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FACULTAD DE MEDICINA HUMANA Y CIENCIAS DE LA SALUD ESCUELA

ACADEMICO PROFESIONAL DE TECNOLOGIA MÉDICA ESPECIALIDAD DE TERAPIA


FISICA Y REHABILITACIÓN

MODIFICACIONES DE LA
FISIOLOGIA DEL SISTEMA
NERVIOSO EN EL
EJERCICIO
TERAPIA FISICA EN ACTIVIDADES DEPORTIVAS

INTEGRANTES

ARIAS ARIAS ALEXANDRA

DE LA CRUZ MAQUE JAQUELINE

JAUREGUI CAMACHO MARIA ANGELA

SARMIENTO GAMA DIEGO

DOCENTE

T.M.LIC.WILBERT TORRES

AREQUIPA –PERÚ

2018
INDICE

INTRODUCCION.................................................................................................................... 2

A. CONCEPTO GENERALES ......................................................................................... 2

B. ANATOMIA DEL SISTEMA NERVIOSO..................................................................... 3

C. CONTROL NERVIOSO DEL SISTEMA MOTOR ....................................................... 5

D. MODIFICACIONES DEL SISTEMA NEUROENDOCRINO EN EL EJERCICIO ....... 6

E. ACTIVIDAD SIMPATICO – ADRENAL EN EL EJERCICIO ....................................... 8

Organización del sistema simpático – adrenal y control de actividad ......................... 9

Respuesta de la actividad simpático – adrenal al ejercicio ......................................... 9

Señal de disparo del aumento de la actividad simpático – adrenal en el ejercicio. .. 11

F.EFECTOS DEL EJERCICIO FISICO SOBRE LOS FACTORES HIPOTALAMICOS.. 13

G. REGULACIÓN HIDROMINERAL Y LA ERITROPOYETINA EN EL EJERCICIO ... 13

H. HORMONA DEL EJE HIPOTÁLAMO-HIPOFISARIO ANTERIOR Y EJERCICIO .. 15

I. LAS HORMONAS SEXUALES Y EL EJERCICIO .................................................... 17

J. BENEFICIOS DEL EJERCICIO PARA EL SISTEMA NERVIOSO .......................... 19

CONCLUSIONES ................................................................................................................. 20

BIBLIOGRAFIA ..................................................................................................................... 21

1
INTRODUCCION

El sistema nervioso esta constituido por varios subsistemas y es el encargado


de mantener activos a los órganos, siendo el cerebro el principal órgano
implicado, junto con los nervios y los mecanismos de percepción y ejecución
repartidos por todo el cuerpo. Desde el punto de vista de la actividad física
el sistema nerviosos es el encargado de activar las funciones de contracción
y relajación de las fibras del musculo esquelético que posibilitan los
movimientos, haciendo que éstos sean útiles y precisos. Para llevar a cabo
esta activación, el sistema nervioso por una parte, con un entramado de
receptores que informan al cerebro constantemente de las sensaciones que
a través de los sentidos y de los propios músculos se perciben, y por otra
parate, de un sistema de mecanismo de ejecución en los músculos que hacen
efectivas las ordenes las ordenes que manda el propio cerebro.

Con las exigencias de movimiento del ejercicio físico se produce un


incremento de la velocidad con que se transmiten las informaciones en
ambos sentidos, lo que hace necesaria a su vez una mayor rapidez en la
percepción, en la identificación de sensaciones y en la respuesta más
adecuada para la ejecución del movimiento. Esto implica la puesta en marcha
o la activación de todos los elementos del proceso de percepción, decisión y
ejecución del sistema nervioso, lo que conlleva una mejor en el control
general de todo el funcionamiento del cuerpo. La práctica habitual de ejercicio
físico ocasiona por tanto una mejora de las funciones de percepción, decisión
y ejecución del sistema nervioso y se logra una activación generalizada y un
uso preciso de los movimientos que favorecen a su vez el estado de
relajación y la eliminación de tensión nerviosa.

A. CONCEPTO GENERALES

Todas nuestras acciones dirigidas al exterior dependen de la capacidad del


sistema nervioso para gobernar los músculos esqueléticos. Los límites

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fisiológicos entre lo motor, lo sensitivo y lo cognitivo son difíciles de
establecer.
Así, el constante aporte de información aferente sensitivo al sistema motor
asegura en gran parte la eficacia y facilidad con que se realizan los actos
motores.
Diversas estructuras controlan la actividad motora y se organiza de manera
jerárquica.

B. ANATOMIA DEL SISTEMA NERVIOSO

El sistema nervioso comprende al encéfalo y a la médula espinal. El encéfalo


es una porción situada en el interior del cráneo y recubierta por las meninges
(duramadre, piamadre y aracnoides) que la mantienen en posición constante
y protegen, a la vez que proveen su irrigación. Esta porción del sistema
nervioso está dividida en varias partes, de las cuales las principales son: el
cerebro, el diencéfalo, el cerebelo y el tronco cerebral. El cerebro está
formado por células nerviosas llamadas neuronas, cuya función principal es
la de recibir un mensaje y comunicarlo a otras células (ya sea nerviosa,
muscular o de otros tipos).

El número de células nerviosas en nuestro cuerpo es de aproximadamente


cien mil millones. Cada una de ellas consta de 4 regiones morfológicas:

1. El cuerpo celular o soma, conocido como el “corazón” de la célula nerviosa.


Las dendritas, una serie de ramificaciones que nacen del cuerpo celular; 2.El
axón, transmisor que lleva los impulsos fuera del cuerpo celular; y 3.Las
terminales axónicas, que son numerosas ramas del extremo del axón que
albergan en sacos a los neurotransmisores.

El cuerpo celular constituye el centro metabólico de la neurona y contiene tres


organelos fundamentales: 1. El núcleo celular que en las neuronas, a diferencia
de otras células, es de gran tamaño, 2. El retículo endoplásmico, donde se
sintetizan las proteínas de membrana y secretorias. 3. El aparato de Golgi,

3
donde se realiza el procesado de los componentes de membrana y secretorios.
Las dendritas y el cuerpo celular reciben señales, el cuerpo celular las combina
e integra y decide si deben ser transmitidas o no a través del axón hasta las
terminales. Como examinaremos más adelante, las señales están mediadas
eléctricamente dentro de la célula.

El cerebro se compone de dos hemisferios, el derecho y el izquierdo, que están


comunicados entre sí por el cuerpo calloso (tejido fibroso). Los hemisferios
constan de una porción exterior, la “corteza cerebral”, conocida como “nuestro
cerebro consciente” pues nos posibilita el pensamiento, la conciencia y el control
voluntario. A su vez, el cerebro está divido en 4 lóbulos principales con
funciones generales: el frontal, encargado del intelecto y el control motor; el
temporal, que permite la entrada e interpretación auditiva; el parietal, que
posibilita la entrada sensorial general y su interpretación; y el occipital, que da
acceso a la entrada visual y su interpretación. La siguiente porción del encéfalo,
el diencéfalo, se compone básicamente del tálamo y del hipotálamo. El tálamo
es un importante centro en el que toda la información proveniente de los
sentidos, excepto del olfato, se integra y por lo tanto tiene una función esencial
en el control motor. Por debajo del tálamo se encuentra el hipotálamo que es el
encargado de mantener la homeostasis del organismo (como la temperatura
corporal, la ingestión de comida, las emociones, etc.).

Otra parte integrante del encéfalo es el cerebelo que es de importancia crítica


en el control gradual y eficiente del movimiento. Integra y organiza la
información que le llega desde diversas vías y centros nerviosos en el cerebro.
Por último, el tronco cerebral, compuesto por el mesencéfalo, la protuberancia
y el bulbo raquídeo, conecta el encéfalo con la médula espinal. El tronco
contiene un grupo de neuronas especializadas (sustancia reticular) que ayudan
a la coordinación muscular, a mantener el tono muscular, a controlar las
funciones cardiovasculares y respiratorias y a determinar nuestro estado de
conciencia.

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La otra parte de vital importancia en la composición de nuestro SNC es la Médula
espinal. Ésta es un largo cordón cilíndrico formado por fibras nerviosas que
conducen los impulsos nerviosos en dos sentidos: aferente, cuando llevan señales
nerviosas desde los receptores sensores hasta los niveles superiores del sistema
nervioso; y eferente, cuando las señales viajan desde el cerebro y la médula hasta
los órganos terminales.

C. CONTROL NERVIOSO DEL SISTEMA MOTOR

La médula espinal es el nivel inferior de esta organización, donde se hallan


los circuitos neuronales que median reflejos y movimientos rítmicos como la
locomoción. En cualquier caso, las neuronas medulares están sometidas a
influencias que descienden de los centros superiores y que modifican las
respuestas reflejas.

El tronco del encéfalo es el siguiente nivel de la jerarquía motora. Esta zona


recibe numerosas aferencias de la corteza y núcleos subcorticales, y envía
información a la médula a través de fascículos descendentes que contribuyen
al control de la postura, los movimientos de la cabeza y los ojos. Estas vías
descendentes brindan el sistema de control postural básico, sobre el cual las
áreas motoras de la corteza pueden organizar movimientos más
diferenciados
La corteza es el nivel superior del control motor. Tanto la corteza motora
primaria como las áreas premotoras se proyectan directamente hacia la
médula espinal a través del fascículo corticoespinal, pero también modulan
los núcleos del tronco del encéfalo. La coordinación y planificación de
secuencias motoras complejas tiene lugar en estas áreas premotoras en
conexión con las cortezas asociativas parietal posterior y prefrontal. Desde
el córtex premotor la elaboración motora se proyecta a la corteza motora
primaria y a la médula, que son las zonas de ejecución motora.
Además de los niveles jerárquicos indicados, médula espinal, tronco del
encéfalo y corteza, en la planificación y ejecución del movimiento intervienen

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el cerebelo y los ganglios basales. Estas estructuras establecen bucles de
retroalimentación que tienen un efecto regulador sobre la corteza y sobre los
núcleos del tronco del encéfalo, contribuyendo tanto al control postural como
a la realización normal de los movimientos.

D. MODIFICACIONES DEL SISTEMA NEUROENDOCRINO EN EL


EJERCICIO

La realización del ejercicio requiere de una movilización general de energía para


poder atender las demandas del tejido muscular activo, siendo necesaria una
adecuada regulación hormonal del control metabólico durante el ejercicio físico.

Las respuestas y adaptaciones a largo plazo que son inducidas por el ejercicio están
mediadas por la actividad de los sistemas de comunicación del organismo: el
sistema nervioso y el sistema endocrino por lo cual se les denomina sistema
neuroendocrino. Entonces el sistema nervioso simpático y las glándulas adrenales
son las que juegan el papel principal en la respuesta individual al mismo al
acondicionar, directa o indirectamente.

Son dos mecanismos que justifican la activación de la función endocrina durante el


ejercicio. Uno de ellos la activación rápida (componente nervioso rápido) y el otro la
activación diferida (componente del medio interno), siendo así tres modalidades de
respuesta hormonal al ejercicio: respuestas rápidas, respuestas lentas, respuestas
diferidas. Entre las últimas tenemos la somatotropina, insulina, glucagón y
calcitonina.

En el proceso de estimulación de la función endocrina durante el ejercicio, gran


parte de los cambios hormonales son consecuencia de la activación del comando
motor central al inicio del ejercicio. La amplitud de esa respuesta es posteriormente
modulada por impulsos propioceptivos y metabolorreceptores de los músculos
activos.

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La valoración de respuestas y adaptaciones del sistema neuroendocrino al ejercicio
físico requiere conocimiento de algunos factores fisiológicos o de otra índole, pero
influyen en las respuestas de la actividad física. Como, por ejemplo:

• Intensidad del ejercicio: La dependencia de las respuestas hormonales del


ejercicio respecto a la intensidad del ejercicio. Por ejemplo, catecolaminas.
• Duración del ejercicio: Existe una interrelación probada entre la intensidad
y la duración, provocando que varias hormonas aumenten sus
concentraciones plasmáticas después de un cierto tiempo de la realización
del ejercicio justificando el umbral de duración. Así mismo el ejercicio de
duración prolongada puede inducir a un descenso hormonal por debajo de la
concentración de reposo como sucede con la testosterona.
• Efectos del entrenamiento: El entrenamiento físico regular modifica el
umbral de intensidad. La hipertrofia y adaptaciones de las estructuras
celulares ofrecen una explicación del aumento de la capacidad funcional.

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• Estrés psicológico: Influye en la respuesta de la corteza adrenal al ejercicio,
en una competencia el ejercicio activa al sistema simpático – adrenal en
mayor grado a una situación de entrenamiento.
• Presión Atmosférica: La hipoxia modifica los niveles basales de las
hormonas circundantes y aumenta la respuesta hormonal al ejercicio.
• Temperatura: Modifica las concentraciones de catecolaminas, cortisol y
hormona de crecimiento.
• Dieta y disponibilidad de Hidratos de Carbono: Interfiere en la respuesta
hormonal, el ejercicio realizado antes de la comida atenúa el incremento de
cortisol, mientras que el ejercicio realizado después de la comida reduce la
respuesta del cortisol.

E. ACTIVIDAD SIMPATICO – ADRENAL EN EL EJERCICIO

El organismo es capaz de adaptarse a diferentes formas de estimulo estresante.


La realización del ejercicio físico pone una determinada cantidad de estrés al
organismo, la respuesta va a depender de diversos factores entre ellos la
intensidad u la duración del ejercicio y el estado de entrenamiento.

Dentro de los sistemas reguladores, los mas importantes son el sistema nervioso
central, que es capaz de realizar ajustes muy rápidos en muchos territorios del
organismo; y el sistema endocrino, cuya respuesta mediada por las hormonas
es más lenta.

Las catecolaminas desde los puntos de vista de neurotransmisores como


hormonas se ven implicados en acciones fisiológicas y metabólicas para
mantener la homeostasis durante el ejercicio, por lo que posible considerar las
acciones de ambas catecolaminas como reflejos de la actividad del sistema
simpático- adrenal. La concentración de adrenalina y noradrenalina representan
un índice fiable de la actividad simpática, la diferencia entre ellas solo consiste
en el que la señal hormonal (adrenalina) se dirige a todos los tejidos del
organismo, mientras que la señal del neurotransmisor (noradrenalina) solo va
dirigido a ciertos receptores localizados en determinados tejidos

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• Organización del sistema simpático – adrenal y control de actividad

El sistema nervioso autónomo (SNA) consta de:

1. Centros nerviosos de la respuesta autónoma: Las estructuras neuronales


centrales del SNA están integradas en las del SNC. El SNA es activado
principalmente por centros localizados en la medula espinal, tronco encefálico
e hipotálamo. Asimismo, porciones de la corteza cerebral y principalmente del
sistema límbico pueden transmitir impulsos hacia centros inferiores y ejercer
influencia sobre el control autonómico. A menudo el SNA opera por reflejos
viscerales. El hipotálamo es el lugar de “inteligencia central” de la respuesta
vegetativa.
2. Componentes periféricos: La ejecución de una orden vegetativa se
establece a través de dos grandes divisiones periféricas: el sistema autónomo
simpático y el sistema autónomo parasimpático.
 SISTEMA NERVIOSO SIMPATICO:
Se inicia en las neuronas espinales propias del sistema que a su vez reciben
información transmitida desde los centros superiores de la respuesta
autónoma. Estas neuronas se encuentran en la medula espinal, en sus
segmentos T1 – L3. La información sale por dos vías distintas (el sistema de
ganglios paravertebrales y el sistema de ganglios autónomos), este último
sistema tanto simpático como parasimpático, la estimulación de los axones
presinápticos induce la liberación de acetilcolina. En la mayoría de las fibras
posganglionares simpáticas el neurotransmisor es la NA., así también existen
fibras simpáticas que liberan acetilcolina. Las neuronas posganglionares
llamadas también “purinergicas” liberan ATP en el receptor provocando
relajación del musculo liso.

• Respuesta de la actividad simpático – adrenal al ejercicio

La respuesta simpático- adrenal al ejercicio se evalúa principalmente mediante


la concentración plasmática de catecolaminas. Es preferible medir la sangre

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arterial en lugar la sangre venosa debido la extracción por los tejidos. En
reposo la adrenalina arterial es un 30-50% mayor que en vena, existiendo una
importante extracción en los tejidos del antebrazo.

En los individuos sanos en reposo los pulmones contribuyen a la mayor


liberación de noradrenalina a sangre venosa (33%), seguido por los riñones
(22%) y el musculo esquelético (20%). La medición de noradrenalina en una
vena no puede reflejar un índice exacto de actividad simpático adrenal y por
tanto las muestras venosas no son las más recomendables.

La respuesta de las catecolaminas al ejercicio se manifiesta con un aumento,


tanto de los niveles plasmáticos de adrenalina (A) como noradrenalina (NA).
Es necesaria la realización de un ejercicio de una intensidad superior al 50 –
70% del VOmax. (umbral anaeróbico) para provocar aumentos importantes
que se correlacionan con dicha intensidad. Intensidades por debajo de las
mencionadas suponen incrementos moderados de sus concentraciones.

La elevación de NA es anterior y mas intensa que la A, la cual se produce a


intensidades elevadas de ejercicio. Por lo que es necesario la realización repetida

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de ejercicios intensos para implicar una participación masiva de la medula
adrenal.

• Señal de disparo del aumento de la actividad simpático – adrenal en


el ejercicio.

Es un enigma cual es la señal o señales que deben poner en marcha para


aumentar la actividad simpática nerviosa durante la realización del ejercicio. Se
piensa que los ajustes circulatorios al ejercicio están gobernados por un
comando central y unos estímulos químicos que se producen en el mismo
musculo ejercitante que incrementa el tráfico de impulsos locales en los nervios
aferentes hacia los centros nerviosos del centro nervioso autónomo. Los
impulsos de los centros motores en el cerebro, y al mismo tiempo la activación
del musculo esquelético mejoran y aumentan la actividad simpática implicando
una estimulación de glándulas endocrinas provocando la liberación de
hormonas solo si el ejercicio es lo suficientemente intenso. Se ha demostrado
un papel del comando central en la regulación de la ventilación y el control
cardiovascular durante el ejercicio.

Durante la realización de un ejercicio el reflejo barorreceptor controla la tensión


arterial. Se desconoce si el comando central , los reflejos procedentes de los
músculos y barorreceptores actúan por separado o de forma sinérgica para
poder estimular la elevación de la actividad simpática durante el ejercicio.

 SISTEMA NERVIOSO PARASIMPATICO:


Las neuronas iniciales parasimpáticas se situá en el tronco cerebral (núcleo
par craneal III, VII, IX, X) y en la porción distal (S2 – S5) de la medula.

Solo existen fibras preganglionares largas, los ganglios periféricos no se


encuentran anatómicamente constituidos como tales, sino que se disponen
únicamente como acúmulos neuronales situados en el propio órgano que
inervan. Por ello las fibras posganglionares parasimpáticas son siempre
cortas,

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Las eferencias simpáticas llegan a los órganos de la cabeza incorporados en
el trayecto de los pares craneales, mientras que las destinadas al tronco y
abdomen lo hacen con el vago.Las eferencias parasimpáticas de la medula
sacra son incorporadas al nervio pélvico, inervando órganos abdominales
inferiores y a los órganos sexuales y genitales externos. Todas las fibras
preganglionares y posganglionares parasimpáticos liberan acetilcolina como
neurotransmisor.

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F. EFECTOS DEL EJERCICIO FISICO SOBRE LOS FACTORES
HIPOTALAMICOS

No parece que el ejercicio físico provoque cambios en la secreción de los


factores liberadores o inhibidores hipotalámicos, a pesar de que si se han
observado cambios en las concentraciones de las hormonas hipofisiarias
cuya secreción regula el hipotálamo (GH, TSH y ACTH).

G. REGULACIÓN HIDROMINERAL Y LA ERITROPOYETINA EN EL


EJERCICIO

• Aldosterona: Su acción principal es conservar el sodio en el organismo


y mantener el volumen sanguíneo. Durante el ejercicio hay un aumento
sustancial de esta hormona (hasta seis veces su concentración de
reposo), debido a una disminución de la presión venosa central y o
disminución del flujo renal por acción simpática.
• Hormona antidiurética (ADH): Incrementa la permeabilidad del agua por
parte del túbulo distal del riñón. En el ejercicio aumenta un 80% como
consecuencia de la realización del ejercicio de alta intensidad. Cuando la
sudoración severa provoca aumento de osmolaridad, se produce un
efecto sobre el núcleo supraóptico del hipotálamo que transmite
potenciales de acción a la neurohipófisis aumentando la liberación de
ADH, lo que posibilita un efecto de ahorro de agua. La deshidratación
induce un descenso de la tensión arterial, de forma que los
barorreceptores arteriales transmiten información al hipotálamo.
• Eritropoyetina: Es una hormona proteica de origen renal, su respuesta
al ejercicio va depender del porcentaje de saturación del oxigeno par
evidenciar el aumento de su concentración.

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Adaptación al entrenamiento

Se ha descrito que la disminución de insulina en sujetos entrenados en respuesta


al ejercicio es menor que la de los sujetos no entrenados.

Este hecho se atribuye a los menores niveles de catecolaminas propios de la


adaptación al entrenamiento de resistencia. En el entrenamiento tiene un doble
efecto sobre la sensibilidad a la insulina. En el reposo aumenta la sensibilidad a la
insulina al aumentar la unión de los tejidos diana. Durante el ejercicio, en los sujetos
entrenados disminuye la sensibilidad, lo que explicaría la menor dependencia de
glucosa y la mayor capacidad de utilizar ácidos grasos para la obtención de energía.

• Glucagón: El glucagón aumenta la disponibilidad de glucosa circulante,


estimulando la glucogenólisis y la gluconeogénesis en el hígado. Parece que el
sistema nervioso autónomo no ejerce gran influencia sobre la secreción de glucagón

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durante el ejercicio, ya que el bloqueo de receptores autónomos alfa y beta no afecta
a los niveles de la hormona.

Durante el ejercicio el glucagón aumenta, y permanece elevado hasta 30 minutos


después de haber finalizado el mismo, no se han detectado diferencias en relación
al sexo en respuesta del glucagón en el ejercicio.

H. HORMONA DEL EJE HIPOTÁLAMO-HIPOFISARIO ANTERIOR Y


EJERCICIO

• HORMONA DEL CRECIMIENTO O SOMATOTROPINA (GH)

La GH facilita la síntesis de proteínas por distintas vías, aumentando el transporte


de aminoácidos a través de la membrana celular, estimulando la formación de ARN
y activando los ribosomas celulares que aumentan la síntesis proteica.

Se ha observado que tras la realización de 40 minutos de ejercicio al 40% y 50%,


se produce una importante elevación de los niveles sanguíneos de GH de hasta 10
veces los niveles de reposo. Si la intensidad del ejercicio es muy baja 20% el tiempo
requerido para observar un aumento de la GH en plasma aumentara. Por tanto, la
secreción de la GH con el ejercicio dependerá tanto de la intensidad como de la
duración de este.

Después del ejercicio la recuperación de las concentraciones plasmáticas de GH es


un fenómeno lento ( - 60min ), degradándose fundamentalmente en el hígado.
También el ejercicio de perfil anaeróbico provoca como respuesta un aumento de
las concentraciones de GH, que además es de 4 a 8 veces superior al que se
obtiene con el ejercicio aeróbico.

El aumento de los niveles plasmáticos de GH en el ejercicio influye no solo sobre el


crecimiento de huesos, músculos y tejido conjuntivo, sino que también tiene efectos
sobre el metabolismo energético, disminuyendo el consumo de glucosa por los
tejidos al aumentar la movilización de los ácidos grasos libres, al mismo tiempo que
estimula la gluconeogénesis.

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El ejercicio de larga duración es importante la regulación metabólica que realiza la
GH, de forma que cuando las reservas de glucógeno hepático y muscular
comienzan a agotarse, la GH tiene un efecto que supone la disminución del
consumo de glucosa en el musculo mediante la inhibición de la fosforilación de la
glucosa. Esta acción de la hormona sirve para regular la disminución de la glucemia.

• PROLACTINA

El ejercicio de fuerza se asocia al aumento de concentraciones plasmáticas de


prolactina, esta liberada por ambos sexos (hombres y mujeres), especialmente en
la recuperación, siendo esta respuesta proporcional a la intensidad y volumen del
entrenamiento finalizado.

• CORTICOTROPINA (ACTH)

La ACTH es rápidamente liberada en respuesta al estrés físico o emocional, y


también frente a la hipoglucemia, con altos niveles por la mañana y bajos por la
noche. La ACTH estimula la síntesis y liberación de cortisol y otros glucocorticoides
por la corteza adrenal. La ACTH también estimula da secreción de la insulina, el
catabolismo proteico y la movilización de ácidos grasos libres del tejido adiposo.

• CORTISOL

Es el principal glucocorticoide de la corteza adrenal, destacando entre sus efectos


fisiológicos:

1. Acción hiperglucémica, mediante la estimulación de la gluconeogénesis y su


oposición a los efectos periféricos de la insulina.

2. Promueve el metabolismo proteico y la descomposición de las proteínas en sus


aminoácidos correspondientes para su utilización en los procesos gluconeogénesis.

3. Movilización de ácidos grasos desde el tejido adiposo e incremento de los


cuerpos cetónicos en el hígado.

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Aunque existe una importante variabilidad en la respuesta del cortisol en el ejercicio,
debido a los factores como el nivel de entrenamiento del sujeto, la intensidad y
duración del ejercicio y el estado nutricional entre otros, la mayoría de los estudios
sugieren que el ejercicio físico de intensidad moderada tiene poco efecto sobre la
secreción de cortisol, mientras que si la intensidad del ejercicio supera el 60% y es
un ejercicio prolongado, las concentraciones plasmáticas de cortisol aumentan, por
otra parte los niveles de cortisol permanecen elevados durante el tiempo más o
menos prolongado después de finalizar el ejercicio, pudiendo reflejar acciones de
recuperación de la integridad tisular.

I. LAS HORMONAS SEXUALES Y EL EJERCICIO

• GONADOTROPINAS (LH Y FSH)

La hormona estimulante de folículo (FSH) y la hormona lutcinizante (LH) controlan


las funciones gonadales femeninas y masculinas. Así, en la mujer la FSH inicia el
crecimiento del folículo en los ovarios y estimula la secreción de estrógenos,
mientras que la LH mantiene el cuerpo lúteo durante la fase de secreción del ciclo
menstrual, siendo responsable de la ovulación. En los hombres, la FSH es
responsable del crecimiento y desarrollo de los túbulos seminíferos, estimulando la
espermatogénesis. Este efecto requiere la presencia de LH, que estimula la
secreción de testosterona.

Las concentraciones de LH y FSH durante el ejercicio no se modifican en varones


ni mujeres. Las veces que se ha descrito un aumento, puede ser debido a la
reducción del volumen plasmático o a una disminución en el aclaramiento de las
hormonas, en lugar de corresponder a un aumento real de su producción.

Tampoco parecen modificarse los valores basales de LH y FSH durante periodos


prolongados de competición en actividades de resistencia aeróbica como el
ciclismo.

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• HORMONAS MASCULINAS EN EL EJERCICIO

El ejercicio de intensidad moderada tanto de resistencia aeróbica como de fuerza,


aumentan los niveles séricos de testosterona, sin embargo, si el ejercicio es de larga
duración y eleva intensidad, parece que los niveles plasmáticos de testosterona
podrían descender por debajo de las cifras de reposo.

• HORMONAS FEMENINAS EN EL EJERCICIO

Los escasos estudios que han investigado la respuesta de las hormonas ováricas
al ejercicio han mostrado que este induce un aumento significativo tanto en
estrógenos como de progesterona. El aumento parece relacionado a la intensidad
del ejercicio desarrollado, sugiriendo que se necesita una intensidad superior a 33%
para provocar aumentos significativos en los niveles de progesterona. En cualquier
caso, estas modificaciones pueden sr parcialmente atribuidas a cambios en el
aclaramiento hepático.

También la respuesta en el ejercicio es dependiente a la fase del ciclo menstrual;


así, en la fase lútea el aumento de la progesterona fue mayor que el del estradiol.

La mayoría de los estudios han observado que el entrenamiento causa un descenso


en los niveles basales de progesterona y de estrógenos a largo plazo, estos bajos
niveles se han relacionado con descensos de FSH y LH. Estos bajos niveles de
gonadotropinas y hormonas ováricas dan como resultados trastornos menstruales
en algunas atletas, aunque no sean de alto nivel competitivo, cuya justificación
fisiológica no se conoce con exactitud.

OTRAS HORMONAS Y EL EJERCICIO

- Oxitocina
- Péptidos opiáceos
- Prostaglandinas
- Óxido nítrico
- Leptina

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- Endotelina
- Melatonina

J. BENEFICIOS DEL EJERCICIO PARA EL SISTEMA NERVIOSO

Los efectos beneficiosos que el ejercicio provoca sobre nuestro sistema


nervioso y que una vez más justifican la importancia de su práctica:
• Al realizar ejercicio, ganaremos mayor velocidad del Sistema Nervioso
Central para recibir una percepción, transformarla en orden motora y
conducirla a los músculos.
• Disminuye el estrés y aumenta la sensación de bienestar por la intervención
de los neurotransmisores.
• Activa unidades motoras poco estimuladas con entrenamientos de
fuerza donde se implican muchas fibras musculares.
• Mejora trastornos depresivos ya que entre otras sustancias, libera dopamina,
considerada el centro del placer, que regula la motivación y el deseo
proporcionándonos beneficios o
placer.
• Mejora estados psicológicos en
general por el refuerzo social y la
mejor percepción de uno mismo
entre los practicantes de la actividad
física.
• Además, el ejercicio proporciona
distracción y diversión que evitan en
gran medida los pensamientos
perniciosos y mejoran los hábitos de
conductas saludables.

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CONCLUSIONES

• Los efectos en el sistema nervioso como consecuencia del ejercicio van


a estar relacionados a ciertos factores siendo los más importantes la
duración y la intensidad
• El ejercicio físico moderado mantiene el cerebro sano y previene
enfermedades neurodegenerativas. Con las exigencias del movimiento
se produce un aumento de la velocidad con la que se transmite la
información, así como la percepción, identificación y respuesta
adecuada
• Cuando realizamos una actividad física, aparte de coordinar el
movimiento de los músculos implicados en el movimiento que se esté
realizando, el cerebro coordina todas las funciones corporales
necesarias para que esos músculos funcionen correctamente en una
situación que básicamente demanda un mayor consumo de energía.
Las señales que envía el cuerpo para que el cerebro ponga en marcha
las adaptaciones fisiológicas necesarias a la nueva situación que el
ejercicio demanda no están establecidas, pero se cree que incluyen
cambios en la concentración de metabolitos sanguíneos, de la
concentración de CO2 en la sangre, del pH sanguíneo, y otros

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BIBLIOGRAFIA

• López-Chicharro, J., Fisiología del Ejercicio, Ed. Interamericana- Mc


Graw Hill, (1995)

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