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TEMA:
¿QUE SON LAS ADICCIONES? CONDUCTA ADICTIVA TIPOS DE
ADICCIONES, ADICCIONES QUÍMICAS Y ADICCIONES SIN
DROGAS
RESPONSABLES:
ALCÍVAR MENDOZA KAREN SELENA
GARCÍA GONZALES KARLA ESTEFANÍA
MACÍAS PICO ERICK RAMÓN
PELÁEZ PINARGOTE YINA YULIANA
RESABALA BOCANCHO ROBERTH ALEXANDER
VÉLEZ BRAVO SHEYRA YOKASTA
ZAMBRANO DELGADO ROSA MARÍA
DOCENTE:
LIC. MG. MARIA MAGALY SCOTT ALAVA
NIVEL:
SEPTIMO “B”
PERIODO:
ABRIL DEL 2018 HASTA AGOSTO DEL 2018
CARACTERÍSTICAS DE UNA CONDUCTA ADICTIVA
A pesar de que hay criterios específicos para distintos trastornos, como la dependencia de
sustancias psicoactivas o el juego patológico, cuando hablamos de adicción partimos
siempre de los criterios de dependencia de sustancias psicoactivas, dado que además en
las adicciones, sean con o sin sustancia, se dan los fenómenos de tolerancia, síndrome de
abstinencia, etc.
El primer aspecto que está presente en todas las conductas adictivas es la compulsión o
pérdida de control. Por todo lo que hemos visto hasta aquí probablemente es la
característica principal de este problema.
El segundo aspecto son los síntomas de abstinencia que produce la no realización de la
conducta adictiva voluntariamente o porque le impiden hacerla al individuo. Por síndrome
de abstinencia se entiende (Becoña, 2008), referido a las sustancias psicoactivas, que es
un estado clínico (conjunto de signos y síntomas) que se manifiesta por la aparición de
trastornos físicos y psicológicos de intensidad diversa (según diferentes modos y niveles
de gravedad), cuando se interrumpe la administración de la droga o se influye en su acción
a través de la administración de un antagonista específico, denominándose en este caso al
síndrome de abstinencia con el apelativo de síndrome de abstinencia precipitado. Lo
mismo es aplicable a todas las conductas adictivas sin base química, como así se ha
encontrado en distintos estudios sobre ellas (Echeburúa, 1999).
El primero, que habitualmente no va sola una conducta adictiva, sino que suelen estar
presentes varias al mismo tiempo en un mismo individuo. El fenómeno de la
politoxicomanía, tan frecuente en drogodependencias (también conocido como
polidependencia o poliadicción), indica que no se da una sola conducta adictiva sino
varias al mismo tiempo. También, fruto de lo anterior, o en interacción con las conductas
adictivas, suele encontrarse frecuentemente, al menos en las personas dependientes, la
presencia de patología orgánica, psicológica y psiquiátrica. Conocerlo es importante tanto
para saber la causa del problema, como su evolución y su posible tratamiento o
recuperación.
Por otro lado, los contaminantes habituales en las drogas que se consuman tienen una
repercusión negativa en la salud del consumidor. La mortalidad asociada al consumo de
heroína se considera al menos 6 veces superior al resto de la población, fundamentalmente
por cuatro motivos, sobredosis enfermedades médicas, suicidio y accidentes.
COCAÍNA Y PSICOESTIMULANTES
Por otra parte, activan directamente los receptores dopaminergicos postsinapticos. Todo
ello conduce a una hipersensibilidad de los receptores D1 Y D2 postsinapticos. Estas
sustancias alteran, también, otros sistemas cerebrales y actuaban sobre otros
neurotransmisores como la noradrenalina y la serotonina (a través de la inhibición de las
bombas de recaptación respectivas).
Los lugares de acción de la cocaína son el NAC, corteza prefrontal media, núcleos
caudados y páutame e hipocampo. La cocaína es la droga ilegal que más se asocia con
morbimortalidad en los últimos años y es la principal droga detectada en los servicios de
urgencias. Aunque en gran parte, las visitas a urgencia se relacionan con alteraciones
conductuales, un porcentaje destacado se asocia con problemas médicos agudos,
principalmente cardiovasculares y neurológicos.
Los problemas médicos más grave asociados al consumo de cocaína son los
cardiovasculares, con efectos nocivos tanto agudos como crónicos, como son el infarto
del miocardio, arterioesclerosis, hipertensión, miocardiopatía arritmias, endocarditis o
disección aortica.
HEROÍNA.
El consumo de heroína por vía intravenosa durante la década de los años 80, con
frecuencia conjuntamente con el de cocaína, estuvo íntimamente relacionado con la
epidemia del Sida.
Estas infecciones han estado infravaloradas por la del VIH pero la infección por el VHB
puede estar presente por al menos una cuarta parte de los adictos por vía intravenosa y en
el 5-10% de los adictos que no usan la vía intravenosa, mientras que la infección del VHC
puede afectar de un 65-90% de los adictos vía intravenosa, siendo especialmente
frecuente la coinfeccion VHC y VIH.
En la mayoría de los casos la infección aguda por el VHC pasa inadvertida, sin síntomas
perceptibles; solo un 20-30% de los sujetos pueden presentar síntomas como cansancio
molestias digestivas o dolores musculares, si la infección persiste se habla de Hepatitis C
crónica que igualmente puede resultar asintomática.
En caso de aparición de síntomas los más frecuentes son cansancio, perdidas de apetitos
o molestias abdominales. El mayor riesgo de la hepatitis C crónica es su posible evolución
a cirrosis hepática y a carcinoma hepático. Dada la escasez de manifestaciones clínicas,
el proceso diagnostica se basa en pruebas serológicas, bioquímicas e histológicas. Para el
diagnóstico de hepatitis B es necesario demostrar la presencia de virus en sangre mediante
la determinación de los antígenos víricos como el antígeno de superficie (HbsAg) o de
los anticuerpos generados por el organismo en respuesta a la infección.
En los adictos por vía intravenosa son habituales otros cuadros infecciosos como son las
infecciones cutáneas y de partes blandas, las infecciones óseas y articulares, oculares,
endocarditis, infecciones pulmonares y las enfermedades de transmisión sexual.
Los cuadros infecciosos más frecuentes se producen en la piel y los tejidos blandos:
celulitis, abscesos o procesos necrotizantes del tejido subcutáneo. Respecto los huesos y
las articulaciones, puede presentarse artritis séptica y osteomielitis, habitualmente son
infecciones bacterianas.
La endoftalmitis (inflamación del tejido del interior del ojo) es una complicación grave
del consumo intravenoso que puede ser de origen bacteriano o fúngico (por cándida).
El aumento entre los adictos de las prácticas sexuales de riesgo favorece las enfermedades
de transmisión sexual como las producidas por Gonococo, Chlamydia, Mycoplasma,
Sífilis, Virus del Papiloma Humano o Herpes tipo 2.
Existe una Íntima relación entre el sistema opioide y sistemas (GABA, dopaminergicos.
Serotoninérgico; noradrenérgico) lo que explica las repercusiones que, a muy diversos
niveles de funcionamiento, condicionan dependencia. Los opiáceos actúan en el sistema
de recompensa a través de su acción sobre las neuronas GABAérgicas del ATV.
La acción sobre receptores mu inhibe dichas neuronas lo qua su vez supone un incremento
de la liberación de dopamina en el NAC. La deprivación de las sustancias opiáceas
exógenas produce un proceso de hiperactividad del locus coeruleus provocándose la
clínica de abstinencia a opiáceos
Los principales efectos adversos del consumo del cannabis son de tipo neuropsiquiátricos,
siendo de una de las drogas menos nocivas para la salud física, si bien los es más de lo
que habitualmente se considera. Se han descrito diversas complicaciones médicas en
relación con su consumo, pero de la única que existe más evidencia científica es la
referente a los problemas respiratorios.
El uso concomitante con el tabaco, dificulta conocer el papel exacto del cannabis en los
problemas pulmonares de los fumadores, pero diversos autores sugieren que el consumo
conjunto de ambas sustancias es más nocivo que el de una de estas drogas de forma
aislada.
El consumo del cannabis produce una serie de complejos cambios en la inmunidad celular
y humoral. Sus efectos inmunosupresores se han utilizado para la investigación en
diversos tipos de tumores. Sin embargo, en el consumidor habitual no se ha objetivado
unos efectos nocivos sobre la salud a pesar de describirse estos cambios en el sistema
inmune (Hall y Degenhardt, 2009).
Otro cuadro descrito, asociado al consumo de cannabis, es arteritis, al menos como factor
agravante. Dada la extensión del sistema endocannabinoide y su implicación en múltiples
funciones fisiológicas se han investigado sus posibles utilidades terapéuticas, siendo
importante diferenciarlas de su uso recreativo y las consecuencias médicas de dicho uso,
al igual que sucede con los opioides.
Las principales indicaciones terapéuticas aprobadas en algunos países son para el uso
como antiemético en pacientes en tratamiento quimioterapéutico resistentes a otras
medidas y como oxígeno y agente anabólico para os cuadros de pérdida de peso y
desnutrición de pacientes con SIDA o cáncer.
Las principales líneas de investigación para el uso terapéutico del cannabis son:
De cualquier forma, las complicaciones más frecuentes y graves debidas al consumo del
cannabis son las psicopatologías.
Entre este tipo de consecuencias clínicas, los trastornos de ansiedad y los depresivos son
los más frecuentemente encontrados. El sujetos con trastornos bipolares el consumo del
cannabis puede facilitar fases depresivas, pero sobre todo maniacas, así como favorecer
la aparición de clínica psicóticas.
Así, puede aparecer que el cannabis se ha asociado también con más riesgo de
broncoespasmo e hiperreactividad transitoria como efecto agudo, y son también
relativamente habituales los episodios psicóticos breves o psicosis inducidas por cannabis
y es consiente la relación entre esquizofrenia y consumo de cannabis.
Se calcula que el riesgo de padecer psicosis se duplica cuando se consume cannabis. Otros
cuadros relacionados con el consumo de cannabis son el síndrome a motivacional,
episodios de intoxicación y delirium, así como cambios conductuales y de personalidad.
Se han descrito una serie de cambios menores en el feto como bajo de peso al nacer o
retardo de crecimiento, pero lo más destacado son los hallazgos que sugieren que el
consumo durante el embarazo de cannabis, al igual que otras drogas, pueden influir en la
aparición de alteraciones conductuales posteriores en el hijo.
Drogas de diseño incluyen una amplia variedad de sustancias con efectos farmacológicos
muy diferentes entre sí, incluyendo psicoestimulantes, sustancias alucinógenas o
sedantes. Los efectos en general más nocivos de estas drogas son los neurotóxicos.
Se han descrito hepatitis aguda por el éxtasis, siendo una causa relevante de fallo hepático
en jóvenes, cuadros de hiponatemia (que pueden conducir a edema cerebral), espasticidad
muscular, parkinsonismo y problemas cerebrovasculares como hemorragias o isquemia
cerebral. Las complicaciones más preocupantes son las producidas a nivel
neuropsiquiátricos por sus efectos adversos cognitivos y el riesgo de síntomas
emocionales y psicóticos (Ojeda, Martínez-Raga, Castellano, Pérez-Gálvez, Sabater y
Cervera, 2003).
BIBLIOGRAFÍA