, fue llamado y
purificado3l, los cristianos son presentados como el
pueblo de Dios de la nueva alianza moralmente
purificado, como la Iglesia santa, de la que ha tomado
posesión Cristo, con amor profundo, considerándola como
«una virgen santa e intachable», «sin mancha, sin arruga
o cosa parecida» (cf. Ef 5,25-27). De esta forma
liberados de todos los pecados, purificados y santificados
en Cristo como su pueblo, los cristianos deben hacer
visible su vocación y su gran dignidad mediante buenas
obras. ¿Acaso no debía el mundo experimentar y captar
en la nueva vida de los cristianos, fruto de la mediación
de Cristo, que la gracia de Dios ofrece la redención a
todos los hombres? ¿Acaso no había de conocer que
únicamente la gracia de Dios es la fuente de toda fuerza
para la nueva vida?
...............
31.Cf. Ex 19,5; Dt 7,6; 14,2; 26,18.
...............

b) Orden de predicar, dirigida a Tito (2,15).

15 Así es como has de enseñar, exhortar y


reprender con plena autoridad. Que nadie te
menosprecie.
Este mensaje de la gracia de Dios, que se ha revelado y
hecho patente en Jesucristo, que es la fuente de toda
fuerza para la vida cristiana, debe ser el contenido de la
predicación de Tito. ¡Qué opuesta a la doctrina de
aquellos «charlatanes y embaucadores» (1,10), que
predican «mitos judíos» y «preceptos de hombres»
(1,14), que «llevados del desco de torpe ganancia»
«trastornan familias enteras» (1,11)! Tito debe
entregarse a esta tarea no temerosa y tímidamente, sino
con toda decisión.

¿Pero, qué es lo que significa la exhortación última: «Que


nadie te menosprecie»? ¿Se halla Tito todavía en una
edad juvenil (cf. 2,7), a semejanza de Timoteo (cf. lTim
4,12)? ¿Es que acaso se han ofrecido ciertas dificultades
para su oficio de dirigente de la comunidad a causa de su
corta edad? Es evidente que no se reciben con agrado las
prescripciones y consejos provenientes de un joven. A
ello se añade que, generalmente, al frente de las
comunidades cristianas se encuentran ancianos. ¿O es
que Tito era un hombre en algún modo torpe y
desordenado? Poco sabemos de la vida de Tito para poder
llegar a una certidumbre sobre esto. Pablo, con esta carta
y su exhortación, con su gran personalidad y autoridad
«como Apóstol de Jesucristo», apoya a su discípulo y
representante, y muestra que el contenido del mensaje
cristiano y su poder absoluto no recibe menoscabo en
modo alguno, por la persona del predicador, ni por su
juventud. Jesús había dicho a sus discípulos: «Quien a
vosotros escucha, a mí me escucha; quien a vosotros
desprecia a mí me desprecia; pero quien me desprecia a
mí, desprecia a aquel que me envió» (Lc 10,16).
CAPÍTULO 3

3. DEBERES RESPECTO A LA AUTORIDAD Y AL PROJIMO


(3/01-02) .

El Apóstol, después de la interrupción en que se refiere a


la gracia de Dios como fuente de energía (2,11-15),
vuelve de nuevo a las instrucciones que había dado en
1,1-10 para cada una de las categorías de cristianos, y
expone los deberes para con la autoridad (3,1) y el
prójimo (3,2).

a) Sumisión a la autoridad (3,1).

1 Recuérdales que vivan sumisos a los magistrados


y a las autoridades; que obedezcan, que estén
dispuestos para toda obra buena, ...

En sus instrucciones para la ordenación de la vida


cristiana se refiere finalmente el Apóstol a los deberes
para con la autoridad. Según resulta del texto de la
instrucción («recuérdales»), la cuestión de la relación de
las comunidades cristianas de la isla de Creta con la
autoridad pagana ya antes había sido objeto de
exhortación y de consejo. ¿Será suficiente al autor hacer
ahora sólo indicaciones concisas? Pablo pide a Tito que
recuerde a los cristianos sus deberes con respecto a la
autoridad, que interesan a todos. Como cristianos, los
cretenses deben también sumisión y obediencia a la
autoridad pagana. En la carta a los Romanos ha expuesto
ya los principios de la obediencia: «Todos están
sometidos a las autoridades superiores. Porque no hay
autoridad que no provenga de Dios y cuantas existen han
sido establecidas por Dios. De modo que quien
desobedece a las autoridades, desobedece a la
ordenación de Dios. Por consiguiente, los que tal hacen
ellos mismos se acarrean la condenación» (Rom 13,1-2).
Por tanto, ve Pablo detrás del poder civil al mismo Dios,
creador de la sociedad humana. Por eso la obediencia al
Estado y a sus príncipes, en definitiva, es obediencia a
Dios. Pablo se afirma en esta toma de posición, aunque
Nerón era entonces el emperador. Por eso en la carta
primera a Timoteo ordenaba además oraciones «por los
reyes y por todos los que están en la cumbre» (lTim 2,2).
La orden de someterse y obedecer dada por el Apóstol
tiene también vigencia cuando se trata de una autoridad
no cristiana 32. ¿Se apoya acaso esta exhortación en
que, por lo que sabemos, precisamente en esta isla las
perturbaciones de la paz eran muy frecuentes? (cf. 1.12).

Otro deber de los cristianos es estar dispuestos para toda


obra buena, la cooperación voluntaria al bien común. Tal
colaboración no es otra cosa que el cumplimiento del
precepto del amor al prójimo, que no debe conocer
límites ni fronteras y que nunca puede cesar ante el
enemigo (cf. Mt 5,38-48).
...............
32. Nada se dice en este lugar sobre la legitimidad o ilegitimidad de la
autoridad, como sucede en la mayor pane de los lugares en que Pablo
habla de esta materia, sobre todo en Rom 13. Por las circunstancias
concretas de los tiempos antiguos y ante todo por el concepto
tradicional judío sobre la autoridad civil se entiende fácilmente que
nunca haya sido expuesta expresamente esta cuestión, sino que
únicamente se hayan puesto los fundamentos en orden a subrayar la
soberanía absoluta de Dios y su correspondiente poder universal. Una
exposición completa de las opiniones de la Sagrada Escritura sobre la
relación con el Estado conducirá a conceptos diferenciados. En todo
caso de ninguna manera se puede deducir de este lugar la legitimidad
de un gobierno ilegal, tal como se dio por ejemplo en la epoca nazista,
en orden a obligar a los cristianos a una obediencia incondicional.
(Sobre esta cuestión cf. también B. SCHWANK, Primera carta de san
Pedro, comentario a 2,13-14.
...............

b) Actitud ante el prójimo (3,2).

2 ...que a nadie difamen, que no sean


pendencieros; que sean afables y muestren para
con todos los hombres una perfecta mansedumbre.
Los cristianos viven en las comunidades cristianas de
Creta en medio de la población pagana. Es posible que en
este ambiente los cristianos en particular sean
perseguidos con calumnias, burlas y ofensas personales,
sin embargo el verdadero cristiano debe mostrarse
siempre como discípulo de Jesús aun en medio de estas
difíciles circunstancias. Debe mostrar siempre una
paciencia indulgente y un amor sacrificado, no debe
vengar el mal con el mal, sino vencer el mal con el bien
(cf. Rom 12,20s). Lo que Pablo escribe de sí mismo y sus
colaboradores a la comunidad de Corinto tiene vigor para
los cristianos de la isla de Creta: «Nos maldicen y
bendecimos; padecemos persecución y la soportamos;
nos calumnian y respondemos con persuasiones» (lCor
4,12-13).

4. REFERENCIA A LA REGENERACION EXPERIMENTADA


(3/03-08).

a) Vida anterior a la conversión (3,3).

3 Porque también nosotros fuimos en algún tiempo


insensatos, desobedientes, extraviados, esclavos
de diversas pasiones y deleites, y pasábamos
nuestra vida entre malignidad y envidia, odiados y
odiándonos los unos a los otros.

El Apóstol ha exigido en el versículo precedente (3,2) a


los cristianos una pacienda indulgente, y un amor
dispuesto al sacrificio en sus relaciones con sus
conciudadanos gentiles. La razón de tal indulgencia y
buenos sentimientos con respecto a sus conciudadanos
paganos de los cuales sufren a menudo injusticias, debe
apoyarse en el humilde conocimiento de sí mismo. Los
cristianos no deben olvidar que todavía no hace mucho
tiempo no eran distintos de sus conciudadanos. Pablo
describe con rasgos concisos su situación de irredentos
antes de la conversión al cristianismo. A semejanza de
como lo hace en muchos lugares de otras cartas 33
describe Pablo la vida de los que eran paganos en otro
tiempo, partiendo de su experiencia y de su conocimiento
de Cristo en una confrontación vigorosamente típica. A
pesar de su pertenencia a Israel, el pueblo de la alianza,
se incluye Pablo entre los cretenses y todos los hombres.
Antes de sus conversión, los cristianos eran «insensatos»,
se hallaban en un completo desconocimiento de Dios y las
cosas divinas. «Y como no procuraron conocer a Dios,
Dios los entregó a su réprobo sentir» (Rom 1,28).
Estaban a oscuras en su conocimiento, alejados de la vida
de Dios, a consecuencia de «la ignorancia que hay en
ellos, a causa del endurecimiento de su corazón» (Ef
4,18). Eran «desobedientes», llenos de resistencias con
respecto a la voluntad de Dios y sus mandamientos, de
tal forma que se alejaban cada vez más de la verdad de
Dios y caminaban por el error. Se habían convertido en
esclavos de sus pasiones; pues «Dios los había entregado
a sus pasiones vergonzosas» (Rom 1, 26). Ellos seguían
«los deseos de la carne» y cumplían «la voluntad de ella»
y eran «por naturaleza hijos de ira como los demás» (Ef
2,3). En su vida dominaba el egoísmo más craso, que se
manifestaba en la malignidad y en la envidia. La
desunión, las luchas y el odio mutuos caracterizaban su
vida cotidiana. Iluminado por la luz de la gracia de Cristo,
el Apóstol contempla las terribles tinieblas que envolvían
la vida antes de la redención de Jesucristo. Los cristianos
no deben olvidar este pasado.
...............
33. Cf. Rm 1, 18-32; 2,1-29; 5,12-14; 6,17-23; 1Co 6,9-11; Ef 2,1-
3.11s; Flp 2,15; Col 1,13-21s; 2,13; 3,57; 1Ts 1,9; 4,5.
...............

b) La salvacion mediante la regeneración (3,4-6).

4 Pero cuando apareció la bondad de Dios, nuestro


salvador, y su amor por los hombres, 5 no nos salvó
por las obras justas que hubiésemos realizado
nosotros, sino según su misericordia, por el baño
regenerador y renovador del Espíritu Santo, 6 que
él derramó copiosamente sobre nosotros por
Jesucristo, nuestro salvador, ...
En la hora que Dios había determinado en su plan
salvífico, cambió para la humanidad el curso dc la historia
de los hombres 34. La gran obra de Dios irrumpió con el
nacimiento de Jesucristo y se completó en su muerto de
cruz. En Jesucristo, Hijo de Dios hecho hombre, aparecía
la bondad y el amor de Dios por los hombres. Con
palabras solemnes que han sido tomadas de las fórmulas
de expresión del estilo áulico de otro tiempo son
personificados dos atributos de Dios que se manifiestan
en la encarnación de Jesucristo y que resplandecen como
una luz en medio de las tinieblas. Se trata de la
incomprensible «bondad» de Dios, que sale al encuentro
del hombre pecador, no como juez y vengador, sino como
Dios bondadoso y compasivo. Se trata del «amor» de
Dios «por los hombres», quien a pesar de su absoluta
distancia con relación a los hombres desciende
amablemente hasta su criatura. ¡Qué sublime imagen de
Dios describe el Apóstol con estas palabras! Con el
nacimiento y la muerte en cruz de Jesucristo se da ese
cambio en la historia de la humanidad, que implica
también la gran transformación de cada uno de los
hombres. Si el cristiano, con una fe verdadera y
auténtica, se adhiere a esta bondad de Dios hecha carne
y a este amor por los hombres, es decir a Jesucristo, si se
entrega con toda su persona al Dios encarnado, entonces
Dios lo libera de la corrupción eterna mediante un baño
de regeneración, el bautismo de agua. La palabra
«regeneración», tomada del judaísmo helenista de
entonces, es traspasada al bautismo cristiano, porque
éste hace del hombre una «nueva creación». «Lo viejo ya
pasó y ha empezado lo nuevo» (2Cor 5,17). Mediante el
bautismo se introduce en el alma del hombre el germen
de una vida nueva sobrenatural y comienza para los
hombres una vida más noble.

El bautismo es aquel nacer de Dios (Jn 1,12s), aquel


«nacimiento de arriba» (Jn 3,3), el «nacimiento de agua
y de Espíritu» (Jn 3,5). Con «el baño regenerador» está
unida la renovación del Espíritu Santo «que él derramó
copiosamente sobre nosotros por Jesucristo, nuestro
salvador». Con la concesión de este don del Espiritu se
cumple la profecía del profeta Joel: «Después de esto
derramaré mi espíritu sobre toda carne» (Jl 3, 1-5). Así
pues, el hombre, en su naturaleza dominada por el
pecado y las pasiones, es creado de nuevo al recibir el
bautismo mediante el don del Espíritu de Dios, y es
equipado con nuevas fuerzas para realizar una vida del
espíritu y de la gracia, de forma que realmente es una
«nueva creación».

Regeneración y renovación significan aptitud nueva,


adquirida con la transformación de la vida precedente.
Constituyen un acontecimiento en el cual el hombre,
mediante la acción creadora de Dios, es elevado y
equipado para una vida nueva. Aunque ya con estos dos
conceptos se excluye toda obra humana en este nuevo
comienzo de la vida, sin embargo esto mismo se subraya
con toda decisión y este pensamiento fundamental de la
predicación paulina se hace resaltar fuertemente, cuando
se dice que ello sucedió «no por las obras justas que
hubiésemos realizado nosotros, sino según su
misericordia». Toda obra humana o mérito son excluidos
radicalmente, únicamente la «misericordia» de Dios ha
salvado a los cristianos. Es Dios uno y trino, el Padre, el
Hijo y el Espíritu Santo, quien ha realizado esta
regeneración en los hombres mediante el bautismo; él ha
sido quien les ha perdonado y les ha elevado a una vida
nueva, más sublime. El Apóstol hace recordar a cada uno
de los cristianos de las nuevas comunidades aquella
rotura y aquel cambio en su vida que se introdujo
mediante la recepción del bautismo cristiano. Hacía poco
tiempo que habían experimentado, por primera vez,
aquel cambio.

¿Acaso no se ha abandonado y desvanecido casi


totalmente el significado del bautismo cristiano en la vida
cristiana de nuestro tiempo? En nuestra vida de cada día,
¿somos plenamente conscientes de la realidad y de la
trascendencia de la regeneración y de la renovación del
Espíritu Santo?
...............
34. ¿Han sido tomados acaso estos versículos (3,4-7) de un himno
primitivo cristiano sobre la gracia del bautismo según lo deja
sospechar el comienzo de 3,8? ¿O es que 3,5a es una añadidura
posterior a este himno para hacer resaltar especialmente un
pensamiento fundamental de la predicación paulina?
...............

c) Los cristianos, herederos de la vida eterna (3,7).

7 ...a fin de que, justificados por su gracia, seamos


herederos, según nuestra esperanza, de una vida
eterna.

Nuevamente alude el Apóstol a un pensamiento


fundamental de su predicación para que se excluya toda
gloria humana: nosotros hemos sido justificados y hemos
recibido la nueva vida sobrenatural «por su gracia», por
pura benevolencia suya. Por tanto el cristiano lo debe
todo al amor incomprensible de Dios. Por eso le conviene
la exhortación de Pablo: «¿Qué tienes tú que no hayas
recibido? Y, si lo has recibido, ¿por qué te glorías, como si
no lo hubieras recibido?» (lCor 4,7). Juntamente con el
nuevo nacimiento a una nueva vida reciben los cristianos
además un don salvífico todavía más grande: son
herederos de la vida eterna, que esperan. Mediante «el
baño regenerador y renovador del Espíritu Santo» los
cristianos reciben la filiación. Pero como los cristianos son
ya ahora hijos, «Dios envió a nuestros corazones el
Espíritu de su Hijo, que clama: Abba!, ¡Padre!... y si eres
hijo, eres también heredero por voluntad de Dios» (cf.
Gál 4,5-7). Es cierto que los cristianos no poseen todavía
la vida eterna en su plenitud. Pero mientras llega el fin de
los tiempos su vida está sustentada sobre la
inquebrantable esperanza de esta plenitud de vida, que
es la meta de la vida cristiana. Porque con el Espíritu
Santo han recibido en el bautismo la garantía de esta
vida divina 35, de forma que pueden esperar con
absoluta confianza el fallo absolutorio de Dios en el juicio
y la participación en la vida eterna.

d) Compromiso para una vida cristiana (3,8).

8 He aquí una afirmación digna de crédito y quiero


que la afirmes con tesón: que quienes han creído
en Dios se comprometan a ejercitarse en obras
buenas. Esto es bueno y provechoso para los
hombres.

Con una fórmula que aparece con frecuencia en las cartas


pastorales 36, se hace resaltar de nuevo la verdad de la
doctrina que ha sido presentada en el precedente
fragmento (3,4-7). Con toda decisión es invitado Tito a
penetrar y a predicar el mensaje de la obra salvadora de
Dios, muy principalmente a la vista de los herejes que
actúan en la comunidad como «charlatanes y
embaucadores», ponen en peligro la fe, y «trastornan
familias enteras, enseñando lo que no se debe» (1,10).
Mediante esta predicación de la regeneración y
renovación del Espíritu Santo, los fieles cristianos deben
ser informados de que este don salvador que han
recibido, significa para los cristianos, a un mismo tiempo,
una obligación moral y un compromiso. Ellos deben
conservar, desarrollar y llevar a la práctica, en un modo
de vivir cristiano auténtico, la nueva vida divina que Dios
les ha regalado en medio del mundo pagano en que
viven. Una fe verdadera debe fecundar las fuerzas
morales y mostrarse en la conducta de la vida, una fe
cristiana debe actualizarse con amor en la vida diaria (cf.
Gál. 5,6). El agradecimiento por el don salvador recibido
en el bautismo es lo que capacita al cristiano para la
posición exacta con respecto al prójimo y le habilita para
una verdadera vida activa. En las comunidades cristianas
donde domina tal sentimiento, donde reina una
capacitación tal para una auténtica vida cristiana, allí está
lo bueno y lo provechoso para la salud de los cristianos.
Pero todo aquello que anuncian los herejes es inútil para
la salvación de los hombres y sin resultado para la vida
eterna. Un nuevo aviso ante estos herejes cierra el texto
de la carta propiamente dicha.
...............
35. Cf. 2Co 1,22; 5,5; Ef 1,14.
36. Cf. 1Tm 1,15; 3,1; 4,9; 2Tm 2,11; Tt 3,8; esta fórmula deja
sospechar que en 3,4-7 es citado un himno bautismal cristiano; cf.
nota 34.
...............

5. NUEVA ADVERTENCIA SOBRE LOS HEREJES (3/09-11).

a) Evítense las disputas y las discusiones sobre la ley


(3,9).

9 Evita las cuestiones necias, las genealogías, las


disputas y los debates sobre la ley, porque son
cosas inútiles y vanas.

A semejanza de la primera parte (1,1-10) de la carta a


Tito, así también la segunda concluye con una
observación sobre los herejes. De nuevo se alude
brevemente, como en otros lugares de las cartas
pastorales 37, a la predicadón de estos falsos maestros.
Se trata de «cuestiones necias», de narraciones
fantásticas y especulaciones sobre genealogías, sobre
disputas y debates en torno a la ley del Antiguo
Testamento, referentes sobre todo a las prescripciones
sobre la pureza legal y el uso de ciertos alimentos. El
apostol no se detiene a describir estos errores,
únicamente da una clara y breve indicación: evítalos. Y
da el motivo para obrar así: «lo bueno y provechoso para
los hombres» (3,8) es una auténtica vida cristiana que se
manifiesta en las obras buenas, pero aquellas doctrinas
son inútiles, más aún nocivas en orden a este fin. Así
coma una auténtica vida cristiana es algo «bueno para los
hombres» (3,8), porque conduce a la vida eterna, aquella
clase de doctrina es inútil. Es característico en las cartas
pastorales que Pablo, cuando pone en guardia a Timoteo
o a Tito ante los herejes, les ordena únicamente con
pocas palabras que rechacen sin más las falsas doctrinas.
Jamás les permite un acercamiento a esas falsas
doctrinas 38. Nunca tiene lugar una confrontación desde
el punto de vita teológico con estos conceptos e ideas.
Por el contrario, si observamos otras cartas paulinas,
como las dirigidas a los Romanos o a los Gálatas, o
también numerosos capítulos de la segunda carta a los
Corintios, o la primera y segunda a los Tesalonicenses, y
aun la carta a los Efesios o a los Colosenses, encontramos
allí una actitud completamente distinta del Apóstol, que
con frecuencia se detiene en una amplia y sagaz
exposición de los errores de sus enemigos. ¿Es que
Timoteo y Tito no estaban preparados para estas
controversias, puesto que Pablo sencillamente se las
prohíbe? ¿O sabe por experiencia que tales discusiones
son completamente inútiles y traen nuevos peligros para
la doctrina de la fe, propuesta ya como norma firme, fe
que estaba seriamente amenazada en las comunidades
de Creta recientemente fundadas?
...............
37.Cf. 1Tm 1,3-7; 4,1-11; 6,3-19; 2Tm 2,14.16-18.
38.Cf. 1Tm 4,7; 6,11.14.20; 2Tm 2,16.23; 3,14, cf.4,4; Tt 3,9s.
...............

b) Comportamiento con los herejes (3,10-11).

10 Al hereje, amonéstalo una y otra vez, y después


recházalo, 11 considerando que un hombre así está
pervertido y peca, y él mismo se condena.

Como conclusión da el Apóstol a su representante una


importante instrucción sobre el modo práctico de
comportarse con los herejes. Estos son un peligro para la
fe y se han convertido en una amenaza para la existencia
de las comunidades cristianas. De aquí la severa e
implacable orden del Apóstol. A estos falsos maestros
debe corregírselos una y otra vez. En la segunda carta a
Timoteo Pablo le ordena que corrija con mansedumbre a
los adversarios, «por si acaso Dios les concede el
arrepentimiento y reconocen la verdad» (2Tim 2,25). De
lo que podemos concluir que también Tito debe poner en
esta corrección mansedumbre, pero al mismo tiempo y en
su día debe poner decisión. ¿Debemos quizás proponer la
amonestación del hermano equivocado de tal forma que,
como se describe en Mateo 18,15-16, la primera
exhortación deba hacerse ante cuatro testigos, en la
segunda sin embargo haya que pensarse en uno o dos
solamente? Mas, si las amonestaciones son inútiles e
infructuosas y el falso maestro persevera en la
desobediencia, se muestra rebelde contra toda
exhortación, y se cierra a toda posible inteligencia,
entonces Tito debe romper las relaciones con el hereje.
La orden enérgica suena de esta manera: ¡Recházalo!
¿Debemos considerar esta ruptura de relaciones con el
hereje, de forma que éste sea excluido de la comunidad
en las asambleas comunitarias (cf. lTim 5,20; Mt 18,17)?
Tito debe poner en práctica una disciplina rígida, cuando
se trata de la conservación y seguridad de la fe en la
comunidad. Esta fe es el bien precioso que el Apóstol le
ha confiado para conservarlo puro y auténtico, para
protegerlo y para transmitir este valioso legado. Cuando
este bien de la fe es puesto en peligro por un falso
maestro, entonces únicamente sirve una separación
decisiva. Esta orden no es otra cosa sino el eco de la
radical exhortación de Jesús: «Si tu mano o tu pie es
para ti ocasión de pecado, córtatelo y arrójalo lejos de
ti... Y si tu ojo es para ti ocasión de pecado, sácatelo y
arrójalo lejos de ti» (Mt 18,8s).

No es Tito quien ha dado el fallo de condenación sobre el


hereje. Él abandona únicamente a este hombre a la
condenación que el propio hereje pronunciia contra sí
mismo en su interior. Cuando ha sido amonestado y a
pesar de todo sigue pecando y se aferra a su falsa
doctrina, cuando, en su rebeldía, persevera
pertinazmente contra un mayor conocimiento y la
conciencia, entonces da señales de que «está
pervertido». Se condena en su propia conciencia y con
ello se aparta de la comunidad de sus hermanos y
hermanas.
CONCLUSION DE LA CARTA 3/12-15

Pablo ha expuesto en su carta las dos preocupaciones que


tenía en su corazón: la ordenación de la vida cristiana en
la isla de Creta (1,5-9; 2,1-3,7) y la impugnación de los
herejes (1,1S16; 3,8-11). Como en otras cartas 39,
añade aquí también algunas instrucciones (3,12-14),
ofrece sus saludos (3,15a) y concluye con una bendición
(3,15b).
...............
39.Cf. Rm 16,1-27; 1Co 16,1-24; 2Co 13,11-13; Ef 6,21-24; Flp 4,21-
26; Col 4,7-18; 1Ts 5,26-28; 2Ts 3,17.
...............

1. INSTRUCCIONES PERSONALES (3,12-14).

12 Una vez que yo hubiere enviado junto a ti a


Artemas o a Tíquica, haz la posible por venir pronto
a verme en Nicópolis, porque tengo el propósito de
pasar allí el invierno.

La primera indicación se refiere al propio Tito. Pablo va a


enviar a Creta dentro de un tiempo razonable a uno de
sus colaboradores, a Artemas o a Tíquico, para que releve
a Tito en su puesto y le entregue la dirección de la Iglesia
en la isla de Creta. Mientras de Artemas sólo sabemos lo
que en esta carta se dice, Tíquico es mencionado como
compañero del Apóstol cuando éste, en su tercer viaje
misional, regresó de Macedonia al Asia Menor (Act 20,4).
Procede del Asia Menor, es portador de la carta a los
Colosenses (Col 4,7) y a los Efesios (Ef 6, 21), y debe
informar desde su punto de vista personal a los
destinatarios de ambas cartas sobre la situación en que
se encuentra el prisionero Pablo (Ef 6,21s; Col 4,7-9).
Este le estima sobremanera, y lo llama «hermano
querido, servidor fiel y consiervo en el Señor» (Col 4,7).
En la segunda carta a Timoteo informa el Apóstol de que
le ha enviado a Éfeso (2Tim 4,12). Algunos suponen que
este «servidor fiel» no solamente fue cornpañero del
Apóstol, sino que también le sirvió como secretario.
Después de la llegada de su sucesor el propio Tito debe
dirigirse «pronto» a Nicópolis, donde el Apósto1 piensa
permanecer durante el invierno. Se trata sin duda de la
ciudad situada en el Epiro, que en memoria de la
victoriosa batalla de Augusto junto a Accio (31 a.C.)
recibió este nombre y que se había desarrollado hasta
convertirse en centro de la vida cultural helenística. La
elección de este lugar, situado junto al mar Adriático,
¿permite sospechar quizá que Pablo pensaba dirigirse
nuevamente hacia Oriente? Así pues, Tito deberá
abandonar dentro de un espacio de tiempo razonable las
comunidades cristianas de la isla de Creta. Pero aunque
tenga presente este cambio, debe llevar adelante su
tarea apostólica con toda energía hasta el último
momento de su actividad. Aun ahora que sabe que va a
ser relevado en su oficio debe predicar «lo que es
conforme con la sana doctrina» (2,1), debe mostrarse
como «modelo en obras buenas» (2,7b), de «exhortar y
reprender con toda decisión» (2,15) y dar testimonio del
Evangelio de Jesucristo. Así pues, debe cumplir fielmente
sus obligaciones hasta última hora, puesto que de los
«servidores de Cristo y administradores de los misterios
de Dios» se exige «que sean fieles» (lCor 4,1s).

13 A Zenas, el jurisconsulto, y a Apolo mira de


proveerlos solícitamente de forma que no les falte
nada, 14 y que los nuestros aprendan a ejercitarse
en obras buenas para atender a las apremiantes
necesidades y que no sean hombres infructuosos.

Un segundo encargo: Pablo encomienda a los cuidados de


Tito a dos hombres, a Apolo y a Zenas, que
probablemente son portadores de la carta, y que se
puede suponer que pasando por Creta se dirigen a
Alejandría, la patria de Apolo (Act 18,24). De Zenas, a
quien llama «jurisconsulto», quizá porque antes fue
escriba judío o porque, como jurisconsulto romano,
ejercía todavía esta actividad, no tenemos la menor
noticia en los restantes escritos del Nuevo Testamento.
Por el contrario, Apolo es conocido como un judío docto
en filosofía y orador muy inteligente por su actividad en
Éfeso (Act 18, 24-26) y en Corinto 40. Con el fin de
asegurar los medios necesarios para su ulterior viaje y el
equipo de ambos maestros cristianos Tito debe tratar con
todo esmero de que «no les falte nada». Para ello debe
apelar a la beneficencia de la comunidad cristiana. Los
cristianos de Creta, con su sentido de sacrificio, no deben
dejarse superar por los judíos y paganos que apoyan con
entusiasmo a sus predicadores ambulantes. Así pues,
deben mostrarles su amor eficiente, y si es necesario
ofrecerles su ayuda.

Este amor operante debe ser el fruto de su verdadera


vida cristiana. Sorprende que en la parte central de las
cartas pastorales se insista tanto en las buenas obras 41:
se exhorta a Tito a educar a las nuevas comunidades en
la práctica eficiente de la caridad. Es cierto que la
exigencia de las «obras buenas», que no es lícito
equiparar con la justicia por las obras, no falta en las
cartas más antiguas de Pablo 42. Pero el hecho de que en
las cartas pastorales se fije de una manera especial la
atención en esto, se explica por el fin práctico de estas
cartas. Mediante estas «obras buenas» debe manifestarse
la fuerza de la nueva vida que actúa en los cristianos (cf.
2Tim 3,17), y hacerse visible la gracia de Dios salvadora
y adyuvante en la vida diaria de los cristianos. La
verdadera fe cristiana debe actuarse en la caridad (Gál
5,6).
...............
40.1Co 1,12; 3,4-6.22; 4,6; 16,12.
41.Cf. 1Tm 2,10; 5,10; 6,18; 2Tm 2,21; 3,17; Tt 2,14; 3,8.
42.Cf. 2Ts 2,17; 2Co 9,8; Rm 2,7; 13,3; Col 1,10; Ef 2,10.
...............

2. SALUDOS; Y BENDICION (3,15).

15 Todos los que están conmigo te saludan. Saluda


a nuestros amigos en la fe. La gracia sea con todos
vosotros.
Concisos y breves son los saludos que Pablo coloca al
final de su carta. Sin nombrar a nadie, como lo ha hecho
en otras muchas ocasiones43, los compañeros de Pablo
saludan a Tito y a las comunidades de Creta. Tito debe
transmitir los saludos a todos los cristianos, que están
unidos con el Apóstol mediante los lazos de la fe y del
amor. En realidad todos los cristianos son hermanos y
hermanas en un único Señor, Jesucristo. A todos debe
abrazar el vínculo de la hermandad en la fe y en el amor,
«uno solo es vuestro maestro, mientras que todos
vosotros sois hermanos» (Mt 23,8).

La bendición escrita por mano del autor va dirigida a Tito


y a todos los cristianos de Creta. Las comunidades
cristianas recientemente fundadas están presentes de
continuo ante la consideración del Apóstol en la
exposición de su carta. Para ellos vale su más seria
preocupación de que se mantengan inquebrantablemente
en el don de la fe, que se les ha confiado 44, y de que se
libren de ser víctimas de la agitación clandestina de los
herejes mediante una verdadera vida cristiana. Así la
bendición que va dirigida a Tito vale también para ellos.
Les desea lo mejor que puede desear un cristiano, la
«gracia», la gracia de Dios, por la que hemos sido
salvados y que se manifestará públicamente en los
«siglos venideros» (cf. Ef 2,5-7) en el reino de los cielos.
...............
43.Cf. Rm 16,1-16; 1Co 16,9; Col 4,10-15; 2Tm 4,19-21; Flm 2,3s.
44.1Tm 6,20; 2Tm 1,14.
2.- Tt 1, 1-9

2-1.

Tito era un discípulo de san Pablo, que recibió el


encargo de ser responsable de la comunidad de Creta,
la gran isla del Mediterráneo. Misión difícil en una época
en la que la Iglesia se organiza e inventa sus
estructuras esenciales.

-Yo Pablo, siervo de Dios...

Su único titulo humano: servidor...

Me dejo llevar por esta sencilla imagen. ¿Qué


representa para mí? Humildad, competencia, desvelo,
estar a la escucha...

-Apóstol de Jesucristo...

Apóstol significa «enviado».

Es también una imagen de dependencia, de humildad:


el enviado de alguien no habla en su propio nombre, es
el enviado de otro.

¿Me preocupo de mi conformidad y autenticidad a


Jesucristo?

-Para llevar a los escogidos de Dios a la fe y al pleno


conocimiento religioso de la verdad.

Se ha dicho que era la mejor definición del apostolado.

Llevo esta frase a la oración, pensando en los que


están a mi cargo. No puedo darles la fe... debo tratar
de «conducir hacia...» Aquí también, ¡modestia!
-Apoyado en la esperanza de la vida eterna, prometida
desde toda la eternidad por Dios, que no miente...

Repito una y otra vez esta formula. Dejo que cada


palabra penetre en mí.

-Si te he dejado en Creta es para que acabaras de


organizar todo lo que faltaba, y establecieras
"presbíteros" en cada ciudad.

Se ha tenido, a veces, tendencia a idealizar a los


«primeros cristianos», como si hubiesen vivido en un
mundo ideal y aureolado de todas las cualidades. Este
romanticismo no se sostiene ante la historia: la Iglesia
no ha estado nunca exenta de los problemas concretos
que supone todo grupo humano. Desde el comienzo
fueron precisos unos "organizadores". Y nada pasaba
sin dificultades. Tito es el encargado de nombrar a unos
"responsables", sin duda de los "colegios de Ancianos",
como los había en las sinagogas judías: Tito escoge a
los que le parecen más aptos para animar el grupo...
hombres maduros, de cierta edad, hombres con
experiencia. Los historiadores discuten para saber si
son verdaderos "sacerdotes"; en todo caso se ocupan
de algunas funciones y de su nombre "presbyteroi" =
ancianos procede el de preste y presbítero.

Ruego por todos los que tienen responsabilidades en la


Iglesia de hoy.

-¿Sus cualidades? Que sean irreprochables... Que


tengan un buen equilibrio personal... Un amor conyugal
ejemplar.. Una buena gestión familiar... El sentido de la
hospitalidad.

Si Pablo entra en todos esos detalles es que debió de


haber dificultades en todos esos puntos. Prueba
también que un sacerdote no proclama el evangelio
solamente ni ante todo por sus "palabras" o sus
"sermones"... sino en primer lugar por toda su vida. Lo
que también es verdad para todos: laicos, religiosas,
sacerdotes.

-Intendente de la casa de Dios...

Adicto a la doctrina auténtica, conforme a la enseñanza


recibida así será capaz de exhortar según la sana
doctrina y de rebatir a los adversarios...

He ahí las dos misiones del "responsable" de la


comunidad: gobernar como un "buen intendente" -éste
era el término que usaba Jesús- y enseñar.
NOEL QUESSON
PALABRA DE DIOS PARA CADA DIA 4
PRIMERAS LECTURAS PARA EL TIEMPO ORDINARIO
DE LOS AÑOS PARES
EDIT. CLARET/BARCELONA 1984.Pág. 380 s.

2-2. /Tt/01/01-16

El tema de la carta a Tito es doble: cómo debe


ordenarse la vida eclesial de la comunidad de Creta y
cómo debe llevarse a término la lucha contra las
herejías, que son un grave peligro para la fe que
comienza en esa isla. El primero de ellos lo
encontramos en los vv 5-9: cualidades que deben tener
los que presiden la comunidad. El segundo, en los vv
10-16. Ambos temas, sin embargo, son, como
veremos, interdependientes.

Se hace difícil definir a los herejes que Pablo tiene ante


la vista. No podemos tildarlos sencillamente de
"agnósticos". Por lo menos no mantenían aún aquellas
doctrinas típicas del gnosticismo del siglo II: dualismo
exacerbado, emanaciones de los Eones entre el
Principio de la Divinidad y de la materia, oposición
entre el Dios del Antiguo y del Nuevo Testamento.
Parecen judíos o judeocristianos de un gnosticismo
sincretista... con ciertas prácticas de magia (2 Tim
3,8), gente que se aparta de la doctrina oficial judía,
por ejemplo, condenando el matrimonio (1 Tim 4,3).

Para la gente sencilla de Creta no debía de resultar fácil


distinguir la verdad entre la predicación de Tito y la de
tantos herejes judíos o judeocristianos más o menos
gnósticos. Pablo quiere ayudar a la aceptación del
evangelio. Por esto insiste tanto en el testimonio
personal (vv 5-9).

Los herejes son gente que se mueve por la ganancia


que les reporta la predicación: «Enseñando lo que no
se debe y todo para sacar dinero» (11). Pablo parece
contraponerlo al deber de sus presbíteros, que deben
«ser intachables» (7). De hecho tal lucro no debe
entenderse como producto de negocios sucios. Pero tal
vez haya más que eso. Pablo, aquí como en 1 Cor
9,3ss, está preocupado por el éxito de la predicación
del evangelio. Tanto en un lugar como en otro, lo que
le interesa es «no crear obstáculo alguno al evangelio
de Cristo» (1 Cor 9,12). Por eso nada mejor que
renunciar al alimento que proporcionan el altar y la
predicación para salir así al paso de la praxis de los
herejes, dando un testimonio desinteresado del
evangelio.

No hay que decir que en la Iglesia siempre han existido


presbíteros codiciosos de ganancias económicas.
Hemos vivido casos dolorosos. Pero es que Pablo nos
interpela todavía más estrechamente: ¿no deberíamos
saber renunciar a veces a nuestros propios derechos
para «no crear obstáculo alguno al evangelio de
Cristo»?
E. CORTES
LA BIBLIA DIA A DIA
Comentario exegético a las lecturas de la Liturgia de las Horas
Ediciones CRISTIANDAD.MADRID-1981.Pág. 337 s.
2-3. /Tt/02/01-15 /Tt/03/01-02

Después de hablar de los deberes de ciertas categorías


de fieles (2,1-10), Pablo presenta el verdadero
fundamento teológico de estos deberes: el cristiano
debe ser santo porque pertenece a un pueblo santo
(2,11-15). La realidad es que al NT le repugna
presentar las virtudes o los deberes morales como
simples imperativos. Los mandamientos no deben
cumplirse porque así está prescrito, sino porque así es:
porque bajo la luz de la revelación las criaturas o el
mismo Dios tienen esta o aquella manera de ser.

A los cristianos aludidos en los primeros versículos del


texto casi siempre se les recomiendan virtudes
domésticas. La razón última de estas virtudes es la
santidad del pueblo de Dios anteriormente indicada.
Pero en los vv 5, 8 y 10 se añaden otras razones que
trascienden los muros del hogar, mucho más
trascendentes que las razones domésticas a las que
alude Pablo, como de ordinario, en Col 3,18ss. Es
especialmente conmovedor en lo que se relaciona con
los esclavos. Estos, con su comportamiento cristiano,
dice Pablo en Tit 2,10, «harán honor a lo que Dios
nuestro Salvador nos enseña». Los esclavos
contemporáneos de Pablo eran tenidos en menos, sin
derecho a nada... eran objetos. Pero no para Pablo. De
su comportamiento cristiano depende el buen nombre
de "lo que Dios nuestro Salvador nos enseña".

La frase de Pablo referente a los esclavos no es nada


discriminatoria; la destinada a las ancianas es
completamente paralela a la de los esclavos... y del
mismo peso: "para que no se desprestigie la buena
noticia" (5b).

Esta actitud de Pablo es aleccionadora. Nos muestra


cómo el NT fue poniendo las bases para una liberación
sociopolítica de los esclavos..., aunque no la haya
proclamado explícitamente. Las ideologías políticas del
tiempo no podían permitir ni imaginar esta liberación.
Hoy algunas ideologías nos empujan más bien a la
liberación total del hombre. ¿Por qué, pues, la Iglesia,
sacerdotes y laicos, no acaba en muchos lugares de
decidirse prácticamente a favor de los oprimidos? ¿Tal
vez el ejemplo de Pablo en esta carta y en la hoja
enviada a Filemón -en la que le pide la liberación del
esclavo y ladrón Onésimo (vv 11.13.16-18) no son
bastante elocuentes para lanzarnos a la liberación de
todo hombre en cualquier punto o circunstancia?
E. CORTES
LA BIBLIA DIA A DIA
Comentario exegético a las lecturas de la Liturgia de las Horas
Ediciones CRISTIANDAD.MADRID-1981.Pág. 338 s.

2-4. /Tt/01/07-11 /Tt/02/01-08

Las Cartas Pastorales han sido a menudo tildadas de


reflejar comunidades a la defensiva más que a la
conquista del reino de Dios. Comunidades preocupadas
de manera excesiva por los peligros de un gnosticismo
judeo-cristiano que empezaba a esparcirse por las
ciudades del Asia Menor. Era necesario fortalecer su
estructura interna para evitar que se desintegrase y, a
la vez, insistir en su formación integral que afrontara
los peligros. De ahí que se hable con frecuencia de la
disciplina y de la conservación del depósito de la fe
(como un conjunto doctrinal) más bien que del don del
Espíritu que dirige la comunidad en la libertad de los
hijos de Dios. Aquel Pablo rebelde y osado de cartas
anteriores parece haber envejecido...

Sin embargo, el texto de hoy es realmente más rico y


nos invita a introducirnos profundamente en el seno de
estas comunidades. Si se relee con atención el texto, se
observa que las exhortaciones a los distintos miembros
de la familia cristiana contienen listas de virtudes
domésticas que hallamos doquiera en la literatura de la
época. No son estas virtudes en sí lo que más se
subraya, sino su finalidad: la evangelización. El
principio fundamental es que todo cristiano, sea cual
sea su función en el hogar, es un enviado a dar
testimonio de la palabra recibida, como hizo el Cristo
ante Poncio Pilato (1 Tim 6,13).

Cuando la comunidad está en peligro corresponde a


todos poner remedio. Antes que nadie a los dirigentes:
"Que vean en ti un ejemplo de buena conducta...
Especialmente en la doctrina... que nadie pueda
criticar, para que el adversario se avergüence viendo
que nada puede decir contra nosotros" (2,7-8). No
puede abstenerse ni siquiera la ancianita que nunca
sale de casa: debe aconsejar a las jóvenes "a ser
bondadosas y dóciles a sus maridos, para que no se
desprestigie la palabra de Dios" (2,3-5). Nadie, pues,
puede quedar al margen. En la marcha hacia la tierra
prometida, formamos todos.

Realmente, el autor de Tit describe la vida de la


comunidad cristiana con el esquema teológico del
Éxodo: "Se ha manifestado ya el amor de Dios" (2-11),
como en la epifanía o manifestación de la fuerza
liberadora de Dios en el éxodo: "Nos enseñó a romper
con la impiedad y con los deseos terrenos" (12), con la
impiedad de la vida idólatra de Egipto. "Mientras
aguardamos el cumplimiento de nuestra esperanza, la
manifestación de la gloria de Cristo Jesús, Dios grande
y Salvador nuestro" (13), es decir, la nueva tierra
prometida. Por este nuevo éxodo Cristo ha adquirido
para él un pueblo escogido (14). En la teología
veterotestamentaria el pueblo ganado por el éxodo es
un pueblo sacerdotal. Un pueblo que da testimonio de
la fe en el Dios único, intercediendo entre Dios y los
hombres con la plegaria y los sacrificios. Nadie en la
comunidad cristiana está excluido de este trabajo
sacerdotal y de este testimonio. Cuando el autor de la
primera carta de Pedro recoja, a su vez, esta teología
del Éxodo, la aplicará explícitamente a toda la
comunidad cristiana, a todos los que creen (1 Pe 2,7).
Todos los creyentes deben dar testimonio de esto:
"Vosotros sois linaje escogido, sacerdocio real..., para
que publiquéis las excelencias de aquel que os llamó de
las tinieblas a su admirable luz" (1 Pe 2,9). La familia,
pues, no ha de ser un islote de salvación
obsesivamente preocupado por la conservación del
propio tesoro doctrinal de la fe. Ha de avanzar con todo
el pueblo hacia la conquista del reino, de la tierra
prometida.
E. CORTES
LA BIBLIA DIA A DIA
Comentario exegético a las lecturas de la Liturgia de las Horas
Ediciones CRISTIANDAD.MADRID-1981.Pág. 864 ss.
COMENTARIOS A LA SEGUNDA LECTURA
OPTATIVA
Tt 1, 11-14. 3, 4-7

1.

La segunda lectura de hoy está formada por dos de los tres


pasajes que la carta de Tito dedica a la Historia de la
Salvación (el tercero es 1, 1-3).

Encontramos una afirmación explícita de la divinidad de


Cristo: "Gran Dios y Salvador nuestro". La venida de Cristo
es la manifestación de la gracia divina y la fuente de la
salvación, que no es fruto de los méritos del hombre, sino
don de la misericordia de Dios. Se indica en pocas palabras
el núcleo de la obra salvífica: rescatarnos de toda maldad (es
decir, impiedad y deseos mundanos) y dedicarnos a las
buenas obras (una vida sobria, honrada y religiosa). La
gracia de Dios se introduce en la Historia en Jesús
(Encarnación), trae la Salvación (redención) y transforma
interiormente nuestra vida (Santificación). La expresión
externa de esta transformación interna es "el baño del
segundo nacimiento con la renovación por el Espíritu".

Celebrar el Bautismo de Cristo implica reconocer el efecto


regenerador de su Misterio Pascual en nuestro propio
bautismo.

JORDI LATORRE
MISA DOMINICAL 1992, 1

2. /Tt/03/05-15
En las "pastorales", Pablo, a pesar de hallarse al final de su
vida, no siente el prurito de dar su última doctrina. Si bien
nos fijamos, ni la carta a Tito ni las dos a Timoteo contienen
elementos doctrinales nuevos. Estas cartas subrayan más
bien las verdades fundamentales del evangelio de Pablo. Da
la impresión de que el Apóstol quiere asegurar ante todo que
lo esencial de su mensaje pase a las futuras generaciones a
través de Timoteo y Tito

Tanto si Pablo utiliza un himno litúrgico en el capítulo 3,


versículos 4 al 7, como si el texto es de propia creación, es
evidente que estos párrafos son una prueba de lo que
acabamos de decir. Pablo subraya en ellos las verdades
fundamentales de la catequesis bautismal: el amor de Dios
manifestado en la justificación gratuita obrada por la muerte
de Cristo y recibida a través de la renovación bautismal que
otorga el Espíritu. La importancia de esta proclamación
doctrinal nos es explicitada: «Esta es la enseñanza digna de
fe, y en ello quiero que seas categórico» (8a). Podríamos
también traducir: «Que des de ella un testimonio firme y
constante». Hasta aquí la frase es lógica y, diríamos,
esperada. Tito debe repetir ante todo las fórmulas de fe, ha
de dar testimonio de ellas. Pero inesperadamente la frase
continúa: «para que aprendan a ejercitarse en buenas obras
los que han creído en Dios». Esto implica claramente que el
testimonio de Tito no puede de ningún modo desligarse de
su diario comportamiento. El testimonio del creyente debe
encarnarse en la acción. Es como si Pablo nos dijese: Si Dios
nos ha demostrado tanto amor en Cristo ¿cómo podemos
nosotros demostrarle nuestro agradecimiento sino amando y
haciéndonos «útiles» a los hombres? (8b).

E. CORTES
LA BIBLIA DIA A DIA
Comentario exegético a las lecturas
de la Liturgia de las Horas
Ediciones CRISTIANDAD.MADRID-1981.Pág. 339 s.
3.

Nos ha salvado con el baño del segundo nacimiento y con la


renovación por el Espíritu Santo

Leemos unidos los dos fragmentos de la carta a Tito que


tenemos como segunda lectura en las misas de medianoche
y del alba del día de Navidad.

El primer fragmento (2,11-14) muestra como la obra


salvadora tiene un momento de realización, que es la
entrega de Jesucristo; un término final, que es la
manifestación de su gloria; y un objetivo, que es la
construcción de un nuevo pueblo, sustituyendo al de Israel.
Este nuevo pueblo tiene como identidad el "dedicarse a las
buenas obras", con todo lo que esto comporta de estilo de
vida mientras esperamos la llegada del término final. El
segundo fragmento (3 ,4-7) canta la gratuidad de la
salvación recibida, que obtenemos por la bondad de Dios y
no por ninguna obra nuestra. Esta salvación nos ha llegado
gracias a lo que Jesucristo ha hecho; esta salvación nos
justifica (= nos pone en la adecuada relación con Dios), lo
que permite que podamos esperar la vida eterna; y lo que
nos incorpora a esta salvación es el bautismo: el baño del
segundo nacimiento y la renovación del Espíritu Santo.

JOSEP LLIGADAS
MISA DOMINICAL 1995, 1
COMENTARIOS A LA SEGUNDA LECTURA
Tt 2. 11-14

1.

Entre dos exhortaciones éticas (2, 1-10 y 3, 1-7) se halla


una motivación teológica de mucha profundidad.

La vida cristiana tiene su fuente en la aparición y realidad de


la salvación entre nosotros. Vivimos de una forma
determinada porque Jesús nos ha salvado. La "gracia de
Dios" de que habla la lectura es convenientemente
interpretada con la aparición de Jesús entre los hombres.

La primera venida de Cristo, con todo, prepara la segunda y


definitiva. A ella hay que irse disponiendo con un modo de
vida acorde con la de Jesús. No vale mirar sólo hacia un
pasado aparentemente remoto, sino hay que mirar hacia
adelante apoyado en lo ya sucedido.

Por otro lado, la primera venida de Cristo fue coronada por


un destino dramático aunque benéfico: la muerte y
resurrección por los hombres.

El lenguaje de esta perícopa -no paulino por cierto- no ha de


provocar confusiones. "Vida sin religión", "deseos
mundanos", "toda impiedad", "pueblo purificado dedicado a
la buenas obras", no deben entenderse en un sentido de
separación de la realidad, voluntarismo, enemistad con el
mundo, o cosas parecidas. Hablemos de una vida ética y de
amor a los demás en todos los aspectos y habremos
acertado con el contenido práctico de la exhortación. Lo malo
de nuestras lecturas es que frecuentemente leemos las
palabras antiguas, las expresiones de tiempos pasados, sin
traducirlas al tiempo presente y sin entenderlas en su
contexto histórico, sino trasponiéndolas simplemente de
entonces a ahora de manera literal. Y nos equivocamos,
claro está.
F. PASTOR
DABAR 1989, 5

2.

-"Ha aparecido la gracia de Dios...": La gracia de Dios se ha


manifestado ya en JC, pero se manifestará en plenitud
cuando vuelva glorioso al fin del mundo. Esta revelación
histórica del plan de Dios en la persona de Jesús tiene
siempre en el pensamiento de Pablo una finalidad: la
salvación de todos los hombres. Por eso congrega a un
pueblo que renuncia "a la impiedad y a los deseos
mundanos" y vive en la expectativa del cumplimiento de esta
salvación universal.

-"Él se entregó por nosotros para rescatarnos...": Dios


realiza su plan salvador en la persona de JC, "gran Dios y
Salvador nuestro". Así como en la antigua alianza, Dios
congregó a un pueblo suyo, ahora Cristo con su muerte
sacrificial reúne un nuevo pueblo, liberado del pecado y
"dedicado a las buenas obras.

J. NASPLEDA
MISA DOMINICAL 1988, 24

3.

Ateniéndose a una costumbre habitual en él, S.Pablo acaba


de enumerar los deberes de los ancianos, de las mujeres, de
los jóvenes y de los esclavos (Tt/02/01-10). Toma ese
género literario del helenismo contemporáneo, de "De
officiis": son ya cartas de dirección. Pero su contenido es
muy superficial y las virtudes enumeradas podrían formar
parte de listas estoicas. No hay nada de específicamente
cristiano en esos consejos morales: pero ¿la moral es
cristiana al nivel del catálogo de las virtudes o al nivel de la
significación de esas virtudes? Precisamente desde el
nacimiento del Hombre-Dios todo valor humano es cristiano
(cf. /1Co/03/22). Mas si los cristianos no tienen
necesariamente que practicar virtudes originales, tienen que
dar testimonio, por el contrario, en su vida moral del
advenimiento de la salvación.

Sobre esta idea insiste Pablo en los dos pasajes que se leen
este día en la liturgia. El interés de este pasaje reside, por
tanto, en el hecho de que Pablo intenta presentar el
cristianismo y su moral, nacidos en el seno de una religión
de "salvación" como el judaísmo, a partir de la experiencia
adquirida por una religión del "ansia de vivir" como el
estoicismo. ¿No es una invitación, hecha a los cristianos de
hoy, a buscar la expresión de lo que ellos viven también en
los sistemas de pensamiento existencialistas, tenidos
demasiado frecuentemente como marginales e incapaces de
manifestar la salvación de Dios? Para Pablo, la moral
cristiana se sitúa entre dos "manifestaciones divinas" (Tt 2.
11 y 2. 13; cf. 3. 4). Es decir, que la moral cristiana se deja
"enseñar" a través de esas manifestaciones de bondad y de
gloria, siendo ella misma manifestación de la salvación en el
mundo. Depende, pues, del comportamiento cristiano que el
mundo crea en la salvación y espere la revelación final de
Dios. En la medida en que la vida cristiana sea pura pondrá
de manifiesto, en efecto, que está liberada del pecado por la
Sangre de Cristo y que pertenece realmente a la soberanía
de Cristo (Tt 2. 14).

MAERTENS-FRISQUE
NUEVA GUIA DE LA ASAMBLEA CRISTIANA I
MAROVA MADRID 1969.Pág. 193

4.

Apareció la gracia de Dios. Apareció Dios hecho gracia.


¿Puede haber algo en Dios que no sea gracia? ¡Anda que si
aparece la justicia de Dios o el poder de Dios, o la gloria de
Dios! Pero todo eso es gracia. La justicia, no la que castiga,
es la que nos hace justos, "un pueblo purificado". El poder,
no el que humilla, sino el que libera: "renunciar a la vida de
los deseos mundanos". La gloria, no la que apabulla, sino la
que salva: "salvación para todos los hombres". Dicho de otro
modo: toda la justicia, todo el poder y toda la gloria de Dios
son manifestaciones de su amor, porque Dios es amor, Dios
es gracia.

¿Hay que seguir "aguardando la dicha que esperamos"? Si la


dicha es JC, hay que esperar y no hay que esperar: porque
Él está con nosotros, pero Él tiene que venir; mientras no
hayamos renunciado del todo a una vida sin religión y a una
religión sin vida, hay que seguir esperando.

CARITAS
UNA CARGA LIGERA
ADVIENTO Y NAVIDAD 1987.Pág. 90

5.

Como en otras cartas, la exhortación está interrumpida por


motivación teológica. Y ciertamente, de una profundidad tal
que la hace apta para presentar el nacimiento del Señor. El
"aparuit" de la antigua liturgia latina es la palabra clave para
esta noche.

Toda la vida cristiana tiene su comienzo en esta aparición del


Señor y Salvador que celebramos ahora. La "gracia de Dios"
de que habla la lectura, ¿qué mejor interpretación puede
recibir que la de la persona de Jesús? En esto no es preciso
insistir.

Pero sí en dos matices muy importantes. Esta primera


aparición prepara la definitiva, para la que es preciso irse
disponiendo con un modo de vida acorde con el de Jesús. No
mirar simplemente hacia el pasado, hasta con cierta
nostalgia, sino hacia adelante, aunque apoyados en lo que ya
ha sucedido. Y sacando las consecuencias cotidianas. El otro
matiz está dado por las últimas palabras de la lectura.

Aun en la noche de Navidad, no es lícito entregarse a un


romanticismo fácil o sentimental, sino el autor de la carta a
Tito nos recuerda el destino de este Niño: su entrega a la
muerte. El destino de Jesús es humanamente duro. Y
comienza con su aparición en el mundo. No tanto por sus
circunstancias históricas -a menudo demasiado idealizadas
en estas fechas y no correspondiendo con la historia-, sino
por el camino que emprende hasta la Cruz. Por otro lado,
todo esto nos compromete. Tampoco es posible una
contemplación estética del Misterio, sino que lleve a una
práctica cristiana y real.

DABAR 1980, 5

6.

Esta lectura quiere ofrecer el motivo fundamental del deber


cristiano de santificar la vida cotidiana. Dentro de la sección
1, 5-3,11, en que se dan las instrucciones para organizar la
comunidad, la perícopa de hoy trata de la estructura interna
de la comunidad. Los cristianos deben dar testimonio de Dios
con su vida a fin de que sea conocido y amado y no
blasfemado.

La acción-vida del hombre es una respuesta a la acción


salvífica de Dios. La "epifanía", aparición, de la gracia de
Dios puesta al principio de esta lectura orienta el sentido de
todas las demás afirmaciones. En la tradición bíblica las
"epifanías" eran signos de la intervención de Dios. La Iglesia
primitiva ha asumido este concepto para anunciar a Cristo
que se manifiesta en la carne para la salvación del mundo. El
texto proclama la actividad terrena de Jesús como revelación
de la gracia de Dios... El hombre no se libera a sí mismo sino
que debe acoger la salvación que viene de Dios.
Este texto es como la recapitulación de la fe de la Iglesia
primitiva. El autor describe la acción maravillosa que Dios ha
realizado en Cristo. Se anuncia el misterio de la encarnación
pero se recuerda el sacrificio expiatorio y la gloria que recibe
en la resurrección.

P. FRANQUESA
MISA DOMINICAL 1984, 24

7.

El amor de Dios, que quiere la vida para todos los hombres,


se ha manifestado en Jesucristo, en su vida, muerte y
resurrección. Este es el fundamento de un estilo de vida que
se aleja de todo lo que se aparta del amor de Dios, para vivir
"en este mundo" (así, pues, no vale salirse por la tangente)
una vida de "sobriedad" (relación con uno mismo), de
"justicia" (relación con los demás) y de "piedad" (relación
con Dios). Notemos que las tres actitudes van unidas.

Con todo, la vida en este mundo no es aún la plenitud de


este vivir según el amor de Dios. A la fe en el amor de Dios y
a la vivencia de este amor en la vida concreta, hay que
añadir, pues, la esperanza de la realización plena del amor
de Dios: la venida gloriosa de Jesucristo, a quien el autor
denomina "gran Dios y Salvador nuestro".

Jesucristo es nuestro salvador porque ha dado su vida por


nosotros: por ser todo él amor (el amor de Dios revelado),
nos libera de la esclavitud de todo lo que nos impide ser
verdaderos hijos del Dios de amor y nos hace capaces de
vivir la filiación. Más aún, así como Dios había escogido para
sí el pueblo de Israel, ahora Jesucristo se ha escogido el
nuevo pueblo de Dios, que vive, como él, "apasionado por
hacer el bien".

JM. GRANE
MISA DOMINICAL 1992, 16
COMENTARIOS A LA SEGUNDA LECTURA
Tt 3. 4-7

1.

Invita Pablo a los cristianos a mostrarse buenos y


conciliadores frente a los paganos (Tt 3. 1-2) y a no olvidar
que apenas hace nada ellos mismos eran como los otros (Tt
3. 3). Ahora bien, lo que distingue a un cristiano de un
pagano es que la bondad de Dios se ha manifestado al
primero (v.4) y sigue todavía velada para el segundo. Pero
¿cómo podría un cristiano ser sensible al amor de Dios para
con los hombres y despreciar, a pesar de ello, a estos
últimos? Además, esa manifestación de la bondad de Dios ha
sido absolutamente gratuita: no son las obras de justicia,
sino la gracia de Dios la que hace que hayamos llegado a
ser cristianos (Tt 3. 5): en todo eso no hay ningún título de
gloria que reivindicar por oposición a los no cristianos.

Hermosa lección de universalismo que se desprende


lógicamente de la condición humana del Hijo de Dios.

MAERTENS-FRISQUE
NUEVA GUIA DE LA ASAMBLEA CRISTIANA I
MAROVA MADRID 1969.Pág. 193

2.

En Cristo se revela la humanidad de Dios y la divinidad del


Hombre.-"Apareció la benignidad y la humanidad de nuestro
Salvador" (Tt 3. 4). Es el primer misterio que nos revela la
Navidad: el misterio de la humanidad de Dios.

La divinidad de Dios no es, pues "una prisión en la que se


complazca en vivir en sí mismo y para sí mismo. Es, más
bien, su libertad de ser en sí y para sí mismo, pero al mismo
tiempo con nosotros y para nosotros. La libertad de
afirmarse, pero también de darse; de poseerse plenamente,
pero también de hacerse pequeño".
2.- Tt 2, 1-8.11-14

2-1.

-Vosotros los hombres de edad... Vosotras las mujeres


de edad... Vosotros los jóvenes...

Cada uno recibe el evangelio según su estado, su


situación y su edad. No hay que copiarse los unos a los
otros.

Cada uno tiene un papel diferente según sus


posibilidades.

Según mi situación, ¿qué papel debo cumplir yo?

-Sobriedad... Dignidad... Ponderación... Fortaleza en la


fe... Caridad... Perseverancia... Gente de buen
consejo... Sensatez... Buenas amas de casa...

Los consejos dados son muy «humanos»: se trata de


virtudes naturales. La cualidad más recomendada a
todas las categorías es ¡la «ponderación»! ¡Los
cretenses debían de ser algo fogosos!

-Muéstrate dechado de buenas obras y conducta


intachable... Para que el adversario se avergüence no
teniendo nada malo que decir de nosotros.

Todavía HOY, es lo primero que nos exigen los no


creyentes. Que los cristianos den prueba de lo que
«dicen», en primer lugar ¡viviendo los valores
esenciales de la simple humanidad!

¡Perdón, Señor, por dar tan a menudo, una mala


imagen de Ti!
-Porque la gracia salvadora de Dios se ha manifestado
a todos los hombres. Por ella aprendemos a rechazar el
pecado y las pasiones.

Hasta aquí se podría pensar que se trata de un buen


curso de moral griega elemental: san Pablo predicaba
simplemente un buen humanismo... no embriagarse,
amar a su mujer o a su marido, llevar bien el cuidado
de la casa, tener buena conducta... Pero, todo esto es
obra de Dios: la gracia, el don gratuito de Dios está
ahí. En el fondo, Dios quiere, en primer lugar ¡que
seamos hombres cabales! Y, para ello, nos da su
gracia.

-Para vivir en el mundo presente con sensatez, justicia,


piedad...

¡Qué modestia en todo esto!

¿Soy «sensato»? ¿Soy «justo»? ¿Soy «piadoso»?


Pienso en lo que esto puede significar para mí, como
comportamientos concretos.

-Aguardando la dicha que esperamos y la Manifestación


de la gloria de Jesucristo, nuestro gran Dios y Salvador.

¡He ahí el «sentido»!

Es el carácter específico del cristiano: hombre como


todos los demás, invitado a vivir los mismos valores
que sus contemporáneos, «sabe a donde va», está
orientado, su conducta tiene un Sentido, un objetivo
final. Y, para Pablo, ese objetivo del hombre, que
justifica y polariza todos sus esfuerzos, es el encuentro
de Jesucristo.

«Aguardad la dicha».

«Cuando Jesucristo se manifestará.» ¿Voy yo hacia


allá?
-Porque se entregó por nosotros para rescatarnos de
todas nuestras faltas, y purificarnos para hacer de
nosotros un pueblo elegido, entregado a hacer el bien.

Toda la «bondad» del mundo dimana de su sacrificio.

Todo el «bien» que se hace en el mundo proviene del


don de sí mismo que nos ha sido hecho.

¡Señor Jesús, purifícanos!

¡ Señor Jesús, haz que seamos «entregados» en la


práctica del bien!

¿Qué «bien» podré hacer HOY con ardor y entrega?


Dame, Señor, mucho entusiasmo, mucho ardor: haz de
mí un apasionado de Ti.
NOEL QUESSON
PALABRA DE DIOS PARA CADA DIA 4
PRIMERAS LECTURAS PARA EL TIEMPO ORDINARIO
DE LOS AÑOS PARES
EDIT. CLARET/BARCELONA 1984.Pág. 382 s.

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