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EL PROBLEMA DEL CONOCIMIENTO

1. LA GNOSEOLOGÍA, SUS ALCANCES Y SUS PREGUNTAS.

1.1. La gnoseología: objeto de estudio.

Gnoseología deriva de dos voces griegas: Gnosis: conocimiento y logos: tratado.


Significa: tratado o ciencia del conocimiento.

La gnoseología la podemos definir como la Disciplina filosófica que se ocupa del


“estudio del conocimiento”, desde la perspectiva de la verdad. Como disciplina
filosófica no constituye un estudio particular sobre el conocimiento sino una
investigación unitaria, universal y metafísica del mismo. La gnoseología estudia el
ente en cuanto que se da en la mente humana por el conocimiento, es decir, en cuanto
verdadero.

La gnoseología, teoría del conocimiento y metafísica del conocimiento es la


ddisciplina filosófica universal y metafísica que estudia la esencia, origen, límite y
posibilidad del conocimiento verdadero. En consecuencia tiene por objeto estudiar
el ente (lo que es), desde el momento en que el ente es concebido por nuestra mente
como verdadero.

1.2. La Gnoseología: su importancia

 Gracias al estudio de la gnoseología, conocemos que conocemos.

 Apoya en la corrección sistematización y enriquecimiento de las opiniones


filosóficas

 Nos evita confundir el objeto con su conocimiento, la verdad con su criterio;


nos ayuda a entender los términos que empleamos

 Proporciona hábitos en la explicación de hipótesis.

 Coadyuva en la ordenación sistemática de las ideas y en la depuración del


lenguaje

 Nos proporciona un criterio que nos permite alcanzar la verdad y alejarnos


del error

1.3. La gnoseología y sus problemas


Cinco son al menos los grandes problemas sobre los que irradia su acción la
gnoseología. Ellos son a saber:
1. Sobre el origen del conocimiento
2. Sobre la posibilidad del conocimiento
3. Sobre los límites del conocimiento
4. Sobre la esencia del conocimiento
5. Sobre la verdad del conocimiento

1.4. La gnoseología: sus preguntas


Como auténtica disciplina filosófica, y a fin de penetrar metafísicamente en su
objeto, la Gnoseología se formula los siguientes interrogantes: ¿Realmente
conocemos? ¿Qué conocemos cuando conocemos si es que conocemos lo que
conocemos? ¿Por qué y para qué conocemos? ¿Cómo sabemos que conocemos?
¿Cómo conocemos lo que conocemos? ¿Es innato o adquirido nuestro conocimiento?
¿Es verdadero todo nuestro conocimiento? ¿Es posible el conocimiento
humano?¿Cuál es el origen del conocimiento?¿Tiene límites nuestro conocimiento
humano?¿Qué es el conocimiento?
¿Cuál es el fundamento de nuestro conocimiento?¿Le está permitido al hombre
conocer todo lo que existe?¿Cómo es posible de las cosas materiales tener un
concepto desmaterializado?¿El conocimiento es a priori o a posteriori?¿Qué es la
verdad?¿Está la mente apta para conocer con certeza la verdad de las cosas?, etc, etc.

1.4. Búsqueda de respuestas a las preguntas gnoseológicas a lo


largo de la historia de la filosofía.

Las preguntas acerca del conocimiento constituyen auténticos problemas filosóficos,


por ello, a lo largo de la historia de la filosofía, se han suscitado un sin número de
escuelas de pensamiento o corrientes filosóficas intentando explicar de modo
plausible los interrogantes acerca de la esencia, la posibilidad, el origen los límites y
la verdad, del conocimiento. Vamos a presentar algunas de estas escuelas a fin de
tener un panorama acerca del problema.
Presupuestos Filosóficos de la Gnoseología

1. Todo conocimiento empieza por la experiencia, pero no se agota en ella.


2. Nada hay en el entendimiento humano que no haya pasado antes por la
experiencia.
3. El conocimiento humano es sensible – intelectual, en consecuencia, No
existe conocimiento humano puramente sensible o puramente intelectual.
4. “Es imposible que nuestro entendimiento, en el presente estado de vida,
durante el cual está unido a un cuerpo pasible, entienda actualmente cosa
alguna sin recurrir a las imágenes sensibles
5. En el conocimiento intervienen un sujeto cognoscente, un objeto conocido
y la relación que es intencional.
6. La realidad y el sujeto cognoscente están estructurados ontológicamente
para relacionarse, la dimensión material de la realidad se corresponde con
los sentidos que son materiales y la forma que es inmaterial se corresponde
con la inteligencia que también es inmaterial. Dicho de otro modo, el
hombre con sus facultades sensibles capta lo material, con su facultad
intelectual capta lo inmaterial. El entendimiento es el que desmaterializa
al objeto, sin alterarlo.
7. Con la inteligencia conocemos cosas que no conocemos con los sentidos.
8. Existe conocimiento puramente sensible: el de los animales.
9. Existe conocimiento puramente intelectual: el de Dios y los ángeles.
10. No es posible conocimiento humano sin realidad. Si es posible realidad sin
conocimiento humano

¿Por qué los hombres están llamados a conocer?


Porque en su naturaleza están ancladas unas facultades cognoscitivas sensibles e
intelectuales o unas capacidades para conocer la verdad. No podemos negar nuestra
propia naturaleza.
¿El conocimiento es propio del hombre o también de los animales?
El conocimiento sensible e intelectual es propio del hombre. El conocimiento
puramente sensible es propio d los animales. Por lo tanto, los animales conocen
sensiblemente y muchas veces nos superan en este conocimiento, pero ellos no
conocen que conocen porque les falta la inteligencia.
¿Qué conocemos cuando conocemos si es que conocemos lo que
conocemos?

Aristóteles y Santo Tomas tienen la respuesta: el hombre conoce la realidad,


conoce el ser en si «el hombre se ve rodeado de las cosas que conoce de modo
inmediato con los sentidos, pero la inteligencia conoce a través de los sentidos cosas
o aspectos que no conocen los sentidos.»
El ser de las cosas, la esencia, el ser, lo metafísico de las cosas las conocemos a través
de la inteligencia; los colores, tamaños, figuras lo conocemos por los sentidos.
Por este poder de ver más allá de lo que le muestra los sentidos el hombre se mueve
en la realidad de las cosas que son y se pregunta sobre eso ¿Qué es?
El conocimiento sensible es directo en cambio el conocimiento de la inteligencia es
indirecto. «La realidad la captamos por medio del entendimiento que conoce las
cosas y nos lleva a la verdad», en conclusión lo que él capta, está en concordancia
con lo que son las cosas.
Conclusiones:
1. Conocemos la esencia de las cosas, la verdad de las cosas, lo que las cosas
son. Por lo tanto, si bien nuestro conocimiento es limitado pero es un
varadero conocimiento. El hombre no agota el conocimiento de la verdad. La
verdad es la adecuación de mi mente con la realidad. Ésta constituye el
fundamento de aquella.
2. La inteligencia conoce directamente el ser de las cosas materiales, por
reflexión se conoce a sí misma y por analogía conoce a Dios.
Proceso del conocimiento
El conocimiento empieza por los sentidos que, a su vez son actuando por la cosa
sensible, produce el fantasma o especie impresa sensible. En este momento la
inteligencia es actuada y comienza a elaborar el concepto de un objeto.
El entendimiento agente es como una luz que ilumina la imagen presentada por los
sentidos y hace resaltar lo que tiene de inteligible. La forma inteligible del objeto se
imprime en el entendimiento paciente como una forma intencional que tiende a ser
conocida y sobre ella el entendimiento paciente elabora el concepto o especie expresa
inteligible.
La especie impresa y la especie expresa son el medio a través del cual y en el cual, la
inteligencia conoce la realidad.

La Intencionalidad
Capacidad de la mente de proyectarse hacia algo exterior y eventualmente distinto
de ella. Por la intencionalidad la conciencia llega a tener frente a sí un término u
objeto de su acto. No hay conciencia en el vacío; ser consiente es siempre ser
consiente de algo.1
Esta propiedad permite la aprehensión cognoscitiva la captación de los objetos en el
conocimiento.
En consecuencia, el conocimiento es para el realismo lo que nos manifiesta la
realidad de cada cosa, ya que mediante en el conocimiento puedo captar su esencia.
El conocimiento es la verdadera aprehensión que el sujeto tiene de la cosa conocida
o del objeto estudiado.
De todas las corrientes el realismo natural es el más acertado para descubrir la
verdad, porque la verdad es la correspondencia entre el conocimiento y el objeto.

Los estados de la mente ante la verdad.

1. La verdad

La verdad es la adecuación de la cosa y el entendimiento (Santo Tomás)

Decir de lo que es que no es, o de lo que no es que es, es falso; mientras que decir de
lo que es que es y de lo que no es que no es, es verdadero (Aristóteles: metafísica
IV,7,1011b27-27)

Aquí se parte del concepto de ente, como aquella noción que primeramente concibe
el intelecto.

Ejemplos de verdad: Si afirmo que está lloviendo, esta frase será verdadera si
efectivamente ahora llueve; si en cambio, sostengo que los animales hablan afirmo
algo falso, porque de hecho ningún bruto conversa con sus semejantes. Tú no eres

1
Salazar Bondy: introducción a la filosofía y lógica. P.33
blanco porque nosotros pensemos que verdaderamente eres blanco; sino que,
porque tú eres blanco, nosotros los que lo afirmamos, nos ajustamos a la verdad.

La verdad es causada en el alma por la realidad y no sigue a la estimación del


entendimiento, sino la existencia de las cosas, pues por el hecho de que la cosa es o
no es, se dice que es verdadero o falso nuestro entender.

Conocer no es aprender una cosa tal como está en el entendimiento; sino aprender,
en el entendimiento, la cosa tal como es.

¿En qué operación o nivel de conocimiento acontece cumplidamente la


verdad?

La verdad estricta y formalmente considerada –la “verdad lógica”- no se da en el


conocimiento sensible. (el sentido capta percibe pero no reflexiona), tampoco se da
en la simple aprehensión, pues por la simple aprehensión – primera operación de la
mene – se conoce la esencia o quididad de la cosa, al formar el correspondiente
concepto.

La verdad lógica se da en el juicio (el juicio juzga). El entendimiento puede ser


verdadero o falso cuando juzga la cosa aprehendida. Y por eso la verdad se encuentra
con prioridad en la composición y divisó del entendimiento es decir, en el juicio.

La verdad es la conformidad del cognoscente en acto con lo conocido en acto. Pues


bien, en el nivel de la simple aprehensión el entendimiento todavía no se halla en
acto con respecto al conocimiento cabal del ser de la cosa.

En el juicio aparece algo nuevo y decisivo: la referencia al ser real de la cosa. En la


proposición hay una comparación de lo aprehendido con a cosa, ya que la
proposición afirma o niega quela cosa tiene realmente, en el orden del ser, aquella
forma que se atribuye en el predicado.

En la simple aprehensión, la mente humana tiene la similitud de la cosa conocida


pero no lo sabe aún; mientras que en el juicio “no solo tiene la similitud de la cosa
sino que también reflexiona sobre esa misma similitud, conociéndola y juzgando
sobre ella.
El entendimiento conoce la verdad en cuanto que reflexiona sobe sí mismo. La
verdad es la adecuación del juicio con el ser de la cosa.

Conclusión: La verdad se da de modo estricto y acabado en el juicio. Pues bien, una


de las dimensiones esenciales del juicio es el asentimiento: Al juzgar, la mente se
adhiere a la proposición en la que el juicio se expresa.

Advierte Santo Tomás, “Se deben considerar dos actos de la razón: uno por el que se
aprehende la verdad sobre algo y el otro es el acto por el que la razón asiente a aquello
que aprehender”

2. La certeza:

La certeza es el estado de la mente que se adhiere firmemente y sin ningún temor a


una verdad, la certeza es algo subjetivo, un estado de la inteligencia en la que se juzga
firmemente.

La evidencia es la presencia de una realidad como inequívoca y claramente dada. La


certeza es, la “vivencia de la evidencia”. La evidencia constituye el único fundamento
suficiente de la certeza salvo, como veremos, en el caso de la fe.

Se da propiamente certeza cuando el entendimiento se adhiere a una proposición


verdadera.

La certeza puede ser mayor o menor. Ya Aristóteles advertía que “no debemos buscar
el mismo grado de certeza en todas las cosas”. Tan absurdo sería, por ejemplo,
pedirle al político que en sus discursos procediera a golpe de demostraciones
matemáticas, que el geómetra usara en la persecución. La índole de certeza que se
puede esperar depende de la materia que se estudia. Y así “en materias contingentes
basta la certeza de que algo es verdadero en la mayoría de los casos, aunque falle en
unos pocos” (Ética a nicómaco I, 1094b13)

3. La duda

La duda es el estado en el que el intelecto fluctúa entre la afirmación y la negación


de una determinada proposición, sin inclinarse más a un extremo de la alternativa
que al otro.
La duda es un estado de espíritu propio del sabio: la duda sería el camino para
asegurar las pocas certezas. Es una situación de inquietud, de la que la mente tiende
naturalmente a salir, para aquietarse con la verdad.

La duda universal es sencillamente imposible, porque hay conocimientos indudables


de los que no se puede prescindir, ni siquiera cuando uno se empeña en dudar de
todo.

4. La opinión

Pertenece a la esencia de la opinión el que el asentimiento no sea firme. En cambio,


la adhesión que se tiene por ciencia es firme. E aquí que un mismo sujeto no pueda
tener de una misma cosa – y según el mismo aspecto - ciencia y opinión
simultáneamente.

Es importante discernir entre la opinión y la certeza. Tan injustificado es tener lo


cierto por opinable como lo opinable por cierto.

Tener criterio es, en buena parte, saber discernir las distintas situaciones en las que
se encuentra la mente en cada momento.

La opinión es de suyo una estimación ante lo contingente, es decir, aquello que puede
ser y no ser. Como no todo es contingente, no todo es opinable.

La opinión es un estado intelectual característico del hombre doxa, saber imperfecto


y oscilante, a la episteme, conocimiento cierto y firme, que culmina en la sophía.

El hombre se ve obligado a opinar, ya que por la limitación de su conocimiento,


muchas veces no puede alcanzar la certeza. Lo cual no significa que todas las
opiniones sean igualmente plausibles. Esto es lo que pretenden los relativistas que
al convertirlo todo en opinable, conceden a todas las opiniones el mismo valor,
justamente porque ninguno le concede.

A medida que se indagan los problemas con mayor rigor y profundidad, se obtienen
opiniones más fundadas; y en muchos casos, se llega también a conocer la verdad
con certeza.

5. La fe
Es un asentimiento firme a eso que se cree. En el caso de la fe, la voluntad mueve al
entendimiento a asentir con certeza, sin miedo a que sea verdad la opinión contraria,
basándose en el testimonio y la autoridad de otro.

No hay que confundir la fe con la simple creencia. Se dice por ejemplo: “Creo que
Marta ha salido pero no estoy seguro donde “creo” equivale a “opino”” o “me parece”

En la fe no hay - como curre en la opinión - temor a equivocarse. Por lo tanto, desde


el punto de vista de su firmeza, la fe es un tipo de certeza. La certeza, en efecto, puede
ser certeza de evidencia – fundada en la manifestación objetiva de la verdad - y
certeza de fe – que s basa en autoridad del testigo, manifestada por la evidencia de
su credibilidad.

Creer en algo, es siempre también, creer a alguien. Advirtamos que gran número de
verdades naturales las admitimos con base en el testimonio de otros.

Por la FE se cree en la misma verdad primera que es infalible y , por tanto, es más
firme que la luz del entendimiento humano. De ahí que la FE tenga mayor certeza –
en cuanto a la firmeza de adhesión – que la certeza de la ciencia o de los primeros
principios, aunque sea menor la evidencia. (Suma teológica: Santo Tomás)

6. El error

El error consiste en afirmar lo falso como verdadero, el error consiste en hacer un


juicio falso acerca de lo que se ignora.

Si la verdad consiste en la adecuación del entendimiento con la realidad, la falsead


es justamente la inadecuación. Lo falso se da solo en la mente.

Lo mismo que la verdad, lo falso se da principalmente en la mente. No cabe hablar


de “falsedad ontológica”. En rigor, las cosas no pueden ser propiamente falsas.

Según Tomás de Aquino, la falsedad es una operación defectuosa del entendimiento,


es una operación imperfecta de la naturaleza.
En el hombre, el error ocurre muchas veces por un razonamiento incorrecto. La
inteligencia puede conocer la falsedad. Del mimo que, por una cierta reflexión, nos
damos cuenta que un juicio es verdadero, también por una reflexión
correspondiente podemos advertir su falsedad y así, al reconocerla, salimos del
error.

Referencias Bibliográficas.

 Aguinaga, J. (2007). Geografía e Historia, Economía y Cívica, Lógica,


Filosofía y Psicología: Chiclayo – Perú. 2 Ed.

 De Alejandro, J. (1974). Gnoseología: Madrid.

 García, M. y Zaragueta, J. (1943). Fundamentos de la Filosofía: Madrid.

 Parramón. (2005). Atlas visual de Filosofía: Lima- Perú. Ed. La República.

 Atlas Universal de Filosofía (2008) Manual Didáctico de autores, textos,


escuelas y conceptos filosóficos. Editorial Océano

 Llano, Alejandro (1974). Gnoseología: Madrid.

 Parramón. (2005). Atlas visual de Filosofía: Lima- Perú. Ed. La República.

 Del Toro. (1991). Cortesía de Editorial Rialp. Gran Enciclopedia Rialp.

 J. Hessen (2003). Teoría del conocimiento. Editorial Tomo. México.

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