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HISTORIA / ÉPOCA / REPRESENTACIÓN

Alberto Allard Z.

La época de la imagen del mundo es 1


un privilegio de la modernidad: si lo que
una conferencia del año 1938 en la que Martin define en última instancia a la historia de
Heidegger examina la Época Moderna como el occidente es algo que sólo puede ser entendido
momento en el que la relación del hombre con en términos de una nueva determinación
el mudo ha devenido en una relación funda- ontológica, es porque para Heidegger la
mentalmente representacional. Naturalmente, “historia” en su sentido auténtico no es otra
según el verosímil heideggeriano, una cuestión cosa que la historia de la metafísica: la
de época nada tiene que ver con describir un metafísica es el único lugar a interrogar si se

1
momento en la historia de los acontecimientos quiere una comprensión fundamental de la
pasados, de su documentación historiográfica, historia como historia del ser. “Metafísica” y
o de una narración científica amparada en el “occidente” forman aquí una completa unidad.
método de lo objetivo [ Historie ], sino —por el
Pero para comprender esta cuestión
contrario— de examinar el modo en que, en
no basta con pensar directamente en las
este caso, la modernidad comprende una
nociones de época y representación bajo la
transformación ontológica en donde el sentido
óptica general del proyecto heideggeriano. La
completo de la Geschichte, vale decir, de la
“representación”, como tal, no será nuestro
historia en sentido propio o auténtico, se ve
tema y no porque se trate de desmentir la
involucrado en una medida tal que no sólo “la
conveniencia de esa cuestión ni su innegable
relación” con el ente deviene representacional,
relación con aquello que entendemos por
sino que el ente mismo se torna en
modernidad. Más bien se trata de señalar el
representación. Así, el análisis debe dirigirse a
carácter funcional de esos objetos temáticos
mostrar el modo en que la modernidad —que
que se organizan de acuerdo a una cierto orden
para Heidegger no es otra época que la nuestra
de producción y que ejercen efectos muy
y cuya vigencia parece asumir como definitiva—
determinados en lo que podríamos llamar la
se asienta completamente sobre la historia
trama formal del pensamiento heideggeriano
[ Geschichte ] de la metafísica. Pero esto no es
de la historia. Dicho de otro modo: La época

1
Ocupamos la traducción de Helena Cortés y indicamos ambos números de página; el primero de
Arturo Leyte en Caminos de bosque , Madrid, 1995, la traducción castellana y el segundo del original
cotejando algunos pasajes en H EIDEGGER , alemán.
Holzwege, Frankfurt am Main, 1952. En las notas
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de la imagen del mundo es, sobre todo, y antes cambio en la relación con el ente —que viene a
que cualquier otra cosa, una reflexión acerca encubrir de nueva manera la relación con el
de la temporalidad, el origen y el destino. ser— que determina de una nueva manera la
esencia de la verdad, para Heidegger la Histo -
En otras palabras, es preciso entender
rie no abre el acceso a la comprensión de la
que la idea “representación” —lo que el texto
historia sino que lo cierra: fracasa al ignorar al
declara como tal— es lo que aquí permite a
ser igualándolo a lo ente, a lo disponible ahí
Heidegger identificar a la modernidad bajo un
delante. En tanto que ciencia, la Historie
sentido unitario: la modernidad es tal porque
presenta a la historia como «el objeto de una
en ella la esencia del ser y de la verdad son
ciencia» abandonando «el fenómeno funda -
determinadas como representación, la repre-
mental de la historia, que subyace de
sentación es el fundamento ontológico de la

2
antemano a una posible tematización por
época moderna. Y, a su vez, sólo es posible 3
medio del saber histórico» .
encontrar una determinación histórica seme-
jante si la historia donde modernidad y repre- Si para Heidegger «uno de los fenó-
sentación se instalan es entendida como menos esenciales de la Edad Moderna es su
Geschichte, vale decir, como unidad del ciencia» la Historie, consecuentemente, no
4

acontecimiento, como historia originaria del puede ser más que un efecto de ese fenómeno
ser, como comprensión de la historicidad del fundamental; para que la Historie sea siquiera
destino [ Geschick ] del ser y no como simple posible es necesario contar con el cambio
saber histórico [ Historie ]. Como sabemos, la
2
metafísico moderno que da lugar a la ciencia
concepción de la historia como Geschichte es dentro de esta nueva determinación de la
una de las características centrales del pensa- esencia del ser. Bajo distintas formulaciones y
miento heideggeriano: dado que lo acontecido contextos la matriz de esta distinción orienta
en la modernidad es nada menos que un en todo momento la posición heideggeriana

2
Esta diferencia, central en el pensamiento de ocurrido en la modernidad no sea más metafísico
Heidegger, es nada menos que el correlato, a nivel que histórico [ geschichtlich ] —y viceversa— porque
de lo histórico, de la diferencia óntico/ontológica al ha acontecido en la metafísica, en la historia de la
operar como separación de lo auténtico y lo metafísica, cuyo contenido ya ha sido determinado
inauténtico. Todo el capítulo quinto de Ser y como contraposición al develamiento a la expe-
Tiempo está dedicado a ella, pero diríamos que se riencia original del ser y veremos que, en la medida
encuentra ya totalmente figurada desde el §3 donde que este acontecimiento es un acontecimiento
la cuestión es discernir “ontología fundamental” de metafísico y que pertenece al ocultamiento, vie ne a
“ontología regional” y de “conocimiento positivo”. sumar una nueva distancia con respecto al ser .
Es decir, la correcta concepción del ser coincide 3
H EIDEGGER , Ser y Tiempo, §72, traducción de
con una correcta comprensión de la misma Jorge Eduardo Rivera, Santiago, 1998 / Sein und
operación de esa concepción —esa duplicidad Zeit, Tübingen, 1967, «Das Grundphänomen der
reflexiva, como puesta al tanto de la propia Geschichte, das einer möglichen Thematisierung
operación del pensamiento, es una característica durch die Historie voraus und zugrunde liegt, ist
importante de la destruktion al designar aquello damit unwiederbring-lich auf die Seite gebracht.»
que será desmontado junto al mismo propósito del [destacamos]
retorno que explica y conduce la necesidad de su 4
H EIDEGGER , La época de la imagen del mundo, p.
ejecución. Así, además, se entiende que el cambio 63 / 69.
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respecto de la cuestión de la ciencia. Una de Filosofía. Aunque su tema nominal sea


sus formulaciones finales es conocida: la también la representación, y aunque, en rigor,
ciencia no piensa porque el pensamiento sólo su cuestión sea más de una, aquí nos
es pensamiento del ser. concentraremos en la relación de esas distintas
épocas como determinaciones del ente que
Entonces, si la metafísica es más
constituye la única garantía de algo así como
amplia que la Historie y dice mucho más que
una Geschichte, de algo así como una historia
ella acerca de la Geschichte, habría que
en sentido originario.
rastrear en su origen los motivos que han dado
lugar a este momento representacional en el
destino de occidente. Esto porque, según se
  
lee, la modernidad está situada nada menos
que como un destino en la trayectoria de sí
mismo, puesta en su propio camino, la historia
Heidegger caracteriza a la época
se reúne en su sentido; y como todo destino,
moderna mediante cinco fenómenos esen-
sólo puede cumplirse a sí.

En este contexto general, Derrida va a


6
ciales: 1. En ella, ciencia exacta y técnica
poseen la misma importancia y rango, donde
la esencia de la última «es idéntica a la esencia
3
interesarse por lo que fundamenta a la
7
Geschichte y su epocalidad, sobre la cual, en de la metafísica moderna» ; en la modernidad
uno u otro momento, la metafísica arriba a la 2. la técnica mecanizada, lejos de permanecer
época moderna como si un destino se cum- como una aplicación de la ciencia exacta, se ha
pliese, y donde esa trayectoria, en tanto que autonomizado en una forma independiente de
originaria, está asegurada por la unidad que la praxis. 3. Por su parte, el arte, al transfor-
guarda consigo misma: el crédito de su unidad marse en estética —es decir, en teoría de la
es la unidad de su origen. Pero ¿qué es la sensibilidad —, pasa a ser concebido al interior
Geschichte? O, con otras palabras ¿qué funda- de una experiencia subjetiva y a «ser expresión
menta la unidad del destino de la historia? Nos de la vida del hombre» donde esa vida, que
referimos a Envío, una conferencia pronun-
5
antes aparecía como significativa por sí misma
ciada como discurso inaugural del XVIII y de cuyos significados el arte se ocupaba,
Congreso de la Sociedad Francesa de ahora se ha transformado en una Erleben, en
algo no vivo sino ya vivido . 4. De manera
8

5
En D ERRIDA , La deconstrucción en las fronteras queda por completo situada en el ámbito de la
de la filosofía, traducción de Patricio Peñalver, metafísica: «la esencia de la técnica no es, en
Barcelona, 1989. También confrontamos algunos absoluto, algo técnico» p. 71, se trata de una
pasajes de Envoi, en Psyché, Paris, 1987, indicando determinación de la verdad como desocultamiento
primero la paginación castellana. que se expresa en la concepción de la técnica como
6
H EIDEGGER , Op. Cit., p. 63 / 69. producción o causación, al punto que «pertenece al
7
Ibid. También en La pregunta por la técnica destino del desocultamiento» p. 95 [destacamos].
(1953) —en Ciencia y técnica, traducción de 8
Heidegger, La época de la imagen del mundo, 63
Francisco Soler, Santiago, 1983—, su condición / 69. «Das Kunstwerk wird zum Gegenstand des
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análoga el obrar humano en general se ha comprensión tiene la forma de la investigación


transformado en cultura, en un cuidado orien- en donde el conocimiento se constituye como
9
tado hacia un horizonte de valores superiores un «procedimiento anticipador» que abre un
y autónomos que buscan ser asegurados de sector del ente en el cual éste es proyectado
forma sistemática e institucional. Finalmente, como objeto. La proyección va unida al rigor
5. la misma religión se desdiviniza transfor- que aquí consiste en la asunción de la circuns-
mándose en experiencia religiosa con el cripción específica de ese objeto dentro de su
predominio de un cristianismo que a su vez se región particular —especificidad provista por
ha reducido a una Weltanschauung, es decir, su mismo acto de proyección. Esto es lo que
que ha sido subsumido al criterio de verdad de define el carácter objetivo y representacional
la modernidad donde la pérdida de dioses, de la ciencia moderna y el sentido profundo de
paralela a una indecisión respecto de lo divino, su conformación tiene menos que ver con una
es el resultado del modo representacional al supuesta depuración de su relación con el
interior del cual lo divino tiene lugar; en la positum que con esto: Sus objetos son objetos
modernidad la religión ha devenido insepa- representados:
rable de una imagen del mundo [ Weltbild ] y,
El conocimiento, en tanto que
por lo tanto, también se ha visto reducida a una
forma abstracta de la experiencia —en el más
moderno de los sentidos.
investigación, le pide cuentas a lo ente
acerca de cómo y hasta qué punto está
a disposición de la representación
4
Así, ciencia, técnica, arte, cultura y [ Vorstellung ]. La investigación dispone
religión, como dimensiones de la vida humana, de lo ente cuando consigue calcularlo
se han transformado hasta formar parte de una por adelantado en su futuro transcurso
sola cuestión: la abstracción de la vida en o calcularlo a posteriori como pasado.
representación, la transmutación del mundo En el cálculo anticipatorio [ Voraus -
en objeto. berechnen ] casi se instaura la natura-
leza, en el cálculo histórico a posteriori
Para mostrar lo anterior, Heidegger
casi la historia. Naturaleza e historia se
centra su análisis en la ciencia. Recordemos
convierten en objeto de la represen -
que en este contexto esa ciencia es específica-
tación explicativa. Dicha representa -
mente moderna de una manera no equiparable
ción cuenta con la naturaleza y ajusta
a la ciencia griega o medieval: lo que subyace
cuentas con la historia. Sólo aquello
a la ciencia moderna no es un perfeccio-
que se convierte de esta manera en
namiento evolutivo de la ciencia antigua, su
objeto es, vale como algo que es. La
diferencia consiste en nada menos que una
ciencia sólo llega a ser investigación [es
distinta comprensión de lo ente . Esta

Erlebens » [destacamos]. Es decir, el arte, 9


Op. Cit., p. 65 / 61.
mediatizándose en la representación, se hace
objeto de una experiencia.
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decir, sólo llega a ser ciencia moderna] determina por vez primera como objeti-
desde el momento en que se busca al vidad de la representación y la verdad
ser de lo ente en dicha objetividad como certeza de la misma en la
[ Gegenständlichkeit ]. 10
metafísica de Descartes. 11

De modo que la ciencia como Entonces, el momento inaugural de la


investigación consiste en la transformación del objetividad, de la verdad entendida como
ser, mediante su objetivación, en una cuestión cálculo y exactitud, no es otro que el momento
de cálculo y regla —de ahí su pérdida irremi- del cogito cartesiano: se trata nada menos que
sible en medio de lo óntico, precisamente de una determinación epocal de la metafísica,
debido a que esa objetivación —el valor supre- que, en su momento cartesiano, otorga a la
mo y objetivamente calculable de la ciencia y la técnica el sentido ontológico que
objetividad— consiste en un representar observamos en la modernidad. Para Heidegger
[ Vorstellen ] que media y opaca la relación con sería vano rebatir esta afirmación recurriendo
el ser. Y es en estos elementos —objetivación y a la formalización kantiana de la razón o a la
cálculo— donde se sustenta la condición absolutización filosófica hegeliana precisa-
moderna como época de la representación, en mente porque ellas mismas, como filosofías de
la medida que se trata de una condición la modernidad, están incluidas en la determi-
evidenciada esencialmente en su ciencia. Pero
eso no es todo, porque, además, ha emergido
en un lugar muy preciso de la historia de la
nación epocal de la representación: son
simplemente postcartesianas, mejor dicho,
intracartesianas; de alguna manera se podría
5
metafísica: decir que hasta están supuestas en la trayec-
toria histórica de la representación, que le
Esta objetivación de lo ente
corresponden constitutivamente. Pero, a pesar
tiene lugar en una re-presentación [ Vor-
de las apariencias, aquí no ha ocurrido ningún
stellung ] cuya meta es colocar a todo lo
rompimiento con el pasado. A pesar que desde
ente ante sí de tal modo que el hombre
Grecia y el Medioevo hasta la Época Moderna
que calcula pueda estar seguro de lo
no haya una continua progresión sino un
ente o, lo que es lo mismo, pueda tener
cambio radical en la esencia de la verdad;
certeza de él. La ciencia se convierte en
volveremos luego sobre esto.
investigación única y exclusivamente
cuando la verdad se ha transformado en El devenir del ser en objeto de
certeza de la representación. [ Zur representación no es distinto del devenir del
Wissenchaft als Forschung kommt es hombre en subjectum, lo que comienza a
erst dann, und nur dann, wenn die revelar la referencia al origen de esta historia
Wahrheit zur Gewißheit des Vorste- entendida como Geschichte: la observación
llens sich gewandelt hat ] Lo ente se meramente histórica [ historisch ] que define al

10
Op. Cit., p. 72 / 80. [destacamos] 11
Ibid., [destacamos]
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“hombre moderno” en base a su emancipación imagen. Lo ente en su totalidad se


política y religiosa, es inadecuada para pensar entiende de tal manera que sólo es y
el fundamento esencial de la modernidad puede ser desde el momento en que es
porque, en su objetivación del pasado, oculta puesto por el hombre que representa y
la relación originaria que el subjectum guarda produce [ vorstellend-herstellenden ].
con el hypokeimenon, respecto del cual es En donde llega la imagen del mundo,
derivado y secundario. En el hypokeimenon tiene lugar una decisión esencial sobre
habla la metafísica designando el fundamento lo ente en su totalidad. Se busca y
12
que reúne la totalidad sobre sí . Ése es el encuentra el ser de lo ente en la
14
sentido original del fundamento que, siendo representabilidad de lo ente.
anterior a la modernidad —y, consecuente-
Por esa razón los fenómenos esen-
mente, al sujeto— no tiene, en realidad, ningún
ciales de la modernidad son caracterizados
enlace esencial con la figura del ego. 13 En
como transformaciones profundas de la vida
realidad ocurre que el hombre deviene
humana que atañen tanto al modo en que se
subjectum en el mismo momento que el ser
concibe la relación con lo ente como al modo
deviene objectum [ Gegenstand ], justo en el
momento en que el ser es traído ante él como
fundamento que todo lo reúne y hace dispo-
nible al mundo como representación. Todo el
en que se concibe, por el efecto que la repre-
sentación ha ejercido sobre la esencia de la
verdad, al ente mismo (ciencia, técnica, arte,
6
valores y religión).
cálculo, la anticipación, la objetividad, el
dominio y la certeza del mundo moderno no De modo que la modernidad como
son otra cosa que manifestaciones de la época de la representación encarna un despla-
omniabarcante potencia de la representación zamiento decisivo en el curso de la Geschichte,
como cambio epocal y no como el simple ciertamente mucho más profundo que el
advenimiento del sujeto o el objeto que no campo de la Historie . En la Edad Media la
significarían nada fuera del tipo de relación totalidad de lo ente es concebida como ens
que ella implica. Entonces ¿qué es una creatum, como derivación de la causa suprema
imagen? ¿qué es aquí un mundo en estado de de la creación. El ente del Medioevo tiene un
representación? lugar natural en la correspondencia con la
causa que ha creado el orden en donde este
Imagen del mundo [ Welt -
ente se inscribe desde sí mismo, porque su
bild ], comprendido esencialmente, no
esencia no es otra que ser parte de esa
significa por lo tanto una imagen del 15
creación. Esto explica que la ciencia medieval
mundo, sino concebir el mundo como

12
Para un comentario acabado sobre la noción de Cf. H EIDEGGER , Op. Cit. Apéndice nº 8.
13

hypokeimenon , remitimos a la traducción de la Op. Cit., p. 73 / 82 [destacamos]


14

Metafísica de Aristóteles por Valentín García Yebra Heidegger ilustra la cuestión en relación al arte
15

—Madrid, 1970—, en la sección Traducción de medieval: «La obra de arte de la Edad Media y la
algunos términos técnicos en el prólogo de la obra.
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careciera de los rasgos de la ciencia moderna: griechischen Zeit ]». En ella no es la actividad
experimentación, método y rigor en la de la subjetividad lo que constituye al ente, por
investigación. Pero con la época griega las el contrario, es el propio ser el que se abre a sí
cosas son algo distintas: «La interpretación mismo donándose en presencia, lo presente
moderna de lo ente está aún más alejada del viene al hombre en los claros términos de una
mundo griego. [Noch ferner liegt dem cercanía que la objetividad moderna no podrá
Griechentum die neuzetliche Auslegung des sino interrumpir, mediar y ocultar. En esta
Seienden. ]»: 16
relación entre dos presencias la idea de una
subjetividad carece de todo sentido, porque la
[En Grecia] Lo ente es aquello que
objetivación y el cálculo, la anticipación
surge y se abre [Aufgehende und
priorida de la modernidad no sólo suponen la
Sichöffnende] y que, en tanto que
producción del mundo por parte del sujeto, si
aquello presente [ Anwesen ] , viene al
no que además —lo que es muy claro en
hombre como a aquel que está
Descartes— es el sujeto el que se autoposiciona

7
presente, esto es, viene a aquel que se
como fundamento único de la verdad, vale
abre él mismo a lo presente desde el
decir, al tiempo que produce al mundo,
momento en que lo percibe [ vernimmt ]. 18
produce su propio privilegio.
Lo ente no accede al ser por el hecho
de que el hombre lo haya contemplado Pero habíamos dicho que era nece-
primero, en el sentido, por ejemplo, de saria una cierta distancia con respecto a esta
una representación como las de la tematización heideggeriana y que no bastaba
percepción subjetiva. Es más bien el con considerarla como la presentación de un
hombre el que es contemplado por lo objeto por sí mismo suficiente. Más bien
ente, por eso que se abre a la presencia habría que atender a las operaciones, a la
reunida en torno a él. 17
lógica que aquí define a la modernidad en
relación al fenómeno de la representación y
Por lo tanto, la representación es algo
que, ulteriormente, produce una comparti-
por completo diferente de la aprehensión o
mentación muy definida al interior de la
captación [ Vernehemen ] de la presencia como
Geschichte : la percepción griega y la Vorste-
ocurría en « la gran época griega [ in der großen

falta de una imagen del mundo en dicha época son del tiempo histórico. Aquí comprender la Ges -
inseparables» ( Op. Cit, Apéndice 7). chichte no es más que comprender su origen.
16
Op. Cit., 74 / 83 [destacamos] Lo que nos interesa 17
Ibid.
es, sobre todo, el modo en que el texto de 18
Por este motivo en la modernidad la técnica es
Heidegger construye una serie lineal en relación a por sí misma una transformación autónoma de la
una mayor o menos distancia con respecto a una praxis (63 / 69), los valores, transformados en
instancia original u originaria; distancia que cierta - cultura, cuidan de sí mismos en la política cultural
mente ordena y aquilata a sus instancias derivadas. (64 / 70), en el rigor del método que delimita el
Aquí: Grecia, medioevo y modernidad, ese es el campo de lo ente para la física obliga a que la
orden y su fundamento es el origen, el punto cero cohesión de lo observado permanezca cerrado en
sí mismo (66 / 72), etcétera.
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llung moderna son profunda e inconmensura- [ devant nous comme un thème].» Y no sola- 20

blemente distintas, pero ¿cuáles son los mente por el problema de su carga histórica y
efectos que esto genera en el concepto de de los complejos sistemas construidos en su
historia? ¿Qué clase de sistema es el que posi- entorno junto a las dificultades que ha
bilita estas definiciones? revelado para toda filosofía de la conciencia,
son los que obstruyen la posibilidad de
Por ahora baste con recordar que,
pensarla claramente como un objeto de refle-
para Heidegger, la mejor manera de expresar
xión entre otros, sino que la dificultad se
el sentido de la representación como fenó-
encuentra alojada en la misma pregunta por la
meno esencial de la modernidad es por medio
representación dado que esa pregunta tiene
de «la palabra repraesentatio ». De ese modo
19

una sola proveniencia posible: se trata de una


la representación [ Vorstellung ] quiere decir
pregunta filosófica.
referir a sí mismo lo que está ahí [ Vorhandene ]
como algo frente al sujeto remitiéndolo al Ahora bien, éstas, dice Derrida,
sujeto, para que eso ahí delante retorne luego podrían ser las preguntas de un Sócrates
a sí afirmando a esa relación sujeto-objeto imaginado o representado que llegara ebrio y
como su fundamento —afirmándose así como retrasado a la conferencia: «¿qué es la repre-

8
representación. Lo que, en el “mundo” griego, sentación en sí misma en general? ¿Qué es lo
se presentaba en el don de sí mismo como un que hace que a todas esas representaciones se
ente presente ha venido a apoyarse ahora les llame con el mismo nombre? ¿Cuál es el
sobre la mediación de un sujeto que es a sí y eidos de la representación, el ser-represen-
21
por sí fundamento del todo, que alejándose de tación de la representación?» Aunque lo
la presencia se ha cerrado en la cierto es que esa ficción representacional se
representación. encuentra restringida por el hecho de que «la
palabra “representación” no traduce ninguna
palabra griega de forma transparente, sin
   residuo, sin reinterpretación y reinscripción
histórica profunda.» No es el caso que la
22

palabra representación sea la representante o


Lo cierto es que la representación se delegada de una presencia que ya no sería, en
nos impone y precede a nuestro pensamiento algún punto, representación de nada, como si
de un modo en que no parece tan sencillo pudiera decirse, entre otras cosas, que
«hacer de ella un objeto, una representación comienza en algún momento y que en otro
[ représentation ], un objeto de representación pueda terminar, que llega instalándose sobre
frente a nosotros, ante nosotros como un tema un lugar que le precede y en el que no habría
nada más que una conexión directa con lo

19
Op. Cit. 75 / 84. 21
Op. Cit. 84 / 115.
20
D ERRIDA , Op. Cit. 88 / 117 [subrayamos]. 22
Ibid. [destacamos]
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presente, como si, por lo tanto, fuese posible praesentatio . Pero es el prefijo re- de la
desentenderse de ella, proyectar el trabajo de repraesentatio lo que guarda algo más:
su superación y de la restitución de la
La praesentatio significa el hecho de
presencia de lo representado, y como si, por lo
presentar, y la repraesentatio el hecho
demás, se pudiera saber lo suficiente de ese
de volver presente, de hacer-venir
origen como para situarnos más cerca o más
[ faire-venir ] como poder-de-hacer-
lejos de él. ¿Y cómo, por otra parte, sistema-
volver-a-venir, y ese poder-de-hacer-
tizar una interrogación histórica sobre la
volver-a-venir-a-la-presencia [ pouvoir-
representación cuando «nuestros conceptos de
de-faire-revenir-á-la-présence ] de forma
sistema y de historia estarían precisamente
repetitiva, conservando la disposición
marcados en su esencia por la estructura y el
23
de esa indicación, está marcado a la vez
cierre de la representación» ?
en el re- de la representación y en esa
Hemos dejado La época de la imagen posicionalidad, ese poder-poner, dispo-
del mundo en el momento en que Heidegger ner, colocar, situar, que se lee en el
traducía la Vorstellung moderna por la palabra Stellen y que de golpe remite realmente
latina repraesentatio, donde declara que, más a sí, es decir, al poder de un sujeto que
que aclarar un significado o facilitar su
comprensión, esa palabra es «en donde mejor
se expresa» la distancia entre la modernidad y
puede hacer que de nuevo venga a la
presencia y que puede volver presente,
volver para sí presente, o simplemente
9
25
el mundo griego de la presencia, o, parafra- volverse presente.
seando la traducción de Derrida, el lugar
Entonces repraesentare no es un
donde la significación del representar mo-
equivalente neutro de stellen ni vorstellen ,
derno [ das neuzeitliche Vorstellen ] recibe su
sino que señala el poder ejercer esa disposi-
mejor expresión [ Ausdruck ]. Pero entre Vor -
ción o establecimiento nuevamente, otra vez,
stellung y repraesentatio hay una diferencia
repetidamente, en principio, sin límite apa-
crucial.
rente, alojando, a la manera moderna, esa
El alemán Vorstellung carece de algo ilimitación, por ejemplo, en el sujeto que
que señala muy patentemente el latín reprae - imagina y produce las formas; eso es lo que
sentatio —así como el castellano represen - señala el re- de la representación, « y en esa
tación . Y es el mismo Heidegger, dice Derrida, posicionalidad» —es Derrida quien subraya—
quien ha subrayado constantemente que que al mismo tiempo establece, posiciona, tal
Vorstellen significa «poner, disponer ante sí», 24
como Heidegger ha descrito, el estableci-
significado que ya está en presente [ présent ] y miento de la presencia. Entonces hacer

Op. Cit. 88 / 117


23
o sea, representar y producir incluyendo, en el
Op. Cit. 91 / 119
24
prefijo her- de la producción, el poder y el dominio
Op. Cit. 91 / 120. Recordemos que Heidegger,
25
de la autonomía del sujeto: herrschen .
en la página 73 / 82, ligaba vorstellen y herstellen,
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presente o traer a la presencia, el representar, las palabras— que la repraesentatio mienta una
significa aquí dos cosas: «dejar venir de nuevo, distancia claramente determinable con
volver-presente [ rendre-présent ] […] repetir, respecto a la presencia griega, por el contrario,
poder repetir [ pouvoir répéter ]» 26
pero parece encontrarse incluso más cerca de ella
también la presencia misma, el «dejar venir que la misma Vorstellung.
presentando».
Aunque tampoco podríamos hablar
La representación se encuentra enton- simplemente de cercanía. Al menos no sin
ces atravesada por esta duplicidad de una confirmar con ella el sistema general de la
manera en que las nociones de repetición, Geschichte con el que Heidegger mide la
regreso y restitución le son inseparables. Pero distancia.
el segundo de los dos sentidos, el de la
Pero recordemos uno de los aspectos
repetición y retorno de lo presente, ya está —
centrales del análisis de Heidegger: “época de
de una forma que se podría llamar modal—,
la imagen del mundo” «comprendido esencial-
implicado en el primero, puesto que el volver
mente [ wesentlich verstanden ]» 27
no quiere
a hacer presente implica siempre la posibilidad
decir tan sólo que en la modernidad exista
de volver a hacer presente lo que ya se ha
representación; lo decisivo, y que define a la
presentado como presencia, que como capa-

10
modernidad como tal, es el modo en que la
cidad, posibilidad o potencia está localizada en
representación ha devenido la forma más
la modernidad al interior de la idealidad de
general de interpretación de lo ente, lo que
una facultad espiritual. Esto quiere decir que
explica, más que la representación por sí sola,
la especificidad moderna, tan alejada como lo
si con ella entendemos el reposicionamiento
está del origen griego, expresada en la palabra
de la presencia, los fenómenos esenciales de la
repraesentatio sobre Vorstellung, habla, en
modernidad junto a la transformación del
realidad, de una relación mucho más directa e
hombre en subjectum . En realidad, para Hei-
indisociable de la presencia con su restitución
degger la representación es mucho más antigua
de lo que el análisis heideggeriano de la
que su momento de irrupción puntual en la
representación como una cuestión de época
autoafirmación del cogito. La modernidad está
parece admitir. Ocurriría que la palabra
esencialmente vinculada a la representación,
Vorstellung es lo que —por su acento en el
eso es verdad, pero recordemos que consiste
prefijo “ Vor- “—, impide ver ese vínculo
más bien en el arribo del siguiente efecto
constitutivo de toda presencia con la represen-
esencial: el hecho de que el ser de lo ente sea
tación, la repetición, con una secundariedad
interpretado como representación:
originaria; una presencia que nunca habría
comparecido sino en forma de representación. Lo que sí sería característico de esta
Por lo tanto, no se puede decir —con una época en cambio es la autoridad, la
simple confianza en la clara diferencia entre

26
Op. Cit. 91-92 / 120 [destacamos] 27
H EIDEGGER , Op. Cit. 74 / 82.
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dominación general de la representa- sujeto —el sujeto Descartes sólo es sujeto con
ción. Es la interpretación de la esencia el advenimiento de la modernidad misma— y
del ente como objeto de represen- si tampoco ha acontecido accidentalmente es
tación. Todo lo que deviene presente, inevitable que aparezca la pregunta —posibi-
todo lo que es, es decir, todo lo que es litada ella misma por el sistema de estratifi-
presente, se presenta, todo lo que caciones, diferencias y definiciones que con-
sucede es aprehendido en la forma de forman a la Geschichte: ¿Cuál es el origen de
la representación. La experiencia del la modernidad? En este contexto la respuesta
ente deviene esencialmente no puede ser otra que el origen de la metafísica
28
representación. occidental: la modernidad es un cambio pro-
ducido al interior de esa metafísica, es un
También por esa razón, para Derrida
hecho metafísico, ocurrido en su historia. Si la
es improbable una separación completamente
modernidad está aquí es porque ha tenido que
nítida entre presencia y representación:
venir desde algún lugar: desde el mundo
porque la presencia está ligada a la represen-
griego, pero se nos ha dicho que justamente en
tación e incluso cabría decir que “origina-
ese mundo no hay tal cosa como una

11
riamente” —entre comillas— si no se tratara de
representación ni un sujeto para producirla, y
un origen que difícilmente merece el nombre
no olvidemos que la modernidad inclusive está
de tal. Veamos.
más alejada de Grecia que de la Edad Media.
Para Heidegger el dominio moderno Aunque algo ha sido lo suficientemente
de la representación no es un accidente y poderoso como para remontar esa distancia,
mucho menos una crisis frente a la que cabría algo que proveniente del origen todavía se
oponerse. Consiste nada menos que en un encuentra presente: el platonismo.
cambio en la esencia de la determinación del
El hombre griego es en tanto que
ser y de la verdad que excede completamente 29
percibe lo ente, motivo por que en
los límites de una comprensión histórica —en
Grecia el mundo no podía convertirse
el sentido de una Historischen Verständnis: no
[como mundo] en imagen [ die Welt
se le puede explicar mediante una narrativa
nicht zum Bild werden kann ]. Por el
causal instalada sobre el plano de lo óntico.
contrario, el hecho de que para Platón
Pero, de todos modos, la modernidad tiene
la entidad de lo ente se determine como
para él una localización histórica exacta: es
eidos (aspecto, visión), es el presu-
cartesiana. Ahora bien, si no puede ser
puesto, que condicionó desde siempre
entendida como la mera producción de un
y reinó oculto largo tiempo de modo

D ERRIDA , Op. Cit. 93-94 / 122.


28
puesto sobre la percepción como noein y no como
Heidegger se había detenido una página antes —
29
aiesthesis . Ese es el modo del captar/comprender
74 / 83— en la frase de Parménides sobre la [ vernhemen ] que caracteriza en este contexto al
percepción de lo ente como siendo exigida y mundo griego.
determinada por el ser. En ella todo el énfasis está
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mediato, para que el mundo pudiera una representación reproductiva, sino ya en la


30
convertirse en imagen. manifestación directa de una forma visible, del
contorno que delinea a la esencia en la idea, 32
Ese paso no accidental en el que
lo que ya es una forma de la Bild . La filosofía
consiste la época de la imagen del mundo se
de Platón, el mundo platónico, sería el lugar
encuentra —por la misma razón que no se
de preparación, «la presuposición lejana » de 33

encuentra en la Historie— en la Geschichte.


un envío del mundo de la representación en
Estaba, se diría, en manos del destino:
donde subsiste con más fuerza que en cual-
… había sido destinado, predestinado, quier olvido del ser una causalidad que
geschickte, es decir, literalmente envia- conjunta a la «historia de la metafísica en su
do, dispensado, asignado por un presunta unidad como unidad indivisible de un
destino como conjunción de una envío.» 34
Para Heidegger la Geschichte está
historia [ comme rassemblement d’une constituida por esas etapas sucesivas del
historie ] (Geschick, Geschichte). El
advenimiento de la representación debe
haber sido preparado, prescrito,
trayecto postal en el que Descartes ha llegado
justo a tiempo para grabar una inscripción
claramente distinta del pasado. El platonismo
12
anunciado de lejos, emitido, yo diría nos habría destinado la metafísica completa
telefirmado en un mundo, el mundo mediante un envío originario, uno e
griego, en el que sin embargo no indivisible, que constituye la unidad misma de
reinaba la representación, la Vorste - la historia en donde ésta se desplegará inclu-
llung o la Vorgestelltheit des Seienden. yendo a su época moderna. Y todo esto con
31
¿Cómo es posible eso? una gran anticipación, dominándolo todo de
manera oculta, como si, dando origen a la idea
La suposición previa de la transfor-
completa de la metafísica y a la normatividad
mación del mundo en representación —aunque
de su historia y su institución, él mismo, en el
en el fondo sea más amplia que el concepto de
lugar originario, no tuviera que rendirle cuen-
imagen [ Bild ]— es justamente la constitución
tas a nadie, como si él mismo, en el hito o la
del mundo en mundo visible, no al modo de
posta cero de la historia, antes de la historia

30
H EIDEGGER , Op. Cit., 75 / 84. reflejo o como síntoma de un mundo que la sos-
31
D ERRIDA , Op. Cit., 95 / 123 tiene)». Cualquier cosa que ocurra entre dos
32
Sobre la relación exacta entre idea y edô: vide palabras puestas en una cierta relación de
supra, nota 12. producción —como mundo y platonismo — no
33
Op. Cit., 96 / 123 [subrayamos] puede reducirse uno de los polos de esa relación,
34
Ibid. [las cursivas son de Derrida]. Detengámonos porque esa reducción del sentido como sentido
brevemente en un aspecto importante del uso que único equivale a la reducción de la relación en su
Derrida hace de la expresión “mundo platónico” conjunto, como si pudiera decirse que el uno ha
que aparece en el mismo lugar de esta cita: «(y, al producido, simplemente, al otro. Aunque para
decir el mundo del platonismo estoy excluyendo Heidegger tanto esta idea como la causalidad a la
tanto que algo así como la filosofía platónica haya que da origen es una verdad acerca del origen: es el
producido un mundo como que, a la inversa, platonismo lo que, a la distancia, ha enviado el
aquélla haya sido la simple presentación como mundo de la representación.
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misma —en una preinscripción de la que nada encuentra en que el único modo de sostener
en la historia puede escapar—, se sustrajera a una gran narrativa objetivo-representacional
ella, a la historia y a la representación que — de la historia, es decir, una metafísica de la
aunque concentrado en la forma visible del historia —que tendría en la dialéctica hegeliana
eidos — no alcanza a afectarlo. «Habría sido, en a su máxima expresión—, sería postulando
el límite de este envío, como el origen de la algún tipo de substancia histórica trascendental
35
filosofía. Ya y todavía no.» que satisficiera el más moderno de los
reclamos: el de pensar esa historia con arreglo
Ésta es la mayor dificultad: ¿Cómo
a un sentido que permita dotar de orden a los
pensar la estructura de ese momento origi-
acontecimientos, es decir, permitir una repre-
nario: ya y todavía no, sin ceder a la idea hege-
sentación de aquello que es esencialmente
liana de una historia en donde el momento de
irrepresentable por el sujeto.
la representación ya es, como superación, lo
que todavía no es, y que en la prefiguración de Entonces ¿cómo rescatar a Heidegger
su desenvolvimiento guarda la misma unidad del retorno a una presencia simple? Porque la
del destino [ Geschick ] heideggeriano? Porque Anwesenheit ya está dividida, escindida en una
se supone que, a diferencia de lo que ocurre
en Hegel, las palabras Geschichte, Geschick y
Shicken, que Heidegger utiliza no consisten,
disensión [ Zwiespalt ] tan originaria como ella
misma. Y es la disensión —la incoincidencia o
diferencia, lo no unificado— lo que motiva al
13
en virtud de la misma localización exacta del hombre en Grecia a querer reunir el ente en el
origen, en una serie de representaciones. legein, aún sabiendo que siempre esta
Porque el uso hegeliano de la representación expuesto a ella. Sin ello ni la historia ni la
[ Vorstellung ] es, más que constante, intrínseco filosofía serían posibles; la historia no ocurriría
al esquema de la Aufhebung : «El sintagma y, por ende, la filosofía no tendría razón de ser:
típico es entonces el siguiente: esto no es
[En Grecia] Es más bien el hombre el
todavía más que una representación, es ya la
que es contemplado por lo ente, por
etapa siguiente, pero está todavía en la forma
eso que se abre a la presencia
de la Vorstellung, no es más que la
[ Anwesenheit ] reunida en torno a él.
unilateralidad subjetiva de una representación
36
Contemplada por lo ente, incluida y
[etc.].» Mientras que para Heidegger las
contenida dentro de su espacio abierto
épocas no son representaciones diferentes de
y soportada de este modo por él,
un ser que, siendo siempre el mismo, estuviese
involucrada en sus oposiciones y
fuera de esas épocas. La dificultad se
señalada por su ambigüedad [ Vom

35
Op. Cit., 97 / 124 [subrayamos] sentido y de acuerdo con esa interpretación del
36
Op. Cit., 97-98 / 124 [Derrida subraya]. La cita hegelianismo —al mismo tiempo fuerte y clásica—
continúa así: «Pero la forma “representativa” de por lo que éste pertenecería a la época de la
esta subjetividad está solamente relevada [ relève ], subjetividad y de la representacionalidad (Vorges -
el caso es que sigue dándole su forma a la relación telltheit) del mundo cartesiano.»
con el ser después de su desaparición. Es en es te
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Seienden angeschaut, in dessen Offenes seguiría siendo una representación de la


einbezogen und einbehalten und so von representación. Esta presunción unifi -
ihm getragen, in seinen Gegensätzen cadora, conjuntadora, derivacionista,
umgetrieben und von seinem Zwiespalt ¿acaso no sigue actuando hasta en los
gezeichnet sein ]: ésta era la esencia del desplazamientos más fuertes y necesa-
39
hombre durante la gran época griega. rios de Heidegger?
Por eso, a fin de llevar su esencia a su
Entonces la misma noción de época
cumplimiento, este hombre tenía que
sólo es coherente si se la piensa del único
reunir ( legein ) eso que se abre a sí
modo en que cabe pensarla como tal: en
mismo en su espacio abierto, salvarlo
relación con el destino o el envío unificado
( soozein ) mantenerlo atrapado y
[ Geschick ] del ser. No habría época ni de la
preservarlo y permanecer expuesto
representación ni de la analogia entis, ni de la
( aletheiein ) a todas las disensiones de la
37
presencia del ser sin adscribir la noción de
confusión.
época a la unificación de un envío más
Es ese pliegue o différance en el originario y más poderoso. «Y si no se produ-
origen lo que anuncia y envía lo que vendrá jese la conjunción de ese envío, el Geschick

14
después «con todo el cortejo de las parejas del ser, si ese Geschick no se hubiese
opositivas que constituirá la teoría filosófica: anunciado primero como Anwesenheit del ser,
producción/reproducción, presentación- ninguna interpretación de la época de la
/representación, originario/derivado, etc. representación llegaría a colocar a ésta en la
40
“Antes” de todas esas parejas, si puede decirse unidad de una historia de la metafísica.» Por
así, no habría habido jamás simplicidad pre- consiguiente, esta interpretación depende de
sentativa, sino otro pliegue, otra diferencia ese primer instante donde el ser se anuncia
impresentable, irrepresentable, yectiva quizá, como presencia.
38
pero ni objetiva, ni subjetiva, ni proyectiva.»
Todo esto ocurre aunque la conjun-
Pero si el platonismo envía la época de ción entre envío y destinalidad en Heidegger
la representación desplegando una historia en no tenga la forma clásica de un telos porque a
la que el envío se vuelve a encontrar consigo fin de cuentas es el «ser-en-conjunto [ être-
mismo y si la época es una etapa en la historia ensemble ]», esa fija presencia, del envío
de la metafísica que sólo cabe pensar como consigo mismo lo que sigue siendo la garantía
destino, entonces: de que una época, como la época de la
representación, destaque poniéndose a sí
Esta interpretación de la representación
misma en la unidad del destino. A pesar de
presupondría una pre-interpretación
que las más tradicionales y obvias figuras de la
representacional de la representación,

37
H EIDEGGER , Op. Cit., 74-75 / 83-84. 39
Op. Cit., 111 / 134 [destacamos]
38
D ERRIDA , Op. Cit., 104 / 129. 40
Ibid.
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filosofía de la historia no se encuentren fuese ese origen y 2. la disensión misma está


presentes aquí, y justamente en virtud de los asegurada, reunida en el legein, mediante esa
profundos desplazamientos que Heidegger ha indivisibilidad que permite pensar la destina-
producido en ellas, la época remitente es lidad. Pero si ha habido representación,
explícitamente la época de la Anwesenheit incluso más allá de su confinamiento epocal
como anterioridad pura, como soporte de la moderno, entonces, necesariamente, la disen-
representación unitaria de la historia. Porque sión, la différance —si se quiere el aconteci-
el mismo hecho de que el sentido de ese miento mismo de la historia— ha tenido que
destino no sea «ni lógico, ni cronológico ni ser lo suficientemente fuerte como para que la
41
intrahistórico» no hace otra cosa que reforzar reunión «no guarde, no salve, no garantice ya
43
el rol del envío del ser como un origen que nada de forma lo bastante rigurosa.»
debe retirarse y ocultarse; porque él mismo no
se delega en alguna de esas otras figuras del
sentido histórico; el envío originario del ser   
como Anwesenheit sólo se traduce a sí mismo
como presencia o como representación de
acuerdo a sus traducciones epocales «que son Hemos visto que sobre la base de la

otras tantas mutaciones de lo mismo», porque


siendo anterior y originario, su lugar sólo
puede ser el ser-en-conjunto del mismo envío.
indivisibilidad del envío del ser, Heidegger
desprende una secuencia epocal desde el
momento de la apertura griega hasta ésta, la
15
época de la representación que se anuncia a sí
… entonces el ser-en-conjunto del envío
misma como la más larga y poderosa. En ella,
originario llega de alguna manera hasta
la presencia como Anwesenheit se ha ocultado,
sí mismo, hasta lo más próximo de sí
retirándose y todavía es ella misma la que ha
mismo, en la Anwesenheit. Incluso si
enviado a la representación —que se ha
hay disensión (Zwiespalt) en lo que
enviado a sí misma como representación—, que
Heidegger llama la gran época griega y
la ha destinado desde lejos. Pero ¿qué relación
en la experiencia de la Anwesenheit,
tiene, en la interpretación heideggeriana, la
esta disensión se reúne en el legein.
Answesenheit con la repraesentatio sino una
Aquélla se salva, se conserva, y asegura
relación representacional, donde la primera ha
así una especie de indivisibilidad de lo
delegado a la segunda? Todo ocurre, dice
42
destinal.
Derrida, como si esa pareja «siguiese dictando
Esto quiere decir que 1. el origen la ley de su propia interpretación […] Tras o
arriba a sí mismo, sin distanciarse de sí, como bajo la época de la representación, estaría
si lo único que hubiese ocurrido en la historia retirado lo que aquélla disimula, recubre,

41
Op. Cit., 112 / 135 43
Op. Cit., 114 / 137.
42
Ibid.
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olvida como el envío mismo que sigue repre- allá de la cuestión del ser, del destino
sentando, la presencia o la Anwesenheit en su conjuntado o del envío del ser? 45

conjunción en el legein griego que la habrá


Así, La época de la imagen del mundo
salvado, y ante todo salvado de la dislocación
44
transporta la idea de una historia esencialmente
[o disensión].»
unitaria. No es posible pensar un envío semejante,
¿Cómo sostener, entonces, la idea de y que para Heidegger sería cualquier cosa menos
un origen prerrepresentacional de la represen- un envío cualquiera, sin esa idea de profunda
tación, vale decir, una presencia? ¿Cómo, si, unidad que en su pensamiento es indisociable de
para que haya una historia, el envío tiene que la presencia. Pero si siempre ha habido represen-
dividirse a sí mismo, si la estabilidad del origen tación, incluso antes de la época que le corres-
y la reunión del legein deben correr el riesgo ponde, el ser-en-conjunto del ser se encuentra
de una dislocación? Con ello la misma idea de originariamente amenazado junto a la unidad de su
destinación parece inapropiada para pensar la destino por la divisibilidad y la disensión: es esa
historia, porque ¿Qué sería una historia sin la amenaza y no la experiencia presencial del ser lo
posibilidad de que el envío no llegue a destino que se encontraría en el origen que, de ese modo,
o de que llegue antes, o después, si no fuese difícilmente puede ser concebido como tal. Esto
otra cosa que el origen girando en torno a sí, que, de acuerdo a una especie de léxico que
donde no hay acontecimiento sin una prescrip-
ción originaria?
tendríamos que precisar, podría ser llamado
diseminación, al menos indica que este relato
heideggeriano de la Geschichte no podría diferen-
16
[…] ¿no se hace, por principio,
ciarse sin riesgos de aquello que busca expulsar: de
discutible el esquema de lectura heide-
la unidad de una presencia plena; si existe algo así
ggeriano, no queda historialmente
como una Geschichte —propiamente reflejada por
desconstruido, y desconstruido en la
un pensamiento de lo auténtico— es algo que no
historialidad que sigue implicando ese
puede distinguirse completamente de una historia
esquema? […] ¿No puede entonces
metafísica, de lo que el mismo Heidegger
concluirse que si ha habido represen-
consideraría una historia vulgar.
tación, la lectura epocal que de ella
propone Heidegger se convierte, por
ese hecho, en problemática de entrada,
al menos como lectura ordenadora
(cosa que ésta pretende ser también), si
no como cuestionamiento abierto de
aquello que se presta a ser pensado más
allá de la problemática e incluso más

44
Op. Cit., 113 / 136. 45
Ibid.

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